Monografias.com > Economía
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Jurgen Habermas




Enviado por edutap



    1. Significado de la
      técnica
    2. Concepto de acción
      comunicativa y el mundo de vida
    3. Teoría y
      praxis
    4. Resumen
      General
    5. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    Habermas propone un modelo que
    permite analizar la sociedad como dos
    formas de racionalidad que están en juego
    simultáneamente: la racionalidad sustantiva del mundo de
    la vida y la racionalidad formal del sistema, pero
    donde el mundo de la vida representa una perspectiva interna como
    el punto de vista de los sujetos que actúan sobre la
    sociedad,
    mientras que el Sistema
    representa la perspectiva externa, como la estructura
    sistémica (la racionalidad técnica,
    burocratizada-weberiana, de las instituciones).

    Habermas estudia a la sociedad como un conglomerado de
    sistemas
    complejos, estructurados, donde el actor desaparece transformado
    en procesos
    (sistema-racional-burocrático), y por otro lado,
    también incluye el análisis sociológico que da
    primacía al actor, como creador inteligente pero a la vez
    sumergido en la subjetividad de los significados del mundo vital.
    Es más, uno no debemos confundir sociedad con mundo de la
    vida: la sociedad, no es equivalente al mundo de la vida, dado
    que la sociedad es, a la vez, mundo de la vida y
    sistema.

    Habermas en Teoría
    de la Acción Comunicativa, refiere que al elegir un
    determinado concepto
    sociológico de acción, nos comprometemos con
    determinadas presuposiciones ontológicas. De las
    relaciones con el mundo, que al elegir tal concepto,
    suponemos al actor, dependen a su vez los aspectos de la posible
    racionalidad de su acción.

    Nuestro autor, denomina acciones
    sólo a aquellas manifestaciones simbólicas en que
    el actor de la acción teleológica, la acción
    regulada por normas y la
    acción dramatúrgica entra en relación al
    menos con un mundo, pero siempre con el mundo objetivo.

    A la esfera del trabajo, contrapone el ámbito de
    la acción comunicativa, que define como "una
    interacción mediada por símbolos". Dicha
    acción tiene como núcleo fundamental las normas o reglas
    obligatorias de acción que definen formas
    recíprocas de conducta y han de
    ser entendidas y reconocidas intersubjetivamente. Este tipo de
    acción da lugar al marco institucional de la sociedad en
    contraposición a los sistemas de
    acción instrumental y estratégica.

    SIGNIFICADO DE LA
    TÉCNICA

    Habermas enjuicia la ciencia
    técnica como ideología. A tales efectos nuestro autor
    trata la cuestión en una doble perspectiva: En la historia de la evolución de la humanidad y en la disputa
    reciente sobre la técnica en Alemania.

    Históricamente, el significado actual de la
    técnica arranca de la transformación social que
    produjo la burguesía frente a los tipos de sociedades
    medievales, así como de las nuevas transformaciones que se
    producen en la transición del Estado liberal
    al Estado social
    y del tipo de ciencia que se
    desarrolla en el ámbito industrial. En todo esto, las
    categorías básicas para el análisis habermasiano son trabajo e
    interacción en su autonomía
    recíproca.

    Es así como nuestro autor define el trabajo
    como "una acción medio-fin que para conseguir tal o cual
    fin, has de utilizar estos y los otros medios". En la
    acción medio-fin, distingue dos modalidades: la
    acción instrumental y la acción estratégica
    (elección racional).

    En cuanto a la disputa sobre la técnica en
    Alemania, las
    cuales estuvieron focalizadas o centradas en Jacques Ellul,
    Arnold Gehlen y Hebert Marcuse, Habermas se interesa
    especialmente por el proceso
    histórico que acabamos de mencionar. Nuestro autor discute
    fundamentalmente dos posiciones, a saber: Una, liberal y la otra,
    conservadora.

    La interpretación liberal de la técnica
    descansa en que el hombre
    tiene aún en sus manos la dirección del progreso técnico y ve
    en éste, la posibilidad de la libertad
    subjetiva: exoneración del trabajo físico,
    eliminación de riesgos, marco
    más amplios entre medios
    alternativos, ampliación del ámbito de conducta
    racional, posibilidad de darle un sentido a la historia, pues de suyo
    carece de sentido. Sin embargo, Haberlas objeta a esta
    interpretación un desconocimiento de la situación
    fáctica, en la que no se permite la formación de
    una libre voluntad colectiva.

