- ¿Qué es la
competitividad empresarial? - ¿Cómo medimos la
competitividad - ¿Qué empresas
son PYMES? - ¿De qué depende
la competitividad? - Conclusiones
- Referencias
Bibliográficas
Competitividad es productividad.
Este es el axioma que sostiene Porter (1996 ) y es el basamento
de su aporte a la teoría
empresarial moderna. Este axioma posiblemente sea realidad al
mundo empresarial de las grandes empresas
norteamericanas y posiblemente del primer mundo, no así
para el tercer mundo y para la realidad centroamericana y mucho
menos para el mundo empresarial de las micro, pequeñas y
medianas empresas.
En este trabajo demostraré que la competitividad
tal como la enseña Porter y como la conciben sus
seguidores centroamericanos no tiene asidero en la realidad
empresarial centroamericana y que factores de orden
exógeno en el contexto de la meso economía son
determinantes de la competitividad empresarial.
Adicionalmente propongo la utilización de un
modelo de
competitividad denominado ARV como herramienta de gran utilidad para
medir la condición de competitividad y para determinar los
factores críticos endógenos que permiten aportar a
mejorar la posición competitiva de la empresa
evaluada.
1- ¿Qué
es la competitividad empresarial?
Existen varias definiciones. Algunas se reducen a
establecer la capacidad de generación de rendimientos, en
cuanto señalan que una empresa
competitiva es la que logra la rentabilidad
optima a raíz de una inversión dada. (Ansof. Igor, 1997;
Thompson – Strickland: 1994). Otros avanzan en establecer
que la competitividad es productividad por
lo que se requiere una estrategia acorde
a las metas propuestas para lograrlas en la industria en
la cual se encuentra operando ( Porter. M.: 1996). La competencia se
establece, según Porter, a tres niveles: 1- El análisis de la competencia
internacional, situación característica de la actual integración
económica mundial. 2- Competencia sectorial o por rama
de actividad en que opera la empresa. 3-
Competencia consigo misma o de excelencia en la búsqueda
de sus mejores resultados, con independencia
del exterior.
Una definición que parte de la teoría
del comercio
internacional define competitividad como la capacidad de
competir de la empresa en su
sector actual o potencial, capacidad que vendrá definida
por unas características de la empresa (análisis interno) y por unas condiciones y
dimensiones del marco competitivo (análisis externo). Se
entiende por competitividad tanto la posición relativa
frente a la concurrencia, como la aptitud de la empresa para
sostener de forma duradera la competencia con los otros oferentes
del sector o rama de actividad. La empresa competitiva posee un
conjunto de capacidades que le permite, según los casos,
entrar, mantenerse o desarrollarse en un sector, constituido por
las fuerzas competitivas ya conocida y que son susceptibles de
oponerse o crear un conflicto con
los objetivos,
proyectos y
actividades de la unidad económica (Bueno C. Eduardo:
1996).
Una definición a la que abonamos es la que define
la competitividad como:
"La capacidad estructural de una empresa de
generar beneficios sin solución de continuidad a
través de sus procesos
productivos, organizativos y de distribución." (Fea. U. 1995. Pág.
47)
Donde:
- La capacidad estructural es función
directa de sus principios
estratégicos, del bagaje cognoscitivo de su factor
humano y de su organización. - La continuidad en la generación de beneficios
y de la empresa misma, es directamente proporcional a su
dinamismo estructural.
El nivel de competitividad de una empresa está
siempre definido por su intrínseca "manera de ser" dentro
de un determinado contexto socieconómico. (Fea. U:
1995)
De este planteamiento del autor podemos colegir
entonces:
- Que la competitividad es una característica
interna al sistema
empresa. - Un mercado, o
mejor un entorno sociopolítico y económico,
determina el nivel temporal de su capacidad competitiva
intrínseca. - Una empresa tiene continuidad sólo si es capaz
de adecuarse constantemente a las nuevas condiciones del
entorno, el que puede estar determinado por factores instituciones más que por la oferta y la
demanda.
La competitividad de una empresa tiene un valor
único, constituido por muchos factores que concurren a
determinarlo y tienen una incidencia positiva o negativa, que
debe examinarse separadamente para mejorar el resultado
final.
Una empresa puede ser competitiva en el proceso de
transformación y no serlo en el de distribución o tener gastos generales
o financieros desproporcionados, o estar gravada por un exceso de
personal de
estructura,
etc.
Las definiciones apuntadas permiten aclarar que se
entiende por competitividad empresarial desde una perspectiva
eminentemente de eficiencia y
eficacia. El
supuesto intrínseco es el de suponer que los factores de
la producción: tierra(T),
trabajo(L), capital (K),
iniciativa empresarial(I) y la tecnología(Te) no
encuentran dificultad para lograr los niveles de empleo
requeridos, por lo tanto, los recursos
naturales son infinitos o están dados lo que no es
cierto. Los recursos
naturales, productivos y tecnológicos son escasos, sobre
esto se ha investigado abundantemente por lo que no profundizare
al respecto.
2-
¿Cómo medimos la competitividad
Las definiciones anteriores de competitividad
están referidas a un mundo perfecto, propio del paradigma
neoclásico de la economía. Recupera el
concepto de la
competencia
perfecta, obviando el tema de intermediación de otros
actores económicos que participan activamente y que han
sido ignorados sistemáticamente por Porter y sus
seguidores.
La competitividad así definida da como resultado
que el axioma de Porter es cierto, es decir COMPETITIVIDAD =
PRODUCTIVIDAD. Este axioma ignora que las empresas no realizan la
producción en el mercado por las
fuerzas de este, es decir, por la oferta y la
demanda.
Los empresarios tienen que demostrar capacidad de
negociación que se expresará en la
rentabilidad.
Dicho de otra manera, los empresarios no solamente tienen que
demostrar que producen a la mejor combinación de los
factores de la producción expresado en la productividad
sino en la capacidad de negociar que tengan en el mercado para
conseguir el mejor precio que
este dispuesto a pagar el consumidor. Los
empresarios estarán dispuestos a ofertar su
producción a sus costos marginales
(CMg), pero enfrentará una demanda que tiene que lograr
igualar a la curva de disposición marginal para pagar
(DMgP). El gráfico No 1 expresa ese equilibrio.
Los precios en el
mercado son los sicológicos dados por estilos de vida que
quiere alcanzar el consumidor y no
los precios de
mercado tradicionales dados por las necesidades
insatisfechas.
En investigaciones
realizadas para productores agrícolas se estableció
que la competitividad de las empresas PYMES reside en
su capacidad de crear valor en el
corto plazo. Esta creación de valor debe ampliarse a
mediano plazo, lo que permitiría la permanencia de la
empresa en el largo plazo, es decir, si la empresa logra crear
valores en el
corto y mediano plazo, el largo plazo es una resultante, por lo
tanto la preocupación por el largo plazo sería
menor.
De esta conceptualización se deriva que la
competitividad tiene como factores determinantes: la
productividad, P; (medido por los rendimientos del sector,
generalmente esta se cuantifica estableciendo el número de
productos
producidos dividido entre los recursos:
materia prima,
insumos, mano de obra, equipos, utilizados) y la rentabilidad,
R, del sector.
La forma para su medición resulta entonces de comparar la
productividad de la empresa con la del sector industrial en el
cual se encuentre localizada productivamente. Este generalmente
es un dato de rendimiento (unidades producidas de bienes y/o
servicios por
período o insumos utilizados). Serán altamente
productivas si los rendimientos son iguales o mayores al promedio
del sector o rama industrial en la que opera la empresa. (Rivas
V. A: 1998).
Por su parte la rentabilidad se puede medir con indicadores
financieros tradicionales principalmente el Valor Actual Neto
(VAN), beneficios al final del período ó el que se
considere representativo. El instrumento idóneo para
evaluar la rentabilidad a demostrado serlo el Flujo de Caja
para un período considerado adecuado, el cual permite
hacer proyecciones a nuevos períodos. Las tasas de
interés a las cuales se debe descontar los flujos casi
siempre son las tasas de interés
básicas dadas por la autoridad
monetaria Vg. Banco Central,
más un porcentaje de riesgo el cual
fluctuará dependiendo del tipo de industria en
la cual se encuentra la empresa en cuestión. Las PYMES
serán rentables si los valores
del VAN ó el indicador seleccionado sea iguales o mayores
que cero. (Rivas V. A: 1998).
