La marginación de los homosexuales en el ámbito familiar, laboral y educativo en costa rica
Indice
1.
Introducción
2. Marco
Teórico
3. La discriminación del
homosexual en el ámbito familiar
4. La marginalidad laboral que se ejerce
sobre los homosexuales en Costa
Rica
5. El Sistema Educativo propulsor de prejuicios y
estereotipos
6. Conclusiones
7. Bibliografía
- Justificación del Problema
La homosexualidad
no es una orientación exclusiva del siglo XX, es tan
antiguo como el heterosexualismo; ejemplo de ello son algunos
versículos presentes en la Biblia; en ella se encuentran
datos de esta
conducta sexual,
tal es el caso de Levíticos 18:22: "No te echarás
con varón como con mujer; es
abominación"; en el Nuevo Testamento,
específicamente en Romanos 1:26-27: " Por esto Dios
dejó que fueran presa de pasiones vergonzosas: ahora sus
mujeres cambian las relaciones sexuales normales por relaciones
contra la naturaleza. Los
hombres, asimismo, dejan la relación natural con la mujer y se
apasionan los unos por los otros; practican torpezas varones con
varones y así reciben en su propia persona el
castigo merecido por la aberración." Y por último
en la 1ª Carta a los
Corintios, capítulo 6, versículo 9: "¿No
saben acaso que los injustos no heredaran el Reino de Dios? No se
engañen: ni los que tienen relaciones sexuales prohibidas,
ni los que adoran a los ídolos, ni los adúlteros,
ni los homosexuales y los que solo buscan el placer."
También se sabe que en el viejo continente
especialmente en la Época de Oro, en Grecia el
homosexualismo se practicaba y era exclusivo de las clases altas
(www.rfsl.se/texter/homokaerspansk.html). En el
año 500 a.C. en la Isla de Lesbos en Grecia, la
poetisa Safo educaba a las muchachas, esto le ha dado el nombre a
la homosexualidad
femenina (lesbianismo).
Para el siglo XIV cuando la Iglesia
Católica era el eje central de todo Estado
"…las minorías incluyendo judíos, herejes y
sodomitas serían perseguidos" (Ibídem) Por esta
razón "…los homosexuales callaron durante los
siglos siguientes pues esta práctica era condenada
legalmente en muchos países"
(www.familyradio.com/otero/frames/ estudios/LHO.html).
Para el siglo XIX la psiquiatría
convertiría la práctica en una patología
(Schifter, 1997, pp. 172), esta respuesta fue bien recibida por
la sociedad pero
años después "es cuestionada por verdaderos
profesionales ya que los que formularon esa tesis nunca
formaron escuela"
(Schifter, 1989, pp.173)
En el siglo XX se buscaba una respuesta al porqué
de la homosexualidad, y para conseguirla muchos psiquiatras,
sexólogos y médicos hicieron varias investigaciones y
tratamientos para dar con la raíz de esta conducta.
Antropólogos dieron su punto de vista, como los doctores
Malinowki y Mead que realizaron un estudio acerca de las sociedades
primitivas y dijeron que tenían datos de que
tribus como los Trobiand o en Samoa había evidencia de que
"La práctica homosexual era aceptada". (Ibídem,
1997, pp.175).
Todos estos cambios de pensamiento
entre los estudiosos les dieron a los homosexuales cierta
confianza y para 1950 se empezaron a dar los primeros movimientos
"gays" en diferentes regiones el mundo (Ibídem, 1997,
pp.176).
A finales de los años sesenta "una ola de
protestas recorrió el orbe y en los EE.UU. los
homosexuales empiezan a manifestarse en contra del constante
hostigamiento de la sociedad"
(www.semana.com.co/users/semana/ jul28/gays.html), para la
década de los setenta hay una "nueva
concientización y un trabajo político intensivo por
los derechos humanos
de los homosexuales" (Ibídem).
En la década de los años 70's todas las
manifestaciones "gays" en EE.UU. despertaron el interés de
los homosexuales en Costa Rica, su
movimiento
comienza a fortalecerse y crean dos organizaciones
oficiales, El Triángulo Rosa y el Movimiento 5
de Abril; actualmente cuentan con su propio periódico
llamado "Gayness" y una revista
llamada "Del Mismo Sexo".
Para liberarse de la represión; en estos mismos
años "un pequeño circulo de hombres gays se
reúne en la Universidad de
Costa Rica;
con el fin de participar en un proyecto jefeado
por Alejandra Calderón en el que se intentaba defender a
los grupos oprimidos,
pero no llegó a nada" (Schifter, 1989, pp.180). Para
finales de esa década "aparece la epidemia del SIDA y la
sociedad los toma como responsables, lo que los obliga a volverse
más anónimos que nunca" (Ibídem, 1989, pp.
263)
Por esta razón, el movimiento gay en el
país toma consciencia aún más de su
represión y ya no les importa confesar su
orientación sexual; sin embargo, aún no son
aceptados por la sociedad. El trabajo que
se presenta a continuación promueve el análisis y estudio de: como la sociedad
costarricense margina al homosexual en el ámbito familiar,
laboral y
educativo.
La marginación de los homosexuales, como una
minoría, aunque creciente, es una realidad que se vive en
todos los lugares del mundo. No es algo creciente, sin embargo;
actualmente, al hacerse más evidente, la situación
ha ocasionado cuestionamientos y polémicas, en cuanto al
impacto positivo o negativo que podría tener en el
desarrollo de
las sociedades.
Por lo tanto, es necesario estudiar el nivel de discriminación y marginación en los
ámbitos citados; así como la falta de información por parte de una mayoría
que requiere ser informada; además de tener la
sensibilidad para abordar y manejar esta realidad, sin caer en
prejuicios que distorsionen el análisis de la misma.
El análisis y el estudio de este tema revisten de
gran importancia en la medida que está repercutiendo
cotidianamente en la sociedad, de ahí nuestro interés de
plantear las diferentes formas de marginación que sufren
los homosexuales en la sociedad costarricense.
Lo que pretende con esta investigación es mostrar la realidad tal y
como es, sin aumentarla ni disminuirla, ni disimularla para que
las personas que tengan la oportunidad de analizarla puedan tener
una concientización, o una idea más clara del
fenómeno homosexual y así formar una base
más amplia para tomar una actitud de
aceptación hacia esas personas.
B. Objetivos
B.1.- Objetivo
General:
Analizar las diferentes formas de marginación que sufren
los homosexuales en la sociedad costarricense.
B.2.- Objetivos
Específicos:
Investigar:
B.2.1.- Las formas de marginación que sufren los
homosexuales en el ámbito familiar.
B.2.2.- La discriminación y la explotación
laboral que se ejerce sobre los homosexuales en Costa Rica.
B.2.3.- Los prejuicios y estereotipos que se establecen en el
sistema educativo
hacia los homosexuales.
Durante el desarrollo de
la historia de la
humanidad diversos temas han acaparado la atención del hombre y
éstos han sido tan controversiales que a través del
tiempo han
originado discusiones tales en las que todavía hoy no se
ha llegado a un común acuerdo.
Todos los que preocupan al hombre generan
diferentes puntos de vista respecto a cómo solucionarlos.
Esta divergencia de opiniones conlleva a una apreciación
muy particular de los individuos que generalmente pueden
clasificarse en tres bandos: los extremistas, los opuestos a
éstos y los del término medio (www.mundolatino.
org/mundosalter/sexonomía).
Este contraste entre las distintas tendencias se hace
más evidente cuando surge el rechazo hacia el otro bando y
nace a partir de éste una serie de circunstancias que
llevan a la discriminación, el prejuicio y el
establecimiento de estereotipos
(club.idecnet.com/^!tornasdo/homosexo) con los que se formula una
idea acerca del problema.
El homosexual es precisamente uno de los individuos que
sufren más de prejuicios, marginalidad,
discriminación e incluso explotación; y el
estereotipo en torno a él
está muy bien establecido (Ibídem).
