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Micronutrientes




Enviado por dmsm21



    Indice
    1.
    Introducción

    2. Vitaminas
    3. Minerales
    4. Refencias
    Bibliograficas

    1.
    Introducción

    Los nutrientes son compuestos que forman parte de los
    alimentos, los
    obtenemos por medio del proceso de la
    digestión y son importantes para un correcto
    funcionamiento de nuestro metabolismo.

    Los nutrientes se clasifican en: "macronutrientes"
    (proteínas,
    lípidos,
    hidratos de carbono),
    aquellos que se encuentran en mayor proporción en los
    alimentos y
    que además nuestro organismo necesita en cantidades
    mayores, y "micronutrientes" (vitaminas y
    minerales) que
    se encuentran en concentraciones mucho menores en los alimentos y
    de los que también el organismo necesita cantidades
    menores para su funcionamiento.

    Los micronutrientes clásicamente considerados
    como compuestos esenciales para la vida humana, comprenden 13
    vitaminas y
    unos 16 minerales. Tanto
    vitaminas como minerales no son sintetizados por el organismo
    humano (o en algunos casos sí pero en cantidades
    insuficientes), por lo tanto depende de la alimentación para
    obtenerlos, siendo en general una buena fuente para la mayor
    parte de ellos las frutas y hortalizas.

    Los micronutrientes son esenciales para el correcto
    crecimiento y desarrollo del
    organismo humano, la utilización metabólica de los
    macronutrientes, el mantenimiento
    de las adecuadas defensas frente a enfermedades infecciosas,
    así como de muchas otras funciones
    metabólicas y fisiológicas.

    2.
    Vitaminas

    Las vitaminas son compuestos
    orgánicos potentes presentes en concentraciones
    pequeñísimas en los alimentos; tienen funciones
    específicas y vitales en las células y
    tejidos.
    El organismo no las sintetiza, y su ausencia o absorción
    inadecuada produce enfermedades carenciales o
    avitaminosis específicas. Son diferentes entre sí
    respecto a función
    fisiológica, estructura
    química y
    distribución en los alimentos.
    Las vitaminas actúan como sustancias reguladoras, actuando
    como coenzimas en los procesos
    metabólicos de nuestro organismo.

    Las vitaminas se clasifican en dos grupos:

    1. VITAMINAS HIDROSOLUBLES: Incluyen la vitamina C y el
      complejo vitamínico B.
    • Ampliamente distribuidas en los
      alimentos.
    • Solubles en agua (se
      pierden con la cocción).
    • La mayor parte son termolábiles.
    • Se absorben por la sangre
      rápidamente.
    • Se eliminan por la orina.
    • No producen toxicidad.
    • Actúan como coenzimas en reacciones
      metabólicas del organismo.
    1. VITAMINAS LIPOSOLUBLES: Incluyen las vitaminas A, D,
      E y K.
    • Solubles en solventes grasos.
    • Son termoestables.
    • Se absorben por la linfa (lentamente).
    • Se almacenan en el hígado y tejido
      adiposo.
    • Se eliminan por la bilis (lentamente)
    • Pueden producir toxicidad.
    • Tienen una función
      fisiológica específica.

    Vitamina A:
    La vitamina A fue la primera de las vitaminas liposolubles que se
    conoció. Es un alcohol
    poliénico isoprenoide que se conoce también con
    otros nombres como retinol, axeroftol, biosterol, vitamina
    antixeroftálmica y vitamina antiinfecciosa.
    La vitamina A puede encontrarse en varias formas isómeras
    que dependen de la configuración de los enlaces dobles en
    la cadena lateral. El retinol es la variedad más
    común y realiza la actividad biológica más
    intensa. En el cuerpo pueden convertirse en 11-cisretinal, que es
    la forma funcional de la vitamina A en la
    visión.

    Estructura Química

    <>

    Fig. 1: Retinol tomada de www.um.es

    Del retinol derivan los esteres de retinol (forma en la
    que se deposita) y, por oxidación resulta el retinal y el
    ácido retinoico.

    <>

    Fig. 2: Ácido Retinoico tomada de
    www.um.es

        

      El 11-cis-retinal juega un papel decisivo
    en el proceso
    visual.

    <>

    Fig.3: 11-Cis-Retinal tomada de www.um.es

    En los alimentos de origen animal, la vitamina A se
    presenta, en su mayor proporción, en la parte
    lipídica como retinol esterificado con el ácido
    palmítico. En los vegetales y en algunos organismos
    marinos, encontramos los carotenoides, como el ß-caroteno,
    pigmento amarillo constituido por dos moléculas de retinal
    unidas en el extremo aldehído de sus cadenas
    carbonadas.

    <>

    Fig. 4: ß-Caroteno tomada de www.um.es

    Absorción de la vitamina A
    Al ser una vitamina liposoluble, su absorción esta
    íntimamente relacionada con el metabolismo de
    los lípidos.
    Los ésteres de retinol disueltos en la grasa dietaria se
    dispersan en el intestino con la ayuda de las sales biliares
    (duodeno y yeyuno). Se forman entonces micelas, las que facilitan
    la digestión al aumentar la superficie de interfase
    agua-lípido. En una última etapa, se
    produce una hidrólisis enzimática en la que la
    principal enzima es la lipasa pancreática, que
    actúa sobre las micelas. Esta enzima es la responsable de
    la absorción del 90% de las grasas de la dieta. La
    vitamina A, junto con los demás productos de
    la hidrólisis enzimatica, ingresa al enterocito luego de
    atravesar la membrana celular. 

    Metabolismo de la Vitamina A
    Una vez dentro de la célula
    intestinal, la mayor parte del retinol se esterifíca con
    ácidos
    grasos saturados (especialmente ác. palmítico) y se
    incorpora a quilomicrones linfáticos, que entran al
    torrente sanguíneo. Al convertirse en quilomicrones
    remanentes, el hígado los capta para incorporar con ellos
    el retinol que poseen.

    En el caso de que los tejidos necesiten
    del retinol, este es transportado a través de la sangre unido a
    una proteína llamada APO-RBP (Retinol Binding Protein). Se
    origina así la holo-RBP que se procesa en el aparato de
    Golgi y se secreta al plasma. Los tejidos son capaces de captarla
    por medio de receptores de superficie. Una vez dentro de los
    tejidos, excepto el hepático, el retinol se une a la
    proteína fijadora de retinol o CRBP (Cellular Retinol
    Binding Protein). La RBP es una proteína sensible a la
    deficiencia de zinc y de proteínas;
    por lo que sí el aporte de estos nutrientes es escaso, se
    podría presentar un cuadro de deficiencia de vitamina A
    aunque su aporte sea el adecuado.

    Si no se presenta deficiencia, los esteres de retinilo
    ingresan a las células
    estrelladas en los lipocitos para formar los principales
    depósitos del organismo. Se piensa que el
    hígado puede tener hasta un 95% de la vitamina A de todo
    el cuerpo, con pequeñas cantidades en tejido adiposo,
    pulmones y riñones.

    Uno de los primeros síntomas de insuficiencia es
    la ceguera nocturna (dificultad en adaptarse a la oscuridad).
    Otros síntomas son excesiva sequedad en la piel; falta de
    secreción de la membrana mucosa, lo que produce
    susceptibilidad a la invasión bacteriana, y sequedad en
    los ojos debido al mal funcionamiento lagrimal, importante causa
    de ceguera en los niños
    de países poco desarrollados.

    El cuerpo obtiene la vitamina A de dos formas. Una es
    fabricándola a partir del caroteno, un precursor
    vitamínico encontrado en vegetales como la zanahoria, col,
    calabaza y espinacas. La otra es absorbiéndola ya lista de
    organismos que se alimentan de vegetales. La vitamina A se
    encuentra en la leche,
    mantequilla, queso, yema de huevo, hígado y aceite de
    hígado de pescado. El exceso de la vitamina A puede
    interferir en el crecimiento, detener la menstruación,
    perjudicar los glóbulos rojos de la sangre y producir
    erupciones cutáneas, jaquecas, náuseas e
    ictericia.

    Vitaminas B
    Conocidas también con el nombre de complejo
    vitamínico B, son sustancias frágiles, solubles en
    agua, varias de las cuales son sobre todo importantes para
    metabolizar los hidratos de carbono.

    Vitamina B1 (TIAMINA)

    Fig. 5: estructura de
    la tiamina y tiaminpirofosfato tomada de
    www.biopsicologia.net

    La tiamina o vitamina B1, una sustancia cristalina e
    incolora, actúa como catalizador en el metabolismo de los
    hidratos de carbono, permitiendo metabolizar el ácido
    pirúvico y haciendo que los hidratos de carbono liberen su
    energía. Las funciones bioquímicas de la tiamina
    exigen su conversión en pirofosfato de tiamina (TPP), que
    sirve de coenzima en varias reacciones metabólicas. El
    pirofosfato de tiamina se denomina también cocarboxilasa
    porque una de sus funciones principales es la
    descarboxilación oxidativa de los cetoácidos alfa,
    entre los cuales destacan el piruvato y el alfacetoglutarato. El
    pirofosfato de tiamina participa además en las
    transcetolaciones, en las cuales se realiza la transferencia de
    unidades de 2-carbono entre varios intermediarios de la
    derivación de monofosfato de hexosa, una vía
    alterna del metabolismo de la glucosa.

    La absorción de la tiamina tiene lugar en la
    parte superior del intestino. La tiamina es absorbida por un
    mecanismo activo, quizá mediado por un portador. Sin sodio
    y sin una actividad normal de la trifosfatasa de adenosina Na-K,
    no se libera tiamina de la célula de
    la mucosa hacia la serosa. Tanto el ingreso como la salida de
    dicha célula se
    realiza a medida que el pirofosfato de tiamina se hidroliza en la
    luz intestinal
    antes de ser captado en la mucosa. Su absorción esta
    disminuida en el caso de carencia de folato y también en
    el alcoholismo
    crónico.

    La tiamina se encuentra en los tejidos normalmente en
    forma de pirofosfato de tiamina, aunque también existe un
    poco de tiamina libre y sus formas monofosfato (TM) y trifosfato
    (TPP). La tiamina también participa en la síntesis
    de sustancias que regulan el sistema
    nervioso.

    La insuficiencia de tiamina produce Beriberi, que se
    caracteriza por debilidad muscular, inflamación del
    corazón
    y calambres en las piernas y, en casos graves, incluso ataque al
    corazón
    y muerte. Muchos
    alimentos contienen tiamina, pero pocos la aportan en cantidades
    importantes. Los alimentos ricos en tiamina son el cerdo, las
    vísceras (hígado, corazón y riñones),
    levadura de cerveza, carnes
    magras, huevos, vegetales de hoja verde, cereales enteros o
    enriquecidos, germen de trigo bayas, frutos secos y legumbres. No
    presenta toxicidad (salvo sí se administra vía
    intravenosa y a elevadas dosis). Presenta un aumento de las
    necesidades en embarazo,
    lactancia, fumadores y alcohólicos.

    Vitamina B2 (RIBOFLAVINA)

    Fig. 6: estructura de la riboflavina tomada de
    www.biopsicologia.net

    La riboflavina actúa como parte de un grupo de
    enzimas llamadas
    flavoproteínas, que intervienen en el metabolismo de
    carbohidratos,
    grasas y proteínas. Las formas con actividad
    metabólica son riboflavina-5’-fosfato, llamada
    también mononucleótido de riboflavina (FMN) y
    dinucleótido de adenina y flavina (FAD). Las
    deshidrogenasas de flavoproteínas dan inicio a la
    transferencia de hidrógeno, a partir de la
    oxidación de substratos específicos, hacia el
    oxígeno
    durante el proceso de la respiración celular, el cual culmina en la
    formación de adenosintrifosfato. La riboflavina es
    indispensable para el crecimiento normal y la conservación
    de los tejidos. Si existe un déficit, algunos tejidos
    quedan más dañados que otros.

