- Resumen
- Cuba: importante tradición
cultural - Una gran mujer
- Entre los primeros músicos
del mundo - En el salón de la fama del
cine - El orgullo de la
Isla - La deserción del
compañero de Alicia - Derechos Humanos y
Cultura - Solo viejas
figuras - Alicia Alonso: eterna aliada
castrista - Carpentier y su
pasión castrista - Limitados
resultados - Fuentes
Al igual que los extintos regímenes socialistas
de Europa Oriental
(Checoslovaquia, República Democrática de Alemania,
Hungría, Polonia, Unión Soviética), la
cultura bajo el régimen de Fidel Castro
se ha convertido en una máscara para conquistar
simpatías internacionales, espe-
cialmente en la zona de los países en vías
de desarrollo, la
mayoría de ellos con tristes capítulos
anticulturales durante gobiernos dictatoriales
anticomunistas
–Hugo Bánzer Suárez (Bolivia:
1971-1978),
-Hastings Kamuzu Banda (Malawi: 1966-1994),
-Alberto Kenya Fujimori Fujimori
(Perú:1992-2000),
-Anastacio Somoza Debayle (Nicaragua:
1967-1972/1974-1979),
-Augusto José Ramón
Pinochet Ugarte (1973-1990),
-Suharto (Indonesia:1967-1998)
– y regímenes democráticos
–Fernando Collor de Mello (Brasil:
1990-1992),
–Corazón
Aquino (Filipinas: 1986-1992).
"Dictadura y
Cultura:El Régimen de Fidel Castro" es una exposición
de la realidad cultural de la Revolución
Cubana (1959-), dejando de lado todo tipo de
apasionamientos.
Asimismo, en las siguientes páginas, presentamos
diversos perfiles de los principales artistas de la
Isla.
Lo común y corriente es que una dictadura
extermine por completo a la Cultura, ejemplos sobran desde
Alberto Fujimori hasta Pol Pot. Augusto Pinochet no apoyó
a la cultura chilena por sus fuertes nexos con la izquierda,
entre sus principales víctimas se encontró el
folclorista Víctor Jara,
quien fue asesinado brutalmente en el Estadio Nacional
de Santiago en 1973.
Sin embargo existe otra corriente de dictadura que se
enfrasca en auspiciar programas
culturales con el fin de marcar diferencia con el clásico
modelo de una
dictadura anticultura: la Revolución
Cubana.
A decir verdad, el régimen dictatorial de Fidel
Castro no ha logrado superar a la época dorada de la
cultura cubana, pese a la extensa ayuda
soviética.
Por lo general se cree equivocadamente que lo mejor de
la cultura de América
y de las naciones del Tercer Mundo se concentra en el seno de la
Revolución Cubana. Asimismo, se piensa que Cuba antes de
la Revolución era un país totalmente desvinculado
de la cultura.
Lo cierto es que la Revolución Cubana está
muy lejos de ser un ejemplo cultural en el Tercer Mundo y con
plena seguridad el
pasado cultural de Cuba fue el mejor de toda su historia.
Al respecto, importantes compositores musicales se han
inspirado en las melodías y ritmos de la música
afrocubana :Louis Gottschalk (1829-69), George Gershwin
(1898-37) y Aaron Copland (1900-90). El estadounidense Gershwin
es autor de la genial obra Cuban overture. Durante una
visita a la Isla, Copland se quedó maravillado por la
riqueza de los bailes típicos, ritmos posteriormente
adoptados por algunos músicos norteamericanos.
Entanto, en la década de los treinta, el
músico español
Xavier Cugat se convierte en uno de
los principales admiradores de la música criolla.
Hasta 1960, Cuba recibió la visita de extraordinarios
artistas y grupos musicales:
Ignacy Pederewski ofreció diversos conciertos en 1917;
Anna Pavlova se presentó en 1917 y 1919; Arthur Rubinstein
viajó a La Habana en 1919; el tenor Enrique Carusso estuvo
en 1920; Sergei Rachmaninov en 1922; y conciertos de
Andrés Segovia y Pablo Casals en 1923.
La zona caribeña ,crisol de razas europeas,
asiáticas, africanas e indígenas, es un rico
emporio de la cultura mundial. De esta región han surgido
expresiones artísticas que han enriquecido la cultura del
Mundo del Atlántico, como son la música, la
danza, la
pintura y la
literatura.
Entanto, existen países caribeños que
exhiben orgullosamente aportes directos a la cultura
de la humanidad, a pesar de la pobreza y las
escasas oportunidades.
