Monografias.com > Filosofía
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Quien es Jean ? Paul Sartre?




Enviado por isaacd_4



    1. Quién es Jean – Paul
      Sartre.
    2. Existencialismo.
    3. Fenomenología
    4. La transcendencia del
      yo.
    5. La Nausea
    6. La nada en el
      ser.
    7. Tiempo: pasado, presente y
      futuro.
    8. Angustia.
    9. Valor.
    10. Mala Fe.
    11. Sinceridad.
    12. Los Otros.
    13. Responsabilidad.
    14. El deseo de ser
      Dios.
    15. El yo como proyecto
      original.
    16. Psicoanálisis
      existencial.
    17. El existencialismo es un
      humanismo (Etica existencial).
    18. La critica de la
      razón dialéctica
      (Marxismo).

    Introducción.

    En esta lección presentaremos los hechos mas
    significativos de su vida, examinamos sus primeros trabajos
    filosóficos y nos introducimos de lleno en los
    principales conceptos de el ser y la nada, su libro clave:
    la conciencia,
    la libertad, la
    responsabilidad, el absurdo, la mala fe, la
    autenticidad y la endiablada relación con los otros.
    Explicamos también las transformaciones del pensamiento
    hacia un "existencialismo socialmente
    comprometido"

    Es una introducción precisa a la vida y obra del
    mas famoso filosofo del siglo pasado.

    Quién es Jean – Paul
    Sartre.

    Jean Paul Sartre nació en París el 21 de
    Junio de 1905. Su familia materna
    procedía de Alsacia – Lorena, zona del este de
    Francia
    cuyos pobladores hablan tanto el francés como el
    alemán, y por cuyas fronteras y Alemania se
    pelearon muchos años.

    La madre de Sartre era prima carnal de Albert Schuwitzer
    , el teólogo, misionero y musicólogo
    alemán.

    El padre de Sartre murió cuando él tenia
    apenas un año. Su madre busco consuelo en su
    pequeño hijo y concentro en el todos sus desvelos. Se
    traslado al hogar de sus padres donde tuvo mucha influencia por
    parte de su abuelo. Cuando Sartre tenia 12 años, su
    madre se volvió a casar. El mimado "Poulou" (apodo que
    ella le había puesto) sintió ese casamiento como
    una perdida y una traición.

    A los 17 años obtuvo su diploma del
    secundario(baccalaureat) y comenzó una carrera de
    seis años en la Soborna para la Agregation ;el
    examen le permitiría recibirse de profesor
    universitario de filosofía. Curiosamente no pudo aprobar
    y salió ultimo de su clase.

    Esta postergación de su carrera tuvo un lado
    positivo, ya que así conoció a una joven
    estudiante de filosofía llamada simone de
    beauvoir,
    que era inteligente, bella y amable. Se
    enamoraron e iniciaron una camaradería que duro toda la
    vida de Sartre, aunque nunca se casaron , prefieran no
    convivir, tuvieron otros amantes y se trataron siempre de
    "usted". Filosofaban juntos y se influyeron mucho el uno al
    otro. Los estudiosos siguen debatiendo cual de ambos fue el
    pensador mas original.

    Sartre y Simone prepararon la Agregation. Sartre
    saco el primer puesto en el examen y Simone el segundo.

    En 1929, Sartre comenzó el servicio
    militar obligatorio que duraría 18 meses. Cuando lo
    termino le ofrecieron un puesto como profesor en un Lycee
    (
    escuela secundaria oficial preparatoria de la universidad)
    al noroeste de Francia. Simone a su vez entro a trabajar en un
    Lycee en Marsella al Sur del país. Ellos se
    encontraban siempre que podían.

    En uno de sus encuentros en París, estaban
    bebiendo cerveza con
    Raymon Aron, un amigo de ambos que había ido a Alemania
    a estudiar la "fenomenología". De pronto Aron se dio
    vuelta hacia Sartre y le dijo: "Si fueras un
    fenomenólogo, podrías hablar de esa cerveza y
    hacer filosofía".

    A Sartre le fascinó la idea de poder
    filosofar acerca de un vaso de cerveza, así que en
    Septiembre de 1933 se fue a Berlín a estudia la
    filosofía de Edmund Husserl , el creador de la
    "fenomenología". Al año siguiente volvio a su
    puesto docente y comenzó a incorporar a sus escritos las
    nuevas ideas fenomenológicas que acababa de descubrir.
    (De hecho en su novela LA
    NAUSEA , publicada en 1938 hay un analicis filosófico de
    un vaso de cerveza). Pero la cerveza no era la única
    fuente de los "éxtasis" de Sartre. En febrero de 1935
    tuvo su primera experiencia con la droga.

    Los años previos a la segunda
    guerra mundial fueron muy productivos para Sartre.
    Además el éxito
    de la novela, La
    nausea, también escribió dos libros de
    filosofía: la psicología de la
    imaginación(1936) y la trascendencia del yo (1937). La
    paz se acabo cuando se declaro la guerra .
    Sartre luego de esto se tuvo que reintegrar al
    ejercito.

    Su división, trabajo para
    el servicio meteorológico remontando globos a fin de
    verificar la dirección del viento. Sin embargo la
    guerra no intervino con su productividad:
    comenzó a escribir una larga novela: "la edad de la
    razón", además de leer a Kierkegaard, filosofo
    danés del siglo XIX.

    El 21 de Junio de 1940 lo tomaron prisionero. En el campo
    de prisión no se bañaba ni se afeitaba y se hizo
    la fama de ser sucio. En esas condiciones comenzó a
    escribir su gran obra filosófica, "el ser y la nada",
    publicada en 1943.

    En Marzo de 1941 escapo del Stalag alemán y se
    filtro en París, retornando al cargo de profesor que
    había iniciado antes del conflicto
    bélico. Formo junto a otros intelectuales un grupo de
    resistencia
    llamado "socialismo y
    libertad" , pero el grupo se disolvió a los pocos mese
    sin haber hecho gran cosa.

    Las ideas de sus obras, novelas, libros
    de filosofía conmovieron la vida intelectual de
    París. De repente el existencialismo se puso de moda y
    Sartre se hizo famoso. Lo invitaron a dar conferencias en
    varios países. Además difundió sus ideas
    como director de una nueva y prestigiosa revista
    literaria, Les temps moderns, llamada así por la
    película de Charles Chaplin.

    En este periodo, el filosofo Maurice Merleu Ponty tuvo
    mucha influencia política en el y
    Sartre comenzó a mirar rápidamente hacia la
    izquierda.

    Irónicamente, su adhesión al marxismo
    implico que se apartase del existencialismo precisamente cuando
    se estaba haciendo celebre a causa de este. "Convertido"
    (así lo dijo el) al marxismo, abandona la prometida
    continuación del ser y la nada.

    A fines de los años 50´, un nuevo estilo
    intelectual llamado estructuralismo estaba aventajando al
    existencialismo, pero Sartre estaba demasiado preocupado por
    sus proyectos
    políticos como para defenderse, y por otra parte ya
    entonces se estaba distanciando del existencialismo.

    En 1960 publico el primer volumen de su
    obra de corte marxista, "Critica de la razón
    dialéctica". Aseguro que un año después
    aparecería el segundo volumen y continuo trabajando en
    un abultado manuscrito que finalmente fue inconcluso.

    En 1964 se le concedió el premio novel de literatura, que
    rechazo por motivos político. En los años 60
    apoyo la revolución cubana e integro un tribunal
    para investigar los crímenes de guerra de Estados Unidos
    en Vietnam.

    Pese a apoyar durante la década del 70 a los grupo
    políticos de extrema izquierda, en 1977 se vio obligado
    a declarar que ya no era marxista. En esa década sus
    vicios ( bebía mucho whisky, fumaba dos atados de
    cigarrillos por día y cuando se ponía a escribir
    filosofía tomaba drogas para
    inspirare) se cobraron un precio en su
    salud.

    Jean Paul Sartre murió un 15 de abril de 1980. Los
    médicos tuvieron que mentirle a Simone que estaba
    desconsolada, para que no pasara la noche tendida sobre su
    cuerpo. Aunque su prestigio intelectual había sido
    eclipsado por el éxito del estructuralismo y el pos
    estructuralismo, en el momento de su muerte
    seguía gozando de una enorme popularidad personal.

    Las calles de París bullían de personas que
    querían saludarlo en su viaje final al
    cementerio.

    Fue literalmente el soberano de la vida intelectual
    francesa a lo largo de veinte años, e influyo en los
    escritores, artistas, científicos sociales y militares
    políticos de todo el mundo. Fue una espina clavada en el
    costado del gobierno de
    Francia.

    Existencialismo

    Aun cuando más adelante Sartre se apartó
    del existencialismo, se hizo famoso como existencialista y es
    muy probable que simple se lo recuerde como tal.

    A fines de la segunda guerra
    mundial, la destrucción y la muerte
    sembrada por el conflicto desencadenaron la mirada optimista
    acerca del progreso suscitado en el discurso
    positivista. Es allí donde desarrolla la figura de
    Sartre que sin haber inventado el término de
    existencialismo le otorga una fuerte presencia a una
    filosofía que si bien para algunos es mas una actitud que
    una escuela de
    pensamiento, llama la atención por atender temas como la
    subjetividad, la finitud, la autenticidad, la libertad y la
    soledad.

    Pero se denomina existencialismo a una serie de doctrinas
    filosóficas que, aunque suelen diferir en mucho puntos,
    coinciden considerar que es la existencia del ser humano, el
    ser libre, la que define su esencia, en lugar de su esencia
    humana la que determina su existencia. Para Sartre, el
    existencialismo es la filosofía que hace suya la
    comunicación de que la "existencia procede a la
    esencia" pero realmente ¿qué quiere
    decir?

    Para poder entenderla consideremos lo opuesto "la esencia
    precede a la existencia" donde esencia significa:

    • Lo que es una cosa
    • La definición de cosa
    • La idea de cosa
    • La naturaleza
      de la cosa
    • La función de la cosa
    • El programa de
      la cosa

    En el caso de los artefactos creados por el hombre,
    la esencia precede a la existencia. Imagínense la
    invención de la tijera:

    • Un hombre que
      necesitaba algo para cortar papel
    • La creación de la tijera
    • El corte de papel

    Aquí la idea de la cosa precede a la
    creación efectiva del objeto. Pero si el invento del
    hombre no cumple su objetivo (no
    corta papel) sería un invento malo.

    Según Sartre la tradición filosófica
    occidental, desde Sócrates en adelante supuso que en los
    seres humanos " la esencia precede a la existencia". Ya sea por
    que creía en alguna esencia platónica
    preexistente que deja su estampa en el individuo
    como el repostero con su molde o porque creía que el ser
    humano existe en la mente de dios antes de la creación
    (mas o menos como existían las tijeras en la mente del
    inventor)

    De acuerdo con esta concepción, los humanos, igual
    que las tijeras son evaluadas por el grado en que responden a
    la esencia. Un hombre que no satisface a la esencia al igual
    que la tijera es malo, o tal vez humano en absoluto.

