El Turismo como industria es
un fenómeno que ha venido adquiriendo una presencia
creciente en la dinámica económica internacional.
Para muchas naciones y regiones del mundo constituye una de sus
actividades fundamentales, generadoras de ingreso, empleo y
desarrollo.
Por sus características tiene importante impacto
en el resto de los sectores económicos y en las relaciones
sociales tanto de los lugares donde se practica, como en los
países de origen de los visitantes, que retoman portadores
de nuevas experiencias y de otra visión. A partir de 1989
– 1990 comienza un vigoroso desarrollo del sector
turístico en Cuba, que
colocará a este no solo como el más dinámico
de nuestro sector externo, sino como el que mayores ingresos en
divisa proporcionan al país.
Sin embargo, comprender el carácter de la actividad turística y
sus relaciones con el medio
ambiente, permitirá una convivencia armoniosa entre
naturaleza y
turismo, de forma tal que no sufran alteraciones los ecosistemas
donde se desarrolla esta actividad, y por consecuencia hacer
frente a las necesidades turísticas presentes sin poner en
riesgo la
capacidad de las futuras generaciones para atender sus propias
necesidades.
SUMMARY: The Tourist industry is a phenomenon that has
acquired a growing presence in the dynamic international economy.
For many nations and regions of the world tourism constitutes
fundamental activities, generation of income, employment and
development. These characteristics have an important impact in
the rest of the economic sectors and in the social relations and
also the places where it is practiced. For example, in the
countries of the visitor's origin, it bears the recapture of new
experiences and give another view point. From 1989-1990 a
vigorous development of the tourist sector began in Cuba that
positioned it not only as the most dynamic of our external
sector, but as the largest revenues proportion in foreign
currency to the country.
However, to understand the character of the tourist
activity and its relationships with the environment, a harmonious
coexistence between nature and tourism should be allowed, in such
a way that the ecosystems won’t suffer alterations where
this activity is developed, and as a consequence to make
opposition to the present touristic necessities without putting
at risk the capacity of the future generations to attend its own
needs.
Las definiciones en torno al turismo
datan de la misma época en que este comenzó a ser
parte del tiempo libre.
Según la Biblia, Moisés envió a la tierra de
Canaón a un grupo de
representantes para informarse sobre lo que pudiera existir en
ella. Este viaje de reconocimiento y exploración, fue
descrito en hebreo antiguo con el sinónimo de tur.
Actualmente millones de personas se desplazan sobre la mayor
parte del planeta en los llamados viajes de
placer. Este fenómeno da lugar a la moderna actividad
lucrativa definida con el vocablo de turismo.
El turismo se caracteriza por una actividad social y
económica relativamente joven y el hecho de englobar a una
gran variedad de sectores económicos y disciplinas
académicas ha dado lugar a una dificultad evidente para
establecer definiciones unánimes de la actividad
turística y que la distingan de otros sectores.
Ha existido un debate
académico sobre que es exactamente el turismo, que
elementos lo componen y quien debe ser considerado turista, lo
que ha originado multitud de definiciones, cada una de ellas
subrayando distintos aspectos de la misma actividad. (Glucksmann,
1935 cit. por De la Torre, 1980:17; Krapf y Hunziker, 1942, cit.
por De la Torre, 1980: 19; De Arrillaga, 1955, cit. por Acerenza,
1974: 25; Burkart y Medlik, 1981; Mathieson y Wall, 1982: OMT,
1991, 1995 a). En este sentido cabe afirmar que todas han
contribuido a profundizar en el entendimiento del
turismo.
