Globalización y neoliberalismo: señuelos de la modernidad para los países subdesarrollados
Es muy habitual que en nuestro léxico existan
palabras que pronunciamos sin saber casi nada de su significado,
por lo tanto ignoramos la esencia que las contiene, ya sea que
hablen de ideas o prácticas que nos afectan de una manera
directa. El ejemplo claro que veo para desarrollar este trabajo es la
ignorancia que tenemos en torno a los
conceptos de globalización y neoliberalismo, cuando su
esencia ha llevado a una gran parte de la población a vivir en un estado
deplorable y a una escasa minoría a detentar un gran
poder
político y monetario.
GLOBALIZACIÓN Y NEOLIBERALISMO:
SEÑUELOS DE MODERNIDAD PARA LOS PAÍSES
SUBDESARROLLADOS
En realidad el término de globalización
posee una vida muy breve y ha sido utilizado a raíz de la
necesidad de enunciar las cada vez más estrechas
relaciones entre los países, tanto en el ámbito
económico, social y político. Si pudiéramos
situarla en el tiempo, esta
idea de un mundo globalizado vendría dándose desde
finales del siglo XX y su auge a principios del
XXI. De ahí que a muchos todavía nos dejen pensando
cuando nos preguntan su significado.
Si quisiéramos enunciar un acontecimiento
histórico que permita reconocer el nacimiento de este
sistema,
podríamos hablar que surge a la par con el neoliberalismo,
pues éste es su principal herramienta con la cual tiene el
acceso a los países. Entonces, tendríamos que
hablar que su génesis proviene de la desaparición
del mundo bipolar (Estados Unidos
versus la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas) y la búsqueda de relacionarse ahora
mediante la diplomacia comercial. El paradigma
histórico que evidencia este contexto histórico es,
sin duda, la caída del muro de
Berlín en el año de 1989.
También habría que hacer mención de
que para nuestro país este término como ideología a seguir (encumbrarnos al
desarrollo
económico mediante la alianza internacional)
surgió con énfasis en 1994, con la creencia de que
al integrarnos al Tratado de Libre
Comercio con EU y Canadá, tendríamos un paso
seguro a la
modernización y, por ende, a la
globalización (entonces vista como una panacea). Se
supone que nuestro país se fortalecería
económicamente y que, a la postre, pronto
estaríamos formando fila con los países
desarrollados. Paradójicamente, ese mismo año es
cuando más se analiza si en verdad podría operar
México
dentro de la globalización conociendo su situación
económica, gracias a que el levantamiento del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
hizo evidente que este país cuenta con un atraso muy
severo con el cual es difícil competir comercialmente con
otros países.
Para citar un concepto y tener
en mente cuáles son las principales características
de esta ideología recurriré al tan satanizado (en
las "élites" universitarias) diccionario
Encarta, tan sólo para tener una base
teórica en que sustentar tal vocablo, después
incluiré algunas opiniones y aportaciones de autores
especialistas en el tema. Así pues, globalización
hace referencia a la descripción
de:
(…)la realidad inmediata como una sociedad
planetaria, más allá de fronteras, barreras
arancelarias, diferencias étnicas, credos religiosos,
ideologías políticas y condiciones
socio-económicas o culturales. Surge como consecuencia
de la internacionalización cada vez más acentuada
de los procesos
económicos, los conflictos
sociales y los fenómenos político-culturales.
En sus inicios, el concepto de globalización se ha
venido utilizando para describir los cambios en las
economías nacionales, cada vez más integradas en
sistemas
sociales abiertos e interdependientes, sujetas a los efectos de
la libertad de
los mercados,
las fluctuaciones monetarias y los movimientos especulativos de
capital. Los
ámbitos de la realidad en los que mejor se refleja la
globalización son la economía, la
innovación tecnológica y el
ocio.
La globalización surge, pues, de la necesidad que
existe de interactuar con otros países, gracias al aumento
masivo de la tecnología, visto en
la tecnificación de las comunicaciones, así como en la propuesta de
comerciar libremente en los mercados, apoyados en ese ente
económico llamado neoliberalismo, lo cual podría
indicar un buen argumento para decir sí a la
globalización, pues no podríamos estar aislados en
estos tiempos que corren; sin embargo esta interacción no sólo es en un sentido
benéfico, o sea para estrechar relaciones, buscar nuevos
patrones de conviviencia o comerciar libremente, sino que dentro
de su ejecución existen intereses más destinados a
beneficios particulares o de particulares que al mejoramiento de
la calidad de
vida de la mayoría; es decir, del colectivo. Para
esto, esbozaré algunas razones de por qué la
globalización es inconveniente a la sociedad, la cual
contiene ideas individualistas como su principal motor y, en ese
tenor, buscar la respuesta a la insistencia de los capitalistas
por hacerle propaganda y
de los globalifóbicos por erradicarla, cuando ven en ella
al proyecto de un
sistema represor.
En este sentido, William Robinson expone que:
(…)la globalización económica tiene su
contrapartida en la formación transnacional de clases y
en la emergencia de un estado transnacional que ha venido a
existir para funcionar como la autoridad
colectiva para la clase global
gobernante. (…)en la actualidad, la globalización del
proceso de
producción está unificando al
mundo en un solo modo de producción y en un solo sistema
global y está llevando a cabo la integración orgánica de diferentes
países y regiones en la economía global (…). Se
registra una subordinación de la lógica de la geografía a la lógica de la
producción y este proceso que no tiene precedentes
históricos, (…)nos obliga a reconsiderar la
geografía y las políticas del estado-nación.
Que se supone con esto, si no que, dentro de esta supuesta
globalización, para interactuar mejor con el vecino no
haya más que un plan bien
definido de estandarización de los procesos
internacionales; es decir, que aquellos que poseen los medios de
producción o, bien, el capital para invertir o comprar sin
impedimentos hagan de la sociedad un grupo al que
sólo le toca consumir lo que ellos les ofrezcan, para eso
es necesario que haya un libre comercio en
los países donde los productos de
las potencias vayan poco a poco acabando con el mercado y
productos internos y así hacerlos dependientes a ellos.
Tomando en cuenta esto, no se puede decir más que la
globalización es un sistema
político-económico que no tiene más fin
que hacer más fuertes los monopolios comerciales y seguir
instaurando el sistema capitalista. Por esta razón,
podríamos ver a la globalización como algo
perjudicial para nosotros, principalmente como integrantes de los
países subdesarrollados.
Otra característica más que se puede visualizar
en el contenido de la globalización y que supone un
elemento nocivo para el desarrollo de
nuestro país y de las naciones aunadas a ella, las cuales
se considerarían incompetentes, ante la poca
infraestructura que tienen, es lo que Ulrich Beck expone cuando
habla de que la:
(…)simultaneidad de la integración transnacional y
la desintegración nacional, (…)van desapareciendo los
países "puros"; esto implica la disolución de los
últimos espacios locales y nacionales autónomos.
(…) las corporaciones transnacionales tienen especial
interés por los estados débiles.
Porque a pesar de ello siguen siendo estados; casual o
intencionadamente, los actores del mercado mundial
producen una presión
coordinada sobre todos los estados miembros o dependientes de
ellos para que neutralicen todo lo que pueda impedir, retrasar
o limitar la libertad de movimiento
del capital.
En esta conceptuación podemos encontrar uno de los
problemas
fundamentales de la apertura no sólo económica o
política,
sino también de la cultural, pues es evidente que si lo
que se necesita es que exista una sociedad estandarizada, hay
primero que aplicarles nuevas formas ideológicas o
imponiéndoles modas justificándose en que aquel que
no esté a la "vanguardia"
globalizadora nunca saldrá de sus atraso. De ahí
que se vea en las raíces históricas de un
país un factor que impida la cohesión al pensamiento
occidental y se quiera exterminar la historia a como de lugar (si
se necesita un ejemplo nada más veamos lo que pretende
imponer la Secretaría de Educación
Pública para 2005 en los planes de secundaria: fuera
historia antigua de México e historia
universal de civilizaciones milenarias). Los
indígenas, en este sentido, son vistos como el
único obstáculo para hacer de nuestra sociedad un
mega maniquí a los intereses de los capitalistas, por eso
se les reprime, encarcela o mata. Y para estandarizar a la
demás sociedad sólo basta con malformarlos
intelectualmente para evitar la conciencia y
aumentar la ignorancia, con el fin de evitar protestas e
inconformidades.
Para solidificar más esta idea citaré algunas
palabras del análisis que ha hecho Guillermo
Gutiérrez, antropólogo y director del
Instituto Cordillerano de Estudios y Promoción Humana (ICEPH), Argentina, donde
explica que:
(…)los Estados nacionales se van subordinando al Estado
transnacional, en tanto sus gobernantes restringen su capacidad
de decisión al control
social interno, en escenarios territoriales claramente
delimitados. (…)Se trata de hegemonizar, y también de
homogeneizar. (…)constituido más allá de los
Estados nacionales, trascendiendo las sociedades
locales, utilizando a los gobiernos de los países
formales como delegados en enclaves productivos o de
extracción de recursos, este
bloque dominante transnacional construye en ese proceso a su
propio antagonista, que son las masas excluidas.
Antaño, la principal forma con la que los países
desarrollados se adueñaban de la infraestructura de un
país, del cual necesitaban obtener sus recursos, era
mediante el uso de las tácticas militares, visualizadas en
los golpes de Estado. Buscaban que dentro de los gobiernos de los
países subdesarrollados se instalara un régimen
dictatorial que obedeciera a los intereses extranjeros y
reprimiera a su población interna, con la intención
de generar riquezas que nunca giraban en torno del país
explotado. En estos tiempos, con la globalización y con su
brazo económico, el neoliberalismo, podemos notar
cómo mediante la economía es posible dominar a un
país, incluso sin la necesidad de tener un títere
militar en el poder, lo único que necesitan para neo
colonizar un país es promover la apertura del mercado y la
imposición de una cultura
universal que haga como lo afirma Gutiérrez que se
"hegemonice y homogenice" a la sociedad.
Es evidente, pues, que la globalización pretende
encumbrar nuevamente al capitalismo,
el cual se ha venido desgastando luego de que se han visto las
consecuencias de su operación: Argentina sería la
muestra
más significativa de cómo un país puede
quedar minado económicamente gracias al régimen
capitalista y cómo no por estar incluido dentro del mundo
globalizado su situación ha mejorado; se podría
decir más bien que está secuestrado por este
sistema que no le deja crecer al interior con tan profusas
importaciones y
alojamiento de empresas
transnacionales. En este espejo bien deberíamos
reflejarnos; sin embargo, poco se ha hecho al respecto de
favorecer nuestro sistema económico nacional y se da
prioridad a la inversión
extranjera.
Se decía anteriormente cómo la
globalización tiene entre sus principios destructores el
terminar con la identidad de
una nación
y que esta acción
le trae beneficios inimaginables, pues quien no conoce su pasado
está destinado a sufrir su presente. De acuerdo a esto hay
que mencionar entonces que otra de sus herramientas
de "trabajo" es el monopolio de
los medios de
comunicación, en especial lo referente a la
televisión y los satélites.
Los ejemplos son varios, ya que a cada momento vemos en
comerciales, programas y
documentales los "beneficios" que ha traído el abrir
nuestras expectativas hacia el exterior (y vaya que en esto estoy
de acuerdo), pero siempre buscan darnos el lado blanco de este
sistema omitiendo las consecuencias negativas como pudiera ser el
crecimiento de la pobreza y la
solidificación de la dependencia de los países a la
potencia
económica, ya sea EU, en nuestro caso, y la Unión
Europea (UE), en el caso del viejo continente.
El uso, en este sentido, de los medios para crear la
propaganda necesaria para este sistema traen a la mente
analogías un poco forzadas; pero que hacen reflexionar.
