En la mayoría de sus cuentos, Bosch
plantea la realidad del país y el mal trato de los hombres
a sus semejantes, esto es usan la supremacía para mantener
pisoteada una clase. En sus obras literarias Bosch destaca la
miseria en que vive el campesino dominicano. Es importante
resaltar el empeño de Bosch por la condición social
humana, es una cualidad que se ha desvanecido en el corazón de
los seres humanos.
La crítica social que muestra Bosch en
sus cuentos es como un llamado a la conciencia de las
autoridades del país, que nunca resuelven los problemas
sociales en general, sino que llenan sus bolsillos y los de
un equipo que tienen a su lado. En el cuento "Dos
pesos de agua", Bosch
muestra la superstición que existe en los campos de
nuestro país, donde los campesinos depositan su confianza
en seres sobrenaturales para resolver sus problemas, -si
las personas que pueden ayudarme no lo hacen porque no sigo sus
ideologías, entonces busco alguien más allá
del sol para resolverlos-, eso es lo que hace la clase maltratada
de nuestro país y, en este caso Bosch lo plantea en su
cuento "Dos pesos de agua". Podemos decir que en este cuento se
muestran las principales características de la realidad cotidiana en
república dominicana. La vieja Remigia vive trabajando
para ayudar a su hijo, como lo hacen todas las madres humildes de
nuestro país.
Todas estas facetas de Bosch lo han llevado a la cima,
al último peldaño de la escalera del humanismo. Los
cuentos de Bosch nos adelantan su buen trabajo como presidente de
la república, porque hay una tenue relación entre
su pensamiento e
imaginación.
El dolor humano expresado en el cuento "Luis Pie", por
ejemplo nos muestra cómo se preocupa el maestro Bosch por
los humanos no importando la raza ni el color de la
piel (sin
tener que ser religioso). En este cuento se nota el desasosiego
de Bosch por los problemas que enfrentan los hombres, que de una
manera u otra, han sido castigados por la muerte del
amor. Al leer
estos cuentos nos damos cuenta del empeño de Bosch por
mejorar la situación económica de nuestro
país y servir de portavoz a aquellos que no son
escuchados.
-¡Ah pití mishe tan eperan a
mué…
Cuando una persona que se
preocupa por los demás, lee el "cueto Luis pie", es
posible que tenga que buscar un pañuelo para airear sus
lágrimas. Este es el producto de un
realismo bien
trabajado de Bosch, sin tener que llamarle pala a una pala -como
diría Oscar Wilde-. Aunque algunos olviden el desierto
después de llagar al monte y fabriquen sus propios dioses
para servirle, todos hemos observado escenas como ésta en
los campos dominicanos.
Una persona como Bosch, que soñaba con una ciudad
renovada, donde los políticos iban a dejar de tener una
finca para ir a buscar el ganado o una mina para buscar oro y
diamante como lo están haciendo ahora, no iba a realizar
ninguna actividad que promoviera la desigualdad social, pero un
grupo que
siempre se opone al desarrollo social
de "Los hijos de Machepa", fue el que se opuso al gobierno de Bosch
de 1963.
Ninguna de las imputaciones que los imperialistas y sus
títeres le hicieron a Bosch le quita de su gran valor en la
historia de la
humanidad, y en particular de la República
Dominicana.
En los cuentos de Bosch nos damos cuenta de la realidad
del campo dominicano, porque sus cuentos son como una
reflexión de su vida y los problemas políticos y
sociales de la época.
Sería difícil para los dominicanos
encontrar otra persona tan sensible al dolor humano, que se
preocupe de manera real por los problemas de los pobres y muy
pobres.
Los hombres fuertes no tocan esos temas, a ellos no les
importa lo que sucede a los débiles. Algunos hablan de
la pobreza,
pero con hipocresía. En la mayoría de los cuentos
de Bosch nos damos cuenta que su ideología era la más buena que ha
existido en nuestro país y que se haya puesto en
práctica por un político dominicano. Digo buena y
no perfecta, para seguir manteniendo la su postura como un ser no
perfecto.
