Relevamiento y análisis de una escultura, monumento u obra en el campo expandido
El pensador de Auguste
Rodin
- Ficha técnica de la
obra - Biografía del
autor - El escultor de la figura en
movimiento… - Análisis de las
características formales de la obra en relación
con su contenido - Especificaciones
técnico-matéricas - Localización
urbana - Vinculaciones (por semejanzas o
diferencias) con otras obras analizadas a lo largo del
cuatrimestre - Bibliografía
utilizada
"Gloria y estoicismo compusieron la
trama de la fecunda existencia de Rodin; gloria y estoicismo,
tranzaban una vez más los hilos del destino para tejer la
mortaja de una de las más nobles figuras de nuestro
tiempo".
José de España.
Título: El
pensador
Autor: Auguste Rodin
Técnica y materiales: Bronce (prolongado en pto.
f)
Año de ejecución: 1880 –
1900
Medidas: 1,98 x 1,298 x 1,34 m
Lugar de emplazamiento o exposición:
(París. Musée Rodin) Plaza de los dos congresos,
Buenos
Aires.
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D- Biografía del
autor
Auguste Rodin nació el 12 de noviembre del
año 1840 en París. Proviene de una familia modesta,
ya desde muy joven mostró una cualidad artística,
pero fracasó cuando intentó ingresar a la Escuela de
Bellas Artes,
fue rechazado por tres veces.
De esta manera, el muchacho entra como aprendiz en el
taller de un ornamentalista.
En 1862, por un momento (tras el fallecimiento de su
hermana) se creyó con vocación religiosa e
intentó ingresar en la Orden de los Padres de
Santísimo Sacramento. En 1863 realiza su primer obra, el
busto del padre Eynard, fundador de la
congregación.
En 1864 ingresa al taller de Carrier – Belleuse,
junto a él permaneció veinte años como
auxiliar bocetista y trabajador en la decoración de
edificios públicos. Para el mejor cumplimiento de su
tarea, durante la noche, y de mañana, antes de salir para
su trabajo,
realizaba copias del natural y estudiaba el desnudo, para
transportar el recuerdo, con resultados de sus observaciones.
Ejercicio de retención, a la vez que de examen, que
desarrolla sus dones extraordinarios de memoria y de
penetración de las formas.
Luego viaja a Francia e
Italia. En Italia
estudia a los artistas del Renacimiento y en
particular a Miguel Ángel. La amplificación de las
formas en la estructura de
Miguel Ángel, en un principio le parece un artificio, pero
pronto reconocerá su valor y su
alcance. La profundidad y la extensión del modelado en la
obra del florentino le quedarán grabadas, en cambio, con el
rigor de un principio.
De regreso en Bruselas realizó la obra por la
que, por fin, lograría la atención del mundo artístico: "La
edad de bronce". Esta figura provocó un escándalo
por la audacia de su "novedad": el modelado, que da la
ilusión de algo viviente. Esta escultura fue objeto de
vivas discusiones. Los jurados, sin argumentos para su vigor y su
pureza, se defienden con la sospecha (de vaciados naturales). El
agravio lleva sin duda implícito un reconocimiento de
méritos, pero también el aviso de una resistencia.
Rodin no claudicó y prosiguió por el camino que se
había trazado.
"El verdadero artista expresa siempre lo que piensa,
aún a riesgo de hacer
tambalear todos los prejuicios establecidos"
Auguste Rodin
El período entre 1880 y 1900 fue el más
fecundo de su vida. En él realizó bustos,
monumentos y grandes composiciones: el grupo en
bronce " Los burgueses de Caláis", el monumento a
"Víctor Hugo", el "Balzac" (su obra que justifica
más la consideración de su escultura dentro de una
tendencia impresionista), "Las puertas del Infierno" y el
"Monumento a Sarmiento". De "Las puertas del Infierno", los
mejores sectores fueron separados del conjunto y a su vez,
también pasados a punto, se hicieron famosos y fueron
comprados por coleccionistas. Así, esta gran obra se
convirtió, para su creador, en una inagotable fuente de
motivos. Nacieron Adán y Eva, El Espectro, El Pensador, El
mártir y El Hijo pródigo. Por otra parte, su
escultura encuentra su más viva expresión en
esculturas individuales que testimonian la observación y el estudio de manos y pies, a
los que Rodin considera tan expresivos como el rostro humano.
Así, tanto dibujando como modelando fijaba las poses
instantáneamente y los croquis realizados con
posterioridad al "Balzac" constituyen en el último
período de su vida la parte más original de su
producción.
A partir de 1900 su fama llegó a un punto
máximo. Sus obras estaban donde fue su residencia en
París (el antiguo Hotel de Biron), hoy Museo Rodin.
En el mes de noviembre de 1917, moría Rodin y la
prensa
francesa, ante ciertas discusiones provocadas por la
ejecución de su testamento artístico, daba el
tremendo y casi increíble testimonio de la verdad: "
Auguste Rodin, el artista que ha legado a Francia colecciones
valuadas en varios millones y una obra de incalculable valor
intelectual, murió de frío en su morada, en la que
sólo dos habitaciones estaban provistas de
calefacción insuficiente…".
El escultor de la
figura en movimiento…
Para comprender la importancia del papel precursor
ejercido por Rodin en la escultura del siglo XX, es preciso tener
en cuenta las circunstancias del la escultura del siglo
XIX.
Mientras que la pintura,
nutrida por la multifacética genialidad de sus cultores,
brilla con un esplendor parangonable al que tuvo en Europa en los
siglos XV y XVI, la escultura se ha estancado en la
repetición de fórmulas de un neoclasicismo
decadente y carente de savia. Mientras tanto; los escultores
tenían mucho trabajo, grandes encargos. Sin embargo la
abundancia no es sinónimo de calidad.
Rodin entra en el desenvolverse de las corrientes
estéticas de su siglo. Su figura asoma con la misma
lentitud regulada con que fueron subiendo a la superficie las
voluntades que durante ese período de tiempo dieron mucho
sentido a la pintura. Rodin trabaja solo: en esto está la
diferencia. Mientras que en la pintura la renovación se
produce por una continuidad de esfuerzos alternados, en escultura
él asume toda la carga de la tarea.
Rodin supera el equilibrio
clásico con una monumentalidad exaltada. Hace explotar la
estatua en coladas de masa licuefactas sostenidas por
imprevistas, y a veces espasmódicas tensiones lineadas; el
núcleo plástico
implica el espacio circundante en efectos de golpes y
disoluciones de luz a los largo
de planos deslizantes , fragmentados.
Esa superación de los límites se
hace sublimación; y más que volver a los
impresionistas, exaspera el no acabado de Miguel
Ángel. La obra del artista florentino,
reconoce fórmulas que si bien son superadas en la obra,
mantienen puntos de relación con los hábitos que
regulan el espíritu medio de la época.
Rodin, en cambio, quiebra desde un
comienzo la estabilidad de esos hábitos.
A pesar de ajustarse a las formas anatómicas, su
dinamismo ya implica una amenaza. Sus primeras obras repiten, en
escultura, un ademán que en pintura se ha estado
manifestando por espasmos y que encuentra su expresión
rotunda en el impresionismo: si para
los pintores impresionistas la naturaleza en
movimiento está inscripta en la atmósfera o
más exactamente en la acción
de la luz en la atmósfera, para Rodin está en el
movimiento mismo, expresión elemental de la
vida.
Las energías vitales que desde los días
del romanticismo
venían presionando como un ansia, bajo el signo del
impresionismo
desbordan e invaden el campo de las artes. En su escultura se
expresa un nuevo romanticismo, con una potencia
expresiva donde cada una de sus obras es un episodio intenso,
dramático y luminoso. Libera a la forma de su papel
tradicional, le incorpora una dinámica en el movimiento y le da la
posibilidad de interpretar el alma humana
con sus pasiones y sufrimientos. Es el escultor del dolor y por
eso su arte responde a
la angustia del mundo moderno.
