- Mercado de bienes y
servicios - Multiplicador de la
inversión - Equilibrio en el mercado de
bienes y servicios - La demanda de inversión
y el multiplicador keynesiano - El multiplicador del gasto
público - El modelo del
acelerador - Conclusión
- Bibliografía
Multiplicador fue originalmente introducido por R. F.
Kahn, un aumento de la inversión eleva la producción y el empleo; un
descenso los reduce, el efecto multiplicador; a un incremento de
la inversión, pero en forma multiplicada, el Producto
Nacional Bruto crece en mayor cantidad que la invertida toda se
centra.
Es un juego
disminución de la inversión y crecimiento de la
misma.
Bajo el modelo de una
economía
simplificada, el PNB es igual a la Renta Nacional. El
multiplicador adquiere particular relevancia al considerar el
efecto que puede tener como factor de estímulo a la
demanda agregada
en una economía.
El modelo de Keynes alcanza
la plena madurez de su pensamiento en
materia
económica en momentos en que el mundo se encontraba sumiso
en la gran depresión
de los años 30.
En el mundo Keynesiano, la economía puede
presentar largos períodos de persistente desempleo, el
profundizar en el tema de los mecanismos e
instrumentos.
El efecto multiplicador es referido al aumento sobre la
economía ya que permitirá un aumento de las rentas
de los factores de la industria de
bienes de
inversión.
Ciertos factores pueden operar para restringir la
amplitud del proceso de
multiplicación, lo que resulta en una reducción del
valor
multiplicador en relación con la cifra normal o en una
cifra normal comparativamente mas baja.
Un crecimiento en lo gastos del
estado
incrementa la producción y lógicamente una
reducción en la compra de bienes y servicios
reduciría su nivel de equilibrio. Es
aquí donde el efecto multiplicador juega un papel
importante en la economía.
Es la parte del ingreso que las economías
domésticas destinan a la adquisición de bienes y
servicios (excepto la adquisición de viviendas). Es el
mayor componente del producto nacional y el que presenta un
comportamiento
más estable a lo largo del tiempo. Los
gastos en consumo se
pueden dividir en tres categorías:
- bienes duraderos (televisores,
automóviles) - bienes perecederos (alimentos,
vestidos) - servicios (transporte,
servicios sanitarios)
Es la parte del Ingreso Personal
Disponible que utilizan las economías domésticas
para aumentar su riqueza, o dicho de otra forma es la parte de la
renta personal disponible que no se consume.
Parte del ingreso no consumido que se destina a la
adquisición o reposición de bienes de capital y/o al
aumento de las existencias.
Entonces
Especifica el nivel de gasto de consumo planeado o
deseado correspondiente a cada nivel de renta
disponible.
En cuanto a la función de
consumo, Keynes supuso
que el consumo aumenta cuando aumenta la renta, pero en una
proporción menor a como la hace ésta. Ello se debe
a que, conforme aumenta la renta, los individuos destinan una
mayor cantidad de la misma al ahorro.
PROPENSIÓN MARGINAL AL
CONSUMO (PMgC):
Es la proporción de un peso en que aumenta el
consumo cuando la renta aumenta un peso. Es la pendiente de la
función de consumo.
PROPENSIÓN MEDIA AL
CONSUMO (PMeC):
Es la relación entre el consumo total y la renta
total.
Respecto de la PMgC, una hipótesis keynesiana básica sostiene
que un aumento de la renta genera un aumento en el consumo menos,
es decir que la PMgC es siempre positiva y menor a la
unidad.
Respecto de la PMeC, Keynes sostenía que era
decreciente; esto es que, como porcentaje de la renta, la
cantidad dedicada al consumo disminuye al aumentar la renta.
Luego se demostró que es así sólo en el
corto plazo y que, en el largo plazo, la PMeC permanece
aproximadamente constante.
Cuando hay un nivel de renta igual a cero, pero
igualmente existe un consumo autónomo, estamos ante un
nivel de ahorro negativo o desahorro.
En el punto A es cuando f (c) cruza la bisectriz,
momento en que se consume todo el ingreso.
El punto B, es el punto de
equilibrio. Todo lo que se produce se demanda S =
I.
El hecho de que la función de consumo comience
donde lo hace implica que hay consumo aunque no haya
renta.
PROPENSIÓN MARGINAL AL
AHORRO (PMgS):
Es la proporción que se ahorra de una unidad
adicional de renta.
Como la renta se consume o ahorra, tenemos
que:
PROPENSIÓN
MEDIA AL AHORRO (PMeS):
Es la razón entre el ahorro total y la renta
total
Dado que la renta se consume o sea ahorra, la suma de
las propensiones medias a consumir y a ahorrar tiene que ser
igual a la unidad, y otro tanto ocurre con las propensiones
marginales.
Suma del gasto planeado de consumo y el gato planeado de
inversión.
La idea básica asociada con el concepto de
multiplicador es que un aumento en el gasto originará un
aumento mayor de la renta de equilibrio.
El multiplicador designa el coeficiente numérico
que indica la magnitud del aumento de la renta producido por el
aumento de la inversión en una unidad; es decir que es el
número que indica cuántas veces ha aumentado la
renta en relación con el aumento de la
inversión.
En un modelo keynesiano es la inversa de la PMgS, es
decir
Y como:
El multiplicador puede expresarse como:
Lo que refleja el multiplicador es la magnitud del
aumento de la renta producido por el aumento de la
inversión en una unidad.
A mayor PMgC, mayor multiplicador.
Hasta ahora se ha visto un modelo de 2
sectores.
En un modelo de 3 sectores, se incorpora el Sector
Gobierno, que
genera el Gasto
Público, el cual se computa a valores de
costo, ya que el
Gobierno constituye un monopolio.
Entonces:
Y en un modelo de 4 sectores se incorpora a los ya
nombrados Empresa, Familias
y Gobierno, el Sector Externo, con lo cual la demanda agregada
queda de la siguiente manera:
Xn: Exportaciones
netas, es decir la diferencia entre exportaciones e importaciones.
La inversión es autónoma respecto del
ingreso; varía según la tasa de
interés.
Los impuestos
proporcionales reducen la proporción que se consume de una
unidad adicional de renta.
Eficiencia marginal del capital: o tasa de rentabilidad
de una inversión. Es el beneficio que genera la
inversión, descontando de esos beneficios futuros los
intereses pagados para financiar dicha
inversión.
Hay pues una relación inversa entre
inversión y tasa de interés (a
mayor tasa, menor inversión).
La eficiencia
marginal del capital debe ser mayor que la tasa de interés
para que la inversión se efectúa.
Los volúmenes de inversión están se
conectan por la relación existente entre ambas tasas
(interés y rentabilidad).
Por tanto:
:
inversión autónoma.
b: coeficiente de sensibilidad a la tasa de
interés, respecto de la inversión.
i: tasa de interés.
Cuanto más baja es la tasa de interés, se
estimula el crecimiento de la inversión, lo cual aumenta a
su vez la demanda agregada.
EQUILIBRIO EN EL MERCADO DE BIENES
Y SERVICIOS
En un modelo de 2 sectores tenemos que:
Teniendo en cuenta que:
Llegamos a:
De esta última ecuación, aislamos los
componentes autónomos
Entonces:
Condición de equilibrio
Esta condición de equilibrio se llama curva IS,
ya que la igualdad entre
ahorro e inversión es requisito para el
equilibrio.
El mercado de bienes y servicios se encuentra en
equilibrio cuando, al nivel de precios
vigente, el nivel de producción ofrecido es igual a la
demanda agregada.
LA DEMANDA DE INVERSIÓN Y EL MULTIPLICADOR
KEYNESIANO
El segundo componente de la demanda agregada es la
demanda de inversión. Las decisiones de inversión
las toman los empresarios en función de sus proyectos, del
estado de la tecnología y, sobre
todo, en función de sus expectativas, es decir, de
sus previsiones sobre el porvenir de los negocios y de
la situación económica. La demanda de
inversión puede considerarse por tanto una cantidad fija,
independiente del volumen de renta
que se genere en el país.