    En la interpretación conservadora, nuestro autor
    se refiere a las posiciones asumidas por Geblen y Ellul-Shelsky.
    El primero manifiesta que el hombre a
    través de la evolución técnica, el hombre ha
    objetivado progresivamente sus acciones en
    las máquinas:
    pies y manos en los medios de locomoción, vista y oído en
    los medios audiovisuales y el cerebro en los
    sistemas cibernéticos. Finalmente, en los sistemas
    hombres-máquinas
    se conjugan las acciones mecánicas y las reacciones
    humanas.

    Desea reestablecer la interacción en su
    autonomía frente al trabajo, es decir, la
    participación de los ciudadanos en las decisiones políticas.
    Pero deja en el aire un aspecto
    del asunto: el materialismo, el
    confort, poder
    adormecedor de la sociedad de consumo, el
    cual es consecuencia directa de la declinación de los
    aspectos espiritualistas o idealistas. Habermas cree que los
    antiguos ideales han muerto, pero cree también que se
    mantiene en pie el ideal por la emancipación.

    CONCEPTO DE
    ACCIÓN COMUNICATIVA Y EL MUNDO DE VIDA

    A la esfera del trabajo, nuestro autor Habermas,
    contrapone el ámbito de la acción comunicativa, que
    define como "una interacción mediada por símbolos"
    (Gabás, 1980, 104). Dicha acción tiene como
    núcleo fundamental las normas o reglas obligatorias de
    acción que definen formas recíprocas de conducta y
    han de ser entendidas y reconocidas intersubjetivamente. Este
    tipo de acción da lugar al marco institucional de la
    sociedad en contraposición a los sistemas de acción
    instrumental y estratégica.

    Habermas asigna al marco institucional de la sociedad,
    las siguientes funciones:
    Organización colectiva para la
    conservación de la especie, la cual no está
    asegurada exclusivamente por el instinto; –
    institucionalización de los procesos de
    aprendizaje y
    acomodación, y especialmente, – la represión y
    canalización de tendencias libidinosas o agresivas que
    resultan disfuncionales para la propia conservación
    colectiva de la sociedad.

    Esta última función
    del marco institucional de la sociedad, implica un doble factor:
    -La
    organización del poder a fin de
    reprimir dichas tendencias agresivas y – la articulación y
    satisfacción de nuestras necesidades. Esta
    articulación y satisfacción de las necesidades se
    cumplen mediante la tradición cultural. En este sentido,
    los valores
    culturales interpretan las necesidades humanas mucho más
    ampliamente de lo necesario para la propia conservación
    (contenidos míticos, religiosos y utópicos, es
    decir, los consuelos colectivos, así como las fuentes de la
    filosofía y de la crítica).

    Una parte de los contenidos culturales se transforma
    funcionalmente y sirve a la legitimación del sistema de
    dominio; sobre
    este último y sobre el grado de represión, decide
    el marco institucional, así como sobre el grado de
    emancipación e individuación, por ejemplo, fijando
    la oportunidad de satisfacción de necesidades
    específicas del estrato, así como las necesidades
    de carácter
    general.

    Mediante la distinción mencionada entre trabajo e
    interacción, Habermas reconstruye la evolución de
    la sociedad desde la Edad Media
    hasta nuestros días.

    Así tenemos, que en la sociedad tradicional
    (hasta la burguesía moderna), el marco institucional se
    legitima mediante interpretaciones míticas, religiosas y
    metafóricas de la realidad en su conjunto.

    La acción instrumental (técnica,
    estratégica) se mantiene subordinada a las tradiciones
    legitimantes. En la sociedad capitalista se amplían cada
    vez más, los subsistemas de acción instrumental,
    particularmente, la economía.

    El tipo tradicional de racionalidad comunicativa se ve
    confrontada en los tiempos modernos con la nueva racionalidad de
    tipo científico-técnico (instrumenta). En dicha
    confrontación, sale derrotada la anterior racionalidad
    comunicativa, en virtud de que la interpretaciones
    mítico-religiosas son sustituidas por las interpretaciones
    científicas. No obstante, la sociedad capitalista se
    encuentra ante el problema de lograr un nuevo marco institucional
    es decir, un nuevo conjunto de normas y de
    legitimarlo.

    El intercambio de mercancías (la acción
    económica), en cuanto equivalente, es justo, ya que es una
    interacción legítima.

    En efecto: "….de esta manera, la desigualdad de poder
    económico se enmascara y legitima "desde abajo", ya no
    utilizando criterios religiosos-culturales (dominio
    político de clase), sino por la aparente racionalidad
    (Habermas, Teoría
    de la Acción C, tomo I).

    Nuestro autor, nos dice al respecto:

    "La sociedad ya no se integra por la libre
    interacción económica, sino por la dirección del poder estatal; el Estado es
    ahora árbitro de la interacción justa, de las
    normas sociales….ahora tiene que legitimar el poder directo que
    ejerce en la ordenación del mercado y de la
    sociedad, pues, en términos marxistas, ya no se presenta
    como simple superestructura, sino que controla la base
    económica misma" (Gabás, 1980,. 108).

    Esta necesidad de legitimación directa se
    satisface ahora, según Habermas, mediante la ideología tecnocrática. El Estado se
    escuda para su propia legitimación en la nueva mentalidad
    aceptada, la del progreso técnico. Habermas explica el
    nacimiento de esta ideología desde el desarrollo del
    movimiento
    científico. En efecto:

    "Hemos visto, que en su nacimiento, la ciencia
    moderna estaba afectada por el interés
    técnico (económico)… se ha llegado a un
    entrelazamiento cada vez más claro, entre ciencia,
    técnica y su utilización"…Esto significa que si
    el Estado dirige la economía y si la
    ciencia está al servicio de la
    economía, entonces el Estado pasa a ser también el
    director del proceso
    científico…." (Gabás, 1980, 108-109).

    Habermas plantea la necesidad de una pragmática
    universal, una ciencia del lenguaje
    basada en estructuras
    universales y válidas en cualquier situación y
    contexto comunicativo. La pragmática universal pone de
    manifiesto las condiciones lingüísticas que hacen
    posible la razón comunicativa. Es a través de ella
    que, la razón deviene en razón
    comunicativa.

    El mundo de la vida es el lugar trascendental en que el
    hablante y el oyente se salen al encuentro planteándose
    esas pretensiones de validez; es el horizonte de convicciones
    comunes en el que se da la acción comunicativa.

    MUNDO DE LA
    VIDA

    mundo objetivo

    mundo social

    mundo subjetivo

    Como totalidad de las entidades
    sobre las que son posibles enunciados
    verdaderos

    Como totalidad de las relaciones
    interpersonales legítimamente
    reguladas

    Como totalidad de las propias
    vivencias a las que cada cual tiene un acceso
    privilegiado y que el hablante puede manifestar
    verazmente ante un público

    criterios de verdad

    verdad

    rectitud

    veracidad

    Pretensiones de validez. En todo agente
    (persona) que
    actúa lingüísticamente, con vistas a
    entenderse con otros, se pueden encontrar las siguientes
    pretensiones de validez: inteligibilidad, verdad, veracidad y
    rectitud.

    En definitiva el entendimiento busca un acuerdo que
    termine en la comprensión mutua del saber compartido , de
    la confianza recíproca y de la concordancia de unos con
    otros. Una persona ha de
    hacer entender, decir algo, hacerlo con credibilidad y respetando
    normas comunicativas vigentes.

    La socialización es condición de la
    identidad.

    La acción comunicativa, como parte de la
    acción social, colabora en los tres procesos que conforman
    la socialización: recepción y reproducción cultural, integración social y desarrollo de
    la
    personalidad y de la identidad
    personal.

    Por otra parte el individuo habita en los tres mundos,
    objetivo,
    social y subjetivo, los cuales constituyen los presupuestos
    ontológicos de la acción comunicativa. Pero los
    tres mundos se hallan recortados y sobre pasados por un
    ámbito superior más general y básico que
    abarca el conjunto de situaciones de la realidad de cada uno: el
    mundo de la vida. Él constituye el horizonte cognitivo y
    marco fundamental desde el que el individuo accede a los
    distintos ámbitos de la realidad; es el marco y lugar
    donde se realiza la acción comunicativa: el subsuelo vital
    de la realidad personal en el
    que habitamos.