La estatua modelada por Rodin es, a la vez, un despertar
y un retorno ("Rodin fue el último antiguo y el
primer moderno"). El anuncio de un espíritu nuevo y la
vuelta a las leyes originales
de la escultura. El dinamismo que en ella se manifiesta se
irá acusando en la representación progresiva del
movimiento, de la acción y de la continuidad diversificada
de los aspectos de la vida; pero para ello el artista
abrirá primero paso a través de las fórmulas
académicas como a través de una maleza;
saldrá al encuentro de los viejos métodos,
que su agudeza no tardará en descubrir en la raíz
de las obras perdurables. Si en un principio Rodin es una
fuerza
temperamental o una sensibilidad lúcida, le asiste un
espíritu de examen en que se personifica el equilibrio de
su raza.
Por lo tanto, con Rodin se invierte un orden que desde
los albores del Renacimiento, regula la inteligencia
de las formas en el arte de Occidente. Rodin, entre los artista
de su tiempo, el único comparable en intención y en
espíritu, a aquellas figuras del Renacimiento, será
conducido, en cambio, por "la naturaleza en movimiento", imagen final de
una realidad en la que se define la posición del artista
contemporáneo. Como todos sus contemporáneos sale
de un ahogo, de la oscuridad al aire libre, a la
soltura del libre examen. En cuanto abra en él esta
libertad de
movimientos, redescubre los métodos de los griegos, de los
artistas del Renacimiento y del góticos.
"Yo no soy un soñador, soy un
matemático. Mi escultura es buena porque es
geométrica. No niego que hay exaltación en mis
obras, pero es porque hay en ellas verdad. Esa exaltación
no está en mí, sino en la naturaleza en
movimiento".
Auguste Rodin.
E-
Análisis de las características formales de la obra
en relación con su contenido.
"Todo es bello para el artista, puesto que en todo
ser y en toda cosa, su penetrante mirada descubre el carácter, es decir la verdad interior que
transparece bajo la forma. Y esta verdad, es la belleza
misma"…
Auguste Rodin
La escultura El Pensador fue realizada en 1881 en
París. Esta figura se ha transformado en un símbolo
de la obra completa de Rodin. Originalmente colocada en el centro
del arquitrabe de la Puerta del Infierno, esta figura estuvo
pensada para ser Dante el cual domina la turba de los condenados
llevados hacia el abismo. Encarna al hombre
reflexionando sobre su destino, y al creador sobre su
creación.
La figura de El Pensador es el más obvio ejemplo
de la progresiva independencia
que va teniendo Rodin, de Dante. Sus dibujos
muestran supuestamente a Dante apareciendo (sin Virgilio) en las
puertas. Sentado sobre una roca en la mitad del dintel,
único elemento estable en medio de la confusión de
figuras, el poeta contempla las almas del infierno.
La referencia a Dante persistió por lo menos
hasta 1885, año en que Mirbeau escribió: "El Dante
está sentado, su cabeza inclinada hacia adelante, el brazo
derecho descansando sobre la pierna izquierda, impresionando en
la forma desnuda un bello movimiento trágico".
Poco después, sin embargo, Dante se dejó
caer en una dimensión más universal de la figura:
con su fuerza contenida, su torso musculoso digno de
Belvedere, este hombre desnudo absorto en su
meditación encarna El Pensador a lo largo de las
líneas de Miguel Ángel. Rodin explicó esta
transformación:
"En el frente de esta puerta, pero sobre una roca,
profundamente absorto en su meditación, Dante sacó
a la ley las formas
para su poema. Detrás de él están Francesca,
Paolo y todos los personajes de la Divina Comedia. Este proyecto
quedó anulado. Delgado y ascético en su sencilla
bata y aislado dentro del conjunto, mi Dante no hubiese tenido
significado. Siguiendo mi inspiración original,
ejecuté otro "Pensador", un hombre desnudo sentado sobre
una roca, los dedos de los pies agarrándose de los bordes
extremos. Su cabeza sobre su puño, preguntándose.