Recordemos, pues, que la Alemania nazi
fue el primer Estado que se sirvió de la propaganda
(Joseph Goebbels como su principal ideólogo y ejecutor)
para controlar a las masas, algo similar instituyó el
régimen italiano de Benito Mussolini. Así pues,
cuando en las protestas de los globalifóbicos se observan
pancartas con el desprecio a la esvática, rememorando en
Bush o en Aznar a Hitler y
expresando que los monopolios económicos son fascistas no
es tan descabellado como se piensa. Afortunadamente, y como
contrapunto, tenemos la internet, los libros y
alguno que otro diario donde podemos encontrar las dos caras de
la moneda para así analizar los beneficios y lagunas que
puede traer consigo la globalización.
En esto de la identidad
nacional y su deterioro a partir de la globalización
me pareció significativo un texto chileno,
el cual pareciera que está describiendo lo que acontece en
México. Jorge Larrain, autor de este análisis,
explica que:
En Chile algunos sectores piensan que la
globalización, especialmente en su dimensión
cultural, está amenazando la chilenidad, nuestra
identidad nacional. Los síntomas de esta amenaza
están en todos lados. El campo chileno, sometido a dura
modernización, ha dejado de ser el principal centro
proveedor de trabajo y de cultura que era antes y por lo tanto
los valores
rurales tienden a desaparecer; muy poca gente ya asiste a los
rodeos y fiestas típicas campesinas.
(…)Otros síntomas serían que la música
chilena se oye cada vez menos e incluso en las ramadas
diciocheras (sic), donde la cueca y las tonadas resurgen
temporalmente, la gente pareciera preferir bailes extranjeros
como los corridos, las cumbias, el tango y la
salsa. La observación participante de ramadas en
Constitución, el 19 de Septiembre de
1997, concluía que "la música que existía
en las ramadas y kioscos correspondía principalmente a
cumbias, corridos mexicanos y sólo ocasionalmente a
cuecas. Pero más allá de esto, entre la juventud
surgen cada vez con mayor fuerza
grupos
rockeros, raperos y punk que imitan no sólo la
música sino también las vestimentas y modos de
moverse y actuar de sus originales europeos. Los símbolos patrios han ido perdiendo
fuerza: cada vez menos habitantes se molestan en poner banderas
chilenas durante las fiestas patrias. Los hábitos
alimentarios también han ido cambiando sometidos al
bombardeo sistemático de pizzas y hamburguesas
americanas, de restaurantes franceses o italianos que van
lentamente desplazando los tradicionales platos chilenos.
Cuando se acude a la
comparación de estas características entre unos
países (principalmente los latinoamericanos, siendo los
afectados directos) y otros se hace evidente que en realidad la
globalización sí ha afectado ya de una manera
irreversible las costumbres y tradiciones originales de nuestras
culturas, por lo que la única opción
consistiría en evitar que estos valores se
destruyan y mejor se les diera la importancia que merecen, no
importando si estamos inmersos en un mundo
globalizado.
Otra conceptuación que además de
brindarnos una opinión expone un alternativa contra este
sistema, podemos encontrarla en los textos realizados por el
subcomandante insurgente Marcos, quien al ser vocero de
los neo zapatistas chiapanecos y como los principales promotores
de la lucha contra el neoliberalismo en esta última
década, no podía hacer falta. El extracto
corresponde a un artículo que realice a partir del
análisis de un texto realizado por el subcomandante como
ponencia para el foro En defensa de la
Humanidad llevado a cabo los días 24 y 25 de octubre
de 2003, en el Polyforum Cultural Siqueiros, Ciudad de
México. En él se cuenta la opinión de un
singular personaje que ha creado Marcos llamado
Durito y que nos es más que un escarabajo que,
según el subcomandante, busca conquistar la justicia y la
equidad en el
mundo. Bueno, para Durito, entonces la
globalización es:
(…)la mundialización de las partes del
mundo"; pero tal se da en dos formas: una que es la
mundialización del dinero, o
sea, la que llevan a cabo los capitalistas y otra es la que
lleva a cabo el pueblo mediante la resistencia
ante ese poder económico que, como bien se sabe,
sólo rinde cuentas a
unos cuantos. En esa primer forma, la mundialización del
dinero, la esencia que la promueve está sujeta a que
aquellos que "son mucho muy ricos ya no están contentos
de ser ricos explotadores en un país, o sea que en su
pueblo, sino que ya quieren más dinero y se meten en
otros países para ganar más dinero(…). Y
entonces el dinero se
mete en otro país y no respeta ese país por la
culpa de la globalización del dinero, que no respeta a
los países y a la gente. O sea que cada país es
como un globo que se revienta y se le sale todo lo que lo
hacía especial, o sea como su costumbre, su palabra, su
cultura, su economía, su política, su gente, su
modo pues".
En este tenor, Don Durito también
explica que siendo que el dinero sólo busca el beneficio
particular no le importa saber a quiénes tiene que
llevarse en su camino siempre y cuando se obtenga lo que se
quiere. Así es entendible entonces que los países
que son invadidos por la fuerza económica sean vistos
como un producto
más y no como un lugar donde convergen individuos con
una cultura, valores y tradiciones específicos. Dice
Durito que un país invadido por la
globalización del dinero deja de ser "una casa donde
vive la gente de ese país, [ahora] es una tiendita donde
se venden y se compran cosas y gente. Porque en la
globalización el dinero pone tiendas donde antes
había países. Y entonces, como el país ya
no es un país sino que es una tienda, pues la gente ya
no es gente, sino que sólo son compradores o
vendedores".
Como puede notarse, la globalización llevada a
cabo mediante el canon de explotación y marginación
de la mayoría de la población no puede seguir
operando porque esta situación dista mucho de la
búsqueda de un mejor mundo, más igualitario, con
las mismas oportunidades. Resulta, por el contrario, que ha
traído más depresión
económica y más protesta social, no en vano se han
dado tantas marchas en protesta de este régimen universal
(como ejemplo sólo basta lo hecho en España).
Siempre ha sido un problema que en el discurso se
planteen utopías de mejoramiento y en la práctica
se busque la ecuación neodarwiniana de el hombre
más apto es el que tiene los medios financieros para
explotar y beneficiarse de otros. De seguir este sistema pronto
se verá rebasado por una confrontación con la
población marginada y de ser así habría
demasiados conflictos, se instituiría la violencia y no
se lograría nada.
Ahora bien, a pesar de que ya vivimos un nuevo milenio,
las perspectivas de vida del ser humano parecen venir decreciendo
de una manera excesiva. La razón lejos de pertenecer a un
escrito apocalíptico o, bien, al discurso de un
astrólogo charlatán, obedecen ni más ni
menos que al sistema despótico e inequitativo que rige las
economías de la mayoría de los países
integrantes de este mundo en destrucción: el
neoliberalismo.
Encontrar un concepto que aglutine todas las formas de
pensar que se tienen sobre este tipo de corriente
económica resulta difícil e incluso hasta
extenuante; no obstante, encontré una definición
que a mi parecer no entra mucho en términos
técnicos o económicos y desarrolla algunas de sus
características. Así pues, para Luis de
Sebastián el neoliberalismo es:
(…)más que un cuerpo de doctrinas es un
estilo de conducción económica que tiene por
norte el lucro privado en todos los campos de la
economía y la sociedad.
(…)Entiendo el neoliberalismo como una manera de
pensar y actuar sobre la
organización de la economía nacional e
internacional, que, basándose en los principios de la
economía neoclásica e impulsada por las
actuaciones políticas de la señora Thatcher y el
presidente Reagan, se ha extendido entre los intelectuales, políticos y gobernantes en
los últimos veinte años como una forma de
pensamiento único e insustituible.
(…)El neoliberalismo no es un cuerpo de doctrinas
homogéneo*, con tesis bien
establecidas ya aceptadas por todos los que se confiesan
neoliberales. El neoliberalismo implica más bien una
tendencia intelectual y política a primar, es
decir, estimar más y fomentar preferentemente, las
actuaciones económicas de los agentes individuales,
personas y empresas privadas, sobre las acciones de
la sociedad organizada en grupos informales (pensionistas),
formales (asociaciones de consumidores, sindicatos),
en asociaciones políticas (partidos) y
gobiernos.
Sin duda, hablar sobre este sistema económico en
gran parte del globo remite a pensar en desigualdad
social. Es evidente que sólo tendrán espacio
dentro de este sistema los capitalistas, los consumidores
pudientes y los explotados; esto si en verdad puede la naturaleza
seguir tolerando su destrucción, lo que llevaría a
la sociedad a vivir dentro de un verdadero manicomio.
Hay que observar solamente lo que un buque petrolero
pudo hacer por la extinción de la fauna marina.
Pues sí, el Desprestige es, sin duda, uno de los
ejemplos más desastrosos con los que se puede observar la
poca importancia que los capitalistas tienen por brindar seguridad
pública. O en verdad les importará lo que esto
pueda repercutir en las costas gallegas para la gente que las
habita. Se escuchaba por ahí (principalmente en los
noticieros televisivos a finales de 2002) que dentro de los
"misterios" que contiene este mundo era desentrañar el por
qué un grupo de ballenas llevaba a cabo un suicidio
colectivo, si no pertenecían a ninguna secta
apocalíptica ni nada por el estilo, entonces dejaban en el
aire esta
pregunta como si la hubiera descrito el mismo Maussan o Walter
Mercado. No obstante, nunca se llevó a cabo algún
análisis que hablara sobre las consecuencias de la marea
negra para la fauna marina y, por consiguiente, para la salud humana
(recuérdese que el buquecito llevaba alrededor de 55 mil
toneladas de combustible), sin duda pronto se olvidará,
gracias a los capitalistas, ese 19 de noviembre de
2002.
Ahora bien, si observamos a nuestra América
Latina llena de desgracias, se puede decir que el sistema
poco cambia, pues su práctica refleja a miles de personas
que tienen que buscar la vida incluso en los basureros por la
escasez de
alimentos, a
pesar de que la naturaleza aún puede proveer de alimento a
todos los que habitamos esta pseudo vida (no hay que olvidar a
los argentinos). Se ve también un serio panorama para las
personas letradas que ofertan su fuerza de trabajo como cualquier
obrero o jornalero (sin menospreciar, claro, estas actividades),
de nada valen ahora los títulos, diplomas y
reconocimientos, en esta selva humana opera la ley darwiniana
(se recuerda el ejemplo gastado de los taxistas intelectuales);
la mayoría de la gente busca su supervivencia en los
negocios
ilegales y no me refiero al narcotráfico, sino al ambulantaje que se
realiza con el fin de conseguir el sustento de su familia,
sufriendo, en cambio, la
persecución y el encarcelamiento. Otros tantos se dedican
al asalto -y lo peor al secuestro– para
obtener lo que nunca van a poder lograr con el trabajo;
entre otras muchas consecuencias del famoso
neoliberalismo.
El escritor de izquierda, Eduardo Galeano, expone los
indicios de esta catástrofe bajo el arma letal del
neoliberalismo, la cual sienta sus bases en el
mercado:
La economía comete atentados que no salen en
los diarios: cada minuto mata de hambre a 12 niños. En la organización terrorista del mundo, que el
poder militar custodia, hay millones de hambrientos
crónicos y 600 millones de gordos.
(…)En Argentina, un concurso de televisión ofrece cada día, el
premio más codiciado: un empleo. Las
colas son larguísimas. El programa elige
los candidatos, y el público vota. Consigue trabajo el
que más lagrimas derrama y más lagrimas arranca.
Sony Pictures está vendiendo la exitosa formula en todo
el mundo.
¿Qué empleo? El que venga. ¿Por
cuánto? Por lo que sea y como sea. La
desesperación de los que temen perderlo, obligan a
aceptar lo inaceptable. En todo el mundo se impone ‘el
modelo
Wal-Mart’. La empresa
número uno de Estados Unidos prohíbe los
sindicatos y estira los horarios sin pagar horas extras. El
mercado exporta su lucrativo ejemplo. Cuanto más dolidos
están los países, más fácil resulta
convertir el derecho
laboral en papel mojado.
Obsérvese aquí que lo más
dramático de la situación por la que está
pasando América
Latina es, sin duda, tan sádica como pudieron haber sido
los campos de concentración de Auschwitz-Birkenau o Dachau
durante el régimen nazi, los cuales eran expertos en
humillación. No obstante, que lo más valioso que el
ser humano posee, lejos de cualquier creencia o dogma, es, sin
duda, el tener sentimientos (y no estoy hablando de
cursilerías); ahora, dentro de éstos se encuentra
uno que nos permite ir por la vida con la frente en alto,
éste se llama dignidad y es
uno de los principales enemigos del sistema neoliberal que busca
erradicar extinguiéndolo de los seres humanos mediante la
represión económica.
El sistema neoliberal ha creado un monstruo de
civilización que vive feliz con los programas televisivos
que le permiten ver la miseria de sus semejantes: los Big
Brother, los programas de concurso, los programas que inducen
a hacer llamadas por teléfono para tener la esperanza de tener
una fortuna en dinero, etcétera. Otra consecuencia de este
sistema es, claro está, la simultánea
pérdida de valores "humanos" en lo que todavía nos
preciamos por llamar sociedad. Hablar, en la actualidad, de
honestidad,
responsabilidad, caballerosidad, equidad, amistad o,
incluso, amor resulta
un chiste.
El neoliberalismo no sólo ha creado una de las
peores crisis
estructurales en todos los aspectos, amenaza la identidad
latinoamericana. Pretende también cerrar un proceso de
neocolonización de doscientos años,
desembocándolo en una integración subordinada y
neocolonial definitiva, ya sea con EU, ya sea con la
UE.
En América Latina se han podido observar dos
crisis que mantienen pendiente a una buena parte de intelectuales
de Latinoamérica y de Europa: el
régimen chavista en Venezuela y la
crisis argentina que se busca erradicar. En el primer caso, se
puede notar la fría y calculadora mano de los EU para
derrocar un gobierno que no
se ajusta a sus necesidades. En Venezuela se reconoció un
paro nacional
(del 2 de diciembre de 2002 al 2 de febrero de 2003) que
terminó por minar los bolsillos de la sociedad, 63
días bastaron para hacernos entender que la mano
neoliberal representada por el imperio económico
estadounidense, puede afectar seriamente a un país.
Argentina todavía está sumergida en su
recuperación.
Por lo tanto, no hay que obviar, como es en el caso de
Venezuela, que EU está viendo la manera de hacerse
dueño o, bien, colonizador de los países
latinoamericanos que poseen petróleo, pues, en primer lugar, el
energético ya escasea y se necesita proveer de él
para no sufrir la desaparición del mismo dentro de su
país y originar un conflicto
social interno y, en segundo lugar, está el hecho de que
lo necesitan para llevar a cabo su política implacable de
guerra. De
ahí que Iraq, lugar
provisto de pozos de crudo, haya sido parte fundamental de un
ataque perpetrado en base a mentiras para
adueñárselo y servirse de sus recursos hasta que
encuentren otro país, al cual colonizar y gozar de
combustible por una temporada más.
En esto de Iraq cabría detenerse un momento y
analizar lo que alguna vez el historiador estadounidense Howard
Zinn exponía sobre las mentiras de EU para crear guerras y
beneficiarse:
Si revisamos la historia de las guerras éstas
comienzan siempre con el engaño. Se requiere del
engaño porque si le dijeran al pueblo la verdad no
aceptaría la guerra. (…) [Como ejemplos bastan que en]
la Primera Guerra
Mundial el alegato era que los alemanes habían
hundido una nave desarmada, un barco de pasajeros, el
Lusitania, y muchos estadunidenses habían muerto.
Bueno, luego resultó que el Lusitania traía una
carga de municiones. No era simplemente un barco de pasajeros,
era un navío de guerra. (…)La gente aprende. La
esperanza es que la gente no tenga miedo de decir lo que
piensa, que se difunda la información, que haya mítines,
manifestaciones y sesiones informativas, que mediante la
red electrónica se difundan los hechos por
todo el país: que como resultado de este aprendizaje de
lo que realmente ocurre en el mundo, y al conocerse la verdad
en torno a la política exterior estadunidense, al
reflexionar sobre el terrorismo
en forma sería y no sólo superficialmente,
podamos ser un público que comience a exigir cambios en
la posición estadunidense ante el mundo.
El conflicto bélico que los EU realizaron contra
Iraq no es más que otra de sus famosas mentiras para
llevar a cabo la sujeción o colonización de este
país y verse beneficiado con su crudo. El "móvil"
fue que Iraq estaba armado nuclear y químicamente y por
esta razón el mayor policía del mundo
pretendió liberar a la humanidad de satán Hussein y
de ese peligro latente llamado árabes, por lo tanto fue
necesaria una guerra "preventiva". ¿Una guerra
preventiva?, pues sí, vaya que como civilización
hemos llegado lejos; pero de los límites
del absurdo, de cuándo acá se previenen conflictos
con conflictos. Esto no es más que una de las
políticas que Bush ha querido instaurar en la parte del
mundo que domina.
Como sociedad deberíamos preguntarnos si en
verdad son necesarios los conflictos bélicos o mejor
todavía si quisiéramos sentir alguna vez lo que
significa una guerra y más como son ahora:
tecnológicas, recordemos que ahora las guerras se dan
mediante armas
inteligentes, tú apuntas, esperas y das en el blanco
exacto. Qué peleas aquellas de la Edad Media
¿no? Hasta el rey asistía al combate y todo, ahora
ni esperanzas de que Baby Bush vaya a la guerra (si dicen
que hasta desertó de su servicio
militar). En realidad, deberíamos estar conscientes de que
los únicos que sufren las guerras son como siempre las
mujeres, los niños, los ancianos y demás personas
inocentes, las cuales muchas veces ni están enteradas de
la verdadera esencia de los conflictos, sino que incluso hasta se
dejan llevar por la propaganda bélica y hasta se
manifiestan a favor de hacer la guerra y combatir por su
país. Dolió de verdad cómo la mayoría
de la población estadounidense sucumbió ante la
propaganda bélica de Bush después del 11 de
septiembre de 2001, muy tarde se han dado cuenta que así
como en las Torres gemelas del World Trade Center también
en Afganistán e Iraq han muerto seres
inocentes.
El neoliberalismo en nuestros días presenta ya no
fisuras, sino agujeros severos que atentan contra los derechos humanos,
con este sistema poco o nada interesa el "futuro", solamente
interesa la completa explotación humana y natural que se
haga en el presente para augurar un jugoso futuro a unos cuantos
que de por sí ya se regodean en su dinero. Es posible que
de seguir bajo estos lineamientos podamos notar sin espantarnos
de las verdaderas bajezas a las que puede llegar la sociedad,
algo así como regresar a la era cavernícola, pero
con nuestras palm, internet y demás
caprichos del consumo. Lo
seguro es que lejos de evolucionar estamos en una decadencia que
originará el infierno en la tierra. Lo
importante aquí sería revisar nuevamente algunos
lineamientos socialistas y ponerlos a operar para su
análisis práctico.
Ahora bien, hay que dejar entendido que globalizarse o, mejor
dicho, entrar en la globalización constituye una necesidad
para nuestro tiempo, ya que nadie puede vivir aislado, con las
ideas y opiniones generadas en su propio país, ya sea esto
por beneficio político, intelectual o cultural resulta
magnifico interactuar con otros países. Incluso
sería benéfico en el sentido económico, lo
que hay que promover es solamente la consolidación de un
mercado interno, ¿cómo? Brindando oportunidades en
cuanto a baja tributación de impuestos (como
ocurre con las transnacionales), brindando créditos monetarios y ajustando la banca
(nacionalizándola). Ejerciendo también nuestro
derecho al libremercadeo, ya que EU bloquea muchos productos
mexicanos, justificándose en que son de mala calidad, hacer
esto mismo con él (recordemos el problema de la gripe de
pollo y el virus de las
vacas locas en las carnes rojas). Si se empieza por estas
pequeñas; pero a la vez titánicas tareas es muy
probable que México vea en la globalización un
sistema de beneficio retroactivo; en cambio, de seguir en este
contexto, la globalización no será sino la apertura
de la fosa, en la cual está destinado nuestro país
a morir.
"Globalización", Enciclopedia Microsoft®
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Javier Cervantes
Mejía
Universidad Autónoma del Estado de
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