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VIH Sida. Tratamiento




Enviado por marialaura_ordonez



    1. Lo que se debe y no se debe
      decir
    2. Desarrollo de la
      Temática
    3. Conclusión
    4. Bibliografía
      Utilizada

    LO
    QUE SE DEBE Y NO SE DEBE DECIR

    (Relativo a la
    enfermedad del Sida desde una perspectiva humana)

    SÍ NO

    • Personas con SIDA
    • Sidásicos o sidosos, pues la
      enfermedad no destruye la condición de persona y el virus
      no destruye la identidad.
    • Sufrimiento Humano
    • Castigo de Dios, pues se trata del
      padecimiento del ser humano y no de una pena que se
      impone por delitos o faltas
      a leyes
      divinas o humanas.
    • Enfermedad incurable
    • Enfermedad Mortal, en cuanto es una
      enfermedad que por hoy no se puede curar, pero en algunos
      no es necesariamente mortal.
    • Diagnóstico
      Médico
    • Epidemia
    • Flagelo, en cuanto esta enfermedad puede
      afectar a la población en general y no es un
      azote o instrumento de castigo de grupos
      particulares.
    • Enfermo
    • Víctima, las personas con SIDA son
      enfermos porque padecen pérdida de la salud
      como una realidad de las circunstancias de su propia vida
      y no por transgresiones que deben ser
      penalizadas
    1. INTRODUCCIÓN

    Objetivos:

    Gral:

    Presentar y analizar todas las determinaciones de
    existencia y factores constitutivos1 del tratamiento
    del SIDA (Síndrome de Inmuno Deficiencia
    Adquirida).

    Específico:

    Realizar una monografía compilativa a fin de que la
    presentación y el análisis del presente trabajo,
    contribuya a una visión holística2 de la
    temática abordada.

    Metodología:

    La presente monografía
    es de tipo COMPILATIVA, ya que para su elaboración se
    reunirá material bibliográfico en relación a
    la temática que se abordará, el cual será
    analizado y redactado de una forma crítica, expresando posturas personales
    sobre los distintos puntos de vista y la polémica sobre
    los mismos.

    El presente trabajo estará organizado y dividido
    en cinco grandes partes:

    1. INTRODUCCIÓN
    2. DESARROLLO DE LA TEMÁTICA
    3. CONCLUSIONES
    4. BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA

    La INTRODUCCIÓN contendrá: los objetivos
    del presente trabajo, la metodología y la
    fundamentación.

    En el DESARROLLO se
    intentará abordar la temática: el tratamiento del
    SIDA a partir de diferente material bibliográfico:
    terapias alternativas, tratamientos más eficaces,
    tratamientos nuevos y elementos a tener en cuenta a la hora de
    tomar las decisiones sobre el tratamiento.

    En la CONCLUSIÓN, se intentará realizar
    una reflexión personal en
    torno a la
    temática abordada.

    En la BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA, serán
    referidas las fuentes
    bibliográficas que se utilizaron de forma oportuna y
    pertinente a lo largo del desarrollo de la temática
    seleccionada.

    FUNDAMENTACIÓN:

    Este trabajo se elabora sobre el fundamento de alcanzar
    los objetivos antes enunciados, a fin de contribuir al
    análisis del tratamiento del Síndrome de Inmuno
    Deficiencia Adquirida (SIDA), considerado como elemento
    fundamental para alcanzar una mejor calidad de
    vida del ser humano afectado por dicha enfermedad; y
    particularmente, como un proceso de
    incumbencia profesional para el Trabajador Social como potencial
    Trabajador de la Salud.

    1. DESARROLLO DE
      LA TEMÁTICA

    En principio, para poder
    desarrollar el tratamiento de esta enfermedad, es preciso
    describir qué es el SIDA, de
    qué formas se transmite, cuáles son sus
    síntomas más comunes, cuáles son los
    aspectos psicológicos del paciente infectado, entre otras
    cuestiones.

    Contrariamente a lo que creían los líderes
    de la salud
    pública allá por los años 80, las
    enfermedades
    infecciosas no fueron derrotadas, ni se estaban desvaneciendo
    como causas importantes de enfermedad y mortalidad. La doctrina
    de la transición epidemiológica estaba atrozmente
    equivocada: las enfermedades infecciosas son un problema
    mayúsculo de salud en todos lados. Una de las varias
    pruebas
    fehacientes de tal equívoco es el descubrimiento del
    Síndrome de InmunoDeficiencia Adquirida, allá por
    el año 1981.

    El SIDA, constituye la fase final de la infección
    causada por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). El
    VIH, como todo virus, es una pequeña partícula
    infecciosa que sólo puede vivir como parásito de
    las células
    del organismo, donde se multiplica. Fuera de las células
    sobrevive con dificultad y durante poco tiempo. Hasta
    el momento se conocen dos tipos: el VIH1 y el VIH2, ambos poseen
    un genoma similar y componentes químicos que provocan
    reacciones agresivas.

    El VIH tiene la particularidad de atacar a los
    linfocitos3 T4 (ya que el virus tiene tropismo:
    atracción instintiva por dichos linfocitos) que son los
    responsables de la inmunidad celular (alta densidad de
    receptores CD4). Aunque su presencia también fue detectada
    en varias células: linfocitos T como macrófagos,
    linfocitos B, algunas células intestinales, y en menor
    cantidad, en neuronas.

    El virus se fija en la superficie del linfocito T4 y se
    instala en él. Incorporado a la proteína CD4, libre
    de la cápsula, ayudado por la enzima (transcriptasa
    reversa), transforma el RNA en DNA (código
    genético). Después de un período de
    incubación, variable de una persona a otra, destruye el
    linfocito y se reproduce, y el proceso se repite; el virus ataca
    otros linfocitos y se multiplica aceleradamente.

    Dentro de la célula,
    el virus causa lesiones permanentes porque destruye el material
    genético. El organismo minado por el ataque, desorganiza
    sus defensas y se convierte en una puerta abierta a una infinidad
    de virus, bacterias,
    hongos, que
    ocasionan de manera gradual y sucesiva graves infecciones.
    (enfermedades oportunistas).

    Cabe destacar que el VIH pertenece a la familia de
    los retrovirus, es decir a aquellos virus que cambian la estructura de
    las células que atacan. Es un virus esférico de
    100mm de diámetro, con una doble envoltura lipídica
    que proviene de la membrana de la célula
    huesped. Debajo de la envoltura se encuentra la cápside de
    naturaleza
    proteica que protege al nucleoide, formado por dos cadenas de
    ARN.