    Se conoce poco sobre el mecanismo de la absorción
    intestinal de riboflavina a partir de las cantidades normales de
    aporte de exógeno en el ser humano. Las formas
    fosforiladas de riboflavina sé desfosforilizan antes de su
    captación en la mucosa y vuelven a ser fosforiladas en el
    interior de la célula.
    La mayor parte de la riboflavina tisular se encuentra en
    flavoproteína en forma de FAD (dinucleótido de
    adenina y flavina) y el resto, en forma de FMN
    (mononucleótido de riboflavina) libre. FMN es un
    intermediario en la síntesis
    de FAD. La insuficiencia de riboflavina puede complicarse si hay
    carencia de otras vitaminas del grupo B. Sus
    síntomas no son tan definidos como los de la insuficiencia
    de tiamina, son lesiones en la piel, en
    particular cerca de los labios y la nariz, y sensibilidad a la
    luz. Las
    mejores fuentes de
    riboflavina son el hígado, la leche, la
    carne, verduras de color verde
    oscuro, cereales enteros y enriquecidos, pasta y pan. No se
    conoce toxicidad y tiene un aumento de las necesidades en
    embarazo,
    lactancia, fumadores y alcohólicos.

    Vitamina B3 (NIACINA)

    Fig. 7: estructura del ácido nicotínico,
    nicotinamida, NAD y NADP tomada de
    www.biopsicologia.net

    La nicotinamida o vitamina B3, vitamina del complejo B
    cuya estructura responde a la amida del ácido
    nicotínico o niacina, funciona como coenzima para liberar
    la energía de los nutrientes. A semejanza de la tiamina y
    riboflavina, la niacina también hace las veces de coenzima
    en el metabolismo de energía.

    En su forma amida, constituye las coenzimas NAD
    (dinucleótido de nicotinamida y adenina) y NADP (fosfato
    de dinucleótido de nicotinamida y adenina), que sirven de
    portadoras de hidrógeno en copiosas reacciones catalizadas
    por deshidrogenasas específicas del substrato. NAD+ se
    requiere en las principales vías metabólicas que
    culminan en la descomposición oxidativas de hexosas,
    aminoácidos y ácidos
    grasos. Participa además en la oxidación de otras
    substancias biológicas como etanol y retinol. El NADP
    reducido se necesita en la síntesis de ácidos
    grasos, colesterol y de las hormonas
    esteroides.

    Solo el ácido nicotínico y la nicotinamida
    pueden entrar y salir de las células de los tejidos
    orgánicos; cada célula es capaz de sintetizar las
    coenzimas para su propio uso.

    El catabolismo del triptófano produce
    ácido quinolínico, que luego se transforma en NAD
    sin que se produzca nicotinamida libre. Está última
    se libera durante la descomposición de NAD y puede
    utilizarse de nuevo en el interior de la célula o regresar
    a la circulación y usarse en caso de necesidad. No
    obstante una cantidad considerable de nicotinamida sé
    metaboliza en N-metil-nicotinamida y 2-piridona, que son los dos
    metabolitos principales de niacina excretados en la
    orina.

    La insuficiencia de niacina o ácido
    nicotínico produce pelagra, cuyo primer síntoma es
    una erupción parecida a una quemadura solar allá
    donde la piel queda expuesta al sol. Otros síntomas son
    lengua roja e
    hinchada, diarrea, confusión mental, irritabilidad y,
    cuando se ve afectado el sistema nervioso
    central, depresión
    y trastornos mentales.

    Las mejores fuentes de
    niacina son: hígado, aves, carne,
    salmón, y atún enlatados, cereales enteros o
    enriquecidos, guisantes (chícharos), granos secos y frutos
    secos. El cuerpo también fabrica niacina a partir del
    aminoácido triptófano. Se han utilizado
    experimentalmente sobredosis de niacina en el tratamiento de la
    esquizofrenia,
    aunque ninguna prueba ha demostrado su eficacia. En
    grandes cantidades reduce los niveles de colesterol en la sangre,
    y ha sido muy utilizada en la prevención y tratamiento de
    la arteriosclerosis. Las grandes dosis pueden ser perjudiciales
    para el hígado. Aumento de las necesidades en embarazo,
    lactancia, ancianos y estrés.

    Vitamina B6

    Fig. 7: Piridoxina, piridoxal y piridoxamina tomado de
    www.biopsicologia.net

    La vitamina B6 es un conjunto de tres compuestos
    químicos semejantes: piridoxina (PN), piridoxal (PL) y
    piridoxamina (PM). Los compuestos difieren en el átomo de
    carbono en la posición cuatro del núcleo piridina:
    un alcohol
    primario (piridoxina), el aldehído correspondiente
    (piridoxina) y un grupo aminoetil (piridoxamina). Los mamíferos pueden utilizar con facilidad
    cada uno de esos compuestos después de convertirlos en el
    hígado en el piridoxal 5’-fosfato, la forma activa
    de la vitamina.

    La importancia metabólica de la vitamina B6
    depende de su conversión en piridoxal-5-fosfato (PALP),
    que funciona como enzima en numerosas reacciones
    bioquímicas, casi todas relacionadas de alguna manera con
    los aminoácidos. Interviene en el metabolismo de los
    aminoácidos y en la transformación del
    triptófano en ácido nicotínico. Las
    aminotransferasas dependientes de PALP (transaminasas) llevan el
    grupo amino (NH2) de un aminoácido a un aceptor
    cetoácido para producir un aminoácido y un
    cetoácido proceso denominado transaminación. Este
    es el primer paso en la utilización de la mayor parte de
    los aminoácidos como energía y también en la
    síntesis de aminoácidos no esenciales. Las enzimas que
    contienen PALP participan además en la
    descarboxilación y transulfuración
    (supresión de los grupos CO2 y H2S)
    de aminoácidos. Los cambios químicos en el sistema nervioso
    central, es decir, la formación de serotonina a partir del
    triptófano y ácido gammaaminobutírico (GABA)
    a partir del ácido glutámico requieren
    descarboxilasas dependientes de vitamina B6, lo mismo que la
    formación de tirosina.

    Se han sintetizado antimetabolitos contra la piridoxina
    y tienen capacidad para bloquear el efecto de la vitamina y
    producir signos y síntomas de deficiencia. El más
    activo es la 4-desoxipiridoxina-5-fosfato, un inhibidor
    competitivo de varias enzimas dependientes del fosfato de
    piridoxal. La hidracida del ácido isonicotínico
    (isoniazida), así como otros compuestos carbonil, se
    combinan con el piridoxal o el fosfato de piridoxal para formar
    hidrazonas; como resultado, es un potente inhibidor de la
    piridoxalxinasa. También quedan inhibidas las reacciones
    enzimáticas en las cuales participa el fosfato de
    piridoxal como una coenzima, pero sólo a concentraciones
    mucho mayores que las necesarias para bloquear la
    formación de fosfato piridoxal. De este modo, las
    isoniazida parece ejercer su efecto contra la vitamina B6 al
    inhibir la formación de la coenzima a partir de la
    vitamina.

    La piridoxina o vitamina B6 es necesaria para la
    absorción y el metabolismo de aminoácidos.
    También actúa en la utilización de grasas
    del cuerpo y en la formación de glóbulos rojos. Se
    absorbe en el yeyuno, prácticamente no se almacena y se
    elimina por la orina. La insuficiencia de piridoxina se
    caracteriza por alteraciones en la piel, grietas en la comisura
    de los labios, lengua
    depapilada, convulsiones, mareos, náuseas, anemia y
    piedras en el riñón. Las mejores fuentes de
    piridoxina son los granos enteros (no los enriquecidos),
    cereales, pan, hígado, aguacate, espinacas, ejotes y
    plátano.

    La cantidad de piridoxina necesaria es proporcional a la
    cantidad de proteína consumida. La presencia de esta
    vitamina a dosis altas y de forma prolongada produce toxicidad.
    Las necesidades aumentan durante el embarazo y el síndrome
    premenstrual.

    Vitamina B12 (COBALAMINA)

    Fig. 8: estructura de la cianocobalamina tomada de
    www.nutrinfo.com.ar

    La cobalamina o vitamina B12 también se conoce
    como cianocobalamina, una de las vitaminas aisladas
    recientemente, y es necesaria en cantidades ínfimas para
    la formación de nucleoproteínas, proteínas y
    glóbulos rojos, y para el funcionamiento del sistema nervioso.
    Interviene en la síntesis del ADN.

    La cianocobalamina es un compuesto nitrogenado sumamente
    complejo, integrado por dos fracciones principales: el
    núcleo corrínico (que incluye cobalto) y el
    nucleótido adherido. Sus formas activas son
    cianocobalamina (vitamina B12), hidroxicobalamina (vitamina
    B12a), acuacobalamina (vitamina B12b) y nitrocobalamina (vitamina
    B12c).

    Las formas predominantes de la vitamina B12 en la sangre
    y en otros tejidos, son sus dos formas de coenzima:
    5’-deoxiadenosilcobalamina (adenosilcobalamina) y
    metilcobalamina e hidroxicobalamina. Se sabe que las coenzimas de
    esta vitamina participan en una reacción metabólica
    de primer orden. Se necesita metilcobalamina para
    transmetilación de homocisteína en metionina. La
    adenosilcobalamina (denominada también coenzima B12) es
    esencial para la conversión de metilmalonilcoenzima A en
    succinilcoenzima A por la isomerasa de metilmalonilcoenzima A, en
    una reacción donde interviene la isomerización y
    transferencia de hidrógeno.

    La vitamina B12 posee la molécula más
    grande y posiblemente, la más complicada de las vitaminas
    hidrosolubles, por lo cual no debe extrañarnos que su
    carencia obedezca más a menudo a problemas de
    absorción que a escaso aporte. El complejo vitamina B12
    factor intrínseco (FI) se forma en el estómago y
    pasa por la parte superior del intestino delgado en dirección del íleon, donde se une a
    las células epiteliales propias de esta zona del intestino
    y de ese modo facilita la transferencia de vitamina B12 hacia el
    epitelio del íleon. Para ello se requieren asimismo calcio
    y un pH mayor de
    6.

    Cuando la cobalamina llega al torrente sanguíneo,
    se une a una proteína (trasncobalamina II) y es llevada a
    varios tejidos. La vitamina B12 ligada a la proteína se
    almacena en el hígado si no se usa de inmediato ( y
    ahí se deposita en forma de adenosilcobalamina), que es
    capaz de almacenar cantidades abundantes de este nutrimento. A
    medida que ingiere más vitamina en la alimentación,
    disminuye el porcentaje de su absorción. A parte de la
    transcobalamina II (TCII), por lo menos otras dos
    proteínas séricas sintetizan vitamina B12; se les
    conoce con el nombre de TCI y TCII. Casi toda la capacidad de
    sintetizar vitamina B12 se encuentra en TCII, que constituye la
    fuente de ese nutrimento para los tejidos. Tanto TCI como TCII
    son glucoproteínas y se llaman también
    R-proteínas o cobalofilinas, mientras que TCII contiene
    exclusivamente aminoácidos.

    La cianocobalamina se almacena en el hígado. La
    insuficiencia de cobalamina da como resultado una anemia
    perniciosa, con los característicos síntomas de mala
    producción de glóbulos rojos,
    síntesis defectuosa de la mielina (vaina nerviosa) y
    pérdida del epitelio (cubierta membranosa) del tracto
    intestinal. La cobalamina se obtiene sólo de fuentes
    animales:
    hígado, riñones, carne, pescado, huevos y leche.
    Hay aumento de las necesidades de cianocobalamina en embarazo,
    lactancia, vegetarianos y ancianos.

    Otras vitaminas del grupo B

    Ácido fólico

    Fig. 9: estructura del ácido fólico tomada
    de www.nutrinfo.com.ar

    El ácido fólico o folacina es una coenzima
    necesaria para la formación de proteínas
    estructurales y hemoglobina; su insuficiencia en los seres
    humanos es muy rara. Interviene en la síntesis de bases
    púricas y pirimidínicas y en la eritropoyesis. El
    ácido fólico no se encuentra como tal en los
    víveres ni el organismo del hombre, sino
    que se convierte en las formas activas por acción del
    organismo.

    La importancia fundamental de las formas
    enzimáticas activas de la folacina radica en la
    transferencia de unidades constituidas por un carbono a diversos
    compuestos durante la síntesis de purinas y pirimidinas de
    DNA y RNA y en las interconversiones de
    aminoácidos.

    La función principal de folacina se realiza en la
    síntesis de DNA y RNA y afecta de modo indirecto a la de
    proteínas, por lo cual las manifestaciones de
    déficit de folacina se manifiesta sobre todo en los
    tejidos de rápido crecimiento o en aquellos con acelerado
    recambio de células. Los folatos se absorben a lo largo
    del intestino delgado; pero se sabe que el yeyuno constituye el
    principal sitio de absorción.

    Gran parte de la vitamina se obtiene dela dieta en forma
    de poliglutamatos. Para que sea absorbido es preciso extraer el
    exceso de glutamatos presentes en la cadena lateral de la
    molécula y esto lo hacen las conjugasas de folato que
    están en la mucosa intestinal.

    La principal forma de folacina en el plasma es
    metil-ácido tetrahidrofólico que está unido
    a las proteínas en forma laxa, principalmente a la
    albúmina, y que es fuente de folacina para las
    células de la médula ósea, los
    reticulocitos, y otras células.

    En el interior de la célula primero sé
    demetiliza en ácido tetrahidrofóbico, que se
    convierte en todas las formas activas de folato, o se utiliza
    directamente en la síntesis de poliglutamato por
    acción dela sintetasa de pteroilpoliglutamato.

    El ácido fólico es efectivo en el
    tratamiento de ciertas anemias y la psilosis. Se encuentra en las
    vísceras de animales,
    verduras de hoja verde, legumbres, frutos secos, granos enteros y
    levadura de cerveza. El
    ácido fólico se pierde en los alimentos conservados
    a temperatura
    ambiente y
    durante la cocción. Se almacena en el hígado y no
    es necesario ingerirlo diariamente. Se absorbe en el intestino y
    se elimina por la orina y bilis.

    Ácido Pantoténico

    Fig. 10: estructura del ácido pantótenico
    y la coenzima A tomada de www.biopsicologia.net

    El ácido pantótenico interviene en el
    metabolismo celular como coenzima en la liberación de
    energía a partir de las grasas, proteínas y
    carbohidratos.
    El pantotenato consta de ácido pantoico que forma
    complejos con b-alanina. Esto se transforma en el organismo en
    4’-fosfopanteteína mediante fosforilación y
    enlace con cisteamina; este derivado se incorpora en la CoA o la
    proteína acarreadora acil, las formas funcionales de la
    vitamina.

    Forma parte de la coenzima A (CoA), la cual
    desempeña papel
    primordial en el metabolismo, más exactamente en la
    producción de energía a partir de
    carbohidratos, grasas y proteínas; también
    interviene en la síntesis de ácidos grasos,
    esteroles y hormonas
    esteroides.

    La acetilcoenzima A o acetato activo, se constituye
    durante la descarboxilación oxidativa del ácido
    pirúvico, la b
    -oxidación de los ácidos grasos y la
    degradación de algunos aminoácidos. El ácido
    pantoténico es esencial también para la
    formación de una porfirina (en la síntesis del hem)
    y acetilcolina (un neurotransmisor), así como él la
    acetilación de algunos agentes antes de su
    excreción (sulfonamidas).

    La Co A también sirve como cofactor para diversas
    reacciones catalizadas por enzima, que comprenden la
    transferencia de grupos acetil (de dos carbonos); los fragmentos
    precursores de longitudes variables
    están unidos al grupo sulfhidrilo de la Co A. Estas
    reacciones tienen importancia en el metabolismo oxidativo de
    carbohidratos, en la gluconeogénesis, la
    desintegración de ácidos grasos y en la
    síntesis de esteroles, hormonas esteroides y
    porfirinas.

    Como componente de la proteína acarreadora acil,
    el pantotenato participa en la síntesis de ácidos
    grasos. La Co A también interviene en la
    modificación posterior a la traducción, de
    proteínas, incluso la acetilación N-terminal y de
    aminoácidos internos, y acilación de ácidos
    grasos.

    El ácido pantoténico se absorbe con
    facilidad a partir del tubo digestivo. Se encuentra en todos los
    tejidos a concentraciones que varían de 2 a 45 mg/g. Al
    parecer, esta sustancia no se desintegra en el organismo, puesto
    que el consumo y la
    excreción de la vitamina son casi iguales. Alrededor del
    70% del ácido pantoténico absorbido se excreta en
    la orina. La deficiencia de ácido pantoténico se
    manifiesta por síntomas de degeneración
    neuromuscular e insuficiencia suprarrenocortical. Al administrar
    una dieta sin ácido pantoténico, se produce un
    síndrome caracterizado por fatiga, cefalalgia,
    alteraciones del sueño náuseas, cólicos
    abdominales, vómito y
    flatulencia. Abunda particularmente en vísceras, carne de
    res y yema de huevo. El calor y los
    álcalis destruyen con facilidad este
    ácido.

    Biotina

    Fig. 11: Biotina tomada de
    www.nutrinfo.com.ar

    Se han encontrado tres formas de biotina, además
    de la biotina libre, en materiales
    naturales. Esos derivados son biocitina (e-biotinil-L-lisina), y
    los sulfóxidos D y L de la biotina. Si bien las formas
    derivadas de la
    biotina son activas para apoyar el crecimiento de algunos
    microorganismos, se desconoce su eficacia como
    sustitutivos de la biotina en la nutrición humana. La
    biocitina puede constituir un producto de
    desintegración de un complejo de biotina-proteína,
    puesto que, en su función como coenzima, la vitamina
    está unida de manera covalente a un grupo e-amino de un
    residuo de lisina de la apoenzima comprendida. Diversos
    compuestos antagonizan las acciones de la
    biotina, entre ellos la biotina sulfona, la destiobiotina y
    algunos ácidos carboxílicos tipo imidazol. En el
    ser humano, la biotina es un cofactor para la
    carboxilación enzimática de cuatro sustratos:
    piruvato, acetil-CoA (CoA), propionil-CoA y b-metilcrotonil-CoA.
    Como tal tiene importancia en el metabolismo tanto de
    carbohidratos como de lípidos.

    La fijación a CO2 ocurre en una reacción
    de dos pasos; la primera comprende unión del CO2 a la
    mitad de biotina de la holoenzima y, el segundo, transferencia
    del CO2 unido a biotina hacia un aceptor apropiado.

    La carencia de biotina da origen a la fatiga, anorexia,
    depresión, malestar general, dolor
    muscular, náuseas, anemia, hipercolesterolemia y
    alteraciones en el electrocardiograma. Abunda en el hígado
    y otros órganos, en la levadura y cacahuates. La leche,
    los huevos y algunas verduras y frutas contienen cantidades
    menores e biotina.

    Vitamina C (Ácido Ascórbico)

    La vitamina C corresponde al grupo de las vitaminas
    hidrosolubles, como la gran mayoría de ellas no se
    almacena en el cuerpo por un largo período de tiempo, se
    elimina en pequeñas cantidades a través de la
    orina. Por este motivo, es importante su administración diaria, ya que es más
    fácil que se agoten sus reservas que las de otras
    vitaminas.

    El ácido ascórbico es una sustancia de
    color blanco,
    estable en su forma seca, pero en solución se oxida con
    facilidad, más aún si se expone al calor. Un
    pH alcalino
    (mayor a 7), los iones cobre y los
    iones hierro,
    también aceleran su oxidación. Su estructura
    química
    recuerda a la de la glucosa (en muchos mamíferos y plantas, esta
    vitamina se sintetiza a partir de la glucosa y galactosa.
    Se llama con el nombre de vitamina C a todos los compuestos que
    poseen la actividad biológica del ácido
    ascórbico.

    Ascorbato

    Radical
    Ascorbil

    Dehidroascorbato

    2,3 – Dicetogulonato

    <>

    Fig. 12: Estructura química del
    ácido ascórbico tomada de www.um.es

    El ácido dehidroascórbico posee
    también actividad biológica, debido a que en el
    cuerpo se reduce para formar ácido
    ascórbico.

    Absorción y Depósito de la Vitamina
    C.

    Se absorbe fácilmente en el intestino delgado,
    más precisamente en el duodeno. Pasa a la sangre por
    transporte
    activo y tal vez, también por difusión. Pareciera
    ser que el mecanismo de absorción es saturable, debido a
    que cuando se ingieren cantidades muy grandes de la vitamina, el
    porcentaje que se absorbe es mucho menor. En ingestas normales
    (20-120 Mg), se absorbe un 90%, contra un 16% en una ingesta de
    12 g.
    La concentración de vitamina C en los leucocitos esta en
    relación con la concentración de la vitamina en los
    tejidos, por lo que midiendo la concentración de la
    vitamina C en los leucocitos, sabemos el nivel real de la
    vitamina en los tejidos. La reserva de vitamina C que el ser
    humano posee en condiciones normales es de aproximadamente 1500
    gr. Cuando esta reserva esta llena, la vitamina C se elimina en
    un alto porcentaje por orina, bajo la forma de ácido
    oxálico (catabolito) o si se ingiere en dosis muy
    elevadas, como ácido ascórbico. Si hay
    deficiencias, la absorción es muy alta y no hay
    eliminación por orina. El ácido ascórbico se
    encuentra en altas concentraciones en varios tejidos, como por
    ejemplo, el tejido suprarrenal, higado, bazo y riñones. El
    consumo de
    alcohol disminuye la absorción de la vitamina, y el
    hábito de fumar baja los niveles de la vitamina en el
    organismo, por lo que se recomienda a los fumadores y
    consumidores regulares de alcohol, que suplementen su dieta.
    La vida media del ácido ascórbico en el organismo
    es de aproximadamente 16 días. Es por este motivo que los
    síntomas del escorbuto tardan meses en aparecer en sujetos
    con una dieta deficiente en vitamina C.

    Funciones de la Vitamina C.
    Sus funciones son diversas, pero todavía no se sabe si
    actúa como coenzima o como cofactor. Al tener gran
    capacidad de captar y liberar hidrógeno
    (oxido-reducción), su papel en el metabolismo es de gran
    importancia. Es importante su función como reductora del
    Fe+3 a Fe+2 lo que asegura una mayor
    absorción a nivel del intestino. Facilita a la vez la
    liberación del hierro de la
    transferrina (proteína que transporta el hierro en sangre)
    y también de la ferritina (una de las principales formas
    de almacenamiento
    del hierro). Es importante su participación en la
    formación del colágeno y mucopolisacáridos,
    ya que es necesaria junto con el O2 y el
    Fe+2 para formar hidroxiprolina e hidroxilisina
    (componentes del colágeno). El colágeno es una
    sustancia de la cual depende la integridad de todos los tejidos
    fibrosos, como son la piel, el tejido conjuntivo, la dentina,
    matriz
    ósea, cartílago y los tendones; en la
    formación de esta proteína radica su importancia
    como cicatrizante de heridas y fracturas.
    Participa también en la formación de ciertos
    neurotransmisores como la serotonina, en la conversión de
    dopamina a noradrenalina, y en otras reacciones de
    hidroxilación que incluyen a los aminoácidos
    aromáticos y a los corticoides. Su concentración
    disminuye bajo situaciones de stress cuando hay
    mucha actividad de las hormonas de la corteza suprarrenal.
    La vitamina C cumple una función importante en el sistema
    inmunológico, al ayudarlo a luchar contra las infecciones
    y contra las células cancerosas. Esto es gracias a la
    actividad de los leucocitos, la estimulación de
    anticuerpos, neutrófilos y fagocitos, la producción
    de interferón, el proceso de la reacción
    inflamatoria o la integridad de las mucosas.
    Comúnmente se le atribuyen a la vitamina C variados
    poderes curativos, desde simples resfríos, hasta
    enfermedades como el cáncer,
    pero aunque se ha demostrado que reduce los síntomas y la
    duración del resfrío, se aconseja no consumir
    grandes dosis de la vitamina por largos períodos de
    tiempo.

