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Roma: La ciudad que conquistó el mundo




Enviado por joseadrian16



    1. Origen de
      Roma
    2. Nombre de Roma
    3. Leyenda
    4. Roma y la loba
    5. Localización
    6. Organización
      política
    7. La
      monarquía
    8. Instituciones
    9. Cambios
    10. El imperio
    11. La
      religión
    12. El culto
      privado
    13. El
      culto público
    14. Formas
      de culto
    15. Sacerdotes
    16. Culto
      imperial
    17. Mitología
      romana
    18. Organización
      económica y social
    19. Creaciones
      artísticas
    20. La familia
      romana
    21. Causas del ascenso
      de Roma
    22. Economía
    23. Segunda guerra
      civil
    24. Guerra
      social
    25. Arte
      romano
    26. El
      anfiteatro
    27. El
      calendario
    28. Escritura
    29. Fiestas
      romanas
    30. Estándares y
      signos de Roma
    31. Primera guerra
      púnica
    32. Segunda guerra
      púnica
    33. Conquista
      del mediterráneo
    34. Guerras
      pírricas
    35. Roma
      y Cartago
    36. Conflictos
      internos
    37. La
      caída de Roma
    38. Invasiones
    39. Primera oleada (376
      visigodos)
    40. Bárbaros
    41. Últimos
      esfuerzos
    42. Caída
      final
    43. Resumen
      general
    44. Conclusiones
    45. Bibliografía

     

    INTRODUCCIÓN

    En este trabajo se
    presentará la una reseña completa acerca de lo que
    fue una de las etapas más importantes que marcó la
    línea del tiempo del ser
    humano.

    ROMA… LA CIUDAD QUE CONQUISTÓ EL MUNDO, en
    este proyecto se hace
    referencia a una de las civilizaciones más poderosas de la
    edad antigua., sin duda Roma fue una
    ciudad muy fuerte desde su origen, así como hay dudas en
    como surgió, también existe la siguiente
    incógnita: ¿Cómo es que un imperio tan
    poderoso cayó de repente?

    Esta y más dudas han surgido a través de
    la historia de Roma,
    en el presente trabajo se señalan algunas cosas, de las
    cuales se consideraron las más importante para poder hacer un
    estudio de lo que fue esta maravillosa
    civilización.

    ORIGEN DE ROMA

    Según la tradición, Roma se fundó
    el día 11 antes de las calendas de mayo, seria el 21 de
    abril de 753 a. C. Fundada Roma, ya comenzó a guerrear
    contra sus vecinos, esta vez por conseguir mujeres, a las que
    raptaron durante unos juegos en los
    que invitaron a todos los pueblos Vecinos. Vencieron a todos
    menos a los sabinos por que la lucha termino en un tratado de paz
    conseguido por las mujeres, que no querían perder ni a sus
    padres ni sus esposos. De este tratado surgiría la
    unión de los dos pueblos. Rómulo luego de guerrear
    contra varios vecinos, desapareció en medio de una
    tempestad. Según algunos se lo llevaron los dioses, y
    según dice Tito Livio algunos pensaron que los cenadores,
    únicos testigos de la desaparición, descontentos
    con el gobierno de
    Rómulo lo asesinaron. Así sube al trono luego de un
    interregno de un año Numa Pompilio hombre insigne
    que habitaba entre los sabinos.

    Los pueblos que habitaban en la península
    itálica son los siguientes: los latinos ocupaban la
    llanura entre el río Tíber y los montes Albanos. Al
    norte del Tíber se encontraban los etruscos, mas arriba
    del Tíber, este separaba a los umbros al sur y los
    etruscos al norte. Al este y sureste del Lacio se encontraba la
    cadena Apenina que seria el dominio de
    pastores nómadas emparentados entre S, los sabinos,
    samnitas, marsos, volscos, cámpanos en Nápoles,
    ausones y oscos. Todavía mas al sur los lucanos y
    bruttios.

    El origen de los pueblos que a su vez originaron a Roma,
    se puede rastrear mediante la lingüística. La cual divide a las
    lenguas indoeuropeas y las de otro origen.

    Entre las primeras se encuentra el latín, el
    veneto, etc. Se comprobó que las lenguas europeas y
    asiáticas tenían un cierto parentesco, y sé
    tubo la convicción durante mucho tiempo, de que el
    parentesco delataba un origen étnico común, la
    existencia de un pueblo indoeuropeo y de una cuna común de
    su civilización. Se creía que la unidad original de
    este pueblo experimento una dislocación y que los grupos
    integrantes se fueron separando del conjunto, llevando en su
    emigración el dialecto hablado en su patria. Pero ya esta
    teoría
    esta desechada. Las divergencias e interferencias que se
    descubren en Italia parecen
    haberse dado siempre, por muy remota que sea la génesis de
    los pueblos portadores del indoeuropeo; es decir, a través
    de una lenta elaboración étnica y cultural, durante
    la edad neolítica (4800-1800). Al parecer según P.
    Bosch, los movimientos convergieron a partir, al menos, de dos
    centros: la región del río Danubio en el centro de
    Europa y la
    región del norte de Asia menor y
    parte del Cáucaso. Aproximadamente por entonces,
    según los lingüistas y los arqueólogos, el
    latín (introducido también por pueblos provenientes
    de la región danubiana) haría su aparición
    en Italia. Cada vez es mayor la resistencia
    frente a la hipótesis de una Italia pre y
    protohistórica que acogería en su territorio a
    masivos grupos étnicos con su original unidad, mantenida a
    lo largo de la emigración. Más bien se insiste
    sobre las condiciones de infiltración, dispersión y
    cruzamiento en que se realizaría la intervención de
    elementos extranjeros. (http://webs.sinectis.com)

    El Nombre De Roma

    El nombre del pueblo generalmente se considera referirse
    a Rómulo,
    pero hay otras hipótesis. Una de
    ellas se refiere a Roma, cual sería la hija de Aeneas o
    Evandrus. Estudios recientes parecen darle preferencia a una
    proveniente raíz indo-europea con significado de
    "río"; Roma en ese caso significaría "el pueblo
    sobre el río".

    Roma es también llamada las urbes, y este nombre
    (que después en latín significaría
    genéricamente cualquier otro pueblo) viene de "urvus", la
    ranura cortada por un arado, aquí, por la de
    Rómulo. (http://es.wikipedia.org)

    La Leyenda Del Origen De Roma

    Los orígenes remotos de la ciudad de Roma, se
    pierden en la leyenda; siendo seguramente anteriores al
    año 754 a.C. en que ulteriormente las autoridades romanas
    fecharon su fundación.

    Del mismo modo, siendo improbable que su
    fundación haya surgido de una acción
    explícita y deliberada, las tradiciones romanas
    posteriores adornaron su surgimiento con diversas leyendas,
    recogidas especialmente por el historiador romano Tito Livio, que
    vinculan el origen de Roma a un linaje de dioses y
    héroes.

    Finalmente, Rómulo construyó refugios en
    el monte Capitolino para esclavos y criminales fugados y
    llevó a cabo el rapto de las "Sabinas", mujeres de otra
    tribu del Tíber, para que los hombres que se le
    habían unido tuvieran sus esposas. Después de
    algunas guerras entre
    ellos, las Sabinas le declararon su rey. Rómulo fue el
    primer Rey de Roma y dice la leyenda que fue llevado a los cielos
    por su padre Marte, y que fue venerado como el dios
    Quirino.

    (http://www.geocities.com)

    Roma Y La Loba Del Capitolio

    Según la leyenda de los orígenes de Roma,
    un hijo del héroe troyano Eneas, (hijo de Marte, el dios
    de la guerra y de
    una princesa latina), Ascanio, había fundado sobre la
    orilla derecha del río Tíber la ciudad de Alba Longa;
    ciudad latina sobre la cual reinaron numerosos de sus
    descendientes, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Este
    último destronó a Numitor; y para evitar que
    tuviera descendencia que pudiera disputarle el trono,
    condenó a su hija Rea Silvia a permanecer virgen como
    vestal, sacerdotisa de la diosa Vesta.

