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Materiales Modernos




Enviado por paco_jr



    Trabajo de
    investigación

    1. Cristales
      líquidos
    2. Biomateriales
    3. Materiales
      cerámicos
    4. Películas
      delgadas
    5. Bibliografía

    Desde los principios de la
    era moderna de la química en el siglo
    XIX, uno de los objetivos
    importantes de las investigaciones
    en química ha sido el descubrimiento y desarrollo de
    materiales con
    propiedades útiles. Los químicos han inventado
    sustancias y también formas de procesar materiales
    naturales para elaborar fibras, películas, recubrimientos,
    adhesivos y sustancias con propiedades eléctricas,
    magnéticas u ópticas especiales. Hoy en día
    hemos ingresado en una nueva era en la que los avances de la
    tecnología
    dependen más que nunca del descubrimiento y desarrollo de
    nuevos materiales útiles. He aquí algunos ejemplos
    de cómo tales materiales afectarán todos los
    aspectos de nuestra vida en el futuro cercano:

    • Las pantallas planas sustituirán a los tubos
      de rayos catódicos que actualmente se emplean en los
      televisores y monitores de
      computadora.
    • Dispositivos tan pequeños que por sus
      dimensiones se miden en nanómetros almacenarán
      enormes cantidades de información en un volumen muy
      reducido. Tal almacenamiento de información de alta
      densidad ya es
      posible aunque todavía no está listo para un uso
      generalizado.
    • La duración esperada de las prótesis
      biológicas, como las articulaciones de rodilla y de cadera, se
      prolongará, de los 10 años o menos que tienen
      actualmente, a toda la vida del paciente.
    • Nuevos diseños de baterías y celdas de
      combustible que harán posible el advenimiento del
      automóvil eléctrico.
    • Convertidores catalíticos que reducirán
      de forma más efectiva la
      contaminación creada por los automóviles,
      contribuirán a mejorar el ambiente con
      un costo
      menor.

    En este trabajo se
    explicaran algunas de las propiedades y aplicaciones de de los
    mas importantes materiales que existen actualmente. . Nuestro
    objetivo es
    demostrar cómo podemos entender muchas propiedades
    físicas o químicas especiales en términos de
    los principios que hemos visto en capítulos anteriores.
    Comprobaremos que las propiedades observables de los materiales
    son el resultado de estructuras y
    procesos en
    los niveles atómico y molecular. Examinaremos cuatro
    tipos: cristales líquidos, polímeros, materiales
    cerámicos y películas finas, y un adicional llamado
    Biomateriales.

    1. CRISTALES
    LÍQUIDOS

    Lamamos líquido a
    una sustancia que fluye y toma la forma del recipiente que la
    contiene; pero, por otra, a un cristal lo concebimos como
    sustancia sólida y rígida. De modo que, al menos
    intuitivamente, ¡un cristal es precisamente lo opuesto a un
    líquido! Y sin embargo existen sustancias reales, los
    cristales líquidos, que exhiben la dualidad
    sólido-líquido, es decir, que,
    simultáneamente, poseen propiedades de los
    líquidos, fluidez y viscosidad, y
    propiedades ópticas que se parecen de modo asombroso a las
    de los cristales como, por ejemplo, poder reflejar
    colores
    diferentes dependiendo del ángulo bajo el cual se les
    observe.

    En los últimos treinta años se ha
    descubierto que estas sustancias ocupan un lugar único en
    la naturaleza.
    Así, se sabe que los cristales líquidos
    desempeñan un papel fundamental en los organismos vivos,
    pues el DNA forma diversas fases líquido cristalinas;
    también se les utiliza para fabricar dispositivos
    electrónicos, como los indicadores
    electro-ópticos que muestran letras y símbolos diversos en las calculadoras de
    bolsillo o en las carátulas de los relojes
    electrónicos modernos (Figura 20).

    También han permitido fabricar pantallas de TV
    extraordinariamente delgadas y hacen posible el desarrollo de
    ventanas o cortinas que con sólo accionar un interruptor
    se hacen transparentes o totalmente opacas (Figura 21).

    Estos líquidos tan peculiares son también
    esenciales para fabricar nuevos materiales, entre ellos fibras de
    muy alta resistencia y son
    de gran utilidad en la
    recuperación del petróleo. Y la lista de las aplicaciones de
    estos líquidos exóticos continúa creciendo
    sin cesar… Pero antes de examinar con más detalle
    cuáles son las propiedades de los cristales
    líquidos que hacen posible estas aplicaciones, hagamos un
    poco de historia.

     Figura 20. Indicador numérico
    electro-óptico fabricado con cristales
    líquidos.

    Los cristales
    líquidos fueron descubiertos hace más de cien
    años (1888) por el botánico austriaco F. Reinitzer,
    quien encontró que algunos compuestos
    orgánicos derivados del colesterol parecían
    tener dos puntos de fusión.
    Más específicamente, observó que al calentar
    los cristales de estas sustancias a 145° C, el sólido
    se transformaba en un líquido turbio; pero éste a
    su vez, se convertía en un líquido totalmente claro
    y transparente precisamente a 179° C. Reinitzer
    también realizó el proceso
    inverso y enfrió el líquido transparente observando
    que exactamente a las mismas temperaturas anteriores
    ocurrían las transformaciones opuestas. Como además
    los cambios observados iban acompañados de
    absorción o emisión de calor,
    dependiendo de si la temperatura
    aumentaba o disminuía y, asimismo, como el volumen del
    sistema cambiaba
    en forma abrupta, Reinitzer concluyó que la sustancia en
    realidad exhibía dos cambios o transiciones de fase
    sucesivas. Al poco tiempo de
    estas primeras observaciones (1889), el cristalógrafo
    alemán F. Lehmann descubrió que el líquido
    turbio intermedio entre los cristales y el líquido
    transparente poseía propiedades ópticas y una
    estructura
    molecular muy parecida a la de un cristal sólido, y
    acuñó el nombre de cristal líquido.
    Aun sin darse plena cuenta, lo que en realidad habían
    descubierto era un nuevo estado de la
    materia: las
    fases intermedias o mesofases.

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    Figura
    21. Ventana de cristal líquido con transparencia
    controlable.

    Sin embargo, a pesar de
    que inicialmente los cristales líquidos despertaron gran
    interés
    y fueron muy estudiados durante el primer tercio de este siglo,
    pronto fueron relegados a un rincón de la física y cayeron
    rápidamente en el olvido subsistiendo sólo como
    curiosidad de laboratorio.
    Diversos factores contribuyeron a esta pérdida de
    interés, uno de ellos fue el prejuicio,
    fuertemente arraigado en el hombre
    desde la remota antigüedad, según el cual las tres
    nociones: gas,
    líquido y sólido describen todas las
    posibles fases de la materia. Esta actitud,
    aún no superada en los años treinta de este siglo,
    conlleva naturalmente un rechazo a la dualidad
    sólido-líquido exhibida por los cristales
    líquidos. En consecuencia no es de extrañar que la
    aparente ambigüedad en el punto de fusión descubierta
    por Reinitzer se atribuyera únicamente a la presencia de
    "impurezas" en el sistema bajo estudio.

    Otro factor preponderante fue el gran desarrollo logrado
    en el segundo tercio de este siglo en otros campos de la ciencia
    como la física de semiconductores,
    la química de polímeros, la física
    atómica o el espectacular desarrollo de la electrónica. Todos estos avances y la
    entonces falta de aplicaciones prácticas de los cristales
    líquidos, frenaron y eclipsaron su desarrollo. Pero,
    paradójicamente, los mismos avances y, de manera especial
    el proceso de miniaturización de los dispositivos
    electrónicos, produjeron el renacimiento y
    auge que los cristales líquidos tienen en nuestros
    días. En efecto, en este afán de
    miniaturización la electrónica pasó de los
    bulbos a los transistores,
    después a los microcircuitos y finalmente a los circuitos
    integrados actuales.

    Este proceso tuvo como consecuencia
    importantísima la disminución de las potencias
    consumidas y, por tanto, la reducción de las fuentes de
    alimentación energética en aparatos
    e indicadores electrónicos. Sin embargo, ocurrió
    algo muy lógico pero que no se había anticipado: al
    reducir tanto las dimensiones de los dispositivos
    electrónicos ¡casi se perdió la
    comunicación con ellos mismos! Cada vez era más
    difícil transmitir —a bajo costo— la
    información al hombre, pues
    los diodos
    semiconductores emisores de luz consumen
    grandes corrientes eléctricas y los cinescopios de
    televisión son demasiado grandes. Faltaba,
    pues, un puente de comunicación entre lo muy pequeño y
    el mundo macroscópico. Es entonces, a principios de los
    años sesenta, cuando los cristales líquidos son
    recordados y comienza su resurgimiento hasta convertirse en uno
    de los campos más activos en la
    investigación científica
    interdisciplinaria con enormes posibilidades de aplicación
    tecnológicas.

    Pero, se preguntará el lector, ¿qué
    propiedades físicas son las que hacen tan especiales a los
    cristales líquidos? y, sobre todo, ¿es posible
    entender estas propiedades en términos de las nociones
    más familiares o intuitivas que tenemos de los
    líquidos ordinarios o los cristales? Para contestar estas
    preguntas es necesario examinar brevemente las
    características de la estructura e interacción de las moléculas de un
    cristal líquido.

    Un cristal líquido fluye, se escurre y toma la
    forma del recipiente que lo contiene, de la misma manera que lo
    hace un líquido ordinario como, por ejemplo, el agua. Pero
    a diferencia de ésta, cuyas moléculas son
    relativamente simples y prácticamente esféricas,
    las moléculas de un cristal líquido son, por lo
    general, o muy alargadas en forma de barra o aplanadas en forma
    de disco (Figura 22).

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    Figura
    22. Las moléculas de cristal líquido tienen forma
    de barras o discos.

