- Contexto general durante la
Revolución Indutrial - Sociedad
Industrial - El caso de la Industria
Textil - El
corporativismo - Los
sindicatos - Conclusiones
- Fuentes
Bibliográficas
Contexto general
durante la Revolución
Indutrial
Se llama Revolución
Industrial, aquel período en el que un conjunto de
invenciones e innovaciones conexionadas permitieron lograr una
enorme aceleración de la producción de bienes y
asegurar un crecimiento
económico auto sostenido, independiente de la agricultura.
Se inicio espontáneamente en Inglaterra y se
afianzó y convirtió en irreversible entre 1750 y
1850. Su base estaba en el desarrollo de
la industria
manufacturera, generalizando el uso de la máquina para
reducir tiempos y los costos de
producción.
Materias Primas | Las materias primas importantes eran la madera, con la que se construían |
Fuentes de Energía | El carbón fue la fuente de energía También se utilizó la |
Máquinas | La revolución Industrial surge con el La maquina más importante es la |
La industria y su | El objetivo de esta etapa fue producir mucho La siderurgia: sufrió muchos cambios, La textil: sufrió importantes cambios, |
Protagonistas | Los protagonistas de esta etapa son la |
Tipos de Empresas | Aparece la propiedad privada y la El objetivo era obtener mayor beneficio En un principio, los dueños de las |
Países | La industrialización comenzó en |
Cultura | En esta época la cultura es un privilegio, y sólo la |
La filosofía social dominante era del más
crudo liberalismo,
que suponía una completa aceptación del principio
de Laissez Faire. Para Adam Smith, no
habría que producir ninguna interferencia en el desarrollo
espontaneo del sistema
económico, pues ello acrecentaba la productividad. Y
David Ricardo
sostenía que la persecución del beneficio privado
"esta admirablemente conectada con la consecución del bien
común".
Aunque el crecimiento de la sociedad
industrial ha dado lugar a grandes riquezas y naciones prosperas,
su precio fue muy
elevado en lo que respecta al sufrimiento humano. El desarrollo
de la industria, en especial el de las fabricas textiles y minas,
implicaba jornadas laborales de muchas horas en condiciones
durísimas. La explotación de los niños
se suele considerar uno de los grandes males de la
industrialización, aunque los niños
ya tuvieran largas jornadas laborales en la sociedad
preindustrial. El principio de laissez faire (la no
intervención del estado en la
regulación de los asuntos relacionados con la industria y
la economía)
tuvo gran impacto, pero al final se consiguió el
establecimiento de una legislación que regulara el trabajo de
los obreros jóvenes y de las mujeres.
El caso de la
Industria Textil
En 1750, el tejido de lana era desde hacia tiempo uno de los
productos
más importantes de Gran Br etaña, pero con el
progreso del siglo XVIII, era cada vez más difícil
satisfacer el gran aumento de la demanda.
Inventos como la
Jenny, una máquina de hilar de husos
múltiples, podían producir grandes cantidades de
hilo a mayor velocidad,
sobre todo de algodón. El algodón se importaba en
cantidades cada vez mayores de Estados Unidos y
se convirtió en una materia prima
vital para la industria textil británica. En la
década de 1770 aparecieron otros dispositivos
mecánicos de hilado como, la waterframe y la mule y en
1785 la introducción del telar mecánico
(power loom) de Cartwright, que no requería una mano de
obra muy especializada, que acabó con el tejido en telares
manuales. El
desarrollo inicial de industrias
textiles mecanizadas en Estados Unidos y en gran parte del
continente europeo dependía de estos inventos
británicos.
Solo los que disponían de capital
podían invertir en esta maquina nueva, y los que no la
tenían no podían competir con los bajos precios de
hilos o telas producidas mecánicamente. Por lo tanto, la
mecanización de la industria textil dio paso al sistema de
factoría.
En vez de trabajar en casa por cuenta propia, las
mujeres y los niños (que siempre habían trabajado
para su sustento), y más tarde también los hombres,
salían de sus casas para trabajar, a cambio de un
sueldo, en una fábrica, donde la maquina de vapor marcaba
el ritmo. Los intentos de tejedores indignados ("luddistas",
porque seguían al Irlandés Ned Ludd, lider de una
de las revueltas mas famosas contra las nuevas formas de
producción) de destruir la nueva maquinaria fueron
reprimidos con dureza.