    El escorbuto es la clásica manifestación
    de insuficiencia grave de ácido ascórbico. Sus
    síntomas se deben a la pérdida de la acción
    cimentadora del colágeno y entre ellos están las
    hemorragias, caída de dientes y cambios celulares en los
    huesos de los
    niños.

    Aunque el ácido ascórbico no utilizado se
    elimina rápidamente por la orina, las dosis largas y
    prolongadas pueden derivar de la formación de
    cálculos en la vejiga y en los riñones,
    interferencia en los efectos de los anticoagulantes,
    destrucción de la vitamina B12 y pérdida de calcio
    en los huesos.
    Las fuentes de vitamina C se encuentran en los cítricos,
    fresas frescas, toronja, piña y guayaba. Buenas fuentes
    vegetales son col, tomates, espinacas, col, pimientos verdes
    repollo y nabos. Aumento de las necesidades de vitamina C en
    embarazo, lactancia y ancianos.

    Vitamina D

    Fig. 12: vitamina D2 y D3 tomada de
    www.biopsicologia.net

    La vitamina D es fundamental para la absorción
    del calcio y del fósforo. Actúa junto con la
    hormona paratiroidea y la calcitonina en la absorción del
    calcio y del fósforo. Los dos compuestos fundamentales
    dotados de actividad de vitamina D son colecalciferol, vitamina
    D3 y ergocalciferol, vitamina D2. Todas ellas pueden formarse a
    partir de precursores naturales (provitaminas) por
    irradiación con luz ultravioleta: D3 se obtiene de
    7-dehidrocolesterol presente en la piel y en otros tejidos
    animales y D2 se obtiene del ergosterol presente en formas
    vegetales inferiores.

    Se sabe que la vitamina D tiene una función mucho
    más activa en la homeostasis
    del calcio. Aun cuando se denomina "vitamina" D, es una hormona
    que, junto con la hormona paratiroidea, es un importante
    regulador de las cifras plasmáticas de Ca2+.
    Las características que siguen de la vitamina D
    son congruentes con su naturaleza
    hormonal: se sintetiza en la piel, y bajo circunstancias ideales
    quizá no se requiere en la dieta; se transporta en la
    sangre hacia sitios distantes en el organismo, donde se activa
    por medio de una enzima estrechamente regulada; su forma activa
    se une a receptores específicos en tejidos blancos, lo que
    da lugar finalmente un incremento de la concentración de
    Ca2+ plasmático. Además, hoy se sabe que
    los receptores para la forma activada de la vitamina D se
    expresan en muchas células del organismo, entre ellas las
    células hematopoyéticas, linfocitos, células
    epidérmicas, islotes pancreáticos, músculos
    y neuronas; esos receptores median efectos no relacionados con la
    homeostasis
    del Ca2+.

    La radiación
    ultravioleta de varios esteroles de origen animal y vegetal da
    por resultado su conversión a compuestos con actividad de
    vitamina D. El desdoblamiento del enlace entre los carbonos C-9 y
    C-10 es la alteración esencial producida por el proceso
    fotoquímico, pero no todos los esteroles que sufren este
    desdoblamiento poseen actividad contra el raquitismo. La
    principal provitamina que se encuentra en los tejidos de animales
    es el 7-deshidrocolesterol, que se sintetiza en la piel. La
    exposición de la piel a la luz solar
    convierte el 7-deshidrocolesterol en colecalciferol (vitamina
    D3).

    El ergosterol, que se encuentra en plantas, es la
    provitamina para la vitamina D2 (ergocalciferol). El
    ergosterol y la vitamina D2 difieren del
    7-deshidrocolesterol y de la vitamina D3,
    respectivamente, sólo porque cada uno posee un doble
    enlace entre C-22 y C-23, y un grupo metil en C-24. La vitamina
    D2 es el constitutivo activo en diversas preparaciones
    comerciales de vitaminas. Más tarde se mostró que
    el material denominado históricamente vitamina
    D1 era una mezcla de sustancias contra el raquitismo.
    En algunas especies, las potencias de la vitamina D2 y
    D3 contra el raquitismo difieren mucho entre
    sí. En seres humanos no hay una diferencia práctica
    entre ambas, y en la exposición
    que sigue se usará vitamina D como el término
    colectivo para los dos vitámeros.

    La vitamina D, tanto proveniente de la dieta como
    sintetizada de manera intrínseca, requiere
    activación para hacerse biológicamente activa. El
    metabolito activo primario de la vitamina es el calcitriol
    (1,25-dihidroxivitamina D), el producto de
    dos hidroxilaciones sucesivas de la vitamina D.

    El paso inicial en la activación de la vitamina D
    ocurre en el hígado, y el producto es el
    25-hidroxicolecalciferol (25-OHD, o calcifediol). El sistema de
    enzimas hepáticas que se encarga de la
    25-hidroxilación de la vitamina D se relaciona con las
    fracciones microsómica y mitocondrial de homogeneizados, y
    requiere la forma reducida del fosfato de dinucleótido de
    nicotinamida y adenina (NADPH), y oxígeno
    molecular. Después de la producción en
    hígado, el 25-hidroxicolecalciferol entra en la
    circulación, donde es transportado por la globulina de
    unión a vitamina D. Los riñones constituyen la
    fuente predominante de calcitriol en la circulación. El
    sistema de enzimas que se encarga de la 1-hidroxilación
    del 25-hidroxicolecalciferol se relaciona con mitocondrias en los
    túbulos proximales. La vitamina D es una oxidasa con
    función mixta, y requiere oxígeno molecular y NADPH
    como cofactores. El citocromo P450, una flavoproteína,
    así como la ferredoxina, son componentes del complejo de
    enzimas.

    La 1a-hidroxilasa está sujeta a controles
    reguladores, que originan cambios de la secreción de
    calcitriol apropiada para la homeostasis óptima del
    calcio. La actividad enzimática aumenta cuando hay
    deficiencia de vitamina D, calcio y fosfato en la dieta; se
    estimula por medio de la hormona paratiroidea, y quizá
    también por la prolactina y los estrógenos. Al
    contrario, su actividad queda suprimida cuando ocurre una
    ingestión alta de calcio, fosfato y vitamina D. La
    regulación es tanto crónica (lo cual sugiere
    cambios de la síntesis de proteínas enzima), como
    aguda. En el caso de la hormona paratiroidea, un incremento
    rápido de la producción de calcitriol está
    mediado por AMPc, al parecer mediante una estimulación
    indirecta de una fosfoproteinfosfatasa que actúa sobre el
    componente de ferredoxina de la hidroxilasa. Hay pruebas de que
    la hipocalcemia puede activar de modo directo a la hidroxilasa,
    además de afectarla indirectamente al desencadenar
    secreción de hormona paratiroidea. La hipofosfatemia
    aumenta mucho la actividad de hidroxilasa.

    El calcitriol ejerce control mediante
    retroalimentación negativa de la enzima,
    que refleja una acción directa sobre los riñones,
    así como inhibición de la producción de
    hormona paratiroidea. Se desconoce la naturaleza de los
    mecanismos reguladores de los estrógenos y la prolactina
    sobre la 1a-hidroxilasa.

    La vitamina D se caracteriza mejor como un regulador
    positivo de la homeostasis del Ca2+. La vitamina
    afecta el metabolismo del fosfato de una manera paralela a la del
    Ca2+. Aun cuando se considera que la regulación
    de la homeostasis del Ca2+ es su función
    primaria, hay cada vez más pruebas que
    indican que la vitamina D posee importancia en varios otros
    procesos.

    Los mecanismos por los cuales la vitamina D actúa
    para conservar concentraciones plasmáticas normales de
    Ca2+ y fosfato constan de: facilitación de su
    absorción por el intestino delgado, interacción con
    la hormona paratiroidea para aumentar su movilización
    desde los huesos, y decremento de su excreción por los
    riñones. Ha sido difícil validar una
    participación directa de la vitamina en la
    mineralización ósea; más bien, la
    opinión que predomina es que ocurre formación de
    hueso normal cuando las concentraciones plasmáticas de
    Ca2+ y fosfato son adecuadas. Sin embargo, ahora
    está claro que la vitamina D muestra acciones tanto
    directas como indirectas sobre las células que intervienen
    en el remodelamiento óseo.

    El mecanismo de acción del calcitriol semeja el
    de las hormonas esteroides y tiroideas. El calcitriol se une a
    receptores citosólicos dentro de células blanco, y
    el complejo receptor-hormona interactúa con el ADN, ya sea para
    aumentar o para inhibir la transcripción de
    genes.

    La bilis es esencial en la absorción adecuada de
    vitamina D; el ácido desoxicólico es el principal
    constitutivo de la bilis a este respecto. Así, la
    disfunción hepática o biliar altera mucho la
    absorción de vitamina D.

    La vitamina D absorbida circula en la sangre en
    relación con proteína de unión a vitamina D,
    una a-globulina específica. La vitamina desaparece del
    plasma con una vida media de 19 a 25 h, pero se almacena en
    depósitos de grasa en periodos prolongados.

    Como se mencionó, el hígado es el sitio de
    conversión de vitamina D en 25-hidroxicolecalciferol
    muestra mayor
    afinidad por la proteína que el compuesto original. El
    derivado 25-hidroxi posee vida media biológica de 19
    días y constituye la principal forma circulante de
    vitamina D. Las concentraciones normales de estado estable
    de 25-hidroxicolecalciferol en seres humanos son de 15 a 50
    ng/ml, aunque las cifras menores de 20 ng/ml pueden relacionarse
    con incremento de la hormona paratiroidea circulante y mayor
    recambio óseo.

    El calcitriol sé hidroxila a
    1,24,25-(OH)3D3 mediante una hidroxilasa
    renal inducida por el calcitriol y suprimida por los factores que
    estimulan a la 25-OHD3-1a-hidroxilasa. Esta enzima
    también hidroxila el 25-hidroxicolecalciferol para formar
    24,25-(OH)2D3. Ambos compuestos
    24-hidroxilados son menos eficaces que el calcitriol, y
    probablemente constituyen metabolitos destinados a
    excreción. También ocurre oxidación de la
    cadena lateral de calcitriol.

    La vía de excreción primaria de la
    vitamina D es la bilis; únicamente un porcentaje
    pequeño de una dosis administrada se encuentra en la
    orina. La vitamina D y sus metabolitos sufren
    recirculación enterohepática extensa. La
    insuficiencia de vitamina D, o raquitismo, se da rara vez en los
    climas tropicales donde hay abundancia de rayos solares, pero
    hubo un tiempo en que era común entre los niños de
    las ciudades poco soleadas antes de empezar a utilizar leche
    enriquecida con esta vitamina. El raquitismo se caracteriza por
    deformidad de la caja torácica y el cráneo y por
    piernas arqueadas, todo ello producido por la mala
    absorción del calcio y fósforo en el cuerpo. Debido
    a que la vitamina D es soluble en grasa y se almacena en el
    cuerpo, su consumo excesivo puede causar intoxicación
    vitamínica, daños a los riñones, letargia y
    pérdida de apetito.

    Vitamina E
    En la actualidad, se conocen ocho tocoferoles con actividad de
    vitamina E que ocurren de modo natural. Se considera que el alfa
    (a) tocoferol (5,7,8-trimetil tocol) es el tocoferol de mayor
    importancia, puesto que constituye alrededor de 90% de los
    tocoferoles en tejidos de animales, y muestra la mayor actividad
    biológica en casi todos los sistemas de
    biovaloración. El isomerismo óptico influye sobre
    la actividad; las formas d son más activas que las
    l.

    Fig.13: estructural del alfa tocoferol tomada de
    www.nutrinfo.com.ar

    Una de las características químicas de
    importancia de los tocoferoles es que son agentes de
    oxidorreducción que bajo algunas circunstancias
    actúan como antioxidantes, y esto al parecer es la base de
    casi todos los efectos de la vitamina E, si no es que de todos.
    Los tocoferoles se deterioran con lentitud cuando quedan
    expuestos a aire o luz
    ultravioleta.

