El Vaticano, La otra
cara
- La CIA y el
Vaticano - Trono
vacío - La cónclave desde
adentro - Concilio Vaticano
II - El Banco del
Vaticano - 33 Días,
la cuenta regresiva - Primer Papa no
italiano - El
atentado - La
investigación - La
confirmación - Mis
conclusiones - Bibliografía
A lo largo de nuestra vida hemos tenido que "guantar"
ó "soportar" las mentiras, chantajes, manipulaciones,
represiones, amenazas, etc. De todas las instituciones
Oficiales del mundo seglar y por si esto no fuera poco,
también de las "instituciones
religiosas".
El presente trabajo tiene como finalidad expresar una
opinión muy personal sobre
ciertos sucesos que se han registrado en la historia con una de las
religiones mas
importantes del mundo y sus "operadores" ó encargados de
difundir su ministerio por los confines de la
tierra.
Solo pretendo animar al lector a : indagar en el rostro
oculto de la historia, buscar otras
versiones, no conformarse con aquello que se admite generalmente.
No todo lo que dice un organismo ó institución
oficial tiene porque ser la verdad, é incluso afirmo, que
en determinados casos y solo por no decir que en todos los casos,
podemos estar completamente seguros de que la
única versión a descartar, es precisamente la
oficial.
Simplemente es poner las cosas en su justo
lugar………………………………..
La información que recojo aquí, aunque
en algunos casos es difícil de obtener, esta disponible y
al alcance de todo el mundo. Yo únicamente he sido un
recopilador.
Desde principios de la
era cristiana la iglesia
católica ha tenido que ver ó ha participado
activamente en los sucesos que han derivado en grandes cicatrices
ó dolores de la humanidad.
Las atrocidades sufridas por la gente y los diferentes
pueblos, en su afán de impartir "justicia" con
la llamada "Santa Inquisición"; Las convocatorias a la
guerra por un
ideal ficticio é infame como en las "Cruzadas"; La
destrucción casi por completo de bastos y
magníficos conocimientos que forman parte de las grandes
culturas prehispánicas en América, con la llamada
"Evangelización"; La constante decadencia y
enajenación de los pueblos conquistados durante la
época de la "Colonia", son solo algunos ejemplos de
ello.
En época reciente mucha gente nos hemos sentido
fascinados por la figura del Papa como gobernante absoluto y
vitalicio: Un líder
que no debe someterse a ningún control
legislativo ó judicial. Usando una estructura
piramidal y jerárquica, el sumo pontífice ejerce
una extraordinaria influencia para dar forma a las expectativas
económicas, políticas
e ideológicas no solo de los creyentes católicos
sino de todo el mundo.
Para algunos el atractivo consiste en el puro secreto
con que opera el Vaticano, un mecanismo bien definido,
estrictamente impuesto, que
cubre todas las actuaciones de la "Santa Sede" a menudo pasan
meses antes de que se tengan indicios de la participación
Papal en algún asunto diplomático, incluso la
historia completa jamás sale a la superficie.
Lo anterior por supuesto si no ha pasado desapercibido
para los ciudadanos comunes como algunos de nosotros, de ninguna
manera se le ha pasado a los gobiernos y sus instituciones de
vigilancia é intervención, como los servicios de
inteligencia:
la CIA, el Mossad, el MI5, la KGB, etc. Han tratado en
múltiples ocasiones penetrar al interior de tan
inquebrantable, inexpugnable y rígido sistema de
control que tiene
el Vaticano, y solo pocos lo han logrado.
Entre estos intentos, hubo varios del Gobierno Israelí y
del Mossad ( Servicio
Secreto de Israel ) para
establecer una buena relación de trabajo con el Vaticano,
los cuales habían sido cortés pero firmemente
rechazados, la realidad era que dentro de la Secretaría de
Estado
Vaticana, el equivalente de un ministerio de Asuntos Exteriores
en el mundo seglar, existía una poderosa facción
contraria a Israel.
