Enrique Viloria Vera
- Premios
- Naturaleza de la
Globalización - Reseña
histórica - Los factores
promotores - Las instituciones
impulsoras - Principales críticas a
la Globalización - Los mitos
de la Globalización - Los
asuntos ecológicos - El
futuro de los Estados-Nación y la gobernabilidad
mundial - Los
conflictos sociales: el desempleo y la
pobreza - La
pretensión de una cultura
única - Citas y
notas - Bibliografía
General
"El capitalismo,
nuevamente triunfante, probablemente tiene que volver a
inventarse a sí mismo. Las cosas que dimos por
supuestas, como los estados naciones y las grandes organizaciones,
parecen ser impedimentos al progreso en lugar de ayudar a
conseguirlo."
Charles Handy
"… Conviene distinguir entre globalización y neoliberalismo. Se puede – y se debe
criticar- al neoliberalismo
radical y, al mismo tiempo, defender
la
globalización. La idea de una economía regulada por
el mercado, al
margen de todo control
político-social, es obviamente absurda: el movimiento
incontrolado de los capitales financieros es peligroso; ahora
bien, si algún remedio hay que poner ha de ser dentro del
marco nuevo e imparable de la
globalización. No se puede volver hacia formas caducas
de Economía
dirigida ni hacia Estados proteccionistas. Habrá que
configurar nuevos medios de
control social en
permanente ósmosis con la aceleración
tecnológica y dentro del paradigma
ecológico de un desarrollo
sostenible".
Salvador Pániker.
"… Creo que la globalización – supresión de
las barreras al libre comercio y
la mayor integración de las barreras nacionales
– puede ser una fuente benéfica y su potencial es el
enriquecimiento de todos, particularmente los pobres; pero para
que todo esto suceda es necesario replantearse profundamente el
modo en que la globalización ha sido gestionada,
incluyendo los acuerdos comerciales que tan importante papel han
desempeñado en la eliminación de dichas barreras y
las políticas
impuestas a los países en desarrollo en
el transcurso de la globalización "
Joseph E. Stiglitz.
Desde hace cerca de treinta años venimos
ocupándonos de una cara de la realidad económica
mundial: la hoy llamada Globalización. En esta
oportunidad, alarmados y advertidos por lo que viene ocurriendo
en el mundo, a pesar de las mejoras y mayores beneficios sociales
y económicos que se derivan de la Globalización
productiva y comercial, hemos querido analizar el envés,
el anverso, de esta realidad globalizadora que, día a
día, concita el interés y
promueve la inquietud de analistas, académicos, organizaciones
civiles y multilaterales, que coinciden en que, a pesar de todo
el progreso alcanzado, el mundo camina al borde del abismo, y que
la pobreza
será el detonante para echar abajo todo lo
construido.
Enrique Viloria Vera
I. La naturaleza de la
globalización
El vocablo globalización se aplica de manera
extendida a realidades y fenómenos de naturaleza
distinta. En nuestro caso, vamos a referirnos a él como un
proceso nuevo,
aunque de viejas raíces históricas, de carácter
fundamentalmente económico y que tiene su mayor
expresión en dos dimensiones empresariales: la comercial y
la productiva. En efecto, sólo en 1960, es que comenzamos
a escuchar el término "multinacional" aplicado a aquellas
empresas que,
luego de la Segunda Guerra
Mundial, comenzaron a expandir sus actividades productivas y
comerciales en el exterior, invirtiendo de manera directa,
creando en consecuencia, a lo largo de unos cuantos años,
un conjunto de empresas filiales
que era menester controlar y armonizar sus políticas
dentro de una visión de conjunto que, inevitablemente,
debía propiciar y provenir de sus respectivas casas
matrices. Como
bien lo precisan Miclethwait y Wooldrige; es a partir de los
años 90 del siglo XX que:
"…las multinacionales comienzan a actuar como
verdaderas organizaciones integradas, en lugar de una liga de
compañías nacionales afiliadas que tenían
en común, compartían, un mismo nombre"
(1)
Por su parte, más frecuentemente, el
término globalización se refiere a la
diseminación mundial de facilidades y procesos
productivos que producen una nueva división internacional
del trabajo. En este sentido, una nada despreciable cantidad de
autores e investigadores de la globalización están
de acuerdo en que la misma se aplica a la diversificación
de las finanzas,
inversiones,
producción, gerencia,
ventas,
empleos, información y tecnología que cruza,
atraviesa fronteras nacionales, y debido a su mayor eficiencia, los
competidores que actúan en diferentes entornos, ponen en
práctica variables y
políticas económicas que tienden a transformarse en
prácticas y normas globales
de actuación en el ámbito empresarial. En este
sentido, el controversial empresario Georges Soros equipara a la
Globalización con "el desarrollo de
mercados
mundiales y el crecimiento de corporaciones transnacionales con
su creciente dominio sobre las
economías nacionales".