    El resto de mundos, objetivo, social y subjetivo son
    parte de él, que los cubre y abarca todos, como horizonte
    último de la vida.
    Habermas en Teoría de la Acción Comunicativa, nos
    dice: "…al elegir un determinado concepto sociológico de
    acción, nos comprometemos con determinadas presuposiciones
    ontológicas. De las relaciones con el mundo, que al elegir
    tal concepto, suponemos al actor, dependen a su vez los aspectos
    de la posible racionalidad de su acción…" (Habermas,
    1987, 122). De la multitud de conceptos de acción,
    empleados en teoría sociológica, Habermas, las
    reduce a cuatro.

    1.- El concepto de acción
    teleológica
    que ocupa el centro de la teoría
    filosófica de acción desde la época de
    Aristóteles. El actor realiza un fin o hace
    que se produzca el estado de cosas deseado, eligiendo en una
    situación dada los medios más congruentes y
    aplicándolos de manera adecuada.. El concepto central
    aquí es el de una decisión entre alternativas de
    acción, que conlleva a la realización de un
    propósito, dirigida por máximas y apoyada en una
    interpretación de la situación.

    El concepto de acción teleológica, fue
    utilizado por los fundadores de la economía
    política neoclásica para desarrollar una
    teoría de la decisión económica, y por
    Neumann y Morgenstern para una teoría de los juegos
    estratégicos.

    La acción teleológica se amplía y
    convierte en acción estratégica cuando en el
    éxito
    que hace el agente interviene la decisión de al menos otro
    agente que también actúa en relación a la
    consecución de sus propios propósitos. Este
    modelo es
    interpretado en términos utilitaristas, como veremos
    más abajo. Se supone que el actor elige y calcula medios y
    fines para obtener la mayor utilidad.

    2.- Nuestro autor nos dice "El concepto de
    acción regulada por normas se refiere no al
    comportamiento
    de un actor en principio solitario que se topa en su entorno con
    otros actores, sino a los miembros de un grupo social
    que orientan su acción por valores
    comunes" (Habermas, 1987, 123).

    Es así como el actor observa o viola una norma
    cuando se presenta la ocasión para que la norma se
    aplique.

    Las normas expresan un acuerdo existente en un grupo social;
    y todos los miembros de un grupo para los que rija determinada
    norma tienen derecho a esperar, que en determinadas ocasiones o
    situaciones se ejecuten u omitan, respectivamente, las acciones
    obligatorias o prohibidas. El concepto central de observancia de
    una norma significa el cumplimiento de una expectativa
    generalizada de comportamiento. Este modelo normativo de
    acción es el que subyace a la teoría del rol
    social.

    El concepto de acción regulado por normas tuvo
    una significación especial en el desarrollo de la
    teoría sociológica, a través de Durkheim y
    Parsons.

    3.- Nuestro autor también nos dice "El concepto
    de acción dramatúrgica, no hace referencia
    ni a un actor solitario ni al miembro de un grupo social, sino a
    participantes en una interacción que constituyen los unos
    para los otros un público ante el cual se ponen a
    sí mismos en escena" (Habermas, 1987, 123). El actor
    transmite en su público determinada imagen o
    impresión de sí mismo al poner de manifiesto lo que
    desea, es decir, su propia subjetividad. Aquí el concepto
    central es el de autoescenificación, lo que dignifica no
    un comportamiento expresivo espontáneo sino una
    estilización de la expresión de la propias
    vivencias a fin de influir en los espectadores. Este modelo de
    acción sirve fundamentalmente a las descripciones de
    orientación fenomenológica de la
    acción.

    El concepto de acción dramatúrgica se
    utilizó a través de Goffman.

    4.- Finalmente, nuestro autor nos dice "…el concepto
    de acción comunicativa se refiere a la
    interacción de a lo menos dos sujetos capaces de lenguaje y de
    acción que (ya sea con medios verbales o con medios
    extraverbales) entablan una relación interpersonal"
    (Habermas, 1987, 124).

