- Algunas definiciones
consultadas al respecto - Hacia una comprensión
del concepto modelo pedagógico - Modelo
pedagógico - Los modelos
pedagógicos constituyen paradigmas para el contexto
educacional - Presupuestos teóricos y
metodológicos para la elaboración de los
modelos pedagógicos - Principios que debe asumir
una pedagogía humanista y
desarrolladora - Breve caracterización de
algunos paradigmas educativos - La escuela
nueva - La tecnología
educativa - La escuela del desarrollo
integral
Al personal docente se le exige la dirección
científica del proceso pedagógico. Sin embargo la
práctica de la educación refleja algún nivel
de improvisación del docente y un ajuste a las
particularidades de los sujetos de la
educación.
Quienes somos responsables de la dirección de
este proceso, no siempre estamos lo suficientemente claros de
nuestros propios objetivos y las diferentes vías que
conducen al éxito.
El proceso pedagógico por sus múltiples
funciones y condicionamientos es complejo, necesita ser pensado
diseñado con anterioridad de manera que se pueda predecir
las modificaciones y transformaciones que propicien su
desarrollo.
La historia de la educación demuestra que existen
intentos de diseño de procesos educacionales en
correspondencia con las condiciones histórico concretas de
la época a la que se refiera y en dependencia de las
posibilidades que ofrece el desarrollo de la ciencia para el
momento actual, aún cuando los modelos proyectados
responden a diferentes niveles de concreción y a partes
también diferentes del proceso
pedagógico.
¿Bajo qué principios han sido elaborados
estos modelos?
¿Qué criterios se han seguido para su
construcción?
La ciencia pedagógica no ha trabajado con
profundidad este problema. Existen varias definiciones, algunos
componentes fundamentales pero difieren en dependencia de la
concepción sobre Pedagogía, sobre proceso
pedagógico, sobre personalidad y sobre modelación
que se asuma.
La modelación científica nos permite
obtener como resultado un modelo que media entre el sujeto y el
objeto real que ha sido modelado. La modelación del
proceso pedagógico tiene sus propias peculiaridades que
hacen diferente su modelo de otros.
La conceptualización de qué es un modelo
pedagógico, facilitará identificar, valorar y
elaborar modelos pedagógicos con vista a obtener nuevos
niveles de eficiencia educativa.
Las exigencias por tanto al personal pedagógico
son cada vez mayores en cuanto a su preparación,
independencia y creatividad en su desempeño
profesional.
Uno de los objetivos más importantes planteado a
todo el personal responsabilizado con la educación de
nuestros niños y jóvenes consiste en lograr una
verdadera dirección científica del proceso
pedagógico. Se requiere una sólida
preparación no solo en pedagogía sino
también en ciencias afines a la educación como la
cibernética, la filosofía y la psicología
entre otras.
En la práctica existen problemas no
resueltos aún como son:
- El grado de claridad desde el punto de vista
teórico – formal que tienen los docentes de la
concepción sobre la relación entre
educación – instrucción dentro del proceso
pedagógico. - La representación simbólica
conceptual de que se parte para organizar el proceso de
transmisión de conocimientos que es objeto de
apropiación por parte de los estudiantes. - La incidencia de la participación en la
construcción teórica de la realidad educativa
para dirigirla hacia metas superiores. - La contradicción entre posibilidad de acceso
de todos a la enseñanza y la individualización
de la misma.
Reconocer el carácter social de la actividad
humana, teniendo en cuenta el papel de los factores sociales el
devenir y desarrollo de la especie hombre, significa reconocer
como producto al trabajo colectivo como transformador de
sí mismo; proceso no espontáneo, sino consciente
proyectado sobre la base de objetivos previamente determinados
que ha impuesto al hombre, como sujeto del proceso productivo, la
necesidad de buscar varios métodos y procedimientos que
garanticen la efectividad del proceso productivo por un lado y
que lo hagan más eficiente y menos costoso por
otro.
La transmisión de valores culturales,
ético y estéticos entendida como educación
requiere también como actividad humana que es de la
búsqueda de métodos, vías y procedimientos
que la hagan más eficaz y efectiva como para hacer
realidad el ideal de hombre que cada época
traza.
Por eso la sociedad necesita diseñar en
correspondencia con los principios ideológicos, sobre los
que se erige, las bases sobre las que se sustenta el proceso de
formación de la personalidad de sus miembros, la forma en
que se ha de actuar para lograr de ellos el tipo de personalidad
a que se aspira.
La creación de modelos de formación de
hombre se convierte desde el punto de vista filosófico y
social tratados en una necesidad.
Desde el punto de vista psicológico la
personalidad es el resultado de la interacción de
múltiples influencias del medio social donde el individuo
crece y se desarrolla sobre determinados presupuestos
individuales, se forma, se transforma y desarrolla paralelamente
con el individuo: la modelación del sistema de influencias
es una necesidad de la sociedad.
Ahora bien, ¿Qué es un modelo
pedagógico?, ¿Qué elementos lo
componen?
Reflexionar sobre estas interrogantes y detenerse en la
conceptualización de modelo pedagógico es
recomendable antes de determinar la propuesta concreta a asumir
para la dirección del proceso docente
educativo.
Todo modelo pedagógico tiene su fundamento en los
modelos psicológicos del proceso de aprendizaje, en los
modelos sociológicos, comunicativos, ecológicos o
gnoseológicos de ahí lo necesario del
análisis de esta relación para orientar
adecuadamente la búsqueda y renovación de modelos
pedagógicos.
El término modelo pedagógico en la
literatura no ha sido manejado con mucha claridad, aparece
igualado a estrategia, estilo de desarrollo, campo de estudio,
currículo.
Algunas
definiciones consultadas al respecto:
Diseño didáctico:
- Proyectos de medios de ambiente de aprendizaje en
que los sujetos que aprenden pueden elaborar objetiva y
subjetivamente importantes tareas de aprendizaje. - Tienen su aporte en el modelo didáctico
(reconstrucciones de segundo grado de la realidad
pedagógica).
Modelo didáctico:
- Construcción teórico formal que basada
en supuestos científicos e ideológicos pretende
interpretar la realidad escolar y dirigirla hacia determinados
fines educativos. - Representación simbólica conceptual de
la realidad educativa, tendrá por objetivo funcionar
como esquema mediador entre la realidad educativa y el
pensamiento. - Sirve como estructura en torno a la cual se organiza
el conocimiento.
Modelo educativo:
- Implica la política educativa, la
filosofía de la educación y la concepción
teórica sobre educación. - Pretende unidad de los códigos culturales y se
concreta en la comunidad (participantes del hecho
educativo).