En una línea de crítica académica
en contra de la actuación y conducta de las
corporaciones globales, Jerry Mander, en un difundido
artículo titulado The Rules of the Corporate
Behavior, expresa lo siguiente:
"El principal factor que determina la conducta
corporativa tiene que ver más con las estructuras
que con la gente que trabaja…Las principales reglas o
normas que
rigen la conducta de las corporaciones globales están
relacionadas con estos asuntos:
- La rentabilidad como imperativo.
- El crecimiento como requerimiento.
- Competencia y agresividad.
- Amoralidad.
- Jerarquía.
- Cuantificación linealidad y segmentación.
- Deshumanización.
- Explotación
- Efimeridad y movilidad.
- Oposición a la naturaleza.
- Homogeneización". (2)
Muchas de estas afirmaciones de Mander y de otros
investigadores han convertido a las corporaciones o empresas
globales, ejecutoras por demás de la Globalización
comercial y productiva, en blanco de ataques y comentarios en
contra de su manera de actuar y proceder, de una lógica
empresarial que tiene como prioridad a la propia empresa, en
detrimento de otros actores como pueden ser sus trabajadores, su
país de origen o los países huéspedes de sus
inversiones
directas.
En este mismo orden de ideas, Sitiglitz confirma
que:
"los críticos de la globalización acusan
a los países occidentales de hipócritas, con
razón: forzaron a los pobres a eliminar las barreras,
pero ellos mantuvieron las suyas e impidieron a los
países subdesarrollados exportar productos
agrícolas, privándolos de una angustiosamente
necesaria renta vía exportaciones…" (3)
Durante la década de los setenta del siglo pasado
se dedicaron innumerables estudios para denunciar los efectos
económicos y políticos de las empresas
multinacionales/globales. Desde entonces, algunas reglas de
conducta han sido modificadas, otras, las fundamentales,
continúan vigentes, ofreciendo un caldo de cultivo
propicio para las criticas antiglobalizadoras.
En este sentido, como bien lo constatan Daniel Yergin y
Joseph Stanislaw:
"La palabra Globalización,
acuñada hace aproximadamente una década, se ha
convertido en una descripción más que familiar del
proceso de
integración e internacionalización
de las actividades y estrategias
económicas. Sin embargo, el término ya ha sido
superado por los hechos. Paulatinamente, veremos emerger una
realidad. Éste no es proceso sino una condición,
un estado: una
globalidad, una economía mundial en la cual las
fronteras tradicionales y conocidas son desbordadas o se tornan
irrelevantes."(4)
Mucho menos tajante en sus apreciaciones sobre el
carácter destinista, teleológico, de
la Globalización es Michel Camdessus, ex–Presidente
del Fondo Monetario
Internacional, (F.M.I), quien, en una entrevista
realizada por la revista
Foreign Policy y reproducida en El Nacional de
Venezuela del
27 de Agosto de 2000, muy probablemente desde lo tanto visto y
experimentando durante sus trece años en el F.M.I.,
comenta:
"La Globalización no es el destino de la
humanidad. Pero sí creo que el destino de la humanidad
se desarrolla en sí mismo en el marco de esa prolongada
tendencia de unificación del mundo. La
Globalización es sólo la aceleración de
ese proceso. Esto no es un artículo de mi fe religiosa;
es una observación histórica que nos
conduce a tomar muy en serio el fenómeno, con sus
oportunidades y sus riesgos.
Pero no ver en la Globalización oportunidades para unir
más a la raza humana, trabajando unidos por la
prosperidad común, es como boxear con una mano
detrás de la espalda".
En fin, como bien lo sentencia Ignacio Ramonet: "la
globalización no aspira tanto a conquistar países
como a ganar mercados".
De acuerdo con los historiadores económicos, la
Globalización, o mejor dicho el movimiento
hacia este fenómeno contemporáneo que ha permitido
y exigido la vinculación de las realidades internas de los
Estados- Nación
con su contexto externo, comienza a intensificarse después
la Segunda Guerra
Mundial, aun cuando tiene sus antecedentes en las primeras
inversiones que, a finales del siglo XIX, se realizaron en los
EEUU y Europa. En
efecto, recordemos que las primeras inversiones directas, es
decir, aquellas que implican un control sobre otra empresa
pre-existente o la creación de una nueva, fueron
efectuadas por Bayer (1865), Nobel (1866) y Singer (1867), en los
Estados Unidos
de América, aprovechando las transformaciones
que habían ocurrido en ese país, sus ventajas en
términos de localización y el impulso que la
primera Revolución
Industrial le dio a las actividades de carácter
textil, aunados a la necesidad de integrar un país de una
costa a la otra, la Este con la Oeste.