    Los actores buscan entenderse sobre una situación
    de acción para poder coordinar de común acuerdo sus
    planes de acción y con ello sus acciones. El concepto
    central aquí, es el de interpretación, que se
    refiere a la negociación de definiciones de la
    situación susceptibles de consenso. En este modelo de
    acción, el lenguaje
    ocupa, un sitio prominente.

    El concepto de acción comunicativa tuvo una
    significación paradigmática a través de Mead
    y después a través de Garfinkel.

    Según Habermas "llamo acciones sólo a
    aquellas manifestaciones simbólicas en que el actor…de
    la acción teleológica, la acción regulada
    por normas y la acción dramatúrgica entra en
    relación al menos con un mundo (pero siempre con el mundo
    objetivo)" (Habermas, 1987, 139). Distingo de ella, los
    movimientos corporales y las operaciones que
    se co-realizan en las acciones y que sólo secundariamente
    pueden llegar a adquirir la autonomía que caracteriza a
    las acciones, a saber, por inclusión en un juego o en un
    aprendizaje.
    Esto es fácil de ver en el caso de los movimientos
    corporales.

    Las acciones tienen aspecto de procesos observables en
    el mundo y así aparecen como movimientos corporales de un
    organismo. Estos movimientos corporales son gobernados por el
    sistema nervioso
    central y constituyen el sustrato en que se ejecutan las
    acciones; con sus movimientos, el agente o actor cambia algo en
    el mundo.

    Sin embargo, podemos distinguir los movimientos con que
    un sujeto interviene en el mundo (actúa instrumentalmente)
    de los movimientos con que un sujeto transmite un significado (es
    decir, se expresa comunicativamente).

    En ambos casos, los movimientos corporales producen un
    cambio
    físico en el mundo. En el primer caso, es causalmente
    relevante; en el segundo, semánticamente relevante.
    Ejemplos de los primeros, son: erguir el cuerpo, extender la
    mano, levantar el brazo, cruzar las piernas, etc. Ejemplos de los
    segundos: los movimientos de la boca, de los labios, de la
    laringe, en la producción fonética o de fonemas;
    las inclinaciones de cabeza, los encogimientos de hombros, los
    movimientos de los dedos al tocar el piano, los movimientos de la
    mano al escribir, al dibujar, etc.

    Danto ha descrito estos movimientos como acciones
    básicas (basic actions), lo que ha dado lugar a una amplia
    discusión, que se ha planteado por la idea de que los
    movimientos corporales no representan el sustrato mediante el
    cual las acciones entran en el mundo, sino que ellos mismos son
    acciones primitivas. Por ejemplo, girando el interruptor,
    levantando el brazo derecho para saludar; dando un
    puntapié al balón metiendo un gol. Estos son
    ejemplos que son ejecutadas mediante una acción
    básica. Una acción básica se caracteriza por
    no poder ejecutarse mediante otra acción. "Considero falso
    este concepto" (Habermas, 1987, 141).

    Las acciones son realizadas en cierto modo, mediante
    movimientos corporales, pero esto lo entendemos en el sentido de
    que el actor co-realiza esos movimientos cuando sigue una regla
    de acción, técnica o social. El concepto central
    aquí es que co-realización significa que el fin del
    agente o actor es la ejecución de un plan de
    acción, y no de los movimientos corporales con cuya ayuda
    realiza las acciones. Así que nuestro autor nos dice "Un
    movimiento
    corporal es elemento de una acción, pero no una
    acción" (Habermas, 1987, 141).

    Los movimientos corporales son similares a aquellas
    operaciones
    que Wittgenstein se vale para desarrollar su concepto de regla y
    de seguir una regla. En las operaciones de pensamiento y
    de habla, tienen siempre que co-realizarse con otras acciones. A
    lo sumo, pueden constituirse en acciones independientes en el
    marco de un ejercicio, como en el caso de un profesor de inglés
    que explica a una clase, la transformación a pasiva de un
    verbo en voz activa.

    Sigamos ahora, la línea principal de este
    trabajo, referida a que en la acción medio-fin,

    Habermas distingue dos modalidades:

    La primera, la acción instrumental, se
    rige por normas técnicas
    que descansan en un saber empírico e implican prognosis
    observables sobre acontecimientos observables que pueden ser
    físicos o sociales. Así por ejemplo, para llevar un
    hombre al
    espacio, se requieren algunos aparatos con estas y otras
    condiciones; o si se introducen estos y otros factores en la vida
    social, como una mejor calidad de
    vida traducida en menos enfermedades en la población adulta, entonces en el plazo de
    una década la productividad de
    la población económicamente activa se
    habrá elevado entre un 8 a 10%.

