- Introducción
conceptual - Objetivos de la
Orientación Vocacional - Técnicas de
Orientación Vocacional - Factores sociales que influyen en
la planeación vocacional. - Factores individuales que
influyen en la planeación
vocacional. - Teoría tipológica
de las carreras, de Holland. - Resultados
- Referencias
bibliográficas
El hombre– por su
naturaleza de
recursos
limitados- vive constantemente en un mundo donde todo le es
escaso: no le alcanza el dinero, el
combustible, la comida- en fin- todo le hace falta.
Pero, lo que más le hace falta es el tiempo, de hecho
el tiempo es el
recurso mas limitado; pues dinero,
comida, combustible, y los demás bienes y
servicios
(aunque no necesariamente funcione así), dan la
impresión de poder ser
restituidos. El hombre
además de nacer, crecer, reproducirse y morir debe
realizar actividades propias de los seres humanos que cada
día se incrementan, no sólo en cuanto a
número sino también a exigencia.
Sí lo anterior es cierto y el grado de
empeño y oportunidad se convierte en condicionante para el
tipo de vida que el hombre
quiera y pueda llevar, aunado a su propia conciencia en
cuanto a la temporalidad sobre esta tierra, lo
mejor que puede hacer el hombre es
aumentar las probabilidades de éxito
en su corta vida terrenal.
La orientación
vocacional y profesional reduce de manera sustancial el
tiempo que a una persona le
costaría reconocer en qué área tiene ventaja
comparativa en relación con sus semejantes. El aprovechar
esto le hace más eficiente, productivo y exitoso; sin
mencionar -por supuesto- el tiempo y los recursos que se
ahorró y que probablemente dedicó a otra
útil actividad, a la cual, no hubiera tenido acceso si no
hubiera tenido una orientación
vocacional o profesional.
En el presente trabajo, se mostrará la
definición de orientación vocacional, los objetivos que
persigue, así como los factores sociales e individuales,
que permiten identificar la carrera que deseamos.
Se trascribe la teoría
de Holland, la cual afirma que la
personalidad del individuo es de gran importancia, pues
debido a ella decidirá su vocación. Se muestran
también las investigaciones
de Holland así como sus hallazgos.
Por último, se encuentra una investigación
de campo, la cual se realizó en una escuela de
bachillerato arrojando datos
importantes, los cuales serán explicados en el
último apartado de este trabajo.
Deseo mencionar que este trabajo, fue realizado con el
fin de aclarar ciertas dudas al lector acerca del significado de
orientación vocacional y cuales son sus objetivos, ya
que sabemos, por experiencia, que la elección de una
carrera es un gran problema, sobre todo para los adolescentes,
quienes muchas veces, no tienen ni la menor idea de lo que
quieren hacer con sus vidas, ya sea porque no se han puesto a
pensar en ello y por lo tanto no se conocen a fondo y no se
permiten identificar sus aptitudes y verdaderos intereses, o
bien, no tienen la suficiente información acerca de las opciones
vocacionales que existen.
Es relevante señalar lo esencial que es la
orientación vocacional, porque si ésta es buena y
además, conocemos nuestros verdaderos intereses, aptitudes
y capacidades nos permitiremos tomar una buena decisión, y
por consiguiente, realizaremos nuestros estudios universitarios
con más empeño y gusto, lo que en un futuro se
verá reflejado directamente en la calidad del
trabajo profesional que desempeñemos, así como la
calidad de
vida.
La elección de una profesión y/o trabajo
apunta no solo hacia una actividad u opción profesional,
sino a una forma de vida, por tanto, la elección debe
hacerse consciente de que con ella formamos parte de nuestra
identidad, de
nuestro "yo" y que a través de ella, asumimos un rol, un
estatus y hasta elegimos una pareja (Aguirre Baztán,
1996).
La vocación no aparece como algo puntual y
espontáneo, sino que se inicia en la infancia, va
configurándose durante la adolescencia
para definirse en la adultez. No obstante, estas vocaciones
tempranas pueden estar enmascaradas de motivos inconscientes que
no son sino compensaciones, mecanismos de defensa ante conflictos de
la primera infancia; por
ello es necesaria una buena orientación para realizar una
elección conforme al "yo" real del sujeto (Aguirre
Baztán, 1996).
Esta vocación no sólo está
determinada por los motivos inconscientes, sino también
por otros más conscientes como las actitudes,
aptitudes, intereses, capacidades y personalidad.
A su vez, estos pueden potenciarse o no, influidos por factores
socio-ambientales y culturales como agentes de socialización (familia, amigos),
por el prestigio y auge de ciertos estudios en comparación
con otros, el género,
etc. La vocación, es el resultado de unos factores
más inconscientes (a veces desconocidos por el sujeto) que
pueden o no modificarse a través de los factores
socio-ambientales y culturales. (Aguirre Baztán,
1996).
Pero, ¿cómo se define la
orientación vocacional?. En su origen etimológico
<<vocación>> viene del latín
<<vocatio, vocationis>> que significa
<<llamado>>, <<invitación>>; es
decir, la vocación se deriva desde fuera del sujeto, es
exterior a él y lo invita a participar de una determinada
situación: la elección de una profesión, de
un trabajo, de una carrera. (Aguirre Baztán,
1996).
No existe una definición única ni clara de
lo que de lo que es la Orientación Vocacional, ya que
ésta ha sufrido a lo largo de su historia, una evolución que indica que aún hoy en
día se encuentra con nuevos problemas de
identidad,
metodología y direccionalidad. En un
principio eran los profesionales de la problemática social
los que se hacían cargo de la orientación,
centrándola en la escuela. Mas
adelante, los estudiosos del tema, trataron de conectar la
escuela con el mundo laboral, pero no
fue hasta Parsons (1908) que esta orientación no se hizo
más científica, basándose en técnicas
psicológicas y sociológicas de comparación
entre los rasgos del trabajador y los requisitos de las
ocupaciones. Luego, no sólo se le dio la importancia a la
elección ocupacional sino que se añadió a
ésta el concepto de
<<sí mismo>> y la propia aceptación
personal de
los sujetos (Aguirre Baztán, 1996).