    Como decíamos entonces, el SIDA:

    S= Síndrome: Conjunto de manifestaciones
    (síntomas) que caracterizan a una enfermedad.

    I = Inmuno: Relacionado con el sistema
    inmunológico o sistema de defensa de nuestro cuerpo contra
    las enfermedades.

    D= Deficiencia: Indica que el sistema de defensa
    no funciona o fucniona incorrectamente.

    A= Adquirida: Es provocado por un virus
    (adquirido). No es hereditario ni
    genético.

    Constituye la fase final del proceso de infección
    que comienza con el VIH.

    Así mismo, cabe destacar que no es lo mismo estar
    infectado por el VIH, que padecer la enfermedad del SIDA, ya que
    estar infectado por el VIH (ser portador del virus), no implica
    decir que ya se tenga SIDA, aunque puede transmitir la
    infección a otras personas.

    Ser seropositivo, no significa que el organismo
    obligatoriamente va a desarrollar la enfermedad, ya que la
    evolución de la infección por VIH,
    no es igual para todos los casos, algunas personas son
    seropositivas durante años, sin ninguna
    manifestación clínica que la evidencie.

    Estadios o fases de la
    infección:

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    El organismo suele tener una reacción violenta
    ante la presencia y diseminación del VIH en su sangre. Estas
    reacciones (fiebre,
    cansancio, inflamación de ganglios) sobrevienen a unas
    4 semanas de la entrada del VIH y duran entre 1 y 4 semanas. El
    cuadro llamado de infección aguda por VIH, puede no
    producirse. También sucede que pase desapercibido o se lo
    confunda con un estado gripal
    fuerte.

    Portador asintomático es aquella persona que se
    encuentra infectada por el VIH y que sin embargo no presenta
    ningún síntoma relacionado con el virus. En esta
    fase el VIH evoluciona lentamente y el organismo no produce
    reacciones visibles. Este período también es
    conocido como "período de seroconversión" o
    "período ventana". Tras la infección, la persona
    demora entre uno y tres meses en desarrollar anticuerpos en
    cantidad suficiente como para que los detecte un
    análisis.

    Erróneamente, a estas personas se las
    llamó "portadores sanos", lo cual resulta equivocado pues,
    como hemos visto, están infectadas por el VIH.

    Las sigla CRS significa Complejo Relacionado con el
    Sida. Las personas que presentan CRS tienen algunos
    síntomas relacionados con la infección por el VIH,
    ya que el virus ha debilitado el sistema inmunitario.

    Estos síntomas y enfermedades (fiebre, aumento
    del tamaño de los ganglios linfáticos o candiasis
    oral, herpes en uno
    y otro caso)no cumplen, sin embargo, los requisitos necesarios
    para poder afirmar que esa persona está enferma de
    SIDA.

    Cabe aclarar que una persona que padece SIDA, es una
    persona que además de ser seropositiva o portadora del
    VIH, como en los dos grupos anteriores, desarrolla infecciones
    oportunistas o formas de cáncer relacionados con el sida.
    Al dañarse la capacidad que tiene nuestro cuerpo para
    combatir las infecciones, cualquier enfermedad puede complicarse
    y llevar a la muerte.
    Cuando una persona portadora presenta alguna de estas
    infecciones, puede considerarse ya un enfermo de SIDA.

    VÍAS DE
    TRANSMISIÓN DEL VIRUS DEL SIDA:

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú
    superior 

    1. La transmisión por sangre se realiza
      principalmente:
    1. A través del intercambio de jeringas
      contaminadas u objetos cortantes o punzantes.
    2. En el embarazo o
      parto: la
      infección puede producirse durante el embarazo (a
      través de la placenta), pero puede darse también
      en el momento del parto.
    3. A través de transfusiones: en este caso la
      probabilidad de
      infectarse es mayor que en el resto de los casos.
    4. Por contacto de herida con herida
    1. La transmisión por vía sexual se
      realiza principalmente:
    1. por sangre
    2. por semen
    3. por flujo vaginal
    1. La transmisión vertical se realiza
      principalmente:
    1. el intercambio de sangre por la placenta o en el
      parto
    2. a través de la lactancia,
      también es posible. No obstante, es controvertido, ya
      que no es posible determinar con precisión si la
      cantidad es suficiente como para infectar al bebé. Con
      este panorama, no hay consenso respecto a contraindicar la
      lactancia, pero lo que sí es bien conocido son los
      efectos de la lactancia artificial, por lo que es más
      probable que se aconseje la lactancia natural.

    SÍNTOMAS: Pueden dividirse en
    principales y secundarios4

    PRINCIPALES:

    • Fiebre: entre 38° y 40°
    • Diarrea crónica de más de un mes de
      duración
    • Pérdida de más del 10% de
      peso.

    SECUNDARIOS

    • Tos persistente durante más de un
      mes
    • Enfermedad generalizada de la piel con
      picores
    • Herpes zona recurrente
    • Herpes simple crónico generalizado
    • Aftas en boca y garganta
    • Ganglios hinchados
    • Pérdida de memoria
    • Pérdida de capacidad intelectual
    • Lesiones de los nervios
      periféricos
    • Alteraciones neurológicas: fotofobia,
      alteraciones de la personalidad
    • Convulsiones (raramente).
    • Etc.

    PRINCIPALES ENFERMEDADES MANIFESTADAS Y
    RELACIONADAS CON EL SIDA.

    • Toxoplasmosis
    • Tuberculosis
    • Meningitis
    • Encefalitis por herpes virus y por
      citomegalovirus
    • Retinitis por citomegalovirus
    • Linfoma
    • Leucoencefalopatía progresiva
    • Demencia-atrofia cerebral
    • Mielopatía
    • Neuropatía periférica
    • Neumonía
    • Neumonitis intersticial linfoide
    • Sarcoma de Kaposi
    • Herpes simple y Herpes-zóster
    • Candisiasis
    • Estrongiloidiasis
    • Citomegalovirus
    • Leucoplasia ciliada
    • Isosporidiosis
    • Criptosporidiosis
    • Bacterias
    • Hongos
    • Virus
    • Dermatitis
    • Pulmonía.
    • Etc.

    ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL PACIENTE
    INFECTADO POR EL VIH.

    En los aspectos psicológicos que va viviendo una
    persona originalmente sana que se infecta con el virus de la
    inmuno deficiencia humana, están involucrados tanto el
    núcleo familiar, con sus características, su
    respuesta ante la problemática; la respuesta que los
    profesionales le brindan a estos pacientes, y por supuesto la
    respuesta de la sociedad toda
    ante esta enfermedad social.

    La persona con SIDA es un paciente terminal, que se ve
    enfrentado no sólo a problemas
    físicos (o biológicos) inherentes a la enfermedad,
    sino a múltiples complicaciones psicológicas. Estas
    complicaciones pueden ser consecuencia de varios factores: por un
    lado las reacciones propias del enfermo que padece una enfermedad
    hasta el momento incurable, por otro, aquellas reacciones que,
    por ser el SIDA una enfermedad infecciosa, tiene en el afectado
    una incidencia secundaria relacionada con el impacto psicosocial,
    y por último, están aquellos síntomas
    psíquicos derivados del compromiso del sistema nervioso
    central.

    Los problemas psicológicos que se plantean a las
    personas infectadas, giran en torno a la incertidumbre y las
    readaptaciones: incertidumbre en relación con las
    esperanzas y expectativas de la vida en general y con la familia; en
    cuanto a la calidad y
    duración de la vida, los efectos del tratamiento y la
    reacción de la sociedad. En respuesta el individuo
    afectado debe proceder a una serie de reajustes y adaptaciones en
    su vida cotidiana lo cual le genera un estado de
    tensión.

    El sentimiento de muerte
    inminente y el miedo al dolor, son otros de los problemas
    psicológicos. Pero se añaden otros: el carácter contagioso de la enfermedad, el
    riesgo de
    ostracismo, discriminación y aislamiento social, la
    preexistencia de desórdenes patológicos y
    comportamentales.

    Las reacciones a la revelación del diagnóstico son muy variadas:

    • Shock
    • Miedo
    • Culpa
    • Negación

    Los pacientes viven el resultado positivo del test, como una
    condena a muerte y desarrollan una notable reacción
    depresiva acompañada de manifestaciones de
    angustia.

    El paciente seropositivo sin síntomas
    clínicos recorre un camino psicológico con tres
    fases:

    1. Estado de estrés
    2. De adaptación
    3. De integración.

    Si bien la relación entre Estrés y
    vulnerabilidad a la enfermedad no es lineal, todo apunta a que en
    humanos la inmunodepresión producida por estresores
    psicológicos (el estrés), suele aumentar la
    vulnerabilidad del organismo a la enfermedad.

    Las reacciones al estrés integran en una
    respuesta a los sistemas
    biológicos, psicológicos y sociológicos. El
    estrés implica una sobrecarga de los sistemas, que se
    alteran si se ejerce sobre ellos tensión suficiente. El
    incremento de la actividad con objeto de hacer frente al
    estrés en un sistema que está a punto de estallar,
    puede interferir con la función de
    los otros sistemas. Si uno de los tres está sobrecargado,
    hará impacto sobre los otros.

    Si a todo esto se le suma el deterioro
    psicoorgánico propio del SIDA que lleva a una
    alteración en el pensamiento,
    atención, memoria,
    concentración, abstracción; el enfrentamiento del
    afectado a la pérdida de la imagen de
    sí mismo, su identidad, sus expectativas: intelectuales,
    laborales, de pareja, sexualidad y
    del ámbito social.

    Frente al deterioro referido que sufre el paciente,
    aún se puede sumar la posible conducta suicida,
    considerada como la única salida.

    Es preciso destacar la presencia de un sentimiento de
    frustración5 por la presencia de una enfermedad
    terminal como es el SIDA, ya que el organismo encuentra un
    obstáculo más o menos insuperable en la vida que lo
    conduce a la satisfacción de una necesidad vital
    cualquiera. Un ejemplo de sentimiento de frustración es
    cuando el paciente se enfrenta ante la posibilidad o certeza del
    diagnóstico.

    En general la respuesta frente al diagnóstico
    implica sensaciones y sentimientos encontrados. En muchos casos
    se produce una huida defensiva: el paciente no vuelve a la
    siguiente entrevista y
    cuando vuelve lo hace después de un tiempo variable, y
    habiendo continuado con las conductas de riesgo, negando la
    posibilidad de la infección o habiendo recorrido otros
    centros de diagnóstico en busca de desmentir el resultado
    positivo.

    Existe un impacto contra transferencial que produce el
    diagnóstico al profesional que asiste a estos pacientes,
    poniendo en juego
    importantes aspectos personales, ya que lo remite a la idea de la
    muerte, la frustración, y la pérdida. Lo mismo
    sucede con resto de la sociedad.

    En general se ha observado que los pacientes con
    supervivencia más prolongada están conscientes de
    la gravedad de la enfermedad, pero rehusan percibirla como una
    sentencia de muerte inminente o inmanente. Presentan un comportamiento
    activo y de desafío con la enfermedad y no reflejan
    sentimientos de pérdida, desesperanza o
    desesperación. Por el contrario las personas con prognosis
    desfavorable presentan un estado llamado "inmunodepresión
    de la conducta": suprimen las emociones como la
    cólera
    y rabia, son tendencialmente pasivos y fácilmente
    inclinados a la resignación.

    • Desórdenes psiquiátricos en
      pacientes con el VIH positivo.

    Si bien en la literatura se observa que
    los desórdenes psiquiátricos aparecen con
    frecuencia en dichos pacientes, en las manifestaciones
    psiquiátricas encontradas se plantea cuál es el
    impacto provocado por el choque emotivo de una enfermedad mortal,
    y cuánto en cambio se debe
    a alteraciones del sistema nervioso
    central producidas por el neurotropismo del VIH.

    Indagando en las respuestas psicopatológicas a
    consecuencia del diagnóstico de la seropositividad,
    numerosos autores han observado que las más frecuentes
    manifestaciones psicopatológicas son los desórdenes
    del humor. (entre el 71% y el 75% de los sujetos).

    • Desórdenes neuropsiquiátricos en
      pacientes con el VIH positivo.

    En esta área es preciso aclarar la escasez en la
    literatura existente unida a la falta de investigación al respecto.

    El curso de la infección del VIH puede verse
    complicado, sobre todo en las etapas más avanzadas de la
    inmunodepresión por infecciones ocasionales capaces de
    provocar notables alteraciones focales del Sistema Nervioso
    Central y los consiguientes síndromes mentales
    orgánicos agudos con manifestaciones de tipo
    psicótico.

    Estudios longitudinales indican que los pacientes
    asintomáticos no presentan alteraciones
    neurológicas y neuropsicológicas
    significativas.

    Los desórdenes neuropsiquiátricos
    más frecuentes corresponden a lesiones subcorticales
    difusas o encefalitis subaguda o encefalopatía
    subaguda.

    Se ha establecido, un déficit cognitivo, del
    comportamiento y motor, junto a
    depresiones crónicas . Se trata del Complejo de Demencia
    de Sida, que en algunos casos puede constituir la primera o
    única expresión de la infección.

    Este complejo de Demencia de SIDA se
    asocia:

    • Trastornos motores
    • Trastornos de conducta
    • Meningitis
    • Neuropatía
      períférica
    • Demencia del tipo Alzheimer
    • Déficit de la memoria
    • Déficit de la concentración
    • Depresión
    • Confusión
    • Juicio empobrecido
    • Conducta impulsiva
    • Psicosis

    Un 60% de los pacientes con SIDA poseen algunos casos de
    demencia.

    La psicoterapia
    apunta principalmente a fomentar en estos pacientes la lucha a
    favor de la vida, buscando la mejores condiciones
    psicológicas para llevar esta enfermedad potencialmente
    mortal. Esta ayuda psicológica es positiva y efectiva en
    el enfrentamiento de la problemática. Sin embargo, esto
    será válido en la medida que surja de una actividad
    interdisciplinaria aceptando que todos tenemos parte de la
    verdad. El trabajo en equipo
    nos permitirá dar atención asistencial y preventiva
    de una manera integral, eficaz y eficiente.

    Como afirmamos con anterioridad, la sociedad no
    está exenta de dicha problemática. El SIDA es un
    problema que trasciende los aspectos puramente sanitarios o
    biológicos, para transformarse en un problema
    sociológico de primera magnitud y donde ambos aspectos se
    entremezclan indisolublemente.

    Pero, ¿Cuáles son las variables
    sociales que están influyendo en la interacción de un paciente contagiado por
    el virus VIH y la sociedad?

    Para abordar las complejas dimensiones psicosociales de
    la problemática del SIDA, se considera que el
    fenómeno de la percepción
    social desempeña un papel importante ya que es un
    fenómeno entre enfermos de SIDA y su entorno, producto del
    prejuicio que
    está a la base de esta patología.

    En toda relación social, las personas
    interactuantes se perciben mutuamente y este hecho tiene dos
    significancias: no es unilateral, ya que no sólo involucra
    cómo los pacientes perciben su entorno, sino
    también cómo éstos son percibidos por lo
    otros; y es selectiva, pues nos lleva a destacar las
    características negativas de las personas por las que
    sentimos aversión y los aspectos positivos de quienes son
    objeto de nuestra simpatía.

    En el caso de los pacientes con SIDA, las personas
    tienden a percibir las características negativas por las
    que sienten rechazo como: conductas desviadas, consumo de
    drogas y
    prácticas sexuales promiscuas.

    Por lo tanto la selectividad perceptiva se manifiesta
    claramente en la conducta prejuiciosa, siendo una actitud que
    predisponepara que piense, perciba, sienta y actúe de
    manera favorable o desfavorable haica un grupo o hacia
    sus miembros. Las personas que tienen prejuicios hacia
    determinados grupos sólo observan manifestaciones que
    concuerden con su visión prejuiciosa y omiten todo aquello
    que contradiga tal apreciación.

    Entonces, se entiende por PREJUICIO al acto de emitir un
    juicio antes de contar con el total de sus
    fundamentos.

    Generalmente esta actitud hostil o negativa hacia un
    grupo distinguible se basa en ideas subjetivas o generalizaciones
    de observaciones aisladas o incompletas más que en la
    experiencia e información objetiva. Esta
    generalización de características a un grupo
    (pacientes con SIDA) es lo que se llama ESTEREOTIPAR que consiste
    en asignar idénticas características a cualquier
    persona de un grupo, sin tomar en cuenta la variación real
    que existe entre los miembros del mismo. Un ejemplo: "Todos los
    pacientes que padecen SIDA son homosexuales".

    Generalmente, el estereotipo genera en nuestra mente
    modos de justificar nuestros propios prejuicios y
    crueldad.

    • El SIDA como un estigma social

    El impacto de la "epidemia del siglo XX" como algunos lo
    han llamado, ha sido destructivo por la escasa información
    existente antes de 1984. Esto llevó al sensacionalismo en
    los medios del
    comunicación de masas y como resultado, las
    reacciones públicas tendieron a aislar a los pacientes por
    el miedo al contagio. Así mismo el sida se ha convertido,
    más bien, en un símbolo de reacciones contra los
    homosexuales y drogadictos. Estas reacciones se han definido en
    la literatura como el "estigma del SIDA".

    Este concepto de
    ESTIGMA fue creado por los griegos para referirse a "signos
    corporales con los cuales se intentaba exhibir algo malo y poco
    habitual en el estatus moral de quién lo presentaba. Los
    signos consistían en cortes o quemaduras en el cuerpo y
    advertían que el portador era un esclavo, un criminal o un
    traidor, una persona corrupta, ritualmente deshonrada, a
    quién debía evitarse, especialmente en lugares
    públicos.

    El SIDA es un estigma, es una marca de
    vergüenza y descrédito, es una reacción
    construida socialmente en torno a una enfermedad letal que se ha
    ido manteniendo principalmente a través de grupos
    catalogados y prejuiciados en forma temprana.

    Algunos autores aseguran que las reacciones sociales han
    cambiado el comportamiento de los pacientes con SIDA y han
    limitado la efectividad de la prevención.

    El paciente percibe la no aceptación, o mejor
    dicho el rechazo del otro y una mala disposición para
    establecer contacto en igualdad de
    condiciones, situación que se ve reforzada por la
    internalización de las pautas de identidad social que
    dicta la propia sociedad y que llevan al hombre normal
    a mantenerse alerta frente a la persona que no cumple con los
    atributos del estereotipo.

    Por estas razones, se manifiesta en la persona con SIDA
    la vergüenza cuando está en presencia de una persona
    sana y hasta el odio y el denigrarse así mismo cuando
    está solo y puede comprobar que ese atributo
    estigmatizante es una especie de disfraz puesto sin su
    aprobación ni conocimiento y
    del cual muchas veces siente que no puede desprenderse
    voluntariamente. La conciencia de inferioridad del paciente con
    SIDA, estimula un sentimiento crónico de gran inseguridad,
    cuya consecuencia es la ansiedad.

    La incertidumbre de la persona enferma de este mal
    frente a la interacción social no sólo surge porque
    ignora en qué categoría será ubicada, sino
    además, porque también ignora si esta
    ubicación le será favorable, pues en su fuero
    interno sabe que los demás pueden definirla en
    función de su estigma.

    Por otra parte, la persona con este virus siente
    expuesta su intimidad cuando la sociedad la enfrenta con una
    curiosidad que ella juzga morbosa o cuando le ofrece una ayuda
    que no necesita ni desea. Frente a esta situación puede
    reaccionar de diferentes formas con un anticipado retraimiento
    defensivo, con un modo agresivo o bien con ambos en forma
    oscilante. A su vez, cualquiera de estas reacciones encuentra su
    contrapartida en sus interactuantes, que hace comprensible la
    complejidad de las reacciones sociales mixtas entre sociedad y
    enfermos de SIDA.

    Podría decirse que adquieren un Yo nuevo,
    estigmatizado, que va a dificultar el establecimiento de nuevas
    relaciones y más aún va a afectar los
    vínculos anteriores. Quienes recién conocen al
    enfermo pueden llegar a verlo y aceptarlo como tal; sin embargo
    quienes ya lo conocen y tienen con él una relación
    afectiva están ligados a una concepción de lo que
    esta persona fue alguna vez y por lo mismo pueden llegar a
    sentirse incapaces de brindarle un trato natural, o peor
    todavía, se sienten incapaces de brindarle una total
    aceptación familiar.

    • El SIDA asociado a la muerte.

    Estar en contacto con el SIDA es estar en contacto con
    el recuerdo de nuestra propia muerte. Los objetivos de la vida
    diaria son construir experiencias para evitar esta ansiedad
    fundamental. La persona sana se distancia de esta muerte
    definiendo la enfermedad como un "problema de otros", así
    se aleja, rechaza el contacto con estas personas.

    Nuestra civilización hace una conspiración
    del silencio ante la muerte. Así morir se ha convertido en
    algo inmanejable, poco previsible, lo que va aumentando la
    ansiedad colectiva ante la muerte y en la misma medida la
    negación de ella.

    Por lo tanto el SIDA provoca una ansiedad por esta
    asociación con la muerte. También la provoca por
    tratarse de una enfermedad nueva que es fatal causada por un
    agente infeccioso invisible que puede permanecer latente en el
    cuerpo, por un período no conocido de tiempo y que
    está fuera de control. Se le
    agrega a esto el enlace que tiene esta enfermedad con grupos
    estigmatizados a tal punto que se ha calificado al SIDA en la
    sociedad, a través de los medios de
    comunicación, como una "plaga de
    homosexuales".

    La literatura aporta estudios sobre las actitudes del
    personal de salud frente a los pacientes infectados y describe
    una variada gama de emociones negativas que tienen como base en
    común la angustia. La angustia del personal es transmitida
    al paciente, quien lo percibe como rechazo.

    Finalmente, podemos concluir que la enfermedad
    psicosocial generada por esta enfermedad, SIDA, tal vez supere a
    la enfermedad médica asociada con el síndrome, ya
    que si agregamos a las consecuencias físicas toda aquella
    carga ya sufrida por el paciente desde el ámbito social,
    comprendemos la importancia de considerar los aspectos
    psicosociales y conductas derivadas de la
    infección por VIH, en especial las que pueden aumentar la
    discriminación de estos pacientes, o la no
    prevención de la expansión de la enfermedad cuando
    está en nuestro poder reducirla.

    Desde un punto de vista valórico se puede dar
    respuesta al porqué de esta situación. El hombre
    está en crisis social
    ya que ha perdido valores
    esenciales propios de la naturaleza
    humana, y esto ha influido significativamente en la presencia
    y expansión de esta enfermedad.

    Antes de continuar con la parte específica del
    presente trabajo, es importante destacar la suma importancia de
    considerar los aspectos psicológicos de la persona enferma
    de VIH/SIDA para el abordaje del tratamiento. Esta importancia es
    considerada esencial y clave a tener en cuenta por aquellas
    personas que trabajan con estos pacientes, si la meta es que el
    tratamiento correspondiente llegue a ser eficaz.

    TRATAMIENTO

    Cabe destacar que aquí se entiende por
    tratamiento, cualquiera considerado como tal por el universo
    simbólico de las personas infectadas y no exclusivamente
    la asistencia médica de la medicina
    oficial.

    Mientras el personal de salud sólo menciona la
    asistencia psicológica- al que valora como auxiliar-, en
    los seropositivos se registra la utilización de diversos
    tipos de recursos
    terapeúticos.

    En el interior de la comunidad
    médica, la atención psicológica es
    considerada en una "forma de contención emocional del
    paciente y su familia" y no un recurso- instrumento
    terapéutico complementario.

    El desarrollo de enfermedades degenerativas como
    el
    cáncer y de las patologías crónicas y
    las "escasas" respuestas desde la medicina- fundamentalmente en
    lo que hace al tratamiento- a llevado a la modificación de
    la práctica médica de lo que se denominan
    "medicinas blandas". Sin embargo, cuando se indaga entre los
    profesionales acerca de otras terapias posibles, la
    mayoría, instalada en el modelo
    infectólogo de la enfermedad, las descarta o desvaloriza.
    Sólo algunos señalan como "alternativas"

    la homeopatía o el Hansi, pero
    descalificándolos y quitándoles status
    científico. No reconocen otro tipo de terapias y las
    aceptan en tanto no interfieran en los tratamientos
    biomédicos.

    Tanto el Hansi como la biomedicina y las terapias suaves
    que se practican en occidente, si bien parten de modelos
    teóricos distintos, sin embargo coinciden en su
    confianza en vencer la enfermedad y aún la
    muerte.

    A diferencia de los médicos, las personas
    seropositivas señalan una amplia y difundida
    utilización combinada de prácticas curativas que
    incluye los tratamientos psicológicos, la
    homeopatía, la acupuntura, las terapias "paralelas"
    (Reiki, Insight, Flores de Bach, Yoga, etc), los grupos de apoyo
    y autoayuda, lo religioso y la combinación entre estas
    posibilidades.

    Las posibilidades de acceder y experimentar los
    distintos tratamientos dependen del nivel socioeconómico
    del enfermo y del tiempo transcurrido de saberse
    seropositivo.

    La heterogeneidad de recursos terapéuticos
    "alternativos", nos habla de la amplitud de la epidemia y de las
    respuestas sociales.

    ¿Cuándo iniciar el
    tratamiento?

    Si bien esta pregunta se ha debatido desde 1986,
    aún no se ha llegado a un acuerdo unánime en este
    sentido. Aunque existen buenas razones (a nivel teórico)
    para apoyar el inicio temprano del tratamiento ("atacar duro y
    atacar temprano"), también es cierto que hacerlo significa
    afrontar una serie de complejas interacciones de medicamentos,
    procesos
    evolutivos del VIH (resistencia),
    efectos secundarios a corto y largo plazo y asuntos relacionados
    las elecciones personales.

    Sin embargo no hay una sola estrategia de
    tratamiento que sea "optima" para todas las personas. La
    decisión de comenzar el tratamiento es una elección
    personal que puede ser sugerida o recomendada pero no dictada por
    las evidencias
    científicas y médicas. (ver ANEXO
    ESPECÍFICO: Guía internacional de la sociedad de
    los EE.UU. contra el SIDA para el tratamiento de la enfermedad
    VIH.)

    Cabe destacar, que reviste gran importancia los
    resultados de laboratorio
    del paciente, como el porcentaje de células CD4+,sus
    cambios en el tiempo(o trayectoria) en dichas células, la
    presencia o ausencia de síntomas, las necesidades
    personales, creencias y preferencias como la situación
    personal del paciente.

    Los resultados a largo plazo del inicio temprano al
    tratamiento, pueden ser perjudiciales para el enfermo, ya
    que:

    • Aquellas personas que no tienen una necesidad urgente
      de la terapia están expuestas innecesariamente a los
      efectos secundarios de los medicamentos.
    • Cuánto más tiempo la persona se halle
      expuesta a los medicamentos, puede debilitarse con mayor
      rapidez, ya que el virus va desarrollando resistencia a los
      mismos, y por lo tanto, pueden comenzar a agotar sus opciones
      antes de que los medicamentos puedan suministrar un beneficio
      significativo.
    • La presión
      que implica iniciar la terapia y de manera temprana puede
      desanimar por completo a algunos a tomar la misma, ya que deben
      tomar el tratamiento cuando aún se sienten saludables lo
      cual podría generar temor o resistencia cuando realmente
      más lo necesiten.
    • Puede generar un descuido en la adherencia al
      tratamiento por parte de la persona, ya que siente muy poca
      presión por parte de la enfermedad, ya que aún se
      sienten bien con o sin tratamiento.

    Después de varias revisiones, se recomienda que
    los médicos discutan y ofrezcan el tratamiento a personas
    con recuentos de celulas CD4+ por debajo de 350 o cargas virales
    por encima de 30,000 a 50,000.

    Sin embargo, los estudios no pueden pronosticar
    cómo un individuo en particular va a responder el
    tratamiento, o cómo le va a ir si no lo toma. Un estudio
    puede reportar la respuesta promedio observada en los grupos bajo
    estudio, pero a otros les puede ir mucho mejor o mucho
    peor.

    En este sentido no existe un momento "correcto" para
    comenzar el tratamiento, ello depende más bien de
    considerar muchos factores relacionados al estado en que se
    encuentre la persona: físicamente,
    psicológicamente, socioeconómicamente,
    anímicamente, etc.

    La mejor alternativa puede ser diseñar un
    programa
    personal elaborado conjuntamente por un equipo interdisciplinario
    y el mismo paciente.

    Cabe destacar, la gran importancia que reviste la
    participación del paciente en dicha elaboración, ya
    que debe sentirse cómodo con su programa y sentir que
    direcciona su propia situación.

    LA TERAPIA DE PRIMERA
    LÍNEA

    Las terapias de primera línea, son aquellas que
    se desarrollan en la fase inicial del VIH.

    El fármaco ABT-378 de los laboratorios Abbott, es
    un inhibidor de proteasa muy potente, cuando es bien tolerado, al
    menos como terapia de primera línea. Este fármaco
    debe ir acompañado por una pequeña cantidad de
    Ritonavir (Norvir) (Ver ANEXO ESPECÍFICO: Glosario de
    Medicamentos). Ya que el mismo ayuda a mantener activa en el
    cuerpo una buena cantidad del ABT378 durante períodos
    largos.

    En un estudio realizado a un grupo de enfermos que
    tomaron los medicamentos durante 24 semanas, resultó que
    el 85% de los pacientes redujo su carga viral a menos de 400 ARN
    VIH. Además sus efectos secundarios son considerados de
    suaves a moderados: evacuaciones irregulares y diarrea.

    Muchos investigadores opinan que el primer
    régimen de tratamiento es el más importante y que
    es de gran importancia reducir el VIH a los niveles más
    bajos posibles, preferiblemente por debajo de las 40 copias de
    ARN VIH, ya que varios estudios sugieren que este es el resultado
    óptimo para una respuesta duradera.

    LA TERAPIA DE SEGUNDA
    LÍNEA

    Una persona puede lograr una respuesta muy potente y
    duradera de su terapia de primera línea, pero no lograr lo
    mismo con su terapia de segunda línea (debido a una
    resistencia cruzada a los otros medicamentos o a que el
    régimen de primera línea utilizó demasiadas
    opciones de tratamiento). En consecuencia los niveles del VIH le
    pueden aumentar al poco tiempo de haber iniciado este segundo
    régimen. Otra persona puede tener una respuesta
    razonablemente duradera tanto en la primera como en la segunda,
    lo cual, en conjunto, es una buena respuesta a largo plazo. Los
    beneficios de la terapia de segunda línea antiretroviral
    de alta potencia (HAART)
    han sido confirmados por numerosos estudios. Sin embargo para
    algunas personas estos beneficios comienzan a disminuir a medida
    que las cargas virales aumentan y/o los recuentos de
    células CD4+ disminuyen, debido al desarrollo de
    resistencia a los medicamentos.

    LA TERAPIA DE TERCERA
    LÍNEA

    En contraste con las numerosas opciones de tratamiento
    disponibles para quienes comienzan la terapia de primera o
    segunda línea contra el VIH, hay muy limitadas opciones
    para aquellos que están en su tercera línea. Esta
    última, se refiere a cualquier régimen de
    tratamiento que se utilice después de que las dos primeras
    rondas de terapia hayan demostrado ser incapaces de mantener a
    raya los niveles del VIH. Esto puede deberse a una falla en el
    tratamiento en sí o a la incapacidad de una persona para
    tolerar el medicamento.

    No existen normas de
    atención definidas para las personas que están
    considerando la terapia de tercera línea, pero se utiliza
    actualmente una estrategia a la que llaman "megaHAART"
    (megaterapia antiretroviral de alta potencia). Esta terapia
    consiste en combinar el mayor número posible de
    medicamentos contra el VIH teniendo la precaución de no
    causar efectos secundarios serios.

    Los resultados sugieren que a las personas que han
    estado en una variedad de terapias contra el VIH, les es posible
    mantener una respuesta antiviral mediante el uso de una
    megaterapia.

    Sin embargo, cabe destacar, que las megaterapias son
    difíciles y muy costosas, pudiendo incluir hasta 9
    medicamentos por día, lo que hace que muchas personas no
    puedan tolerar un régimen de esta naturaleza. Para evitar
    esta situación es útil efectuar al paciente, una
    prueba de resistencia a los medicamentos. Dicha prueba consiste
    en examinar muestras del virus tomadas de una persona en
    particular y detectar la presencia de mutaciones
    específicas del virus que se saben que están
    asociadas con el desarrollo de la resistencia a ciertos
    medicamentos. Esta prueba se llama Prueba de Resistencia
    Antiviral Genotípica.

    TERAPIA DE RESERVA DE
    MEDICAMENTOS

    El objetivo
    básico de esta terapia es "reservar" o "ahorrar" la
    opción del inhibidor de proteasa para ser utilizada
    más tarde. También existen informes sobre
    regímenes similares que reservan hasta dos clases de
    medicamentos: los inhibidores de proteasa y los
    no-nucleósidos inhibidores de transcriptasa reversa
    (NNRTI: siglas en inglés)para utilizarlos más
    tarde.

    Es posible lograr una buena reducción en los
    niveles del virus de las personas que están iniciando
    terapia sin tener que utilizar ni un inhibidor de proteasa ni un
    no-nucleósido inhibidor de transcriptasa reversa. Teniendo
    en cuenta lo dicho, podría constituir una opción
    interesante para los tratamientos de primera
    línea.

    La reducción de los niveles del virus ocurre en
    la mayoría de los casos, lo cual no implica que
    este tratamiento sea el método
    óptimo.

    EL TRATAMIENTO GENÉTICO

    El tratamiento genético denomina un método
    que intenta combatir una enfermedad a través de la
    manipulación genética.

    Los genes son unidades básicas de la herencia humana,
    están compuestos de una vía larga de ácidos
    deoxiribunucleicos (DNA), los cuales forman parte de los cromosomas,
    cuerpos del núcleo celular que contienen
    información genética. El DNA humano contiene toda
    la información que el cuerpo necesita para formar nuevas
    células y tejidos,
    comunicarse con otras células y regular la existencia
    continua y evolución biológica del ser
    humano.

    El cuerpo humano
    contiene 50,000 a 100,000 genes (la colección se denomina
    GENOMA.)

    Cada gen tiene la información requerida para
    formar una proteína. Las células humanas contienen
    una cantidad abundante de proteínas
    y cada una tiene una función específica. Si un solo
    gen es dañado, la producción de proteína de ese gen se
    verá alterada. Esto podría ocasionar una enfermedad
    genética. Cuando no se produce proteínas, o no en
    cantidades adecuadas o de manera equivocada, las probabilidades
    de desarrollar enfermedades se incrementa.

    La meta del Tratamiento Genético es reemplazar un
    gen defectuoso. Otra meta sería transplantar nuevos genes
    productivos dentro del cuerpo para llevar a cabo funciones
    específicas, como incrementar la capacidad del sistema
    inmunológico para localizar y neutralizar al VIH. Dicho
    proceso se denomina TRANSFERENCIA DE GEN.

    Cuando el gen se inserta exitosamente dentro de la
    célula, debe producir bastante proteína para
    derivar en un efecto terapeútico.

    El tratamiento genético es un campo de
    investigación alentador, aunque todavía no ha
    proporcionado beneficios terapeúticos impresionantes. Es
    un campo que se encuentra en su infancia, y
    como un niño sus primeros pasos son inciertos.

    SUSPENSIÓN ESTRUCTURADA DEL TRATAMIENTO
    (SET)

    Este método de tratar la enfermedad del VIH
    deriva en gran parte de los problemas6 relacionados
    con el cumplimiento y la resistencia. Aunque se han simplificado
    algunos regímenes y algunos fármacos, muchas
    personas dejan de tomar su tratamiento por sí solas,
    siendo denominados dichos períodos "descansos
    farmacológicos". (ver ANEXO ESPECÍFICO: "El
    desafío de cumplir el tratamiento: una presentación
    de Margaret Chesney, PhD).

    Los descansos farmacológicos informales se
    reconfiguraron como ensayos sobre
    la supresión estructurada o estratégica del
    tratamiento.

    El empleo de
    minuciosos controles en particular los análisis frecuentes
    (cada semana o mes) de los índices inmunológicos y
    virológicos, es una característica que define la
    investigación de SET y un componente esencial de seguridad para
    cualquier protocolo que
    incluya suspensiones del tratamiento.

    A pesar de algunos informes alentadores y el creciente
    interés
    en este método, la teoría
    sigue sin datos
    concluyentes que lo apoyen y contiene peligros potenciales, dado
    el riesgo de desarrollar enfermedades oportunistas.

    Aún no se pueden extraer conclusiones definitivas
    sobre la utilidad o
    seguridad a largo plazo de las suspensiones estructuradas
    controladas. Por lo tanto no se sabe si SET llegará a
    formar parte del cuidado clínico rutinario de la
    enfermedad por VIH. Además es una estrategia de
    tratamiento experimental, que necesita que transcurra un cierto
    tiempo para poder recopilar suficientes datos que permitan tomar
    decisiones clínicas sobre su empleo.

    LAS TERAPIAS ALTERNATIVAS

    Desde el comienzo de la crisis del SIDA, se han
    propuesto y usado un sinnúmero de tratamientos
    médicos "alternativos" tales como: compuestos herbarios,
    suplementos alimenticios, tratamientos quiroprácticos,
    homeopatía, acupuntura, las terapias estructurales y
    energéticas, sistemas etnomédicos tradicionales
    tales como la medicina china y
    Ayurveda, la cual combina la medicina botánica con otras aplicaciones;
    además de otras técnicas
    espirituales y físicas.

    Todos ellos comparten una característica
    desafortunada: no se sabe casi nada sobre su actividad dentro del
    cuerpo humano ni su eficacia para
    tratar el SIDA.

    La comunidad del SIDA tiende a separarse en dos grupos
    en los que refiere dichas terapias:

    1. Aquellos que las consideran inútiles, a pesar
      de la evidencia que demuestra su eficacia.
    2. Los que, por el contrario, defienden todos los
      tratamientos alternativos con o sin evidencia de su toxicidad o
      falta de eficacia.

    Por el momento no existe infraestructura de
    investigación que permita valorar sistemáticamente
    todos los posibles beneficios y riesgos de
    estas terapias. Hasta ahora lo que ha recibido mayor
    atención es el papel importante de la nutrición y del
    oxidante estrés.

    Cabe destacar que la inversión emocional por parte del enfermo
    en el éxito
    de la terapia es generalmente alta.

    El uso de terapias alternativas surge de la
    frustración por la falta de tratamientos convencionales
    seguros o
    eficaces.

    Las terapia mente-cuerpo fueron reconocidas
    trempranamente como una aspecto importante del aumento
    inmunológico: la meditación, la
    visualización, la hipnosis, la psicoterapia y las terapias
    expresivas (música, arte, danza).

    La medicina
    alternativa (también llamada "natural",
    "complementaria", y "holística"), a pesar de hallar sus
    raíces en la etnomedicina tradicional, tiene la
    reputación no merecida de ser exótica y solo para
    la élite o la clase media.
    Esto se debe menos a la falta de interés de parte de la
    gente de clases
    sociales más bajas que a su condición
    marginal.

    3.
    CONCLUSIÓN

    El complejo VIH/SIDA, es indudablemente un problema de
    salud pública pero también cuestión de un
    nuevo mercado de
    prestaciones
    para el área de los servicios
    médicos científicos y alternativos, para la
    asistencia psicológica, para la Industria
    farmacológica y porque llama al miedo y la
    compasión: para el negocio fácil. El SIDA se ha
    tornado en poco tiempo en un espacio lucrativo de cierta
    importancia.

    Si bien la fuerza de las
    medicinas paralelas reside en esta capacidad para movilizar una
    eficacia simbólica que la institución médica
    a menudo no tiene en cuenta, también reside en la
    incapacidad de la ciencia,
    aún, por dar una respuesta certera a dicho problema. Con
    lo cual la medicina paralela, también se halla inmersa en
    dicho mercado de prestaciones.

    Este "ESTADO MERCANTIL DEL SIDA", que mucho se
    notó a lo largo del desarrollo del presente trabajo (ya
    que en cada tratamiento es necesaria una cantidad considerable de
    fármacos, suplementos alimentarios, etc.), necesita
    inexorablemente de un contexto político,
    socioeconómico y cultural que lo soporte.

    La situación mundial en este sentido, no es para
    nada homogénea y unánime. Lamentablemente para
    todos nosotros (enfermos y no enfermos de VIH/SIDA), dicha
    situación se halla sumamente asimétrica e
    inequitativa, polarizada en poderes socioeconómicos
    terriblemente desiguales entre países "desarrollados" y
    "periféricos", pero por sobre todo con
    grandes disparidades en lo que a voluntad política se
    refiere.

    Porque la problemática del VIH/SIDA, no
    sólo responde a factores socioeconómicos, sino a
    grandes mecanismos de lobby y
    decisión política.

    Para nuestra satisfacción, existen países
    que pese a su escaso peso económico a nivel internacional,
    como es el caso de Brasil,
    están efectivizando un recurso, hasta el momento, no
    renovable en América
    Latina: la decisión y voluntad política,
    eximiendo por supuesto de esta apreciación a Cuba,
    excelencia en lo que a salud pública se refiere. (ver
    ANEXO ESPECÍFICO: "Brasil decidió no respetar una
    patente medicinal de una droga contra
    el SIDA").

    El gran reto, entonces, radica en trabajar en el acceso
    al menor costo posible de
    los medicamentos, para ello es imperioso fomentar desde cada
    país, la investigación científica a fin de
    poder seguir el ejemplo Brasilero y Cubano: independizar el
    Sistema de Salud Pública, de los grandes intereses
    monopólicos de la Industria Farmaceútica Mundial,
    cuyo precepto no es más que el artilugio costo-beneficio
    como gran grupo económico, olvidándose de los
    verdaderos grandes preceptos: la vida, el ser humano, la ética, los
    derechos
    humanos y de aquello que los sustenta: la salud
    pública, la educación, la
    seguridad
    social, como INVERSIONES y
    no como una simple cuenta de costo-beneficio.

    ¿Que esperan los Trabajadores de la Salud para
    hacer realidad el sueño de salud para todos?

    ¿Acaso es sólo un sueño o podemos
    despertar?

    ¿Qué esperamos los Trabajadores Sociales
    para efectivizar el derecho a la salud de todos los
    ciudadanos?

    ¿Quién sino nosotros para diseñar y
    ejecutar las políticas
    Sociales, Sanitarias?.

    Quizás estas preguntas conlleven a respuestas
    mínimas en la praxis, pero
    esto no debe actuar como elemento paralizador, muy por el
    contrario, los grandes cambios comienzan con cambios
    pequeños y sistemáticos, sólo hace falta un
    cóctel: saber, voluntad, decisión, compromiso y en
    tiempos tan turbulentos, estrategia.

    Lic. María Laura Ordóñez

    4. BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA

    • Cirilo Alejandro Colarte, ¿Qué es lo
      que se ha dado en llamar la enfermedad del siglo?. El SIDA y
      formas de prevenirlo. Amorrortu, 1991.
    • Eunice Martins, Sida: un problema de toda la
      sociedad. Lumen, 1993.
    • Graciela Biagini, "de Reacciones y Sentidos, la
      Vivencia y el Proceso Salud-Enfermedad, Atención del
      VIH/ S.I.D.A". Cuaderno de trabajo N° 16, Departamento de
      ciencias
      Sociales de la U.N.Lu.
    • Lucy F. de Vattuone, Educación para la salud y
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      ambiente. El Ateneo, 1993.
    • Marcos Buchbinder, Boletín de Temas de Salud.
      Asociación de médicos municipales de la ciudad de
      Buenos
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    • Norma Alvarez, "El Amor en
      tiempos de S.I.D.A.". Revista
      Salud y Sociedad, N° 24 y 25, 1993.
    • Primer Manual de
      Prevención. Guía para docentes y
      promotores de salud. Colihue, 1992.
    • Programa 10.000 líderes para el cambio.
      Formación de formadores (curso de capacitación). Secretaría de
      Prevención y asistencia de la adicciones de
      la Provincia de Buenos Aires. 1999.
    • Red Internet
      (Fundamind, LuSida, Clarín, UNAIDS, etc.).
    • Revista Fuentes, N° 128. Unesco,
      2000.
    • Revista Informativa del colegio de Asistentes y
      Trabajadores Sociales, N° 2 Julio-Agosto 1997.
    • Richard Lewontin / Richaed Levins, El Retorno de las
      Enfermedades Viejas y la Aparición de Enfermedades
      Nuevas. "Salud, Problema y Debate",
      1997.
    • Rosa Marta Becerra, Guía Para Escribir la
      Monografía.
    • "S.I.D.A. Documentos de
      Apoyo para la Reflexión Individual y Grupal". Ministerio
      de Cultura y
      Educación, 1992.

     

    Maria Laura Ordóñez

    Universidad Nacional de Luján

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