    La segunda es decir, La acción
    estratétiga o elección racional
    , "se orienta
    por estrategias
    basadas en un saber analítico" (Gabás, 1980, 104),
    es decir, a partir de ciertas reglas de preferencia o sistemas de
    valor y de
    máximas generales se deducen correcta o falsamente ciertas
    consecuencias. Por ejemplo, el dinero ha
    de invertirse de manera tal que conserve su valor y
    produzca altos beneficios . Esto se da en las autopistas de
    peaje, por lo que es aconsejable invertir en la construcción de autopistas; la democracia
    tiene estas ventajas ..y la dictadura
    estas otras.

    TEORÍA Y
    PRAXIS

    Luego de los fracasos dentro de el pensamiento de
    la escuela
    crítica y la falta de homogeneidad en los diferentes
    aspectos de una teoría analítica de lo social,
    nació una línea de pensamiento, dentro del seno
    mismo de la Teoría Critica, que tuvo sus orígenes
    en la praxis de la interacción intersubjetiva, mediada por
    el
    lenguaje.

    Su exponente más significativo fue Jürgen
    Habermas. Este autor, mediante una crítica del marxismo,
    llega a una conclusión que no es más que la
    historia ampliada en el sentido de la teoría de la
    acción: si la forma de vida humana se caracteriza por la
    consecución del entendimiento en el lenguaje, entonces no
    es posible reducir la reproducción social a la sola
    dimensión del trabajo, como proponía Marx. La idea de
    la intersubjetividad lingüística de la acción
    social constituye el fundamento de esta concepción.
    Habermas deduce esto mediante un estudio de la filosofía
    hermenéutica y el análisis del lenguaje de
    Wittgenstein (el célebre representante de lo que se ha
    dado en llamar "la escolástica del siglo XX", el autor del
    Tractatus logicus matematicus) ; este análisis deriva a la
    consideración de que los sujetos están ab initio
    unidos entre sí por medio del entendimiento
    lingüístico, respaldado en las estructuras
    lingüísticas; consiguientemente la intersubjetividad,
    constituye, para que sea posible el entendimiento
    lingüístico entre individuos, un requerimiento
    esencial para la reproducción social.

    Para Habermas la
    comunicación lingüística (con sus niveles
    de intersubjetividad) es el medio que les permite a los
    individuos garantizar la reciprocidad de la ubicación y
    noción de sus acciones, reciprocidad necesaria para que la
    sociedad resuelva los problemas de
    reproducción material. Así reformula los postulados
    de la vieja teoría crítica, añadiendo
    diferentes categorías en los dos conceptos de
    acción, trabajo e interacción.

    A pesar de que existieron muchos proyectos
    teóricos, todos convergen o bien persiguen el mismo
    objetivo: la fundamentación teórico-comunicativa de
    una teoría crítica de la sociedad. Lo que trata de
    demostrar en definitiva es que la racionalidad de la
    acción comunicativa es un presupuesto
    esencial del desarrollo
    social.

    Este autor en su libro
    Teoría y Praxis nos introduce sus objetivos
    principales:

    a)El aspecto empírico de la relación de
    ciencia, política y opinión
    pública en los sistemas sociales.
    b)El aspecto epistemológico de la conexión de
    conocimiento e
    intereses
    c)El aspecto metodológico de una teoría de la
    sociedad que debe poder tomar sobre sí el papel de la
    crítica.

    a)Opinión
    pública: Habermas advierte las contradicciones
    inherentes existentes en los postulados del sistema
    económico capitalista con los requerimientos de los
    procesos de formación de la voluntad en la democracia
    liberal actual. El principio de la publicidad, que
    sobre el fundamento de un público de personas privadas,
    educadas, razonantes y que disfrutan del arte y en el
    medium de la prensa burguesa,
    había sido obtenido, en primer lugar, con una función
    inequívocamente crítica contra la praxis secreta
    del Estado absolutista, y que había sido anclado en las
    formas procesuales de los órganos del Estado de
    derecho, tal principio, es reconvertido para fines
    demostrativos y manipulativos. (Habermas, Teoría y Praxis,
    p.15)
    b)Conocimiento e
    intereses: Los ámbitos objetuales en que se desarrollan
    las ciencias
    empírico-analíticas y las ciencias
    hermenéuticas se encuentran fundamentados en la realidad,
    que el individuo trata de descifrar con la ayuda de la
    técnica y de el entendimiento
    (intersubjetividad).

