- En el Prólogo, Savater reitera algunos
conceptos ya expresados en su obra, "Ética
para Amador", respecto a las diferencias entre Ética y
Política, ampliando dichos conceptos.
Explique dichas diferencias. ¿Te acuerdas de lo que decíamos en la
Ética para Amador, que constituye la diferencia
fundamental entre la actitud
ética y la actitud política?. Las dos son
formas de considerar lo que uno va a hacer (es decir, el
empleo que
vamos a darle a nuestra libertad),
pero la ética es ante todo una perspectiva personal que
cada individuo toma atendiendo solamente a lo que es mejor
para su buena vida, en un momento determinado y sin esperar a
convencer a todos los demás de que es así como
resulta mejor y más satisfactoriamente humano vivir.
En la ética puede decirse que lo que vale es estar de
acuerdo con uno mismo y tener el inteligente coraje de actuar
en consecuencia, aquí y ahora: no valen aplazamientos
cuando se trata de lo que ya nos conviene, que la vida es
corta y no se puede andar dejando siempre lo bueno para
mañana… En cambio, la
actitud política busca otro tipo de acuerdo, el
acuerdo con los demás, la coordinación, la
organización entre muchos de lo que afecta a
muchos. Cuando pienso moralmente no tengo que convencerme
más que a mí; en política, es
imprescindible que convenza o me deje convencer por otros. Y
como en cuestiones políticas no sólo se trata de mi
vida sino de la armonía en acción de mi vida
con otras muchas, el tiempo de la
política tiene mayor extensión.En el terreno ético, la libertad del
individuo se resuelve en puras acciones,
mientras que en política se trata de crear instituciones, leyes, formas
duraderas de administración.La vida de cada humano es irrepetible, e
insustituible: con cualquiera de nosotros, por humilde que
sea, nace una aventura cuya dignidad estriba en que nadie
podrá volver a vivirla nunca igual. Por eso sostengo
que cada cual tiene derecho a disfrutar de su vida del modo
más humanamente completo osible, sin sacrificarla a
dioses, ni a naciones, ni siquiera al conjunto entero de la
humanidad doliente. Por otra parte, para ser plenamente
humanos tenemos que vivir entre humanos, es decir, no
sólo como los humanos, sino también con los
humanos. O sea, en sociedad.Para concluir, la diferencia fundamental entre la
ética y la política, es que la ética es
una perspectiva personal, mientras que la política es
una perspectiva social, es nuestra relación con los
demás, y con las instituciones. La ética puede
perjudicarnos a nosotros, pero la política puede
perjudicarnos a todos.A Savater, no le parece bien que las personas no se
interesen por la política, es más los tilda de
poco inteligentes.Los antiguos griegos, a quién no se
metía en política le llamaron idiotes; una
palabra que significaba persona
aislada, sin nada que ofrecer a los demás, obsesionada
por las pequeñeces de su casa y manipulada a fin de
cuentas
por todos. De ese "idiotes" griego, deriva nuestro idiota
actual. En el libro
anterior, me atreví a decirte que la única
obligación moral que
tenemos es no ser imbéciles, con las variadas formas
de imbecilidad que puedan estropearnos la vida. Pues resulta
que el mensaje de este libro, puede resumirse en tres
palabras: ¡no seas idiota!. El hecho fundamental para
no ser un idiota es que los hombres no vivimos aislados y
solitarios, sino juntos y en sociedad. En base a esto, es que
pretende que Amador se involucre en la sociedad y de esta
forma escapará a ser un idiota.- Asimismo en el Prólogo aconseja a su hijo:" no
seas idiota". Explique: ¿en qué se fundamenta y
en qué consiste dicha recomendación?.Otra vez el hecho fundamental de que los hombres no
vivimos aislados ni solitarios, sino en sociedad.Si me desentiendo de la sociedad humana de la que
formo parte, seré tan prudente como quién yendo
en un avión gobernado por un piloto completamente
borracho, bajo la amenaza de un secuestrador loco armado con
una bomba, viendo como falla uno de los motores,
en lugar de unirse con los restantes pasajeros sobrios y
cuerdos para intentar salvarse, se dedicara a silbar mirando
por la ventana o reclamara a la azafata la bandeja del
almuerzo.Interpretamos que lo que pretende explicar es que si
vivimos en sociedad, debemos involucrarnos con ella, serles
útiles en lo cotidiano como en los momentos
difíciles, ya que el desentendernos de lo social es
ser un idiota, es egoísta, en definitiva es ser un
ente o vivir sólo en una isla. - Interprete que implicancias tiene el involucrarse con
la sociedad o no desentenderse de lo social, en
relación a lo expuesto en la consigna 2.…"Buscaremos las cuestiones de fondo, lo que
está en juego en la
política."…"…A partir de ahí,
tú tienes la última palabra: procura que nadie
te la quite ni la diga en tu lugar"…Interpretamos que lo que dice es que Amador tiene la
posibilidad de entender y sacar conclusiones sobre lo que le
está escribiendo, que le hablará de todo lo que
verdaderamente está en juego en la política, y
no, de a quiénes debe votar, ni quiénes son los
buenos y los malos, ya que después de que le de todos
sus argumentos, el tendrá la última palabra
para decidir por sí sólo. - Interprete el consejo de Savater, respecto "a lo que
están en juego en
política", cuando expresa: "tú tienes la
última palabra procura que nadie te la quite ni la
diga en tu lugar".La sociedad que nos rodea, no sólo se compone
de personas, objetos y edificios.Es una red de lazos
más sutiles, o si prefieres más espirituales:
está compuesta de lenguaje,
de memoria
compartida, de costumbres, de leyes… Hay obligaciones y fiestas, prohibiciones, premios
y castigos. La sociedad guarda por tanto, información. Vivir en sociedad es
recibir constantemente noticias, órdenes, sugerencias,
chistes,
súplicas, tentaciones, insultos…y declaraciones
de amor.La sociedad nos excita, nos estimula, sentirnos en
terreno conocido: nos ampara.Lo más natural para vivir como hombres es
precisamente la sociedad.La sociedad nos sirve, pero también hay que
servirla: está a mi servicio,
pero sólo en la medida en que yo me resigne a ponerme
al suyo. Cada una de las ventajas que ofrece viene
acompañada de limitaciones, de instrucciones y
exigencias, de reglas de uso: de imposiciones. Me ayuda pero
a su modo, sin preguntarme, como preferiría yo en
particular, ser ayudado. Y la mayoría de las veces sin
pongo trabas a sus imposiciones o rechazo su ayuda, me
castiga de un modo u otro. En una palabra, con la sociedad de
los demás humanos no tengo forma de guardar las
distancias: siempre estoy comprometido con ella en cuerpo y
alma. - ¿Cómo describe la sociedad Savater y en
que aspectos, hechos, procesos,
etc., la sociedad conforma la vida humana?La sociedad tiene leyes y obligaciones …"que
yo no he inventado"…Las leyes e imposiciones de la sociedad son siempre
nada más que convenciones. Por antiguas, respetables o
temibles que parezcan, no forman parte inmovible de la
realidad, ni brotan de la voluntad de algún Dios
misterioso: han sido inventadas por hombres, responden a
designios humanos comprensibles y pueden ser modificadas o
abolidas por nuevo acuerdo entre los humanos. Por supuesto,
no debes confundir las convenciones con los caprichos, ni
creer que lo "convencional" es algo sin sustanciaAlgunas convenciones (llevar corbata para poder
entrar en cierto restaurante…) expresan solamente
prejuicios bastante tontos, pero otras (no matar al vecino o
ser fiel a la palabra dada) merecen un aprecio
muchísimo mayor. Muchas de ellas tienen efectos
decisivos sobre nuestras vidas y piensa que sin ninguna
convención en absoluto no sabríamos
vivir.Consideramos que las leyes y obligaciones no
están o no deben estar viciadas de caprichos, ya que
si los tuvieran no estarían verdaderamente al servicio
de la sociedad sino al servicio de la voluntad de un par de
caprichosos que decidieron algo porque si, mientras que a los
prejuicios tontos o no, lo consideramos lógicos dentro
de la sociedad (por ej.: el hecho del uso de la corbata),
pero también consideramos que con el correr del
tiempo, o con la madurez de las sociedades
este tipo de prejuicios irá desapareciendo y
llegará el momento en que cada uno decida por
sí en que acontecimiento le parece propicio el uso de
la corbata sin dejarse llevar por antiguos
prejuicios. - Caracterice las leyes y obligaciones sociales y
diferéncielas de los caprichos y prejuicios.Los hombres además de instintos, estamos
dotados de capacidad racional, gracias a la cuál
podemos hacer cosas mucho mejores que los animales. Es
la razón por las que nos convierte en unos animales
tan raros, tan poco… animales. Y ¿qué es
la razón? La capacidad de estableces convenciones, o
sea, leyes que no nos vengan impuestas por la biología, sino que aceptemos
voluntariamente. Por medio de la razón patentamos
suplementos y complementos a nuestros instintos. Somos,
instintivamente racionales. Los animales no tienen más
código que el código
genético: nosotros tenemos también el
genético, pero además el código penal,
el código
civil y el código de la
circulación…Los animales, tienen también una cuota de
razón, que les sirve para improvisar sus necesidades o
el funcionamiento de sus instintos, pero quizás la
verdadera diferencia que tengan la razón animal con la
humana es que el animal se muere y los hombres sabemos que
nos vamos a morir; a los animales la muerte
les llega sin esfuerzo y sin alarma, los humanos tenemos
experiencia de la muerte,
memoria de la muerte y premonición cierta de la
muerte, tratamos de prolongar la vida, nos rebelamos contra
la muerte e inventamos cosas para contrarrestar el peso de su
sombra. - ¿Cómo define Savater a la
razón?Aquí reside la fundamental diferencia entre
la sociedad de los hombres y las sociedades del resto de los
animales llamados sociales: éstos últimos han
evolucionado hasta formar grupos para
mejor asegurar la conservación de sus vidas mientras
que nosotros pretendemos …la inmortalidad.Es evidente que lo propio de los humanos es una
especie de inquietud que los demás seres vivos parecen
no sentir.La inquietud nunca falta y siempre crece.