    Para Sartre, en cambio, todo
    esto terminó en el siglo XIX cuando Nietzche trajo la
    noticia de que d10s ha muerto.

    Entonces en sentido figurado, podríamos decir que
    si no hay d10s, no hay tampoco ninguna idea en la mente de dios
    a la que deba responder al hombre o como afirma Sartre cada ser
    humano está solo, abandonado y libre. Cada cual crea y
    recrea su esencia en todo momento, y gracias a sus elecciones y
    acciones. Es
    por eso que Sartre dice que cree que es existencialista aquel
    que cree que la existencia precede a la esencia.

    Podría parecer que según esta
    definición, un existencialista tiene que ser
    forzosamente otro. Es mas muchos existencialistas eran regresos
    de hecho el fundador reconocido del existencialismo
    Kierkegaard, era un cristiano emprendido. No negaba la
    existencia de dios ni que los humanos éramos
    creación de d10s, pero sostenía que la creencia
    de d10s no era mas que eso: una creencia, un artículo de
    fe al que uno se aferraba apasionadamente y no un dato
    científico o una deducción lógica. Para él entre el hombre y
    d10s había un abismo infinito.

    D10s nos dejó en "aislamiento absoluto": cuando lo
    invocamos, nos responde de un silencio. Para Kierkegaard, ese
    silencio es justamente la presencia de d10s.

    Al poner énfasis en nuestro abandono y en la
    libertad que d10s nos ha dado(y por ende en la responsabilidad
    que tenemos en nosotros mismos) Kierkegaard nos está
    diciendo que al buscar a d10s, buscamos nuestra libertad por
    consiguiente también para Kierkegaard la existencia la
    existencia precede a la esencia, por lo tanto puede llamarse
    existencialista.

    El existencialista tiene características como:
    introduce la vivencia personal en la reflexión
    filosófica. Frente a la tradición de que el
    filósofo debe establecer cierta distancia entre el mismo
    como sujeto pensante y el objeto que considera. El
    existencialista se sumerge apasionadamente en lo que contempla,
    hasta el punto de que su filosofía puede llegar a ser
    una filosofía autobiográfica.

    • Los temas sobre los que reflexiona el existencialismo
      se mueven alrededor del hombre y de la realidad
      humana.
    • El hombre para los existencialistas no es un mero
      objeto. El hombre es un sujeto en el mundo y abierto al
      mundo. Para Sartre el hombre se crea a sí
      mismo.
    • La libertad es otro de los temas básicos para
      los existencialistas no se trata en ello, sin embargo, de la
      libertad académica, de la libertad como presupuesto de nivel moral,
      sino de la libertad que hace posible la elección y,
      por lo tanto, la realización del individuo.
    • La muerte también es objeto de atención
      para los existencialistas. El ser para la muerte es el
      verdadero destino y objetivo de la existencia
      humana.
    • La conciencia es siempre conciencia de algo. El dato
      primario del yo es la intencionalidad de la conciencia.
      Ésta es del mundo pero no se halla en el mundo como
      las cosas. La distancia entre el ser y la conciencia es
      llamada por Sartre "nada"

    Fenomenología

    Si la filosofía primitiva de Sartre se
    llamó ''existencialista'' por su contenido, su método
    se llamó ''fenomenológico''.

    La fenomenología fue creada por el filósofo
    alemán Edmund Husserl, un contemporáneo de Sartre
    mayor que él, cuyas ideas Sartre estudió en
    Alemania.

    Pero antes de ocuparnos de Husserl, tenemos que
    remontarnos más atrás a quien fue su inspirador:
    el filósofo francés René Descartes
    quien inaugura la filosofía
    moderna con su declaración: ''Pienso, luego
    existo''.

    Con esa declaración Descartes situó a la
    conciencia en el centro de la escena. Esto tuvo varias
    consecuencias:

    • La conciencia es aquello de lo que se tiene mayor
      certeza. No puede dudarse de ella, ya que el solo hecho de
      que uno se pregunte si tiene una mente, demuestra que la
      tiene.
    • Conocemos mejor nuestra conciencia que el mundo
      físico, ya que cuando conocemos los cuerpos
      físicos, lo hacemos a través de la
      conciencia.
    • Por el hecho de pensar uno puede deducir con certeza
      que existe.

    Descartes llegó así a la conclusión
    de que todo conocimiento
    podría deducirse de la certeza de la conciencia, y toda
    ciencia
    debía edificarse sobre esa certeza.

    Este fue un comienzo auspicioso para la conciencia, pero
    por desgracia a principios del
    siglo XX las cosas no le iban tan bien.

    Freud la había denegado, diciendo que sólo
    interesa lo inconsciente, o sea, lo que no está en la
    conciencia.

    Marx la tiró a la basura
    diciendo que la conciencia no es más que falsa
    conciencia.

    Y la nueva psicología conductista negaba
    totalmente su existencia. Más aún, hasta los
    sicólogos que creían en ella y la buscaban
    tenían dificultades para encontrarla.

    Pero Edmund Husserl discrepaba. Decía que lo que
    se necesitaba era un método que exhibiese las
    características subjetivas de la conciencia, así
    como su estructura
    objetiva, y eso fue lo que la fenomenología se propuso
    obtener.

    Hay dos etapas en este proceso. La
    primera es la descripción cuidadosa y detallada de la
    forma en el que el mundo se presenta en la conciencia con todas
    sus estructuras,
    sutilezas y exageraciones.

    El segundo nivel es más técnico: su
    propósito es establecer una descripción
    pre-teórica de los diversos actos de conciencias y sus
    objetos. Es pre-teórica porque intenta lograr una
    descripción de los actos de conciencia, no una teoría de la conciencia. Las teorías de la conciencia siempre
    contienen referencias puramente teóricas, que no
    están efectivamente presentes en la conciencia, como el
    ''inconsciente'' de Freud o las
    neuronas y sinapsis de las teorías que pretenden
    explicar cómo produce el cerebro la
    conciencia.

    Se propone liberarse de todos supuestos, porque los
    supuestos son presupuestos
    por ciertos estados de conciencia, pero no en ciertos estados
    de conciencia.

    Por ejemplo, cuando un alumno va a clases, presume, pero
    no piensa conscientemente que todos sus compañeros
    estarán vestidos, que la profesora se ubicará
    frente a los alumnos, y que ella les hablará en español y no, digamos, en
    mandarín. Este objetivo de prescindir de los supuestos
    se logra mediante lo que Husserl denomina ''suspensión
    fenomenológica'' del juicio o ''puesta entre
    paréntesis''. O bien lo llama '' epoché''
    utilizando la palabra griega ''suspender''.

    Ver algo como un lápiz es ver su utilidad para
    escribir. Ver gestos es interpretar si son cordiales o
    amenazadores.

    Así, la conciencia es ''puesta entre
    paréntesis'' y separada del resto del mundo. Lo que se
    suspende es la relación normal entre la conciencia y
    ''el mundo''.

    La finalidad es lograr lo que más se parezca a un
    ''ojo inconsciente'', que es lo que vuelve a los niños
    ''fenomenólogos'' más naturales que los
    adultos.

    Si suspendemos nuestra conciencia del tiempo
    descubrimos, según Husserl, que se lo vivencia en dos
    niveles: el tiempo ''del reloj'' y el tiempo ''vivido''. El
    tiempo del reloj es una capa cultural que debemos inculcar a
    nuestros hijos y en la que quedamos sumidos cuando somos
    adultos. En cambio, el tiempo vivido es el tiempo tal cual se
    lo experimenta antes de cualquier abstracción.
    Comprobamos entonces que en el tiempo vivido hay un eterno
    ''ahora''. Esta es la manera en que los bebés y
    niños vivencian el tiempo antes de que los forcemos a
    adaptarse al tiempo del reloj

    Análogamente, el análisis fenomenológico del
    espacio revela que por detrás del ''espacio
    cartográfico'' está el ''espacio vivido'': un
    aquí ubicuo, con respecto al cual todo lo demás
    está ahí, a una distancia variable. Según
    Husserl, la experiencia del aquí-ahora es la base
    fenomenológica de toda conciencia. Trató de
    inferir un ''yo puro'' o ''ser propio absoluto'' del estudio
    fenomenológico de la conciencia pura, más o menos
    como Descartes había deducido la individualidad de la
    conciencia, trescientos años atrás con su
    ''pienso, luego existo''.

    La
    transcendencia del yo.

    En su breve obra de 1937 , Sartre recurre al
    método fenomenológico a fin de inspeccionar la
    conciencia, pero los resultados a los que llega son muy
    distintos de los de Husserl.

    Comencemos por definir dos de los términos
    fenomenológicos de Sartre: La con ciencia refleja y la
    conciencia no refleja.

    La conciencia no refleja es la vida cotidiana.
    Supongamos que estoy caminando por la calle hacia la parada del
    colectivo. Advierto que comenzaron a aparecerse brotes
    primaverales en los arboles; veo
    algunas chicas atractivas miro las vidrieras y observo una
    corbata que me gustaría tener. Aquí mi conciencia
    son los arboles, la gente y la corbata. Sartre dice que en esta
    conciencia no refleja no existe ningún yo .

    Al dar vuelta la esquina me enfurezco al ver que
    perdí el colectivo. Miro el reloj y noto que olvide de
    poner la alarma para saber a que hora pasa. Me enojo con migo y
    con mi estupidez. Ahora estoy pensando en mi propio
    pensamiento. A estos pensamientos sobre uno Sartre los denomina
    conciencia refleja.

    Entonces:

    CONCIENCIA NO REFLEJA……………….COLECTIVO QUE DEVO
    TOMAR.

    CONCIENCIA REFLEJA…………………….. YO Y MI
    ESTUPIDEZ.

    El ser propio puede hallarse en la conciencia, pero solo
    ahí, y solo en la medida en que yo permanezca en la
    conciencia refleja. Tan pronto me distraigo y vuelvo a mi
    conciencia no refleja, ya no me percato mas de mi propio
    ser.

    Esta distinción apunta a mostrar que Descarte se
    equivocaba, como también Husserl después de el.
    Del "yo pienso" no puede deducirse el "yo existo". No hay ser
    propio en el pensamiento, salvo en la conciencia refleja. Pero
    en rigor es mas infrecuente que la conciencia no refleja. Tal
    vez descartes tenia que haber dicho: "pienso, luego hay
    pensamientos".

