- Autoestima
- Minusvalía, agresividad,
superrazonable, irrelevante - Importancia de la
Autoestima - Barreras de la
Autoestima - Auto-conocimiento: El Yo
Biopsicosocial - El YO integral
- Necesidades básicas de
crecimiento - Motivación
- Autoestima Alta y
Baja - Desarrollo de
la Autoestima - Reconstrucción de
la Autoestima - Técnicas para
Mejorar la Autoestima - La
Autoestima en las Relaciones
Interpersonales - Conclusión
- Bibliografía
- Anexos
INTRODUCCIÓN
La autoestima es
un elemento importante en el desarrollo
interno del hombre, ya que
a través de sus distintos factores que la componen
determina como nos vemos y sentimos tanto a nosotros mismos, como
también la imagen que
proyectamos a las demás personas. No solo nos ayuda a ver
que algo está mal con nosotros, sino que nos permite ver
en qué estamos fallando y por ende corregir la falla,
también nos ayuda a auto superarnos a nosotros mismos,
porque el humano no tiene límites
sino los impuestos por
ellos mismos. La autoestima es utilizada en los colegios, en
el trabajo, en
nuestras casas etc. También permite a los trabajadores
sentirse a gusto con su trabajo y
así tener un mejor desempeño en el mismo.
Las personas que tal vez utilizan más la
autoestima son los jefes de vendedores (de franquicias,
locales comerciales entre muchos otros), ya que al sentirse a
gusto con ellos mismos, el tener como objetivo
vender un número "x" de cosas a un número "x" de
personas en su día laboral los
mantiene motivados y a no dejarse intimidar por fracasos u
obstáculos que estén en determinado
momento.
La auto estima debe de ser creada, mantenida y
estructurada desde que somos niños
hasta la adolescencia o
hasta cuando tenemos una imagen firme sobre nosotros mismos. Con
esto se le crea al niño desde muy pequeño el
sentimiento de quererse a sí mismo antes de querer a los
demás. La familia
debe inculcarle al niño en su etapa más temprana de
crecimiento todos los valores,
creencias y principios. Es
importante que los padres reconozcan los logros del niño
para así contribuir a afianzar su personalidad.
Las personas con baja autoestima es decir, que tienen
deteriorada la imagen sobre sí mismo o no poseen una
imagen clara sobre sí mismo son poco o nada exitosas se
autocrítican en exceso se atribuyen las fallas tanto como
las suyas como la de los demás, piensan que son una carga
para los demás, son inseguros de dar cualquier paso
así sea un paso seguro al
éxito
dudan siempre de ellos y solo van a donde otros quieren que el
vaya no tiene un norte fijado. Para ayudar a esta persona que tiene
este nivel de autoestima es necesario que primero incentivarlo
para que así tenga mayor seguridad sobre
sí mismo, luego de la incentivación poco a poco esa
persona comienza a crearse una auto imagen del tipo exitoso, del
hombre invencible que sin importar que lo que pase en su vida
él será exitoso. Después que el individuo se
crea esa auto imagen comienza a subir en lo que respecta a la
pirámide de la autoestima (se crea una auto evaluación, aceptación, auto
respeto para
finalmente llegar a la autoestima), hasta llegar al
tope.
Por el contrario el individuo que tiene la autoestima
alta es seguro de sí mismo toma su propias decisiones no
se deja influir de otros en sus decisiones, da pasos cada vez
hacia el éxito, no le importa equivocarse el solo lo
admite y lo enmienda porque para él no existe error que no
tenga su solución. Un hombre o mujer que tenga
su autoestima en lo más alto que pueda, será
siempre exitoso en lo que se desarrolle, no le tendrá
miedo a los retos y se le podrá encomendar cualquier
trabajo el cual realizará por encima de las expectativas
de su superior.
La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro
ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del
conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que
configuran nuestra personalidad. Esta se aprende, cambia y la
podemos mejorar. Es a partir de los 5-6 años cuando
empezamos a formarnos un concepto
de cómo nos ven nuestros mayores (padres, maestros,
compañeros, amigos, etc.) y las experiencias que vamos
adquiriendo.
Según como se encuentre nuestra autoestima,
ésta es responsable de muchos fracasos y éxitos, ya
que una autoestima adecuada, vinculada a un concepto
positivo de sí mismo, potenciará la capacidad
de las personas para desarrollar sus habilidades y
aumentará el nivel de
seguridad personal,
mientras que una autoestima baja enfocará a la persona
hacia la derrota y el fracaso.
http://www.monografias.com/trabajos/antrofamilia/antrofamilia
La Familia
La autoestima, además es aprender a querernos y
respetarnos, es algo que se construye o reconstruye por dentro.
Esto depende, también, del ambiente
familiar en el que estemos y los estímulos que éste
nos brinda. En la
violencia familiar las víctimas y los
victimarios poseen muy baja autoestima, ya que por un lado, la
víctima es alguien al que maltratan sin que ésta
pueda poner límites y no se da cuenta de que está
siendo abusada. Por otro lado, los victimarios compensan lo
inferior que se sienten, maltratando y abusando, en este caso, de
un familiar.
Muchas de las heridas emocionales que tiene una persona,
producidas en su niñez pueden causarnos trastornos
psicológicos emocionales y físicos (cáncer,
úlceras, hipertensión, trastornos cardíacos y
alimentarios,
problemas en la
piel, depresiones, etc.), produciendo
dificultades en la vida de las mismas (conflictos
serios en
el trabajo, disminución de la
energía y de la capacidad creativa, relaciones
matrimoniales desastrosas, no
poder hacer o conservar amigos, poco
entendimiento con las hijas e hijos).
Existen padres, madres, docentes o
cuidadores que humillan, desprecian, no prestan atención, se burlan o se ríen del
niño niña cuando pide ayuda, siente dolor, tiene un
pequeño accidente, necesita que lo defiendan, expresan
miedo, piden compañía, se aferra buscando
protección, tiene vergüenza, etc. Estas
actitudes se completan con otras
totalmente opuesta, demostrándole al niño que es
"querido y bonito" creándole una gran confusión.