A partir de ese momento, con las inevitables y dolorosas
interrupciones que significaron las dos guerras
mundiales, las empresas, y en especial las norteamericanas,
iniciaron un lento, continuo y decidido proceso de
expansión internacional, introduciendo nuevos productos,
ganando nuevos mercados, mediante la Inversión
Extranjera Directa. Las cifras hablan por si solas: en 1985,
el monto de inversiones extranjeras directas era de 50 millardos
de dólares americanos, en el 98 de 664 millardos y para el
2000, 800 millardos; en 1998 existían 6000 empresas
multinacionales /globales que controlaban 500.000 filiales
diseminadas a lo largo y ancho del planeta. Estas redes globales emplean tan
sólo a nivel mundial a unos 200 millones de trabajadores
(de los casi 3000 millones de gentes que trabajan para vivir en
todo el planeta); igualmente, generan el 30% del Producto
Interno Mundial y representan 1/3 del comercio
mundial. Para fines del siglo XX, se podía hablar con
propiedad de
unas empresas globales que poseen estas características:
- Actúan en muchos países tanto del
hemisferio occidental como del oriental. - Actúan, según el caso, como
suplidores o productores globales. - La propiedad
de sus acciones
es colectiva, sin que existan grupos
homogéneos o individualidades que puedan considerarse
como sus exclusivos o únicos propietarios. - Compiten entre sí en muchos
países. - Buscan incrementar su presencia en los mercados
foráneos, mediante la Inversión Directa, creando filiales
propias, adquiriendo empresas pre-existentes o
asociándose con empresas locales. - La mayoría de las transacciones comerciales
mundiales, del orden de 11 millardos de dólares
americanos, se realizan en el seno de estas empresas
globales, mediante intercambios entre y dentro de ellas de
materia
prima, productos, partes y servicios. - La dirección y la alta gerencia
es ejercida por nacionales de países diversos, sin que
el hecho de ser nacional del país de origen de la casa
matriz
tenga una influencia significativa en la selección o promoción del personal de
la empresa
global. - Y, lo que es fundamental, las actividades
comercial, productiva, financiera, logística, de recursos
humanos y cualquiera otra de relevancia, son controladas
y planificadas por una casa matriz o
centros corporativos que las optima en función de las economías de
escala,
producto
de las interdependencias existentes dentro del grupo,
sobre todo cuando se trata de empresas productoras
multi-plantas,
es decir, que sus instalaciones industriales se encuentran
repartidas a nivel mundial y existe una
especialización de la producción en cada una de sus
filiales.
El siguiente cuadro nos ayudará a entender mejor,
atendiendo a determinados criterios, cuando nos encontramos en
presencia de una empresa
más o menos global.
Gradación
Multinacional
Tipo de menor grado ― mayor
grado
Actividad Bajo Medio Alto
Decisión de ubicar planta | individual c /país | regional ( planta Europa/ | global |
Integración de producción | baja | media | partes se intercambian |
Integración de mercados | baja | media | alta |
Integración de flujos | baja (todos a la matriz) | media | alta ( muchas operaciones financieras entre hermanas) |
Nacionalidad de los accionistas | baja (pocas nacionalidades) | media | alta; ninguna nacionalidad tiene control |
Medida de rentabilidad subsidiarias | baja (autónoma cada una por si sola) | media | Alta (rentabilidad centralizada) |
Grado de control de mercados | ninguno | oligopolio | monopolio |
Desarrollo tecnológico | inicialmente para mercado doméstico | con uso en Mercadeo internacional | transferido de inmediato a operaciones en ultramar |
Fuente: James Otis Rodner. La
Inversión Internacional. Edición
Privada Caracas, 2001
Hay coincidencia entre los estudiosos del
fenómeno globalizador en que las grandes empresas
actuantes en el escenario internacional, lo hacen atendiendo a
cuatro grandes motivaciones:
- El incremento de las ventas de
sus productos o servicios. - La adquisición de recursos de
diferente índole: naturales, tecnológicos,
bienes
intermedios, capital e
información. - La diversificación de las fuentes de
ventas y suministros con la finalidad de minimizar los riesgos
y aumentar, por consiguiente, las ventajas que conlleva
cadenciar las diferencias de ritmo de los ciclos
económicos, recesiones y expansiones que suceden y
ocurren en las diferentes economías donde
actúan. - La reducción considerable del riesgo
competitivo que se traduce en evitar, en lo posible, beneficiar
o abrirle espacio a sus competidores reales o
potenciales.