Las posibilidades que se pueden dar (supongamos que
usamos el VAN) son las siguientes:
Es evidente que si una empresa logra rentabilidades
superiores y su productividad supera a los parámetros
del sector, esta seria una empresa líder. Esta posibilidad es
independiente si el valor se está produciendo en el
mercadeo, en
la producción o en las finanzas.
La segunda posibilidad se da con el evidente esfuerzo en
mercadeo.- Competitividad Alta: Si el VAN es mayor a
cero y la productividad es mayor al parámetro del
sector. Otra posibilidad es que la VAN sea mayor a la
inversión realizada y la productividad
menor al parámetro del sector.Esto implicará que no obstante la
productividad es menor a la del sector, los precios en el
mercado son favorables. Se podría lograr una
situación como tal con esfuerzos deliberados en
mercadeo y un esfuerzo en full coste. - Competitividad media: Sí la
rentabilidad es aceptable esto es el VAN es igual cero y la
productividad en menor al parámetro del sector. Otra
situación que se da es la VAN aceptable pero una
productividad igual a la del sector. - Competitividad baja: Esta
situación se presentaría cuanto la VAN igual a
cero y la productividad supera (mayor) al parámetro del
sector. Otra situación de competitividad baja se da
cuando el VAN igual a cero y la productividad es menor al
parámetro del sector, esta es una situación en la
cual la empresa simplemente sale del sector
completamente.
Lo cual implica que se están haciendo esfuerzos
en reducción de costos no
obstante financieramente se está operando deficientemente,
adicionalmente el mercadeo no es efectivo (Rivas V. A:
1998).
Mediante una matriz de
competitividad a la usanza de Igor Ansoff, Michel Porter y otros
lo apuntado se puede ilustrar como sigue.
Gráfico No 2
MATRIZ DE
COMPETITIVIDAD
Para ver el gráfico
seleccione la opción "Descargar" del menú
superior
En donde: P = Productividad, Ps = Productividad
del Sector y R= Rentabilidad.
Fuente: Elaboración
propia.
La matriz es lo
suficientemente explícita las relaciones con respecto a la
Productividad (P) y la Rentabilidad (R) permiten ubicar una
empresa en particular. Una PYMES puede ubicarse en cualquiera de
esas posiciones. La única diferencia es que su
condición de PYMES le establece límites
para ubicarse en otra categoría empresarial. Como
apuntamos anteriormente esta condición se
modificará solamente si cambia su relación con
respecto al sector industrial en la cual se encuentra
compitiendo. Un buen ejemplo son las empresas de países
subdesarrollados del tercer mundo, aunque en el país
(dentro) puede ser una empresa grande y exitosa a nivel del
mercado mundial solamente es una micro o pequeña empresa
tercermundista.
La mayoría de PYMES se encuentran en el segundo y
tercer nivel (contados de arriba a bajo) de la matriz de
competitividad, es decir, de mediana a baja competitividad.
Algunos autores las clasifican entre PYMES de acumulación
y de subsistencia, se dirá que en el primer cuadrante del
tercer nivel de la matriz (contado de izquierda a derecha) se
encuentran las de acumulación en cuanto compiten a corto
plazo, mientras las que se encuentran en el cuarto cuadrante
solamente existen porque cuentan con apoyos de programas
sociales y viven una ficción empresarial, es decir,
están ocupados pero no logran permanencia empresarial,
estas tiene una vida de duración corta. Estas las
denominaré iniciativas emprendedoras espurias, por lo
tanto no clasifican como empresarios PYMES.
Para fines prácticos medir la posición
competitiva de una empresa requerirá conocer los
parámetros señalados (productividad y rentabilidad)
y clasificar en alta, mediana o baja. Un reto de suma importancia
es medir la productividad de una empresa PYME en cuanto es
menos difícil para una empresa grande que casi siempre
opera en mercados
oligopólicos, esto implica que estas empresas simplemente
se miden con respecto a la empresa líder
que generalmente es del mismo grupo
financiero y los retos productivos son casi siempre como "verse
en un espejo".
En un ejercicio que realice con mis alumnos y
alumnas del curso de PYMES que imparto de vez en cuando, en la
Facultad de Economía de la Universidad
Latina de Costa Rica, pude
comprobar que no es sencillo pero tampoco es imposible. Tomamos
tres empresas de sectores productivos bastantes diferentes: una
empresa que vende resinas para fabricar productos de
plástico;
una galería de pinturas que al mismo tiempo da
servicio de
maquetería y una fabrica de muebles para el hogar. El
resultado fue sorprendentemente excelente. Sobresalió que
en lo fundamental el esfuerzo reside en establecer a que sector o
subsector de la industria pertenece la empresa, la
localización del mercado en el que opera (se
clasificó a partir del área geográfica: el
barrio o comunidad;
regional, nacional o internacional estando este casi siempre
entendido como los Estados Unidos de
Amperica), tipo de mercado (monopolístico u
oligopólico) y determinar que negocio o empresa es
líder. Se midió la productividad, de las empresas
en estudio, en términos ingenieriles y se recurrió
a la consulta directa en los casos que se pudo y a la indirecta
para saber la productividad del líder. El juicio de
experto fue fundamental para lograrlo. Debo decir que el ingenio
de mis alumnos sobre paso las expectativas.
Medir la rentabilidad solamente requiere de la
colaboración de los empresarios en proporcionar los VAN
que les calculan los contadores. En algunos casos esto se
dificulta por la indisciplina contable que con la que viven los
empresarios PYMES, pero en general este no es difícil de
lograr. Los resultados generales han sido de comprobar lo
señalado en párrafos anteriores
La definición o categorización de las
empresas en Centroamérica ha tenido un tortuoso camino.
Las PYMES no escapan de esta situación.
3.1- Conceptualización en los países
Latinoamericanos
La conceptualización de las PYMES transita por
varias definiciones, principiando por las que las ubica en el
Sector Informal Urbano, SIU dándole con ello la
connotación de ser un sector, por tener
características homogéneas en cuanto a
remuneración y condiciones laborales. Este surge a partir
de 1972 en África ha tenido amplia influencia y
aceptación en Latinoamérica.
Son reconocidas tres orientaciones que recogen la
conceptualización (Galin: 1991) de PYMES que por ahora es
aceptada ampliamente: a) la inspirada por el Programa Regional
de Empleo de
América
Latina y el Caribe (PREALC); b) la orientación
neoliberal cuya expresión más conocida en el
libro de
Hernando de Soto, El Otro Sendero, y c) la vertiente
crítica del concepto,
principalmente en las elaboraciones de algunos estudiosos del
Programa
Mundial de Empleo de la OIT y del Instituto Internacional de
Estudios Laborales.
El PREAL establece que el concepto se originó en
la migración
del campo a la ciudad, como producto de
las expectativas que el modelo
desarrollista creo y al no poder
satisfacerlo los campesinos se vieron obligados a subsistir
realizando cualquier actividad que les generara algún
ingreso. Estos migrantes, así como los que recién
se incorporan al mercado de trabajo urbano, carecen de capital y de
capacitación técnica. Por ello las
actividades que podrán realizar, determina la primera
característica del sector: la facilidad de entrada, por
poco capital comprometido y escasa habilidad exigida. Esto a su
vez determina que la división del trabajo sea
rudimentaria.
La principal característica de las unidades
productivas es que no se comportan como una típica empresa
capitalista. Esto es no persigue maximizar sus utilidades, sino
que el propietario del negocio persigue ganar un salario mayor al
promedio, Galin (1991) resumen las características de
estas unidades en: a) facilidad de entrada; b) poco capital; c)
escasas calificaciones; d) rudimentaria división del
trabajo; e) organización no capitalista de la
producción, siendo esta última la principal
característica.
El PREAL reconoce que no obstante que existe
heterogeneidad en el sector el elemento homogenizador que los
distingue como sector son los ingresos que
perciben, los cuales en su mayoría son idénticos o
similares, en general se admiten que los ingresos son
inferiores a los salarios de los
empleados públicos en la mayoría de
países.
Por otra parte se acepta como unidad las
características que impone la heterogeneidad del sector,
es así que distinguen las categorías: a) vendedores
ambulantes de bienes y
servicios,
organizados y cuya demanda principal es la seguridad, pues
necesitan un lugar protegido; b) propietarios de talleres
informales, cuya principal preocupación es el exceso de
requisitos legales que obstaculizan la regularización de
sus negocios con
una tónica individualista; c) transportistas, propietarios
de un automóvil o camión, también
individualistas y con escasa organización; d) asalariados
informales quienes perciben que su mayor necesidad es
protección, ya que son inestables, tienen dificultades
para sindicalizarse, no cuentan con seguridad
social y perciben salarios
inferiores a los legales.
La posición NEOLIBERAL se sintetiza en el trabajo de
Hernando de Soto (1987), El otro sendero, en el que recoge
la experiencia peruana. En cuanto al origen del concepto de SIU
no difiere de lo apuntado por el PREAL. De Soto enfatiza en la
marginalidad
de la mano de obra como principal impulsador de la
creación de PYMES, pone su énfasis en la
distorsión que crea el Estado en
el mercado al encarecer los trámites para logra instalar
un negocio, esto está vetado a los campesinos que migran a
la ciudad, por lo tanto lo tienen que hacer en forma ilegal. Para
de Soto, el tamaño reducido, el escaso capital o dinamismo
reducido no son característicos de la
informalidad.
La unidad de análisis en la perspectiva
neoliberal son las actividades. La informalidad no es una
condición inherente a un sector sino producto de la
valoración que hace el empresario entre los costos de la
legalización y los beneficios que percibe con su actividad
productiva, de tal forma que cuando los costos son superiores
prefiere la ilegalidad. Desde esta perspectiva los costos
laborales se mueven con el mercado, es decir, suben o bajan
dependiendo de la oferta y demanda
laboral, el
riesgo existe
cuando no se tienen los ingresos no son suficientes para pagar
mano de obra especializada.
Para de Soto, lo ideal es que el Estado no
intervenga en la economía reglamentando fuertemente las
iniciativas empresariales y que lo recomendable es la existencia
de: a) simplificación de normas, eliminado
duplicaciones y reglamentaciones inútiles; b)
descentralizar, transfiriendo responsabilidades a las autoridades
regionales y locales; c) desregular, reduciendo facultades del
Estado,
incrementando la de los particulares.
Por su lado LA VERTIENTE CRÍTICA, sostienen que
la caracterización del SIU encierra una concepción
dualista de la sociedad, la cual
apunta a la oposición tales como: moderno – atrasado
o tradicional. Esta oposición es formal en cuanto la una
depende de la otra. El concepto de informal refiere a la
ilegalidad por lo tanto es confuso para referirse a empresas que
pueden ser legales pero que operan en mercados que no
cubre la economía formal, otro elemento es el asociar lo
informal, ilegal a baja rentabilidad en cuanto existe evidencia
empírica que muestra que esas
dos condiciones no limita a que las PYMES maximicen sus
beneficios, esta misma dualidad se apunta que grandes sectores
laboran en sectores formales en horas laborales tradicionales y
en informales después de su jornada de trabajo, esto lo
hacen a lo largo de su vida. Se tiende a asociar al SIU a
la pobreza
urbana lo cual no siempre es cierto, no obstante, de que existe
una alta asociación.
Esta vertiente propone sustituir el concepto de SIU por
el de grupos
vulnerables de trabajadores. Estos trabajadores pueden ser
vulnerables por estatus laboral, como los
eventuales, temporarios, aprendices, empleados domésticos,
trabajadores a domicilio y trabajadores contratados. Reconoce que
es necesario que cubra sectores de trabajadores que laboran para
empresas formales e informales usan formas desprotegidas de
empleo, como los contratados por temporadas de cosecha o
posproducción, o subcontratados y que no cubren la
seguridad
social.
En términos de intervención del Estado
ésta corriente propone la protección social a
grupos de
trabajadores, como los empleados domésticos, los
trabajadores a domicilio y asalariados de PYMES que no pagan los
servicios sociales. Propone que esto se maneje desde la autoridad
local, siendo la política dictada
desde lo más alto del Estado. La no existencia de
protección estatal significa ganancia para los empresarios
que sobre explotan a la mano de obra desprotegida.
Una síntesis
de estos enfoques los ofrece Galin en el siguiente esquema
(Cuadro No 1)
Cuadro No 1
ESQUEMA DE INTERPRETACIONES SOBRE
SIU
| PREAL | NEOLIBERAL | Vertiente Critica |
Origen, concepto y | Migrantes rurales: excedente de fuerza | Las ciudades, centro religioso y administrativo | Dualista, a) simplista, b) lógicamente |
Contexto teórico | El concepto de EIR(ejército industrial de | Economía neoclásica. | EIR latente/flotante/intermitente. |
Similitudes históricas | Original de los países dependientes y de | Mercantilismo. Elites privadas que se | Capitalismo del siglo XIX. |
Unidad de análisis | En sus últimas versiones la unidad de | Actividades. No es un sector preciso, sino una | Las antigüedades del concepto dificultan la |
Políticas | Los programas | Sistema legal único: a) simplificar | Deberá proteger a las categorías |
Fuente: Galin. Pedro (1991) pág.50.
La definición de las PYMES en la mayoría
de países latinoamericanos sigue estando basada en la
cantidad de trabajadores, estas definiciones tienen un sesgo
cuantitativo ya que se adicionan requisitos que tienen en cuenta
la cuantía de sus activos y
ventas.
El cuadro No 2 adjunto da cuenta de un grupo de
países que privilegian tales indicadores.
Se puede observar que es evidente el poco avance en la
definición de las MYPE.
No obstante, existen esfuerzos importantes en colocar a
las PYMES en un ámbito superior del que las ubicaba la
marginalidad y
la informalidad. El Banco Mundial,
el BID, la CEPAL y otras organizaciones
internacionales han realizado estudios que las identifica en la
esfera de la economía y no en la social. Estos esfuerzo lo
que han provocado es enfatizar la importancia del sector para que
sean consideradas en los programas financieros de los
países del tercer mundo. Su punto de partida es de
demostrar que deben existir políticas
públicas que las apoyen y fomenten, no obstante estos
esfuerzos los efectos en los países latinoamericanos son
menores.
Cuadro 2
América Latina:
Definición de Empresas por Número de
trabajadores
PAÍS | MICRO | PEQUEÑA | MEDIANA | GRANDE |
Argentina | Se utiliza una formula ponderada (empleo, ventas, | |||
Bolivia* | No existe una única definición | |||
Chile | 1-9 | 10-49 | 50-99 | Más de 100 |
Colombia | 1-10 | 10-199 |
| Más de 200 |
Brasil | 1-19 | 20-99 | 100-499 | Más de 500 |
Costa Rica* | 1-10 | 6-30 | 31-100 | Más de 100 |
Guatemala* | 1-15 | 16-40 | 41-100 | Más de 100 |
México | Hasta 30 | 31-100 | 101-500 | Más de 500 |
Perú* | 1-4 | 5-19 | 20-199 | Más de 200 |
Venezuela | Menos 5 | 5-20 | 21-100 | Más de 100 |
El Salvador | 1-9 | 10-19 | 31-100 | Más de 100 |
Honduras | 1-10 | 11-49 | 50-100 | Más de 100 |
Nicaragua | 1-15 | 6-20 | 21-100 | Más de 100 |
* La definición está asociada al
cumplimiento de otros requisitos adicionales sobre ventas y
valores de
activos.
Fuente: Tomado de Castillo y Chaves (2001)
3.2- Re Conceptualización
PYMES
En general las organizaciones
que atienden las PYMES LAS clasifican en términos
tradicionales, el cuadro No 1, que recoge algunas de estas
definiciones que no escapan de la clasificación
cuantitativa.
A ésta conceptualización oponemos la
siguiente:
Las PYMES son unidades productivas de menor escala en un
sector industrial determinado. Se caracterizan por tener de 1 a
100 empleados incluidos el patrono, utiliza tecnologías
que van de atrasadas a las más avanzadas ó
modernas. Su rentabilidad es la del sector industrial al que
pertenecen y sus niveles de productividad en la mayoría de
las veces son inferiores a las de su sector.
Esta definición nos permite avanzar al
acápite siguiente.