Modelo pedagógico:
- Implica el contenido de la enseñanza, el
desarrollo del niño y las características de la
práctica docente. - Pretende lograr aprendizajes y se concreta en el
aula. - Instrumento de la investigación de
carácter teórico creado para reproducir
idealmente el proceso enseñanza –
aprendizaje. - Paradigma que sirve para entender, orientar y dirigir
la educación.
Se hace evidente la diversidad de conceptos
determinantes asociados a la definición de modelo
pedagógico.
Asumir una definición operativa implica declarar
de qué presupuestos teóricos se parten, en los que
se deje claro el término pedagógico quien
revela la esencia del modelo.
HACIA UNA
COMPRENSIÓN DEL CONCEPTO MODELO
PEDAGÓGICO:
Del análisis de las definiciones estudiadas se
pueden apreciar diferentes criterios acerca de lo
pedagógico como también el señalamiento de
algunas características de los modelos sin quedar
claramente definido.
Para una mejor comprensión del modelo
pedagógico es imprescindible referirse a determinados
presupuestos teóricos que den claridad a la
definición operativa.
La pedagogía es una ciencia que estudia la
educación como sistema de influencias organizadas y
dirigidas conscientemente.
Funciones de la
Pedagogía:
Teórica:
Análisis teórico de las regularidades de
la educación para elaborar las bases de la política
educativa, actividad práctica de maestros y
educandos.
Práctica:
Introducir experiencias prácticas para poder dar
ayuda válida a maestros y educandos.
Pronóstico:
Estudia las tendencias de desarrollo y de perspectiva de
la educación. Un pronóstico científicamente
fundamentado es condición para una planificación
segura.
La teoría pedagógica resultante de la
sistematización de la ciencia tiene por objeto el proceso
pedagógico.
El proceso pedagógico define a todos los procesos
conscientes organizados y dirigidos a la formación de la
personalidad que establece relaciones sociales activas entre
educador y educandos entre la influencia del educador y la
actividad del educando.
Por lo tanto el proceso educativo, proceso de
enseñanza y proceso de instrucción constituyen
procesos pedagógicos.
La progresiva diferenciación e integración
de las disciplinas pedagógicas no se produce hasta el
siglo XIX y en la actualidad no ha concluido
completamente.
La unidad de la instrucción, la educación,
enseñanza está fundamentada en la concepción
de personalidad que se asuma vista como sistema que integra las
funciones motivacional – afectiva y cognitiva –
instrumental.
La modelación es un método que opera de
forma práctica y teórica con un objeto no en forma
directa sino utilizando cierto sistema intermedio auxiliar
natural o artificial el cual:
- Se encuentra en una determinada correspondencia
objetiva con el objeto mismo del conocimiento. - En cierta etapa está en condiciones de
sustituir en determinada relación al objeto mismo que se
estudia. - En el proceso de investigación ofrece en
última instancia información sobre el objeto que
nos interesa. - El conocimiento parece ser trasladado temporalmente
del objeto que nos interesa a la investigación de un
cuasi – objeto intermedio auxiliar: el
modelo. - Permite simplificar, construir, optimizar la
actividad teórica, práctica y valorativa del
hombre es un instrumento para predecir acontecimientos que no
han sido observados aún.
Construcción teórico formal
que fundamentada científica e ideológicamente
interpreta, diseña y ajusta la realidad
pedagógica que responde a una necesidad histórico
concreta.
La definición revela las funciones del
modelo:
Interpretar significa explicar,
representar los aspectos más significativos del objeto de
forma simplificada. Aquí se aprecia la función
ilustrativa, traslativa y sustitutiva –
heurística.
Diseñar significa proyectar,
delinear los rasgos más importantes. Se evidencian la
función aproximativa y extrapolativa –
pronosticadora.
Ajustar significa adaptar, acomodar,
conformar para optimizar en la actividad práctica. Revela
la función transformadora y constructiva en caso necesario
esta última.
Apoyados en los presupuestos teóricos anteriores
un modelo didáctico, un modelo de instrucción, un
modelo educativo no son más que modelos pedagógicos
en los que predomina uno de estos procesos sobre otro.
Rasgos generales de los Modelos
Pedagógicos:
Cada uno revela su esencia a través de rasgos
como: objetividad, anticipación, pronóstico,
carácter corroborable, sistémico concretable a
diferentes niveles y en correspondencia con los procesos que
modela.
Si nos detenemos en los rasgos esenciales de la
definición podemos determinar los elementos que lo
componen:
Base científica o marco teórico
referencial que depende del proceso a modelar y del nivel de
concreción del modelo.
Muchas veces los fundamentos analizados se presentan en
forma de paradigmas científicos sobre los cuales se
erigen.
Los paradigmas científicos son realizaciones
científicas universalmente reconocidas que durante cierto
tiempo proporcionan modelos de problemas y soluciones a una
comunidad científica. Se infiere la dependencia de la
modelación respecto al paradigma científico del
momento histórico concreto en que se
efectúa.
Es una visión generalizada, mayormente aceptada,
sobre un fenómeno así como la mejor manera o
procedimiento para investigarlo. Un paradigma provee una serie de
conceptos, de elementos que se asumen en el tratamiento de un
tema. Una vez aceptado, domina la disciplina define lo que se
hace en esta. Si algún estudioso no lo asume, al abordar
determinado tema, la comunidad académica no lo acepta o lo
hace sólo periféricamente.
CONSTITUYEN PARADIGMAS PARA EL
CONTEXTO EDUCACIONAL
La educación es una función social
caracterizada, en primer lugar, por su esencia clasista. Cada
sociedad se impone la formación de un "modelo de hombre"
que asimila y reproduce al nivel individual las normas y patrones
socialmente válidos, que vienen dispuestos por la clase
dominante en un momento histórico concreto, pero que
tienen su origen en las condiciones específicas del
desarrollo económico – social alcanzado.
Como es natural, la institución escolar, el
sistema de instrucción socialmente organizado refleja este
modelo educativo y lo traduce, de manera concreta, en el proceso
pedagógico, en el trabajo de la escuela.
La Pedagogía tradicional consideraba la escuela
como una institución situada por encima de los conflictos
sociales, desvinculada del entorno socio – político y, por
lo tanto, ideológicamente neutral. Así, por
ejemplo, se consideraba a la enseñanza pública
gratuita como un logro de la sociedad moderna que permitía
superar cualquier diferencia de clases y aseguraba la igualdad de
oportunidades para todos los miembros de la sociedad.
En realidad ni la educación, ni la
enseñanza o la escuela han sido jamás instituciones
"despolitizadas" sino todo lo contrario. La enseñanza
gratuita no es resultado de la benevolencia de los sectores
más favorecidos ni del desarrollo del humanismo
burgués, sino la respuesta a las necesidades de fuerza de
trabajo calificada generada por el propio régimen
capitalista basado en la industrialización.