    Además de aliviar síntomas de su
    deficiencia en animales, la vitamina E no genera efectos
    farmacológicos o toxicidad notables. La literatura acerca de la
    vitamina E se caracteriza por muchos datos y
    afirmaciones contradictorios con respecto a las acciones y los
    mecanismos de acción. Esos datos
    contradictorios se relacionan en parte con la incapacidad para
    obtener resultados terapéuticos mediante tratamiento con
    vitamina E en seres humanos, a pesar de reversiones notorias de
    las consecuencias fisiopatológicas de las deficiencias de
    vitamina E en seres humanos, a pesar de reversiones notorias de
    las consecuencias fisiopatológicas de las deficiencias de
    vitamina E en estudios en animales, en especial ratas.

    Al actuar como un antioxidante, la vitamina E
    quizás evita la oxidación de constituyentes
    celulares esenciales, o evita la formación de productos
    tóxicos de oxidación, como los productos de
    peroxidación formados a partir de ácidos grasos
    insaturados que se han detectado en su ausencia. Algunos
    síntomas de deficiencia de vitamina E en animales no
    desaparecen por medio de otros antioxidantes, y en esas
    circunstancias se cree que la vitamina está actuado de una
    manera más específica.

    Parece haber una relación entre las vitaminas A y
    E. La vitamina E aumenta la absorción intestinal de la A,
    y se observa aumento de las cifras hepáticas y de otras
    concentraciones celulares de la vitamina A; este efecto se
    relaciona con la protección de la vitamina A por las
    propiedades antioxidantes de la E. Además, la vitamina E
    parece proteger contra varios efectos de la hipervitaminosis
    A.

    Aun cuando las manifestaciones de la deficiencia de la
    vitamina E en animales de experimentación son proteicos,
    diversas acciones sobre los sistemas
    nervioso, reproductor, muscular, cardiovascular y
    hematopoyético tienen más importancia porque se
    parecen más a los síndromes clínicos en los
    cuales se afirma que la terapéutica con vitamina E resulta
    beneficiosa.

    Vitamina K

    Fig. 14: estructura de menadiona, menaquinona y
    fitonadiona tomada de www.nutrinfo.com.ar

    La vitamina K es un principio esencial en la dieta para
    la biosíntesis normal de varios factores
    necesarios en la coagulación de la sangre.

    La actividad de la vitamina K se relaciona con al menos
    dos sustancias naturales, designadas vitamina K1 y
    K2. La primera, o fitonadiona (filoquinona), es la
    2-metil-3-fitil-1,4-naftoquinona; se encuentra en plantas, y es
    la única vitamina K natural disponible para uso
    terapéutico. La vitamina K2 representa una
    serie de compuestos (las menaquinonas), en los cuales la cadena
    lateral fitil de la fitonadiona ha quedado sustituida por una
    cadena lateral prenil. Las bacterias
    grampositivas sintetizan cantidades considerables de
    menaquinonas, y las grandes cantidades de vitamina K contenidas
    en las heces de seres humanos y de animales son generadas por las
    bacterias en
    el tubo digestivo.

    Los animales pueden sintetizar menaquinona-4 a partir
    del precursor de vitamina menadiona (2-metil-1,4-naftoquinona), o
    vitamina K3. Dependiendo del sistema de
    biovaloración utilizado, la menadiona es al menos igual de
    activa desde un punto de vista molar que la fitonadiona. Las
    estructuras de
    la fitonadiona, la serie menaquinona, y la menadiona, se muestran
    en la columna que sigue.

    Las vitaminas K naturales y la menadiona son
    liposolubles. Es posible elaborar derivados hidrosolubles
    activos de la
    menadiona al formar la sal bisulfito de sodio o la sal tetrasodio
    del éster del ácido difosfórico. Esos
    compuestos se convierten en menadiona en el organismo.

    En animales y seres humanos normales, la fitonadiona y
    las menaquinonas están desprovistas virtualmente de
    actividad farmacodinámica. En animales y seres humanos con
    deficiencia de vitamina K, el efecto farmacológico de esta
    última es idéntico al de su función
    fisiológica normal, es decir, favorece la biosíntesis de factores II (protrombina),
    VII, IX y X en hígado.

    Los factores de la coagulación dependientes de
    vitamina K, en ausencia de esta última (o en presencia del
    anticoagulante tipo cumarina), son proteínas precursoras
    biológicamente inactivas en el hígado. La vitamina
    K funciona como un cofactor esencial para un sistema de enzimas
    microsómico que activa a esos precursores mediante la
    conversión de múltiples residuos de ácido
    glutámico cerca del aminoterminal de cada precursor en
    residuos g-carboxiglutamil en la proteína completada. La
    formación de este nuevo aminoácido, el ácido
    g-carboxiglutámico, permite que la proteína una al
    Ca2+, y que a su vez quede unida a una superficie de
    fosfolípidos; esos dos sucesos son necesarios en la
    cascada de fenómenos que conducen a la formación de
    coágulos. La forma activa de la vitamina K parece ser la
    vitamina K hidroquinona reducida, que, en presencia de
    O2, CO2, y la enzima carboxilasa
    microsómica, se convierte en su 2,3-epóxido al
    mismo tiempo que ocurre la g-carboxilación. La forma
    hidroquinona de la vitamina K se regenera a partir del
    2,3-epóxido mediante una epoxidorreductasa sensible a
    cumarina.

    El carboxiglutamato se encuentra en diversas
    proteínas además de los factores de la
    coagulación dependientes de vitamina K. Una de esas es la
    osteocalcina en los huesos, que es un productor secretor de los
    osteoblastos. Su síntesis está regulada por el
    calcitriol, la forma activa de la vitamina D, y su
    concentración plasmática se correlaciona con la
    velocidad de
    recambio óseo. En la sangre, las proteínas tanto S
    como C también contienen carboxiglutamato; esas
    proteínas poseen una función anticoagulante al
    inactivar a los factores VIII y V.

    El mecanismo de absorción intestinal de
    compuestos con actividad de vitamina K, varía con su
    solubilidad. La fitonadiona y las menaquinonas sólo se
    absorben de manera adecuada a partir del tubo digestivo en
    presencia de sales biliares. No obstante, la menadiona y sus
    derivados hidrosolubles se absorben incluso en ausencia de bilis.
    La fitonadiona y las menaquinonas se absorben casi por completo
    por medio de la linfa; la menadiona y sus derivados hidrosolubles
    entran de manera directa en el torrente sanguíneo. La
    fitonadiona se absorbe mediante un proceso dependiente de
    energía y sensible de saturación, en las
    proyecciones proximales del intestino delgado, y en el colon.
    Después de inyección por vía intramuscular,
    las preparaciones de vitamina K tanto natural como
    sintética se absorben con facilidad. Luego de la
    absorción, la fitonadiona se concentra inicialmente en el
    hígado, pero la concentración declina con rapidez.
    Muy poca vitamina K se acumula en otros tejidos.

    La fitonadiona se metaboliza con rapidez hacia
    metabolitos más polares, que se excretan en la bilis y la
    orina. Los principales metabolitos urinarios se originan por
    acortamiento de la cadena lateral a cinco o siete átomos
    de carbono, lo cual produce ácidos carboxílicos que
    se conjugan con glucuronato antes de la excreción. La
    terapéutica con un anticoagulante cumarínico da por
    resultado gran aumento de la cantidad de
    fitonadiona-2,3-epóxido en el hígado y la sangre.
    Ese tipo de tratamiento también aumenta la
    excreción urinaria de metabolitos de fitonadiona,
    principalmente productos de la desintegración de
    fitonadiona-2,3-epóxido. La menadiona al parecer se reduce
    a la forma diol (hidroquinona), y se excreta como conjugados
    glucurónido y sulfato.

    Aparentemente, hay poco almacenamiento de
    vitamina K en el organismo. Las reservas limitadas de vitamina
    presentes en los tejidos se destruyen con lentitud. Bajo
    circunstancias en las cuales la falta de bilis interfiere en la
    absorción de vitamina K, aparece hipoprotrombinemia con
    lentitud durante un periodo de varias semanas.

    Las fuentes más ricas en vitamina K son la
    alfalfa y el hígado de pescado, que se emplean para hacer
    preparados con concentraciones de esta vitamina. Las fuentes
    dietéticas incluyen todas las verduras de hojas verdes,
    yema de huevo, aceite de soya e hígado. Para un adulto
    sano, una dieta normal y la síntesis bacteriana a nivel
    intestinal suele ser suficiente para abastecer el cuerpo de
    vitamina K y protombina. Las alteraciones digestivas pueden
    provocar una mala absorción de vitamina K y, por tanto
    deficiencias en la coagulación de la sangre. Su
    deficiencia puede provocar hemorragias, aumento de las
    necesidades en enfermos hepáticos, preoperatorios y
    lactantes alimentados con leche materna.

    3.
    Minerales

    Los elementos minerales constituyen proporción
    pequeña (4%) de los tejidos corporales. Sin embargo, son
    esenciales como componentes formativos y en muchos
    fenómenos vitales. Algunos de ellos forman tejidos duros
    como los huesos y los dientes; otros se encuentran en los
    líquidos y tejidos blandos.

    Los electrólitos, entre los cuales los más
    importantes son las sales de sodio y potasio, son substancias de
    gran importancia en el control
    osmótico del metabolismo hídrico. Otros minerales
    pueden actuar como catalizadores, en sistemas enzimáticos
    o como partes de compuestos
    orgánicos corporales, como los iones hierro en la
    hemoglobina, los iones yodo en la tiroxina, los iones cobalto en
    la vitamina B12, los iones zinc en la insulina y los iones azufre
    en la tiamina y en la biotina.

    Los elementos minerales imprescindibles para el
    organismo suelen clasificarse en macronutrimentos o
    micronutrimentos. Se consideran macronutrimentos a los iones
    calcio, fósforo, potasio, azufre, cloro, sodio y magnesio.
    Se consideran micronutrimentos u oligoelementos a los iones
    hierro, yodo, flúor, zinc, cobre, cromo,
    selenio, cobalto II y manganeso. En los alimentos naturales se
    encuentran los minerales en varias formas, mezclados o combinados
    con proteínas, grasas y carbohidratos. Los alimentos
    elaborados o refinados como grasas, aceites, azúcar
    y almidón de maíz casi
    no contienen minerales. La concentración total del mineral
    en un alimento se estima al quemar la fracción
    orgánica (combustible) de una cantidad dada del alimento y
    al pesar las cenizas que resultan.

    Iones Calcio E Iones Fosfato
    Aproximadamente el 2% del cuerpo del adulto está
    constituido por iones calcio y un 1% por iones fosfato (unos
    1,200 y 670 gramos en un hombre de 70
    Kg, respectivamente); el 99% de los iones calcio y el 80% de los
    iones fósforo forman el hueso y los dientes,
    dándoles fuerza y
    rigidez.

    En los líquidos corporales los iones calcio
    muestra tres formas: calcio ionizado (Ca++), que es la forma
    fisiológicamente activa; un complejo con ácidos
    orgánicos e inorgánicos (por ejemplo el citrato, el
    fosfato y el sulfato cálcicos) y calcio ligado a
    proteínas. Las dos primeras formas reciben el nombre de
    fracciones difusibles o ultradifusibles porque pasan de un
    compartimiento a otro y son filtrados por los glomérulos
    renales a diferencia de la fracción no
    difusible.

    Una porción bastante grande de los iones
    fósforo que se halla fuera del hueso se localiza en los
    tejidos blandos como fosfato orgánico. Es componente
    importante de las lipoproteínas de la membrana, de los
    ácidos celulares nucleicos, de los compuestos ricos en
    energía y de otras substancias que intervienen en el
    metabolismo de la célula. Más o menos la mitad de
    los iones fósforo plasmático circula en forma de
    iones de fosfato filtrable (HPO4= y H2PO4-) y cerca de un tercio
    se encuentra como complejos formados por cationes de sodio,
    calcio y magnesio; el restante en fósforo unido a
    proteínas.