    Esta asimetría
    molecular tiene una consecuencia muy importante, los
    átomos dentro de la molécula se sitúan
    preferentemente a lo largo del eje de la molécula o bien
    en el plano definido por la molécula misma, dando lugar a
    una estructura molecular complicada, según se ilustra en
    la figura 23.

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    Figura
    23. Nubes electrónicas: los enlaces entre los
    átomos producen una distribución de carga complicada en las
    moléculas.

    Ahora bien, recordemos
    que cada átomo
    consta de un núcleo con carga eléctrica positiva
    rodeado por una nube de electrones con carga eléctrica
    negativa que compensa exactamente la del núcleo, de manera
    que los átomos, y por tanto las moléculas, son
    eléctricamente neutros. Esta disposición de los
    núcleos y nubes electrónicas produce una
    distribución de carga bastante compleja dentro de la
    molécula (Figura 24).

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    Figura
    24. (a) líneas de fuerza del
    campo
    eléctrico de un dipolo, (b) fuerzas de
    atracción entre dipolos.

    Pero esta
    configuración no es estática,
    sino que cambia cuando dos moléculas se acercan entre
    sí. En efecto, cuando esto ocurre, las nubes
    electrónicas son las primeras en entrar en contacto y se
    repelen por tener cargas del mismo signo, de modo que a
    distancias comparables con las dimensiones moleculares mismas,
    las fuerzas intermoleculares son repulsivas y tienden a alejar a
    las nubes electrónicas y en consecuencia a las
    moléculas. Pero esta repulsión también
    produce el desplazamiento relativo de las nubes
    electrónicas con respecto a sus núcleos. Como esto
    ocurre en cada átomo, en las moléculas alargadas el
    efecto neto podemos describirlo imaginando que la presencia de
    una molécula de cristal líquido produce una
    distorsión en la distribución de carga
    eléctrica de la otra molécula, de modo que la carga
    positiva neta de los núcleos queda separada una cierta
    distancia de una carga negativa de igual magnitud. Como es
    sabido, a esta configuración de carga se le llama un
    dipolo eléctrico y a la línea que une ambas
    cargas se le llama eje del dipolo, que coincide entonces con el
    eje largo de la molécula. Así que podemos concluir
    que una molécula de cristal líquido induce la
    formación de dipolos eléctricos en las
    moléculas vecinas. Debe señalarse, sin embargo, que
    es más fácil que la nube electrónica se
    desplace con respecto al núcleo positivo a lo largo del
    eje de la molécula que transversalmente a él
    —a lo largo del eje corto— aunque esto último
    también es posible dependiendo de la estructura molecular.
    Ahora debemos averiguar a qué conduce esta
    formación de dipolos en todo el cristal líquido.

    Sabemos que cada configuración de cargas
    eléctricas crea un campo eléctrico E en el espacio
    que la rodea. La estructura espacial específica de cada
    campo, es decir, cómo varia su magnitud con la
    posición y cuál es su dirección en cada punto, es una propiedad de
    cada configuración de carga, pero es precisamente a
    través de este campo como cada configuración ejerce
    fuerzas sobre otras cargas eléctricas. En el caso del
    dipolo eléctrico la estructura de este campo está
    representada por las líneas de fuerza que se
    muestran en la figura 24 (a) y sus propiedades son tales que, si
    en la región ocupada por este campo se coloca otro dipolo,
    las fuerzas que el campo del primero produce fuerza a que los
    dipolos se orienten como se muestra en la
    figura 24 (b). Es decir, la mayor parte de los átomos de
    una molécula trata de situarse al lado de los
    átomos de otra, de modo que las cargas del mismo signo se
    sitúen lo más cerca unas de otras. El resultado
    neto es que así se genera una fuerza atractiva entre los
    dipolos. Entonces, cuando dos moléculas de un cristal
    líquido se encuentran separadas a distancias mayores que
    sus dimensiones, las moléculas se atraen. Es claro que de
    acuerdo con este modelo
    simplificado de la interacción entre moléculas se
    sigue que debe existir una distancia entre ellas para la cual las
    fuerzas atractivas y repulsivas se equilibren y, en consecuencia,
    la configuración relativa de las moléculas sea la
    más estable y la más favorable desde el punto de
    vista energético. Por lo tanto es de esperarse que las
    moléculas de cristal líquido tiendan a adoptar esta
    configuración manteniendo sus ejes dipolares o planos
    característicos paralelos entre sí. Concluimos
    entonces que, debido a la estructura de sus moléculas y en
    especial debido a la asimetría de las mismas, un cristal
    líquido adopta configuraciones altamente ordenadas. Aunque
    el mecanismo de interacción molecular que hemos descrito
    es básicamente el mismo que genera el orden en los
    cristales sólidos. No debe olvidarse una diferencia
    esencial entre ambos sistemas: en todo
    momento los cristales líquidos permanecen en estado
    líquido, lo cual implica que los centros de masa de sus
    moléculas no forman una red periódica
    sino que fluyen manteniendo el orden en la orientación
    común de sus ejes moleculares.

    De acuerdo con el tipo de arreglos moleculares que
    pueden formar, Friedel (1922) clasificó los cristales
    líquidos en tres grandes clases: nemáticos,
    esmécticos y colestéricos. La fase nemática
    exhibe orden en la orientación de sus moléculas y
    al mismo tiempo desorden en la posición de sus centros de
    masa. Las moléculas pueden moverse lateralmente, girar
    alrededor del eje común o deslizarse paralelamente a
    él (Figura 25).

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    Figura
    25. La fase nemática exhibe orden de orientación,
    pero desorden en la posición de los centros de masa
    moleculares.

    Podríamos comparar
    este arreglo molecular con el de los cerillos dentro de una caja:
    aunque pueden moverse, la presencia de los demás impone
    restricciones a estos movimientos y tiende a mantenerlos
    paralelos entre sí. De este modo, respecto a la
    posición de sus centros de masa, un nemático se
    comporta como un líquido ordinario y sus moléculas
    se mueven caóticamente. En cambio difiere
    totalmente de un líquido ordinario en que sus
    moléculas se orientan y al moverse mantienen sus ejes
    paralelos a una dirección común. Es preciso
    señalar que, por supuesto, este orden nunca es perfecto,
    sólo ocurre a temperaturas moderadas cuando las
    variaciones térmicas no son tan intensas como para
    destruir totalmente este orden de orientación. Recordemos
    que ya desde las primeras observaciones de Reinitzer sabemos que
    al calentar un cristal líquido éste se convierte en
    un líquido ordinario. También es importante
    mencionar que, además de la temperatura, otras
    propiedades, como la densidad, son de gran importancia para
    determinar el grado de orden o el tipo de fase líquido
    cristalina que puede formarse. En efecto, cuando el número
    de moléculas por unidad de volumen es elevado, o sea,
    cuando la densidad es grande, las moléculas están
    más cerca unas de otras y las interacciones repulsivas
    entre ellas son más intensas, lo cual favorece la
    aparición de orden tanto de orientación como de
    posición en el cristal líquido. Sin embargo, estas
    fluctuaciones térmicas producen defectos en la
    orientación los cuales dan lugar a estructuras
    microscópicas en forma de hilo que flotan en el
    nemático o que se adhieren a la superficie del recipiente.
    Precisamente esta característica fue el origen del nombre
    nemático que en griego significa hilo.

    En contraste con los nemáticos, que son la fase
    más desordenada de los cristales líquidos, los
    esmécticos constituyen la fase más ordenada.
    Tienden a organizarse en capas planas paralelas entre sí,
    como las hojas de un libro pero con
    sus ejes moleculares perpendiculares a estos planos y paralelos
    entre sí. Éste es, por ejemplo, el arreglo de las
    moléculas en las capas superficiales de una pompa de
    jabón y es el que le proporciona la cohesión
    necesaria para formarse. De hecho, esméctico se deriva del
    vocablo griego que designa una sustancia de propiedades similares
    al jabón. Como en los nemáticos, las
    moléculas de esméctico también pueden girar
    alrededor de la dirección de orientación
    común pero no pueden hacerlo fuera de la capa en que se
    encuentran. En cada plano las moléculas pueden acomodarse
    en filas con diferentes grados de orden de posición de sus
    centros de masa. En el caso más ordenado se produce un
    arreglo regular muy parecido al de la red de un sólido, en
    el que hay orden y repetición en cada dirección
    (Figura 26).

     Figura 26. Un cristal
    esméctico con orden de orientación de los ejes
    moleculares y orden en la posición de sus centros de
    masa.

    En cambio, en el arreglo
    más desordenado los centros de masa moleculares se mueven
    caóticamente en cada plano, de modo que en este caso el
    esméctico es nemático por planos (Figura 27). Debe
    enfatizarse, sin embargo, que en cualquier caso el
    esméctico es siempre fluido y las diferentes capas se
    deslizan, en mayor o menor grado, unas sobre otras.

    Figura 27. Capas de
    esméctico en las que no existe orden de posición.
    Se comportan como nemáticas en cada plano.

    La tercera clase de
    cristales líquidos posee una estructura molecular
    característica de muchos compuestos que contienen
    colesterol y por esta razón se le llama
    colestérica. Como en los esmécticos, las
    moléculas de colestérico también pueden
    acomodarse en capas superpuestas, pero con una diferencia
    crucial: los ejes moleculares se orientan en una dirección
    paralela al plano mismo de las capas. Más aún, esta
    dirección cambia ligeramente de capa a capa debido a la
    peculiar estructura molecular de los colestéricos, y en
    consecuencia el eje de orientación, al pasar de un plano a
    otro, describe una trayectoria en forma de hélice, como se
    indica en la figura 28.

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     Figura 28. La dirección de
    orientación molecular en cada plano de colestérico
    describe una trayectoria helicoidal (línea discontinua).