    Sin embargo, Marte, el dios de la guerra,
    engendró en Rea Silvia a los mellizos Remo y
    Rómulo. Por ese motivo, al nacer los mellizos fueron
    arrojados al Tíber dentro de una canasta, la cual
    encalló en la zona de las siete colinas situadas cerca de
    la desembocadura del Tíber en el mar; siendo recogidos por
    una loba que se acercó a beber, y que los amamantó
    en su guarida del Monte Palatino, hasta que fueron hallados y
    rescatados por un pastor cuya mujer los
    crió.

    Cuando fueron mayores, los mellizos restituyeron a
    Numitor en el trono de Alba Longa, y decidieron fundar, como
    colonia de Alba Longa, una ciudad en la ribera derecha del
    Tíber, en donde habían sido amamantados por la
    loba; y ser sus Reyes.

    Cerca de la desembocadura del Tíber
    existían las siete colinas: los montes Capitolio,
    Quirinal, Viminal, Aventino, Palatino, Esquilino y Celio.
    Rómulo y Remo discutieron acerca del lugar donde fundar la
    ciudad; y resolvieron la cuestión consultando el vuelo de
    las aves, a la
    usanza etrusca. Mientras sobre el Palatino Rómulo
    divisó doce buitres volando, su hermano en otra de las
    colinas sólo vio seis. Entonces, Rómulo, con un
    arado trazó un recuadro en lo alto del monte Palatino,
    delimitando la nueva ciudad, y juró que mataría a
    quien lo traspasara. Despechado, su hermano Remo cruzó
    despectivamente la línea, ante lo cual su hermano le dio
    muerte,
    quedando entonces como el único y primer Rey de Roma.
    Según la versión de la historia oficial de Roma
    antigua, eso había ocurrido en el año 754 a.C.
    (http://www.liceodigital.com)

    Roma comenzó su historia como una aldea
    más entre las otras muchas de pastores y campesinos que se
    repartían las colinas y minúsculos valles de la
    zona.

    Si hemos de creer a Livio, ya entonces era muy especial,
    pues sus míticos fundadores tenían algo de divino;
    pero el propio escritor también confiesa que le parece
    lógico que los pueblos rodeen sus orígenes con
    leyendas y patrañas.

    Los primeros habitantes fueron posiblemente un
    conglomerado de gentes de distinta procedencia que vivían
    al margen del desarrollo
    económico y cultural de sus prósperos vecinos,
    es decir, los etruscos al Norte y los campanios y los griegos al
    Sur.

    Los arqueólogos han descubierto los restos de un
    primitivo poblado del s. VIII a.C. en el Palatino y
    enterramientos a sus pies.

    A partir del núcleo original, el poblamiento
    debió irse extendiendo por las laderas de las colinas
    próximas y, un siglo después, por el valle que
    había entre ellas. (http://www.step.es)

    Localización De Roma

    En el plano anterior, se muestra
    claramente, la localización de Roma, antes de su gran auge
    sobre todas las naciones existentes en esa región, en
    especial, Grecia.

    Esta pequeña ciudad floreció y se
    desarrolló hasta llegar a ser considerada durante la
    época previa a la República, superior a sus
    vecinos, haciéndose cada vez más fuerte a medida
    que se apoderaba de más territorios. Ya en la
    República, alrededor del año 270 a.C. Roma dominaba
    toda la península Itálica y seguía su
    expansión. Este imperio que a partir del s. I a.C.
    sería gobernado por emperadores, creció y
    absorbió ciudades y territorios que hoy en día
    comprenden mas de 40 países con 5.000 Km., de un extremo a
    otro. (http://www.fortunecity.es)

    ORGANIZACIÓN POLÍTICA

    A partir de este momento, la constitución romana quedó fijada en
    sus elementos esenciales.