3.3- Hacia una nueva conceptualización de las
PYMES
La informalidad es sinónimo de ilegalidad (no
tener permisos de funcionamiento o no estar inscritos en los
registro
correspondientes) no obstante esto puede llevar un sesgo al
desconocer el aporte o creación de valor que hacen las
PYMES al proceso
productivo nacional. Por ejemplo si más del 60 % de la
ocupación centroamericana y en otros países
latinoamericanos en mayor proporción, se explica por la
PYMES esto implica que ese 60% de personas de la PEA realiza
trabajo legal, es decir, no delinque, lo que crea un ambiente
favorable para la imagen de un
país, de tal forma que da confianza para que la inversión
extranjera crezca lo mismo que los sectores turismo y servicios en
general. Por ejemplo, Costa Rica no
necesita un estado policial represivo para garantizar la seguridad
ciudadana, esto es un aporte de las PYMES en la creación
de imagen por lo
tanto de valor en la producción.
Muchas de estas unidades productivas de pequeña
escala que dada
su forma de organización se constituyen en PYMES
eficientes y rentables, superando los límites
establecidos en cuanto a valor de las ventas y activos. Es el
caso de ciertas actividades que requieren un alto grado de
especialización, por ejemplo: algunos talleres
mecánicos, pequeñas industrias de
alta tecnología, joyerías y algunos
servicios a las personas, estas en la mayoría de los casos
no cumplen con todos los requisitos de legalidad.
Otro elemento central en una propuesta de nueva
conceptualización de las PYMES debe aceptar que
éstas son empresas de menor tamaño en el mercado en
general (es decir: participación, tipo de producto,
segmento que cubren, otros) y no por la cantidad de las personas
que laboran en ellas, ni por la cantidad de activos o el volumen de
ventas. La relación capital trabajo (K/L) es un factor que
no debe ser ignorado para establecer que es lo prioritario de tal
forma que propongo que se considere a las empresas PYMES no en
términos de micro, pequeñas o medianas, entendiendo
que pueden ser empresas que emplea de 1 a 100 personas y su
condición de PYMES está en relación a otros
factores tales como los siguientes:
- – Las PYMES son aquellas empresas que no tienen las
condiciones necesarias ni suficientes para competir en el largo
plazo, en la rama industrial en la que se encuentran
operando. - – No obstante, estas empresas pueden competir, en el
corto plazo, en el sector, dentro de la industria, ya sea
porque se encuentran posesionadas adecuadamente en un nicho de
mercado sirviendo como proveedora de servicios, supliendo
materias primas o solucionando necesidades a consumidores
finales. - – Esta definición es un asunto de
competitividad y no de dimensión espacial, empleo,
volumen de
ventas y de capital. Es su relatividad para enfrentar los
desafíos de la industria en la cual nació y ha
decidido permanecer. - Por ejemplo una cooperativa
de crédito para maestros de educación primaria puede ser micro o
pequeña (es decir no compite) en la industria financiera
nacional, pero dentro del sector de cooperativas
de crédito para maestros de primaria puede
ser competitiva, quizá no por el volumen de recursos que
gerencia
pero si por el servicio en
cuanto no exige tramites engorrosos. Es decir, sus clientes
están satisfechos y por nada se cambian a otra cooperativa
del sector. Otro ejemplo son las empresas de software,
están en la industria del software para
INTERNET, con
lo más moderna tecnología en el mundo, pueden
contar con 4 personas o menos laborando incluido el
dueño (por el número de personas laborando
sería microempresa en
la definición tradicional), la inversión en
equipo no es más de US$3.000, pero sus ventas pueden ser
superiores al millón de dólares anuales, muchas
se localizan en la casa del dueño, no tienen rotulo
físico (sólo electrónico) no obstante
manejan y generan de los capitales con mayor crecimiento en el
mundo, la llamada "nueva economía". Son altamente
competitivas en la industria informática y en el sector del
software. - ¿Cómo se clasifican estas empresas?,
micro, pequeña o mediana. Posiblemente sea mediana,
posiblemente no pague impuestos,
posiblemente su relación con el mercado es solamente
electrónico.
Esta propuesta requiere que se plantee que se entiende
por competitividad. Porter (1996) puso de moda el
concepto al recuperar la cadena de
valor como elemento central en la definición de
estrategia y al
desarrollar el diamante de competitividad como eje de su
discusión, centrado en la teoría clásica del
comercio
internacional.
La diferencia en nuestra concepción es que
partimos inicialmente de elementos endógenos para marcar
las pautas de la competitividad, de tal manera que ésta,
la competitividad, es una situación en la que el mismo
servicio o bien es prestado y producido por dos o mas actores,
todos y cada uno de ellos dispuestos a dar lo mejor de si, sin
treguas, por atraer a los usuarios de esos servicios o bienes,
ofreciéndoles los mejores precios, calidad y
atención que es posibles ofertar en una
lucha sin fin. Esta concepción reconoce que las empresas
actúan en mercados imperfectos, principalmente
monopolístico y/o oligopólicos. Estos mercados
exigen seguir políticas
de Benchmarking y
buscar asociación y cooperación entre productores,
consumidores, proveedores y
condiciones de entorno dado por las instituciones
públicas (estatales) y privadas. En donde la
intermediación institucional pone en riesgo la
competitividad.
4- ¿De
qué depende la competitividad?
Contestando a la pregunta que encabeza este
acápite diremos que la competitividad esta en función de
la capacidad del empresarios de gestionar, entendida esta como la
capacidad de involucrarse en todos los ámbitos requeridos,
el negocio en campos como: Empresarial, Financiero, Comercialización, Producción,
Tecnológico. En términos simbólicos se
expresa en la siguiente ecuación:
CM = f(Ge; Co; Gf; P; T) + E
En donde:
CM = Competitividad de las PyMES
Ge = Gestión
Empresarial
Co= Gestión
de la Comercialización
Gf = Gestión Financiera
P = Producción
T = Tecnología
E = Entorno o factores exógenos relacionados con
la meta
economía
Las ECUACIONES DE
COMPORTAMIENTO.
Las ecuaciones de
la gestión
empresarial.
- Ge = f(Es, Cr, Cn, Pe) ; Es, Cr, Cn, Pe, rrhh >
0
Gestión Empresarial | Ge | 1- Escolaridad del empresario. | Es |
2- Experiencia productiva. | Ep | ||
3-Conocimientos sobre el negocio. | Cn | ||
| 4- Proyección Estratégica | Pe | |
|
|
|
La ecuación lo que dice es que la Ge está
en función de la escolaridad del empresario (Es),
experiencia productiva (Ep), conocimientos sobre el negocio (Cn)
y, la proyección estratégica (Pe).
La función de la gestión
comercial.
(2) Co = f(Tm, Tc, Pp, Fv) Tm, Tc, Pp, Fv >
0
Gestión Comercial | Co | 1-Tipo de mercado en el que opera. | Tm |
2- Tipo de Cliente | Tc | ||
3- Política de Precios | Pp | ||
4- Formas de Ventas | Fv | ||
|
| 5- Experiencia de Mercado | Em |
Esta ecuación explica que la comercialización está en
función del tipo de mercado en el opera la empresas (Tm),
el tipo de cliente al cual
orienta su producción (Tc), las políticas de
precio que
aplica a sus clientes (Pp), de
las formas de ventas (Fv) y, Experiencia de Mercado
(Em).
La función de la gestión
financiera.
(3) Gf = f(Tf, Tp, Tr, Pi) Tf, Tp, Tr, Pi>
0
Gestión Financiera | Gf | 1- Formas de financiamiento | Ff |
|
| 2- Tipo de proveedor de materia | Tp |
3- Tipo de registros | Tr | ||
4- Pago de impuestos | Pi |
Esta ecuación describe las dependencia de la Gf
de las formas de financiamiento
a la que accesa (Ff) el empresario PYMES, la cual puede ser
crédito bancario, familiar, de amistades o donaciones.
También esta en función del tipo de proveedores de
la materia prima
(Tp) los cuales pueden ser empresas grandes, otras PYMES,
distribuidoras comerciales a las cuales puede comprar a contado o
a crédito la cual consideramos otra forma de financiamiento. La idoneidad de los controles
contables expresado en el tipo de registros que
lleva (Tr) implica reconocer el rol de llevar una contabilidad
formal como un control
financiero idóneo por excelencia. El pago de impuestos
(Pi) principalmente el de ventas, en cuanto este representa un
financiamiento a corto plazo ya que el empresario al retener este
recurso puede utilizarlo para apalancarse o simplemente ganar
tasas de
interés en el tiempo que tarde
para devolver el dinero al
fisco.
