Indice
1. La
Empresa.
2. El Empresario.
3. Las Herramientas.
4. El Perfil.
5. Marco
Actual.
Comúnmente es confundida la dinámica de vida de la empresas con la
de sus propietarios. Este hecho ha llevado a tomar decisiones
equivocadas tanto a analistas como a los mismos integrantes de
las empresas, dando como resultado esfuerzos estériles y
peor aún, pérdidas de recursos y de
inversiones
completas. La razón principal: la independencia
de personalidad.
Parafraseando, "No es lo mismo saber de autos que
pilotearlos."
Por principio de cuentas, las
etapas de la vida de cualquier organización, institución, empresa o
asociación como ente económico con personalidad y
patrimonio
propio, transcurren de la siguiente manera:
- Introducción. Dar a conocer sus productos o
servicios. - Crecimiento. Cosechar gradualmente la demanda.
- Maduración. Estabilización de la
demanda. - Obsolescencia. Contracción gradual de la
demanda.
Estas etapas son variables en
el espectro del tiempo
según la empresa, su
giro, tamaño y competitividad, sin embargo, invariablemente todas
atraviesan por ellas.
Por secuencia cronológica, las etapas de vida de
cualquier individuo con el oficio de empresario de pequeña
empresa
transcurren de la siguiente manera:
- Idear. Crear en la mente un producto o
servicio
susceptible de ser llevado a la práctica. - Planear. Investigar, estudiar y diseñar todos
los componentes de la empresa. - Establecer. Construir y aplicar tangiblemente lo
planeado sobre la empresa. - Arrancar. Dar inicio formal a las actividades y
operaciones
de la empresa. - Dar Seguimiento. Reaccionar a las dinámicas
cotidianas en las operaciones de
la empresa, así como vivir los ajustes a los planes
originales a consecuencia de lo perfectible de
ellos. - Operar de forma Sostenible. Mantener las actividades
y operaciones cotidianas de la empresa durante un
período prolongado de tiempo. - Lograr una buena Rentabilidad. Calcular y hacer generar
recurrentemente a la empresa utilidades netas superiores a la
esperadas, en proporción a la inversión. - Ser Empresario por Oficio. Ser capaz de desarrollar
más de una empresa
formal y rentable durante un período prolongado de
tiempo.
El individuo que ha vivido todos y cada uno de las
etapas anteriores es aquel que puede ostentar formalmente el
título de "Empresario", ya que cualquier falta de
travesía por alguna de ellas implica un esfuerzo trunco
y/o ciclado, que no provoca aún beneficios
armónicos sostenibles entre los empleados, la comunidad, los
clientes, los
proveedores y
el (los) propietario (s), quedando pues como "Emprendedor" o
"Emprendedor Avanzado".
3. Las Herramientas.
A través del tiempo y de las etapas de vida de
empresas y empresarios, estos últimos no solo recurren a
su ingenio y habilidades personales para trabajar. Ya que no
existe una carrera profesional para la creación y desarrollo de
empresas, todo empresario se vale de herramientas
diversas que les permiten alcanzar su objetivos de
manera más segura, rápida y/o con mejores
resultados.
Existen muchas herramientas como el teléfono, el auto, los contactos, las
computadoras,
el internet, etc.
Sin embargo, las herramientas más poderosas que soportan a
cualquier empresario en el camino hacia el cumplimiento de sus
objetivos con
su empresa se dividen de la siguiente manera:
- Información. Cúmulo de conocimientos,
investigaciones, estudios u opiniones
generalmente expuestos por sus propios autores o publicados en
medios de
comunicación impresos, libros,
folletos, revistas, etc. - Capacitación. Integración de un grupo de
personas a métodos
y procedimientos
expuestos en una o varias sesiones, mediante la
facilitación de un expositor, generalmente apoyados con
equipo y materiales
de soporte como manuales,
trabajos, tareas en casa, casos prácticos,
etc. - Consultoría. Apoyo profesional realizado por
expertos externos a las empresas o proyectos, que
tiene como objetivo
lograr mejoras tangibles en diversos áreas, sobre un
plan de
acción previamente acordado. - Financiamiento. Dinero
inyectado a la empresa otorgado en préstamo con un
período de reintegración y una tasa de
interés. - Infraestructura. Activos
físicos utilizados para las operaciones de la
empresa.