    Había tres órganos principales:

    -En la base, coexistían las Asambleas del pueblo,
    al que se le reunía por centurias para elegir
    cónsules y decidía sobre cuestiones de guerra y
    paz; y por tribus, para elegir a los tribunos
    plebeyos.

    -En estas asambleas se elegían anualmente
    colegios de magistrados a los que, desde fines del siglo IV a.C.,
    los plebeyos habían conseguido acceder.

    Dependiendo del cargo que desempeñaran, se
    clasifican en:

    a) Los cónsules, máximas autoridades
    civiles y militares.

    b) Los censores, que establecían el censo de
    ciudadanos.

    c) Los praetores (pretores), que administraban justicia.

    d) Los quaestores (cuestores), que supervisaban las
    cuentas.

    e) Los aediles (ediles), encargados de los asuntos
    municipales.

    f) El Senado, constituido por miembros vitalicios
    elegidos entre los ex-magistrados.

    (http://www.step.es)


    Roma tuvo tres formas de
    gobierno:

    1. La monarquía.
    2. La república.
    3. El imperio.

    Las cuales se explicarán a
    continuación.

    La Monarquía

    Rómulo, según las antiguas leyendas
    romanas, gobernó hasta el 716 a. C.

    Luego desapareció en una tormenta, y se
    suponía que había sido llevado al cielo para
    convertirse en el dios de la guerra Quirino.

    Por la época de su muerte, la ciudad de Roma se
    había expandido desde el Palatino hasta el Monte
    Capitolino y el Monte Quirinal, al norte (Con el tiempo, Roma
    llegó a ocupar siete colinas, «La Ciudad de las
    Siete Colinas).

    La leyenda más conocida sobre el reinado de
    Rómulo se refiere al problema de los primeros colonos,
    quienes se hallaron ante el hecho de que los hombres
    afluían a la nueva ciudad, pero no las mujeres.

    Por ello, los hombres decidieron apoderarse de las
    mujeres de los sabinos, grupo de
    pueblos

    La condición de Tarpeya aludía a los
    brazaletes de oro que ellos
    usaban.

    Una noche ella abrió secretamente las puertas, y
    los primeros sabinos que entraron arrojaron sobre ella sus
    escudos, pues también los llevaban en el brazo
    izquierdo.

    De este modo, los sabinos, quienes (como la
    mayoría de la gente) estaban dispuestos a utilizar
    traidores, pero les desagradaban, mantuvieron su compromiso
    matando a Tarpeya.

    En lo sucesivo se llamó Roca Tarpeya a un
    peñasco que formaba parte del Monte Capitolino.

    En memoria de la
    traición de Tarpeya se lo usó como lugar de
    ejecución, desde donde se arrojaba a los criminales hasta
    que morían. (http://www.step.es)

