- Definamos
- Reflexionemos
- Escuchemos a
Epicuro - Preocupémonos por el
futuro - Esperando al
Mesías - La salvación de la
especie humana - Concluyamos
- Bibliografía
- Apéndices
El presente libro es una
recopilación de datos
bibliográficos y de trabajos de investigación desarrollados por el autor a
lo largo de estos últimos años. El autor se puso
como objetivo
escribir una obra que relate de manera amena un tema sumamente
complicado como lo es el Cambio Climático. Se basó
para ello, en su experiencia de haber trabajado en
investigación, docencia y por
sobre todo como técnico de su país en los procesos de
análisis para la implementación de
la Convención Marco de Cambio Climático y Protocolo de
Kyoto en los sectores científico-tecnológicos, con
especial interés en
el forestal.
En el libro se establece un desarrollo que
parte con la búsqueda de interpretar qué es el
Cambio Climático y cuáles son sus consecuencias
para las especies y por ende para el Hombre.
Esta búsqueda implica recorrer en el Tiempo la
historia natural
y las causas y los efectos del Cambio Climático en las
distintas épocas geológicas, pudiendo así
entender el presente y extrapolar nuestra comprensión
hacia el futuro.
Para afirmar y proponer nuestro destino como especie, el
autor dispone a los lectores de mucha información ordenada y de una teoría
del origen de las especies influenciada por el Cambio
Climático. Para ello, introduce un trabajo de
investigación que ha realizado durante estos
últimos 15 años y donde demuestra en un grupo de
plantas
cómo evolucionaron producto del
Cambio Climático y del movimiento de
las placas
tectónicas.
La obra también cuenta con un capítulo
completo de medidas que servirán para mitigar y detener en
parte la producción de Gases de
Efecto
Invernadero que son los causantes aparentes están de
la variación climática actual.
¿Qué se entiende por Cambio
Climático?
Antes de sentarme y comenzar a escribir el presente
libro tuve que adecuar el ambiente
optimizando diversas variables para
estar inspirado y cómodo. En primer lugar, ubiqué
mi escritorio frente al ventanal de la casa donde la luz del sol
ingresa difusamente luego de reflejarse en un verde jardín
cuyas plantas he cultivado por muchos años. No sólo
me preocupé por la luz, sino que tomé los recaudos
para disponer de una brisa fresca y oxigenada proveniente de las
hojas que realizan la fotosíntesis, fuente de vida.
Todos estos cambios me han favorecido y me permiten
comenzar a encontrar en mí las palabras que expresa mi
conciencia. Todos
los seres vivos buscan optimizar las variables con el objeto de
producir los actos vitales que representan su esencia.
Parece sencillo definir los cambios siempre que
dominamos el Tiempo, como fue en el caso de mi presencia ante el
papel vacío, carente de sentido, donde comencé a
volcar mi esencia, la razón, gracias al dominio de
variables manipuladas para la brevedad consciente. Pero cuando
pienso en el Cambio Climático caigo en la
desesperación de no poder dominar
el Tiempo y debo confiar en la intuición deductiva que
extrapola mediciones a un Futuro repleto de variables imposibles
de cuantificar. Por tanto, verán que mi definición
del Cambio Climático es un producto sumamente incierto de
la humanidad toda.
Ustedes me acompañarán en un viaje sin
Tiempo y tendrán que aceptarme como guía hasta la
última página del libro.
Los dejaré pensando y espero que para ello se
sienten frente a algún ventanal donde la luz ingrese
mimetizada por los colores
reflejados de plantas que han cuidado y que les brindan brisas
frescas de aire
puro.
Pese a la imposibilidad de definir el Cambio
Climático, debo hacerlo con el fin de saber hacia donde
vamos y qué sucesos acontecerán en una Tierra rica de
vida adaptada a un medio cuyas condiciones son óptimas
para expresar sus esencias que enmarcan la diversidad
biológica.
Los términos Cambio Climático y
Calentamiento Global quieren expresar el aumento de la temperatura en
la superficie terrestre causado por el incremento del Efecto
Invernadero que provoca la acción
del Hombre.
El Convenio Marco sobre Cambio Climático de las
Naciones Unidas (1992) define al Cambio Climático como una
modificación del clima atribuida
directa o indirectamente a la actividad humana que altera la
composición de la atmósfera mundial y
que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante
períodos de tiempo comparables.
De la definición podemos interpretar que el
cambio climático es producto de nuestra esencia. El Hombre
a través de sus actividades altera la composición
de la atmósfera lo cual produce cambios que persisten en
el tiempo. Evidentemente la palabra que designa tales cambios es
Variación. El Cambio Climático es una
variación que persiste durante décadas. Teniendo en
cuenta que esto es reversible y los elementos podrían
retornar a su valor
original, siempre y cuando, el Hombre cambie sus actividades,
tendríamos lo que se denomina Fluctuación
Climática. Resumiendo, el Hombre probablemente produzca un
Cambio Climático, debido a sus actividades que han
modificado la atmósfera terrestre al aumentar la
concentración de dióxido de carbono (CO2)
y otros gases de efecto invernadero (ver Anexo A del Protocolo de
Kyoto). Si la especie humana no modifica esta tendencia no
podrá revertir la situación y no habrá
Fluctuación Climática.
De todo esto podemos asegurar lo que hicimos como
especie, el aumento de la concentración de Gases Efecto
Invernadero (GEIs), pero no sabemos a ciencia
cierta, cuáles serán los sucesos de dicha causa.
Podemos sacar conjeturas, pero estamos atrapados por la
incertidumbre del tiempo y de las variables indefinidas. En
referencia al párrafo
anterior el Artículo 3 del Convenio sobre Cambio
Climático expresa que: "los países deberían
tomar medidas de precaución para prever, prevenir o
reducir al mínimo las causas del cambio climático y
mitigar sus efectos adversos. Cuando haya amenaza de daño
grave o irreversible, no debería utilizarse la falta de
total certidumbre científica como razón para
proponer tales medidas, teniendo en cuenta que las políticas
y medidas para hacer frente al cambio climático
deberían ser eficaces en función de
los costos a fin de
asegurar beneficios mundiales al menor costo
posible".
Hemos definido el Cambio Climático como algo que
pasará, sin saber las consecuencias o efectos, y
probablemente ninguno de nosotros podrá verificar el
cambio por razones de Tiempo.
El CO2 se encuentra naturalmente en la atmósfera,
pero en el transcurso de los últimos 53 años su
cantidad ha aumentado, debido a la quema de combustibles
fósiles para obtener energía, y a la deforestación y destrucción de los
bosques. Este gas es importante
para la vida, porque define la temperatura promedio de la Tierra, al
absorber la radiación
infrarroja del sol. Sin embargo, si los niveles de CO2
continúan aumentando en la atmósfera, se
elevará la temperatura del planeta, acarreando cambios en
el clima, en los vientos y en las corrientes marinas.
Como se ha dicho, nadie sabe con certeza qué
ocurrirá al incrementarse los GEIs. Los científicos
han elaborado modelos de
computadora
para intentar predecir si el calentamiento
global se producirá, pero existe un gran número
de interrogantes al respecto: por ejemplo ¿cómo se
afectará la dinámica de los océanos?,
¿qué tipo de alteraciones climáticas
producirá la conducta de las
nubes?, ¿cuál será la respuesta de la
biodiversidad
a los cambios y qué influencia tendrá ésta
en el clima?. Aunque estos efectos no se conocen, podemos
imaginar que traerán aparejado modificaciones en la
salud, en la
agricultura,
en los bosques, en los océanos y en todos los ecosistemas.
De todo esto hablaremos en el transcurso de nuestro viaje
imaginario al centro mismo del cambio que es nuestra
esencia.
Este libro pretende comprender el Cambio
Climático desde nosotros mismos como causa y efecto de la
existencia humana. A veces siento que estamos chapoteando en un
mar infinito de realidades encontradas que intentan definir lo
indefinible y me muestran el límite de lo humano sobre lo
humano mismo. Un tema como el Cambio Climático que tanto
da de que hablar y tan poco da para definir, se transforma en el
principio y fin de la especie humana.
Los invito a reflexionar sobre lo que conocemos de los
GEIs y a poder interpretar las causas y los efectos del Cambio
Climático.
A los efectos de tener los documentos de
análisis se adjuntan al final del libro la
"Convención Marco de las naciones Unidas
sobre el Cambio Climático" y el "Protocolo de Kyoto, a
modo de Apéndices.
¿Qué sabemos sobre los Gases Efecto
Invernadero (GEIs)?
El CO2, el vapor de agua (H2O), el
metano (CH4)
junto a otros GEIs forman parte de la atmósfera. Los GEIs
tienen la particularidad de absorber radiación infrarroja
(calor) del sol
que emite la Tierra por refracción, por lo cual se evita
perder gran parte de dicha energía hacia el espacio. Este
fenómeno recibe el nombre de Efecto Invernadero y los
gases con dicha propiedad
GEIs.
La energía
solar que recibe la Tierra sobre la superficie es similar a
300 W/m2 en el momento que las radiaciones impactan sobre la
superficie. Un tercio de dicha energía regresa al espacio
y el resto sirve para calentar la Tierra y como combustible del
sistema
climático. La presencia de los GEIs en la atmósfera
es imprescindible para que existan las condiciones de vida
actuales. Si faltaran sería imposible la vida, ya que la
temperatura media global de la atmósfera en la superficie
terrestre descendería de 15° a -18° C.
La atmósfera está constituida por una
mezcla de gases cuya composición, como veremos en el
Capítulo 3, es el resultado de la interrelación de
los elementos gaseosos de la primitiva nebulosa solar con las
emanaciones procedentes del Manto terrestre, con las rocas de la
corteza, con el océano y con la biosfera a lo
largo de la historia de la Tierra.
La actual atmósfera tiene por tanto una
composición muy distinta a la existente en un principio y
en los distintos tiempos geológicos. La misma es el
resultado de un lento proceso
evolutivo hasta alcanzar la situación de equilibrio
actual.
La composición del aire no es constante ni en el
tiempo ni en el espacio, pudiendo variar por cambios en las
concentraciones de algunos componentes, como es el caso del vapor
de agua, los aerosoles o partículas en suspensión y
el CO2 por una alteración natural, como la erupción
de un volcán o por consecuencias antrópicas como la
deforestación o la quema de combustible fósiles.
Prescindiendo de estos cambios, la composición de la
atmósfera es prácticamente constante hasta la
altura de 80 km por arriba de la superficie terrestre (ver Tabla
1).
Tabla 1. Principales componentes de la
atmósfera.
Para ver la tabla seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Tanto el N2, como el O2 que constituyen el 99%, siendo
importantes en los procesos biológicos junto con los gases
ideales, no tienen gran relieve en el
desarrollo de fenómenos atmosféricos. En cambio, el
CO2, el CH4 y el vapor de H2O juegan un rol muy importante en los
procesos atmosféricos a pesar de ser sumamente
escasos.
Mediciones de los GEIs efectuadas a partir de la
revolución
industrial hasta nuestros días demuestran que éstos
han aumentado significativamente producto del creciente uso de
los combustibles fósiles y el mal uso del suelo y los
bosques. La concentración de CO2 en la atmósfera a
partir de 1850 aumentó en un 0,3 % por año.