Ante la alta competencia,
productividad
y competitividad
de estándares internacionales en los que nuestro
país navega en tiempos actuales, la falta de alguna de las
herramientas anteriores daría en consecuencia dificultades
profundas de sobrevivencia para este estrato tan débil y
desprotegido como lo son las micro y pequeñas
empresas.
En nuestro país más del 70% de las
empresas son de tamaño micro y pequeñas. De ellas,
más del 90% son administradas por sus propios
dueños y la gran mayoría de ellos no cuenta con una
carrera profesional ni capacitación adecuada para ejercer el
oficio. El perfil de procedencia de ellos no es muy variado,
entre ellos se encuentran:
*Desempleados (Recientes)
*Empleados (con Inquietud)
*Recién Graduados
*Estudiantes por Graduarse
*Amas de Casa (con inquietud)
Los requerimientos futuros del estado de
Nuevo León serán cada vez mayores. Se espera que
para el año 2020 se tendrá que dar alimento,
educación,
vivienda y servicios
públicos a más de 8 millones de habitantes, donde
la población económicamente activa
será de 3.5 millones y la media de la población que actualmente es de 25
años, será superior a 35 años. Con menos
estudiantes y mayor demanda de trabajo, para lo que habrá
que generar sostenidamente más de 55 mil empleos formales
cada año, a partir de este momento.
Situación Actual.
Según estudios de INEGI del año de 1999, las micro,
pequeñas y medianas empresas representan el 98% del total
de las empresas en el
estado.
Haciendo un comparativo, y según los mismos
datos de
NAFIN, el 85% de las empresas pequeñas y medianas tienen 6
años o más de estar operando, pero en la micro
empresa solo el 51% presenta éste promedio. Cabe resaltar
que ¼ parte de las micro empresas tienen solo tres
años de vida. Esto es, las micro empresas son
relativamente muy jóvenes en comparación con las
pequeñas y medianas, y solo la mitad logran traspasar la
barrera de los 6 años de vida.
Ahora bien, el 72% aprox. de las empresas pequeñas y
medianas manifestaron haber recibido algún tipo de
capacitación para operar la
compañía, mientras que en las micro empresas solo
el 19% recurrió a ella. Es decir, las empresas
pequeñas y medianas aceptan y recurren en gran medida a la
capacitación profesional, lo que es contrario en la micro
empresas, acentuándose de manera drástica, el
promedio de vida de las capacitadas, respecto a las no
capacitadas.
Hasta el momento, los esfuerzos para establecer en Nuevo
León programas
permanentes para apoyar a las micros y pequeñas empresas
han sido aislados, desconectados y enfocados básicamente
al financiamiento. Sin embargo, y aunque el dinero es
esencial para las empresas, no es lo único que requieren
para convertirlas en empresas competitivas y sostenibles en el
largo plazo. El financiamiento
se puede llegar a convertir en un problema más que en una
solución, si no se cuenta con los conocimientos
básicos para utilizar adecuadamente ese dinero.
Lejos de que en Nuevo León existan programas que
provoquen la gestación de micro y pequeñas empresas
eficientes, competitivas y rentables, los emprendedores y
empresarios solo tienen acceso a guías limitadas y no
profesionales de procedimientos
para establecer un negocio, o bien, préstamos a tasa y
acceso blando en el mejor (y minoría) de los casos.
Aparentemente nadie se ha percatado de lo incapaces de estas
herramientas para ayudar a subir un solo escaño en la
escalera de la competitividad y desempeño de sus proyectos o
empresas, ni siquiera útiles para el desarrollo del
difícil oficio de ser empresario.
En los principales países desarrollados, la
actividad micro empresarial es considerada como uno de los
mecanismos más eficientes y dinámicos para generar
ventajas entres las clases
sociales más bajas y desprotegidas, gracias a su
capacidad de generar empleos y sus altos rendimientos
económicos.
En estos momentos es imprescindible que se apoye a la micro y
pequeña empresa, no solo por justicia
social, sino por la oportunidad que representan como fuente de
numerosas oportunidades de empleos y de ingresos para la
gente con menores niveles de educación,
necesidades que no siempre las pueden cubrir las grandes
corporaciones.
Autor:
Lic. Norberto C. González Mireles
Licenciado en Contaduría Pública y Finanzas
(ITESM)
Maestría en Economía Industrial
(UANL)
Consultor e Instructor para el Desarrollo de Empresas
Pequeñas
Presidente del Consejo para la Formación Empresarial de
México,
A.C.
Director de Synergia Consultores, S.C.
(81) 83.98.58.75