    El organismo no absorbe todo los iones calcio y los
    iones fósforo de los alimentos; en promedio 20 a 40% de
    los iones calcio y 70% de los iones fósforo que recibe un
    sujeto se absorbe en el intestino para pasar a la sangre y de
    esta manera quedar en forma utilizable. Las concentraciones
    absorbidas, no obstante pueden aumentar mucho durante periodos de
    crecimiento rápido, en que las necesidades de minerales
    son muy altas.

    Iones Sodio
    Es el catión que más abunda en el líquido
    extracelular del organismo. Actúa junto con otros
    electrólitos, especialmente los iones potasio presentes en
    él liquido intracelular, para regular la presión
    osmótica y mantener el equilibrio
    hídrico.

    Es un factor importante en la conservación del
    equilibrio
    ácido básico en la transmisión de impulsos
    nerviosos y en la contractilidad normal de los músculos.
    También se emplea en la absorción de glucosa y en
    el transporte de
    otros nutrimentos a través de la membrana
    celular.

    El adulto posee de 2,700 a 3,000 meq de iones sodio en
    su cuerpo. Hay una concentración de 136 a 145 meq por
    litro dentro de las células. El hueso contiene de 800 a
    1000 meq de iones sodio, de los que más o menos la mitad
    esta disponible si la necesitan los líquidos
    extracelulares.

    El contenido total de los iones sodio en el organismo,
    especialmente su concentración dentro del líquido
    extracelular, está bajo control
    homeostático.

    Un regulador de la homeostasia de los iones sodio es la
    aldosterona, hormona secretada por la glándula suprarrenal
    y que influye en la resorción de los iones sodio en los
    riñones. De los iones sodio total filtrado en los
    glomérulos, más del 99% lo resorben los
    túbulos renales. Gran parte de este proceso se realiza en
    los túbulos proximales, pero el ajuste final lo hacen las
    células de los túbulos dístales y las de los
    túbulos colectores.

    La regulación del equilibrio de los iones sodio
    en los túbulos dístales incluye su intercambio con
    H+ o K+ secretados por las células
    de los túbulos renales, según las necesidades de
    conservación del equilibrio ácido
    básico.

    Cuando aumenta la necesidad de los iones sodio, varios
    mecanismos intervienen para comunicar esta información a los riñones
    (disminución del volumen de sangre
    arterial, decremento de iones sodio en el sitio de intercambio en
    los túbulos dístales, hipopotasemia). El tejido
    especializado de la corteza renal reacciona y libera renina hacia
    la sangre, en la cual se inicia la conversión de
    angiotensinógeno en angiotensina II. Esta a su vez
    estimula la génesis de aldosterona en la corteza
    suprarrenal.

    La aldosterona incrementa entonces la resorción
    de iones sodio en las porciones dístales de la nefrona. La
    retención concomitante de agua ayuda a normalizar el
    volumen de
    sangre arterial, con lo cual se inhibe aún más la
    producción de renina y aldosterona.

    Se estima que la pérdida de iones sodio en orina,
    heces y agua eliminada imperceptiblemente es menos de 200 mg
    diarios. Otras pérdidas pueden deberse a la
    sudoración y es preciso compensarlas con la
    ingestión de sodio.

    Está presente en la mayoría de los
    productos naturales y abunda en las comidas preparadas y en los
    alimentos salados. Está también presente en el
    fluido extracelular donde tiene un papel regulador. El exceso de
    iones sodio produce edema, que consiste en una
    superacumulación de fluido extracelular.

    Iones Potasio
    Se halla sobre todo en el líquido extracelular donde
    desempeña un importante papel como catalizador en el
    metabolismo energético y en la síntesis de
    glucógeno y proteínas. En el líquido
    extracelular sus iones guardan equilibrio osmótico con los
    de sodio. Sin embargo se requieren pequeñas cantidades de
    iones potasio en el líquido extracelular para ejecutar la
    actividad muscular normal, sobre todo la del corazón. El
    adulto normal tiene unos 3,200 meq de iones potasio en su cuerpo:
    125 meq por litro en el interior de las células y entre
    3.5 y 5.0 meq por litro en el plasma. Lo mismo que en el caso de
    los iones sodio, el mantenimiento
    del equilibrio de iones potasio, incumbe a los riñones. A
    diferencia de los iones sodio, el transporte de iones potasio, es
    bidireccional durante el paso del filtrado a través de la
    nefrona. Una parte importante de los iones potasio filtrado se
    reabsorbe en el túbulo proximal y en el asa de Henle, los
    iones potasio se reabsorbe en el filtrado del túbulo
    distal y se secreta en él, observándose
    secreción neta en la mayor parte de las enfermedades. La
    resorción neta tiene lugar en los túbulos
    colectores. El riñón normal excreta sin dificultad
    el exceso de iones potasio, pero su capacidad de conservarlo
    está reducida. En algunas afecciones, el transporte neto
    en el túbulo distal se invierte a favor de la
    resorción de los iones potasio y entonces aumenta su
    resorción en los túbulos colectores. La
    excreción de iones potasio disminuye cuando se ingiere
    poca cantidad de este elemento y de sodio, y cuando hay acidosis
    aguda e insuficiencia de las glándulas
    suprarrenales.

    Las enfermedades en que se intensifica la
    secreción de iones potasio en los túbulos
    dístales y su excreción incluye consumo de mucho
    sodio, mayor concentración de aldosterona y presencia de
    alcalosis. Por eso la regulación de los iones potasio se
    halla unida indisolublemente al mantenimiento de la homeostasia
    de iones sodio.

    La cantidad diaria ingerida debe ser de 3 gramos
    aproximadamente para mantener el balance normal dentro del
    cuerpo. La necesidad es mayor cuando hay crecimiento, porque
    éste elemento se almacena en concentraciones elevadas en
    el protoplasma, y aún más en el de las
    células nuevas.

    Iones Magnesio
    Los iones magnesio se encuentra ampliamente distribuido en el
    organismo, existiendo en una persona
    aproximadamente de 20 a 28 gramos. El 60-65% del total se
    encuentra en el hueso, alrededor del 27% en el músculo,
    6-7% en otras células y aproximadamente 1% en el
    líquido extracelular. El Ion magnesio es el cuarto
    catión más abundante del organismo y el segundo en
    importancia dentro de la célula.

    El Ion magnesio desempeña función esencial
    en prácticamente todas las vías metabólicas
    de mayor importancia. Activa las enzimas que intervienen en la
    hidrólisis y transferencia de los grupos fosfato a partir
    de ATP y de otros compuestos que contienen enlaces fosfato de
    gran energía. Por tal razón es indispensable en la
    formación y uso de ATP y, por consiguiente, en la
    liberación de energía alimentaria y en las
    síntesis de nuevo tejido y otras substancias
    indispensables en el organismo. En el empleo y
    almacenamiento de carbohidratos, grasa y proteínas
    participan muchas reacciones que dependen de iones
    magnesio.

    Aparte de sus funciones metabólicas, los iones
    magnesio participa en la unión de RNA a los ribosomas para
    la síntesis de proteínas en la conservación
    de la integridad estructural de las membranas celulares y
    macromoleculares (entre ellas el DNA y RNA) y en la
    transmisión y actividad neuromusculares.

    El 90% de los iones magnesio ingeridos se absorbe en el
    intestino delgado, el resto en el estómago e intestino
    grueso. Actualmente se admite la existencia de dos sistemas de
    transporte intestinal para el catión, uno mediado por un
    transportador y otro por difusión simple que se da a altas
    concentraciones. Diversos estudios metabólicos ponen de
    manifiesto que, en condiciones normales, el magnesio se absorbe
    en una proporción que oscila entre el 45 y 70%.

    El calcio, fosfato, citrato, ácidos grasos,
    ácido fólico y sales biliares disminuyen la
    absorción del ion magnesio ya que forman junto con este
    ion compuestos insolubles. Una deficiencia en vitamina B1 y B6
    produce un descenso del transporte intestinal del catión.
    Otro factor muy importante es el equilibrio ácido base, ya
    que en los casos de acidosis la absorción de magnesio
    aumenta.

    Una vez absorbido, el Ion es transportado a los
    distintos tejidos, siendo en el óseo donde se encuentra en
    mayor proporción. El ion magnesio óseo se encuentra
    localizado en los cristales de apatita. Los iones magnesio
    muscular dan un índice más real de la cantidad del
    catión que existe en el organismo ya que es más
    fácilmente modificable a efectos homeostáticos. Las
    vías más importantes de excreción es la
    digestiva, con variaciones según el tipo de ingesta;
    así, si la dieta es muy rica en magnesio las perdidas en
    heces pueden llegar a un 75%, mientras con dietas pobres estas
    pérdidas se reducen en un 30%. La tercera parte de los
    iones magnesio que entra en el organismo por dieta, se excreta
    por la orina, la cantidad excretada por esta vía es
    mínima cuando la ingesta es deficitaria y se estabiliza
    cuando los aportes son superiores a los normales. Por todo ello,
    se considera que el riñón es el órgano
    fundamental en la homeostasis del catión. Del 95-97% de
    los iones magnesio filtrados son reabsorbidos y sólo de un
    3-5% son excretado. Entre un 20-30% es reabsorbido en el
    túbulo proximal, siendo en el tramo ascendente del asa de
    Henle donde se produce la mayor reabsorción.

    Iones Yodo
    El Ion yodo fue uno de los primeros oligoelementos al que se le
    reconoció importancia en la nutrición y es uno de
    los más valiosos. Como constituyente esencial del tiroides
    en hombre y animales, es necesario que el yodo sea aportado en
    cantidades satisfactorias para que la glándula sintetice
    las hormonas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), en
    concentración suficiente para que el funcionamiento sea
    normal. El yodo exógeno se absorbe en el aparato digestivo
    en forma de yoduro (I-) y se distribuye rápidamente por
    todo el líquido extracelular. La glándula tiroides
    capta aproximadamente un tercio de yoduro absorbido y el resto se
    excreta en la orina. De unos 25 mg de iones yodo que hay en un
    adulto, entre 10 y 15 mg se encuentran en tiroides en forma de
    tiroglobulina glucoproteína yodada que sirve de reservorio
    a las hormonas tiroideas. El ion yoduro es captado en un proceso
    dependiente de energía y lo es llevado a alas
    células epiteliales que rodean a los folículos de
    coloide de la glándula y ahí de inmediato ingresa
    en la vía de las síntesis de hormona tiroidea.
    Luego de pasar por una activación oxidativa, se incorpora
    a los residuos de tirosina de la tiroglobulina para formar
    monoyodotirosina y diyodotirosina; luego ambos compuestos se
    unen, completando así la síntesis de tiroxina y
    triyodotironina.

    La tiroglobulina yodinada se almacena en el coloide
    folicular y, en caso de necesidad, se libera por
    degradación proteolítica por acción de las
    enzimas lisosómicas de las celular foliculares. El resto
    de la tirosina yodinada experimenta desyodinación
    enzimática; y el yoduro liberado se reutiliza en la
    síntesis de hormonas. El Ion yodo propiamente dicho no
    cumple ninguna función metabólica, pero sus efectos
    de hormona tiroidea son múltiples. Las hormonas tiroideas
    regulan el metabolismo al actuar sobre las reacciones oxidativas;
    el hipertiroidismo y el hipotiroidismo se reflejan en un
    metabolismo basal alto y bajo respectivamente.

    A concentraciones levadas las hormonas tiroideas con
    catabólicos, mientras que en concentraciones moderadas con
    anabólicos. Son indispensables para el crecimiento normal
    de los tejidos y para su diferenciación. La deficiencia
    continuada en iones yodo provoca alteraciones que determinan
    ciertos tipos de bocio, vinculados a una disminución de la
    actividad de la glándula tiroides (cretinismo).