La gélida relación entre el vaticano e
Israel, había comenzado en parte a causa del peculiar
incidente que siguió a la creación del estado de
Israel en 1948. El entonces Secretario de Estado Vaticano le
había enviado a un emisario al fiscal general
de Israel, Naim Conh, para pedir la revisión del juicio
final a Jesucristo y, desde luego la invalidación del
veredicto final. Una vez que esto se cumpliera, el Vaticano
reconocería formalmente a Israel. La importancia de tal
vínculo diplomático no se le escapaba a Conh, pero
lograrlo de tal manera le había parecido
"increíblemente caprichoso, semejante juicio seria
inútil y en cualquier caso, teníamos asuntos
más urgentes, como sobrevivir a los ataques de nuestros
vecinos árabes. Remover las cenizas de la biografía de
Jesucristo estaba muy abajo en mi lista de prioridades". Comento
Conh en alguna ocasión.
Después que el emisario fuera bruscamente
despedido por Fiscal General
del estado Judío, el Vaticano volvió la espalda a
Israel.
Estos monseñores con sotana se referían
invariablemente a Gaza y la Cisjordania como "territorios
ocupados" y a los Altos del Golán como "territorio Sirio
anexionado" a Israel. Por las noches, solían salir de su
diminuto estado para visitar los apartamentos de los
árabes ricos en la Vía Condotti de Roma ó
reunirse con ellos a beber algo en la Piazza Navona, los
sacerdotes cuidaban mucho sus palabras; creían que
el Estado
Judío tenia espías en todas partes, vigilando,
escuchando, y quizás incluso tomando fotos y
grabando.
La información que el Papa recibía
sobre Israel continuaba siendo manipulada por los contactos que
sus curas diplomáticos tenían con los
árabes.
Desde entonces solo había habido un destello de
esperanza, cuando Juan Pablo I cardenal Albino Luciani,
sugirió durante sus 33 días de pontificado que
consideraría el hecho de entablar relaciones con Israel;
Su muerte de un
supuesto ataque al corazón
condujo a la elección de Karol Wojtyla ( Juan Pablo II ) y
durante su pontificado, la puerta de bronce del palacio Papal
permaneció cerrada para Israel; Mientras su Papado se
adentraba cada vez mas en la política
internacional, alentado por sus renovados vínculos con la
CIA………………………
En 1945 la oficina de
servicios
estratégicos en tiempo de
guerra,
antecesora de la CIA, había sido recibida en el Vaticano
"con los brazos abiertos", según las palabras de James
Jesús Angleton, jefe de la sede de la OSE en Roma. El Papa Pio
XII y su curia pidieron a Angleton que colaborara con la cruzada
anticomunista de la Iglesia para
poder llevar
al poder a la
Democracia
Cristiana. Angleton católico practicante, uso todos los
recursos a su
alcance: soborno, chantaje, y amenaza a los votantes para que
dieran el apoyo. Se le había concedido acceso pleno y
directo al incomparable servicio de
información del Vaticano en Italia, cada
párroco y sacerdote informaba sobre las actividades de los
comunistas en sus diócesis. El Vaticano evaluaba la
información, se la pasaba a Angleton y éste la
enviaba a Washington.
Allí se utilizaba para confirmar el ahora
fortalecido temor del departamento de Estado ante la posible
amenaza real y duradera de la Unión Soviética. Se
le ordeno a Angleton hacer cualquier cosa para impedir que la
resistencia del
Partido Comunista Italiano en tiempos de guerra pudiera
permitirle tomar el poder. El Papa estaba convencido de que los
comunistas italianos se encontraban a la vanguardia de
una campaña para destruir la Iglesia a la menor
oportunidad. El Papa conmino a Angleton para que pidiera al
presidente de los Estados Unidos
hacer todo lo posible para destruir esta amenaza. El
Pontífice que representaba la paz en el mundo se
volvió un partidario entusiasta de la política exterior
norteamericana que condujo a la Guerra
Fría.
En 1952, estaba a cargo de la sede romana de lo que
ahora es la CIA otro católico devoto, William Colby, que
pasó a dirigir las operaciones de la
CIA en Vietnam. Colby había establecido una poderosa
red de
informadores en la Secretaria de Estado en cada
congregación y tribunal Vaticano, utilizándolos
para ayudar a la CIA a contrarrestar el espionaje
soviético y la subversión en todo el mundo. Los
sacerdotes informaban regularmente al Vaticano de lo que estaba
ocurriendo en sus países. En sitios como filipinas, donde
los comunistas trataban de penetrar en la que había sido
durante mucho tiempo una
nación
católica, la CIA se encontraba en posición de
lanzar efectivos ataques. El Papa considero necesaria la violencia y
opino que si Estados Unidos no
llevaba a cabo "tristes pero necesarias acciones", el
mundo tendría que soportar décadas de mayor
sufrimiento.
Angelo Giuseppe Roncalli, Tras ser nombrado
secretario personal del
obispo de Bérgamo, haber servido de sanitario y
capellán castrense en la primera guerra
mundial, fundar la Casa del Estudiante; ser consagrado
obispo, enviado como visitador en 1931, y delegado
apostólico en 1944. Pío XII lo nombró
Cardenal y patriarca de Venecia en 1953, y tras la muerte del
Papa, fue elegido para reemplazarle el 28 de octubre de 1958.
Escogió el nombre de Juan XXIII. Su gestión
fue decididamente aperturista: universalizó el Colegio
Cardenalicio, nombrando a cardenales africanos, japoneses,
filipinos, etc. y publicó las encíclicas Mater et
Magistra, sobre los problemas
económicos y sociales modernos, y Pacem in terris, sobre
las condiciones para crear una paz auténtica en el mundo,
expuestas sin concesiones. Pero fue sobre todo, el impulsor en
1962 del concilio más renovador: el Concilio Vaticano
II.
En los primeros 100
días de su pontificado, El Papa tomo una serie de
decisiones verdaderamente cruciales, como la de volver a ocupar
el cargo de Secretario de Estado, vacante desde 1944, con la
designación del Cardenal Domenico Tardini. Sin embargo, su
decisión más significativa fue la convocatoria del
Concilio Vaticano II, hecha publica el 25 de enero de 1959, 99
días después de su elección como Papa.
También asombro a la curia ( administración del vaticano ) diciendo que
la cruzada contra el comunismo
había fracasado largamente, y ordeno a los obispos
italianos que se mantuvieran "políticamente neutrales" .
La CIA se puso frenética cuando el Papa Juan ordenó
que su libre acceso al Vaticano debía cesar. El
pánico de la agencia aumento cuando se entero de que el
Papa había empezado a sembrar las semillas de una
política de acercamiento al Este de Europa e
intentaba un cauteloso dialogo con
Nikita Krushchev, el líder
soviético.
En 1960, La CIA consiguió un avance cuando el
cardenal Montini de Milán, futuro Papa Pablo VI, le
entrego los nombres de los sacerdotes norteamericanos que el
vaticano consideraba blandos con el comunismo. La
guerra
fría llegaba a su clímax; en Washington
cundía la paranoia. El FBI persiguió a los curas y
muchos dejaron el país para marcharse a América
Central y Sudamérica. La CIA contaba con un fondo
sustancial, llamado "proyecto dinero" usado
para hacer generosas donaciones a instituciones católicas
de caridad, colegios y orfanatos ó para pagar la
restauración de iglesias pertenecientes al Vaticano; Se
concedían vacaciones pagadas a sacerdotes y monjas
incondicionalmente pro norteamericanos; Los cardenales italianos
y los obispos recibían cajas de champaña y canastos
con exquisiteces de gourmet, en un país que
todavía se estaba recuperando de la escasez de alimentos sufrida
a causa de la II guerra
mundial.
En la primavera de 1963 el cuartel de Roma informó a
Washington que la Santa Sede pensaba establecer relaciones
diplomáticas plenas con Rusia. El director de la CIA
McCone voló a Roma y forzó el camino para una
audiencia con el Papa Juan; afirmaba que había viajado a
instancias del primer presidente católico de estados
unidos, Jonh F. Kennedy.
Durante la entrevista
McCone dijo al pontífice que la iglesia "debe parar este
acercamiento con el comunismo, es peligroso e inaceptable el
regatear con el Kremlin, y que ya en el poder, los comunistas han
desmantelado muchas de las políticas
llevadas a cabo por los partidos católicos".
Finalmente se hizo un silencio en el salón de
audiencias, durante un rato mas el viejo Papa estudio a su
visitante, luego hablando con suavidad, Juan explico que la
iglesia conducida por él tenia un deber urgente:
Terminar con la pobreza
abyecta y la negación de los derechos humanos;
acabar con los barrios pobres y los asentamientos miserables;
poner fin al racismo y la
opresión. Hablaría con cualquiera que lo ayudara a
hacerlo, incluso con los soviéticos, los argumentos
razonables eran la única manera de afrontar el
comunismo. Derrotado, McCone regreso a Washington convencido
de que el Papa Juan era "mas blando con el comunismo que ninguno
de sus predecesores".
La anunciada muerte del
Pontífice ( "Padecía un cáncer que progreso
rápidamente" [ ¿? ] ) fue recibida con alivio por
McCone y el presidente Kennedy.
Cuando el cardenal Montini de Milán se
convirtió en Papa, en 1963, Washington se
distendió, Dos días después de su
nombramiento, el Papa Pablo VI recibió a Kennedy en
audiencia privada, afuera McCone se paseaba por los jardines del
Vaticano como terrateniente que ha vuelto a casa después
de una larga ausencia.
Los jefes sucesivos de la CIA en Roma eran considerados
por el vaticano, más importantes que los mismos
embajadores de estados Unidos.
A las 9:40 pm del domingo 6 de Agosto de 1978, Pablo VI
expiraba, antes de que pasaran 24 hrs. de su muerte, con su
cuerpo sin enterrar y su apostolado sin haber sido evaluado, la
casa de apuestas londinense Ladbrokes abrió un
registro sobre
la elección Papal. El Catholic Herald, al tiempo
que criticaba el hecho en su primera pagina, se cuidaba
también de informar a sus lectores de cómo iban las
apuestas.
El favorito era el cardenal Pignedoli, que cotizaba 5 a
2; Le seguían los cardenales Baggio y Peletti, empatados
con una cotización de 7 a 2; Otro candidato que apuntaba
alto era el cardenal Willebrands, con 8 a 1; El cardenal Koening
estaba en 16 a 1 y el cardenal británico Hume con 25 a
1…………….. Albino Luciani ni
siquiera figuraba entre los inscritos en la carrera
pontificia.
Una carrera franca para competir por el trono del
vaticano es algo que esta bastante mal visto en las altas
instancias de la iglesia católica. Los candidatos no
reciben aliento alguno para anunciar públicamente su
programa
ó su plataforma de gobierno. En
teoría
no hay electoralismo, no hay pactos ni trapicheos y no existen
los grupos de
presión. En la práctica existen
todas esas cosas y mucho más. En teoría
los cardenales se reúnen en un conclave secreto y esperan
la "iluminación del Espíritu
Santo".
A medida que transcurrían los tórridos
días de agosto, las llamadas telefónicas, las
reuniones secretas, y las promesas preelectorales aseguraban que
el Espíritu Santo contaría con abundante ayuda del
reino de este
mundo…………………….
En octubre de 1975, Pablo VI había dictado unas
normas
estrictas para que se aplicaran al producirse su fallecimiento,
una de las normas
establecía que todo cardenal que estuviera al frente de
cualquier departamento de la curia romana debía renunciar
automáticamente a su cargo, de esa forma, el sucesor de
Pablo VI tendría una completa libertad de
acción para efectuar nombramientos. Esta normativa
también consiguió que durante el periodo de sede
vacante, que es el que transcurre entre la muerte del
Papa y la elección de su sucesor, los nervios se desataran
en el Vaticano.
Una de las excepciones a la regla sobre la renuncia
automática era la del Carmalengo de la Santa Sede,
entonces el cargo lo ocupaba el Secretario de Estado, el cardenal
francés Jean Villot. Hasta que el trono estuviera
nuevamente ocupado, Villot seria el custodio de las llaves de San
Pedro.
Mientras se prolongara la vacante Papal, el gobierno de
la iglesia quedaba encomendado al Sacro Colegio de Cardenales,
cuyos miembros estaban oficialmente obligados a realizar sesiones
diarias, llamadas "congregaciones generales".
Otra de las normas dictadas por el Papa se
convirtió enseguida en el centro de una furiosa
controversia que protagonizo los primeros debates de la
congregación general, Pablo VI había excluido del
conclave que designaría a su sucesor a los cardenales que
tuvieran más de 80 años. El cardenal Ottaviani
lanzo un furibundo ataque contra esta ordenanza, con el apoyo del
cardenal Confalonieri de 85 años de edad, Ottaviani y los
demás cardenales octogenarios y nonagenarios trataron de
que la cláusula fuera anulada. Pablo VI había
mantenido numerosas batallas con ese grupo.
Después de muerto gano la última. Los cardenales
del Sacro Colegio decidieron por votación adherirse al
reglamento. La congregación general llego a discutir
incluso durante más de una hora si las papeletas con el
voto había que doblarlas una vez ó dos.
El Cardenal Pignedoli había sido amigo muy
próximo del difunto Pablo VI. Había recorrido el
mundo ( lo que quizá reforzara mas que nada su candidatura
) y había influido directa o indirectamente en al
designación de al menos 28 cardenales. La edad ideal para
ocupar el trono pontificio se consideraba entre 65 y 70
años. Pignedoli tenía entonces 68 años. Y no
vacilo en señalar que fuera quien fuese el que resultara
elegido, debía proclamarse a la mayor brevedad posible.
Las votaciones comenzarían el sábado 26 de agosto
por la mañana, y lo mejor seria que el domingo 27 por la
mañana el nuevo Papa ya estuviera en condiciones de
dirigirse a la multitud que a medio día abarrotaría
la plaza de San Pedro.
Antes de partir hacia Roma, Albino Luciani se
reunió con su ya ex secretario, el padre Senegaglia, en el
transcurso de dicha reunión, Luciani dejo bien claro lo
que pensaba: "Creo que ha llegado el momento de que la Iglesia
tenga un pontífice del 3er mundo"
Tampoco mantuvo en secreto el nombre de su candidato:
El Cardenal Lorsheider, de Brasil, Arzobispo de
Fortaleza. Según una opinión
ampliamente difundida, a Lorsheider se le tenía como una
de las mentes mas privilegiadas de la Iglesia. Como patriarca de
Venecia, Luciani había llegado a conocerlo bien, tal como
le confió a Senegaglia: "Lorsheider es un hombre fiel y
culto. Más aún, conoce muy bien Italia y a los
Italianos. Y lo que es mas importante: esta en cuerpo y alma con
los pobres"
Si fuera de aquellas impenetrables paredes los anhelos y
necesidades de millones de personas en relación con el
nuevo Papa eran muy diversos, lo cierto es que todos estos puntos
de vista estaban representados por quienes aspiraban devolver a
la iglesia un mundo anterior al Concilio vaticano II, un mundo en
el que la disciplina
eclesiástica mas rígida era la piedra angular.
La izquierda por su parte, deseaban un Papa que comprendiera
la necesidad de acercar la iglesia a los pobres, un Papa mas que
mandar, legislara de una forma democrática y reconociera a
sus obispos el derecho a influir decisivamente en el gobierno de
la iglesia.
Era gente que anhelaba un nuevo Juan XXIII, mientras
que sus oponentes de derecha trataban de encontrar y entronizar
un nuevo Pio XII.
El sábado 26 de agosto por la mañana,
después de celebrar una misa y desayunar, los cardenales
se dirigieron a sus respectivas celdas numeradas. El reglamento
establecía que todos los cardenales debían rellenar
con su propia letra ( de modo que se pudiera comprobar a quien
pertenecía ) las papeletas de votación que,
además, habían sido diseñadas de tal forma
que al doblarse por la mitad se reducían hasta un
tamaño de unos centímetros. Tras elegir a los
escrutinadores, se designaron a 3 cardenales para revisar el
conteo de votos. La mayoría se obtendría con dos
tercios mas un voto, era la salvaguarda que había escogido
Pablo VI, para evitar que los cardenales cedieran a la
tentación de votarse por si mismos.
El Primer conteo empezó, las papeletas fueron
contadas e inspeccionadas 3 veces ( para asegurarse que
ningún cardenal hubiera votado 2 veces ó se hubiera
votado así mismo ) y apiladas cuidadosamente. Luego se
volvieron a contar y a inspeccionar, por ultimo fueron
depositadas en una caja especial para ser incineradas.
En la primera ronda, la votación arrojo los
siguientes resultados :
- Cardenal Siri 25 votos
- Cardenal Luciani 23 votos
- Cardenal Pignedoli 18 votos
- Cardenal Lorscheider 12 votos
- Cardenal Baggio 9 votos
Los otros 24 votos se repartieron entre otros
candidatos. Con creciente perplejidad Albino Luciani había
escuchado el escrutinio, en el que se había mencionado su
nombre una y otra vez hasta 23 repeticiones. Varios cardenales
que se encontraban sentados cerca de él se volvieron a
mirarle y le sonrieron. Luciani solo atino a sacudir la cabeza,
estupefacto ¿Cómo era posible que le hubieran
otorgado tantos votos?. Los cardenales Benelli, Suenens, y Marty
le hubieran podido suministrar la respuesta, entre los 3
habían creado lo que les parecía una eficaz
plataforma para promover la candidatura sigilosa y solapada de
Luciani.
Sin conocer la identidad de
quienes lo apoyaban; Luciani llego a la conclusión de que
aquella aberración desaparecería por sí sola
en la 2ª ronda, y al escoger una nueva papeleta
volvió a inscribir el nombre de Aloisio
Lorscheider.
Los cardenales de la Curia, mientras tanto,
habían empezado a fijarse en Luciani con renovado interés,
lo primero que se habían propuesto era detener la carrera
hacia el Papado a Pignedoli. La 2ª ronda de votos les
confirmo que habían logrado su objetivo, el
resultado fue el siguiente :
- Cardenal Siri 35 votos
- Cardenal Luciani 30 votos
- Cardenal Pignedoli 15 votos
- Cardenal Lorscheider 12 votos
Los 19 votos restantes se repartieron entre los
candidatos secundarios. La 3er ronda de votos llego a
las 4:00 pm, cuando Luciani salio de su celda el cardenal Joseph
malula, de Zaire, le abrazo fervorosamente, lleno de
alegría le felicito. Los 2 iban juntos a participar en la
penúltima ronda de votos:
- Cardenal Siri 15 votos
- Cardenal Luciani 68 votos
- Cardenal Pignedoli 10 votos
Los 18 votos restantes se repartieron entre varios. Tras
esta ronda Luciani se encontraba a solo 8 votos del trono
pontificio. Algunos le oyeron decir, con una mano abierta sobre
la frente " No. Por favor, no".
En el conclave reinaba una gran expectación. A
estas alturas muchos estaban plenamente convencidos de que
obraban por "Inspiración Divina". Después de
cumplir con las normativas del Papa Pablo VI. Se inicio la
4ª y ultima ronda de votos :
- Cardenal Siri 11 votos
- Cardenal Luciani 99 votos
- Cardenal Lorscheider 1 voto
Cuando se anuncio el resultado de la votación
final, el conclave estallo en aplausos. Eran las 6:05
pm.
Las puertas de la capilla se abrieron y entraron varios
maestros de ceremonias, que acompañaban al cardenal Villot
hasta el lugar en el que se encontraba sentado Luciani. Hablo
Villot: ¿Aceptáis vuestra elección
canónica como sumo pontífice?
Todos los ojos estaban puestos en Luciani, se
veía que estaba indeciso; a la postre contesto : "Que dios
os perdone por lo que habéis hecho por mi". Luego agrego:
Acepto.
¿Por qué nombre queréis ser
llamado? – le pregunto Villot- ( Luciani volvió a
vacilar ) Entonces, por primera vez sonrió y dijo: "
Juan pablo I ".
Entre los cardenales se produjeron murmullos de
aprobación. Ya el nombre en sí constituía
una innovación, era el primer nombre doble en
la historia del pontificado.
En su discurso
pronunciado al final de la misa de acción de gracias que
se celebro a la mañana siguiente, Luciani dejo bien claro
que sometía su pontificado a las directrices del Concilio
vaticano II. Asigno una gran importancia al colegialismo, o sea,
al reparto del poder con sus obispos. Declaro que trataría
de otorgar nueva fuerza a la
disciplina que
existía dentro de la iglesia y que con esta finalidad daba
una especial prioridad a la revisión de 2 leyes
canónicas. La unión con otras religiones seria un objetivo a
alcanzar, aunque sin comprometer las enseñanzas de la
iglesia católica.
Mostrando el texto Lumen
gentium ( La luz de las
naciones ) que es el dogma de constitución de la iglesia según el
concilio vaticano, Albino Luciani anuncio que intentaría
devolver a la Iglesia el lugar que le pertenecía.
Devolverla al mundo y a las palabras de Cristo. Devolverle la
simplicidad y honestidad de sus
orígenes, Por si cristo volvía a la tierra,
Luciani deseaba que encontrara una Iglesia que pudiera reconocer
como la suya. Una Iglesia libre de intereses políticos,
libre de mentalidad opulenta que había corrompido su
visión originaria para convertirse en un gran
negocio.
El gran acontecimiento de nuestra Era Moderna en el
ámbito de la Iglesia fue el Concilio Vaticano Segundo,
convocado por el Papa Juan XXIII en 1962, seguido y clausurado
por el Papa Pablo VI en 1965..
Se pretendió que fuera una especie de
"agiornamento", es decir, una puesta al día de la Iglesia,
renovando en sí misma los elementos que necesitaren de
ello y revisando el fondo y la forma de todas sus
actividades.
Proporcionó una apertura dialogante con el mundo
moderno, incluso con nuevo lenguaje
conciliatorio frente a problemáticas actuales y
antiguas.
Ha sido el concilio más representativo de todos.
Constó de cuatro etapas, con una media de asistencia de
unos dos mil Padres Conciliares procedentes de todas las partes
del mundo y de una gran diversidad de lenguas y razas.
El Papa Juan XXIII con la reforma interior; Paulo VI con
la reforma de la vida eclesiástica y la búsqueda de
un camino nuevo para tratar de conciliar a los cristianos
separados de la unidad católica de la Iglesia. Con este
concilio se propuso actualizar la vida de la Iglesia sin definir
ningún dogma.
Trató de la Iglesia, la Revelación, la
Liturgia, la libertad
religiosa, etc. Recordó el Concilio, la llamada universal
a la santidad.
El Concilio Vaticano II es el hecho más decisivo
de la historia de la Iglesia en el siglo XX.
El Concilio se convocó con el fin principal
de:
• Promover el desarrollo de
la fe católica.
• Lograr una renovación moral de la
vida cristiana de los fieles.
Adaptar la disciplina eclesiástica a las
necesidades y métodos de
nuestro tiempo. Tras un largo trabajo concluyó en 16
documentos,
cuyo conjunto constituye una toma de conciencia de la
situación actual de la Iglesia y define las orientaciones
que se imponen.
Las características del Concilio Vaticano II
son: Renovación y Tradición.
Relación de los documentos de
Vaticano II clasificados por tipo y fecha:
- Constitución
- Sacrosanctum Concilium
4 de diciembre de 1963
Constitución sobre la Sagrada
Liturgia
- Lumen Gentium
21 de noviembre de 1964
Constitución dogmática sobre la
Iglesia
- Gaudium et Spes
7 de diciembre de 1965
Constitución pastoral sobre la Iglesia en el
mundo actual
- Dei Verbum
18 de noviembre de 1965
Constitución dogmática sobre la divina
revelación.
- Declaración
- Gravissimum Educationis
28 de octubre de 1965
Declaración sobre la
educación
- Nostra Aetate
28 de octubre de 1965
Decreto sobre la relación de la Iglesia con las
Religiones no cristianas
- Dignitatis Humanae
7 de diciembre de 1965
Declaración sobre la libertad
religiosa
- Decreto
- Inter Mirifica
4 de diciembre de 1963
Sobre los Medios de
Comunicación Social
- Unitatis Redintegratio
21 de noviembre de 1964
Decreto sobre el Ecumenismo
- Orientalium Ecclesiarum
21 de noviembre de 1964
Sobre las Iglesias Orientales
Católicas
- Presbyterorum Ordinis
7 de diciembre de 1965
Decreto sobre el ministerio y la vida
sacerdotal
- Ad Gentes
7 de diciembre de 1965
Decreto sobre la acción misionera de la
Iglesia
- Apostolicam Actuositatem
18 de noviembre de 1965
Decreto sobre el apostolado de los laicos.
- Christus Dominus
28 de octubre de 1965
Decreto sobre el oficio pastoral de los Obispos en la
Iglesia
- Optatam Totius
28 de octubre de 1965
Sobre la Formación Sacerdotal
- Perfectae Caritatis
28 de octubre de 1965
Sobre la Adecuada Renovación de la Vida
Religiosa
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