El punto en el que la demanda agregada corta a la
bisectriz es, lógicamente, el punto en el que la renta se
iguala a la demanda agregada y determina por tanto el volumen de
producción real, Yr, que se generará en el
país. No hay nada que indique si esa producción
real coincide o no con la producción potencial.
El aumento en la cantidad de inversión
provocará el aumento de la producción real. Es
más, un incremento en las decisiones de invertir de los
empresarios tendrá un efecto multiplicador sobre la
economía ya que permitirá un aumento de las rentas
de los factores de la industria de bienes de inversión;
parte de este aumento se destinará a consumo lo que
provocará aumentos en cascada en las rentas de otros
factores. Para determinar la cuantía de ese efecto
multiplicador veremos un ejemplo sencillo.
Cada aumento en la demanda provoca un aumento
igual de la producción y la renta. Parte del aumento en
las rentas provocará un nuevo aumento de la demanda en la
proporción determinada por la propensión marginal
al consumo. Los sucesivos aumentos formarán una
progresión geométrica en la que el primer
término es el aumento de la inversión decidido por
los
http://www.eumed.net/cursecon/ppp/multiplicador.ppt/t_blank
empresarios y la razón es la PMaC. El efecto
total, la suma de los miembros de esa progresión, es
igual al producto del primer miembro, la inversión
inicial, por el inverso de uno menos la razón. Este
número, el inverso de la propensión marginal al
ahorro recibe el nombre de multiplicador.
En una economía simple como la que estamos
analizando, sin gobierno ni sector exterior, para que la
demanda y la oferta
agregadas coincidan es necesario que la inversión
complemente la parte de la renta no consumida, es decir, que la
inversión y el ahorro sean iguales. Pero no hay
ningún mecanismo que garantice que esto pueda suceder. Las
decisiones de ahorrar las toman las familias y dependen, como
hemos visto, de su nivel de renta y de la PMaC. Por tanto no hay
ninguna razón por la que la cantidad de dinero
ahorrado y la cantidad de dinero invertido deban ser iguales:
Ambas están determinadas por decisiones tomadas por
diferentes personas con diferentes criterios. Si las familias
deciden aumentar el volumen de los fondos que mantienen
ahorrados, reducirán su consumo, por lo que teniendo en
cuenta el efecto multiplicador, las rentas se contraerán
en una cuantía muy superior. Este es el fenómeno
llamado la paradoja de la frugalidad: la frugalidad puede
provocar disminución del ahorro.
Esta tabla muestra un ejemplo supuesto del | ||
1ª Fase | Los empresarios deciden aumentar su demanda | Las rentas de los productores de |
2ª Fase | Los productores de | Las rentas de los productores de |
3ª Fase | Los productores de electrodomésticos | Las rentas de los productores de textiles |
4ª Fase | Los productores de textiles aumentan su | Las rentas de los productores de alimentos |
. . . | . . . | . . . |
| Cada nuevo aumento en el consumo es igual al | El aumento total en la renta real será la 100 + 80 + 64 + 51,2 … El resultado es 500 M € |
Estas Fueron sus Palabras
Cuanto más rica sea la comunidad,
más amplia tenderá a ser la brecha entre sus
producciones real y potencial y, consiguientemente, más
obvios y escandalosos los defectos del sistema
económico. Una comunidad pobre estará dispuesta a
consumir la mayor parte del total de su producción, de tal
modo que será necesario un volumen muy modesto de
inversión para alcanzar el pleno empleo; mientras que una
comunidad rica tendrá que descubrir muchas más
amplias oportunidades de inversión para que las
propensiones a ahorrar de sus miembros más ricos sean
compatibles con el empleo de sus miembros más
pobres.
(John M. Keynes, Teoría
General de la Ocupación, el Interés y el Dinero,
1936)
EL MULTIPLICADOR DEL GASTO
PÚBLICO
Continuando con el estudio del modelo y las propuestas
keynesianos, vamos a analizar ahora el efecto del consumo
público, de los gastos y los ingresos del
estado, sobre la demanda agregada.
No hay ningún mecanismo automático que
haga que la renta de equilibrio coincida con la producción
de pleno empleo. La renta de equilibrio -en otras palabras, el
valor de los bienes y servicios que el sistema tiende a producir-
está determinada por la demanda agregada. Si
ésta estuviese formada exclusivamente por el consumo
privado y la inversión de los empresarios, sería
mucha casualidad que coincidiesen producción real y
producción de pleno empleo; los deseos de ahorro de las
familias y las expectativas de los empresarios no tienen por que
conjuntarse en la proporción y cuantía exacta
requeridas. Es más, si en algún momento
coincidiesen, el resultado sería muy inestable ya que las
expectativas de los empresarios cambian continuamente,
cíclicamente.
Para ver el gráfico seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Los economistas neoclásicos consideraban que el
sistema económico mostraba una tendencia natural hacia un
equilibrio con pleno empleo. Contrariamente a esas previsiones,
la Gran Depresión de los años treinta puso en
evidencia que era posible contemplar una situación estable
de depresión y que el desempleo podía permanecer
durante largos períodos.
Pero el pesimismo del análisis keynesiano vino acompañado
de la receta para la corrección de esas situaciones: la
política
fiscal del gobierno -la manipulación de los impuestos
y los gastos del sector
público- podía reconducir la demanda agregada
hasta la altura exacta que permitiera una producción
sostenida de pleno empleo.
Los gastos del gobierno están formados por
sus compras de bienes
y servicios y por las transferencias: las pensiones de invalidez
y jubilación, subsidios de desempleo y subvenciones a las
empresas,
entre otras. En general, los gastos del Estado suponen un aumento
de la demanda agregada. La determinación de la
cuantía de esos gastos es una decisión política
exógena, http://www.eumed.net/cursecon/ppp/D=C+I+G.ppt/t_blank
es decir, independiente de la renta; por tanto puede ser
considerada, al igual que hicimos con la inversión en el
tema anterior, como de cuantía fija. Pero esta vez
sí: ahora la cuantía puede ser ajustada para que la
producción real coincida con la producción de pleno
empleo.
La incidencia de los gastos del gobierno sobre la renta
real también recibe el efecto multiplicador. Los mismos
argumentos que estudiamos en el epígrafe anterior para
comprender el efecto multiplicador de las decisiones de
inversión sirven también ahora para explicar que un
aumento en los gastos del gobierno por valor de 100 puede
provocar un aumento en la renta de 500.
Pero no se puede olvidar que existen también
ingresos públicos. Los impuestos, al detraer dinero de las
rentas de las familias, desplazan la demanda agregada en sentido
descendente. La consiguiente disminución en la renta real
se verá afectada igualmente por el efecto multiplicador. A
pesar de todo, el efecto conjunto de una subida igual en los
gastos públicos y en los impuestos será
beneficioso. Este efecto es el llamado "multiplicador de
Haavelmo".
La explicación es que los impuestos están no
sólo haciendo disminuir el consumo sino provocando
además una disminución en los ahorros. Si todo lo
que detrae el gobierno en forma de impuestos es gastado, el
efecto sobre la demanda agregada será ascendente, la
cantidad ahorrada en el sistema disminuirá, y la renta
real subirá.
Hay que tener en cuenta sin embargo que el efecto de los
impuestos puede ser mucho más complejo. Si los impuestos
son proporcionales o progresivos, provocarán que la
pendiente de la función de demanda agregada varíe y
como consecuencia de ello quedarán también
afectados la propensión marginal al consumo y el efecto
multiplicador.
El modelo del acelerador es una explicación de
los ciclos económicos basada en la teoría
keynesiana del multiplicador. La inversión fluctúa
en mayor medida que el consumo debido a que pequeños
aumentos en el consumo provocan aumentos en la inversión
porcentualmente elevados. Pero para que la inversión
continúe siendo positiva no es suficiente con que el
consumo permanezca alto: debe continuar creciendo. Si el consumo
se estanca, la inversión disminuye.
Imaginemos el comportamiento inversor de una empresa
fabricante de jerséis. Supongamos que la empresa tiene
10 máquinas de tricotar valoradas en 50 millones de
pesetas y que cada una produce jerséis por valor de 10
Millones; si las máquinas tienen una vida media de diez
años podemos calcular que cada año se
estropeará una.
Mientras las ventas se
mantengan estancadas será suficiente con mantener el
número de máquinas suficientes para satisfacer la
demanda por lo que la inversión se limitará a
reponer las máquinas que se vayan deteriorando: por tanto
en el año 2º la inversión neta, IN,
será cero, y la inversión bruta, IB, 5
millones.
En el año 3º hay un aumento en la demanda
por lo que la empresa aumenta el número de
máquinas; la inversión aumenta y si el
fenómeno es general en la economía, la
inversión agregada tendrá un efecto multiplicador
en cadena provocando nuevos aumentos en la demanda. En el
año 4º continúa el aumento de la demanda al
mismo ritmo por lo que la inversión permanece constante.
En el año 5º la demanda aumenta en menor
cuantía por lo que la inversión es menor que el
año anterior; el efecto multiplicador tiene efectos
contractivos sobre la demanda. En el año 6º el
estancamiento de la demanda provoca nuevas disminuciones en la
inversión. En el año 7º la contracción
de la demanda provoca que la inversión llegue incluso a
ser negativa. Finalmente, en el año 8º de los
considerados es suficiente con que la contracción de la
demanda se detenga para que la inversión vuelva a
recuperarse iniciando así una nueva fase
expansiva.
Las proposiciones del modelo del acelerador pueden
resumirse en las siguientes ideas:
La inversión fluctúa más
ampliamente que el consumo. Es más
volátil.
La inversión alta provoca aumento del
consumo.
Pero lo contrario no es cierto, el consumo alto no
provoca aumento de la inversión.
Para que haya inversión es necesario que el
consumo esté creciendo.
Para que la inversión crezca es necesario que el
crecimiento del consumo se esté acelerando.
Como el consumo no puede acelerarse indefinidamente, su
estancamiento, aunque sea a un nivel elevado, contraerá
las inversiones
provocando el paso a la fase recesiva.
Para los economistas clásicos en el sistema
económico existen mecanismos auto correctores que eliminan
los desajustes, siendo por tanto innecesaria la
intervención estabilizadora estatal.
El punto de vista clásico sobre la
política presupuestaria puede resumirse en los tres puntos
siguientes:
1. Limitar el gasto publico en lo posible.
2. Neutralidad de los impuestos, en cuanto que no
deben alterar la situación material relativa de los
contribuyentes. Los gastos deben obedecer a los costes de los
servicios sin pretender alterar las posiciones de los
ciudadanos.
3. El equilibrio presupuestario anual debe ser la
norma presupuestaria básica, pues los gastos deben
financiarse con los impuestos.
La revolución
keynesiana
La crisis de 1929
vino a cuestionar la virtualidad del modelo clásico. Como
alternativa al mismo surgió el modelo keynesiano, en el
que no existe un mecanismo automático que retome la
economía al pleno empleo. La rigidez de los precios a la
baja es lo que explica las situaciones de equilibrio con
desempleo de los recursos pasando
a constituirse la demanda agregada en la variable clave del
sistema. Desde una perspectiva keynesiana, si tiene lugar una
recesión motivada por un nivel de demanda insuficiente,
habrá de ser la actuación del sector publico la que
sitúe dicha demarida en el nivel compatible con el pleno
empleo de los recursos.