Hay un miedo permanente al aburrimiento, por esto
las sociedades humanas no se contentan con la supervivencia
sino que ansían la inmortalidad.Las sociedad humanas funcionan siempre como
máquinas de inmortalidad a las que nos "enchufamos"
los individuos para combatir la amenaza innegable de la
muerte.El grupo
social se presenta como lo que no puede morir; a diferencia
de los individuos, y sus instituciones sirven para
contrarrestar lo que cada cual teme de la fatalidad mortal:
si la muerte es soledad definitiva, la sociedad nos brinda
compañía permanente; si la muerte es debilidad
e inacción, la sociedad se ofrece como la sede de la
fuerza
colectiva y origen de mil tareas, hazañas y logros; si
la muerte borra toda diferencia personal y todo lo iguala, la
sociedad brinda sus jerarquías, la posibilidad de
distinguirse y ser reconocido y admirado por los
demás; si la muerte es olvido, la sociedad fomenta
cuanto es memoria, leyenda, monumento, celebración de
las glorias pasadas; si la muerte es insensibilidad y
monotonía, la sociedad potencia
nuestros sentidos, refina con sus artes nuestro paladar,
nuestro oído y nuestra vista, prepara intensas
y emocionantes diversiones con las que romper la rutina
mortificante; la muerte nos despoja de todo y por lo tanto la
sociedad se dedica a la acumulación y producción de todo tipo de bienes; la
muerte es silencio y la sociedad juego de palabras, de
comunicaciones, de historias, de
información… por eso la vida humana es tan
compleja: porque siempre estamos inventando cosas nuevas y
gestos inéditos contra las aborrecidas pompas
fúnebres de la muerte. Y por eso los hombres llegan a
morir contentos en defensa y beneficio de las sociedades en
las que viven: porque entonces la muerte ya no es un
accidente sin sentido, sino la forma que tienen el individuo
de apostar voluntariamente por lo que no muere, por aquello
que colectivamente representa la negación de la
muerte. Y también por eso los hombres sienten el
aniquilamiento de sus comunidades como un triunfo de la
muerte más grave y terrible que cualquier muerte
individual…Creemos entender que la inmortalidad reside en el
hecho que nosotros sólo morimos y la sociedad nos
revive, si es que hemos sido útiles y serviciales (no
idiotas) si hemos participado y dejado algo de nosotros a la
sociedad, esta siempre nos recordara con el paso de los
años, por ej: Jorge Luis Borges
sólo murió, pero fue tan grande su obra que
diariamente seguimos teniéndolo con
nosotros. - Explique porqué según Savater las
sociedades humana funcionan como "máquinas de inmortalidad".Como animales sociales, Savater rescata que no
sólo repetimos los gestos de los demás, y
obedecemos las normas de
nuestro grupo, sino que llegado el caso desobedecemos, nos
rebelamos, violamos las rutinas y las normas
establecidas.En relación con esto, Savater cita y coincide
con Aristóteles, quién
manifestó…" que el hombre
es el único animal capaz de sublevarse…", ya
que el hombre no
hace las cosas sin rechistar sino que es preciso convencerlo
y a veces a obligarlo a hacer ciertas y determinadas cosas;
también Savater cita y coincide con Immanuel Kant,
quién dijo que los hombres somos "insocialmente
sociables", o, sea que la forma de vivir en sociedad no es
sólo obedecer y repetir, sino también
rebelarnos e inventar.Los hombres no se rebelan contra la sociedad, sino
contra una sociedad determinada, no desobedecemos porque no
queramos obedecer a nada ni a nadie, sino porque queremos
mejorar las razones que nos dan.Lo único indudable es que en todas las
sociedades humanas, se dan razones para la obediencia y
razones para la rebelión. Tan sociables somos cuando
obedecemos por las razones que nos parecen válidas,
como cuándo desobedecemos y nos sublevamos por otras
que se nos antojan de más peso. De modo que para
entender algo de la política, tendremos que
plantearnos esas diversas razones. Porque la política
no es más que el conjunto de las razones para obedecer
y de las razones para sublevarse…Interpretamos que la obediencia se da en aquellas
cosas que consideramos adecuadas o convenientes para la
sociedad, y nos rebelamos contra aquellas que consideramos
que deben cambiar ya sea por necesidad, por quedar fuera de
época, o por no estar adecuadas a la función social que deberían
cumplir. Por supuesto que no habla de obediencia de
caprichos, ni de rebeliones por antojo o porque
sí. - Interprete porque Savater denomina al 2°
Capítulo "Obedientes y Rebeldes" y explique como
Savater lo relaciona con pensamientos de Aristóteles y de Kant.Obedecer, rebelarse: ¿no sería mejor
que nadie mandase, para que no tuviésemos que buscar
razones para obedecerle ni encontrásemos motivos para
sublevarnos en contra suya? Esta es más o menos la
opinión de los anarquistas, gente por la que reconozco
que tengo bastante simpatía. Según el ideal
anárquico, cada cuál debería actuar de
acuerdo con su propia conciencia, sin reconocer ningún tipo
de autoridad.
La anarquía postula una sociedad sin razones para
obedecer a otro, y por tanto también sin razones para
rebelarse contra él. En una palabra: el final de la
política, su jubilación. Los hombres
viviríamos juntos, pero como si viviésemos
solos, es decir haciendo cada cuál lo que se le da la
gana.¿Es posible una sociedad anárquica, es
decir sin política? Los anarquistas tienen desde luego
razón al menos en una cosa: una sociedad sin
política sería una sociedad sin conflictos. A mí me parece que el
conflicto,
el choque de intereses entre los individuos, es algo
inseparable de la vida en compañía de otros,
porque somos demasiado sociables. Somos sociables porque
tendemos a imitar los gestos que vemos hacer, las palabras
que oímos pronunciar, los deseos que los demás
tienen, los
valores que los demás proclaman. Deseamos obtener
lo que vemos que los demás también quieren;
queremos todos lo mismo pero a veces lo que anhelamos no
pueden poseerlo más que unos pocos o incluso uno
sólo. Uno puede ser el jefe, o ser el más rico,
o el mejor guerrero o triunfar en las competiciones
deportivas, o poseer a la mujer
más hermosa como esposa…De modo que vivimos en conflicto porqué
nuestros deseos se parecen demasiado entre sí y por
ello colisionan unos contra otros.Savater, confiesa simpatizar con la anarquía,
pero con el correr del libro, vemos como le interesa
más la participación del hombre en la sociedad,
como obedecer, como rebelarse, como rescata el
individualismo, y por último después de
relacionar en varios párrafos con la anarquía,
concluye …"Pero también me resulta evidente que
esperar el milagro de que millones de seres humanos logren
vivir juntos de manera automáticamente armoniosa y
pacífica, sin ningún tipo de dirección colectiva ni cierta
coacción que limite la libertad de los más
destructivos o de los más imbéciles, no es cosa
que parezca compatible, con lo que los humanos hemos sido,
somos… Ni siquiera con lo que verosímilmente
podemos llegar a ser. De modo que considero indispensables
algunas órdenes…aunque no cualquier tipo de
órdenes: ciertos jefes… aunque no cualquier
tipo de jefes: algún gobierno… pero no cualquier
gobierno"… Con esto demuestra que no se encuentra de
acuerdo con el anarquismo.Coincidimos plenamente con Fernando Savater,
consideramos que las sociedades deben estar coordinadas y
organizadas, pero por supuesto también rescatamos que
no debemos estar organizados por cualquiera, ni gobernado por
cualquiera, que de nuestra activa y madura
participación depende el nivel de excelencia que
logremos en la sociedad; consideramos que ni aún
aquellas sociedades que hoy se encuentran plenamente
coordinadas y organizadas, como pueden ser Estados
Unidos o Alemania
podrían sobrevivir sanamente con un gobierno
anárquico, ya que es bastante complicado el poder
poner a punto simultáneamente los deseos o las
necesidades personales, sin estar coordinadas. - Refiérase a las concepciones anarquistas y
explique qué postura adopta Savater, frente a dichas
concepciones. ¿Coincide o no con la postura del autor?
Si – No. Justifique argumentando a favor o en contra de
las concepciones anarquistas.La mayoría de los verdaderos individualistas
son tolerantes con los gustos ajenos porque les traen sin
cuidado y, como tienen sus propios valores, a
menudos distintos de los de la escala
"oficial", no chocan frontalmente con los diferentes a
sellos, no pretenden imponerles por la fuerza las virtudes
propias ni luchan a zarpazos por apoderarse de algo
único cuyo mayor precio
viene solamente de que lo quieren muchos.Los miembros de la comunidad que
menos contribuyen a estropearla son esos individualistas
contra quiénes oirás predicar: los que viven
para sí mismos y por lo tanto comprenden las razones
que hacen indispensable la armonía con los
demás; no los que sólo viven para los
demás…y para lo de los demás. - Explique cómo interpreta Savater el verdadero
Individualismo.El conflicto entre intereses, cualquier conflicto o
enfrentamiento no es malo de por sí.Gracias a los conflictos, la sociedad inventa, se
transforma, no se estanca. La única forma de asegurar
que cada cuál tiene personalidad propia, es que de vez en
cuándo nos enfrentemos y compitamos con los otros. De
modo que en la sociedad tienen que darse conflictos, porque
en ella viven hombres reales, diversos, con sus propias
iniciativas y sus propias pasiones. Una sociedad sin
conflictos no sería sociedad humana, sino un
cementerio o un museo de cera. Y los hombres competimos unos
con otros, y nos enfrentamos unos con otros, porque los
demás nos importan, porque nos tomamos en serio unos a
otros y damos trascendencia a la vida en común que
llevamos con ellos. A fin de cuentas, tenemos conflictos unos
con otros por la misma razón por la que ayudamos a los
otros y colaboramos con ellos: porque los demás seres
humanos nos preocupan.No es la política la que provoca los
conflictos: malos o buenos, estimulantes o letales, los
conflictos son síntomas que acompañan
necesariamente la vida en sociedad…Interpretamos por todo lo mencionado, que los
conflictos son una parte sana en la relación social,
siempre y cuándo nos interese, conseguir algún
derecho; o mejorar o reivindicar algún derecho ya
obtenido. Siempre que se haga dentro del respeto,
las reglas y las leyes los reclamos que originan los
conflictos son positivos. - Interprete que valor
tienen y describa qué rol cumplen los conflictos en la
sociedad.La política se debe ocupar de atajar ciertos
conflictos, de canalizarlos y ritualizarlos, de impedir que
crezcan hasta destruir como un cáncer el grupo social.
Los humanos llevamos nuestras discrepancias conflictivas
hasta el punto de matarnos unos a otros.Tales las guerras
más notorias del momento, como la de Estados
Unidos-Irak; y la
eterna de Israelíes –
Palestinos. - Identifique que función debe cumplir la
Política ante los conflictos propios de la vida
social.Es preciso inventar artificios que impidan que la
sangre llegue
al río: se necesitan personas o instituciones a las
que todos obedezcamos y que medien en las disputas, brindando
su arbitraje o
su coacción para que los individuos enfrentados no se
destruyan unos a otros, para que no trituren a los más
débiles, para que no inicien una cadena de mutuas
venganzas que acabe con la concordia del grupo.La autoridad política viene también a
cumplir otras funciones. En
cualquier sociedad humana hay determinadas empresas que
exigen la colaboración o algún tipo de apoyo de
todos los ciudadanos: se trata de la defensa del grupo, de la
construcción de obras públicas
de gran utilidad que
ningún particular puede realizar por sí
sólo, la modificación de tradiciones o leyes
que han estado
vigentes mucho tiempo y su sustitución por otras
diferentes, la asistencia a los afectados por alguna
catástrofe colectiva o por esas catástrofes
individuales que a todos nos importen, incluso la organización de fiestas y celebraciones
comunales que refuercen en los miembros de la colectividad
los lazos de amistad
civil y la emoción de formar parte de un conjunto bien
armonizado.También se necesita autoridad para prevenir
ciertos males que afectan a muchos.Tanto la autoridad política como las
instituciones son indispensables según nuestro
criterio para puntualizar y llevar adelante la
coordinación y la organización de la que ya
hablamos, ya que por ejemplo debe haber una autoridad que
determine un delito y
las instituciones serán las responsables de que esto
se cumpla, sin ellas no habría organización
social posible. - Argumente por qué y para qué son
indispensables las instituciones y la autoridad
política.Etienne de la Boétie: Es como que rescata el
anarquismo con sus cuestionamientos pero lo que en realidad
piensa es que los hombres respetan a la autoridad y sus
instituciones, para aprovechar al máximo las ventajas
de vivir en sociedad, …"vivir juntos"… para lo
que aúnan esfuerzos y logran objetivos
para el bien común, a largo plazo.Federico Nietzsche: Proclama que debe haber alguna
autoridad suficiente para garantizar que las promesas hechas
a la sociedad se cumplan. A los efectos de que la vida de la
sociedad sea confiable.Thomas Hobbes: Opina que los hombres eligieron jefes
por miedo a sí mismos, a lo que podría ser de
los si no tenían alguien que los condujera y
solucionara sus conflictos. Pensaba que ni el más
fuerte estaba a salvo, por lo tanto…"¡más
vale temer a uno que a todos!"… sobre todo si se rige
por normas claras y no por caprichos. - Savater, cita a los pensadores, Etienne de la
Boétie, Nietzsche
y Thomas Hobbes.
Cada uno de ellos se plantea la cuestión de la
necesidad de que exista alguien que mande y otros que
obedezcan. Explique las diversas posturas.Lo cierto es que los jefes, las personas revestidas
de mando, han disfrutado siempre de un halo especial de
respeto y veneración, como si no fueran seres humanos
como los demás. Cualquier jefe tiene algo de
tabú: en caso contrario no dura como jefe ni un
momento. Por eso los jefes se han buscado tanto parentesco
con los dioses, y a veces han sido considerados dioses
terrenales.Interpretamos que para poder ponerse por encima de
los demás y lograr su respeto, los jefes hace
años, buscaban este emparentamiento divino que los
hacía sentir distintos o más importantes, hoy
día consideramos que nuestros gobernantes han cambiado
este parecido divino, por el tan mencionado carisma, antes de
escuchar si merece el cargo por ser honesto, leal, capaz o
formado, escuchamos es carismático; o sea que el
tabú del pasado era ese halo de misterio y el de hoy
es el carisma. - Interprete la expresión de Savater: "Cualquier
jefe tiene algo de tabú".Algunos reyes de la remota antigüedad no
sólo eran considerados por los súbditos
responsables del orden de la sociedad sino también del
de la naturaleza:
sus obligaciones incluían tanto promulgar leyes o
ganar batallas, como igualmente garantizar la lluvia que
posibilita una buena cosecha. Tanta confianza en su poder
tenía aspectos muy halagüeños para los
interesados, pero también implicaciones bastante
peligrosas: si los vasallos decidían que la causa de
una sequía pertinaz era la afición del monarca
a la bebida, podían llegar a cortarle la
cabeza… Ya que a ningún hombre le gusta
obedecer sin más a otro hombre: prefiere considerarle
un poco más que hombre y así le obedece
más a gusto, sin sentirse humillado. De ahí que
suela endiosarse a los gobernantes, rodeándoseles de
admiración y privilegios. Se les concede algo
especial, un poder que excede al de los individuos corrientes
y molientes, pero por la misma razón no se le toleran
debilidades que en cambio consentimos a los individuos
comunes. La obligación de obedecer a un igual siempre
se ha hecho inaguantable a los hombres. El jefe tenía
que ser algo que los demás no eran (un dios, por
ejemplo), o tener características excepcionales que los
demás no tenían, o representar con sus
órdenes algo que está por encima de los
individuos (La Ley) y que
también el debe respetar.Refiriéndonos a lo mencionado, destacamos que
hoy en día, de acuerdo a lo último
experimentado, es que la gente esta eligiendo a los
gobernantes por el parecido que tienen con ellos, dejando de
lado a los más poderosos o inaccesibles; así
vemos que se vota a un partido comunal, donde lo manejan
gente como uno, común, trabajadora, porque es como que
nos estamos cansando de los más preparados, más
adinerados, o más relacionados. - Savater informa sobre los criterios que se
tenían en cuenta en la antigüedad, para elegir y
designar a los gobernantes. Refiérase a dichos
criterios.En los principios,
cuando éramos más o menos "primitivos",
solían ser jefes los más musculosos y
hábiles, ayudados por los de mayor experiencias. La
importancia de los ancianos. Fue sin duda enorme, porque
ellos representaban el tesoro de la memoria
y guardaban los hallazgos del grupo, en épocas en las
que aún no había escritura
para archivarlos o la mayoría de la gente no
sabía leer. El Consejo de Ancianos siempre ha tenido
peso de autoridad: el título de los senadores
así lo atestigua. La invención de la escritura
dio a los conocimientos, recuerdos y leyendas
un soporte más seguro que la
memoria individual.La edad es un criterio bastante objetivo
de autoridad.Pero cuándo los grupos se hicieron mayores en
número y más diversos en ocupaciones, el asunto
político se hizo más complejo. Los candidatos a
la jefatura, fueron más numerosos, cada uno con sus
partidarios, y las peleas por el poder, amenazaban con
destruir la armonía de la tribu. Por otra parte, los
problemas
que tenía que resolver el jefe, ya no eran sólo
la casta y la guerra,
sino también tomar decisiones complicadas: las tribus
se asentaron en territorios fijos al dedicarse a la agricultura y nacieron disputas respecto a la
distribución y propiedad
de la tierra,
las herencias familiares, las costumbres matrimoniales, la
organización de obras públicas necesarias para
todos. El jefe mejor, ya no era el que más guerras
ganaba, sino el más capaz de lograr mantener una paz
provechosa con los vecinos para poder comerciar con
ellos.Las tribus más antiguas no conocieron un
código legal como los que aparecen en el derecho
actual. Las leyes o normas, que regían los diversos
aspectos de la existencia colectiva se apoyaban en la
tradición, la leyenda, el mito, en
una palabra: en la memoria del grupo cuyos administradores y
depositarios eran los ancianos, tal como antes
decíamos. La ley se basaba en lo que siempre se
había hecho, sin distinguir entre lo que suele hacerse
y lo que queremos por unas razones u otras que se hagan. El
mayor argumento para respetar una norma era: "siempre se ha
hecho así".La verdad, es que no siempre se había hecho
antes, lo que la ley mandaba ahora: la norma en
cuestión había nacido como intento de resolver
algún problema concreto
del grupo y luego, para que nadie la discutiera se
aseguró que provenía de la más nebulosa
antigüedad.Los modernos a veces, desempolvamos, una idea o una
teoría antigua y la presentamos como
una gran novedad para que la gente se interese por ella; los
primitivos disfrazaban cada nueva idea o nueva ley que se les
ocurría con ropajes legendarios de cosas que provienen
de muy atrás para que fuera aceptada.L a forma más elemental de legitimidad, es
decir, de justificación de la autoridad en sociedades
relativamente complejas, venía siempre del pasado
¿Por qué son los padres, más fuertes y
más sabios que el hijo? Porque están en el
mundo desde antes que él. La lógica primitiva, creía que los
padres, de los padres, de los padres, debieron ser aún
más fuertes y sabios que los padres actuales,
parientes casi y colegas de los dioses. Lo que ellos
habían considerado como bueno, quizá porque se
lo había rebelado alguna divinidad no podían
discutirlo los individuos presentes, mucho más
frágiles y lamentablemente humanos.La familia, la
estirpe, se convirtieron en la base del poder de faraones,
caciques, sátrapas, reyes, etc.… De lo que se
trataba era de asegurar las estabilidad el funcionamiento de
la sociedad, evitando en lo posible los trastornos
políticos, los enfrentamientos civiles y las novedades
peligrosas, a favor de un grupo respecto al resto del
conjunto. También las leyes estaban sustentadas en
razones religiosas, porque habían sido rebeladas por
divinidades inapelables cuya voluntad interpretaban los
curas. No había leyes humanas, todas provenían
del cielo y del pasado. - Describa e interprete las concepciones respecto a la
legitimidad de la autoridad y de las leyes o normas, en la
antigüedad, expuestas por Savater.Al principio del capítulo 4° en lo que
hace referencia al canto de la Iliada,
podemos observar numerosas figuras de la sociedad que hemos
visto hasta aquí, los jefes supremos elegidos por su
fuerza, por su astucia, lo que nacieron para obedecer y los
que nacieron para mandar y dirigir, los que reconocían
a un jefe supremo como Agamenón, y los que no lo
hacían, y los que respetaban como los aqueos la
voluntad de la mayoría; o se trataban,
convivían y discutían como iguales; por
supuesto todo lo que cuenta Homero en
este pasaje de la
Ilíada, no es otra cosa que el comienzo de la
democracia. Esta es la gran invención
griega.Demuestra lo arraigado que tenemos ya el principio
de que todos los individuos deben tener por igual voz y voto
en las cuestiones de organización política, sea
cual fuere su clase social, su familia, su sexo,
etc.…No hay nada de evidente en eso, de que los hombres
son iguales. Más bien todo lo contrario: ¿lo
evidente es que los hombres son radicalmente distintos unos
de otros? Los hay cobardes y débiles, fuertes y
valientes, fuertes pero cobardes, débiles pero
valientes, guapos, feos, altos, bajos, rápidos,
lentos, listos, bobos… por no hablar de que algunos
son niños, otros adultos y otros viejos, o
que unos son mujeres y los demás hombres. Lo que salta
a la vista no es la igualdad
entre los hombres, si no su desigualdad.Las primeras organizaciones sociales, partieron, como es
lógico de esas distinciones entre unos y otros. Las
diferencias se aprovecharon en beneficio del grupo: que el
mejor cazad0or dirija la caza, que el más fuerte y
valiente organice su combate.Lo importante era que el grupo funcionase del modo
más eficaz posible. Cuando los grupos se hicieron
mayores y las diversas actividades dentro de ellos,
más complicadas, las desigualdades entre los hombres,
ya no dependieron solamente de las aptitudes de los
individuos, sino también de su linaje familiar y de
sus posesiones. Los hombres se hicieron desiguales no
sólo por lo que eran, sino también por lo que
tenía, y lo más importante: las desigualdades,
se hicieron hereditarias. Los hijos de reyes fueron reyes,
los hijos de ricos, nacían ya ricos, y el que
tenía padres esclavos, no podía aspirar a nada
mejor que la esclavitud.
Quedó establecido, que unos venían al mundo y
otros para obedecer. Se promulgaron leyes: las hacían
los que mandaban para los que obedecían.Los griegos se daban cuenta de las enormes
diferencias naturales o heredadas que se dan entre los
hombres. Pero poco a poco se les empezó a ocurrir una
idea algo rara: los individuos se parecen entre sí,
más allá de sus diferencias, porque todos
hablan, todos pueden pensar sobre lo que quieren o lo que les
conviene, todos son capaces de inventar algo o de rechazar
algo inventado por otro… explicando porque lo inventan
o porque lo rechazan. Los griegos sintieron pasión por
lo humano, por sus capacidades, por su energía
constructiva, por su astucia y sus virtudes, hasta por sus
vicios. "De todas las cosas dignas de admiración que
hay en el mundo, ninguna es tan admirable como el hombre",
por ello, los griegos inventaron la polis, la comunidad
ciudadana en cuyo espacio artificial, antropocéntrico,
no gobierna la necesidad de la naturaleza ni la voluntad
enigmática de los dioses, sino la libertad de los
hombres, es decir: su capacidad de razonar, de discutir, de
elegir, y de revocar dirigentes, de crear problemas y de
plantear soluciones. El nombre por el que ahora
conocemos ese invento, el más revolucionario
políticamente hablando, que nunca se haya dado en la
historia
humana, es democracia.La democracia griega estaba sometida al principio de
isonomía: es decir, las mismas leyes regían
para todos, pobres o ricos, de buena cuna o hijos de padres
humildes, listos o tontos. Sobre todo, las leyes eran
inventadas por los mismos que debían someterse a
ellas, había que tener cuidado en la asamblea con no
aprobar leyes malas, porque uno podría ser su primera
víctima.Tan en serio se tomaban los antiguos atenienses la
igualdad política de los ciudadanos y tan convencidos
estaban de que su obediencia se debía sólo a
las leyes y no a personas, que la mayoría de las
magistraturas y otros cargos públicos de la polis se
decidían por sorteo. Como todos los ciudadanos eran
iguales, como ninguno podía negarse a cumplir sus
obligaciones políticas con la comunidad, echar a
suertes los cargos políticos parecía a los
griegos la mejor de las soluciones.¿Isonomía? Como iba a haber igualdad
para todos, si había esclavos, estarás
pensando, en efecto los esclavos no participaban en la vida
política griega, ni tampoco las mujeres, que tuvieron
que esperar en algunos caso veintiséis siglos para
tener derechos
políticos y en otros como en los países
islámicos, siguen esperando….Los pioneros atenienses, nunca sostuvieron que todos
los seres humanos tienen derechos políticos iguales. Y
sabían que no todo el mundo era ciudadano ateniense:
había que ser varón, de cierta edad, no ser
esclavo, nacido en la polis, etc. Pero todos los que
reunían esos requisitos eran políticamente
iguales.No pretendo idealizar la organización
política ateniense ni sugerir que aquello era el
paraíso y que el infierno vino después. Al
contrario, la democracia nació entre conflictos y
sirvió para aumentarlos en lugar de resolverlos. En su
más remoto origen, en el método democrático a la griega,
sólo los valientes eran reconocidos como iguales por
la asamblea de los mejores. Pero en ese distinguido grupo el
poder ya no viene de los cielos ni de la sangre o la riqueza,
sino que brota de la decisión unánime del
conjunto.El sistema de
poder político que utilizaban los griegos se
parecía a un círculo: en la asamblea todos se
sentaban equidistantes de un centro en dónde
simbólicamente estaba el poder decisorio o sea en el
medio, cada cual podía tomar la palabra y opinar,
sosteniendo mientras tanto una especie de cetro que indicaba
su derecho a hablar sin ser interrumpido.Desde sus comienzos la invención
democrática tuvo serios adversarios, tanto en lo
teórico como en lo práctico.Todos conocemos más personas ignorantes que
sabias y más personas malas que buenas…luego es
lógico suponer que la decisión de la
mayoría tendrá más de ignorancia y de
maldad que de lo contrario. Los enemigos de la democracia
insistieron desde el primer momento en que fiarse de los
muchos es fiarse de los peores.Resolvieron parte de este problema, con las
asambleas populares, allí un general o un carpintero,
ambos ciudadanos podían discutir acerca de cómo
llevar a cabo una batalla.La democracia es una obra de arte. Los
griegos fueron grandes artistas: la democracia fue la obra
maestra de su arte, la más arriesgada y la más
discutida., pero los griegos preferían discutir con
sus iguales que someterse a los amos.El invento democrático, ese círculo en
cuyo centro estaba el poder, esa asamblea de voces y
discusiones, tuvo como consecuencia que los ciudadanos, se
miraran unos a otros. Las sociedades democráticas son
más transparentes que las otras. En otro tipo de
sociedades, cada grupo social no conocía el género
de vida que llevaban los superiores y no se atrevían a
juzgar sus virtudes y sus vicios. Entre los griegos, en
cambio, cada cual estaba pendiente de los demás: las
habilidades y los méritos no se daban por supuestos a
nadie, sino que tenían que mostrarse… y que
demostrarse. Las debilidades y los vicios también eran
cosa del dominio
público.En Grecia
nacieron los dos espectáculos de masas
democráticos por excelencia: el deporte y el teatro. La
competición deportiva es un fruto directo del
establecimiento de la igualdad política. Los griegos
admiraban el cuerpo
humano, su energía y su belleza: las competiciones
deportivas sirvieron para establecer la distinción
entre los cuerpos y destacar la primacía de los
mejores.El teatro fue el otro trascendental corolario que
tuvo la democracia griega. Fue en Grecia, donde por primera
vez los hombres convirtieron en espectáculo las
pasiones y emociones
puramente humanas. Se veían unos a otros y miraban sus
diferencias dentro de la igualdad política:¡
Gracias a que se trataban como iguales se dieron cuenta de lo
diferentes que son unos individuos de otros!. - Interprete por qué al Capítulo 4° lo
denomina Savater, "La Gran Invención Griega" y
explique a que hace referencia. Sintetice todo lo más
significativo de dicho Capítulo 4°.Después de ese invento griego, las formas
políticas siguieron evolucionando y
transformándose en Europa.
Los romanos aportaron el derecho, sin duda la más
importante modificación de la comunidad humana desde
el comienzo democrático e igualitario en Grecia. Algo
paradójico en la forma de convivir: los griegos fueron
muy directamente democráticos e igualitarios, pero
sólo entre ellos, dentro de su polis; es decir eran
libres e iguales, porque eran atenienses o espartanos; en
cambio, los romanos, imperialistas y depredadores,
contribuyeron con la extensión de sus conquistas a que
los derechos políticos se hicieran universales y
cualquiera dentro del imperio pudiera disfrutar de ellos.
Cualquiera podía ser ciudadano de Roma.Analizando lo mencionado, los romanos perfeccionaron
el invento griego, ya que estos últimos eran
democráticos, pero sólo entre iguales
(atenienses y espartanos), mientras que los romanos hicieron
disfrutar de la democracia y de los derechos políticos
a todos los ciudadanos de su imperio, ya fueran romanos o
conquistados. - Analice la paradoja y a la vez la diferencia entre los
griegos y los romanos, a la que hace referencia Savater en el
comienzo del Capítulo 5°.Los dos grandes protagonistas del torneo
político moderno son el individuo y el Estado. Tampoco
los protagonistas se oponen de un modo frontal y excluyente:
más bien son una pareja amorosa, que se abraza
estrechamente, y que se penetran a veces con placentero
consentimiento y a veces con dolorosa violación. O sea
que cada individuo lleva mucho del Estado dentro de
sí, y el Estado por su parte no es una especie de
entidad sobrehumana caída del cielo, sino que esta
formado por individuos y no tiene otro poder que el recibido
de múltiples decisiones individuales.Lo habitual, es que cada una de las partes hable de
la otra como su peor enemiga y le achaque todos los males de
la sociedad: el individuo se queja de la opresión y de
la arbitrariedad del Estado, mientras que el Estado atribuye
a la desobediencia y el egoísmo de los individuos
todos los desastres políticos.Las antiguas estructuras sociales limitaban bastante las
iniciativas individuales, pero en cambio gozaban de la
solidez unánime de los que no se pone en
cuestión: todos somos uno. La modernización
concede cada vez más importancia a lo que piensa,
opina y reclama cada individuo, pero igualmente se da
qué, cada cual sigue siendo uno dentro del todo. Y por
tanto se fortifica la contraposición individuo/Estado.
El individuo, con su voluntad, su apoyo y sus decisiones, es
el fundamento último de la legitimidad del Estado y el
Estado se apoya y se justifica invocando los acuerdos entre
los individuos.El juego dialéctico entre individuo y Estado,
está siempre a punto de desequilibrarse hacia uno de
los dos polos: y ambos tienen sus peligros. Cuando predomina
excesivamente el individuo, la armonía del conjunto
social, puede romperse, nadie se preocupa de sostener lo que
debe ser común a todos. Pero cuando es el Estado el
que molesta, los individuos pierden su iniciativa y la
capacidad de sentirse responsables de sus propias vidas, las
discrepancias de los que actúan o piensan de forma
diferente a los demás no son toleradas, cada
cuál se siente como una simple molécula que no
tiene importancia más que dentro dl Gran Todo
Común, la burocracia
gubernamental se empeña en decidir hasta los
más pequeños detalles del trabajo, el comercio,
la salud, el
arte, el sexo, las creencias, las diversiones, etc., y
siempre hay una autoridad que sabe lo que es bueno para cada
uno mejor que él mismo.Consideramos que hay que priorizar al individuo,
…"creo que el Estado es para los individuos, no los
individuos para el Estado"…, Savater, sostiene que el
individuo constituye la auténtica realidad humana, de
la cual provienen el estado y sus instituciones, pero no al
revés. Esto es el individualismo.…"Lo que digo es que el individualismo es una
forma de comprender y colaborar con la sociedad, no la
manía de creerse fuera de ella; y que es una forma de
intervenir en la política, no el disparate de
desentenderse de ella por completo. Es el desarrollo
de la sociedad el que ha permitido y fortalecido la postura
individualista"… - En el Capítulo 5°, Savater hace referencia a
los dos protagonistas "del torneo político moderno: el
individuo y el
Estado". Explique cómo interpreta el autor dicha
correlación y "juego dialéctico" que acontece
entre ambos. Responda : ¿a cuál de los dos
protagonistas hay que valorizar o priorizar?. Amplíe
los conceptos relacionados con la consigna 11, en lo
referente al individualismo, que Savater defiende.Los individuos tenemos dos maneras de formar parte
de los grupos
sociales, podemos pertenecer al grupo o participar del
él.Pertenencia es una entrega del individuo en forma
incondicional a la colectividad, sin cuestionar sus valores,
o sea que para el bien o para el mal, pertenece al
grupo.En cambio, participación es algo deliberado y
voluntario, aquí el individuo participa porque quiere
y mientras quiere, pero sin sentir las mismas obligaciones ni
lealtades que en la pertenencia.Cuando somos niños o muy jóvenes
preferimos pertenecer sin cuestionar a participar; en cambio
en la madurez cambiamos muchas pertenencias por
participaciones elegidas. - Defina y compare pertenencia y participación
social y explique sus relaciones con la niñez,
juventud y
adultez.Los abusos de la pertenencia desembocan en el
fanatismo y la exclusión, los de la
participación mal entendida llevan al
desinterés y a la insolidaridad.Lo malo de la pertenencia fanática a una
comunidad sin más argumento que la de ser "la
nuestra", que "los de aquí somos así", es que
se olvida cómo han llegado los hombres de cada grupo a
adquirir su forma de vida en común, gracias que no
pensamos en su momento que "la nuestra" no se aplicara a usos
morales e instituciones políticas: la democracia
inventada por los griegos, el rechazo del canibalismo, la
abolición de la esclavitud o de la tortura, o de la
pena de
muerte, etc.Hay fanatismos de pertenencia verdaderamente
odiosos, porque instauran jerarquías entre los seres
humanos o quieren hacer vivir a los hombres en
compartimientos estancos, separados con alambrados unos de
otros, como si no perteneciésemos a la misma especie.