La pequeña Jamaica es cuna del mundialmente
reggae, un estilo musical que causó furor en Europa
Occidental y Estados Unidos
durante los años sesenta y setenta.
3.CUBA: IMPORTANTE
TRADICION CULTURAL:
« ..el señor Lecuona es un joven,
prodigioso técnico del piano y un incansable derrochador
de melodías. Favorece la música moderna con su
capacidad de ejecutante, interpretando la Rhapsody in blue de
Gershwin, que nadie puede tocar como él, y producciones de
Nin y Falla… », I.Morse Jo-
nes, Los Angeles Times, noviembre de 1931.
Antes de la llegada de la Revolución Cubana, el
mayor orgullo de los cubanos era precisamente su riqueza
cultural, desde la música y pintura hasta la danza y
literatura, a pesar de la escasa población, reducido territorio y ausencia
de apoyo internacional. Cuando los reyes de España
visitaron por primera vez la República Popular de China, en
1978, los anfitriones asiáticos ofrecieron un maravilloso
banquete de lo mejor de la gastronomía cantonesa, pero durante la cena
Don Juan Carlos de Borbón y Doña Sofía
escuchaban fascinados como una orquesta de Beijing tocaba las
melodías de la célebre La malagueña,
aquella inolvidable pieza musical que hizo famosa a España
en los cinco continentes.
Para sorpresa de los propios chinos y de los invitados,
el autor de aquella música era el genial Ernesto Lecuona,
el compositor y pianista nacido el 6 de agosto de 1895 en
Guanabacoa, provincia de La Habana.
En el primer decenio del siglo XX, el compositor musical
Eduardo Sánchez estreno la obra Dolorosa, una de
sus mejores creaciones musicales.
Considerado uno de los mejores talentos
artísticos de Cuba, él es el padre de la famosa
habanera Tú, sin lugar a dudas su máxima
obra maestra que se extendió a lo largo y ancho de
América
Latina y Europa, especialmente España, donde tuvo el
nombre de La Habanera de los repatriados. Durante esta
época, Sánchez Fuentes
produjo una vasta coleción de óperas, suites y
ritmos tradicionales.
En 1911 el músico cubano Gonzalo Roig sorprende
al mundo al componer la canción Quiéreme
mucho, que rápidamente se transformó en el
primer èxito internacional del género del
bolero. Después de este suceso, el bolero inició
toda una época de oro por
América Latina, como Cuba y México
como principales capitales. Entre sus máximos exponentes
figuran los cantantes Agustín Lara, Benny Moré y
Luis Miguel.
En este mismo año, murió Claudio
José Domingo Brindis de Salas, uno de los mejores
pianistas del planeta. Fue el primer latinoamericano que
ganó prestigio como pianista de categoría
internacional, título que posteriormente lo
ganarían el boliviano Jaime Laredo, la trinitaria Hazel
Scott y el famoso chileno Claudio Arrau.
Su extraordinario talento encontró especial
acogida en los círculos culturales de las
monarquías europeas. Llamado «el Paganini
negro », en honor a su raza y talento, Brindis de
Salas dejo gratos recuerdos en Francia y
Haití : destacó en el Conservatorio de
París y fundó el Conservatorio de Puerto
Príncipe. Aunque cubano de nacimiento, posteriormente
adoptó la nacionalidad
alemana al casarse con una bella dama germana.
En los años veinte y treinta, el compositor
Amadeo Roldán logró resonantes éxitos
internacionales producto de su
trabajo de
persecusión afrocubana como aporte en el concepto
orquestal. En 1931, las composiciones de Roldán, como
Rítmicas y Los tres toques, causaron grata
impresión en París durante los conciertos
internacionales de música sinfónica.
Otro importante compositor cubano fue Alejandro
García Catarla, uno de los principales pioneros de la
escuela de la
música afrocubana en el marco de la música
sinfónica, con interesantes piezas como La rumba,
Tres danzas cubanas , Yamba-o y Suite
cubana. Por otra parte destacó el talento de
Joaquín Nin, entre los mejores pianistas de las
Americas.
Maestro de Ernesto Lecuona en Espana, Nin también
tuvo una importante participación como compositor musical.