No obstante se hace necesario la creación de un
marco conceptual, que sirva de base para una mejor
comprensión de las cuestiones que se analizaran en este
trabajo. La
mayoría de los autores relacionan al turismo con la
ocupación del tiempo libre y la vinculación de este
con el desplazamiento que se produce al realizar esta actividad,
es decir, que el turista debe trasladarse de un lugar a otro y
salir temporalmente del espacio existencial cotidiano. Sin
embargo, en el análisis de cada una de las definiciones no
se aprecia la naturaleza del sujeto, y qué puede
condicionar la oferta de los
núcleos receptores; y se mencionan los efectos que pueden
ocasionar los visitantes en los núcleos receptores, pero
no se valora que pueden ser de índole negativos y
positivos en los planos económicos, sociales y
ecológicos.
Por tanto desde nuestra percepción
podemos considerar la actividad turística como: "el
desplazamiento voluntario de un individuo o
grupo de individuos por espacios distintos de sus lugares
habituales de residencia con fines recreativos, culturales o de
descanso, y ajenos a todo propósito remunerativo o de
trabajo profesional". Fuente: Elaboración propia a
partir Briassoulis cit por Roe et al, 1997:22.
El concepto de
turista es de mucha importancia por el reflejo que tiene el hecho
sociocultural del turismo que lo hace decisivo. Este concepto
condiciona la calidad y el
alcance de las relaciones del turista con el entorno del sitio
–destino que definirá el balance final de la
experiencia vivida. Esta experiencia tiene un impacto
recíproco en el turista y la localidad, entendida
ésta como un:
"un sistema
localizado en un conjunto de elementos en interacción dinámica, localizado
dentro de los límites de
un espacio físico determinado, organizados en función de
un fin" "El espacio local, en tanto sistema, se compone de un
conjunto de subsistemas en interacción dinámica
entre sí y con su medio ambiente, cuya
finalidad es la satisfacción de las necesidades… no solo
de las personas que viven y/o trabajan en esta localidad, sino de
las necesidades e intereses de los diferentes subsistemas que
forman parte del sistema local"
El concepto de local adquiere, pues, una
connotación de algo socio-territorial que pasa a definirse
como un ámbito comprendido por un proceso de
desarrollo en curso, en general cuando este proceso está
pensado, planeado, promovido o inducido.
La Sociedad de
Naciones describió en 1937 como turista a toda persona que viaja
durante 24 horas o más por cualquier otro país
distinto de su residencia. Esta definición fue mejorada
por la UIOTT que precisó dicho cambio de
residencia como temporal y voluntaria, también que
debía ser motivado por razones ajenas a la
profesión o a los negocios. El
concepto y más propiamente la definición de turista
tiene también un significado técnico y
práctico en la gestión
comercial y en la realización de trámites y
solución de procesos
legales. Cada país tiene claro este concepto en la
legislación pero la que sigue es una definición que
resume la idea de lo que es un turista que actualmente predomina
en el mundo.
Turista: Según la "Conferencia
Internacional de Turismo y Viajes Internacionales", celebrada
entre el 21 de agosto y el 5 de septiembre de 1991, los expertos
austriacos propusieron la siguiente definición: es el
visitante temporal, proveniente de un país extranjero, que
permanece en el país mas de veinte y cuatro horas y menos
de tres meses, por cualquier razón excepto la de
empleo". Esta definición es generalmente aceptada, si
bien comienza a cuestionarse lo referido a la acotación
del espacio temporal (hasta tres meses). En síntesis,
en esta etapa se toma en cuenta a la hora de definir el turismo,
no solo la acción
de viajar y los motivos, sino el conjunto de fenómenos y
relaciones que se genera a su alrededor, una vez que se decide
realizar un viaje fuera del lugar donde habitualmente se
reside.
La industria turística coma uno de las ramas de
la economía
que durante las últimas décadas ha experimentado un
desarrollo expansivo, con sorprendentes ritmos de crecimiento que
superan en dinamismo a sectores con desarrollo tradicional, ha
permitido adquirir cada vez mayor importancia en el ámbito
mundial, pero este vertiginoso crecimiento también se
encuentra amenazado por la política
neoliberal.
Este sector no tiene determinado con claridad la
existencia de un producto
tangible, sino que lo conforman un conjunto de servicios que
no son los mismos en los diferentes países. Esto no es
fruto de la casualidad, cada nación
trata de diseñar su destino y producto turístico
con peculiaridades y atractivos que los hagan
únicos.
El concepto de Globalización pretende describir la
realidad inmediata como una sociedad planetaria, más
allá de fronteras, barreras arancelarias, diferencias
étnicas, credos religiosos, ideologías políticas
y condiciones socio-económicas o culturales. Surge como
consecuencia de la internacionalización cada vez
más acentuada de los procesos económicos, los
conflictos
sociales y los fenómenos
político-culturales.
Muchos utilizan el concepto de Globalización para
justificar las transformaciones que tienen lugar en las
economías de los diferentes países, cuya tendencia
es la integración de forma abierta, sujeta a los
efectos de la libertad de
los mercados, las
fluctuaciones monetarias y los movimientos especulativos de
capital. Los
ámbitos de la realidad en los que mejor se refleja
la
globalización son la economía, la innovación
tecnológica, la cultura, el
medio ambiente y el ocio.
Estos elementos tienen su efecto en el turismo pero nos
centraremos primeramente en el análisis del ocio que se
define como: " tiempo libre o tiempo no utilizado para el
trabajo.
En la realidad social, sin embargo, oportunidades de
ocio y recreación
han pasado a formar parte de la vida en todas las sociedades.
Han variado de acuerdo con las condiciones climáticas y la
naturaleza circundante, y han ido progresando a medida que se han
producido mejoras tecnológicas y se ha logrado un mayor
control sobre el
medio ambiente.
El ocio no se considera como una pérdida de
tiempo sino como una actividad recreativa. De igual manera, el
trabajo ya no se define tan sólo como una actividad, sino
como una modificación del mundo físico y mental a
través de un esfuerzo, y sólo se considera como
trabajo si no constituye un motivo de recreación para la
persona. La diferencia entre trabajo y ocio radica en el
significado que demos al concepto de
recreación.
La pérdida de tiempo, tal y como Marx y De
Tocqueville señalaron desde puntos de vista muy
diferentes, es típicamente un fenómeno colectivo
que surge como consecuencia de fallos del mercado. Ciclos
de prosperidad y recesión, o fluctuaciones de la actividad
económica de veinte años o más, pueden
hundir o fomentar la prosperidad de una comunidad. La
productividad
está ligada a la especialización en la
división del trabajo, pero, de igual manera, expone a la
zona o región especializada a las vicisitudes de las
fluctuaciones en la oferta y la demanda.
Actualmente existe una tendencia a trabajar menos y a
tener mayor tiempo libre y ocioso. Las horas de trabajo, diarias,
semanales, anuales, así como vitales (a lo largo de toda
la vida), se han visto paulatinamente reducidas, en especial para
los hombres y, en particular, para los menos cualificados. Como
consecuencia, surgen multitud de programas de
construcción de estadios, complejos
deportivos, centros de ocio y ciudades universitarias; el ocio se
ha convertido en una industria gigantesca que,
paradójicamente, ocupa a un número creciente de
personal
laboral.
Pero seguimos hablando de que aunque se tienda cada vez
a disminuir el tiempo de trabajo para la recreación y el
ocio, gran parte de la población mundial solo puede soñar
con esto, y las principales causas son que en primer lugar para
realizar turismo hay que contar con un nivel de ingresos que
sustente esta actividad y estos se obtienen "normalmente" cuando
se tiene un empleo y recordemos que un elevado por ciento de la
población mundial activa se encuentra desempleada o sus
remuneración apenas le alcanza para
alimentarse.
La globalización es un fenómeno nuevo, que
afecta a la estructura de
las sociedades, los gobiernos y las formaciones culturales. La
información no tiene un único origen
local y se difunde de un modo muy veloz a todo el mundo. El ocio
y el turismo crecen hasta niveles insospechados. Más con
la tendencia a la total privatización de los negocios
turísticos no es fácil para los países
subdesarrollados controlar que se respeten los atributos de la
identidad
nacional pues quienes determinan qué cultura van a
difundir en los destinos turísticos son los inversionistas
y empresarios, nacionales y extranjeros, dueños de los
hoteles y demás productos
turísticos, que priorizan los beneficios ignorando las
consecuencias.
Pero la privatización no solo influye en la
pérdida de la identidad
nacional y de los valores
histórico- culturales sino que además trae grandes
trastornos de tipo medioambiental a causa del uso inadecuado de
las nuevas
tecnologías, lo cual se revierte a su vez como impacto
negativo al desarrollo de la industria
turística.
En el año 1972, se celebra la Primera Conferencia
de las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente a raíz de una serie de
acontecimientos, entre los que se destacan, según Roca
(2000):
- Comienzo de la crisis
energética. - Se hace público el primer informe del
Club de Roma, sobre los
límites del crecimiento. - Celebración en Estocolmo de la primera
Conferencia sobre el Medio Humano. - Firma del Convenio de París sobre el Patrimonio
Mundial, Cultural y Natural bajo los auspicios de la
UNESCO.
Se inicia de esta manera una nueva forma de contemplar
los problemas
ambientales que repercuten, posteriormente, en una nueva
tendencia del pensamiento
sobre el desarrollo, convirtiendo la definición de
desarrollo
sostenible en un concepto alternativo- al introducir el
factor ambiental- frente a la gran tendencia ilustrada por el
enfoque económico (Lorés, 1999).
El marco del desarrollo sostenible, aquel que permite
mantener el equilibrio
entre el crecimiento
económico, el desarrollo social
y la conservación del patrimonio natural incluidos los
recursos
biológicos, se perfila, como uno de los más grandes
retos a los que se enfrenta no solo las economías sino las
sociedades en general, tocando todos los puntos activos y pasivos
de estas (The Latin American Allince, 1997, Centro de Investigación Económica para el
Caribe, 1998).
El concepto de "sostenible" aparece por primera vez en
el Informe Bruntland (1987), titulado "Nuestro Futuro
Común", presentado a la Asamblea General de las Naciones
Unidas por la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y
el Desarrollo, definiéndose como: "el proceso que
satisface las necesidades del presente sin comprometer la
capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus
necesidades", buscando según el Consejo Interamericano
para el Desarrollo Integral de la OEA (1997), la
asociación intima de la actividad económica con la
naturaleza.
Algunos especialistas en desarrollo definen el
desarrollo sostenible como: "un estilo que busca en cada
región soluciones
especificas a problemas
concretos tomando en consideración el entorno natural y
cultural, atendiendo a las necesidades inmediatas y a las de
largo plazo. Se trata de encontrar los medios de
amortizar el desarrollo socioeconómico con un manejo
adecuado de los recursos
naturales y el medio ambiente" (Troncoso, 1992:
2).
Por otra parte, la Unión mundial para la
Naturaleza (1991), emite otra definición más
explícita:
"el proceso que permite que se produzca el desarrollo
sn deteriorar o agotar los recursos que lo hacen posible. Este
objetivo se
logra, generalmente, gestionando los recursos de forma que se
puedan ir renovando al mismo ritmo que van siendo empleados, o
pasando del uso de un recurso que se genera lentamente a otro que
lo hace a un ritmo más rápido. De esta forma los
recursos podrán seguir manteniendo a las generaciones
presentes y futuras".
Fue en la Conferencia de Río de Janeiro de 1992,
(Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo o "Cumbre de la Tierra"), que
se institucionaliza el concepto de "desarrollo sostenible" y de
"sostenibilidad" (Roca, 2000). Entre los objetivos de
la conferencia, se elaboró un informe que examinase los
cambios en el estado del
medio ambiente en los 20 años transcurridos entre las
conferencias de Estocolmo y Río.
El desarrollo sostenible requiere, en primera instancia,
que las personas puedan tener acceso a la satisfacción de
sus necesidades básicas; para lograr paulatinamente la
satisfacción de necesidades que vayan más
allá de las metas materiales y
que permitan el integral y pleno desarrollo de la persona.
(Lorés, 1999)
En esta línea, según Mclntyre et
al.(1993), el desarrollo sostenible considera, de forma general,
tres principios:
- La sostenibilidad ecológica garantiza que el
desarrollo sea compatible con el mantenimiento de los procesos ecológicos
esenciales, de la diversidad biológica y de los recursos
biológicos. - La sostenibilidad social y cultural garantiza que el
desarrollo aumente el control de los hombres sobre sus propias
vidas, sea compatible con la cultura y los valores de
las personas afectadas, y mantenga y fortalezca la identidad de
la comunidad. - La sostenibilidad económica garantiza que el
desarrollo sea económicamente eficiente y que los
recursos sean gestionados de modo que se conserven para las
generaciones futuras.
El desarrollo sostenible del turismo va indisolublemente
ligado al concepto de capacidad de carga o capacidad
turística o capacidad de acogida, como se denomina
indistintamente por varios autores. El concepto hace referencia
al uso máximo que pueda hacerse de un lugar sin causar
deterioro de sus recursos, rebajar los niveles de
satisfacción de los visitantes o generar impactos adversos
sobre la sociedad, la economía o la cultura
local.
Existen tres tipos de capacidad de carga:
- Ecológica: cuantificación de la
intensidad de uso, en número de usuarios o determinando
el nivel de degradación ecológica considerada
aceptable. - Paisajística: capacidad de absorción de
presencia de visitantes por un paisaje. - Perceptual: Límite de tolerancia
psicológica a la presencia de visitantes, tanto por
parte de los residentes como de los propios
visitantes.
La capacidad de acogida es un concepto clave en la
planificación del desarrollo de un turismo
sostenible ya que el uso excesivo de cualquier área con
fines turísticos puede ir acompañada de efectos
negativos sobre los recursos, que dañan la calidad del
medio ambiente en los niveles de satisfacción de los
visitantes. La oferta de recursos naturales, culturales e
históricos con que cuenta un área determina el
producto turístico, que puede tener casi en un 100% de la
calidad y cantidad de los mismos, por lo que es de suma
importancia mantener una relación armoniosa entre el
desarrollo de la actividad y el medio que la rodea.
"La capacidad de carga ambiental es la capacidad de
un ecosistema
para sustentar organismos sanos y mantener el mismo tiempo su
productividad, adaptabilidad y capacidad de
renovación."
El turismo sostenible está basado en los
principios básicos de la Declaración de Río
de Janeiro sobre Desarrollo y Medio Ambiente, por cuanto resulta
irrefutable reconocer el estrecho vínculo existente entre
la actividad turística y la protección del
entorno.
El turismo sostenible es:
"un modelo de
desarrollo
económico concebido para mejorar la calidad de
vida de la comunidad receptora, facilitar al visitante una
experiencia de alta calidad del medio ambiente del que tanto la
comunidad anfitriona como los visitantes depende".
El turismo sostenible está relacionado
además con un aspecto cultural: debe proteger la identidad
cultural de la comunidad destino, a través de asegurar una
relación sana entre la comunidad local y el / la
turista.
Desde que en el Informe Brundtland (1997), se
acuña el término de desarrollo sostenible, son
muchos autores los que, desde ciencias como
la economía, la sociología, entre otras, cuestiona su
concepción, presentando básicamente dos argumentos,
(Centro de Investigación Económica para el Caribe,
1998). Primero están aquellas relacionadas al hecho
de que el concepto no tiene prácticas económicas y
políticas claras. Segundo, están las que ven
el desarrollo sostenible como un concepto incoherente y
contradictorio dado que es la unión de dos conceptos de
dos ciencias, la economía y la ecología.
A pesar de las críticas hechas en contra de esta
definición de desarrollo sostenible, el concepto ha
seguido evolucionando (Wolters, 1991), y hoy en día
podemos encontrar distintos enfoques sugeridos por organismos
internacionales entre los que se destacan los
siguientes:
- Banco Mundial ( cit, por el Centro de
Investigación Económica para el Caribe, 1998: 6),
afirma que " la sostenibilidad es un modelo de desarrollo
que articula el componente económico, social y
ecológico, donde lo económico está
relacionado con temas de eficiencia en
el uso de los recursos, lo social a la equidad y lo
ecológico a la calidad ambiental" - El Banco
Interamericano de Desarrollo (1994, cit. por el Centro de
Investigación Económica para el Caribe, 1998: 6),
en su documento "Nuestra Propia Agenda", traza las
líneas para una estrategia de
desarrollo sostenible, las cuales contiene:
- Erradicación de la
pobreza. - Aprovechamiento sostenible de los
recursos. - Ordenamiento territorial.
- Desarrollo tecnológico compatible con la
realidad social y natural. - Nueva estrategia económico-social, organización, movilización
social y reforma del Estado.
Todos estos enfoques tienen como elemento en
común la operatividad de cada vértice del triangulo
de la sostenibilidad que busca un espacio integrador entre
distintas esferas (económicas, sociales, y
ecológicas), interrelacionándose entre
sí.
A partir de los objetivos que se propone la
definición de turismo sostenible, se establecen los
siguientes principios:
- La planificación, el desarrollo y la
gestión operativa del turismo deben formar parte de las
estrategias de
conservación o de desarrollo sostenible para la
región, provincia (estado) o nación. La planificación, el
desarrollo y la gestión del turismo deben incidir en
todos los sectores de forma integrada, recabando la
participación de organismos gubernamentales, entidades
privadas, grupos de
ciudadanos e individuos; así se ampliara la
generalización de los beneficios. - Los organismos, entidades, grupos e individuos deben
seguir principios estéticos de respeto a la
cultura y al medio ambiente de la zona receptora, a su
economía y forma tradicional, a su comunidad y a su
comportamiento tradicional, a sus líderes
y a su configuración política. - El turismo se debe planificar y gestionar de forma
sostenible, con debida consideración a la
protección y uso económico adecuado del medio
ambiente natural y social de las zonas de acogida. - Se deberá disponer de información
sólida, estudios y opiniones diversas sobre la
naturaleza del turismo y sus efectos en el medio humano y
cultural con anterioridad y durante el desarrollo,
especialmente en lo que respecta a la población local,
de forma que esta pueda participar e influir en la dirección del desarrollo y paliar sus
efectos más nocivos tanto en interés
propio como colectivo. - Se debe estimular a la población local y se
debe esperar de ella que tome la iniciativa en la
planificación y el desarrollo con la asistencia del
gobierno, las
empresas y
otros intereses financieros próximos. - Con anterioridad al inicio de cualquier proyecto
importante, se deben realizar análisis ambientales,
sociales y económicos integrados, haciendo
hincapié en los diferentes tipos de desarrollo
turístico y en las formas en que estos tipos
podrían encajar con los modos de vida tradicionales y
los factores ambientales. - En todas las fases del desarrollo turístico y
de su gestión se deberá llevar a cabo un
cuidadoso programa de
evaluación, vigilancia y
mediación, con el fin de que, la población local
pueda beneficiarse de las oportunidades o reaccionar ante los
cambios.
La clave del turismo sostenible es gestionar con
eficacia el
medio natural y cultural, a efectos de aportar beneficios a la
sociedad y acrecentar el interés de los
visitantes.
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Autora:
Msc. Lidia Inés Díaz
Gispert
Institución: Universidad de
Cienfuegos " Carlos Rafael Rodríguez".
Dirección: Cuatro Caminos, Carretera a Rodas,
Cienfuegos.