    En vez de encontrar en la conciencia un "yo absoluto", como
    había hecho Husserl; Sartre declara la ausencia del yo.
    Dice que la conciencia es una espontaneidad impersonal "creada
    de la nada, una creación incansable que inunda al
    yo"

    El yo no puede hacerle frente a esta "espontaneidad
    monstruosa" y entonces busca algo así como el
    inconsciente freudiano para culparlo de ella. Pero no
    necesitamos inventar ningún inconsciente para explicar
    estas alteraciones. Ellas son parte de la conciencia misma
    (partes que procuramos esconder de nosotros mismos porque nos
    aterran).

    En rigor, dice Sartre, que tal vez el papel esencial del yo
    es enmascarar para la conciencia su propia espontaneidad. Si es
    así, le será muy difícil a Sartre
    caracterizar a un yo autentico, un ser propio de "buena fe"
    como lo llamará.

    A fin de esclarecer este rasgo de conciencia, Sartre nos
    cuenta de un paciente del psicólogo Pierre Marie Janet:
    "Una joven esposa tenia terror de que cuando su marido la
    dejase sola, se fuera a sentar junto a la ventana para atraer a
    los transeúntes como una prostituta".
    Esta joven
    quizás enfadada por la poca atención que le
    prestaba su marido, puede haberse dicho a si misma: "Soy
    capaz de conquistar cualquier hombre tan solo haciéndole
    seña desde mi ventana".

    La posibilidad que acaba de entrar en su mente la aterroriza
    porque, porque sabe que podría ponerla en practica.

    Esta "enfermedad Psicasténica", según la
    denomina Sartre, es en realidad solo una exageración de
    la situación normal de la mente, pues la conciencia es
    "un vértigo de posibilidades" que demuestra que somos
    libres.

    Piensen en la ocasión en que sus padres iban
    conduciendo por una carretera, de noche, bajo la lluvia y de
    vez en cuando se cruzaba con un vehículo que venia en
    sentido contrario. Uno de ellos tenia las luces altas
    encendidas. Le hizo un guiño con sus luces para que la
    apagase, pero el otro conductor no lo hizo. Los faros lo
    encandila y sus padres se enardecen. Cuando se aproxima, su
    padre piensa que lo va a aplastar. Tan pronto se le ocurre esa
    idea suicida, su padre se aferra al volante con fuerza.

    ¿Por qué? ¡ Para impedir que su padre
    concrete el propósito¡

    Estamos experimentando el "vértigo de las
    posibilidades"; nuestra libertad, y nos aterroriza.

    Esta idea sartreana provine de un pequeño libro del
    filósofo danés Kierkegaard llamado el "Concepto de la
    angustia".

    A Kierkegaard se lo llamo el "padre del existencialismo";
    pese a la discrepancia entre un cristianismo
    a ultranza y el ateísmo a ultranza de Sartre, fue uno de
    los mentores de este.

    Pretendió que su libro fuese "una reflexión
    psicológica sobre el pecado original".

    Kierkegaard imagina a Adán en el Jardín del
    Edén. Aunque es inocente y dichoso, una leve sombra es
    alojada sobre su contento, aunque no puede descubrir la fuente
    de su inquietud. Al fin llega el desenlace cuando Dios le
    ordena no comer del árbol del conocimiento.
    Quizás a Adán ni se le había ocurrido
    hacerlo, pero en cuanto Dios se lo prohibe, sabe que puede
    hacerlo, ( o sea que es libre de hacerlo); y en cuanto sabe que
    puede, sabe también que probablemente lo hará.
    Para Kierkegaard, pues "el pecado original" no es sino la
    angustia o terror de Adán cuando se enfrenta con su
    propia libertad (terror que cada uno debe experimentar al
    enfrentarme con su libertad personal).

    Según Sartre, esta teoría es confirmada por la
    fenomenología, que además descubrió que la
    angustia frente a la libertad es fundamental para la
    conciencia. Descartes había creído descubrir "el
    yo " en el fondo de la conciencia; Sartre solo encuentra
    ahí la angustia.

    Para Husserl, la epoché era una herramienta
    filosófica capaz de liberar a la conciencia de las
    limitaciones practicas. Para Sartre es mucho mas que eso. A
    veces la conciencia se libera así misma en un suceso que
    constituye una epoché espontanea, solo que esta,
    puesta entre paréntesis, no se vive con serenidad
    filosófica, sino mas bien, con terror.

    Tal vez sea en sus novelas donde Sartre describió
    estas experiencias que todos padecemos en ciertas ocasiones
    pero que procuramos marginar, ignorar, olvidar (respuesta a la
    que Sartre se resiste)

    La
    Náusea

    En la náusea, de Sartre de 1938, su personaje
    Roquetín esta viajando en tranvía, mirando por la
    ventanilla, cuando de pronto pierde el contexto y le parece
    que……… los extremos, no el tranvía los que se
    mueven. Esto le provoca una experiencia del tipo de la
    Epoché, que los estremece. Pone la mano en el asiento,
    pero lo siente ajeno a él: no siente el asiento mismo
    sino su existencia. Repliega rápidamente la mano,
    mientras se dice que es un asiento, algo fabricado para que la
    gente se siente sobre él. Trata de serenarse apelando al
    lenguaje.
    "Es un asiento", dice, "pero esta palabra se queda en mis
    labios, se niega a depositarse en el objeto".

    Roquetín dice, que le asiento, sobre el que
    está, bien podrá ser el vientre hinchado de su
    caballo muerto El lenguaje
    no le sirve. Afirma: "Las cosas están divorciadas de
    sus nombres" Estoy en medio de las cosas innominadas. Solo, sin
    palabras, desprotegido, ellas me rodean, están debajo de
    mi, detrás, encima".

    En otro lugar de la nausea Roquetín registra en su
    diario lo que sintió mientras estaba sentado en un
    banco del
    parque, mirando las raíces de un árbol.

    "De pronto el velo se desgarro y comprendí, y
    vi… Las raíces del árbol hundidas en la tierra
    justo debajo de mi banco pero yo ya no recordaba que eran
    raíces. Las palabras de habían evaporado y con
    ellas la significación de las cosas, los procedimientos
    para usarlas y los débiles puntos de referencia que los
    hombres habían trazado en su superficie. Yo estaba
    sentado, con la cabeza gacha, inclinado hacia delante, solo
    frente a esta mas nudosa, totalmente bestial, que me
    aterrorizaba. Fue entonces cuando tuve esa visión, que
    me dejo alelado. Nunca, hasta estos últimos días,
    había entendido el significado de la
    existencia".

    Antes- confiesa Roquetín- había usado el
    verbo SER pero este no designado nada. Cada vez que
    decía "el mar es verde" o "esa mancha ahí arriba
    es una gaviota", el verbo nombraba una categoría
    vacía.

    Para entender lo que quiere trasmitir Sartre, probemos
    con este experimento.

    Experimento 2

    Los conceptos designan lo que tienen en común todos
    los miembros de una misma clase. Son, pues, siempre
    abstracciones. Pero Roquetín había descubierto
    que la "existencia" no es un concepto. Nunca es abstracto, es
    siempre concreta.

    Entonces, el ser no puede ser pensado, solo puede
    encontrárselo.

    Según Sartre, nunca o casi nunca enfrentamos la
    realidad (lo que Sartre llama ser en si) de modo directo, si no
    a través de las instituciones humanas que en rigor más
    que revelarla la encubren. El pensamiento humano versa
    habitualmente sobre el pensamiento: es un sistema
    autoreferente, infinito, no preparado para referirse,
    más allá de si mismo, a la existencia real. Pero
    le hace decir a Roquetín que la palabra "existencia" no
    designa nada.

    Lo que ocurrió en el caso de Roquetín es que
    "el mundo" del lenguaje, las instituciones y las
    justificaciones se derrumbó de pronto como absorbido por
    un agujero y en su epoché espontáneo
    Roquetín se confrontó súbitamente con el
    ser en si, despojado de todo camuflaje artificial. No es esta
    una experiencia del todo positiva. Escribe Roquetín:

    " Y entonces, de súbito, ahí estaba, clara
    como el día:
    la existencia se había
    sacado el velo repentinamente. Había perdido el aspecto
    inofensivo de una categoría abstracta. : era la
    sustancia misma de las cosas… la diversidad de los objetos,
    su individualidad, era todo una experiencia, un barniz. Y este
    barniz se había fundido, dejando tras de si monstruosas
    masas blandas en total desorden…desnudas, con una terrible y
    obscena desnudes.

    Reflexionando en el cuarto de su hotel sobre la experiencia que
    tuvo en el parque Roquetín arriba a varias
    intelecciónes filosóficas. La primera es la
    superfluidad de todo ser, incluido el suyo propio, que en ese
    momento siente como un "exceso" un agregado necesario. Pero no
    es solo su propio se superfluo sino la existencia entera.

    Escribe: "Bajo mi pluma, cobra vida la palabra absurdo;
    hace poco, cuando estaba en el parque, no podía
    encontrarla, aunque tampoco la buscaba, no la precisaba:
    pensaba sin palabras, sobre las cosas y con las cosas… De
    hecho, todo cuanto puedo captar mas allá vuelve a este
    absurdo fundamental. Absurdo: otra palabra. Estoy luchando con
    las palabras, mientras que ahí toque la cosa
    misma".

    No se trata de un absurdo relativo sino absoluto (la
    mayoría de las cosas absurdas son solo con
    relación al contexto). Las piruetas de un payaso son
    absurdas con referencia a la seriedad de la vida cotidiana. Una
    oración únicamente puede ser absurda si se la
    considera en conjunto con el resto de los enunciados. Pero el
    ser, tal como lo había encontrado Roquetín, es
    absolutamente absurdo.

    ¿Puede la mente humana acoger la idea de un universo
    absoluto?

    Sartre piensa que la que no puede hacerlo es la mente
    cobarde, y que esa mente postula a dios para aliviar la
    angustia provocada por la idea de un universo sin sentido. Pero
    esta creencia se postula ¨ de mala fe ¨-según
    dice.

    Esto es lo que descubrió Roquetín en el
    parque. El existencialismo sartriano procura poner de
    manifiesto la fuerza y el coraje de la conciencia humana para
    aceptar el absurdo de la existencia, y su capacidad de otorgar
    sentido en un mundo sin sentido. Sartre desarrollo
    estas ideas en su voluminosa obra de 1943, EL SER Y LA
    NADA.

    La nada en el
    ser.

    La fenomenología se formula esta pregunta
    ¿Como se sitúa el ser humano en relación
    con el mundo?

    A partir de lo dicho por el filosofo alemán
    Martín Heidegger, Sartre asegura que esta pregunta
    contiene su propia respuesta; o sea, que la relación
    entre el ser humano y el mundo es una pregunta.

    En todos sus actos, la gente le plantea preguntas a la
    realidad y recibe como respuesta un "si" o "no".

    Si me siento en una silla, es como si me preguntara:
    ¿Me sostendrá? Cuando la realidad responde "si",
    nos revela su ser. Cuando nos responde "no", nos revela su "no-
    ser", "su nada" (recordemos que el titulo de la obra es el ser
    y la nada)

    Sartre desarrolla esta idea mediante un relato
    fenomenológico de su tardía llegada a un café
    donde había quedado en encontrarse con su amigo
    Pierre.

    Describe el café, tal como lo ve al entrar: "El
    café, por si mismo, con sus clientes, sus
    mesas, sus rincones, su luz, su
    atmósfera llena de humo, y el sonido de las
    voces, el resonar de los platillos y las pisadas que lo
    llenan"
    y comenta: "el café es una plenitud de
    ser… parece como que hubiéramos encontrado la plenitud
    en todas partes".

    En la fenomenología, se establece una importante
    distinción entre la figura y el fondo. La "figura" es la
    porción del campo perceptual en la cual enfocamos la
    atención. El "fondo" es lo que queda detrás de la
    figura.

    ¿Cual es la figura? ¿Cual es el
    fondo?

    Nada es naturalmente figura o fondo. Creamos algo como
    "figura" por ejemplo un vaso sobre la mesa, centrando nuestra
    atención en ella y así también creamos el
    "fondo" (la mesa). Si luego llevamos nuestra atención
    del vaso a una servilleta, esta salta al primer plano como
    figura y el vaso se desplaza hacia el fondo. Mientras Sartre
    recorre el café en busca de Pierre, diversas personas y
    objetos se le ofrecen como figura, pero como ninguno de ellos
    es Pierre, se deslizan hacia el fondo, cuando el traslada su
    atención a otro sector del café.

    Finalmente sus temores se confirman: "Pierre no esta
    aquí". El café entero pasa a ser el fondo de la
    ausencia de Pierre, que es la figura. Hay un "agujero" en el
    ser. Ante la interrogación de Sartre la realidad ha
    revelado una ausencia, un "no ser" una "nada". Esta ausencia no
    es meramente un hecho gramatical o subjetivo. Es real. Estas
    Ausencias son los espacios vacíos donde es posible una
    acción libre. (Si el mundo estuviera
    lleno, colmado totalmente del ser sin agujeros, si
    fuésemos como insectos atrapados en una gota de
    ámbar, la acción y la libertad seria
    imposible).

    Tanto los seres de la realidad como sus nada se vuelven
    motivos de la noción humana. Al descubrir la ausencia de
    Pierre, debo actuar de acuerdo con ese descubrimiento y hacer
    algo, así como habría tenido que actuar al
    descubrir su presencia. Pero en ultima instancia es el no ser
    el que vuelve posible toda acción, porque revela las
    interrupciones, solo habría un determinismo universal
    (todo suceso seria rígidamente causado por otro
    anterior, causado a su vez por otro anterior, y así
    siguiendo hasta el infinito) y no podría existir ninguna
    acción autentica sino tan solo reflejos,
    efectos.

    Tiempo:
    pasado, presente y futuro.

    Como vimos la epoché fenomenológica
    revela que, en cuanto al "tiempo vivido", existimos en un
    eterno presente. No obstante experimentamos el placer como si
    fluyera eternamente del pasado y hacia el futuro.

    ¿Cuál es, según Sartre, nuestra
    relación con estos lugares imposibles (el pasado y el
    futuro)?

    Recordemos que para el determinista hay una continuidad
    de causalidad estricta entre el pasado y el presente, y entre
    este y el futuro. El pasado necesariamente causa el presente,
    que a su vez necesariamente causa el futuro. Así pues,
    para el determinista la libertad es imposible.

    Por ejemplo, para Freud, un suceso de mi infancia,
    cuyo recuerdo esta escondido en mi inconsciente, puede provocar
    un comportamiento neurótico. O para Skinner,
    todos nuestros actos presentes son los efectos del
    condicionamiento del pasado.

    Sartre niega todo esto. El ser-en-si esta separado del
    pasado por una nada. Es verdad que el pasado tiene facticidad.
    O sea, ciertos hechos del pasado no se pueden modificar, (yo
    nací en Argentina, no puedo hacer nada para evitarlo).
    Pero nada del pasado puede causar lo que yo haga ahora. Ninguna
    acción que pueda considerarse humana (por
    oposición a los reflejos o a las funciones
    corporales) derivan necesariamente del pasado.

    Para entender que la facticidad no puede ser causa de
    ninguna acción, Sartre da este ejemplo: Un grupo de
    amigos se van de excursión por un día a la
    montaña de los Alpes. A mitad de camino hacia la misma,
    encuentran un gran peñasco que les cierra el paso. No
    pueden circundarlo ni moverlo. Uno de los excursionista exclama
    decepcionado: ¡Sonamos¡ ¡El paseo
    termino¡ y se hecha al suelo a llorar
    desconsolado. Desde el punto de vista de Sartre, él, ha
    elegido la facticidad del peñasco como un
    obstáculo insuperable; ha elegido su propia derrota.
    Otra integrante del grupo empieza a fotografiar la roca,
    entusiasmada por sus sublimes formas y la belleza del panorama
    que lo rodea. Ella ha elegido el peñasco como objeto
    estético, y así misma como documentadora de esa
    belleza o sea, como artista. Un tercer excursionista se pone a
    analizar a una piedra de manera científica, reparando en
    su composición mineral y e el efecto físico de su
    caída sobre el terreno. Para este el peñasco es
    motivo de un estudio científico que decide emprender. El
    cuarto dice que tiene que haber una forma de pasar y comienza a
    experimentar con el fin de superar el escollo.

    El determinista aduce que algo tiene que haber en el
    pasado de estas personas, que determino su respuesta. Sartre lo
    niega y dice que no hay nada en loa facticidad del pasado de
    los excursionistas o de la piedra que exige una respuesta
    forzosa , particular ante su presencia. Para Sartre, la
    facticidad, de la roca es innegable, pero cada persona elige
    para si el sentido que ella entraña. Dado que en si
    misma, la facticidad carece de sentido. El origen de este es la
    decisión individual. Siempre existen diversas
    interpretaciones disponibles del sentido: nunca nos enfrentamos
    a una sola elección posible. Y esta siempre la eleccion
    mas radical de todas: la elección de morir. Tal vez uno
    de los excursionistas podría pensar que la presencia del
    peñasco es tan deprimente, que no quiere seguir
    viviendo. Por supuesto seria una reacción absurda, pero
    su mera posibilidad, le indica a Sartre que todas las
    demás respuestas fueron elegidas como opción ante
    la muerte. Si tu no te has pegado un tiro esta mañana (y
    aparentemente no lo has hecho), es porque elegiste otra
    alternativa frente a la muerte, y eres responsable de dicha
    elección y de sus consecuencias.

    Volvamos ahora a la posición humana ante el
    pasado. Como dijimos, esta la facticidad de nuestro pasado
    (como la del peñasco), pero como entre nosotros y el
    pasado hay una nada, el pasado no puede causar el presente;
    tenemos que determinar cual es su sentido actual para nosotros.
    Si nací con pie grande, petiso, alto o rengo,
    seré yo quien decida el sentido que eso ( mi estatura,
    mi nariz, o mi discapacidad)
    tendrá para mi. Los pies grandes pueden impedirme
    convertirme en un bailarín, o mi renguera convertirme en
    modelo, pero
    el sentido de estos hechos también lo decido yo
    solo.

    El yo se relaciona con su pasado, mas o menos como se
    relacionan los países. Ciertos sucesos (reales o
    ficticios) se eligen a modo de caracterización de un
    país y se los llama su historia,
    incorporándolos al presente.

    ¿Por qué la gente actúa en formas
    tan previsibles? ¿Por qué el excursionista que se
    sintió derrotado, tira la toalla antes de tiempo?
    ¿Por qué su amigo "heroico" considera todos los
    obstáculos como un desafió?.

    Según Sartre la mayoría de las personas
    eligen un aspecto de su pasado, lo proyectan al futuro como
    parte de si y luego sostiene que, dado que es un rasgo de su
    personalidad, no tiene otra opción que
    conducirse como lo ase. Sin embargo, es verdad que de
    algún modo el pasado nos compete. Sartre alude al
    jugador que ha resuelto sincera y libremente no jugar mas, pero
    cuando se acerca a la mesa de juego ve
    como su decisión se diluye. De acuerdo con Sartre, no es
    que el pasado lo fuerce a jugar: por el contrario, el jugador
    enfrenta una ruptura con su pasado (con las decisiones que tomo
    en el pasado y con el "yo" que él era cuando las tomo).
    Entre él y su pasado se ha interpuesto una "nada", y la
    siente como angustia.

    La angustia que sentimos con respecto al futuro es mas
    profunda que la que sentimos con respecto al pasado,
    precisamente por que ahí no hay ninguna facticidad. El
    futuro hay que construirlo, y soy yo quien debo hacerlo. Parte
    de la angustia procede de advertir que no soy ahora el yo que
    voy a ser. Como dice Sartre; "me espero a mi mismo en el
    futuro, donde me he citado del otro lado del lado de esa hora,
    día o mes. La angustia es el temor de no encontrarme en
    esa cita, de no querer ni si quiera estar ahí". La
    formula de Sartre para nuestra relación con el futuro
    es: "Yo soy el ser que seré, en la modalidad de no
    serlo". Esta formula incluye la nada que me separa de mi yo
    futuro. Nada de lo que pueda hacer ahora garantiza que mi ser
    futuro obedecerá las decisiones que hoy tome acatara
    los valores
    que hoy tengo, La "buena fe" (y el coraje existencial) debe
    implicar de algún modo el reconocimiento de que todo
    esto es cierto y la voluntad de abrazar ese futuro con la
    angustia que entraña.

    Angustia

    Sartre definió la libertad como una ''estructura
    permanente del ser humano'', y sostuvo que la angustia es lo
    que pone de manifiesto la libertad.

    Si esto es así, ¿porqué no sentimos una
    angustia permanente?

    Sartre admite que la experiencia real de la angustia es poco
    frecuente, y responde relatando la actividad típica de
    un individuo al despertar por la mañana debido a la
    campanilla de su despertador. Ese campanilleo es una
    invitación a iniciar la jornada. Anuncia la posibilidad
    de que yo vaya a trabajar; pero no la percibo como posibilidad,
    sino como una necesidad. Debo levantarme, vestirme, desayunar,
    porque debo ganar dinero para
    pagar la comida que me permita ir a trabajar.

    Atrapado en estas ''necesidades'' me distraigo y no veo la
    verdad: nada de esto es realmente necesario, salvo en
    relación con los objetivos
    que elegí para mí. Eso me permite ignorar la
    posibilidad de negarme a trabajar, a actuar, incluso a vivir.
    ''En suma -dice Sartre- es la medida en que capto el sentido de
    la campanilla, soy despertado cuando me convoca; esta percepción me salva de la angustiada
    intuición de que soy yo, y sólo yo, el que le
    confiere al despertador su exigencia''.

    Detengámonos para preguntarnos: ¿qué es
    un despertador?.

    Recordemos ese cuento del
    antropólogo que había arreglado para viajar con
    una tribu de pigmeos por la selva del congo. Debía ir
    con poca carga, pero le pide permiso al jefe de la tribu para
    llevar con él su cámara de fotos. El jefe
    nunca había visto una cámara, de modo que el
    antropólogo debe explicarle en que consiste. Decide
    mostrarle lo que hace tomándole una foto, y le pide al
    jefe que ''se ponga ahí''. Esto fue un error. El pigmeo
    se ofendió después de todo es el jefe; él
    puede decirle a los demás donde se tienen que poner,
    pero no al jefe. El antropólogo le pide disculpas y
    luego comete un segundo error: le pide al jefe que
    sonría. Los pigmeos sólo sonríen cuando
    están felices o cuando pasa algo divertido; no
    sonríen a pedido. Por cierto el jefe no lo
    hará.

    Por último el antropólogo se las ingenia para
    sacarle la foto y se la muestra
    triunfalmente, pero el pigmeo no queda impresionado.
    ¿Qué es eso?, le pregunta. ''Ese es usted'', le
    contesta el antropólogo. Nuevamente el jefe se ofende.
    Él no es un ser bidimensional, de cuatro pulgadas, ajeno
    a su cuerpo rodeado por un marco blanco, con olor a sustancias
    químicas. Pero el antropólogo insiste, '' usted
    tiene nariz y aquí está… tiene dos ojos, y
    aquí están. Tiene un mentón, y aquí
    está''. Finalmente, el jefe se convence: logra ver la
    foto como una representación de sí mismo.
    Entonces sí sonríe. Luego pregunta: ¿Para
    qué sirve?. El antropólogo nos cuenta:'' Durante
    un instante no lo pude recordar''.

    Es verdad; estamos tan habituados al papel que cumplen las
    fotografías en nuestra cultura que
    nunca las cuestionamos. Muchas personas, cuando se les pregunta
    que tratarían de salvar durante un incendio, responden
    que salvarían sus álbunes de fotos. Para
    explicarle al jefe el valor de una
    foto, el antropólogo no puede recurrir a su pasaporte,
    ni a su registro, ya
    que esas cosas no existen entre los pigmeos. Le dice: '' Las
    fotos lo ayudan a uno a recordar a los seres queridos''. El
    jefe otra vez se ofende: ''Yo nunca me olvido de nadie'', le
    dice.

    La historia termina así: el antropólogo
    resuelve no llevar la cámara. Escribe: '' No existen las
    cámaras fotográficas entre los pigmeos''.
    Análogamente entre los pigmeos no existen los
    despertadores, así que podemos retomar la pregunta:
    ¿Qué es un despertador?.

    Es un aparato para la gente que cree que habitualmente no
    puede levantarse sola en el momento que necesite. Pero los
    pigmeos si pueden levantarse cuando lo necesitan. Sólo
    la gente de clase media necesita despertadores.

    Ése es el asunto. Cuando uno prepara el despertador,
    pone en marcha toda una serie de valores de
    la clase media. Un despertador es lo que es en virtud de formar
    parte de un sistema de valores que sustenta su ser sólo
    por nuestra elección de sustentarlo.

    La angustia es el reconocimiento de que dicho sistema no es
    necesario. Sustentamos su ser por nuestras constantes
    elecciones. Dice Sartre: '' Existen despertadores, letreros,
    agentes de policía… son barandas para aferrarse y no
    caer en la angustia. Pero tan pronto pongo distancia con lo que
    emprendo, tan pronto quedo referido a mí mismo porque
    debo esperarme en el futuro, descubro que soy yo quien le da
    sentido al despertador… quien da existencia a esos valores,
    que con sus demandas determinan mi acción''. En este
    momento ''todas las barandas se derrumban'', destruidas por la
    conciencia de mi libertad, y siento la angustia de ser el
    origen de mis propios valores.

    Valor

    ¿Qué es el valor?. Tiene valor lo que es
    deseable, lo que contiene un mérito. Podemos otorgar
    valor a objetos, personas, movimientos(políticos o de
    los instintos), ideas o ideales, los valores son motivadores.
    Si valoro la sinceridad, trataré de ser sincero.

    Platón sostenía que el ser es valioso en
    sí mismo. (es lo opuesto de lo que afirma Sartre, para
    quienes, como vimos, el ser en si no tiene sentido alguno y por
    ende no tiene valor). Además decía que cuanto mas
    puro es el ser mas valioso es.

    Platón creía en una jerarquía del
    ser, en la que lo mas real ocupaba el puesto mas alto.

    También en la tradición Trísta
    occidental, el ser, que es creación de d10s, tiene el
    valor intrínseco(" y dios vio que era bueno"), aunque
    dios da cabida en su creación al menos a la posibilidad
    de un valor negativo. Según esto, los valores positivos
    derivan en esencia de dios y los negativos son el repudio de
    aquello a lo cual d10s le concedió un valor positivo.
    Este repudió en si mismo pecaminoso o maligno, procede
    de la obra de Satán, obra de la libertad humana o bien
    de alguna combinación de ambos.

    Según esta tradición ideológica, el
    ser humano es libre y está situado ante los valores que
    desea elegir. Pero la teoría es más radical. Para
    él no existe ningún valor premió a la
    libertad. El valor premió deriva de su realidad de que
    es elegido, en lugar de ser elegido por que es valioso. Si
    elijo la honestidad
    entonces la honestidad tiene valor para mí. Si mi
    conducta
    demuestra que dijo la deshonestidad es porque valoro la
    deshonestidad. Todos los valores que conducen mi vida sola
    existen a medida en que yo los he elegido libremente. Descubrir
    esta verdad genera angustia.

    Dice Sartre: " como ser por el cual existían
    los valores; yo soy injustificable, mi libertad se angustia por
    el fundamento de los valores por que mi misma no tiene
    fundamento"

    Por supuesto, mucha gente dijo que sus valores se
    fundaban en una autoridad
    independiente, como la tradición nacional.

    Pero para Sartre, ya Kierkegaard había echado por
    tierra esta
    posibilidad. Según Kierkegaard, si acepté la
    Biblia como palabra de d10s y guía para mi vida, soy yo,
    en mi libertad el que concedo, a la Biblia autoridad para
    guiarme, y el responsable de esa autorización es su
    pequeño y enigmático libro Temor y Temblor,
    Kierkegaard narro un modo diferente de Abraham e Isaac. Cuando
    Abraham escucha en la noche esa voz terrible que dice que lleve
    a su hijo Isaac al monte María y lo ofrende en
    sacrificio, deba decidir por sí mismo el sentido del
    mensaje. Se le abren mucha alternativas. No obstante,
    según Kierkegaard cuando Abraham elige obedecer a dios
    esta autorizado a que le dé órdenes, dios no lo
    obligó a nada(para Sartre pasa lo mismo cuando elegimos
    obedecer una ley)

    Tanto para Sartre como para Kierkegaard, cuando la
    tradición religiosa de occidente (judíos, cristianos y musulmanes) llama a
    Abraham el padre de todos nosotros, lo que quiere decir es que
    somos totalmente libres y responsables por lo valores que
    elegimos. Según Kierkegaard, esta idea provoca el temor
    y temblor a que alude el titulo de su obra; para Sartre provoca
    angustia.

    Mala
    Fe.

    La mayoría de las personas escapan de la angustia
    en un acto de "mala fe". Sartre define esto como una huida de
    la angustia, la libertad y la responsabilidad. Implica mentirse
    a uno mismo. Cuando le miento a alguien le escondo la verdad.
    Cuando me miento a mi mismo, me escondo la verdad. Pero esto es
    imposible, pues si ya la poseo, no me la puedo
    esconder.

    El proyecto de la
    mala fe es autodestructivo, aunque es, según Sartre ,
    una característica central de la conciencia
    humana.

    El psicoanálisis freudiano trata de explicar
    como se esconde información dividiendo su self en
    un aspecto conciente y otro inconsciente, que a veces se
    denomina el "yo" y el "ello". A si, se supone que entre ambos
    elementos hay un mecanismo de censura que no permite conocer lo
    que esta en mi inconsciente.

    Pero Sartre pregunta ¿De que lado de la frontera
    esta el censor?. No puede estar del lado del ello, porque debe
    censurar al ello; y si estuviera del lado del yo, el yo
    sabría lo que esta censurando, o sea, sabría lo
    que afirma no saber. De ahí que para Sartre la propia
    idea de lo inconsciente halla sido concebida con mala fe. Es un
    intento de excusar algo inexcusable.

    Sartre ilustra la idea de mala fe con el caso de una
    joven que sale a cenar con un hombre al que apenas conoce (
    tendrán que perdonarlo si utilizo un ejemplo tan
    anticuado con respecto alas relaciones actuales entre los
    sexos). Cuando la mujer se
    sienta en la mesa junto a su compañero, sabe muy bien
    cuales son las intenciones de él y sabe que pronto
    tendrá que tomar alguna decision al respecto; pero la
    posterga porque no quiere sentirse urgida. Desea disfrutar de
    ese momento. Cuando él le dice: " te encuentras tan
    atractiva…", ella le quita a esta frase su connotación
    sexual. Según Sartre ella loase, porque no sabe que es
    lo que quiere. Ella sabe que su compañero la desea y se
    decepcionaría si así no fuese; pero el deseo
    "desnudo y cruel la humillaría y la
    horrorizaría". No quiere ser un mero objeto sexual de su
    compañero, pero tampoco quiere ser objeto de su deseo.
    Entonces su amigo le toma la mano. Ella tiene que tomar una
    decisión. Si deja su mano en la de él, eso
    significa que le da su romántico consentimiento; si la
    retira, quiebra "esa
    inquietante e inestable armonía que le da al momento
    todo su encanto". Su propósito es demorar la
    decisión todo lo posible.

    Sartre dice que nosotros sabemos lo que pasa
    después. (¿Lo sabemos?).

    Ella "deja su mano en la de él, pero hace como si
    no se diera cuenta". Y no se da cuenta porque se pierde
    así misma en su propia espiritualidad al debatir la
    vida, su vida, como la de una persona pura.