Al igual que Roldán y Nin, fue el apogeo musical del
compositor Eliseo Grenet, con justicia, uno
de los máximos exponentes de la zarzuela, destacando su
obra Virgen Morena, que obtuvo fama por muchos años
en Madrid,
Barcelona y Sevilla. Con el respaldo de Grenet y Gonzalo Roig, La
Habana floreció como la segunda capital
universal de la zarzuela. A partir de este momento, los cubanos
Mario Bauza y Don Aspiazu se convierten en los principales
representantes de la época de oro de las grandes orquestas
de música latinoamericana de Nueva York.
En las décadas de los cuarenta y cincuenta, en
Estados Unidos , Mario Bauza organizó una orquesta que
mezcla los ritmos afrocubanos y el jazz norteamericano. En este
mismo escenario, la Orquesta de Machito y sus Afrocubanos estrena
el tema musical Tanga, obra pionera en el estilo
latín jazz. En 1946, en mérito a sus grandes
cualidades artísticas, el pianista cubano Jorge Bonet es
nombrado director musical del cuartel estadounidense en Japón.Tres años después, el
gobierno mexicano
otorgó la orden Aguila Azteca al crítico teatral
Marty Francois Baquer, la orden más alta que concede
México.
Cinco años después, la pieza musical de
Dámaso Pérez Mambo 8, causa furor alrededor de todo
el planeta. El manbo es una mezcla de ritmos afrocubanos adaptado
a la línea del jazz Bard.
En el campo de la pintura, Eduardo Abela expone sus
obras en el Salón de Artistas Franceses de París,
al lado de los mejores pintores del orbe. En 1930, los pintores
Juan Emilio Hernández y Concepción Ferrant
conquistaron los primeros lugares en el Premio Exposición
de Sevilla, grata experiencia que lo vivió la artista
Maria Capdevila en 1905.
Por la fuerte oposición de los artistas y
músicos de no aceptar una cultura bajo la política de un
gobierno dictatorial, la época de oro de la cultura cubana
ha sido practicamente borrada por el régimen de Fidel
Castro, por ello no sorprende mucho que injustamente se ignore
los aportes a la cultura universal de Lydia Cabrera, Ernesto
Lecuona, Joaquín Nin, Mario Bauza, Jorge Bonet, Don
Aspiazu, Desi Arnaz y César Romero.
4.UNA GRAN MUJER:
Elogiada por intelectuales
de la estatura de Carmen Conde, Federico García Lorca y
Gabriela Mistral, la escritora cubana Lydia Cabrera partió
al exilio defraudada por la ausencia de libertad
artística en la Isla.
La antropóloga, investigadora y escritora Cabrera
fue una de las primeras intelectuales que destacó la
importancia de las raíces africanas de la cultura
latinoamericana, especialmente en la región
caribeña. "Los Cuentos negros
de Lydia Cabrera constituyen una obra una obra única en
nuestra literatura, logrando situar a la mitología antillana en la categoría
de los valores
universales », señalo cierta vez el novelista
Alejo Carpentier.
En 1954 publicó El monte, obra que por
razones políticas
no tuvo el reconocimiento internacional que mereció: "El
mejor libro cubano
de todos los tiempos lo escribió una mujer: El monte, de
Lydia Cabrera.
A este libro no le han hecho caso en ninguna parte, no
porque esté escrito por una mujer, sino porque Lydia
Cabrera está en el exilio desde 1960", sostuvo en los anos
ochenta el escritor Guillermo Cabrera Infante. Con diversas obras
como Yemayá Ochun, La laguna sagrada de San
Joaquín, La Regla Kimbisa del San Cristo del buen
viaje, Anafoniana, Los animales en la
magia y el folclore de Cuba y La lengua sagrada
de los nanigos, la escritora cubana se encuentra en la misma
situación de la pintora mexicana Frida Kahlo antes de que
el investigador estadounidense Hayden Herrera publicara su
apasionante biografia Frida : A Biography of Frida
Kahlo (1983).
El 18 de septiembre de 1991, Cabrera muere en los
Estados Unidos, dejando el legado de una importante obra
afrocubana como parte del orgullo nacional de la Isla.
5.ENTRE LOS PRIMEROS
MUSICOS DEL MUNDO:
Admirado por Placido Domingo y Federico Fellini, el
músico Lecuona fue uno de los extraordinarios talentos de
la humanidad surgidos en el siglo XX. Se afirma que desde
temprana edad recibió clases de piano y música bajo
la dirección de su hermana Ernestina, una
respetada pianista de la época.
Con un fino oído y una
gran habilidad en el teclado, a los
cinco años de edad causó admiración al
ejecutar las obras para piano Las campanadas y Gigantes
y cabezudos, lo cual le otorgó la categoría de
prodigio musical en la sociedad
cubana. En el Conservatorio Musical de La Habana, Lecuona se
presenta como un gran proyecto musical
en medio de elogios y aplausos de los especialistas.