Evidentemente que la quema de combustible fósil y la
deforestación en estos últimos 153 años, son
las causas principales del aumento de los GEIs en la
atmósfera. El CO2 aumentó un 30 % y el CH4
más del doble, producto de la acción
antropogénica. Es de suponer por lo expuesto que el
aumento de los GEIs producirá un aumento de la temperatura
y por ende una inestabilidad del sistema climático global,
perjudicando las condiciones de vida en el planeta. Este efecto
dominó que se presume ha comenzado no es sencillo de
demostrar por la gran cantidad de variables que hay que tener en
cuenta en el desarrollo del proceso, tales como, los
océanos, el ciclo del agua,
los ciclos biogeoquímicos, la dinámica
geológica y astrofísica, entre otros. Este proceso
denominado Calentamiento Global es comparable al que
existió en otras épocas geológicas donde el
CO2 era elevado y fue modificado por la aparición de una
abundante biomasa vegetal que actuó como sumidero
reduciendo los GEIs. En todas las Eras
Geológicas existió un proceso de Cambio
Climático que favoreció la aparición de
nuevas especies y a su vez trajeron la extinción a otras.
Hasta sería pertinente decir que el Hombre es producto de
estos cambios.
¿Cuáles son las causas y los efectos
del Cambio Climático?
El Calentamiento Global actual probablemente sea
consecuencia de los 7000 millones de toneladas (tn) de CO2 que el
Hombre está liberando y que se suman a los 750 mil
millones de tn existentes en la atmósfera. Aunque gran
parte del CO2 liberado a la atmósfera entra en los ciclos
naturales de este gas, siendo consumido por las plantas o
disuelto en las aguas oceánicas, alrededor del 50%
permanece en la atmósfera. Esto ha conducido a un aumento
en este período post-industrial de 315 a 340 partes por
millón (ppm) de CO2 y todas las previsiones apuntan a un
incremento más notable para los próximos 20
años. Las consecuencias de este aumento son
difíciles de prever, pero el ritmo actual de ascenso del
consumo de
combustibles fósiles y la tala de los bosques, vislumbran
una duplicación de la concentración de CO2
atmosférico en los próximos 100 años, y
considerando la variación de este factor aislado, supone
un incremento de la temperatura media anual en 2 a 3,5° C
siendo mayor en los polos (5° C). Esto provocará
cambios en la circulación atmosférica y
oceánica, en el nivel de los mares, en la intensidad y
distribución de las precipitaciones y en el
volumen de los
Hielos. Dichos cambios seguramente no serán
homogéneos en todo el orbe, respondiendo a
particularidades regionales y estacionales.
Los océanos cubren el 70 % de la superficie
terrestre, siendo la principal fuente de vapor de agua en la
atmósfera. Asimismo, almacenan calor y lo transportan
miles de kilómetros a través de las corrientes
marinas. El Calentamiento Global podrá producir un aumento
de la evaporación y por lo tanto un aumento de la
nubosidad. Las nubes se comportarán de manera
contradictoria respecto del calentamiento global porque
enfriarán a la Tierra absorbiendo la energía
procedente del sol y la calentarán atrapando el calor que
emana de su superficie. La formación de nubes se ve
favorecida por la producción industrial de aerosoles
(humos y sulfatos) que hace que se condense agua en
pequeñas gotas. La U.S. National Oceanic and
Atmospheric Administration (NOAA) calcula que durante el
siglo XX los aerosoles redujeron el nivel de calentamiento en un
20% (Norverto, C. A. 1997).
Otros parámetros que habrá que tener en
cuenta es el hielo y la nieve que ocupan extensiones blancas y
brillantes sobre la superficie terrestre actuando como espejos
que reflejan las radiaciones solares hacia el espacio enfriando
así el planeta. Un aumento de la temperatura
derretirá estas grandes áreas aumentando el nivel
de los mares y restándole calor al mismo pero a su vez se
reducirá el reflejo de la radiación al espacio
exterior. Actualmente un 10% del casquete polar del hemisferio
norte y otro tanto del hemisferio sur se han perdido por el
aumento de la temperatura. También repercuten en el clima
la topografía y el uso del suelo, se conoce
muy bien que las cordilleras bloquean las nubes y crean sombras
secas en la dirección del viento, que los terrenos en
declive permiten mayor escurrimiento de agua lo que produce mayor
sequedad de la atmósfera. En referencia al uso del suelo
se sabe que las selvas fijan carbono, pero la
deforestación para la práctica de la ganadería
y otras actividades agrícolas es una fuente de metano y de
CO2 respectivamente, conjuntamente con otros GEIs.
Para poder comprender el comportamiento
del clima habría que tener en cuenta todos estos factores
y la interacción que existe entre ellos
recreando distintos escenarios. Los posibles escenarios de cambio
climático son evaluados a través de modelos
climáticos globales (MCG) que analizan
matemáticamente los procesos físicos y sus
interacciones entre la atmósfera, hidrosfera, litosfera y
biosfera.
El Intergovernamental Panel on Climate Chage (IPCC) ha
elaborado seis escenarios globales posibles que describió
en sus documentos (IPCC, 1992; 1996). El documento IS92 considera
como escenario global intermedio al que predice una existencia
del doble de CO2 atmosférico hacia el año 2050, por
lo cual la temperatura aumentará en 2° C. Estos dos
últimos años han estado
marcados por acontecimientos extremos: temperaturas elevadas sin
precedentes a escala mundial,
inundaciones desvastadoras y agudas sequías, un
sinúmero de incendios
forestales y fuertes tormentas de hielo.
Indudablemente los impactos producidos sobre el medio ambiente
son de difícil solución y necesitan ser vistos en
su conjunto. Al respecto los bosques y las plantaciones
forestales se los considera cada vez más por sus servicios
sociales y ambientales que prestan como ser: mitigación
del cambio climático mundial, conservación de los
recursos de
suelos y aguas,
efectos favorables sobre los sistemas
agrícolas, conservación de la biodiversidad, mejora
de las condiciones de vida en los núcleos urbanos y
periurbanos, protección del patrimonio
natural y cultural.
Capítulo
3: ESCUCHEMOS A EPICURO.
Pasado, Presente y Futuro.
Nos encontramos en una situación de
incertidumbre, por la difícil resolución del
problema. Hasta ahora por lo andado sabemos que el Cambio
Climático estaría produciéndose por un
aumento de la concentración de GEIs. Este fenómeno
se produce en mayor medida a partir de la revolución
industrial, pero se inició con la aparición del
Hombre sobre la Tierra. Conocemos que en el pasado hubo otros
cambios climáticos producto de las variaciones de los GEIs
y tenemos registros de
cómo afectaron a la biodiversidad. Estos hechos nos llevan
a reflexionar que nos puede pasar lo mismo como especie, y ante
el miedo de la extinción buscamos soluciones
para revertir el Cambio Climático. Ante la duda, las
evidencias y
las proyecciones imperfectas, tomamos medidas exclamativas por el
temor al futuro, pero poco efectivas. Deseaba compartir con
ustedes un texto de
Epicuro que pertenece a la Carta a
Meneceo (García Gual, C., 2001), donde él narra la
naturaleza
humana frente a la vida y el ansia de inmortalidad que
abrigan todos sus actos. Los consejos propuestos por Epicuro
podrían guiarnos a lograr una salida a tremendo destino:
"acostúmbrate a pensar que la muerte nada
es para nosotros, porque todo bien y todo mal residen en la
sensación y la muerte es
privación de los sentidos. Por
lo cual el recto conocimiento
de que la muerte nada es para nosotros hace dichosa la mortalidad
de la vida, no porque añada una temporalidad infinita sino
porque elimina el ansia de inmortalidad. Nada terrible hay en
efecto, en el vivir para quien ha comprendido realmente que nada
terrible hay en el no vivir. De suerte que es necio quien dice
temer a la muerte, no porque cuando se presente haga sufrir, sino
porque hace sufrir en su demora. En efecto aquello que con su
presencia no perturba, en vano aflige con su espera. Así
pues, el más terrible de los males, la muerte, nada es
para nosotros, porque cuando nosotros somos, la muerte no
está presente, y cuando la muerte está presente ya
no somos nosotros".
La incertidumbre del futuro produce en nuestra
civilización un sufrir la demora de la extinción.
Sabemos que estamos en camino de padecerla y reaccionamos como
Epicuro dice en otro párrafo: "pero la mayoría unas
veces huye de la muerte como del mayor mal y otras veces la
prefiere como descanso de las miserias de la vida". Nuestra
elección no debería ser ninguno de los dos caminos
antes mencionados. El desprendernos de dichas contingencias de la
vida es el desafío.
No deberíamos rehusar de la vida ni temerle a la
extinción, pues ni el vivir es una carga ni el morir es un
mal. Respecto al tiempo habría que elegir no el más
duradero sino el que más se disfruta. Me niego a aceptar
la actual definición de desarrollo
sustentable que prevé un disfrute para las
próximas generaciones. Creo que el desarrollo de lo
agradable a nivel ambiental se debe hacer hoy sin pensar en un
futuro duradero, donde no se define el Tiempo. El hoy es cambio,
el mañana es producto del cambio. ¿Qué es el
Tiempo? Hay muchas tesis o
afirmaciones filosóficas: ¡el Tiempo es presente!,
¡el Tiempo es eternidad!, ¡el Tiempo es el ser!,
¡el Tiempo es la materia!,
¡el Tiempo es la necesidad!, ¡el Tiempo es
devenir!.
Antes de desarrollar el Cambio Climático en el
Tiempo, desearía compartir mi pensamiento
acerca del Tiempo, ya que todo este libro gira alrededor de este
pensamiento. Parto de la
afirmación de que todo es presente, todo es cambiante,
puesto que el presente, es siempre nuevo, el devenir es el sujeto
del Tiempo y su única realidad. Por eso somos porque
cambiamos. Nada es sin cambiar, ni cambiar sin ser. Somos un
momento del devenir. El ser es Tiempo, por tanto, el ser es
devenir. No somos rectas, somos círculos, porque el
devenir, el cambio supone el Tiempo. El presente es cambio, el
futuro es cambio, el pasado fue cambio. Hoy podemos hacer,
devenir, cambiar, de manera que no por miedo al cambio sino por
el cambio en las acciones, a
los efectos de sustentar nuestra felicidad hoy. El Hombre como
todo ser cambia, pero este devenir debe estar guiado por los valores
más sublimes de la naturaleza
humana. El amor debe
ser el motor del cambio.
El Tiempo fluye y la acción es hoy. Seamos felices
nosotros evitando la perpetuidad sin calidad.
La Tierra tiene aproximadamente 4600 millones de
años. Durante los primeros mil millones de años la
evolución fue exclusivamente química. Hace 3500
millones de años apareció la vida en el primitivo
océano, siendo bacterias con
clorofila y anaeróbicas. Este último detalle se
supone por la ausencia de oxígeno
(O2) que presentaba la atmósfera precámbrica (ver
cuadro 2).
CUADRO 2
Para ver el cuadro seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Durante los primeros 2000 millones de años de la
Historia de Vida, las Cianobacterias (algas azules) dominaron la
Tierra. La fermentación (respiración anaeróbica) produce
alcohol y gas
carbónico. A su vez la clorofila permite producir los
azucares a través del proceso denominado fotosíntesis. Esto nos permite imaginar la
situación siguiente: bacterias anaeróbicas, capaces
de vivir sin O2, nutriéndose de los azúcares de la
sopa primitiva, producto de la fotosíntesis. Esta también produce
un desecho, el O2 que se acumula en el agua del
mar y en la atmósfera.
Más tarde, algunas células
mutan, pierden su clorofila y al consumir el O2 que hay en la
atmósfera y el H2O, desarrollan la respiración
aeróbica.
Hace 1500 millones de años aparecieron
células con núcleo (pasamos de las procariotas a
las eucariotas). Ignoramos cómo se produjo tal
fenómeno. Hay teorías
que explican el suceso pero que evidentemente superan las
expectativas del presente libro.
Este paso fue fundamental en el desarrollo y cambio
organizacional. Rápidamente estas células
eucariotas tenían capacidad sexual, los cromosomas
estaban reagrupados en núcleo, protegidos por una membrana
y tenían a su alrededor un citoplasma que sintetizaba
azúcares a partir de la fotosíntesis. Había
células aeróbicas y anaeróbicas. Las
eucariotas también comenzaron a agruparse y a cooperar,
formando colonias y avanzaron hasta dividir funciones y a
organizarse como pluricelulares. Estos seres vivos se
diferenciaron en animales y
vegetales hace 1000 millones de años.
Estamos aún en el Precámbrico, la primera
de las eras geológicas, los gases que las envolvían
fueron cambiando. La atmósfera se modificó. Las
algas con su constante producción de O2 hicieron cambiar
la trayectoria de una atmósfera gris, opaca, compuesta de
CO2, nitrógeno, agua y algo de metano y amoníaco.
El gas carbónico, al absorber la radiación solar,
provocaba un efecto invernadero, mantenía a la temperatura
elevada a tal punto que el agua estaba en forma de vapor.
Después al combinarse con óxido de calcio para
producir caliza, el carbónico disminuyó,
bajó la temperatura, hasta que el agua se condensó
en forma de lluvia. Las tormentas fueron verdaderos diluvios, el
volumen de los océanos primitivos aumentó y la vida
se diversificó. El fenómeno climático de los
cambios que se generaron en la atmósfera, fueron recreados
por la vida imperante en ese tiempo y espacio.
El O2 producido por la fotosíntesis se fue
acumulando en la atmósfera y bajo el efecto de la
radiación solar elaboró ozono, que
constituyó una capa protectora a los seres vivos de las
radiaciones ultravioletas provenientes del mismo sol. Por otra
parte, el O2 al descomponer la luz solar, daría desde
entonces al cielo el color azul que
conocemos. Asimismo, el verde del mar es por el plancton
clorofílico. Debemos el color del paisaje entonces a la
clorofila. Hace 570 millones de años las plantas
terrestres y los vertebrados surgen gracias a las condiciones
imperantes en la atmósfera.
Evidentemente existieron factores que modificaron la
distribución de las especies. Los mismos fueron, son y
serán tres:
- Históricos: tectónica de placas y
cambio climático. - Evolutivos: competencia y
predación. - Biológicos: caracterología de la
especie y potencial de dispersión.
De ahora en adelante me limitaré a ejemplificar
con los vegetales, porque soy Botánico y por ende es lo
que más conocimiento tengo.
En el Paleozoico temprano, Gondwana era un continente
compuesto por: Sudamérica, Africa, Antártida, Australia, India, Arabia
y partes pequeñas de Medio Oriente.
En el Carbonífero, hace 320 millones de
años, Gondwana se juntó con el otro continente,
Laurasia, compuesto por Norteamérica, Groelandia y
Asia, y
formó el gran continente de Pangea. Hace alrededor de 200
millones de años, el supercontinente Pangea se
empezó a fragmentar. Antes de este proceso, la flora de
Gondwana era cosmoplita y estaba compuesta de Gimnospermas,
Helechos y Cicadáceas. Pero en el Cretácico esta
flora fue sobrepasada por las Angiospermas que aparecieron y se
expandieron.
La separación de Pangea, hace 100 millones de
años, coincidió con la evolución, de las
Angiospermas por lo cual tuvo una gran influencia en la migración
y dispersión de estas plantas y en el desarrollo de los
linajes.
El segundo cambio climático que se puede destacar
fue el que existió hace 90 millones de años. Fue el
período más caliente de la Tierra luego de la
aparición de la vida. El Ecuador
presentaba 6˚ C más que en la actualidad, por tal
motivo la flora se desarrolló en latitudes muy
altas.
Posteriormente se dieron las condiciones para que la
flora migrara al Ecuador, donde el promedio de temperatura
disminuyó.
El tercer momento de cambio climático se
evidenció hace 55-50 millones de años y se
considera el más cálido del Cenozoico. Muchos los
comparan con lo que pasa hoy y lo que podría pasar en el
futuro respecto al efecto invernadero. Los niveles de CO2 en el
Cretácico rondaban los 2000-3000 ppm. En el inicio del
Cretácico las temperaturas eran altas y fueron
disminuyendo en el Cenozoico. Los descensos de los GEIs producto
del aumento de biomasa (bosques), se produjeron en tres etapas.
El primer descenso de la temperatura apareció hace 33
millones de años lo que produjo el congelamiento por
primera vez de la Antártida. El segundo episodio se
vislumbró hace 12 millones de años, cuando por el
descenso de la temperatura aumentó la capa de Hielo de la
Antártida y se crearon las condiciones de
circulación atmosférica y de las corrientes marinas
actuales. Por último la Tierra ingresó hace 3,2
millones de años en las glaciaciones donde se expandieron
los glaciares interactuando edades de Hielo y etapas
interglaciares.
Desde ya que en estos grandes cambios hubo extinciones
de las especies sumamente importantes.
La enseñanza que podemos sacar del pasado es
que los cambios climáticos son una consecuencia de muchos
factores que influyen en los procesos biogeoquímicos. Las
especies pueden modificar la atmósfera en tiempos
geológicos largos. Las actividades geológicas
forman parte de esos cambios acelerando los procesos o viceversa.
La probabilística de un asteroide también es
potencialmente aceptable como condición de cambio
climático, muchos entendidos describen la
desaparición de los dinosaurios
por este hecho.
Ahora la pregunta es ¿qué nos cabe hacer
hoy para revertir el cambio climático
pronosticado?
En el tiempo está la respuesta
Deseo compartir con los lectores mi teoría sobre
la evolución de las especies determinada por el cambio
climático. La misma fue basada en trabajos de
investigación que realicé a lo largo de mi vida y
los fundamentos están desarrollados de una manera compleja
por la especialización científica sobre la que se
realizó. Por tal motivo pido disculpas a aquellos que no
estén familiarizados con el lenguaje
técnico. Igualmente al leerlo tendrán la
posibilidad de comprender la importancia que tiene el Cambio
Climático en la aparición y desaparición de
las especies. Esta parte del libro es esencial para que
comprendan el mensaje que deseo transmitirles a todos ustedes. Si
no tomamos conciencia de la trascendencia del cambio estamos a
merced del cambio.
Durante estos últimos 15 años he
investigado la anatomía de las
Santalaceae (un grupo de vegetales) con el objeto de interpretar
la relación que existe entre el desmembramiento del
continente de Gondwana, el cambio climático y la
evolución del xilema secundario. La diversidad estructural
concerniente a la anatomía de la madera de los
géneros Acanthosyris Grieb., Cervantesia
Ruiz et Pav., Colpoon Bergins, Eucarya T.L.Mitch.,
Exocarpus Labill., Fusanus L., Leptomeria
R.Br., Myoschilos Ruiz et Pavón, Osyris L.,
Pyrularia Michx., Santalum L. y Scleropyrum
Arn. pertenecientes a la familia
Santalaceae, es el resultado de cambios evolutivos que se han ido
produciendo al adaptarse a diversos hábitats (Carlquist,
Sh., 1988). Asimismo, el cambio climático ha producido
adaptaciones de los rasgos anatómicos del leño de
las Santalaceae con el fin de disponer de humedad, y regular la
conducción de la savia a través de los
vasos.
Las Santalaceae constan de 30 géneros con
aproximadamente 400 especies de árboles, arbustos e hierbas
semiparásitas, que están distribuidas en regiones
tropicales y templadas de ambos hemisferios. Acanthosyris
es un pequeño género con
tres especies. Dos de ellas, A. falcata Griseb. y
A. spinescens (Mart. et Eichler) Griseb. son
indígenas de Argentina, la otra A. glabrata
está confinada a Ecuador y Colombia. Cervantesia es un género
pequeño con solo cuatro especies andinas. Colpoon
es un género monotípico representado por C.
compressum de Sudáfrica. Eucarya está
conformado por cuatro especies que habitan el sur y el este de
Australia. En el caso de Exocarpus se reconocen 26
especies distribuidas en Indochina, Malasia, Australia y el
Pacífico (Hawaii). Iodina es un género
monotípico representado por I. rhombifolia (Hook. et Arn.)
Reissek, muy común en Argentina, Brasil, Uruguay,
Paraguay y
Bolivia.
Leptomeria presenta 15 especies dispersas en Australia y
Tasmania.
Myoschilos oblongum arbusto
forrajero de Patagonia.
Osyris está representada por 6 a 7 especies que
habitan en el Mediterráneo, África e India.
Pyrularia tiene 4 especies distribuidas en el Himalaya,
China y
sudeste de Estados Unidos.
Santalum tiene el mayor número de especies y se
distribuye en la región Indomalaya y Australia.
Por último Scleropyrum con 6 especies
distribuidas en Indomalasia.
A través del estudio de la madera se buscó
comprobar las relaciones de similitud que hay entre las especies
y la relación de su distribución
fitogeográfica para definir su adaptación a los
distintos tipos de climas y a la deriva de las placas
tectónicas. La adaptación al clima y sus relaciones
filogenéticas pudieron determinar que las especies
evolucionan por los cambios climáticos. Las Santalaceae es
un taxon clave para dicho análisis por presentar una
diversidad estructural difícil de interpretar.
Materiales y métodos
que fueron utilizados para la investigación
Los ejemplares de madera fueron recibidos en condiciones
secas de las colecciones xilológicas más
importantes del mundo. Se hirvieron en agua y se colocaron en
alcohol etílico al 50%. Después fueron ablandados
en "etylenediamine" (Kukachka, 1977).
Los cortes se realizaron con micrótomo de
deslizamiento. Algunos fueron coloreados con safranina –
"fast-green" y montados en preparados permanentes. Otros fueron
secados entre portaobjetos limpios y examinados con el microscopio
electrónico de barrido ISI WB – 6, después de
ser metalizados con oro en un
evaporador al vacío. Los macerados se obtuvieron con el
método de
Jeffrey (1917) y se tiñeron con la combinación
safranina- "fast-green".
El fenograma de 256 caracteres para 32 Operational
Taxonomic Unit (OTUs) del estudio (Sneath y Sokal, 1973) de
Santalaceae se obtuvo por el método del ligamiento
promedio a base de la matriz de
similitud del coeficiente de correlaciones entre
caracteres.(Crisci, J.V. et al., 1983).
Todos los datos cuantitativos se basan en 25 medidas por
característica. La terminología seguida es la de
IAWA Comité de Nomenclatura
(1964).
La procedencia geográfica de los
especímenes es de todo el mundo y fue recolectada por los
herbarios de los Estados Unidos y Argentina, a quienes mucho
agradezco.
Observaciones realizadas
Anillos de crecimiento ausentes o poco visibles. En
Osyris abyssinica, O. alba y
Pyrularia pubera los anillos están bien
demarcados.
Leño de porosidad difusa. Myoschilos
oblongum, O. abyssinica y O.
alba presentan porosidad circular al igual que P.
pubera. Eucarya spicata se diferencia del
resto por tener porosidad semicircular.
Vasos exclusivamente solitarios, a veces agrupados en
series radiales cortas de 2 a 4 células, largas de
más de 4 células, y en racimos; ordenados de manera
radial, tangencial o diagonal, excepto Fusanus
cunninghamiana, Iodina rhombifolia,
Myoschilos oblongum y el género
Pyrularia que se caracterizan por presentar ordenamiento
dendrítico; contorno vasal circular u oval, a veces
angular. Placas de perforación simples siendo en algunos
casos orladas; tabiques dispuestos de muy oblicuos a
horizontales. Puntuaciones intervasculares opuestas a alternas;
de 4 a 10 µm de diámetro; con aperturas inclusas,
siendo a veces coalescentes.
Puntuaciones vasoradiales con aréolas visibles,
similares a las puntuaciones intervasculares, de 2 medidas en la
misma célula
radial. El género Pyrularia presenta puntuaciones
vasoradiales con aréolas muy reducidas aparentando ser
simples. En el caso de Leptomeria billardieri las
puntuaciones son compuestas unilateralmente y grandes (mayores de
10 µm de diámetro).
Elementos de vaso Acanthosyris, Iodina
rhombifolia, Cervantesia tomentosa,
Coploon compressum, F.
cunninghamiana, Myoschilos oblongum,
Osyris alba, O. quadripetala,
Santalum album, S. austro-caledonium,
S. haleakalae, S. wallichianum y
Scleropyrum wallichianum, y Pyrularia
pubera. Algunas especies del género
Acanthosyirs, Iodina rhombifolia,
Myoschilos oblongum, Santalum y
Scleropyrum tienen engrosamientos espiralados sin
ornamentaciones. Apéndices vasculares pueden estar
presentes o ausentes. Diámtero tangencial medio del lumen
de los vasos es de 50 µm a 100 µm. Tilosis presente
en especies de los géneros Acanthosyirs,
Colpoon, Eucarya, Exocarpus, Fusanus,
Osyris y Santalum. Rango de vasos por
mm2 es de 20 a 100 y la longitud media de los
elementos de vaso es menor a 350 µm.
Traqueidas presentes en todas las especies analizadas
excepto en Cervantesia tomentosa, y
Pyrularia edulis y P.
pubera.
El tejido fibroso está constituido por fibras
libriformes sin septos; de paredes finas a gruesas, de longitud
media, menor a 900 µm.
El parénquima axial es principalmente apotraqueal
difuso y paratraqueal escaso. Algunas especies de
Exocarpus, Santalum y Scleropyrum presentan
parénquima axial difuso en agregados. En el caso de
Acanthosyris glabrata, C. tomentosa y
F. cunninghamiana el parénquima axial es
bandeado de 2 a 4 (5) células parenquimáticas
axiales por hilera. Algunas especies Cervantesia,
Exocarpus, Osyris, Santalum y
Scleropyrum tienen células parenquimáticas
disyuntas.
Generalmente el sistema radial está formado por
células procumbenetes, cuadradas y erectas mezcladas en
todo el radio.
También se puede observar sistemas radiales de Tipo
Homogéneo, Heterogéneo II y Heterogéneo III.
Los radios son de 1 a 3 células de ancho a veces de 4 a
10. En ciertos casos presentan porciones multiseriadas y
uniseriadas a lo ancho (Cervantesia, Osyris
alba, Pyrularia y Scleropyron). La
mayoría de las especies tienen radios menores de 1 mm de
alto; en el caso de C. tomentosa, Exocarpus
cupressiformis, L. billardieri, O.
alba y P. edulis y P pubera
tienen radios de 2 tamaños distintos.
Eucarya, Leptomeria, Osyris y
Pyrularia presentan células radiales perforadas.
Solamente fue detectado parénquima radial con
células disyuntas en O.wightiana.
Los cristales prismáticos se observan en el
parénquima axial de las especies de Coploon,
Eucarya, Exocarpus, Osyris y Santalum
y también en las células radiales procumbentes de
algunas especies de Exocarpus, Osyris y
Santalum.
Resultados obtenidos, acompañado de un
fenograma
Teniendo en cuenta el grado de similitud que existe de
acuerdo con las características del xilema de las especies
estudiadas tenemos que:
Fusanus cunninghamiana es la Santalaceae
más alejada de las restantes especies. Asimismo,
Acanthosyris spinescens y A. falcata
forman un grupo con un nivel de similitud grande por lo cual se
emparentan más entre sí.
Las otras especies se dividen en dos subgrupos el
primero es el de Acanthosyris glabrata y
Cervantesia tomentosa. La restante
agrupación está constituida por tres subgrupos con
un mayor nivel de similitud. El primero de ellos es el formado
por Leptomeria billardi y Thesium, el
segundo por Eucarya spicata cercano a las restantes
especies de Santalaceae.
Entre las restantes existe un grupo formado por
Myoschilos oblongum, Pyrularia edulis
y P. pubera muy emparentados y relacionados en
menor medida con Iodina rhombifolia.
A su vez otro grupo ligado se divide en
Scleropyrum wallichianum y un subgrupo que
relaciona a Santalum cuneatum con Osyris
alba y O. quadripetala que se relaciona con
un segundo subgrupo formado por O. abyssinica,
S. hendersonense y Exocarpus
cupressiformis.
Este último grupo se emparienta con S.
austro-caledonium que es nexo de un grupo formado por
S. album, O. wightiana y S.
haleakalae.
Otras cuatro agrupaciones se ligan entre sí
aumentando su índice de similitud. En la primera se
relacionan Santalum freycinetianum, Osyris
tenuifolia, O. lanceolata. Colpoon
compressum se encuentra solo y relacionado con las
anteriores y ligado con Santalum pyrularium y
S. paniculatum que están muy relacionadas
entre sí. Por último Santalum
fernandianum + forma el último grupo junto a dos
especies sumamente cercanas entre sí Exocarpus
vitensis y E. brachystachys.
Las especies agrupadas por la similitud de los
caracteres anatómicos del leño, demuestran un grado
de parentesco entre especies de un mismo género y especies
de géneros distintos entre sí. También es
importante destacar que dichas especies se relacionan entre
sí por ocupar las mismas regiones geográficas o por
compartir similares condiciones climáticas. Así
pues, A. spinescens y A. falcata
habitan en la Argentina estando muy emparentadas entre sí,
a diferencia de A. glabrata que está
más cercana a Cervantesia tomentosa con la
que presenta un área de distribución
geográfica cercana, los Andes peruanos para la primera y
Ecuador y Colombia para la
segunda.
Leptomeria billardi distribuida en
Australia y Tasmania está muy relacionada con
Thesium spp. cuyas especies cubren una amplia
extensión de distribución continental, desde
Europa a China.
Eucarya spicata de Australia se relaciona con las
restantes especies que habitan Australia e Indomalasia
principalmente.
Entre las restantes existe un grupo formado por tres
especies americanas Myoschilos oblongum
(Patagonia), Pyrularia pubera (Estados Unidos) e
Iodina rhombifolia (Argentina) y una especie del
Himalaya denominada Pyrularia edulis, muy cercana a
P. pubera.
El resto de especies sumamente emparentadas cubren una
extensa región relacionada y comprendida entre Australia
– Pacífico (Exocarpus, Santalum),
Indomalasia (Santalum, Scleropyrum,
Exocarpus), Africa y Mediterráneo (Osyris,
Colpoon).
Scleropyrum wallichianum de
Indomalasia-Australia se relaciona a través de
Santalum cuneatum cuya distribución es
también Indomalasia-Australia con Osyris
alba y O. quadripetala de Africa –
India – Mediterráneo. O. abyssinica de
Africa – India – Mediterráneo es nexo con
Santalum hendersonense Indomalasia-Australia y
Exocarpus cupressiformis Indomalasia – China
– Australia y el Pacífico. Otro nexo de grupo es
Santalum austrocaledonium que es de Indomalasia
– Australia y se emparienta con Santalum
album, Osyiris wightiana y S.
haleakalae las tres de Africa India y el
Mediterráneo.
Otras cuatro agrupaciones se ligan también entre
sí, Santalum freycinetianum, Indomalasia
– Australia, Osyris tenuifolia y O.
lanceolata de Africa – India y Mediterráneo.
Colpoon compressum de Sudáfrica se relaciona
con las anteriores y se fusiona como nexo con Santalum
pyrularium y S. paniculatum muy relacionadas
entre sí y distribuidas en la misma región
Indomalasia – Australia. Por último Santalum
fernandianum del Pacífico es nexo para con
Exocarpus vitensis Australia –
Pacífico y E. brachystachys Indochina
Malasia.
Conclusiones que demuestran que el Cambio
Climático es la causa de la evolución de las
especies
Durante el Mesozoico las masas de tierra reunidas en el
continente de Gondwana sufrieron un fraccionamiento que se
continúa en nuestros días, y por lo cual se
produjeron grandes cambios en el clima y en la vegetación.
Las angiospermas aparecen en el Cretácico y
paralelamente los movimientos tectónicos van a permitir la
aparición de nuevas superficies favorables a la
instalación de dichos vegetales. La interacción del
clima y de los fenómenos tectónicos se traduce en
la aparición o desaparición de ciertos grupos de
plantas. Desaparecen en el Cretácico-Cenozoico grandes
grupos de plantas y numerosos representantes de las gimnospermas.
En estos períodos geológicos hacen su
aparición y explosión las angiospermas, ocupando
prácticamente todos los nichos
ecológicos.
Las Santalaceae han tenido su centro de origen en una
extensa región del continente de Gondwana comprendida por
Australia, África, la India, Sudamérica, la
Antártida, Tasmania, e islas del Pacífico. La
aparición del taxon coincidió con el período
más caliente en la historia de la Tierra, aproximadamente
hace 50 millones de años (Cenozoico), donde
existían de 2 a 6°C más en el Ecuador que en la
actualidad. Por tal motivo, el centro de origen de las
Santalaceae se ubica en latitudes altas. En el transcurso del
Cenozoico las especies emigraron al Ecuador, a medida que el
promedio de la temperatura fue disminuyendo.
Resulta interesante imaginar la evolución sufrida
por las Santalaceae que quedaron aisladas hace cincuenta millones
de años cuando el Atlántico había empezado
abrirse, y Sudamérica y la India eran islas que se
desplazaban hacia sus posiciones actuales y Africa estaba
separada de las demás masas continentales, debido a la
gran altura del nivel del mar, producto del calentamiento global
imperante. Evidentemente hace 40 ó 30 millones de
años cuando todavía existía conexión
entre América
del Sur, la Antártida y Australia existió la
posibilidad de que la biodiversidad de Santalaceae avanzara por
América del Sur. Asimismo, las especies en América
del Sur han evolucionado por los cambios en las condiciones
climáticas y orográficas, como se puede observar en
Cervantesia y Acanthosyris glabrata, a tal
punto que estas especies están más emparentadas
entre sí que A. glabrata con el resto de
especies del género Acanthosyris, que ocupan
áreas disyuntas con diferente clima.
Pyrularia pubera de América del
Norte está relacionada filogeneticamente con Iodina
rhombifolia de América del Sur y está
última se vincula con Myoschilos oblongum
que crece en la Patagonia (región
andino-patagónica). Esto permite inducir que
Pyrularia pubera se originó hace tres
millones de años cuando Sudamérica quedó
conectada a Norteamérica por Centroamérica, y de
América del Norte se irradió el género al
Asia (representante estudiado P. edulis). Esta
dispersión hacia el norte fue acompañada por
descensos bruscos de la temperatura en tres etapas distintas. La
primera se dio hace aproximadamente 33 millones de años
con una reducción repentina de 5°C , la segunda se
efectuó hace 15 ó 12,5 millones de años y
produjo un aumento de la capa de hielo de la Antártida y
recreó una circulación atmosférica similar a
la actual. Por último, hace 3,2 ó 2,4 millones de
años hubo una nueva reducción de la temperatura que
trajo consigo la expansión de los glaciares y las edades
de hielo.
Hace cuarenta mil años los continentes casi
habían alcanzado sus posiciones actuales. La India, con
gran cantidad de germoplasma de Santalaceae representado por los
géneros Osyris, Scleropyrum, Santalum
y Exocarpus, choca con el continente euroasiático y
se forma la cordillera del Himalaya. Las especies de dichos
géneros se irradian en Asia y Europa. Lo mismo ocurre con
especies que estaban en Africa hacia el Mediterráneo. El
resto de especies de los mismos géneros y de otros
quedaron aislados desde el inicio y a la deriva en territorios
insulares como Australia, Nueva Caledonia, Tasmania e islas de
Pacífico entre otras.
Aspectos de la anatomía de la madera avalan lo
expresado en la conclusión, a través de los
resultados de similitudes y de las observaciones
anatómicas. La mayoría de las leñosas de
Santalaceae carecen de anillos de crecimiento, siendo este un
carácter propio de especies oriundas de
regiones de baja estacionalidad. Este rasgo indica que surgieron
en una zona continental de ambientes húmedos y temperatura
cálida sin estaciones marcadas, similar al período
Cenozoico. Los elementos de conducción tienen caracteres
de especies adaptadas a ambientes con niveles de CO2 alto.
Durante este período que se desarrollaron las Santalaceae
los niveles de CO2 superaban los actuales. La mayoría
presenta vasos solitarios o escasamente agrupados, de placas de
perforación simples con contornos circulares, aptos para
una eficiente circulación de agua, abundante por el efecto
invernadero. Hay algunas excepciones que presentan vasos
angulares de diámetros pequeños y agrupados de
manera dendrítica, rasgos propios de plantas que por su
ubicación tuvieron que adaptarse a regiones más
secas o templado-frías. Otro carácter interesante
es la presencia de traqueidas en todas las especies analizadas
salvo en Cervantesia tomentosa, y Pyrularia
edulis y P. pubera. Estas últimas son
las más evolucionadas y como fuera expresado en los
párrafos precedentes, las últimas en
irradiarse.
Capítulo 4.
PREOCUPÉMONOS POR EL FUTURO
¿La vida continúa después del
Cambio?
En primer término es necesario desarrollar una
breve explicación sobre el crecimiento de las plantas y su
comportamiento en una atmósfera que se enriquece de
CO2.
Las plantas son los elementos básicos de cada
ecosistema
terrestre, de ahí que su respuesta a mayores niveles de
CO2, así como a temperaturas más elevadas y
alteraciones del nivel de humedad, jugará un papel
decisivo a la hora de determinar el efecto global del cambio
climático en la biosfera terrestre.
Mientras que los estudios del clima no aseguran un
pronóstico, confirman que los niveles de CO2 serán
mucho más elevados dentro de aproximadamente medio siglo,
sin que esto dependa de si las temperaturas globales han subido o
de cuanto han subido. Aún afirmando que las emisiones se
mantuviesen en los índices actuales, las concentraciones
de CO2 en la atmósfera aumentarían pasando del
nivel actual de 350 ppm a alrededor de 450 ppm hacia el
año 2050, siendo un aumento de casi el 30%, como se ha
expuesto. A partir de ahí, los niveles de CO2 posiblemente
seguirían subiendo en ausencia de reducciones radicales de
emisiones.
Las plantas ante esta situación no responden de
manera uniforme, algunas especies crecen más si hay
más CO2, mientras que para otras no supone ninguna ventaja
adicional. Esta disparidad evidencia un posible cambio en la
Composición y en el funcionamiento de los ecosistemas.
Además, hay que tener en cuenta que el almacenaje
adicional del carbono debido a un mayor crecimiento de las
plantas puede quedar minimizado por muchos factores y, por ende,
no se puede dar por supuesto.
Los primeros estudios realizados sobre el mayor
crecimiento de las plantas en presencia de niveles altos de CO2,
conocido como fertilización por CO2, llevaron a suponer
que niveles más altos estimularía un aumento de la
biomasa e incrementaría así el almacenamiento
terrestre de carbono. Por supuesto aquí no se pone en duda
que la fertilización por CO2 es un fenómeno que
funciona aumentando la fotosíntesis. Con suficiente
cantidad de nutrientes y temperatura óptima, la
fertilización de CO2 puede mejorar el crecimiento de los
tejidos y el
rendimiento agrícola. Por ejemplo, la producción de
cereales aumenta un tercio cuando las plantas se cultivan con
niveles altos de CO2. No todas las especies responden de la misma
manera. Las plantas se dividen en dos grupos de acuerdo con el
sistema fotosintético que presentan. La mayoría de
las plantas pertenecen al Sistema C3 y los vegetales modernos que
aparecieron en el Mioceno forman parte del Sistema C4. Estas
últimas gracias al sistema C4 tienen ventajas para cuando
los niveles de CO2 son bajos en un medio cálido y seco. La
intensidad de la fotosíntesis es estrechamente dependiente
de la cantidad de CO2 a disposición de los organismos. Las
plantas fotosintéticas, desarrollándose en un medio
puramente mineral, se aprovisionan de energía gracias a
sus aparatos fotorreceptores; éstos posibilitan la
transformación de la energía lumínica
captada en energía química, almacenándola en
las moléculas de Adenosina trifosfato (ATP) originadas por
la fosforilación. Las reacciones luminosas suministran
igualmente los coenzimas reducidos necesarios para la
incorporación del CO2 indiscutiblemente en las
moléculas glucídicas, pero además en los
esqueletos carbonados de los aminoácidos o los lípidos.
De esta forma la planta verde no depende en absoluto del resto de
la Biosfera para su nutrición en carbono
ni energía. El 95% son plantas del Sistema C3 siendo las
que mejor perfomance tienen. En este grupo están
incluidas la mayoría de las especies agrícola y
casi todos los árboles. El otro grupo de plantas llamadas
C4, no responden tan bien al aumento de CO2. El maíz, el
mijo y la caña de azúcar
pertenecen a este grupo, al igual que otro tipo de plantas
típicas de zonas tropicales, calurosas y secas.
Sea como fuere, la respuesta de las plantas depende en
gran medida de las condiciones ambientales. En escenarios
naturales, los niveles altos de CO2 tienen menos efectos en el
crecimiento de las plantas que otros factores como la luz y la
facilidad de acceso a los nutrientes. También hay que
tener en cuenta que la competitividad
y el nicho ecológico sumado a otros factores
bióticos y abióticos pueden actuar como un
freno en el crecimiento de las especies.
Aunque no se ha estudiado demasiado sobre la respuesta
de los bosques naturales a niveles altos de CO2, no hay
razón alguna para creer que haya crecimiento neto en los
ecosistemas forestales. Respecto al comportamiento de las
plantaciones sería interesante intensificar las investigaciones
con el objetivo de conocer su comportamiento en condiciones de
manejo que favorezcan el proceso de fijación de
carbono.
El lado positivo es que, al parecer, el aumento de CO2
mejora la utilización que la planta hace del agua y de los
nutrientes. Las hojas pierden menos agua y crecen con fuerza los
organismos del suelo fijadores de nitrógeno, como las
micorrizas. Por tal motivo, las plantas que crecen en terrenos
poco fértiles son capaces de mejorar la absorción
de nutrientes.
El potencial del ecosistema de un bosque para almacenar
carbono durante un largo período depende en gran medida de
su capacidad para soportar embates del medio ambiente, debido a
esto, el aumento de CO2 podría ser un elemento que
contribuya de forma importante al sumidero terrestre de
carbono.
Respecto al aparente aumento de biomasa registrado en
algunos bosques templados durante las últimas
décadas, como ha sucedido en la Argentina, se piensa que
se produjo por una combinación de factores, entre ellos el
abandono de la explotación de las tierras deforestadas y
su posterior recuperación natural, temperaturas más
altas, y fertilización por CO2 y Nitrógeno. El
crecimiento puede disminuir a medida que entran en juego el
acceso a nutrientes y el competir por el espacio.
¿El cambio climático es el fin de la
especie Homo sapiens?
Si el Hombre no cambia culturalmente debemos considerar
que es muy probable y con ello desaparecería la
única especie de la Tierra que tiene conocimiento del
Tiempo. La evolución seguirá y nuevas especies
surgirán y los ecosistemas se adaptarán a
condiciones de cambios de temperatura y humedad que antes
también sucedieron. Por supuesto que hay remedios para
evitar el mal.
¿Qué cambios podrían evitar El
Cambio?
Desde que la comunidad
científica alarmó al mundo sobre una eminente
alteración del sistema climático mundial, por
acumulación en la atmósfera de GEIs representados
por la unidad de CO2, cuya presencia estaba relacionada con
actividad antrópica, diversas acciones a nivel
internacional se han realizado y se están generando para
enfrentar el problema.
La primera acción concreta, fue crear una
organización (1988) de carácter
mundial para estudiar el problema y proponer acciones de
mitigación, la que tomó el nombre de Panel
Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), y
contó con la representación de más de 100
países. Como resultado se formuló un tratado
mundial para hacer frente al problema de cambio climático,
el que fue adoptado el 9 de mayo de 1992 por las Naciones Unidas
como Convención Marco sobre Cambio Climático (CMCC)
(ver APÉNDICE I). Este tratado que establece compromisos y
acciones para mitigar y enfrentar el cambio climático del
planeta, ya ha sido ratificado por la mayoría de los
países del mundo.
Un hito importante se dio en la Conferencia de
las Partes de la Convención de 1997 en Kyoto (COP3), donde
se establecieron nuevas obligaciones y
plazos para los países industrializados (ver
APÉNDICE II), principales responsables de emisiones GEIs y
fuentes de
emisiones, quienes se comprometieron en reducir las emisiones
sobre una canasta de GEIs, en un poco más de 5% en
promedio respecto de los niveles de 1990, para el período
entre 2008-2012.
Sin embargo y además de fijar compromisos de
reducción, el Protocolo de Kyoto establece mecanismos
flexibles para compensar emisiones de estos mismos países
por la vía de:
- Compromiso conjunto ("burbujas"): utilizada por
miembros como la Unión
Europea para redistribuir el peso de reducir las emisiones
(Artículo 4 del protocolo de Kyoto llamado de
Cumplimiento Conjunto de las Partes Anexo 1). - Desarrollo de proyectos entre
países industrializados con compromisos de
reducción de emisiones y países en vías de
desarrollo (Artículo 12 del Protocolo de Kyoto llamado
mecanismo de Desarrollo Limpio). - Compromiso de emisiones entre países Anexo B
un país con emisiones menores a sus objetivos
puede intercambiar su "exceso" de reducción con otro
país industrializado (Artículo 6 del protocolo de
Kyoto llamado de Implementación Conjunta).
La implementación conjunta indicada en los
párrafos precedentes para compensar emisiones consiste en
acuerdos por medio de los cuales una entidad en un país
cumple parcialmente su cometido de reducir los niveles de GEIs,
compensando algunas de sus emisiones domésticas con
proyectos de mitigación que financia en otros
países. Por lo expresado, las entidades emisoras de CO2 de
países desarrollados con altos costos de reducción
de emisiones pueden, a costos más bajos, alcanzar sus
porcentuales de reducción. Este tipo de arreglos
internacionales es posible debido a que las acciones eficaces
dirigidas a disminuir los GEIs tendrán el mismo impacto
sobre la capacidad de la atmósfera para atrapar el calor,
independientemente de dónde estén la fuente y el
sumidero de carbono.
El concepto de
implementación conjunta deriva del: Artículo 3.3 de
la Convención Marco de Cambio Climático (CMCC).
"Los esfuerzos dirigidos al cambio climático pueden
llevarse a cabo de manera conjunta entre las Partes interesadas",
y del Artículo 4.2(a) de la CMCC "Los países
industrializados pueden implementar políticas y medidas
(que limitan sus emisiones antropogénicas de GEIs)
conjuntamente con otras Partes y pueden asistir a las otras
partes a alcanzar el objetivo de la
Convención".
La Decisión de Berlín (COP 1/1995)
estableció las características esenciales que deben
reunir todos los proyectos:
- Tener consistencia con las prioridades nacionales de
desarrollo. - Contar con el respaldo de los gobiernos
participantes. - Alcanzar reducciones de emisiones cuantificables que
no hubieran ocurrido sino por la actividad. - Ser financiado por fuentes adicionales a la actual
asistencia oficial para el desarrollo. - Estos mecanismos son considerados como formas de
cooperación para la implementación de las
obligaciones del Protocolo.
Cooperación entre los países del Anexo
1
La implementación conjunta, prevista en el
Artículo 6 del Protocolo autoriza a dichos países,
a los efectos de cumplir los compromisos contraídos en
virtud del Artículo 3, a transferir a cualquier otra de
esas Partes, o adquirir de ella, las unidades de reducción
de emisiones resultantes de proyectos encaminados a reducir las
emisiones antropogénicas de GEIs. Se permite que las
partes autoricen a personas jurídicas a que participen,
bajo la responsabilidad del país que las propone,
en acciones conducentes a la generación, transferencia o
adquisición de unidades de reducción de emisiones
efectuadas de conformidad con este artículo.
El mecanismo de comercialización de derecho de
emisión, establecido en el Artículo 17 del
protocolo, también con carácter suplementario del
cumplimiento en su propio territorio de los compromisos asumidos
por parte de los países del Anexo 1, a disposición
únicamente de ellos, y respecto del cual la COP
deberá definir los principios,
modalidades, reglas y lineamientos relevantes, en especial, para
la verificación, la presentación de informes y la
rendición de cuentas.
Cooperación entre los países del Anexo
1 y los países en vías de
desarrollo:
El Mecanismo de Desarrollo Limpio establecido en el
Artículo 12 del Protocolo de Kyoto, que se aplica a la
cooperación para la implementación del mismo entre
los países del Anexo 1 y los países en vías
de desarrollo, se basa en proyectos que tengan por objeto
reducciones certificadas de emisiones, sujeta al principio de
suplementariedad (o sea destinada al cumplimiento de una parte de
los compromisos cuantificados de los países
desarrollados), de los que podrán participar entidades
públicas o privadas distintas de los Estados,
previéndose además, que las reducciones de
emisiones deben ser adicionales a las que se producirían
en ausencia de la actividad certificada del proyecto (lo que
equivale a exigir que la tecnología sea de
difícil acceso en el mercado).
Asimismo, el inciso 10 de este Artículo prevé la
posibilidad de que las reducciones certificadas de emisiones que
puedan obtenerse en el período de comprendido entre el
año 2000 y el primer período de compromiso
podrán utilizarse para contribuir al cumplimiento
mismo.
El sistema establecido por el Protocolo es un gran
avance en la dirección de establecer un régimen
internacional para la consecución del objetivo propuesto
en el Artículo 2 de la CMCC. Dicho objetivo consiste en
lograr la estabilización de las concentraciones de GEIs en
la atmósfera a un nivel que impida interferencias
antropogénicas peligrosas en el sistema
climático.
Capítulo 5. ESPERANDO AL
MESÍAS
¿Quiénes son los
salvadores?
A mi juicio los científicos más que
salvadores somos los nuevos profetas.
El sistema de negociación internacional representado por
todas las Naciones está más influenciado por el
interés económico de las partes que por el bien
común. Han pasado 10 años de la adopción
de la Convención Marco de Cambio Climático y se
avanzó solamente en la instrumentación de las políticas
internacionales, pero en las acciones en curso estamos aún
muy por debajo de lo que necesitamos para lograr un inicio de
solución.
Por ello, pienso que los salvadores son todos y cada uno
de los individuos que conformamos esta gran civilización
globalizada. Para actuar como salvadores de nosotros mismos la
sociedad debe
producir un cambio cultural de manera que modifique las conductas
de consumo y de comportamiento ante los ecosistemas.
A medida que avanzamos en la lectura del
libro nos acercamos a las definiciones de los cambios que tenemos
que hacer para adaptarnos a las vulnerabilidades y mitigar los
efectos de los GEIs. Las nuevas pautas de conducta tienen que ser
fundamentadas en la fe a los estudios realizados por los
científicos. Los modelos
económicos y las ideologías seguirán
actuando como los caballeros del Apocalipsis. La falta de una
cultura de
cambio ante el Cambio Climático, perpetúa la
desaparición de la especie humana. Las antinomias parten
de axiomas ideológicos que ingresan en discusiones
indefinidas, hasta que falten a la mesa los actores por
acción del Cambio Climático, que es la finitud de
ciertas especies como la nuestra y no de todas que seguramente se
beneficiarán o permitirán evolucionar otros grupos
taxonómicos.
¿Dónde está la
verdad?
En realidad es una pregunta que como científico
trato de responderme desde que tengo uso de razón. La
incertidumbre me martiriza obligando a mi ser a una
búsqueda permanente de la verdad oculta detrás de
nuestras limitaciones sensoriales e intelectuales.
De lo único que estoy seguro es que la
verdad en la Tierra tiene varias facetas y cada grupo humano que
piensa distinto aplica y claudica frente a una de ellas. Es
común en estos tiempos que vivimos escuchar la
afirmación: "esta es mi verdad". Ni que hablar de los
fundamentalismos que consideran que su verdad es la única
y por tanto las restantes son desequilibrantes de un orden
supuesto que debe continuar para contener a la verdad. De esta
manera el Hombre interpreta la realidad y prosigue su destino sin
más interés que imponer su identidad e
individualidad por encima del bien común. En el tema
Cambio Climático existen fundamentalistas, activistas y
mercenarios que buscan su bien personal a
través de una corporación que carece de sentido
común ante la realidad de los GEIs y de las
profecías que la comunidad científica prevé
para la humanidad. También existe un gran número de
personas que están cansadas de las discusiones bizantinas
entre las corporaciones y que quieren actuar ante el Cambio
Climático.
El problema es que no saben cómo pueden hacerlo y
no conocen de su propio potencial como individuos unidos a luchar
por una causa común. El próximo capítulo
está escrito para ellos y el libro está dedicado a
todos los hombres de buena voluntad que aman a su prójimo
como a ellos mismos.
Capítulo 6.
LA SALVACIÓN DE LA ESPECIE HUMANA
Las medidas que cada uno de nosotros deberá
respetar son esenciales no tan sólo para mitigar la
situación de los GEIs, sino que nos permiten alcanzar una
mejor calidad de
vida. Los patrones de conducta actuales reducen las
posibilidades de disfrutar las bellezas naturales, el agua y el
aire puros. Nos hemos obstinado a destruir sin escrúpulos
pensando en el bien económico momentáneo, estamos
aniquilando nuestro futuro como especie. Somos sumamente
individualistas y todo lo malo que hacemos lo escondemos con
fundamentaciones perversas. Los residuos no los vemos pero
están, la pobreza la
marginamos pero está, la industria
contamina pero no lo percibimos, y así podría
seguir numerando conductas que disfrazan la realidad y producen
un efecto negativo para nuestra salvación. Lo único
que hacemos es mejorar las tecnologías para ocultar los
impactos debajo de la alfombra. Supongamos que en nuestros
hogares actuáramos de la misma manera, quedaría
inhabitable en muy corto tiempo. Para que esto no ocurra debemos
cambiar nuestros hábitos de conducta o sea tenemos que
recrear una nueva cultura. Para ello propongo trasladar nuestra
cultura hogareña hacia nuestros ecosistemas urbanos y
naturales. Las medidas que propongo en este gran capítulo
son prácticas, fáciles de llevar a cabo y
están acompañadas de metodologías que he
recopilado y creado para tal fin.
- Conservación de la naturaleza.
- Mitigación.
- Ordenamiento forestal y agropecuario.
- Aprovechamiento de los residuos.
- Tecnologías limpias.
- Energías limpias.
Existen diversas definiciones propuestas por la
ecología sobre conservación de
la naturaleza, que deseo que conozcan.Una posición radical afirma que "cualquier
intervención humana sobre la naturaleza, incluso con
buenas intenciones, raramente puede conciliarse con la idea
de una conservación estricta". "La conservación
genuina prohíbe cualquier tipo de interferencia", "la
conservación requiere no interferir en absoluto con la
naturaleza, incluso abstenerse de protegerla". Las
apreciaciones expuestas son verdad y nadie podría
negarlas. Ahora bien, el Hombre como especie está
inmerso en los ecosistemas e interactúa produciendo
cambios. Nuestra especie comparte con el resto de los seres
vivos una evolución biológica, pero es la
única que ha podido desarrollar una evolución
cultural. Justamente esta evolución cultural trajo
consigo un deterioro de las condiciones ambientales que
debemos corregir y por ende no podemos continuar actuando de
la misma forma. Lógicamente que la acción
definida como conservación es clara y precisa: los
ecosistemas prístinos pueden ser dejados de esa manera
y para ello debemos aumentar a nivel mundial las áreas
de Reservas. Los mecanismos para lograr dicho objetivo son la
elegibilidad democrática de planes de gobierno
que garanticen el aumento del presupuesto para la creación de
reservas y la decisión de los dueños de la
tierras en preservar un porcentaje que permita mantener la
biodiversidad a perpetuidad. Así conservaríamos
la fauna, la
flora, el agua, el suelo y el carbono atrapado en la
vegetación como biomasa y en el suelo como materia
orgánica (ver Cuadro 3).CUADRO 3
Formaciones
vegetalesSuperficie terrestre
(km2)C fijado
(toneladas/km2)C total fijado
(toneladas/año)
Bosques
44 x
106250
11 x
109Tierras cultivadas
27 x
106149
4,3 x
109Praderas
31 x
10643
1,1 x
109Desiertos
47 x
1067
0,2 x
109Cubierta de vegetales
terrestres149 x
10616,6 x
109Cubierta de vegetales
marinos361 x
10646
16.6 x
109Total
33.2 x
109Fuente: Mazliak Paul, 1976
El hombre común también puede hacer
mucho para la conservación a través de la
plantación de especies leñosas. El plantar
árboles en sus casas, o en lugares públicos,
plazas, a la vera de los caminos, o en las veredas del
barrio, permite aumentar la captura de carbono. Lo que les
propongo es un cambio de conducta que sumado en todo el mundo
contaría con millones de voluntarios actuando
día a día por el cambio. Con el objeto de
ayudarlos a comprender lo efectivo de dicha medida les
manifiesto el siguiente cálculo:Supongamos que una persona tiene
un terreno de 1 hectárea (ha) y desea colaborar con el
desarrollo sustentable y con la mitigación, para lo
cual desea desarrollar una plantación forestal.
Tomemos como línea de base o sea la cantidad de
carbono que existe en la hectárea sin realizar el
proyecto (Nivel de Carbono en escenario base)= 5
tC/ha/año, constante. Dependiendo de la especie
que plantemos podemos obtener distintos niveles de captura de
carbono (Fijación de carbono promedio):
Eucalipto = 19 t x 0,5 x 3,67 x 1,25= 43,58 t
CO2/ha/año (11,87 t C); Pino = 11 t x
0,5 x 3,67 x 1,25= 25,23 t CO2/ha/año
(6,87 t C); Alamo = 18 t x 0,5 x 3.67 x 1.25= 41,28 t
CO2/ha/año (11,24 t C) (Norverto, C.A.,
2002). Para tal cálculo se utilizaron los
siguientes coeficientes:0,5: es el 50% de carbono que hay en las cenizas de
la madera. En referencia al 1,25 es un coeficiente que estima
por cada gr de C en la madera corresponde 0,25 gr de C en
raíz, tocon y suelo.3,67 es un coeficiente que se usa para pasar de tnC
a tnCO2 equivalente (responde a la proporción de O2 en
la molécula de CO2).El balance obtenido de captura por cada
hectárea y por especie sería (Balance):
Eucalipto 11,87 t C – 5 t C= 6,87 t C; Pino 6,87 t
C – 5 t C= 1,87 t C; Alamo 11,24 t C – 5 t C= 6,24
t C.James A. Bailey (1984) definió
conservación de la naturaleza como un proceso social
que abarca tanto las actividades profanas como las
profesionales, que buscan alcanzar un uso adecuado de los
recursos de la vida silvestre y mantener la productividad
de sus hábitats.Como pueden ver las medidas que propongo son
inspiradas en la definición de Bailey, porque
considero que la conservación es un proceso social,
donde han de participar necesariamente los investigadores
científicos, pero también los miembros del
Estado y los simples ciudadanos. La sumatoria de los
individuos en un objetivo común como puede ser
aumentar la biomasa arbórea de la Tierra es una
reconversión de los efectos de los GEIs. Cuanto mayor
sea la biomasa forestal menor es el CO2 de la
atmósfera, porque cada árbol actúa como
una esponja absorbiendo dicho gas y transformándolo
por medio de la fotosíntesis en madera. Esta medida
también tiene efectos secundarios tales como:
preservar las interrelaciones armoniosas existentes entre el
paisaje y el uso que se hace de él, usar la sombra de
los árboles, proteger los cursos de agua, evitar la
erosión y otras.Con el objeto de aumentar la conciencia sobre la
conservación de la naturaleza deseo que complementen
mis comentarios con la lectura de
la Carta Mundial
de la Naturaleza (Resolución 37/7 de la Asamblea
General de las Naciones Unidas, 28 de octubre 1982) (ver
APÉNDICE III).- Conservación de la
Naturaleza - Mitigación y 3) Ordenamiento forestal y
agropecuario
Los bosques desempeñan un papel primordial en el
ciclo global del carbono (C) porque almacenan grandes cantidades
de este elemento en las plantas y el suelo, intercambian C con la
atmósfera a través de la fotosíntesis y la
respiración, son fuente de C atmosférico cuando son
perturbados por acción antrópica o causas naturales
(incendios
forestales, desechos producto de malos sistemas productivos,
cambio de uso del suelo forestal para ganadería o
agricultura) y se convierten en sumideros de C
atmósférico cuando se produce el abandono de
tierras forestales tras el uso agrícolo-ganadero,
permitiendo la regeneración del bosque tras las
perturbaciones producidas (Norverto, C.A., 1997). La
productividad promedio de la agricultura, medida en unidades
usadas por los ecólogos (total de materia orgánica
utilizable por los seres vivos), es substancialmente menor que la
producción primaria promedio de las comunidades naturales
que la agricultura ha reemplazado. Las comunidades de plantas
agrícolas no se cultivan para almacenar grandes cantidades
de carbono a través de su utilización por el
hombre. Esto significa que las tierras agrícolas no
almacenan tanto carbono como los bosques reemplazados por ellas;
de forma similar, los pastizales dedicados a la agricultura
tienden a perder materia orgánica del suelo por
desintegración y a no acumular materia orgánica
adicional.
Los bosques implantados, aunque pueden aumentar su
rendimiento en madera, tienden a disponer, en el tiempo de tala,
de una reserva menor que los bosques nativos a los que han
reemplazado. Esto significa que no se repone la reserva de
carbono estimada para el bosque original. Por tal motivo, la
sustitución de bosques primarios por bosques secundarios
cultivados y explotados con el objetivo de obtener madera para
distintos fines produce un aumento de la emisión, por la
descomposición del humus del suelo.
Muchos bosques, de latitudes boreales y tropicales, se
desarrollan en suelos turbosos u orgánicos que contienen
grandes cantidades de C. Las turberas anaeróbicas no
alteradas son sumideros de CO2 y fuentes de CH4. El drenaje de
estos suelos para mejorar la productividad forestal detiene
prácticamente las emisiones de CH4, pero inicia unas
rápidas emisiones de CO2 por descomposición
aeróbica. El drenaje de los suelos turbosos para el
establecimiento del bosque puede producir una pérdida de C
en estos suelos que sobrepasa la cantidad almacenada en el
bosque, si se descompone una capa de 20 a 30 cm de turba como
resultado del drenaje (Cannell et al. 1993).
También las transformaciones de los bosques en
otros tipos de cubierta del terreno puede afectar al clima debido
a los cambios del albedo o reflectividad del terreno.
Asimismo, la destrucción de la biomasa forestal
por el fuego libera CO2, CO, CH4 óxido nitroso (N2O) y
otros NOx.
A los efectos de comprender la importancia del papel
actual de los bosques en el ciclo global del C es conveniente
describir cuantitativamente los procesos biogeoquímicos a
nivel mundial.
Depósitos de carbono
En la actualidad, la atmósfera contiene alrededor
de 700 x 1015 gramos de carbono en forma de CO2 (1Pg=
1015 gr ó 1000 millones de tn), el cual
está permanentemente intercambiando con la biota y con las
aguas superficiales del océano. La cantidad de carbono
atrapada en la biota es de aproximadamente 800 Pg, o sea 100 Pg
más que lo que contiene la atmósfera. Una cantidad
de C mayor de 1000 a 3000 Pg existe en la materia orgánica
del suelo (principalmente como humus y turba).
Los bosques de todo el mundo contienen alrededor de 830
Pg C en su vegetación y suelo, con 1,5 veces más en
el suelo que en la vegetación.
Los bosques (tropicales, templados y boreales) contienen
el 90% de todo el C retenido en la vegetación y
contribuyen en más de un 60% en la producción neta
primaria (producción primaria neta es la cantidad neta de
carbono fijado, o materia orgánica, conseguida por la
fotosíntesis después de que las necesidades
respiratorias de la planta han sido cubiertas. Esta es la materia
orgánica utilizable para el crecimiento de la planta y,
por consiguiente, para el almacenamiento o para uso por los
animales y organismos en descomposición). Las sabanas o
tierras de pastizales aportan un 12% en la producción neta
primaria, pero solo representa un 3% de la biomasa de carbono.
Las tierras de cultivo tienen aproximadamente un 8% de la
producción primaria total neta y menos de 1% del contenido
de C.
La cantidad de C contenida en los océanos es
mucho mayor (40.000 Pg) y se encuentra en gran medida disuelta en
forma de CO2 formando parte del sistema
carbónico-carbonatos. La tasa de intercambio entre la
atmósfera y los océanos es baja, siendo los
intercambios más rápidos entre la capa superficial
de los océanos y la atmósfera. Mientras que el
carbono se desplaza muy lentamente desde la atmósfera a
las profundidades de los océanos a través de la
capa de mezcla.
Flujo del Carbono Neto por Año
Para hacer un mapa de flujo de transporte
neto desde un sistema a otro debemos tener en cuenta que
existe:
-Emisión de CO2 por la combustión de combustibles fósiles
que ronda los 5 Pg de C/año.
-la destrucción de bosques y la acelerada
oxidación del humus se eliminan alrededor de 9 a13 Pg de
C/año
-La atmósfera retiene 2,3 Pg de C/año de
la emisión anterior. La pregunta a responder es y el
resto, ¿dónde se almacena?.
-Los océanos están capacitados para captar
3Pg de C/año.
-Los bosques templados y boreales constituyen un
sumidero neto de C atmosférico de unos 0.7 Pg/año.
En cambio los bosques tropicales, por acción
antrópica representan un foco de emisión neta de C
atmosférico de 1,6 Pg/año.
Por lo expuesto existe un desequilibrio en el flujo de
carbono dirigido hacia la atmósfera.
Capacidad de Sumidero y Depósito de Carbono de
los Bosques
Bosques de latitudes elevadas: 278 Pg. de C +
países nórdicos 10 Pg. El 71% está en el
suelo. Sumidero de 0,48+/-0,2 Pg/año. La antigua
Unión Soviética tiene la mayor parte de C (63%) y
prácticamente toda la capacidad de sumidero. En
Canadá la capacidad de captura ha venido disminuyendo como
resultado de las perturbaciones debidas a los aprovechamientos,
plagas de insectos e incendios (Kurz and Apps, 1996). El efecto
de mayor perturbación es el aumento de las reservas de
materia orgánica muerta que se traduce en emisiones
superiores de C debido a la descomposición subsiguiente de
este material.
Bosques de latitudes medias: 120 Pg de C. El 58%
está en el suelo. Sumidero de C: 0,26 +/-0,1
Pg/año.
Bosques de latitudes bajas: 428 Pg C o 52% de las
reservas de C de todos los bosques del mundo: El C se divide
aproximadamente por igual entre la vegetación y el suelo.
Sumidero de C: 1,6+/-0,4 Pg/año.
Ordenación Forestal: Estrategia de
Mitigación de los Gases de Efecto
Invernadero
Diversos estudios científicos sugieren que existe
potencial para manejar los bosques con el fin de conservar y
captar el carbono (C) para mitigar las emisiones de
dióxido de carbono (CO2) en una cantidad equivalente al 11
ó 15% de las emisiones de combustibles fósiles
durante el mismo período de tiempo (George M. Woodwell,
1978; Sandra Brown et al. 1996). Para lograr tal fin es
imprescindible adoptar un sistema de ordenación forestal
que conserve y capte el C no sólo para el desarrollo
sustentable sino también para evitar que los bosques se
conviertan en el futuro en una fuente neta importante de CO2 a la
atmósfera y contribuyan al cambio
climático.
Metodología recomendada
Los bosques pueden ordenarse para reducir las
concentraciones atmosféricas de CO2 mitigando con ello el
cambio climático. Los principales objetivos de la
ordenación forestal incluyen: producción de
madera industrial y de leña, usos forestales
tradicionales, protección de los recursos
naturales (biodiversidad, agua y suelo), recreación, rehabilitación de
tierras deterioradas y otros. Los sistemas de
ordenación forestal que atienden los objetivos mencionados
en el párrafo anterior pueden agruparse en tres
categorías basadas en la forma que se limitara la tasa de
incremento del CO2 atmosférico (Brown, S. et al.,
1996):
- ordenación para la conservación del
C: el objetivo es evitar las emisiones de C a la
atmósfera mediante el control de
la deforestación, la protección del bosque en
reservas, el cambio de regímenes de aprovechamiento, y
el control de otras perturbaciones antrópicas como los
incendios y plagas. - almacenamiento del C: la finalidad es aumentar
la cantidad de C en la vegetación y el suelo de los
bosques mediante el aumento de la superficie y/o del C de la
biomasa de los bosques naturales y de plantación, e
incrementar el almacenamiento en productos
madereros duraderos. El incremento de las reservas de C en la
vegetación y el suelo puede cumplirse mediante la
protección de los bosques secundarios y otros bosques
degradados cuyas densidades de C en la biomasa y el suelo son
inferiores a su valor máximo y haciendo posible que
estos bosques capten el C mediante regeneración natural
o artificial y el enriquecimiento del suelo. Otro método
es establecer plantaciones en terrenos desarbolados, fomentar
la regeneración natural asistida de los bosques
secundarios, seguida de protección, o el incremento de
la cubierta arbolada en terrenos agrícolas o pastizales
mediante la agrosilvicultura. - sustitución del C: pretende incrementar
la transferencia de C de la biomasa forestal en productos
(materiales
de construcción, biocombustibles) en lugar
de utilizar energía y productos basados en combustibles
fósiles y productos basados en el cemento. La
ordenación de sustitución tiene el máximo
potencial de mitigación a largo plazo siendo mayor de 50
años (Marland and Marland, 1992). Este método
incluye la ampliación del uso de los bosques para
productos madereros y combustibles obtenidos ya sea mediante el
establecimiento de nuevos bosques o plantaciones o mediante el
incremento de crecimiento de los bosques existentes mediante
tratamientos silvícolas (Brown et al., 1996). En el caso
de los bosques establecidos en terrenos no arbolados para
productos energéticos como la leña, se produce no
solo un incremento en la cantidad de C almacenado en el terreno
sino que la madera quemada como combustible sustituye el uso de
combustibles fósiles, lo que crea una tasa efectiva de
captación de C en los combustibles fósiles no
quemados. En períodos prolongados de tiempo, la
situación de combustibles fósiles ya sea
directamente o mediante la producción intensiva de
productos madereros de bajo nivel energético,
será probablemente más eficaz para reducir las
emisiones de C que el almacenamiento físico de C en los
bosques o en los productos forestales.
Medición de carbono en bosques nativos y
cultivados
El presente ítem tiene por objeto aportar una
metodología ecoeficiente para la medición de carbono en los sumideros
forestales (bosques nativos e implantados) (Norverto, C.A. 2002 y
2003).
Al hacer un estudio de las metodologías que se
están practicando en referencia al recuento de carbono en
biomasas forestales se pueden observar aspectos negativos que
hacen poco viable su aplicación. Por un lado los costos
elevados en los procedimientos y
por otro la pérdida de biodiversidad que
ocasionan.
Las actuales metodologías utilizan las técnicas
de análisis dimensional de Whittaker, R.H. y G. M.
Woodwell (1968), que requieren de la obtención de datos de
biomasa trozando ejemplares de distintos diámetros a la
altura de pecho (DAP), con lo cual establecen pérdidas de
individuos de la población arbórea en un
número considerable y producen cambios estructurales en
las parcelas de muestreo, que
impiden posteriores monitoreos. Asimismo, las metodologías
actuales, con el objeto de asegurar un recuento de carbono
elevado tratan de cuantificar ramas y hojas, que podrían
perfectamente ser no consideradas ya que son una captura de CO2
que beneficia a los procesos biogeoquímicos. El grado de
incertidumbre en este último aspecto resulta alto y
sería mejor contabilizarlo con un coeficiente constante
que tenga en cuenta la media aritmética del rango
mínimo y máximo, previsto en las mediciones
experimentales desarrolladas hasta la fecha sobre diversas
especies en todo el orbe (IPCC, 2003). Asimismo, el Órgano
Subsidiario de Asesoramiento Científico y
Tecnológico (SBSTA) recomienda a las partes utilizar los
factores de emisión y los datos de actividad nacionales si
se desarrollan de manera compatible con la orientación
sobre las buenas prácticas (FCCC/SBSTA/2002/2). La
variación del número de ramas por individuos de la
especie, los cambios de biomasa estacionales en lo que respecta a
las hojas y las diferencias que existen en las dinámicas
del ciclo de la materia hacen de esta captura de carbono
difícil de ser medida y aún más, de ser
monitoreada. Si fuera una fuente de emisión no
podría ser dejada de medir, pero al ser una captura de
CO2, puede dejarse de estimar por las dificultades
expuestas.
Los cálculos de carbono propuestos en este
trabajo son eficientes por la sencillez de su obtención y
sustentables por no producir deterioro de las especies forestales
y del ecosistema al tomar las muestras.
En el trabajo los
cálculos de conversión de biomasa están
representados en unidad de carbono secuestrado. De acuerdo con la
Convención Marco para el Cambio Climático (CMCC)
tendrán que ser expresados en CO2e
Metodologías de muestreo y
cálculo
- ECOREGIONES
La CMCC es una oportunidad para trabajar en el
desarrollo sustentable de los recursos forestales. El calcular la
línea de base y monitorear el balance de carbono de los
ecosistemas forestales permitirá conservar la
biodiversidad y reducirá la deforestación. Los
cálculos de carbono y monitoreo son de difícil
resolución en ciertos ecosistemas (bosques
heterogéneos) a diferencia de los bosques
homogéneos.
A modo de ejemplo se ha analizado la Provincia de las
Yungas (ver ANEXO III). La elevada biodiversidad y el grado de
variabilidad de las asociaciones vegetales demuestra las
dificultades para poder elaborar líneas de base o inventarios de
carbono en ciertos ecosistemas. También surgen
dificultades por la falta de información que existe, lo
que dificulta aún más su evaluación. Por tal motivo y frente a la
imposibilidad de poder lograr dicho conocimiento es que el autor
elaboró la presente metodología de muestreo y
cálculo.
Aún así, las condiciones actuales de estos
ecosistemas merecen ser manejados sustentablemente y es por ello
que se recomienda un ordenamiento territorial en áreas
complejas, como Yungas, permitiendo un cambio del uso sustentable
de los suelos que favorezca el balance de carbono, evite la
deforestación, la pérdida de biodiversidad y la
desertificación. Las problemáticas de Yungas son
diversas pero para tener una idea de lo expresado en los
párrafos anteriores se puede decir que:
- El Distrito de las Selvas de Transición de la
Provincia de las Yungas (Selva de "palo blanco" y "palo
amarillo"; Selva de "tipa" y "pacará"; bosques
ribereños de "tusca" y "Bosquecillos marginales") se
halla muy alterado por la acción antropógena que
va destruyendo paulatinamente la vegetación
prístina y suplantándola por cultivos. De estos
el más importante es la caña de azúcar
(Saccharum officinarum). También es muy
importante el cultivo de tabaco
(Nicotiana tabacum), principalmente en Salta y Jujuy.
Además se cultivan diversas hortalizas como porotos
(Phaseolus vulgaris y especies afines); tomate
(Lycopersicum esculentum), ají (Capsicum
annuum) y garbanzo (Cicer arietinum). - También hay una elevada extensión
dedicada al cultivo de frutales , principalmente de
Citrus, banana (Musa paradisiaca), y palta
(Persea americana). En algunas zonas la selva ha sido
sustituida por bosques de eucalipto.
– Las selvas Montanas de las Yungas se explotan por la
madera de las especies de Cedrela, Tabebuia, Amburana
cearensis y varias otras, alterándose la
composición de la selva al eliminar determinados
elementos. En algunas zonas se está sustituyendo la
selva montana prístina por plantaciones diversas de
pinos cuya madera se utiliza en la fabricación de
papel.
2- PARCELA
Los muestreos serán del tipo circulares de
diámetro 11,28 m con una superficie de 400 m2 (ver Anexo
I) . La toma de muestra en la
parcela se describe a continuación (ver ANEXO
II).(Bastienne Schlegel, Jorge et al. 2000 y 2001).
2.a DEPÓSITO I (Biomasa viva)
- Árboles de DAP < 5 cm, arbustos y
herbáceas
Muestras y mediciones
Objetivos:
– Determinar el peso húmedo de los tallos
leñosos de <5 cm de diámetro a la altura de
pecho (DAP) y del sotobosque
– Analizar contenido de humedad
Metodología:
El tamaño de parcela para el muestreo de tallos
leñosos <5 cm DAP debe ser de 100 m2 y para el
sotobosque de 1 m2 (ver ANEXO I). Luego de delimitar las parcelas
se determinan las especies por estrato y se hace el recuento de
individuos por especie.
De cada especie de árboles como de arbustos y de
herbáceas se toma un individuo para
ser trozado por completo y pesado para averiguar su peso en
húmedo. Dichas muestras luego de ser pesadas se guardan en
bolsas rotuladas donde se indica nombre de la especie y
número de la muestra con el objeto de llevar al laboratorio
donde se seca en horno a 70º C hasta que el peso permanezca
constante (peso seco de la muestra).
Otro dato que se obtiene en laboratorio es la
proporción de carbono ponderada (factor de
estimación de carbono).
Cálculos:
Para ver esta seccion seleccionar
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Conclusiones
Las metodologías propuestas en el presente
trabajo:
- no producen pérdida de árboles para el
cálculo de biomasa, - reducen los costos en el proceso de
elaboración de línea de base y cálculo de
adicionalidad o elaboración del inventario, - facilita el desarrollo de parcelas circulares de
muestreo en gran escala permitiendo reducir el índice de
error. - permiten realizar muestreos y cálculos en
regiones de alto grado de biodiversidad.
También se determina la necesidad de ordenamiento
territorial en las regiones boscosas a los efectos de tomar
medidas que eviten la vulnerabilidad y mitiguen los Gases de
Efecto Invernadero (GEI).
Para ver los anexos seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Todo tiene un Fin
Hemos llegado al final del libro y creo que
cumplí en darles bastante conocimiento actualizado sobre
el Cambio Climático. Lo importante ahora es aplicarlo a
partir de la interpretación de la realidad.
El Hombre es la única especie que tiene
conciencia del Tiempo en la Tierra. Asimismo, por medio de
la ciencia el
Hombre puede extrapolar experiencias y proyectar en el Tiempo
acontecimientos que podrían suceder siendo la
incertidumbre nuestro mayor enemigo a vencer. A través del
libro los invité a explorar el pasado, el presente y el
futuro de las especies. En tal sentido hice una exposición
de mi teoría evolutiva de las especies a través de
la influencia del Cambio Climático. Somos un producto del
Cambio Climático y estamos adaptados a subsistir en
ciertas condiciones atmosféricas que están variando
y que probablemente nuestra esencia es la causa actual de dicho
cambio. La salvación está en manos de modificar
nuestra cultura, para lo cual les mostré cómo se
puede hacer y desarrollé toda una batería
metodológica que he elaborado y de compromisos para tal
fin.
La Salvación está en nosotros y el Tiempo
nos dará la razón.
Para ver la bibliografía seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
APÉNDICE I CONVENCIÓN MARCO DE LAS
NACIONES UNIDAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO
APÉNDICE I I PROTOCOLO DE KYOTO DE LA
CONVENCIÓN MARCO DE NACIONES UNIDAS SOBRE EL CAMBIO
CLIMÁTICO
APÉNDICE III CARTA MUNDIAL DE LA NATURALEZA
(RESOLUCIÓN 37/7 DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES
UNIDAS, 28 DE OCTUBRE 1982) :
Para ver el apéndice seleccione
la opción "Descargar" del menú
superior
DEDICATORIA
A mi esposa Pía que me acompaño y
ayudó durante estos años y a mis queridos hijos
Lucia y Santiago que me animaron a continuar con los estudios y
las investigaciones.
AUTOR
El autor Carlos Alejandro NORVERTO se recibió en
1987 de Profesor de
Ciencias
Naturales en el Consejo Superior de Educación
Católica en Argentina, posteriormente homologó su
título en España al
de Licenciado en Ciencias
Biológicas y en 1993 se diplomó como Especialista
en Recursos Fitogenéticos en La Escuela Superior
de Ingenieros Agrónomos en la Universidad
Politécnica de Madrid,
España. Por último, en 1999 se graduó de
Licenciado en Gestión
Educativa en la Universidad Centro de Altos Estudios de Ciencias
Exactas de Buenos Aires,
Argentina. Ha desarrollado estudios de postgrado en la Facultad
de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires
y fue becado en dos oportunidades para estudiar e investigar en
el exterior. Actualmente se dedica a la docencia y ha publicado 2
libros y
más de 40 trabajos científicos.
Obra Inédita Deecho de Autor Nro:
358001
Contactarse: