Vivimos en un período de agitación en el
que la economía, la ciencia y
la tecnología juegan papeles decisivos. Los
adelantos científicos y las nuevas
tecnologías ejercen una influencia sin precedente en
el trabajo y
la vida cotidiana, y los trabajadores se encuentran en el filo
del cambio. A
medida que ha progresado el proceso de
mundialización sin obstáculos ni control, el trato
dado a la naturaleza ha
pasado a ser intolerable. Esto exige que se vuelva a definir la
relación del hombre con su
hábitat natural.
Profesionales altamente calificados, directores e
ingenieros se encuentran en el mero centro del «dilema
moral»
Son estos empleados los que desarrollan nuevos productos,
tecnología, elaboran estrategias de
comercialización y abren nuevos mercados. Sus
decisiones influyen en el ambiente, las
condiciones de trabajo y los consumidores. Lo que parece tener
sentido económico en el ámbito individual puede, en
la peor hipótesis, derrochar recursos
naturales, dañar al medio
ambiente, destruir empleos, perjudicar a los consumidores o
evadir embargos.
En el presente trabajo vemos una definición de
profesión, sus características y como también una
definición de ética
empresarial así también que son los
códigos de conductas y como se presenta una nota
exploratoria en la que se hace el cómo se relacionan
ética y
acción empresarial. En este sentido cabe distinguir tres
versiones de la ética
empresarial. La primera, que denominamos economicismo
limitado, tiene como criterio supremo maximizar beneficios pero
acepta como restricción cumplir la legalidad vigente y, en
algunos casos, las exigencias sociales del entorno. La segunda
versión, designada aquí como dualismo racionalista,
introduce la necesidad de justificar cada decisión
mediante juicios éticos que se hacen partiendo de alguna
teoría
ética
de corte racionalista que define qué es correcto. La
tercera versión es llamada realismo
moderado al aceptar la capacidad humana de un conocimiento
moderado de la realidad. Entiende que la ética es parte
integrante de toda acción en la medida en que ésta
incide en quien la realiza y contribuye o dificulta el logro de
la excelencia humana, a diferencia de otras teorías.
El profesional en su diario vivir no solo confronta
problemas con
relación a su trabajo, sino también en su
profesión de día a día con las personas que
le rodean, esto hace que muchas veces cometamos errores sin
darnos cuenta que estamos pisando la línea d la moralidad
y el diario vivir.
Desde la revolución
francesa, donde se proclamó la igualdad de
derechos, existen
personas, hombres y mujeres que llevan en su carga la economía y la
estabilidad de cualquier país. Desde tiempos muy antiguos
nos hemos topado con diferentes profesiones y unto a estas
siempre existen reglas que marcan y rigen el desempeño de dichas profesiones.
Los hombres y mujeres enfrentan problemas que
de una manera u otra podrían poner en tela de juicio su
debida conducta, muchas
veces ellos mismos dudando de su propia profesionalidad, pero
teniendo siempre en cuenta que existen desde tiempos remotos
deberes y derechos que cada cual sabe
donde clasificarse.
FORMACIÓN PROFESIONAL
Sabiendo que a uno se le concede la
personalidad jurídica desde el momento del nacimiento
"derechos y deberes" y a sabiendas también que se van
desarrollando con el paso del tiempo. Nuestra
vida se rige por diferentes pasos que hacen de cada individuo lo
que sería en un futuro, entiéndase, pasar por las
distintas etapas de conocimientos: escuela primaria,
secundaria y en última grado, la universitaria.
Solo eso no basta, ya que esos conocimientos lo forman
una generalidad de la vida y el profesional debe de saber
combinar esa generalidad con su formación
profesional.
Entiéndase, por formación profesional un
alto grado de conocimiento
que se le inculca a un individuo de la sociedad,
dotándolo de un interés
particular en su profesión que se va a reflejar en su
desempeño diario de la vida.
CARÁCTER PROFESIONAL
El individuo al tener una presencia o personalidad
variable, puede modificarse, es decir, puede engrandecer su ego,
puede tener una sed inmensa de llegar a la perfección de
su profesión, haciéndolo para el un modelo sin
errores e inequívocos.
El carácter
para el individuo en su profesión se refleja desde tiempos
antiguos, ellos han experimentado un progreso en todos los tipos
de ciencias, han
conquistado y desarrollado experimentos que
tiempos atrás hubieran sido inimaginables de realizar. El
profesional sin carácter
puede tender a caer en un modelo usado
por cientos de profesionales, puede llegar a caer en lo que
sería la mediocridad, siendo éste el título
menos deseable para personas con aspiraciones en la
vida.
El carácter no se forja solamente con un
título, se hace día a día experimentando
cambios, ideas, experiencias, se hace enfrentándose a la
vida. En definitiva, el título es como el "adorno" de la
profesión. No importa si lo tienes, lo importante es
saberlo utilizar.
VOCACIÓN
La vocación es un deseo entrañable hacia
lo que uno quiere convertirse en un futuro, a lo que uno quiere
hacer por el resto de su vida, es algo que va enlazado y
determinado por tus conocimientos generales. Un profesional que
carezca de vocación, el proceso puede
ser más tardío y difícil para poder
desarrollar sus conocimientos, a diferencia de un profesional que
sienta una verdadera vocación.
ORIENTACIÓN PROFESIONAL
Cuando una persona o un
individuo carezca del conocimiento o esté inseguro de la
actividad que quiera realizar en el ámbito profesional
puede asistirse de ayuda en o que es la orientación
profesional, siendo este un proceso utilizado por personas
capacitadas para ayudar a las personas a conocerse a sí
mismos, a conocer el medio social en que viven y poder
indicarle de cierta forma la actividad profesional que más
le conviene a cada uno de ellos.
A mi parecer toda persona que vaya
a ingresar a los estudios superiores debe de ir orientado hacia
lo que esa persona realmente quiera y pueda aprender y ejecutar.
Aunque una persona pueda tener una vocación determinada
hacia "x" actividad profesional es necesario y recomendable que
se oriente para darle más confianza y seguridad y para
ponerle la contraparte y de esa manera poder reafirmar la
convicción de esa persona hacia esa actividad.
COSTUMBRE
La costumbre son normas que crean
una sociedad por su
continuidad y que le dan un hecho jurídico palpable y
tienen como las leyes,
consecuencias cuando son violadas, el profesional no solamente
debe regirse por su código
de ética propio, sino que debe irse hacia un marco de
costumbre, entendiendo que no todo lo que se viola esta escrito,
ni todo lo que la sociedad repudia lo contiene las leyes.
El código
de ética de cada profesional enmarca una serie de reglas,
derechos y deberes que lo limitan y mantienen al margen de caer
en errores profesionales y morales, al mismo tiempo
guiándolos por el buen desempeño
profesional.
Un profesional conlleva consigo una serie de
hábitos y costumbres que lo ha adquirido durante toda su
vida, no obstante, a eso, no todo lo que uno realiza
cotidianamente es correcto ante la sociedad, por lo que un
profesional tiene que tener la capacidad moral e
intelectual para poder diferenciar lo correcto e incorrecto de su
profesión, ya que ejemplos tales como: decir buenos
días, tener una sonrisa en la cara, ser solidario, ser
buen compañero, son puntos que no están
especificados en un código y no por eso limitan al
profesional a realizarlo.
RESPONSABILIDAD
Se dice de una persona que es responsable cuando
está obligada a responder de sus propios actos. Aunque
algunos autores mantienen que la libertad es
definida por la responsabilidad, la gran mayoría de estos
están de acuerdo en que el fundamento de la responsabilidad es la libertad de la
voluntad.
Una vez admitida la libertad que fundamenta la
responsabilidad, se plantea todavía varias cuestiones
importantes: ante todo, se trata de saber si la responsabilidad
afecta solamente a algunos actos de la persona o bien si afecta a
todos.
En segundo lugar se plantea el problema de los grados de
responsabilidad y finalmente se plantea el problema de la entidad
o entidades ante la cual es responsable (debe de ser de
carácter personal).
El sentimiento de responsabilidad es un sentimiento
personal que
compromete a cada persona y le hace comprender que no puede
simplemente abandonarse a sus conveniencias
individuales.
Para mí, según las investigaciones
que he recopilado de diversas fuentes he
llegado a la conclusión del concepto de
responsabilidad, el sentimiento de responsabilidad nace y se
desarrolla a través de los años. Este sentido nos
enseña la importancia de las cosas, a valorarlas y
cuidarlas.
Todo individuo o persona lleva una responsabilidad sea
personal o para otra, pero esta la lleva a cabo dependiendo de
sus criterios
Al existir el concepto de
Ética
profesional, es necesario clarificar lo que es la
profesión:
- Un servicio a
la sociedad único, definido y esencial: es decir,
primero, el profesional reclama el monopolio de
la actividad que realiza, oponiéndose al intrusismo;
segundo, el usuario sabe que dicha actividad está bien
definida y delimitada frente a otras; tercero, es un servicio del
que ni la sociedad en su conjunto ni ninguno de sus ciudadanos
puede prescindir sin grave perjuicio para su
bienestar; - Considerado como una vocación. Se espera del
profesional que se dedique en exclusividad y que se identifique
con los ideales de la misma (prestando más atención al servicio ofrecido que a las
ganancias que le reporta) y se vincule solidariamente con el
resto de miembros de la profesión, incorporándose
a su organización propia (colegio o
asociación); - Basado, fundamentalmente, en conocimientos y técnicas
de carácter intelectual. Socialmente se demanda del
profesional una actitud
inquisitiva, capacidad de obtener datos, elaborar
diagnósticos y proponer soluciones
de una manera supuestamente objetiva, distante y
crítica. - Que requiere un periodo previo de preparación
especializada y habitualmente formal, en una institución
educativa. Esta intensa y larga formación, que se
prolonga a lo largo de toda la actividad profesional de
diversas maneras -formación permanente, reciclaje–
parece justificar la posterior exigencia de compensaciones de
carácter económico, a través de unos
honorarios elevados; - Demanda un amplio campo de autonomía, tanto
personal como del colectivo en su conjunto, cuyo correlato es
la asunción de las responsabilidades inherentes al
desarrollo
de la actividad.
Teniendo en cuenta todas estas características, se puede hablar, de un
proceso de "profesionalización", de adquisición
progresiva por parte de alguna actividad humana de la
condición de profesión. Los sucesivos pasos en esta
evolución serían los siguientes:
primero, la ocupación en cuestión se convierte en
una actividad con plena dedicación; a continuación,
demanda unos
conocimientos específicos en un centro especializado (que
termina siendo habitualmente una Escuela Superior
o Universidad);
posteriormente se constituye una asociación profesional
que abarca a quienes desarrollan la ocupación y han pasado
previamente por el proceso formativo requerido; luego será
esta misma organización profesional quien
sucesivamente se encargue de obtener una regulación por
ley de su
actividad y por último, la redacción de un código ético
o de conducta.
En resumen, entenderemos por PROFESIÓN una
ocupación, cuya práctica influye directamente en el
bienestar humano y requiere el dominio de una
parte compleja del conocimiento y habilidades especializadas, que
asume una educación regular y
una experiencia práctica. En este contexto un "ingeniero
profesional" es una persona que está autorizada para
practicar la ingeniería en una condición
particular reuniendo todos los requisitos de la ley. Esta
autorización, esto es, qué cosas puede hacer un
Ingeniero Informático que no puede hacer cualquier otro
ciudadano, es un tema que afecta a la carrera profesional y dista
mucho de estar resuelto en la actualidad, en España, en
Europa y
también en USA. Mientras este tema se resuelva, retengamos
la idea de que la práctica profesional en un territorio
depende de la autorización que esté establecida en
cada lugar.
Lo anterior implica una RESPONSABILIDAD PROFESIONAL, un
caso paradigmático de responsabilidad moral que proviene
del conocimiento especial que cada uno posee. Como hemos dicho,
debe dominar una parte especial del conocimiento avanzado,
particularmente conocimiento que tiene que ver con el bienestar
de los otros, que demarcan una profesión. Como guardianes
del conocimiento especial que influye en el bienestar humano, los
profesionales están obligados por responsabilidades
morales especiales, que son, requerimientos morales a aplicar a
su conocimiento, de forma que beneficien al resto de la
sociedad.
Dicho lo anterior, podemos hablar de la existencia tanto
de una ética como de una deontología
profesional. La primera se centraría sobre todo en
perfilar y definir el bien de una determinada profesión
(no sólo el personal del propio profesional, sino
especialmente su aportación al bien social o
común), mientras que la segunda se ocuparía de las
obligaciones
propias de dicha actividad. Dicho de otra manera: la ética
profesional sería la expresión de las diversas
y plurales éticas de máximos existentes en todos y
cada uno de los profesionales de una determinada especialidad,
mientras que la deontología expresaría la
ética de mínimos que todas las anteriores comparten
y están obligadas a cumplir a pesar de sus
diferencias.
TRES
VERSIONES DE LA ÉTICA EMPRESARIAL.
UNA NOTA EXPLORATORIA
- ECONOMICISMO LIMITADO: ¿QUÉ ES LEGAL O
SOCIALMENTE ACEPTABLE?
Una primera versión de la ética
empresarial la podríamos denominar economicismo limitado.
En síntesis
se podría describir como una posición en la que se
toma como criterio supremo, aunque no absoluto, la
maximización de beneficios únicamente limitada por
ciertas concesiones sociales o por el cumplimiento de normas emanadas
del entorno social, que son condición necesaria para que
funcione el mercado, para
evitar riesgos o para
obtener ulteriores beneficios económicos.
Explícito es Milton Friedman, cuya postura es
bien conocida. Aboga por la única responsabilidad de
lograr los mayores beneficios pero cumpliendo las leyes y las
"reglas de juego"
explícitas o tácticas en el funcionamiento del
mercado.
De alguna manera también formaría parte de
esta primera versión de la ética empresarial el
cumplimiento de las exigencias incluidas en los denominados
"contratos
psicológicos", que vienen a ser pactos no escritos que, en
un determinado contexto empresarial y social, se consideran
"reglas del juego" que
deben ser cumplidas.
Existe otra expresión de esta versión que
restringe la maximización de beneficios mediante la
aceptación por la empresa de
ciertas expectativas o exigencias del entorno socio-cultural en
el que opera. Surgen de la presión
del entorno social o de un modo pro-activo por parte de la
empresa, que
quiere ser sensible a las demandas de la sociedad en la que
actúa o espera obtener futuros beneficios. Pueden ir desde
atender las exigencias del vecindario en relación con el
impacto al medio ambiente
de la actividad de una empresa, al
patrocinio a entidades deportivas o culturales.
Responde a este enfoque cierto modo de entender las
responsabilidades sociales de la empresa, cuya
única razón es el "egoísmo racional".
Quienes así piensan consideran que la empresa
debía asumir un conjunto de responsabilidades sociales
manifestadas en demandas sociales; porque si el entorno percibe
que no lo hace, éste se volverá contra ella y
arriesgará su propia supervivencia.
En esta primera versión de la ética
empresarial, no se pretende tanto integrar la ética en las
decisiones económicas como cumplir con lo que es legal o
socialmente aceptable. Se aceptan normas únicamente con el
propósito de que actúen como un instrumento para
futuros beneficios. Se podría incluso cuestionar que este
enfoque merezca la consideración de ética
empresarial, pero no cabe duda que incluye un conjunto de normas
de conducta, muchas de las cuales responden a exigencias
éticas objetivas e independientes de las leyes y
valoraciones sociales. En todo caso, esta versión de la
ética empresarial es muy problemática, tanto por
los presupuestos
antropológicos, sociales y éticos que
entraña como por las consecuencias prácticas a las
que puede dar lugar.