Después de llevar estudios musicales en Madrid,
el joven se especializa en la llamada música culta, pero
no bandona la música de su país de origen. Asimismo
de la mezcla de la música europea y cubana surgieron
algunas de sus numerosas composiciones como la recordada
Siempre en mi corazón y Noche
azul.
También zarzuelas con sabor tropical, entre ellas
María la O, Rosa la china, Lola
Cruz, El batey, La tierra de venus,
Nina Rita, El maizal, La plaza de la
catedral y El cafetal.
Entre sus primeras composiciones famosas destacó
la obra para piano La comparsa, estrenada en 1912, genuino
trabajo musical que prácticamente se alzó como la
partida de nacimiento y el justo reconocimiento internacional a
la música afrocubana.
Posteriormente a su cargo de director de la Orquesta
Filarmónica de La Habana, el músico criollo
organizó Los Lecuona Boys, una orquesta que
recorrió diversos países tocando música
básicamente cubana. En 1929 el compositor estrenó
en los Estados Unidos Siboney, otro gran paso en la
internacionalización de la música
antillana.
También compuso hermosas piezas para piano de
estilo típicamente español como La malaguena
y Andalucia. Asimismo en este género es importante
resaltar la obra Rapsodia negra.
En tanto en honor a la Isla compuso los ritmos
afrocubanos Para vigo me voy y Karabali. Sin
embargo sorprendió al mundo al presentar Danza y
Danza lucumi, composiciones netamente africanas. A decir
de los especialistas, muy pocos compositores en el mundo se
acerquen a la gigantesca y variada producción musical de Lecuona, que incluye
títulos como Juventud, Es un golfo, Sin
nombre, Como presiento, Aquella tarde, Sor
Ines, La de Jesús María, A la
antigua, Ahí viene el chino, Maracas, El
zunzun y Damisela.
La llegada de la Revolución Cubana fue un golpe
mortal para Lecuona, pues lo alejó para siempre de su
patria, un dolor que llevó hasta el día de su
muerte.
Como la mayoría de intelectuales y artistas
más importantes de la Isla, rechazó ser miembro
cultural de la propaganda
política del régimen castrista. Al poco tiempo, el
único artista anticastrista aceptado en el Bolshoi de la
URSS, pasó al exilio en España, donde murió
en 1963. Antes de morir, Lecuona solicitó de forma muy
especial que sus restos sean enviados a Cuba solo el día
en que no exista una dictadura.
6.EN EL SALON DE LA
FAMA DEL CINE
A pesar de sus raíces españolas, el
cineasta Nestor Almendros siempre considero a Cuba como su
primera patria por ser la tierra que
otorgo refugio a su familia cuando
él apenas era un niño. Después de estudiar
filosofia,
letras y artes cinematográficas en la Universidad de La
Habana
,Almendros se inclinó por incursionar en el
cine,
conjuntamente con el novelista y cineasta Guillermo Cabrera
Infante.
Al poco tiempo empezó a producir sus primeros
cortometrajes. En los años cincuenta, su
preucupación por organizar una industria
cinematográfica cubana lo llevó a ser uno de los
miembros fundadores del Instituto del Cine, y después,
realizar el primer cineclub en la Isla. En los peores años
de la dictadura Batista, Almendros partió hacia los
Estados Unidos e Italia, donde
perfeccionó sus estudios cinematográficos,
especialmente en el Centro Spementale de Cinematografía de
Roma, instituto
que tuvo en sus aulas a Tomas Gutiérrez Alea, Fernando
Birri, Gabriel García
Márquez y Julio García Espinoza.
Al regresar a la Isla, el territorio cubano se
encontraba bajo los primeros años de la Revolución
Cubana, con una serie de amezas y persecuciones a los artistas e
intelectuales no aliados al nuevo régimen dictatorial. En
1962 fue expulsado de la Isla por un documental que no se
ajustaba a la política cultural de la
revolución.
Sin embargo, su exilio en Francia fue el nacimiento de
su internacionalización como cineasta: ganó mucha
experiencia al trabajar al lado de Francois Trauffaut y Eric
Rohmer, dos consagrados cineastas de Europa.
Pronto, figuró como director fotográfico
en muchas películas de Barbet Schroeder, Roger Corman y
Vicente Aranda. No hay duda que 1979 fue un año especial
en la biografia profesional de aquel cubano-español que
salió de la Isla por razones políticas, pues obtuvo
el premio Oscar por su fotografía
en la película Los días del cielo, del
cineasta Terence Malik.