Pero estas muestras de cariño son aparentes,
adjudicándole un rótulo a su
identidad, que trae como consecuencia un peso
negativo en formación y en el
desarrollo de sus capacidades.
En el momento en que la persona afectada es adulta,
transmitirá la humillación o el maltrato a personas
más pequeñas o vulnerables. Es una cadena
hereditaria de abuso y
poder, ya que el desprecio y la
vergüenza vivida en la
infancia son la fuente de los problemas que
afectan en la vida adulta y los causantes de la baja autoestima.
La principal imagen
y más generalizada forma de
violencia es el maltrato emocional. Hay
muchas maneras pasa asustar a un niño y hacerlo sentir
culpable e intimidado, sin recurrir a la
violencia física.
El niño o la niña se atormentan con pensamientos y
sentimientos que no pueden comunicar ni compartir con nadie y
aprenden a soportar el dolor en silencio.
La autoestima y
la comunicación están muy
relacionadas, porque según como se diga algo, el efecto
será positivo o negativo, de aprendizaje
o de resentimiento, que se transmite desde la
infancia hacia el futuro. Por esta
razón, se entiende que los padres y madres que
dañan la autoestima de sus hijos no siempre lo hacen
intencionalmente, ya que ellos fueron educados del mismo modo.
Cuando los padres quieren que sus hijos reaccionen como ellos
desean, suelen comportarse de maneras particulares. Estas maneras
pueden ser:
Mártires: controlan al niño
haciéndolo responsable de su sufrimiento y culpable por
todo lo que pueda querer o hacer que no le caiga bien a estos
mártires, a quienes nada les viene bien, y recurre a las
quejas, los reproches, las lágrimas, las amenazas de que
les va a dar una ataque, etc.
- – Ves como me sacrifico por ti y no te
importa. - – Dejé todo para criarte y me lo pagas
haciendo eso. - – ¿En qué nos equivocamos que nos
haces estas cosas?
Los dictadores: controlan al niño o la
niña atemorizándolos cuando hacen algo no
autorizado, son estrictos y amenazantes para que obedezcan y todo
los enfurece. Condenado de manera inapelable al niño, con
burlas, gritos, despliegue de poder y
dominación.
- – Como puedes ser tan estúpido(a), como no
te das cuenta de las cosas. - – Te lo dije y ahora vas a ver lo que te pasa por
no obedecer. - – Yo no tengo que darte explicaciones, lo haces
porque te lo ordeno y punto.
A veces estos roles (mártir y dictador) se
combinan, se alternan y agregan más confusión a los
niños porque también van acompañados con
demandas o manifestaciones de cariño. Y si un hijo llega a
quejarse, a llorar o a reclamar por el trato que recibe puede
volver a ser juzgado, culpado y descalificado. Según se
hayan comunicado nuestros padres con nosotros así van a
ser los ingredientes que se incorporen a nuestra personalidad,
nuestra
conducta, nuestra manera de juzgarnos y de
relacionarlos con los demás. Esas voces quedan resonando
dentro de nosotros toda la vida. Por eso hay que aprender a
reconocerlas y anular su poder para que no nos sigan haciendo
sufrir, para liberarnos de esos mandatos distorsionados y para no
volver a repetírselos a nuestros hijos e hijas.
Ninguna forma de maltrato es educativa y ningún
mensaje o
comunicación que culpabiliza, critica,
acusa, insulta o reprocha es un buen estímulo para nadie.
Y menos en la infancia,
cuando no hay posibilidades de defenderse, protegerse o entender
que es la impotencia y el desconocimiento de otras formas de
trato lo que lleva a los padres y madres a asumir ese
papel de mártir o de
dictador.
Cómo sanar la autoestima herida en la
infancia
Para comenzar a ejercitase en desaprender lo negativo
que nos inculcaron, y sanar a ese niño(a) que quedaron
escondidos y heridos en nosotros, podemos ir reemplazando las
viejas ideas que construimos por otras. Repetir estas
afirmaciones con frecuencia es manera de comunicarnos con
nosotros mismos, de ayudarnos a adquirir
seguridad y tener presentes nuestros
derechos:
- Realizo mis elecciones y
acciones con
responsabilidad y sin
temor. - Solo yo decido el modo como utilizo mi
tiempo,
pongo límites a quienes no respetan esto, hago
acuerdos para combinar mi tiempo con
el de otros sin someterme. - Me aplico a mi trabajo con
responsabilidad pero, si algo no va
bien, no es porque yo sea un fracaso sino que todavía
tengo que aprender más. - Me hago responsable del modo cómo trato a
los demás y evito repetir lo que a mí me hizo
sufrir. - Tengo confianza en poder resolver lo mejor posible
cualquier situación. - Aprendo a comunicar mis sentimientos y
respeto los de otros.
- Cambio mis opiniones sin temor si me doy cuenta que
no eran correctas. - Soy una persona valiosa, capaz, creativa y estoy
abierta para cambiar todos los aspectos de mi
vida.
Si una persona tiende a valorarse de esta manera se
trasforma en el guía de su propia vida y está
protegida de sentir culpas irracionales, de creerse incapaz, mala
o inútil, de tener que complacer para ser
aceptada.
La sociedad
cumple una función
muy importante para la persona, ya que a partir de la
cultura de ésta, la familia
adopta diferentes pautas o formas de vida que son
transmitidos a sus miembros y determinan o ayudan a formar
la personalidad de cada uno, teniendo a
esta como
modelo social. Las personas que tienen poca
confianza de su capacidad dentro de la sociedad,
tienden a buscar roles sometidos y evitan las situaciones que
requieren asumir responsabilidades.