Para poder entender
el fenómeno de la homosexualidad es necesario estudiar las
teorías
que explican su origen. Schifter clasifica las teorías
en tres categorías: la de la tesis de la
enfermedad, la de la corriente contestataria y la de la
unión de ambas. En la primera se presentan aquellas en la
que se considera la homosexualidad como una causa
biológica. Diversos investigadores y psiquiatras como:
Ulrichs, Ellis, von Krafft-Ebin, Moreau y Lambroso; afirman que
la homosexualidad es una anomalía congénita y un
error de la naturaleza y que
debía ser tratada ya sea en hospitales o asilos para
"curar al enfermo" y evitar que la persona terminara
en loco o en algo parecido (Schifter, 1997, pp.
44-67).
La segunda tesis, contraria a la primera, la exponen:
Kinsey, Cleveland, Ford, Beach, Hooker, Szasz, Marmor y Freud. Todos
estudiosos comparten la idea de que la homosexualidad no es una
enfermedad, y que al igual que el heterosexualismo es una
conducta aprendida, que está estrechamente ligada a la
cultura.
También opinaron que la persona homosexual está en
todas sus capacidades para ser provechosa a la sociedad y que no
debían sufrir las presiones de la hostilidad heterosexual
(Schifter, 1989, pp. 178-195).
No obstante, no se escapa a estas dos concepciones, un
término medio en el que John Money plantea que "el
proceso de
formación de género y
de orientación sexual se establece muy temprano, a los 18
meses de edad, y que en él intervienen factores hormonales
(lo biológico) y el proceso de
socialización (lo cultural)". Creía
además que estas hormonas
predisponen hacia heterosexualidad u homosexualidad pero
será la sociedad quien lo determine. Sin embargo esta
teoría
no esta comprobada científicamente
(Ibídem).
La homosexualidad no es un fenómeno aislado, es
parte de la sociedad y ésta se divide en cuanto a su
rechazo o aceptación. Términos como marginalidad, que
se refiere al trato desigual y discriminatorio hacia grupos
minoritarios, en donde la sociedad los pone o los deja en
condiciones sociales de inferioridad (www.redestb.es/lambda/
mactual6), y algunos otros como discriminación, "un trato
desigual y desfavorable que niega derechos o beneficios
sociales a miembros de una categoría social particular;
ora imponiendo cargas especiales, ora otorgando favores
exclusivos a miembros de otras categorías: ambas
situaciones, creando desigualdades entre aquellos que pertenecen
a una categoría privilegiada y los otros no. El supuesto
de ésta es la identificación del individuo con una
determinada categoría que puede ser la raza, color, sexo, origen
étnico, religión, etc.,
atribuyéndole a ese ente las características negativas de la propia
categoría"(Feher, 1964, pp. 13) son importantes para
entender el grado de prejuicios que existe en la sociedad sobre
este tema y los estereotipos que a partir de ellos se
generan.
Prejuicio, según Gallardo, puede definirse como
"leer la realidad sin poseer la suficiente información, o con información poco
confiable sobre ella. Se tiene un prejuicio, por tanto, cuando se
juzga sin la suficiente información, o a partir de
información no criticada y, por ello, no confiable.
Actúa prejuiciosamente quien se pronuncia sobre las cosas
sin haber acumulado suficientes experiencias sobre ellas o sin
asumir su pronunciamiento como derivado de experiencias
relativas. El que posee prejuicios cree estar en posesión
de la verdad sin haberse tomado el trabajo de
tratar de construir esa verdad objetivamente (Gallardo, 1996, pp.
23).
El mismo autor se refiere al estereotipo como "una
imagen, que
sobre un fenómeno de la existencia social se forma y
aplica un individuo o un grupo humano,
en función
de sus prejuicios y no de una correcta o adecuada observación y análisis del
fenómeno. El estereotipo cumple dos funciones: a)
evita reflexionar, y b) contribuye a establecer una
autoidentificación y a definir un status o posición
social, normalmente sobre la base de la oposición positiva
(autoidentificación) y la negativa (identidad del
otro)" (Ibídem, 1996, pp. 24).
El trato discriminatorio y prejuicioso tiende a la vez a
una explotación inherente, que se entiende como el abuso
de una persona o circunstancia ya sea con respecto a sus
cualidades o sentimientos en provecho propio, obteniendo la
persona explotadora cualquier tipo de ganancia y dejando al
explotado subordinado a sus ordenes
(www.gw.com/list/arenal/homofobia). La persona homosexual
lamentablemente en muchos de sus casos no escapa a estas
circunstancias (www.accesspro.net/
shclar/estudios/homo).
Ante todas estas actitudes,
la
educación se ve como un medio formador de valores que
puedan contrarrestarlas, instauran en los estudiantes la
consciencia social y el espíritu tolerante; ya que se le
ha otorgado a la educación el papel de
socializador y por ende debe formar estudiantes capaces de
respetarse unos a otros y no crear en ellos una actitud
discriminante (Ibídem). Por lo cual el papel de
la
educación se planteará en esta investigación.
- Estrategia Metodológica
Para la realización de la presente
investigación se han utilizado varios métodos.
El primero de ellos es la investigación
bibliográfica, la cual se obtuvo en el Instituto
Latinoamericano de Prevención y Educación en Salud (ILPES), Biblioteca Carlos
Monge, Luis Demetrio Tinoco, y la red mundial Internet; cabe
señalar que en nuestro país no existe una bibliografía amplia sobre
el tema específico (la marginalidad de los homosexuales);
lo cual ha obligado a tomar las obras de Jacobo Schifter como
punto clave en la realización de esta
investigación; ya que es él uno de los principales
autores y pioneros en la investigación de los homosexuales
en Costa Rica.
Dentro del material de apoyo que se analizó se
encuentran libros,
revistas científicas, artículos de
periódicos y tesis. La otra parte de la información
se obtuvo mediante la realización de una encuesta.
Dicha encuesta se
estructuró con base en un cuestionario
específico y concretó, no muy extenso y
anónimo. Los tipos de preguntas son abiertas, cerradas y
de selección
única, facilitando así la tabulación de los
datos.
La encuesta realizada se aplicó a doscientos
(200) estudiantes ya que esta cifra representa un porcentaje
válido representativo de la población estudiantil de la Escuela de
Estudios Generales del campus universitario Rodrigo
Facio.
3. La discriminación
del homosexual en el ámbito familiar
El Sistema
Patriarcal
La homosexualidad esta fuertemente relacionada con un sistema
patriarcal, que viene desde tiempos atrás; tiene como
principio la dominación constante del hombre sobre
la mujer,
establece diferencias sociales que toman como base el sexo de los
individuos. El patriarcado se ve identificado con nuestra
cultura
occidental, es concebido como una ideología lógica
y racional.
La ideología patriarcal sostiene que tanto
el hombre como
la mujer, son dos
realidades psicológicas diferentes: uno es fuerte,
agresivo y lógico, el otro es débil, pasivo e
irracional. También esta ideología afirma que "lo
natural" es la unión matrimonial y la formación de
una familia, debido a
que la reproducción solo puede ser mediante el
coito entre ambos sexos. Con esta afirmación, de lo
entendido como "lo natural" la homosexualidad es tachada como
algo inaceptado, a causa de que el homosexual jamas podría
ser fuente de reproducción y por ende no puede establecer
una familia
biológica.
El dominio sobre la
mujer esta destinado al hombre, el patriarcado alude que
él es quien tiene acceso directo al control y la
mujer debe ser sumisa. Además se dice que ella es
dependiente biológica, mental y económicamente. Las
lesbianas como los homosexuales, rompen con estos esquemas; en el
caso de las lesbianas, escapan a ese control y a las
expectativas del patriarcado.
Por otra parte los homosexuales, en su mayoría,
no les interesa dominar a las mujeres, de hecho se identifican
con muchos de los estereotipos que se les adjudican a las mujeres
(sensibles, delicada, débiles, etc.), cuestionan de esta
manera la jerarquía y agresividad que el patriarcado
promueve como principios.
