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San Agustín; el problema del mal frente al Dualismo Maniqueo




Enviado por ser007




    (filosofía medieval
    cristiana. San
    Agustín: Libre Albedrío)

    1. Maniqueos. el origen del
      mal
    2. Dos clases de
      mal
    3. Clasificación de los
      bienes
    4. Obrar mal
    5. Conclusión
    6. Bibliografía

                        

                                       
      Peccatum non esse, si non
                                       
      propia voluntate peccatur
                                                                   
      S.E.R
        INTRODUCCIÓN
      Agustín nacido
      en el año 354 (en Tagaste, Africa) y
      fallecido en 430, es una de las figuras más importantes
      y de mayor autoridad
      del periodo patrístico, además es fuente de
      inspiración para  pensadores de todas las
      épocas;  Anselmo de Canterbury, Tomás de
      Aquino, Lutero, Descartes y
      tantos otros han sido influenciados por él. ?San
      Buenaventura dijo de él: "Nadie ha dado más
      satisfactorias respuestas a los problemas de
      Dios y del alma que San
      Agustín".  Leibnitz lo llamó
      "varón de veras grande y de estupendo talento". Harnack
      lo comparó a un "árbol plantado a las
      márgenes de las aguas vivas, cuyas hojas jamás se
      marchitan y en cuyo ramaje anidan las aves del
      cielo" ?.
      Agustín, tras haber sido designado obispo de Hipona,
      sostuvo tres grandes controversias:
       Contra los donatistas, quienes afirmaban que la iglesia
      católica había dejado de ser la iglesia de
      Cristo por mantener la comunión con los pecadores
       y que los herejes no podían conferir validamente
      ningún sacramento; afirma que la iglesia visible 
      esparcida por el mundo debe considerarse católica, y las
      locales son llamadas así por estar en comunión
      con esta.
      Contra los pelagianos; éstos sobrestimaban el poder de la
      voluntad humana, además Pelagio sostenía que el
      bautismo era un mero titulo de admisión en el cielo.
      Para Agustín por el contrario la voluntad necesita de la
      gracia para la salvación, esto lo tomo de los textos de
      San Pablo – carta a los
      romanos: sobre el segundo Adán- por un hombre entro
      el pecado en el mundo y por otro hombre
      entrará la Salvación.
      Y por último, la controversia referida a la naturaleza  del mal contra los maniqueos, a
      partir de la cual elaborara su doctrina del liber arbitrio.
      El Doctor de Hipona a partir de su experiencia personal, luego
      de una juventud
      ?pecaminosa? y de una incesante lucha interior (Conf. LII, C2,
      N2) contra la concupiscencia (cupiditas), intentara resolver
      este problema – principalmente para lograr su anhelada
      paz espiritual – atravesando distintas etapas desde su 
      introducción en el maniqueísmo
      hasta el abandono del mismo (después de ser asistente de
      la secta durante nueve años; Conf. LIV, C1, N1) y su
      conversión al cristianismo.
      Según Agustín los hombres tenemos la capacidad de
      obrar mal o bien gracias al libre albedrío de nuestra
      voluntad,  al contrario del dualismo maniqueo que afirmaba
      que el interior del hombre era un campo de batalla para los
      principios
      cósmicos del bien y del mal que se entreveraban en una
      eterna lucha, de cuyo resultado dependía el obrar del
      hombre. El mal surge de la mezcla entre la naturaleza
      espiritual y la corporal, de la unión entre alma
      y cuerpo.
      Con este trabajo intentaremos demostrar como Agustín, a
      partir de su controversia con los maniqueos, desarrolla su
      teoría del libre albedrío, con la
      cual deslinda a Dios y/o a algún principio malo como
      responsable del mal y asegura que la voluntad del hombre
      conduce sus acciones.
      ? La Existencia del mal, en todas sus formas, ha constituido
      siempre una de las mayores dificultades que han atormentado a
      los hombres de todos los tiempos. El problema del mal enjuicia
      el destino de cada ser, el porvenir del genero humano,
      la significación de la naturaleza en general y, lo que
      es más grave aún, la santidad de Dios. En efecto,
      ¿ Cómo conciliar la existencia de mal con la
      existencia Dios??