Los representantes de la misma clase social que en un
momento consideraba como peligrosa y perjudicial la
instrucción de las grandes masas se convirtieron,
después de la Revolución Industrial, en los
promotores de la escuela pública que asegurara, por una
parte el relevo de los obreros capaces para el trabajo con las
máquinas y por otro, que atenuara las demandas de
educación que ya realizaban estos sectores desfavorecidos,
interesados en mejorar su condición social y
económica.
En el terreno de la teoría de la Educación
se ha manifestado una constante confrontación entre los
promotores de unos u otros "modelos" que, a su modo de ver,
cumplirían con mayor eficacia las funciones sociales
conferidas a la educación en general y a la
enseñanza en particular.
Presupuestos
teóricos y metodológicos para la elaboración
de los modelos pedagógicos:
a) Las concepciones o teorías filosóficas
y sociológicas que les sirven de base general.
b) Las teorías psicológicas que les sirven
para abordar el papel y funciones de los componentes personales
en el proceso de enseñanza – aprendizaje.
c) Las teorías pedagógicas que les
permiten estructurar las relaciones objetivos – contenidos –
métodos – medios y evaluación de la
enseñanza y el aprendizaje.
Naturalmente en cualquiera de los modelos
pedagógicos pueden encontrarse con mayor o menor claridad
los fundamentos filosóficos, psicológicos y
pedagógicos en que se asientan, como también pueden
realizarse generalizaciones donde se hace abstracción de
las diferencias no esenciales entre unos y otros para agruparlos
según sus aspectos más generales.
En este último sentido es posible elaborar una
caracterización de dichos modelos, que nos
distinguiría dos grandes grupos: ubicados en la llamada
concepción "Tradicionalista" o en la concepción
"Humanista". Dentro de cada uno de los grupos nos quedarán
ubicadas las muy diversas variantes de modelos educativos y
pedagógicos conocidos.
Para la concepción Tradicionalista,
también llamada "externalista" o Escuela
Pasiva, la personalidad es el resultado de la influencia
de factores externos al sujeto: el maestro, la familia, el medio
social y el grupo, etcétera. El sujeto tiene un papel
pasivo, como asimilador y reproductor de esas influencias
positivas o negativas, por lo que la enseñanza debe
seleccionar aquellas de carácter beneficioso y organizar a
todos los agentes socializadores para la acción sobre el
sujeto, de lo que cabe esperar un resultado positivo, medible en
cuanto al grado en que el sujeto reproduce las influencias
recibidas.
Para la concepción Humanista, también
llamada "desarrolladora" o Escuela Activa, el
sujeto ocupa el primer plano dentro de todo el fenómeno
educativo y del proceso pedagógico. Los factores internos
de la personalidad se reconocen como elementos activos de la
educación del sujeto, en particular sus motivaciones, a la
vez que se admite la variedad de respuestas posibles ante las
mismas influencias externas.
Desde esta concepción el sujeto se autoeduca
mediante la recreación de la realidad, participa en ella y
la transforma. Por esta razón la enseñanza –
aprendizaje debe ponerse en función de las necesidades
individuales y no puede aspirar a la reproducción de un
modelo único de individuo, sino a la combinación de
la socialización y la individualización del sujeto
de la manera más plena posible.
Tratando de resumir estas ideas en un cuadro comparativo
pudieran señalarse tres aspectos en los que se diferencian
notablemente la concepción tradicionalista y la
humanista:
ASPECTOS | PEDAGOGÍA | PEDAGOGÍA HUMANISTA |
Concepción de la |
|
|
Concepción del papel del |
|
|
Concepción del papel del |
|
|
Dentro de la Pedagogía Tradicionalista o
externalista se pueden ubicar todos los modelos educativos y
pedagógicos que, partiendo de una base filosófica
idealista asumen los métodos de la escolástica
medieval, perceptibles en muchas de las prácticas
pedagógicas que aún subsisten en las escuelas.
También pueden incluirse en este grupo las teorías
pedagógicas conductistas, encaminadas a "formar al sujeto"
según el deseo del maestro, o las derivadas del
pragmatismo, preocupadas esencialmente del resultado final de la
enseñanza como reproducción del conocimiento
considerado valioso.
En la Pedagogía Desarrolladora pueden ubicarse
varias propuestas pedagógicas de carácter renovador
como el proyecto Reconstruccionalista de José A. Huergo,
denominado también Pedagogía de la
Emancipación, la Pedagogía Insurgente de Enrique
Pérez Luna, o la Pedagogía de la Liberación
de Paulo Freyre.
Lo que se debate actualmente es el paso de la
"Pedagogía del Saber" (expresión de la
concepción tradicionalista) hacia la "Pedagogía del
Ser", que constituiría el resumen de la mejor
tradición humanista en el campo de la educación y
la enseñanza.
Dicha Pedagogía del ser tiene como objetivo la
felicidad del hombre, su educación para la vida plena, su
integración armónica al contexto social desde una
perspectiva personal y creadora, en oposición a una
Pedagogía del saber aún dominante, que se preocupa
por asegurar la repetición de las normas creadas, de los
saberes acuñados por otros, de la enajenación del
sujeto individual en función de supuestos intereses
sociales o grupales que no siempre tienen igual
significación para los individuos, puesto que, en
última instancia no han sido elaborados por ellos
mismos.
PRINCIPIOS QUE
DEBE ASUMIR UNA PEDAGOGÍA HUMANISTA Y
DESARROLLADORA:
- El educando: elemento activo del aprendizaje,
personalidad que se desarrolla a partir de las posibilidades
personales y para la interacción con otros. - El educador: Coordinador de la actividad
educativa, guía y orientador activo del
proceso. - Los contenidos: Principios generales, campos
del saber interrelacionados en sistemas y estructuras para
afrontar el conocimiento como proceso de cambio y
crecimiento. - Los objetivos: Dirigidos al desarrollo
integral de la personalidad, a la adquisición de
conocimientos, hábitos y habilidades reconocidos como
necesarios por el sujeto. - El aprendizaje: Proceso en que interviene
activamente el educando y en el que influyen la madurez, la
experiencia y las relaciones sociales que
desarrolla. - La enseñanza: Dirección del
proceso con el uso de las técnicas apropiadas para el
aprendizaje grupal e individual. - Los métodos: No existe un método
único, sino la combinación de técnicas
diseñadas y utilizadas en función de los
objetivos, contenidos y sujetos del aprendizaje. - Los fundamentos: La autodeterminación,
el desarrollo de la personalidad individual integrada al
contexto social, la movilidad social, el crecimiento y la
transformación.
Sin lugar a dudas uno de los críticos más
vigorosos de los modelos de educación tradicionalista es
el brasileño Pablo Freyre, fundador de un movimiento que
en su época representó una renovación total
de la práctica educativa y pedagógica, contando hoy
con muchos seguidores en todo el mundo: la Educación
Popular.
