- Características
socio-culturales del pueblo Paraguayo - Descubridores
- Pueblos de
indios - ¿Qué es
cultura? - Cultura y bilingüismo en
el Paraguay - La religiosidad popular,
costumbres, danzas, comidas típicas, juegos
folklóricos - División
política - Símbolos que distinguen
al Paraguay - Implicaciones del proceso de
globalización en el Paraguay - Conclusión
- Bibliografía
El siguiente trabajo de
investigación, nos presenta una perspectiva
actualizada de los valores y
costumbres del pueblo Paraguayo, analizados desde distintos
puntos de vista –por la amplia bibliografía consultada-
siendo así, veremos el proceso e
integración de la cultura
Guaraní, muy arraigada dentro de nuestro pueblo, y sus
constantes cambios, como parte de un modelo de
cultura bilingüe, que sigue atravesando un proceso de
trancision hacia la completa aceptación de su valor y aporte
a la identidad
nacional.
El folklore
paraguayo, identificado entre otras cosas por su gastronomía, su danza, sus
juegos y
tradiciones, hacen de la cultura Paraguaya una rica mezcla de las
raíces indígenas de Sudamérica, y el aporte
de las distintas culturas de los colonizadores y conquistadores,
donde cabe destacar también algo muy importante como lo
fué el aporte de las misiones Jesuíticas para la
religiosidad
popular.
Siendo de esta manera, mencionamos el proceso de
adaptación del pueblo Paraguayo a la
globalización, como un proceso de tolerancia y
aceptación de las distintas culturas con las que conviven
nuestros compatriotas, ya que gran parte de la población rural se mantiene en contacto con
inmigrantes de diversos puntos del globo, cosa a la que no
están ajenas los grandes centros urbanos, en los que el
comercio y las
relaciones sociales se ven envueltos en el trato con personas de
distintas nacionalidades, siendo las predominantes en nuestro
país, el trato con la comunidad del
MERCOSUR, e
inmigrantes menonitas, que tienen una significativa y activa
participación en lo que respecta a la economía nacional, en
el sector agro-industrial.
El proceso de globalización conlleva, entre otras cosas,
que se vayan perdiendo costumbres y valores dentro
de la población de los centros urbanos, ya que son los que
están mas expuestos al consumismo de todo tipo de producto o
servicio, que
se implementa a través del comercio internacional, de esta
manera podemos apreciar que en la población rural se
mantienen ciertas costumbres, que ya no se practican en las
ciudades, y parafraseando al célebre Arthur Helps
coincidiremos en que "La tolerancia es la auténtica
prueba de civilización".
Características
socio-culturales del pueblo Paraguayo.
El hombre
americano, el paleo-americano, no es autoctono; los amerindios
son inmigrantes muy tardios. El continente americano y el
australiano son los de poblamiento mas tardio,
podemos afirmar la existencia del hombre en America hacia los
10.000 años a. de C.
Todos los inmigrantes llegaban por oleajes
migratorios, por avanzadas migraciones paulatinas; primero
por el estrecho de Bering, desplazandose por Norteamerica
hacia Sudamerica; luego, 3.000 años a. de C. otros
inmigrantes utilizaban como punto de entrada la zona del
Istmo de Panama.
Los tipos de cultura que nosotros tenemos en el Paraguay
prehistorico son dos: el paleolitico y el neolitico.
El tipo de cultura paleolitico –
paleolitico superior, es el mas antiguo: por los
hallazgos arqueologicos y por las tribus
supervivientes.
Se caracteriza por el nomadismo de cazadores y recolectores,
aprovechando los recursos
naturales sin ninguna productividad
humana, por ende, todo el problema o la crisis de la
sobrevivencia de estas culturas proviene de la
disponibilidad de los recursos para la
caza, pesca o
recoleccion.
Dado el nomadismo de estas culturas, estaban organizados en
simples bandas unilineales (a las que podriamos llamar familias).
Podra hallarse una federacion de estas bandas en defensa mutua
contra otras tribus.
Estas bandas no tienen apego a la tierra,
solo existe interés
por la caza. En las zonas donde se encontraban estas culturas
habia escasa densidad
demografica: 2 a 8 personas sobre 100 Km cuadrado. Por lo tanto
en zonas pampidas, de planicie o sabana no hay densa
poblacion del tipo cultural paleolitico.
Tambien su ideologia, sus
creencias, sus tendencias respecto a la sobrevivencia eran
utilitarias, un puro interes subsistencial. Los conflictos se
basaban en interferencias de las fuerzas consideradas
magicas, sobrenaturales.
En contraste con estas culturas
paleoliticas alrededor de los 3.000 años a. de
C. comienza a asomar otro tipo de cultura denominada
neolitico.
Los pueblos de cultura neolitica, siguen basando su
subsistencia en la caza, pero interviene ya el cultivo. Entonces,
las tribus consideradas de cultura neolítica, son
cazadoras y cultivadoras intensivas o desarrolladas, ya que
el cultivo nunca produjo un superavit que permita otras
actividades.
Estos cultivadores neoliticos practican la cultura depredadora
con el metodo de la roza, un metodo que no permite el cultivo
eficiente por mas de dos años.
Por esto, en la zona de Sudamerica, zona tropical, estos
pueblos se hallaban en continuo movimiento,
pues no conocian los metodos de abono.
La ideologia de estos pueblos sera distinta de los de cultura
paleolitica. Los pueblos neoliticos tambien son utilitarios,
pero buscan abundancia. Los pueblos guarani de hoy
mantienen la ideologia del " teko pora" que quiere decir "vida
buena", en contraposicion al "yby mara", la tierra mala y
del "teka mara", la vida mala.
Los pueblos de este tipo trajeron una revolucion cultural
frente a los paleoliticos puramente cazadores, pescadores y
recolectores. Cuando hay cultivo, la
organización social tiene una base en grandes
casas comunales, lo que permite mayor desarrollo de
la manufactura y
la ceramica.
Estos eran los dos tipos de cultura que conocemos del Paraguay
prehistorico, se desconocen en este ambito otros grupos y tipos
culturales que sí es posible hallar en Sudamérica:
los pueblos marginales.
Los pueblos neoliticos se hallaban en la Region
Oriental, separados de los paleoliticos por el rio Paraguay
que dividia asi, dos tipos de cultura, encontrandose los
paleoliticos en la region Occidental.
Faltan en Paraguay los llamados neoliticos superiores, que
llegaron a un grado de dessarrollo socio-politico con reinos y
jefaturas, ya que, cuando un pueblo tiene superproduccion permite
su organizacion social.
Cuando no hay contacto periferico, las culturas se estancan,
asi como describimos a las culturas paleoliticas y neoliticas. La
conquista española encontro a los guaranies en las mismas
condiciones de desarrollo cultural de 3.000 años a. de
C.
No empleamos la palabra "civilizacion" sino cultura, porque
implica a un desarrollo de la ciudad como centro. Asi el
neolitico-superior y civilizacion del tipo incaico no se
encuentran en Paraguay.
JUAN DE SALAZAR DE ESPINOZA
Nacio en 1508, llego a Rio de la Plata con la expedicion del
primer Adelantado. Primer Oficial de la Real Hacienda. El 15 de
Agosto de 1537 fundo el Fuerte "Nuestra Señora Santa Maria
de la Asuncion". En este lugar se levanta una precaria capilla en
la que fue entronizada la Imagen de la
Virgen de la Concepcion ·La Conquistadora·; que fue
sustituida en 1742 por la Virgen Sta. Ma. De la Asuncion.