      MANIQUEOS. EL
      ORIGEN DEL MAL
      Podemos comenzar éste trabajo con
      la breve, pero precisa explicación de la teoría maniquea, sobre el origen de mal,
      que nos da Agustín en De Duabus Animabus. Liber
      Unus:  … ?según ellos (los Maniqueos) de las dos
      (almas) una parte de Dios y la otra procede de la raza de las
      tinieblas, que no ha sido creada por Él y que le es
      coeterna. Conforme a sus delirios, ambas
      almas, una buena y otra mala, se hallan en todo hombre. Afirman
      que el alma mala es propia de la carne, carne que, a su
      entender, pertenece también a la raza de las tinieblas;
      la buena en cambio,
      procede de la parte adventicia de Dios, que luchó contra
      la misma raza de las tinieblas, en consecuencia de la cual se
      mezclaron. Todo lo bueno que hay en el hombre lo
      atribuyen
      a dicha alma buena, y, al revés, todo lo malo al alma
      mala.?
      Así los maniqueos consideraban que el hombre
      obra mal cuando triunfa la oscuridad, el principio malo, la
      materia,  el sumo mal, por sobre la
      luz, el
      principio bueno, el espíritu, el sumo bien. Pero para
      Agustín el mal surge de la voluntad del hombre, que es
      libre.
       ?El pecado no reside en ningún otro lugar, sino en
      la voluntad?

      DOS CLASES DE
      MAL
      Los maniqueos cuestionaban a Agustín el hecho
      de que si el pecado no provenía de un principio o
      sustancia mala, de dónde entonces. ?Sí tiene su
      origen en el hombre, ¿de dónde proviene el
      hombre?? . El hombre es creado por Dios, entones en
      última instancia: ¿ el mal procede de Dios?
      Agustín trata de ignorantes e incapaces a quienes
      argumentan esto dado que la grandeza divina nunca podrá
      mezclarse con la imperfección del pecado y del mal.
      ?…(Dios) creo todas las cosa de la nada, más no de
      sí mismo, puesto que de sí mismo engendro
      sólo al que es igual a él, y a quien nosotros
      decimos hijo único de Dios…?
      ?…No existe razón por la que debamos imputar nuestros
      pecados a nuestro Dios y Creador.
      … en los mismos pecados lo veo yo digno de toda alabanza, no
      sólo porque los castiga, sino porque se cometen cuando
      de su bondad y verdad se aparta el pecador.? 
      En del  libre albedrío Evodio le pregunta a
      Agustín si Dios ¿puede ser el autor del mal?
      Agustín responde: ? te lo diré, si antes me dices
      tu a que mal te refieres, porque  dos son los significados
      que solemos dar a la palabra mal: uno, cuando decimos que
      alguien a obrado mal; otro, cuando afirmamos que ha sufrido
      algún mal.?
      Así el Santo Doctor distingue entre dos tipos de mal;
      por un lado el mal cometido por el hombre, del cual el hombre
      mismo es el responsable. Y por otro lado, el mal padecido por
      el hombre, del cual dios es autor. El mal sufrido por el hombre
      a causa de Dios es un mal en sentido teológico, el
      hombre que obre mal sufrirá las consecuencias en el
      infierno. 
      Así cada malvado es el responsable del mal que comete y
      no seria castigado con justicia, si
      no fuera libre su voluntad.
      ?…al pecado no lo hizo ÉL y es lo único a lo
      que se llama mal, es decir, nuestro pecado voluntario.
      Existiendo, pues, dos clases de males, el pecado y el castigo
      del pecado, el primero no pertenece a dios y el segundo le
      pertenece en cuanto juzga…?
      ?… Dios castiga las malas acciones. Y
      claro está que no serían justamente castigadas si
      no procedieran de la voluntad libre del hombre?
      El hombre esta ordenado a un fin según la ley eterna,
      esta hace de moderadora  de las leyes humanas,
      es la razón suprema de todo. Los hombres que
      voluntariamente obren mal serán miserables, los que por
      el contrario obedezcan la ley eterna
      serán bienaventurados, serán felices. La ley
      temporal será justa y legitima siempre que responda a la
      ley eterna, que es por la cual todas las cosas están
      justamente ordenadas.

      CLASIFICACIÓN DE LOS
      BIENES
      En De Liber Arbitrio, Evodio plantea el problema
      de saber si Dios hizo bien al darnos el libre albedrío,
      por el cual podemos pecar. Agustín responde diciendo que
      si bien como de nuestros distintos bienes
      corporales podemos abusar, y sin embargo es un regocijo
      tenerlos. Así también por nuestra voluntad libre
      por la cual obramos mal, también podemos hacer bien. Por
      ende ésta es un bien.
      ?Tú sabes perfectamente que carece de un bien muy grande
      el cuerpo al que le faltan las manos, y, sin embargo, usa muy
      mal las manos el que con ellas ejecuta acciones crueles o
      torpes.
       …así como concedes que son bienes
      éstos del cuerpo y alabas al dador de éstos
      bienes, no obstante el mal uso que muchos hacen de ellos, del
      mismo modo debes conceder que la voluntad libre, sin la cual
      nadie puede vivir rectamente, es un bien dado por Dios…?
      Pero esta libertad no
      es un bien superior, sino que es un bien intermedio.
      Los Bienes Superiores(espirituales,
      Eternos, Inmutables) son Las Virtudes:
      Prudencia:  es el
      conocimiento de las cosas que debemos  apetecer y
      de las que debemos evitar.
      Justicia: es
      la virtud que manda a dar a cada uno lo suyo.
      Fortaleza: es el sentimiento del alma por el que despreciamos
      incomodidades y la pérdida de las cosas que se apetecen
      ordenadamente
      Templanza: es la que modera y reprime el deseo de aquellas
      cosas que se apetecen desordenadamente.
      De éstos bienes no se puede hacer mal uso.
      Aquí entra en juego otra
      noción  sumamente importante La Buena Voluntad, que
      es la voluntad por la que deseamos vivir con honestidad y
      rectitud y alcanzar la sima de la sabiduría. Esta
      consiste en el ejercicio de las virtudes antes mencionadas.
      Los Bienes Inferiores Son corporales en su
      mayoría. De estos se puede abusar. No son malos,
      Agustín pregonaba un optimismo ontológico, todas
      las cosas por el hecho de ser son buenas, no hay naturalezas
      malas. ?Y visteis, ho dios, todas las cosas que hicisteis, y he
      aquí que eran muy buenas (gen. 1.3);  por que
      también nosotros las vemos, y hallamos que todas son muy
      buenas? .
      Los Bienes Intermedios (Mens,
      Espíritu, Libertad) de
      estos se puede  hacer mal uso, y sin ellos no se puede
      vivir honestamente.
      La voluntad peca al adherirse a un bien inferior. Si la
      libertad se inclina hacia un bien superior llegara a la vida
      bienaventurada, a la felicidad.
      Empero, si se adhiere a un bien inferior (sea particular:
      cuando quiere ser su propio dueño, sea exterior: cuando
      quiere conocer lo que es propio de otro) caerá en
      pecado.
       Por esto afirma el doctor de Hipona que el mal no
      proviene de Dios sino que es el resultado de una
      elección de la voluntad. Todo bien proviene de dios,
      obrar mal es un movimiento
      de adversión hacia el ser, no puede provenir de dios. El
      mal consiste en apartarse de Dios, es un alejamiento. Es
      así, pues,  que obrar mal no es otra cosa que una
      inclinación a la pasión, es
      un defectus un de-facere, un des-hacer, es lo que tiende a la
      nada, al menos ser, al minus esse. El mal tiene una
      connotación ontológica. Todos los seres por el
      sólo hecho de existir son buenos.
      En cambio, todo
      acto bueno es hacia el Ser. Por lo cual obrar bien es lograr un
      Magis Esse, la ida a la nada originaria es de tipo ética,
      no metafísica.
      El mal no existe en el bien absoluto, si en el bien creado e
      imperfecto.
      La naturaleza humana al provenir de la nada, del no-ser, tiene
      esta deficiencia en el bien que tiende hacia la nada.
      ?…en el Principio (gen. , 1, 1) que procede de Vos, que
      nació de vuestra sustancia, hicisteis algo de la
      nada.?
      Luego de diferenciar las distintas clases de bienes, y de
      afirmar que la libertad es uno  de ellos, Agustín
      distingue entre Libre Albedrío y Libertas.
       ?…aparece aquí la distinción entre la
      mera libertad exterior que podríamos llamar ?civil?, y
      esa otra ?libertad interior, espiritual  que consiste en
      haberse liberado de la tiranía de las  pasiones y
      no querer otra cosa que el bien, que es la que San 
      Agustín denomina libertas?, distinguiéndola del
      simple libre albedrío, y considerándola como una
      perfección a que éste
      puede llegar, ayudado por la gracia,…?
      La libertas sería esa libertad original que
      poseyó Adán antes de pecar.
      El liberum arbitrium  sería ésa libertad
      debilitada por el pecado. Esto no quiere decir que la voluntad
      del hombre deje de ser libre, sólo significa que si el
      hombre llegará a pecar necesita de la gracia divina para
      salvarse.
      ?El libre albedrío es la verdadera libertad; en efecto,
      pueden faltar todas las clases de libertad: de
      expresión, de moverse etc., sin que desaparezca esta
      libertad de querer, que procede de un sujeto que es arbiter
      sui, dueño de sí mismo. Este albedrío, a
      su vez, se presenta en las siguientes formas:
      a) Libertad de ejercicio: de obrar o no obrar;
      b) Libertad de especificación: de elegir un medio en
      lugar de otro o entre distintos bienes;
      c) Libertad de contrariedad: elegir entre el bien y el
      mal.?

