El enfoque comunicativo en la enseñanza de lenguas extranjeras es
utilizado actualmente por este tipo de enseñanza. Este
enfoque, cuyo propósito fundamental es establecer la
comunicación en la lengua
estudiada, se basa en las necesidades propias de cada
público. Sin embargo, la enseñanza de lenguas
extranjeras no siempre tuvo el mismo enfoque.
Si nos remontamos a sus orígenes, en la antigua
Roma esclavista,
podemos observar que la enseñanza del griego en los liceos
romanos estaba basada en un enfoque memorístico que no
respondía a necesidades reales de comunicación sino que utilizaba la
traducción para apropiarse del conocimiento
contenido en los textos helénicos.
En la Edad Media
el aprendizaje
de lenguas extranjeras no contó con mejor suerte. La
absolutización de la Fe conspiró contra el
conocimiento de nuevas lenguas. En los monasterios, donde
entre otras cosas se atesoraba gran parte del saber de la
época, se enseñaba el latín con el
propósito de traducir textos antiguos y oficiar servicios
religiosos. El enfoque continuaba siendo
memorístico.
Ya avanzada la etapa feudal y en los albores del
capitalismo,
el comercio se
afianza como una de las actividades económicas
fundamentales. Se hace necesario el estudio de otras lenguas
además del latín y es aquí donde es
imprescindible mencionar a Juan Amós Comenio (1592-1670),
figura cumbre de la Didáctica e iniciador de la pedagogía moderna. Trabaja como profesor en
Lezno, Polonia, donde se desarrollan sus primeras reflexiones
sobre la
educación y específicamente, en torno a los
problemas de
la metodología. En este sentido escribe varias
obras, entre ellas , el Janua linguarum reserata ( La puerta
abierta a las lenguas) y su obra cumbre Didáctica Magna, o Tratado de
enseñar todo a todos donde expone el pensamiento
central de su pedagogía, la importancia de la naturaleza y
los sentidos
en la educación del hombre: " El
orden que establezcamos para las escuelas debemos tomarlo de la
naturaleza "
(1)
El siglo XIX marca una pauta
en la enseñanza de lenguas extranjeras pues a partir de
este momento comienza a organizarse metodológicamente su
estudio. Es en este siglo donde la lingüística
alcanza su categoría de ciencia.
Según el investigador y lingüista Max Figueroa (2) el
contacto de los lingüistas europeos con la obra de los
lingüistas hindúes a fines del siglo XVIII, propicia
el
conocimiento del sánscrito, lengua que constituye el
eslabón que une las lenguas indoeuropeas. Al decir de Max
Figueroa: "… dicha lengua era una pieza clave – ¿la
pieza clave?- en el mosaico, o más bien rompecabezas, de
las lenguas europeas. Así, (…), la
lingüística decimonónica estaba de antemano
"condenada" por la legalidad histórica misma a desplegar
los esfuerzos que desplegó,…" (3)
La metodología para la enseñanza de
lenguas extranjeras en este propio siglo estaba encaminada al
desarrollo de
destrezas operativas, léase, escritura y
traducción. Esta situación es la que hereda y
continua el siglo XX hasta la etapa de posguerra con la
aparición de los programas
formales de Fries (4) y Lado(5). Dichos programas,
también llamados estructurales o gramaticales debido a su
enfoque gramatical, centran su atención en la naturaleza
sistemática y sometida a reglas de la propia lengua dando
prioridad a los aspectos fonológicos, gramaticales,
léxicos y morfológicos de la misma. La
corrección lingüística era lo fundamental y la
producción de textos orales y escritos
suponía el servicio de
habilidades auditivas y lectoras subordinadas a las de escritura y
habla.
A pesar del predominio de los aspectos gramaticales,
comienzan a manejarse nuevos términos a la hora de abordar
la enseñanza de lenguas, incluidas las lenguas
extranjeras. Un nuevo enfoque, el comunicativo, comienza a
abrirse paso a partir de la discusión que genera el
surgimiento de dos nuevos términos introducidos en la
lingüística por Noam Chomsky(6), competencia y
actuación. La competencia se
refiere al conocimiento
de la gramática de la lengua y la
actuación, al uso concreto de la
misma. En esta tienen gran importancia los aspectos
psicológicos implicados en la comprensión y
producción de un discurso
(memoria,
capacidad de análisis, etc…). Para Chomsky entonces la
competencia equivale a la gramática y tiene que ver con las reglas
lingüísticas que puedan generar frases
gramaticalmente correctas y la actuación se centra en la
aceptación de dichas frases en el discurso
Hymes(7) y Campbell y Wales(8) señalan que esta
teoría
no toma en consideración la adecuación de un
enunciado en el contexto situacional. Para Campbell y Wales lo
más importante no es producir frases gramaticalmente
correctas sino que estas sean adecuadas respecto al contexto en
que son dichas. Tanto Hymes como Campbell y Wales proponen una
noción de competencia más amplia, la de competencia
comunicativa. Este nuevo concepto incluye
no sólo el conocimiento de las reglas gramaticales, sino
también la competencia contextual o
sociolingüística que no es más que el uso de
la lengua en el contexto social.
Hay autores sin embargo que se refieren a la competencia
comunicativa sólo como el conocimiento relativo a las
normas de uso
del lenguaje y
hacen una distinción entre esta y la competencia
gramatical. De este modo se expresan con relación a ambos
términos Widdowson (9) y Allen(10).
Canale y Swain(11), en el análisis que hacen sobre los fundamentos
teóricos de los enfoques comunicativos, están de
acuerdo en que la competencia gramatical constituye un elemento
esencial de la competencia comunicativa. El término de
competencia comunicativa comprendería entonces "…la
relación e interacción entre competencia
gramatical, o el conocimiento de las reglas gramaticales, y la
competencia sociolingüística, o el conocimiento que
rige la utilización de la lengua."(12)
Hymes incluye dentro del concepto
competencia comunicativa, no sólo el conocimiento de la
lengua sino la habilidad para usarlo: "El establecimiento de la
habilidad para el uso como parte de la competencia da cabida al
papel de los
factores no cognitivos, tales como la
motivación, como parcialmente determinantes de dicha
competencia. Al hablar de competencia, resulta de especial
importancia no separar los factores cognitivos de los afectivos y
volitivos, al menos por lo que afecta a la incidencia de la
teoría
sobre la práctica educativa."(13)
No todos los autores coinciden en esta noción de
"habilidad de uso". Según Canale y Swain(14) esta
noción no ha sido aplicada con rigor en ninguna investigación sobre competencia
comunicativa pues podría pensarse entonces que existen
personas con "carencias comunicativas"
Si queremos establecer entonces una teoría acerca
de la competencia comunicativa podríamos llegar a la
conclusión de que la competencia comunicativa es la
integración de tres competencias:
gramatical, sociolingüística y
estratégica.
La competencia gramatical comprende el léxico;
las reglas de la morfología, la sintaxis y la
semántica de la oración gramatical y la
fonología. La competencia sociolingüística
está integrada por las normas
socioculturales que rigen el uso y las reglas del discurso, lo
cual permitirá interpretar el significado social de los
enunciados. Por último, la competencia estratégica
consiste en las estrategias de
comunicación tanto verbal como no verbal
que hay que poner en acción con vistas a compensar
rupturas en la
comunicación.
Una noción muy interesante de competencia
comunicativa es aquella a la cual se refiere Carlos Lomas,
director de la prestigiosa revista
española Signos, cuando dice: "Al aprender a usar una
lengua, no sólo aprendemos a construir frases
gramaticalmente correctas sino también, y sobre todo, a
saber qué decir a quién, cuándo y como
decirlo y qué y cuándo callar." (15)
Los enfoques comunicativos, llamados también
funcionales, surgen a partir de la década del setenta. Su
característica fundamental es que basa el
aprendizaje de
la lengua en necesidades comunicativas reales a las cuales el
aprendiz de la lengua extranjera dará cumplimiento en
dicha lengua. Tiene un carácter
integrador pues combina el uso de las diferentes habilidades o
destrezas de la lengua en función de
lograr situaciones comunicativas reales y su objetivo
fundamental es lograr la competencia comunicativa del
estudiante.
Canale y Swain (16) caracterizan el enfoque comunicativo
de la siguiente manera:
- La competencia comunicativa se compone de competencia
gramatical, competencia sociolingüística y estrategias de
comunicación. El primer objetivo de
un enfoque comunicativo deberá ser el facilitar la
integración de estos tres tipos de
conocimiento y su adquisición por los
estudiantes. - Un enfoque comunicativo debe partir de las
necesidades de comunicación del aprendiz y dar respuesta
a las mismas. - El estudiante de lengua extranjera ha de gozar de
oportunidades para interactuar con el hablante de dicha lengua,
es decir, responder a necesidades comunicativas
auténticas en situaciones reales. - Se hará un uso lo más completo posible
de aquellos aspectos de la competencia comunicativa que el
alumno haya adquirido a través de la apropiación
y el uso de su lengua materna y que resulten coincidentes con
las destrezas comunicativas que se precisan para dominar la
lengua extranjera.
El objetivo primordial de un programa de
enseñanza de lengua extranjera con una orientación
comunicativa debe ser proporcionar a los alumnos la información, la práctica y la
experiencia necesarias para abordar sus necesidades de
comunicación en el idioma.
La aplicación de un enfoque comunicativo con
relación al diseño
de programas de enseñanza de lenguas, supone una
integración más natural ante el conocimiento de la
cultura de la
segunda lengua, el de la lengua en sí misma y el del
lenguaje.
Además, conlleva a una mayor motivación
por parte del aprendiz pues incluye el uso del conocimiento
adquirido en situaciones reales de
comunicación.
Referencias
bibliográficas
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Educación, 1971, p 41 - Figueroa Esteva, Max. La dimensión
lingüística del hombre. /
Max Figueroa Esteva. La Habana: Ed Ciencias
Sociales, 1986, 192 p - Ibídem
- Fries, C. C. Teaching and learning English as a
Foreign Language. / C. C. Fries. University of Michigan, 1947,
69 p - Lado, R. Language teaching: a scientific approach. /
R. Lado. New York: Ed
Mac Graw – Hill, 1964, 75 p - Chomsky, Noam. Aspectos de la teoría de la
sintaxis. / Noam Chomsky. Madrid: Ed
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theory. / C. Hymes. R. Huxley & E. Ingram (eds.), 1971, 78
p - Canale, Michael – Merrill Swain. Fundamentos
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Technology in second language. London. Centre for
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p - Allen J. P. B. New developments in curriculum:
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Conference read in TEAL Conference, Vancouver, march
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- Breen, Michael P. Paradigmas
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Canale y Merrill Swain. Revista Signos 17, enero –
marzo, 1996.Gijón, España, p 56-61 - Lomas, Carlos. La
educación lingüística y el limbo de los
justos. / Carlos Lomas. Revista Signos 22, octubre
– diciembre, 1997. Gijón, España, p
62 - Canale, Michael – Merrill Swain. Fundamentos
teóricos de los enfoques lingüísticos II. /
Michael Canale y Merrill Swain. Revista Signos 18, abril
– junio, 1996. Gijón, España, p
78-81
Autor:
MSc. Yisell Jiménez
Señor
MSc. Arelys Álvarez
González
Lic. Carmen Rosa Prendes Rey