    Tras Rómulo, otros reyes se sucedieron en el
    trono de Roma. Comparando a Roma con otras ciudades italianas,
    era una ciudad rural, habitada por campesinos-soldados que se
    pasaban la vida entre el arado y la lanza, sin arte propio ni
    cultura
    reconocible, muy influenciada por su entorno etrusco, mucho
    más rico y culto. El sucesor de Rómulo fue Numa
    Pompilio. No era romano, pero como en Roma no había nadie
    capacitado para gobernar fueron a buscarlo en las ciudades
    vecinas. Según la tradición Pompilio gobernó
    más de cuarenta años dedicándose a legislar
    y dar forma a las instituciones
    y a la religión, instituyendo los colegios de
    pontífices, calendario, etc. Otro rey famoso fue Tulo
    Hostilio, que dio su propio nombre a eso que llamamos
    "hostilidad", y con razón, porque fue un monarca guerrero
    que se dedicó a expandir Roma a base de anexiones. La
    primera anexionada fue la cercana Alba Longa, la ciudad fundada
    por Ascanio y que fue "asimilada": sus habitantes fueron llevados
    a Roma y convertidos en romanos, los plebeyos se mezclaron con
    los plebeyos y los nobles con los nobles, fusionándose
    ambas poblaciones completamente, con lo que Roma dobló su
    población… y su ejército (que
    seguro que era
    lo que más le importaba a nuestro amigo Tulo). Los romanos
    y los albanos se consideraban hijos de la misma sangre, ya que
    ambas ciudades tenían a Enéas como antepasado
    común y ambas habían salido de un mismo tronco, por
    lo que la historiografía romana habla de una fusión
    entre familias separadas. Puesto que el mismo Rómulo era
    natural de Alba Longa, todos eran familia De
    aquella gens muchos siglos después saldría
    Cayo Julio César. Es importante recordar que César
    siempre alardeó de su noble linaje, sin duda el más
    noble de toda Roma, ya que entroncaba directamente con
    Enéas, cosa que a plebeyos como Catón y
    Cicerón les producía envidia y odio. Sobre todo
    odio. Los sucesores de Hostilio continuaron esta política de
    "asimilación forzosa" de las aldeas vecinas expandiendo
    Roma en una campaña de "reunificación
    sanguínea". Este sistema dio tan
    buenos resultados que el Imperio Romano se
    fundamentó en la asimilación de las poblaciones
    conquistadas.

    En algún momento los etruscos tomaron el control de Roma
    poniendo a uno de los suyos, Tarquinio Prisco, en el trono. Roma
    no era más que una pequeña población sin
    importancia que se extendía por algunas colinas vecinas.
    Con la monarquía etrusca tomó sus primeros
    contactos con el comercio exterior
    modernizándose su ejército y organización administrativa hasta que en
    510 a.C. el último rey, también de nombre Tarquino,
    fue depuesto y se instauró una república
    aristocrática gobernada por las familias más
    poderosas de la ciudad agrupadas en un Senado o cámara de
    gobierno. La nueva forma de gobierno fue denominada Senatus
    Populus Que Romanus, cuya abreviatura S.P.Q.R. se
    convirtió en el símbolo eterno de la ciudad.
    (http://www.historialago.com)

    La República

    Las Instituciones Republicanas

    Los romanos gustaban de atribuir una parte del éxito
    internacional a la bondad de su forma de gobierno.

    Como, efectivamente, una de sus más notables
    creaciones fue el sistema
    político, merece la pena explicar cuáles fueron
    sus bases.

    Aunque la tradición achaca al advenimiento de la
    República la gran transformación del régimen
    político, el cambio
    debió de ser menos repentino y en absoluto
    total.

    Cambios Respecto A La Monarquía

    En la práctica, lo único que
    desapareció fue la figura del rey.

    Para detentar su poder -lo que los romanos llamaban
    imperium-, aparecieron dos magistrados, los cónsules, que
    se elegían anualmente y que tenían poder de veto
    mutuo.

    No cambió el Senado, formado por miembros
    vitalicios y que, en la época anterior, se encargaban de
    aconsejar a los reyes.

    El tercer gran elemento constitucional, la Asamblea
    centuriada, surgida de la milicia romana y donde los ciudadanos
    ricos tenían voz y voto en los asuntos de estado, pudo
    haber existido ya en época real.

    En definitiva, la República sólo
    reforzó y acrecentó el carácter aristocrático del
    régimen, que era el reflejo de una organización
    social muy peculiar.

    En la base del sistema estaban las gentes, que eran
    grupos formados por el recuerdo de un antepasado común y
    de lazos de sangre.

    Las gentes eran más antiguas que la misma ciudad
    y cada uno de ellas tenía sus propios ritos religiosos y
    jurisdicción sobre sus miembros, que incluían a los
    descendientes del ancestro mítico y a sus clientes y
    dependientes.

    Al organizar la ciudad, los etruscos impusieron nuevas
    instituciones sobre el sustrato gentilicio, pero el liderazgo
    natural siguió recayendo en los cabezas de cada gens, que
    formaron el Senado y acapararon los cargos públicos y
    religiosos. (http://www.step.es)

    Sin embargo, Roma era demasiado débil para poder
    resistir las presiones etruscas y hubo de doblegarse a su poder.
    Los primeros tiempos de la República son muy
    difíciles, pero la ciudad sigue creciendo a gran ritmo y
    consigue agrandar su territorio a expensas de las aldeas vecinas
    hasta que años después, a mediados del siglo IV a.
    C. consigue su primer trofeo importante: la conquista de Veyes
    por Camilo. La cercana ciudad etrusca se convertiría
    así en la primera presa "extranjera" de Roma, aunque la
    alegría durará poco, ya que Camilo cayó en
    desgracia y fue desterrado (no sabemos bien por qué) y
    pocos años después, a finales del siglo IV a.C. los
    galos que habían invadido Italia saquean Roma, defendida
    por terraplenes y muros de juguete. En ese momento aparece
    Camilo, que viendo Roma ocupada alista en las poblaciones vecinas
    un ejército de rescate con el que consigue derrotar a los
    galos y hacerles huir. Tras la marcha de los galos, los romanos
    se pusieron manos a la obra, reconstruyeron su destruida ciudad y
    contrataron a ingenieros griegos que les construyeron las famosas
    murallas que la tradición atribuye erróneamente al
    rey Servio Tulio. Éstas serán las murallas que
    muchos años después impedirán que
    Aníbal gane la II Guerra Púnica. Mientras tanto,
    Camilo, de nuevo héroe nacional,  reformará
    radicalmente el ejército romano encuadrándolo en
    unidades llamadas "legiones".

    Tiempos de alianzas con otros vecinos y de guerras sin
    fin que ven como la pequeña ciudad crece a un ritmo
    imparable que asusta a sus vecinos y que forjan el
    carácter romano: reservado, desconfiado, austero,
    despiadado, una raza de hombres que dejan el arado para
    empuñar la lanza y volver nuevamente al arado sin
    descanso. Ellos no lo saben, pero aquellos hombres que combaten
    contra todos sus vecinos año tras año son la
    simiente de una raza de titanes que conquistará el mundo
    conocido paseando sus estandartes por tres continentes desde
    Escocia a Arabia, desde Gibraltar hasta Crimea. Son los tiempos
    en los que los plebeyos luchan por adquirir derechos políticos
    que los patricios no están dispuestos a otorgarles, pero
    que poco a poco, el pueblo consigue a base de tesón.
    Cuando Pirro, rey del Épiro y uno de los herederos de
    Alejandro
    Magno invade Italia nada parece poder frenar su formidable
    poder, pero una pequeña ciudad completamente desconocida
    llamada Roma le planta cara y envía a sus
    ejércitos, agrupados en unidades llamadas "legiones" a
    enfrentarse al coloso. Tras dos sangrientas batallas, Roma es
    vencida pero no derrotada y el rey Pirro, asombrado ante aquellos
    romanos que se lanzan contra él masacrando a parte de su
    ejército, tiene que retirarse de Italia: a pesar de haber
    ganado todas las batallas ha perdido la guerra. Es lo que hoy
    llamamos "victorias pírricas". Y Roma, que aunque pierde
    las batallas gana las guerras, como años después
    comprobará Aníbal, queda así como
    dueña de la parte sur de Italia. En un siglo será
    ya la dueña de toda Italia, venciendo a todos los pueblos
    italianos, convertida de la noche a la mañana en una
    superpotencia mundial y quedando así frente a frente a
    Cartago, a la que tras 120 años de terribles guerras
    conseguirá destruir y borrar de la Historia. De la
    africana Cartago Roma pasó a España,
    luego a Grecia y nuestro Julio César, que
    conquistará para ella la Galia, será el hombre que
    acabe con la República, ya un cadáver corrompido,
    para que su heredero Augusto siga su legado construyendo el
    Imperio. (http://www.historialago.com)

    El Imperio

    El Imperio Romano fue la genial idea de Julio
    César que su sobrino y heredero Augusto convirtió
    en realidad tras la guerra civil contra los asesinos de
    César. El Imperio, mucho menos agresivo militarmente que
    la República, se conformó con asegurar las
    conquistas republicanas. Los emperadores españoles Trajano
    y Adriano, a principios del
    siglo II d.C., consiguen las más altas cotas de esplendor
    de Roma con la máxima expansión territorial y el
    mayor apogeo cultural. Pero tras ellos se produce la lenta y
    agónica decadencia romana que traerá un sin fin de
    guerras civiles que acabarán por destruir todo su poder
    militar para acabar dividido en dos partes con la occidental
    finiquitada en 476 d.C.1.229 años habían pasado
    desde que Rómulo fundara la ciudad. Y 1.000 años
    más pasarían hasta que los turcos acabasen con los
    restos del Imperio Romano de Oriente cerrando la más
    gloriosa página jamás escrita por pueblo alguno.
    Una página de la Historia que permanece en la memoria de
    la Humanidad gracias al soberbio legado cultural que Roma nos
    dejó. (http://www.historialago.com)

    La sucesión de acontecimientos y
    transformaciones, de origen tanto interno como externo, que se
    aprecia en el seno de la sociedad
    romana durante los siglos III, IV y V después de Cristo,
    producirá desde el primer momento una crisis
    generalizada, que se manifiesta en todos los aspectos de la vida
    política, económica y social.

    Durante este periodo que conocemos como el Bajo Imperio,
    Hispanía se ve afectada exteriormente por las diversas
    invasiones de los pueblos bárbaros, ocasionando
    situaciones de inseguridad,
    agravadas internamente por las revueltas de carácter
    social, que protagonizarían las bandas armadas de los
    bagaudas.

    La situación descrita justificaría fuera
    de Hispanía la continuidad de líneas defensivas o
    limes; pero también en el interior, a lo largo del
    río Duero se creó, al parecer, otro núcleo
    protegido por tropas de frontera
    olimitanei. A esta población pertenecen las denominadas
    Necrópolis del Duero, que se ubican principalmente en los
    pasos naturales de los ríos o junto a las vías,
    como sucede en la provincia de Soria con las necrópolis de
    Suella cabras (junto aun castro fortificado de la misma
    época), próxima a la vía de Astúrica
    a Caesaraugusta, la de Aldea de San Esteban, cerca del cruce de
    la calzada que comunicaba con Tiermes, etc.

    Los tipos de enterramientos que se registran en estas
    necrópolis son variados, ya que a veces se excavan fosas
    en la tierra,
    otras se delimitan con lajas de piedras, ordenadas de forma
    rectangular, se utilizaban también ataúd, es de
    madera y, en
    fin, cualquier otra base o soporte funerario. Los ajuares que se
    inventarían en estas tumbas consisten en elementos de uso
    personal (caso
    de los cuchillos y broches de cinturón o piezas que
    pertenecían al atalaje del caballo, como frenos,
    pasadores, anillas, petrales, botones, faleras, etc.). En estas
    ocasiones, el mobiliario corresponde a los utensilios empleados
    en una profesión determinada, caso de los enterramientos
    en que se registran hoces, azadillas, azuelas, formones, garlopas
    y otros. Por último, se anotan en este tipo de tumbas
    piezas cerámicas, correspondientes a las producciones de
    cerámica pintada y de sigillata
    hispánica tardía.

    Durante el Bajo Imperio, la sociedad sufre un proceso de
    ruralización en detrimento de las ciudades,
    consolidándose los dominios y propiedades de los
    honestiores o grandes propietarios, frente a los humiliores,
    personas libres pero económicamente humildes. Esta
    polarización se debe, en parte, al debilitamiento de las
    oligarquías que formaban parte de la curia o senado
    municipal.

    La esclavitud va
    desapareciendo como fuerza de
    trabajo esencial y es reemplazada por gentes libres, que pasan a
    ser asalariados, realizando trabajos temporales, o colonos, que
    quedan adscritos a la tierra
    explotando parcelas, pero a cambio de ciertas prestaciones
    al dueño, como entregar parte de su producción o trabajar en las tierras de
    éste varias jornadas al año. En contrapartida, el
    propietario debe protección económica y
    jurídica. Los aspectos señalados están
    indicando características que fraguarán en la
    Edad Media
    consolidarán unas nuevas formas de sociedad.

    Los grandes propietarios abandonaban los centros urbanos
    dejando de contribuir al sostenimiento de los mismos, y se
    trasladaban a las mansiones rurales o villas, que existían
    desde finales del siglo II después de Cristo y que
    alcanzaban su máximo desarrollo en
    las centurias siguientes (III, IV, V).

    Buena muestra de estos conjuntos que,
    a veces son auténticas mansiones residenciales, son las
    excavadas en el territorio soriano, como Los Quintanares (Rioseco
    de Soria), la de Santervás de El Burgo, la de Cuevas de
    Soria, etc. Todas ellas se encontraban próximas a
    corrientes fluviales y a las calzadas. Su diseño
    arquitectónico responde al modelo de
    establecer diversas dependencias en torno a uno o
    varios patios, en cuyo centro suele existir una fuente y una
    superficie ajardinada (tal como puede comprobarse en la planta de
    Las Cuevas de Soria). La zona más noble, habitada por el
    dueño, disponía de lujosos mosaicos en el suelo, así
    como paredes ornadas con pinturas; similar tratamiento
    recibían la zona de los baños. El resto de las
    estancias, diferenciadas de las del dominio, albergarían a
    los colonos, siervos, así como talleres, almacenes,
    etc.

    En las excavaciones de estos conjuntos
    arquitectónicos se han inventariado, junto a los elementos
    constructivos, piezas de gran valor
    estético y económico, lo que demuestra el fuerte
    nivel adquisitivo que gozaban los propietarios de las villas bajo
    imperiales. Una muestra de esto son los diversos objetos hallados
    en la villa de Los Quintanares, de los que se ofrece una muestra
    selectiva en las vitrinas; destaca, entre otras piezas, la
    escultura del dios Saturno. ( http://www.dipsoria.com).

    A partir del siglo III después de Cristo,
    comienzan a establecerse unas nuevas formas de vida, tanto
    sociales como económicas, que influyen de manera
    importante en el desarrollo de toda la actividad del Imperio. Si,
    por un lado, la crisis imperial (en la que se suceden emperadores
    de manera continúa, elegidos por las legiones) es una
    buena muestra de la situación que se vive en las ciudades
    experimentan un cambio radical, de lugares abiertos pasan a
    amurallarse, perdiendo parte de su propio perímetro; a la
    vez, dejan de ser centros seguros,
    convirtiéndose el campo en el lugar en el que se buscar
    refugio. La vida ciudadana se va perdiendo, los oficios (sobre
    todo los de cargos públicos) desaparecen, no queriendo
    nadie acceder a ellos de manera voluntaria.

    Todo esto hace que el centro de la vida se traslade al
    campo, y en esas villas adquieren una importancia extraordinaria,
    convirtiéndose en verdaderos focos económicos y
    humanos. Las villas poseen un sistema económico
    autárquico, que les permite autoabastecerse, lo que no
    impide que existan importaciones de
    lujo para los grandes señores. Estos llegan a controlar no
    sólo un territorio importante, sino también
    contingentes humanos considerables; a la vez, se proveen, sobre
    todo en la zona del Valle del Duero, de sus propias tropas de
    protección y, también, dan cobijo a aquellos que lo
    solicitan, creándose unos lazos de dependencia que
    permitirán crear las bases que, posteriormente,
    desarrollarán el sistema feudal que imperará en la
    Alta Edad media europea. (http://www.dipsoria.com)

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