    Estos dos puntos de vista expresan intereses que
    guían el
    conocimiento y que, antropológicamente, están
    muy profundamente arraigados; intereses que tienen un status
    cuasitrascendental.(…)Ciertamente, expresión
    <<intereses>> debe indicar la unidad del contexto
    vital en el que está encapsulada la cognición: las
    manifestaciones susceptibles de verdad se refieren a una realidad
    que es objetivada como realidad en dos contextos diferentes de
    acción-experiencia, esto es, es dejada al descubierto y
    constituida al mismo tiempo; el
    <<interés>> que está en la
    raíz establece la unidad entre este contexto de constitución, al que el
    conocimiento está ligado retroactivamente, y la
    estructura d
    las posibles utilizaciones que pueden encontrar los
    conocimientos.

    c)Aspecto metodológico: para este autor es
    necesaria una reformulación de la Teoría
    Crítica, en cuanto a su contexto de utilización. Lo
    vemos reflejado en la siguiente cita:
    El paradigma ya
    no es la observación, sino la interrogación,
    así pues, una comunicación en la que el que comprende
    debe introducir, como de costumbre, partes susceptibles de
    control de su
    subjetividad para sí poder encontrar al otro que
    está enfrente de él al nivel de la
    intersubjetividad de un entendimiento posible general.
    Por otro lado la ejecución del programa
    deconstructivista, entendido éste bien como la
    constatación de la insuficiencia del marco estructuralista
    (en la manera que fue concebido por su fundador Derrida, en un
    primer momento) para dar cuenta del significado de etiquetas,
    signos, o metáforas institucionalizadas, o bien como en su
    versión mas extrema la representada por filósofos y críticos de la Postmodernidad, tales como Lyotard o Ricoeur que
    sostienen (o se resignan a admitir) la llamada "infinitud del
    signo", parece poner en peligro una concepción de los
    fenómenos sociales, y de las estructuras simbólicas
    que conforman, basada en el materialismo
    histórico. Si la interpretación de estas
    estructuras simbólicas, o incluso su forma, no es el
    resultado de procesos históricos, sino que es hasta cierto
    punto libre, o relativa, parece obvio que sobre los fundamentos
    ideológicos de la Teoría Crítica, se cierne
    la amenaza de verse descolgados de la Praxis. Este parece ser el
    gran campo de batalla hoy en día dónde ,en distinto
    grado, se enfrentan Garantistas, Minimalistas y
    Abolicionistas.

    No obstante, es necesario reconocer que la sociología crítica se guarda de
    situarse al final de la universalidad de una teoría,
    poniendo de relieve la
    reducción de todos los conflictos
    sociales a los contenidos de la tradición cultural,
    destacando en ello la potencialidad de la Teoría
    Crítica. Coincidentemente, en un bello pasaje de su obra
    Las ciudades invisibles, Italo Calvino describe este mismo
    proceso, universal para todas las formas de
    civilización:
    De la ciudad de Zirma los viajeros vuelven con recuerdos muy
    claros: un negro ciego que grita en la multitud, un loco que se
    asoma en una cornisa de un rascacielos, una muchacha que pasea
    con un puma sujeto por una traílla. En realidad muchos de
    los ciegos que golpean con el bastón en el empedrado de
    Zirma son negros, en todos los rascacielos hay alguien que se
    vuelve loco, todos los locos se pasan horas en las cornisas, no
    hay puma que no sea criado para el capricho de una muchacha. La
    ciudad es redundante: se repite para que algo llegue a fijarse en
    la mente. ("Las ciudades y los signos.2", p. 27)

    Resumen
    General:

    Habermas propone un modelo que permite analizar la
    sociedad como dos formas de racionalidad: La racionalidad
    sustantiva del mundo de la vida y La racionalidad formal
    del sistema.

