PRINCIPIOS
FUNDAMENTALES
- Uniformitarismo
- La
estructura - La importancia del
Cuaternario - El ciclo
geomórfico - El clima
- Referencias
utilizadas
En pocas palabras, la geomorfología es la ciencia que
estudia las formas del relieve
terrestre; pues, según las partículas que componen
el término, "geo" es tierra,
"morfo" es forma y "logía" es tratado o estudio. Por lo
tanto, esta ciencia se
remite sólo al estudio de la topografía terrestre. En otras
circunstancias, en el estudio de los paisajes de otros astros
deberá omitirse el término "geo", y se podrá
decir, por ejemplo, morfología
de la luna, morfología de marte, etc. En esos casos, se
supone, que habrá toda otra serie de factores muy
diferentes a los de la tierra que
han dado lugar a la fisonomía de los paisajes en dichos
astros.
Un concepto
más completo de geomorfología aparece en el
diccionario de
Geología y
Mineralogía de Ediciones Rioduero, donde se define como la
"Rama de la geografía general que
estudia las formas superficiales de la tierra,
describiéndolas, ordenándolas
sistemáticamente e investigando su origen y desarrollo".
Interpretando esta definición, pudiera decirse
también que la geomorfología es una rama de la
geología o de las ciencias de la
tierra. Al igual que la mayoría de las ciencias, la
geomorfología describe los fenómenos que estudia;
por ejemplo, destaca los rasgos de un relieve determinado, si es
alto o bajo, si es ondulado o quebrado, qué
proporción de rocosidad o de suelo recubre la
superficie, qué procesos
erosivos presenta la superficie, etc. Ordenar
sistemáticamente significa clasificar o agrupar; de manera
que se pueden reunir conjuntos
particulares de formas de relieve, tomando en cuenta meramente su
aspecto exterior o, en su defecto, el origen que explica su
existencia. En efecto, se tiene que esta ciencia puede
desglosarse en diversos campos como, por ejemplo, las
morfologías glacial, eólica, fluvial, costera, etc.
El desarrollo de las formas de relieve se refiere al proceso
evolutivo a que es sometida la superficie terrestre, gracias a la
acción combinada de procesos internos, propios de la
dinámica de la corteza, y de procesos
externos, los cuales dependen de la acción del clima. Y es
precisamente en la parte explicativa que la geomorfología
se convierte en una ciencia de gran interés
para los iniciados en las ciencias de la Tierra.
En los estudios geomorfológicos es necesario
considerar toda una serie de principios de
vital importancia que son útiles a la hora de analizar la
razón de ser del relieve terrestre, cabe destacar algunos
de ellos.
Los procesos geomórficos: Las formas del
relieve son un reflejo directo de la acción de distintos
procesos geomórficos. El conjunto de procesos responsables
de transformar constantemente la superficie, podemos subdividirlo
en cuatro grupos:
exógenos, endógenos, el papel de los
organismos vivos, incluido el hombre, y
los procesos extraterrestres.
- Los exógenos o externos: Dependen de
los procesos atmosféricos o del clima, los podemos
subdividir en degradación y agradación.
Degradación significa destrucción del relieve
mediante la meteorización de las rocas,
erosión
de los suelos y
movimientos de tierras. Agentes externos como la
precipitación, la escorrentía, el hielo, el
viento y el oleaje hacen posible la degradación. Dichos
agentes contribuyen a su vez con el transporte
de materiales
de unos lugares a otros para determinar la agradación;
es decir que la acumulación de sedimentos traerá
consigo la construcción de otros
relieves. - Los procesos endógenos dependen de las fuerzas
internas que afectan la corteza. La teoría de la tectónica de placas
nos indica que nuestro planeta está compuesto por una
capa exterior (litosfera) subdividida por planos debilidad,
donde unos bloques con respecto a otros se separan o chocan
creando megarrelieves como cadenas montañosas, arcos
volcánicos, dorsales oceánicas, fosas abisales y
rifts. Esas mismas fuerzas se encargan dentro de los
continentes de levantar o hundir regiones, de fracturar o de
plegar las rocas y de hacer ascender hasta la superficie
grandes volúmenes de magma. - El papel de los organismos vivos: Las plantas,
dependiendo del grado de cobertura, se constituyen como una
capa protectora de los suelos. Bien es conocido el efecto
devastador de las lluvias en las zonas deforestadas, desde
donde se desprenden miles de metros cúbicos de
sedimentos que se trasladan vertiente abajo. La
acumulación de la materia
orgánica u hojarasca produce una serie de ácidos
orgánicos que aceleran la meteorización de las
rocas. Hay animales
fosadores como las hormigas y termitas que se encargan de
remover miles de toneladas de tierra de unos lugares a otros.