Incorporando las dependencias
tendríamos:
ECUACIONES TECNOLÓGICAS
La función de la producción y la
tecnología se considera constante en el corto y mediano
plazo, justificado en que las modificaciones en estas variables no
son de forma inmediata ya que el empresario generalmente responde
a cambios en la demanda de mercado y no ha una cultura de
innovación constantes. Razón por
cual solamente se enuncian.
(4) P = Ceteris Paribus
(5) T = Ceteris Paribus.
ECUACIONES INSTITUCIONALES O LEGALES
La función de entorno se considera constante en
el corto y mediano plazo. No obstante, la ecuación
institucional es la que hace referencia a la meta
economía y se refiere al conjunto de instituciones
públicas y privadas que afectan en forma directa y/e
indirecta la competitividad empresarial. Un ejemplo de ello es el
rol de los Bancos Centrales
o Autoridades Monetarias que al definir políticas
restrictivas o expansivas afectan la competitividad empresarial
al crear un spreed de intermediación que afectan el
sistema de precios y con ello crean condiciones favorables o
adversas al empresario.
Por fines de simplificación del modelo
supondremos que esta se mantiene constante.
ECUACION DE DEFINICIÓN O
IDENTIDADEn general se establece la identidad
de la competitividad de empresarial de la siguiente
manera:(7) CM = ∑(Ge;Co;Gf;P;T;E)
En donde se establece que la competitividad
empresarial es la sumatoria de las Ge, la Co, la Gf, la P, la
T y, el E.ECUACIONES DE EQUILIBRIO
MOVILAdoptamos las que propone Camilo Dagún (1986)
siguiente:- E = Ceteris Paribus
- Pt = Z t-1
Esta ecuación es denominada de retardo de tipo
lundbergiano la que expresa las expectativas de los empresarios
con respecto al nivel deseado de la producción P en el
período t-1. Es decir, la demanda Z t-1 induce
los planes de producción en el período t (Dagum:
1986).
Las explicaciones sobre el surgimiento de las PYMES
tienen varias fuentes,
sobresaliendo las que explican a partir de las deficiencias en
los modelos de
desarrollo
ejecutados. En la década del cincuenta en el ambiente
intelectual latinoamericano veían a las sociedades
como escindidas en dos sectores: uno "tradicional" y otro
"modernizante", con muy pocos puntos de contacto entre sí.
Caracterizando a los estratos pobres de la población como predominantemente rurales,
con muy bajos niveles de instrucción formal y con valores
que le impedían integrarse al "sector moderno."
El modelo económico "desarrollista"
suponía que la producción masiva
constituiría un prerrequisito necesario del esfuerzo de
industrialización. La intervención del Estado, a
través de políticas de corte keynesiano,
proveería como otro prerrequisito necesario, el marco
político-institucional indispensable para el ejercicio del
modelo.
Desde el punto de vista del funcionamiento de los
mercados de trabajo, se preveía una relación
positiva entre el crecimiento de la producción y el
empleo; lo que aseguraría la integración de un creciente contingente
laboral al sector "moderno" de la economía,
trasladándose de ocupaciones periféricas al sector
industrial asalariado.
La deficiencia del modelo condujo progresivamente a la
manifestación de fenómenos inesperados. La mayor
parte de los países que a partir del período de la
posguerra comenzaron a experimentar acelerados procesos de
urbanización e industrialización que postulaba el
modelo, evidenciaban como correlatos "indeseables" y penosamente
"visibles" elevadas proporciones de su población urbana viviendo en condiciones
sociales de "miseria" y residenciados en áreas segregadas
ecológicamente, las que fueron llamadas "villas miseria",
"favelas" o "barrios" de ranchos.
A fines de los sesenta y comienzo de los setenta el
mismo modelo desarrollista intentó hacer interpretaciones
de la marginalidad urbana, pero no fue suficiente, porque una
visión crítica y pesimista sobre las consecuencias
del modelo desarrollista se fue conformando progresivamente y dio
origen a la teoría de la dependencia. Para esa corriente,
la solución de los problemas
generados por el modelo dependía de las propias
posibilidades de su negación y subsistitución. La
marginalidad urbana era para la teoría de la dependencia
sólo expresión del funcionamiento de la sociedad
capitalista.
En lo que al tema del funcionamiento de los mercados
laborales respecta, se enfatizó en las interrelaciones
entre el polo marginal y el polo hegemónico de la
sociedad. A diferencia de la concepción dualista anterior,
para el enfoque dependentista, el polo marginal existe
sólo en la medida en que es funcional para el sector
hegemónico, al constituirse en importante reservorio de
mano de obra obligada a trabajar por bajos salarios.
A inicios de la década del setenta,
comenzó a gestarse una explicación alternativa, que
progresivamente se popularizó en gran medida por la
intervención de varios organismos internacionales y,
fundamentalmente, por la
Organización Internacional del Trabajo (OIT). El
término sector informal se incorpora a partir de estudios
realizados a inicios de la década de los setenta al
referirse al desempeño productivo del sector en el
contexto africano, pero fue difundido rápidamente a partir
de los trabajos del World Employment Program de OIT. Este
término más neutral ideológicamente,
surgía para calificar al conjunto de ocupaciones urbanas
que permiten la supervivencia de numerosos contingentes de
trabajadores que no logran insertarse en las empresas calificadas
como modernas. Este enfoque, particularmente basado en sus
inicios en una concepción dualista de la estructura
económica y de los mercados laborales, evidenciaba
también una perspectiva altamente optimista de las
posibilidades de desarrollo de
los países del Tercer Mundo. Constituía un
fundamento conceptual coherente con las políticas que las
misiones de asesoría de la OIT proponía a los
gobiernos del Tercer Mundo. Políticas éstas que, en
lo fundamental, propiciaban el aprovechamiento, mediante medidas
de apoyo y fomento de la productividad del sector informal, del
supuesto dinamismo y potencial integrativo manifestado por estas
actividades para asimilarse progresivamente al sector moderno y
la adopción
de políticas macroeconómicas que incorporaran
explícitamente objetivos de
empleo. Las PYMES surgen como alternativas de empleo de aquellos
trabajadores que no son absorbidos por el modelo de desarrollo
vigente. Para la mayor parte de los trabajadores
latinoamericanos, la pérdida de empleo asalariado o la
imposibilidad de su obtención, implica altos riesgos en
términos de las posibilidades de supervivencia.
En la década de los sesenta existieron esfuerzos
para explicar y atender el reciente fenómeno de las
iniciativas de supervivencia de los desempleados o no absorbidos
por el modelo de industrialización vigente. No obstante,
esta atención fue orientada a explicarlo como
crítica al capitalismo
industrial naciente en América
Latina y atenderlo desde la perspectiva de mitigación
de la pobreza, con
programas de subsidio y no fue visto como un elemento
posibilitador de emprendimientos que podrían hacer surgir
un nuevo componente económico de la sociedad de la
época.
De aquí que se entienda tradicionalmente como
PYMES a las unidades productivas que se caracterizan
por:
- Bajos índices de la relación
capital-trabajo; uso de tecnologías relativamente
simples, intensivas en mano de obra y generalmente de baja
productividad, con una débil división
técnica del proceso productivo. - Una escala relativamente pequeña de operaciones,
tanto en lo que respecta a los volúmenes de ventas de
flujo de capital y de como a los volúmenes de
trabajadores. Las unidades productivas unipersonales
(trabajadores por cuenta propia) son parte importante del
volumen total. - El propietario de los medios de
producción trabaja directamente en la unidad productiva
y recurre frecuentemente al trabajo de otros miembros del grupo
familiar, aunque eventualmente recurra al empleo de
trabajadores asalariados. - El aprovechamiento de las relaciones familiares y de
amistad suele
sustituir el precario acceso a los mecanismos de apoyo del
Estado, a la vez que frecuentemente también escapan a su
control. - Sus formas de vinculación, tanto a los
mercados de factores como de productos los obliga a comprar a
precios relativamente altos y a vender a precios relativamente
bajos. Lo que deriva de una frecuente inserción en
mercados competitivos en la base de una pirámide de
oferta dominada por oligopolios concentrados.