Pensamientos fértiles lentamente nacen en su mente.
Él no es un soñador. Él es un
creador."
Este cambio muestra
cómo desde la transposición de un tema literario,
sea éste de Dante, Ovidio o Baudelaire, Rodin busca
expresar lo universal. Esto era lo más fácil, ya
que él no estaba obligado a ilustrar nada en particular,
sino simplemente a modelar cuerpos y ensamblarlos en
composiciones que expresen sus cualidades. Para el
público, El Pensador se convirtió en un
ícono del hombre meditando acerca de su destino y
preparándose para la acción. En el pensamiento de
Rodin, el significado de El Pensador evolucionó desde una
representación de Dante hacia una imagen más
general del hombre que en un convulsivo esfuerzo por alzarse
sobre su vida animal, es inspirado por una misteriosa iluminación y dio movimiento a su primer
pensamiento.
La carrera de El Pensador, en sus medidas grande y
pequeña, había sido lanzada. Su erección en el frente del Panteón en
Abril de 1906 marcó un triunfo para Rodin fue removida en
1922), quien fue más tarde enterrado bajo una copia de
esta estatua en Meudon. Esta fue justicia
poética que tiene su origen en la figura del
Penserioso de Miguel Ángel, sobre la tumba de
Guiliano de Medici. En sus formas, El Pensador debe mucho al arte
clásico, en particular al Torso de Apollo Belvedere
en el Museo del Vaticano, así como al la estatua de
Lorenzo de Medici sentado y al Moisés de
Miguel Ángel. Lo que distingue a Rodin de sus predecedores
es su manera de expresar el esfuerzo del pensamiento a
través de la contracción de cada uno y de todos los
músculos; el trabajo del
pensamiento resulta así palpable.
"(…) Ante todo estableced netamente los grandes
planos de las figuras que vais a esculpir. Acentuad vigorosamente
la orientación que vais a dar a cada parte del cuerpo, a
la cabeza, a los hombros, a la pelvis, a las piernas. El arte
exige decisión. Es por la bien acusada fuga de
líneas, que os sumergiréis en el espacio y que os
haréis dueños de la profundidad. Cuando nuestros
planos estén definidos, todo habrá sido hallado.
Vuestra estatua vive ya. Los detalles nacen y se disponen por
sí mismos, de seguida."
Auguste Rodin.
El Pensador es, en general, una forma cerrada que
concentra un gran poder interno
y potente: parece quieto, pero el brazo derecho sobre la pierna
produce un gran giro, una importante rotación del cuerpo.
Es decir, si se recorre la forma, la diagonal del brazo derecho
nos dirige el recorrido de la obra para finalizar el mismo en sus
dos grandes masas, las piernas.
Así, el espectador tiene un recorrido
dinámico marcado por la diagonal del brazo derecho para
terminar en el descanso de su brazo izquierdo y en la
posición de sus piernas. A pesar de que el brazo derecho
sostenga mayor peso corporal, hay un gran equilibrio, ya que las
masas de volumen de ambos
brazos tienen la misma trascendencia y ambos convergen en una
misma pierna. De esta manera, se observa un eje diagonal desde la
cabeza hasta el pie izquierdo.
Si bien utiliza grandes diagonales que provocan
dinamismo, vitalidad y a la vez grandes planos triangulares; abre
las formas (no todas son cerradas), como en la parte frontal de
sus piernas, que recogen el espacio. Además, la
posición en la que se encuentra, " descuidada" y natural,
abre los espacios (entre los brazos, las piernas, etc.). De esta
manera, los grandes huecos circundan la forma e inquietan al
espectador a recorrerla e introducirse dentro de la escultura,
dentro del gran contenido psicológico del
espectador.
