Resumen:
La palabra domingo no se encuentra en la
Biblia, pero hay en el Nuevo Testamento ocho versículos
que mencionan "el primer día", es decir, el domingo. Los
Adventistas del Septimo día guardamos el Sábado
bíblico, instituido en la creación del planeta,
cuando no existia diferencias en razas. El Sábado es un
regalo de Dios al mundo entero.
El Domingo en el Nuevo
Testamento
La palabra domingo no se encuentra en la Biblia,
pero hay en el Nuevo Testamento ocho versículos que
mencionan "el primer día", es decir, el domingo.
Examinémoslos brevemente.
1.- Pasado el sábado, al amanecer el
primer día de la semana, vinieron María Magdalena,
y la otra María, a ver el sepulcro (San Mateo
28:1).
En este texto no se
habla de la santidad del domingo, ni se hace mención de
culto alguno. El versículo dice solamente que en la
madrugada del primer día de la semana las mujeres fueron a
la tumba.
2.- Y como pasó el sábado,
María Magdalena, y María madre de Jacobo, y Salom,
compraron drogas
aromáticas, para venir a ungirle. Y muy de mañana,
el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya
salido el sol (San
Marcos 16:1, 2).
Estos pasajes nos indican ante todo que el primer
día de la semana sigue al sábado, y además,
que aquellas mujeres fueron al sepulcro para embalsamar el cuerpo
del Señor, es decir, para trabajar, lo que no hubieran
hecho si el domingo hubiera sido sagrado.
3.- Mas como Jesús resucitó por
la mañana, el primer día de la semana,
apareció primeramente a María Magdalena, de la cual
había echado siete demonios (San Marcos
16:9).
En este versículo tampoco se menciona un
día de reposo. Sin duda alguna, si nuestro Señor
hubiese deseado que el día de la resurrección fuera
observado como día de reposo, lo habría dicho a sus
discípulos cosa que no hizo.
4.- Y el primer día de la semana, muy de
mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las drogas
aromáticas que habían aparejado, y algunas otras
mujeres con ellas (San Lucas 24:1).
San Lucas concuerda con los otros evangelistas
acerca de las intenciones que animaban a las mujeres que fueron a
la tumba: iban a trabajar.
5.- Y el primer día de la semana,
María Magdalena vino de mañana, siendo aun obscuro,
al sepulcro; y vió la piedra quitada del sepulcro (San
Juan 20:1).
Este pasaje fue escrito como sesenta años
después de la resurrección de Cristo. Sin embargo,
no hay en él indicio alguno de que se hubiese producido un
cambio en el
día de reposo. El discípulo que había vivido
tan cerca del Señor no parece haber oído hablar de
una conmemoración de la
resurrección.
6.- Y como fue tarde aquel día, el
primero de la semana, y estando las puertas cerradas donde los
discípulos estaban juntos por miedo a los judíos,
vino Jesús y p_sose en medio, y díjoles: ¡Paz
a vosotros! (San Juan 20:19).
El versículo indica claramente que los
discípulos se habían reunido, no para celebrar un
culto, sino por miedo de los judíos. En San Marcos 16:14
vimos que el Señor los censuró por tardar en creer
que había resucitado. No estaban allí, pues, con el
propósito de conmemorar la
resurrección.
7.- Y el primer día de la semana, juntos
los discípulos a partir el pan, Pablo les enseñaba,
habiendo de partir al día siguiente: y alargó el
discurso hasta
la medianoche. Después subiendo, y partiendo el pan, y
gustando, habló largamente hasta el alba, y así
partió. Y nosotros subiendo en el navío, navegamos
a Assón, para recibir de allí a Pablo; pues
así había determinado que debía él ir
por tierra (Hechos
20:7, 11, 13).
El apóstol San Pablo estaba en viaje hacia
Jerusalén. Su barco hizo escala en Troas,
y allí reunió a sus conversos. Predicó hasta
después de medianoche y celebró con ellos el
servicio de la
Comunión. Este hecho no convierte el primer día de
la semana en día de reposo; con este criterio,
tendríamos que deducir que el miércoles es el
día de reposo porque el miércoles siguiente el
mismo apóstol, encontrándose en Mileto,
celebró allí también una reunión.
(Véase Hechos 20:14-18). Nuestro Señor
instituyó la comunión el jueves de noche. Si la
Cena santifica un día, ¿por qué no
observamos el jueves como día de reposo? Además, la
Cena no está relacionada con la resurrección de
Cristo sino que anuncia su muerte. En
Hechos 2:46 leemos que los discípulos partían el
pan todos los días. Pero ello no transformaba en
días de reposo todos esos días. Recordemos,
apreciado amigo, que cada una de las instituciones
contenidas en la nueva alianza fue establecida antes de la muerte de
Cristo. Nada se añadió después de la
resurrección. Sus últimas enseñanzas y su
testamento fueron sellados con su sangre. Nunca
hizo él mención de la observancia del primer
día de la semana en conmemoración de la
resurrección.
8.- Cada primer día de la semana cada
uno de vosotros aparte en su casa, guardando lo que por la bondad
de Dios pudiere; para que cuando yo llegare, no se hagan entonces
colectas (1 Corintios 16:2).
Las iglesias fundadas por San Pablo querían
participar de una colecta en favor de los pobres de
Jerusalén, y se dieron a los corintios instrucciones al
respecto. El primer día de la semana, después de
reposar el sábado, cada uno debía poner aparte, en
su casa, aquello de que pudiese disponer. El apóstol
escribió esa epístola hacia el año 59 de
nuestra era, y sin embargo, no hay en sus palabras ningún
indicio de que el primer día de la semana fuese un
día sagrado.
¿Cómo deben conmemorar entonces
los cristianos la resurrección de
Cristo?
Respuesta:
La conmemoración de un gran acontencimiento no se hace una
vez por semana. No hay mayores motivos para observar el domingo
en memoria de la
resurrección de Cristo de los que hay para observar el
viernes, día de su muerte, o el
jueves, día de su ascensión. Nuestro Señor
mismo instituyó la Cena para recordar su muerte.
Porque todas las veces que comiereis este pan,
y bebiereis esta copa, la muerte del
Señor anunciáis hasta que venga (1 Corintios
11:26).
El apóstol San Pablo aclara que el bautismo
es en la vida del cristiano el símbolo de la
resurrección de Cristo.
¿O no sabéis que todos los que
somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su
muerte? Porque
somos sepultados juntamente con él a muerte por el
bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por
la gloria del Padre, así también nosotros andemos
en novedad de vida. Porque si fuimos plantados juntamente en
él a la semejanza de su muerte, así también
lo seremos a la de su resurrección (Romanos
6:3-5).
¿No clavó nuestro Señor el
sábado en la cruz?
Respuesta:
San Pablo nos dice qué es lo que fue
clavado en la cruz:
Rayendo la cédula de los ritos que nos
era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en
medio y clavándola en la cruz. Por tanto, nadie os juzgue
en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de
nueva luna, o de sábados. Lo cual es la sombra de lo por
venir; mas el cuerpo es de Cristo (Colosenses 2:14, 16,
17).
Fueron las leyes
ceremoniales que prefiguraban a Cristo, el Cordero de Dios
sacrificado en la cruz por causa de nuestros pecados, lo que se
clavó en la cruz. Allí la realidad se unió a
la sombra; el símbolo fue reemplazado por el objeto al
cual señalaba. Por esto el apóstol podía
escribir que sólo eran "sombra de lo por venir". Los
sábados mencionados en este texto son
ciertas fiestas judías que también prefiguraban
cosas venideras. Recuérdese que la palabra "sábado"
significa "reposo".
Si estudiamos las leyes
ceremoniales del antiguo Israel
descubriremos que esos "sábados" mencionados por San Pablo
eran fiestas anuales (1er. Iibro de las Crónicas 23:31),
no semanales. Las "nuevas lunas" eran fiestas mensuales. Entre
esos "sábados" ceremoniales se hallaban el del día
de la expiación y el de la fiesta de los
tabernáculos. El sábado semanal, a diferencia de
los sábados ceremoniales, está asentado sobre un
fundamento permanente, porque fue instituido en el Eden para
conmemorar la Creación. Los preceptos ceremoniales, aun
cuando instituidos por Dios, eran de carácter temporario y
sólo debían estar en vigencia mientras
señalaban al Mesías venidero. Tal es el caso de los
sábados ceremoniales. En cambio un
precepto moral es de
carácter permanente porque está relacionado con la
naturaleza
moral del
hombre que es
siempre la misma. Tal es el caso del sábado del cuarto
mandamiento.
¿No dice San Pablo que todos los
días tienen el mismo valor?
Respuesta:
Uno hace diferencia entre día y
día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno
esté asegurado en su ánimo (Romanos
14:5).
A los judíos conversos de la iglesia
primitiva les costaba abandonar las ceremonias que solían
observar antes. Consideraban el cristianismo
como una religión
judía. Nuestro Señor era judío; los
discípulos eran judíos; las Escrituras
habían sido escritas en hebreo. Era difícil separar
los símbolos de la realidad concreta, redentora, es decir,
de la obra de Cristo. En el capítulo 14 de Romanos, San
Pablo exhorta a esos cristianos de origen judío a que no
continúen disputando acerca de aquellos ritos que
habían terminado en la cruz. Los "días" a que se
refiere son, entonces, los que correspondían a las fiestas
judías y no al sábado del cuarto
mandamiento.
El reposo del sábado, ¿no estaba
destinado solamente a los judíos? ¿Por qué
hemos de observarlo nosotros, que no somos de raza
judía?
Respuesta:
El sábado por causa del hombre es
hecho; no el hombre por
causa del sábado. (San Marcos 2:27).
El sábado fue instituido en la
creación. Los judíos no existían entonces.
Dios hizo el sábado para el hombre, es
decir para la humanidad entera. Cuando los mandamientos fueron
proclamados en el monte Sinaí, en presencia de todo
Israel, le fue
dicho a éste que se acordara de que Dios se lo
había dado a la familia
humana centenares de años antes. El mandamiento no se
aplicaba sólo a los judíos, sino también "al
extranjero que está dentro de tus puertas". Aun los
gentiles (que eran extranjeros para los judíos)
debían observar el sábado.
Si el sábado –cuarto mandamiento– se
hubiese constituido para los judíos solamente, entonces
los Diez Mandamientos como conjunto, también hubieran sido
sólo para ellos. En tal caso, los cristianos
podrían tomar el nombre de Dios en vano, postrarse ante
ídolos, robar, fornicar, mentir. Como por lógica
esto no puede ser, tampoco podemos decir que es lícito
violar el sábado.
¿Insiste Dios en que el séptimo es
el único día que los cristianos deben
observar?
Respuesta:
Porque de cierto os digo, que hasta que perezca
el cielo y la tierra, que
ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que
todas las cosas sean hechas.
De manera que cualquiera que infringiere uno de
estos mandamientos muy pequeños, y así
enseñare a los hombres, muy pequeño será
llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y
enseñare, éste será llamado grande en el
reino de los cielos (San Mateo 5:18, 19).
Cualquiera que hubiere guardado toda la
ley, y
ofendiere en un punto, es culpado de todos (Santiago
2:10).
Si la ley de Dios
pudiera haber sido abrogada, Cristo no habría necesitado
morir para salvar al mundo. El murió para abolir el pecado
y confirmar la ley de Dios
eternamente. ¿No quiere usted entregar su vida en las
manos de Dios? ¿Quiere usted, apelando al poder de su
Salvador resucitado, cumplir toda su voluntad, observar sus
mandamientos, inclusive el que se refiere a la observancia del
sábado?
Hechos Bíblicos sobre
el Sábado
¿Por qué observamos el
Sábado? ¿Qué propósito tiene?
¿Quién lo creó? ¿Cuándo?
¿Qué día es el verdadero Sábado?
Muchos guardan el primer día de la semana o domingo.
¿Qué autoridad
bíblica tienen para hacerlo? Sólo unos pocos
guardan el séptimo día, o sea el Sábado.
¿Qué dice la Escritura al
respecto? Aquí están los hechos acerca de ambos
días, tal como los expresa la Palabra de
Dios.
I.- Sesenta Hechos Bíblicos con Respecto
al Séptimo Día.-
1.- Después de trabajar seis días en
la creación de la tierra, el
gran Dios descansó el séptimo día
(Gén. 2:1-3).
2.- Este hecho señala a ese día como
el día de reposo de Dios, o día Sábado, que
significa día de descanso. Ilustrémoslo: cuando una
persona nace
en un determinado día, esa fecha será su
cumpleaños, o su día de nacimiento u
onomástico. De modo que cuando Dios descansó en el
séptimo día, ese día llegó a ser su
reposo, o sábado.
3.- Por lo tanto, el séptimo día
debe ser siempre el día Sábado de Dios.
¿Puede usted cambiar su día de nacimiento por otro
día? No. Tampoco puede cambiar el día de reposo por
uno en el cual Dios no reposó. De aquí que el
séptimo día es todavía el Sábado de
Dios.
4.- El Creador bendijo el séptimo
día (Gén. 2:3).
5.- Dios santificó el séptimo
día (Exo. 20:11).
6.- Creó el día Sábado en el
huerto del Edén (Gén. 2:1-3).
7.- Fue hecho antes de la caída; por lo
tanto, no es un tipo; porque los tipos no fueron introducidos
sino hasta después de la caída.
8.- Jesús dijo que el Sábado fue
hecho por causa del hombre (Mar.
2:27); es decir, para la raza humana; por lo tanto, están
llamados a observarlo tanto los gentiles como los
judíos.
9.- Es un memorial de la creación (Exo.
20:11; 31:17). Siempre que reposamos el séptimo
día, como lo hizo Dios después de la
creación, conmemoramos ese gran evento.
10.- Fue dado a Adán, padre de la raza
humana (Mar. 2:27; Gén. 2:1-3).
11.- Y por lo tanto, a través de él,
a todas las naciones (Hechos 17:26).
12.- No es una institución judía,
porque fue establecido unos 2.300 años antes que existiera
un solo judío.
13.- La Biblia nunca lo llama el Sábado
judío, sino siempre "el Sábado del Señor tu
Dios". Los seres humanos debemos tener mucho cuidado de no
estigmatizar el día santo de reposo de
Dios.
14.- Se hace referencia al Sábado en forma
destacada en todo el periodo patriarcal (Gén. 2:1-3; 8:10;
12:29; 27, 28, etc.).
15.- Era parte de la ley de Dios antes
del Sinaí (Exo. 16:4, 27-29).
16.- Luego Dios lo colocó en el mismo
corazón
de su ley moral (Exo.
20:3-17). ¿Por qué lo colocó allí si
no era como los otros nueve preceptos, que todos admiten que son
inmutables?
17.- El séptimo día, o
Sábado, fue ordenado por la voz del Dios viviente (Deut.
4:12-13).
18.- Luego Dios escribió el mandamiento con
su propio dedo (Exo. 31:18).
19.- Lo grabó en piedra para simbolizar su
perpetuidad (Deut. 5:22).
20.- Fue reverentemente preservado en el arca
sagrada en el Lugar Santísimo (Deut.
10:1-5).
21.- Dios prohibió toda actividad secular
en el día Sábado, incluso en los tiempos más
apremiantes (Exo. 34:21).
22.- Dios destruyó a los israeltas en el
desierto porque profanaron su santo Sábado (Eze.
20:12-13).
23.- Es señal del verdadero Dios, por lo
cual, hemos de distinguirlo de los falsos dioses (Eze.
20:20).
24.- Dios prometió que Jerusalén
permanecería para siempre si los judíos guardaban
el Sábado (Jer. 17:24-25).
25.- Los envió al acutiverio
babilónico por violarlo ((Neh. 13:18).
26.- Dios destruyó a Jerusalén por
violar el Sábado (Jer. 17:27).
27.- Dios ha pronunciado una bendición
especial sobre todos los gentiles que lo guarden (Isa.
56:6-7).
28.- Esta bendición se encuentra en la
profecía que se refiere totalmente a la
dispensación cristiana (Isa. 56).
29.- Dios ha prometido bendecir a cualquier
persona que
guarde el Sábado (Isa. 56:2).
30.- El Señor desea que llamemos al
Sábado "delicia", "santo", "glorioso de Jehová"
(Isa. 58:13). Cuídese de no llamarlo "el antiguo
Sábado judío" o "un yugo de servidumbre",
etc.
31.- Tras haber sido pisoteado durante "muchas
generaciones", el santo Sábado ha de ser finalmente
restaurado en los últimos días (Isa.
58:12-13).
32.- Todos los santos profetas guardaron el
séptimo día o Sábado.
33.- Cuando el Hijo del hombre estuvo
en esta tierra,
guardó el séptimo día o Sábado
durante toda su vida (Luc. 4:16; Juan 15:10). De este modo,
siguió el ejemplo de Su Padre en la creación.
¿No es decididamente confiable para nosotros seguir el
ejemplo tanto del Padre como del Hijo?
34.- El séptimo día es el día
del Señor (Apoc. 1:10; Mar. 2:28; Isa. 58:13; Exo.
20:10).
35.- Jesús fue el Señor del
Sábado (Mar. 2:28); es decir, lo amó y
preservó, como el esposo es señor de la esposa y la
ama y protege (1 Pedro 3:6).
36.- El vindicó el Sábado en su
misericordia como una institución diseñada para
beneficio del hombre (Mar.
2:23-28).
37.- En vez de abolirlo, Jesús
enseñó cuidadosamente cómo debía
guardarse el Sábado (Mat. 12:1-13).
38.- Enseñó a sus discípulos
a no hacer nada en el Sábado, que no fuera "legal" (Mat.
12:12).
39.- Jesús instruyó a sus
apóstoles en el sentido de que el Sábado
sería guardado cuidadosamente y con oración 40
años después de Su resurrección (Mat.
24:20).
40.- Las santas mujeres que habían estado con
Jesús guardaron reverentemente el Sábado
después de Su muerte (Luc. 23:56).
41.- Treinta años después de la
resurrección de Jesús el Espíritu Santo lo
llamó expresamente "día de reposo" (Hechos
13:14).
42.- Pablo, el apóstol de los gentiles, lo
llamó "día de reposo" el año 45 d.C. (Hechos
13:27). ¿Lo ignoraba Pablo? ¿O creeremos a los
maestros modernos que afirman que había dejado de ser el
Sábado después de la resurrección de
Cristo?
43.- Lucas, el inspirado historiador cristiano que
escribe en el año 62 d.C., lo llama "día de reposo"
(Hechos 13:44).
44.- Los gentiles convertidos lo llamaron el
Sábado (Hechos 13:42).
45.- En el gran Concilio Cristiano, celebrado el
año 52 d.C., en presencia de los apóstoles y de
miles de discípulos, Santiago lo llama "día de
reposo" (Hechos 15:21).
46.- Era costumbre tener reuniones de
oración en ese día (Hechos
16:13).
47.- Pablo leyó públicamente las
Escrituras en ese día (Hechos 17:2-3).
48.- Pablo acostumbraba predicar en ese día
(Hechos 17:2).
49.- El libro de
Hechos registra 84 reuniones celebradas en ese día (Hechos
13:14, 44; 16:13; 17:2; 18:4).
50.- Nunca hubo ninguna disputa entre los
cristianos y los judíos con respecto al día
Sábado. Ello es una prueba de que los cristianos
observaban unánimente el mismo día que los
judíos.
51.- En todas las acusaciones que se presentaban
contra Pablo, ninguna era porque violara el Sábado.
¿Por qué no lo hicieron si él hubiese sido
un transgresor?
52.- Pablo mismo declaró expresamente que
él había guardado la ley: "Ni contra la ley de los
judíos, ni contra el templo, ni contra César he
pecado en nada" (Hechos 25:8). ¿Cómo podría
haber sido cierto esto si no hubiera guardado el
Sábado?
53.- En el Nuevo Testamento el Sábado se
menciona 59 veces, y siempre con respeto,
dándole el mismo título que llevaba en el Antiguo
Testamento: "el día de Sábado".
54.- No se dice nada en el Nuevo Testamento de que
el Sábado haya sido abolido, hecho a un lado, cambiado o
algo por el estilo.
55.- Dios nunca ha dado permiso a ningún
hombre para que trabaje en ese día. Amigo, ¿con
qué autoridad
utiliza usted el día Sábado para hacer trabajo
común?
56.- Ningún cristiano del Nuevo Testamento
hizo trabajo ordinario en el séptimo día, ni antes
ni después de la resurrección. Muéstrenos un
solo caso, y dejaremos de insistir en esto. ¿Por
qué habrían de actuar los cristianos modernos en
forma diferente a los cristianos de la Biblia?
57.- No existe ningún registro de que
Dios haya retirado sus bendiciones o su santificación del
séptimo día.
58.- Del mismo modo que el Sábado fue
guardado en el Edén antes de la caída, así
será observado en la tierra
nueva después de la restauración (Isa.
66:22-23).
59.- El Sábado, séptimo día,
es una parte de la ley de Dios, tal como salió de Su boca
y fue escrita por Su propio dedo sobre las tablas de piedra en el
monte Sinaí (véase Exo. 20). Cuando Jesús
comenzó Su obra, declaró expresamente que no
había venido a destruir la ley: "No penséis que he
venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para
abrogar, sino para cumplir" (Mat. 5:17).
60.- Jesús condenó severamente a los
fariseos y los calificó de hipócratas por pretender
amar a Dios mientras que al mismo tiempo
invalidaban uno de los diez mandamientos por causa de sus
tradiciones. La observancia del domingo no es más que una
tradición de hombres.
II.- Cuarenta Hechos Bíblicos con
Respecto al Primer Día de la
Semana.-
1.- Lo primero que se registra en la Biblia es que
el domingo, el primer día de la semana, es un día
común de trabajo (Gén. 1:1-5). Esto fue determinado
por el Creador mismo. Si Dios hizo la tierra en
domingo, o primer día de la semana, ¿puede ser un
acto de impiedad trabajar los domingos?
2.- Dios ordenó a los hombres trabajar el
primer día de la semana al incluirlo en el paquete de
"seis días" de trabajo (Exo. 20:8-11). ¿Es
erróneo obedecer esta ordenanza de Dios?
3.- Ninguno de los patriarcas guardó
jamás el domingo.
4.- Ninguno de los santos profetas guardó
jamás el domingo.
5.- Por mandato expreso de Dios su pueblo santo
usó el primer día de la semana como un día
común de trabajo durante por lo menos 4.000
años.
6.- Dios mismo lo incluye dentro del conjunto de
los seis días de trabajo (Eze. 46:1).
7.- Dios no descansó en ese
día.
8.- Dios nunca lo bendijo.
9.- Cristo no descansó en ese
día.
10.- Jesús fue carpintero (Mar. 6:3), y
trabajó en su taller durante 30 años. Él
guardó el Sábado (como se señaló en
los 60 hechos bíblicos anteriores a estos), pero
trabajó los seis días de la semana, como todos
admiten. Hizo mucho trabajo pesado los
domingos.
11.- Los apóstoles trabajaron el domingo
durante toda su vida.
12.- Los apóstoles nunca descansaron ese
día.
13.- Cristo nunca lo bendijo.
14.- Nunca ha sido bendecido por ninguna autoridad
divina.
15.- Nunca ha sido santificado.
16.- Jamás fue dada ninguna ley
bíblica para imponer la observancia del domingo. De
ahí que no es transgresión trabajar ese día.
"Porque donde no hay ley tampoco hay transgresión" (Rom.
4:15; Juan 3:4).
17.- El Nuevo Testamento no prohibe en ninguna
parte trabajar en ese día.
18.- No existe ninguna penalidad en la Biblia por
violar el domingo.
19.- Ninguna bendición se promete para los
que observan el domingo.
20.- No conozco ninguna regulación en
cuanto a la forma en que debía ser observado.
¿Sería ese el caso si Dios quisiera que lo
observásemos?
21.- Nunca se lo ha llamado el reposo
cristiano.
22.- Jamás se lo ha llamado
Sábado.
23.- Jamás se lo ha llamado día del
Señor.
24.- Jamás se lo ha llamado día de
descanso.
25.- Jamás se le ha aplicado ningún
título sagrado. Entonces, ¿por qué
habríamos nosotros de llamarlo santo?
26.- Se llama simplemente "primer día de la
semana".
27.- Jesús nunca lo mencionó en
ningún sentido, ni jamás el nombre de ese
día estuvo en Sus labios, hasta lo muestran los registros.
28.- La palabra domingo nunca aparece en la
Biblia.
29.- Ni Dios, ni Cristo, ni los hombres inspirados
dijeron jamás una palabra inspirada en favor del domingo
como día santo.
30.- El primer día de la semana se menciona
solamente ocho veces en todo el Nuevo Testamento (Mat 28:1; Mar.
16:2, 9; Luc. 24:1; Juan 20:1,19; Hechos 20:7; 1 Cor.
16:2).
31.- Seis de estos textos se refieren al mismo
primer día de la semana.
32.- Pablo instruyó a los santos a que
atendieran los asuntos seculares en ese día (1 Cor.
16:2).
33.- En todo el Nuevo Testamento tenemos
sólo un registro de una
reunión (la Pascua) celebrada en ese día, y
ésta tuvo lugar en la noche (Hechos
20:5-12).
34.- No existe ninguna mención de que hayan
celebrado alguna otra reunión antes o después de
aquella.
35.- No era la costumbre reunirse en ese
día.
36.- No hubo ningún requerimiento de partir
el pan en ese día.
37.- Sólo tenemos un registro de que
se haya hecho algo en ese día (Hechos
20:7).
38.- Eso se hizo en la noche, pasada la medianoche
(versos 7-11). Jesús celebró la Pascua el jueves
por la noche (Luc. 22), y los discípulos durante un
tiempo la
celebraban todos los días (Hechos
2:42-46).
39.- La Biblia no dice en ninguna parte que el
primer día de la semana conmemore la resurrección
de Cristo. Esta es una tradición de los hombres, lo cual
invalida la ley de Dios (Mat. 15:1-9). El bautismo es el que
conmemora la sepultura y la resurrección de Jesús
(Rom. 6:3-5).
40.- Finalmente, el Nuevo Testamento guarda
completo silencio con respecto a cualquier cambio del
día de reposo o de cualquier intento de santificar el
primer día de la semana.
He aquí 100 hechos bíblicos
indiscutibles sobre esta cuestión. Estos muestran
conclusivamente que el séptimo día es el
Sábado del Señor, tanto en el Antiguo Testamento
como en el Nuevo Testamento.
Este artículo fue impreso originalmente
por la Review and Herald Publishing Association en el año
1885. Fue reimpreso en el libro "El
Domingo Viene" de Edward Reid.
Sábados Morales y
Sábados Ceremoniales
El Sábado moral es aquel
que pertenece a la ley moral, o sea,
a los diez mandamientos, y que fue creado junto con la
aparición de este viejo planeta Tierra. Esto
está en Génesis 2:2-3. Por otro lado, existen los
sábados ceremoniales, que son aquellas fiestas de descanso
(no nos olvidemos que la palabra sábado quiere decir
descanso, y así es traducida en muchas versiones de la
Biblia hoy en día) establecidas por Dios, pero que
podían caer en cualquier día de la semana. Aun
así, eran guardados, esto es, en aquellos días no
se realizaba ningún trabajo, porque también eran
considerados como siendo días santos, separados para Dios.
La siguiente tabla comparativa podrá aclararnos un poco
más estos dos conceptos, que tan fácilmente han
confundido a muchos estudiosos de las Sagradas
Escrituras.
Sábado | Sábado |
Instituido en la | Instituido en el |
Dios descansó | Dios no descansó |
El propio Dios lo anunció y lo Exodo 32:15-16 | Dios procedió de modo Deut. 31:24-26 |
Guardado cada semana; Exo. | Guardado una vez al |
El cuarto mandamiento no incluye Exo. 20:8 | El sábado anual no incluye Lev. 23:37-38 |
Es una señal eterna; Exo. | Debía cesar; Ose. 2:11 y Dan. |
No fue abolido; Hechos 15:21; 17:1-2; 18:4; | Acabó en la cruz; Efe. 2:14-15; Col. |
Dios lo llama de mi Eze. 20:20; Lev. 19:30; | Dios lo llama de su Ose. 2:11; Isa. 1:13; |
Los Sábados
Ceremoniales.-
La Biblia nos muestra que
existen precisamente siete sábados ceremoniales o fiestas
del antiguo Israel, fuera del
Sábado semanal o moral (Lev.23:3). También son
conocidos como pertenecientes a la ley Mosaica, porque fue
Moisés que los escribió, y no Dios directamente.
Esos sábados, fuera de los sábados del Señor
(Lev. 23:38) son los siguientes:
1.- La Pascua.-
Podemos encontrar esta fiesta, a la cual
tenían que comparecer todos los judíos (Exo.23:17),
en Lev. 23:4-5; Exo. 23:14-15; 34:18 y en Deut. 16:1-8. Se
celebraba a los 14 días del primer mes, Abib o
Nisán.
2.- El
Pentecostés.-
Esta fiesta la encontramos en Lev. 23:15-22 y en
Deut. 16:9-12. Se celebraba 50 días después de la
Pascua.
3.- La Fiesta de las
Trompetas.-
Esta fiesta la encontramos en Lev. 23:23-25. Se
celebraba el primer día del séptimo mes,
Tishri.
4.- La Fiesta de los Tabernáculos, o de
las Cabañas, o de las Tiendas.-
Esta fiesta la podemos encontrar en Lev.
23:33-44. Se celebraba los días 15 del séptimo mes,
Tishri.( Primer y último día de la
fiesta)
5.- El Día de la
Expiación.-
Este era considerado un día de juicio para
Israel.
Había santa convocación en este día. Nadie
trabajaba, al igual que en los otros sábados ceremoniales.
Pero este era un día todo especial para los Israelitas: en
este día todos los pecados cometidos durante el año
eclesiástico, eran perdonados. Los pecados
simbólicamente colocados, día tras día, en
el santuario terrestre a través del servicio
expiatorio realizado por el sacerdote, eran ahora transferidos, a
través de un macho cabrío, del santuario terrestre
hacia el macho cabrío, y de este al desierto, donde
moría. Este macho cabrío se llamaba Azazel y
representa a Satanás. El otro macho cabrío, que era
sacrificado en ese día, representa a Cristo, el verdadero
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan
1:29).
Este trabajo tipificado por el sacerdote en el
santuario terrestre, está ahora siendo realizado por
Cristo en el santuario celestial, del cual el santuario terrestre
era una figura, con todos sus servicios. Lea
Hebreo capítulos 8 y 9 para mayores informaciones sobre
este tema, y también lea todo el capítulo 16 de
Levítico y Lev. 23:26-32. Se celebraba el día
décimo del séptimo mes, Tishri.
6.- La Fiesta de los Panes
Azimos.-
Esto lo podemos encontrar en Lev. 23:6-8. Note
que aquí hay dos sábados ceremoniales: el primer
día y el último día de esta fiesta, con lo
cual completamos los siete sábados ceremoniales. Se
celebraba a los quince días del primer mes, Abib o
Nisán. Duraba una semana.
Por el hecho de que la cuenta de esos
sábados dependía del inicio del año
religioso, que por su vez se basaba en el calendario lunar, ellos
podían caer en cualquier día de la semana. Cuando
coincidían con el Sábado semanal o moral, ese
día era llamado de "gran Sábado" (Juan
19:31).
Todas estas fiestas tenían un profundo
significado simbólico, y apuntaban todas hacia Cristo y a
Su servicio
expiatorio en el Santuario Celestial y a Su segunda
venida.
Material Recopilado por: Jairo Carrizales, 28
años. Primer Anciano de La iglesia
Adventista del Septimo Día de Anaco, Estado
Anzoátegui –Venezuela.
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