En nuestra sociedad el nivel de autoestima de una
persona está en cierta medida, ligado a lo que hace para
ganarse la vida. Por ejemplo: un
hombre puede alcanzar una posición
social elevada y tener, no obstante una baja autoestima. Puede
tener
conciencia de la importancia que tiene, pero aun
así considerarse a sí mismo, un ser humano
despreciable, indigno de
respeto y del afecto de los demás. "Puede
experimentar sentimientos crónicos de inferioridad porque
no es bien parecido…" puede sentir que es físicamente
débil o un cobarde, o puede considerarse condenado a causa
de su
identidad étnica.
Los criterios mediante los cuales, las personas, se
evalúan a sí mismas son culturales. Algunos de
estos criterios son: si eres gordo, flaco; lindo, feo; blanco,
negro; rubio, moreno, o si tienes la capacidad para
luchar,
honestidad, capacidad para soportar el dolor, la
astucia para ganar
dinero, los modales, la capacidad para
manipular a las demás personas, etc. Toda persona se ve a
sí misma desde le punto de vista de los grupos
en que participa y todo aquello que piensen de uno
influirá positiva o negativamente en la
personalidad o forma de pensar.
Es fundamental que los maestros o docentes en quienes
los padres confíen, sean capaces de transmitir
valores claros. Es muy importante que se
les enseñe a los niños, el significado de
esos
valores. Los maestros deben conocer el
ambiente y aceptarlo si quieren ayudar a los niños a que
vean estos dentro del mismo. En todos los ambientes el
niño tiene las mismas necesidades básicas de
amor y seguridad, el derecho de ser una
persona de
valor y tener la oportunidad de
triunfar.
Los educadores deben estar conscientes de los distintos
ritmos de desarrollo de cada niño, para que el mismo se
sienta cómodo con el propio y capacidad de desarrollo.
También podemos decir que los maestros pueden favorecer u
obstaculizar el
proceso por el cual uno puede encontrarse
a sí mismo. Su comprensión o la ausencia de la
misma, pueden favorecer o hacer la personalidad que se desarrolla
y está en vías de manifestarse. Es por esto que el
educador tiene mucha responsabilidad en este tema tan importante o en
esta cuestión del tiempo necesario para que uno se
encuentre a sí mismo. También es necesario saber
que la mente de cada niño está llena de
imágenes.
Estas imágenes
son de tres dimensiones, en primer lugar, se relaciona con
la imagen
que tiene de sí mismo. Puede imaginarse a sí
mismo como una persona que puede llegar a triunfar. Por el
contrario, el niño puede tener la impresión de ser
una persona de poco
valor, con escasa capacidad y pocas
posibilidades de lograr éxitos en algún área
de su actividad.
El segundo
grupo de imágenes
se vincula con la opinión que el niño tiene de
sí mismo en relación con otras personas. Puede
considerar que sus valores, sus
actitudes, su
hogar, sus padres, el color
de su
piel o su religión,
son la causa de que se lo mire con temor, desconfianza y
disgusto, o que se lo trate con interés.
La imagen que cada niño tiene de sí mismo se forma
a través del reflejo de las opiniones de los
demás.
El tercer
juego de imágenes se vincula con la
imagen de sí mismo, tal como desearía que fuera. Si
la distancia entre estas dos imágenes, como se ve
realmente y la imagen idealizada, no es grande, de modo que a
medida que crece y madura pueda alcanzar la asimilación de
estas dos imágenes, se puede decir que se acepta a
sí mismo como persona. Por todo lo mencionado es muy
importante que la
escuela del niño ayude al mismo a
descubrir y aprender a ser las personas que siempre quisieron
ser, respetándole sus tiempos, sus
conflictos y sus confusiones.
El orgullo, es el sentimiento de haber realizado algo
bien. En la autoestima existe una valoración global acerca
de sí mismo y del comportamiento
de su yo. Hay dimensiones de la misma:
- Dimensión física: La de sentirse
atractivo - Dimensión Social: Sentimiento de
sentirse aceptado y de pertenecer a un grupo, ya
sea empresarial, de servicio,
etc. - Dimensión Afectiva: Auto percepción de diferentes
características de la personalidad - Dimensión Académica: Enfrentar
con éxito los estudios, carreras y la
autovaloración de las capacidades intelectuales, inteligente, creativo,
constante. - Dimensión Ética: Es la
autorrealización de los valores y normas.
El concepto de
sí mismo como destino.
El concepto de que cada uno de nosotros tiene de
sí mismo consiste en quién y qué pensamos
que somos consciente y subconscientemente: nuestros rasgos
físicos y psicológicos, nuestras cualidades y
nuestros defectos y, por encima de todo, nuestra autoestima. La
autoestima es el componente evaluativo del concepto de sí
mismo.
Ese concepto modela nuestro destino; es decir que la
visión más profunda que tenemos de nosotros mismos
influye sobre todas nuestras elecciones y decisiones más
significativas y, por ende, modela el tipo de vida que nos
creamos.
Hay dos palabras que describen inmejorablemente lo que
podemos hacer para aumentar nuestra autoestima, es decir, para
generar más confianza en nosotros mismos y respetarnos
más. Estas son: vivir conscientemente. El problema
es que esta frase quizá resulte demasiado abstracta para
algunas personas; no se traduce de manera auto evidente en una
acción
mental y/o física. Y si deseamos
crecer, necesitamos saber qué hacer. Necesitamos aprender
nuevas conductas. De modo que debemos preguntar: si
tratáramos de vivir más conscientemente,
¿cómo y en qué aspectos actuaríamos
de manera diferente?
La mente en nuestro medio de supervivencia fundamental.
Todos nuestros logros específicamente humanos, son el
reflejo de nuestra capacidad de pensar. Una vida llena de
éxitos depende del uso adecuado de la inteligencia,
es decir, adecuada a las tareas y objetivos que
nos proponemos y a los desafíos con que nos enfrentamos.
Este es el hecho biológico central de nuestra
existencia.
Vivir conscientemente implica: respeto por los hechos de
la realidad los hechos de nuestro mundo interior así como
los del mundo exterior Vivir conscientemente es vivir
responsablemente para con la realidad. Lo cual no significa que
tenga que gustarnos lo que vemos, sino que debemos reconocer lo
que es y lo que no es, y que los deseos o los miedos o los
rechazos no alteren los hechos.
Si la esencia de vivir conscientemente es el respeto por
los hechos y la realidad, la auto aceptación es la prueba
definitiva. Cuando los hechos que debemos afrontar tienen que ver
con nosotros mismos, vivir conscientemente puede volverse muy
difícil. Aquí es donde entra en juego el
desafió de la auto aceptación. La
auto-aceptación pide que enfoquemos nuestra experiencia
con una actitud que
vuelva irrelevantes los conceptos de aprobación o
desaprobación: el deseo de ver, de saber, de
conocer.
Ahora bien, aceptarnos a nosotros mismos no significa
carecer del afán de cambiar, mejorar o evolucionar. Lo
cierto es que la auto-aceptación es la condición
previa del cambio. Si
aceptamos lo que sentimos y lo que somos, en cualquier momento de
nuestra existencia, podemos permitirnos ser plenamente
conscientes de la naturaleza de
nuestras elecciones y acciones, y
nuestro desarrollo no se bloquea.
Las mentiras más devastadoras para nuestra
autoestima no son tanto las que decimos como las que
vivimos. Vivimos en una mentira cuando desfiguramos la
realidad de nuestra experiencia o la verdad de nuestro ser.
Así, vivo una mentira cuando finjo un amor que no
siento; cuando simulo una indiferencia que no siento; cuando me
presento como más de lo que soy, o como menos de lo que
soy; cuando digo que estoy irritado y lo cierto es que tengo
miedo, cuando me muestro indefenso y lo cierto es que soy un
manipulador; cuando niego y oculto mi entusiasmo por la vida;
cuando finjo una ceguera que niega mi comprensión; cuando
pretendo poseer una información que no tengo; cuando me
río y en realidad necesito llorar; cuando paso un tiempo
innecesario con gente que no me gusta; cuando me presento como la
personificación de valores que no siento, ni poseo; cuando
soy amable con todos menos con las personas que digo amar; cuando
me adhiero falsamente a ciertas creencias para gozar de
aceptación; cuando finjo modestia; cuando finjo
arrogancia; cuando permito que mi silencio implique asentimiento
con respecto a convicciones que no comparto; cuando digo que
admiro a una clase de
persona pero duermo siempre con otra. La buena autoestima exige
coherencia, lo cual significa que el sí mismo interior y
el sí mismo que se ofrece al mundo deben
concordar.
La honestidad consiste en respetar la diferencia entre
lo real y lo irreal, y no en buscar la adquisición de
valores mediante el falseamiento de la realidad. ni la
consecución de objetivos pretendiendo que la verdad es
distinta de lo que es. Cuando intentamos vivir de una manera poco
auténtica, siempre somos nuestra primera víctima,
ya que, en definitiva, el fraude va
dirigido contra nosotros mismos.
Minusvalía, agresividad, superrazonable,
irrelevante.
El poder de la
minusvalía
Tú sabes lo que es el poder… cualquiera
que haya enfrentado el poder de "yo sólo quiero
complacerte, querido" probablemente ha experimentado culpabilidad,
lástima y menosprecio, estas personas no pueden hacer
contacto afectuoso, parecen no desear un acercamiento y el solo
trata de armonizar con su lado bueno.
Minusvalía
Nivel máximo interno
¡Debo mantener contento a todo el mundo para que
asi todos me quieran!
Nivel inferior interno
El nadie me quiere
(Me duele el estomago)
El poder de la agresividad
Tal vez lo has experimentado enfrentando este poder
sintiéndote atemorizado, a menudo inútil y
resentido, algunas veces cruel
El miedo a la inutilidad y el resentimiento como
compañeros no pueden hacer un contacto afectuoso. Las
personas que se sienten temerosas no van a ir hacia la persona
que la atemoriza. Necesitamos estar capacitado para criticar pero
no tiene que hacerse esto hiriendo. La critica no es
necesariamente placentera pare sí es humana y es
esencial
Agresividad
Nivel máximo interno
¡A nadie le importo un comino. Si no sigo
gritando, nadie hará nada!
Nivel inferior interno
Nadie me quiere
(Mi cuerpo esta tenso)
El poder del súper razonable
Cualquiera que enfrente este poder se puede sentir
inferior y estúpido.
Al abrumar y golpear con muchas palabras de más,
con interminables explicaciones detalladas y con referencias
continuas a las fuentes
exteriores, es fácil sentirse inferior, estúpido y
aburrido. Las personas que se sienten así parecen querer
evitar un acercamiento
Súper Razonable
Nivel máximo interno
¡Tengo que permitir que la gente sepa que soy muy
lista. Lo único que cuenta son las ideal
lógicas!
Nivel inferior interno
Nadie me quiere
(Mi cuerpo está seco…)
El poder de la irrelevancia
Esta clase de comunicación no parece relacionarse. Su
poder se encuentra en su habilidad para perturbar y confundir.
Siempre hace sentir a la otra persona desequilibrada y a la
defensiva. Al principio podría se graciosa, pero tan
pronto como se devánese tomo su lugar el miedo, el coraje
y el rechazo.
Irrelevante
Nivel máximo interno
Voy a llamar la atención, no importan los
extremos a los que llegar.
Nivel inferior interno
Nadie me quiere
(Mi cuerpo está
desequilibrado…)
El modo en que nos sentimos con respecto a nosotros
mismos afecta virtualmente en forma decisiva todos los aspectos
de nuestra experiencia, desde la manera en que funcionamos en el
trabajo, el amor o el
sexo, y las
posibilidades que tenemos de progresar en la vida. Nuestras
respuestas ante los acontecimientos dependen de quién y
qué pensamos que somos. Los dramas de nuestra vida son los
reflejos de la visión íntima que poseemos de
nosotros mismos. Por lo tanto, la autoestima es la clave del
éxito o del fracaso.
También es la clave para comprendernos y
comprender a los demás. Aparte de los problemas de origen
biológico, no se conoce una sola dificultad
psicológica desde la angustia y la depresión,
el miedo a la intimidad o al éxito, el abuso del alcohol o de
las drogas, el
bajo rendimiento en el estudio o en el trabajo, hasta los malos
tratos a las mujeres o la violación de menores, las
disyunciones sexuales o la inmadurez emocional, pasando por el
suicidio o los
crímenes violentos que no se atribuye a una estima
deficiente. De todos los juicios a que nos sometemos, ninguno es
tan importante como el nuestro propio. La autoestima positiva es
el requisito fundamental para una vida plena.
La mayoría de las veces, nuestras deficiencias
están "enganchadas" a ciertas experiencias tempranas
(archivadas subjetivamente), que tienen relación como
miembros de nuestra familia. Esto es lo que se llama barreras
de la autoestima. Tales barreras, con frecuencia mantienen
ciertas cargas emocionales muy perjudiciales. Me refiero a la
culpa, al rencor, por lo que creemos que nos hicieron; miedo,
miedo a ser nosotros mismos, a conseguir lo que nos proponemos, y
a la dependencia emocional de personas, y a la dependencia de
cosas con las que creemos sentirnos superiores o mejores; estados
emocionales todos ellos, que bloquean nuestro potencial de
autoestima, y nuestro desarrollo como seres humanos
completos.
El miedo, la dependencia y la culpa, son las
peores barreras con las que nos encontramos en nuestro camino de
progreso, y tenemos que deshacerlas, desmontarlas, derribarlas.
La responsabilidad es de cada uno de nosotros, ya no podemos
seguir culpando a nada ni a nadie de lo que nos ocurre. Cualquier
cosa que nos sucede en la vida, somos nosotros los únicos
responsables. El miedo es un terrible enemigo que nos acecha, que
nos impide actuar, que nos bloquea, ese enemigo que no es nada,
tan solo miedo.
Pero, ¿miedo a qué?
Miedo al cambio, porque otro tipo de miedos reales o
traumáticos tienen una solución mucho más
concreta. El miedo al cambio, es mucho más traidor, dada
su dificultad de identificarlo y derribarlo. Temor a perder el
control de la
situación, temor a no saber lo que va a ocurrir, temor a
los retos, temor a no saber actuar correctamente, temor al
fracaso, temor al éxito.
El miedo al éxito nos hace pensar que si
cambiamos nos vamos a tener que enfrentar a situaciones nuevas, o
a responsabilidades, o a tener que ser nosotros mismos. Es miedo
a la acción, a la independencia,
al compromiso. El miedo al éxito tiene en definitiva mucho
que ver con la pereza, la negligencia, la parsimonia y la
comodidad. La realidad de la vida está en lo más
profundo de nosotros mismos, en un "lugar secreto" donde reside.
"Las respuestas que hay en mi interior llegan a mi conciencia con
facilidad" L. Hay
Auto-conocimiento:
El Yo Biopsicosocial
Par poder desarrollar la autoestima, se seguirán
ciertos pasos, a los que llamamos "la pirámide de la
autoestima". El primero es el auto conocimiento, que se
tratará en este tema, y así sucesivamente. (Ver
anexos).
"Cuando aprendemos a conocernos en verdad vivimos"
(Schüller).
El auto
conocimiento es conocer las partes que
componen al "yo". Cuáles son sus manifestaciones,
necesidades y habilidades; los papeles que vive el individuo y a
través de los cuales es; conocer por qué y
cómo actúa y siente. Es imposible amar algo que no
conozco. No puedo amarme y respetarme si no conozco los aspectos
que me integran.
Conocerme significa percibirme completo: mi cuerpo, mis
pensamientos y sentimientos, y mi capacidad de relacionarme con
otros. Conocerme es descubrirme con capacidades, habilidades y
virtudes, pero también con límites, defectos,
errores. Conocerme es darme cuenta de que cambio, no siempre soy
igual, soy alguien dinámico y cambiante como cambiante
y
dinámica es la vida. Es conocer las
partes que componen el yo, cuáles son sus manifestaciones,
necesidades, y habilidades; los papeles que vive el individuo y a
través de los cuales es; conocer por qué y
cómo actúa y siente. Al conocer todos sus
elementos, que desde luego no funcionan por separado sino que se
entrelazan para apoyarse uno al otro, el individuo logrará
tener una personalidad fuerte y unificada; si una de estas partes
funciona de manera deficiente, las otras se verán
afectadas y su personalidad será débil y dividida,
con sentimientos de ineficiencia y
desvaloración.
Es el concepto que tenemos de nosotros mismos.
¿De qué depende? En nuestro auto concepto
intervienen varios componentes que están interrelacionados
entre sí: la variación de uno, afecta a los otros
(por ejemplo, si pienso que soy torpe, me siento mal, por tanto
hago actividades negativas y no soluciono el
problema).
- Nivel cognitivo-intelectual: constituyen las
ideas, opiniones, creencias, percepciones y el procesamiento
de la información exterior. - Nivel emocional afectivo: es un juicio de
valor
sobre nuestras cualidades personales. - Nivel conductual: es la decisión de
actuar, de llevar a la práctica un comportamiento
consecuente.
Los factores que determinan
el auto concepto:
- La actitud o motivación: es la
tendencia a reaccionar frente a una situación tras
evaluarla positiva o negativa. Es la causa que impulsa a
actuar, por tanto, será importante plantearse los por
qués de nuestras acciones, para no dejarnos llevar
simplemente por la inercia o la ansiedad. - El esquema corporal: supone la idea que
tenemos de nuestro cuerpo a partir de las sensaciones y
estímulos. Esta imagen está muy relacionada e
influenciada por las relaciones sociales, las modas, complejos
o sentimientos hacia nosotros mismos. - Las aptitudes: son las capacidades que posee
una persona para realizar algo adecuadamente (inteligencia,
razonamiento, habilidades, etc.). - Valoración externa: es la
consideración o apreciación que hacen las
demás personas sobre nosotros. Son los refuerzos
sociales, halagos, contacto físico, expresiones
gestuales, reconocimiento social, etc. "
"El sentirse devaluado e indeseable es en la
mayoría de los casos la base de los problemas humanos" (C.
Rogers).
Es la capacidad de evaluar como positivo o negativo
aquello que sea positivo o negativo para mí, reflexionando
al mismo tiempo sobre normas
y valores de la sociedad. Poco a poco vamos a encontrar los
puntos que van a guiar nuestra conducta,
desarrollaremos nuestro propio juicio y aprenderemos a confiar en
él, en lugar de basarnos solamente en lo que piensan las
demás personas. Y es así, porque confío en
mi propio juicio. La auto evaluación requiere estar
consciente de sí mismo. El Dr. Elkins dice: "El darse
cuenta de uno mismo es la llave para cambiar y crecer". Cada uno
tiene que encontrar e ir haciendo su camino, el que lo lleve a
ser una persona valiosa para sí misma y los demás.
El "darse cuenta", según la
teoría de la
Gestalt, es prestar más
atención a las propias vivencias
para comprenderlas y así comprender la existencia; "darse
cuenta" de lo que está pasando en ese momento a su
alrededor, cómo y qué se percibe, qué siente
y cómo queda consigo mismo con la decisión que
está tomando. Todo aquello que fue grabado es susceptible
de transformarse y cambiar si hay voluntad: "Somos los
arquitectos de nuestro propio destino", "los escultores de
nuestra más importante
cultura".
"La actitud del individuo hacia sí mismo y
el aprecio por su propio valer juega un
papel de primer orden
en el proceso
creador" (M. Rodríguez).
La auto aceptación es admitir y reconocer todas
las partes de sí mismo como un hecho, como la forma de ser
y sentir, ya que sólo a través de la
aceptación se puede transformar lo que es susceptible de
ello. Sin auto aceptación la autoestima es imposible. Nos
quedamos bloqueados en un hábito de conducta de
autorrechazo, el crecimiento personal se ve
reprimido y no podemos ser felices.
Aceptar, es experimentar la realidad de una manera
completa, sin negarla ni evitarla. Es admitir y vivir como un
hecho todas las partes que hay en mí. Aceptarme es ser
capaz de sentir y decir: soy todas estas características;
mi cuerpo, emociones,
deseos, ideas, son partes de mí, independientemente de que
algunas me gustarán y otras no. Fíjate: aceptarme
no es necesariamente gustarme, sino reconocerme que soy como
soy.
"La autoestima es un silencioso respeto por uno
mismo" (Dr. Elkins).
Auto respetarse es atender, hacer caso a las propias
necesidades para satisfacerlas, vivir según nuestros
propios valores, y expresar nuestros sentimientos y emociones,
sin hacernos daño ni
culparnos. Buscar y valorar todo aquello que lo haga a uno
sentirse orgulloso de sí mismo. Si me respeto, estoy al
tanto de lo que deseo y necesito para estar bien, pero no solo me
doy cuenta: actúo para lograrlo.
"Solo podemos amar cuando nos hemos amado a
nosotros mismos."
Quien se quiere a sí mismo se conoce y se acepta
tal como es, conoce sus cualidades y sus limitaciones. Todas las
personas valemos por nosotras mismas. No es necesario ser el o la
mejor. Lo importante es hacer nuestro mejor esfuerzo y sentirnos
satisfechos con nuestros logros. La autoestima es la
síntesis
de todos los pasos anteriores. La autoestima es el aprecio
que tenemos por nosotros mismos, de nuestra forma de pensar,
actuar y sentir. Ella nos permite reconocer nuestras capacidades
y confiar en nosotros mismos. Nuestra persona con las propias
virtudes, defectos, emociones, sentimientos, necesidades, etc.,
es el equipo que tenemos para vivir y así como somos
debemos aceptarnos y querernos incondicionalmente, tomando en
cuenta que hay cosas de nosotros que podemos
modificar.
El ser biopsicososial es el yo integral, o sea la
reunión de todas sus partes (la que se es y se tiene) que
cargadas de energía salen o se manifiestan en las
actuaciones.
El yo Físico, que es el que más
claramente se ve, es el organismo; necesita atención y
cuidado para poder desarrollar sus capacidades y convertirlas en
habilidades.
El yo Psíquico, que es la parte interna,
se divide en tres: lo emotivo, la mente y el
espíritu.
La parte emotiva es la que lleva al hombre a conocerse;
es a través de estados de ánimo, sentimientos y
emociones, como se da cuenta que existe, y como decía un
maestro "no es lo mismo tener un sentimiento en las manos que
estar en las manos de un sentimiento"
La mente tiene todos los talentos; es necesario
desarrollarlos y, más aún, estar conciente de ellos
para poder manejarlos positivamente. Debe recordase esto a las
personas que dicen con frecuencia: "así soy yo"; "me enojo
cuando las cosa no salen como yo quiero". Esas personas
están funcionando sólo la parte emotiva; no usan
sus talentos de la mente y menos utilizan las capacidades del
espíritu; viven reaccionando a las grabaciones que tienen
automáticamente, sin ver que cada situación que se
presenta en la vida tiene diversa soluciones y
no ven más opciones; esta lleva a sentirse mal,
frustradas; podría decirse que escogen el camino
erróneo.
El espíritu es el elemento que busca el
significado de la vida, es el "YO profundo", el núcleo de
identidad, la
parte más interna y dinámica. Se manifiesta a través de
lo que se quiere lograr y como quiere lograrse
El yo social: puede expresarse a través de los
papeles que vive el individuo como hermano, amigo, padre, madre,
vecino, alumno, maestro, etc. Al relacionarse el hombre
trasciende a través del yo social, pero no de la que
él cree, sino de lo que en realidad es.
Necesidades
básicas de crecimiento
Maslow dice que el darse cuenta de cómo se es
real y profundamente, seria la llave para tener una personalidad
sana, exitosa y creativa. La alta autoestima es prerrequisito
para confiar en el propio organismo, la suficiente como para que
éste sea el foco de su auto evaluación y la
guía de su vida
La satisfacción de las necesidades básicas
se obtiene en el corto plazo y del exterior, a medida que el
hombre satisface una necesidad inmediatamente pasa a otra de sus
necesidades básicas Maslow explica
a través de una pirámide de cinco niveles las
necesidades que según la jerarquía el individuo
debe cumplir antes de llegar a lo mas alto que es la
autorrealización. (Ver anexos)
En los seres humanos, la
motivación engloba tanto los impulsos conscientes como
los inconscientes. Las teorías
de la motivación, en psicología,
establecen un nivel de motivación primario, que se refiere a la
satisfacción de las necesidades elementales, como
respirar, comer o beber, y un nivel secundario referido a las
necesidades sociales, como el logro o el afecto. Se supone que el
primer nivel debe estar satisfecho antes de plantearse los
secundarios
Existen dos clases de motivación. La primera se
basa en las propias necesidades básicas, primarias o
deficitarias, que son las que sólo pueden ser satisfechas
por los demás, es decir, desde fuera de la
persona.
La segunda de las motivaciones, y en contraste con la
primera, el individuo que se auto realiza es menos dependiente,
menos espectador, más autónomo y autodirigido.
Legos de necesitar a los demás para que le den, las
necesita para darles; ésta dispuesto a dar y tiene
espacial preferencia por la intimidad y la reflexión.
Los distintos niveles de autoestima determinan nuestro
comportamiento ante problemas u otro tipo de situaciones, desde
hace un tiempo atrás se han venido perfeccionando pruebas que
permiten medir la autoestima del individuo una de esas pruebas se
encuentra en este trabajo. (Ver anexos)
Todos tenemos en el interior sentimientos no resueltos,
aunque no siempre seamos conscientes de estos. Los sentimientos
ocultos de dolor suelen convertirse en enojo, y con el
tiempo
volvemos el enojo contra nosotros mismos, dando así
lugar a la depresión.
Estos sentimientos pueden asumir muchas formas: odiarnos a
nosotros mismos, ataques de ansiedad, repentinos cambios de
humor, culpas, reacciones exageradas, hipersensibilidad,
encontrar el lado negativo en situaciones positivas o sentirse
impotentes y autodestructivos. Cuando una persona no logra ser
auténtica se le originan los mayores sufrimientos, tales
como, enfermedades
psicológicas, la depresión,
las
neurosis y ciertos rasgos que pueden no llegar a
ser patológicos pero crean una serie de insatisfacciones y
situaciones de dolor, como por ejemplo, timidez, vergüenza,
temores, trastornos psicosomáticos.
La autoestima es importante porque es nuestra manera de
percibirnos y valorarnos como así también moldea
nuestras vidas. Una persona que no tiene confianza en sí
misma, ni en sus propias posibilidades, puede que sea por
experiencias que así se lo han hecho sentir o por mensajes
de confirmación o desconfirmación que son
trasmitidos por personas importantes en la vida de ésta,
que la alientan o la denigran. Otra de las causas por las cuales
las personas llegan a desvalorizarse, es por la
comparación con los demás, destacando de
éstos las virtudes en las que son superiores, por ejemplo:
sienten que no llegan a los rendimientos que otros alcanzan;
creen que su existencia no tiene una finalidad, un sentido y se
sienten incapaces de otorgárselo; sus seres significativos
los descalifican y la existencia se reduce a la de un ser casi
sin ser. No llegan a comprender que todas las personas son
diferentes, únicas e irrepetibles, por lo que se
consideran menos que los demás.
Actitudes o Posturas habituales que indican Autoestima
Baja
- Autocrítica dura y excesiva que la
mantiene en un
estado de insatisfacción
consigo misma. - Hipersensibilidad a la crítica, por
la que se siente exageradamente atacada/o, herida/o; hecha la
culpa de los fracasos a los demás o a la
situación; cultiva resentimientos tercos contra sus
críticos. - Indecisión crónica, no por
falta de
información, sino por miedo exagerado
a equivocarse. - Deseo innecesario por complacer, por el que
no se atreve a decir NO, por miedo a desagradar y a perder la
buena opinión del peticionario. - Perfeccionismo, autoexigencia esclavizadora
de hacer "perfectamente" todo lo que intenta, que conduce a
un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la
perfección exigida. - Culpabilidad neurótica, por la que se
acusa y se condena por conductas que no siempre son
objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores
y
delitos y/o los lamenta
indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por
completo. - Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de
piel,
siempre a punto de estallar aún por cosas de poca
importancia, propia del supercrítico a quién
todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona,
nada le satisface. - Tendencias defensivas, un negativo
generalizado todo lo ve negro: su vida, su futuro y,
sobre todo, su sí mismo y una inapetencia generalizada
del gozo de vivir y de la vida misma.
No se habla de una alta autoestima, sino del narcisismo
o de una buena autoestima. El narcisismo es
el amor excesivo hacia uno mismo o de algo
hecho por uno mismo, por eso se dice que una persona es
narcisista, cuando está enamorado de sí mismo, es
decir de lo que piensa, de lo que hace, de cómo es, de
cómo se viste, etc., pero no del propio ser, sino de la
imagen del yo.