- Como consecuencia de todo lo anterior, estas unidades
se ven en la imposibilidad de acumular excedentes reinvertibles
y por lo tanto, en la mayoría de las veces reproducen
precariamente su existencia, remunerando de la misma manera a
sus trabajadores.
- Los Gobiernos y organismos internacionales de
cooperación multilateral del sistema de las Naciones Unidas
tradicionalmente han establecido que en las microempresas
laboran de una a cuatro personas y las pequeñas empresas
de cinco a nueve personas. Consecuentemente las medianas
empresas emplearán de diez a veinte personas y empresas
con más de veinte son consideradas grandes empresas.
Esta clasificación varia de país a país de
tal suerte que en países con poblaciones grandes (veinte
millones de habitantes) estas relaciones se
modifican.
En la actualidad el concepto SECTOR INFORMAL es parte de
la realidad que involucra no sólo al Tercer Mundo sino a
todos los países, principalmente cuando se integra al
proceso de desmasificación de la sociedad industrial,
resultado del acelerado proceso de tecnificación y
difusión de nuevas
tecnologías.
La micro y pequeña empresa se define ya no en
términos de marginalidad sino como una alternativa
productiva que permite la generación de procesos de
desarrollo local que garantice efectivamente la equidad en el
desarrollo
económico. El desarrollo de nuevas
tecnologías permite la emergencia de formas
productivas que apuntan a la sustitución de la
producción de masa por medio de las líneas de
ensamblaje y maquinaria y mano de obra especializada, por una
producción diversificada sobre la base de maquinarias de
usos múltiples que favorecen la descentralización de procesos.
Por otra parte, los límites intrínsecos al
modelo de producción de masas llevaron a las empresas, en
un intento de mantener sus anteriores niveles de rentabilidad, a
la experimentación con nuevas formas de
organización de la producción y gestión de
la mano de obra, caracterizables bajo el término general
de flexibilización, esto es, ajuste de los equipos a una
demanda variable, adaptabilidad de los trabajadores a tareas
variables,
posibilidad de variar empleo y la duración del trabajo en
función de la coyuntura, sensibilidad de los salarios a la
situación coyuntural de las empresas y del mercado de
trabajo. Modificaciones necesarias en la
organización de las empresas a fin de ejercer un mayor
control sobre un mercado caracterizado por su
inestabilidad.
En Latinoamérica este proceso es lento y
existen barreras que imposibilitan que la PYMES se conviertan en
una alternativa real de progreso y de generación de
crecimiento
económico en el ámbito nacional.
Entre estas sobresalen: 1- La consideración de
que la PYMES son un sector social y no económico. 2- El
acceso a fuentes de
recursos financieros limitados a programas de organismos
internacionales y ONG.
En la actualidad, al estar orientada la sociedad hacia
el fortalecimiento de los procesos de globalización y la generación de
procesos de gestión pública descentralizados,
posibilitarán que las PYMES sean afectadas en forma
positiva, principalmente porque a éstas les
corresponderá asumir el rol de dinamizadoras del desarrollo
económico local, así las PYMES serán el
vehículo idóneo para lograrlo con la mayor eficiencia y
eficacia.
Otros estudios (González Vega C., y Miller S. T.,
1993. ONUDI: 1996. Internacional Cooperation Development Fund:
1997), dan cuentan que las PYMES están llamadas a ser un
sector de importancia relevante para el desarrollo
socieconómico de las sociedades
centroamericanas, no obstante, de adolecer de sistemas
financieros adecuados y asesoría que garanticen su
reproducción y aporte al crecimiento
nacional.
Los puntos críticos para que el impacto de las
PYMES sea relevante residen en que su participación en las
economías nacionales no son consideradas en
términos económicos sino sociales, razón por
lo cual no son atendidas dentro de un marco de políticas
globales con el fin de garantizar un ambiente favorable para su
desempeño, integrando diversos instrumentos
de política, principalmente: tributarias; fiscales y
monetarias; políticas de crédito, políticas
de apoyo (capacitación tecnológica, asistencia
gerencial y mercadológica, simplificación y
desburocratización); y políticas de asociatividad.
Políticas con las que siempre a contado la empresa grande
principalmente aquella consideradas como el eje dinamizador
vinculada a la esfera del Estado.
Existe la paradoja de la informalidad e ilegalidad de
las PYMES no obstante de ser competitivas.
En general, los trámites estatales y el costo de trabajar
a derecho es alto. En su gran mayoría las PYMES en
Centroamérica son consideradas ilegales, producto de los
altos costos de los trámites legales y de lo largo del
trámite. Según información de la Fundación para del
Desarrollo
Sostenible, FUNDES, el trámite para formalizarse es de
aproximadamente trece meses, en la mayoría de
países. Junto a la necesidad de lograr obtener ganancias
ahorrando el pago de seguro social
y cargas patronales hace que aproximadamente más del 70%
de las PYMES se encuentren en sector informal.
El fomento de la micro, pequeña y mediana
empresa, ha sido desde hace varios años ya, una
preocupación de los países en desarrollo, como
mecanismo para promover el empleo productivo, fomentar el valor
agregado y favorecer una distribución más
equitativa. Las empresas pequeñas han ganado el titulo de
generadores de empleo, lo cual evidencia la enorme importancia
que revisten para las economías en desarrollo. En
términos de economías globalizadas, el aporte de
las pequeñas empresas es también amplio, se estima
que entre un 25% y un 35% de las exportaciones
mundiales de manufacturas provienen de pequeñas empresas.
En América
Latina y El Caribe, se estima que el 90% de las empresas son
pequeñas y medianas.
Existen ciertas características de las PYMES que
las hacen competitivas EN EL CORTO PLAZO tales como:
- La flexibilidad para enfrentar las distintas
necesidades del mercado y la adaptación a estas
variaciones según los gustos y preferencias del
consumidor. - Requieren de menos capital para iniciar las
actividades, y generan en proporción al capital
invertido, mas personal que
las grandes compañías. - Tienen menos dependencia tecnológica y de
infraestructura, lo cual le facilitan ubicarse en cualquier
espacio. - Mayor fluidez en las comunicaciones internas, adaptación de
resultados y a la existencia de mayores exigencias de
efectividad ante la escasez de los recursos. Originando con
ello una mayor capacidad de innovación. - Normalmente tienen una mayor capacidad para mejorar y
perfeccionar los productos elaborados por las grandes firmas,
ya que su capacidad de aprendizaje se
ajusta mas fácilmente. - Pueden mantener una relación mas estrecha con
los clientes, lo que les produce mayor oportunidad de retroalimentación. - Las estructuras
flexibles y pequeñas, facilitan el desarrollo de cadenas
productivas eficientes entre empresas de similares
tamaños. - Contribuyen a mantener la competencia en el mercado y
a conservar el espíritu empresarial.
Los trabajo de Trejos (1999), Castillo y Bonilla
(2000), Castillo y Chávez (2001), avanzan en la
definición al señalar una clasificación
que parte por identificar características particulares
de éstas, tales como, él definirlas desde una
perspectiva de unidad productiva que tiene objetivos de
acumulación de capital, lo que sería, desde la
perspectiva de las ciencias
empresariales, una típica empresa que maximiza sus
utilidades, hasta la unidad productiva que busca propiciar un
espacio de reproducción de la familia
desde una dinámica de subsistencia y no con la
perspectiva de mejorar su posición en el mercado en
procura de asumir mayores roles en la generación de
valor.
Un sesgo importante que presentan estos trabajos es la
perspectiva que privilegia a las PYMES en el ámbito de
la subsistencia y centran sus esfuerzos en explicarse esa
dinámica de funcionamiento de las PYMES.