Para Freyre la concepción tradicional o
"bancaria" no supera la contradicción educador – educando,
de donde resulta que el educador es siempre quien educa, el
educando es quién resulta educado; el educador disciplina
y el educando es disciplinado; el educador habla y el educando
escucha; el educador prescribe y el educando sigue la
prescripción; el educador elige el contenido y el educando
lo recibe como "depósito"; el educador es siempre quien
sabe y el educando el que no sabe, el educador es sujeto del
proceso y el educando es objeto.
La modificación de esta concepción a
través de la liberación significa que nadie educa a
nadie, que tampoco nadie se educa solo y que los hombres se
educan entre sí, mediatizados por el mundo.
En estas ideas se resume lo que a nuestro modo de ver
constituye la esencia del proceso de educación y la
dirección fundamental que deben asumir los modelos
educativos y pedagógicos que pretendan una verdadera
articulación entre la socialización y la
individualización del sujeto.
De lo expuesto es sencillo concluir que la
práctica pedagógica actual arrastra mucho de la
herencia tradicionalista, incluyendo aquí no solamente a
los modelos pedagógicos occidentales, sino también
a las propuestas y prácticas de la pedagogía
socialista, que al nivel teórico declaraba su
oposición a aquellos.
El autoritarismo, la unidireccionalidad, la rigidez, la
ausencia de creatividad, la inseguridad, el escaso interés
y participación personal son males que pueden detectarse
aún en la práctica de muchas escuelas en nuestro
propio país, lo que nos indica que es un fenómeno
que no está directamente relacionado con el régimen
social imperante, como alguna literatura de los años 50 y
60 pretendía demostrar.
Entre los pedagogos que trabajan en países
capitalistas han surgido prácticas y modelos
pedagógicos de carácter netamente humanista y
transformador, como también dentro de la pedagogía
supuestamente marxista se conservaron prácticas
autoritarias y directivas, mucho más emparentadas con el
escolasticismo medieval que con la Dialéctica de
Marx.
Esto es notable sobre todo en aquellos países
donde el proyecto social asumió un carácter
estatizante y burocrático, muy apegado a los modelos
únicos, los productos homogéneos y las recetas
universales, donde, por supuesto, la iniciativa y la creatividad
pedagógica no encontraba muchas posibilidades de
desarrollo.
Desde el punto de vista estrictamente
sociológico, o sea, lo referente a la socialización
del sujeto, los modelos pedagógicos pueden clasificarse
según el énfasis que ponen en la educación
para el reforzamiento de la individualidad o de la
integración al contexto social.
Este intento de clasificación, elaborado por el
pedagogo E. Planchard, que transcribimos a continuación,
sólo tomó en cuenta los modelos o sistemas
experimentales aplicados en EE.UU. y Europa Occidental, lo que
constituye una carencia significativa. Pese a esto resulta
interesante por cuanto establece cierto nivel de
generalización muy importante para cualquier estudio
comparativo de los modelos y sistemas
pedagógicos.
a) Modelo de educación que hace énfasis
en los contenidos:
Se caracteriza por el énfasis en la
transmisión de información, asumiendo el profesor
el lugar protagónico, tratando de inculcar nociones e
introducirlas en la memoria del alumno, concebido éste
como receptáculo y depositario del conocimiento. Es una
educación vertical y autoritaria o paternalista que
predomina en el sistema educativo formal.
Sustenta su influencia educativa en el modelo de
comunicación monológico o transmisor, basado en la
existencia clásica de un emisor y un receptor. La
información transita esencialmente del profesor (emisor)
al alumno (receptor), caracterizándose por ser
unidireccional, por lo que no se establece en este caso un
verdadero proceso de comunicación, que implica la
alternancia de estas funciones. La participación del
alumno en este modelo de comunicación, se refiere
generalmente a la reproducción de las palabras del maestro
o del texto.
En este modelo la comunicación se concibe como un
instrumento valioso para la educación, pero no constituye
la esencia de la misma, otorgándosele especial importancia
a las técnicas comunicativas utilizadas por el profesor
como emisor; así, todos los recursos que tienen que ver
con el dominio del discurso oral, que permiten contribuir a la
instrucción y educación tal y como son concebidas
en este modelo, tributan a los objetivos propuestos.
La Pedagogía Tradicional constituye la tendencia
pedagógica representativa de este primer modelo de
educación. La misma tiene sus antecedentes en la
pedagogía eclesiástica, particularmente en la
figura del jesuita Ignacio Loyola. Se pretendía en este
caso afianzar el poder del Papa, a partir de un orden absoluto,
disciplina férrea, gran rigidez y maestros bien preparados
para el fin que se proponían. La enseñanza de los
jesuitas se extendió a toda la enseñanza religiosa
y se mantuvo con gran auge durante los siglos XVI y
XVII.
En el siglo XVIII comienza a gestarse la tendencia
pedagógica llamada tradicional con el surgimiento de las
escuelas públicas en Europa y América Latina, como
resultado del desarrollo de las fuerzas productivas, bajo la
influencia del modo de producción burgués,
institucionalizándose la "educación masiva", como
organización necesaria para la sociedad.
Los reformadores sociales del siglo XIX consideraron la
escuela el más adecuado medio institucional para la
constitución de la nación y para el renacimiento
moral y social que buscaban. A partir de esta concepción
la pedagogía tradicional adquiere su carácter de
tendencia pedagógica.
Los ejes centrales de esta concepción lo
constituyen el texto y el profesor. Se enfatiza el contenido, en
el texto y en la transmisión de conocimientos y valores a
través de la palabra del maestro. Se pretende la
memorización de un gran volumen de información. Se
le exige al profesor una gran preparación
académica, con un gran dominio de su materia; en eso
estriba fundamentalmente su autoridad ante los alumnos y la
sociedad. También se le exigen determinadas cualidades
personales que le permitan hacer uso de su autoridad y a la vez
mantener el orden y la disciplina deseados. Al alumno le
corresponde obedecer, escuchar y ser depositario del
conocimiento. Su actividad se limita en cierta medida a la
memorización sin una debida reflexión
crítica.
En el devenir de su desarrollo hasta la actualidad, la
tendencia pedagógica tradicional ha incorporado diversos
elementos de otras tendencias: del empirismo, conductismo,
humanismo, por lo que en la práctica pedagógica
contemporánea no se manifiesta en su forma clásica
y mantiene gran influencia, no sólo en nuestro
país, sino también en otras latitudes.
b) Modelo de educación que se centra en los
efectos:
Este modelo supera al anterior, otorgándole gran
importancia a la motivación y plantea como objetivo "el
cambio de actitudes". Algunos lo consideran activo en cuanto
propone la realización de acciones. Tiene su origen en
E.U. durante la segunda guerra mundial, a partir de los
entrenamientos militares para el rápido y eficaz
adiestramiento de los soldados.