Dentro de nuestra sociedad y gracias a los estereotipos
se concibe la homosexualidad como algo análogo a lo
femenino y a la vez peyorativo, está analogía
funciona como un controlador social y provoca rechazo y
vergüenza en los varones.
"Existe un mecanismo utilizado frecuentemente en el
sistema patriarcal para la opresión de necesidades y
sentimientos en el hombre, es
el fantasma de la homosexualidad. Entenderemos por fantasma de la
homosexualidad las fantasías que se crean ante el temor de
"romper" con lo establecido; los roles y los estereotipos son los
mecanismos sociales utilizados en esa perpetuación del
status quo" (Brenes y Vega, 1995, pp. 300)
La respuesta familiar.
La develación de la homosexualidad en la familia en
la mayoría de los casos se acompaña de un momento
de crisis. Esta
crisis varia
según el proceso de identidad del
homosexual y de la dinámica familiar presente, así como
de la flexibilidad y concepción de la sexualidad que
se tenga en la misma. Después las relaciones se
transforman y va evolucionando en un proceso de
asimilación. El develamiento también se concibe
como una posible pérdida de apoyo y afecto por parte de
la
familia.
Los hombres que ocultan su inclinación sexual
deben vivir una doble vida, una en el ambiente
(lugar de reunión para homosexuales) y otra dentro de la
familia, también debe saber socializar de dos maneras
diferentes aunque tal vez sean completamente contradictorias. El
vivir esta doble vida, para algunos homosexuales, conlleva un
gasto psíquico y físico.
La familia presenta una situación donde se trate
de ocultar la inclinación homosexual de alguno de sus
miembros, el cual se debate entre
mantener o no el "secreto", pues su familia es quien lo ha
socializado con una concepción determinada sobre
homosexualidad y es frente a esta que reflexiona y llega a tomar
una decisión.
"El secreto es, en algunas familias, un elemento
estructural se trata de informaciones vinculadas con la historia del grupo
familiar, cargadas de un significado adicional y aptas para ser
ocultas parcialmente, a sabiendas de que no son desconocidas por
los otros integrantes. A menudo el secreto es para los de afuera,
pero a veces también para los de adentro, para los
integrantes del grupo familiar, lo cual determina un circuito
informacional complicado por evidencias de las que algunas son
visibles y comentadas, otras visibles pero no comentadas y otras
comentadas pero no visibles, lo cual permite cuestionar la
evidencia sobre la base de la percepción
(…) En otros términos, lo secreto se supone reservado y
oculto en tanto alejado de la vista y del comentario de los
demás y compartido entre pocos, por lo menos entre dos. No
hay secreto de uno solo. El secreto opera tanto en la mente de
quien lo comunica como en la de quien lo recibe. En el grupo
familiar ello determina series de coaliciones y asociaciones
entre algunos miembros, con la exclusión de otros. El
secreto es en realidad un metamensaje que acompaña al
mensaje que se trate" (Berenstein, 1991, pp. 39)
No se ha definido un patrón de como debe
reaccionar la familia ante la noticia de que uno de sus miembros
(en la gran mayoría los hijos) es homosexual. Es posible
que un alto porcentaje sienta un gran rechazo al inicio, pues
esta noticia surge como una sorpresa y desata la cólera;
al comprender la dimensión de las consecuencias que esto
trae en sus vidas. En el caso de los padres
"Los sueños de tener nietos, de ver a su hijo o
hija en una relación "estable", las creencias religiosas,
el miedo al ostracismo social, se confabulan para que los padres
rechacen de plano lo que es el verdadero comportamiento
sexual de su hijo" (Schifter, 1997, pp. 252).
Una mayoría de personas reaccionan con rechazo y
cólera, pero para poder expresar
esto recurren a actitudes
como: el insultar, el aplicar un concepto de
homosexual lleno de perjuicios y mitos y
basados en este querer restringir la conducta del miembro
homosexual para que no "ejerza influencia" sobre los otros
miembros, y otra actitud que resulta ser la más
cómoda es la no
querer ver lo evidente.
Es a la madre a la que se le encomienda la crianza la
educación de los hijos en esta sociedad sexista, es por
eso que ante la búsqueda de culpables el primero que
aparece es la madre. "Es la madre castradora, posesiva,
manipuladora y agresiva, a la que se responsabiliza de que su
hijo sea homosexual" (Ruitenbeek, 1987: 115).
Por esto ella se siente culpable ante el esposo y la
sociedad por no haber sido buena madre. Para el padre, por estar
influido por los valores
machistas, se le hace más difícil aceptar la
homosexualidad de su hijo, pues aceptarlo sería "una
vergüenza ante todos sus amigos, familiares y
compañeros: es una traición a todo lo que él
cree y, además, refleja mal su propia masculinidad"
(Schifter, 1997, pp. 254). Pero el padre también genera un
sentimiento de culpa por la teoría
que dice que la ausencia del padre es otro de los factores que
promueven la homosexualidad.
Después de varias etapas como: negación,
negociación, aceptación, se termina
por aceptar la homosexualidad pero no por completo.
" Es evidente que los gays no cuentan con el apoyo ni del padre
ni de la madre para sus relaciones, las cuales más bien,
provocan un distanciamiento. Los propios hijos terminan
percibiendo esas relaciones como causa del enajenamiento de la
unión familiar". ( Ruitenbeek, 1987, pp. 123)
El que la familia se cierre, aún cuando se da un
rompimiento parcial, desampara a los hijos tanto física como
emocionalmente, pues ya no habrá un padre que los ayude
cuando tengan problemas
económicos, ni tampoco tendrán una madre en quien
refugiarse cuando tengan algún disgusto o problema, sino
que contrario a eso, se encontraran con reproches o simplemente
la ausencia de una respuesta.
Pero opuesto a este panorama hay núcleos
familiares que si aceptan la homosexualidad de uno de sus
miembros, pero no las relaciones de pareja. En el caso de la
madre, por ejemplo, el que su hijo sea homosexual significa que
jamas va a salir de su casa y va a continuar la misma
relación cercana con ella.
Las madres que han sufrido gran ausencia por parte de
sus parejas casi siempre buscan tratar de sustituir a su pareja
con el hijo, entonces generan mayor tolerancia con
respecto a la homosexualidad, siempre y cuando no surja una
relación seria en la cual la madre sienta que su hijo
pueda alejarse de ese vínculo tan estrecho, es aquí
cuando se genera una lucha por alejar al hijo de esa
relación seria.
Es más fácil para la madre separar esa
unión pues cuenta con factores a favor como el que nadie
respeta esas relaciones, ninguna iglesia las
reconoce ni el Estado, los
psicólogos las retratan como enfermedades, los medios de
comunicación las señalan como
criminales.
El padre en este caso juega el papel de una especie de
espectador cómplice. Como ya se dijo antes para el padre
que su hijo sea homosexual genera una serie de conflictos y
de sentimientos de culpa, que va a disminuir escudándose
en el papel que el hijo juega para la madre y terminará
también por aceptarlo. Pero una aceptación a medias
puede traer graves consecuencias a largo plazo.
"Una aceptación a medias significa siempre que
está implícito el significado de que existen
razones de peso para que la relación nunca sea aceptada.
Esto hace que el subconsciente prive la idea de que a pesar del
cariño que se profesa en la familia y a pesar de los
esfuerzos por conciliar las cosas, no se puede aceptar la pareja"
(Schifter, 1997:259).
Restricciones para formar una familia.
En nuestra sociedad los homosexuales se enfrentan a muchos
obstáculos para poder establecerse. Aunque una gran
mayoría manifiesta el deseo de encontrar y establecer una
relación de pareja, en la práctica resulta
difícil de lograr. Muchos de los problemas para
optar por la monogamia surgen precisamente de la homofobia. Para
la pareja resulta fatídica por que le crea enemigos
internos y externos.