El racismo es
sin duda la peor de estas abominaciones colectivas, los
racistas clasifican a la gente por la pigmentación de
la piel. Los
más siniestro del racismo es que no permite ninguna
reconciliación con el otro, con el diferente: en
efecto, uno puede educarse mejor, cambiar sus costumbres, sus
ideas, su religión…pero nadie puede
modificar su patrimonio
genético. Por eso las contiendas ideológicas o
religiosas pueden arreglarse alguna vez, mientras que no hay
reconciliación posible para el odio racial. En la
mayoría de los casos la gente no es racista, es
xenófoba: detesta a los extranjeros, a los diferentes,
a los que hablan otroa lengua o
se comportan de manera distintaLa forma más común de estas
perversiones del afán de pertenecer a los grupos es el
nacionalismo. El nacionalismo necesita
sentirse amenazado por enemigos exteriores para funcionar:
sino hubiera más que una sola nación, ser nacionalista no
tendría ninguna gracia y muy poco sentido. La
mentalidad nacionalista no tiene otro proyecto
político que promover lo de dentro frente a las
acechanzas de lo de fuera y establecer que somos algo
aparte.A fin de cuentas, lo único que importa no es
nuestra pertenencia a tal Nación, tal cultura,
tal contexto social o ideológico, sino nuestra
pertenencia a la especie humana, que compartimos
necesariamente con los hombres de todas las naciones,
culturas y estratos sociales.Analizamos que ninguna de las formas de abuso o
exceso de pertenencia, tiene razón de ser, ya que si
nos incluimos dentro de ellos no nos gustaría ver los
resultados, ya que si por ejemplo nosotros somos blancos y
encontramos una personal de raza negra racista, los
discriminados seríamos nosotros y eso no nos
gustaría. - Describa y realice un análisis crítico de los efectos
del abuso o exceso de pertenencia, de los cuáles habla
Savater.La mayoría de los ciudadanos griegos
trabajaban muy poco o nada, por lo que disponían de
bastantes horas al día para dedicarlas a las asambleas
políticas; nosotros, en cambio, estamos mucho
más ocupados en nuestras tareas profesionales y nos
fastidiaría muchísimo tener además que
estudiar y debatir cotidianamente los problemas de la
gestión estatal. Los griegos
tenían en muy poco aprecio la vida privada y dejaban
las cuestiones domésticas, familiares, a cargo de las
mujeres, cuya categoría en la polis era decididamente
secundaria: para un griego lo único que contaba era lo
realizado en público, compitiendo y colaborando con
los iguales, sea en discusiones sobre temas políticos
o jurídicos, sea en diversiones colectivas, sea en el
campo de batalla. A los individuos actuales nos importa mucho
más nuestra actividad privada, las aficiones y
placeres que no necesitamos compartir con los demás,
ó el asegurar un bienestar a nuestro estilo para
nosotros y nuestros seres queridos.Los griegos eran ante todo políticos, es
decir, vivían pendientes de la polis, y éste
era su principal negocio; nosotros somos ante todo
particulares y por tanto nuestra entrega a la cosa
pública es bastante limitada.De modo que por eso los gobiernos actuales en las
democracias están formados por representantes elegidos
por los ciudadanos, que se ocupan de resolver los problemas
prácticos de la
administración de la comunidad de acuerdo con la
voluntad expresa de la mayoría y son pagados para
ello. Lo malo es que dichos representantes se olvidan que no
son más que unos mandados y suelen convertirse en
especialistas en mandar. - Refiérase a las características de la
participación política entre los griegos y las
diferencias con la actualidad. - Analice las recomendaciones que ofrece Savater,
respecto a las irregularidades que acontecen o pueden suceder
en la participación política y en el accionar de
los políticos.
Los partidos
políticos tienen una función en la democracia
moderna, que no me parece hoy fácil de sustituir, pero
por medio de las listas electorales cerradas, la disciplina
de voto en el parlamento y otros procedimientos
autoritarios acaban por volverse casi impermeables a la
crítica y control de
los ciudadanos. Y por lo tanto los ciudadanos se desalientan
cada vez más de reflexionar sobre los asuntos
públicos y se desinteresan de la política. A esto
se debe también, a mi juicio, la corrupción que se da en tantos
países democráticos entre los políticos
profesionales: fíjate que en la mayoría de los
casos son personas que consiguen dinero por
medios
ilícitos pero no para su lucro personal, sino para
financiar la buena marcha de sus partidos. Todo lo que se hace
a favor del partido es bueno, lo que perjudica al partido es
malo, esta es una creencia muy peligrosa que se debe combatir
de tres modos:
- Aplicando con toda severidad las leyes y no dejando
impunes los delitos de
nadie, por alta que sea su situación en la
jerarquía política del país; - Procurando relativizar el papel de
los partidos políticos, quitándoles privilegios
e importancia, no aceptando los mecanismos autoritarios que
impiden a las voces críticas que hay en ellos expresar
y hacer valer sus opiniones; - Desarrollando otras formas paralelas de participar
en la vida pública de la comunidad, como colectivos
ciudadanos, asambleas de vecinos, agrupaciones laborales,
etc. …
Al intervenir en la sociedad, lo hacemos en defensa de
nuestros intereses. Pero nuestro principal interés,
es conseguir que la sociedad, sea lo más social
posible… Es decir que se mantenga bien equilibrada, que
haya conflictos y antagonismos, pero no violencia
entre los socios, que se garanticen los derechos y se aseguren
las responsabilidades.
Cuando hablamos de ética aseguré que
nuestra primer interés como hombres era ser realmente
humanos, ahora que estamos en política no se me ocurre
recordarte nada más interesante que conseguir una sociedad
realmente social. La solidaridad no
consiste en renunciar a los propios intereses, sino en recordar
al defenderlos este primer interés esencial. Y es un
peligro cuando se participa políticamente en la
administración de lo común que este interés
primordial.
- Describa las diferencias entre los animales y los
seres humanos a las cuales se refiere Savater en el
Capítulo 6°. Los animales tienen necesidades que atender:
comida, cobijo, procreación, defensa contra sus
enemigos… A veces logran satisfacerlas
convenientemente y en otros casos fracasan: si este fracaso
es demasiado grave o muy prolongado lo más probable
es que mueran, por lo cuál todos los bichos son
extremadamente diligentes en procurarse lo que necesitan.
Además, tienen ideas muy claras sobre lo que les
hace falta: pueden equivocarse al buscarlo, pero nunca se
equivocan en lo que tienen que buscar. Tienen más
bien pocos caprichos y desde luego no fantasean nunca.
Cuando ya han cubierto sus necesidades, los animales
disfrutan y descansan.El caso de los humanos es bastante diferente. La
gran diferencia consiste en que los humanos no sabemos lo
que necesitamos, sabemos que necesitamos comida, cobijo,
procreación, defensa y el resto de esas cosas que
también requieren los mamíferos semejantes a nosotros. Pero
cada una de esas necesidades básicas nos las
representamos acompañadas de requisitos exquisitos
que la complican hasta el punto de hacerla casi infinita,
insaciable.Cuando un animal satisface una necesidad, la deja
de lado hasta que vuelva a presentarse su urgencia.
Nosotros seguimos teniéndola presente y nos ponemos
a pensar sobre como satisfacerla más y mejor. Los
animales buscan, nosotros somos rebuscados.Antes dije que los hombres no sabemos lo que
necesitamos, me refiero a que no sabemos lo que
necesitamos, porque no sabemos lo que queremos. Los
animales viven porque quieren, mientras que los humanos
vivimos…porque queremos.Este vivir para querer en lugar de querer para
vivir, nos ha traído a los humanos muchísimas
complicaciones: al conjunto de todas esas complicaciones le
damos en nombre de cultura y poniéndonos
soberbiamente modernos: civilización.En el siglo XVIII el filósofo Jean-Jacques
Rousseau atribuyó al desarrollo de la
civilización la desigualdad, la explotación,
la rivalidad entre los humanos y casi todos los restantes
males de nuestra condición. "Todos los hombres nacen
libres y en todas partes viven encadenados", dijo Rousseau;
encadenados por los convencionalismos, las instituciones y
los prejuicios sociales. En el origen, los hombres
vivían solitarios, sin lenguaje respondiendo
sólo a sus instintos naturales. No tenían
posesiones y no obedecían a nadie más que a
la naturaleza. Sin embargo los humanos tenían ya una
facultad que los animales no tienen: la facultad de
perfeccionarse.Quede claro que Rousseau no recomendaba volver al
estado natural primitivo, cosa que muy sensatamente
tenía por imposible, sino organizar la sociedad y
reformar la
educación de tal modo que recuperemos una
especie de "segunda naturaleza", una naturaleza artificial
en la que se hayan corregido la mayoría de nuestras
desigualdades y de los vasallajes que nos
oprimen.Savater, opina que no quiere que la
civilización desaparezca ni disminuya, al contrario,
lo que quiere es que se civilice bastante más.
Además, las sociedades humanas inventan cosas, pero
nunca desinventan nada. Cuándo algo de lo que ya
está inventado no nos gusta no puede ser
desinventado sino sustituido por otra invención
mejor.- Analice cultura y civilización.
Refiérase a Rousseau
– citado por Savater – respecto a la
concepción de la civilización y algunos de
sus aspectos negativos en comparación con la
naturaleza. ¿Rousseau, propone volver a la
naturaleza primitiva? Si – No. Justifique.
¿Qué sostiene Savater al respecto?.La institución social a la que Rousseau
atribuía la raíz de nuestros peores problemas
es la propiedad. En cuanto un hombre espabilado
cercó un campo y dijo: "esto es mío" siendo
creído por quiénes le escuchaban, comenzaron
todos los conflictos entre ricos y pobres, la
explotación, etc. …El origen de la auténtica desigualdad entre
los hombres, no es política, dice Rousseau, sino
económico.Para Rousseau, los hombres siempre han sido
propietarios, sea en común o particulares. La
propiedad privada ha producido efectos tanto positivos como
negativos.La propiedad privada fomenta las desigualdades,
las envidias, la codicia, y hace que los humanos se
identifiquen con lo que tienen, y no con lo que son,
replegándose sobre sus bienes y desdeñando la
relación simpática con los demás. Pero
también la propiedad privada permite el desarrollo
de la independencia de cada cuál, de su
autonomía, su distanciamiento creador de la
unanimidad del grupo y le permite desarrollar derechos y
deberes basados en la deliberación racional y no en
los automatismos colectivos."Si no existiese propiedad privada, todos los
hombres seríamos hermanos". - Explique por qué – según
Rousseau, con el que concuerda Savater-, la propiedad
privada, podría ser el origen de muchos de los
conflictos sociales; pero a pesar de ello también
genera consecuencias positivas y su existencia es
indispensable.Comenzaremos diciendo que la economía no proviene del esfuerzo por
atender a las necesidades humanas, porque los animales
tienen necesidades, pero no tienen economía. Es la
propiedad, la acumulación de bienes y la
previsión del futuro lo que da lugar a las
perplejidades de los economistas, a quiénes Thomas
Carlyle en le siglo pasado, denominaba "respetables
profesores de la
ciencia lúgubre", y por supuesto en el corazón mismo de la economía
está lo más lúgubre de la ciencia
lúgubre: el
trabajo.Dice Savater que a los hombres nos gusta poco
trabajar. Somos seres activos,
juguetones, viajeros… Pero la disciplina laboral
nos fastidia. Lo malo es que como tenemos la capacidad de
anticipar lo que va a ocurrir y de disfrutar o preocuparnos
por el futuro, nos encontramos trabajando desde la
más remota antigüedad: para hacernos
dueños del mañana, nos esclavizamos al
mañana.Un amigo mío solía repetir que la
prueba irrefutable de que el trabajo es cosa mala y
desagradable es que pagan por hacerlo. El desarrollo de la
civilización aumentó enormemente la cantidad
de trabajo socialmente necesario: las grandes
aglomeraciones urbanas, los monumentos públicos, las
carreteras, viaductos, alcantarillados, las manufacturas de
objetos de uso cotidiano y artesanías refinadas, los
comerciantes, la burocracia administrativa, los escribas,
maestros, militares, etc. …Por supuesto, en ninguna de estas sociedades
urbanas el detestado trabajo ha estado repartido por igual.
En todas las épocas hay unos cuantos que han logrado
que muchos otros trabajasen para ellos, bien sea por la
fuerza o por diversos trucos persuasivos. Durante la
antigüedad, los esclavos cargaron con lo más
pesado del trabajo: prisioneros de guerra, reos de diversos
delitos, miembros de (razas inferiores).Luego, en la Edad
media y comienzos de la moderna fueron los siervos
"pertenecían" al noble señor terrateniente de
la aldea en la que habían nacido, como los árboles y campos que la rodeaban, las
mujeres llevaban la peor parte, porque debían
trabajar en las labores domésticas que les quedaban
específicamente reservadas y además, en
muchas de las tareas masculinas.El siglo XVIII conoció las dos grandes
revoluciones modernas (americana y francesa) que acabaron
con los viejos privilegios de los nobles y terratenientes,
introduciendo el principio de una democracia sin esclavos.
Con la llegada de las nuevas industrias, la burguesía empresarial
se convirtió en la capa dirigente de la sociedad.
Empezó el auge del capitalismo, bajo cuyo predominio
está organizado también hoy el mundo
desarrollado que vivimos. La idea básica de
capitalismo, no es el servicio a otros hombres
privilegiados (todos somos iguales) ni al conjunto social,
sino el interés que mueve a cada cual a procurar su
propio provecho para sí mismo y para lo suyos.
Puesto que de lo que se trataba era de aumentar las
ganancias lo más posible, los empresarios
capitalistas optaron por hacer trabajar a los obreros al
máximo y pagarles justo lo imprescindible para
sobrevivir.A comienzos del siglo XIX era común que
niños de nueve o diez años trabajasen
dieciséis horas diarias en los telares y
factorías. Por supuesto, ni los trabajadores
infantiles ni los adultos tenían derecho a la
más mínima reivindicación, ni a
protestar por la infame falta de salubridad de las
empresas, ni a disfrutar de ninguna asistencia en caso de
enfermedad o vejez.
Ante tales abusos, es lógico que los trabajadores
industriales, organizasen todo tipo de protestas y
enfrentamientos revolucionarios contra los propietarios
capitalistas, en el fondo de lo que se trataba era de
participar más equitativamente de la riqueza que la
revolución industrial estaba
produciendo. Para ello los obreros tenían que hacer
notar su fuerza, asociarse en sindicatos, plantear políticamente
reivindicaciones: no tanto para destruir el capitalismo, en
cuanto a sistema de producción sino para obligarle a
repartir mejor.Los que siguieron el pensamiento Karl Marx,
el teórico social más importante de esa
época, propusieron que el proletariado se
convirtiera por la vía revolucionaria de la guerra
civil en clase dominante, aboliera la propiedad capitalista
e instaurara una economía comunista, en que la
única dirección estatal se encargase de
planificar la producción y fijar las retribuciones.
En los países en que se puso en práctica esa
doctrina el resultado no pudo ser peor. El estado
creció hasta convertirse en un super empresario
capitalista de la especie más tiránica, pero
además sumamente ineficaz; las libertades civiles
que había aportado las revoluciones burguesas del
XVIII se perdieron pero la desigualdad continúo y
más aguda que nunca, porque era desigualdad de poder
político. Antes un trabajador podía ser
despedido por un empresario intolerante, pero encontrar
empleo con otro de la competencia; en el comunismo autoritario todo el que no se
somete al único patrón vigente, sufre ya, no
sólo el desempleo,
sino cárcel o eliminación física.La nueva clase dirigente, el partido comunista
gozaba de todos los privilegios en países
empobrecidos, uniformizados y sometidos a un lavado
cerebro
constante por los dictadores ideológicos del
sistema.No quiero dejar de mencionar los aspectos
positivos que tuvo el pensamiento Marxista y el movimiento comunista en los países
desarrollados europeos. Sirvió para forzar una serie
de reformas imprescindibles que humanizaron socialmente al
capitalismo, lo dignificaron políticamente y hasta
lo hicieron más eficaz como sistema productivo. En
el manifiesto comunista se encuentran, reivindicaciones
sensatísimas para su época: la propiedad
pública de ferrocarriles y comunicaciones, el
impuesto
progresivo sobre la renta, la abolición del trabajo
infantil, la enseñanza gratuita y el pleno
empleo.Hoy en día sin embargo, ni el liberalismo puro ni mucho menos los puros
colectivismos socialistas o comunistas despiertan ya
ninguna confianza. Incluso en los estados más
liberales se considera imprescindible que el gobierno se
ocupe de garantizar en cierta medida la seguridad
social, las pensiones de vejez, los contratos
de trabajo, las compensaciones por desempleo, la educación pública y la
mayoría de las infraestructuras de interés
general.Uno de los problemas socio –
económicos más difíciles de resolver
actualmente es el paro. Cuando las máquinas, cada
vez más perfectas y automatizadas, aparecieron en el
mundo laboral, los optimistas concibieron una gran
esperanza: ¿aquí estaban los nuevos esclavos
que iban a ocuparse de los trabajos más pesados
mientras los hombres podían dedicarse al debate
político o a la filosofía, como los antiguos
griegos?. En efecto, las máquinas sustituyeron de
forma eficaz y barata el trabajo de muchos hombres: pero
esos hombres fueron despedidos de sus empleos y , en cambio
de poder dedicarse a la filosofía, tuvieron que
ponerse a mendigar o solicitar subsidios al
gobierno. - Sintetice lo expuesto por Savater en el
Capítulo 6° respecto del trabajo, su
organización, regulación a través de
la historia y todo lo relacionado con los derechos
laborales y las diferentes teorías socio-políticas y
económicas respecto a dicha temática.Uno de los rasgos más dolorosamente
chocantes del mundo en que vivimos es la enorme diferencia
que hay entre el nivel de vida de unos países y
otros. La explicación más habitual de esta
situación es que los países ricos, por medio
del colonialismo y el imperialismo, han explotado a las naciones
pobres y las han reducido a una forzada miseria. Esta
explicación puede justificar ciertos atrasos, pero
no todos.Algunos países han sido colonias y no son
ahora precisamente pobres: ahí tienes el caso de
Estados Unidos y Canadá. Otros fueron imperios y
ello no les benefició en modo alguno desde el punto
de vista económico: España, sin ir más lejos.
Tampoco comerciar con las grandes multinacionales
capitalistas es del todo malo, basta con mirar Corea y
Taiwán. Tampoco la falta de recursos
naturales, sino basta con observar, Argentina y Brasil. - Analice críticamente lo expuesto por Savater
respecto a los colonialismos e imperialismos.Los atrasos económicos latinoamericanos y
africanos tienen causas complejas.Estructuras políticas
antidemocráticas o insuficientemente
democráticas, que entorpecen las decisiones del
gobierno y el funcionamiento de la sociedad.También el tema de la educación, ya
sea por la mala política educativa que no permite la
formación de profesionales que acompañen el
crecimiento como por la desigualdad educativa de las
mujeres, ya que la mejor formación femenina y su
emancipación profesional se acompaña con una
disminución del número de hijos, cosa que
contribuiría a solucionar en parte el desorbitado
crecimiento demográfico, paradójicamente la
mayor parte de la superpoblación se acumula en los
países económicamente menos desarrollados,
dificultando aún más sus posibilidades de
progreso; bloqueando su sistema educativo. Desde la
Iglesia
se predica en contra de los métodos anticonceptivos y en nombre del absurdo
"derecho a nacer de los no nacidos" se condena a no poder
vivir a los que ya nacieron, se los condena al hambre y al
abandono. Más para países como el nuestro
(Comentario Personal) donde vemos familias viviendo bajo el
límite de pobreza,
y cada una de ellas tiene un mínimo de cinco o seis
hijos; niños que vienen a padecer las inclemencias
de la falta de dinero, de habitación, de alimento,
de salud, de cuidados, de la discriminación, de la
exclusión del sistema y que por supuesto
amplían la cadena de las faltas de oportunidades de
trabajo y educación, he aquí otra gran falla
del gobierno, ya que esto sucede desde hace
muchísimos años en nuestro país y no
se busca la solución.Todos estos países tercermundistas (o
subdesarrollados) le echan la culpa de su falta de
oportunidades y crecimiento al abuso de los países
del primer mundo, por explotarlos u oprimirlos, pero muchos
de ellos deberían buscar sus verdaderos problemas
dentro de sus propias fronteras, ya que no hacen lo
necesario para encontrar soluciones y así torcer sus
destinos.Igualmente señala Savater, que no se puede
negar el abuso depredador de las grandes potencias
coloniales sobre los más débiles, los peor
informados o los más corruptos. Pero está
convencido que las causas del subdesarrollo no deben buscarlas en el
exterior, sino dentro de ellos mismos y en el presente, y
que desde luego es urgente y sensato que los países
más ricos ayuden en todo lo posible a los más
atrasados, pero la ayuda económica debe ir
acompañada de la exigencia de reformas
democráticas donde sean precisas y de vigilar que se
cumplan los derechos
humanos.Otro comentario personal, es sobre esto
último, donde el FMI no
cerró con nuestro país su acuerdo, hasta
tanto, no se sancionaran leyes que ellos consideraban
indispensables para la viabilidad del sistema y del
préstamo, no se diera una política fiscal coherente por la
evasión y no se tomarán las medidas
mínimas en cuanto a seguridad. - Explique las variables o factores que enuncia Savater
como condicionantes de las desigualdades respecto a la
riqueza y crecimiento de los diversos pueblos.A la ecología se la considera como el
interés político más extendido entre
los jóvenes.Para empezar, déjame distinguir entre
"ecología" y lo que yo he llamado en otra
ocasión "ecolatría".La primera se preocupa de la destrucción de
determinados recursos
y seres naturales (capa de
ozono, selva amazónica, limpieza de los mares,
bosques, especies animales, etc.) porque ello empobrece la
vida humana y puede llegar a amenazarla seriamente. Es
decir, los ecologistas sostienen que debemos preocuparnos
del medio
ambiente porque no podremos vivir y disfrutar si lo
dañamos irremisiblemente.En cambio, los ególatras basan su amor a la
naturaleza en el odio a lo que representa la
tradición humanista moderna: sostienen que el hombre
no es más que un ser natural entre otros, que no
tienen ningún derecho especial, que sus intereses
culturales o tecnológicos no deben gozar de
ningún privilegio sobre los intereses
biológicos de cualquier otro ser del planeta. Los
derechos humanos no son más importantes que los
derechos de los animales o de los vegetales.Hay muchos representantes de la ecología
profunda – a lo que llama Savater, ecolatría
– que mantienen vínculos con grupos neo nazis
o ultraderechistas.Después de todo, convienen no olvidar que
las primeras leyes de protección de los animales y
de la madre Tierra
las promulgó durante los años treinta en
Alemania, un célebre vegetariano enemigo del
tabaco
llamado… Adolf
Hitler.Coincidimos en lo expresado plenamente, nos
encontramos defendiendo a la ecología, pero a la
ecología propiamente dicha, a la que nos defiende
diariamente de la contaminación ambiental que producen
los caños de escape, los combustibles, el uso de
aerosoles, la falta de controles marítimos que
provocan los derramamientos de petróleo, que empetrolan aguas,
costas, y animales; y nos hallamos totalmente en contra de
los ecologistas profundos o ególatras, ya que tras
su manto de defensores de la ecología ocultan
profundos resentimientos, odios, y promueven la
formación de grupos antisociales o sectas que no son
útiles para la sociedad. - Exponga todo lo relacionado con las posturas
ecologistas, a las cuales se refiere Savater,
distinguiéndolas de la ecolatría.
¿Coincide o no con lo expresado por el autor?
Justifique su respuesta.La guerra, ha sido una compañera odiosa
pero inseparable de las sociedad humanas. Siempre se la ha
tenido juntamente como una ocasión gloriosa y
magnífica, pero también como una tragedia y
una fuente de dolor. La guerra suele ser cosa "buena"
cuando se la mira desde el punto de vista colectivo, sirve
para afirmar y potenciar los grupos humanos, para
disciplinarlos, para renovar sus élites, para
fomentar los sentimientos de pertenencia incondicional de
sus miembros, para aumentar su extensión o
influencia colectiva, para reforzar en todos los campos la
importancia de lo público. En cambio, la guerra es
"mala" desde el punto de vista del individuo normal, como
tú y como yo, porque pone en peligro su vida le
carga de esfuerzos y dolores, le separa de sus seres
queridos o se los mata, le impide ocuparse de sus
pequeños negocios
y no siempre le brinda otros mejores, le obliga a
entregarse en cuerpo y alma a la colectividad. En tiempo de
guerra hay menos ocasiones de bostezar, en la guerra pasan
cosas.A medida que las sociedades se han ido haciendo
más individualistas y sus miembros más
egoístas, la guerra ha ido perdiendo mucho de su
tradicional encanto.Sólo en países atrasados, pobres,
poco informados, colectivistas por religión o
ideología, enfermos de tribalismo
asesino o suicida, se sigue conservando cierto ardor
bélico. En los más desarrollados, desde que
la clase obrera consolidó algunas conquistas ya no
hay ganas ni siquiera de revoluciones ni guerras civiles,
que antes tanto entretenían a los menesterosos.
Fuera de los traficantes de armas,
algunos grandes financieros de ramas industriales muy
especializadas y los militares de vocación, el
belicismo no cuenta con el sincero apoyo popular que antes
nunca faltó.Pero si la guerra ya no gusta ¿porque
siguen?. Pues de lo que debería tratarse es de
impedirlas. Durante varias décadas, hasta la
caída del totalitarismo en la URSS, las guerras se
repartieron entre los que buscaban a los americanos,
declarándose enemigos del comunismo; o los que
buscaban el apoyo en los rusos, manifestándose en
contra del imperialismo yanki. Hubo de todos, países
neutrales que vendían su neutralidad al mejor
postor; alineados que obedecían con lógica
sumisión a su patrono atómico. Y no debemos
olvidarnos de la amenaza de la destrucción masiva
por armas nucleares, el mundo esta lleno de silos
atómico. Pero con todo las cosas han cambiado
radicalmente ahora. Se acabó la vieja guerra
fría y ahora vuelven a ser posibles los
conflictos calientes con el consenso de los dos antiguos
rivales, como ha demostrado el choque bélico del
golfo Pérsico.Queremos destacar, que de acuerdo a lo vertido por
Savater, es como que desde que las sociedades, se
organizaron perfectamente en la última mitad del
siglo XX, desde que los individuos comenzaron a gozar de
ciertos derechos laborales, del confort, de la
inclusión en los sistemas
de salud y educación, prefieren librar su propia
batalla por su destino, en vez de pretender conquistar, o
salvar tierras alejadas o de las que nada conoce; sin
mencionar el dolor que ya perciben por la pérdida de
sus seres queridos o de sus mismos
conciudadanos. - Refiérase al análisis objetivo
– crítico de Savater respecto a la
guerra. - Sintetice las posturas pacifistas y las
antimilitaristas.
Pueden distinguirse dos tipos de adversarios de la
guerra, es decir, de partidarios de lograr que los grupos humanos
renuncien a dirimir sus conflictos recurriendo al enfrentamiento
armado.
Los pacifistas, en lo que toca a los ejércitos de
sus adversarios pero consideran justificados y aun heroicos los
propios. Estos bribones, no buscan la paz, sino la ventaja de la
guerra.
Y por el otro lado, los antimilitaristas, y lo que opino
al respecto: no puede reducirse toda la política decente
al antimilitarismo, pero sin antimilitarismo no creo que haya
política decente.
En los pacifistas, nunca es justificable la guerra pues
siempre deriva de la codicia y del orgullo humano. La resistencia
violenta y armada al mal es también una forma de mal,
aunque pueda tener mejor disculpa que la disposición
agresiva y conquistadora. En resumen, ningún valor social
o político justifica quitar la vida al prójimo, por
indeseable y amenazador que éste pueda resultarnos. Esta
respetable actitud no es política, sino
religiosa.
En los antimilitaristas, no se trata de una actitud
religiosa sino estrictamente política. No considera la
violencia armada como el mal absoluto sino como un mal indudable,
muy grave pero no el único ni el peor de todos. Considera
que la institucionalización militar de la violencia es una
amenaza para las mejores posibilidades políticas de la
modernidad: la
universalización de las libertades individuales, el
respecto a los derechos humanos, el fomento de la democracia y la
educación, la potenciación de la invención
social por encima de la adhesión incondicional a los
símbolos jerárquicos o patrióticos, la ayuda
económica a los países en los que el hambre, la
enfermedad o el atraso son endémicos, etc. Por encima de
todo, el antimilitarismo parte del principio siguiente: ninguna
institución política (como la guerra o el
ejército) puede ser eficazmente abolida si no se la
sustituye por otra institución más fuerte y en la
práctica más satisfactoria. Por ello, el
antimilitarista favorece cuanto se diría que es capaz de
acelerar el logro de tal solución:
- Sustitución del servicio militar obligatorio
por ejércitos profesionales. - Apoyo a las autoridades internacionales tipo ONU y a
cualquier otro organismo destinado a sustentar el derecho
común de los individuos humanos por encima del de las
naciones. - Fomento efectivo del control de armamentos y
tráfico de armas. - Desarrollo económico, político y
educativo de los países, de acuerdo con los presupuestos
de la modernidad revolucionaria inaugurada fundamentalmente a
partir del siglo XVIII en Europa y América. En una palabra la
universalización del procedimiento
democrático e imposición sin distingos de los
derechos humanos.
35. Analice críticamente los efectos de los
totalitarismos políticos y en que medida y por qué
los individuos, son a veces, los que piden y/o aceptan dichos
regímenes de gobierno.
Los grandes totalitarismos de nuestro siglo (comunismo,
fascismo,
nazismo y lo que
vengan) son intentos de simplificar por la fuerza la complejidad
de las sociedades modernas: son enormes simplezas criminales que
intentan volver a algún beatífico orden
jerárquico primigenio en el que cada cual estaba en su
sitio y todos pertenecían a la Tierra Madre y al Gran Todo
Común.
El enemigo siempre es el mismo: el individuo,
egoísta y desarraigado, caprichoso, que se desgaja de la
acogedora unidad social y se toma demasiadas libertades por su
cuenta. Los totalitarismos siempre se burlan de las libertades
formales o burguesas que están vigentes en los
regímenes más abiertos., las ridiculizan,
demuestran su inoperancia, las consideran un simple
engañabobos, pero en cuanto pueden acaban con
ellas.
Los estados totalitarios pretenden aplastar las
libertades individuales, pues su nombre mismo proviene de "todo"
y por lo tanto no se conforman con tener que compartir el poder
con cada uno de los ciudadanos.. Al ciudadano le da miedo, su
propia libertad, la variedad de opciones y tentaciones que se
abren delante de él, los errores que puede cometer y las
barbaridades que puede llegar a hacer…si quiere. Pero por
sobre todo al ciudadano le da miedo la libertad de los
demás. No creas que siempre son los gobernantes los que
pretenden acabar con las libertades o castrarlas al
máximo: en demasiadas ocasiones son los ciudadanos los que
les solicitan esta represión, cansados de ser libres o
temerosos de la libertad.
Algunos políticos totalitarios llegaron al poder
por medio de elecciones: de modo que ya se ha dado el caso de que
los ciudadanos libres utilicen su libertad para acabar con las
libertades y empleen la mayoría democrática en
abolir la democracia.
Las libertades públicas, implican responsabilidad. El no estar dispuesto a escuchar
a los otros nos lleva a la tragedia o a la locura, y por lo tanto
nos transforma en irresponsables. La persona responsable tiene
que estar también dispuesta a aceptar, tras haber expuesto
sus razones y no haber logrado persuadir al resto de los socios,
el coste en censuras o marginación que suponga su
discrepancia. Las palabras de Sócrates
en el diálogo
platónico Critón, cuando se niega a huir de la
cárcel y prefiere arrastrar la condena a muerte sin
abdicar de sus ideas, constituyen el símbolo
clásico de esta actitud de suprema madurez
cívica.
Los irresponsables pueden ser de muchos tipos. Los hay
que no aceptan la autoría de lo que han hecho: "no fui
yo", esgrimen que fueron las circunstancias.
Otra forma de irresponsabilidad es el fanatismo. El
fanático se niega a dar ningún tipo de
explicaciones: predica su verdad y no condesciende a más
razonamientos. Tampoco el fanático se tiene por
responsable ante sus conciudadanos, sino sólo ante una
instancia superior y desde luego in verificable, los miramientos
y las leyes habituales no se han hecho, para gente como
él, con una misión
trascendental que cumplir.
Menos terrorista por lo común, pero en cambio
mucho más extendida es la irresponsabilidad que
pudiéramos llamar burocracia. Es característica de
las instituciones administrativas y gubernamentales en las que
nadie da nunca la cara por nada de lo que se hace o no se hace.
El gobernante procura que la trama de las instituciones le ayude
a gozar de impunidad.
Mientras que en la sociedad democrática los
ciudadanos podemos y debemos reivindicar muestro derecho a
intervenir, a colaborar, a vigilar, a auxiliar cuando nos parezca
necesario.
36. Explique en que consisten y que implican, las
libertades públicas y qué casos de
irresponsabilidades políticas detalla Savater.
Los irresponsables son los enemigos viscerales de la
libertad. Todo el que no admite responsabilidades, en el fondo lo
que rechaza, son las libertades públicas, inintengibles si
se las desvincula de la obligación de responder cada uno
por sí mismo. Libertad es autocontrol, o bien cada uno
llevamos, un policía, un psicólogo, un maestro y
hasta un cura al lado, para que nos digan lo que hay que hacer en
cada caso o asumimos nuestras decisiones y luego somos capaces de
plantar cara a las consecuencias, para bien o para mal. Porque
ser libre implica equivocarse y aún hacerles daño a
sí mismo para usar la libertad.
Podemos organizarnos como iguales ante la ley y libres,
en caso contrario necesitamos un Super papá que nos
defienda de nosotros mismos. Por supuesto, el Super papá
tiene un candidato que se presenta voluntario y cuenta con todas
las bazas para ganar el título: ya te imaginas que me
refiero al Estado. A la manía burocrática de
convertir al Estado en nuestro padre en lugar de ser nuestro
consejo de gerencia, se
le llama comúnmente paternalismo.
Los irresponsables infantiloides son de dos tipos: los
que tienen miedo a los demás, y los que se tienen miedo a
sí mismos; la consecuencia final es la misma: cuantas
más prohibiciones haya, más contentos y seguros
estaremos. Porque todos los irresponsables consideran al Estado,
el gran padre y les piden que no los dejen caer en la
tentación, porque estos irresponsables, en lugar de creer
que la libertad, creen en el mito de la tentación
irresistible. Por lo tanto la única salvación, es
que llegue el papá Estado y prohíba la
tentación, para terminar con los peligros.
Las tentaciones, no se pueden combatir a base de
prohibiciones, porque las prohibiciones las fomentan y
además perjudican a las personas que empleando mejor su
libertad son capaces de usar las cosas sin abusar de ellas. Tal
el caso de la ludópata, que pretendía cerrar las
salas de juego, en lugar de ella poder hacer uso de la libertad
de no jugar; o el período de Ley Seca en Estados Unidos,.
Dónde la prohibición no mejoró
nada.
- Analice en que sentido y porque los ciudadanos
somos co-responsables, según Savater de las
irregularidades cometidas en la funciones
públicas. Los ciudadanos debemos ser tolerantes, esta
cuestión esta ligada directamente a la libertad y a
la responsabilidad. Vivir en una democracia moderna quiere
decir convivir con costumbres y comportamientos que uno
desaprueba, con una base única que forman las leyes,
que han de ser iguales para todos y que debe resguardar los
derechos humanos y determinar los correspondientes deberes.
Las decisiones democráticas se toman por
mayoría pero hay que tener en cuenta que la
democracia no es sólo la ley de las mayorías,
Porque si la mayoría decidiese que los ciudadanos de
piel negra no deben participar en la vida política
del grupo, esta no sería una decisión
democrática, por más mayoría que la
hubiese elegido; por lo tanto la democracia tiene
también contenidos de principio irrevocables, el
respeto a las minorías, a la autonomía
personal y la existencia de cada individuo.Sobre esta unidad básica de las leyes se
configura la prularidad de las formas de vida. Tales formas
nunca pueden justificar las acciones directamente
contrarias a la unidad legal que sustenta la democracia. Es
preciso aprender a convivir con elecciones vitales que uno
no comparte pero ello no quiere decir tolerar
comportamientos que van directamente contra los principios
legales de la democracia. Para poder reclamar la
protección democrática sobre las propias
creencias y formas de vivir es básico aceptar
primero la propia democracia.Consideramos que somos co-responsables de las
irregularidades, cuando no sabemos vivir en democracia y de
esta manera tampoco estamos en condiciones de poder
reclamar las funciones públicas y tampoco de
detectar sus irregularidades.Savater interpreta la forma de gobierno, como un
sistema al servicio de la comunidad y de los individuos,
donde las personas tienen derecho a ser respetadas y a
respetar a los demás, y dónde el sistema
controle que todo se desarrolle armoniosamente,
coordinadamente y organizadamente, donde tengan libertades
de todo tipo y hace especial hincapié en la libertad de
expresión, característico de la
democracia; al que sólo le imagina dos
restricciones: primero, la abierta incitación al
crimen, a la persecución contra las personas o
contra sus medios lícitos de vida y segundo, la
protección de la intimidad personal de cada
ciudadano; ya que hasta el más público de los
individuos tiene derecho a una esfera privada.
También rescata el derecho a desaprobar y disentir
como prioritario e inviolable.Las sociedades democráticas basadas en la
libertad y no en la unanimidad coactiva, son por tanto las
más conflictivas que nunca hubo en la historia de la
humanidad.A la política sólo se le pueden
pedir remedios políticos… y la felicidad no
es un asunto político. Los gobiernos no pueden caber
feliz a nadie: basta con que no le hagan
desgraciado.Por último lo más agradable de la
vida democrática, es la libertad, y si nos remitimos
a lo comentado por Don Manuel Azaña, presidente de
la Segunda República española aplastada por
el golpe militar de Franco, este contestó a la
pregunta de que ¿cree usted de veras que la libertad
hace más felices a los hombres? con un "francamente,
no lo sé; de lo que estoy seguro es de que los hace
más hombres".- ¡Cómo interpreta Savater, la forma de
gobierno y la vida democrática!Una utopía es un lugar o un algo que no
existe.Suele llamarse utopía a un orden
político en el que predominaría al
máximo alguno de nuestros ideales (justicia, igualdad, libertad, armonía
con la naturaleza…) pero sin ninguna desventaja ni
contra partida dañina.De modo que no te deseo que te dé por las
utopías. Me gustaría mucho, en cambio, que
tuvieras ideales políticos, porque las
utopías cierran la cabeza pero los ideales las
abren; las utopías llevan a la inacción o la
desesperación constructiva, mientras que los ideales
estimulan el deseo a intervenir y nos conservan
perseverantemente activos. No confundir ideales
políticos, con morales, estéticos o
religiosos. ¿Cómo se los reconoce?, por
empezar los ideales políticos nunca son absolutos,
porque han de convivir unos con otros y cada cual tiene los
suyos. Los ideales políticos nunca intentan mejorar
la condición humana sino la sociedad humana: no lo
que los hombres son sino las instituciones de la comunidad
en que viven.La utopía se propone delirantemente lograr
un hombre nuevo; los ideales políticos prefieren
ayudar a que el antiguo sea más soportable,
más responsable, menos bruto.El idealista político se esfuerza por
lograr lo posible.Todos los ideales políticos son
progresivos: cuando se alcanza un nivel que antaño
hubiera parecido maravilloso, lo que aumenta no es la
satisfacción sino las exigencias; y desde luego son
decididamente racionales y tienen en cuenta la experiencia
histórica, los avances científicos, las
revoluciones habidas contra lo ayer tenido por sagrado e
inmutable.Citando a Albert Camus, el resumió el
siguiente mensaje:"…En política, son los
medios los que justifican el fin, nunca el fin a los
medios".Escucha mi único consejo: no siembres hoy
lo que no quieras cosechar mañana; no utilices ahora
la represión para conseguir más libertad, ni
aumentes la violencia para que un día nos libremos
de la violencia, ni favorezcas la mentira como herramienta
para conseguir en el futuro la verdad. A éstos
consideramos los ideales que le recomienda
defender. - Analice la concepción que sostiene Savater
respecto a la utopía y cómo la diferencia de
la necesidad de defender ideales políticos
¿Cuáles de esos ideales, le recomienda
defender a su hijo?Un tema del Savater habla en el capítulo
6° "Las riquezas de este mundo" en
Política…, y que no estuvo contemplado en
esta guía es el tema de la
Urbanización.Podemos hacer derivar a urbanización de
urbe y nos encontramos que se la define como ciudad grande
y muy populosa; si lo hacemos de urbanidad; esto es
cortesía en el trato social, y si lo hacemos desde
urbanizar, vemos que es hacer urbana y sociable a una
persona ó convertir en poblado una porción de
terreno, al abrir calles y dotarlo de servicios municipales.. Si unimos todas las
definiciones nos encontramos con que convertiremos en
ciudad grande o populosa (sociedad) a una porción de
tierra, a la que dotaremos de servicios municipales
(instituciones) y la habitaran personas corteses en el
trato social (individuos).Tal como se manifiesta en Política…,
las personas dejan con muchas expectativas sus lugares de
nacimiento para poder vivir en las grandes ciudades, y de
esta manera desafiar al destino y ver hasta dónde
pueden realizarse en otros niveles y convertirse en
ciudadanos de una gran ciudad en lugar de campesinos.
Generalmente, ven que tendrán mayores oportunidades
en una gran ciudad, para formarse vidas o familias
diferentes a las de sus padres; pero muchas veces las
oportunidades no se presentan, y si bien se consideran
más libres por no tener las presiones de su lugar de
origen, también descubren que la igualdad
económica en las ciudades es menor, que necesitan
capacitarse más; lo bueno es que en las ciudades hay
más saberes a la mano, y también detectan que
hay más conflictos, tentaciones, miserias y vicios
que en su lugar de origen.Trasladándolo a nuestro país, es
algo que vemos en forma casi diaria; las oportunidades en
las provincias son muy escasas, y vienen a Buenos
Aires en busca de oportunidades. Pero la mayoría
de las veces, la ciudad no es tan buena anfitriona, y
chicas que por ejemplo en sus pueblos trabajaban por un
magro sueldo en una panadería, ven que aquí
no consiguen un trabajo como ese, y así comienzan a
aparecer los nombradas tentaciones y miserias de las que
habla Savater.Por lo tanto consideramos, que la
urbanización es muy buena, pero que nuestros
gobernantes deberían tratar de llevar todas las
condiciones dignas que tenemos en una gran ciudad como
Buenos Aires, a todos los rinconcitos del país,
porque de esta forma todos tendrían la posibilidad
de tener sus oportunidades de crecimiento en la tierra que
los vio nacer, y no tendrían que despegarse de sus
afectos, de sus tradiciones, de su cultura, de sus
costumbres; y de paso se pondría un límite a
muchas miserias que vemos a diario en nuestra ciudad y que
involucran a personas de otros lados que necesitan
sobrevivir a cualquier precio en la
urbanización. - Refiérase a toda otra temática que le
haya resultado significativa – tanto para apoyarla u
oponerse a ella con argumentaciones -; y que no haya sido
contemplada en esta guía de
análisis. - Exponga su juicio crítico respecto a la obra
de Savater.
Política para Amador, es quizá el mejor
libro que hemos leído.
Es a nuestro juicio un libro, completo, claro, necesario
para la formación de cualquier adolescente, con él
hemos podido entender que el mal no está en la
política, sino en los políticos. Con el descubrimos
que los únicos culpables de las malas administraciones,
somos nosotros los individuos, ya que nuestra falta de compromiso
(el no servir bien a la sociedad) nos lleva a hacer elecciones
poco convenientes para nuestro futuro como sociedad. Hemos
entendido, desde su vocabulario fácil y ameno dónde
comenzó la democracia, a pesar de que ya lo
habíamos estudiado en historia, pero no lo habíamos
visto con tanta claridad. Entendimos todos los compromisos que
debemos asumir como individuos, observamos todos nuestros
derechos y también todas nuestras obligaciones.
Comprendimos que debe haber quien mande y también
quién obedezca. Que la anarquía es
simpática, pero no conveniente, que el nacionalismo es
antipático e ineficiente, que el individualismo es
práctico, comprometido y eficiente. Que los colonialistas
y los imperialistas fueron buenos o malos según el
ángulo de dónde lo miremos. Que el capitalismo es
egoísta pero necesario para el desarrollo de los pueblos;
que el comunismo fue bueno en la teoría pero aberrante en
lo social y en su práctica. Que la ecología es en
beneficio de todos y la ecolatría la locura de unos pocos.
Con un Hitler
alcanzó y sobró!!! Que es bueno pertenecer y
también participar pero siempre en beneficio de la
humanidad. Nos informamos sobre cultura, civilización,
desde su óptica
y desde otras. Aprendimos a como tener una auténtica vida
democrática. A poder apreciar bien el significado de las
guerras, a quiénes les sirvieron y a quiénes no.
Interpretamos que las utopías no sirven para crecer, pero
que los ideales políticos, nos permitirán
desarrollarnos, ayudar al desarrollo, crecer y ayudar a
crecer.
Además de cada capítulo, cada cosa
asimilada y entendida, pudimos aplicarla para comprender muchas
cosas que hoy nos suceden diariamente y que nos pasaban por al
lado sin poder comprender realmente cual era su origen y
cuál iba a ser su consecuencia; desde ahora
Política para Amador nos ha dado los argumentos para que
tengamos la última palabra y nadie pueda sacárnosla
ni decirla por nosotros.
Autor:
Nora Carles