Incremento la ganaderia
paraguaya y rioplatense al introducir al fuerte los primeros
vacunos al Paraguay: 7 vacas y 1 toro.
RELIGIOSOS
ROQUE GONZALEZ DE SANTACRUZ
Criollo asunceno, nacio en 1576; fueron sus
padres Bartolome Gonzalez de Villaverde y Maria Santacruz.
Ordenado sacerdote en 1598 por Fray Hernando de Trejo y Sanabria,
acompaño en sus primeras labores misionales al ilustre
franciscano fray Luis Bolaños. Fue por muchos años
cura parroco de la catedral asuncena. Ingreso a la orden
jesuitica; cumpliendo a partir de entonces una extraordinaria
cruzada misional. El padre Roque Gonzalez de Santacruz fue
sacrificado con otros compañeros por orden del cacique
Ñezu, en Caaro, el 15 de noviembre de 1628. De su cuerpo
lanzado a la hoguera no se quemo el corazon, que guardado en un
arca, fue llevado a roma en 1663.
Para la conmemoracion del tricentenario del martirio, la reliquia
fue traida de vuelta, recien en 1928 (300 años despues).
Hoy se guarda en la Capilla de los Martires de laIglesia Cristo
Rey. El padre Roque Gonzalez con sus compañeros martires
Alonzo Rodriguez y Juan del Castillo, fueron beatificados por el
Papa Pío XI, en 1934.
FRAY LUIS BOLAÑOS
Llego al fuerte Nuestra Señora Santa Maria de la
Asuncion en febrero de 1575 gracias al Adelantado Ortiz de
Zarate. Con Alonzo de Buenaventura enseñaron las primeras
letras y la doctrina cristiana hasta 1580 entre el abundante
mestizaje, interin aprendian el idioma nativo de los mancebos de
la tierra, hijos de capitanes de la conquista y madre india. Despues
de 1580 la entrada de fray Alonzo, Bolaños, Gabriel de la
Anunciacion y otros en la region del Ypane y el Manduvira, cuyos
resultados inmediatos fueron las fundaciones de los primeros
Ya despues de la creacion del Seminario
asunceno por 1885 recibio Bolaños su ordenamiento
presumiblemente por manos del Obispo Guerra. Y
sigio misionando y fundando pueblos.
Fray Luis Bolaños fue por breve
tiempo
GUARDIAN del Convento franciscano de Asuncion (de 1606 a 1607), y
custodio de la ORDEN en el Paraguay. Vivio sus ultimos
años de su ilustre vida en el Convento de Buenos Aires,
enfermo y ciego. Alli murio, el 11 de octubre de 1629; luego de
realizar una labor extraordinaria de mas de 54 años.
FRAY DOCTOR FRANCISCO JOSE BOGARIN
Oriundo de Carapegua, habia nacido en 1763;
estudio en el colegio de Monserrat, de Cordoba en donde se ordeno
sacerdote y obtuo el grado de Doctor en Sagrada Teologia; al
regreso al Paraguay fue nombrado Secretario de Camara del Obispo
Nicolas Videla del Pino, ejercio la Catedra de Prima de Teologia
en el Colegio Carolino. Convencional en el Congreso de 17-20 de
junio de 1811, fue designado vocal del nuevo gobierno
independiente. Nada mas se supo de el, ni de la circunstancia ni
fecha de su muerte.
"Cultura, es el aprovechamiento social del
conocimiento" (Gabriel García
Marqués).
El uso de la palabra CULTURA fue variando a lo largo de
los siglos. En el Latín hablado en Roma
significaba inicialmente "cultivo de
la tierra", y luego, por extensión
metafóricamente, "cultivo de las especies Humanas".
Alternaba con civilización, que también deriva del
latín1 y se usaba como opuesto a salvajismo, barbarie o al
menos rusticidad2. Civilizado era
el hombre educado.
Desde el siglo XVIII, el romanticismo
impuso una diferencia entre civilización y cultura.
El primer término se reservaba para nombrar el
desarrollo económico y
tecnológico, lo material; el segundo para referirse a lo
"espiritual", es decir, el "cultivo" de las facultades intelectuales.
En el uso de la palabra "Cultura" cabía, entonces, todo lo
que tuviera que ver con la filosofía,
la ciencia, el arte,
la religión,
etc. Además, se entendía la cualidad de "culto" no
tanto como un rasgo social sino como individual. Por eso
podía hablarse de, por ejemplo, un
hombre "culto" o "inculto" según
hubiera desarrollado sus condiciones intelectuales y
artísticas. Esto es hoy muy frecuente.
Las nuevas corrientes teóricas de
sociología3 y la antropología4
contemporáneas redefinieron este término,
contradiciendo la conceptualización Romántica. Se
entiende CULTURA en un sentido social. Cuando se dice
"CULTURA
China", "CULTURA
Maya" se está haciendo uso muy distinto
de aquel, se refiere a los diversos aspectos de la vida en
esas
sociedades. En general, hoy se piensa a la
CULTURA como el conjunto total de los actos humanos en una
comunidad
dada, ya sean éstos prácticas
económicas, artísticas, científicas o
cualesquiera otras. Toda práctica humana que supere
la naturaleza
biológica es una práctica
cultural.
Esta sentido de la palabra CULTURA implica una
concepción mucho más respetuosa de los Seres
Humanos. Primero, impide la
discriminación entre "hombres
cultos"y "hombres incultos" que el término podía
tener desde el romanticismo; Se
hablará de diferencias culturales, en todo caso. Segundo,
también evita la discriminación de pueblos que, como los
nativos de
América, fueron vistos por los
europeos como "salvajes"por el solo hecho de tener"cultura"
distinta.
Resumiendo, este uso actual del término CULTURA
designa, como se dijo arriba, el conjunto total de las
prácticas humanas, de modo que incluye las
prácticas: económicas, políticas,
científicas, jurídicas. Religiosas, discursivas,
comunicativas, sociales en general. Algunos autores prefieren
restringirse el uso de la palabra CULTURA a los significados
y
valores que los hombres de una
sociedad
atribuyen a sus prácticas.
Hay que señalar que cuando se estudian los hechos
sociales, por ejemplo la economía
o el Arte, se toman
esos aspectos en forma parcial auque en la realidad están
estrechamente relacionados. Esto ocurre por la imposibilidad
del
pensamiento humano abarcarlo en su
compleja red
de interrelaciones. No está de más insistir
en que no hay práctica social que esté desvinculada
de las restantes, formando un todo complejo y heterogéneo
de recíprocas influencias. Así, no puede explicarse
cabalmente la
historia del arte, para continuar con el mismo
ejemplo, si no se hace referencia a la historia económica, a
la política,
a las costumbres,
la moral, las creencias, etc., de la
época.
Esta es la razón por la cual cuando se estudia la
cultura se prefiere el sentido segundo de los mencionados
párrafos arriba, el de los significados y valores que los
hombres atribuyen a su praxis5.
En las
ciencias sociales, el sentido de la palabra
cultura es más amplio la cultura abarca el conjunto de las
producciones materiales
(objetos) y no materiales de una sociedad
(significados, regularidades normativas creencias y
valores)
Empleos de la Palabra Cultura.
Se puede decir que en la vida cotidiana se utiliza
algunas nociones de cultura, a las que se las pueden considerar
como prejuicios que la sociedad posee.