Esa preocupación por los campesinos dominicanos
es un problema que no debe ser perseguido solamente por Bosch,
pero si a él sólo le preocupa el dolor humano, por
eso él sólo se preocupa relacionándolo con
los políticos de su época y con los que
todavía usan el poder para
tomar el Estado como
una empresa de
su propiedad.
Si alguien me pide una explicación clara de los
trabajos que se pasa en los campos de nuestro país puedo
explicarlo de manera práctica, pero los que no han vivido
en la miseria no pueden defender a los pobres campesinos que
muchas veces son las ocho de la noche y todavía no saben
que van a comer.
Este fragmento de una entrevista a
Juan Bosch se encuentra en el libro "La
narrativa de Bosch" de Bruno Rosario Candelier:
"Desde que empecé a escribir tuve el
propósito de darles a conocer a los lectores de mis
cuentos la forma miserable en que vivía el campesino
dominicano, que era entonces la mayoría de la población (…) la mayor parte eran
campesinos pobres, nacían, vivían y morían
sin haber un par de zapatos, y usaban solamente lo que ellos
llaman una remuda, es decir un pantalón y una camisa todo
el año, y tenían otra remuda para cuando iban al
pueblo o a misa. Lo que yo quería era el género de
vida que hacían el campesino dominicano y su ignorancia
debían ser una preocupación social".
Es eminente reconocer el gran trabajo de Bosch, en un
país donde cada quien lucha por su bien particular,
abusando del poder. Aunque me acusen de político sin
serlo, tengo que reconocer el trabajo
hecho por el maestro y si hubiese sido político no hay
otro camino a seguir, sino el que se rija por las excelentes
ideas del maestro.
Los políticos dominicanos en su gran
mayoría, después que llegan al poder se olvidan que
en los lugares más lejanos del campo y en la penumbra de
la ciudad habitan seres humanos. Todo dominicano debe reconocer
el trabajo realizado por el prof. Juan Bosch en la
república dominicana. Estudiar con diligencia a este
eminente maestro o simplemente leer e interpretar sus
cuentos.
-malagradecidos que son Herminia…
Esta frase tomado del cuento "los amos" me lleva a
comprender con mayor exactitud el esfuerzo de don Juan por los
campesinos dominicanos. Cuando ya el peón no sirve para
nada el amo lo que quiere es expulsarlo de su finca porque no lo
está ayudando en nada y puede darle problema. Don
Pío, llama malagradecido, a Cristino, porque cuando ya se
estaba muriendo le dio medio peso para que se vaya, pero
después quiere que trabaje sin poder. Si el lector conoce
el campo se va a reconocer que lo que Bosch plantea en sus
cuentos es una realidad de un mal que afecta a los campesinos. En
el cuento "Los amos" Cristinos se para hasta que se mejore,
mientras su amo lo ataca para que vaya rápido,
diciéndole que la calentura es algo común en
él. Con esto no digo que el cuento es real, pero esta
excelente manera de elegir el tema hace del maestro Bosch un
defensor del campesino dominicano, y nos damos cuenta que la
elección del tema -un gran valor literario del maestro-,
también sabemos que es un empeño por dar a conocer
la situación en que se encuentra el campesino dominicano y
los pequeños burgueses pobres y muy pobres". En el cuento
"En un bohío" se puede notar desde el principio hasta el
final la esencia del tema. Esto se ve a diario en los campos de
nuestro país, y no sólo en los campos, sino en los
lugares donde existen personas que como las del cuento han sido
castigadas por la pobreza.
Cuando tenía 8 años, recuerdo que una
señora envió a su niño a comprar dos huevos
de pan y su hermano desesperado por ver lo que llevaba le
partió los huevos en los bolsillos, ensuciándole
los pantaloncitos azules y dejando los demás sin
desayuno.
El lector puede comparar este fragmento del cuento con
este pequeño ejemplo que acabo de poner tomado de las
cosas que he visto que le suceden a las familias pobres que
duermen y despiertan sin saber que van a desayunar ni
cenar.
…La había mandado con media docena de
huevos que pudo recoger en nidales del monte para que lo cambiara
por arroz y sal.
¿Qué difícil es esperar con la
barriga vacía hasta que la niña llegue con el arroz
y la sal y cuando regresa llega llorando que el arroz se le
botó en el agua? Esas
personas que siempre dicen que la economía está
buena nunca han pensado en aquellos que no tienen con que
endulzar una china cuando
llega la cosecha; ni en los que recogen el orégano para
venderlo y si se le moja no consiguen nada y su trabajo fue en
vano.
¿Dónde está don Juan, el
único que se acordó de los pobres? ¿Le
conviene a los "Tutumpotes" que alguien luche por "Los hijos de
Machepa"? En ninguna manera, esto se mantienen en secreto
exhibiendo los adornos de la ciudad para que nadie se dé
cuenta de lo que hay detrás. No caminan por los callejones
que caminaban cuando querían que el pueblo ignorante y
partidista lo eligieran. ¿Por qué no caminan por
los campos donde la gente se envuelve cada día más
en el céfiro negro de la pobreza?
Aunque a veces debemos temer que alguien disfrazado nos
engañe, hay que buscar en medio del trigo dónde
está la cizaña, porque muchos necesitan ayuda y
nunca lo reciben y si consiguen algo es cuando ya no hay
remedio… todavía existen madres de esas que dan
cualquier cosa por sus hijos, aunque en su interior esté
llena de vergüenza.
-Bájese…
Pero cuando vio que su niña llegó llorando
se olvidó de que había solicitado una ayuda.
¿Quién como Bosch? Quien aprovecha su gran valor
literario para dar a conocer al mundo los problemas que afectan a
aquellos que no tienen voz. ¿Suceden estas cosas que
plantea Bosch en los campos dominicanos? Este altísimo
valor literario de Bosch de llevar la miseria de los campos
dominicanos a narraciones nos permiten recordar a nuestros
familiares y a nosotros mismos cuando somos arropados en la
miseria que arropa las madres humildes de los campos de
república dominicana. Estas mujeres sufren por ellas y por
sus hijos. Cuando la miseria las arropa hasta el punto que no
pueden conseguir dinero para el
sustento de los mismos. Muchas madres tienen que convertir a los
hijos en padres de familia para que
las ayuden a aumentar sus "ingresos".
¿Es correcto esto de parte de las madres campesinas?
¿O es mejor dejarlos morir como pollitos? Es verdad, unos
letreros que por ahí dicen que LOS NIÑOS
NO PUEDEN TRABAJAR, ES TIEMPO DE
ESTUDIAR. En verdad esto tiene mucha importancia, pero los
campesinos ¿Cómo estudian? ¿Cómo
compran sus lápices y sus cuadernos si no recogen café,
tumban cacao o venden chinolas…? En nuestro país se
habla de evaluación
socio cultural, pero después que los estudiantes
están en las aulas ¿Quién se preocupa?
¿Y los venden china para estudiar? ¿Es una
irresponsabilidad de la mamá permitir que su hijo venda
china? ¿Es la señora Remigia un modelo de las
madres que dan la vida por sus hijos?
-Pa ti trabajo, muchacho… No quiero que pases
calores, ni que te vayas a malograr como tu taita.
Muchas personas en los campos piensan que pueden ser
ayudados por aquellos que han muerto y que según ellos se
encuentran pagando la pena en el purgatorio. ¿Es la
señora Remigia un modelo de estas mujeres?
-Dele ese ríal fuerte a las ánimas pa que
llueva, Felipa.
¿Existen personas en el campo que se preocupan
por el progreso de los jóvenes? ¿Para qué se
robó Floro el caballo en la obra Camino Real? Cuando en el
grupo de los campesinos unidos trabajando como burros hay uno que
quiere darle la enseñanza verdadera, esto no le conviene al
amo, porque esa persona se convierte en líder y
puede darle fuerza al
grupo o ser la voz de ellos. Juan sintió tanto apoyo de
sus compañeros que Floro un hombre honrado
quiso robarse un caballo para venderlo en cuarenta pesos y darle
su pasaje de ida. Así como Floro hay muchos hombres buenos
en los campos, pero no soportan que un descarado los
engañe ni a ellos ni a sus amigos. Así como Juan
(en el cuento) hay muchos hombres que quieren progresar pero no
pueden porque la vida no le ha pagado bien y no pueden ir a las
universidades.
Como ya he dicho, todos los cuentos de Bosch manifiestan
un interés
por mejorar la situación económica y social del
país.
Este fragmento del cuento Camino Real me conmueve de tal
manera que nunca lo he olvidado:
-¿Por qué robaste, Floro? -pregunto de
improviso.
El mira asombrado y calla. De seguro
había olvidado aquello. Además en el Cibao es
deshonra robar. Pero apagadas y lentas, me llegan sus
palabras:
-yo estaba cansado de verlo a usté
asina.
-¿A mí? -inquirió
-Tenía ganas de que usté tuviera cuartos
para dirse.
Todos debemos recordar y valorar el esfuerzo del maestro
Bosch, tanto para seguir luchando por el bienestar de la nación
como para ser buenos cuentistas en el futuro, como el mismo lo
dice en "Apuntes sobre el arte de escribir
cuentos": para ser buenos cuentistas hay que leer aunque sea los
tres primeros párrafos de los grandes maestros. y Bosch
fue un buen lector de las obras de Kipling, Mann, Quiroga,
Maupassant, entre muchos más que no voy a
mencionar.
Muchas personas todavía ni siquiera saben la
causa de la derrota del gobierno de Bosch, porque los enemigos de
la libertad le
han enseñado cosas muy ajenas a la realidad.
Si los dominicanos no se merecen un gobierno
verdaderamente democrático, respetuoso de los derechos humanos
y defensor de la soberanía nacional, entonces se
podría decir crudamente que el derrocamiento de Bosch es
una muestra de ignorancia del pueblo dominicano. Ya he dicho que
no estoy haciendo un enfoque político del maestro, pero si
hablamos de su preocupación por los dominicanos, entonces
vale la pena decir algo acerca de su brillante propuesta de
gobierno.
"No me importa nada más. Para mí, los
honores, los bienes reales,
la nombradía, la gloria, nada de eso significa nada, lo
que significa, lo que tiene importancia para mí es
servirle al pueblo haciendo bien lo que tengo que hacer. (La
narrativa de Juan Bosch, p. 254)".
Esas brillantes palabras nos llevan a reconocer la
honestidad y
el amor por el
pueblo, principales cualidades del profesor Juan Bosch. De
ahí que cuando leemos sus cuentos, parece que estamos
contemplando los problemas sociales y económicos que vive
el país y que afectan a los más pobres, hasta el
punto que los que han vivido como ellos, y conocen aquellos que
se acuestan sin saber que comer en la mañana y tienen que
levantarse antes de rayar el alba para ir al conuco a sembrar la
yuca y a mojar el orégano para ver si algún
día comen. Los niños más pequeños lo
dejan con un pan o una yuca y toman los de 8 años en
adelante para irlos acostumbrando al trabajo. "Para que cuando
sean grandes no se dejen morir". Otros dejan sus sembrados
ahogados en medio de las malezas para trabajar como peón
en otro conuco o en cualquier finca que encuentre trabajo, para
poder mantener a los niños que esperan hasta la seis de la
tarde. Los que alquilan el caballo para poder comprar comida. Las
que venden frutas. Las que vende huevos para poder endulzar el
café. Yo puedo explicar claramente lo que se pasa en los
campos olvidados, pero es mejor mantenerlo en secreto. No hay
otro Bosch que dé a conocer la miseria del campesino
dominicano a través de sus cuentos, porque eso no es lo
que interesa, lo que interesa es decir que la economía
está buena. Esta labor de Bosch de llevar la miseria de
los campos de nuestro país a lo lectores de sus cuentos
nos muestra su rostro humano y la preocupación social por
mejorar la calidad de
vida de los dominicanos.
Santo Domingo 16/03/2002
Hermes De Paula