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- Notas
En esta monografía
me ocupo de los inmigrantes llegados a la Argentina entre
1850 y 1950 que se destacaron en la daguerrotipia y la fotografía.
"Priamo y Cuarterolo coinciden en que la
desaparición del daguerrotipo marca un punto
importante en la historia de la fotografía
–señala A. Cuch. La creación de Jacques
Daguerre dejó de ser utilizada en 1865, aunque algunos
fotógrafos
llegaron a usarla hasta 1870, pero de manera excepcional.
Aquellas imágenes
sobre una chapa de cobre,
enmarcadas en delicadas cajas de tafilete, de precio
elevado, solamente accesibles para gente con pequeñas
fortunas, fueron reemplazadas por la fotografía sobre
papel".
"El precursor porteño de este nuevo formato para
la fotografía se llamaba Juan Camaña, quien
realizó las primeras fotos sobre
papel con
imágenes positivas en 1853, en su local de
la calle Chacabuco 60. Con el tiempo se crearon
los negativos, lo que permitió que se pudieran obtener
copias de una misma foto, aunque a un costo dos o tres
veces superior al de los daguerrotipos. Para estar a la par de
los avances de la época, los daguerrotipistas se
perfeccionaron y dejaron de denominarse profesores. Ya eran,
simplemente, fotógrafos".
"Paralelamente a las fotografías sobre papel se
comenzó a trabajar con ambrotipos y ferrotipos. Los
primeros eran fotografías realizadas sobre placas,
similares al daguerrotipo, pero con una imagen más
nítida. Los ferrotipos tenían un mecanismo similar,
aunque con la diferencia de poder obtener
una foto al minuto, por lo que los fotógrafos que la
comercializaban fueron denominados "minuteros". De cualquier
manera, en ambos casos no podían obtenerse copias. Todas
eran imágenes únicas. Situación que
sorprende, porque primero se descubrió la
fotografía sobre papel y luego el ambrotipo y ferrotipo,
lo que equivale -en apariencia- a un retroceso. En Europa y en los
Estados Unidos
se conocieron en el orden inverso, haciendo caso a la lógica"
(1).
Entre los daguerrotipistas y fotógrafos, hubo
inmigrantes que trajeron su profesión de sus lugares de
origen, o se formaron en la nueva tierra. "Al
igual que en todos los países latinoamericanos
–destaca Luis Príamo-, los primeros
fotógrafos que actuaron en la Argentina fueron
extranjeros, la mayor parte europeos y algunos norteamericanos.
En 1843 el inglés
John Elliot inauguró su estudio de daguerrotipia en los
altos de la Recova Nueva 56, plaza de la Victoria, el primero de
Buenos Aires y
el país. En los meses y años subsiguientes
numerosos apellidos de origen anglosajón, francés,
italiano, alemán, y también español –
aunque muy pocos pertenecientes a argentinos nativos -, siguieron
encabezando los avisos publicitarios de casas fotográficas
en Buenos Aires y
el interior. (…)Según Abel Alexander, en los
últimos años del siglo pasado, y coincidiendo con
el aluvión inmigratorio, la cantidad de fotógrafos
italianos que trabajaba en el país era ampliamente
mayoritaria entre los extranjeros, e incluso respecto de los
fotógrafos argentinos en actividad." (2).
El fotógrafo Benito Panunzi nació
en 1819; falleció en Buenos Aires en 1894. "Comenzó
su labor en Buenos Aires en 1868, fundando el estudio
Fotografía Artística, en la calle Cuyo 55.
Especializado en retratos y fotografías de indios y
gauchos tomadas en su propio entorno, sus imágenes se
vendían por entregas bajo el título de Album
Panunzi. También se desempeñó como
arquitecto, ingeniero, dibujante y docente de la Sociedad
Estímulo de Bellas Artes" (3).
"Según el censo nacional de 1869 Benito Panunzi,
fotógrafo instalado en Cuyo 56 de la ciudad de Buenos
Aires, tenía entonces 59 años y era soltero.
Había nacido en Amelia, Umbría, y llegó a la
Argentina alrededor del año 1861. Tuvo su primer estudio
fotográfico en 25 de Mayo N°. 25, llamado La
Fotografía de Mayo, y hacia 1865 se trasladó a Cuyo
57 o 55, – ya que en sus cartones fotográficos figuran,
indistintamente, ambas direcciones – donde puso la
Fotografía Artística".
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