La política
económica de los poskeynesianos Keynes limito la
actuación del sector publico, pues acepto la norma de
equilibrio presupuestario clásico, pero teniendo en cuenta
la duración del ciclo económico. Los primeros
poskeynesianos, sin embargo, para lograr el pleno empleo,
defendieron el recurso a la política fiscal con mas
ardor que el propio Keynes.
Consideraron los ingresos, los gastos y la deuda
pública exclusivamente como instrumentos destinados a
conseguir el mantenimiento
de un nivel alto y estable de empleo con precios constantes. En
este contexto surgió el presupuesto de
estabilización automática que pretendía
adecuar los programas de
ingresos y gastos públicos a los movimientos de la renta.
Asimismo, se afirmo la posibilidad y necesidad de estabilizar la
economía mediante la utilización de políticas
fiscales, considerando como objetivos
tanto la compensación de las fluctuaciones cíclicas
como la consecución del producto potencial de plena empleo
mediante una política dirigida a estimular la
inversión y situar la demanda agregada en su nivel
adecuado.
De esta forma, pues, la actuación estabilizadota
del sector público paso, de ser considerada como
provisional y transitoria, a tener un objetivo
dinámico con validez permanente.
La critica monetarista
Los éxitos de esta actuación se reflejaron
en los fuertes ritmos de crecimiento
económico de la mayor parte de los países
occidentales, en los que dichas políticas se pusieron en
practica en la década de los sesenta y principios de los
setenta. No obstante, los graves problemas
inflacionistas generados, al menos en parte, por esta
actuación del sector publico y derivados en gran medida de
su forma de financiación, junto con la aparición de
la inflación con estancamiento, posibilitaron el
relanzamiento de otros enfoques macroeconómicos que niegan
ó matizan la eficacia de las
acciones
fiscales discrecionales. Destaca entre estos últimos la
visión monetarista, que concede un papel dominante a los
impulsos monetarios en las fluctuaciones económicas,
oponiéndose a los desarrollos poskeynesianos al destacar
que en toda actuación fiscal existen dos componentes: un
efecto fiscal puro y otro que depende de las repercusiones
financieras de la acción
practicada, y que generalmente tiene gran importancia. Los
monetaristas propugnan el abandono de las políticas
discrecionales de estabilización y su sustitución
por «normas»
ó «reglas», que se concretan, en cuanto a la
política fiscal, en el mantenimiento del equilibrio
presupuestario.
En general, los monetaristas argumentan que la
política fiscal no es aconsejable, pues toda
actuación expansiva, vía aumento del gasto publico,
generara en línea con lo anteriormente señalado un
desplazamiento de la actividad económica
privada.
Solo si los déficit ocasionados por los aumentos
del gasto publico se financian por nuevas emisiones de dinero, la
política fiscal puede tener un efecto apreciable sobre la
actividad económica, pero, en realidad, el efecto es
atribuible a la variación de la cantidad de
dinero.
Los economistas neoclásicos consideraban que el
sistema económico mostraba una tendencia natural hacia un
equilibrio con pleno empleo. Contrariamente a esas previsiones y
la gran depresión de los años 30 puso en evidencia
que era posible contemplar una situación estable de
depresión y que el desempleo podía permanecer
durante largos períodos.
Pero el análisis Keynesiano vino
acompañado con la receta para la corrección de esas
situaciones: La política fiscal del gobierno, la
manipulación de los impuestos y los gastos del sector
público, podían reconducir la demanda agregada
hasta la altura exacta que permitiera una producción
sostenida de pleno empleo.
Las decisiones de inversión sirven también
para explicar que un aumento de 1% provoca un aumento de la renta
de un 5%, tomando en cuenta que la inversión
fluctúa mas ampliamente que el consumo, o el contrario un
consumo alto no provoca aumento de la
inversión.
Para que la inversión luzca es necesario que el
crecimiento del consumo se esta acelerando y esto es parte del
efecto multiplicador.
Francisco Mochon "Economia", McGraw-Hill, Tercera
Edición
www.monografias.com
María Fátima Pestana
Analista L.P.H.