Las transformaciones económicas y el desempleo juvenil
también han hecho cambiar el enfoque orientativo
vocacional, apoyando y ayudando a adaptarse a estos
jóvenes, y ampliando sus servicios. La
evolución actual de orientación
vocacional depende de las nuevas tendencias y cambios en el trabajo, en
la
educación y en la familia,
que sugieren que se precisa una base más amplia para
orientar, pues se han dado cambios en el papel del
hombre y de la mujer en el
mundo. Sin embargo, hay intentos de conceptuar este tema;
así, Ratón (1988) define
<<orientación>> como: <<la
orientación es la ayuda sistemática,
técnica, ofrecida a una persona, para que
llegue a un mejor conocimiento y
aceptación de sus características y potencialidades, de su
propia realidad y del medio en el que ésta se desarrolla y
al logro de la capacidad de auto-dirigirse. Todo ello dirigido al
desarrollo de
su personalidad y
a unas contribuciones sociales eficaces>> (Aguirre
Baztán, 1996).
El difícil paso del sistema educativo
a la actividad laboral supone la
necesidad de un ajuste <<ajuste>> del sujeto a la
nueva realidad laboral. La orientación vocacional facilita
la inserción de los sujetos a ese mundo laboral,
basándose, por una parte, en sus posibilidades, en sus
motivaciones, en sus limitaciones e intereses, y por otra, en las
facilidades o dificultades y barreras que les impone su medio
(Aguirre Baztán, 1996).
Asimismo, la orientación profesional tiene como
fin asesorar y ayudar al individuo a descubrir su vocación
y orientarle hacia la actividad cultural o profesional en la que
mejor puede realizarla, ayudando a reconocer sus propias
aptitudes y asesorándole sobre cual ha de ser su
preparación, no solo para realizar ese trabajo de forma
efectiva, sino para poder
permanecer en él. (Aguirre Baztán,
1996).
Así se puede describir la orientación
vocacional como un <<proceso de
ayuda al orientado para que, al conocerse a sí mismo y al
mundo del trabajo, se prepare y acceda a la profesión
adecuada a sus aptitudes, intereses y rasgos de personalidad,
teniendo en cuenta las posibilidades de estudio y de trabajo
existentes>>. Todo ello debe realizarse mediante un equipo
orientador interdisciplinario (tutor, profesores,
psicólogos, pedagogos). (Aguirre Baztán, 1996).
Objetivos de la Orientación
Vocacional
Según Aguirre Baztán (1996), los objetivos
básicos de todo proceso de
orientación están dirigidos:
– En primer lugar, al conocimiento
del alumno, es decir, a describir sus propias capacidades, su
rendimiento, sus motivaciones e intereses, su inteligencia y
aptitudes, su personalidad. A partir de aquí, se le
mostrarán las posibilidades reales que le ofrece el mundo
académico y profesional, para que descubra su propia
vocación, y tome una decisión libre y acorde con
sus características y las del
entorno.
– En segundo lugar, deben dirigirse hacia los padres, ya
que éstos deben colaborar y participar en el proceso de
orientación, siendo debidamente informados de la realidad
educativa y laboral existente para aconsejar y apoyar a sus
hijos, siempre y cuando no haya interferencia en la libre
elección de los mismos.
– Por último, también hacia la escuela, la
cual debe prestar a sus alumnos un verdadero servicio de
orientación y asesoramiento permanente,
preparándolos para la diversidad y movilidad de empleos e
informándoles sobre el seguimiento de nuevas
tecnologías, la demanda
laboral, etc., lo cual le permitirá adaptarse a las nuevas
formas de empleo o a las
ya existentes. Se han de buscar estrategias que
posibiliten el paso de la escuela al trabajo, pues existente un
gran desfase entre el mundo educativo y el laboral.
El objetivo
último sería el dar instrumentos al joven que le
permitan tomar una decisión adecuada sobre su futuro
profesional.
Técnicas de Orientación
Vocacional
López Bonelli (1989) plantea tres técnicas
de investigación:
- La entrevista.
- La técnica de reflejo.
- La información.
La entrevista
La entrevista en
orientación vocacional es individual, operativa en la
medida en que el objetivo es
que el individuo sea capaz después del proceso de elegir
una carrera, y focalizada, alrededor de qué
profesión y/o estudios quiere hacer. Tiene un valor
terapéutico pues debe permitir resolver conflictos,
esclarecer motivos y fantasías inconscientes, fortalecer
funciones
yoicas, etc., que impiden elegir.
Técnica reflejo
Pretende que el sujeto se autocomprenda y resuelva sus
problemas. No
es directiva y se dirige a la raíz emocional de la
conducta y las
actitudes,
puesto que, clarificados los sentimientos, se esclarecen ideas y
experiencias.
Consiste en que el sujeto exprese lo que piensa sobre
una situación (reflejo inmediato), sintetice sus
sentimientos y actitudes (reflejo sumario), elaborando un
mensaje, discerniendo entre lo esencial y lo accesorio (reflejo
terminal).
Entrevista de información
Trata de clarificar la imagen
distorsionada sobre un trabajo o profesión, ya sea por
falta de información, factores internos, etc. El objetivo
es elaborar y transmitir información realista, favorecer
la
comunicación, esclarecer y fomentar la búsqueda
de información.
Factores sociales
que influyen en la planeación
vocacional.
Influencias principales en la elección
de la carrera.
Los datos que se
plasman a continuación fueron obtenidos del autor Robert
E. Grinder, en su obra "Psicología de la
Adolescencia",
publicada en 1989.