    El mundo de la vida representa una perspectiva interna
    como el punto de vista de los sujetos que actúan sobre la
    sociedad

    El Sistema representa la perspectiva externa, como la
    estructura sistémica (la racionalidad técnica,
    burocratizada-weberiana, de las instituciones).

    Habermas estudia a la sociedad como un conglomerado de
    sistemas complejos, estructurados, donde el actor desaparece
    transformado en procesos.

    Habermas en Teoría de la Acción
    Comunicativa, denomina acciones sólo a aquellas
    manifestaciones simbólicas, la acción regulada por
    normas y la acción dramatúrgica entra en
    relación al menos con un mundo, pero siempre con el mundo
    objetivo.

    A la esfera del trabajo, contrapone el ámbito de
    la acción comunicativa, que define como "una
    interacción mediada por símbolos". Dicha
    acción tiene como núcleo fundamental las normas o
    reglas obligatorias de acción que definen formas
    recíprocas de conducta y han de ser entendidas y
    reconocidas intersubjetivamente.

    Este tipo de acción da lugar al marco
    institucional de la sociedad en contraposición a los
    sistemas de acción instrumental y
    estratégica.

    Nuestro autor define el trabajo
    como "una acción medio-fin que para conseguir tal o cual
    fin, has de utilizar estos y los otros medios".

    Distingue dos modalidades: la acción instrumental
    y la acción estratégica (elección
    racional).

    La acción instrumental (técnica,
    estratégica) se mantiene subordinada a las tradiciones
    legitimantes. En la sociedad capitalista se amplían cada
    vez más, los subsistemas de acción instrumental,
    particularmente, la economía.

    El tipo tradicional de racionalidad comunicativa se ve
    confrontada en los tiempos modernos con la nueva racionalidad de
    tipo científico-técnico (instrumenta). En dicha
    confrontación, sale derrotada la anterior racionalidad
    comunicativa, en virtud de que la interpretaciones
    mítico-religiosas son sustituidas por las interpretaciones
    científicas.

    Habermas plantea la necesidad de una pragmática
    universal, una ciencia del lenguaje basada en estructuras
    universales y válidas en cualquier situación y
    contexto comunicativo. La pragmática universal pone de
    manifiesto las condiciones lingüísticas que hacen
    posible la razón comunicativa. Es a través de ella
    que, la razón deviene en razón
    comunicativa.

    De la multitud de conceptos de acción, empleados
    en teoría sociológica, Habermas, las reduce a
    cuatro:

    1.- El concepto de acción
    teleológica
    que ocupa el centro de la teoría
    filosófica de acción desde la época de
    Aristóteles. El actor realiza un fin o hace
    que se produzca el estado de cosas deseado, eligiendo en una
    situación dada los medios más congruentes y
    aplicándolos de manera adecuada.

    2.- Nuestro autor nos dice "El concepto de
    acción regulada por normas se refiere no al
    comportamiento de un actor en principio solitario que se topa en
    su entorno con otros actores, sino a los miembros de un grupo
    social que orientan su acción por valores
    comunes"

    3.- Nuestro autor también nos dice "El concepto
    de acción dramatúrgica, no hace referencia
    ni a un actor solitario ni al miembro de un grupo social. El
    actor transmite en su público determinada imagen o
    impresión de sí mismo al poner de manifiesto lo que
    desea, es decir, su propia subjetividad.

    4.- Finalmente, nuestro autor nos dice "…el concepto
    de acción comunicativa se refiere a la
    interacción de a lo menos dos sujetos capaces de lenguaje
    y de acción que (ya sea con medios verbales o con medios
    extraverbales) entablan una relación
    interpersonal".

    BIBLIOGRAFÍA

    Habermas, Jürgen (1999). Teoría y
    Praxis
    , Editorial Atalaya, Madrid.

    Habermas, Jürgen (1991). La
    distinción
    , "Economía de las prácticas",
    Taurus, España,

    Cap. 3, "El habitus y el espacio de los estilos de
    vida".

    Habermas, Jürgen (1987). La Acción
    Comunicativa
    . Tomo I.Editorial Taurus. Madrid. España.

    Habermas, Jürgen (1980). Dominio Técnico
    y Comunidad
    Lingüística.
    Editorial ariel. Barcelona,
    España.

    Eduardo Tapia

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter