Esquema
- Tipos de
tráfico. - Limitaciones al
tráfico. - Situación del
tráfico en Venezuela - Características del
tráfico de drogas - Conclusión
El tráfico ilícito de drogas y
estupefacientes es universal y refleja cada vez más
acentuadas modalidades de abuso de drogas.
América Latina se ha convertido en una de las
regiones clases del tráfico mundial Latinoamericano y de
las regiones de Caribe, a través de las cuales los
narcotraficantes distribuyen las drogas,
utilizando a estos países como importantes rutas del
tráfico de drogas.
Para Venezuela se
trata de una "cuestión de Estado" por
las consecuencias negativas que el narcotráfico genera al desplazarse desde
territorio colombiano hasta territorio venezolano. Es por
ello que este tema siempre está presente en la agenda
bilateral de Venezuela,
para demostrarle a Colombia nuestro
interés
en la materia.
Antes de referirnos a los tipos de tráfico de
droga que
existen, es necesario definir lo que se entiende por
tráfico de droga.
El tráfico de drogas es
un delito
consistente en facilitar o promocionar el consumo
ilícito de determinadas sustancias estupefacientes y
adictivas que atentan contra la salud
pública con fines lucrativos, aunque esta
definición puede variar según las distintas
legislaciones penales de cada Estado.
Por tráfico de drogas se entiende no
sólo cualquier acto aislado de transmisión del
producto
estupefaciente, sino también el transporte e
incluso toda tenencia que, aun no implicando transmisión,
suponga una cantidad que exceda de forma considerable las
necesidades del propio consumo, ya
que entonces se entiende que la tenencia tiene como finalidad
promover, favorecer o facilitar el consumo ilícito
(entendiéndose como ilícito todo consumo ajeno). En
algunas legislaciones se considera delito solamente
el tráfico, pero no la tenencia de drogas en cantidades
reducidas a las necesidades personales del consumidor,
mientras que otras tipifican como conductas delictivas tanto el
tráfico como la tenencia.
Existen tres modalidades dentro del tráfico de
drogas, establecidas en base a los medios que se
utilizan para realizar el tráfico de drogas. Estos tres
tipos son los siguientes:
a.- Tráfico Aéreo:
Consiste en aquel que utiliza como medio de tránsito,
naves o aeronaves públicas o privadas, para que
transporten vía aérea sustancias estupefacientes o
psicotrópicas.
b.- Tráfico Marítimo: Consiste en
aquel que utiliza como medio de transporte
buques, barcos, etc, para que transporten vía
marítima sustancias estupefacientes o psicotrópicas
depositadas en container u otros lugares del buque.
c.- Tráfico Terrestre: Consiste en aquel
que utiliza como medio de tránsito, vehículos o
cualquier medio de transporte vial, para que trafique vía
terrestre sustancias estupefacientes o psicotrópicas,
cualquiera sea su forma de ser embalada.
Pero existe otra figura excepcional aparte de estas tres
ya mencionadas, y es el tráfico de drogas por medio de
humanos, la cual es una nueva modalidad bien conocida con el
nombre de narcomulas intraorgánica, en la cual se
introduce en el estómago de un individuo cierta cantidad
de dediles para facilitar el tráfico de varios gramos de
droga, que en muchos casos resultan infructuosos debido a la
ruptura de dediles, que pueden ocasionar hasta la muerte del
narcomula; todo esto con la finalidad de evadir las medidas de
seguridad que
cada día son más rigurosas e intensas, sobre todo
en los aeropuertos, en pro de la lucha contra el tráfico
de drogas.
Inicialmente la guerra contra
las drogas tuvo
una etapa que tenía mucho de represiva, unilateralmente, y
algo de ingenuidad. Se creía que bastaba con erradicar las
zonas de cultivo, reprimir los adictos, distribuidores y
cabecillas del negocio, acrecentar y mejorar los sistemas de
control aduaneros y crear una campaña desestimuladora
del consumo, para contener las oleadas de droga que fluían
desde los países productores y refinadores sudamericanos.
Así, se aplicaron medidas para erradicar los cultivos de
coca, mejorar los sistemas de
detección y decomiso del producto,
aumentar las detenciones de los implicados en el negocio y dictar
disposiciones legislativas cada vez más severas para la
penalización del consumo, la tenencia y el tráfico
de drogas. Pero todas esas medidas resultaron
inútiles.