En 1947 se celebra en Ginebra la X Conferencia
Internacional de Instrucción Pública, donde se
emplea el término de "medios audiovisuales", lo cual
marcó un momento importante en el desarrollo de la
Tecnología Educativa, tendencia pedagógica
representativa de este modelo.
En los años 55 – 65 se produce un auge
significativo en el desarrollo y uso de los medios de
enseñanza como resultado y como demanda de la
revolución científico técnica que exige de
la escuela un perfeccionamiento de sus funciones. Detrás
del apogeo de los medios técnicos existen además de
los intereses científicos, los intereses mercantiles. De
esta forma se ejerció gran influencia en los países
subdesarrollados. La aparente modernización de la
enseñanza resultó seductora para muchos educadores,
lo que provocó en muchos su utilización de forma
indiscriminada.
Este modelo llega a la América Latina en la
década de los 60, época del "desarrollismo" dentro
de la Alianza para el Progreso, estrategia concebida por E.U.
para dar una respuesta al subdesarrollo de la
región.
Teniendo como fundamento psicológico la
teoría conductista, en este modelo se asigna a los
hábitos un lugar central en la educación
considerándolo como una conducta automática, no
reflexiva, posible de ser condicionada y entrenada.
Educar así no es razonar, sino generar
hábitos a partir del mecanismo psicológico
estímulo – recompensa, intentando aumentar la
productividad mediante la introducción de nuevas y
modernas tecnologías.
Se da una apariencia de participación a los
educandos, en tanto hay una búsqueda de respuesta por
parte del educador, pero siempre a partir de efectos
preconcebidos.
En la vida cotidiana, además de constituir una
estrategia educativa en la escuela, este modelo se manifiesta en
los medios de difusión masiva, en técnicas
publicitarias, comerciales y políticas, actuando por
presión, repetición y por motivaciones
subliminales.
A este tipo de educación corresponde el modelo de
comunicación "persuasiva" o "dirigista", en donde el
emisor – profesor continúa desempeñando un lugar
principal y el receptor – alumno continúa
subordinado.
Se añade un elemento nuevo, la
retroalimentación, que actúa como respuesta de
retorno, útil para verificar si la información fue
recibida tal y como fue programada y ajustarla a tal
fin.
El profesor programa los contenidos, los objetivos de la
enseñanza, concibe la retroalimentación en forma de
estímulo y sanción, dándole una cierta
participación al alumno, en forma de tareas o ejercicios
generalmente repetitivos, buscando la consolidación de
hábitos y habilidades.
El proceso de programar el contenido se apoya
necesariamente en el uso de medios técnicos que son los de
mayor influencia.
A pesar de las limitaciones que pueda tener este modelo,
se considera que ha permitido el enriquecimiento de la
noción de comunicación en su dimensión
instrumental, tanto en la relación directa con el alumno
como en la educación a distancia, por una parte,
así como señalar la importancia de los medios y
recursos comunicativos como estrategias para el logro de los
fines educativos.
La Tecnología Educativa como tendencia
pedagógica representativa de este modelo, se propone
superar el modelo tradicional con la introducción de
medios como la TV, el video, entre otros más variados y
sofisticados propios de la tecnología computarizada, los
que sirven de instrumento para alcanzar determinados efectos,
propiciar conductas previstas, persuadir, crear hábitos,
manejar al individuo por una especie de "Ingeniería del
Comportamiento", sobre bases psicológicas
conductistas.
El centro de esta tendencia lo constituyen los medios,
el planeamiento de la instrucción. En este caso, el rol
del profesor se expresa en la acción de programar de
determinado modo la información, el conocimiento, de
manera que el alumno ejecute las acciones que provoquen cambios a
partir del desarrollo de hábitos y habilidades.
Si bien es cierto que el rol del alumno es más
activo y participativo que en el modelo anterior, algunos lo
consideran "pseudoactivo", ya que los objetivos y contenidos de
la enseñanza están previamente definidos y el
educando sólo participa ejecutándolos.
Se critica también esta tendencia
pedagógica a partir de la ausencia de elaboración
propia y personal del sujeto en la asimilación de los
conocimientos.
La situación de la Tecnología Educativa ha
evolucionado en el presente en América Latina en
correspondencia con las condiciones en los diferentes
países. Es así que se han derivado nuevas
concepciones, entre ella la tendencia Curricular, en la que se
enfatiza en los procedimientos y técnicas del curriculum,
donde se coloca a los medios de enseñanza como componentes
o eslabón del proceso. Nótese que se plantea medios
de enseñanza y no medios técnicos pues en calidad
de medios o vías de comunicación se toman incluso
hasta las formas de reflexión, de análisis, de
valoraciones tanto por parte del profesor como del
alumno.
Nosotros defendemos la concepción de que los
medios de enseñanza son todos los componentes del proceso
pedagógico que actúan como soporte material de los
métodos, con el propósito de lograr los objetivos
planteados. Con esta forma de entender y de ubicar el lugar de
los medios de enseñanza, se aprecia que los mismos sirven
tanto a la labor pedagógica del profesor, como
también al trabajo de los alumnos; desde el uso de los
textos, hasta el uso de una computadora, alternándose
indistintamente la función de emisor y receptor en ambos
sentidos.
A esta tendencia pedagógica se le puede criticar
el sentido persuasor y reproductor de sus propuestas, pero
también generó grandes cambios y conformó
una etapa necesaria para que las futuras propuestas puedan
ingresar al sistema educativo formal (y a otros ámbitos y
modalidades) sin mayores resistencias.
c) Modelo de educación que enfatiza el
proceso
Es un modelo de educación gestado en
América Latina, siendo uno de sus autores más
representativos Paulo Freire, de Brasil que concibe la
educación como praxis, reflexión y acción
del hombre sobre el mundo para transformarlo. También
Enrique Pichón Riviere en Argentina es otro de los
representantes relevantes de esta concepción que ha
sistematizado la comprensión de los estrechos
vínculos entre comunicación y
educación.
Estas concepciones adoptan diferentes variantes que
enfatizan el proceso transformador de las personas, su desarrollo
personal y social en un contexto grupal, en interacción
dialéctica con la realidad.
El surgimiento de estas nuevas estrategias centradas en
los procesos comunicacionales en América Latina ha estado
vinculada principalmente a formas de educación no
escolarizadas tales como la educación liberadora,
educación popular entre otras, las cuales no sólo
aportan nuevas concepciones teóricas metodológicas
en el ámbito educativo, sino que están
profundamente comprometidas con la realidad económica,
social y política de la región y su
transformación.
Se considera en este modelo que en el proceso educativo
debe ser el sujeto quien va descubriendo, elaborando,
reinventando y haciendo suyo el conocimiento.
El grupo, ocupa un lugar especial en este modelo, siendo
el eje del proceso; sin embargo, no todo habrá de salir
del autodescubrimiento del grupo. Conocer no es adivina", dice
Freire, por lo tanto la información es un momento
fundamental del acto de conocimiento. Hay que tener en cuenta
cómo y en que contexto se proporciona, siendo lo
más importante la actitud crítica frente al objeto
y no el discurso del educador en torno al mismo. De ahí
que la información debe ir precedida de cierta
problematización.
La participación en la educación que se
propone se refiere por una parte a los métodos de
enseñanza – aprendizaje, así como también a
la actitud del profesor desde que empieza a planificar los
contenidos sobre los cuales va a dialogar con los
alumnos.
Resulta imprescindible partir de las experiencias,
vivencias e intereses de los educandos, de su propio
saber.
Sobre la base de esta premisa promueve la
participación activa de los alumnos en la ubicación
y selección de los contenidos de aprendizaje, mediante el
método de "investigación temática". Es un
modelo autogestionario ya que se basa en la participación
activa del sujeto en el proceso educativo y se forma para la
participación en la vida social.
Sólo hay un verdadero aprendizaje según
esta concepción, cuando hay autogestión de los
educandos.
El modelo de comunicación para este tipo de
educación es democrático, centrado en la
participación dialógica, donde se da el intercambio
entre docente y discentes en una relación comunitaria
donde ambos sean emisores y receptores de mensajes
indistintamente, interlocutores.
Este tipo de comunicación supone una
comunicación que abra múltiples canales que
permitan el establecimiento de diversas redes de relaciones entre
educadores y educandos.
En este modelo de educación los procesos
comunicativos no son meros instrumentos o estrategias del
aprendizaje, sino que constituyen su esencia, centrando su
atención en el proceso y no únicamente en sus
resultados, basado en la interacción entre los sujetos y
el medio social como un ecosistema.
Frente a la enseñanza tradicional definida por
relaciones verticales, de poder autoritario por parte del docente
y subestimación del alumno, en este modelo se insiste en
la democratización, en el establecimiento de relaciones
horizontales, de respeto mutuo entre los participantes, sin que
el profesor renuncie a su papel orientador y guía de sus
alumnos.
No se trata de un demagógico igualitarismo entre
docentes y discentes, ni de proponer un no directivismo, sino de
asumir un rol profundamente humano, renovador y no manipulador,
respetando la personalidad del otro.
P. Freire, tanto en su obra escrita como en su
práctica docente ha demostrado la validez del
diálogo como fundamento de un nuevo tipo de
educación. El educador no es el único dueño
del saber, sino quien estimula el proceso de construcción
del conocimiento en el alumno, propiciando el cambio de actitudes
del hombre acrítico en crítico, desde la pasividad
y el conformismo hasta la voluntad de asumir su destino humano,
desde el predominio de tendencias individualistas al de valores
solidarios.
Los grupos operativos son grupos de discusión y
tarea, que funcionan bajo la influencia de un coordinador que
debe crear, mantener y fomentar la comunicación en el
grupo para propiciar su crecimiento, expresado en la
autorregulación. La naturaleza de la tarea puede variar,
según el grupo de que se trate, por ejemplo, la
curación en los grupos terapéuticos, el
diagnóstico de las dificultades de una organización
laboral o el aprendizaje en grupos de estudiantes.
En el área de la educación escolar ha
ejercido gran influencia también en la concepción
del aprendizaje grupal en donde se le otorga al profesor un rol
de coordinador y opera estructurando situaciones de
enseñanza – aprendizaje que faciliten la producción
del grupo y cada uno de sus miembros. Debe promover los procesos
de comunicación y participación activa de todos,
planteando y aclarando los problemas y conflictos que
obstaculizan el aprendizaje.
Para este autor los procesos de aprendizaje y
comunicación son coexistentes y cooperantes.
Este tercer modelo que propugna de forma
explícita la educación como proceso comunicativo,
como diálogo entre educador y educandos supone cambios no
solamente en la concepción y organización del
proceso pedagógico, sino también en los roles que
tradicionalmente se les ha asignado, sin que desaparezca la
autoridad moral y científica del docente.
Algunas valoraciones:
Estos tres modelos de educación analizados
representan un intento válido de recorrido por las
prácticas pedagógicas más significativas en
la historia de la educación, desde la perspectiva de las
relaciones entre educación y
comunicación.
En la valoración de los mismos se corre el riesgo
de una comparación arbitraria que no tenga en cuenta que
cada uno es el resultado de las condiciones socio –
histórico en que surgió y en ese contexto han sido
eslabones valiosos en el desarrollo de las Ciencias
Pedagógicas, con aportes importantes para elevar la
calidad de su práctica.
El primer y segundo modelo se consideran modelos
exógenos que conciben al alumno como objeto del proceso,
mientras que el tercero es un modelo endógeno que coloca
al educando en el centro, como sujeto del proceso
pedagógico y se corresponde con una comprensión
dialéctica y humanista del mismo.
Teniendo en cuenta el devenir histórico y por
esta misma razón, la práctica escolar
contemporánea está matizada por la
interpenetración de estos tres modelos de acuerdo a las
condiciones concretas en que transcurra el proceso
pedagógico.
Analizando dialécticamente las transformaciones
que cada uno propone con relación al anterior, se aprecia
que en cada nueva propuesta se resuelven contradicciones
relativas a la comunicación entre los participantes del
proceso, que dan lugar a nuevas relaciones que superan la
situación precedente. Debe tenerse en cuenta entonces que
el tercer modelo, como expresión superior de la
relación educación – comunicación, niega
dialécticamente los anteriores, lo que implica que
incorpora lo positivo que de hecho tienen los modelos
previos.
Las demandas de la escuela contemporánea, en
correspondencia con las condiciones socio – económicas y
científico – técnicas, exigen trabajar por un
acercamiento cada vez mayor al tercer modelo de educación.
Sin embargo, faltan aún suficientes experiencias en cuanto
a la aplicación consecuente de este tercer modelo en el
contexto escolar que requiere de una preparación especial
del docente, así como de nuevas actitudes del discente,
entre otros factores.
Por otra parte, las condiciones institucionales que la
educación escolarizada impone, implican determinados
límites a la supuesta "democratización" que en este
caso se propugna.
Partiendo de los elementos analizados anteriormente, y e
los aportes de la Dra. Rita Marina Alvarez Zayas y la Dra. Rita
Concepción García, de Cuba; se impone hacer una
nueva clasificación de los modelos pedagógicos a
partir de un enfoque pedagógico y
didáctico.