      OBRAR
      MAL
      Para los maniqueos el hombre en su estado
      actual  está conquistado por el mal, como
      consecuencia de su mezcla con la materia. Es
      decir que el pecado ? como bien lo explica R. García (en
      El  Concepto del
      Libre Albedrío…)
      – seria  resultado de la materia, en relación con
      la pasión, la que lo llevaría, al hombre, hacia
      el mal.
      Empero sólo con la ayuda del
      se
      podría evitar el mal. Así, en un estado de
      iluminación, el alma exenta de
      estímulos materiales
      lograría la anhelada libertad.
      Agustín varios años antes de escribir del libre
      albedrío nos aclara en que consiste la voluntad y el
      pecado
      ?…no se puede pecar sino es voluntariamente… La voluntad es
      un movimiento
      del alma exento de toda coacción, dirigido a no perder o
      a conseguir algo…?  por esto el hombre se halla en una
      posición intermedia entre un querer y un no querer.
      …? el pecado no puede existir sin voluntad. Luego el pecado
      es la voluntad de retener o conseguir algo que la justicia
      prohibe y de lo que hay libertad para abstenerse?
      En Del Libre Albedrío nos aclara mucho más esto.
      Según nos dice el Doctor el mal se origina en la
      concupiscentia,  éste es el único origen de
      toda suerte de pecado. Es decir, ?el amor
      desordenado de aquellas cosas que podemos perder con nuestra
      propia voluntad.?
      Para poder
      explicar que es obrar mal debemos volver a la noción de
      ley eterna, ya que el pecado consiste en un desorden. Es decir
      que pecar no es otra cosa que entregarse a la pasión
      .
      Cuando la razón, la cual hace al hombre superior a las
      bestias – Dado que los animales
      sólo procuran obtener placer -, domina en
      él,  es cuando éste se encuentra
      perfectamente ordenado.
      Pero cuando lo más digno se encuentra subordinado a lo
      menos digno sólo puede haber desorden. Es cosa cierta
      que lo menos perfecto, la sustancia maligna maniquea, no puede
      obligar a lo más perfecto, a la razón, a
      someterse a la libidine.
      Por lo cual nada hace que el hombre sea cómplice de las
      pasiones excepto su propia Voluntad y su Libre
      Albedrío.  La causa de todos los males es la mala
      voluntad, la voluntad depravada, que desea las cosas con un
      apetito desordenado.
      Para concluir  Agustín agrega: ? si la voluntad
      fuera conforme a la naturaleza, la conservaría y no le
      sería nociva, por tanto, no le seria perversa. De donde
      se infiere que la raíz de todos los males no está
      en la naturaleza.
      Y esto es suficiente  por ahora contra todos los que
      quieren hacer a la naturaleza responsable del pecado.?

      CONCLUSIÓN
      Como brevemente hemos
      visto la controversia con los maniqueos le ha servido al Santo
      Doctor  para desarrollar su doctrina del Libre
      Albedrío. Para lo cual se ha servido tanto de las
      escrituras– cuando no ha encontrado mejor recurso que recurrir
      a  argumentos de autoridad–
      como de la razón,  a través de la cual
      desafía a los maniqueos y debilita su doctrina; Al poner
      en evidencia que estos no tenían argumentos racionales y
      en muchos casos, y lo que es peor todavía, éstos
      no podían siquiera basarse en su propia fe para
      defenderse de esos ataques.
      Para elucidar lo desarrollado en el trabajo
      cabria decir que el mal para Agustín, no proviene de
      Dios sino que es alejamiento de Él, producto de
      una mala elección, que privilegia los bienes inferiores
      por sobre los superiores.
      No sería resultado de una lucha entre dos fuerzas, en la
      cual saliera vencedor el mal, como afirmaban los maniqueos,
      sino que es producto de
      un apetito desordenado, es el resultado de una elección
      hecha por la voluntad, una voluntad que es libre.
      Por todo esto Dios no es el responsable del mal cometido por el
      hombre.
      El hombre es quien en su condición actual siempre se
      encontrara ante una elección y solo de él depende
      escoger un bien superior por sobre un bien inferior, de
      él  solo depende alcanzar la bienaventuranza o
      seguir el camino que conduce a la miseria e infelicidad.
      Tal vez lo que distingue a Agustín de otros pensadores,
      sobre todo de sus contemporáneos, más allá
      de sus logros  sapienciales, es que él nunca
      dejó de ser un hombre con defectos y debilidades, era
      uno más en el rebaño luchando para no caer en
      pecado y convertirse en un hombre virtuoso, según lo
      dictaba su conciencia.

      Bibliografía                                                          
      San Agustín. Confesiones. Ediciones
      paulinas, s. a. V Ed. México.1978.
       San Agustín.  Obras Completas de San
      Agustín XXX. Escritos antimaniqueos.
      LABAC. Madrid.
      1986.
       San Agustín. Obras de San Agustín.
      Edición bilingüe. Obras filosóficas.
      ( Del Libre Albedrío. De la naturaleza de bien: contra
      los maniqueos). LABAC. Madrid. 1947.
       De Cádiz, Luis m.  San Agustín.
      Su vida y su doctrina. Ed. Atlántida.1944.
       García Ricardo, M. El concepto de
      libre albedrío en la etapa inicial del pensamiento
      de San Agustín, tal como surge de los tratados de
      la controversia antimaniquea y otros escritos del mismo
      periodo. Bahía Blanca. EDIUNS. 2001.
       Letizia Francisco. Problemática
      filosófica  agustiniana. Universidad
      Nacional de Cuyo. Mendoza.1984.
       Ruda, J. O. San Agustín, los maniqueos y el
      problema del mal

    Este trabajo es una muy modesta introducción al pensamiento
    agustiniano.
    El poco tiempo del que
    disponía me forzó a atestarlo de citas, espero
    sepan comprender y deseo les sea útil.
     Bahía Blanca, 2004

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