Se pasó, entonces, a una lucha cada vez
más frontal: se estableció una red de inteligencia
para detectar laboratorios clandestinos e intervenir
envíos masivos de droga; se decomisaron insumos para la
refinación; se mejoró el control de
aduanas y de
vigilancia de fronteras, aeropuertos y costas; se extraditaron a
los Estados Unidos
renombrados narcotraficantes; se estrecharon los lazos entre las
policías mundiales contra la droga y comenzó el
programa de
promoción de cultivos alternativos a la
coca. Pero los resultados, aunque más significativos,
aún no lograron debilitar el inmenso poder del
imperio de la droga. A cada hectárea erradicada, con la
utilización de poderosos defoliantes que contaminaban el
ambiente, le
seguían nuevas siembras en lugares vírgenes y cada
vez más recónditos. Por cada laboratorio
destruido (y se destruyeron sólo en Colombia unos
5.000 entre 1984 y 1991), surgían otros cada vez
más sofisticados y más escondidos en la selva; a
las extradiciones (se extraditaron 38
narcotraficantes.
La lucha contra el tráfico de drogas ha
llevado a ejercer presión
permanente sobre las vías de introducción y tránsito de
sustancias estupefacientes y psicotrópicas y de productos
químicos esenciales, lugares de distribución y de comercialización de drogas e insumos,
detección de pistas de aterrizaje clandestinas,
destrucción de plantaciones, detección de
consumidores, aprehensión de traficantes,
realización de análisis químicos de substancias,
etc.
Existe una mayor integración de las labores de inteligencia
con los demás órganos de policía nacionales
y extranjeros con competencia en
esta materia (en el
caso de Venezuela); ya que se hace insoslayable la necesidad de
hacer causa común para enfrentar a un enemigo que atenta
contra la humanidad, que desestabiliza las estructuras
mismas de los Estados y de la sociedad; que
cobra vidas y bienes y que
hace mella en la juventud
especialmente.
El combate es implacable en sus diferentes fases,
desde la ubicación y destrucción de cultivos, hasta
la detección y procesamiento de los hechos que configuran
el delito de legitimación de
narcocapitales.
La Guardia Nacional de Venezuela, con una trayectoria
histórica compleja y con una rica y exuberante experiencia
en materia policial, sin descuidar su misión
constitucional respecto a la soberanía e intereses vitales de la
nación,
durante los últimos años con el concurso de la
cooperación policial internacional, ha venido haciendo
frente en forma sistemática, a esa guerra
apocalíptica, con grandes implicaciones mundiales, como lo
es el tráfico ilícito de drogas. Es así como
por mandato legal, la Guardia Nacional a partir del año
1.986, ha venido realizando a través de la Dirección de los Servicios
Contra el Tráfico Ilícito de Drogas, actividades de
control
estratégico, relacionadas con la erradicación de
cultivos de marihuana,
coca y amapola; incautación de drogas y precursores
químicos, control de naves y aeronaves, captura de
traficantes de drogas, desarrollo de
actividades de inteligencia, control de los espacios
geográficos, etc., que le han dado un importante peso
hemisférico en su lucha sostenida contra el tráfico
ilícito de drogas y delitos
conexos.
3.- SITUACIÓN DEL
TRÁFICO EN VENEZUELA
El problema de la producción, tráfico y consumo de
drogas esta afectando y preocupa a muchos padres, educadores,
políticos, religiosos, gobernantes, etc. en fin, es mucha
la gente que se está poniendo a pensar que
hacer.
Vemos que hay personas con una visión
equivocada y distorcionada del problema, con información incompleta. Muchas de ellas
desarrollan acciones con
buena voluntad pero no dan en el clavo. El problema es complejo y
complicado.
Hoy en Venezuela este es un problema de tipo social,
muy relacionado con la problemática de violencia e
inseguridad
que se vive en el país en los actuales momentos; es decir,
lo que antes de 1960 era un problema de algunos grupos de
consumidores y sus familiares (un problema individual y de
salud), hoy ocupa
la atención de todos, nos preocupa a todos.
Pasó a ser un problema colectivo.
El tráfico de drogas es un problema social
cuya solución necesita de la más amplia
participación de la ciudadanía y de los organismos
públicos y privados: en acciones
orientadas a buscar el desarrollo
integral que enfatice el crecimiento emocional, intelectual y
social de la población y educando a las personas a
rechazar participar en esta clase de hechos
delictivos.
Es necesario desarrollar prácticas sociales
alternativas: acciones válidas reales dirigidas a
modificar las condiciones que permiten la aparición y el
agravamiento del problema del tráfico de drogas o
cualesquiera otra que debilite al individuo y a la sociedad,
así como los obstáculos que nos impiden desarrollar
nuestra acción preventiva.
Es necesario desarrollar programas de
información, formación y educación preventiva
a nivel escolar, familiar y comunitario, asignando de manera
justa la responsabilidad, funciones e
importancia que tiene los diferentes actores.
Necesitamos organizarnos y unirnos para fortalecer
nuestras fuerzas como comunidad para
que nuestras acciones sean eficaces.
4.- CARACTERISTICAS DEL
TRÁFICO DE DROGAS EN VENEZUELA
El tráfico de drogas cubre actividades que van
desde la compra, el financiamiento
y el transporte de la materia prima,
los insumos, los productos y
los subproductos, el establecimiento de laboratorios,
operación de los mismos y aeropuertos clandestinos, hasta
la creación de intrincadas redes de comercialización al mayor y al detal, de
aparatos de violencia y de
soborno a funcionarios y políticos y de mecanismos para el
lavado de dólares. Por otra parte, dado su carácter
de ilegalidad, conlleva el establecimiento de sociedades
secretas, cerradas y selectivas, como ocurre con todas las mafias
En la práctica, funciona como un mercado
segmentado, con ofertas y demandas generadas en países
distintos y muy localizados. En ese mercado, donde
los protagonistas actúan con una gran racionalidad
económica -buscando optimizar sus beneficios
económicos y políticos-funcionan dos sectores: uno
oligopólico, que controla las actividades más
rentables del negocio (refinación, transporte y distribución al por mayor del producto,
así como de lavado de los beneficios) y otro, competitivo,
formado por los numerosos cultivadores independientes de la coca,
refinadores y comerciantes del PBC o pasta básica, y
distribuidores callejeros de la cocaína al detal en los
principales centros de consumo :
La cocaína, el producto principal del proceso, se
caracteriza, por tener una oferta
elástica, debida a la alta rentabilidad
del rubro en comparación con otros cultivos y por la
disponibilidad relativa de mano de obra y de tierra en los
países productores, que son, a su vez, países
pobres. Además, la cocaína tiene una demanda
inelástica, por el carácter
adictivo de la droga y por el gran número de consumidores
con alto poder
adquisitivo existente en los países industrializados o
ricos. Los resultados globales del negocio son tan elevados, que
lo han convertido en uno de los negocios
más rentables del mundo.
Venezuela es uno de los principales países de
tránsito para el envío de cocaína,
heroína, y cannabis hacia los Estados Unidos y
Europa. Los
cargamentos dentro de contenedores por transporte marítimo
comercial constituyen el método
predominante de contrabando de una o más toneladas de
cocaína. La heroína se transporta principalmente
por correo en las aerolíneas comerciales. Entre las nuevas
tendencias se encuentra un aumento dramático en el
contrabando de heroína que pasa de contrabando y en los
nuevos métodos,
incluyendo el encubrimiento de grandes cantidades en el equipaje
de carga y posiblemente los primeros intentos de usar los
contenedores de transporte marítimo para la
heroína, a veces como parte de un gran cargamento de
cocaína.
Con base en las estadísticas de incautaciones en el 2002,
continúan entrando a Venezuela cargamentos de
múltiples toneladas de cocaína, principalmente de
Colombia, por la Carretera Panamericana (en el estado
fronterizo del Táchira) y salen de Venezuela de los
estados costeros de Carabobo (Puerto Cabello), Vargas (Puerto de
La Guaira y el Aeropuerto Internacional de Maiquetía), y
Sucre (la costa frente a la Isla de la Margarita). Las
incautaciones sustanciales de cocaína en los estados
fronterizos del Zulia y Bolívar confirman el
tránsito de cocaína de Colombia por la
Península de Guajira y por el Río Orinoco,
respectivamente.
El tráfico de heroína, según
estadísticas de incautaciones hechas en el
año 2002, indica la intensa actividad de entrada por la
frontera colombiana en el estado
Táchira, así como la intensa actividad de salida
por el Aeropuerto Internacional Maiquetía. También
se registra un notable tráfico de heroína en la
Península de la Guajira y en las cercanías de
Puerto Cabello y Maracaibo.
Después de haber realizado la presente
investigación, surgen ciertos argumentos
que nos permiten visualizar algunos aspectos que explican
quizás el porqué cada día se incrementa el
tráfico de droga en nuestro país. Es de conocimiento
general la crítica situación económica que
padece nuestra nación
actualmente, muchas personas se encuentran desempleadas, motivo
este que a muchos les parece suficiente razón para
recurrir a esta clase de actividades ilícitas como lo es
tráfico de drogas.
Cabe destacar que este tipo de males sociales se
deben combatir con el incremento de valores dentro
de la sociedad, una mejor educación,
oportunidades de progresar económicamente y una mejor
calidad de
vida, ya que una de las grandes ventajas que tiene a su favor
los carteles de la droga es que brindan a todo aquel que realice
el trafico de estas sustancias, cuantiosas cantidades de dinero,
viajes al
exterior y una vida llena de bienes
materiales
antes no poseídos.
Ante esta clase de circunstancias se comprende el
papel
fundamental que juega la familia en
la formación de individuos con altos valores
morales o viceversa.
María