BREVE
CARACTERIZACIÓN DE ALGUNOS PARADIGMAS
EDUCATIVOS:
LA ESCUELA TRADICIONAL:
La Escuela Tradicional aparece en el siglo XVII en
Europa con el surgimiento de la burguesía y como
expresión de modernidad. Encuentra su concreción en
los siglos XVIII y XIX con el surgimiento de la Escuela
Pública en Europa y América Latina, con el
éxito de las revoluciones republicanas de doctrina
político-social del liberalismo.
Las tendencias pedagógicas que lo caracterizan
son propias del siglo XIX. Su concepción descansa en el
criterio de que es la escuela la institución social
encargada de la educación pública masiva y fuente
fundamental de la información, la cual tiene la
misión de la preparación intelectual y
moral.
Su finalidad es la conservación del orden de
cosas y para ello el profesor asume el poder y la autoridad como
transmisor esencial de conocimientos, quien exige disciplina y
obediencia, apropiándose de una imagen impositiva,
coercitiva, paternalista, autoritaria, que ha trascendido
más allá de un siglo y subsiste hoy día, por
lo que se le reconoce como Escuela Tradicional.
En este modelo el contenido viene dado por los
conocimientos y valores acumulados por la sociedad y las
ciencias, como verdades acabadas, todo lo cual aparece divorciado
de las experiencias y realidades del alumno y su contexto,
contenidos representados en el maestro. El contenido curricular
es racionalista, académico, apegado a la ciencia y se
presenta metafísicamente, sin una lógica interna,
en partes aisladas, lo que conlleva a desarrollar un pensamiento
empírico, no teórico, de tipo
descriptivo.
Para ello el método fundamental es el discurso
expositivo del profesor, con procedimientos siempre verbalistas,
mientras el aprendizaje se reduce a repetir y memorizar. La
acción del alumno está limitada a la palabra que se
fija y repite, conformando una personalidad pasiva y
dependiente.
El proceso docente está muy institucionalizado y
formalizado, dirigido a los resultados y estos devienen objeto de
la evaluación.
Rol del docente:
Es el centro del proceso de enseñanza y
educación. Informa conocimientos acabados (sujeto
principal).
Rol del estudiante:
Tiene poco margen para pensar y elaborar conocimientos.
Se le exige memorización. No hay un adecuado desarrollo de
pensamiento teórico. Tiene un rol pasivo.
Características de la
clase:
Transmisión verbal de gran volumen de
información. Objetivo elaborado de forma descriptiva
dirigido más a la tarea del profesor, no establece
habilidades. No hay experiencias vivenciales. Los contenidos se
ofrecen como segmentos fragmentados, desvinculados de la
totalidad. Se realizan pocas actividades de carácter
práctico por el alumno. No se controla cómo ocurre
el proceso de aprendizaje. Se evalúan resultados y a un
nivel reproductivo. Método fundamentalmente expositivo.
Forma: grupo presencial.
La Escuela Nueva tiene su origen entre fines del XIX y
principios del XX como crítica a la Escuela Tradicional, y
gracias a profundos cambios socio – económicos y la
aparición de nuevas ideas filosóficas y
psicológicas, tales como las corrientes empiristas,
positivistas, pragmatistas, que se concretan en las
ciencias.
Esta concepción pedagógica, cuyo
progenitor fue Dewey (1859 – 1952) en EUA, centra el
interés en el niño y en el desarrollo de sus
capacidades; lo reconoce como sujeto activo de la
enseñanza y, por lo tanto, el alumno posee el papel
principal en el aprendizaje. El otro elemento que identifica esta
tendencia pedagógica es que la educación se
considera como un proceso social y para asegurar su propio
desarrollo. La escuela prepara para que el niño viva en su
sociedad, y ella misma se concibe como una comunidad en
miniatura, en la que se "aprende haciendo".
La pedagogía de Dewey se
considera:
- Genética: la educación como un
desarrollo que va de dentro (poderes e instintos del
niño) hacia afuera; - Funcional: desarrolla los procesos mentales teniendo
en cuenta la significación biológica; - De valor social: porque hay que preparar al individuo
para ser útil a la sociedad.
Su método educativo se basa en que el alumno
tenga experiencias directas, que se le plantee un problema
auténtico, que estimule su pensamiento, que posea
información y haga observaciones; que las soluciones se le
ocurran al alumno y que tenga oportunidades para comprobar sus
ideas.
En esta corriente se inscribe Decroly, médico
belga, quien aboga por la educación individualizada y el
currículum globalizado; Cousinet, francés, impulsa
el trabajo en grupo, el método libre y el espíritu
investigativo.
Con estos conceptos surge una renovación
metodológica que consiste en:
- Que el alumno adopte una posición activa
frente al aprendizaje (activismo), pedagogía del
descubrimiento, o del redescubrimiento. - La educación debe basarse en intereses del
alumno. - El sistema educativo debe ser flexible: escuela a la
medida. - Se enfatiza la enseñanza socializada como
complemento a la individualizada. - Necesidad de globalizar los contenidos.
- La colaboración escuela – familia.
Estas tendencias pedagógicas provocaron un giro
sustancial en la pedagogía de la época y tuvieron
repercusiones en todo el siglo; entre ellas Rodríguez A.
G. incluye la aparición de métodos activos,
técnicas grupales, la globalización curricular, el
vínculo de la enseñanza con la vida, con la
práctica, el énfasis de los aspectos motivacionales
en la enseñanza y la educación no sólo de
aspectos instructivos, sino los educativos.
La Escuela Nueva tiene limitaciones que se registran
esencialmente en que provoca un espontaneísmo en la
enseñanza, en la falta de una mayor orientación y
control de las acciones del alumno, apreciándose
también problemas en la estructuración de los
contenidos, todo lo cual exige, y son también
limitaciones, un personal altamente calificado y buenas
condiciones materiales.
Rol del docente:
Dirige el aprendizaje. Responde preguntas cuando el
alumno necesita. Propicia el medio que estimule la respuesta
necesaria.
Rol del estudiante:
Papel activo. Se prepara para vivir en su medio social.
Vive experiencias directas. Trabaja en grupo de forma cooperada.
Participa en la elaboración del programa según
intereses. Moviliza y facilita la actividad intelectual y natural
del niño. Se mueve libremente por el aula, realiza
actividades de descubrir conocimiento.
Características de la
clase:
Resalta el estudio de los hechos, el papel de la
experiencia del individuo. Se apoya en el interés del
niño. Se propicia la democracia y la participación
del niño en colectivo. Aprender haciendo es su divisa.
Estructura el contenido en bloque en correspondencia con
necesidades e intereses de los niños. Despierta
espíritu investigativo. Sitúa al alumno en una
posición activa ante el aprendizaje (pedagogía de
descubrimiento). Se adapta a particularidades del niño
(escuela a la medida). Utiliza métodos activos y
técnicas grupales.
La Tecnología Educativa se relaciona con la
presencia del pensamiento tecnocrático en el modelo de
desarrollo de los países. Los orígenes de la
Tecnología Educativa pueden hallarse en la
enseñanza programada, con la idea de elevar la eficiencia
de la dirección del proceso docente. Su creación se
debe a B. F. Skinner, profesor de la Universidad de Harvard,
1954. Sus trabajos se enmarcan en la corriente psicológica
del conductismo, la que considera el aprendizaje
básicamente en la fijación de un repertorio de
estímulos del medio y sus respuestas (E – R). Este modelo
psicológico del aprendizaje sirvió de base para la
enseñanza programada, primera expresión de la
tecnología educativa.
El modelo pedagógico presente en esta tendencia
se puede resumir en objetivos conductuales, organización
del contenido de forma lógica en secuencia de unidades;
métodos basados en el autoaprendizaje para lo que se
utilizan las preguntas y respuestas. Actualmente se utilizan los
juegos didácticos y las simulaciones; y los medios
docentes son libros, máquinas de enseñar,
computadoras y TV.
La relación alumno – profesor
prácticamente no existe; el profesor elabora el programa y
el alumno se autoinstruye, a su ritmo, despersonalizándose
el proceso docente, eliminándose su influencia educativo –
formativa.
Esta corriente pedagógica ha sido ampliamente
difundida en América Latina a través de la
influencia del sistema norteamericano de enseñanza. Sus
seguidores le reconocen las ventajas de la constante
activación de los alumnos, la individualización del
aprendizaje, la comprobación directa y corrección
de los resultados instructivos. No cabe dudas que la masividad de
la enseñanza y la educación a distancia encuentran
en la enseñanza programada una satisfacción de sus
requerimientos.
No obstante son limitaciones de ella las
siguientes:
- En el aprendizaje no se toman en cuenta los procesos
ni las cualidades, sino los resultados
instructivos. - La orientación de las acciones del alumno son
generalmente, por ensayo y error. - No desarrolla el pensamiento teórico, ni
creador, sino la memoria reproductiva.
El pensamiento tecnocrático que insufla el
espíritu a esta corriente pedagógica se ha
posesionado de los tecnócratas de la educación en
muchos sectores del magisterio en América
Latina.
Sin aplicarse exactamente a la enseñanza
programada, el pensamiento cientificista y logicista del modelo
tecnológico de enseñanza, apoyado en el
conductismo, ha tomado cuerpo en el carácter instrumental
de algunas didácticas y en muchas prácticas
docentes.
Este modelo tecnológico o tecnocrático se
vuelve ahistoricista, formalista y cientificista.
En efecto, la educación aparece
descontextualizada, sin tener en cuenta sus realidades y
conflictos, y el proceso se centra en lo que puede ser
controlado.
Rol del docente:
Selecciona tareas y respuestas y elabora un programa de
enseñanza.
Rol del estudiante:
Aprendizaje individualizado. Papel preponderante. Se
autoinstruye. Aprende de acuerdo a su ritmo individual de
asimilación por ensayo error. Desarrolla memoria
reproductiva, no favorece pensamiento teórico
creativo.
Características de la
clase:
La atención se dirige a métodos y medios
mas que a contenidos (tecnología de la
instrucción). Se basa en Estímulo – Respuesta.
Estímulo – Conducta – Reforzamiento.
Enseñanza programada mediante máquinas de
enseñar (programación del aprendizaje). Es un
programa lo que el alumno "toca" y recibe información del
resultado de su actividad. Objetivo conductual.
Organización lógica por unidades del contenido.
Método de autoaprendizaje. Medios: máquina, libros,
TV. Evalúa resultados y no proceso. Actualmente se usa
como medio que facilita la enseñanza en educación a
distancia por ejemplo, pero se utilizan todas las bondades de las
nuevas tecnologías de la información y las
comunicaciones (NTIC).
LA ESCUELA DEL
DESARROLLO INTEGRAL:
Como respuesta a limitaciones que presentaban los
modelos analizados, fueron surgiendo en los campos de la
Psicología y la Pedagogía modelos que superan en
diversos aspectos a los anteriores y que conviven hoy día,
y se inscriben en las corrientes humanista, constructivista,
histórico – social y critica entre otras.
El paradigma del Desarrollo Integral que proponemos
integra dialécticamente algunas de estas concepciones,
sobre la base de una Didáctica Científico –
Critica.
Algunos de sus principios son:
- Una educación que tenga en su centro al
individuo, su aprendizaje y el desarrollo integral de su
personalidad. - Un proceso educativo en el que el alumno tenga el rol
protagónico bajo la orientación, guía y
control del profesor. - Contenidos científicos y globales que
conduzcan a la instrucción y a la formación en
conocimientos y capacidades para competir con eficiencia y
dignidad y poder actuar consciente y críticamente en la
toma de decisiones en un contexto siempre
cambiante. - Una educación dirigida a la unidad de lo
afectivo y lo cognitivo, en la que la formación de
valores, sentimientos y modos de comportamientos reflejen el
carácter humanista de este modelo. - Una educación vista como proceso social, lo
que significa que el individuo se apropie de la cultura social
y encuentre las vías para la satisfacción de sus
necesidades. - Una educación que prepare al individuo para la
vida, en un proceso de integración de lo personal y lo
social, de construcción de su proyecto de vida en el
marco del proyecto social.
La Escuela del Desarrollo Integral, se caracteriza por
un clima humanista, democrático, científico,
dialógico, de actitud productiva, participativa,
alternativa, reflexiva, critica, tolerante y de búsqueda
de la identidad individual, local, nacional y universal del
hombre.
Rol del docente:
Orientación, guía y control del proceso de
educación. Diseña acciones de aprendizaje del
contenido integrando sus dimensiones instructiva y educativa
desde el aula. Dirige el proceso de educación con enfoque
sistémico.
Rol del estudiante:
Es protagónico en el aprendizaje de conocimiento
y capacidades para competir y actuar consciente y
críticamente en la toma de decisiones en un contexto
siempre cambiante.
Características de la
clase:
Tiene al estudiante en su centro, su aprendizaje y el
desarrollo de su personalidad. Rol protagónico del alumno
bajo la guía y orientación del profesor. Contenidos
científicos y globales. Proceso dirigido a la
instrucción y educación en un contexto cambiante.
Educación con carácter humanista: unidad de lo
afectivo y lo cognitivo. Educación como proceso social que
satisface sus necesidades, desarrollador de potencialidades.
Clima humanista, dialógico, científico,
democrático, tolerante, de búsqueda de identidad
individual, local, nacional, universal.
Autor:
Alexander Luis Ortiz Ocaña
CENTRO DE ESTUDIOS
PEDAGÓGICOS Y DIDÁCTICOS
CEPEDID
BARRANQUILLA
2005