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El conflicto
entre Irán e Irak por
cuestión de fronteras es una herencia de las
disputas entre los imperios persa y otomano. Al independizarse,
Irak tenía soberanía total sobre el canal de Shatt al
Arab, donde confluyen los ríos Tigris y Eufrates por un
corto trayecto antes de desembocar en el Golfo Pérsico,
único acceso iraquí al mar.
UN ESTADO SIN
NACION
Irak es un territorio configurado por vía de un
acuerdo secreto que Francia e
Inglaterra
produjeron durante la primera guerra
mundial. Ese acuerdo estableció las fronteras de la
mayoría de los países que hoy se encuentran en la
Península Arábica. Una vez derrotado el Imperio
Otomano, Francia retuvo control sobre lo
que hoy es Siria y el Líbano; la Gran Bretaña
mantuvo el control sobre Palestina y ciertas ciudades y puertos
del Golfo Pérsico. Turquía, Irak, Arabia Saudita y
otros territorios surgieron casi como resultado de la geometría con que se dibujaron las
líneas sobre el papel en que trazaron los mapas.
La resultante ha sido una sociedad
dividida en tribus que se deslindan por vertientes religiosas.
Estas tres tribus ( Chiítas, Sunitas y Kurdos )
están divididas en clanes y estos en familias. Para colmo,
etnias que se odian han sido forzadas a convivir compartiendo
territorios y gobiernos que las oprimen.
Irán o Persia, como se le conocía en la
antigüedad, no es un país árabe. No obstante,
la región occidental de Irán está poblada
por Chiítas, Musulmanes de tendencia más radical
que han sido perseguidos y oprimidos en Irak por la
minoría Sunita. Irak ganó la guerra pero el
botín fue nulo debido a la resistencia feroz
que presentó Irán. La carnicería desatada
contra Irán fue entonces dirigida contra los
Chiítas iraquíes del sur y los Kurdos del norte de
Irak. Contra los Kurdos Sadám Hussein desató una
campaña de exterminio en venganza por haberse
rebelado.
En 1969 el Sha Mohamet Reza Pahlevi de Irán Para
desestabilizar al gobierno
iraquí, apoyó activamente proporcionando armas e inteligencia
militar a los separatistas kurdos ( facción radical al
norte de Irak y sur de Turquía que busca su independencia
). Pahlevi y Saddam Hussein (entonces vicepresidente
iraquí) firmaron un acuerdo en Argel, el 6 de marzo de
1975, que constaba de los siguientes puntos:
- El reconocimiento de las fronteras terrestres
establecidas en 1914. - La división del canal Shatt-al-Arab por la
línea del talweg (la de mayor profundidad) lo que
otorgó a Irán acceso propio para su
refinería de Abadán. - Bloqueo de fronteras a grupos
armados.
La interpretación acerca del lugar en que
corría la frontera era
por completo antitética de modo que Irak consideraba que
el río era suyo e Irán juzgaba que, siendo
internacional, le correspondía la mitad de la zona de
desembocadura.
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En 1978 el gobierno iraní exigió que el
Ayatolah Jomeini dejara de realizar actividades políticas
contra el Sha desde su exilio en Bagdad. La Revolución
iraní contenía amenazas claras para la estabilidad
iraquí no sólo porque los iraníes
infiltraron saboteadores en el país vecino en ayuda de la
sublevación kurda sino porque en él había
una importante población chiíta e incluso esta
versión de la religión musulmana
había tenido allí su origen y primer desarrollo. El
mismo Jomeini, que había vivido allí ( En Irak )
nada menos que catorce años, juzgaba que el Baas, el
partido único laico de Irak, había prostituido la
religión islámica. Irak expulsó al líder
religioso iraní, que debió buscar refugio en
Francia.
Después del derrocamiento del Sha en 1979,
Irán no consideró ni respeto los
acuerdos firmados por el Sha. Los incidentes fronterizos se
multiplicaron. El gobierno de Bagdad sostuvo que como el Acuerdo
de Argel ya no existía, tenía soberanía
exclusiva sobre la totalidad del canal Shatt-al-Arab, dejando a
Irán sin salida al mar.
El 22 de septiembre de 1980 el Consejo de mando de la
Revolución, el supremo órgano del Partido Baas y
del Estado iraquí, dio la orden de "dar golpes disuasorios
a los objetivos
militares iraníes". Pese a conseguir avances en torno a 80-120
kilómetros, no fue suficiente para doblegar la resistencia
de las milicias iraníes formadas por los Guardianes de la
Revolución. Con ello comenzó una guerra que
acabó por complicar la situación en el
Medio
Oriente. Irak
encontró apoyo de Arabia Saudita y Jordania en un frente
destinado a frenar la "exportación" de la revolución
iraní a todo el Golfo Pérsico. Por otro lado, Siria
(permanente opositor de Irak) y Libia apoyaron a
Irán.
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Con los años, la situación militar se
estancó. Los diversos intentos de mediación y
múltiples exhortaciones a cesar el fuego por parte de las
Naciones Unidas
fueron infructuosos. La guerra causó más de un
millón de bajas y un importante número de heridos.
Dos tercios de esa cifra corresponden al ejército
iraní.
Desde la formación del estado Judío,
entre Israel e Irak
había existido una situación de guerra no
declarada. Israel había confiado en que sus fuerzas
convencionales podían derrotar a Irak. Pero en 1977,
Israel descubrió que el gobierno Francés, le
había proporcionado capacidad nuclear, habiendo enviado un
reactor junto con "asistencia técnica" a Irak. La
instalación se encontraba en Al Tuweitha, al norte de
Bagdad. Para Octubre de 1980, el debate de
bombardear las instalaciones nucleares al norte de Irak ocupaba
todas las reuniones de gabinete del primer ministro Menagem
Begin. Hasta que el 15 de marzo de 1981 se ordeno el ataque, el
cual fue una obra maestra de la táctica. 8 cazabombarderos
F-16, escoltados por 6 cazas F-15, pasaron en vuelo rasante sobre
las dunas y el jordán antes de partir como rayos hacia
Irak. Llegaron al blanco en el momento preciso, a las 5:34 de la
tarde hora local, minutos después de que el personal
francés abandonara el lugar. Hubo 9 bajas. La planta
nuclear quedo reducida a escombros. El escuadrón regreso a
bases Israelíes sin novedad.
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A comienzos de 1986, la
marina de EEUU ingresó al Golfo Persico para "proteger" la
navegación y asegurar el suministro de petróleo a sus aliados de Occidente.
Irán minó el estrecho de Ormuz y utilizó
lanchas rápidas para realizar esporádicos ataques,
pero no pudo evitar el control norteamericano sobre la
navegación de la región.
Estados Unidos, que abasteció de armas a
Arabia Saudita, Jordania y Kuwait, brindó información de inteligencia al gobierno
iraquí, vendió en secreto armas a Irán para
obtener la liberación de rehenes. Pretendía
así fortalecer "sectores moderados" del gobierno
iraní, o simplemente prolongar la guerra. Israel, que fue
intermediario en las ventas, estaba
interesado en este último efecto, que dejaba fuera de
combate a los dos ejércitos islámicos más
importantes luego del egipcio.
De esta manera se plantaron las semillas de lo que se
convertiría en el escándalo Irán –
Contras. El coronel de marina Oliver North fue puesto a cargo de
la entrega de armas. En total, Irán recibió 128
tanques norteamericanos, 200,000 cohetes Katysha requisados en el
Líbano, 10,000 toneladas de obuses de todo calibre, 3,000
misiles aire –
aire, 4,000 rifles de asalto, y casi 50,000,000 de municiones.
Desde la base aérea de Marama, en Arizona, más de
4,000 misiles TOW fueron trasladados a Guatemala (
Pasando por Uruapan, Michoacán, México )
para proseguir desde allí su camino hacia Tel Aviv. Desde
Polonia y Bulgaria 8,000 misiles SAM 7 fueron embarcados, junto
con 1,000 AK-47. China
aportó cientos de misiles navales "Gusano de seda",
Autos
blindados y transportes anfibios. Suecia mandó proyectiles
de artillería de 105 mm y Bélgica, misiles aire
– aire. Las armas fueron embarcadas con certificados que
indicaban Israel como destino final. Desde las bases
aéreas del Negev, se enviaban las armas a Teherán
en aviones de transporte
especialmente contratados.
Desde 1984 a 1988 iraníes e iraquíes,
impotentes para vencer en el campo de batalla, se dedicaron a
bombardear las ciudades del adversario sin el menor inconveniente
para alcanzar a la población civil. Además,
deseosos de estrangular la capacidad económica enemiga,
atacaron a los petroleros provocando la
internacionalización del conflicto. Desde marzo de 1987
los norteamericanos reforzaron su presencia militar en la zona
para proteger la navegación pero jugando también un
papel ambivalente, pues si apoyaban a Irak de cara al exterior
tampoco tuvieron inconveniente en proporcionar armas a
Irán siguiendo una vía subterránea; en
realidad, apoyaron siempre al beligerante que estaba en peores
condiciones. La guerra, de cualquier manera, había
adquirido unas características de brutalidad inusitadas
por ambas partes: ya en sólo los tres primeros años
de la misma, fuentes
occidentales calculaban el número de muertos en varios
centenares de miles. En total pudo haberse producido un
millón de muertos, dos de heridos y otros tantos de
refugiados. Irán perdió la refinería de
Abadán y hubo de recurrir a las importaciones
para tener productos
derivados del
petróleo. Los norteamericanos perdieron una fragata de
su fuerza naval
destinada a controlar las rutas marítimas. Finalmente,
después de que los ataques del Ejército
iraní sobre las posiciones iraquíes resultaran
durante los primeros meses de 1988, tan carentes de efectividad
como los realizados por Irak en 1980. Finalmente, las
dificultades económicas acabaron por doblegar a Jomeini de
su negativa testaruda a cualquier tipo de acuerdo negociado. En
agosto de 1988 Irán aceptó un cese el fuego que
había sido previamente elaborado por las Naciones Unidas,
Jomeini acabó aceptando una resolución de la
ONU que
imponía la paz. El 20 de agosto de 1988 se anunció
un armisticio, que puso fin a la guerra. Con la mediación
de las Naciones Unidas se logró el cese del fuego, pero no
se firmó un acuerdo de paz por discrepancias sobre el tema
de fondo, que era la frontera.
Pese a ser visto como un freno a la expansión del
islamismo radical de Jomeini, el régimen de Saddam Hussein
empezó a ser cuestionado internacionalmente ante la
evidencia de la utilización de armas químicas
contra los iraníes y contra la propia población
kurda del norte de Irak.
En cuanto al acuerdo fronterizo entre las 2 naciones se
alcanzó a fines de 1990, después de la
invasión iraquí a Kuwait. En ese momento el
gobierno de Bagdad accedió a todas las exigencias
iraníes, a fin de asegurarse la neutralidad de este
país en su conflicto con Estados Unidos.
- Cuando no los pinches gringos haciendo de la suyas y
todo para seguir buscando el tan poderoso billete verde y
el
petróleo. - Se han metido en todas partes del mundo para "apoyar
diferentes causas nobles " desde Afganistán, Irak,
Irán, Panamá,
Guatemala, Nicaragua, Cuba, y
claro que por supuesto MEXICO. Hasta que les toco un poco del
mal que han hecho, ya vieron que no son infalibles tal como
quedo demostrado el 11 de Septiembre del 2001. - Me pregunto porque no se metieron en la guerra de la
ex Yugoslavia, será porque no había nada
qué llevarse ó qué perseguir; como lo han
hecho hasta ahora con Irak al que han devastado por completo en
lo económico y al cual siguen saqueándole su
petróleo. - No escarmientan ni con lo que les paso en Vietnam,
Corea, Angola, etc. Lo bueno es que como dice un viejo
refrán
popular……………….. " No
hay mal que dure 100 años ".
Autor:
E. Pérez