Los
agentes de enculturación del adolescente. El joven
adolescente necesita de una serie de mecanismos que le ayuden a
integrarse a la sociedad y
adquirir el estatus psicosocial de la adultez. La familia, el
grupo y el
contexto sociocultural proporcionan esos mecanismos, tanto
psíquicos como sociales, y actúan a modo de
contextos espacio-temporales.
Durante la adolescencia, el joven se halla influido por
los <<agentes de enculturación>> (familia, grupo,
escuela, mass-media, etc.) que se encargarán de
transmitirle conocimientos y de proporcionarle una identidad
individual y grupal. Tanto en la familia como en la escuela, va a
realizar unos aprendizajes, como el de la adquisición del
rol social y profesional. Los mass-media van a influir en el
joven transmitiéndole una serie de patrones culturales
como son la valoración del poder, del prestigio, del ocio,
del placer, del consumo, etc.,
creándole graves contradicciones al topar con la realidad
laboral, que es otra muy distinta y a través de la que no
le será posible acceder al mundo que la sociedad
valora.
El prestigio social. Los estereotipos. Existe
toda una serie de estructuras
socioambientales, las cuales surgen del contexto de donde procede
el joven, que influyen en su elección profesional.
Encontramos que, en primer lugar, se prestigian determinadas
profesiones en detrimento de otras, las cuales pueden agradar o
satisfacer más al joven. La medicina, el
derecho, ingeniería, informática, etc., son carreras que se
consideran ligadas a una posición social elevada,
desprestigiándose profesiones más relacionadas con
lo humanístico, la filosofía, etc., es decir,
carreras no científicas, ni técnicas.
Por otra parte, se valoran los méritos y
éxitos conseguidos en todos los órdenes de la vida,
rechazándose a personas que no consiguen alcanzar las
cotas impuestas por la sociedad. Lo que importa es ser de los
primeros en todo, ganar más dinero, tener
más podrá, consumir más, aumentar los
títulos académicos, subir en la escala social,
etc.
La sociedad promueve y ensalza los valores
materiales, la
búsqueda de placer y obtención inmediata de las
cosas, lo cual hace que el joven se decepcione al descubrir la
irrealidad de conseguirlo todo.
Los medios de
comunicación muestran una serie de ídolos o
héroes adolescentes
que son valorados por sus hazañas, trabajo o
éxitos, no conseguidos por el estudio ni el sacrificio, lo
que va a generar en el joven una gran contradicción: por
un lado, la sociedad le exige buenas calificaciones escolares o
títulos académicos, y, por otro, le ofrece un mundo
sólo accesible si se tiene una buena remuneración
económica, un trabajo, lo que a su vez, parece ser
sinónimo de madurez e independencia.
Estudiar y trabajar le son presentados como dos mundos diferentes
e incluso incompatibles.
La diferencia de géneros. Otro factor a
tener en cuenta son los importantes cambios que, en la
actualidad, está produciendo el acceso al mundo laboral de
la mujer. Cambios
que se aprecian, por ejemplo, en la ocupación de
determinadas profesiones que hasta ahora eran
<<exclusivas>> del género
masculino; en la partición del trabajo doméstico y
la crianza de los hijos si la mujer sale a
trabajar (compartir o cambiar roles), etc.
La familia como agente de socialización. Las presiones sociales
son otro tipo de influencias que el adolescente recibe de su
familia al intentar elegir su profesión.
Los padres, a veces, imponen a sus hijos determinadas
opciones profesionales porque creen que éstos son
incapaces de tomar decisiones maduras por sí mismos. Estas
presiones (directas o indirectas) suelen consistir en
<<aconsejar>> qué elección es la
más favorable para ellos, <<orientarles>>
hacia qué profesiones no debe elegir hablando
desfavorablemente de ellas, etc. Estos padres no suelen tener un
verdadero conocimiento de las capacidades y motivaciones,
aconsejándoles profesiones hacia las que no tienen
quizás ningún interés ni
calificación. Otras veces, los padres proyectan sus deseos
frustrados sobre su hijo, esperando ver su narcisismo gratificado
a través del joven.
Puede influir en la decisión del adolescente la
propia profesión de los padres; en un intento de
identificarse con ellos elegirá la misma, o si quiere
desapegarse de ellos optará por otro camino. La actitud
positiva o negativa de los padres hacia su propio empleo
incidirá, en gran medida, en la Percepción
que el trabajo en
general, y la profesión en particular, tendrá su
hijo.
Relación escuela-trabajo. Existe un poco
relación entre los conocimientos adquiridos dentro del
sistema educativo
y la realidad laboral. Asimismo la escuela es un importante
agente de socialización que influye de forma clara en el
adolescente.
Factores
individuales que influyen en la planeación
vocacional.
El problema de la elección
vocacional.
Es en la adolescencia cuando el muchacho va a tener que
empezar a decidir cuál va a ser su futuro, a forjar su
identidad social. Esta tarea le resulta difícil, pues
tiene que decidirse en plena crisis puberal
y psicológica: cambios corporales, inseguridad,
deseos de independencia,
cambios continuos de intereses, etc., que van a complicar la
decisión, ya que el sujeto está inmaduro no
sólo vocacionalmente sino en el ámbito de toda su
personalidad. (Aguirre Baztán, 1996)
A pesar de todo, el joven debe decidirse, intentando que
la elección le permita alcanzar un nivel óptimo de
satisfacción individual (autorrealización), de
adaptación y de compromiso social. La elección
conforma el destino personal, da
seguridad.