Juan Diego Trejos Solórzano(1999), propone
caracterizarlas a partir de establecer una clasificación
minuciosa entre los micro productores a través de la
identificación de ramas de actividad formales y,
segundo, ampliando el tamaño del establecimiento para
identificar actividades de baja productividad denominadas por
el autor como de subsistencia. Para ello se incorporan
variables como los ingresos laborales, el tipo de aseguramiento
y las condiciones de empleo, adicionales al tamaño del
establecimiento, para proceder a la estratificación de
los sectores. Con estos elementos define tres estratos al
interior de las actividades productivas informales de baja
productividad con las siguientes
características:
- De acumulación ampliada: el
establecimiento permite remunerar a su propietario y generar
excedentes o ahorro y
puestos de trabajo que cumplen con la legislación laboral en cuanto al pago
del seguro de
salud y del
salario
mínimo. - De acumulación simple: la unidad
productiva sólo es capaz de regenerar el mismo proceso
productivo y para ello tiene que seguir prácticas
contractuales ahorradoras de costos salariales como el no
pago del salario mínimo o el aseguramiento
indirecto. - De subsistencia: apenas remunera
inadecuadamente a su propietario sin la retribución
correspondiente al capital productivo con lo que produce
descapitalización y no puede cubrir los costos
laborales de la seguridad social. (Trejos: 1999).
Para evitar la asociación unívoca entre
producción y pequeña escala e informalidad y
avanzar en la asociación de trabajadores con sus
establecimientos el autor procedió a revisar la
clasificación de actividades económicas a cuatro
dígitos (CIIU: 4 dígitos) y seleccionar aquellas
ramas que por la magnitud de los recursos necesarios para
operar (como electricidad,
gas y
agua, o
comercio al
por mayor), por la calificación requerida de los
productores (servicios técnico profesionales entre
otros) o por los requisitos legales indispensables para operar,
entre otros (farmacias, estaciones gasolineras, etc.) las sacan
de la esfera del sector informal. Con este procedimiento
se identificaron 43 ramas productivas que se clasifican
directamente como formales y todos los trabajadores dentro de
ellas pertenecen entonces a establecimientos
formales.
Estas ramas representaron en 1997 una cuarta parte del
empleo total en Centroamérica, casi un tercio del empleo
no agrícola y un 18% de sus trabajadores laboran en
establecimientos de 1 a 4 trabajadores. Cabe señalar que
una simulación realizada para aplicarle a
estas ramas los criterios de informalidad Vg. no tener
patentes, permisos legales y otros, llevan a que el 88% de sus
trabajadores quedarían clasificados como parte del
sector formal. Dado el escaso margen de los trabajadores que no
cumplen con los requisitos de formalidad y que pueden reflejar
también formas de precariedad laboral y dada la ganancia
de poder
asociar trabajadores con sus establecimientos, se introduce y
mantiene este criterio de ramas formales.
La principal falla de este enfoque es que sigue
explicando la dinámica de la pobreza y no la
viabilidad de los mecanismos de creación de las unidades
productivas de subsistencia como factores de crecimiento.
Nuestra opinión es que a las PYMES no se les puede
clasificar como elementos de informalidad que operan en
mercados formales, entendidos como ramas o segmentos
industriales y reconocidos por la Clasificación
Internacional Industrial Uniforme (CIIU). Si el 80% de los
trabajadores desarrolla actividades clasificadas como formales,
es injustificable que se les denomine como sector
informal.
Un estudio elaborado por Wilson Pérez de CEPAL
demostró, basado en una muestra de
empresas PYMES de 10 países latinoamericanos, Vg.
Argentina,
Brasil,
México, Chile,
Colombia,
Ecuador,
Perú, Venezuela,
Costa Rica y Uruguay, que
el peso relativo en la economía de estas empresas es
importante, dependiendo del tamaño de cada país.
La hipótesis principal de ese estudio es el
suponer que las pequeñas y medianas empresas
tendrían un protagonismo fundamental en el nuevo modelo
económico impulsado en Latinoamérica a partir de
las reformas de la década de los años ochenta.
Estas reformas privilegiaron el libre mercado en detrimento del
proteccionismo de que gozaron las empresas lideres de la
época. Se creía que las PYMES se
favorecerían de la reducción de privilegios de
que han gozado las empresas tradicionales, en cuanto las PYMES
mejorarían su peso relativo en el mercado. La
preocupación se genera a raíz de que al abrirse
el mercado aparecieron empresas transnacionales que compiten de
una forma tal que las PYMES, en vez de favorecerse se
perjudicaron con el libre mercado.
Los resultados del estudio de Pérez dan cuenta
de que las PYMES en la industria manufacturera son un actor
relevante, principalmente en materia de
empleo. Es decir, no perdieron presencia con las
transnacionales en el mercado.
En los países considerados grandes (Argentina,
Brasil,
México) las PYMES tienen una
participación importante en el sector industrial,
principalmente en productos alimenticios, ropa y textiles. En
los países de tamaño medio (Chile,
Colombia,
Ecuador,
Perú, Venezuela)
la participación de peso se da en la industria
alimenticia y químicas. Mientras que en los
países considerados pequeños (Costa Rica y
Uruguay) las
PYMES tienen la presencia abrumadora de la industria de
alimentos en
la producción industrial.
Pérez señala como elementos nuevos el
hecho de que "… las industria de alimentos y
productos químicos son importantes en la
producción de las PYMES en todos los países,
mientras que algunos de los sectores industriales generalmente
asociados con las empresas de este tamaño
(producción de ropa y calzado) no tienen mucha
importancia en su estructura productiva. Los productos de cuero
son irrelevantes en la estructura productiva de las PYMES, por
su parte la producción de ropa tiene un peso menor que
la producción de textiles, sin llegar ni siquiera al 10%
de la producción de las PYMES ningún país,
aunque se carece de información que permita indicar si esta
situación ha sido constante a largo plazo" (Pág.
6)
El estudio demuestra que las PYMES no constituyen un
agente económico estancado en el periodo posterior a las
reformas económicas. Estas empresas aumentaron su
participación en la producción industrial total
en Argentina, Chile, México, Uruguay y Venezuela.
Mientras que en Brasil, Costa Rica, Colombia Ecuador y
Perú a pesar de perder participación,, aumentaron
su producción total. Es decir no gana pero no pierde.
Otro factor relevante es el hecho de que la producción
de las PYMES se oriento a productos tecnológicamente mas
avanzados que el promedio de países. Los textiles y ropa
muestran por lo general rendimientos deficientes.
Digno de rescatar del estudio de Pérez es la
evaluación de los factores que determinan
el desempeño de las PYMES. En este tema se apunta que
las reformas económicas, las condiciones
macroeconómicas, la profundidad y complejidad de la
estructura industrial y el impacto de las políticas
orientadas a apoyar y fomentar el desarrollo de estas empresas,
se combinan y crean condiciones para buenos y malos
desempeños. Pérez señala que las
políticas publicas orientadas al apoyo y fomento de las
PYMES no tuvieron ningún peso en lo encontrado. Son los
efectos de las condiciones macroeconómicas vía
tasa de inflación y comportamiento del PIB; las
reformas económicas y la profundidad y desarrollo de la
estructura industrial, las que intervienen para influir el
desempeño de las PYMES. En síntesis
estos factores contribuyen para el buen o mal resultado en la
gestión de las PYMES. Todo ello puede haber fortalecido
la capacidad de las PYMES para enfrentar la competencia y
volverlas más flexibles para reaccionar ante los cambios
que se producen en el ambiente económico. Sin embargo,
en el estudio queda claro que son las condiciones
macroeconómicas (crecimiento del PIB y
estabilidad de precios) las que tuvieron un mayor peso en el
desempeño de las PYMES en el periodo
evaluado.
Es claro entonces que las empresas tienen importancia en
la economía por su aporte a la productividad de un
país adicionado al aporte en la generación de
empleo.
No pueden ser consideradas empresas PYMES las
iniciativas de sobrevivencia de los pobres y marginados, que la
mayoría de organizaciones sociales públicas y
privadas llaman microempresas. En éstas iniciativas
generalmente operan personas o grupos de personas que no generan
valor agregado a la actividad a la que se dedican. Por ejemplo:
vendedores ambulantes de bienes tipo buhoneros. Estas iniciativas
deben de ser objeto de programas sociales que les garanticen el
acceso a servicios financieros o de capacitación que los
habilite para insertarse en el sector económico MYPE, de
la sociedad.
Las empresas no solo se enfrentan en el mercado de
bienes y servicios, sino también luchan en el mercado de
los proveedores, el mercado del empleo, el mercado de
capitales, el de la tecnología, entre otros. La
presente investigación demuestra que las empresas
PYMES poseen cierta capacidad de competencia en cada uno de los
mercados mencionados anteriormente; son capacidades parciales de
competencia. La competencia es multidimensional. De tal forma que
la competitividad global de la empresa no es igual a la suma de
sus capacidades parciales de competencia, sino a la más
pequeña de ellas. Las capacidades parciales no se
compensan. Una empresa fuerte en mercadeo pero subutilizada tiene
una capacidad de competencia total débil. Muchas PYMES son
sacadas del mercado por empresas que lo único que tienen
es capacidad financiera.
La competitividad no es un estado empresarial al cual se
llega, sino que es la continua búsqueda de mejorar el
desempeño en todas las áreas que integran una
empresa. El ser competitivo hoy no garantiza per se la
competitividad mañana. No se es competitivo de una vez y
para siempre sino que se debe estar construyendo y en su
búsqueda de forma permanente, es una lucha sin
fin.
Las empresas PYMES han mostrado su importancia en las
economías de los países latinoamericanos. En Costa
Rica esta importancia también es significativa no
obstante, de tener menos reconocimiento que en otros
países. Las condiciones en las cuales las PYMES compiten
no son las más adecuadas en cuanto estas se insertan en
una economía de competencia imperfecta, dominada por
condiciones oligopólicas, en donde la capacidad de
negociación con los proveedores; los
consumidores y los entes financieros son inexistentes. De tal
manera que la sobrevivencia es efímera, esto es, algunas
perduran con el ciclo de vida
del producto que comercian o producen, otras con el ciclo de los
mercados, o se agotan con el nicho de mercado al cual dirigen sus
esfuerzos.
No obstante de tener un panorama no muy
halagüeño, ha sido evidente, en el transcurso de esta
investigación, que las PYMES podrían
encontrar oportunidades de entorno, esto es: existe una
expansión en los negocios
internacionales de Costa Rica como país, en las cuales
se podrían insertar las PYMES como proveedores de
servicios y de facilitadores de los procesos que gobiernan las
grandes empresas tales como INTEL, entre otras, que están
en el país y de las han mostrado interés
por los facilidades que les da Costa Rica. Esto sin dejar de
acentuar su fortaleza actual como lo es la
flexibilidad,
Las PYMES muestran debilidades endógenas que
tienen su origen la génesis. Estas debilidades se
identifican principalmente en problemas para
la Gestión
Empresarial, en la Comercialización y en la
Gestión Financiera, en cuanto que las condiciones de
tecnología están dadas y que la producción
se realiza con mayor o menor deficiencia. En lo concreto se
observa que si no produjeran (bien o mal) simplemente no
estaríamos hablando de ellas. Estos elementos lo que nos
permiten es apuntar a realizar una prioridad de los
problemas.
La Cooperación Internacional debe jugar un
importante papel como
dinamizador del desarrollo, fortalecimiento y
consolidación sostenible del proceso.
Se establece que el éxito
de las políticas depende en gran medida de que los
empresarios abandonen la lógica
de la sobrevivencia y la prioridad en el corto plazo, por
visiones estratégicas en las que la productividad, la
calidad y los
compromisos con la sociedad sean los principios que
guíen la gestión empresarial.
El modelo ARV de competitividad que hemos desarrollado
se recomienda como base para la clasificación de aquellas
empresas PYMES que requieren de apoyo para mejorar su
competitividad. La forma en que opera permite, mediante la
determinación de la COMPETITIVIDAD actual (esto es
midiendo su productividad y rentabilidad), establecer que
aspectos de la Gestión Empresarial, la Gestión de
la Comercialización y/o la Gestión Financiera
necesitan ser reorientadas en pro de su fortalecimiento y con
ello garantizar la COMPETITIVIDAD en el mediano y largo plazo.
Entidades bancarias, públicas o privadas; con o sin fines
de lucro, para otorgar créditos pueden recurrir a nuestro modelo y
de esa forma determinar con alto grado de precisión los
destinos de los fondos que oferten (Por ejemplo: para que mejoren
su tecnología gerencial, su posición en el mercado
introduciendo innovación en el producto, entre otros); lo
mismo las instituciones que prestan servicios de
capacitación y asistencia técnica al sector
empresarial PYMES pueden recurrir a nuestro modelo para
establecer las áreas de desempeño que requiere la
empresa para mejorar su competitividad.
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ALVARO RIVAS VILLATORO
ECONOMISTA
MSc. en POLITICA ECONÓMICA
PhD. en Ciencias Económicas y
Empresariales
EXPERIENCIA PROFESIONAL: Experto en
Identificación, Formulación y Evaluación
de Proyectos de Inversión. Ha realizado trabajos de
gestión ante la Cooperación Internacional Bilateral
en los campos de la formulación y gestión de
proyectos.
Especialista en estudios de factibilidad
financiera, manejo del riesgo en las inversiones y
Planificación Estratégica
Empresarial. Fue, por 5 años director de programación y evaluación
de proyectos del Centro de Capacitación para el
Desarrollo (CECADE). Fue Director Ejecutivo del CENAP, empresa de
capacitación a micro y pequeños empresarios urbanos
y rurales; y director nacional de proyectos de Action Aid,
agencia de cooperación internacional en El Salvador.
Asesor en Planificación Estratégica de CIERI,
Organización cubana de cooperación al desarrollo.
Docente Universitario en Estrategias
Empresarial, Políticas Públicas y los Proyectos de
Inversión.
INVESTIGACIONES Y PUBLICACIONES. Tesis Doctoral:
MODELO DE COMPETITIVIDAD PARA MICRO Y PEQUEÑAS
EMPRESAS. Tesis de
Maestría en Política
Económica: LAS FACILIDADES PARA EL
ESTABLECIMIENTO DE INDUSTRIAS DE
EXPORTACIÓN EN COSTA RICA. Es
coautor del Manual de
Capacitación a Técnicos de Campo: PROYECTOS
DE INVERSION PARA PEQUEÑA EMPRESA RURAL, publicado
por el Instituto Interamericano de Cooperación
Agrícola IICA. También participo en la
elaboración de la publicación PROGRAMA DE
CAPACITACION PARA ELABORACION DE PEQUEÑOS PROYECTOS DE
INVERSION, publicado por el CECADE y la Editorial
Porvenir. COMPETITIVIDAD EN COOPERATIVAS
AGROPECUARIAS, publicado por UTAN GRANSER, El Salvador,
1998. Cuenta en su haber artículos en revistas
especializadas sobre temas sobre el Ajuste Estructural, zonas
francas. Ha realizado varios proyectos de capacitación, de
fondo de crédito rural, institucionales, agropecuarios e
investigación especializada.
ESTUDIOS ACADEMICOS. BSc. en Economía:
Universidad Latina de Costa Rica. Maestría en
Política Económica mención en Sector Externo
y Relaciones
Internacionales por la Universidad Nacional de Costa Rica.
Estudios en la Maestría en Computación énfasis Sistemas de
Información en El Instituto Tecnológico de
Costa Rica. A realizado cursos de
Análisis de riesgo en las inversiones en
INCAE. Candidato a PhD del programa de Doctorado en Ciencias
Económicas y Empresariales, del Centro de Estudios de
Postgrados, CEP, de la Universidad Latina de Costa
Rica.
EXPERIENCIA DOCENTE. UNIVERSIDAD NACIONAL:
Escuela de
Planificación y Educación. Cursos:
Contabilidad y
Formulación y Evaluación
de Proyectos. INSTITUTO CENTROAMERICANO DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA (ICAP):
Maestría en Gerencia de
Proyectos. Cursos de Economía para Gerentes,
Macroeconomía y Toma de
Decisiones. FUDEPOS-UCR. Maestría en Administración
de Proyectos. Curso: Economía para Gerentes.
UNIVERSIDAD LATINA DE COSTA RICA: Escuela de
Relaciones
Internacionales: Profesor de Finanzas
Internacionales y Economía
Internacional. Escuela de Economía: Teoría
Monetaria, Comercio
Internacional, Formulación y evaluación de
Proyectos. Centro de Estudios de Postgrados: Profesor de
Formulación y Evaluación de Proyectos de
Inversión; Estrategia Gerencial y Análisis
Cuantitativo para la Toma de Decisiones, en la Maestría en
Administración de Negocios
(MBA).