- Un poco de historia
- Ubicación
geográfica - La Cuenca del Plata en
números - Importancia
geopolítica - Características de La Cuenca del
Plata - La cuenca y sus
rutas - La cuenca y la
economía - Potencial
hidroeléctrico de la Cuenca - Posibles
escenarios hidrológicos de La Cuenca - Leyes y
Documentos - Bibliografía
LA RIOJA – CAPITAL
INTRODUCCIÓN
Este trabajo tiene
como objetivo,
hacer conocer la importancia geopolítica que tiene
la Cuenca Del Plata en el desarrollo,
económico, social y político de Los Estados que
la componen.
Mar dulce lo llamo Solis (1516). No tardaron
en escudriñarlo sigilosamente los portugueses que, como a
cosa nueva, lo llamaron "Río da Prata". Tal vez tenga
razón Leviller cuando lo identifica con el río de
Jordán del maoa Coelho-Vespucio, pero es en el croquis de
Pigafetta que aparece dibujada en el Fiume de Joham de
Solís la boca del Uruguay, como
un amplio golfo, y el Paraná con su delta
(1520).
Es Gaboto el que realiza la primera descripción, aportando los primeros
topónimos, del Uruguay y el
Paraná.
La creación del Virreinato del Perú en
1544, aseguro a la corona española, el dominio sobre la
mayor parte de las tierras de la cuña hidrográfica
de La Cuenca del Plata, compuesta por "las subcuencas
de los ríos Paraná, Paraguay y
Uruguay", y de sus respectivos afluentes, de este inmenso
territorio.
Las "Cataratas del Iguazú", conocidas como del
Iguazú o Santa Maria, descubiertas en 1542 por el
Adelantado Álvarez Núñez Cabeza de Vaca, en
su itinerario desde Santa Catalina a
Asunción.
Las ventajas relativas que disfruto nuestro país
al controlar la llave de entrada a las dos principales arterias
de la cuenca, fundamentales para las comunicaciones
internas, decayeron considerablemente con la aparición de
las formas alternativas de transporte. En
la actualidad, los usos hidroeléctricos del sistema fluvial
han colocado en posición de privilegio a los
Estados que dominan las cabeceras de la red
hidrográfica.
Para abordar esta investigación, debemos conocer su
posición geográfica, la cuenca, esta ubicada, entre
los paralelos, 14 y 37 grados, con latitud Sur y los 43
y 67 grados latitud Oeste, con una superficie aproximada de
3.100.000 km2, abarcando parte de Brasil y
Bolivia, la totalidad de Paraguay y gran parte del
Uruguay y la Argentina. Siendo
geopolíticamente importante en Sudamérica,
pues abarca, tres zonas con distintas características
hidrográficas, económicas y socioculturales,
abarcando: el río Paraguay, el Alto Paraná y el
Paraná Medio e Inferior, como observaremos, en el mapa
siguiente:
CUENCA DEL
PLATA EN NÚMEROS
CUENCA: TERRITORIO CUYAS AGUAS AFLUYEN
TODAS A UN MISMO RIO, LAGO O MAR.
Con 3.100.000 km2, la Cuenca del Plata es por su
dimensión la quinta del mundo. Su área es
aproximadamente un tercio del área total de los EEUU y
casi igual al área de todos los países que componen
la Unión
Europea.
Los tres ríos principales que la conforman,
el Paraná (4352 Km.), el Paraguay (2459 Km.) y el Uruguay
(1600 Km.) están entre los más extensos del globo,
en tanto que el estuario del Río de la Plata es el
más amplio del mundo (su límite exterior mide 256
Km.) y el caudal promedio anual del río al desembocar en
el Atlántico sur es del entorno de los 23000 m3/seg. Lo
cual da lugar a uno de los ecosistemas
marinos más productivos y diversos, objeto ya de un
financiamiento
del GEF (Protección Ambiental del Río de la
Plata y su Frontera
Marítima).
Así mismo, el agua que se
infiltra de esta cuenca, genera el mayor volumen de
recarga del sistema de aguas subterráneas que conforma el
Acuífero Guaraní, uno de los mayores reservorios
del mundo de aguas continentales de calidad, cuyo
estudio, protección y manejo es objeto de otro proyecto
financiado por el GEF (Protección Ambiental y
Manejo Sustentable del Sistema Acuífero
Guaraní).
La Cuenca integra gran parte del territorio de Brasil, Argentina
Bolivia y
Uruguay, en tanto el territorio de Paraguay está
completamente incluido en ella. La Tabla 1 presenta el
área de la Cuenca con la división de las Tres
Subcuencas principales y su distribución en cada uno de los
países.
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TABLA 1
IMPORTANCIA
GEOPOLÍTICA
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Podemos observar su importancia geopolítica, visualizando la magnitud
ocupada por la cuenca y el esquema de usos del agua, recursos y sus
principales problemas
ambientales, en los MAPAS A Y B:
MAPA A
MAPA B
CARACTERÍSTICAS DE LA CUENCA DEL
PLATA
La cuenca del Plata tiene una superficie de 3.100.100
Km2., en la que se destacan importantes ríos como el
Paraná, uno de los mas grandes y caudalosos del mundo;
además cuenta con dos afluentes importantes que son el
Río Paraguay y el Río Uruguay.-
Este conjunto hidrográfico desemboca en el
Río de la Plata y por intermedio de este en el
Océano Atlántico, el caudal medio de la cuenca es
de 23.000 m3 por segundo.-
Abarca la totalidad de Paraguay y gran parte de Brasil,
Bolivia, Uruguay y Argentina. La mayoría de estos cursos
son navegables por buques de mediano porte y casi todos ellos por
trenes de barcazas.-
Existen numerosas represas hidroeléctricas
en operación, principalmente en la cuenca del Río
Paraná en territorio Brasileño, que son Paranoa,
Dourada, Das Furmas, Liha Solteira, Jupia, Itaipú, en
territorio Uruguayo sobre el Río Negro, Rincón
del Bonete y Rincón de Baygorria. En Argentina
Yaciretá sobre el Río Paraná en la
Provincia de Corrientes y en el Río Saladillo Cabra
Corral, en la Provincia de Salta.-
En las nacientes del Río Paraná la
precipitación media anual esta entre 1.200 y 1.700
milímetros y en el río Paraguay la
precipitación media varia anual entre 1.000 y 1.400
milímetros, ambos ríos se unen en confluencia a 50
Km., aguas arriba de la Ciudad de Corrientes, en la zona
mundialmente conocida como Paso de la Patria, drenan cuencas de
aproximadamente el mismo tamaño, de alrededor de 1
millón de m3 c/u. La cuenca del Río
Paraná hasta dicho punto tiene pendientes bien marcadas y
una red de
drenaje bien desarrollada, en cambio en el
Río Paraguay, son mucho menores y una red de desagües
poco desarrolladas.-
En la cuenca superior del río Paraguay existe una
región de grandes pantanos, de una extensión de
unos 400.000 Km²., llamada "El Pantanal", donde las aguas
remansan demorando su escurrimiento.-
El aporte del Alto Paraná en la zona de Paso de
la Patria es de 12.000 m3/seg. y el Río
Paraguay contribuye con un caudal medio anual de 4.000
m3/seg., totalizando un caudal medio anual de 16.000
m3/seg.-
La reserva natural del Iberá, se encuentran en la
zona noroeste de la Provincia de Corrientes, la componen los
Esteros y las Lagunas del Iberá con una extensión
de 13.000 m²., drenando por intermedio del río
Corriente al río Paraná
Estos son los datos principales
de esta gran cuenca, siendo el paraíso, del que disfrutan
miles de pescadores, donde encuentran el conjunto más
variado de peces
(especies) deportivos del mundo.-
LAS SUBCUENCAS Y SUS
AFLUENTES
SUBCUENCA DEL RÍO PARANA:
Esta es la de mayor superficie (1.510.000
km2), este es a la vez el curso más largo
(2.570 Km.), nacido de la unión de los ríos
Paranaiba y Grande, si se le suman los 1.2000 Km., del Paranaiba,
la longitud total asciende a 3.740 Km.
Desde su nacimiento hasta la desembocadura pueden
diferenciarse tres tramos: el superior o Alto Paraná hasta
la confluencia del río Paraguay (1.550 Km.); y el
Paraná inferior o Delta, hasta la confluencia con el
río Uruguay (298 Km.).
El ALTO PARANÁ goza de un clima tropical
con precipitaciones concentradas en los meses de verano, que
establecen el régimen del río hasta su desagüe
en el río de La Plata, con predominio de caudales de
verano-otoño. Las lluvias de la alta cuenca, que se
producen de diciembre a abril, con un máximo en febrero,
derraman los mayores montos en las nacientes del río
Tieté, en la Serra do Mar, donde supera los 4.000 mm
anuales. El Alto Paraná discurre por un lecho tortuoso y
de ancho variable, que presenta los caracteres de un río
de meseta, con variación de amplitudes desde la angostura
de la garganta de Jupiá 800 Km., hasta el remanso que
precede a los saltos de Guayrá, donde el lecho se expande
a 4.000 mts de ancho.
Responsables en parte de estas variaciones son los
mantos de basalto que propician en el lecho la formación
de valles estrechos, rápidos y cascadas, entre las que
descuellan las cataratas del Guayrá o Sete Quedas,
descubiertas por Irala. Sus caídas estrepitosas provocan
la pulverización del agua, que forma densas nieblas y al
tiempo que
labran por erosión
retrocedente sucesivos peldaños de 40 mts de altura, en la
gran columna basáltica de la sierra de Amanbay que
atraviesa el curso superior del río, originan la
profundización y el estrechamiento del cauce. En
territorio brasileño el Paraná recibe afluentes de
importancia que proceden de las sierras costeras: Tieté,
Paraná, Panema, Ivaí e
Iguazú, que establece en su tramo final el límite
internacional argentino-brasileño, formando las cataratas
homónimas unos 28 km antes de su desembocadura.
EL IGUAZU, (vocablo que significa Agua
Grande) posee una longitud de 1.320 Km., y una cuenca de
alimentación de 62.000 km2 y es
uno de los afluentes más largos del Paraná en el
Brasil al que pertenecen 1.205 Km. Nace en el planalto
paranaense, a 900 mts de altura, y cruza una región
tropical que recibe un promedio de 1.400 mm anuales de
precipitaciones. Al desembocar en el Paraná corta por
erosión retrocedente los derrames basálticos,
formando un conjunto de cascadas de gran magnitud, conocidas
como del Iguazú o Santa María, descubiertas en 1542
por el Adelantado Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, en su
itinerario desde Santa Catalina a Asunción. La
longitud de la línea de cresta de los saltos alcanza a
2.700 m, de los cuales solo 600 m pertenecen al Brasil. Su origen
se vincula al largo cañón labrado por el río
Paraná, profundamente encajado en los mantos de basalto
desde Posadas a Guayrá. Su intensa erosión
retrocedente dejó a su afluentes "y entre ellos al
Iguazú" corriendo a un nivel superior, obligándolos
a volcar sus aguas al colector por medio de saltos. Distintos
tipos de caídas de agua tallan el perfil rocoso, con
ritmos más o menos veloces, entre las que descuellan el
Salto Unión Americana por precipitar la máxima
corriente del río a la Gargarta del Diablo, dividida en
dos partes por el límite internacinal.
Aguas abajo de su confluencia con el Iguazú el
encajamiento lineal del Paraná también origina
saltos en sus afluentes misioneros. Entre ellos se destaca por su
extensión el arroyo Uruguay o Marambas y otros de menor
longitud: Aguaray Guazú, Piray Guazú, Paranay
Guazú, Cuñapirú, Yabebiry, etc., y el
Itaembé que sirve de límite entre las provincias de
Misiones y Corrientes.
Esta característica de los ríos cuyos
lechos forman saltos rápidos y correderas, los hace aptos
para la producción de energía, aunque limita
su navegabilidad. Las obras realizadas por Brasil en el Alto
Paraná comprometen la posibilidad de otros
aprovechamientos energéticos del río, ya que
cualquier alteración artificial que se provoque en una de
sus partes influye inexorablemente sobre el resto del sistema,
situación que se torna estratégica por tratarse
de un río de curso sucesivo y soberanía compartida.
Así como las grandes represas construidas y
proyectas por Brasil en su territorio
(Jupiá, Ilha Solteria, Itaipú y otras)
pueden ejercer un papel beneficioso como reguladores del flujo de
agua durante todo el año, pero su
contaminación amenaza provocar graves daños a
las áreas cercanas a "la desembocadura de la Cuenca del
Plata", como consecuencia de que la gran cantidad de
energía hidroeléctrica producida se destina a
numerosos proyectos
industriales para la región centro sur de ese país
que generarán fuertes concentraciones de población y afluentes urbanos e
industriales contaminantes; por otra parte, ya se han
detectado residuos "principalmente pesticidas"
provenientes de la zona de expansión de la frontera
agropecuaria del Brasil. Otro factor de preocupación
es la propagación, hacia toda el área de la cuenca,
de la esquistosomiasis, enfermedad transmitida por ciertos
caracoles (caramujo) que proliferan, en especial, en la aguas
lénticas, por lo que las zonas de lento escurrimiento de
las represas artificiales se convierten en su hábitat. Otro elemento de
perturbación es la intensificación del proceso de
acumulación de sedimentos en los embalses de capacidad
limitada ocasionada por a erosión hídrica y
acentuado por la pérdida de la masa boscosa y las praderas
de la alta cuenca, que mantenían las aguas de los
ríos límpidas y sin sedimentos.
El manto de basaltos que obstruyó el curso del
Alto Paraná dio origen a los llamados rápidos de
Apipé, a la vez que se formaban varios brazos que rodean
las islas de Ibicuy, Talavera, Apipé y otras, entre las
que se destaca la de Yaciretá con 415 km2, que
emerge de las aguas cubierta de árboles
y pastos graminosos con una altura que impide su
inundación. El proyecto de aprovechamiento múltiple
mediante las obras del complejo
Apipé-Yaciretá acordado con Paraguay
provocá un fuerte impacto sobre el albardón
ribereño con gran expansión de la zona inundada
especialmente sobre la margen paraguaya y aun sobre el
área de derrames del río en los Esteros del
Iberá, a través de la zanja de trasvasamiento de
caudales de San Miguel, con obras de regulación que
permitirán el aprovechamiento de los caudales excedentes y
la recuperación de casi tres millones de hectáreas
aptas para la agricultura.
Las características del río Paraguay,
tanto por el brusco cambio de rumbo como por la magnitud de los
caudales que éste le aporta, siendo, estos colectados en
una cuenca apenas inferior a la del Paraná, a la que
llegan aportes desde los relieves andinos, cuyas
características son tratadas en capítulo
aparte.
Hasta Diamante se extiende el Paraná Medio
a lo largo de aproximadamente 60 Km., con diferencias
estructurales en ambas márgenes, el valle es más
estrecho que aguas abajo y, por ende, está sujeto con
mayor intensidad a los efectos de las crecientes que invaden
islas y terrazas fluviales. Recibe escasos afluentes que derramen
sus caudales especialmente del lado correntino con rumbo
noreste-suroeste; los más importantes son los ríos
Santa Lucía, Corrientes y Guayquiraró, este ultimo,
límite natural entre las provincias de Corrientes y Entre
Ríos.
Por la escasa profundidad del lecho la navegación
de este tramo del Paraná se halla restringida a naves de
cabotaje, pero su desnivel de 34 m ha llevado a Agua y Energía
Eléctrica a formular el proyecto de aprovechamiento
energético del Paraná Medio, cuya construcción modificará la
dinámica hídrica al inundar el
valle en su totalidad produciendo un impacto no evaluado
aún. Entre los beneficios secundarios que, se
podrán obtener, cuentan los derivados de la
formación de los espejos de agua por la
construcción de las represas, que superarán
1.300.000 ha., las que se constituirán en hábitat.
Propicio para el desarrollo de plantas
acuáticas (camalotales), biomasa renovable apta para la
generación de energía química (gas metano) y
residuos semisólidos ricos en componentes nitrogenados
utilizables en el acondicionamiento y fertilización de los
suelos.
Desde la confluencia con el Paraguay el Parana, controla
su curso a través de una falla cuyo labio levantado
corresponde a la margen izquierda, su permanente proceso de
erosión socava la base de la barranca a causa del
ensanchamiento del cauce requerido por el proceso permanente del
deltificación interna. La profusión de islas de
carácter deltaico, implantadas en el lecho
del río impulsa la formación de riachos laterales
denominados "saladillos", que acompañan al curso principal
del río. Los procesos de
sedimientación y erosión lateral del cauce
ocasionan inconvenientes para la navegación y las
construcciones ubicadas sobre las barrancas. Al norte de la
ciudad de Santa Fe se localiza una importante cuenca lacustre de
contorno irregular que presenta tres sectores: las lagunas San
Pedro, Leyes y
Setúbal, a la cual concurren los ríos Saladillo
Dulce y Amargo.
En el paraje Las Cuatro Bocas recibe las aguas del
Salado Norte (Pasaje Juramento Salado), de curso
interprovincial (1.500 Km.), cuya cuenca cubre 247.000
km2. Sus aguas constituyen un recurso de valor
estratégico para las provincias que atraviesa: sus
numerosos afluentes captan corrientes desde los nevados del borde
de la Puna que integra el río Las Conchas Guachipas
(Calchaquí-Santa María), cuyos recorridos reciben
diferentes denominaciones y presentan en sus cursos sucesivos
fenómenos de captura por erosión
retrocedente.
Ello da a la cuenca superior del Salado un raro diseño,
con pronunciados cambios de rumbo, como en el caso de la quebrada
de Las Conchas-Guachipas, cuya confluencia con el río
Lerma da nacimiento al curso del Pasaje o Juramento que, al
entrar en las provincias de Santiago del Estero, recibe
finalmente el nombre de Salado del Norte. Sus caudales,
incrementados con el aporte de las precipitaciones, se ven
fuertemente disminuidos por los usos económicos del agua
para irrigación y las pérdidas por
evaporación e infiltración, que determinan
pronunciadas variaciones entre diferentes tramos de su curso:
así, en El Arenal se registra un caudal medio de 20,8
m3/s que, en Suncho Corral, aguas abajo de los
aprovechamientos del embalse Los Figueros, disminuye a 15,73
m3/s.
El Paraná, este río la isla de
Martín García, promotorio rocoso de solo 2
km2 de superficie, afloramiento de basamento
cristalino que se levanta a solo 4 Km., de la costa uruguaya
controlando la circualción del Canal del
Infierno, que da acceso al río Uruguay y a la
más caudalosas de las 14 bocas por las que desagua el
Paraná, ocupa una posición estratégica.
Por este motivo ha sido objeto constante de la apetencia del
Brasil, quien, si no pudo lograr su dominio efectivo, pese a
haber intentado algunas veces su ocupación, [ha
triunfado al fin al consignarse en el artículo 45 del
Tratado del Río de la Plata firmado por las
Repúblicas, Argentina y Oriental del Uruguay en 1973, que
la isla sea desmilitarizada, destinada a uso exclusivo de reserva
natural, bajo jurisdicción de la República
Argentina].
El río Uruguay, es arrinconado contra la banda
oriental por el voluminoso aporte sedimentario transportado por
el Paraná, que no solo forma espacioso delta que avanza a
razón de 70 a 90 m por año sino también la
Playa Honda o Placer de las Palmas. La pluma que diseñan
estos materiales
puede apreciarse claramente por los contrastes de color. Del mismo
modo diferencias de textura permiten distinguir la isla de
Martín García de las otras islas sedimentarias que
han ido formándose en su vecindad.
El río de La Plata ocupa una amplia cubeta
enamrcada por la líneas de falla del Uruguay, el
Paraná Guazú y el Paraná de las Palmas, que
constituyó por mucho tiempo la principal vía
navegable en la que se fundaron puertos como los de Campana y
Zárate, este ultimo de importancia crucial por constituir
la cabeza de puente del ferrobarco que vinculaba a la costa
pampeana con Puerto Ibicuy en Entre Ríos. En el año
1973, el cauce estaba prácticamente obliterado por los
sedimentos, y el tránsito de ultramar era derivado al
Paraná Bravo. En la actualidad el dragado del canal Mitre
ha reactivado el tránsito por el Paraná de las
Palmas, y el puente Zárate-Brazo Largo relevado al viejo
ferrobarco. El río de la Plata se caracteriza por la
existencia de un delta subfluvial, probablemente fruto de un
delta decapitado durante la ingresión marina del
Querandinense.
Numerosos esteros y bañados jalonan su curso
(Pellegrini, Figueroa, Añatuya), cegado por los materiales
fangosos que el río arrastra durante las crecientes y cuya
acumulación en el lecho ha provocado los desplazamientos
horizontales del curso en busca de una mayor
pendiente.
El segundo afluente de importancia a este tramo es el
río Carcaraña, formado por los ríos Tercero
y Cuarto, provenientes de la zona montañosa (sierra
pampeana) y cuya cuenca imbrífera abarca aproximadamente
48.000 km2. El río Tercero nace en la sierra de
Comechingones y en su cuenca superior recibe numerosos afluentes
que se nutren de las precipitaciones de área
montañosa (600 a 1.000 mm anuales), otorgándole al
curso principal grandes volúmenes de agua disponibles
(caudal medio: 27,17 m1/s) para propósitos
múltiples (energía, riego y control de
crecientes). Los ríos San Miguel, Santa Rosa, Grande, de
la Cruz y otros drenan aguas claras hacia el río Tercero,
que corta con curso antecedente el cordón de la Sierra
Chica. El río Cuarto vuelca al Tercero las aguas de un
conjunto de drenajes que descienden de la sierra de
Comechingones, transformándose en un río de llanura
al norte de la ciudad de Río Cuarto, originando una zona
de bañados en la proximidad de La Carlota en la que sus
aguas se salinizan tomando el nombre de Saladillo.
En su tramo Inferior el río Paraná
discurre dividido en varios brazos anastomosados entre sí
hasta su confluencia con el río Uruguay.
El Delta del Parana, con 14.000 km2 se
extiende a partir de la ciudad de Diamante, con una longitud de
320 Km., y ancho variable: 18 Km., frente a Baradero y más
de 60 Km., entre los ríos Luján y Gutiérrez,
representando la más colosal manifestación del
acarreo de sedimentos de la cuenca y se halla profundamente
influido por las crecidas desfasadas del río Uruguay, el
régimen mareológico y, particularmente por los
procesos atmosféricos de sudestada, que provocan grandes
inundaciones sobre el Bajo Delta. A la altura del puerto de
Baradero el río Paraná se divide en dos cursos: el
Paraná de las Palmas al Oeste y el Paraná
Guazú al Este, que abrazan la red anastomósica de
canales. El sistema de fallas de rumbo norte-sur que atraviesan
la provincia de Entre Ríos controla la dirección de los principales ríos
que vuelcan, en el curso inferior del Paraná:
Nogoyá, Gualeguay y Pranacito, que organizan una compleja
red hídrica cuyas aguas, sujetas a crecientes
extraordinarias de graves consecuencias para la población,
son aprovechadas con tajamares que aseguran su acopio en la
época estival. Por la margen derecha el Paraná
recibe en el ámbito de la provincia de Buenos Aires una
serie de ríos y arroyos que desaguan la pampa ondulada:
son el Ramallo, el Tala, el Arrecifes, el Areco y el
Luján.
SUBCUENCA DEL RÍO PARAGUAY:
El río Paraguay tiene sus cabeceras en la meseta
de Mato Grosso al sur de la Chapada de Parecis, a 3.000 m de
altura, y recorre 2.600 Km., antes de desembocar en el
Paraná. Principal vía de acceso para los
países mediterráneos del sistema del Plata (Bolivia
y Paraguay), ocupa una vasta cuenca de 1.095.000 km2.
Con exclusión de sus cabeceras su curso atraviesa una
vasta llanura de escasa pendiente, con grandes planos de
inundación, entre los que se destaca por su magnitud e
influencia en el régimen de la cuenca la extensa depresión
del Pantanal de Xarayes (60.000 km2), que retiene
durante dos o tres meses las aguas de las crecientes, provocadas
en su curso alto por las abundantes lluvias estivales. De este
modo, la onda de creciente llega al tramo inferior del Paraguay
entre mayo y junio. Precisamente la presencia de los
bañados asegura su régimen permanente,
caracterizado por la regularidad, con máximos caudales en
invierno y estiaje estival, y un caudal medio anual de 5.000
m3/s. En sus tramos medio e inferior el río
Paraguay divide dos regiones morfológicamente
diferenciadas: al este la zona montañosa que constituye el
reborde oriental de la meseta de Brasilia y al oeste la llanura
chaqueña surcada por ríos de caudal marcadamente
estacional de origen local excepto el Pilcomayo y el Bermejo, que
le aportan gran cantidad de sedimentos, en especial el segundo,
que transporta anualmente 100 millones de toneladas de
sólidos en suspensión.
Al desembocar en el Paraná, el Paraguay produce
un "remanso", ocasionado por el movimiento de
hélice o voluta de las aguas del Paraná, y vierte
sus aguas por tres brazos: Humaitá, Atajo y Paso de la
Patria, donde se advierte el constraste de color entre las aguas
claras del alto Paraná y las rojizas del Paraguay, que
ponen en evidencia la significativa importancia de la
erosión hídrica en la cuenca que amenaza la
productividad
de los suelos y desencadena procesos de sedimentación que
hacen peligrar los aprovechamientos hidroeléctricos y las
vías de comunicación fluvial, acentuados por la
ampliación de la frontera agrícola a expensas de
bosque, y la falta de prácticas conservacionistas,
facilitan la erosión hídrica.
El nombre del río Pilcomayo o río de
los Pájaros es de origen quechua y signifca "río
rojo", a causa de la coloración de sus aguas. Su
curso compartido por tres países (Argentina, Bolivia y
Paraguay) es inconstante, sujeto a las grandes variaciones de
caudal que han dilatado la dilucidación de las cuestiones
fronterizas de nuestro país con Paraguay, nace en las
estribaciones de la cordillera de los Frailes (Bolivia) y capta
los derrames de un amplio frente andino alimentado por el
deshielo.
La longitud de su curso alcanza los 1070 Km., en
él pueden distinguirse cuatro secciones:
- La Cuenca De Alta Montaña, tiene sus
fuente más austral en el río San Juan en la
Argentina, pero la mayor parte de él se desarrolla en
territorio de Bolivia, donde colecta la mayoría de los
caudales y drena una vasta zona que recibe nevadas y lluvias de
alrededor de 700 mm anuales. - El Tramo Superior, recibe precipitaciones
menores, es de carácter alóctono y se interna
hacia el sureste en la llanura chaqueña con un cauce
bien definido, pero con grandes variaciones de ancho y altura
de las barrancas que lo ciñen. - El Pilcomayo Medio, es un río divagante
y conflictivo que alimenta numerosos esteros y bañados.
Se extiende aproximadamente hasta los 60؛O, emitiendo
diversos afluentes temporarios; uno de ellos es el río
Confuso, por el que en 1927 corría la mayor parte del
caudal y que en la actualidad presenta las cabeceras
desecadas. - El Abanico Deltaico, de cauces cambiantes que
se extiende hasta la desembocadura en el Paraguay, desangrando
parte del caudal hacia el río Negro a través de
El Reventón, con la subsiguiente imposibilidad de
aprovechamiento para la navegación aguas abajo y con
perjuicio para poblaciones como Clorinda.
Las crecientes del Pilcomayo se producen en verano y el
estiaje a fines de invierno y principios de
primavera, como corresponde a su régimen de
alimentación pluvial. Los caudales varian apreciablemente
a lo largo de su curso, en especial en su tramo inferior,
agostado por la pérdidas en los bañados por
evaporación e infiltración, resultando el
módulo medio de 200 m3/s (1941-56).
El Bermejo (1450 Km.), es uno de los ríos
interiores de mayor potencialidad de nuestro país, con una
cuenca de 133.000 km2. Sus nacientes reúnen las
corrientes que descienden de los contrafuertes de la cordillera
Oriental.
El punto clave en el curso del Alto Paraná, en
el que recibe, por la margen izquierda, al último de sus
grandes tributarios, el Iguazú, que se vierte en
él, después de recorrer 1.320 Km., bajando desde la
sierra Do Mar con rumbo Este Oeste, junto el Tieté,
integra el grupo de las
grandes vías fluviales que permitieron la expansión
de la colonización portuguesa a expensas de los dominios
hispánicos.
El Alto Paraná es un río de meseta que
corre encajonado entre abruptas barrancas labradas en las coladas
de meláfiros que dan origen a la formación de
rápidos, correderas y cataratas, entre las que se destacan
las de Guayrá, ubicadas 193 Km., aguas arriba de la
afluencia del Iguazú.
El Alto Paraná es el eje de
simetría, en la que a la izquierda se localiza el
territorio del Paraguay y a la derecha los de Brasil y
Argentina.
Aguas arriba de Corpus, donde el lecho rocoso se
halla a solo 5,50 m de profundidad, el Alto Paraná tiene
profundidad suficiente para la navegación de regular
calado hasta Puerto Méndez en Brasil. En Puerto
Iguazú, el último de los puertos argentinos, donde
el hidrómetro marca con
frecuencia alturas superiores a los 20 m. El ahondamiento del
cauce por el volumen de aguas que arrastra ha sido más
intenso que el de sus afluentes, de modo que éstos forman
saltos de diferente magnitud antes de desaguar en él. El
caso más notorio es el del río Iguazú, por
el ensanchamiento del cauce aguas arriba de las cataratas que
llevan su nombre, pues éstas son incapaces de absorber a
través de la Garganta del Diablo todo su caudal; de esta
manera, se origina un hemiciclo de derrames de 2.700 m de
longitud (de los cuales 2.100 corresponden a la Argentina) que
vierten hacia el estrecho valle de no más de 100 m de
ancho por el que a través de un trayecto de 28 Km., el
Iguazú se vuelca al Paraná. Esta es la consecuencia
de la erosión diferencial de cuatro tipos distintos de
saltos, tres de ellos salvados mediante dos escalones en el
basalto , muy resistente a la erosión, en tanto el cuarto
tipo, correspondiente al Salto Unión, que presenta una
escarpa basáltica de un material menos compacto, esponjoso
y por ende más desgastable, asentada sobre arenisca
triásica de Botuc, aunque facilita la erosión en la
base y el efecto retrocedente que alarga la Garganta del Diablo,
cuya extensión se acrecienta cada
día.
La caída de agua forma dos bucles, uno que
erosiona el pie de la catarata y otro que se pulveriza y eleva en
forma de nube, originando el frecuente espectáculo del
arco iris con la luz del sol. Esta
garganta, enmarcada entre paredes de más de 60 m de altura
y menos de 100 m de ancho y solo los 20 Km., finales son
navegables. Aguas arriba de las cataratas el caudaloso
Iguazú, que a lo largo de 115 Km., lleva la frontera entre
la Argentina y Brasil, esta ve interrumpida su navegabilidad por
la presencia de correderas y el ensanchamiento del cauce, que
diminuye su profundidad. Estos obstáculos fueron los
que impulsaron a Alvarez Nuñez Cabeza de Vaca, el primero
que exploró este río, a continuar su trayecto por
tierra,
descubriendo las cataratas en 1542. El Iguazú recibe
un pequeño tributario, el San Antonio,
río fronterizo cuyo curso sinuoso puede seguirse por el
vivo contraste que presenta la ocupación humana a una y
otra margen: desmontada y densamente poblada la del Brasil,
despoblada y con el bosque casi virgen la de la Argentina, donde
en las estribaciones de la sierra de la Victoria se desarrolla el
Parque Nacional del Iguazú.
La alta pluviosidad de esta zona da origen a
incontables rios y arroyos
de curso meandroso identificables, solo en los casos en que el
desmonte a facilitado la erosión hídrica, dejando
al descubierto los faldeos desnudos, pues el resto de estos
cursos de agua quedan ocultos bajo el espeso manto de la selva
desarrollado en este ambiente
subtropical. El Alto Paraná y el Iguazú se
caracterizaban como ríos de meseta, por el tono claro de
sus aguas, pero la intensificación del desmonte, la
frecuente roturación de los suelos por la expansión
agrícola y el aceleramiento de la erosión han
contribuido a que tengan en el presente un color acentuadamente
rojizo debido a los materiales que llevan en suspención.
Si tuviéramos una imagen,
éstos aparecerian en tonos turquesa claros que contrastan,
por ejemplo, con los tonos más oscuros de las decantadas
aguas del Acaray, que en territorio paraguayo han sido represadas
a pocos kilómetros de su desembocadura en el Alto
Paraná para la producción de energía
hidroeléctrica cuyo principal mercado en 1973,
era la provincia de Misiones.
Esto es história por diversos motivos, pues
desde 1973, el curso del Alto Paraná ha sido desviado con
motivo de la construcción de la presa
brasileño-paraguaya de Itaipú,
incrementándose también explosivamente la
población de Foz do Iguaçú. Esta obra
provocará considerables cambios en el régimen del
río como consecuencia de las exigencias del funcionamiento
de las turbinas de la central hidroeléctrica, lo que
incide sobre los proyectos técnicos elaborados por la
Argentina y Paraguay para los aprovechamientos de Corpus y
Apipé-Yacireté.
También la vida del río será
alterada: muchos de sus peces no encontrarán ya las
condiciones propicias para su existencia, en tanto otros
ejemplares de la fauna fluvial
verán ampliarse su habitat, entre ellos el vector de la
esquistosomiasis (que habita en las aguas someras de lento
encurrimiento), flagelo que ya aflige al Brasil.
Desde Bolivia los que drenan la sierra de Sanat
Victoria, donde nace el río Santa Rosa y la confluencia de
éstel, hasta las Juntas de San Antonio, donde recibe al
Grande de Tarija, el Bermejo lleva la frontera internacional.
Ya en territorio argentino recibe varios tributarios por su
margen derecha: el Iruya, con su afluente el Pescado, el Blancoo
Zenta, gran colector de las aguas del borde de la Puna. El Iruya
le aporta más del 70 por ciento del material sólido
que el río transporta en suspensión aguas abajo,
producto de la
potencia erosiva
de su cauce, que socava las altas barrancas de areniscas blandas,
cuya coloración justifica su nombre. La estacionalidad e
intensidad de las precipitaciones ( 900 mm anuales) en la alta
cuenca, que concreta en verano la disponibilidad de agua para
alimentar su trayecto alóctono, también influyen
sobre el grado de erosión, en especial donde los suelos
desprovistos de vegetación quedando expuestos a la
corriente.
La alta cuenca del Bermejo presenta ejemplos de
procesos erosivos de dimensiones extraordinarias, como el que
existe en el valle de Tarija (Bolivia) que, a la inestabilidad
geológica de los depósitos cuaternarios y al
régimen pluviométrico suma una casi absoluta
ausencia de tapiz vegetal y se caracteriza por el inadecuado uso
agro pastoril del suelo:
aproximadamente el 34 por ciento de su superficie total se halla
afectada.
En Zanja del Tigre el río Bermejo transporta
un elevado monto de material en suspensión: un promedio de
64 millones de toneladas anuales entre 1945/6 y 1962/3, lo que
afecta la estabilidad de los lechos fluviales, embanca los
canales y colma precozmente los embalses artificiales, obligando
a costosas obras de dragado en el resto del sistema fluvial
platense.
SUBCUENCA DEL RÍO URUGUAY:
El río Uruguay, eje de
circulación y frontera natural de la Argentina con el
Uruguay y el Brasil, es en importancia el segundo drene del
sistema del Plata, con su amplia cuenca imbrifera que cubre
aproximadamente 365.000 km2. Su curso recorre 1.600
Km., desde su naciente en las sierras Do Mar y Do Geral hasta su
desembocadura en la confluencia con el Paraná Bravo. Su
amplia cuenca de alimentación se localiza en zonas que
reciben 2.000 mm anuales de lluvias en los meses de invierno y
primavera, y que provocan crecientes retardadas en uno a dos
meses. Aunque el régimen del río es muy irregular,
pueden identificarse dos crecientes separadas por los estiajes de
enero y agosto. El caudal medio anual en Concordia es de
aproximadamente 4.000 m3/s, aunque se han registrado
caudales máximos de 17.720 m3/s (1965). En su
curso son frecuentes los derrames basálticos que crean
rápidos, saltos y restingas talladas por la erosión
hídrica. Precisamente, 40 Km., al norte de Concordia la
ruptura de pendiente de Salto Grande (afloramiento e
meláfiros), que marca un límite para la
navegación aguas arriba, se ha aprovechado para llevar a
cabo el proyecto hidroelétrico homónino.
La obra del complejo Salto Grande afectá el
escurrimiento y los procesos erosivos aguas abajo, regulando los
caudales. Ha motivado la formación de un gran lago de
ambalse y la inundación y traslado de
poblaciones.
Las costas del río Uruguay son diferentes, las de
la margen izquierda con altas barrancas y también la
misionera, donde forma los saltos de Moconá, pero la
correntina y la entrerriana son generalmente bajas, sus
principales afluentes en la Argentina son el Aguapey,
Miriñay, Mocoretá y Gualeguaychú.
SUBCUENCA DEL RÍO DE LA PLATA:
El río de La Plata nace de la confluencia del
brazo principal del Paraná con el río Uruguay,
abriéndose en amplio estuario (35.000 km2)
-compartido por las repúblicas Argentina y del Uruguay,
que desagota el extraordinario caudal de su vasta cuenca (entre
1.600 y 2.300 m3/s). Su longitud hasta la línea
imaginaria que une la punta Norte del Cabo San Antonio
(Argentina) con la punta del Este (Uruguay) es de 275 Km.,
presentando un ancho variable que alcanza 40 Km., entre Buenos
Aires y Colonia y más de 200 Km., en su
desembocadura.
Su lecho está ocupado por bancos de arena y
arcilla que obligan a su permanente dragado para posibilitar la
navegación. Dicho método no
suprime las causas de la potente sedimentación sino que
solamente atenúa sus efectos, reflejo de procesos de
erosión hídrica que ocurren a miles de
kilómetros de distancia. Algunos signos
reproducen espectacularmente su impacto sobre las
economías vinculadas a los puertos de los ríos
Paraguay, Paraná y de La Plata, que exportan
aproximadamente 20 millones de metros cúbicos de
sedimentos de los canales de acceso, a un costo de 20
millones de dólares anuales.
El régimen del río está
influinciado por los caudales de sus dos principales tributarios
y por la acción
de las mareas y la participación de las típicas
situaciones del tiempo: sudestadas y pamperos que empujan sus
aguas respectivamente hacia la costa Argentina o uruguaya. Por la
margen derecha recibe una serie de afluentes -La Matanza o
Riachuelo, Santiago, Samborombón y otros-, entre los que
se destaca por su mayor extensión el Salado.
El Salado del Sur, típico río de llanura,
traza gran cantidad de meandros que ocupan su valle plano y muy
amplio con numerosas lagunas (Chañar, La Picaza, Mar
Chiquita, Gómez, del Capricho, Encadenadas del este y
muchas más) y tras un recorrido de 650 Km., con rumbo
noroeste-sureste por la provincia de Buenos Aires desemboca en la
bahía de Samborombón, oficiando dificultosamente de
desagüe para una cuenca cercana a los 40.000 km2.
En el pasado, su curso se hallaba unido al río Quinto
(como atestiguan la serie de cañadas y depresiones que los
conectan) pero actualmente constituye un emisario lacunar cuya
escasa pendiente y profundidad provocan frecuentes inundaciones y
desbordes en ocasión de lluvias copiosas,
transformándose por ello en un río improductivo, no
apto para riego, navegación o generación de
energía, ni siquiera como colector eficiente de los
aportes que recibe principalmente por su margen derecha:
Vallimanca-Saladillo, Las Flores y Gualicho. Una serie de obras
de defensa -principalmente canales- para evitar las
episódicas inundaciones articulan el drenaje de otros
cursos que desaguan en la bahía de Samborombón
(arroyos de los Huesos y
Langueyú), aunque no han demostrado su eficacia. En
mayo de 1980 la inundación desplazó casi 30.000
millones de toneladas de agua a todo lo ancho de la cuenca del
Salado (7.000.000 ha), anegando centros poblados y campos, cuyo
lavado y posterior salinización, y la pérdida del
pastizal destinado a la cría de animales,
provocando ingentes daños a la
población.
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