- Contexto de la
obra - Análisis de la
obra - Rasgos y referencias dentro de
la novela - Síntesis de la
historia - Conclusión
- Bibliografía
- Apéndice
Fue difícil decidirme sobre que tema escribir,
pero después de mucho pensar, termine escribiendo sobre
uno de los escritores que más me impactaron al leerlos:
Gabriel García
Márquez; y no sobre cualquier libro, sino
sobre 100 años de soledad considerado por muchos (y por
mí también), uno de los mejores libros del
siglo dentro de la literatura
latinoamericana.
Cuando leí por primera vez el libro, uno de
los temas que más llamo mi atención, fue el hecho de que a lo largo de
la historia, se
repitieran los nombres de los integrantes de la familia
Buendía (los protagonistas de la historia), y que las
personas llamadas igual tuvieran características similares dentro de sus
personalidades y su forma de pensar.
Esto me hizo pensar en el hecho de que si el nombre de
las personas, influía en su vida y en su forma de actuar,
y si era esta una de las razones por la cual el destino de esta
familia ya
estaba preestablecido.
Sobre eso trata mi trabajo: primero en analizar la obra
de García
Márquez y más específicamente 100
años de soledad y luego, usando esta como referencia,
comprobar si el nombre es o no fuente de influencia en la
personalidad y en los actos de las personas,
remitiéndome al pasado y a sucesos
contemporáneos.
Gabriel García Márquez, nació en
Aracataca, Colombia, en
1928. Fue criado por sus abuelos, quienes acostumbraban a
contarle relatos, fábulas, e
historias desde que era muy pequeño, lo que indudablemente
llegaría a ser una fuente de inspiración perdurable
para el escritor. Estudió derecho, sin embargo no
terminó esta carrera prefiriendo en su lugar dedicarse al
periodismo.
García Márquez siempre fue un pensador
liberal cuya política de izquierda
llegó a indignar tanto a partidarios de la derecha como
también a lideres políticos. Su trabajo en 1960
como reportero para la agencia de noticias cubana, La Prensa Latina,
además de su admiración del gobierno cubano y
su amistad con Fidel
Castro, fue suficiente motivo para que el gobierno de los
Estados Unidos
le negara la entrada a García Márquez a este
país por razones políticas.
Debido a las diferencias, desacuerdos en ideologías
políticas y a las intolerancias de los
demás García Márquez no tuvo otra
alternativa que vivir en exilio político por muchos
años en Europa, Venezuela y
Méjico. Finalmente, al principio de la década del
1980, fue invitado de nuevo a Colombia, en
capacidad de mediador entre el gobierno y los rebeldes
izquierdistas.
En reconocimiento como una de las figuras literarias
más grandes del siglo XX a García Márquez se
le otorgó el Premio Nóbel de Literatura en el 1982, "por
sus novelas y
relatos, en los cuales lo fantástico y lo real son
combinados en una rica composición del mundo de la
imaginación, reflexionando así la vida de un
continente y sus conflictos,"
convirtiéndose así en el cuarto autor
latinoamericano en recibir este premio.
Su primer libro, La hojarasca, se publicó en
1955, seguido por El coronel no tiene
quien le escriba, en 1961. Fue en México
donde García Márquez pudo ver el fruto de todos sus
esfuerzos literarios, mediante la novela
Cien años
de soledad; y en 1975, se publicó la obra, El
otoño del patriarca.
Otras obras famosas de García
Márquez incluyen: La mala hora, (1968), una
novela acerca
de un pequeño pueblo poseído por malos
espíritus; La Cándida Eredia – Relatos
cortos, (1978); la novela
Crónica de una
muerte anunciada, (1981), un relato acerca de un
crimen de pasión trágico y a la vez escandaloso; la
novela
El amor en los
tiempos de cólera, (1988), una historia sobre
un romance que no se consume después de 50
años; El general en su laberinto, (1990)
un relato de ficción sobre los últimos
días del famoso líder y
revolucionario sud-americano, Simón Bolívar,
(1994); Del amor y otros
demonios (1994), la historia de una niña de
quien se cree estar poseída por demonios; Noticia de un
secuestro, (1996), un extraordinario
recuento de varios secuestros de renombres que ocurrieron en
Colombia en el año 1990, llevado a cabo por el cartel de
Medellín y encabezado por su líder,
el narco-traficante Pablo Escobar y su último libro, una
auto-biografía Vivir para contarla
(2002).