Unos de los problemas más serios que enfrenta un
homosexual a la hora de establecer una pareja es el espacio, la
homofobia no les permite utilizar los lugares públicos y
privados de los que disponen los heterosexuales para socializar,
cortejar y divertirse.
"En Costa Rica, los gays no pueden, con muy raras
excepciones, invitar a sus amigos, y mucho menos a su pareja, a
la casa. Una pareja no puede mostrarse afecto en público,
bailar en un salón, bar o discoteca, estar de la mano en
un restaurante, asistir a la iglesia, o ser tomados en cuenta
para las actividades familiares, políticas
o laborales". (Schifter, 1997, pp. 248).
Toda esta discriminación ha traído como
consecuencia en las sociedades occidentales, que la vida del
homosexual sea inaceptada socialmente y el resultado es que la
pareja carece de los mismos espacios, servicios,
soportes y beneficios que reciben los heterosexuales. Otro de los
grandes problemas a los que se enfrentan es el espacio laboral,
pues si existe una pareja homosexual es visto como una
inmoralidad y casi siempre son despedidos.
Como ya se había tratado antes, en la
mayoría de las familias estas relaciones no son bien
vistas, por las razones anteriormente mencionadas. Cuando un
homosexual inicia una relación, los lazos con la familia
se tensan, lo cual crea una carga de culpabilidad en el
subconsciente, además de la mayoría de los padres
usan el chantaje de que si termina con esa relación las
puertas de la casa se le abrirían de nuevo, con lo cual es
casi imposible formar una relación estable.
4. La marginalidad laboral que
se ejerce sobre los homosexuales en Costa
Rica.
La marginalización del homosexual en el lugar de
trabajo.
La población homosexual se ha caracterizado
por vivir en situaciones de desventaja y la violación
constantes de sus derechos da fe de ello. Si a
esto se suma el constante rechazo social al que se ven sometidos
se descubre que su vida no es color de rosa,
como muchas veces lo cree la sociedad.
Y es que aparte de ser un grupo altamente prejuiciado y
estereotipado, insultado, etc., una de sus mayores luchas se da
en el campo laboral, ya que es aquí donde aparecen la
mayor parte de los abusos que complementan la lista de los
problemas a que se enfrentan.
Todas estas violaciones a los derechos humanos
en las poblaciones "gay" y lésbica han seguido durante
mucho tiempo una
política
de silencio, conservada especialmente por la homofobia social. No
es pues, de extrañarse que uno de los temores más
frecuentes a los que se enfrentan estas personas, corresponde al
momento de pedir empleo y/o la
perdida de este cuando ya tienen.
(www.iglhrc.org/ern_es_jan97.)
A este respecto la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas,
dice:
"toda persona tiene derecho al trabajo de su libre
elección y a la protección contra el desempleo y a
igual salario por igual
trabajo, todo ello sin discriminación alguna por razones
de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión
pública original o social, posición
económica, nacimiento, o cualquier otra
condición,…" (Código
de Trabajo, Ley N° 2694
Sobre la Prohibición de la Discriminación en el
Trabajo, artículo 4°, pp 295-296).
No obstante, en Costa Rica se han dado casos de
discriminación clara que son ocultados o al menos
disimulados para no crear conflictos en
los cuales los patrones tengan que responder ante cargos de
discriminación.
Es lógico que así sea, pues en dos de los pocos
casos que se han llevado a la luz
pública, el patrono en cuestión es el mismo
Estado. Uno de
estos corresponde al Ministerio de Seguridad
Pública en la Fuerza
Pública. Los jerarcas de esta institución
externaron su indisposición a aceptar homosexuales en este
cuerpo de seguridad.
(Schifter, 1997, pp 381-382)
Profesionales o intelectuales, tanto homosexuales como
heterosexuales, han manifestado su desaprobación a estas
declaraciones; inclusive varios medios de
comunicación hicieron referencia a estos hechos;
así mismo es posible hallar opiniones que reflejan un alto
nivel de intolerancia del costarricense hacia los homosexuales:
"se adujeron motivos relacionados con enfermedades y
perversión…", "podrían aprovechar su puesto de
trabajo para darle gusto a sus inclinaciones…, son incapaces de
cumplir con los requisitos necesarios para trabajar como agentes
de seguridad…, su presencia restaría respetabilidad o
sometería sus miembros a la burla pública.", "Su
comportamiento
sexual desde un punto de vista social y moral es
inaceptable." El bando de los defensores alegó un acto
lesivo a los Derechos Humanos, pero su posición no fue tan
debatida como la anterior. (Ibidem)
No es solo el caso de la Fuerza
Pública; el que ejemplifica la discriminación de
los homosexuales en el campo laboral. En el Colegio Saint Paul,
en Alajuela, un profesor fue despedido por su condición de
homosexual. Las asociaciones gay-lésbicas,
específicamente el Triángulo Rosa, denunciaron este
hecho, "Esto no corresponde a un caso aislado, sin embargo, es el
primer profesor que está dispuesto a denunciarlo
públicamente". (Gayness, Nº2, 1998)
El Ministerio de Educación Pública, al
igual que en otros casos procedió con negligencia y lo
cataloga como un asunto administrativo. Esta posición fue
debatida por el Triángulo Rosa que cataloga la
situación como "una falta grave a los Derechos Humanos."
Para esta organización, la orientación sexual
de una persona no le quita el derecho de "participar" en el
proceso de educación. "Estas son acciones
privadas que no atentan contra el orden público"
afirmó. (Gayness, Nº2, 1998).
Además de estos casos hechos públicos, hay
muchos más que los homosexuales, bisexuales y/o trasvestis
no se atreven a denunciar. Ejemplo de esto lo encontramos en
varias entrevistas
realizadas por Jacobo Schifter en su libro "De
Ranas a Princesas", donde los trasvestis relatan sus malas
experiencias en el ámbito laboral, no los aceptan vestidos
de mujer y como hombres son rechazados por su apariencia de
"quebraditas". Por su baja escolaridad a los pocos puestos que
pueden aspirar son en construcciones y trabajos de
jardinería, esta por demás decir las humillaciones
y groserías que reciben a la hora de pedir un puesto;
otros con una escolaridad más alta han aspirado a puestos
de secretarías y directoras de eventos
especiales, en ambos puestos han tenido más facilidades
aquellos que "paquetean" pero al final siempre son descubiertos y
por ende, despedidos, así que no les queda más que
vender su cuerpo en los alrededores de la Clínica
Bíblica. (Schifter, 1998, pp. 52,89-92)
Algunos otros con más suerte han destacado en la
estética, el arte y la
innovación sin importar el campo de esta
última, así lo describe Adonay Villalobos " A
través de los años he escuchado a muchas personas
referirse a la gente gay-lésbica como seres verdaderamente
especiales. Seres que logramos desarrollar con el tiempo altos
grados de sensibilidad hacia la belleza del arte, la
exquisitez de la innovación, el talento de los creadores…
Existen tantas opiniones que difieren y coinciden al respecto.
Pero lo cierto es que a favor o en contra, existe una realidad
palpable sobre el aporte tan significativo
que somos para el mundo del arte. …Que diferente
sería y que gran cantidad de prejuicios se
perderían si la gente que nos ignora o rechaza como
comunidad
reconociera ese aporte tan importante que se hace hoy y se ha
hecho siempre en todas las culturas del mundo…" (Gayness,
nº2, 1998)
Desgraciadamente la raíz de toda esta
problemática se encuentra en los valores
que la sociedad considera como correctos y la homosexualidad es
un acto que se encuentra precisamente entre los antivalores. Esto
da pie a que el mismo pueblo no se subleve en contra de la
marginalización que sufren los homosexuales y se continua
explotándolos, al igual que las leyes
continúan sin ser especificas respecto a este
tema.
Actualmente los homosexuales para poder asegurarse en su
lugar de trabajo deben ser personas destacadas con una alta
disponibilidad y voluntad de servicio, su
papel es comparable al rol de la mujer, se ven obligados a
sobresalir para alcanzar condiciones de igualdad en el
trato con los demás trabajadores. (Gayness, nº2,
1998). Además, muchos se ven sometidos al despido por no
haber aceptado ningún tipo de proposición sexual
por parte de sus jefes o de alguna persona cercana a la empresa u
oficina. Esto
conlleva a que la mayoría oculten su preferencia sexual y
traten de pasar por heterosexuales. (Leznoff y Westley, 1953, pp.
59)
"Cualquiera puede ser despedido de su trabajo o echado
de su casa arrendada, así como también se le puede
impedir que ascienda en las empresas o en la
política o
bien ser privado de sus hijos y otras formas de
discriminación por no considerársele parte de una
minoría que merece ser protegida de la intolerancia social
y oficial." (Schifter, 1989, pp. 265).
Estas palabras de Schifter describen a cabalidad la
marcada discriminación que existe no solo hacia los
homosexuales sino hacia toda clase de minoritaria en Costa Rica,
que es el espacio que interesa analizar. No obstante estas
situaciones, se sabe, se repiten con mayor o menor intensidad en
todas partes del planeta.
La explotación sexual de los homosexuales.
La explotación sexual ocurre tanto en el ámbito
familiar, laboral como educativo y social, cuyas víctimas
pueden ser personas de todas las edades, sexo y clases
sociales; igualmente los explotadores.
Aquí interesa mostrar la realidad de la explotación
sexual en el campo laboral que experimentan los homosexuales en
Costa Rica. En éste como en otros tantos lugares del mundo
la realidad de la homosexualidad se hace cada vez más
visibles; lo que no se llega a ver con igual claridad son las
condiciones de explotación que este grupo
experimenta.
Prostitución
Las casas de prostitución masculinas corresponden a un
ejemplo de explotación, no sólo laboral, sino
sexual. Igual que si fuesen un local de prostitución femenino, los trabajadores del
sexo que ahí se desempeñan lo hacen en condiciones
rudimentarias y por lo general en completa precariedad en lo
referente al aseo y la salud ejemplo de ello es que
"los perros comen,
orinan y defecan dentro de esta habitación de cuatro
metros de ancho por cuatro de largo" (Schifter, 1997, pp.
22).
Esta descripción corresponde a la "Casa de
Lila", una casa de prostitución masculina ubicada en los
bajos barrios del sur de San José; donde jovencitos
atienden a sus clientes,
hombres, de muy diversa índole.
En Costa Rica esta práctica ha venido creciendo
en los últimos años y ha resultado una forma
fácil y rápida de obtener dinero, tanto
por parte del trabajador, que al verse necesitado de éste
recurre a estas prácticas; como de los dueños de
los locales, los que aprovechan la situación de sus
empleados para facturar ellos también su parte en el
negocio.
No se negará que algunos se desempeñan en
esta "profesión" exclusivamente para poder satisfacer
caprichos y lujos. Sin embargo, una gran mayoría lo hace
por las necesidades que tienen en su hogar o para poder realizar
estudios (Ibídem, pp. 50).
Retomando como ejemplo la Casa de Lila; trabajan
ahí muchachos que oscilan entre los 10 y 25 años:
"algunos son estudiantes de colegios o de universidades, otros
son bastantes instruidos e inteligentes. La mayoría son
muy atractivos y muy bien vestidos. Todos tienen un rasgo en
común; han llegado a la prostitución producto de
la pobreza en
que viven o por hogares rotos.
"Los muchachos cobran desde ¢1,000 (US $5) hasta
¢10,000 (US $40) por relación sexual y los precios
varían según las demandas del cliente"
(Ibídem, pp. 50). Los clientes de estos
centros, son de muy diversos orígenes; tanto de clase
media como de clase alta.
"Los que vienen aquí son personas de clase media,
trabajadores, algunos profesores, otros dueños de bares y
otros que si están en una clase alta". Estas son
declaraciones de uno de los muchachos que trabajan en este
prostíbulo (Ibídem, pp. 32).
Actualmente, la homosexualidad, a pesar de mantenerse como uno de
los temas tabúes, se ha transformado en un medio de
enriquecimiento fácil.
Trasvestis o transformismo
Por otro lado, en las calles, el patrón de
prostitución de los trasvestis se pone de manifiesto y
cada vez más fuerte. Desde
hace aproximadamente 10 años la zona cercana a la
Clínica Bíblica se ha convertido en un punto clave
de concentración de este grupo particular de
homosexuales.
En este punto la clientela está formada por
hombres de clase media y alta que poseen auto y pagan por el
sexo, pero también exigen belleza y "glamour".
También se da el caso de departamentos cercanos que sirven
a veces de prostíbulos ya que el cliente llega
ahí directamente (Schifter, 1998, pp. 52-60).
Ahora, los clientes buscan a los trasvestis de todo
tipo, desde los que se ven como mujeres reales hasta aquellos que
lucen más masculinos. Todo este comercio
sexual aumentó porque los hombres estaban prefiriendo a
los trasvestis antes que a las prostitutas.
El precio por el
"servicio"
varia mucho. En promedio van desde los ¢40,000 hasta los
¢150,000 a lo que debe sumarse dólares e inclusive
cheques de
viajero que en ocasiones aceptan. El interés por el dinero es
tal que muchos prefieren emigrar al extranjero donde facturan
más ganancias (Ibídem, pp. 63-65).
En este caso especial de prostitución (el
trasvestismo), los mismos trasvestis se quedan con todo el dinero que
cobran.
Saunas, salas de masajes, bares, etc.
Muchos son los lugares que como la Casa de Lila generan lucro a
los dueños y a los trabajadores. Un ejemplo de ello lo
constituyen los saunas, dirigidos en muchos casos a la clase
mediabaja; con precios
accesibles para ellos ya que oscilan entre los ¢300 y
¢350. De igual manera existen aquellos donde las tarifas
llegan hasta los ¢20,000 por sesión
(www.htb.com/ILPES).
En este tipo de actividad los trabajadores y masajistas deben
otorgar un porcentaje al dueño del sauna. Como tantos
lugares de recreación
para homosexuales (Discoteques: Deja vú, La Avispa, Los
Cucharones, Bares: Karma, Puchitos, Barra Los Bigotitos
(Bambú), Amnesia, Buenas Vibraciones, La Tertulia; Saunas:
Leblon, Dioisios, Exóticas; Bar- restaurantes: Bochinche,
Casa Mía, Kashbah, Café
Mundo, La Esquina, Dulú, Taberna Marguiss, Cockatoo;
Hoteles: Kekoldi, Colours, Joluva,
Casablanca, Kekoldi Villa La Roca; Comercios: Foto Studio Rex,
Eros Rooms. Tomado del Periódico
Gayness, Nº2, 1998) donde los dueños son personas que
sin ser homosexuales y sin sentirse identificados con su causa,
abren centros de este tipo con el único fin de llenarse
los bolsillos.
La mayoría de las actividades de este implican
sexo anónimo (no se conoce al cliente), lo cual "se
convierte en un arma casi mortal ya que esto aumenta las
posibilidades de que alguno contraiga SIDA" (Schifter,
1997, pp. 335-336).
Respecto a esto han sido realizadas campañas que
promueven el uso del condón. No obstante el riesgo
continúa latente (Ibídem, pp 336).
En la cárcel
Inclusive a las cárceles la explotación sexual de
los homosexuales ha llegado. Si bien ésta no está
basada en obtener ganancias monetarias de ellos si lo esta en
conseguir favores sexuales a cambio de
protección. Es aquí donde esta situación es
comparable a la de patrón-empleado, donde el segundo debe
complacer siempre al primero para no tener problemas. (Schifter,
1997, pp. 59)
Pero ¿cómo es posible que haya
jerarquización en las cárceles? Pues la respuesta
es muy sencilla; algunos privados de libertad
obtienen mucho poder dentro del penal por antigüedad, por
fuerza física,
por amistad con los
guardias o por tener cierto acceso a las drogas.
(Ibidem, pp. 18) Todo esto conlleva a que puedan intimidar a
otros presos y que así se produzca alguna
relación.
Las relaciones varían según el tipo de opresor. Se
puede caracterizar varios tipos de parejas homosexuales: el
"cachero" y el trasvesti, el hombre mayor y el "güila", dos
homosexuales a los que se les llaman "zorras" y las combinaciones
de todos los anteriores. (Ibidem, pp.18)
En el primer caso el "cachero" (hombre con
antigüedad en el presidio) busca a la persona que más
se parezca a una mujer y a cambio de que
el trasvesti tome el papel de compañera o amante el
"cachero" se hará responsable de él y lo
cuidará. (Schifter, 1997, pp. 19, 43, 49, 53)
En el segundo caso, el hombre mayor le brinda al
"güila" (hombre joven nuevo en la prisión), primero
una relación de amistad donde se
compromete a cuidarlo y protegerlo de abusos por parte de otros
reos y después de cierto tiempo lo convence de tener
contactos sexuales y así se constituye esta
relación. (Ibidem)
En el tercer caso, un ejemplo de pareja es el de las "zorras",
estos son dos hombres que se comportan muy masculinos y aceptan
su orientación homosexual uniéndose con otros
hombres. La última relación se produce cuando los
hombres "le son infieles a sus parejas" por obtener un poco de
droga o
dinero.
(Ibidem)
5. El sistema educativo
prepulsor de prejuicios y estereotipos
Este capítulo constituye un análisis de la
influencia que ejerce el sistema patriarcal en la
formación educativa del estudiantado en general;
así como en sus relaciones con el resto de los miembros de
la sociedad. El objetivo
fundamental es mostrar el nivel de prejuicios y estereotipos
presentes en el sistema educativo con respecto al homosexualidad;
especialmente los existentes entre los estudiantes de Estudios
Generales.
La Educación y el Patriarcado
La educación es concebida como la acción que rompe
con los esquematismos y reduccionismos mentales que promueven la
sociedad de egoísmos; la socialización de las jóvenes
generaciones a través de la experiencia de las progenies
adultas pero también un hecho social concreto, el
cual, se ejecuta lejos de las abstracciones metafísicas y
debe servir para organizar al ser humano y ayudarlo a integrarse
positivamente a la sociedad para construir el progreso de todos.
(Monge, 1987, pp.
5)
No obstante, los sistemas formales
escolarizados de educación han entrado en una etapa de
aguda crisis desde el punto de vista cuantitativo pero sobre todo
del cualitativo.
Las funciones de la
educación deben satisfacer el concepto que se
le ha dado. Sin embargo el sistema educativo costarricense, que
es el que concierne en esta investigación, degenera esas
funciones y las adapta a la transmisión de
ideologías y políticas
que obedecen a los lineamientos de la sociedad patriarcal; la
cual, cabe señalar, ha sido institucionalizada por la
clase oligárquica desde los inicios de la
república. (Schifter, 1997, pp.vi)
Sobre el sistema patriarcal se ha hablado ya en el
capítulo dos por lo que aquí únicamente se
analizará la influencia de sus ideologías en el
ámbito de la educación. Al referirnos a la clase
oligárquica, fundadora de sus principios, es
lógico que estamos hablando hoy sobre la clase
dominante.
Actualmente la educación en Costa Rica cumple con
la función
de transmitir el sistema de valores de
esta clase, imbuir al ciudadano educando de sus preceptos
políticos, formar cuadros técnicos y profesionales
que serán ocupados por ella y transmitir los conocimientos
modernos y la cultura que ella considera indispensable para
producir la sociedad paternalista. (Monge, 1987, pp.
6)
El sistema educativo, amparado bajo el manto del
patriarcado, se convierte en propulsor de prejuicios y
estereotipos que repercuten, necesariamente, en la
formación de los estudiantes. Los libros de
texto
utilizados, principalmente los de enseñanza primaria, constituyen una
importante fuente de análisis, pues es con el discurso de
estos que se introduce al niño en sus primeros años
de formación.
"A la educación es la que le corresponde
enseñara los niños y
niñas los distintos conocimientos y valores, en otras
palabras, la formación integral del infante" (Bourneuf,
1984, pp. 27) Para alcanzar dicho objetivo, la lectura se
convierte en la base de la enseñanza. Esta es "un instrumento de
comunicación en donde se puede analizar una
situación que siempre lleva un mensaje, una
significación precisa y una forma que le permite la
transmisión de este mensaje" (Ibidem, pp. 19)
Libros como el "Silabario Castellano" de
Porfirio Brenes, dejan entrever en las oraciones que presentan la
influencia del discurso
machista que caracteriza a la sociedad costarricense y que
proviene, como se señaló anteriormente, del sistema
de valores del patriarcado. Algunos ejemplos que permiten hacer
estas afirmaciones se presentan a continuación:
"Mamá amasa, usa sal, sala la masa".
Como su antítesis, el papel del padre se
sobrepone como la figura sobresaliente: "Este es papá,
papá lee, lee y suma". Por un lado el hombre, como el ser
lógico y racional y por otro, la mujer, pasiva e ignorante
(Schifter, 1997, pp. v) El libro tiene
algunas otras muestras de influencia machista: "Esa es la casa de
papá, es una casa cómoda,
papá ama su casa." "Mamá y Ana asean la casa."
Nuevamente se hace presente el rol subordinado que adquiere la
mujer.
"El Libro Primero de Lectura",
cuyas autoras son Herminia de Acevedo y Manuela Dalmaú,
tiene como personajes centrales a un niño y a una
niña. Ella se dedica a cultivar un jardín de flores
"porque estas son delicadas como la mujer", en cambio él
cultiva un huerto de "matas de maíz" que
son "altas, derechas y que parecen soldaditos", con las que luego
podrá proveer de alimento a su familia. Un hecho curioso
es que aún perteneciendo al sexo femenino, las autoras
ubican a la mujer en un plano de pasividad, casi de inactividad
si se compara con el de él varón.
El texto "Carmen
y Carlos" de Guillermo Corzo, Amanda Lemus y Blanca Putzeys,
relata la historia de Carmen, una niña que pierde su
muñeca. Carmen pide ayuda a su madre para encontrarla pero
esta responde que no sabe nada (mientras se presenta una imagen de ella
cocinando). La niña debe esperar hasta llegar su padre
para hallar la muñeca. Carmen adopta con la muñeca
el mismo comportamiento de su madre con ella. Se convierte en
quien la cuida y le da de comer. Quiere hacerle una casita pero
como es incapaz de hacerla le pide ayuda a su hermano y él
la construye.
Otra vez es obvio que la mujer está confinada a
los oficio domésticos que no implican gran desarrollo de
virtudes, mientras que el hombre, fuerte e inteligente, no solo
construye el albergue de la muñequita sino que la
encuentra cuando esta estuvo perdida.
El último texto analizado es "Paco y Lola"; de
Emma Gamboa. Si bien este libro fue prohibido por el Ministerio
de Educación Pública; muchos maestros y maestras lo
continúan utilizando, según nos contó la
maestra Leslie Acuña, de la escuela de San Felipe de
Alajuelita. En él se encuentra a parte de las imágenes
machistas, palabras y oraciones que inculca a los infantes roles
que se adoptan como correctos. De la misma manera que lo hacen
los otros autores, Gamboa delimita el rol femenino a actividades
como lavar, cocinar y coser, en cuanto el hombre lee, trabaja
fuera de la casa y en actividades en las que se requiere ya sea
de inteligencia o
fuerza física.
Este pensamiento
machista presente en los libros analizados, influye de manera
significativa en la concepción que los pequeños se
forman de los roles femeninos y masculinos en sociedad. El
patriarcado ha sembrado toda esta ideología de
dominación del hombre sobre la mujer y es algo muy
difícil de corregir sobre todo cuando la educación
lo hace prevalecer con la generación.
Pero ¿cómo afecta la influencia del
patriarcado y su discurso machista a los homosexuales? Al
establecerse los papeles, casi inamovibles, de los sexos,
cualquier alteración a la regla se vuelve intolerante.
Así, cuando un gay o una lesbiana se aceptan como tales y
los comunican a la sociedad, esta inmediatamente levanta una
barrera entre ese comportamiento "depravado" y lo normalmente
correcto. (www.accespro. net/ shclar/estudios/homo)
Recuérdese que la siguiente es precisamente una
de las funciones de la educación: transmitir la
ideología patriarcal. Y si esto se hace en los niños
desde tempranas edades, es de esperar que al crecer sean hombres
y mujeres cargadas de todo tipo de prejuicios y estereotipos,
incluyendo los involucrados en el tema de la homosexualidad.
(www. redestb.es/lambda/mactual6)
Homofobia: síntesis
de los prejuicios hacia la homosexualidad
La homofobia social
"La homofobia es el miedo y odio irracional hacia los
homosexuales ". Esta es la principal característica de las sociedades
occidentales ya que no están acostumbrados a ver con
buenos ojos este tipo de práctica por sus antecedentes de
tradición religiosa y la influencia del machismo.
(www.gw.com/list/arenal/homofobia)
En casi todas estas sociedades se fomenta el desprecio a
esta orientación sexual a través de la cultura; es
muy difícil que alguien escape a este sentimiento de
repudio, ya que la imagen del homosexual es negativa y
estereotipada.
(www.mundolatino.org/mundosalter/sexonomía)
Los medios de
comunicación ejercen una gran influencia en
la difusión de la homosexualidad como algo erróneo,
digno de repulsión y evitación. Por otra parte se
han encargado de relacionar al homosexual con el crimen y las
drogas. Cuando
se informa de cualquier delito cometido
por un homosexual se destaca su identidad sexual, mientras que si
lo comete un heterosexual se ignora.
(www.accespro.net/shclar/estudios/homo)
Todas estas situaciones fomentan aún más
la intolerancia en la población y su incapacidad de
aceptarlo como algo que inevitablemente es parte de la sociedad,
aunque esta, a través de todos sus medios, trata
de ignorarla o bien manifestándosela homofobia en un trato
de burla, malos gestos, asco, redadas, asesinatos y guerras contra
los gays y lesbianas, todo esto es un trasfondo inconsciente
debido a que la homofobia no corresponde solo a la lógica
sino también está formada de emociones.
(www.redestb.es/lambda/mactual6)
La homofobia interiorizada
A partir del momento en el cual una persona gay comienza a
desenvolverse en un medio de una sociedad cargada de
estereotipos, prejuicios y odio hacia la orientación
homosexual, este se verá obligado a reprimir dichas
tendencias por el miedo tan profundo de sentirse diferente.
(Schifter, 1989, pp.91)
El hecho de estar expuesto aun trato discriminatorio, lo
llevará a la decisión de optar por un rol igual al
de la mayoría, a pesar de que esto trae consigo graves
consecuencias en su vida, convirtiéndose él mismo
en un ser homofóbico.
(www.icer.com/2000jove/89/mirugarren)
Este factor causará un impacto muy nocivo en la
vida del gay ya que lo obligará a interiorizar los
prejuicios sociales que lo adversan provocando reprimir sus
deseos, sentimiento, su verdadera autenticidad y su capacidad de
elegir libremente su destino por temor a la opresión y
enfrentamientos con un mundo hostil, pues todo esto puede
destruir sus relaciones familiares, su amor propio y
su vida. (club.idecnet.com/^!tornasdo/homosexo)
Con tal de proteger al sujeto, el inconsciente
utilizará recursos para
luchar contra una tendencia homosexual. Esta se verá
reflejada en distintos actos, como por ejemplo: destruir organizaciones
gays o contraer matrimonio para
cumplir con los requisitos del patriarcado. Esta última es
la forma más severa de autocastigarse. Otro modo que
utilizan los homosexuales para enfrentar su rechazo hacia la
homosexualidad será "por medio de las compensaciones:
tratarán de hacer algo noble y bueno en otros campos
porque en el fondo creen que son poca cosa" (Schifter, 1997, pp.
190)
Otros, por su parte, manifiestan una preocupación
excesiva por su familia, amigos, trabajo o religión. Por
último están los que tratan de olvidar su
orientación sexual por medio de las drogas,
alcohol, la
incapacidad de enamorarse y el sexo compulsivo.
(www.familyradio.com/otero/frarnes/estudios/1ho)
Dichas situaciones pueden considerarse como una
manifestación en la sociedad que demuestra que todo lo
concerniente a un homosexual es algo perverso, insignificante,
sin valor alguno.
La homofobia pasa a formar parte de una cadena de violencia que
crea una sociedad homofóbica basada en el sistema
patriarcal que ya ha determinado lo que es o no
correcto.
Los prejuicios de los estudiantes de la Escuela de
Estudios Generales de la Universidad de
Costa Rica
Con el propósito de realizar un estudio más
profundo y cercano con respecto los prejuicios y estereotipos
presentes en el sistema educativo, se consideró necesaria
la aplicación de una encuesta en la Escuela de Estudios
Generales, la cual permite evidenciar el nivel de homofobia,
prejuicios y marginación que existe entre el estudiantado
de esta escuela.
La encuesta consta de seis preguntas, con respuestas de
opción única, abiertas, y cerradas. Su
clasificación se da por sexo y tomando en cuenta edades
desde los 17 años hasta los 35, que es el rango de edades
que abarca dicha escuela. El total de encuestados es 200
personas, de las cuales 104 son mujeres y por ende 96 son
hombres.
A la pregunta de si considera al homosexual en Costa
Rica marginado y/o rechazado, de un total de 200 personas 186,
respondieron que "Sí", 95 de ellos eran mujeres, por lo
que vemos una clara aceptación del modo de vida que la
sociedad le brinda a esta minoría.
En la pregunta sobre el origen de la homosexualidad, se
refleja un fuerte debate entre
las causas psicológicas (propias del individuo) y sociales
contra la opción que agrupa todas las expuestas como
posibles causas, sin embargo a estas, individualmente, se les
presta poca importancia.
De ahí es posible concluir que el costarricense
en general tiende a discriminar a los homosexuales, pues no saben
la causa del porque de su diferencia con los demás,
creyendo así, que están fuera de las normas
establecidas, por lo tanto, se catalogan como seres
anormales.
Hace casi veinte años se hubiera preguntado que
si se considera al SIDA un castigo de Dios sobre los homosexuales
y las 177 personas que marcaron que "No", hubiesen sido
partidarios de la respuesta afirmativa. De estas 177 respuestas
negativas 99 eran de mujeres. Una vez más se refleja el
poder de la persuasión del cual es dueño el
machismo, con su mayor representación: el
hombre.
A la siguiente pregunta, ¿deben los homosexuales
tener los mismos derechos de casarse, adoptar, etc.? Un total de
66 personas dijeron que "Sí" contra 112 que dijeron que
"No". A las otras opciones se le prestó poca
importancia.
De los 112 encuestados que respondieron negativamente, 63 eran de
nuevo mujeres. En contraste, existe cierto equilibrio
entre la respuesta "sí", ya que de los 66 partidarios de
esta opción, 34 eran mujeres y 32 eran hombres, esto
demuestra que su aceptación va en vías de
progreso.
A la pregunta que involucra el trato del amigo homosexual
recién descubierto, un total de 132 personas dijeron que
no cambiarían su trato, mientras 43 dijeron que
"Sí", como dato curioso, en varías ocasiones, los
que respondieron que "Sí" nos hacían el comentario
de que cambiar no es necesariamente para mal o para ser uno
más de los tantos prejuiciosos con que se encontraran el
resto de sus vidas, sino en el sentido de darles apoyo, de tratar
de entenderlos y ayudarlos.