    Hemos visto cómo la arquitectura
    molecular de los cristales líquidos favorece, a
    temperaturas y densidades moderadas, la aparición de una
    dirección especial a lo largo de la cual se orientan las
    moléculas alargadas y perpendicularmente a ella en las
    moléculas en forma de disco. La peculiaridad de este tipo
    de materiales es que la existencia de una dirección
    preferida afecta el comportamiento
    de los rayos luminosos en el material cambiando su intensidad,
    color y
    dirección de propagación. Por esta razón a
    esta dirección especial se le llama el eje óptico
    del material y es la causa de muchos fenómenos
    ópticos importantes. Es necesario subrayar aquí que
    la existencia del eje óptico es un fenómeno
    colectivo que se da en forma espontánea en los cristales
    líquidos. Así, por ejemplo, si un rayo de luz
    blanca incide sobre el cristal líquido formando un
    ángulo con el eje óptico puede transformarse en luz
    de color al transmitirse a través del líquido pues
    la velocidad de
    la luz en el fluido depende de la dirección de
    propagación respecto al eje óptico. Pero,
    además de este cambio en el color, también puede
    ocurrir que el rayo saliente se divida en dos rayos luminosos
    cuyas intensidades relativas varíen dependiendo de la
    dirección del rayo incidente con el eje óptico. A
    este fenómeno se le llama birrefringencia.

    Por otra parte, es bien conocido que los cristales
    sólidos con ejes ópticos se usan en
    múltiples aplicaciones tecnológicas en las que es
    necesario dirigir los rayos luminosos en forma rápida y
    precisa. Una aplicación muy conocida es la de los
    polaroides o polarizadores, que sólo transmiten algunos de
    los rayos luminosos que inciden sobre ellos y que se usan
    ampliamente en la fotografía
    en colores o para fabricar lentes que protejan los ojos de la luz
    deslumbradora del Sol. Para entender mejor la función de
    un polarizador recordemos que cada onda electromagnética
    emitida por un sistema particular de cargas en movimiento,
    consta de un campo eléctrico E y un campo
    magnético H que oscilan transversalmente a la
    dirección de propagación de la onda (Figura 29).
    Aunque en cada onda el campo eléctrico está
    orientado de modo preciso, en un rayo de luz compuesto de muchas
    ondas emitidas
    por diferentes sistemas de cargas a diferentes tiempos, no hay en
    general una dirección —"polarización"—
    bien determinada del campo eléctrico total. Cuando esto
    ocurre se dice que la luz es natural o no polarizada.

    Los polarizadores permiten, precisamente, convertir la
    luz natural en polarizada al eliminar del rayo de luz todas
    aquellas ondas cuya polarización no sea la requerida. Ya
    que los cristales líquidos poseen eje óptico no es
    de extrañar que también exhiban muchos de estos
    fenómenos, los cuales son totalmente insólitos en
    los líquidos ordinarios. Sin embargo, a diferencia de los
    cristales sólidos los cristales líquidos presentan
    una ventaja enorme: debido a la relativa debilidad de las fuerzas
    de interacción molecular, la orientación del eje
    óptico se puede variar con mayor facilidad. Existen
    diversos métodos
    para "manejar" el eje óptico de un cristal líquido,
    todos ellos basados en la enorme capacidad de estos sistemas para
    responder a la acción
    de campos externos.

     Figura 29. Onda
    electromagnética propagándose en la
    dirección de u.  es la longitud de
    onda.

    El primer fenómeno
    en el que se observó que el eje óptico cambia de
    dirección bajo la acción de un campo
    eléctrico es el ahora llamado efecto Freederiks
    (1943), descubierto por el físico ruso del mismo nombre.
    Este fenómeno se observa con mayor facilidad en un
    nemático y, como veremos, constituye la base física
    del funcionamiento de los indicadores electro-ópticos de
    las carátulas de relojes y calculadoras
    electrónicas modernas. Si un campo eléctrico
    externo actúa sobre un nemático, interacciona con
    los dipolos de sus moléculas y las hace girar de manera
    tal que su eje largo tiende a colocarse paralelamente al campo
    aplicado o en dirección perpendicular a él,
    dependiendo de que el momento dipolar de la molécula
    esté dirigido en la dirección de su eje largo o
    corto, respectivamente. Pero ya hemos visto que en un
    nemático todas las moléculas mantienen una misma
    orientación debido a las características de su
    interacción mutua; así que si una molécula
    de nemático se reorienta bajo la acción de un campo
    externo, las demás se reorientan también en la
    misma dirección. Por lo tanto, basta con aplicar un campo
    eléctrico pequeño para producir una
    reorientación de todo el eje óptico del
    nemático.

    Un indicador electro-óptico consta
    básicamente de una celda diminuta con los siguientes
    elementos: una capa muy delgada (0.01-0.1 mm) de cristal
    líquido, por lo general un nemático, colocado entre
    dos placas de vidrio cada una
    de las cuales está unida a un polarizador. Estas placas se
    pulen de manera tal que la cohesión entre las
    moléculas y las placas sólidas sea máxima,
    lo cual se logra produciendo surcos en las placas de
    aproximadamente las dimensiones de una molécula de
    nemático. Así se consigue que las moléculas
    que están en contacto con las placas se alineen con la
    dirección de pulimento y, por las características
    de las interacciones moleculares, todas las moléculas en
    el espesor de la capa se alinean exactamente en la misma
    dirección. Si bajo estas condiciones una placa se gira
    noventa grados respecto a la otra —debido a que a grandes
    distancias de las placas el influjo del vidrio sobre las
    moléculas de nemático es menor que cerca de las
    superficies sólidas— las moléculas, y por lo
    tanto el eje óptico del cristal líquido, se
    reorientan adquiriendo la configuración torcida que se
    muestra en la figura 30.

     Figura 30. Geometría torcida producida al girar las
    placas de vidrio 90°.

    Si entonces se ilumina la
    celda con luz natural, ésta se polariza y al penetrar en
    la celda su polarización sigue la configuración
    torcida del eje óptico, de modo que al salir por la placa
    inferior también habrá girado noventa grados. Pero
    como el eje del polarizador inferior tiene precisamente esa
    dirección, la luz atravesará el segundo
    polarizador. Entonces, si debajo del polarizador inferior se
    coloca un espejo, la luz podrá reflejarse nuevamente al
    interior de la celda, atravesarla en sentido inverso y salir de
    ella hasta llegar a los ojos de un observador que verá a
    la celda perfectamente clara y transparente. Este proceso se
    ilustra en la parte izquierda de la figura 31.

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     Figura 31. Elementos de una celda
    de un indicador electro-óptico.

    Para poder formar
    cualquier cifra, letra o palabra en el indicador, es preciso
    colocar dos electrodos entre las placas de vidrio de manera que,
    al conectarlos a una pila, se produzca un campo eléctrico
    en el nemático. Al efecto, el electrodo inferior se
    construye de una sola pieza, mientras que el superior consta de
    muchos electrodos más pequeños. Así, por
    ejemplo, para formar cualquier cifra entre cero y nueve
    sólo se requieren siete segmentos, cada uno de los cuales
    puede conectarse o desconectarse a un circuito eléctrico
    de acuerdo a las señales
    que produzca un generador diminuto cuyo funcionamiento lo
    controla un programa
    especial. De esta manera es posible producir un campo
    eléctrico únicamente sobre ciertas regiones de la
    celda. En la parte derecha de la figura 31 se ilustra la
    situación en que ha sido cerrado el circuito de manera que
    los segmentos del electrodo superior que conforman el
    número ocho se activen. De acuerdo con el efecto
    Freederiks, el campo eléctrico en esta región de la
    celda tiende a alinear las moléculas destruyendo la
    configuración torcida que prevalecía en ausencia de
    campo. Entonces, la luz polarizada que sale del primer
    polarizador se transmite, por debajo de los segmentos de
    electrodo asociados a la cifra ocho, por toda la capa de
    nemático sin cambiar su polarización. Pero al
    llegar al segundo polarizador, cuya dirección de
    polarización es perpendicular a la polarización de
    la luz, no podrá atravesarlo y entonces o se absorbe en el
    líquido o se desvía en cualquiera otra
    dirección. Como esta luz no llega al espejo, tampoco
    alcanzará al observador y éste verá oscuros
    los segmentos de la cifra ocho. El resultado final será
    que el observador verá un ocho oscuro sobre un fondo claro
    (Figura 32).

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

     Figura 32. Imagen
    típica de un indicador digital
    electro-óptico.

    Éste es el
    principio físico del funcionamiento de la gran
    mayoría de los indicadores digitales usados en
    calculadoras de bolsillo, videograbadoras, tableros de diversos
    aparatos medidores o cuadrantes de sintonía. Es importante
    señalar que los procesos comprendidos en los dispositivos
    que acabamos de describir, ocurren rápidamente, por lo
    común en una diezmilésima o cienmilésima de
    segundo; así, en una fracción pequeña de
    tiempo se puede mostrar en la pantalla toda una sucesión
    de cifras o símbolos diversos. Más aún, como
    las dimensiones de la celda son tan pequeñas, los problemas
    usuales asociados con el manejo de los líquidos no se
    presentan y las potencias consumidas en los circuitos de
    la misma son muy pequeños; por ejemplo, una pila de 1.5
    voltios basta para generar toda la energía requerida.

    En las páginas anteriores hemos presentado un
    esbozo de cómo son los cristales líquidos; resulta
    evidente que es éste un campo interdisciplinario de gran
    importancia, tanto científica como tecnológica.
    Podemos mencionar que actualmente ya están a la venta televisores
    miniatura a colores, con pantallas de gran definición,
    fabricados con cristales líquidos. A juzgar por los logros
    y aplicaciones espectaculares de los cristales líquidos
    obtenidos en los últimos años, no cabe duda que el
    futuro nos deparará sorpresas cada vez mayores y, al mismo
    tiempo, nos brindará nuevos retos para comprender las
    extraordinarias propiedades de estas fases intermedias de la
    materia.

    2.
    POLIMEROS

    ¿Qué son los polímeros
    ?

    La materia esta formada por moléculas que pueden
    ser de tamaño normal o maléculas gigantes llamadas
    polímeros. Los polímeros se producen por la
    unión de cientos de miles de moléculas
    pequeñas denominadas monómeros que forman enormes
    cadenas de las formas más diversas. Algunas parecen
    fideos, otras tienen ramificaciones. algunas más se
    asemejan a las escaleras de mano y otras son como redes tridimensionales.
    Existen polímeros naturales de gran significación
    comercial como el algodón, formado por fibras de celulosas.
    La celulosa se
    encuentra en la madera y en
    los tallos de muchas plantas, y se
    emplean para hecer telas y papel. La seda es otro polímero
    natural muy apreciado y es una poliamida semejante al nylon. La
    lana, proteína del pelo de las ovejas, es otro ejemplo. El
    hule de los árboles
    de hevea y de los arbustos de Guayule, son también
    polímeroa naturales importantes. Sin embargo, la mayor
    parte de los polímeros que usamos en nuestra vida diaria
    son materiales sintéticos con propiedades y aplicaciones
    variadas.

    Lo que distingue a los polímeros de los
    materiales constituídos por moléculas de
    tamaño normal son sus propiedades mecánicas. En
    general, los polímeros tienen una excelente resistencia
    mecánica debido a que las grandes cadenas
    poliméricas se atraen. Las fuerzas de atracción
    intermoleculares dependen de la composición química
    del polímero y pueden ser de varias clases.

     Fuerzas de Van der
    Waals.

    También llamadas fuerzas de dispersión,
    presentes en las moléculas de muy baja polaridad,
    generalmente hidrocarburos.
    Estas fuerzas provienen de dipolos transitorios: como resultado
    de los movimientos de electrones, en cierto instante una una
    porción de la molécula se vuelve ligeramente
    negativa, mientras que en otra región aparece una carga
    positiva equivalente. Así se forman dipolos
    no-permanentes. Estos dipolos producen atracciones
    electroestáticas muy débiles en las
    moléculas de tamaño normal, pero en los
    polímeros, formados por miles de estas pequeñas
    moléculas, las fuerzas de atracción se multiplican
    y llegan a ser enormes, como en el caso del
    polietileno.

    Hidrocarburo

    Fórmula

    Peso molecular

    Densidad

    T. de
    fusión

    Metano

    CH4

    16

    gas

    -182°C

    Etano

    C2H6

    30

    gas

    -183

    Propano

    C3H8

    44

    gas

    -190

    butano

    C4H10

    58

    gas

    -138

    Pentano

    C5H12

    72

    0,63

    -130

    Hexano

    C6H14

    86

    0,66

    -95

    Heptano

    C7H16

    100

    0,68

    -91

    Octano

    C8H18

    114

    0,70

    -57

    Nonano

    C9H20

    128

    0,72

    -52

    Decano

    C10H22

    142

    0,73

    -30

    Undecano

    C11H24

    156

    0,74

    -25

    Dodecano

    C12H26

    170

    0,75

    -10

    Pentadecano

    C15H32

    212

    0,77

    10

    Eicosano

    C20H42

    283

    0,79

    37

    Triacontano

    C30H62

    423

    0,78

    66

    Polietileno

    C2000H4002

    28000

    0,93

    100

    En la tabla 1.1 se observa como cambian la densidad y la
    temperatura de fusión, al aumentar el número de
    átomos de carbono en la
    serie de lso hidrocarburos. Los compuestos más
    pequeños son gases a la
    temperatura ambiente. al aumentar progresivamente el
    número de carbonos, los compuestos se vuelven
    líquidos y luego sólidos, cada vez con mayor
    densidad y mayor temperatura de fusión, hasta llegar a los
    polietilenos con densidades que van de 0,92 a 0, 96 g /
    cm3 y temperaturas de fusión entre 105 y
    135° C.

    Densidad y temperatura de fusión de
    hidrocarburos.

    Fuerzas de atracción.

    Debidas a dipolos permanentes, como en el caso de los
    poliésteres. Estas atracciones son mucho más
    potentes y a ellas se debe la gran resistencia tensil de las
    fibras de los poliésteres.

    Enlaces de hidrógeno.

    Como en las poliamidas (nylon).

    Estas interacciones son tan fuertes, que una fibra
    obtenida con estas poliamidas tiene resistencia tensil mayor que
    la de una fibra de acero de igual
    masa.

    Otros polímeros.

    Hay atracciones de tipo iónico que son las
    más intensas:

    Un ejemplo sería el copolímero
    etileno-ácido acrílico, que al ser neutralizado con
    la base M(OH)2, producirá la estructura
    indicada. Estos materiales se llaman ionómeros y se usan,
    por ejemplo, para hacer películas transparentes de alta
    resistencia.

    Tipo de enlace

    Kcal / mol

    Van der Waals en CH4

    2,4

    Dipolos permanentes

    3 a 5

    Enlaces hidrógeno

    5 a 12

    Iónicos

    mayores a 100

    Energía requerida para romper cada
    enlace.

    La fuerza total de atracción entre las
    moléculas del polímero, dependería del
    número de las interacciones. Como máximo,
    sería igual a la energía de enlace según la
    tabla, multiplicada por el número de átomos de
    carbono en el caso del polietileno o por el número de
    carbonílicos C = O en los poliésteres, etc.. rara
    vez se alcanza este valor
    máximo, porque las cadenas de los polímeros no
    pueden, por lo general, acomodarse con la perfección que
    sería requerida.

     Concepto y
    clasificación.

    Un polímero (del griego poly, muchos;
    meros, parte, segmento) es una sustancia cuyas
    moléculas son, por lo menos aproximadamente,
    múltiplos de unidades de peso molecular bajo. La unidad de
    bajo peso molecular es el monómero. Si el polímero
    es rigurosamente uniforme en peso molecular y estructura
    molecular, su grado de polimerización es indicado por un
    numeral griego, según el número de unidades de
    monómero que contiene; así, hablamos de
    dímeros, trímeros, tetrámero,
    pentámero y sucesivos. El término polímero
    designa una combinación de un número no
    especificado de unidades. De este modo, el trióximetileno,
    es el trímero del formaldehído, por
    ejemplo.

    Si el número de unidades es muy grande, se usa
    también la expresión gran polímero. Un
    polímero no tiene la necesidad de constar de
    moléculas individuales todas del mismo peso molecular, y
    no es necesario que tengan todas la misma composición
    química y la mismaestructura molecular. Hay
    polímeros naturales como ciertas proteínas
    globulares y policarbohidratos, cuyas moléculas
    individuales tienen todas el mismo peso molecular y la misma
    estructura molecular; pero la gran mayoría de los
    polímeros sintéticos y naturales importantes son
    mezclas de
    componentes poliméricos homólogos. La
    pequeña variabilidad en la composición
    química y en la estructura molécular es el
    resultado de la presencia de grupos finales,
    ramas ocacionales, variaciones en la orientación de
    unidades monómeras y la irregularidad en el orden en el
    que se suceden los diferentes tipos de esas unidades en los
    copolímeros. Estas variedades en general no suelen afectar
    a las propiedades del producto
    final, sin embargo, se ha descubierto que en ciertos casos hubo
    variaciones en copolímeros y ciertos polímeros
    cristalinos.

    Homopolímeros y
    copolímeros.

    Los materiales como el polietileno, el PVC, el
    polipropileno, y otros que contienen una sola unidad estructural,
    se llaman homopolímeros. Los homopolímeros, a
    demás, contienen cantidades menores de irregularidades en
    los extremos de la cadena o en ramificaciones.

    Por otro lado los copolímeros contienen varias
    unidades estructurales, como es el caso de algunos muy
    importantes en los que participa el estireno.

    Estas combinaciones de monómeros se realizan para
    modificar las propiedades de los polímeros y lograr nuevas
    aplicaciones. Lo que se busca es que cada monómero imparta
    una de sus propiedades al material final; así, por
    ejemplo, en el ABS, el acrilonitrilo aporta su resistencia
    química, el butadieno su flexibilidad y el estireno
    imparte al material la rigidez que requiera la aplicación
    particular.

    Evidentemente al variar la proporciones de los
    monómeros, las propiedades de los copolímeros van
    variando también, de manera que el proceso de
    copolimerización permite hasta cierto punto fabricar
    polímeros a la medida.

    No solo cambian las propiedades al variar las
    proporciones de los monómeros, sino tambiuén al
    variar su posición dentro de las cadenas. Así,
    existen los siguientes tipos de copolímeros.

    Las mezclas físicas de polímeros, que no
    llevan uniones permanentes entre ellos, también
    constituyen a la enorme versatilidad de los materiales
    poliméricos. Son el equivalente a las aleaciones
    metálicas
    .

    En ocasiones se mezclan para mejorar alguna propiedad,
    aunque generalmente a expensas de otra. Por ejemplo, el
    óxido de polifenilo tiene excelente resistencia
    térmica pero es muy dificil procesarlo. El poliestireno
    tiene justamente las propiedades contrarias, de manera que al
    mezclarlos se gana en facilidad de procedimiento,
    aunque resulte un material que no resistirá temperaturas
    muy altas.. Sin embargo en este caso hay un efecto
    sinergístico, en el sentido en que la resistencia mecánica es mejor en algunos aspectos que a
    la de cualquiera de los dos polímeros. Esto no es
    frecuente, porque puede ocurrir únicamente cuando existe
    perfecta compatibilidad ente los dos polímeros y por regla
    general no la hay, así que en la mayoría de los
    casos debe agregarse un tercer ingrediente para compatibilizar la
    mezcla. Lo que se emplea casi siempre es un copolímero
    injertado, o uno de bloque que contenga unidades estructurales de
    los dos políméros.

    Otras veces se mezcla simplemente para reducir el costo
    de material.

    En otros casos, pequeñas cantidades de un
    polímero de alta calidad puede
    mejorar la del otro, al grado de permitir una nueva
    aplicación.

    Copolímeros y Terpolímeros.
     

    A continuación se citaran los
    copolímeros y terpolímeros de mayor
    aplicación en la industria:

     SAN

    Copolímero de estireno-acrilonitrilo en los que
    el contenído de estireno varía entre 65 y 80 %.
    Estos materiales tienen buena resistencia a los aceites
    lubricantes, a las grasas y a las
    gasolinas. Asimismo, tiene mejores propiedades de impacto,
    tensión y flexión, que los homopolímeros del
    estireno. Los copolímeros son transparentes, pero con un
    ligero color amarillo que se vuelve más oscuro a medida
    que aumenta el contenido en acrilonitrilo. Al mismo tiempo mejora
    la resistencia química, la resistencia al agrietamiento
    ambiental y la resistencia térmica al aimentar el
    porcentaje en acrilonitrilo.

    El SAN se usa cuando se requieren partes rígidas,
    con buena estabilidad dimensional y buena resistencia
    térmica, por ejemplo, en partes de las máquinas
    lavaplatos y en piezas para radios u televisores. Se lo emplea en
    grandes cantidades en la industria alimenticia. los
    copolímeros con 30 % estireno y 70 % acrilonitrilo, son
    excelentes barreras contra el oxígeno, el CO2 y la
    humedad.

     ABS

    Terpolímero acrilonitrilo-butadieno-estireno. Son
    materiales heterogéneos formados por una fase
    homogénea rígida y una elastomérica.
    Originalmente se mezclaban emulsiones de los dos polímeros
    de SAN y polibutadieno. La mezcla era coagulada para obtener
    ABS.

    Ahora se prefiere polimerizar estireno y acrilonitrilo
    en presencia de polibutadieno. De esa manera, una parte del
    estireno y del acrilonitrilo se copolimerizan formando SAN y otra
    porción se injerta sobre las moléculas de
    polibutadieno.

    El ABS se originó por la necesidad de mejorar
    algunas propiedades del poliestireno de alto impacto. Este
    material tiene tres desventajas importantes:

    • Baja temperatura de ablandamiento.
    • Baja resistencia ambiental.
    • Baja resistencia a los agentes
      químicos.

    La incorporación del acrilonitrilo en la fase
    continua, imparte mayor temperatura de ablandamiento y mejora
    considerablemente la resistencia química. Sin embargo, la
    resistencia ambiental se vuelve todavía menor, pero este
    problema se resuelve empleando aditivos. Las propiedades del ABS
    son suficientemente buenas para varias aplicaciones:

    – Artículos moldeados,

    -Artículos extruidos.

    Copolímeros estireno-butadieno.

    Éstos son los hules sintéticos que han
    sustituído practicamente en su totalidad al natural, en
    algunas aplicaciones como las llantas para
    automóviles.

    Los hules sintéticos contienen 25 % de estireno y
    75 % butadieno; sus aplicaciones incluyen en oreden de
    importancia:

    • Llantas,
    • Espumas,
    • Empaques,
    • Suelas para zapatos,
    • Aislamiento de alambres y cables
      eléctricos,
    • Mangeras.

    Los copolímeros de estirenio-butadieno con mayor
    contenido de batadieno, hasta de 60 %, se usan para hacer
    pinturas y recubrimientos ahulados. Para mejorar la adhesividad,
    en ocasiones se incorpora el ácido acrílico o los
    ésteres acrílicos, que elevan la polaridad de los
    copolímeros.

    Otros copolímeros del estireno.

    MBS. Se obtienen injertando metacrilato de metilo o
    mezclas de metacrilato y estireno, en las cadenas de un hule de
    estireno-batadieno.

    Acrílicos. Copolímeros de
    metacrilato-butilacrilato-estireno o de
    metacrilato-hexilacrilato-estireno.

    Otros copolímeros importantes del estireno, se
    realizan polimerizando en suspensión, estireno en
    presencia de divinil-benceno, para obtener materiales entre
    cruzados, que por sulfonación y otras reacciones
    químicas se convierten en las conocidas resinas de
    intercambio iónico.

     Poliestireno de alto
    impacto.

    Para hacer este material, se dispersa un
    elastómero en una matríz que puede ser de
    poliestireno o de algunos de sus copolímeros. Las variables
    importantes de la fase continua son:

    • Distribución de pesos moleculares.
    • Composición, cuando se trata de un
      copolímero.

    Las variables importantes de la fase elastomérica
    son:

    • Número, tamaño, distribución de
      tamaños y formas de las partículas
      dispersadas.
    • Composición, si es un
      copolímero.
    • Grado de entrecrusamiento en el
      elastómero.

    Existen dos procedimientos
    para obtener poliestireno de alto impacto:

    • Mezclar poliestireno directamente con el
      elastómero.
    • Mezclar estireno, el elastómero, el
      catalizante y el acelerante y se produce la
      polimerización.

     CPE.

    Los polietilenos clorados se obtienen clorando
    polietileno de alta densidad con 30 % a 40 % de cloro. Tiene baja
    cristalinidad y baja temperatura de transición
    vítrea. Un nivel de cloro del 36 % resultó
    experimentalmente para un buen balance al
    impacto-dispersabilidad-procesabilidad.

    EVA.

    Copolímero del etileno y acetato de vinilo con 30
    % a 50 % del acetato, posee propiedades
    elastoméricas.

     Lubricantes.

    Los lubricantes mejoran la procesabilidad de los
    polímeros, realizando varias importantes funciones.

    • Reducen la fricción entre las
      partículas del material, minimizando el calentamiento
      friccional y retrasando la fusión hasta el punto
      óptimo.
    • Reducen la viscocidad del fundido promoviendo el buen
      flujo del material.
    • Evitan que el polímero caliente se pegue a las
      superficies del equipo de procesamiento.

    A los lubricantes se los clasifican en:

    • Lubricantes externos, que son los que reducen la
      fricción entre las moléculas del polímero
      y disminuyen la adherencia polímero metal.
    • Ceras parafínicas, con pesos moleculares entre
      300 y 1500, y temperaturas de fusión entre 65 a 75
      °C. Las lineales son más rígidas, por su
      mayor cristalinidad. En las ramificadas, la cristalinidad es
      menor y los cristales más pequeños.
    • Ceras de polietileno, son polietilenos de muy bajo
      peso molecular, ligeramente ramificadas, con temperaturas de
      fusión de 100 a 130 °C. Son más efectivas que
      las parafinas.
    • Ceras tipo éster, se trata de
      glicéridos obtenidos de cebos y contienen ácidos
      grasos con 16 a 18 átomos de carbono. El más
      importante es el triesterato.

    Los lubricantes internos y las amidas de los
    ácidos también se emplean con este fin.

     Polímeros de bloque e
    injertos

    Se han desarrollado nuevos métodos interesantes
    para la síntesis
    de copolimeros de bloque e injertos. Estos métodos han
    encontrado aplicación practica en la preparación de
    poliestireno de alta resistencia al impacto, de los cauchos de
    elevada resistencia a la abrasión y de fibras
    acrílicas.

    Un principio de la copolimerización por injertos
    consiste en polimerizar un monomero, el monomero-B, en presencia
    de un polímero, el poli-A, de manera tal que los centros
    iniciadores de las reacciones de la segunda polimerización
    estén situados todos en el polímero original. Una
    forma particularmente efectiva de conseguir este resultado es
    someter el poli-A a la degradación mecánica en
    presencia del mono-B. Si las cadenas del polímero se
    rompen por la acción mecánica, se forman dos
    radicales libres en el punto de ruptura de la cadena. Estos dos
    radicales pueden utilizarse si se evita que se recombinen o
    desproporcionen uno con el otro o que sean consumidos por
    algún otra impureza reactiva, como el oxigeno y en
    presencia de un monomero vinílico. Muchos tipos de
    agitación mecánica, particularmente el prensado en
    calandria, la molienda, la compresión en estado plástico y
    la agitación y sacudimiento en solución, conducen a
    la unión química del segundo monomero y el primer
    polímero. Para que la degradación mecánica
    sea efectiva, conviene que el poli-A tenga un peso molecular
    relativamente alto. Se han echo grandes progresos en la
    injertación del estireno, esteres acrílicos y
    acrilonitrilo al caucho y a
    muchos elastomeros sintéticos; los monomeros
    vinílicos también se ha injertado a la celulosa y
    derivados de esta, poliésteres, poliamidas,
    poliéteres y proteínas. Los productos
    resultantes combinan en forma muy interesante las propiedades de
    los dos compuestos.

    Los trabajos sobre la radiación
    de injertos han progresado considerablemente, sobre todo mediante
    el empleo de
    mejores fuentes de radiación penetrante (aparato de Van de
    Graaff, acelerador lineal, Co60 y Cs137) y
    por el descubrimiento de que la luz ultravioleta es capaz
    también de producir enlaces transversales e injertos en
    presencia de sensibilizadores. En muchos casos se ha reducido
    substancialmente la degradación indeseable del poli-A
    producida por la acción de la radiación y
    penetrante, mediante la aplicación de estabilizadores del
    tipo amina aromática disulfuro
    aromático.

    Pueden obtenerse injertos muy efectivos de todos los
    tipos de polímeros vinílicos si la cadena del
    poli-A lleva un grupo amino
    aromático primario. Este grupo es asilado
    primero

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    después es nitrosilado.

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    La nitrosamina puede isomerizarse al diazoester, este a
    su vez, se disocia con desprendimiento de hidrogeno y
    produce un radical libre que se fija químicamente a la
    cadena:

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    El radical acilo se transfiere rápidamente con
    los átomos de hidrogeno disponibles y no inicia la
    polimerización del mono-B. Por este método se
    ha efectuado un injerto de monomeros vinílicos sobre el
    poliestireno parcialmente aminado.

    Una nueva forma de preparar los copolimeros de bloque se
    basa en la protección de la cadena que crece por
    propagación anionica contra la terminación por
    solvatacion del extremo de la cadena por el disolvente. Si el
    sodio se hace reaccionar a baja temperatura en tetrahidrofurano
    con naftaleno, se transfiere un electrón del sodio al
    sistema aromático:

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    La solución resultante es verde y muy sensible al
    oxigeno. Si se le agrega estireno, el color cambia a rojo debido
    a que el electrón solitario se transfiere al monomero
    estireno, que se dimeriza inmediatamente para formar un bis-anion
    conforme a la siguiente reacción:

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    Las cargas negativas están compensadas por dos
    iones de sodio, pero permanecen disociadas porque están
    fuertemente solvatadas por el tetrahidrofurano. Las cargas
    negativas del bis-ion son capaces de iniciar la
    polimerización del estireno, y a cada lado del centro
    iniciador crece una cadena hasta que es consumido todo el
    monomero, puesto que la solvatacion por el disolvente evita la
    terminación (polímeros vivientes). Después
    de consumido el monoestireno puede agregarse otro monomero, y
    como la polimerización continua, se forman copolimeros de
    bloque cuya composición y peso molecular pueden regularse
    fácilmente por la adición de los componentes y por
    la terminación del crecimiento posterior de la cadena con
    oxigeno u otro interruptor de la etapa.

    Procesos de polimerización.

    Existen diversos procesos para unir moléculas
    pequeñas con otras para formar moléculas grandes.
    Su clasificación se basa en el mecanismo por el cual se
    unen estructuras monómeras o en las condiciones
    experimentales de reacció.

    Mecanismos de polimerización. La
    polimerización puede efectuarse por distintos
    métodos a saber:

     Polimerización por
    adición.

    • Adición de moléculas pequeñas de
      un mismo tipo unas a otras por apertura del doble enlace sin
      eliminación de ninguna parte de la molécula
      (polimerización de tipo vinilo.).
    • Adición de pequeñas moléculas de
      un mismo tipo unas a otras por apertura de un anillo sin
      eliminación de ninguna parte de la molécula
      (polimerización tipo epóxido.).
    • Adición de pequeñas moléculas de
      un mismo tipo unas a otras por apertura de un doble enlace con
      eliminación de una parte de la molécula
      (polimerización alifática del tipo
      diazo.).
    • Adición de pequeñas moléculas
      unas a otras por ruptura del anillo con eliminación de
      una parte de la molécula (polimerización del tipo
       -aminocarboxianhidro.).
    • Adición de birradicales formados por
      deshidrogenación (polimerización tipo
      p-xileno.).

    Polimerización por
    condensación.

    • Formación de poliésteres, poliamidas,
      poliéteres, polianhidros, etc., por eliminación
      de agua o
      alcoholes,
      con moléculas bifuncionales, como ácidos o
      glicoles, diaminas, diésteres entre otros
      (polimerización del tipo poliésteres y
      poliamidas.).
    • Formación de polihidrocarburos, por
      eliminación de halógenos o haluros de
      hidrógeno, con ayuda de catalizadores metálicos o
      de haluros metálicos (policondensación del tipo
      de Friedel-Craffts y Ullmann.).  

    Polimerización en suspención,
    emulsión y masa.

    a. Polimerización en suspensión. En
    este caso el peróxido es soluble en el monómero. La
    polimerización se realiza en agua, y como el
    monómero y polímero que se obtiene de él son
    insolubles en agua, se obtiene una suspención. Para evitar
    que el polímero se aglomere en el reactor, se disuelve en
    el agua una pequeña cantidad de alcohol
    polivinílico, el cual cubre la superficie de las gotitas
    del polímero y evita que se peguen.

    b. Polimerización en emulsión. La
    reacción se realiza también en agua, con
    peróxidos solubles en agua pero en lugar de adredarle un
    agente de suspención como el alcohol polivinílico,
    se añade un emulsificante, que puede ser un detergente o
    un jabón. En esas condiciones el monómero se
    emulsifica, es decir, forma gotitas de un tamaño tan
    pequeño que ni con un microscopio
    pueden ser vistas. Estas microgotitas quedan estabilizadas por el
    jabón durante todo el proceso de la polimerización,
    y acaban formando un latex de aspecto lechoso, del cual se hace
    presipitar el polímero rompiendo la emulsión.
    posteriormente se lava, quedando siempre restos de jabón,
    lo que le imprime características esopeciales de
    adsorción de aditivos.

    c.Polimerización en masa. En este tipo de
    reacción, los únicos ingredientes son el
    monómero y el peróxido. El polímero que se
    obtiene es muy semejante al de suspención, pero es
    más puro que éste y tiene algunas ventajas en la
    adsorción de aditivos porque no esta contaminado con
    alcohol polivinílico. Sin embargo, debido al gran
    tamaño de sus partículas no se dispersa en los
    plastificantes y no se usa para plastisoles.

    RESINA

    TAMAÑO DE PARTICULA
    (MICRAS)

    PESO MOLECULAR

    APLICACIONES

    Suspensión

    45  400

    24,000 a 80.000

    calandreo

    extrusión

    moldeo

    Masa

    70  170

    28.000 a 80.000

    calandreo

    extrusión

    moldeo

    Emulsión

    1  20

    38.000 a 85.000

    plastisoles

     Propiedades y aplicaciones de las tres variedades para
    el caso del PVC

    3. BIOMATERIALES

    Los biomateriales se
    pueden definir como materiales biológicos comunes tales
    como piel, madera,
    o cualquier elemento que remplace la función de los
    tejidos o de
    los órganos vivos. En otros términos, un
    biomaterial es una sustancia farmacológicamente inerte
    diseñada para ser implantada o incorporada dentro del
    sistema vivo.

    Los biomateriales se implantan con el objeto de
    remplazar y/o restaurar tejidos vivientes y sus funciones, lo que
    implica que están expuestos de modo temporal o permanente
    a fluidos del cuerpo, aunque en realidad pueden estar localizados
    fuera del propio cuerpo, incluyéndose en esta
    categoría a la mayor parte de los materiales dentales que
    tradicionalmente han sido tratados por
    separado.

    Debido a que los biomateriales restauran funciones de
    tejidos vivos y órganos en el cuerpo, es esencial entender
    las relaciones existentes entre las propiedades, funciones y
    estructuras de los materiales biológicos, por lo que son
    estudiados bajo tres aspectos fundamentales: materiales
    biológicos, materiales de implante y la interacción
    existente entre ellos dentro del cuerpo. Dispositivos como
    miembros artificiales, amplificadores de sonido para el
    oído y
    prótesis faciales externas, no son considerados como
    implantes.

    La biomecánica se encarga de estudiar la
    mecánica y la dinámica de los tejidos y las relaciones
    que existen entre ellos; esto es muy importante en el diseño
    y el injerto de los implantes. Después de realizado un
    injerto, no se puede hablar del éxito
    de un implante, este se debe considerar en términos de la
    rehabilitación del paciente; por ejemplo, en el implante
    de cadera se presentan cuatro factores independientes: fractura,
    uso, infección y desprendimiento del mismo.

     Figura 32. Dispositivo para el
    tratamiento de hidrocefalia y su colocación en cerebro.
    Está hecho de silicón.

    Si la probabilidad de
    que un sistema falle es f, entonces la probabilidad que tiene el
    paciente de rehabilitación es: r = 1 – f. La probabilidad
    de rehabitación total rt puede expresarse en
    términos de las probabilidades reales de los factores que
    contribuyen a la falla del sistema rt = r1
    . r2 … rn donde r1 = 1 –
    f1, r2 = 1 – f2,
    etcétera.

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    Figura 33. Uso del
    estimulador eléctrico para activar y acelerar el
    crecimiento del tejido óseo en fracturas, con y sin
    tornillos de fijación. Todos son biomateriales.

    Por lo anterior, si r = 1, entonces el implante es
    perfecto, mientras que si, por ejemplo, ocurre siempre una
    infección tendremos r = 0, es decir, no hay probabilidades
    de rehabilitación del paciente.

    En algunos casos la función de los tejidos u
    órganos es tan importante que no tiene sentido el
    remplazarlos por biomataeriales; por ejemplo, la médula
    espinal o el cerebro.

    El éxito de un biomaterial o de un implante
    depende de tres factores principales: propiedades y
    biocompatibilidad del implante, condiciones de salud del receptor, y
    habilidad del cirujano que realiza el implante; la física
    sólo se aplica al primero.

    Los requisitos que debe cumplir un biomaterial
    son:

    1. Ser biocompatible, es decir, debe ser aceptado por
    el organismo, no provocar que éste desarrolle sistemasde
    rechazo ante la presencia del biomaterial

    2. No ser tóxico, ni
    carcinógeno.

    3. Ser químicamente estable (no presentar
    degradación en el tiempo) e inerte.

    4. Tener una resistencia mecánica
    adecuada.

    5. Tener un tiempo de fatiga adecuado.

    6. Tener densidad y peso adecuados.

    7. Tener un diseño de ingeniería perfecto; esto es, el
    tamaño y la forma del implante deben ser los
    adecuados.

    8. Ser relativamente barato, reproducible y
    fácil de fabricar y procesar para su producción en gran escala.

    Hay, de hecho, cuatro grupos de materiales
    sintéticos usados para implantación:
    metálicos, cerámicos, poliméricos y
    compuestos de ellos; el cuadro IV enumera algunas de las
    ventajas, desventajas y aplicaciones para los cuatro grupos de
    materiales sintéticos.

    Una alternativa para los implantes artificiales es el
    trasplante, por ejemplo de riñón o corazón,
    aunque este esfuerzo se ve obstaculizado por problemas
    sociales, morales, éticos e inmunológicos; sin
    embargo, en el caso del riñón, el paciente tiene
    muchas desventajas con uno artificial: su costo es elevado, no
    tiene movilidad y, además, el mantenimiento
    y el cuidado deben ser constantes.

    Los usos quirúrgicos de los biomateriales son
    múltiples, por ejemplo, para implantes
    permanentes:

    1. En el sistema esquelético muscular, para
      uniones en las extremidades superiores e inferiores (hombros,
      dedos, rodillas, caderas, etc.) o como miembros artificiales
      permanentes; b) en el sistema
      cardiovascular, corazón (válvula, pared,
      marcapasos, corazón entero), arterias y venas; c)
      en el sistema
      respiratorio, en laringe, tráquea y bronquios,
      diafragma, pulmones y caja torácica; d) en
      sistema
      digestivo: esófago, conductos biliares e
      hígado; e) en sistema genitourinario, en
      riñones, uréter, uretra, vejiga; f) en
      sistema
      nervioso, en marcapasos; g) en los sentidos:
      lentes y prótesis de córneas, oídos y
      marcapasos caróticos; h) otras aplicaciones se
      encuentran por ejemplo en hernias, tendones y adhesión
      visceral; i) implantes cosméticos maxilofaciales
      (nariz, oreja, maxilar, mandíbula, dientes), pechos,
      testículos, penes,
      etcétera.

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    CUADRO IV. Materiales para
    implantación

    La caracterización física de las
    propiedades requeridas de un material para aplicaciones
    médicas, varía de acuerdo con la aplicación
    particular. Debemos considerar que las pruebas
    fisicoquímicas de los materiales para implante in
    vivo
    son difíciles, si no imposibles. Las pruebas
    in vitro deben ser realizadas antes del implante. La fabricación y el uso de los
    materiales depende de sus propiedades mecánicas, tales
    como resistencia, dureza, ductibilidad, etcétera. Las
    propiedades elásticas y viscoelásticas serán
    caracterizadas antes que las estáticas y
    dinámicas.

    La naturaleza (iónico, covalente y
    metálico), y la fuerza de los enlaces atómicos
    determinan qué tan estable es el material cuando se le
    aplica una carga, es decir, cuando se le somete a un esfuerzo de
    tipo mecánico; este tipo de propiedades son conocidas como
    mecánicas. Cuando se determina la estabilidad del
    material en función de cambios en la temperatura, se habla
    de propiedades térmicas.

    Cuando estiramos un material, son las fuerzas entre los
    enlaces moleculares (fuerzas de atracción y
    repulsión entre los átomos que las componen) las
    que determinan el comportamiento del material. Inicialmente, la
    mayor parte de los materiales cumplen con la Ley de Hooke, es
    decir, la fuerza que se aplica para estirarlo (o comprimirlos) es
    proporcional a la distancia de deformación. La constante
    de proporcionalidad se llama constante elástica, y
    está relacionada indirectamente con la energía del
    enlace, lo que podemos expresar como:

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    donde representa el esfuerzo, que es la
    fuerza por unidad de área de sección transversal,
     es la deformación o estiramiento del material,
    dada por el cambio en la longitud respecto a la longitud original
    (l/l0 y E se conoce como módulo elástico
    o Módulo de Young el cual es una característica del
    material.

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    Figura 34. Diversos
    diseños de componentes de cabezas de fémur y
    componentes de cadera.

    Cuando un material es sometido a deformación por
    estiramiento, es posible determinar dos regiones bien marcadas en
    el comportamiento que presenta: la elástica, donde la
    deformación es proporcional al esfuerzo aplicado: el
    material regresa a su forma original cuando la fuerza que
    actúa sobre él se elimina; y la
    plástica, en la que no existe proporcionalidad
    entre la fuerza aplicada y el estiramiento, en este caso el
    material no regresa a su forma original al anularse la fuerza que
    actúa sobre él. Generalmente, los materiales
    sometidos a fuerzas pequeñas siguen un comportamiento de
    tipo elástico, pero a medida que la fuerza crece el
    comportamiento pasa a ser del tipo plástico, y si la
    fuerza sigue creciendo, puede ocurrir la fractura del
    material.

    En los materiales cerámicos y en los
    vítreos es fácil que ocurra la fractura,
    además es impredecible el momento en que esto puede
    suceder, por lo que, aunque presentan un alto grado de
    biocompatibilidad, no son muy usados en implantes.

    La resistencia al impacto es la cantidad que
    puede absorber un material de energía debida a la fuerza
    ejercida sobre él por un golpe, es decir, por una fuerza
    grande en magnitud aplicada durante un tiempo muy corto.
    Ésta es otra de las pruebas que tiene que pasar un
    material que se requiere para implantación, los requisitos
    sobre la medida dependerán del uso que se le
    dé.

    La dureza es una medida de la deformación
    plástica, y se define como la fuerza por unidad de
    área de penetración o indentación en el
    material. Para determinarla de manera experimental, es claro que
    el método dependerá del tipo de material de que se
    trate; en el caso de metales, por
    ejemplo, se incrusta una punta de diamente en forma de
    pirámide en la superficie del material, con una fuerza
    conocida, y se mide la penetración que alcanza. Si se
    trata de un polietileno, se utiliza una esfera de acero
    inoxidable sobre la superficie, midiéndose la
    penetración que alcanza para una carga dada.

    Otra propiedad importante del material es la de
    termofluencia, es decir, la deformación que sufre
    con el tiempo al someterse a una carga conocida. La
    deformación elástica que sufre inicialmente el
    material ante una carga dada, es seguida de una termofluencia
    (algo así como el corrimiento entre las capas
    atómicas que lo constituyen, similar a lo que sucede con
    los fluidos), antes de que se presente la fractura.

    El desgaste de un material de implantes tiene
    importancia en especial si se trata de remplazar uniones. El
    desgaste del material está estrechamente relacionado con
    la fricción entre los dos materiales. Es importante
    considerar el área real de la superficie que entra en
    contacto en la unión requerida ya que, en general, es
    mucho menor de lo que aparenta; ésta puede incrementarse
    con el peso que se aplica para los materiales dúctiles y
    para los elásticos.

    En las prótesis de uniones entre huesos, el
    desgaste es muy importante, y resulta del movimiento y
    recolocación de los materiales usados.

    Hay diferentes tipos de desgaste: el corrosivo,
    debido a la actividad química de alguno de los materiales
    de la unión; el de fatiga superficial, debido a la
    formación de pequeñas fracturas que pueden dar
    lugar a un rompimiento del material, y el abrasivo, en el
    cual partículas de una superficie son empujadas hacia la
    otra en la que se adhieren, debido al movimiento que se
    tiene.

    Cuando hay lubricación entre dos superficies en
    contacto, la fricción y las propiedades de desgaste cambia
    drásticamente. En la mayoría de las aplicaciones a
    implantes existe algún tipo de lubricante.

    Como podemos notar, la física está
    presente en todas las ramas de la medicina: no
    sólo en la investigación básica, también
    en la instrumentación, en los implantes, en la
    clínica, en diagnosis, en terapia,
    etcétera.

    Es tradicional que los estudiantes tengan problemas
    tanto en física como en matemáticas porque desde muy jóvenes
    les han hecho sentir que son materias muy difíciles,
    incluso algunas veces se dan por vencidos antes de tratar de
    entender los conceptos básicos, y esto obviamente
    dificulta su aprendizaje. Este
    fenómeno se da en todos los niveles de la educación; sin
    embargo, vivimos en un mundo en el que la física
    está presente en todo momento, ya que es la ciencia que
    explica el comportamiento de la naturaleza. El cuerpo humano
    y la tecnología que para él podemos desarrollar no
    pueden quedar excluidos.

    Con este pequeño libro esperamos que los
    estudiantes de medicina ahuyenten su miedo por la física y
    que los estudiantes de física se interesen en las
    aplicaciones que ésta tiene en medicina.

    4. MATERIALES
    CERÁMICOS

    Los productos cerámicos son materiales
    sólidos inorgánicos no metálicos que pueden
    ser cristalinos o no cristalinos. Los materiales cerámicos
    no cristalinos incluyen el vidrio y unos cuantos materiales
    más con estructuras amorfas.

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    Los materiales cerámicos son muy resistentes al
    calor, la corrosión y el desgaste, no se deforman
    fácilmente cuando se someten a esfuerzos y son menos
    densos que algunos metales empleados en aplicaciones de alta
    temperatura. Algunos materiales ceramicos que se usan en aviones,
    proyectiles y vehículos espaciales pesan sólo el
    40% de lo que pesarían los componentes metálicos a
    los que sustituyen.

    A pesar de tantas ventajas, el empleo de productos
    cerámicos como materiales de ingeniería ha estado
    limitado por su naturaleza extremadamente quebradiza. En tanto
    que un componente metálico podría abollarse si se
    le golpea, una pieza cerámica por lo regular se hace pedazos
    porque los enlaces impiden que los átomos se deslicen unos
    sobre otros. Además, es difícil fabricar
    componentes cerámicos sin defectos. Efectivamente, los
    elevados costos de
    fabricación y la incierta confiabilidad de los componentes
    son barreras que deberán vencerse antes de que los
    materiales cerámicos se utilicen más ampliamente
    para sustituir a los metales y a otros materiales estructurales.
    Es por ello que la atención en años recientes se ha
    enfocado en el procesamiento de los materiales cerámicos,
    así como en la formación de materiales
    cerámicos compuestos y el desarrollo de recubrimientos
    cerámicos delgados sobre materiales
    convencionales.

     Materiales cerámicos
    compuestos

    Los objetos cerámicos son mucho más
    fuertes cuando se forman a partir de una mezcla compleja de dos o
    más materiales. Semejantes mezclas se denominan materiales
    compuestos o composites. Los materiales compuestos más
    eficaces se forman por la adición de fibras
    cerámicas a un material cerámico.

    Así, el material compuesto consiste en una
    matriz
    cerámica que contiene fibras embebidas de un material
    cerámico, que podría o no tener la misma
    composición química que la matriz. Por
    definición, una fibra tiene una longitud de por lo menos
    100 veces su diámetro. Las fibras suelen tener una
    resistencia elevada cuando se someten a cargas aplicadas a lo
    largo de su eje longitudinal. Si las fibras están
    embebidas en una matriz, la fortalecen porque resisten
    deformaciones que ejercen un esfuerzo sobre la fibra a lo largo
    de su eje longitudinal.

    La formación de fibras cerámicas se
    ilustra con el caso del carburo de silicio, SiC, o
    carborúndum. El primer paso de la producción de
    fibras de SiC es la síntesis de un polimero,
    polidimetilsilano:

    Si este polímero se calienta a cerca de
    400ºC, se convierte en un material que tiene atomos de
    carbono y silicio alternantes a lo largo de la cadena:

    Las fibras formadas a partir de este polímero se
    calientan entonces lentamente a cerca de 1200° C en una
    atmósfera
    de nitrógeno para expulsar todo el hidrógeno y
    todos los átomos de carbono excepto los que enlazan
    directamente los átomos de silicio.

    El producto final es un material cerámico con
    composición SiC, en forma de fibras cuyo diámetro
    varía entre 10 y 15 um. Mediante procedimientos similares,
    partiendo de un polímero orgánico apropiado, es
    posible fabricar fibras cerámicas con otras composiciones,
    como el nitruro de boro, BN. Si las fibras cerámicas se
    agregan a un material cerámico procesado como se
    explicó antes, el producto resultante tiene una
    resistencia mucho más alta a las fallas
    catastróficas por agrietamiento.

    Aplicaciones de los materiales
    cerámicos

    Los productos cerámicos, sobre todo los nuevos
    "composites" cerámicos, se utilizar ampliamente en la
    industria de las herramientas
    para cortar. Por ejemplo, la alúmina
    reforzada con fibras extremadamente finas de carburo de silicio
    se usa para cortar y maquinar hierro colado
    y aleaciones
    más duras a base de níquel. También si
    utilizan materiales cerámicos en las ruedas de amolar y
    otros abrasivos a causa de si excepcional dureza (Tabla 12.4). El
    carburo de silicio es el abrasivo más ampliamente
    utilizado.

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     Los materiales cerámicos
    desempeñan un papel importante en la industria
    electrónica. Los circuitos integrados semiconductores
    generalmente se montan en un sustrato de cerámica, por lo
    regular alúmina. Algunos materiales cerámicos,
    notablemente el cuarzo (Si O2 cristalino), son
    piezoeléctricos, lo que significa que generan un potencial
    eléctrico cuando se les somete a un esfuerzo
    mecánico. Esta propiedad hace posible el empleo de
    materiales piezoeléctricos para controlar las frecuencias
    en los circuitos electrónicos, como en los relojes de
    cuarzo y los generadores ultrasónicos.

    Se usan materiales cerámicos para fabricar placas
    cerámicas que cubren las superficies de los
    transbordadores espaciales, a fin de protegerlas contra el
    sobrecalentamiento durante el reingreso en la atmósfera
    terrestre. Las placas se fabrican con fibras de sílice
    cortas de alta pureza reforzadas con fibras de boro silicato de
    aluminio. El
    material se moldea en bloques, se sinteriza a más de
    1300° C luego se corta en placas. Las placas tienen una
    densidad de apenas 0.2 g/cnr, pero pueden mantener la piel de
    aluminio del trasbordador por debajo de los 180º C cuando la
    temperatura superficial es de hasta 1250ºC.

    5. PELÍCULAS
    DELGADAS

    Las películas delgadas se utilizaron inicialmente
    con fines decorativos. En el siglo XVII, los artistas aprendieron
    a pintar un patrón en un objeto cerámico con una
    disolución de una sal de plata y calentar después
    el objeto para causar la descomposición la sal y dejar una
    película delgada de piata metálica. Hoy día,
    las películas delgadas se utilizan con fines de
    decoración o de protección: para formar
    conductores, resistores y otros tipos de películas en
    circuitos, microelectrónicas; para formar positivos
    fotovoltaicos que convierten energía
    solar en electricidad; y
    para muchas otras aplicaciones.

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    Las películas delgadas pueden hacerse con
    cualquier tipo de material, incluidos metales, óxidos
    metálicos y sustancias orgánicas.

    El término película delgada no tiene una
    definición precisa; en general se refiere a peliculas cuyo
    espesor va de 0.1 um hasta unos 300 um, y normalmente no se
    aplica cubrimientos como pinturas o barnices, que suelen ser
    mucho más gruesos. Para que una película delgada
    sea útil, debe poseer todas o casi todas las propiedades
    siguientes: (a) debe ser químicamente estable en el
    entorno en el que se usará; debe adherirse bien a la
    superficie que cubre (el sustrato); (c) debe tener un espesor
    uniforme; (d) debe ser químicamente puro o tener una
    composición química controlada; y (e) debe tener
    una baja densidad de imperfecciones. Además de estas
    características generales, podrían requerirse
    propiedades especiales para ciertas aplicaciones. Por ejemplo, la
    película podría tener que ser aislante o
    semiconductora, o poseer propiedades ópticas o
    magnéticas especiales-

    Una película delgada so debe adherir al sustrato
    subyacente para poder ser util. Dado que la película es
    inherentemente frágil, depende del sustrato para su apoyo
    estructural. Tal apoyo sólo se logra si la película
    está unida al sustrato por fuerzas tensas. Las fuerzas de
    unión pueden ser químicas; es decir, una
    reacción química en la superficie puede conectar la
    película con el material subyacente. Por ejemplo, cuando
    un óxido metálico se deposita en vidrio, las redes
    de óxido del óxido metálico del vidrio se
    combinan en la interfaz para formar una zona delgada de
    composición intermedia. En estos casos las energías
    de enlace entre la película y el sustrato tienen una
    magnitud del mismo orden que la de los enlaces
    químicos, es decir, de 250 a 400 KJ/mol. En algunos
    casos, empero, la unión entre la película y el
    sustrato se basa únicamente en fuerzas intermoleculares de
    Van der Waals y electrostáticas, como podría darse
    cuando una película de un polímero orgánico
    se deposita en una superficie metálica. Las
    energías que unen la película al sustrato en tales
    casos pudrían ser sólo del orden de 50 a 100
    kJ/mol, así que las películas no son tan
    robustas.

    Usos de las películas delgadas

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    Las películas delgadas se usan en
    microelectrónica como conductores, resistores condensadores.
    También se usan ampliamente como recubrimientos
    ópticos en lentes para reducir la cantidad de luz
    reflejada en la superficie del lente y para proteger la lente.
    Las películas delgadas metálicas se han utilizado
    desde hace mucho como recubrimientos protectores de metales; por
    lo regular, se depositan a partir de soluciones
    empleando corrientes eléctricas, como en el chapeado con
    plata y el "cromado".

    Las superficies de herramientas metalicas se cubren con
    películas delgadas cerámicas para aumentar su
    dureza. Aunque consumidor no se
    da cuenta de ello, casi todas las botellas de vidrio que compra
    estan recubiertas con una o más películas delgadas.
    Las películas se aplican al vidrio con objeto de reducir
    las rayaduras y la abrasión y aumentar la lubricidad, es
    decir, la facilidad con que las botellas pueden deslizarse unas
    contra otras. La película delgada más común
    es de óxido de estaño (IV), Sn
    O2.

    Formación de películas
    delgadas

    Las películas delgadas se forman por diversas
    técnicas, que incluyen depositación
    al vacío, depositación electrónica y
    depositación de vapor químico.

    La depositación al vacío se usa para
    formar películas delgadas de sustancias que se pueden
    vaporizar o evaporar sin destruir su identidad
    química. Tales sustancias incluyen metales, aleaciones
    metálicas y compuestos orgánicos simples con
    óxidos, sulfures, fluoruros y cloruros.

    La depositación electrónica implica el
    empleo de un alto voltaje para eliminar material de una fuente, u
    objetivo. Los átomos desprendidos del objetivo viaja
    través del gas ionizado dentro de la cámara y se
    depositan en el sustrato. La superficie del objetivo es el
    electrodo negativo, o cátodo, del circuito; el sustrato
    puede estar conectado al electrodo positivo, o anodo.

    La cámara contiene un gas inerte como
    argón que se ioniza en el campo de alto voltaje. Los
    iones, cargados positivamente, se aceleran hacia la superficie
    del objetivo y chocan contra ella con suficiente energía
    como para desprender átomos del material objetivo. Muchos
    de estos átomos se aceleran hacia la superficie del
    sustrato y, al chocar con ella, forman una película
    delgada.

    La depositación electrónica se utiliza
    ampliamente para formar películas delgadas de elementos
    como silicio, titanio, niobio, tungsteno, aluminio, oro y plata.
    Tambien se emplea para formar películas delgadas de
    materiales refractarios como carburos, boruros y nitruros en las
    superficies de herramientas metálicas, para feriar
    películas lubricantes suaves como las de disulfuro de
    molibdeno, y para aplicar cubrimientos ahorradores de
    energía a vidrio arquitectónico.

    En la depositación de vapor químico, la
    superficie se recubre con un compuesto químico
    volátil y estable a una temperatura por debajo del punto
    de fusión de la superficie. Entonces, el compuesto sufre
    algún tipo de reacción química para formar
    un recubrimiento adherente estable.

    BIBLIOGRAFIA

    1. BROWN-
    LEMAY Química: Ciencia Central

    Paerson Educación México 2004 Unidad 12

    2. Internet

    Páginas:

    http://www.unex.es/qoceres/molmay.htm


    http://personal.telefonica.terra.es/web/flromeras/cristal.htm


    http://omega.ilce.edu.mx:3000/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/104/htm/sec_6.htm


    http://omega.ilce.edu.mx:3000/sites/ciencia/volumen1/ciencia2/37/htm/SEC_14.html


    http://members.tripod.com/fotografia/textos/polimeros.htm

    Alcoser Serrano Paco Junior

    Guayaquil – Ecuador
    – 2004

    Escuela Superior Politécnica del
    Litoral

    (ESPOL)

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