Una de las principales características de la forma de escribir de
García Márquez, es el realismo
mágico, donde se mezclan elementos maravillosos con
narrativos realistas. "Es muy difícil encontrar en mis
novelas algo
que no tenga un anclaje en la realidad"
Otra característica, es la influencia del
escritor norteamericano, William Faulkner, a quien García
Márquez admiraba y cuyas obras había
leído.
El tema más importante de la obra es la vida de
la familia
Buendía en el pueblo de Macondo, sus tristezas, sus
dolores, sus amores, ilusiones, etc.. García
Márquez puso mucho de su vida, familia y
país en la vida de esta familia.
El título esta relacionado con la condena que
tuvo que sufrir la familia Buendía de vivir 100
años de soledad, ya que ninguno de sus integrantes pudo
nunca llegar a la completa felicidad, y solo logró la
plenitud cuando nació la primer criatura de la familia
fruto de verdadero amor.
Rasgos y referencias dentro de la
novela:
Un rasgo dentro de la obra, son los sucesos
hiperbólicos, ya que las historias de los diferentes
personajes van contándose simultáneamente en la
historia.
Otro rasgo, son los hechos mágicos, de realismo
imaginarios, que se producen a lo largo de la historia. Vargas
Llosa clasifica estos hechos en cuatro clases:
- Lo mágico:
Cuando Aureliano, tenía tres años,
entró a la cocina y sorprendió a su madre diciendo:
"Se va a caer". La olla estaba bien puesta en el centro de la
mesa, pero tan pronto como el niño hizo el anuncio,
inició un movimiento
irregular irrevocable hacia el borde, como impulsada por un
dinamismo interior, y se despedazó en el suelo.
El coronel Aureliano Buendía, después de
ocho meses de haber partido, le escribió a su madre
Úrsula. Dentro del sobre lacrado que le envió por
medio de un emisario, había un papel escrito
con una caligrafía preciosista que decía: "Cuiden
mucho a papá porque se va a morir". Entonces entraron al
cuarto de José Arcadio Buendía, lo sacudieron con
todas sus fuerzas, le gritaron al oído, le
pusieron un espejo frente a las fosas nasales, pero no pudieron
despertarlo.
- Lo fantástico:
La peste del insomnio y del olvido. "[…]lo más
temible de la enfermedad del insomnio no era la imposibilidad de
dormir, pues el cuerpo no sentía cansancio alguno, sino su
inexorable evolución hacia una manifestación
más crítica: el olvido […] empezaban a borrarse
de su memoria los
recuerdos de la infancia,
luego el nombre y la noción de las cosas, y por
último la identidad de
las personas y aun la conciencia del
propio ser, hasta hundirse en una especie de idiotez sin pasado."
Aureliano fue quien descubrió la fórmula que los
defendería de las evasiones de la memoria:
marcar cada cosa con su nombre fue el modo de no olvidar la
realidad.
- Lo milagroso:
"El muchacho que había ayudado a misa le
llevó una taza de chocolate espeso y humeante que
él se tomó sin respirar. Luego se limpió los
labios con un pañuelo que sacó de la manga,
extendió los brazos y cerró los ojos. Entonces el
padre Nicanor se elevó doce centímetros sobre el
nivel del suelo. Fue un
recurso convincente."
- Lo mítico legendario:
García Márquez se apropia de realidades
ficticias presentes en otros textos literarios; éstas son
absorbidas por Cien años
de soledad. Realidades mítico-legendarias que fueron
objeto de varias literaturas son también aquí
objeto de la novelística del autor colombiano.
Son objeto de Cien años de soledad los siguientes
episodios mítico legendarios: la historia del judío
errante, la presencia del fantasma de la nave corsario de
Víctor Hugues (ser real de la historia francesa y ser
imaginario de la novela El siglo de las luces, de Alejo
Carpentier), el coronel Lorenzo Gavilán (personaje de la
novela La muerte de
Artemio Cruz, de Carlos Fuentes),
etc.
José Arcadio Buendía y su esposa,
Úrsula, tienen tres hijos a pesar del miedo de procrear
cerdos por haberse casados entre primos: José Arcadio
Buendía, el hijo mayor, Aureliano Buendía, que
más tarde sería coronel y Amaranta, la menor. A
partir de ellos nacerán cuatro generaciones que, de manera
cíclica como la historia, se irán relacionando y
procreando entre ellos mismos, salvo algunas excepciones.
José Arcadio y Ursula, acompañados por otras
familias, cruzan la sierra y en un lugar desierto encallado en el
caribe fundan el pueblo de Macondo; el pueblo es testigo de la
felicidad, de la tristeza, de la fortuna y de la desdicha en
donde durante cien años, vivieron los
Buendía.
Las relaciones de pasión-amor-odio más
fuertes y destructivas se darán en el transcurrir de
cuatro generaciones impregnadas por la superstición, el
miedo, la religión, la soledad,
la inocencia y la solidaridad. Los
nombres se van perpetuando de generación en
generación como los lazos entre los primos y las
tías, los hermanos y las abuelas, etc., hasta llegar al
final de la historia, narrada por Melquíades en sus
manuscritos escritos con 100 años de anticipación,
donde se predice la destrucción de Macondo y de la estirpe
de los Buendía.
El escenario básico es el pueblo de Macondo,
fundado por José Arcadio Buendía. Es un pueblo
chico, de nos mas de 30 casas. El pueblo sufrió diversas
guerras y
cambios de gobierno que influyeron en la vida de la familia,
también sufrió una importante transformación
cuando llegó el ferrocarril y con él la
compañía bananera que trajo consigo todo tipo de
gente y de inventos.
Luego de la matanza de los empleados de la bananera,
Macondo empezó a despoblarse hasta el día en que
Aureliano Babilonia descifro los manuscritos de Melquíades
y un viento fuerte destruyó el pueblo y lo borró de
los mapas y de
la memoria de
los hombres.
Se supone que la novela se desarrolla durante principios del
siglo XX, época del imperialismo
colonial (cuando los "gringos" llegan a Macondo para plantar
bananas) y de la guerra entre
liberales y conservadores (luchas llevadas a cabo por el Coronel
Aureliano Buendía).
El tempo coincide con el tiempo
cronológico, ya que las historias de los diferentes
personajes son contadas simultáneamente,
mezclándose con las del resto: "Melquíades no
había ordenado los hechos en el tiempo
convencional de los hombres, sino que concentró un siglo
de episodios cotidianos, de modo que todos coexistieran en un
instante."
Además, la historia es en parte cíclica,
ya que lo que un personaje no termina, lo hace otro, la
repetición de nombres, las situaciones similares, las
relaciones intra familiares, etc..
"…Ursula confirmó su
impresión de que el tiempo estaba dando vueltas en
redondo".
"…No había ningún
misterio en el corazón de
un Buendía, que fuera impenetrable para ella, porque
siglos de naipes y de experiencia le había enseñado
que la historia de la familia era un engranaje de repeticiones
irreparables, una rueda giratoria que hubiera seguido dando
vueltas hasta la eternidad, de no haber sido por el desgaste
progresivo e irremediable del eje"
- Principales:
- Melquíades: era un gitano
corpulento; hombre
honrado, inteligente y triste al cual le gustaba realizar
largos viajes
por el mundo. Usaba un sombrero grande y negro, y un
chaleco de terciopelo viejo. Es muy importante dentro de la
obra, no solo porque fue el precursor de que José
Arcadio Buendía empezara a estudiar e investigar las
ciencias, sino también por ser el
autor de los manuscritos que relatan la historia de Macondo
y los Buendía. Es un personaje redondo, ya que a
medida que la historia avanza uno va descubriendo la
importancia de los manuscritos y su autor. - José Arcadio Buendía: era un
hombre
con una enorme imaginación, muy voluntarioso y
emprendedor, aunque con el tiempo se volvió
holgazán y descuidado. Le fascinaban las cosas que
traía Melquíades de sus viajes,
las ciencias
y los inventos. Murió triste, solo y con su
familia creyéndolo loco, atado debajo de un
árbol. Es un personaje importante ya que fue el
primero de los Buendía, el fundador de Macondo y el
primero en intentar descifrar los manuscritos. Es un
personaje redondo ya que va evolucionando junto con la
historia. - Úrsula Iguarán: era una
mujer
activa, menuda, severa, muy trabajadora y con nervios de
acero
que parecía estar en todas partes. Muy supersticiosa
y generosa. Defensora de su familia antes que nada.
Murió sola y ciega (aunque muchos nunca notaron su
problema) intentando mantener el honor y la unión
dentro de la familia, teniendo mas de 100
años. - Coronel Aureliano Buendía: hijo de
José Arcadio y Ursula. De joven fue callado y
retraído, pero con el tiempo se convirtió en
un hombre fuerte y valiente; imposibilitado para el amor
y para expresar sus sentimientos. Tuvo 17 hijos cada uno
con diferentes mujeres, y todos llamados
Aureliano. - Aureliano Segundo: hijo de Arcadio y de
Santa Sofía de la Piedad, hermano gemelo de
José Arcadio Segundo. Cuando era niño se
parecía a los Aurelianos de la familia: callado,
ensimismado e interesado en la platería; pero la
familia supone que jugando de niños, los hermanos "cambiaron de
nombre". Fue el primero en descubrir (luego de la muerte
de José Arcadio) los manuscritos, y comenzó
la tarea de descifrarlos. Melquíades se le
aparecía en el taller para transmitirle todo su
conocimiento. Ya de adulto, se caso con
Fernanda del Carpio, pero su gran amor fue Petra Cotes, con
quien descubre las fiestas, el derroche, y abandono para
siempre los manuscritos. Hombre de buen corazón y muy generoso. Tuvo tres
hijos con Fernanda: José Arcadio, Renata Remedios
(Meme) y Amaranta Ursula. Murió el mismo día
e instante que su hermano gemelo. - Pilar Ternera: Amante y la mejor consejera
de los Buendía. Pilar es una pieza fundadora de las
generaciones de los Buendía. Tuvo hijos con
José Arcadio hijo y con el Coronel Aureliano.
Proveedora de consuelo y muy generosa. Vivió mas de
100 años, como Ursula. - Amaranta Ursula: Una mujer
feliz y llena de vida. Ella es la que logra cambiar el
destino de los Buendía. Vive y muere feliz sin
ningún asomo de amargura o soledad.
Espontánea, y con un espíritu moderno y libre
además de activa, bella y provocativa. Quería
a Gastón, su marido, pero no concebía la idea
de vivir sin Aureliano Babilonia, por lo que nunca retorno
de su viaje a Bruselas. Amaranta Ursula tuvo un hijo con
Aureliano, y a pesar de su negativa, lo bautizaron
Aureliano, pero este no era un niño común,
tenia cola de cerdo. Luego del parto,
Amaranta se desangró y murió 24 horas
después. - Aureliano Babilonia: no supo de su origen
hasta el día de su muerte.
De niño descubrió los manuscritos gracias a
José Arcadio Segundo. Se enamoró de Amaranta
Ursula cuando la vio llegar de Bruselas, pero ella estaba
casada. Se convirtió en amante de Nigromanta, una
prostituta de Macondo, hasta que una tarde empezó a
amar a Amaranta Ursula sin tapujos. Luego del nacimiento de
su hijo y de la
muerte de Amaranta, salió a caminar y cuando
volvió a su casa al otro día encontró
al niño en el piso, se lo habían comido las
hormigas. "…En aquel instante prodigioso se le revelaron
las claves definitivas de Melquíades, y vio el
epígrafe de los pergaminos perfectamente ordenado en
el tiempo y el espacio de los hombres: el primero de la
estirpe esta amarrado en un árbol y al ultimo se lo
están comiendo las hormigas." Salió corriendo
al cuarto donde se encontraban los pergaminos y
descubrió que era la historia de la familia contada
por Melquíades con 100 años de
anticipación. Descubrió que Amaranta Ursula
era su tía, y que jamás saldría de esa
habitación, ya que en los manuscritos estaba
previsto que Macondo seria destruida y borrada de la mente
de los hombres en el momento en que él descifrara
los pergaminos.
- Melquíades: era un gitano
- Secundarios:
- José Arcadio : hijo de José
Arcadio y Ursula. Lleno de vida, bondadoso, medio bruto y
con ganas de conocer el mundo. Se enamoro de Pilar Ternera
y tuvo un romance con ella hasta que se enteró de
que la había dejado embarazada. Huyó con los
gitanos y no se supo mas de él hasta muchos
años mas tarde, cuando volvió a Macondo y se
caso con Rebeca. - Amaranta: fue criada alejada del
cariño de su madre, por una india.