    Iones Hierro
    El adulto normal tiene menos de 5 gramos de hierro en su
    organismo, cantidad aparentemente pequeña, pero de
    importancia extraordinaria en la economía corporal. El
    organismo, entre el 60 y 70% de iones hierro se encuentra en la
    hemoglobina; los depósitos en el hígado, bazo y
    médula ósea (en forma de ferritina y hemosiderina)
    representan la segunda concentración más elevada
    (del 30 al 35%).

    Cantidades pequeñas pero esenciales de iones
    hierro se hallan en la mioglobina muscular, en forma de
    transporte (enlazada a proteína-transferrina) en el suero
    y en todas las células como constituyente de las enzimas
    del hem (especialmente citocromos, oxidasa, peroxidasa y
    catalasa) y otras que intervienen en la respiración (flavoproteínas que
    contienen iones hierro y proteínas de
    hierro-azufre).

    El ion hierro cumple una función muy importante
    en el metabolismo celular como componente activo de varias
    enzimas, especialmente de las relacionadas con la cadena
    respiratoria de la mitocondria.

    El ion hierro no presente en el hem se encuentra en la
    deshidrogenasa de NADH y en la deshidrogenasa de succinato, que
    son flavoproteínas de hierro de la cadena respiratoria.
    Los citocromos son los portadores finales de electrones desde las
    flavoproteínas hasta el oxígeno mediante la
    oxidación y reducción alternas de iones hierro del
    hem.

    Esta fácil interconvertibilidad de las formas
    reducidas del hierro (ferroso, Fe++) y oxidado
    (Fe+++) al parecer intervienen en todas sus funciones
    enzimáticas.
    El control fisiológico del equilibrio del ion hierro se
    consigue ante todo regulando su absorción en el aparato
    gastrointestinal. En las células de la mucosa intestinal
    (duodeno) se absorben grandes cantidades de iones hierro en las
    cuatro horas que siguen a su ingestión. En cualquier tipo
    de circunstancias la absorción de iones hierro depende de
    la cantidad existente en el organismo y de la demanda, pero
    la captación real depende de la forma y la
    concentración del hierro exógeno y de la
    composición de la comida en que se ingiere. La acidez
    gástrica es indispensable para solubilizar el hierro
    alimentario y convertirlo en una forma absorbible. Si bien el
    hierro ferroso únicamente puede absorberse, pero
    todavía no se cuenta con pruebas definitivas sobre la
    manera en que entra a la célula de la mucosa y sale de
    ella. Substancias como ácido ascórbico,
    azúcares y aminoácidos intensifican la
    reducción del hierro férrico en hierro ferroso,
    formando quelatos de hierro de bajo peso molecular. Si bien el
    ion hierro puede ser absorbido en las partes más bajas del
    intestino delgado, su absorción disminuye conforme se
    eleva la alcalinidad del contenido en la luz intestinal. Una vez
    en el interior de la célula de la mucosa, parte del hierro
    pasa rápidamente, llega a la sangre y se une a una
    proteína de transporte formando transferrina con ella.
    Otra parte se combina con la apoferritina para producir
    ferritina, o sea la formar de almacenamiento de este mineral que
    más tarde se libera hacia la sangre o se retiene en la
    célula de la mucosa. Cerca de un tercio de la capacidad
    del plasma para sintetizar iones hierro (apotransferrina)
    está saturada (transferrina). Cada molécula de
    transferrina enlaza dos átomos de hierro en la forma
    férrica.

    La transferrina recibe el hierro a partir de la
    absorción intestinal del de la dieta, a partir de los
    depósitos orgánicos o de la desintegración
    de hemoglobina; lo distribuye según las necesidades de los
    diversos tejidos.

    El ion hierro se almacena en dos complejos de
    proteínas-hierro: ferritina y hemosiderina.
    Los principales sitios de depósito son las células
    del parénquima hepático y las células
    reticuloendoteliales de la médula ósea, del bazo y
    del hígado.
    La hemosiderina es la forma más concentra del
    depósito y su proporción con la ferritina crece
    cuando hay altas concentraciones de estos depósitos. La
    movilización de ellos y la transferencia de iones hierro
    hacia la transferrina durante la absorción intestinal y
    desintegración de hemoglobina provocan uno o más
    cambios en el estado
    oxidativo del hierro (que debe estar en forma férrica para
    combinarse con transferrina), estos cambios los facilitan otros
    nutrimentos: cobre, ácido ascórbico y riboflavina.
    Los iones hierro en gran parte se excretan por las heces en forma
    de células desintegradas de la mucosa y de hierro biliar
    no absorbidos. El resto se elimina por descamación de la
    piel y por excreción urinaria (que suele ser muy baja),
    llegando las pérdidas totales de 0.5 a 1.0 mg
    diarios.

    Su déficit puede provocar anemia, agotamiento,
    palidez, dolores de cabeza, caída de cabello, sequedad de
    la boca, mayor propensión a infecciones y dificultades
    respiratorias. Se puede encontrar en los siguientes alimentos:
    Hígado, riñones, sardina, ciruelas pasas, legumbres
    y verduras de hoja verde.

    Iones Fluor
    El ion flúor es necesario en pequeña
    proporción para determinar una estructura normal del
    esmalte dental. El consumo de agua conteniendo 1 a 2 mg/l de
    iones flúor aumenta la resistencia del
    esmalte dental y reduce la caries.
    El fluoruro se deposita en los huesos y en los dientes,
    substituyendo allí el Ion hidroxilo en la hidroxiapatita y
    formando fluoropatita. Por otra parte, es sabido que el consumo
    de agua conteniendo flúor en proporciones elevadas,
    durante la época de calcificación, puede producir
    manchas en los dientes. Lo podemos encontrar en mariscos, algas,
    sal fluorada y algunas aguas con gas.

    Iones Zinc
    Este elemento se encuentra en los tejidos de plantas y animales
    en cantidades más pequeñas que el hierro. El
    cuerpo humano
    contiene unos 2 g de iones zinc, muy concentrado en el cabello,
    piel, ojos, uñas y testículos; pero también se halla en
    todos los tejidos y líquidos del organismo humano,
    así como en las fracciones subcelulares. Debido a su gran
    masa, la musculatura y el tejido óseo contienen
    aproximadamente el 90% del zinc total.

    En la sangre, la concentración del zinc es
    más elevada en los leucocitos y luego en los eritrocitos y
    en el suero. Aproximadamente dos tercios del zinc sérico
    se encuentran en forma difusible, unido con poca fuerza a la
    albúmina. Esta guarda equilibrio con una forma de
    transporte pequeña (2%) pero activa, que está
    presente como complejo de Zn-aminoácido, sobre todo
    Zn-cisteína y Zn-histidina. En este tipo el Zinc atraviesa
    sin dificultad la membrana celular y la barrera
    hematoencefálica.

    La conservación de la homeostasia de los iones
    zinc parece realizarse principalmente en el aparato
    digestivo. Al aumentar el aporte, la secreción del
    zinc endógeno en el intestino empieza a elevarse y, a
    pesar de que una parte se reabsorbe, se incrementa la
    pérdida en las heces.

    Su absorción se realiza sobre todo en el duodeno,
    pero también a lo largo del tubo digestivo. El porcentaje
    que se absorbe varia mucho, según las dosis y la presencia
    de factores inhibidores o facilitadores. Un ligando
    proteínico indecible, la metalotioneína, interviene
    en la regulación del paso del zinc por la célula de
    la mucosa, también se ha demostrado que la cantidad de ese
    elemento influye en la dirección de su movimiento en
    dicha célula. La metalotioneína enlazante del zinc
    se ha encontrado también en otros tejidos (hígado,
    riñones); aunque su función en el metabolismo d
    este mineral todavía no se aclara, es probable que
    participe en la destoxificación y en el almacenamiento. La
    presencia de ciertos factores dietéticos en la luz
    intestinal mejora la absorción del zinc, entre ellos cabe
    citar: los aminoácidos histidina, cisteína y
    metionina; la vitamina C y EDTA. La absorción del zinc
    disminuye con altas concentraciones de fitatos, calcio,
    fósforo y cadmio.

    Algunas enzimas más conocidas de los
    mamíferos que contienen zinc en su sitio activo son las
    siguientes: carboxipeptidasas pancreáticas, que participan
    en la digestión intestinal de proteínas; anhidrasa
    carbónica, que conserva un equilibrio adecuado entre el
    dióxido de carbono y el ion bicarbonato, influyendo
    así en el transporte e intercambio de CO2, la
    producción de ácido clorhídrico en el
    estómago y la conservación del equilibrio
    acidobásico; deshidrogenasa de alcohol, que es esencial en
    la degradación del etanol, y otras deshidrogenasas
    análogas que oxidan alcoholes
    (entre ellas la reductasa de retinina), encargada de convertir
    retinol en retinal durante el proceso de la visión;
    fosfatasa alcalina, que es una hidrolasa inespecífica de
    monoéster de fosfato con una posible función en el
    transporte y transferencia de fosfato y también en la
    mineralización de los huesos; dismutasa de
    superóxido (que también contiene cobre), una enzima
    citosómica que participa en la eliminación de
    radicales superóxidos muy reactivos, protegiendo
    así las estructuras
    celulares contra lesiones oxidativas.

    El déficit de iones zinc produce retrasos en la
    pubertad, pérdida del apetito, mala cicatrización
    de heridas y quemaduras menor resistencia a las
    enfermedades, problemas de
    fertilidad masculina, dermatitis y acné. Se encuentran en
    las carnes rojas, riñones, ostras, calabaza, pan, cereales
    integrales y
    alubias.

    Iones Cobre
    Su contenido en el cuerpo humano
    del adulto fluctúa entre 70 y 80 mg; un tercio de esta
    cantidad se encuentra en el hígado y en el
    encéfalo. El resto, por orden aproximado de
    concentración decreciente, está en corazón,
    riñones, páncreas, bazo, pulmones, hueso y tejido
    músculo esquelético.

    La enzima que contiene este oligoelemento participa en
    varias reacciones que afectan a algunos tejidos y funciones del
    organismo. Los iones cobre se necesitan para movilizar el hierro,
    la producción de eritrocitos normales; la síntesis
    de componentes de determinados tejidos como colágena,
    elastina, queratina y fosfolípidos; la formación
    del cabello y la melanina (pigmento cutáneo) y la
    conservación del suministro de energía celular
    (ATP).

    Entre las enzimas más conocidas que contienen
    este oligoelemento figuran las siguientes: ceruloplasmina,
    llamada también ferroxidasa por su función
    enzimática en la oxidación del hierro ferroso en la
    forma férrica antes que se una a la transferrina. Como
    enzima terminal de la cadena respiratoria, participa en la
    producción de ATP celular.
    En casos de carencia de cobre, la alteración de la
    síntesis de fosfolípidos se atribuye a un aporte
    insuficiente de ATP, debido a escasa actividad de la oxidasa de
    citrocromos.
    La carencia de cobre causa además defectos en la
    síntesis de tejido conectivo, al parecer por una menor
    actividad de lisiloxidasa, que interviene en la formación
    de enlaces cruzados entre las cadenas componentes de
    péptidos y las moléculas de elastina. Otras enzimas
    del cobre que cumplen una función menos definidas en las
    diversas manifestaciones de la carencia son: proteína de
    zinc-cobre, dismutasa de superóxido, betahidroxilasa de
    dopamina, oxidasa de ácido ascórbico y delta
    oxidasa de ácido aminovulínico.

    La absorción intestinal del cobre es
    rápida y tiene lugar primordialmente en el estómago
    y en el duodeno. Parte del cobre forma complejos con
    aminoácidos y se piensa que pasa de la luz intestinal a la
    sangre gracias al transporte activo de los aminoácidos. El
    principal mecanismo de absorción supone su transporte a la
    superficie de absorción por una proteína luminal
    que se une al cobre, captación en la mucosa y enlace a
    ligandos de tipo de la metalotioneína, así como su
    liberación hacia la sangre. Según su
    estimación reciente, se absorbe entre el 40% y el 60% de
    los que se consume; pero la variabilidad es grande y depende de
    la cantidad y forma del cobre que se ingiere. El cadmio, los
    fitatos, la fibra, el bicarbonato de calcio y el ácido
    ascórbico de la dieta reducen la absorción del
    cobre. El cobre que se absorbe se une poco firmemente a la
    albúmina plasmática y a los aminoácidos en
    la sangre portal y es llevado al hígado, órgano que
    constituye el sitio principal del metabolismo del cobre y de su
    homeostasia. Parte de iones cobre llega en esta forma desde el
    hígado hasta la sangre circulante, estando
    fácilmente disponible para que lo capten otros tejidos.
    Este cobre de reacción directa y unido poco firmemente
    constituye menos del 10% del que hay en el plasma; pero tiene
    recambio rápido y al parecer es un medio muy importante de
    transporte de este oligoelemento. Más del 90% se halla en
    la ceruloplasmina.