Hay animales marinos como los corales, los cuales, debido a la
acumulación de sus restos calizos, originan las llamadas
costas de arrecifes. El animal de mayor poder de
transformación del medio natural es el hombre. El
animal humano remueve miles de toneladas de rocas destruyendo
unos relieves para luego construir relieves artificiales. El
hombre altera los procesos erosivos del medio natural para
llevar a cabo actividades de subsistencia como la agricultura
y la minería.
En la actualidad el hombre posee una tecnología capaz de destruir por completo
el ecosistema
terrestre. - Procesos extraterrestres: Dependen del impacto de
grandes meteoritos, asteroides y cometas. Por ser de menor
probabilidad de
ocurrencia, son relativamente de menor importancia. Gracias a
la envoltura gaseosa que rodea a la Tierra, la mayor parte de
los meteoritos se evaporan al hacer roce con la atmósfera. Al ir acercándose a la
superficie la mayoría van perdiendo masa y se convierten
en estrellas fugaces. Los cuerpos de mayor tamaño son
los que logran impactar para dar lugar a cráteres
meteóricos, depresiones en forma de paila y poco
frecuentes en el planeta. La gran cantidad de estas depresiones
sobre la superficie lunar, nos hace suponer que en la tierra
las huellas dejadas por los meteoritos son rápidamente
borradas por los procesos erosivos.
Uniformitarismo: Este principio es
básico para estudiar la historia de los paisajes, si
"el presente es la clave del pasado", eso significa que los
mismos procesos que actúan hoy en día son los
mismos que actuaron en el pasado, aunque no siempre con la misma
intensidad. Observando, por ejemplo, la secuencia sedimentaria
presente en un acantilado, podemos interpretar los hechos que
ocurrieron en tiempos remotos: una capa de conglomerados puede
indicar la antigua cercanía de vertientes
montañosas; la estratificación cruzada en un
estrato de areniscas puede ser el reflejo de un antiguo lecho de
inundación meandriforme; una capa de materia
orgánica fósil indica la remota existencia de un
ambiente
pantanoso; una capa de cenizas volcánicas es una clara
evidencia sobre pasados eventos
volcánicos acaecidos en la región objeto de
estudio. De allí que mediante la geomorfología
podemos realizar proyecciones históricas, lo que, a su
vez, no nos impide hacer especulaciones sobre lo que pudiese
ocurrir en el futuro.
La
estructura: La estructura
geológica es determinante en el desarrollo del relieve.
Las formas topográficas son una manifestación
directa de las estructuras
geológicas presentes. Por ejemplo, los ejes anticlinales y
sinclinales determinan la existencia de relieves de crestas y
valles paralelos; las fallas pueden controlar el desarrollo de
bloques levantados o hundidos. La estructura tiene
relación, a su vez, con la composición
mineralógica que puede asociarse a la mayor o menor
resistencia de
las rocas ante el intemperismo; en consecuencia, en la naturaleza hay
rocas de gran resistencia, como aquellas que poseen un alto
contenido de cuarzo (cuarcitas, areniscas), lo que crea relieves
elevados que resaltan sobre aquellos constituidos por rocas
más débiles constituidas por una menor cantidad de
cuarzo, pero con mayor proporción de
feldespatos.
La importancia del
Cuaternario: La mayor parte del relieve terrestre
tiene una edad no mayor a la del Cuaternario. Esta era
comenzó hace cerca de dos millones de años. Las
rocas que conforman los relieves pueden poseer todas las edades
posibles, como, por ejemplo, en el Escudo Guayanés, las
rocas de la provincia Roraima poseen una edad algo superior a los
1700 m.a. A pesar de la resistencia de las areniscas de Roraima,
un lapso de dos millones de años es suficiente para que
ocurran múltiples transformaciones en los topes y en los
bordes de las mesas o tepuyes, pues todos los relieves, por
más duros que sean sus materiales, terminarán
desapareciendo por meteorización y erosión. Cuando
en la naturaleza se preservan relieves de una edad superior a la
del Cuaternario, se tratará entonces de relieves
exhumados; es decir, relieves originados en eras anteriores,
sepultados por capas de sedimentos que en el presente
están siendo removidas.
La glaciación del Pleistoceno fue el evento de
mayor relevancia del Cuaternario, un período durante el
cual la temperatura
global del planeta alcanzó probablemente unos 10 grados
centígrados menos que en el presente. Esto trajo como
consecuencia que los glaciares continentales se extendieran hacia
latitudes más bajas y que gran parte de las zonas
montañosas del mundo fueran recubiertas de hielo.
Inclusive, en las áreas montañosas intertropicales
los glaciares ocuparon los niveles ubicados por encima de los
3000 msnm, como es el caso de los estados andinos de Venezuela.
Durante la glaciación el clima fue más seco, lo que
se asoció a una capa de vegetación pobre. Por lo
tanto, hubo las condiciones ideales para que se removieran
gigantescas cantidades de sedimentos desde las vertientes hacia
las zonas bajas. Hace cerca de 10 mil años se pasó
a un período interglacial (Holoceno o Reciente), de clima
más húmedo y cálido. Entonces, los grandes
volúmenes de hielo desaparecieron y en los lugares
afectados y en sus inmediaciones quedaron sólo las huellas
distintivas.