Sin embargo, a pesar de esta realidad innegable de la
Globalización, estudiosos de sus magnitudes y efectos
señalan lo siguiente:
"Vivimos, sin embargo, en un mundo paradójico.
Pese a los extraordinarios avances de la Globalización,
los mercados internos absorben más del 80% de la
producción mundial, nueve de cada diez trabajadores
están ocupados en abastecer los mercados nacionales, el
95% de la inversión se financia con ahorro
interno y los acervos científicos-tecnológicos
domésticos constituyen el sustento del cambio
técnico… En verdad, la inmensa mayoría de las
personas nace, trabaja, cría a sus hijos y concluye sus
días rodeada por sus coterrárenos y en el
ámbito de su propio hábitat. La
Globalización coexiste, pues, con el peso decisivo de la
cultura, los
mercados y los recursos
propios. La articulación de esta dimensión
endógena de la realidad con su contexto externo
determina el desarrollo o el atraso de los países.
"(5) el subrayado es nuestro.
Existe consenso entre los analistas y estudiosos del
fenómeno globalizador en considerar el siguiente conjunto
de factores como los elementos propulsores o dinamizadores de la
Globalización.
A. La innovación
tecnológica
Nadie pone en duda que el siglo XX fue el tiempo de los
grandes inventos, las
llamadas Primera y Segunda Revolución
Industrial y, en especial, esta última, permitieron, a
pesar de la intolerancia de la humanidad traducida en guerras y
genocidios sin justificación, un rápido incremento
y expansión de la tecnología. En
efecto, como bien lo expresa Eitel H. Lauría:
"la tecnología, insinuada por los sabios de la
antigüedad, posibilitada por la Europa del Renacimiento y
desarrollada con ritmo acelerado por la Revolución
Industrial, ha alcanzado con la alta tecnología una
dimensión crítica. A partir de ahora el destino
de la humanidad queda irremediablemente ligado a la
tecnología."(6)
Más recientemente, las llamadas TIC, las
tecnologías de información y comunicación, y en especial, con el
desarrollo y rápida extensión de la Internet, la red de redes, han hecho ciertamente
al mundo más global, permitiendo la transmisión de
imágenes, textos y voces. Esta nueva
realidad, se suma a productos y sistemas que
hacen que la sociedad
contemporánea se vea realmente sorprendida e invadida por
un aluvión de nuevos inventos que ha
posibilitado el desarrollo creciente de la ciencia y
la tecnología. Las empresas globales, por supuesto, han
sido, a la vez, testigos, protagonistas y usuarias de estas
innovaciones que han hecho viable y efectiva a la
Globalización.
Ignacio Ramonet, tajante, expresa que:
"las tecnologías de la información y
la
comunicación junto con la revolución digital, nos han hecho entrar,
nolens volens, en una nueva era, cuyas características fundamentales son la
transmisión instantánea de datos
inmateriales y la proliferación de los vínculos y
las redes electrónicas. Internet, es el
corazón,
la encrucijada y la síntesis
de la gran mutación en curso. Las autopistas de la
información son a la hora actual lo que fue el
ferrocarril a la era industrial: poderosos factores de impulso
y de intensificación de los intercambios."
(7)
En fin, haciéndonos eco de lo expresado por
analistas y estudiosos de esta relación entre ciencia,
tecnología y globalización podemos afirmar
que:
"La tecnología de la información a
través de las computadoras
está creando "un mundo entramado" al promover las
telecomunicaciones, la coordinación, la integración y los
contactos, a una velocidad y
escala de
cambio que
excede, con mucho, la capacidad de manejo y control de
cualquier gobierno. Las
conexiones cada vez más veloces hacen que las fronteras
nacionales resulten cada vez más frágiles, y en
lo que se refiere a ciertas formas de control, crecientemente
irrelevantes." (8)
- Liberación y desregulación
jurídica
Desde la segunda mitad del siglo XX, países,
empresas e instituciones
vienen propiciando la abolición, la supresión de
las fronteras que impiden y restringen la libre
circulación tanto de productos y servicios como de los
recursos necesarios para su producción: trabajadores y
capital. A
pesar de que este proceso de liberación y
desregulación no ha sido rápido, y en algún
caso errático existe absoluta conciencia de la
existencia de tres nuevas convicciones por parte de los
ciudadanos, de los consumidores a nivel global:
- El deseo de un mayor acceso a una mayor diversidad
de bienes y
servicios a precios
más bajos. - La realidad de que los productores nacionales
aumentan su eficiencia
para dar respuesta a la producción foránea, a
los competidores externos. - La presión cada vez más manifiesta
de determinados países e instituciones para inducir a otros
países a reducir las barreras arancelarias impuestas a
las importaciones de bienes y
servicios.