    La principal vía de excreción del cobre es
    la bilis. Una fracción considerable del cobre fecal es de
    origen biliar endógeno y del que proviene de las
    células descamadas de la mucosa. Con un alto ingreso de
    este mineral, no se altera mucho el cobre sérico ni
    urinario; pero se intensifica la excreción
    biliar.

    Las carencias graves de cobre son raras en el ser
    humano, y sin embargo, se ha observado hipocupremia en la
    desnutrición proteinicocalórica. El
    síndrome de Menkes (de cabello crespo o ensortijado) es
    una fuerte deficiencia congénita de cobre, que se hereda
    en forma de rasgo recesivo y ligado al cromosoma X. El progresivo
    deterioro mental, la queratinización incompleta del pelo,
    los valores
    bajos del cobre en el suero y en el hígado y los cambios
    degenerativos de la elastina aórtica son rasgos
    característicos del padecimiento. Se encuentra en el
    hígado, mariscos, pescado, legumbres, pan integral,
    etc.

    Iones Manganeso
    Este elemento desempeña funciones esenciales en la
    nutrición de las plantas y de los animales. Dada su
    presencia en las enzimas de los mamíferos o la
    activación de las mismas, es indispensable para el hombre. Las
    metaloenzimas de manganeso más conocidas son dos:
    carboxilasa de piruvato y dismutasa de superóxido. La
    primera interviene en la carboxilación del piruvato en
    oxalacetato, proceso dependiente de la biotina; pero al parecer
    cuando se dispone de poco manganeso, se le puede substituir por
    magnesio en esta enzima sin que cambie mucho su actividad. La
    disminutasa de superóxido, que contienen manganeso,
    ayudaría a proteger la mitocondria contra el daño
    oxidativo. El manganeso y otros metales activan
    muchas enzimas en las vías de los carbohidratos,
    proteínas, lípidos y metabolismo intermedio. Los
    iones manganeso también influyen sobre la actividad de las
    uricaza en la síntesis de urea y sobre varias enzimas en
    las vías de la biosíntesis del colesterol y de los
    ácidos grasos.

    La absorción intestinal del manganeso es baja; se
    ha demostrado una interacción antagónica con el
    hierro y con el cobalto. El manganeso una vez absorbido, es
    llevado hacia el hígado en la sangre portal, unido a
    una a
    2-macroglobulina. En la circulación general el
    manganeso es transportado en una b 1- globulina semejante a la transferrina,
    denominada transmanganina. El manganeso del plasma y del
    hígado se encuentran en equilibrio, y la mayor parte se
    halla en estado
    dinámico y sumamente variable.

    El cuerpo humano contiene entre 10 y 20 mg de manganeso,
    distribuido ampliamente en todos los tejidos. Tiene alta
    concentración en la mitocondria de las células y se
    une a los melanocitos. Su control homeostático es regulado
    principalmente por la excreción en la bilis. Otras dos
    vías de excreción, que adquieren más
    importancia al quedar bloqueada la vía biliar, son el jugo
    pancreático y la secreción de células de la
    mucosa en varios segmentos del intestino delgado. Lo contienen en
    gran proporción: nueces, granos enteros, leguminosas secas
    y clavos de especia. Es escaso en la carne, el pescado y los
    lacticinios.

    Iones Cobalto
    Su única función conocida parece ser la presencia
    en el llamado coenzima B12, que participa como
    cofactor en un amplio e importante grupo de reacciones
    enzimáticas.
    Este coenzima es uno de los compuestos de coordinación naturales estructuralmente
    más complejos. La situación del ion cobalto en el
    centro de un anillo compuesto, permite el equilibrio
    Co (II) + R. Co (III) . R
    Por ello este tipo de reacciones se convierten en la principal
    fuente de radicales de carbono, necesarios como intermediarios
    para muchas reacciones biológicamente relevantes.
    La mayoría de las reacciones en que interviene consisten
    en la migración
    de un grupo R de un átomo de
    carbono al contigüo, y la del H de este al anterior, sin
    intercambio de protones con el solvente.

    Está presente en:

    • Glutamato mutasa, que pasa el ac. Glutámico
      a b
      -metil-aspártico
    • Deshidratasas
    • Desaminasas
    • Liasas
    • Ribonucleoreductasa
    • Metionino sintetasa, que pasa la homocisteína
      a metionina
    • Succinil Co A mutasa, que pasa el succinil Co A a
      metil malonil Co A
    • Ornitina- mutasa, que pasa la ornitina a 2-4-,
      diaminovalerato

    <>
    La concentración es muy baja, de 2-5 mg de vitamina
    B12. Se absorbe en el intestino, al parecer por medio
    de dos sistemas de transporte, uno para el propio cobalto y otro
    para la vitamina B12, en un proceso en el que compite
    con iones Mn e iones Fe.
    La vitamina B12 es la única vitamina
    sintetizada exclusivamente por microorganismos. Sus
    requerimientos diarios se cifran en 3 m g.

    Iones Cromo
    Este mineral se relaciona con el metabolismo de la glucosa,
    posiblemente como un cofactor de la insulina. Una forma de cromo
    trivalente, factor de tolerancia a la
    glucosa (GTF), se considera la forma biológicamente activa
    del cromo. Abunda en la levadura de cerveza y parece contener
    niacina, glicina, ácido glutámico y
    cisteína.
    Se cree que el cromo facilita la interacción de la
    insulina con sus sitios receptores en la célula; de ese
    modo intensificaría su actividad en los tejidos periféricos. De ello resulta una mayor
    captación celular de glucosa seguida de alteraciones
    metabólicas que producen un alto valor de
    glucosa, es decir, la síntesis activa de ácidos
    grasos y proteínas.
    Menos del 1% del cromo inorgánico se absorbe; en cambio se
    absorbe entre el 10 y 25% del proveniente de la levadura de
    cerveza.
    Carnes, quesos, granos enteros y condimentos representan fuentes
    ricas de cromo utilizable.

    Iones Cloruro
    Es el ión ácido que suele combinarse con el sodio
    en el líquido extracelular y en cierto grado, se encuentra
    con el potasio en el interior de las células, pero a
    diferencia de estas substancias básicas, el cloro se
    intercambia libremente en estos líquidos a través
    de la membrana celular.
    Por lo regular los movimientos de cloruro entre los
    compartimentos de los líquidos del organismo se asemejan a
    los del sodio. Una excepción la encontramos en el movimiento que
    se realiza entre el plasma y eritrocitos, pues en este caso el
    cloruro entra en la célula y sale rápidamente de
    ella en un intercambio de bicarbonato; de ese modo incrementa la
    capacidad de los eritrocitos para transportar CO2 de
    los tejidos hacia los pulmones y ayuda a mantener el equilibrio
    ácido básico.

    Durante la digestión, parte de los cloruros de la
    sangre se emplean para la formación de ácido
    clorhídrico en las glándulas gástricas y se
    secreta en el estómago, en donde actúa
    temporalmente con las enzimas gástricas, y de ahí
    se resorbe a la sangre con los otros nutrimentos.

    El aporte y las pérdidas de cloruro suelen
    corresponder a los de sodio. La única ocasión en
    que el organismo puede perder más cloruro que sodio es
    después de que se elimina contenido gástrico a
    causa de vómitos o
    aspiración.
    El cloruro que se elimina en los líquidos corporales se
    sustituye con bicarbonato a fin de conservar la
    electroneutralidad la alcalosis resultante aumenta la
    pérdida de potasio. Con la
    administración de cloruro se corrigen ambos
    problemas.
    Su exceso se excreta fácilmente por los riñones y
    por la piel, sobre todo en forma de cloruro de sodio.

    Iones Sulfhidrilo
    Es parte de las proteínas de todas las células de
    la economía y
    se encuentra en muchas proteínas alimentarias; de este
    modo el ingreso de azufre suele ser satisfactorio si la
    ingestión de proteínas es adecuada.

    Los iones sulfhidrilo aparece en varios compuestos
    orgánicos de importancia fisiológica, en los
    aminoácidos metionina, cisteína y cistina; en la
    insulina, el glutatión, la heparina, la tiamina, la
    biotina y ácido lipoico. El azufre cumple importante
    función metabólica en las reacciones de
    oxidorreducción, puesto que hay interconversión
    fácil entre el grupo disulfuro (-S-S) y el grupo
    sulfhídrilo (-SH), lo mismo que en la conversión de
    cistina en cisteína.

    El enlace disulfuro entre los residuos de
    cisteína de las cadenas polipeptídicas son
    elementos importantes en la estructura de muchas
    proteínas. Los sulfatos producidos en el metabolismo de
    los aminoácidos sulfurados participan en la
    destoxificación de fenoles, indoxilos y otros compuestos
    eliminados por la orina. Aparecen además como parte de los
    mucopolisacáridos, del sulfato de condroitina y de la
    heparina.

    Iones Seleniuro

    Una función bioquímica
    de este elemento fue demostrada en 1973, fecha en que se
    identificó como constituyente de la metaloenzima:
    peoxidasa de glutatión.

    La función del Ion seleniuro consiste en
    complementar el efecto oxidativo de la vitamina E, al proteger la
    integridad de la membrana celular. Esta metaloenzima reduce los
    peróxidos y así aminora la formación de
    radicales libre muy reactivos. Proporciona un enlace esencial en
    el mecanismo protector en contra de los daños
    oxidativos.

    El Ion seleniuro se encuentra en todos los tejidos,
    presenta elevadas concentraciones en hígado,
    riñones y corazón, concentraciones bajas en el
    tejido adiposo.

    Está en proteínas como los análogos
    de selenio de los aminoácidos sulfúricos
    (selenometionina y selenocisteína) o bien ligado a
    proteínas y, en proporción menor a compuestos
    orgánicos más pequeños.

    La peroxidasa de glutatión contiene cuatro
    átomos de selenio, posiblemente selenocisteína, una
    molécula de cada una de las cuatro cadenas que integran la
    enzima. También se ha descubierto en muchas otras
    proteínas sumamente purificadas que cumplen diversas
    funciones, entre ellas: citocromo C, hemoglobina, mioglobina,
    miosina y proteínas ribonucleicas.

    La absorción suele ser eficiente (44-80%), el
    selenio procedente de fuentes vegetales a veces es más
    aprovechable que el derivado de productos animales. El Ion
    seleniuro se excreta sobre todo con orina y heces, pero cuando
    hay un alto ingreso se pierde abundantemente por el
    aliento.

    4. Refencias
    Bibliograficas

    1. Anderson L., Dibble M.V., Mitchell H.S., Turkki P.R.,
      (1990). Nutrición y Dieta. México: Editorial Interamericana. cap. 6
      y 7, Págs. 75-170.
    2. Bernard Henry John., (2000). Diagnóstico y Tratamiento Clínicos
      por el laboratorio.
      México: Masson.
    3. Karlson P., (1990). Manual de
      Bioquímica. México:
      Marín.
    4. Murria Roberto K,. (1998) Bioquímica de
      Harper. México: El manual
      moderno.

    Recursos De Internet

    • www.monografias.com
      (descripción de vitaminas y
      minerales).
    • www.nutrinfo.com.ar (descripción de vitaminas).
    • www.biopsicologia.net/fichas/page_1041.html
      (descripción de los micronutrientes).

     

     

    Autor:

    Dulce Ma. Salazar M.}

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