La más obvia es quizá la limitación
que supone reducir la moralidad a la legalidad o a las demandas
sociales. Una ética empresarial reducida a cumplir las
leyes vigentes en cada país puede llegar a situaciones
lamentables. Es lo que ocurre a empresas que se
limitan a cumplir la ley cuando operan en países muy
permisivos en materia de
relaciones
laborales, donde se permita trabajar en condiciones
infrahumanas, o no se exija seguridad en los
productos o
respeto al medio
ambiente. Por
otro lado, la ley siempre va detrás de los problemas
detectados y, en su elaboración, por desgracia a veces
cuentan más intereses de grupo que una
sincera búsqueda de la justicia.
Además, la ley no puede ni debe prever todo, ni siempre es
posible hacer cumplir todo lo legislado. Por último, la
ley está enfocada más a actuaciones prohibitivas,
que si no estuvieran penalizadas llevarían a graves
desórdenes, que a actuaciones positivas, que son
éticamente las más relevantes.
- DUALIDAD RACIONALISTA: ¿QUÉ ES
CORRECTO?
Una segunda versión de la ética
empresarial es la que introduce juicios éticos en la
toma de
decisiones partiendo de alguna teoría
ética que define qué es correcto. Estas teorías
tratan de resolver dilemas éticos al señalar
qué es éticamente aceptable y qué debe
rechazarse. De este modo, se supera el positivismo de
la ley, la demanda social o el consenso al considerar qué
es lo correcto con anterioridad e independencia
de lo que exija la ley o de lo que se pida. Esto permite
calificar algunas leyes como injustas o exigir la mejora de
ciertas leyes que no expresan suficientemente alguna exigencia
ética.
Permite también distinguir entre una
legítima demanda, esto es, apoyada en criterios
éticos, de otras carentes de legitimidad ética. Por
otra parte, introducen criterios éticos que elevan, o
pueden elevar, el nivel ético en una sociedad.
No hay sólo una teoría para determinar
qué es correcto, sino varias y, por cierto, no siempre
coincidentes entre sí. Kant presenta una
ética formal, sin contenidos concretos, basadas en
imperativos categóricos racionales que exigen cumplir
ciertos deberes, con independencia
de las consecuencias. En cambio, el
utilitarismo y otros consecuencialismos parten del principio que
hay que actuar buscando la satisfacción para el mayor
número de personas y para ello hay que conocer y valorar
las consecuencias y calcular cuál es la mejor alternativa
entre varias opciones posibles. Otros, como J. Locke, se basan en
la existencia de un conjunto de derechos humanos
evidentes a la razón, como el derecho a la vida, a la
propiedad, y a
la libertad. Este innaturalismo racionalista considera que lo
correcto es actuar respetando esos derechos, y por consiguiente
no es aceptable su violación.
Por último, hay teorías que determinan lo
correcto mediante un procedimiento
racional. Así ocurre con J. Rawls, que aboga por un
proceso presidido por la imparcialidad y J. Habernas con un
procedimiento
basado en un consenso discursivo.
Todas estas teorías, siendo muy distintas entre
sí, tienen, sin embargo, algo en común. Identifican
"correcto" con "ético" y buscan qué es lo correcto
en uno o varios principios que
aparecen evidentes a la razón. Se trata de un ejercicio de
la razón encerrada en sí misma, que no busca
conocer qué es bueno para el ser humano o qué
acciones
contribuyen a la excelencia humana. Por ello, esas teorías
no pueden decir qué es bueno en sentido ético, sino
simplemente determinar qué es correcto. Pero correcto, no
es sentido absoluto, sino correcto (mejor se diría
conforme) con una determinada teoría. Cada teoría
tiene sus propios principios
racionales, diversos entre sí, pero todos ellos elaborados
por la razón. Es el modo de actuar propio de esa corriente
de pensamiento
que denominamos racionalismo.
Quienes se mueven dentro de esta versión de la
ética empresarial deben optar por una u otra
teoría. En algunos casos las conclusiones a las que puede
llegarse partiendo de distintas teorías pueden ser
parecidas, pero muchas otras veces las conclusiones acerca de lo
que es éticamente aceptable son opuestas.
Por otra parte, estas teorías separan
completamente la ética de quien toma la decisión.
Son éticas de "expertos". Para establecer el juicio moral
no cuenta la conciencia de
quien tiene de decidir sino la aplicación de lo que
señala la teoría de cada autor. Son "éticas
de tercera persona", y no "éticas de primera persona". Se
establece una dualidad entre la acción del agente y la
racionalidad ética de la teoría. Estas
teorías no consideran la acción y su dinamismo, ni
como el agente queda afectado por la acción, sino
únicamente cómo resolver dilemas. Por esta
separación dual y por su carácter racionalista
parece adecuado denominar a esta versión de la
ética dualidad racionalista.
En esta versión, la ética no está
en el núcleo de la acción sino en su periferia. A
la decisión económica viene a yuxtaponerse el
análisis ético. Se hace aplicando
una teoría determinada, para rechazar tal decisión
o para justificarla.
- REALISMO MODERADO: ¿QUÉ CONTRIBUYE A LA
EXCELENCIA HUMANA?
En la tercera versión de la ética
empresarial, que denominamos realismo
moderado, la ética es nuclear a la acción. No es
sólo un juicio moral yuxtapuesto a la acción para
justificar o no su "corrección", sino algo consubstancial
a la acción. En esta versión de la ética
empresarial hay varios elementos claves que son tomados en
consideración. El primero es la referencia a cómo
la acción incide en las personas involucradas en la
acción desde la perspectiva de su desarrollo
humano. De aquí que toda acción tenga un
componente ético ya que toda acción sirve o
daña a quienes reciben sus efectos y, en primer lugar, a
quien la realiza. La ética empresarial no queda pues
reducida a un instrumento normativo para resolver dilemas y
situaciones cuestionables, sino que aparece como una
orientación para cualquier acción.
La pregunta crucial en esta versión no es
qué es legal, socialmente aceptado o correcto, sino
qué contribuye a la excelencia humana y cómo la
acción contribuye o dificulta su consecución. Por
consiguiente, esta versión cuenta con cierta capacidad
humana para conocer ambas cosas, al menos en lo más
básico, aunque no llegue a un conocimiento completo ni
mucho menos exacto. Esta capacidad intelectual moderada de
conocer qué es calidad o
excelencia humana y distinguirla de sus contrarios, es negada por
algunos. Sin embargo, el sentido común de mucha gente
sensata o la "regla de oro" de ponerse en lugar del otro,
presente en muchas tradiciones éticas y religiosas, avalan
la premisa señalada.
Esta común capacidad humana permite un "diálogo
veritativo", en busca del bien humano y de aquellos bienes que son
comunes a la comunidad. De
ahí surgirán códigos de conducta o
regulaciones en el ámbito económico y empresarial,
no como resultado de un proceso sino del diálogo
sincero entre personas que buscan lo mejor para humanizar las
relaciones empresariales.
Uno de los puntos básicos en la búsqueda
de la excelencia humana es reconocer la dignidad de todo ser
humano, portador de derechos y de derechos, y abierto al desarrollo
propio de quien es una persona.. Esto exige respeto y una
actitud de
servicio y cooperación, que es justamente lo que da lugar
a una mejora en la excelencia humana. Otro elemento importante de
esta versión de la ética empresarial es la
importancia capital de
quien toma la decisión. Él es, en último
término, quien deberá hacer el juicio moral acerca
de su decisión. En esta versión hay una
ética de "primera persona". El sujeto agente tiene
intencionalidad y con esta intencionalidad decide hacer una
determinada acción para alcanzar un fin y elige una
alternativa para alcanzarlo. Esta versión incluye, pues,
unos deberes. Pero la
motivación para cumplirlos no es "el deber por el
deber", al estilo kantiano, sino unos deberes con vistas al bien
y al desarrollo
humano. Estos deberes están basados en el bien humano
y, por tanto, tienen carácter objetivo y
universal. Incluye también las consecuencias de la
acción en la medida en que sean previsibles y evitables.