En los siguientes años recibió numerosos
galardones y nominaciones por su trabajo fotográfico en
algunas de las películas más populares de los
Estados Unidos, tales como Sophie`s choice (Alan Pakula) y Kramer
contra Kramer (Robert Benton).
Entre todas sus virtudes, Nestor destacó
ampliamente por ser un hombre
profundamente comprometido con el respeto de la
democracia y
los derechos humanos,
un atípico ejemplo en el mosaico de artistas e
intelectuales del Tercer Mundo que sutilmente olvidan la esencia
totalitaria de la Revolución Cubana.
En 1988, realizó Nadie escucha, un
documental sobre la realidad de los disidentes políticos
cubanos, tal vez el trabajo
más importante de una serie de documentales que
realizó sobre el perfil dictatorial del régimen
castrista. Como muy pocos artistas, durante su vida tuvo que
soportar tres exilios, experiencia que con el paso del tiempo se
transformó en una pasión por la
democracia.
En 1965 el escritor Guillermo Cabrera Infante
pasó a formar parte del grupo de
artistas e intelectuales de Cuba en el exilio. En este año
ganó el Premio Biblioteca Breve
Editorial Seix Barral. Posteriormente naturalizado
británico, en 1967 Cabrera Infante publicó Tres
tristes tigres, su máxima obra que lo llevó a
la fama internacional.
Dos años más tarde es el guionista oficial
del filme Carrera contra el destino, una película
que nació en Hollywood bajo la producción de la
20th Century Fox. En los años setenta publicó las
obras : Vista del amanecer el trópico (1974),
O (1975), Exorcismo de esti(l)o (1976), Arcadia
todas las noches (1978) y La Habana para un infante
difunto (1979).
En 1997 el escritor y cineasta cubano-británico
obtuvo el prestigioso Premio Miguel Cervantes
Saavedra, el mayor galardón que concede las letras de
Iberoamérica.
A partir de los últimos anos del decenio de los
noventa, su nombre figuró en la lista de candidatos
favoritos al Premio Nobel de Literatura, un hecho que se presenta
por primera vez en las letras de la Isla. En el 2005 murió
el famoso escritor.
8.LA DESERCION DEL
COMPAÑERO DE ALICIA :
Durante un compromiso artístico por Italia, en
octubre de 1992, el famoso bailarín cubano Jorge Esquivel,
emblema de la cultura de la Revolución, causó
sorpresa al mundo al recibir asilo político. Muchos no
entendieron como un hijo privilegiado por la Revolución
Castrista abandonaba la Isla en el peor momento de su
historia.
A principios del
decenio de los sesenta, Alicia Alonso descubrió en el
niño Jorge Esquivel a un magnífico proyecto para el
ballet cubano. No pasó mucho tiempo hasta que el joven
ingresó al Ballet Nacional de Cuba, donde descolló
como la segunda figura más importante en las giras
internacionales por el Mundo Soviético y algunos
países de Europa Occidental.
Sin embargo, su consagración entre los seis
bailarines más completos sobre la Tierra
llegó cuando fue electo partenaire de Alicia Alonso,
pareja artística que se alzó como el cerebro central
de la fama internacional del Ballet Nacional de Cuba.
El ciclo Esquivel-Alonso, causó mucha
impresión en el público y especialistas del ballet
del exterior por interpretar con singular arte el Pas de
Deux del segundo acto de Giselle y el adagio del segundo
acto de El lago de los cisnes, dos de las mejores obras del
ballet universal.
Como bailarín individual, Esquivel fue invitado
de honor en diversas compañias artísticas: Ballet
de la Scala de Milán (Italia), el American Ballet Theatre
de Nueva York, la Òpera de Budapest (Hungría), el
Ballet Bolshoi de Moscú y Les Grands Canadiens.
En tanto, su estatura profesional fue destacada por la
prensa
especializada en la prensa estadounidense y británica,
incluyendo comentarios interesantes en el Herald Tribune,
New York Times y el Financial Times de Londres. En
1982
Durante el VIII Festival Internacional de Ballet de La
Habana, ingresó como coreógrafo de la obra
Espiralia. "Para mi es de gran importancia este festival,
fundamentalmente porque está dedicado a las
coreografías latinoamericanas: las hay de Brasil, la
Argentina, México, Chile…Además, por la
importancia cultural y política que tiene. Se esta
haciendo un esfuerzo extraordinario para llevar mucha organización trabajo, no sólo de los
bailarines, sino también de todos los
compañeros ».