Estos son:
Un
estado desarrollado de la mente.
(Utilizamos este significado para decir que una persona
sabe mucho o que conoce de arte o que se relaciona con
alguna de estas actividades). (resultado)
Los
procesos por los cuales se alcanza
ese
desarrollo o estado, ("Los
intereses Culturales"; "las actividades Culturales")
(camino;
proceso)
Los
productos a través de los cuales se
alcanza dicho desarrollo (básicamente, los considerados
productos
culturales, como los cuadros las obras musicales y las obras
literarias).(medios
que ayudan al camino)
CULTURA Y
BILINGÜISMO EN EL PARAGUAY
1. La unión de dos culturas
La población paraguaya actual es el resultado de
la mestización de dos tipos étnicos y culturales
diferentes: uno americano, otro europeo: guaraníes y españoles. Esta
mestización tiene características algo diferentes a
la que se realizó en otras regiones americanas, en algunas
de las cuales ella no llegó a completarse y existen, por
un lado, grupos importantes de descendientes de indígenas
que conservan la mayoría de sus rasgos raciales y
culturales originarios y, por otro lado, una población que
está compuesta por descendientes de españoles u
otros europeos con sus características étnicas y
culturales propias.
En nuestro país, desde el comienzo de la
conquista y colonización se produjo -principalmente a
causa del aislamiento geográfico y la ausencia de metales
preciosos- una intensa mestización por el muy reducido
número de hombres españoles en medio de una gran
población indígena. Esto último los indujo a
tomar como esposas o concubinas a las indias guaraníes y a
practicar la poligamia. Hoy en día la población
paraguaya es mestiza prácticamente en su
totalidad.
Se conoce poco y hay muchas opiniones sobre la
proporción de "sangre"
indígena y española que entra en la
composición biológica de la población
paraguaya. En las áreas rurales parece prevalecer el
elemento indígena y en las urbanas el español,
aunque eso no sea muy determinante y se pueda encontrar tanto
entre los ciudadanos como entre los campesinos tipos raciales que
se asemejan a representantes de cualquiera de sus dos
ascendencias, así como tipos mixtos o mestizados en la
mayoría de los casos .
Como consecuencia de la mezcla de los dos tipos
étnicos, cada uno poseyendo su propia cultura -una,
neolítica con conocimiento de la agricultura y
otra, europea del siglo XV estancada por el prolongado
aislamiento en que estuvo primero la provincia y luego el
país independiente-, se produjo una mezcla que dio por
resultado la actual cultura paraguaya.
Todavía no se ha llegado a estudiar
suficientemente qué proporción de cada cultura
originaria entró en la mezcla resultante y hay quienes
discuten sobre si tenemos una o dos culturas paraguayas.
Aparentemente prevaleció la cultura del dominador: la
organización política, social y
económica; la religión; la
vestimenta y la vivienda; los instrumentos de metal y las
técnicas de producción; el arado y la carreta. De la
cultura indígena se conservan algunas costumbres y
utensilios: el uso de la yerba mate y otros productos
agrícolas; valores como la solidaridad y la
cooperación; y -lo más sorprendente- la lengua
guaraní hablada por casi toda la
población.
Es evidente la existencia de una cultura propiamente
paraguaya que es muy homogénea y compartida por toda la
nación.
Somos culturalmente originales y diferentes en muchos aspectos
respecto a nuestros vecinos argentinos, uruguayos, chilenos,
bolivianos y brasileños. Tenemos ricas tradiciones que son
propias de este país: música, folclore,
comidas típicas, costumbres y valores; de los que
participamos todos.
Con respecto al uso mayoritario del guaraní en
toda la extensión del país, una lengua aborigen
americana, se puede decir que el Paraguay es el único caso
de este tipo en América. La lengua española, lengua
del dominador usada en casi todo el continente, se usó
también en el país desde su origen pero cuenta con
menor número de hablantes, calculado en poco más de
la mitad de la población.
Como la lengua guaraní se usa más en el
campo, donde reside la mayoría de la población, y
el castellano se usa
más en las áreas urbanas, se podría decir
que hay una cultura rural y otra urbana; pero -por la gran
movilidad social entre campo y ciudad- en las ciudades nadie es
ajeno a las costumbres y usos campesinos. También hay
pocas cosas de la cultura ciudadana que el campesino no
conoce porque ambas culturas han estado en contacto por mucho
tiempo, solamente que el campesino no puede participar de esta
cultura, está forzado a vivir en las costumbres que
funcionan para él bajo circunstancias económicas
particulares y que es incapaz de cambiar .
Cada cultura debe corresponder a una lengua y cada
lengua a una cultura. Como en el Paraguay el 90% de la
población habla en guaraní y el 55% en castellano,
según el censo de 1982, tendríamos que deducir que
hay dos culturas nacionales: prácticamente todos los
paraguayos pertenecerían a la cultura paraguaya que se
expresa en guaraní y más de la mitad serían
biculturales poseyendo dos culturas nacionales. Sin embargo, se
puede afirmar que la única cultura verdaderamente nacional
y paraguaya es la que se expresa en guaraní. Los que
también hablamos en castellano, participamos de la cultura
hispana, muy semejante a la de los demás países de
América
Latina y que es próxima a otras culturas europeas.
Pero esa cultura no es una cultura verdaderamente paraguaya, es
cultura europea y universal. La nación
está atrasada desde el punto de vista del desarrollo del
comercio y la industria
internacionales, es esencialmente una sociedad campesina, pero
desde el punto de vista de la unidad cultural es muy avanzada .
Gracias a Dios, el pueblo paraguayo no está del todo
"civilizado" ni del todo "desarrollado" y por lo tanto puede
todavía ser paraguayo. Hay en él recursos del
pasado que son energía para el futuro. La cultura que
comprenda ese proceso y lo potencie en el pueblo, será
cultura nacional.
La cultura paraguaya entonces -a nuestro parecer-, a
pesar de tener aparentemente más elementos de procedencia
española que de la aborigen, es la que principalmente se
expresa en guaraní y los paraguayos que aprenden el
castellano lo hacen como quien aprende por necesidad una lengua
extranjera.
Esto se refleja en la escasez de
literatura
paraguaya en castellano -el escritor se encuentra con la
dificultad de expresar en español una realidad pensada en
guaraní-, y también en que usamos muy pocos dichos
y proverbios en español. En cambio tenemos
muchísimos ñe'enga, que se dicen en guaraní
o jopara (mezcla de guaraní y castellano). La literatura
en guaraní también es escasa y eso se debe a que no
se nos enseñó a leer y escribir en guaraní.
Somos analfabetos en la lengua que casi todos hablamos, pero se
tiene una riquísima "literatura" oral: adivinanzas,
proverbios, relaciones, relatos, fábulas,
mitos y
leyendas que
se cuentan en guaraní y corren de boca en boca entre la
gente campesina.
Si se llegara a alfabetizar a la población en
guaraní se estimularía su producción
literaria y podría producirse un auge cultural,
recién entonces habría una verdadera literatura
paraguaya en guaraní. Si además de eso se
enseñara en las escuelas a hablar en castellano con
métodos
efectivos de enseñanza de segundas lenguas
también aumentaría en calidad y
cantidad la literatura paraguaya en español porque
aumentaría su número de lectores y
escritores.
Causas de la sobrevivencia del
guaraní
El guaraní no sólo sobrevivió en el
Paraguay y algunas regiones cercanas de los países con que
limita, sino que se volvió la lengua que habla casi toda
la población de un país sudamericano moderno. Los
que lo hablan no son indígenas, son mestizos con cultura
hispana usando técnicas de producción,
organización social y económica -aunque
anticuadas-, de origen europeo.
Como dice Morínigo en Raíz y destino del
guaraní, esta situación se debería
principalmente a la originaria constitución de la sociedad . Como
consecuencia de la superioridad numérica de hablantes del
guaraní y la relación de parentesco que
existía entre españoles e indios, la lengua
indígena gozó desde el comienzo de una amplia
aceptación social. Esta lengua era la diaria en la vida
paraguaya y la aceptación social era paralela a la del
español, en contraste a lo que ocurría o ocurre aun
en el resto de América donde quien habla la lengua
autóctona sufre discriminación racial.
La razón por la que los días del
guaraní no están aun contados, por la que no ha
perdido su fuerza
creativa interior, por la que se ha creado una literatura que
interesa a sus hablantes, es clara y sencilla: el guaraní
ha dejado de ser una lengua india para poder ser el
instrumento de expresión de los sentimientos colectivos de
un pueblo que pugna por ser parte de la vida occidental
.
El guaraní dejará de hablarse el
día que esté agotada su capacidad de
adaptación a los tiempos modernos para seguir
interpretando en el campo semántico las necesidades a que
la cultura actual le ha confinado, las singularidades
intransferibles de un pueblo que todavía se siente ligado
a un pasado ancestral, porque se ha constituido -precisamente por
haber sido tradicionalmente la lengua vernácula de todas
las clases
sociales- en una suerte de fundamento del patriotismo
local.
La aceptación social que siempre tuvo el
guaraní sigue hasta hoy en día, incluso va
creciendo últimamente por su uso en educación, medios de
comunicación, y su reciente promulgación como
lengua oficial del país. Sin embargo, siempre hubo y hay
hasta ahora quienes -primero desde el poder colonial y luego
desde los gobiernos independientes- pretendieron y hasta ahora
pretenden denigrarlo y desplazarlo, usándolo solamente
cuando se requiere la cooperación del pueblo, por ejemplo,
en caso de guerra o en época de elecciones.
Guaraní y español: dos lenguas en
contacto
A las personas que hablan dos lenguas las llamamos
bilingües y a las comunidades en las que coexisten dos
lenguas se las suele llamar diglósicas. La diglosia es una
situación en que una de las dos lenguas -llamada lengua
alta o estandar- goza de un estatus más privilegiado: se
la usa en situaciones formales como serían la administración
pública, el sistema
educativo, la religión y los medios de
comunicación. La otra lengua -la lengua baja o
vernácula-, se usa en situaciones informales: en el hogar,
en el trabajo,
con familiares y amigos.
Las comunidades lingüísticas en las que
están difundidos tanto la diglosia como el bilinguismo a
veces hasta comprenden una nación entera, pero realmente
hay pocas naciones que sean totalmente bilingües. Una
aproximación a tal nación es el Paraguay, donde
más de la mitad de la población habla
español y guaraní (Fishman; 1979: 121; citando a
Rubin).
Desde el comienzo de la colonia el castellano fue la
lengua alta en la región, que se usó en documentos
oficiales y relaciones con el gobierno mientras que el
guaraní se usaba en las relaciones íntimas,
familiares y laborales (Meliá: 41; Morínigo: 70).
Esta situación persiste hasta hoy en día y es causa
de una relación injusta en que una gran parte de la
nación -los que hablan sólo en guaraní y que
son un 40% del total- no tienen acceso al gobierno, la educación, la
cultura universal y, a consecuencia de ello, al progreso
económico. En las misiones jesuíticas que
convivieron con la sociedad colonial, la situación del
guaraní era diferente. En ellas fue desde el principio
lengua literaria y se usó para enseñar a los
indígenas a leer y escribir. Fue la lengua única de
los pueblos de indios de las misiones de los jesuitas y en
ellos hasta la correspondencia oficial con las autoridades se
llevaba en guaraní .
El guaraní de las misiones era lengua de indios
de un nuevo modelo de sociedad que tal vez ninguna otra lengua
aborigen americana haya emprendido, la aventura de una
adaptación a necesidades culturales traídas de
afuera, sin negarse a sí misma. Después que los
jesuitas fueron expulsados de la región desapareció
el modelo de sociedad que crearon, aunque se conservaron
-además de las impresionantes ruinas que hoy admiramos-
documentos y literatura en guaraní producida bajo su
influencia. Es muy probable que esa experiencia fue la que
más ayudó a la sobrevivencia y grado de
difusión actual del guaraní en nuestro
país.
Hoy en día, aunque hay hablantes de ambas lenguas
tanto en áreas urbanas como en las rurales, prevalece el
bilinguismo y el monolinguismo en español en las primeras
y el monolinguismo en guaraní en las últimas. El
guaraní todavía puede considerarse como lengua
vernácula usada en situaciones informales, pero su
situación está empezando a cambiar -por lo menos
respecto a su estatus legal- por su reciente inclusión
como lengua oficial en la Constitución Nacional de 1992,
así como por la inclusión en ella del
artículo referente a su uso en la
educación.
El castellano continúa siendo la lengua que goza
de mayor prestigio en nuestro país, porque todos somos
conscientes de que su conocimiento es indispensable para
relacionarnos con los países vecinos, tener acceso a la
educación, la justicia, el
gobierno, los puestos de trabajo y -por consiguiente- a la
prosperidad económica. Sin embargo, el guaraní
despierta en la gente sentimientos de orgullo y lealtad lingüística (Granda; 1990: 160).
El
conocimiento del guaraní es tenido como índice
de la nacionalidad
paraguaya, se considera extranjero al que no lo habla. Los
paraguayos siguen siendo nacionalistas y mucho de esa
emoción parece que se relaciona con sentimientos sobre su
lengua.
El contacto de lenguas está considerado como un
aspecto del contacto de las culturas y la interferencia
lingüística como difusión de las culturas y
aculturación (Weinreich: 5). Cuando en una región o
país se ponen en contacto e interactúan dos
comunidades de diferentes culturas que hablan diferentes lenguas,
como resultado de este contacto pueden darse tres posibilidades:
1) Que una de las lenguas prevalezca sobre la otra y la haga
desaparecer; 2) Que se produzca una mezcla de las dos lenguas
formando una tercera como, por ejemplo, la lengua inglesa actual;
3) Que se use el "code switching" o cambio de código,
alternando en el habla trozos de ambas lenguas.
En nuestro país, ninguna de las dos lenguas que
entraron en contacto desde la época de la conquista
llegó hasta ahora a prevalecer sobre la otra hasta hacerla
desaparecer y, aparentemente, no parece que esto sea posible a
corto plazo. Tampoco llegó hasta ahora a formarse una
tercera lengua, aunque ambas -tanto el guaraní como el
castellano que hablamos corrientemente- contienen una
considerable proporción de mezcla del uno en el otro. El
cambio de código es de uso muy frecuente entre
nosotros.
Se suele llamar jopara al guaraní paraguayo que
tiene mucha interferencia del castellano. Esta variedad no puede
todavía considerarse como una nueva lengua porque la
interferencia se da guaraní. Pero si no actuamos a tiempo
corrigiendo el uso de las lenguas en la educación,
podría llegar a formarse una tercera lengua.
Las cifras sobre el bilinguismo paraguayo que arrojan
los censos no son confiables porque no especifican el grado de
bilinguismo de las personas (Granda; 1980: 16). La mayoría
además de hablar una de las dos lenguas tenemos por lo
menos algún conocimiento de la otra y la competencia
lingüística en la segunda puede variar entre
bilinguismo incipiente y subordinado. Son pocos los que realmente
puedan considerarse bilingües coordinados, es decir,
personas que manejan ambas lenguas con la misma soltura y
perfección.
El manejo deficiente del español es muy notorio,
la mayoría tenemos serias dificultades para expresarnos en
español. "Las dificultades que comportan los textos de
español paraguayo de representantes de los sociolectos
más profundamente interferidos por el guaraní
pueden ser excesivas y conducir a momentos de parcial
interrupción comunicativa o de alteración parcial o
total del mensaje emitido" .
Las faltas de
concordancia, la ausencia de expresiones con estructuras
más complejas, la incoherencia y la inexactitud, son
características en el habla y en la redacción de la mayoría de los
estudiantes y, ni qué hablar, de las clases
populares.
Esta situación, consecuencia del tratamiento
injusto para con los hablantes del guaraní que se
practicó desde la colonia, continuó o se
incrementó en la de la independencia
y persiste hasta hoy, puede tener consecuencias muy graves para
la sociedad paraguaya. "Es el ser y la justificación de la
sociedad paraguaya lo que está en juego". Un
sistema lingüístico no es mejor que otro, una lengua
no es superior a otra, lo único malo es carecer de lengua
y el alinguismo es por desgracia posible.
La poca competencia de los paraguayos en general en el
uso del castellano se debe a que en el sistema
educativo se pretendió y se pretende hasta ahora dar
instrucción en una lengua que la mayoría de los
niños
-por lo menos el 60% de los que están en edad de comenzar
la escuela– no
entienden ni hablan. Más de la mitad dejan la escuela
antes de concluir la etapa primaria y los que logran aprender el
español lo aprenden en forma muy deficiente.
Generalmente los padres quieren que sus hijos aprendan a
hablar, leer y escribir en castellano, pero ellos no son
conscientes de que para que eso sea factible hace falta primero
alfabetizarlos y darles instrucción en guaraní
así como enseñarles el español como segunda
lengua. Sienten la necesidad de conocer el castellano para tener
acceso a la educación y la participación en el
poder político y económico, pero no conocen las
ventajas que puede representar un plan de
educación bilingüe que, para tener éxito,
tendría que ir precedido por una intensa campaña de
conscientización de toda la población.
Para que surja un verdadero cambio en la relación
entre ambas lenguas todavía falta redactar -a partir de la
nueva Constitución- leyes que regulen
su uso en la
administración pública y los medios de
comunicación, así como su
aplicación efectiva en la educación. La planificación lingüística y la
educación bilingüe encaradas con acierto a nivel
nacional pueden ayudar muchísimo para desterrar la injusta
situación de los monolingües en guaraní y las
deficiencias de la competencia de los paraguayos en ambas
lenguas.
Variedades actuales del guaraní y del
castellano paraguayos
Tanto el guaraní como el castellano que hablamos,
por el contacto en que convivieron, se han interferido mutuamente
en la pronunciación, en el léxico y en las
estructuras gramaticales. Se llegó en la actualidad a una
situación en que se hablan dos lenguas, cada una de las
cuales tienen a su vez variedades -que son dos "continuums" y, de
las que por medio de una abstracción podemos separar una
más prestigiosa o estándar que se usa en
situaciones formales y otra coloquial o popular usada en las
relaciones más íntimas e informales. Las variedades
del castellano y del guaraní que tienen menor cantidad de
interferencia son las más prestigiosas. Hay que tener en
cuenta, sin embargo, que un purismo excesivo resulta
perjudicial.
En el guaraní paraguayo hay mucha interferencia
del español y se usan innumerables hispanismos. Los
hispanismos son préstamos o palabras extranjeras que se
integran en la lengua, a veces con cambios fonéticos, como
serían: sevói (cebolla), asuka (azúcar), aramiro (almidón). Muchos
piensan que los hispanismos constituyen un gran peligro para la
sobrevivencia del guaraní, están equivocados. Los
hispanismos fueron desde el siglo XVI un procedimiento
adoptado por la lengua para asimilar y ponerse a tono con el
forzoso cambio cultural que la presencia del europeo y la
adopción de su estilo de vida
impuso a los guaraníes (Morínigo: 176).
Las interferencias, en cambio, son ocasionales y
generalmente consisten en la introducción de palabras tal como se
pronuncian en la lengua de origen. La planificación
lingüística podría ayudar a disminuir la
cantidad de interferencias.
El castellano paragayo debe muchas de sus
características a las diferencias dialectales de la lengua
de los colonizadores y otras a interferencias del guaraní
(Krivoshein y Corvalán: 13). Vamos a citar algunas de
ellas solamente como ejemplos ilustrativos.
La pronunciación local de la /ll/ como consonante
palatal lateral es diferente a la de la /y/ como consonante
africada. En esto difiere de la pronunciación de los otros
países rioplatenses donde ambas corresponden al mismo
sonido de
consonante palatal fricativa sonora: halla y haya se pronuncian
de la misma forma. En el castellano paraguayo no hay
diferenciación entre la pronunciación de /s/, /c/ y
/z/, todas se pronuncian como alveolar fricativa, en cambio en
España
y algunos otros países hispano-hablantes se pronuncian
como palatal fricativa la /s/ y como interdental la /c/ y la /z/.
El voseo es común a toda la región rioplatense y la
única forma de segunda persona de trato
informal usada en el Paraguay.
Una de las innumerables singularidades léxicas
que se pueden citar como ejemplo de arcaísmo proveniente
del habla de los colonizadores es la palabra argel que para
nosotros significa antipático, desagradable, y la
aplicamos tanto a personas como a objetos. Posiblemente esta
palabra la usaban como adjetivo despectivo los españoles
del siglo XV comparando a las personas con quienes no
simpatizaban con sus enemigos, los moros que vivían en
Argelia.
La mezcla de lenguas puede producir enriquecimiento,
empobrecimiento y sustitución y en nuestra habla cotidiana
se dan en forma profusa estos tres fenómenos (Krivoshein y
Corvalán: 15). Ejemplos de enriquecimiento serían
las partículas del guaraní usadas cuando hablamos
en castellano como na (por favor), pa (partícula
interrogativa), gua'u (ficticiamente), y tantas otras; así
como tantísimas palabras tomadas en forma de
préstamo, como ñembotavy (hacerse el desentendido),
mbarete (poderoso), oparei (final intrascendente).
Empobrecimiento sería el desconocimiento o poco uso de
palabras como jalar, bonito o cesta. Ejemplo de
sustitución entre otros muchísimos sería el
uso del diminutivo i en vez de los castellanos illo o cillo:
Jose'i en vez de Josecillo.
Como otra forma de enriquecimiento podría
considerarse a las palabras o frases mixtas, formadas con
elementos de ambas lenguas, que se usan tanto en el
guaraní como en el español paraguayo coloquial, y
que se siguen formando todos los días. Dos de las que
aparecieron recientemente son pila'i e ingueroviable. La primera
significa débil, desganado y proviene del uso generalizado
de la radio a
transistores
entre los campesinos paraguayos. La segunda es creación de
intelectuales y periodistas en son de broma y significa
increíble.
Germán de Granda (1990: 162) opina al respecto
que la interferencia léxica del guaraní sobre el
español paraguayo, lejos de representar un elemento
desestructurador de este último código
lingüístico, constituye, por el contrario, un factor
positivo de enriquecimiento del mismo y desempeña un
relevante papel en cuanto a expresión de amplias
posibilidades denotativas y connotativas que no podrían
ser realizadas utilizando solamente los recursos léxicos
propios del castellano normativo.
Para que la población paraguaya pueda acceder al
uso correcto y eficiente de sus dos lenguas sería preciso
encarar en forma seria y organizada la educación
bilingüe basada en una planificación
lingüística que tomara en cuenta: la selección
de normas
prestigiosas para el guaraní y el español
paraguayos; la aceptación de las mismas especialmente en
la enseñanza y en los medios de comunicación;
codificación progresiva de los diasistemas
paraguayos español y guaraní; y la
elaboración de ambos sistemas a partir
de la codificación y la normalización (Granda; 1982:
84).
En el sistema educativo de nuestro país, se han
fijado como metas en la enseñanza de ambas lenguas
modelos de
variedades que no tienen uso en el país, ni aun en la
región rioplatense. Se trata de enseñar una
variedad de castellano con, por ejemplo, los pronombres tú
y vosotros de segunda persona de trato informal y las
conjugaciones verbales correspondientes (Krivoshein y
Corvalán: 11). En el guaraní que se enseña
en los cursos básicos de la educación secundaria se
ha introducido una excesiva cantidad de neologismos que no son
conocidos ni usados en el habla corriente, como sistemas de
numeración, días de la semana, meses del
año, elementos de aula, etc.
La equivocada elección de los objetivos
respecto a las variedades de las lenguas nacionales produce
rechazo por parte de los alumnos y padres de familia -en el
caso del guaraní-, dificultades de comunicación y
bajo rendimiento escolar -en el caso del castellano.
El error principal, sin embargo, en la política
educativa paraguaya -para el que actualmente hay propósito
de enmienda- es la ausencia de programas de
alfabetización en lengua materna
para los que hablan sólo guaraní- y
enseñanza del español como segunda lengua. Esta
deficiencia provoca una falta de aprovechamiento en todas las
materias y especialmente en castellano, deserción y un
rendimiento escolar que en la primaria no alcanza el 50%. Los
niños que llegan a aprender el castellano a pesar de que
no se les enseña en forma adecuada la estructura de
la lengua quedan con una competencia lingüística
deficiente para toda la vida.
Para que la educación dé los resultados
esperados en una sociedad bilingüe como la nuestra debe
hacerse en la lengua materna en los tres primeros grados y
enseñar la segunda lengua como lengua extranjera.
Además se deben elegir las variedades de guaraní y
español que sean más adecuadas y
funcionales.
El español paraguayo coloquial debe usarse para
redactar los primeros textos de educación primaria
(Krivoshein y Corvalán : 19) porque tiene
características muy propias en cuanto a léxico y
estructura gramatical. Ningún niño en edad de
empezar la escuela -aun de clase alta-
entiende más que esa variedad de castellano porque existen
en él carencias, diferencias léxicas y gramaticales
respecto al español paraguayo estándar y ni
qué decir respecto a la variedad ibérica que usan
muchos textos escolares y libros de
cuentos
infantiles.
El español paraguayo estándar, que se usa
en los medios de comunicación y otras situaciones
formales, en el que se respetan las normas que fija la Real
Academia Española aunque eligiendo modalidades y estilo
propios de entre las posibilidades que da la lengua, es la
variedad de español cuyo conocimiento tendría que
ser la meta en la
educación paraguaya; pero que debería ser
introducida progresivamente durante la educación primaria
mediante métodos adecuados y modernos de enseñanza
de lenguas .
La aspiración generalizada en nuestro
país, que tendría que ser el objetivo de la
planificación lingüística y de la
educación bilingüe bicultural, es el logro de un
bilinguismo coordinado entre guaraní y castellano para
todos los habitantes. Esta es la condición indispensable
para que el país tenga posibilidades de practicar la
democracia,
conservar su identidad
nacional, acceder al progreso socio-económico y participar
con éxito de la integración regional en el marco
del Mercosur.
LA
RELIGIOSIDAD POPULAR, COSTUMBRES, DANZAS, COMIDAS TÍPICAS,
JUEGOS FOLKLÓRICOS:
IDIOMAS
El Art. 140 de la Constitución Nacional: "El
Paraguay es un país pluricultural y
bilingüe.
Son idiomas oficiales el castellano y el guaraní.
La ley
establecerá las modalidades de utilización de uno y
otro.
Las lenguas indígenas, así como las de
otras minorías, forman parte del patrimonio
cultural Nacional".
RELIGIÓN
Gran parte de la población del país
profesa la religión Católica, Apostólica y
Romana, y un buen número de personas son adeptas a otras
religiones, por
lo que se establece la libertad
religiosa y la ideológica en el art. 24, de la
Constitución Nacional, que expresa lo
siguiente:
"Quedan reconocidas la libertad religiosa, la de culto y
la ideológica, sin más limitaciones que las
establecidas en esta Constitución y en la Ley. Ninguna
confesión tendrá carácter oficial.
Las relaciones del Estado con la Iglesia
Católica se basan en la independencia, cooperación
y autonomía.
Se garantizan la independencia y la autonomía de
la iglesia y confesiones; sin más limitaciones que las
impuestas en esta Constitución y las leyes.
Nadie puede ser molestado, indagado u obligado a
declarar por causa sus creencias o de su ideología."
En el Art. 82. se establece un reconocimiento a la
Iglesia Católica, en los siguientes términos: "Se
reconoce al protagonismo de la Iglesia Católica en la
formación histórica y cultural dela
República".
Teniendo en cuenta el desarrollo
económico y los distintos tipos de relieves
orografía – hidrografía, se vio la necesidad de dividir
el territorio paraguayo en porciones denominados
departamentos para su mejor administración.
De acuerdo con lo establecido en la Constitución de
1870, reformada en 1940, 1967 y 1992, Paraguay es una
república unitaria, representativa y democrática
con un distrito capital que se
halla en la ciudad de Asunción, y diecisiete departamentos
con sus respectivas capitales.
En un comienzo se tenían 19
departamentos pero a partir de 1993 por la ley n° 71 del 6 de
noviembre de 1992 (que modifica a la ley n° 426 del 7 de
diciembre de 1973) la región occidental quedo reducida a
tres departamentos (Presidente Hayes, Boquerón y Alto
Paraguay). Por razones administrativas el departamento Chaco se
integro a Alto Paraguay y el departamento Nueva Asunción a
Boquerón.
SÍMBOLOS QUE
DISTINGUEN AL PARAGUAY
LA BANDERA
Las invasiones inglesas del Río de la Plata en 1805 y
1806 motivaron la organización y movilización de
contingentes militares para la defensa de posesión
española en la región. La Gobernación del
Paraguay envión un batallón de soldados que
portaban distinciones tricolores (rojo, blanco y azul) para
diferenciarlos del resto de las fuerzas de la colonia.