Durante el siglo XVIII, el instrumento más
característico, en cuanto a
propósitos sociales, es el club, que se iniciaba en las
populacheras asociaciones de taberna hasta llegar a las
peñas literarias. En verdad, todos los intereses,
tradiciones o aspiraciones se expresaron en forma corporativa y
la idea de que en una u otra forma los hombres se habían
convertido en seres egocentristas, avaros y antisociales, es la
más singular de las leyendas que
han oscurecido la Revolución
Industrial. Hubiera sido muy notable que dentro de una comunidad tan
llena de asociaciones, el industrial hubiese permanecido aislado
de sus colaboradores.
Las compañías no eran por lo general
negocios
individuales, sino más bien consorcios. Los socios de una
compañía se encontraban en contacto frecuente, y
hasta diario con los componentes de otras sociedades.
Muchos estaban adheridos a una u otra de las agrupaciones que
trataban de extender a las provincias sus actividades, ya
Adam Smith
hacia notar que las gentes de un mismo oficio rara vez se
reúnen, pero cuando lo hacen su conversación
termina bajo la forma de una conspiración contra el
público, o bien en estratagemas para aumentar los precios. Y,
bajo exterior inocente es probable que se hayan escondido
asociaciones comerciales, cuyos fines tendían a evitar la
competencia y a
reglamentar la producción, los precios, salarios y
crédito
en una rama cualquiera de la industria.
Estas combinaciones alcanzaron su mayor auge en las
industrias
mineras y metalúrgicas. Las pequeñas unidades,
productoras de mineral, tenían menor poderío
económico.
En la industria del hierro los
materiales
provenían de fuentes
abundantes y dispersas, y a los mineros no les era posible
controlar el mercado. No
obstante desde principios del
siglo XVIII los propietarios de los altos hornos en Lancashire y
Gales del Sur tenían, siempre, la costumbre de fijar los
precios tanto al carbón que compraban como al hierro que
vendían. Al desarrollarse el procedimiento de
la fundición con coque, los Darbys y los Wilkinsons
convinieron en los precios a cobrar por fabricar piezas de
máquinas de vapor y antes de 1.777 los grandes herreros de
las zonas centrales celebraban reuniones periódicas, a fin
de establecer los precios de las piezas fundidas. En 1.799 los
fundidores y vaciadores de Yorkshire y Derbyshire establecieron
una organización semejante que fue la avanzada
de otras en Escocia y Gales del Sur.
Ni una sola de las ramas de la industria
semidoméstica con base en las fabricaciones
metalúrgicas, dejaba de estar tocada de esta tendencia
hacia la asociación.
En aquellas industrias grandes y con mucha variedad de
productos la
realización de un control
cualquiera era bien difícil.
En todos los países industrializados los
trabajadores buscaron una manera de organizarse para defender su
oficio. Los sindicatos, a
menudo también tenían la función de
ayudar a sus afiliados cuando pasaban momentos de penuria o en
caso de accidente. La mayoría de los gobiernos
veían una amenaza en la asociación incontrolada de
los trabajadores, sobre todo con el surgimiento del socialismo como
ideología y fuerza
política.
El sentido corporativo de la fuerza
trabajadora tuvo formas muy variadas de expresión. La
situación dentro de la cual se encontraban los
trabajadores domésticos no hacia fácil
combinación alguna, en la primera mitad del siglo XVIII
existió un fuerte movimiento a
favor de los clubes, estos tomaron un disfraz y disimularon sus
verdaderos propósitos bajo títulos que implicaban
amistosas actividades, se encontraban más cerca del gremio
antiguo que del moderno sindicato.
Las actividades unionistas procuraban por entonces
controlar los ingresos de
nuevos industriales, suprimir trabajadores "falsos" y apelar ante
la autoridad a
fin de que se aplicasen las leyes dictadas
por la reina Isabel sobre salarios.
Con el transcurso del tiempo los
trabajadores ya organizados, empezaron a hablar en tono
más alto y a partir de 1.760 las regiones
carboníferas, los puestos y los poblados textiles fueron
testigos frecuentemente de escenas violentas.
A fines de siglo hubo un vigoroso crecimiento de las
sociedades
amistosas, muchas tuvieron como base una agrupación por
oficios. El sentimiento de un interés
común impregnaba a las asociaciones regionales
impulsándolas a federarse. Se puede decir que a fines de
siglo el unionismo no era algo esporádico sino que se
caracterizaba como un verdadero movimiento.
Más de 200 años antes el Estado
reglamentó el trabajo,
los estatutos establecidos entonces no eran materia de
frecuente aplicación durante la Revolución
Industrial aunque se sostenía que un aumento de jornales
no solicitado por medio de una petición a los tribunales
constituía un delito. Mientras
una unión permanecía inactiva nadie la importunaba,
más, en cuanto se iniciaba una disputa, los patronos
hacían uso de la influencia para obtener una ley que impidiese
la asociación en esa particular rama de la
industria.
Las clases dirigentes temían que las uniones
sirviesen como disfraz a sociedades secretas o revolucionarias,
una ley
estableció que cualquier persona que se
asociara con otra u otras con el fin de obtener un incremento de
salario o una
reducción de sus horas de trabajo podía ser
sometida a los tribunales y ser condenada hasta 3 meses de
prisión, el juez podía ser el mismo patrón o
sino tomar una actitud
decisiva dentro de la controversia. Las protestas fueron muchas y
la ley se derogó sustituyéndola por otra. La ley de
Asociaciones de 1.800 se aplicó raramente, en casi todos
los casos donde los obreros fueron acusados de haberse asociado
la persecución se hizo contra una conspiración,
prohibida por la Common Law, o bien contra una violación a
una disposición aplicable a una industria en lo
particular. El aparato de la persecución penal era de poco
efecto, no obstante sus apariencias, la mejor prueba de la verdad
de esta afirmación la proporciona el hecho de que en el
primer cuarto del siglo XIX se constituyeron incontables uniones,
muchas de ellas públicamente sin que acción alguna
se siguiese en su contra. La ley de Asociaciones se aplicaba por
igual a los patronos. Hubo muy pocos procesos por
conspiraciones hechas con el fin de disminuir los
salarios.
En 1.824 se logró que fuesen derogadas las
leyes que
impedían las asociaciones obreras. Todas estas reacciones
provocaron otras combinaciones políticas,
una nueva ley aprobada en 1.825 confirmó la legalidad de
las asociaciones pero impuso penas para aquellos obreros
declarados culpables de intimidar, molestar u obstruir las
actividades de otros, y los tribunales durante largos años
se vieron obligados a determinar el sentido de estos ambiguos
términos.
Considero a la creación de los Sindicatos
como uno de los hechos más relevantes de la
configuración económica internacional, dado que es
una prueba de cómo los sistemas socio –
económicos se comportan tal como los sistemas
físicos, químicos y/o naturales buscando el
equilibrio.
Equilibrio del
cual se aparto la sociedad industrial al considerar al trabajador
como un elemento mas de un sistema cuyo principal objetivo era la
generación de riquezas.
Se tratan de equilibrios inestables ya que nunca se
regresa a la situación original posteriormente a la
aplicación de una fuerza que lo modifique, pero si a una
nueva situación de equilibrio diferente y en el caso socio
– económico siempre inestable.
Con la revolución industrial la situación
laboral dejo
un estado de
pseudo equilibrio (resultante nula de las fuerzas aplicadas sobre
el sistema) y solo encontró un nuevo equilibrio cuando la
fuerza laboral se agrupo
(sindicatos) para defender sus derechos. Prueba de que se
trataba de un equilibrio inestable es que pronto se paso de un
abuso del poder de los dueños del capital al
abuso del mismo por parte de los trabajadores, y las nuevas
fuerzas que surgieron que sacaron al mundo de este nuevo estado
de pseudo equilibrio dieron origen a las distintas vertientes del
sindicalismo,
socialismo,
comunismo,
anarquismo, etc., hasta alcanzar equilibrios temporales y en
general regionales.
El sindicalismo
surgió como fuerza de oposición a la fuerza del
capital (puesta de manifiesto en la Revolución Industrial)
siendo las principales componentes de este Equilibrio.
Son las principales fuerzas que intervienen en este
equilibrio y de ahí su importancia y su relevancia en la
configuración económica internacional, ambas
seguirán existiendo y las modificaciones que sufran solo
generaran un movimiento hacia una nueva situación de
equilibrio.
(Etapas de la Revolución Industrial)- http://tiny.uasnet.mx
(El papel de la
Revolución Industrial) - Enciclopedia Practica Jackson
- Historia Visual de la Argentina
- Hoistoria Universal, Las grandes corrientes de la
historia,
Jacques Pirenne Ed Grolier.
AUTOR :
Ing. Diego Lamas