En los últimos años de los ochenta, el
bailarín cubano se dedicó a experimentar otras
formas de danzas, tanto dentro del Ballet de Camaguey, como en si
trabajo individual con el músico Leo Brouwer.
Después del exilio de diversos artistas e
intelectuales y del fallecimiento de figuras aliadas, el escritor
Carpentier y el poeta Guillen, el bailarín y
coreógrafo Esquivel se convirtió en una de las dos
personalidades de renombre internacioanl de la Revolución
Cubana.
Sin embargo, en 1992 el exilio político de
Esquivel presentó la cruda realidad del fracaso del
desarrollo de la político de la intolerencia
artística del gobierno cuano, pues no se trataba de una
figura cultural de la época prerrevolucionaria como el
pianista y compositor Ernesto Lecuona o escritores que elevaron
su prestigio internacional en la primera década de la
Revolución Cubana como Guillermo Cabrera Infante y Severo
Sarduy, sino en el primer y único artista de tono
internacional que nació bajo la sombra tropical de los
maratónicos discursos
antiestadounidenses de Fidel Castro Ruz.
9.DERECHOS HUMANOS Y CULTURA
CASTRISTA:
En la mayoría de los casos la intolerancia de las
tiranías hacia los escritores se transforma en claros
ejemplos de irracionalidad, tal fue el caso de Salman Rushdie, el
escritor angloindio autor de los Versos
Satánicos.
Antes de finalizar los años ochenta, la teocracia
gubernamental de Irán condeno a muerte al novelista por
supuestamente blasfemar a la religión musulmana en
su obra Versos Satánicos. Como ciudadano británico,
el gobierno de Margaret Thatcher le otorgó la seguridad
apropiada. "Puede ser una ironía en un Estado
auoritario, donde uno le debe lealtad al régimen, pero no
lo es en un democracia auténtica", respondió
Rushdie al ser interrogado sobre su condición de ciudadano
protegido del Reino Unido.
De hecho, una gran cantidad de escritores son asesinados
o forzados al exilio sobre todo en sociedades con
grupos terroristas y gobiernos tiránicos sin fuertes
presiones internacionales por el respeto de los derechos humanos,
tal como ocurre en Argelia, Myanmar, Bangladesh y
Cuba.
Tal vez una de las historias más
drámaticas de la supervivencia y lucha de un escritor
opositor dentro del marco de una tiranía se encuentre en
la vida y obra del singular novelista cubano Reinaldo
Arenas, autor de Celestino antes del alba (1967),
El mundo alucinante (1969) y El palacio de las
blanquísimas mofetas (1980).
Por su condición homosexual y como tenaz opositor
al régimen de Fidel Castro, el ex revolucionario nacido en
Holguin, pasó dos años en la prisión de El
Morro, uno de los antiguos campos de concentración del
régimen totalitario. Con anterioridad a los años
setenta, el gobierno cubano prohibió los derechos de
autor, lo cual perjudicó económica y moralmente
al escritor ganador del Premio de la Novela
Extranjera de Francia. "En realidad no he tenido ningún
derecho. En Cuba yo tenía muy pocos derechos o ninguno
puesto que los dechos los tiene el Estado y el
Estado es una persona.
Dentro de esta persecusión de todos los
intelectuales, el escritor es el peor enemigo. Se prohíben
los derechos de autor. Era un delito que se
hiciese un contrato, un
delito penado por la ley. Qué
ocurre entonces? Que aunque hay veintiuna ediciones de mis
libros, no he
ganado ni un centavo ».
Borrado de la intelectualidad cubana por su no
disimulado desprecio a la ausencia de libertad política y
a los derechos sexuales en la Revolución Cubana, en 1980
Arenas fue expulsado de la Isla a través del puente de
barcos de refugiados de Mariel.
Durante su exilio en Miami, escribió sin parar en
tajante respuesta a los años que perdió como
novelista mutilado por el gobierno dictatorial. Muchas de sus
obras reflejan su pasado en la Isla, destacando como testimonios
de la realidad de la Revolución Cubana: Otra vez el
mar (1982), La loma del ángel (1987), El
portero (1988) y Viaje a La Habana (1990). En
vísperas de su muerte, víctima del Sida,
publicó su famosa autobiografía titulada Antes
que caiga la noche, una novela que
refleja su vida en la dictadura castrista y su lucha por
sobrevivir como exiliado político en tierras
estadounidenses. La vida y obra de Arenas fue llevada al cine
bajo el título de su última novela, aunque se
combinan pasajes de otras novelas como
El mundo alucinante y El color del
verano. « Creo que es la voz de muchos cubanos a
quienes no hemos oído, una voz ultrajada llena de humor
que ha convertido el sufrimiento en extraordinaria
belleza.
De una vida de dificultades surgió una de las
voces con más talento de Latinoamérica. Su extraordinario talento lo
convirtió en una de las mayores espinas para el
régimen de Fidel Castro", o pino el cineasta Julian
Schnabel, responsable de la película Antes que caiga la
noche (2001).
A pesar del enorme apoyo y los no disimulados gastos
millonarios en la cultura, la Revolución Cubana
prácticamente ha congelado las conquistas y la
reputación internacional de la cultura cubana a tal punto
de convertirla en un instrumento preferido de su propaganda
política hacia las naciones del Tercer Mundo.
Con la excepción de figuras ya consagradas antes
de 1959, como Wilfredo Lam, Alicia Martínez del Hoyo
(Alicia Alonso), Alejo Carpentier, Francisco Repilado (Compay
Segundo) y Dulce Loynaz, la Revolución Cubana es un campo
infértil en la producción de artistas de talla
internacional, salvo algunas contadas figuras como Pablo
Milanes.
En el período 1924-38, el pintor Wilfredo Lam se
traslado a Espana con la meta de
perfeccionar su vocación artística en un
país cuna de grandes pintores como Pablo Picasso,
Francisco Goya y Joan Miro. Sin embargo, en 1938 optó por
buscar nuevos horizontes en Francia. En París, Lam se
codeará con los mejores pintores del momento: André
Breton, Tristan Tzara y Pablo Picasso.Más tarde, Picasso
le daría todo su respaldo:
"Nunca me equivoqué contigo. Eres un pintor, un
verdadero pintor, por eso te dije la primera vez que nos vimos
que me recordabas a otro hombre : a mi »,
sentenció cierta vez el maestro espanol. Décadas
después, Lam diría lo siguiente :
« Espana fue mi casa, mi baluarte, mi castillo, donde
me posesioné de mis armas de
combate". En este mismo ano, Picasso y el pintor cubano
expusieron en la Pearls Gallery de Nueva York.
A partir de los sesenta, el pintor Lam se convierte en
uno de los principales aliados de la Revolución Cubana.
Desde entonces el gobierno de Fidel Castro elevará hasta
lo más alto la figura del pintor de origen espanol con el
propósito de convertirlo en un icono de la
Revolución.
11.ALICIA ALONSO:
ETERNA ALIADA CASTRISTA
En los primeros decenios del siglo XX, nace la figura de
la bailarina Alicia Alonso. En la Escuela de Ballet de la
Sociedad Pro-Arte Musical de La Habana, la niña Alicia
Martínez del Hoyo, más tarde conocida mundialmente
como Alicia Alonso, inicia sus primeros contactos con la danza
moderna. Posteriormente, se traslada a los Estados Unidos donde
prosigue sus estudios artísticos con extraordinarios
maestros, incluyendo Enrico Zanfretta. En 1939 fue invitada a
participar en el American Ballet Caravan a raíz de sus
impresionantes presentaciones en Broadway.
A inicios de los años cuarenta se consagra en el
American Ballet Theatre de Nueva York al interpretar con singular
éxito a
Giselle. Al poco tiempo se presenta con la
categoría de "Prima ballerina" en los escenarios
más exigentes de América y Europa, dejando
comentarios positivos por su interpretación de importantes obras del
repertorio romántico y clásico
A finales de los cuarenta y principios de los cincuenta,
en La Habana funda el Ballet Alicia Alonso y la Escuela Oficial
de Ballet Alicia Alonso, una de las primeras instituciones
de su género en América Latina.
En los siguientes años se incorpora al Ballet
Ruso de Montecarlo. Aún cuando se persiguió a
muchos artistas e intelectuales , la bailarina Alonso se
convierte en una de las primeras figuras artísticas que
reconoce a la Revolución Cubana. Gran aliada de la
dictadura castrista, su reconocido arte internacional ha logrado
apaciguar las críticas contra el régimen castrista,
especialmente a partir de los años setenta. En 1961, ella
estrenó el ballet Primera cojugación, una
obra dedicada a exaltar la figura del revolucionario Ernesto
Che Guevara.
Nueve años más tarde, durante el marco del VII
Festival Internacional de Ballet de La Habana, presentó el
ballet Misión Korad, un homenaje a la misión
espacial URSS-Cuba, donde destacó el cosmonauta caribeno
Arnaldo Tamayo. Galardonada con títulos como la Orden
Àguila Azteca (México), Medalla de Oro del Gran
Teatro del Liceo
de Barcelona (Espana), Premio Anna Pavlova Universal Danza de
París (Francia), Orden del Trabajo de Vietnam y Orden
Blasco Nunez de Balboa de Panamá, su
nombre presenta a Cuba como el paraiso cultural del Tercer Mundo,
donde florece la cultura como un bien para todos, sin
distinción de razas, política y religión,
olvidando los casos del exilio de Guillermo Cabrera Infante,
Celia Cruz, Enrique Labraer Ruiz, Orlando Contreras, Reinaldo
Arenas, Gumersindo Barea y García, Juan José Sicre,
Marty Francois Baquer y Gastón Baquero.
12.CARPENTIER Y SU PASION
CASTRISTA :
No hay duda que las cuatro mejores obras de Alejo
Carpentier nacieron antes de la Revolución
Cubana : La música en Cuba, El reino de
este mundo, Los pasos perdidos y El siglo de las
luces. La primera obra es un libro completo sobre la
música afrocubana, que llevó más de cinco
años de investigación (1940-46). El reino de
este mundo es un encuentro con las primeras páginas de
la historia haitiana, libro que nació justamente
después de una visita del matrimonio
Carpentier a la ex colonia francesa.
Su tercera obra se inspiró en la selva
amazónica venezolana. El siglo de las luces recoge
la historia de la Revolución
Francesa. Desde 1960, Carpentier pasa a formar parte del
grupo de artistas e intelectuales que reconocen a la
Revolución Cubana. Durante los primeros años de la
Revolución, recibió diversos cargos como
vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de
Cuba y director ejecutivo de la Editora nacional de
Cuba.
Su fama internacional como escritor favorece a la
cultura revolucionaria. En 1962 Carpentier finalizó su
extensa obra El siglo de las luces. En los siguientes años
publicó Tientos y diferencias (1965), El derecho de
asilo (1972), El recurso del método y concierto
barroco (1974), La consagración de la primavera
(1977) y El arpa y la sombra (1979). En 1978
recibió el Premio Literario Cervantes Saavedra.
A diferencia del deporte cubano, el gobierno
socialista de Castro no encuentra la fórmula para
descubrir talentos que ocupen el sitial de la bailarina Alonso,
por ejemplo. A estas alturas, Cuba no posee un Wolle Soyinka, un
Fernando Botero o actrices de la talla de la brasileña
Gloria Pires.
Aunque los logros culturales son efímeros, la
Revolución Cubana aprovecha al máximo el poco
talento artístico para llevar a cabo una agresiva
propaganda cultural, donde se expone y se autoafirma, bajo el
sello de Fidel Castro y Armando Hart, que los artistas de la Cuba
Socialista
son los « mejores del planeta ». A
decir verdad, la poca humildad de la Revolución Cubana se
reduce a vivir de las hazanas pasadas de Alicia Alonso y Wilfredo
Lam, importantes aliados de la familia
Castro.
La literatura de la Revolución Cubana no registra
en los últimos cuarenta anos ningún escritor
talentoso de proyección internacional, una realidad que
jamás imaginaron Alejo Carpentier o Julio Cortazar, eternos
aliados de la Cuba castrista.
La mayoría de poetas o novelistas castristas
pierden su esencia intelectual por el excesivo culto que rinden a
la Revolución Cubana : Manuel Pereira (El comandante
veneno), José Soler Puig (El sol a plomo),
Manuel Cotino (La última mujer y el proximo combate),
Miguel Cossio (Sacchario), Joaquín Santana (Nocturno de la
bestia), Ezequiel Vieta (Vivir en Candonga), Jaime Sarusky (La
búsqueda), Lisandro Otero (La situación), Dora
Alonso (Tierra inerme) y Luis Armando Blanco (Ciudad rebelde).
Hasta 1990 la lealtad de estos escritores con el socialismo fue
sin lugar a dudas una de las más fuertes dentro del Mundo
Soviético.
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Alejandro Guevara Onofre
Lima – Perú
.
Apasionado escritor sobre asuntos del Tercer
Mundo.
En la actualidad realiza trabajos de
investigación sobre dictaduras.