Esas consecuencias se valoran no al modo utilitario, sino con
vistas al bien real de las personas.
En la ética profesional vemos que han varios
aspectos en los cuales tenemos que tomar en cuenta al hablar de
ellos; la formación profesional, la cual nos dice que es
lo que nosotros vamos aprendiendo durante toda nuestra vida en la
sociedad y que nos va forjando; luego vamos con el
carácter profesional la cual nos moldea en nuestra
profesión y nos va a dar la diferencia entre la
perfección y la mediocridad, luego hablamos de
vocación la cual es como las destrezas y/o habilidades que
la persona tiene hacia determinada profesión para lo cual
pienso que s importante pero no determinante al momento de verlo
sede el punto de vista de la ética, hace mas
difícil el aprendizaje en
la persona; la orientación profesional pienso que es la
importante ya que en mi opinión el problema en muchos
casos no seria la vocación sino la orientación que
la persona a tenido la cual la profesión que a escogido
pueda que no haya sido lo que esperaba; costumbre es el marco de
referencia de la persona además de su código de
ética, la cual depende de la sociedad en la que sé
esta viviendo y la época; y la responsabilidad y libertad
es cuando nosotros mismo somos conscientes e nuestros actos y
podemos tomar decisiones concretas, La libertad nos lleva a la
responsabilidad de elección, acto voluntario, como
liberación frente a algo, como realización de una
necesidad
Una de las dificultades de la ética empresarial,
es aclararse con los diversos enfoques éticos que se
presentan cómo válidos. Vemos las tres versiones de
la ética empresarial:
- La primera el conomicismo limitado no va mucho
más lejos de la legalidad vigente en cada país.
Los efectos de las decisiones empresariales en forma de impacto
humano, social o medioambiental, estos recursos dan
garantía de calidad
ética. Todo dependerá de la sensibilidad de cada
sociedad a diversos aspectos éticos, de quienes realicen
el consenso, y de lo que pueda ser objeto de confianza
calculativa. - La segunda versión la dualidad racionalista se
considera las acciones que
pueden ser ilícitas. La ética empresarial
adquiere así un estilo básicamente prohibitivo
que va más a evitar la corrupción y demás actuaciones
inmorales que ser una invitación a la excelencia, por
eso esta teoría nos dice que ya no cabe buscar la
ética en la realidad del ser humano y en aquello que
contribuye a su plenitud humana, sino en lo que la razón
piensa que es correcto. De este modo, la razón se
orienta a buscar o crear principios o valores para
actuar "correctamente". - Y por último la tercera versión el
realismo moderado, la ética aparece como parte
integrante de la acción. Se intuye, además, que
los futuros resultados dependerán en cierto modo de la
bondad y calidad de la acción, aunque en función
de la percepción de quien recibe sus
efectos.
Lo anterior nos enseña la necesidad de un
debate sobre
el lugar de la ética en la acción humana, y en la
que se lleva a cabo en la empresa. Y no usar el debate usual
de deberes-consecuencias con otros añadidos
teóricos y centrar la discusión en la dinámica de la acción. Pienso que
con lo que se ha expuesto, se debe de tomar en
consideración de la tercera versión, basada en un
realismo moderado.
Universidad de Deusto.
http://courses.ncsu.edu:8020/classes-a/computer_ethics/
Doménech Melé
Profesor Ordinario de Ética
Empresarial
IESE, Universidad de
Navarra
Rodríguez Alejandra
www.monografias.com
Mauricio Matute