Compartió su niñez con Arcadio, hijo de
José Arcadio y Pilar Ternera. De adulta,
vivió amargada por el amor no correspondido de
Pietro Crespi, quien eligió a su hermanastra,
Rebeca. Nunca confió en nadie, y murió
atormentada por el remordimiento y la pasión que
sentía por su sobrino. - José Arcadio Segundo: En su
niñez tiene el carácter de los José Arcadios:
dicharachero, interesado en los inventos y en las empresas
más extrañas e imposibles. Cuando es un
hombre, comparte con el coronel Aureliano su interés por la guerra y
las causas sociales. Hombre lineal, solemne, de estar
pensativo y tristeza marcada en el rostro. Promovió
una guerra similar a la del Coronel Aureliano. - Fernanda del Carpio: mujer dura,
conservadora. Le preocupaban mucho las apariencias.
Murió sola, sin aceptar que Aureliano Babilonia era
su nieto. - Petra Cotes: fue la fiel amante de
Aureliano Segundo. De buen corazón y llena de
pasión y energía. Al morir Aureliano,
siguió ayudando a Fernanda para humillarla aunque
esta nunca se enteró de donde provenían los
víveres. - Renata Remedios (Meme): muy parecida a su
padre, Aureliano Segundo. Su relación con él
era muy buena. De carácter alegre, descomplicada,
caía bien enseguida. Le encantaban las fiestas y las
salidas con amigas. Se enamoro de Mauricio Babilonia, un
muchacho que arreglaba los autos en
la compañía bananera. Cuando Fernanda se
enteró, le prohibió verlo, pero ellos se
siguieron encontrando a escondidas. Una noche, cuando
Mauricio intentaba meterse al baño donde se
encontraría con Meme, un balazo lo dejo inmovilizado
de por vida. Meme nunca volvió a hablar, y su madre
la llevo a un convento de clausura en el cual murió
de vieja. De su relación con Mauricio tuvo un hijo:
Aureliano Babilonia.
- José Arcadio : hijo de José
"Desde el punto de vista de lo cabalístico los
nombres propios son uno de los canales por los cuales la
energía divina se manifiesta en la persona, y desde
el punto de vista psicológico el nombre tiene una gran
influencia en la persona, ya que
si por ejemplo un niño tiene por nombre el de un
tío drogadicto, esto tendrá efectos en él,
como si un niño es llamado Mahatma, seguramente no
será educado para la violencia."
En el Talmud, se enseña que hay cinco factores
que modificándolos, pueden influir en el cambio de la
fortuna de una persona:
- Tzedaka -digamos que es caridad.
- Rezar.
- Teshuvá -digamos que es enmendar la conducta
para hacer lo correcto. - Mudarse.
- Cambiarse el nombre
"En la larga historia de la familia, la
tenaz repetición de los nombres le había permitido
sacar conclusiones. Mientras los Aurelianos eran
retraídos, pero de mentalidad lúcida, los
José Arcadio eran impulsivos y emprendedores, pero estaban
marcados por un signo trágico."
La historia de la familia Buendía es una historia
de repeticiones. Los nombres Aureliano y José Arcadio
reiterados nos hablan del eterno retorno, de la historia
cíclica. Los personajes, llamados con los nombres de
otros, adquieren rasgos de personalidad
de sus antecesores. Esta agrupación por clases (los
Aurelianos y los Arcadios) define el carácter de los
personajes y marca sus
destinos.
"Los únicos casos de clasificación
imposible eran los de José Arcadio Segundo y Aureliano
Segundo. […] pero cuando empezaron a asistir a la escuela optaron
por cambiarse la ropa y las esclavas y por llamarse ellos mismos
con los nombres cruzados […]. Desde ese entonces no se
sabía con certeza quién era quién. Esto
despertó sospechas en Úrsula: eran los dos
únicos miembros de la familia cuyos nombres no se
correspondían con su forma de ser. Los gemelos le jugaron
una trampa al lenguaje."
El narrador, es Melquíades, ya que es el autor de
los manuscritos, y al final de la historia nos damos cuenta que
lo que nosotros estamos leyendo son, justamente, los manuscritos
escritos por él. Este tiene dos momentos dentro de la
historia. Primero es un narrador en 1º persona, ya que es
parte de la historia y testigo de todo lo que va ocurriendo.
Después, cuando él muere, se convierte en un
narrador en 3º persona omnisciente, ya que él sigue
apareciendo en el taller; pero principalmente porque es él
el que escribe anticipadamente la historia de los Buendía.
Nosotros, lectores, coincidimos en el último párrafo
de la novela con un personaje de la misma: Aureliano. Quien lee
esas líneas es Aureliano, pero también somos
nosotros. Y ambos ocupamos el mismo lugar de su autor,
Melquíades.
Toda la obra de García Márquez ha sido
leída por miles de personas y objeto de múltiples
análisis y comentarios. Personalmente, creo
que 100 años de soledad es un libro espectacular. No solo
por la forma de redacción (ya que a veces es complicado
para leerlo, en parte por la repetición de los nombres y
las situaciones similares, y esto hace que te compenetres con el
libro desde el primer momento), sino también porque la
historia de los Buendía podría ser la historia de
cualquier persona, con sus dramas, alegrías, amores,
soledades, etc..
Esta familia que tiene en su destino una marca
trágica, esta determinada por los nombres, no solo en su
personalidad,
sino también en sus relaciones y en su historia en
sí. Creo que las cosas no hubiesen sido iguales si
algún Aureliano se hubiese llamado Rodrigo o si alguna
Amaranta se hubiese llamado Victoria. Los nombres son
determinantes en la historia.
El tema de la influencia del nombre en la
personalidad, no es actual, ya en la historia antigua este
era un tema fundamental para algunas religiones y pueblos. (ver
apéndice)
"Al nombre de las personas lo llamamos "nombre propio",
no porque sea mío y sólo mío, sino por
oposición a "nombre común", que es el nombre que
designa a todos los objetos o seres pertenecientes a un conjunto
de elementos con las mismas características, mientras el
nombre propio es el que se pone para distinguir precisamente
entre iguales. Pero no deja de ser paradójico que una
persona tenga por nombre "propio" una palabra que le viene
impuesta: por sus padres o padrinos, sometidos en esa materia a
condicionantes familiares o sociales, como las modas, que duran
menos que la vida del individuo bautizado."
Consideramos el nombre y los apellidos de cada
individuo, entretejiendo de este modo las características
de personalidad que hacen que cada persona sea única. Cada
nombre, le da características especificas a las personas,
por lo que expresa la expectativa depositada por los padres en el
hijo, evidenciando sus deseos inconscientes y propiciando por lo
tanto un destino singular, según el nombre que les den.
Pero hay que pensar, que esto solo influye en la personalidad de
una persona, no la determina; por lo tanto, no obligatoriamente
una persona llamada Adolfo tiene que tener las mismas ideas
discriminadoras y racistas que Hitler.
- GARCIA MARQUEZ, Gabriel – Cien años de
soledad, Buenos Aires,
Editorial Sudamericana, 1970 - Enciclopedia Practica Planeta – Barcelona,
Editorial Planeta, 1993 - Enciclopedia Encarta – EEUU, Microsoft,
1998 - VARGAS LLOSA, Mario – García Márquez:
Historia de un deicidio, Barcelona, Barral Editores,
1971 - www.serjudio.com
- www.el-mundo.es
Abraham, patriarca bíblico, padre de los
hebreos, que parece
vivió entre los años 2000 y 1500 a.C. Llamado Abram
originalmente, Abraham fue el hijo de Tare, un descendiente de
Sem, y nació en la ciudad caldea de Ur, donde se casó con su
hermanastra Saray. Abandonaron Ur junto a su sobrino Lot y su
familia, por inspiración divina y se dirigieron a
Harán. Al recibir la promesa de que Dios haría de
él una 'nación
grande', Abram se trasladó a Canaán, donde
vivió como un nómada. El hambre le llevó a
Egipto, pero
fue expulsado por presentar a Saray, su mujer, como su
hermana.
Una vez de vuelta a Canaán, Abram y Lot se
separaron tras las disputas surgidas entre ellos y sus pastores,
quedándose Lot cerca de Sodoma y continuando Abram su vida
errante. Más tarde rescató a Lot de la cautividad
del rey Cordorlahomor de Elam y fue bendecido por el sacerdote
Melquisedec, rey de Salem. Entonces, Dios prometió a Abram
un hijo de su esposa Saray, que era estéril. Ambos, le
repitió sus primeras promesas y las confirmó con
una alianza.
Cuando Abram renovó esta alianza, se
estableció el rito de la circuncisión, su nombre se
transformó en Abraham, y el de Saray en Sara. Como
respuesta a sus plegarias, Sara consiguió concebir y dar a
luz un hijo,
Isaac.
Florencia Bilbao