    Dice Sartre: "su mano reposa inerte entre las
    cálidas manos de su compañero, sin consentir ni
    resistirse… convertido en una cosa"
    , y concluye:
    "diremos que esta mujer obro
    de mala fe"
    ¿Por qué? Porque niega su deseo.
    Porque niega su propio cuerpo y su "yo". A esta modalidad de la
    mala fe, Sartre la denomino "ser-en-el-mundo", o sea, elegirse
    como "presencia inerte, como objeto pasivo entre otros
    objetos". Esa mujer eligió que su cuerpo fuese una cosa,
    y lo mismo eligió su compañero. Lo hizo para huir
    de la responsabilidad por su ser pleno.

    También nos topamos con la mala fe en
    relación con los "roles" que cumplimos a diario. Cuando
    se encuentran dos seres humanos, lo hacen en función de
    sus respectivos roles, formatos para la interacción que hacen que las personal se
    vinculen en formas eficaces y no amenazadoras. Hay roles
    profesionales, familiares, políticos, para el tiempo de
    ocio y para la diversión, entre otros. Hay incluso roles
    criminales, casi cualquier acto humano que podamos concebir
    esta regido por ciertas reglas que los "jugadores" devén
    aprender. Como fatalmente las personas tienen que interactuar,
    frente a este juego de roles no parece haber opción. Los
    roles pueden promover una cierta clase de libertad social, dado
    los derechos y
    responsabilidades que les son inherentes, pero también
    limitan y encubren nuestra libertad del fondo, pues hacen que
    nos sea mas fácil objetivarnos y objetivar a los
    demás. Son, por lo tanto, inevitables incitaciones a la
    mala fe.

    En el ser y la nada, Sartre inicia su examen de los roles
    sociales estudiando los movimientos del mozo en el café
    donde esta escribiendo. Dice: "Sus ademanes sor
    rápidos y audaces, demasiados precisos, demasiados
    apresurados, se inclina ante ellos con excesiva ansiedad; su
    voz, sus ojos expresan un interés
    harto solícito por lo que va a pedir el cliente"

    ¿A que juego esta jugando? El juego de ser mozo.

    Todas las profesiones están imbuidas de una
    parientoriedad semejante. Esta la ceremonia del verdulero, del
    rematador, del sastre, del alumno, del profesor…El publico
    les demanda que
    cumplan con esa ceremonia para demostrar que no son nada mas
    que un verdulero, un rematador, un sastrecito. Que el verdulero
    nos cuente lo que soñó nos resultaría
    ofensivo. Tampoco queremos que el rematador cuente que esta a
    punto de divorciarse de su esposa, etc.

    Obramos de mala fe, cuando intentamos convertir al otro
    en una cosa con nuestra mirada. Pero estas personas pueden
    verse con mala fe a si mismas, si solo procuran ser lo que les
    dicta su rol. En rigor, un mozo no puede ser un mozo como una
    piedra es una piedra.

    El "ser-en-si" nunca puede convertirse en una cosa por
    mas que quiera.

    Sartre pudo caracterizar a la buena fe (la existencia
    autentica humana) con una formula particularmente
    desconcertante.

    Una libertad que se quiera como tal, es en rigor un "ser
    que no es". Elige como ideal de ser "el ser lo que no es y el
    no ser lo que es"

    Sinceridad.

    "La sinceridad, escribe Sartre, es la antítesis de la
    mala fe"

    Parecería entonces que empeñarse en ser
    sincero seria "obrar de buena fe" pero no es así. Tratar
    de ser sincero, es tratar de ser lo que uno es. Pero ese
    empeño ya presupone que uno es lo que es, como una roca
    es una roca. Por lo tanto, la sinceridad misma obra de mala
    fe.

    Sartre lo ilustra con el ejemplo de un homosexual
    confrontado por un acusador que le exige sinceridad.

    Recordemos que cuando Sartre escribió esto, en
    1942, había muy fuertes presiones sociales para que el
    tipo no se delatase, aun en París (sobre todo cuando fue
    ocupada por los nazi, que eran tan antihomosexuales como
    antisemitas).

    El acusador solo le pide al homosexual que admita que es
    homosexual. Basta con que el homosexual declare francamente que
    era homosexual, ya sea en tono avergonzado o desafiante, para
    que el acusador se de por satisfecho. Sartre pregunta
    "¿Quién obra de mala fe? ¿El homosexual
    o el paladín de la sinceridad?"

    El homosexual se resiste a declarar tal cosa. Conoce bien
    sus inclinaciones, pero también sabe que no es un
    homosexual como una roca es una roca. Sin embargo, eso es lo
    que el acusador quiere que admita. Así pues, este
    predicador de la verdad obra de mala fe. Es por eso que el Gay
    niega su homosexualidad y entonces también obra de
    mala fe. Sartre sugiere que la siguiente respuesta
    podría haber sido de buena fe: "En la medida que una
    cierta pauta de conducta se define como homosexual, y en la
    medida en que yo la he practicado, lo soy. Pero en la medida en
    que la realidad humana no puede definirse, en definitiva, por
    pautas de conducta, no lo soy". En tal caso, reconocería
    ser homosexual "en el modo de no serlo".

    Los
    Otros.

    Ya hemos dicho que según Sartre el "yo" no es una
    entidad sustancial que permanece inmodificada a lo largo del
    tiempo, ni puede deducirse con absoluta certeza del
    fenómeno de la conciencia (Como creía Descarte
    con su "pienso y luego existo"). Tampoco el yo esta conformado
    simplemente por la unidad biológica del cuerpo,
    según creen algunos materialistas, ya que dicha
    continuidad biológica no existe: todas las células
    que nos constituían hace ocho años atrás
    están muertas. El "yo" no es algo que se adquiera
    automáticamente por haber tenido padres humanos, es mas
    bien una construcción permanente, recreada a cada
    momento merced a nuestras elecciones.

    Según Sartre la creación del individuo
    tiene otro aspectos mas inquietante, que se nos revela al
    enfrentarnos con los otros. Explica esta características
    haciendo una descripción fenomenológica de ese
    encuentro.

    Estoy sentado en el banco de una plaza y veo a una
    personas a unos pocos metros de mi
    ¿Qué
    significa ver al otro como una persona y no como una marioneta?
    Verlo como una marioneta implicaría verlo como una cosa
    entre las cosas. Si fuera una marioneta, su aparición no
    modificaría mi relación con los objetos que lo
    rodean, pero si lo veo como un ser humano, el espacio y los
    objetos se organizan entorno de él. Cuando el otro entra
    en escena, su aparición desintegra las relaciones que yo
    he establecido con mi entorno inmediato. Las cosas se agrupan
    especialmente a su alrededor y dice Sartre: "su espacio se
    conforma con mi espacio". En una frase dice Sartre: "Esa
    persona me ha robado el mundo"

    Fenomenológicamente la aparición del otro
    me obliga a reinterpretar mi mundo. Ante de que lo viera, el
    pasto, el camino, el banco, estaban ahí "para mi". Ahora
    esta "para él"

    Si he objetivado al otro mirándolo, si lo he
    convertido en mi objeto, ¿Por qué me resulta tan
    amenazador? ¿Por qué dice Sartre que el infierno
    son los otros?

    Ello se debe a que la libertad del otro desestabiliza mi
    libertad. Yo lo objetivo pero no puedo objetivarlo totalmente,
    pues se que su mirada me objetiva a mi (me convierte, por
    decirlo de algún modo, en una piedra, en una
    cosa)

    Ver al otro es comprender la "permanente posibilidad de
    ser visto por el otro". A esta posibilidad concreta la
    experimento como vergüenza.

    Recuerden si les paso, que hablaban solos porque
    creían estar solos y de repente descubrieron que
    había alguien mirándolos ¿Qué
    sintieron en ese momento? Sintieron vergüenza. Tal vez lo
    disimularon, fingiendo estar tarareando una melodía, y
    se fueron con la mayor naturalidad posible, sin toparse con la
    mirada del otro.

    La vergüenza nos lleva a descubrir un aspecto de
    nuestro ser que de otro modo no habíamos conocido: nos
    descubrimos con el objeto creado por la mirada del otro.
    Descubrimos lo que Sartre llama nuestro "ser-para-otros". Nos
    vemos forzados a juzgarnos como un objeto. Todas estas
    experiencias comunes, son versiones menores de episodios mas
    dramáticos, en los que tal vez sea mas evidente lo que
    Sartre quiere decir.

    Imaginemos que llevado por los celos me pongo a observar
    por la cerradura de un cuarto de hotel, observando lo que
    sucede en el cuarto contiguo. El agujero de la cerradura es el
    instrumento de mi Voyeurismo y , a la vez, el obstáculo
    que me separa de la acción, la que existe como objeto de
    mi "conciencia no refleja". Mi conciencia es sus objetos,
    meramente, y aunque esta conciencia no es desinteresada, puede
    experimentarse en si misma indirectamente en su celo, no hay en
    ella envuelta en lo absoluto una individualidad o un
    "yo".

    De pronto siento la presencia de alguien junto a mi. Alzo
    la vista y compruebo que me esta observando un detective del
    hotel. Mi yo queda fijado: tomo conciencia de que el fundamento
    de mi ser esta fuera de él. "Me veo a mi mismo porque
    alguien me ve". Me descubro en mi vergüenza. Soy
    responsable del yo que me ha sido revelado por la mirada del
    otro, pero este yo tiene su fundamento fuera de mi. Tan pronto
    siento vergüenza, huye mi libertad y se me revela la
    libertad del otro, estoy obligado a reconocerme no en mi
    aspecto de ser-para-si, sino en mi aspecto de ser-en-si
    .

    La vergüenza no es la única emoción
    engendrada por el encuentro con el otro. También puede
    sentir temor. De hecho en su origen el temor es, precisamente,
    el descubrimiento de mi ser como objeto. Me muestra mi
    ser-para-si (donde soy todo mis posibles ) es transcendidos por
    posibles que no son mis posibles. De acuerdo con Sartre, en su
    forma mas exagerada, estos sentimientos constituyen el origen
    de la religión. La vergüenza ante dios es
    "el reconocimiento de mi ser como objeto ante un sujeto que
    jamas puede convertirse en un objeto"

    Entonces "Dios… no es mas que el concepto del otro
    llevado al limite". Si me elijo a mi mismo en mi
    vergüenza, esto es masoquismo, cuya fuente es la angustia
    ante la libertad del otro. Lo opuesto de la vergüenza es
    el orgullo, pero desde el punto de vista estructural ambos son
    semejantes. En los dos casos, veo en el otro a aquel del que
    obtiene su ser mi objetividad. Si el otro me ve hermosos,
    fuerte o inteligente, acepto orgullosamente que solo soy eso.
    Por ende, el orgullo es una forma de la mala fe, como lo es su
    pariente cercano la vanidad. Cuando procuro influir en el otro
    con la objetividad que me ha dado, caigo en la
    arrogancia.

    Sin embargo, ni aun con el orgullo o la arrogancia,
    recupero el yo que entregué al otro, porque el origen
    del sentido que me asigno a mi mismo seguirá siendo su8
    reconocimiento.

    El proyecto de recuperarme como sujeto ( o sea, de
    recobrar la libertad atrapada por el otro), me coloca
    necesariamente en conflicto con el otro.

    Mas aun, Sartre dice que "el conflicto constituye el
    sentido originario del ser para otros" Mi proyecto de recobrar
    mi propio ser asimila la libertad del otro.

    Puedo tratar de alcanzar esta meta a través del
    sadismo, que es una extensión de la arrogancia. En
    él uso el ser objetivo que el otro me ha concedido para
    hacer que se humille. No obstante, si la víctima del
    sádico puede mirar a su torturador, este sabe que ha
    fracasado.

    Una forma básica de tratar de poseer la libre
    subjetividad del otro, es mediante el deseo sexual. El deseo
    propio es una invitación al deseo del otro. El deseo
    desea el deseo del otro. Intenta reducirlo a un puro cuerpo,
    trasformarlo en mera carne ante sus ojos. Pero el deseo
    necesariamente fracasa, ya sea porque fracase literalmente en
    provocarle el deseo al otro, o porque lo logre, en cuyo caso el
    deseo es absorbido por el placer y pierde de vista su meta
    original.

    Mi deseo no lo transforma al otro en pura carne, sino0
    que me transforma en pura carne a mi. Como proyecto, entonces,
    el deseo no logra recobrar el yo perdido del otro.

    Desde luego, todo esto vuelve muy difícil alcanzar
    la individualidad de buena fe, ya que todo intento parece
    destinado a deslizarse hacia lo opuesto: la mala fe.

    Responsabilidad.

    La mayoría de las personas reclama mas libertad,
    la exigen. Pero la libertad es una carga. Por eso la
    mayoría huye de ella con mala fe.

    Estamos, dice Sartre, condenados a ser libres. Llevamos
    sobre nuestros hombros el peso del mundo entero, porque somos
    responsables de él y de nosotros mismos en él. A
    menos que nos mintamos de mala fe, somos conscientes de ser los
    indiscutidos creadores de nuestros actos. Y es a través
    de nuestros actos que hay un mundo, un sentido totalizador de
    la experiencia. Es cierto que cada una de nuestras elecciones
    producen un "peculiar coeficiente de adversidad": una
    resistencia, una barrera, una dificultad. Pero también
    somos los autores de esa adversidad. Por lo tanto, observa
    Sartre, "No tiene sentido quejarse, ya que nada ajeno a
    nosotros ha decidido lo que sentimos, vivimos, o
    somos".

    Según Sartre el ser-en-si no tiene ni sentido ni
    valor: simplemente es. El sentido y el valor sobrevienen en el
    espacio entre el ser-para-si y el ser-en-si. Así pues,
    los humanos somos creadores de nuestro mundo o de nuestra
    "situación", como le gustaba decir a Sartre. No hay
    situaciones que no sean humanas. Aun las peores imaginables,
    como la guerra, son situaciones humanas. (Recordemos que Sartre
    escribió el ser y la nada durante la ocupación
    nazi en París)

    Sartre dice: "la guerra es mi guerra. Esta hecha a mi
    imagen y
    semejanza y me la merezco. Aun en los momentos mas
    dramáticos tengo opciones, podría desertar o
    suicidarme. Pero como no hice nada de eso, elegí la
    guerra".
    Por consiguiente declara Sartre, que en la guerra
    no hay víctimas inocentes. (este aspecto de su
    filosofía molesta a muchos. Es como si en su mundo no
    existieran los animales, los
    niños, los deficientes mentales, etc. Para él,
    todos en el mundo son adultos, conscientes y
    responsables)

    Si tuviera que resumirse el existencialismo en tres
    palabras, serian: "no hay excusas" Este razonamiento provoca el
    mal humor de algunos que replican: "yo no elegí nacer".
    Sartre coincide en que nuestro nacimiento es parte de nuestra
    facticidad. Pero no tenemos otro remedio que asumir la
    responsabilidad por la facticidad de todas nuestras
    "situaciones" (en este caso, la de nuestro nacimiento). Siempre
    tenemos la chance de negarlas mediante la
    autodestrucción, así que en cierto sentido,
    elegimos nacer.

    El deseo
    de ser Dios.

    Si el ser-en-si es una plenitud, el ser-para-si siempre
    es una vaciedad, una incompletitud. El ser humano es
    esencialmente deseo, y el deseo es una falta: un vacío
    con sed de llenarlo. Lo que el ser humano desea es la plenitud
    de la existencia que siempre fue alcanzada por el ser-en-si.
    Por eso dice Sartre que "el hombre es fundamentalmente el
    deseo de ser".

    Esto no quiere significar que haya un impulso primario
    llamado "la voluntad de ser" al que serian reducibles todos los
    demás impulsos; mas bien, el deseo de ser existe como
    las múltiples formas de deseo que experimentamos (celos,
    codicia, lujuria)

    Pero como ya vimos, en el caso del deseo sexual, el deseo
    no puede ser nunca totalmente gratificado, nunca puede alcanzar
    su meta. Para emplear el lenguaje de Sartre, el ser-para-si
    nunca puede volverse ser-en-si.

    En rigor, tampoco quiere eso, pues, dejaría de ser
    el mismo (dejaría de ser "para si", una libertad). Lo
    que en verdad quiere es ser-en-si-para-si: una libertad que sea
    su propia fuente necesaria de ser. Ahora bien: esta es
    precisamente la definición de dios.

    Por lo tanto, "el hombre es fundamentalmente el deseo de
    ser dios". En cada acto que realizamos, según Sartre,
    tratamos de convertirnos en dios.

    El problema es que nadie puede convertirse en dios, ni
    siquiera el propio dios. La idea de dios, es contradictoria con
    sigo misma.

    Por lo tanto, afirma Sartre, que "el hombre es una
    pasión inútil".

    El yo
    como proyecto original.

    El "deseo de ser" de cada individuo es entonces un
    intento de resolver el problema absoluto, y el intento de cada
    uno es singular y constituye una forma original de elegir ser
    en el mundo. A estas elecciones Sartre las llama "proyectos
    originales".

    Antes vimos el ejemplo de los cuatro excursionistas que
    se enfrentaban con un gran peñasco que les cerraba el
    paso. Retomemos el caso del primero, el que se echo derrotado
    sobre el pasto, cediendo a su fatiga y su desilusion.
    Mencionamos que probablemente este individuo siempre eligiera
    su derrota. De hecho los deterministas dirían que carece
    de libertad para elegir otra cosa. A raíz de
    algún suceso traumático de su niñez de la
    historia de sus condicionamientos, no puede hacer mas de lo que
    hace.

    Sartre piensa que el excursionista puede obrar de otro
    modo… aunque no le sea tan fácil. Plantea así
    la cuestión de la libertad del hombre y se pregunta si
    podría haber hecho otra cosa sin modificar su proyecto
    original. En otros términos, lo que dice es que si
    podría haberlo hecho , pero se pregunta a que
    precio.

    El precio será una "conversión radical, de
    su ser en el mundo". Esta conversión radical (que es
    siempre posible) equivaldría a elegir un nuevo yo, un
    nuevo proyecto fundamental, pues la elección no se
    manifestaría solo en ese instante sino en multitud de
    otros aspectos.

    Para Sartre el yo no es una serie de conductas
    fragmentarias, sino, una totalidad.

    El "proyecto original" se manifiesta en cada acto, grande
    o pequeño; pero no es equiparable a ningun suceso,
    decisión o fantasía del pasado, sino que es
    recreado en cada momento, pese a las elecciones que hacemos y
    las acciones que ejecutamos. Y como siempre existe la
    posibilidad de la conversión radical, somos responsable
    de lo que somos. En esto Sartre se parece a Nietzche, quien
    dijo que a cierta edad el hombre ya es responsable de su propio
    rostro.

    Psicoanálisis existencial.

    El método fenomenológico inventado por
    Sartre para estudiar "el proyecto original" de una persona se
    llama "Psicoanálisis existencial".

    Su objetivo es "descubrir a la persona en el proyecto
    inicial que la constituye" o, mas bien concretamente, revelar
    la totalidad de su impulso a ser; su relación original
    consigo misma, el mundo y el otro en la vida de las relaciones
    internas y de un proyecto fundamental.

    Como dijimos, Sartre acepta la opinión de Freud de
    que todo ser propio puede manifestarse en un único
    gesto, que el yo es una totalidad.

    También acepta que el individuo no se encuentra en
    una situación privilegiada para comprenderse a si mismo,
    aunque en esto sus motivos difieran mucho a los de Freud. Para
    Freud, la verdad sobre mi radica en mi inconsciente, que esta a
    una distancia de mi. Además tengo resistencias
    inconscientes contra la verdad del inconsciente.

    Pero en el Ser y La Nada, Sartre rechaza la hipótesis de lo inconsciente por
    considerarla una construcción teórica hecha con
    mala fe. Dice con Descartes, que "el acto psíquico es
    coextenso con la conciencia y la idea de un acto
    psíquico inconsciente es contradictoria en si
    misma".
    No hay ningún enigma oculto, Todo
    está en la conciencia, todo es luminoso.

    Pese a ello, puede haber "misterios a la luz del
    día", pues conciencia y conocimiento no son forzosamente
    la misma cosa. La conciencia refleja puede brindar
    compresión, pero necesitamos saber lo que
    comprendemos.

    Siguiendo a Platón, Sartre cree que la experiencia
    solo puede convertirse en conocimiento si es adecuadamente
    conceptualizada. Solo podré comprender mi "proyecto
    inicial de ser" si lo comprendo a la luz de sus relaciones con
    el ser de otros. (De ahí que el individuo no esta en una
    situación privilegiada para auto conocerse)

    El conocimiento psicoanalítico existencial,
    llevaría a comprender la asimilación radical
    entre el "ser-en-si-para-si" ( o sea, el intento de ser el ser,
    o de ser dios) y el "ser-para-otros". El autoconocimiento del
    Psicoanálisis existencial, entonces, implica reconocer
    que la propia situación es la de una libertad enfrentada
    a la libertad de los demás y es responsable de tal
    situación. Implica, además, admitir la libertad,
    para "convertirse radicalmente", pasando de ese modo concreto de
    ser a otro.

    El propósito del psicoanálisis existencial
    no es la "cura", como en Freud, sino la captación del
    propio ser en todas sus posibilidades. No es liberarse del
    pasado sino reconocer que esa libertad siempre existe.