Alguien con una buena autoestima no necesita competir,
no se compara, no envidia, no se justifica por todo lo que hace,
no actúa como si "pidiera perdón por existir", no
cree que está molestando o haciendo perder el tiempo a
otros, se da cuenta de que los demás tienen sus propios
problemas en lugar de echarse la culpa "por ocasionar
molestias".
http://www.monografias.com/trabajos10/carso/carsoCaracterísticas
de la autoestima positiva
- Cree firmemente en ciertos valores y
principios, está dispuesto a
defenderlos aún cuando encuentre fuerte oposiciones
colectivas, y se siente lo suficientemente seguro como para
modificar esos valores y principios
si nuevas experiencias indican que estaba
equivocada. - Es capaz de obrar según crea más
acertado, confiando en su propio juicio, y sin sentirme
culpable cuando a otros le parece mal lo que ha
hecho. - No emplea demasiado tiempo preocupándose por
lo que ha ocurrido en el pasado, ni por lo que pueda ocurrir
en el futuro. - Tiene confianza por su capacidad para resolver sus
propios problemas, sin dejarse acobardar por los fracasos y
dificultades que experimente. - Se considera y realmente se siente igual, como
persona, a cualquier otra, aunque reconoce diferencias en
talentos específicos, prestigio profesional o
posición económica. - Da por supuesto que es una persona interesante y
valiosa para otros, por lo menos para aquellos con quienes se
asocia. - No se deja manipular por los demás, aunque
está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y
conveniente. - Reconoce y acepta en sí mismo una variedad
de sentimientos e inclinaciones tanto positivas como
negativas y está dispuesta a revelarlas a otra persona
si le parece que vale la pena. - Es capaz de disfrutar diversas actividades como
trabajar, jugar, descansar, caminar, estar con amigos,
etc. - Es sensible a las necesidades de los otros, respeta
las
normas de convivencia generalmente
aceptadas, reconoce sinceramente que no tiene derecho a
mejorar o divertirse a costa de los demás.
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opción "Descargar" del menú superior
El sentimiento de inferioridad es el resultado de muchas
experiencias fallidas o frustrantes que la persona ha tenido a
través de su vida, básicamente en su infancia, es
una percepción subjetiva de sí mismo que lleva a
las siguientes conductas:
- Es hipersensible a la crítica: no acepta su debilidad, siente
que la crítica prueba y expone su inferioridad y eso
aumenta su malestar. - Sobre-alardea esto le da seguridad y piensa que
esto elimina sus sentimientos de inferioridad. - Se manifiesta hipercrítico: como una defensa
para desviar la atención de sus limitaciones, es
agresivo y critica el esfuerzo de los demás para que
estos se ocupen en defenderse y no vean en lo que falla;
así crea una superioridad ilusoria. - Tiende a culpar: proyecta su debilidad o
inferioridad culpando a otros por sus fallas; se siente bien
haciendo que los otros se sientan mal. - Teme la competencia: aún estando ansioso por
ganar, esta lejos de sentirse optimista; algunas veces se
rehúsa a tomar parte en competencias. - Se siente perseguido: cree que no le agrada a
alguna persona y que por ello la que ésta hace es para
molestar o impedirle el éxito. - Se oculta: prefiere el anonimato, un sitio donde no
sea mirado ni llamado. - Se auto recrimina: es una defensa ante sus
vivencias de incapacidad; así se libera del esfuerzo y
hace que los demás no le exijan.
Es el conjunto de creencias que una persona tiene acerca
de lo que es ella misma. Cada persona se forma, a lo largo de su
vida, una serie de ideas o imágenes que llevan a creer que
así, hay personas que creen firmemente en su capacidad
para ganar dinero o para
vencer en la vida y también, por desgracia, existen las
que se han formado un auto concepto negativo, de manera que
están convencida de su incapacidad para triunfar y
progresar. Si una persona cree que no es apta para las matemáticas, aunque tenga cualidades para
ellas, será inútil
El auto concepto limita en forma poderosa. Lo mismo
sucede en forma contraria: si una persona cree y tiene fe en sus
aptitudes para la música poco a poco
desarrollará la habilidad para ella. Es necesario que
revise sus limitaciones además del auto concepto negativo
que ha fomentado en ella misma. Pareciera que esta persuadida de
que "así es" y que es invariable; esto es lo que da un
carácter de fijeza a la conducta. Lo mas
dramático es que esta percepción del auto concepto
origina conductas acorde con las características de
éste y a su vez tales conductas lo reafirman.
El manejo del auto concepto y su variación
influyen poderosamente en el cambio de conducta de una persona.
Los ejemplos se pueden multiplicar en forma indefinida: una madre
trata a su hijo como tonto y se lo repite con frecuencia, acaba
por convertirlo en un verdadero tonto, aún cuando las
potencialidades permanezcan en ese niño. En el momento en
que cambia esa idea, poco a poco puede cambiar su conducta y su
salud mental y
física. No debe uno identificarse con un auto concepto que
sea limitante y produzca malestar o sea negativo. No debe vivirse
tratando de sostener una auto imagen, a no ser la que realmente
es. Ello traerá estado de
ansiedad, angustia depresión y hasta desesperación.
Ninguna persona ha nacido para tapete ni para victima. Nadie ha
nacida fracasado ni pecador sin esperanzas.
La baja autoestima hace distorsionar la auto imagen
produciendo neurosis, pues
consiste en reprimir ciertos aspectos de la personalidad y traer
lo opuesto a flote, y por otro lado, poner distancia entre el ser
real propio y el del otro. En no dejarse conocer
íntimamente y no conocer en esta forma al otro. Esto
quiere decir que el neurítico crea una imagen irreal de si
mismo, lo que el quiere, debe o pudiera ser; su imagen
está siempre fuere de la realidad y trata por todos los
medios de
hacer creer a la gente lo que él quisiera ser; hace alarde
de la cualidades que no tiene o tiene solo en potencia, y es
vulnerable porque no tiene la firma convicción de que son
reales.
La imagen idealizada es un fenómeno inconsciente;
el neurótico no se da cuenta de que se está
idealizando, solo que se formula demanda muy
altas, si considerar que estas demandas perfeccionistas no
contienes ideales verdaderos, ni siquiera se los cuestiona, pero
está orgulloso de ellos. La persona de esta imagen hace
que exista una división interna: la que es la persona y no
quiere que vean, y lo que no es pero desea que vean los
demás, de ahí la lucha que lo sumerge en la
neurosis. Está tan preocupado y ocupado en mantener su
falsa imagen que vive en tensión, o bien cae en
depresiones y conductas agresivas, ya que solo ésta
pendiente de cumplir un papel que haga que los demás lo
valoren. Su verdadero "YO" está tan devaluado que teme
mostrarlo, dejando su auto concepto en manos de los
demás.
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