Estos cambios de clima hicieron oscilar el nivel del
mar: durante la glaciación disminuyó, y durante las
épocas interglaciales, dicho nivel aumentó. Estas
variaciones han repercutido considerablemente en la
morfología de las costas del presente.
El ciclo
geomórfico: Consiste en los sucesivos estados
por los cuales evoluciona un paisaje. Las distintas fases o
estadios suelen denominarse con términos aplicados a los
seres vivos; así, un paisaje en la etapa de juventud es
típicamente montañoso, de grandes desniveles, de
vertientes escarpadas, y con valles estrechos en forma de
garganta. Un paisaje en la etapa de madurez sigue siendo
montañoso, de vertientes menos inclinadas, sus valles han
desarrollado un lecho de inundación amplio y plano, y los
ríos ya no presentan saltos ni rápidos como en la
etapa anterior. Un paisaje en la etapa de vejez se ha
rebajado intensamente, los ríos discurren por valles mucho
más amplios y las antiguas montañas se han
convertido en colinas de poco desnivel; se dice entonces que un
paisaje ha alcanzado el estadio de la peniplanicie, es decir, un
paisaje de topografía suavemente ondulada. La evolución de los paisajes es compleja y una
región determinada no necesariamente atraviesa por todas
las etapas, ya que el ciclo puede ser interrumpido por
movimientos tectónicos. El ciclo completo requiere de
varias decenas de millones de años y las distintas etapas
no son de igual duración.
El clima:
Es importante para el geomorfólogo la apreciación
de los climas del mundo o de una región determinada, con
la finalidad de entender con mayor precisión el
funcionamiento de los distintos procesos geomorfológicos,
para lo cual es menester tener un conocimiento
sobre los índices fundamentales como:
precipitación, temperatura, evaporación y velocidad y
dirección de los vientos. Con el objeto de
tener una visión global sobre el clima, se puede echar
mano de las clasificaciones climáticas más
prácticas y conocidas como la de Köppen. Varios
autores han aplicado esta clasificación en Venezuela,
donde se ha determinado la existencia de los siguientes
tipos:
Tipo de clima | Código | Lluviosidad | Temperatura | Vegetación | Localización |
Tropical Lluvioso de Selva | Af | > 2500 mm | 20 – 29 ºC | Selva | Estados Amazonas y Bolívar, |
Tropical Lluvioso de Bosque | Am | < 2500 mm | 20 – 29 ºC | Bosque | Norte del estado |
Tropical Lluvioso de Sabana | Aw | 800–2800 mm | 20 – 29 ºC | Sabana, arbustal | Barinas, Anzoátegui, Apure, Monagas, |
Semiárido | BSi | < 800 mm | 20 – 29 ºC | Xerófita | Falcón, Lara, N.Esparta |
De Montaña Tropical | Cfi y Cwi | 600->3000 mm | 10 – 20 ºC | Variada | Mérida, Táchira y |
De Páramo | ETi | < 800 mm | 0 – 10ºC | Herbazal | Mérida, Táchira y |
De nieve | EB | < 500 mm | < 0º C | Sin veget. | Mérida |
Los climas Af y Am implican abundancia de agua. El agua es
responsable de alterar los minerales de las
rocas y de llevar vertiente abajo una carga determinada de
sedimentos. El agua abundante determina la existencia de una capa
de vegetación exuberante que le aporta protección a
los suelos. Las altas temperaturas favorecen la actividad
bacteriana y limitan la generación de ácidos
orgánicos que influyen en la disolución de los
minerales que componen las rocas; por tal motivo la
acidificación de las aguas de infiltración es
superior en las regiones de climas frios o templados. Un clima
Aw, con una estación seca marcada, puede implicar que la
superficie quede desprotegida de vegetación en ciertas
épocas del año, lo cual pudiera traer consigo un
mayor arrastre de sedimentos. Un clima Bsi significa la
existencia de un paisaje de vegetación escasa, susceptible
de ser erosionado durante los días de lluvias
torrenciales; en casos especiales como en el norte de Coro,
Falcón, la fuerte velocidad del viento ha originado la
formación de extensos campos de dunas (arenas
eólicas). En los climas fríos de alta
montaña (EB), el congelamiento ocasiona un tipo de
meteorización física conocida como
gelifracción.
Geomorfología de Thornbury; Diccionario de
Geología y Mineralogía de Ediciones Rioduero;
Geografía Física de Venezuela de A.
Cárdenas; Compendio de Geomorfología de Venezuela
de J.E. Santiago.
El autor:
Jesús Enrique Santiago
Geógrafo
– Geomorfólogo
Profesor de Geomorfología en la Universidad de
Oriente
Ciudad Bolívar, Venezuela.