    El
    existencialismo es un humanismo


    Etica existencial-

    En filosofía las discusiones sobre la libertad y
    la responsabilidad, pueden llevar al tema de la ética
    (las teorías filosóficas de la moral),
    incluido el discurso sobre los deberes y obligaciones
    (lo que se debe hacer). Sin embargo, la principal obra
    existencialista de Sartre, el ser y la nada, no pretende ser
    una ética, sino una ontología (una "teoría del ser").
    En otras palabras, es una descripción de lo que es y no
    de lo que debería ser. Y Sartre acepta la fórmula
    de David Hume, el filosofo escocés del siglo XVIII:
    "Ningún ser implica un debe ser". Vale decir que,
    ninguna descripción de hechos existentes entraña
    lógicamente un juicio moral. Por ejemplo, veamos el
    siguiente silogismo válido:

    * Una presión
    excesiva impuesta sobre los músculos humanos provoca
    dolor.

    • Tom. ( que pesa 150 Kg.) esta aplicando una excesiva
      presión sobre los músculos de Billy (un nene de
      dos años, que pesa 20Kg), al sentarse encima de
      él.
    • Por lo tanto, Tom. le esta causando dolor a
      Billy.

    Pero de ese silogismo, no podemos extraer la siguiente
    conclusión moral: En consecuencia el acto de Tom. es
    malo, a menos que agreguemos a la argumentación la
    siguiente premisa moral: "es malo provocar dolor sin
    necesidad"

    Según Hume y Sartre, el problema es que esta
    premisa moral no puede derivarse de la mera descripción
    de los hechos, sino que debe ser el producto del
    razonamiento filosófico, y Sartre sabe que el ser y la
    nada no ofreció ningún razonamiento de esa
    índole (esto a pesar de que al hablar de "mala fe" y de
    la "inautenticidad" parecería estar moralizando. Decir
    que alguien obra de "mala fe" parece implicar una condena
    moral, pero Sartre niega que el termino, tenga ese carácter enjuiciador)

    Para corregir esta falta, al final del ser y la nada,
    Sartre prometía un libro sobre ética, como
    continuación de su ontología. Escribía
    centenares de notas para ese libro, pero al final abandono el
    proyecto, ya que el nuevo rumbo filosófico que tomo le
    impedía producir una "ética existencialista". No
    obstante, en su ensayo de
    1946, el existencialismo es un humanismo,
    dejo algunas constancias que bosquejan lo que habría
    sido dicha ética existencialista .

    En ese ensayo, Sartre resume y simplifica sus
    concepciones de el ser y la nada, diciendo que elegir esto o
    aquello es afirmar, al mismo tiempo, el valor de lo elegido,
    porque nunca elegiremos lo malo, siempre lo bueno, y nada puede
    ser bueno para nosotros, sin ser bueno para todos.

    Aquí ahí contenidas dos afirmaciones. La
    primera es que , hagamos lo que hagamos, lo hemos elegido como
    algo superior a todas las alternativas ( de otro modo ,
    habríamos elegido alguna de estas). La segunda es que es
    imposible elegir exclusivamente para uno mismo. O, como dice
    Sartre, "al elegirme a mi, elijo el ser humano". ¿Por
    que? Bueno, porque hay cierta lógica universal envuelta
    en los juicios de valor, por mas que los valores sean
    producidos por la libertad. A pesar de la típica
    incomprensión de la lógica de los juicios
    valorativos , en rigor, son idénticos a otros tipos de
    juicios.

    Por ejemplo, si digo (con razón o sin ella) que
    esta figura es un triángulo

    Entonces estoy lógicamente obligado a afirmar que
    esta figura también es un triángulo.

    Si sostengo que la primera lo es y la segunda no, "no
    tengo claro el concepto": me contradigo. Análogamente,
    si sostengo que en caso de que tu te vayas con mi televisor
    estarás robando, estoy lógicamente obligado a
    afirmar que, suponiendo que se mantengan iguales todos los
    demás elementos de la situación, si yo me voy con
    tu televisor, te estaré robando. No es coherente que te
    diga que si tu te lo llevas, eso es robo, pero si me lo llevo
    yo, es simplemente una forma de distribución de la riqueza.

    Uniendo estas dos ideas, llegamos a esta otra: si
    sostengo que algo es bueno para mi, estoy lógicamente
    obligado a afirmar que es bueno para todos.

    Por eso Sartre dice que " nuestra responsabilidad es
    mucho mayor de lo que suponemos, pues involucra a toda la
    humanidad"

    La única forma de evitar el inquietante
    pensamiento de que cualquier acto que realizamos involucra a
    toda la humanidad es replegarnos en la mala fe y excusar
    nuestra acción insistiendo en que "no todos lo hace".
    Aun esta automentira tiene valor universal; hipócrita
    posición de afirmar que "mentir es bueno".

    Pero esta es justamente la posición ética
    del filosofo alemán Kant, quien
    formulo su celebre "imperativo categórico" con las
    siguientes palabras: " actúa de modo tal que la
    máxima que se desprende de tu acción pueda ser
    elevada a la ley universal"

    Además Kant, al igual que Sartre, deduce de este
    principio que al desear la propia libertad, uno debe desearle
    la libertad a todos. Así, en cierto sentido importante,
    la "ética existencial" de Sartre es kantiana. Pero hay
    varias diferencias notorias. Primero, para Kant el
    requerimiento lógico de desear la libertad del otro nos
    pone a todos bajo el imperio de la misma ley universa, en tanto
    que Sartre, como vimos, nos lleva a una situación
    insoluble de conflictos
    (tu libertad atenta contra la mía).

    Hasta puede ocurrir que tenga que luchar contigo en
    nombre de tu libertad. (si usas tu libertad para apoyar al
    fascismo, me
    veré obligado a luchar contigo en nombre de la libertad
    de ambos). El reconocimiento de la mala fe no impide
    necesariamente la mala fe.

    Por ultimo, según Sartre, aunque la lógica
    me lleva a considerar al otro en cada uno de mis actos, no me
    dice que debo hacer en cada situación concreta.

    Sartre explica esto con un ejemplo ya famoso, el de un
    discípulo que vino a verlo durante la ocupación
    alemana de Francia en la Segunda Guerra Mundial.
    Era un joven cuyo hermano había muerto en una de las
    primera batallas y su padre se había vuelto
    colaboracionista. La madre, desesperada ante la muerte del hijo
    y la traición de su esposo, dependía totalmente
    de ese hijo para su sustento moral. El estudiante estaba
    desgarrado entre el amor a su
    madre y su lealtad a Francia (incluyendo su deseo de vengarse
    de los alemanes). Estaba desgarrado entre dos clases de
    ética; una que lo solidarizaba con las fuerzas de la
    Francia libre, que preparaban la invasión la
    invasión a Europa
    ocupada por los alemanes, y otra que la unía a un solo
    ser individual a quien amaba y que lo necesitaba. La primera
    ética era mas trascendente, pero mas abstracta y de
    éxito mas incierto; la segunda era mas concreta pero
    quizás reflejaba una actitud mas cobarde.

    ¿Que debía elegir? Kant dice: "debes de
    actuar de modo que tu acción pueda servir de modelo para
    cualquiera"

    Pero ambos actos parecen modelos
    validos de conducta. Kant enuncio también su "imperativo
    categórico" así: "Actúa de modo de
    tratar a los demás como fines, nunca como medios."

    (o sea, no hay que usar a las personas) Solo con cualquiera de
    los dos procederes corría el peligro de usar a alguien
    como medio. Podía sacrificar a su madre para la gloria
    de Francia, o podía usar a los demás patriotas si
    les permitía que arriesgaran su vida para que él
    recuperara su libertad.

    Sartre aconsejo al joven y le dijo: "¡Elige, es
    decir, inventa¡ En cualquiera de los dos casos
    habrá angustia, ¡pero también la
    creación de un mundo¡"

    La
    critica de la razón dialéctica

    Marxismo

    Mientras se hallaba en el campo de prisioneros alemanes,
    Sartre disolvió que luego de la guerra asumiría
    un mayor compromiso político. Instintivamente, siempre
    se había inclinado hacia la izquierda y el
    socialismo.

    Sartre creía que solo el hombre socialista es
    verdaderamente humano, porque solo el domina las cosas,
    mientras en otros regímenes sociales, las cosas lo
    dominan al hombre.

    En la Francia de la posguerra, los que afirmaban se los
    auténticos socialistas eran los comunistas, pero Sartre
    siempre había sospechado del Partido Comunista
    francés aun del propio marxismo. Dicho partido le
    parecía rígido, inquisidor e intelectualmente
    opresivo. Con el marxismo discrepaba principalmente por sus
    pretensiones de constituir una ciencia natural. La ciencia
    estudia las abstracciones y las relaciones externas, pero como
    viejo fenomenólogo Sartre pensaba que no podía
    estudiar las relaciones
    humanas concretas, con su singular combinación d
    rasgos subjetivos, objetivos e históricos.

    De todos modos se acerco al marxismo (que, según
    pensaba, era la única doctrina que ofrecía una
    explicación correcta de la historia) y aun al partido
    comunista ( que le parecía, en definitiva, el
    único vehículo para la unidad y la
    expresión de la clase obrera francesa)

    Pero pese a su eventual "conversión" al marxismo,
    Sartre no se transformo totalmente en marxista porque
    decía que el marxismo se había "detenido",
    quedando "reincido" (codificado) rígidamente en sus
    fuentes
    positivistas del siglo XIX. Había pretendido hallar
    leyes
    inexorables de la historia; negó la libertad del hombre;
    trataba a las clases
    sociales como cosas independientes en lugar de reconocer
    que eran productos de
    individuos con intereses comunes; y consideraba a la sociedad
    como un macroorganismo que funciona por si solo.

    Justamente lo que podía liberar al marxismo de su
    rigidez era el existencialismo fenomenológico. El
    marxismo necesitaba ser suplemento porque en su forma actual no
    es capaz de explicar de que manera un individuo o clase escogen
    su destino especifico.

    El marxismo no tendría una adecuada
    filosofía social hasta que supiera admitir tanto el peso
    de la historia en el individuo como la libre practica de los
    individuos en el mundo material y social ( o sea, hasta que
    explicase la interacción de la libertad y la necesidad
    en la existencia humana)

    Sartre se propuso ofrecer esta combinación del
    existencialismo y el marxismo en "Cuestiones de métodos"
    (1957), incorporando como prologo a su obra en dos
    volúmenes Critica de la razón dialéctica,
    que quedo inconclusa. El primer volumen se publico en Francia
    en 1960 y el segundo, seis años después de su
    muerte. Aunque allí degrada al existencialismo a una
    posición subordinada respecto al marxismo, trata de
    humanizar la dialéctica marxista con el aporte de ideas
    existenciales. Si la dialéctica se había
    rigidizado, la cura consistía en repensar la
    dialéctica dialécticamente… pero pensar
    dialécticamente es involucrar la subjetividad del
    individuo.

     

    Por

    Ruiz Díaz David Isaac

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter