Es el arquetipo por excelencia del
hombre
integral del Renacimiento.
Considerado como el genio más completo de todos los
tiempos, su obra abarca no sólo el campo de las artes,
sino también el de las ciencias
físicas y naturales y el de la filosofía. Leonardo
fue un personaje del futuro. Hace casi cinco siglos que
murió, pero estuvo más despierto que la
mayoría de los hombres y mujeres que hoy están a
punto de cruzar la frontera del tercer milenio.
Científico y artista, supo combinar como nadie la
razón con la intuición y la seriedad más
rigurosa con el espíritu lúdico. Su figura no cabe
en ningún molde ni admite etiquetas, porque con la misma
pasión y maestría fue pintor, escritor, cocinero,
ingeniero, biólogo, creador de acertijos y juegos de
palabras, escultor, inventor, artesano, humorista,
botánico, filósofo, arquitecto, físico… e
investigador de los secretos últimos de la realidad. En
él, los opuestos se integran y las paradojas se
reconcilian. Leonardo da Vinci fue un hombre que
despertó cuando todos los demás seguían
durmiendo, como escribió Dimitri Merejovski. Aunque
no muy conocida, existe en él una dimensión
esotérica que emana de su figura e impregna toda su vida y
su obra. El
conocimiento que Leonardo tenía sobre lo oculto se
trasluce en su pintura y,
sobre todo, en sus abundantes escritos, plagados de pensamientos
y observaciones que revelan su profundo saber sobre los enigmas
de la existencia. Todo su monumental corpus de trabajo
está teñido por este contacto con lo que
está más allá de los niveles ordinarios de
percepción.
Leonardo nació en Vinci, población cercana a Florencia el 15 de
abril de 1452. Hombre
singular, genio indiscutible, personaje del Renacimiento
Italiano, escultor, ingeniero, inventor, dibujante y pintor.
Fue hijo ilegítimo, pero hasta los 24 años,
único del notario ser Piero y de una campesina muy joven
Caterina (su padre tuvo luego otros once hijos en terceras y
cuartas nupcias). Por ese motivo así como por las
costumbres de la burguesía toscana de la época, el
joven Leonardo recibió una educación buena y
heterogénea en el seno de la familia
paterna. Pudo dedicarse sin trabas en los más distintos
campos: en rudimentos literarios, pero sobre todo en la música y en las artes
figurativas. Esto hizo que a los quince años su padre lo
colocara en el taller de Andrea de Verrocchio, cuyas
enseñanzas compartió con Sandro Botiticelli y a los
veinte pudiese inscribirse en la corporación de San Lucas.
Estas breves noticias ya nos dan una idea y perfilan algunos de
los trazos esenciales de la elevada y compleja talla universal de
Leonardo y de su posición respecto a la
civilización del Renacimiento de
aquel entonces en uno de los centros clave: la Toscana florentina
y de los Médicis.
Su vida artística se puede dividir en cuatro
períodos: florentino (1452-82), milanés (1489-99),
período de vida errante (1500-16) y el último que
abarca tres años, el de su exilio voluntario en Francia, en la
corte de Francisco I.
De su estancia en la corporación de San Lucas se tienen
pocas noticias, pero "La Anunciación" (Ufizi) para San
Bartolomé de Monteoliveto, donde la fusión de
la luz y la sombra
anuncia el "sfumato" leonardesco, tan encontrados en su obra
pictórica más representativa.
Como pintor, Leonardo sobresale por ser:
- Un maestro del claroscuro,
capaz de modelar con sutileza cualquier forma gracias a los
juegos de
luz y
sombra. - Un especialista de la
composición "clásica": logra
simetría, triángulo y solidez sin
cansar. - Un refinado
colorista, escoge cuidadosamente los colores en
gamas y matices que contribuyen a la creación de una
atmósfera que da unidad al
cuadro. - Un perfecto
dibujante: no se le escapa ningun detalle y el escorzo
de la mano de la Virgen de las Rocas es
digno de Mantegna. - Un cuidadoso analista de las
expresiones del rostro, en particular un maravilloso
intérprete de la dulzura femenina. - El creador de la
misteriosa sonrisa de la Gioconda: este aspecto
es parte de lo anterior. La sonrisa de la mujer
nace en la comisura de sus labios y se encuentra en la
mayoría de sus rostros femeninos, hasta inclusive en su
San Juan.
En 1481 los monjes de San Donato de Scopeto, cerca de Florencia,
le encargan la "Adoración de los Reyes Magos" y un "San
Jerónimo" (1482 Pinacoteca Vaticana), en el que en un
ambiente
claroscuro asocia la figura al ambiente de la
caverna, anticipo del de la "Virgen de las Rocas". En este
período la mentalidad de Leonardo se desarrolla en
contacto con la cultura
humanística florentina.
Mientras se dedicaba a otros trabajos que emprendía, como
fueron: hidráulica, ingeniería y escultura, pintó dos
grandes obras: la "Virgen de las Rocas" (1483-93,
Louvre), lo suave ambiguo de los tipos y la fusión
pictórica entre la figura y el ambiente hacen
de ellas una muestra de la
poesía
figurativa de Leonardo. La segunda gran obra de su período
milanés es la "Santa Cena" o "Ultima Cena" como
también suele llamarse (1499, refectorio de Santa
María delle Grazie), en la que abandona el esquema
geométrico, supliéndolo por un nuevo ritmo, en una
perspectiva arquitectónica casi maciza.
Permaneció en Milán hasta 1500, después se
trasladó primero a Mantua, donde retrató a "Isabel
de Este" (Louvre), más tarde a Venecia y finalmente
volvió a Florencia. En la capital
toscana, también dedicado a su búsqueda
científica, inicia una nueva era y pinta dos obras
capitales, "Santa Ana" (1501, Londres Royal Academy) y "La
Gioconda" (1503, Louvre), acaso retrato de Mona Lisa, es el
único de los realizados por LEONARDO cuya paternidad no ha
sido discutida. Siempre fue considerada como la cima del arte del retrato
de todos los tiempos. En ella alcanza perfección
extraordinaria el "sfumato", del que ya anteriormente hemos
hablado. No solo ha sido copiada infinidad de veces, sino
además objeto de deformaciones y manipulaciones.
Por su universalismo y naturalismo, Leonardo transforma el orden
gótico. A la perspectiva lineal añade la
perspectiva atmosférica. En sus escritos elaboró
teorías
científicas de la perspectiva, de la anatomía, del
color y de las
sombras.
La obra científica de Leonardo, en especial sus originales
contribuciones a la mecánica de los sólidos y de los
fluidos, sus invenciones, quedó casi desconocida de sus
contemporáneos.
A Leonardo no le interesaba la gloria, ni las riquezas, ni el
reconocimiento de sus contemporáneos. Dos años
antes de morir, se instaló en el castillo de Cloux, cerca
de Amboise, en el valle del Loira. Ocupó su tiempo en poner
en orden sus manuscritos, en dibujar visiones cósmicas y
en recrear amorosamente, pincelada a pincelada, su cuadro
más amado: el retrato de la dama misteriosa que conocemos
como La Gioconda. Junto con la inquietante figura de
San Juan, fueron los dos únicos cuadros que
conservó a su lado hasta el último momento.
En su testamento dejó una pequeña viña, un
vestido, algunos ducados para sus sirvientes, y sus manuscritos,
que legó a su fiel Menzi. Vivió como un
"infiltrado" en la sociedad de su
época, pero su cordura y su sentido común le
ayudaron a sobrevivir sin crearse demasiados problemas.
Tenía que ganarse la vida y fue cuidadoso con sus
protectores.
Hasta cierto punto la iglesia fue su
primer cliente, pero no
resistió la tentación de cuajar sus pinturas
religiosas de simbolismos heréticos. Murió en
soledad y trabajando. Para muchos, su legado es el patrimonio
artístico de valor
incalculable que dejaba para la Humanidad. Para algunos pocos, su
verdadero legado va más allá. Lo más
importante de su herencia puede
que haya estado
protegido por un sistema de
apertura retardada, que ahora mismo está a punto de
activarse y desvelarnos su contenido. Justo en estos momentos de
cambio global
y de profunda transformación, es cuando se hace necesario
ampliar las fronteras mentales para internarnos en otras
dimensiones de la realidad. Algo en lo que Leonardo, sin duda,
también fue un maestro.
A continuación nombraré y describiré
características del artista que se
relacionan directamente con su obra.
LA MIRADA DEL NIÑO
Leonardo fue un maestro en
combinar la mirada del niño con la experiencia del adulto.
Una de las claves de su genialidad reside en su forma de percibir
la realidad, directamente relacionada con la activación de
sus capacidades cerebrales. Ya se ha convertido en un
tópico la afirmación de que los seres humanos
sólo utilizan menos de un diez por ciento de su poder mental.
Leonardo es un ejemplo de lo que puede conseguir una persona cuando se
activa en ella parte de ese potencial dormido.
Su habilidad para integrar el pensamiento
racional (que separa para comprender) con el pensamiento
analógico (que une y relaciona cosas aparentemente
diferentes) fue tan magistral que excede, con mucho, el marco
histórico y cultural en el que vivió. Su luz interna se
proyecta hasta nuestros días, iluminando el camino de
aquellos que comienzan a desarrollar sus potencialidades
latentes. De hecho, es ahora cuando comienzan a revelarse las
facetas ocultas de Leonardo, quizá porque hasta ahora el
mundo no estaba preparado para comprenderlas.
PIONERO DE TODO
Leonardo fue precursor de
Bacon y de Galileo; antes de
Copérnico escribió que "il sole no si
mouve"; anticipó la teoría
de la gravedad doscientos años antes de que se formulara y
descubrió también lo que Newton
llamaría más tarde "el espectro solar". Pero en
este caso, como en tantos otros, Leonardo no especula ni se
pierde en divagaciones teóricas; simplemente aplica lo que
descubre, y así plasma en los reflejos de una gota de
agua los
efectos de la descomposición de la luz por
refracción en un prisma. No es de extrañar que la
contemplación de sus obras subyugue e inspire de un modo
tan intenso.
El pensamiento de
Da Vinci revela también que su conciencia dio un
salto cuántico. "La pittura è una cosa
mentale" anotó. Esta cita resuena en la misma
frecuencia que la afirmación de Eddington acerca de
que la materia del
Universo es
materia
mental. Ciertamente, como explica la nueva física, el Universo
comienza a parecerse más a un gran pensamiento
que a otra cosa. Para Leonardo, los límites de la realidad
los pone uno mismo. Las fronteras no están fuera, sino
dentro de la propia mente, y por eso afirma que "todos
nuestros conocimientos tienen su origen en nuestras
percepciones".
LOS TRUCOS DEL GENIO
Da Vinci trabajó
activamente sobre su propia persona. Su
primer campo de experimentación fue él mismo, su
cuerpo y su mente. Y en sus manuscritos nos dejó información más que suficiente para
saber cómo lo hacía. Veamos algunas de las
técnicas personales que empleaba:
Equilibrio de los dos hemisferios cerebrales. El
de la conciencia
está ligado con los procesos
bioquímicos del cerebro. Nuestro
mundo está organizado de manera que el hemisferio
izquierdo (lineal, ordenado, analítico, objetivo,
lógico) tiene más actividad que el derecho
(espacial, aleatorio, intuitivo, sensual y creativo).
Una de las formas en que ambos tipos de ondas cerebrales
pueden armonizarse es utilizando las dos manos y practicando la
acción opuesta a la que se está acostumbrado. Es
bien sabido que Leonardo utilizaba la escritura
especular, que sólo puede leerse con la ayuda de un
espejo. Siempre se ha dicho que lo hacía para ocultar el
contenido de sus notas. Una explicación tanto más
absurda cuanto que se sabe que Da Vinci preparaba sus cuadernos
para que fueran publicados, y además muchos de ellos
están escritos dirigiéndose de forma personalizada
al lector. Resulta mucho más coherente con la
personalidad de Leonardo pensar que su escritura
especular era una de sus técnicas personales.
Visualización y trabajo con imágenes
interiores. Leonardo afirma "mirar en su memoria" y
recomienda practicarlo cuando se está tendido en la
cama"Volver con la imaginación a lo que me interesa es
un notable ejercicio", dice. Detallista y minucioso en sus
descripciones, matiza que para él hay dos formas de
trabajar con la imaginación conscientemente dirigida:
"recrear internamente las cosas que ya han pasado, o imaginar
las cosas que pasarán".ntenido inmaterial
LEONARDO DA VINCI – de " El Tratado
de la Pintura":
Reglas del pintor
"Aquel que no ama, en igual manera, todas las cosas que
están contenidas en la pintura, no
será universal; como uno al cual no le gustan los
paisajes; y considera que son cosas de breve y simple investigación. Como dijo nuestro Boticelli,
que este estudio era inútil, porque es suficiente lanzar
una esponja, llena de diversos colores, en un
muro, para dejar en él una mancha donde se puede ver un
bello paisaje. Si bien es cierto, que en esta mancha se ven
varias invenciones, de aquello que el hombre
quiere buscar en ella, es decir, cabezas de hombres, animales
diversos, batallas, escollos, mares, nubes, bosques y otras cosas
similares; y hace como el sónido de las campanas, en los
cuales, se puede entender lo que tú quieres. Pero,
aunque estas manchas te dan invenciones, ellas te enseñan
que no terminan en ningún particular. Y este pintor
hizo paisajes muy tristes…"
Modo de aumentar y despertar el ingenio a varias
invenciones
"No dejaré de colocar entre estas reglas, una
nueva invención de investigación para el
conocimiento, la cual, aunque parezca pequeña, es casi
digna de risa, sin embargo, es de gran utilidad, para
despertar el ingenio a varias invenciones. Esta es si tú
vuelves a mirar en algunos muros sucios de varias manchas o en
piedras de varios tipos. Si tendrás que inventar algunos
lugares, podrás ver allí de diversas maneras,
semejanzas entre diversos paisajes, adornados por
montañas, ríos, piedras, árboles, grandes
llanuras, valles y colinas; aún Uds. podrán ver
diversas batallas y acciones
preparadas de figuras extrañas, aires de rostros y
vestimentas e infinitas cosas, las cuales, podrás
transformar en una forma completa y buena; que interviene en
muros y piedras similares, como del sónido de las
campanas, que en los repiques de ellas,
tú escucharás cada nombre y vocablo que tú
te imaginarás. No menospreciar este parecer mío,
el cual te recuerda que no sea demasiado esfuerzo, detenerte
algunas veces a ver, en las manchas de los muros o en las cenizas
del fuego, o nubes, o fangos, o en otros lugares parecidos,
en los cuales, si estarán bien considerados por ti,
encontrarás invenciones maravillosas, que
despiertan el ingenio del pintor a nuevas invenciones como
composiciones de batallas, de animales y de
hombres, como de varios composiciones de paisajes y de
cosas monstruosas, como diablos y cosas parecidas, porque
te harán honor, porque el ingenio se despierta con las
cosas confusas. Pero, antes debes saber bien hacer todos los
miembros de aquellas cosas que deseas representar, o sea, los
miembros de los animales,
así como, los miembros de países, es decir,
piedras, plantas y cosas
similares …".
En este fragmento
se observa uno de los escritos de Leonardo, en el cual el da
consejos y tecnicas a los
jovenes
pintores o recien iniciados.
Sandro Botticelli (1445 – 1510)
Si hablásemos de Alessandro di Mariano Filipepi,
quizá nadie sabría quién fue este hombre. Pues
ni más ni menos que Sandro Botticelli.
Este
genio de la pintura nace
en 1445 en Florencia. Y su nombre: Botticelli es el diminutivo
italiano de la palabra "Botijo". No sabemos por qué.
Quizá por ser hijo de un curtidor o tal vez por ser un
apodo familiar, o si lo adquirio cuando no era más que un
ayudante del orfebre florentino. Con exactitud no se sabe. No
importa.
Es Botticelli una de las más grandes figuras del Arte
Renacentista. Con estilo personalisimo, elegancia en el trazo
carácter signado por la melancolía y una fuerza
espectacular.
Tantas facetas tuvo este artista que le encontramos como
discípulo de Fran Filippo Lippi como aprendiz de grabador
con Antonio del Pallajuolo, del que sin duda aprendió el
dominio de la
línea. Luego aparece junto a Andrea del Verrocchio y su
influencia en Botticelli es evidente.
Bottcelli protegido de los Médici, en 1490 al ser
expulsados de Florencia dejan al pintor sumido en un profunda
crisis
religiosa, acosado entre la austeridad y la reforma. No
abandonó la ciudad, y allí muere el 17 de mayo de
1510. Sus obras posteriores, como la Pietá
(principios de
la década de 1490, Museo Poldi Pezzoli, Milán) y
sobre todo la Natividad mística (década de
1490, National Gallery, Londres) y la Crucifixión
mística (1496, Fogg Art Museum, Cambridge,
Massachusetts) expresan una intensa devoción religiosa, y
un retroceso en el desarrollo de
su estilo.
Una de sus obras mas importantes es El nacimiento de
Venus, fue encargado a Sandro Boticelli por Lorenzo de Medici
en 1482. Es una combinación mágica de
Astrología y mitología clásica, emerge de
ella un cúmulo importante de influencias cristianas.
Estilos lineales, casi aéreos logran un efecto sutil,
etéreo.
LA HISTORIA DE
NASTAGIO DEGLI ONESTI
Esta es una de las grandes obras de este Autor. Las tres tablas
que con el título genérico de "La historia de Nastagio degli
Onesti" se formaron originariamente parte de una serie de cuatro
pintadas por Botticelli para la ilustre familia
florentina de los Pucci.
El conjunto ilustraba uno de los cuentos
narrados por Boccaccio en el "Decameron", la novela octava
de la quinta jornada, que lleva por título "El infierno de
los amantes crueles".
Las tablas permanecieron en Florencia, en manos de los Pucci,
hasta 1868. Pasaron después por distintos propietarios
hasta que, en 1929, don Francisco de Asís Cambó
compró las tres primeras a los herederos de Joseph
Spiridon. En 1941, el propio Cambó las donó al
Museo del Prado. La cuarta tabla se encuentra en la actualidad en
una colección privada norteamericana.
Todo hace suponer que el conjunto conformaba la cabecera de una
cama nupcial o que decoraba los cuatro frentes de un arcón
de boda o "cassone", destinado a guardar el ajuar de la novia.
Asímismo, hay quién considera que fue pintado para
unas "spalliere", o casetones de madera con los
que se revestían por entonces las paredes de las
habitaciones principales de las casas nobles florentinas, para
resguardarlas del frío y de la humedad.
La autoría de estas pinturas -que ya en el siglo XVI fue
atribuída por Vasari a Botticelli- ha sido no obstante muy
discutida por la crítica especializada, a la vista de las
disparidades de ejecución que se aprecian en ellas y que
revelan en algunas de sus partes la intervención de
colaboradores. En la actualidad se tiende a admitir, a tenor del
carácter unitario que presentan, que no toda la
realización de las mismas es obra autógrafa de
Botticelli, pero que sí lo fue su concepción global
y la dirección de la composición.
Debieron ser realizadas en 1483 con motivo del enlace de dos
miembros de las familias Pucci y Bini, cuyos escudos aparecen en
los marcos y en alguna de las escenas.
Botticelli se ajusta muy fielmente al relato de Boccaccio en sus
más mínimos detalles. El carácter narrativo
de la serie se ve así enfatizado por la inclusión
en un mismo panel, a la manera medieval, de varios episodios
sucesivos.
Bibliografía
- "Enciclopedia Autodidáctica
Océano", Tomo VII, Editorial Océano, Barcelona,
España - "Historia
Universal del Arte", Tomo V,
Editorial Sarpe, Madrid, España,
1984 - http://www.tam.itesm.mx/~jdorante/art/romano/romhtmls.html
- Diccionario Básico
Espasa-Calpe, tomos 2 y 7, Editorial Espasa- Calpe, Madrid,
1980 - Revista "Temas y Fotos"
Autor:
Lisa Wantz
lisa_violeta[arroba]hotmail.com