Por otra parte, la mano doblada debajo del mentón
(otra diagonal más pequeña) deja descubierto el
rostro. Aquí se ve la integración de todo el cuerpo que realiza
Rodin, donde no se "esconde" nada. En el cabello se observa el
tratamiento discontinuo de los volúmenes, una forma
grotesca pero muy bien armada.
Es muy importante el tratamiento del volumen con grandes
masas utilizando además el no-acabado de Miguel
Ángel, donde no cae en el virtuosismo, deja el manejo
instinto y expresivo, donde no cae en la belleza clásica
(en la cual hay más resolución anatómica),
no le preocupa la musculatura en sí, sino la potencia de
las formas y los músculos, la vibración de la
materia.
El tratamiento de la figura, en cierta manera parece ser
un pretexto en la búsqueda permanente del mundo
interior:
Rodin nos dio una imagen fiel de la sociedad de su
tiempo en una serie de retratos de gran intensidad
psicológica. El Pensador es una muestra fidedigna de esto,
una actitud
pensante rodeada de una tranquilidad al haber conseguido el
carácter interno de lo obra; transmite espiritualidad y
pasividad, soledad y preocupación. Esto resulta en
contraposición con lo explosivo de la forma, que tiene
mucha vida y movimiento. Estos dos elementos que se contraponen
generan un cierto dramatismo. Entonces, el artista logra de una
manera extraordinaria resumir lo interno y psicológico, y
la vibración de la materia con respecto a la
luz.
Por otra parte, si bien la obra es una forma, se acude a
un contenido literario: las formas mismas transmiten una
sensación como si estuviera hablando, como si estuviera
vivo. Hay una gran lectura propia
de un pensador.
En conclusión, en esta escultura todavía
no se ve el atrevimiento del "Balzac", sino que es de los
más clásicos de Rodin. Sin embargo, mantiene de
manera muy latente lo psicológico y la fuerza interior que
transmite. Hay aún un cierto clasicismo, pero desborda el
gran contenido interno.
"Figuraos las formas como si apuntaran hacia
vosotros. Toda vida surge de un centro, luego germina y se
expande de adentro hacia afuera. Del mismo modo, en toda bella
escultura, se adivina siempre una potente impulsión
interior…".
Auguste Rodin.
La técnica de modelado es impresionista, pero
se puede decir, que de cierta forma, el trabajo de la
materia, la textura, es expresionista (por ejemplo, el
hundimiento de los ojos tiene una muy fuerte
expresión). Es decir, en su época la forma
acude a la expresión, a través del trabajo del
volumen y de la integración entre la forma y la luz,
logrando un gran movimiento de la materia.El modelado Es perfecto. Los pequeños
desnudos están llenos de vigor y fuerza expresiva.
Rodin manifiesta interés por las superficies rugosas e
inacabadas, en contraste con la belleza de los desnudos
pulidos, en los que la luz juega y resbala. Vemos en ello la
influencia miguelangelesca. Le preocupan los efectos de luz
para obtener profundidad en las esculturas. Para conseguir
el movimiento
imprime gran tensión a sus esculturas,
dinamizando las formas con una gran fuerza
interior.En cuanto al estilo, el escultor ha roto con el
academicismo imperante y con el realismo.
Sus formas anatómicas están exageradas en busca
de una mayor expresividad. El gusto por lo no acabado y la
importancia de la luz enlazan la obra con el impresionismo
escultórico. Pero también el sentimiento
dramático y casi místico que transmite, el
interés por el pecado y la muerte,
unido a la sensualidad y el erotismo de los desnudos,
permiten clasificar la obra de simbolista.Los materiales y las técnicas determinan un borde más
de la pieza, pues el bronce o el mármol tienen un
lenguaje
distinto, incapaz de comunicarse simultáneamente.
Finalmente, los factores expresivos permanecen latentes: la
mentalidad de una época, posibilita la creación
de una forma específica, el gesto de un tiempo y un
espacio unidos por la pasión de un artista que mueve
al espectador a una experiencia estética propia e
irrepetible.- Especificaciones
técnico-matéricas - Localización urbana
En la Argentina, a través del desarrollo de
su estructura urbana y de su historia cultural, presenta
distintas etapas de cómo fue incorporándose la
escultura extranjera en su ambiente.
Existen épocas en las que los gobiernos presentan
propuestas que se expresan en proyectos de
exaltación del progreso y engrandecimiento de la nación,
decidiendo honrar a próceres, reafirmando hechos
históricos y construyendo espacios arquitectónicos,
que producen en consecuencia inversiones
que enriquecen el Patrimonio
Nacional. A esta acción se le incorpora e incrementa con
la donación de diversas comunidades que inmigraron a este
país con el deseo de encontrar un suelo en el cual
pudieran prosperar, participar e integrar con su
impulso.
En la realización de monumentos expresan la
gratitud al recibimiento del que fueron objeto. También
hubo un importante movimiento de inversión privada a través de
Instituciones
y coleccionistas que han donado su Patrimonio
Artístico.
Como consecuencia de ello, podemos apreciar en Argentina
obras de importantes artistas escultores, generalmente del siglo
XVIII y XIX, que motivaron el orgullo artístico de la
Nación.
Otros monumentos y grupos
escultóricos fueron encomendados por el Estado
argentino a prestigiosos talleres de escultura (de Francia e
Italia) que realizaban la totalidad del proyecto bajo el cual
trabajaban renombrados escultores.
Uno de los principales escultores extranjeros que, con
algunas de sus obras y monumentos, se encuentra en Argentina, es
Auguste Rodin.
La escultura de "El Pensador" (bronce) se encuentra
ubicada en la Plaza de los Dos Congresos, en la ciudad de Buenos
Aires.
Fue entregado en 1910 a la Argentina en festejo
centenario de la Revolución
de mayo. En esa época se apreciaba mucho el arte
francés, y especialmente a Auguste Rodin, que se lo
consideraba en ese entonces el mejor escultor del mundo. Por eso
mismo, al llegar al país la obra de El Pensador fue
colocada en el sitio más importante de la Capital
Federal, centrada en la línea imaginaria que une al
Congreso de la Nación con la Casa de Gobierno.
El género que
expresa la presencia pública de un monumento comporta
obviamente nociones de espacio, perspectiva, planeamiento
urbano, comprensión de la circulación del transporte y
velocidad de
la visión del transeúnte. También, por
oposición, remite a un campo semántico no
mediatizado, es decir, sin previa deglución televisiva.
Aunque la obra esté ubicada en el centro de una población donde circulen grandes masas de
personas, y sea visto rápidamente y fragmentariamente, su
valor semántico es de otro orden. Que el monumento sea
ajeno al género de la
comunicación masiva quizás explique el
desinterés de los gobernantes y la población en
general por la desaparición, la calidad o la
contaminación visual.
Por otra parte, en mi opinión, la obra no se
encuentra bien colocada en ese lugar, ya que tiene una escala
pequeña en relación con el tamaño de la
plaza y el otro monumento que se encuentra en la misma. El
problema de la escala es muy importante, y en este caso muchas
veces la obra pasa desapercibida, cuando no debe ser
así.
Además, en sus alrededores tiene un paisaje muy
heterogéneo, de mucha confusión, con un gran
número de edificios. Esto provoca que se pierda la visual
de esta escultura, cuando si la observamos en el Museo Rodin, en
un jardín, se aprecia realmente la obra. Aquí,
apenas nos alejamos del sitio ya ni se distingue, en cambio si se
la observa en un ámbito más homogéneo se la
puede ver con mayor claridad. Por eso mismo, podemos ver que en
esta plaza se aprecia mejor con un paisaje más
homogéneo como es el edificio del Congreso
(mirándola frontalmente) que observándola desde
otros ángulos.
H- Vinculaciones
(por semejanzas o diferencias) con otras obras analizadas a lo
largo del cuatrimestre.
Podemos tomar el caso de El pájaro (1912), de
Brancusi, siendo esta una figura"inacabada", puede ser comparada
a la obra de Rodin en general, y ésta a su vez a Miguel
Angel salvando el hecho de que las obras de Miguel Angel no eran
acabadas, mientas que las del anterior tenian una
terminación decidida por el mismo artista. Carente de
patas y cabeza, Rodin descubrió que la parte puede valer
por el todo. Esté pájaro de torso solo, se puede
decir entonces que se encuentra vinculado, El Pájaro, a la
obra de Rodin porque cumple con técnicas y hasta creencias
impuestas o creidas por el artista en cuestión.
Otro ejemplo puede ser el de Boccioni, en donde su
escultura no ofrece perfiles rígidos de siluetas
inmóviles. Cada perfil contiene en si mismo una
indicación para entender los demás. Se
proponía hacer que el objeto vivía en el medio ambiente
que lo rodea. Queriendo diferenciarse de todo lo anterior.
Proponía cambiar dominio odioso de
la tradición por una continuidad dinámica de las
formas, por una extensión de la escultura hasta adentrarse
en el espacio, acabando con la homogeneidad de los materiales.
Mientras que en la obra de Rodin, si bien, al ser en su
mayoría figuras humanas uno conoce los movimientos, pero
son pocos (o sería infinito) los perfiles que se pueden
apreciar, pensando generalmente en un delante y atrás y en
el último de los casos sus costados (derecha e izquierda).
La forma de Boccioni permite un dinamismo que se planteó
con las formas en el principio del cuatrimestre. Que no haya un
perfil o un sector que agrupe toda la tensión de la
obra.
La escultura de Matisse también se puede vincular
por sus semejanzas. En el esclavo (1900-1903) tiene una
superficie tosca, temblorosa y vibrante, tratada a la manera de
Rodin. Tampoco tiene brazos, de forma deliberada, para que se
pueda apreciar mejor la aspereza del contorno. Citando a
Matisse: "Cuanto más
pequeño es un fragmento de escultura, tanto más
deben existir ñps elementos esenciales de la
forma"
Si en la escultura de Rodin no vemos desarrollarse
aquellos grandes ritmos que enlazan como en una visión
integral del mundo las formas ejemplares de griegos y
renacentistas, es porque esa dimensión no
correspondía a la naturaleza de su
época.
La vida, tema central de su obra, se le fue presentando
en una serie de hechos sin relación de continuidad, de los
que trató de apropiarse por los medios que le
ofrecía su arte.
El prometedor humanismo de
las Puertas del Infierno coincidía con las revelaciones de
Freud acerca
de la represión sexual y el inconsciente. Monumental en
escala, esta pieza de Rodin inició un nuevo mundo en el
arte. Lo que Van Gogh, Gauguin y Cezanne
hicieron por la pintura, Rodin lo hizo por sí solo por la
escultura.
En su conjunto, la obra de Rodin se basa en
raíces profundas humanas, posee el don de captar y
representar la fugacidad de una impresión, de un gesto, de
una pose, percibiendo la vida interior de sus figuras.
Su mérito está en haberlo hecho con tal
rigor de forma y por una justa valoración de los rasgos
sustanciales, que sus obras tienen el poder de las grandes
síntesis.
- Los grandes escultores – Auguste Rodin.
Ed.Viscontea - Página Internet MNBA-
Auguste Rodin ( www.mnba.org.ar) - Auguste Rodin – Sculptures and Drawings .
Ed.Taschen - La pasión por el movimiento- Auguste Rodin
. Dominique Jarrassé. Ed. Terrail. - El Arte- Auguste Rodin. Ed. El Ateneo. Bs.
As. - El Testamento- Auguste Rodin
- Auguste Rodin- Julio Rinaldini. Ed.
Poseidón. Bs.As. - La Escultura – Enciclopedia Ilustrada
Atlántida- Ernesto Rodriguez. - Le Penseur – Marcelle Adam. Gil Blas, 7 de julio
de 1904. - Revista de la Sociedad Central de Arquitectos-
Nº 197- Infraestructura .
Anonimo