De los Autos Sacramentales Españoles al Canto a lo Divino y Religión Popular en Chile
- Los Autos Sacramentales,
Definiciones y Orígenes - Los Autos Sacramentales y
su periodo de máxima expresión durante los siglos
XVI y XVII - El Auto Sacramental en
América - Del Auto Sacramental, al Canto
Popular y otras Manifestaciones del Chile
Popular - Bibliografía
El presente trabajo de
investigación, no pretende ser una tesis
doctoral, sin embargo la tentación arrastra la
pasión hiriendo al intelecto, pero el carruaje de Cronos
no espera en su transito hacia el infinito ni dista opciones
temporales a una mayor dedicación. Es por ello y ante el
breve tiempo que
precede a la entrega este trabajo, mi investigación
estará basada en "Los Auto Sacramentales" de la
España
medieval del Siglo XV y sus diversas manifestaciones hasta su
prohibición en el siglo XVIII. Ante lo cual tomaremos sus
orígenes y evolución en la península
Ibérica como manifestación literaria popular y
religiosa, a sus manifestaciones en la América
colonial y su sincretismo con las manifestaciones. Postulando la
hipótesis de cómo el Auto
Sacramental toma forma en el Chile colonial, para transformarse
en una manifestación popular que deriva del canto
"Popular a lo Divino" y otras manifestaciones religiosas
en el Chile de los siglos XVIII, XIX y XX. Para ello tomaremos a
dos autores; en primer lugar a Juan Loveluck y su libro "Los
autos Sacramentales", para obtener una visión general
y explicativa del inicio, evolución y caída de esta
manifestación en el continente Europeo; en segundo lugar
analizaremos la obra de Maximiliano Salinas Campos "Canto a lo
Divino y religión Popular en Chile" texto que nos
dará una visión general de las diversas
manifestaciones populares religiosas en nuestro país,
ayudándonos de esta manera a solventar la
hipótesis antes
formulada "de la relación entre Auto sacramentales y
manifestaciones de religión popular", en nuestro
país.
No falte en Mayo
al agua al campo
en sazón,
que con buen año y sin
Rey
lo pasaremos mejor.
Si el pueblo quiere ser rey
y
mostrárseme
altanero
yo junto a todito el
clero
Y lo hago darse a mi ley.
Los
Autos Sacramentales, Definiciones y
Orígenes
Difícil ha sido la definición de este
genero entre
eruditos y compiladores del
mismo sin llegar a una definición real de este
fenómeno que vio sus inicios en la edad media
para luego ver su florecimiento y apogeo durante el siglo XVI, ya
que el auto sacramental no puede ser catalogado meramente como un
genero Literario, sino más bien como una forma de
expresión popular propia de un pueblo consolidado
fuertemente en sus raíces religiosas, tan propias del
español
visigodo.
Sin lugar a dudas la definición mas clara y
apropiada a esta forma de manifestación religiosa es
aportada por Eduardo González Pedroso, quien define como
Auto Sacramental "Dramas sagrados en un acto, que tienen por
objeto elogiar las excelencias del sacramento de la
eucaristía, o de los cuales consta, por lo menos que se
representaron en la festividad del corpus", sin embargo el
mismo autor mas adelante amplia su definición ya no
solamente señalando a auto sacramental como propio de la
festividad del "corpus" sino también abarca el
misterio de la "eucaristía". Otro autor Angel
Valbuena Prat, define como Auto sacramental,
"Composición dramática en una jornada
alegórica y relativa generalmente a la comunión, en
donde se daba gran importancia a la música, como por el
pomposo aparato escénico que llagaron requerir".
Gracias a la definición de Angel Valbuena, podemos
hacercarnos aun más a la raíz festiva de los autos,
aludiendo a los términos de cómo "Jornada
alegórica" e "importancia a la música".
No obstante de los autores anteriormente citados, quien
nos ofrece una real convicción del auto sacramental en su
amplia forma y manifestación es LudwingPfandl quien
destaca a los Autos Sacramentales como una manifestación
simbólica de la literatura, prestando vida
alegórica perceptible a los sentidos,
conteniendo el mundo y la naturaleza, de
afectos, sentimientos e inteligencia,
la voluntad y la imaginación como potencias del alma, en donde
la historia
religiosa y profana toman forma a través de una iglesia
triunfante conjugadora de un pasado, presente y futuro en la
sociedad
española de la época.
Orígenes
Sus orígenes como manifestación popular,
están íntimamente ligados al genero "teatral" y
"profano", muy anterior a la manifestación religiosa, la
cual es una derivación probable del teatro Imperial
Romano y de los antiguos Juego
Hispanios. Con lo cual y siguiendo las afirmaciones de Leandro de
Moratin "Ese teatro no nació, eclesiástico, sino
que, por el contrario, influyo en él y llego a
introducirce en algunas de las ceremonias de la
iglesia".
Las primeras claras manifestaciones del Auto
Sacramental, instituido como tal, están dadas en la
España medieval del siglo XI y aplicadas exclusivamente a
solemnizar las festividades de la Iglesia y los misterios de la
religión:
Ya durante el siglo XII, se dan mas asiduidad a estos
autos, representando motivos tales como Autos de Navidades, los
Misterios y las Moralidades; muchas veces cargados de
tragicomedias alegóricas, las cuales van variando
paulatinamente desde un contexto idiomático del
Latín a la lengua
Romance.
Posteriormente podemos ver como se van agregando otros
elementos como la música, el canto litúrgico,
poesía
y otra variedad de esbozos musicales, que tenían como
intención dar a conocer los temas piadosos o crear en los
oyentes un modo de fervoroso y más acorde con los
propósitos eminentemente religiosos del medioevo. Si bien
y como hemos visto hasta ahora, estas manifestaciones religiosas
comenzaron a incorporar diversos motivos espirituales, no esta el
año 1263 que por medio de la ordenanza de Urbano IV, se
inscribe al auto con una fecha determinada de realización
"Todos los años, en el jueves siguiente a la octava de
Pentecostés, se celebrase la festividad del
Santísimo Sacramento allende de la ordinaria de cada
día". Un siglo mas tarde, el papa Juan XXIII dispuso
una magnifica procesión, en que se expusiese a los fieles
el cuerpo de Cristo. Pero solamente después del
Concilio Tridentino, cuando se logra apreciar un genero
eminentemente español, en el cual se combinaban las formas
dramáticas conocidas con los nombres de "Misterios y
moralidades".
Combinando la parte alegórica de las moralidades
con elementos históricos y dogmáticos de los
misterios, engendrando así una forma mas depurada de los
autos Sacramentales, en donde se entremezclan los dos principios del
drama teológico; por un lado el Elemento
Bíblico y por otro el Elemento
Escolástico, ambos teñidos de mitos y
manifestaciones populares de la España de ese
periodo.
El momento fundamental en el auge de los Autos, esta
dado en los acuerdos concebidos a partir del Concilio De
Trento, en donde son concebidos de manera definitiva: La
fijación precisa del Dogma eucarístico, los
ordenes de Exposición
y Adoración Publica del Sacramento eucarístico
y procesiones y representacionesde la
Glorificación.
Es importante destacar que del Auto Sacramental, surge
otro genero emparentado a través de su misma raíz
religiosa pero de una masiva amplitud y manifestación de
la conciencia
popular la "Farsa sacramental".
Los Autos Sacramentales y su periodo de
máxima expresión durante los siglos XVI y
XVII
Como ya hemos visto hasta ahora el Auto sacramental va
derivando paulatinamente en sus formas de representación
desde sus inicios y primitivas manifestaciones teatrales en el
siglo XI, hasta transformarse en majestuosos eventos que
congregaban a toda la comunidad en el
siglo XVII, durante el reinado de Felipe III, en donde "su
representación congrego a centenares, a miles de
espectadores desde el rey hasta el ultimo pícaro, que
miraba ávidamente la escenas sin perder de vista las
falquitreras nutridas de algún caballero". Durante
estas fiestas no existían distinciones de ningún
tipo, entremesclandose de esta forma tanto nobles como
plebeyos.
Los primeros Autos sucedidos en el siglo XI, eran
sencillas representaciones, en las cuales apenas se
requerían implementos escénicos y en donde los
interpretes representaban la escena vestidos de manera natural,
aunque aveces y dependiendo de los recursos y
posibilidades de obtención, usaban pelucas y
guantes.
Así durante alrededor de cuatro siglo, estas
manifestaciones permanecieron de una sencillez absoluta. Pero a
finales del siglo XVI, durante el reinado de los Reyes
Católicos se da a conocer uno de los autos mas elaborados
que hasta ese momento se tuviere registro.
Ocurrió durante el año de 1487, para las
festividades del nacimiento, "La fiesta fue costeada por el
Arzobispo y el cabildo diocesano: además de la Sacra
Familia,
intervinieron en la obra dios Padre, con guantes, varios
profetas, con cabelleras de cerda, y siete ángeles,
también con guantes en las manos y en la cabeza cabelleras
de mujer.
Remendaronse cielo y nubes, fingiéndose estrellas con
oropel y tocante a maquinaria, hubo un torno movido por
dos barrote, sobre el que se asentaba la Virgen y unas ruedas que
daban vueltas a los ángeles".
A través de este relato vemos como los autos
sacramentales ya comienzan a tomar una forma y una
expresión mas elaborada en donde en menos de medio siglo
después se añadirían, carros
alegóricos arrastrados por bueyes, constituyéndose
en verdaderos teatros ambulantes, en donde surgió una
verdadero oficio técnico de montaje y elaboración
teatral, en donde las autoridades Seculares y
Eclesiásticas, comenzaron a participar directamente en el
financiamiento
de estos eventos, en los cuales para conseguir un mayor brillo y
esplendor de las fiestas, celebraban certámenes en donde
se recompensaba a los mas talentosos artífices.
Los poetas y cantores tenían un lugar de
privilegio en estas fiestas; obteniendo una remuneración
por sus lecturas y obras, la cual con el tiempo fue
incrementándose y recibiendo el nombre de "Ayuda de
Costa".
Todo este jolgorio popular, el cual daba inicio a la
realización de las Festividades del Corpus, se
transformaba en un hervidero humano en cuantos a costumbres y
manifestaciones populares, representadas en la elaboración
y decoración de carros Alegóricos. Para ello el
ayuntamiento de Madrid,
días antes de la gran presentación realizaba la
pintura de los
carros con la mayor reserva y vigilancia en los extremos de la
ciudad, con el fin de que no se divulgara el secreto antes de
tiempo, y de esta manera la sorpresa fuese más
efectiva
Antes del inicio de la fiesta en el día de
Corpus, lo primero en rigor era la misa, celebrada al amanecer y
con grandes ceremoniales la cual una vez concluida, daba inicio a
una gran procesión encabezada por el Rey y las Autoridades
Eclesiásticas y Civiles. Finalizada la procesión se
daba inicio a los Autos y el desfile escénico, el cual se
realizaba en el las postrimerías o en los implubios de
palacio, entre las loas y estremeces, llenos de elogios y
exageraciones propios de la celebración.
El periodo de mayor esplendor de los Autos
Sacramentales, sucede durante el reinado de Felipe II, en
donde se llega al aprovechamiento máximo de todo tipo de
Artificios técnicos, maquinarias y manifestaciones
populares. "En donde se presentaban carros alegóricos
recreando castillos con almenas, paisajes completos, con sus
montañas ríos y fuente, ciudades lejanas como
Jerusalén, babilonia, recursos de prestidigitación,
visiones fantásticas, animales
desconocidos; todo ello acompañado de detonaciones y
ruidos como relámpagos, truenos, entre
otros."
El Auto Sacramental como forma de
manifestaciones, literaria, teatral, poética, carnavalesca
y popular, sufre un importante revés durante el reinado de
Fernando VII, quien prohibe las "Comedias de Santos, en las
fiestas relativas al Corpus". Para posteriormente encontrar
su fin definitivo, durante la monarquía de Carlos III quien, por medio de
una Cédula Real el 11 de junio de 1776, prohibe de
forma definitiva la realización de los Autos aludiendo
"Ser los teatros lugares muy impropios y los comediantes
instrumentos indignos y desproporcionados para representar los
Sagrados Misterios"
Es importante destacar las diversas manifestaciones que
componen los Autos Sacramentales, las cuales las podemos agrupar
en tres categorías, las cuales nos servirán como
base para analizar su posterior sobrevivencia y
manifestación popular en la América Colonial y
Contemporánea.
- Elementos Líricos y Epicos: dado por la
preocupación de los poetas y autores de este tipo de
piezas, por revestir en sus obras de una Forma Dogmática
y teológica. Aunque muchas veces se incluían
glosas alusivas a cantarcillos populares. - Elementos Dramáticos: conformados por
elementos Técnicos y Dramaturgicos. - Elementos Psicologicos: Una viva
expresión, de la existencia anímica y colectiva a
través de alegorías y representaciones de la
masa. En donde se ven incluidos de forma real los diversos
hombres que constituían el universo,
interior de los rasgos psicológicos de todas las
clases
sociales.
El Auto Sacramental en
América
Los Orígenes de esta forma de
manifestación en nuestro continente, están dados
con la llegada de los primero Conquistadores y Misioneros a
quienes, convenía de sobremanera este tipo de
manifestaciones escénicas, para aprovecharlas en las
catequesis como forma de conquista espiritual frente al
indígena.
Las primeras representaciones en la América
colonial Hispánica, se pueden observar en México, en
donde es celebrada la primera festividad del Corpus, en 1529.
Años después en el día de San Juan, se
realizo en la ciudad de Tlaxcala, cuatro autos en
prosa.
De este mismo modo se tienen noticias de
otro auto efectuado en el año 1540, por Fray Andrés
de Olmos, escritos en lengua indígena. En los escenarios
de América sucedió lo mismo que con la antigua
escena sagrada española del siglo XI, en un comienzo muy
rudimentaria para dar paso a verdaderas manifestaciones sacras y
carnavalescas del fervor popular.
Uno de los factores que sirvió de fragua para la
realización de estos Autos, fue la disposición
indígena a celebrar "fiestas de disfraces", en
donde sé entremezclaban, lo cómico y lo grotesco.
Sin embargo estas fiestas distaban mucho, de la magnificencia y
el fervor que desataban estas fiestas en la Península
Ibérica, pero conservo la fecha y representatividad de la
fiesta del Corpus; sirviendo de base para la creación de
un sincretismo religioso, entre los autóctonos del
continente y los representantes de Vieracoxa , venidos desde mas
allá del océano.
En el caso del Perú, gracias a las
crónicas del Inca Garcilazo de la Vega, poseemos registros de
obras escritas por los misioneros Jesuitas para
los indios, en un lenguaje
bilingüe. Toda la representatividad y fervor popular que
producían estas fiestas, fue de muy difícil olvido
para los españoles venidos a esta nueva España,
registrándose en el año 1526, uno de los mayores
Autos Sacramentales, fue realizado en el Perú,
estableciéndose recompensas para el mejor Auto,
representado en las festividades del Corpus.
A finales del siglo XVII estas fiestas ya se encontraban
muy enraizadas dentro de la población, celebrándose los Autos
Sacramentales, en lugares públicos y a cargo de actores
profesionales, una de los autos más importante, fue el
realizado por Sor Juana Inés de la Cruz , quien
compuso diversos Autos, entre ellos "El divino
Narciso".
Del
Auto Sacramental, al Canto Popular y otras Manifestaciones del
Chile Popular
Si bien en nuestro país a diferencia de
España y de otras naciones de América, no existen
claros antecedentes que puedan demostrar la realización de
"Autos Sacramentales", en la magnitud y esplendor de los
otros países anteriormente mencionados. Podemos
señalar que en Chile ocurrió un tipo de
manifestación de carácter popular, la cual entremezclo
algunos elementos presentes en los "Autos Sacramentales",
como son los elementos "Líricos, Poéticos,
Dramáticos y Psicológicos", los cuales
constituyeron la base de lo que posteriormente se habría
de llamar "Los Cantos Populares a lo Divino". Es
aquí en donde se mezclan la poesía y la
lírica, como forma de alabanza y de expresión del
bajo pueblo, frente a una iglesia, poco representativa
oligárquica y elitista "Latente contradicción entre
Religión Oficial y religión Popular, presente desde
los orígenes de la sociedad colonial".
Los orígenes del Canto a lo Divino, lo podemos
encontrar en la poesía franciscana de Iñigo de
Mendoza y de Alfonso Montecinos, ambos autores pertenecientes al
otoño medieval del siglo XV, quienes influencian los
cantos chilenos por el Apocalipsis. En Chile el "Canto a lo
Divino", fue una forma común en la literatura colonial de
los siglo XVI y XVII, sin embargo es a partir del siglo XVIII en
donde pasa a ser un tipo de manifestación poética
"rural y popular", alcanzando su periodo de máximo
esplendor durante mediados del 1800 e inicios del 1900. Una de
las principales características de este tipo de
manifestación, lo constituye la adoración
religiosa, presente en las procesiones populares de alabanza a la
divinidad en las cuales intervienen el fervor religioso, lo
carnavalesco y lo profano; unidos a los misterios de la
Pasión y Resurrección, la celebración de la
Navidad (como
el Carnaval del Pobre) y las fiestas realizadas a Los
Santos.
Una de las representaciones mas importantes realizadas
en Chile, con motivo de las conmemoraciones de semana Santa, era
celebrada en la ciudad de Quillota en donde se alababa el
"Santo Entierro de Cristo" .
El origen de esta celebración databa desde el
año 1776, en donde se celebraba con una procesión
el "Santo Entierro de Cristo". Esta manifestación
era celebrada en la noche del Viernes Santo, teniendo la
característica que en ves de presentar la clásica
urna de cristal, con la imagen de Cristo
Muerto, exhibían en procesión la imagen de un
Pelicano, confeccionado de madera espejos
y resortes, los cuales daban movimientos a sus alas. Esta idea
del Pelicano como representación de Cristo tenia su origen
en un auto sacramental, realizado por Lope de Vega, en donde esta
ave según la tradición, se perforaba a sí
mismo el pecho para alimentar con su sangre a sus
crías, de esta misma forma Cristo se daba muerte a
sí, mismo para con su sangre salvar nuestra
alma.
El Pelicano pasa a ser, un símbolo de las masas
rurales, como un compendio de la actitud
amorosa y compasiva de la naturaleza ante la muerte del
Mesías. Esta celebración fue haciéndose
patrimonio de
las clases populares, quienes recibían con jubilo el paso
del ave que transportaba el cuerpo del Mesías. Una de las
muestras de fervor popular hacia la representación
Cristica del Pelicano, lo constituyen obras poéticas como
las registradas por Rosa Araneda;
Pelicano misterioso
Te picas el corazón
Para ayudarle a morir
Al martir de la pasión
Es un signo de nobleza
si espiras lleno de gozo,
subes al cielo glorioso
donde el Dios
infinito
A través de la celebración de la
"Semana Santa Quillotana", vemos como se unen elementos
propios de los Autos Sacramentales, tales como la Poesía y
la Técnica acompañados del elemento
Psicológico popular, manifestado a través de la
imagen del Pelicano. Esta celebración vio su fin el
año 1906, fecha en que un terremoto destruyo por completo
el anda del pelicano.
Otra de las manifestaciones populares, relacionadas con
los misterios de la resurrección Chile, lo constituya la
quema de Judas. Esta celebración consistía en un
rito carnavalesco en donde se construía un muñeco
(Pelele), el cual representaba la figura de Judas Iscariote, la
cual era quemada el día de Pascua de Resurrección.
El significado de esta fiesta radicaba, en el derrocamiento
simbólico de los poderes de la Muerte,
mediante la destrucción de un pelele (muñeco), a
través de su quema o purificación a por medio del
fuego.
Esta fiesta era ante todo un "Carnaval Campesino" en
donde el pueblo representaba en la figura de Judas, la
destrucción simbólica del poder
oligárquico represivo.
Esta fiesta era comúnmente celebrada en la
región central de nuestro país, siendo el regocijo
de las clases populares. En la actualidad esta celebración
se continua realizando en las ciudades de Melipilla, Talagante y
Valparaíso.
Como forma de conclusión de este trabajo, podemos
señalar que si bien y como lo habíamos expuesto con
anterioridad en Chile, no existen registro celebraciones de Autos
Sacramentales, con la magnificencia y fastuosidad de como eran
conocidos en la península Ibérica, podemos
señalar que en el caso de Chile el, Auto Sacramental en su
genero Literario, derivo a un tipo de manifestación
autóctona y muy particular. Como son los Cantos Populares
a lo Divino, los cuales encontraron su máximo esplendor
durante mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, como
forma de expresión popular hacia la divinidad, cargada de
ribetes críticos hacia las clases oligárquicas
políticas y religiosas de nuestro
país. Intentando hacer sentir a través de
manifestaciones carnavalescas y fervorosas la fe de las clases
populares y su anhelo de justicia y
libertad.
Podemos señalar que este tipo de manifestaciones,
si bien no poseen las mismas características de
antaño, aun son celebradas por las clases populares; como
es el caso de la quema de Judas, coplas y payas hacia la Virgen
realizadas en los sectores rurales de la V, VI, VII y VIII,
regiones; y fiestas manifestadas a santos en particular como es
el caso de la Fiesta en honor a San Pedro o san
Sebastián.
Loveluck Juan, "Autos Sacramentales" Ed. Zigzag,
Santiago 1954.
Salinas campos Maximiliano, "Canto a Lo divino y a la
Religión Popular en Chile"
Pfandl Ludwing "historia de la literatura nacional
española en la edad de oro",
ed. Seix Barral 1964
Luis Emilio Romero R.
Universidad Arcis
Carrera de Lic. En Historia y C. Sociales
Cátedra de Historial Medieval y
Moderna