El Paraguay empezó a usar normalmente el
pabellón tricolor -dividido en tres franjas horizontales
iguales, con el rojo arriba, el blanco en medio y el azul en la
parte inferior- desde el 15 de agosto de 1812 cuando fue
enarbolado al comenzar la misa mayor, con el saludo de una salva
de artillería. Sin embargo, recién durante el
Segundo Consulado, de Mariano Roque Alonso y Carlos Antonio
López, el 25 de noviembre de 1842, el Congreso
Extraordinario adoptó solemnemente el diseño
descrito como bandera nacional.
LOS ESCUDOS
El mismo congreso que aprobó la bandera tricolor como
emblema patrio adoptó también los dos escudos que
figuran en el medio de la franja blanca. De un lado, una palma y
una oliva enlazadas en la parte de abajo y abiertas en la parte
superior resaltando en medio una estrella, con la
inscripción "República del Paraguay". En el lado
opuesto, un león y gorro frigio -símbolo de la
libertad- sostenido en lo alto con la leyenda "Paz y
Justicia".
EL HIMNO NACIONAL
El presidente Carlos Antonio López encomendó a
los comisionados de su gobierno en Montevideo, capital uruguaya,
Bernardo Jovellanos y Anastasio González, la tarea de
contratar al poeta Francisco Acuña de Figueroa, autor del
himno de ese país, para la composición de una
canción nacional paraguayo.
El 20 de mayo de 1846, en cumplimiento de su palabra, el poeta
uruguayo entregaba a los comisionados los originales del Himno
Nacional de nuestro país dedicándoselo a
Carlos Antonio López y negándose a recibir el pago
por su trabajo. El gobierno ordenó la difusión
intensiva -en bailes, cuarteles militares, escuelas, etc.- la
canción.
Sobre la música del Himno aún hoy existen
divergencias. Mientras que algunos sostienen que fue obra del
francés Francisco de Dupuis, no son menos los que afirman
que el orquestador uruguayo Francisco José Devali fue
quien puso música al poema de Acuña de Figueroa. Lo
cierto es que durante el gobierno del doctor Eusebio Ayala, en
1933, el maestro paraguayo Remberto Giménez, tratando de
respetar al máximo las formas y ritmos originales,
reconstruyó definitivamente la composición.
LA FLOR, LAS DANZAS Y COSTUMBRES
La flor nacional del Paraguay es el mburucuyá o
pasionaria. Tampoco en este punto se verifica plena
coincidencia.
Muchos científicos sostienen que la flor nacional
paraguaya es el jazmín, mientras que otros defienden la
flor del guayabo.
El árbol nacional es el tajy o lapacho.
En general, aunque se trata de un tema de fuertes
polémicas, se consideran como bailes nacionales -productos
directos de la mezcla de culturas, característica de la
mayor parte de los países del continente- a la polca, la
galopa y el chopí.
Las costumbres, aunque no sean contempladas en declaraciones
oficiales, forman parte integrante de la cultura nacional que une
a los paraguayos y los diferencia del resto de los países.
Entre ellas pueden citarse los juegos folklóricos, las
comidas típicas y bebidas típicas y algunas
tradiciones de carácter religioso.
Artesanía
Desde el encuentro de la cultura española con la habilidad
de los nativos originarios del país, se ha desarrollado en
el Paraguay una notable variedad de artesanías que han
mantenido toda su belleza y calidad a lo largo de los siglos.
Artesanos paraguayos crean objetos bellos y de uso
práctico en la vida corriente y apreciados como excelentes
piezas para la decoración.
Ud. Puede encontrar:
– Tallados en madera;
especialmente en Tobatí y Capiatá.
– Aó po’i (tela fina):
– Ñandutí; el encaje más tradicional del
Paraguay en Itauguá, Guarambaré, Areguá.
– Ponchos; utilizados como cobertores o abrigos, en San Miguel y
Piribebuy.
– Hamacas de algodón; Itauguá, Pirayú.
– Orfebrería; piezas en oro y plata,
en Luque.
– Cerámica; piezas de origen indígena
y de otros tipos en Itá, Areguá y
Tobatí.
– Artículos de lana; en San Miguel, Misiones
– Karanday; trabajos en hoja de Palma, en Limpio, Luque y
emboscada.
– Artesanía en cuero; en
Atyrá, Luque, Ypacarai, Asunción, Caacupé y
Concepción.
– Trabajos en guampa; en Itauguá.
– Grabado y pirograbado; en Caacupé.
– Instrumentos
musicales; en Luque.
– Artesanía indígena; obras de las familias
Nivaklé, Ayoreo, Guaraní Ñandéva, en
el Chaco Paraguayo.
Música y Danzas
Los ritmos típicos del Paraguay son la polca y la Guarana.
La Guaranda es creación del músico paraguayo
José Asunción Flores alrededor del año 1925.
La polea tiene ascendencia europea. Los instrumentos
típicos son el arpa y la guitarra.
Las danzas típicas paraguayas son el resultado de
adaptaciones de antiguas danzas europeas. Las más
tradicionales son la galopa y la danza de las botellas.
En todo el año y en todos los pueblos y ciudades del
Paraguay se realizan fiestas populares en las que se recrean
costumbres tradicionales.
Comidas Típicas
La gastronomía del Paraguay tiene elementos comunes a toda
América como ser el uso del maíz, la
mandioca, el maní y las legumbres, pero además la
herencia de
los recursos naturales y de la cultura de los Guaraníes y
la amalgama con la cultura europea nos dan una gastronomía
diferente al resto de América y dentro del mismo
MERCOSUR.
Las comidas más tradicionales son: el asado de carne
vacuna a la parrilla (a buen precio y de
variados tipos), la chipa o pan paraguayo, la sopa paraguaya y
una gran variedad de postres.
No obstante, uno puede consumir en las ciudades comida
internacional variada e incluso comidas típicas japonesa,
china,
mexicana, cubana, brasilera, Argentina, alemana, italiana etc. en
restaurantes de buen nivel.
IMPLICACIONES DEL
PROCESO DE GLOBALIZACIÓN EN EL PARAGUAY.
La globalización, y de manera más perceptible,
la integración regional, atrae ahora la atención a los roles cambiantes del
estado-nación. La soberanía es asociada y la gobernabilidad
es transferida a diferentes niveles. Así como Deutch
argumenta, la integración afecta a una comunidad.
Diferentes intereses están relacionados unos a otros. Se
sostiene acá que la integración regional al
Mercosur es un proceso con raíces en la historia
económica de la sub-región, tomando en cuenta el
contexto global en el cual la región se encuentra hoy.
Este nivel macro-regional influye así sobre las acciones que
se toman a nivel nacional, como por ejemplo, la
transformación de la soberanía o, en otras
palabras, de los niveles cambiantes de gobernabilidad.
Surge así una amplia gama de preguntas interesantes:
¿Cuál es la relación entre el proceso de
globalización económica y la integración
macro-regional?. ¿Se puede entender a la
integración macro-regional como un sub-proceso de la
globalización o como una reacción al proceso de
globalización?. ¿Los estados-naciones tienen alguna
otra posibilidad de elegir, que no sea la de integrarse a una
economía global?. Si la soberanía está
abandonando a los estados nacionales, ¿dónde
acaba?. Estas son las preguntas que quiero tratar más
adelante. En este trabajo, sin embargo, decidí limitar el
tema central a una evaluación
de la influencia del nivel macro-regional, esto es, el Mercosur
sobre la política interna del Paraguay. Por supuesto,
será necesario trabajar con los actores internos,
así como con otras fuerzas externas como los Estados Unidos,
la Organización de Estados Americanos (OEA) o la
Unión
Europea (UE), para poder separar la influencia del Mercosur
de la de otros actores.
En ese sentido, hay que ver este trabajo como un intento de
entender una de las piezas en el gran rompecabezas, que una vez
armado, nos dará una respuesta sobre las causas de los
cambiantes niveles de gobernabilidad. Como se
señaló más arriba, la idea que está
por detrás de este marco
teórico fue extraída de la literatura, de una
amplia gama de disciplinas. Sin embargo, lo principal proviene de
la literatura referida a los procesos de
globalización en curso, así como del campo
más específico de la Economía
Política internacional. Lo que une a las diferentes
áreas, es el explícito interés en el estudio
de la transformación del sistema internacional y de los
niveles cambiantes de gobernabilidad. Una interesante perspectiva
de cómo la globalización ha cambiado las
capacidades de actuar de los estados, ha sido discutida por
Philip McMichael, quien argumenta que los intereses nacionales se
han subordinado a los intereses globales en el así llamado
‘proyecto de
globalización’. La esencia de este argumento es, que
la globalización económica y la
creación de instituciones
internacionales crean un ambiente en el
cual los estados tienen la elección de participar en el
mundo económico bajo condiciones postuladas por ese
‘interés global’, o de quedarse
irrevocablemente atrás. Eso implica que los estados tienen
que aceptar las reglas del juego impuestas por la comunidad
internacional, tales como el respeto a los
derechos
humanos, un sistema democrático de gobernabilidad y la
adhesión a los principios
vigentes de la economía de mercado.
Siempre sentí que los autores que tienen una
visión crítica
hacia el concepto de la
globalización, como Hirst y Thompson, lo ven como algo
acabado que puede ser comparado a un tipo ideal. En su libro
"Globalization in Question", los autores sostienen que la
economía
mundial actual es más bien internacional que global, y
que los principales actores son los estados nacionales. Ellos
presentan dos tipos ideales, primero, ‘la economía
internacional’ basada en el
estado-nación, y segundo, ‘la economía
globalizada’ basada en el nivel global. Ellos argumentan
que la interdependencia entre los estados no conduce
necesariamente a una mayor integración. Sostienen que los
factores reguladores de los diferentes niveles entrarían
en conflicto lo
que conducirá a una desintegración que haría
imposible regular la economía a un nivel global. Cuando
continúan la critica a los proponentes de la
globalización se da el problema que éstos
difícilmente aceptarían la misma definición
de globalización propuesta por Hirst y Thompson. Por
ejemplo, ellos argumentan que una economía mundial
crecientemente integrada desde los 70 (s), no es prueba alguna de
una economía globalizada. Eso puede ser cierto, pero es
ciertamente una prueba de una economía en proceso de
globalización. Solamente por el hecho que el mundo carezca
de una fuerza política lo suficientemente fuerte para
regular la economía a escala mundial,
no significa la imposibilidad que ésta pueda desarrollarse
en el futuro.
Estoy de acuerdo en que el estado-nación sigue siendo
el actor más importante en el escenario global, pero sin
embargo, pienso que su relevancia y su importancia está en
descenso, y que será drásticamente transformada en
el futuro. Mi argumento es que la supremacía del
estado-nación hoy se debe a la falta de instituciones
suficientemente fuertes a niveles superiores y no a que el
estado-nación sea irreemplazable. Hirst y Thompson ven el
futuro del estado-nación como un problema. Mi
opinión es que ellos están anclados en una manera
de pensar provincial. Ellos cuestionan el proceso de
globalización, creo, porque no logran reconocer su rasgo
central, que es la transformación del papel del
estado-nación y, por (en) consecuencia, sus cambiantes
niveles de gobernabilidad.
Se argumenta que los países en vías de
desarrollo se encuentran en una situación, en la que el
Fondo Monetario
Internacional (FMI), el Banco Mundial
(BM) y los países líderes industrializados usan su
poder para influenciar en gran medida sus economías
forzando a que obren de acuerdo a las pautas dadas para la
estructuración del sector
público, impuesto por
estos actores externos. Pero la suerte de estas economías
sin embargo, de acuerdo a Dionisio Borda, está finalmente
determinada por factores internos. Esto es cierto si se utiliza
el aspecto formal de la soberanía, pero es más
cuestionable si se usa el concepto de soberanía real. La
gobernabilidad, según mi modo de usar el término,
tiene que ver con la soberanía real. En consecuencia, los
niveles cambiantes de gobernabilidad se refieren al cambio de los
niveles organizativos, sea nacional, regional o, global, en
dónde se forman las decisiones que se refirieren a
determinados países. Las realidades del mundo de hoy
requieren un nivel más alto de cooperación entre
sus actores. En este proceso de interacción las unidades no están
solamente llegando a acuerdos sobre soluciones
técnicas a problemas
particulares, sino también se están insertando en
un proceso de socialización. A través del
desarrollo técnico y la interdependencia económica,
que achican la distancia entre los pueblos, se van a formar lazos
que significan algo más que una mera estructura
institucional.
En el capítulo siguiente elaboraré la idea de la
importancia del contexto histórico. Se argumentará
que el Paraguay está entrando en un nuevo contexto
histórico. Después presentaré la crisis de
Abril. Primero, destacando quiénes fueron los actores
principales, después, señalando los acontecimientos
de la crisis, y finalmente, se evaluará las acciones
emprendidas por los diferentes actores. Por último, en
relación al postulado teórico que el mundo
está entrando en un nuevo contexto histórico,
según las evidencias
empíricas, sostendré que este nuevo contexto
histórico afecta a los niveles de gobernabilidad y, busco
llamar la atención sobre los siguientes puntos:
– El nuevo contexto histórico puso límites a
la soberanía real del Paraguay, esto es, los niveles de
gobernabilidad están cambiando debido al cambio
histórico.
– El hecho que el Mercosur es una organización
intergubernamental, pero que aún así afecta la
política interna del Paraguay, sugiere que el efecto de
derrame (spill-over) entre la economía y la
política es central en este caso.
Hemos analizado en este trabajo varios aspectos de la
cultura Paraguaya, hemos detallado a fondo el ambiente socio
cultural de la raza hispano-guaraní, que ha atravesado
varios momentos difíciles a través de las sucesivas
etapas de evolución de una cultura que aun se
mantiene firme y con proyecciones de no perderse en el tiempo, ya
que la variedad de elementos que la conforman están
ampliamente arraigados en la población.
Siendo así podemos decir que la evolución
económica, el proceso de globalización, la
integración cultural y económica con el MERCOSUR, y
el creciente índice en el aumento en población, no
han influido de forma negativa en nuestra cultura, sino que la ha
fortalecido a través del interés de gran parte del
mundo hacia una de las pocas culturas bilingües existentes
en el mundo, brindando así apoyo constante a nuestros
artistas, nuestra lengua guaraní, nuestra danza y,
apreciándola desde varios puntos de vista se han rescatado
valores históricos, que han sido ampliamente investigados
por profesionales de nivel internacional, rescatando así
nuestros orígenes y nuestra típica forma de
ser.
Esperando haya sido de utilidad y agrado
de ustedes, este material ha sido confeccionado a partir de
medios impresos, entrevistas a
protagonistas –en lo que se refiere a la
globalización económica- e investigación a
través del apoyo de medios de comunicación
digitales (Internet).
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Christian Baez