(Aguirre Baztán, 1996)
Numerosas teorías
han intentado sistematizar los factores que inciden en la
elección de la profesión y/o estudios, poniendo los
determinantes totalmente fuera del control del
individuo (teorías
del azar), en el ambiente
(teorías sociales), en el individuo (teorías
psicológicas) o en la economía
(teorías económicas). Lo que sí es
importante es que la elección vocacional y/o profesional
debiera ser un proceso dinámico y continuo que se inicia
en la infancia, se delimita en la adolescencia y se configura a
lo largo de toda la adultez. En este proyecto influyen
factores tanto individuales como sociales, a través de los
que se va formando la identidad
vocacional-ocupacional.
Motivaciones individuales
Motivaciones inconscientes
El inconsciente esta constituido por representaciones de
instintos que buscan hacerse conscientes, y que no lo son, debido
a unos mecanismos de defensa que los censuran. Ya sea por
asociación, por acontecimientos que ocurren al sujeto,
algunas de esas representaciones llegan a la conciencia a
través de la proyección, la condensación, el
desplazamiento, y el mecanismo más vinculado a la
elección de la profesión, la sublimación,
proceso por el cual el sujeto satisface pulsiones
desviándolas hacia fines culturalmente elevados y
socialmente positivos y aprobados (Aguirre Baztán,
1996).
En el deseo vocacional del joven intervienen,
además de la edad, el entorno familiar y cultural, etc.,
su organización afectiva.
- La elección vocacional supone encontrar el
equilibrio
entre dos mundos: - El personal o interno, relacionado con las
motivaciones inconscientes y; - El externo, relacionado con lo que el sujeto dice
querer hacer.
El adolescente va a elegir su vocación
profesional y su rol social de varias formas posibles:
- Buscando seguridad
personal: sometiendo su identidad a la de los padres, grupo,
etc., para no entrar en conflicto:
el adolescente será lo que otros decidan por
él; - Buscando la manera personal de expresar lo que uno
vive y percibe del momento histórico y del grupo en
donde se encuentra, sin perder la mismidad; - Posición individualista: asumir el rol al
margen de la realidad.
Es necesario que los conflictos entre instancias
(yo-ideal del yo; superyóico, etc.) que reflejan
confusión y discontinuidad entre lo real (externo) y lo
psíquico (interno), sean llevados a niveles conscientes
para evitar sentimientos de culpa, fracaso, debidos a una
elección que responde a un intento de compensar
situaciones de malestar y frustración vividas en la
primera infancia y que no han sido elaboradas (Aguirre
Baztán, 1996).
Motivaciones conscientes
En la elección de la profesión debemos
atender a las posibilidades reales del sujeto, pues tanto los
padres como la sociedad presionan hacia profesiones y estudios
para los que el adolescente puede no estar dotado, que no
harán sino disminuir su autoestima
sumirlo en un sentimiento de fracaso, tendrán la
sensación de estar perdiendo el tiempo, dejarán de
esforzarse, viéndose incapacitados hasta para lo que
pueden hacer.
Otros padres subestiman a su hijo, impidiéndole
hacer unos estudios para los que está capacitado y
motivado.
Entre ambas actitudes, el profesional u orientar, debe
evaluar las capacidades del joven, sus intereses, sus aptitudes,
etc., atendiendo no sólo a lo que manifiesta querer hacer
(influencias externas), sino a móviles más
profundos (motivaciones inconscientes) (Aguirre Baztán,
1996).
Entre los motivos conscientes que hay que
conocer:
A) Las actitudes
Entendemos por actitud la
tendencia o predisposición adquirida y relativamente
duradera a evaluar de determinado modo a una persona, suceso o
situación y a actuar en consonancia con dicha evaluación. En una orientación
social, es la inclinación subyacente a responder de manera
favorable o desfavorable.
En una actitud diferenciaremos:
— el componente cognitivo: aplicado a la
elección de estudios o profesión sería la
percepción de la situación laboral,
las asignaturas, horarios, remuneración, etc.;
— el componente afectivo: los sentimientos y
pensamientos que el trabajo o estudios despiertan en el
sujeto
— el componente conductual: tendencia o
disposición a elegir tal trabajo o estudios.
B) Las aptitudes y/o capacidades
Las aptitudes básicas a observar para la
elección de estudios y/o profesión
serían:
— El intelecto: sólo una marcada debilidad
mental o psíquica puede impedir llevar a cabo la mayor
parte de aprendizajes profesionales o académicos;
incluye:
- comprensión y fluidez verbal,
- numéricas,
- espaciales y mecánicas,
- razonamiento,
- memoria,
- Percepción y atención.
— Capacidades Psicomotrices.
— Capacidades físicas: para profesiones en las
que el aspecto corporal y la resistencia
física son
importantes: atienden a: estatura, peso, fuerza de las
manos, capacidad vital, etc.
— Capacidades sensoriales y artísticas: vista,
oído
(música),
sentido Kinéstico, gusto (gastrónomos), olfato
(degustadores), etc.
— Habilidades manuales:
manipulación simple, coordinación bimanual, etc.
C) Intereses
Se definen como la atención a un objeto al que se le atribuye
un valor
subjetivo.
Tanto las aptitudes como los intereses son <<la
punta del iceberg>> de la elección vocacional;
debajo de éstos, encontramos las motivaciones
inconscientes.
El autoconocimiento permite ir tomando conciencia de la
experiencia personal y de las propias potencialidades, de una
forma más realista, motivando al adolescente a mejorar sus
aptitudes y capacidades en la zona de interés.
La motivación
y los intereses también se relacionan. Los motivos son los
que impulsan la conducta y suelen
ser inconscientes y tienen su raíz en los motivos y
necesidades de carácter
emocional y dinámico (Aguirre Baztán,
1996).
Teoría
tipológica de las carreras, de Holland.
Antecedentes
La siguiente información fue retomada del
libro
"Teorías sobre la elección de carreras", de Samuel
H. Osipow.
La teoría
de Holland acerca de la selección
vocacional representa una síntesis
entre dos corrientes de pensamiento de
la psicología
vocacional. La concepción popular que Holland emplea en su
teoría es una elaboración de la hipótesis que afirma que la elección
de una carrera representa una extensión de la
personalidad y un intento por implementar ampliamente el
estilo de comportamiento
personal en el contexto de nuestra vida laboral. El nuevo rasgo
que Holland introduce es la noción de que la gente
proyecta sobre títulos ocupacionales sus puntos de vista
acerca de ella misma y del mundo laboral que prefiere. Por medio
del simple procedimiento de
dejar que los individuos expresen sus preferencias, o desarrollen
sus sentimientos, hacia una lista particular de títulos
ocupacionales, Holland asigna a las personas estilos personales
que tienen implicaciones teóricas para la personalidad y
la elección vocacional.
La concepción de Holland acerca del desarrollo
vocacional tuvo su origen a partir de sus experiencias con las
personas implicadas en la toma de
decisiones relativas a las carreras. Dicho investigador
observó que la mayoría de las personas veían
el mundo ocupacional en términos de estereotipos
ocupacionales. En vez de concluir que tales estereotipos
confunden a las personas y le causan al orientador vocacional
dificultades adicionales, Holland invirtió el proceso de
los estereotipos a su favor y supuso que éste se basa en
las experiencias individuales con el trabajo; así pues,
los estereotipos de fundamentan en la realidad y poseen un alto
grado de utilidad y
precisión. Holland formuló la hipótesis de que
cuando el individuo posee pocos conocimientos acerca de una
vocación particular, el estereotipo que sostiene revela
información sobre él, y esto sucede de manera
más parecida a cómo una prueba proyectiva revela la
dinámica de la personalidad. En
consecuencia, Holland construye una lista de títulos
ocupacionales que serían útiles como mecanismo
sobre el cual una persona podría proyectar su estilo de
vida preferida.
La teoría
Ambientes ocupacionales
Las afirmaciones originales de Holland (1959) fueron
modificadas como resultado de sus propias investigaciones
para evaluar la teoría (1962). En sus afirmaciones
originales, Holland sostiene que dentro de la sociedad existe un
número finito de ambientes laborales. Estos ambientes son
motrices (agricultores, conductores, etc.), intelectuales
(químicos, biólogos), de apoyo (trabajadores
sociales, maestros), de conformidad o convencionales (contadores,
cajeros), de persuasión (vendedores, políticos) y
estéticos (músicos, artistas).
La Jerarquía evolutiva
Este tipo de jerarquía está representado
por el ajuste del individuo ante los seis ambientes
ocupacionales. A cada persona se le solicita acomodarse a cada
uno de ellos y desarrollar ciertas destrezas con respecto a esas
ubicaciones. Los seis tipos de ajustes provenientes de la
jerarquía evolutiva representan los principales patrones y
estilos de vida de las relaciones entre el individuo y su
mundo.
Las seis orientaciones reciben en la teoría
original los mismos nombres de los ambientes ocupacionales, pero
más tarde Holland (1962) les dio otros nombres. En las
descripciones que se ofrecen a continuación aparecen los
nombres originales entre paréntesis.
a) Tipo realista (motriz): son sujetos agresivos, que
prefieren actividades que impliquen destreza física, masculinidad,
problemas concretos no abstractos; las profesiones ligadas a
ellos son. Obreros, aviadores, maquinistas, carpinteros,
etc.
b) Tipo sociable (de apoyo): establecen
fácilmente relaciones personales, evitando situaciones que
les exijan soluciones
intelectuales o grandes habilidades físicas. Eligen la
psicología, abogacía, ser profesores,
etc.
C) Tipo intelectual (intelectual): Prefieren el pensamiento,
lo racional a la acción. Rehuyen los contactos personales.
Suelen ser físicos, antropólogos,
matemáticos, etc.
D) Tipo convencional (de conformidad): muy
controladores, se identifican con el poder y es status social.
Buscan profesiones que impliquen jerarquías, por ejemplo
banqueros, cajeros, estadísticos, contables, funcionarios,
etc.
e) Tipo emprendedor (de persuasión): sujetos
hábiles en el uso del lenguaje que
utilizan para manipular o persuadir. Gustan del poder y la
posición social. Suelen ser vendedores, políticos,
publicistas, subastadores, etc.
- Tipo artístico (estético): se
orientan hacia la expresión artística. Sujetos
emotivos paro con poco autocontrol, introvertidos y
asociales, como poetas, músicos, dramaturgos,
escultores, etc.
La historia y el papel de las
jerarquías evolutivas
Holland no analiza en forma explícita la manera
en que se desarrollan estas orientaciones. Presumiblemente, la
evolución de las orientaciones corresponde a nociones
generales acerca del desarrollo de la personalidad tal como es
presentada por otras teorías, o sea, que la personalidad
es el resultado de las influencias genéticas y
ambientales. Tal afirmación es muy general para que tenga
algún valor en la comprensión del desarrollo de la
personalidad, en particular para los orientadores vocacionales,
quienes pueden estar implicados en las tareas de corregir
desarrollos equivocados, sin embargo, Holland sí indica la
manera en que la orientación, una vez establecida, influye
en el comportamiento
vocacional. Si una orientación es, claramente dominante en
relación con las otras, el individuo, buscará un
ambiente
ocupacional que corresponda a dicha
orientación.
En la práctica se espera que un joven realista
escoja la ingeniería, y un muchacho agresivo,
ambicioso y con habilidades verbales decida fácilmente
estudiar la carrera de licenciado en derecho. Si dos o más
orientaciones tienen la misma o casi la misma fuerza, el
individuo vacilará en la selección
de un ambiente ocupacional. Una muchacha con una
combinación de pensamientos objetivos acerca de los
problemas, con rechazo a las relaciones
interpersonales íntimas, con una tendencia a organizar
combinada con deseos de ejercer un autocontrol y una considerable
tendencia por ser emocionalmente expresiva, puede un día
escoger ser bióloga y al día siguiente decidir que
para ella lo más adecuado son las artes gráficas. En caso de que los factores
ambientales interfieran con la implementación de la
primera orientación claramente determinada, entonces el
individuo buscará un ambiente ocupacional apropiado a su
segunda orientación más fuerte. Un estudiante que
se halle impedido de elegir como carrera la oceanografía
debido a la escasez de sus recursos económicos,
seleccionará el dominio de la
ingeniería mecánica, el cual representa su segunda
orientación, la realista; sin embargo, si la
jerarquía de las orientaciones no está bien
orientada más allá de la primera, entonces se
presentará la duda en la selección de un ambiente
ocupacional. Lo mismo ocurre cuando las dos primeras
orientaciones no son claramente diferentes en sus
fuerzas.
Las investigaciones
Casi todas las tentativas por validar la teoría a
través de investigaciones han sido dirigidas por Holland y
sus colaboradores, utilizando para tal efecto una población nacional de becarios
sobresalientes. La metodología de Holland para el estudio de
la selección vocacional dentro de su marco
teórico es muy comprensiva. Un rasgo básico en
la investigación ha sido la idea de que los
títulos ocupacionales poseen una considerable cantidad de
estímulos para las personas, y que estos títulos,
como los estereotipos, son congruentes con la realidad. Holland
propone utilizar respuestas de agrado y desagrado hacia los
títulos ocupacionales como datos proyectivos acerca de la
persona que responde, sobre el supuesto, probablemente
válido, de que las preferencias vocacionales representan
una faceta principal acerca de la personalidad del
individuo.
Diseño de la
investigación
Muestras. Las investigaciones de Holland sobre su
teoría están caracterizadas por la observación de los miembros de varias
muestras grandes, cuyos comportamientos son estudiados por medio
de múltiples observaciones durante un periodo
moderadamente prolongado. La población de las investigaciones estuvo
constituida por los estudiantes becarios a nivel nacional.
Generalmente el procedimiento ha
sido el de seleccionar una muestra al azar,
frecuentemente el tamaño de la muestra estuvo
constituido por la sexta parte de la población total, y en
pocas ocasiones por una fracción más
pequeña.
Instrumentos. El instrumento clave en la
investigación de Holland es el Inventario de
Preferencias Vocacionales (IVP)(Vocational Preference Inventory,
VPI), el cual está constituido por 300 títulos
ocupacionales, a los cuales el sujeto debe expresar su
interés o desinterés. Holland ha utilizado este
instrumento en varios estudios, con el fin de asignar a sus
sujetos orientaciones personales que sirvieran como variables
independientes. Después de calificar el IPV (VPI) sobre
las seis escalas pertinentes a las orientaciones personales,
Holland tomó la escala en la cual
se había logrado la puntuación más alta y
asignó al sujeto al grupo apropiado.
Holland utilizó otros métodos
para asignar a los sujetos un tipo personal. En uno de esos
estudios, asignó los sujetos a las categorías de
orientación personal, empleando sus puntuaciones sobre las
seis escalas seleccionadas del Registro de
Intereses Vocacionales de Strong (Strong Vocational Interest
Blank), cada una de las cuales discriminó a puntuaciones
del IPV (VPI) más eficientemente para una de las seis
orientaciones personales.
Evaluación
Las investigaciones de Holland basadas en su
teoría son impresionantemente extensas. Además de
la invención de instrumentos que permitan evaluar las
hipótesis especificadas que se desarrollan
a partir de su posición, Holland ha obtenido, como
resultado de los diferentes aspectos del comportamiento
vocacional que fueron estudiados incidentalmente al evaluar su
teoría, cierta información adicional. A partir de
las investigaciones de Holland se ha acumulado gran cantidad de
comprobaciones acerca de la existencia de las orientaciones
personales en la forma en que él las describió en
sus formulaciones teóricas originales; además, se
ha encontrado que estos tipos son razonablemente estables.
También parecen existir los ambientes ocupacionales tal y
como han sido descritos. La mayoría de las
características propuestas en relación con los
distintos tipos de orientación se han comprobado,
así como un gran número de otras
características y rasgos que sirven para diferenciarlos
entre sí. Dado el alto código
de un estudiante, un investigador tiene una gran oportunidad de
predecir la elección vocacional del sujeto y alguna
información acerca de los valores y las
actitudes de sus padres. El investigador también obtiene
buenos fundamentos para extraer inferencias acerca de las
motivaciones del estudiante.
Holland ha sido sensible a los datos resultantes de sus
investigaciones y ha sugerido varias modificaciones de su
teoría o al menos ha señalado ciertas deficiencias
de ella. La teoría ha sido reescrita, aún cuando en
sus fundamentaciones principales permanece inmodificable. La
teoría de Holland, como originalmente fue presentada, era
una teoría de la elección vocacional. Se
proponían seis tipos de orientación personal y seis
ambientes ocupacionales. Siguiendo los resultados de las
investigaciones que había dirigido, Holland amplió
el dominio de su
teoría y le cambió el contexto relativamente
estrecho de la elección vocacional por el del
comportamiento general.
En conclusión, se puede afirmar que cuando la
vida familiar, escolar, social y personal no ha permitido al
joven elegir en el momento en que debiera hacerlo, existen
recursos y herramientas
que contribuyen a aclarar el panorama personal y como
consecuencia el panorama profesional y laboral.
Estas herramientas
están encaminadas al conocimiento de sí mismo,
dejando atrás aquellas influencias y estereotipos
familiares, sociales, personales y económicos que estorban
a una decisión y a asumir sus consecuencias.
Es entonces cuando la orientación vocacional toma
importancia ya que es el proceso educativo mediante el cual se
ayuda a los individuos a formular y realizar propósitos
personales en consonancia con sus capacidades, necesidades y
limitaciones.
Los objetivos específicos de la
orientación vocacional son el de favorecer la autoestima
para que la decisión personal sea objetiva y llevada a
cabo con responsabilidad, facilitar la detección de
intereses y habilidades individuales, motivando y propiciando el
desarrollo de ello dentro del ámbito académico,
psicomotriz, artístico y de relaciones
interpersonales y sobre todo, proporcionar herramientas de
autoconocimiento, tales como entrevistas de
Orientación Vocacional, pruebas de
intereses, pruebas de
habilidades, pruebas de personalidad, información y
acercamiento a planteles e instituciones
ya que todo ello coadyuva a una decisión personal
integral.
No debemos olvidar los factores sociales e individuales
que favorecen o en dado caso, limitan la toma de
decisiones del joven.
Hipótesis
Variables | Variable |
– Tipo de personalidad | – Buena orientación vocacional |
– Comportamiento personal | |
– Estereotipos | |
– Estilo de vida (preferencias) | |
– Intereses personales |
Unidad de Análisis
- Adolescentes que egresan del bachillerato
Variables
- Tipo de personalidad
- Comportamiento personal
- Estilo de vida (preferencias)
- Estereotipos
- Intereses personales
"Cuanto mayor sea el grado de
conocimiento de los orientadores vocacionales sobre las
preferencias, intereses, personalidad y comportamiento,
además de los estereotipos respecto a algunas carreras,
que poseen los adolescentes que egresan del bachillerato, mejor
será la calidad de la
orientación vocacional"
Antecedentes
Para complementar el presente trabajo, se
mostrará un resumen de los resultados encontrados en la
investigación de campo.
El lugar donde se llevó a cabo la
investigación de campo fue el Centro de Bachillerato
Tecnológico, Industrial y de Servicios No. 43 (CBTis 43),
ubicado sobre el Blvd. Juan de Dios Batis y Av. Belisario
Domínguez, en esta ciudad.
Dicha escuela ofrece estudios bivalentes ya que cuenta
con seis especialidades técnicas tales como contabilidad,
computación, alimentos y
electricidad.
Se tomó una muestra de los estudiantes de la
especialidad de computación que cursan el último
año de bachillerato del turno vespertino y que
están a punto de terminarlo y sobre todo, tomando una
decisión muy importante en su vida, puesto que, de lo que
decidan dependerá su vida futura.
Se les aplicó una encuesta con
el propósito de encontrar información acerca de la
orientación vocacional, que pudieron o no, haber recibido.
(Ver Anexo 1).
No se pudo hacer a un lado, a quienes de cierta manera
influyen en la orientación vocacional, se trata de los
profesores de la materia, cuyo
nombre puede variar, pero cuyo contenido, permanece inmutable. A
ellos se les entrevistó de manera informal y se obtuvieron
diversas respuestas acerca de la orientación vocacional,
las cuales se analizarán más adelante. (Ver Anexo
2)
Resultados de la encuesta y
entrevista
De las preguntas aplicadas a los estudiantes, se
obtuvieron resultados muy parecidos, pero al mismo tiempo
proporcionando una información muy importante.
Respecto a la primera pregunta, si ya saben que van a
estudiar, el 65% indicó que ya sabe qué es lo que
va a estudiar, y las razón por la cual ya decidió,
es porque la gusta lo que va a estudiar, respuesta que indica que
tiene bien claro sus intereses y que por lo tanto no habrá
mayores dificultades en el desarrollo de su carrera.
Para ver el
gráfico seleccione la opción "Descargar" del
menú superior
Otras respuestas que fueron anotadas, no estaban
contempladas en mi encuesta, sin embargo, son
características que ya fueron mencionadas anteriormente en
el cuerpo del trabajo. Se trata de respuestas que tienen que ver
con la búsqueda de seguridad personal y la seguridad que
ofrecen ciertas carreras y las ganancias que pueden obtener de
ellas, además de la accesibilidad de las mismas. (Fig.
2)
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El otro 35% de los encuestados, afirmó que
no había decidido que va a estudiar. Las razones fueron
muy variadas. El 24% de los que no han decido que estudiar
mencionan que en esta ciudad no hay lo que quieren seguir, lo
cual hace suponer, que sus preferencias nada tienen que ver con
las carreras que ofrecen las universidades locales. Y otra
razón, fue que no le gusta ninguna de las escuela que
tenemos en esta ciudad.
De los que no deciden aún, un 14% afirmó
que no posee información alguna acerca de las carreras que
ofrecen las universidades de la región, lo cual hace
pensar en diversas razones: puede que el joven no esté
informado por falta de interés en la orientación
vocacional que le ofrece su institución; o por falta de
iniciativa propia, y no ha acudido a los planteles educativos a
pedir información. Estas son sólo dos razones, pero
pueden haber más.
El otro 14% de los encuestados y que aún no
decide, menciona que no sabe cuales son sus aptitudes e
intereses, lo cual supone una falta de orientación
vocacional, pero al mismo tiempo, hace pensar sí realmente
el adolescente está interesado en recibir una
orientación. Dentro de esta respuesta, encontré
otra, la cual dice que a veces no se cuenta con el capital y
promedio adecuado y necesario para entrar a una universidad.
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Respecto a la pregunta número 4, el 100% de
los encuestados respondió que sí sabe lo que
significa la orientación vocacional, pero sólo el
85% respondió correctamente. El otro 15% no
manifestó lo que realmente es la orientación
vocacional, sin embargo, las respuestas de la encuesta son muy
parecidas, por lo que se pudo haber creado algo de
confusión en los encuestados.
En relación con la última pregunta de la
encuesta, acerca de que si habían recibido
orientación vocacional durante este último
año de bachillerato, me parece sorprendente que el 45%
afirme que sí la ha recibido, incluso comentaron que han
acudido a su plantel, personas llevándoles
información acerca de las universidades locales y de fuera
del estado,
así como las carreras que ofrecen.
Para ver el
gráfico seleccione la opción "Descargar" del
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Sin embargo, más de la mitad de los
encuestados, afirman que no han recibido ningún tipo de
orientación vocacional, y que no saben cuáles son
las opciones de estudio con las que cuentan. Pueden haber
diversas explicaciones para lo que dicen, que en verdad no han
recibido ninguna información, o no se encontraban
presentes al momento de la misma. O no hay interés por
parte de los alumnos.
Pero ahora analicemos el punto de vista de los
profesores y orientadores vocacionales.
Cuando los cuestioné acerca de las
características que observan en sus alumnos, cuatro de los
cinco entrevistados, menciona que las características
más observables, son los de la disponibilidad del joven
para recibir orientación y la participación activa
que tiene en su formación vocacional,
Respecto a las verdaderas intenciones de la
orientación vocacional, me respondieron algo que yo
menciono en mi marco
teórico, sin embargo son puntos muy importantes, los
señalo de manera sintetizada, pero sin perder su
fondo:
- Es importante el
conocimiento del potencial individual, lo que se desprende
del rendimiento del alumno en cada una de sus materias y
actividades escolares y extraescolares. - Permite el
conocimiento e información de la realidad social en
cuanto a planteles, fuentes de
trabajo, oferta y
demanda del mercado
profesional. - Lo más importante es la detección de
intereses y habilidades individuales, motivando y propiciando
el desarrollo de ello dentro del ámbito
académico, artístico, psicomotriz y de relaciones
interpersonales. - Favorecer la autoestima para que la decisión
personal sea objetiva y llevada a cabo con responsabilidad. - Proporcionar herramientas de autoconocimiento, tales
como entrevistas
de Orientación Vocacional, pruebas de intereses, pruebas
de habilidades, pruebas de personalidad, información y
acercamiento a planteles e instituciones ya que todo ello coadyuva a una
decisión personal integral.
De acuerdo a las charlas que tuve, oficial y
extraoficialmente, me percaté de que los maestros
frecuentemente, sino es que casi diario, al convivir con sus
alumnos, les mencionan las escuelas locales, algunas de las
carreras disponibles, y sobre todo la manera en que se encuentra
el mundo laboral hoy en día, pero les sugieren que
investiguen por sí solos.
Los orientadores, comentaron que los jóvenes
frecuentemente, seleccionan carreras de acuerdo a sus gustos,
experiencias y características personales, lo cual me
confirma que la elección vocacional, sí es producto de la
personalidad del individuo.
Aseveran, además, que a pesar de los esfuerzos de
los profesores de clase y orientadores, muchos jóvenes no
toman buenas decisiones e incluso, en ocasiones, dejan los
estudios. Y esto es, porque según los consejeros, tienen
influencias sobre ellos, las cuales pueden ser familiares,
sociales e incluso económicas.
En conclusión, gracias a la investigación
llevada a cabo en CBTis 43, me percaté de la gran
importancia que tiene la orientación vocacional, pues al
momento de comentarlo con los alumnos y luego, con los
profesores, caí en cuenta que la mayoría de las
veces sí se nos brinda orientación vocacional, pero
debido que se brinda esa orientación a la edad de grandes
cambios, no le brindamos la suficiente importancia y es
ahí donde radica el principal problema, pues no queremos
ser partícipes de ese proceso de enseñanza.
Comprobé también, que en realidad los
padres deben entender que la elección profesional y
ocupacional es algo que resulta de un proceso que inicia desde la
infancia y que concluye como una reflexión personal del
joven en la que ellos pueden estimular y motivar a que se conozca
y desarrolle sus potencialidades; informando sobre las
posibilidades académicas y campo de trabajo existentes y
participar propiciando que el hijo asuma la responsabilidad de su
decisión, obviamente, sin presionarlo de ninguna manera a
que decida algo que no desea.
Resulta interesante contrastar los pensamientos de los
profesores y orientadores entrevistados, pues algunos de ellos se
acomodan dentro de una teoría la cual, quizá
inconscientemente, defienden y apoyan en todos los
aspectos.
En fin, creo haber logrado completar este trabajo,
concluyendo que en realidad, si los orientadores se esfuerzan en
hacer comprender a los jóvenes de la gran importancia que
tiene para ellos en conocerse internamente y hacerlos
partícipes conscientes de su decisión,
podrían lograrse buenos avances en lo que a
orientación vocacional se refiere. Pero no debemos pasar
por alto la importancia de la familia en este proceso de enseñanza, pues es en casa donde se
aprenden los principales valores y se
construyen las bases sobre las cuales, el joven va a poder
identificar sus aptitudes, habilidades, intereses y capacidades
propias, las cuales le permitirán tomar la decisión
que cambiará su vida para siempre.
- HERZBERG, Frederick. (1971). "Administradores o
entrenadores de animales".
Revista de
administración. - MASLOW, Abraham. (1954). "Motivación y
personalidad". Harper & Row. - McGREGOR, Douglas. (1960). "El lado humano de
la empresa"
. McGraw-hill. - ROBBINS, Stephen. (1999). "Comportamiento
Organizacional". Prentice Hall. 8°
Edición.
http://www.sie.es/crl/vocacion.htm
http://www.mb.com.mx/contento/?name=ov_adolescVocacion
http://educacion.123.cl/especiales/paa_02/Orientacion_vocacional.htm
http://www.ibi.herrera.unt.edu.ar/ing_biomedica/Novedades/Or_Vocacional/hoja1.htm
Presentado por:
Gladys Eneyda Sánchez Verdugo
Los Mochis, Sin.