A estas percepciones y convicciones cívicas y
comerciales, se suman al final del siglo XX, realidades y
circunstancias que pueden resumirse de la siguiente
manera:
"El final de la Unión Soviética y del
comunismo han
rediseñado el mapa de la política mundial y
prácticamente anulado las ideologías como factor
predominante en las relaciones
internacionales. El crecimiento de los mercados de capital
y la paulatina caída de las barreras al comercio y a
las inversiones unen cada vez más a los mercados y
promueven un flujo más libre de ideas. El advenimiento
de mercados emergentes genera dinamismo y nuevas oportunidades
a escala masiva para la economía
internacional. Empresas nacionales se convierten en
operadores internacionales; y las compañías, ya
tengan larga experiencia en el comercio
internacional o sean nuevas en ese ambiente, se
apresuran a generar estrategias
globales." (9)
De esta forma, la desregulación del comercio y
las telecomunicaciones, la democratización de
la información, la tecnología y del capital, aunado
a un intenso proceso de privatizaciones ocurrido a nivel mundial-
que llevó incluso, al reciente Premio Nobel de
Economía, Joseph Stiglitz a afirmar, ante los eventos del 11 de
septiembre en New York: "hay
ciertas actividades, como la seguridad de los
aeropuertos que no deben depositarse exclusivamente en la esfera
privada", han propulsado y otorgado vigor a un proceso de
globalización creciente e indetenible.
3. Las instituciones
impulsoras
Recordemos que la Conferencia de
Bretton Woods, celebrada en Julio de 1944 en la pequeña
ciudad del mismo nombre, situada en la Costa Este de los EEUU,
agrupó 44 representantes de diferentes naciones del
hemisferio occidental con el propósito de proponer y
acordar las políticas y principios que
serían utilizados para la re-organización financiera y monetaria de la
posguerra. De esta reunión surgieron dos de las
principales instituciones promotoras de la Globalización:
el Banco
Internacional de Reconstrucción y Desarrollo, mejor
conocido como el Banco Mundial
(B.M.) y El Fondo Monetario
Internacional (F.M.I.); dos organizaciones que
tendrían bajo su responsabilidad dirigir el proceso, establecer los
mecanismos, y definir los incentivos y
regulaciones necesarios para reconstruir la economía
mundial de la postguerra. (10)
Por otra parte, es también conveniente recordar
que, en 1947, un grupo de
países suscribió el Acuerdo Internacional sobre
Comercio y Tarifas Aduaneras, mejor conocido por sus siglas
GATT. En efecto,
en enero de 1948, el acuerdo suscrito por 23 naciones (12
desarrolladas y 11 en desarrollo), comenzó a promover la
intensificación del comercio
internacional mediante la eliminación progresiva de
las barreras y tarifas aduaneras existentes, cuya finalidad era
proteger industrias
nacionales o nichos específicos de mercado de
empresas de un determinado país o región.
Progresivamente, mediante el uso de rondas de negociación, el GATT, convertido luego en
la
Organización Mundial del Comercio (O.M.C.), fue
cumpliendo su misión de
acelerar el proceso de liberación arancelaria y promover
el libre comercio de
bienes y servicios, tal como se evidencia en el presente
cuadro:
Evolución del proceso de
liberación arancelaria
Ronda | N° de países | Principales Resultados |
Ginebra, 1947 | 23 | 45.000 Concesiones arancelarias |
Uruguay, 1950-51 | 32 | 8.700 Concesiones arancelarias |
Kennedy, 1966-67 | 74 | 30.000 Concesiones arancelarias. |
Tokio | 99 |
|
Uruguay, 1986-91 | 128 |
agricultura, textiles y la propiedad |
Fuente: The Potential Economy of
a the World Trade System. Oxford Press, 1995
Ahora bien, en el siguiente gráfico, observaremos
el proceso histórico que llevó al GATT a
trasformarse, en 1995, en la
Organización Mundial del Comercio (O.M.C). Para los
antiglobalizadores, la O.M.C. vino a sumarse a los citados
Banco Mundial
(B.M.) y Fondo Monetario Internacional (F.M.I.), como una
más de las organizaciones
pro-globalización.
DEL GATT A LA | |
1947 Creación del GATT (Acuerdo General de Aranceles y Comercio) Ronda | |
1948 Ronda La Habana | |
| |
1949 Ronda Annecy 1950 reducción | |
| |
1951 Ronda Torquay | |
| |
1960 Ronda Dillon 1961 20% de reducción sobre 20% de productos | |
| |
1964 Ronda Kennedy 1967 30% de reducción | |
| |
1973 Ronda Tokyo 1979 Eliminación de | |
| |
1986 Ronda Uruguay 1994 Nuevas reglas de Desacuerdo sobre agricultura y servicios | |
| |
1995 1996 1998 1999 2001 | Creación de la OMC Conferencia de Singapur Conferencia de Ginebra Conferencia de Seatle Conferencia de Doha |
Continuando con su labor liberacionista y desreguladora,
el GATT, ahora O.M.C., apoyó la idea de que también
era importante ocuparse de los servicios y de su
desregulación a nivel internacional, sobre todo teniendo
en cuenta lo difícil que es definir con precisión
un servicio, a
pesar, por supuesto, de su clara diferenciación de un bien
concreto,
tangible.
En todo caso, el Acuerdo General para Comercio de
Servicios (GATS), suscrito durante la Segunda Ronda de Uruguay,
identificó las modalidades más tradicionales de
servicios que se prestan a nivel internacional:
- Servicios que cruzan las fronteras nacionales, es
decir, servicios servidos por un país a otro (las
llamadas telefónicas internacionales, por
ejemplo). - Consumo en el exterior realizado por personas o
compañías que utilizan un servicio
foráneo, mientras desarrollan actividades personales,
familiares, turísticas, comerciales o financieras en
otro país. - Presencia comercial que implica la
instalación, por parte de la casa matriz, en un
país extranjero de una subsidiaria que provee
servicios financieros o comerciales. - Presencia de personas naturales, se refiere
fundamentalmente a los servicios técnicos
profesionales (los expertos) que ofrece una persona
calificada en un país extranjero.
A estas organizaciones, surgidas después de la
postguerra, se han añadido otras de carácter
multilateral, tanto políticas, económicas o de
reflexión ciudadana, que han sido objetivo,
blanco preferido, de los movimientos y grupos
antiglobalizadores. (ver Anexo 1)
A continuación, presentamos un cuadro resumen
de las causas y efectos del proceso de la Globalización,
y las consecuencias que éste ha tenido sobre otros
aspectos de la vida y dinámica de la sociedad y las
naciones.
Para ver el gráfico seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
II. Principales
críticas a la Globalización
La humanidad asiste a la emergencia de una nueva
nomenclatura:
los globofogos o globofóbicos para designar una
realidad humana e ideológica que nace, evoluciona, crece y
se consolida con el fenómeno globalizador de la
economía mundial. Los hechos hablan por sí mismos.
En efecto, no se trata sólo de los militantes de los
tradicionales partidos de izquierda, ex-soldados de la guerra de
Vietnam, místicos o marginados sociales; no, lo
más sorprendente e inquietante es que académicos y
pensadores se suman a esa cada vez más larga y dispar
lista de los antiglobalizadores, de los globofobos, de los
globofóbicos. Para muestra, basta
recordar la conducta y opinión de uno de los tres
ganadores del premio Nobel de Economía de 2001, Joseph
Stiglitz, profesor de la prestigiosa Universidad de
Stanford, ex-asesor del gobierno de Bill
Clinton y ex-funcionario del F.M.I., Stiglitz, en un muy
comentado y debatido artículo publicado en la revista The
New Republic, titulado Lo que aprendí de la
crisis
económica mundial, cuestiona en forma clara y
decidida, las respuestas del Banco Mundial y
del F.M.I ante el colapso de las economías de los hasta
entonces invencibles tigres asiáticos. Stiglitz, en
un franco apoyo a los conceptos antiglobalizadores,
afirmaba:
"Dirán que el F.M.I. es arrogante. Dirán
que el F.M.I. no le presta atención a los países en
desarrollo a los que se supone debe ayudar. Dirán que el
F.M.I. no es transparente y se aísla de la responsabilidad democrática. Dirán
que la medicina del
F.M.I. a menudo deja al enfermo peor y convierte una
situación de aceleración en una de
recesión. Y luego la recesión se convierte en
depresión. Y cuando lo digan
tendrán la razón."
De igual manera, el profesor R.F.M. Lubbers, ex-primer
Ministro de Holanda, sostiene que existe un conjunto de elementos
en la sociedad actual que le otorgan argumentos y razones a los
movimientos antiglobalización. Entre ellos destaca los
siguientes:
- El renacimiento de un sentimiento nacionalista de
rescate de sus valores
culturales y su identidad. - Una reacción en contra de la introducción de una filosofía
política muy alejada de la
comprensión ciudadana. - Una reacción en contra del pensamiento orientado hacia la economía
de mercado. - La creación de organizaciones no
gubernamentales y movimientos sociales que se oponen al orden
político establecido y a sus modalidades de
representación. - Un renacimiento religioso (sectas,
fundamentalismos, Nueva Era). - Un nuevo comunitarismo, es decir, una estrategia
dirigida al desarrollo comunitario.
Opiniones de esta naturaleza, y las crudas realidades de
menor competencia
empresarial y mayor pobreza mundial,
han sido unidas a otras prédicas en contra de la
degradación del clima y del
ambiente
mundial. Todas estas razones han venido siendo esgrimidas por el
cada vez más creciente y organizado movimiento
antiglobalizador a nivel mundial. En el siguiente cuadro, podemos
visualizar la evolución de las protestas
antiglobalización hasta la muerte de
Carlo Giulani en Génova en Julio de 2001, según la
reunión de la organización mundial patrocinante, el sitio
y fecha de la reunión, incluyendo el número de
detenidos por la policía y, tristemente, el número
de heridos y muertos, tal como ocurrió en Génova
con el deceso del joven Carlo Giuliani, primer mártir de
este movimiento que, paradójicamente, se tradujo en una
ofrenda humana innecesaria de un ciudadano del Primer Mundo quien
participaba en una protesta por todos los otros mundos, creados
por el gobierno planetario, para apreciar con mayor claridad las
diferencias entre unos y otros; los ricos, los menos ricos, los
pobres y los inviables.(11)
Evolución del Movimiento
Antiglobalizador
Dic 1999- Julio 2001
Lugar/ Fecha | Organización Patrocinante | Manifestantes | Detenidos | Heridos/ muertos |
Seatle Dic. 99 | O.M.C. | 2000 | 500 | |
Davos Ene. 2000 | Foro Económico Mundial | 2000 | ||
Washington Abr. 2000 | F.M.I. | 10.000 | 1300 | 10 |
Praga Sep. 2000 | F.M.I Banco Mundial | 15.000 | 859 | 100 |
Niza Dic. 2000 | Cumbre de la Unión Europea | 4.000 | 42 | 24
|
Davos Ene. 2001 | Foro Económico Mundial | 1.000 | 121 | 10 |
Porto Alegre Ene. 2001 | Foro Social Mundial | 10.000 | ||
Nápoles Mar. 2001 | Foro OCSE | 20.000 | 16 | 50 |
Québec Abi. 2001 | Cumbre de las Américas | 30.000 | 400 | 170 |
Goeteburgo Junio 2001 | Cumbre UE-EEUU | 10.000 | 243 | 3 |
Génova Jul. 2001 | Cumbre del G-8 | 150.000 | 126 | 500/1 |
Fuente: Diversas agencias de
noticias e información de prensa nacional y
extranjera.
En Febrero de 2002, en Nueva York y
en Porto Alegre, se llevaron a cabo, sendas reuniones del
Foro Económico
Mundial y del Foro Social
Mundial, respectivamente. En Nueva York se debatieron asuntos
como la recesión, el terrorismo,
también sobre los medios para
prevenir conflictos
como el del Medio Oriente y la crisis
argentina;
mientras que en Porto Alegre se debatieron cuatro temas
fundamentales: la producción de riquezas y su distribución (corporaciones
multinacionales, control de los capitales financieros, deuda externa,
economía solidaria); acceso a las riquezas y la
sostenibilidad (sostenibilidad ambiental, recursos y bienes
comunes, alimentación, pueblos indígenas);
poder
político y ética en
la nueva sociedad (organismos internacionales y arquitectura del
poder mundial,
globalización y militarismo, democracia
participativa); y por último, afirmación de la
sociedad civil
y de los espacios públicos (combate de la discriminación y la intolerancia,
diversidad e identidad,
democratización de las comunicaciones
y de los medios). En ambas ciudades se escucharon las voces de
los antiglobalizadores. Más recientemente, ya con un
espacio ganado, en Porto Alegre volvieron a desfilar millares de
seres humanos provenientes de movimientos antiglobalizadores de
todas partes del mundo.
Estas protestas y manifestaciones contra la
Globalización han sido promovidas y apoyadas por
personeros y militantes provenientes de muy variados
orígenes e intereses, tal como se puede apreciar en el
siguiente cuadro:
TENDENCIAS OPOSITORAS A LA
GLOBALIZACIÓN
Ecologistas Este grupo
reclama la falta de respeto de
las grandes industrias
hacia el medio
ambiente. Acusan a las compañías de
instalar sus fábricas en países del Tercer
Mundo, donde la legislación ambiental es más
laxa o casi inexistente.
Sindicalistas Están contra el libre
comercio porque dicen que les quita empleo y
se lo da a los trabajadores de los países menos
desarrollados, que cobran menos y son explotados.
Además, denuncian el trabajo
Infantil y la esclavitud
que existe en los países pobres.
Anarquistas Es el grupo más violento
dentro de las fuerzas antiglobalización. Están
organizados por grupos radicales o activistas de la violencia
callejera.
Agricultores Ven la Globalización como
una barrera a la comercialización de sus
artículos. También están en contra de
los productos transgenéticos. Además rechazan
el monocultivo, que obliga a los países pobres a vivir
totalmente dependientes de la cotización de su
producción en el mercado Inter- nacional.
Conservadores Repudian la apertura de las
fronteras porque implica pérdida de empleo y
de identidad colectiva, frente a la llegada de extranjeros o
a la homogenización de la cultura.
Financistas se oponen a la libre
circulación del capital financiero. Denuncian que en
beneficio de mercado mundial se pasa por alto el comercio de
armas y
reclaman la condonación de la deuda del Tercer
Mundo.
Por su parte, en el diario El Nacional de
Venezuela del
20 de julio de 2001, Humberto Márquez comentaba lo
siguiente, en relación con los integrantes diversos y
plurales de los movimientos antiglobalizadores:
"¿Quiénes son? Son miles de divisas, de
distinto tamaño, propósito, ideología, ubicación, recursos,
capacidad de despliegue, sentido de militancia y beligerancia.
Tienen en común que, irónicamente, parecieran
haber comprado una franquicia
de "antiglobalización, s.a." la empresa que
comparten.
Casi podrían identificarse por colores. En
primer lugar, los rojos, es decir, los grupos de izquierda
más o menos marxistas y las organizaciones sindicales
que han encontrado un nuevo aliento después de borradas
algunas de las razones por las cuales lanzarse a las calles.
Las más disciplinadas son brazos de centrales obreras
europeas y norteamericanas. Las más temidas,
organizaciones como el británico Partido Socialista de
Trabajadores, inspirado en el revolucionario ruso León
Trotski, que reivindica 10.000 miembros y se ha propuesto como
tarea internacional volcar la antiglobalización hacia el
combate.
Negro, el del anarquismo, que renace de la mano del
rechazo radical al pensamiento
y modelo
únicos que trae la Globalización, y de la
desconfianza de los jóvenes hacia las estructuras
de organización y lucha más trilladas. En
Québec fueron los encapuchados del Bloque Negro los
más temidos. En Europa, las organizaciones "Ya Basta" y
"Tutte Bianche" (bragas blancas) marchan como legionarios
romanos al encuentro de la policía; la belicosa
Acción Anti-Fascista alemana ha entrenado en choques
contra neonazis. Sus consignas son "Resistamos la
Globalización, globalicemos la resistencia" o
"Salgamos de los callejones, tomemos las avenidas".
Verdes, los ecologistas y pacifistas. Greenpeace es la
más famosa y disciplinada de sus organizaciones, y sus
marchas son siempre responsables y no-violentas. Pero algunos
grupos empezaron a retirarse de las protestas, como Amigos de
la Tierra,
cuyo portavoz Duncan McLaren indicó que se
abstenía de concurrir a Génova "porque no tenemos
garantía de que será pacífica".
También sustentan la causa verde gremios como la
francesa Confederación Campesina, que lidera José
Bové, el granjero de largos bigotes y sempiterna pipa
que se hizo famoso al atacar establecimientos
McDonald’s.
Con colores
nacionales integran la causa los rebeldes zapatistas y otros
movimientos indígenas, o los campesinos Sin Tierra de
Brasil, o
consumidores que han seguido a su líder
estadounidense Ralph Nader. Y también intelectuales como
Bernard Cassen o Susan George, que dirigen a los 30.000
inscritos en ATTAC, una ONG que
propugna un impuesto
internacional a las transacciones financieras para convertirlo
en ayuda al desarrollo."
Después de los trágicos e inesperados
sucesos ocurridos en Génova, las organizaciones mundiales
han tenido mucho más precauciones a la hora de realizar
sus "summit", sus cumbres, incluso han recurrido a las
tecnologías de información, a la Internet y las
video
conferencias, para realizar estas reuniones de manera virtual, a
la vez que toman mayor conciencia acerca
de que, como lo expresó el diario Le Monde de
Francia en uno
de sus editoriales:
"Los activistas que se congregan en estas extensas
reuniones globales, en efecto, están subrayando
interrogantes serias, a las cuales no se debería
responder tan sólo con el despliegue
policial."
A estas serias interrogantes, a los cuestionamientos de
fondo que vienen realizando de forma creciente organizaciones
gubernamentales, personalidades relevantes, académicos y
gobiernos, entre tantos otros críticos de los beneficios
de la Globalización, vamos a referirnos, en el presente
capítulo, a las observaciones y objeciones más
relevantes y los aspectos sustanciales de las mismas.
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