Quizás una de las preguntas más
difíciles de responder a sido esta última
"¿Es normal tener sentimientos homosexuales aunque sea una
vez en la vida?" De esta pregunta un total de 97 personas
contestaron que "No" demostrando que aunque la mayoría
pareció no prejuiciosa en la pregunta anterior en esta sus
prejuicios están bien definidos, considerando anormal un
instinto tan natural y que la sociedad no ha podido borrar de
nuestro consciente pero sí a podido reprimirlo.
(www.gw.com/list/arenal/homofobia.)
Después de un periodo de búsqueda y
recolección de información suficientemente amplio
para poder sentar las bases del análisis e
investigación de un tema específico, orientamos
nuestro trabajo particularmente en el homosexual como el ser
humano quien, inevitablemente, es en el ámbito laboral,
familiar y educativo, explotado y discriminado, en la sociedad
costarricense quien crea un sin número de prejuicios y
estereotipos negativos hacia la orientación homosexual,
perjudiciales para el desenvolvimiento pleno de dichas persona,
tanto en estas áreas como en el ámbito intelectual
y emocional.
En el ámbito familiar los homosexuales rompen con
el sistema patriarcal quien establece definitivamente las reglas
que determinan los roles del hombre y la mujer en la sociedad.
Por lo tanto aquellos quienes tienen tendencias sexuales
contrarias a las normalmente establecidas, se ven obligados a
utilizar el fantasma de la homosexualidad para reprimir los
deseos "impropios" por un sistema patriarcal, quien no acepta
desviaciones.
El rechazo hacia las relaciones homosexuales se origina
debido a la necesidad de procreación que sienten dichas
personas para satisfacer sus deseos de realizarse como padres. El
temor que siente el homosexual de no ser aceptado por el
núcleo familiar, le obliga también a reprimir su
homosexualidad. La aceptación de los padres del homosexual
como tal es vital para que este acepte su sexualidad sin
represión y defina su personalidad.
Generalmente los padres que no aceptan a su hijo como
homosexual, le juzgan con un concepto erróneo de la
homosexualidad (prostitución, trasvestismo, drogas), lo
cual hace más difícil para ellos llegar a
comprender las preferencias de su hijo, quien personalmente no se
ha propuesto escoger. Pero aún cuando los padres llegan a
comprender la orientación sexual de su hijo, les es
difícil admitirlo ya que esta genera un sentimiento de
culpa y vergüenza en sí mismos. De igual manera las
madres que aceptan a su hijo homosexual, más que por estar
de acuerdo con ello, muchas veces lo hacen debido a que este
sirve de refugio cuando se presenta la ausencia de la pareja,
porque pensará que su hijo debido a su inclinación
sexual nunca podrá formar un hogar estable y así no
la abandonará.
El rechazo, represión y marginalidad hacia la
homosexualidad parte principalmente de las actitudes, modos de
pensar, costumbres, hábitos, que originan la familia como
base de la sociedad; fundándose en estas muchas de las
imposibilidades que la sociedad impone a aquellos que son
diferentes, en este caso los homosexuales, para poder socializar,
convivir con el resto de la ciudadanía y poder ser
miembros activos de una
sociedad.
En el campo laboral, los homosexuales tiene graves
restricciones para poder desarrollarse en los diferentes campos
en los cuales sus habilidades y capacidades independientemente de
su sexualidad podrían ponerse en práctica y obtener
grandes resultados, sino fuera por la discriminación que
la sociedad les impone.
Las áreas de trabajo en las cuales los
homosexuales pueden desempeñarse sin tener que enfrentarse
a la explotación o marginación son
básicamente el arte, la innovación y la estética que determinan como factor
más importante el talento del homosexual. No así en
los sitios donde lo que se toma en cuenta son los patrones
sexuales bien definidos, los homosexuales son excluidos,
básicamente en instituciones
estatales, como los ejemplos más claros que
señalamos, los Ministerios de Educación
Pública y el de Seguridad.
Por la ausencia de suficientes opciones de trabajo los
homosexuales se ven obligados a someterse a distintas formas de
explotación sexual, como la prostitución, donde la
mayoría de las ganancias obtenidas, va dirigida hacia las
personas que los protegen y que permiten su explotación,
el trasvestismo o transformismo, que les permite a los
homosexuales quedarse con las ganancias totales, y otras formas
de explotación sexual que les genera ganancias son los
negocios de
lucro como: bares, salas de masaje, saunas, espectáculos,
y demás.
En la educación notamos un deficiente sistema que
lo que promueve es la marginación y rechazo hacia los
homosexuales, esto por su definido sistema patriarcal, logrando
así que cada vez más, la repugnancia que se siente
sobre ellos se incremente, gracias a los modelos
establecidos de padre como jefe de familia, intelectual y fuerte,
y la madre, la sumisa de la casa, lava, plancha y
cose.
Los mismos libros con que enseñan a leer y
escribir refuerzan estas creencias, en vez de ir en busca del
progreso individual humano, lleva al retroceso de la mujer como
ser humano digno de respeto y
admiración, degradándola a un papel de sirvienta,
una esclava disimulada bajo el nombre de matrimonio,
mientras su esposo, es enaltecido, elevado en un pedestal, por lo
cual los hijos deben de ser bien machitos y las niñas bien
femeninas. De lo contrario toda su educación y valores se
ve dañada a causa de la homosexualidad, conllevando a que
el homosexual se sienta el culpable del desmoronamiento y
vergüenza que arrastra la familia por este hecho.
Ahora bien si el homosexual quisiera evitar la cadena de
problemas que se crearía por su confesión de
tendencias homosexuales, debe reprimir estas, autocastigandose
así y con riesgos de
destruirse a sí mismo, otros que deciden casarse, solo
realizan su sueño de paternidad y/o maternidad, pero por
cumplir con los requisitos del patriarcado será infeliz ya
que estará reprimiendo su identidad homosexual.
A todo lo anterior, llegamos a la conclusión de
que los homosexuales son seres humanos, con iguales capacidades y
deseos de superación que los heterosexuales, que merecen
las mismas oportunidades, pero ¿qué tanto debemos
ser tolerantes?
Los totales de la encuesta muestran una población
homofóbica que se contradice, concluyendo a este hecho que
el patriarcado tradicional costarricense, con su máxima
expresión que es el machismo, es la causa principal de la
discriminación hacia los homosexuales en el país,
ya que si bien es cierto que en muchas respuestas tratan de ser
abiertos, muchos se ven obligados a responder negativamente hacia
el favor de los homosexuales pues su educación no ha sido
en vano.
A esto se suma el hecho de que la educación no
hace nada para cambiar estos pensamientos o ideologías,
puesto que, como se explico anteriormente, su deber es de repetir
el viejo discurso del patriarcado, del hombre o sexo fuerte y la
mujer como el sexo débil. Por lo tanto un término
medio como la homosexualidad no puede ser aceptado, además
su metodología a la hora de lidiar con el tema
se limita a dos modos, el primero, lo evita deliberadamente, como
si fuera un cuento de
fantasía, y el segundo es seguir con su "superior"
patriarcado para terminar de marginarlo y crear más
controversia y discriminación a su alrededor.
Estos dos elementos explicados anteriormente, reflejan
la homofobia del costarricense. Decimos que esta se contradice ya
que los resultados también muestran un florecimiento de
una nueva ideología, un poco más liberal, la misma
que busca la aceptación abierta y sin tapaduras de los
homosexuales y su modo de vivir. En muchas repuestas encontramos
opiniones totalmente diferentes a las esperadas, por eso decimos
que quizá algún día la suerte de estos seres
humanos llegué a cambiar. Parecen tener rayitos de
luz, pero como
toda ideología diferente a la tradicional, le falta mucho
por recorrer, un proceso tal vez un poco más largo que el
de cualquier otra, y que quizás apenas ahora,
después de tantos años de lucha, esté
empezando.
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- Análisis del momento actual.
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Autor:
Natalia Acuña
Beatriz Elizondo
Raquel Hernández
Mónica Mora
Catalina Ramírez
Katerine Sandí
Mariela Solano
Estudiante de Derecho
Universidad de Costa Rica
Profesora Marielos Palacios
20 de
noviembre, 1998