( S. XVI a.C.- S. VI a.C.
)
Religión y
Filosofía
Al viejo patrimonio
cretomicénico se añadieron las aportaciones
indoeuropeas y las influencias orientales. Por un lado se
encontraba Homero, "creador
de una sociedad divina a
semejanza de la humana (dioses olímpicos), y por otro
Hesíodo, que "ideó toda una teogonía y
expuso el problema de las fuerzas misteriosas que marcan el
destino del hombre". Al
mismo tiempo, la
religión
popular, basada en el respeto a las
fuerzas naturales antropomorfizadas, en los ciclos inmutables de
la vegetación, de las siembras y de las cosechas, y en el
hogar, que debe ser protegido de las malas influencias, obtiene
caracteres mas duraderos.
En la religión griega se
desarrollaban nuevas creencias más satisfactorias para
el hombre,
donde Dionisos incita el secreto de la inmortalidad.
El orfismo insiste en la oposición entre el alma
y el cuerpo, en la responsabilidad individual, y concibe un ideal de
vida purificada, ascética y virtuosa, que el pitagorismo
(función
del número y de la armonía, y migración
astral de las almas) desarrollará. Se renueva la
religión Homérica.
Los aspectos de ésta religión son dos.
Primero las anfictionías reúnen pueblos o ciudades
en torno a los
santuarios venerables, donde asistían los delegados de
cada ciudad. La anfictionía pileodélfica, utilizada
para fines políticos, echó a perder las
auténticas posibilidades de una unión
panhelénica. En segundo lugar estaban los oráculos,
las fiestas panhelénicas y los juegos. Los
juegos
atléticos y musicales dieron a los griegos un sentido de
fraternidad étnica, pero no pudieron sacar el gusto por la
autonomía y diferencias locales.
En éste período arcaico, profesa el
más exuberante politeísmo, donde se ve a Zeus como
el gran dios tribal o nacional, también celestial. Nuestra
vida se halla sujeta a fuerzas exteriores que no podemos dominar
(el tiempo
atmosférico, por ejemplo). A éstas fuerzas se las
denomina Theoí, dioses. Se debía poseer buena
relación con los dioses. Tales potencias son
heterogéneas y arbitrarias. Entonces hay otros poderes que
nos protegerán: los dioses de la tribu, de la familia,
etc.. Es necesario ofrendar sacrificios a todos los dioses en
forma prescripta, cualquier anormalidad puede irritarlos. No
existía una relación fundamental entre
teogonía y moral, ya que
los dioses no estaban limitados por las leyes que rigen
la conducta
humana.
El impulso hacia la unidad y el orden redujo el
número de dioses y los agrupó en una familia y un
concejo de familia.
El ritmo regular en el universo no se
puede romper, entonces existe un poder superior
a los dioses, éstos no son omnipotentes. Este poder era
llamado Anánke, "lo que debe ser", o Moira, "la fatalidad
distribuidora".
La pureza exterior se extiende a la pureza interior.
Ciertas ofensas que la ley humana no
podía castigar ni los hombres percibir, fueron puestas
bajo la sanción divina. Los griegos se negaban a
distinguir entre Naturaleza y
Naturaleza
Humana. Ahora Anánke o Moira ya no son los superiores a
Zeus, sino la expresión de su voluntad; se incorporaron
otros poderes divinos, como las Furias que controlaban la
violencia y la
justicia.
Pues, éste es el momento entonces, en el que se une la
teogonía con la
moral.
Surgieron los mitos,
éstos relatos asumían el carácter
de interpretaciones de las cosas, representaban el color y el
movimiento con
que los griegos revestían lo más saliente de su
experiencia vital y cuya expresión simbólica se
veía impulsada por su inteligencia.
Eran explicaciones. Había un gran número de
prácticas religiosas y tradicionales vagamente recordadas
que requerian un esclarecimiento, y como se habia olvidado la
verdad, fueron reemplazadas por la ficción.
Hay una relacion entre el mito y la
filosofia,
ambas surgieron a causa del asombro y para solucionar los
problemas de
los hombres y aquellos conocimientos a los fenómenos
extraños y del origen del universo.
Del mito surgieron
los dioses y con ella la religión.
Persiste la religión politeísta,
ésta es naturalmente hospitalaria con los nuevos dioses.
Lo esencial consistia en honrar al dios mediante el rito; nada
obligaba a creer en las historias que corrian sobre él.
Existían otros tipos de mitos
también, tales constituyen un intento de abordar el origen
de las cosas, primero del universo
físico, y después de los dioses.
El politeísmo griego fue entonces una
religión "natural", que se volvió más
compleja y politeísta por la dispersión de la raza
griega, y por la unidad, al menos en ciertas partes de Grecia, de dos
diferentes clases de religión, una vinculada con el
grupo social,
y otra relacionada con el culto de la naturaleza.
Pero cuando la religión y la moral
empezaron a coincidir, se mostró una contradicción
que fue considerada de un modo distintos por los filósofos y por los artistas. Los artistas
quitaron u olvidaron lo que no les agradaba y continuaron
utilizando el resto; los filósofos, en cambio,
arrasaron con todo.
La búsqueda de la Physis en la escuela
jónica (VII-VI a.C.), el origen y desarrollo de
las cosas del universo, como lo que emerge por sí o lo que
aparece. Tales de Mileto
fue el primero en pensar por aquello lo cual todo surge: el agua.
Así aparece el agua como el
arché (primer principio), arrastrados por un devenir
universal e implicando una concepción animista de la
materia.
Anaximandro de Mileto, en cambio
pensó en el ápeiron como el principio de todos los
entes. El ápeiron aparece como lo ilimitado o lo infinito,
primordial, originario y perpetuo, de lo cual van surgiendo los
entes del mundo de la experiencia inmediata y a cuyo seno tienden
a volver como reparación de un antiguo pecado, de
éste modo se une a la filosofia el
concepto de
evolución. Otro presocrático fue
Anaxímenes de Mileto, para él, el arché es
el aire ilimitado
e imperecedero que rige la evolución del cosmos mediante la
dilatación y la condensación.
En la escuela
pitagórica (VI a.C.-II d.C.), Pitágoras busca la
esencia o ley que haga
comprensible todo. Lo demuestra a través del
"número y la armonía". Reduce la filosofía a
la ciencia de
los números o causa formal, se separan de la física, se ocupan del
ente numérico pero no llegan a la metafísica.
En la escuela de Heráclito de Efeso (VI-V a.C.).
En el fondo de la realidad todo es cambio, todo es devenir.
"Nadie se baña dos veces en el mismo río". El
primer principio es el fuego (cambio constante), todo de
él parte y todo vuelve él. Más allá
de todo está el logos causa de la armonía
universal. Eleva la filosofía al nivel de la metafísica. Llega al ente y sólo ve
de él la dinamicidad.
Por último, la escuela de Parménides de
Elea (VI a.C.). la verdadera realidad es el ente, y no la
realidad del mundo sensible. "El ser es, el no ser no es". El
ente es: uno, inmóvil, eterno, infinito. También se
sitúa ésta escuela en el nivel metafísico,
tienen una concepción del ente dominado por la
estaticidad. También forman parte de ésta escuela
Jenófanes y Zenón.
Arte
El arte arcaico
está marcado por una burda rigidez y por un hieratismo
religioso. Presenta dos facetas distintas, la jónica y la
dórica.
La escuela jónica, que domina en Asia, en las
islas del Egeo, en Atenas durante la época de los
Pisistrátidas, es más adornada, decorativa y
narrativa, menos potente pero más risueña que la
escuela dórica, la del Peloponeso y Grecia
occidental, maciza y austera, geométrica y más
profundamente marcada por la gravedad. Su oposición se
manifiesta en todas partes, tanto en la arquitectura, la
planta, la decoración y el estilo de los templos como en
el vestido, la composición y la fisonomía de la
figura humana.
Escultura
Las dos tipologías que predominaron fueron el
joven desnudo (kouros) y la doncella vestida
(kore), ambos en posición erguida. En ellos
aparecen acentuados los principales rasgos del cuerpo y expresan
un conocimiento
preciso de la anatomía humana. En
cuyas múltiples obras se puede observar un estudio
más detallado de la estructura
muscular y anatómica y la evolución hacia la
sutilidad de la frontalidad. Progresos similares, retardados por
una mayor dificultad, caracterizan la evolucion de los relieves,
en las escenas religiosas, legendarias y de combates. Estos
representan por lo general figuras en movimiento.
Los escultores del periodo arcaico continuaron fundiendo
esculturas en bronce.
Arquitectura
Los griegos comenzaron a construir sus propios templos
con un estilo personal y
distintivo. Utilizaron la piedra caliza en el sur de Italia y Sicilia,
el mármol en las islas griegas y en Asia Menor, y la
caliza revestida con mármol en el continente. Más
tarde, emplearon principalmente el mármol. El templo tipo
era de planta rectangular elevado sobre una pequeña base
escalonada y estaba situado en un recinto donde se llevaban a
cabo las ceremonias rituales.
Los griegos desarrollaron dos órdenes
arquitectónicos o tipos de columnas, el dórico y el
jónico. Las columnas dóricas, que no tenían
basa y cuyos adornos consistían en un bloque cuadrado
sobre un elemento redondo en forma de almohadilla, eran piezas
robustas colocadas a corta distancia para sujetar el peso de la
construcción. Las columnas jónicas,
originarias de Jonia y las islas griegas, son más
esbeltas, con estrías más finas y se colocan a
mayor distancia que las dóricas. Cada una descansa sobre
una basa moldurada y termina en un adorno con forma de
almohadilla plana que se enrolla en dos caracoles en los
laterales.
Cerámica
A partir del siglo VII, en el estilo corintio los vasos
están abarrotados de figuras sobre fondos florales. En las
vasijas se representan a menudo monstruos fabulosos. En el
periodo arcaico medio, la popularidad de la cerámica ateniense se debió a su
carácter práctico, sus bellas
proporciones, su acabado aterciopelado, negro como el azabache, y
a las escenas narrativas con que estaba decorada; así
suplantando a los fabricantes corintios. Los vasos de figuras
negras sobre el fondo rojo dominan en el mercado; mas
tarde, los artistas que comienzan a firmar sus obras llegan a
componer pequeños cuadros de escenas legendarias y
anecdóticas. Hacia el 530 aparecen los vasos de figuras
rojas sobre un bello fondo barnizado negro brillante.
Política
En un periodo de formación, los pelasgos, hombres
dedicados a la navegación, desarrollaron el primer foco
cultural llamado cultura
Cretense o Minoica. Luego, os pueblos de la raza aria avanzaron
sobre los territorios ocupados por los pelasgos. Estos fueron los
eolios, jonios, aqueos y dorios. Los primeros que entraron a
Grecia fueron los aqueos, quienes fundaron la ciudad de Micenas.
Esta nueva cultura
Micénica opacó a la cretense. Los invasores dorios,
arrasaron con las ciudades Micénicas y avanzaron sobre la
Hélade en sucesivas invasiones, obligando a los aqueos,
jonios y eolios a retirarse hacia Asia Menor, donde fundaron
nuevas ciudades. La expansión de los aqueos llegó a
Troya, una fuerte ciudad comercial. Después de una nueva
invasión dórica, la monarquía pierde su posición dejando
lugar a la aristocracia. La expansión colonial se
desenvuelve en el cambio de la aristocracia hacia la democracia.
Las poblaciones griegas buscan nuevas tierras como necesidad de
expandir sus economías. Al mismo tiempo las aldeas se
transforman en polis.
Polis se le llamó a una estructura
política,
no fuera de lo común; una estructura que puede
considerarse como una forma adelantada o degenerada de organización tribal. Estos sistemas
políticos cobraban autonomía, principalmente en lo
económico, donde cada una debía autoabastecerse.
Para Aristóteles, "éste sistema
político era el único en Grecia que le
permitía al ciudadano realizar plenamente sus aptitudes
espirituales, morales e intelectuales".
La polis estaba dividida en dos partes. Una era la
"Acrópolis" (ciudad alta), que fue fortificada y
sirvió como residencia al rey, también fue el lugar
natural de la Asamblea y el centro religioso. La otra parte era
el "Asty" que era el centro de vida comunal. El natural crecimiento
económico hizo necesario un mercado central.
El estado
producía todo lo que necesitaba y si no obtenía
determinada cosa se arreglaba sin ella. Cuando la
situación se volvió más estable, fue posible
una economía
más especializada y se produjeron más
mercancías para la venta. De
ahí el "auge" del mercado.
El mundo griego comenzó a distinguirse de los
extranjeros, a los extranjeros se los llamaba
bárbaros.
Hombre
El hombre formaba
parte de la totalidad, surgía de allí, y
allí volvía con la mente. Faltaban los presupuestos
para comprender al hombre como un ser realmente personal. Esto
solo era posible si se concebía ante un dios trascendente
y personal.
Los griegos, en toda realidad del mundo, vieron una
dimensión más. El mundo era una realidad
misteriosamente religiosa, todo lo que pasaba ocurría por
una contraposición de poderes religiosos. Para los
griegos, la divinidad quedó siempre ligada al mundo. Los
griegos dejan todo en manos de los dioses.
La polis era una comunidad viva,
basada en el parentesco, real o presunto; una especie de dilatada
familia que convertía la mayor parte de la existencia en
vida íntima y que por ello tenía sus rencillas,
tanto más amargas por tratarse de diferencias entre
miembros unidos por la misma sangre.
( S. V a.C.- S. IV a.C.
)
Religión y
Filosofía
La religión popular es la que menos
evolucionó. Se basa en las necesidades más humildes
y consta de toda vida individual, la felicidad material en este
mundo y la esperanza de sobrevivir (cultos agrarios,
domésticos y funerales).
Religión cívica y panhelénica: cada
ciudad se hallaba bajo la protección de un dios y por lo
tanto, era el símbolo de la razón y de la
sabiduría de la ciudad y de sus habitantes. Esto derivo en
un culto público, cuyos ministros eran los magistrados y
cuyas ceremonias eran parte de otros actos de la vida colectiva.
Algunos dioses se imponen en todo el mundo griego (Zeus-Olimpia,
Apolo-Delos).
La religión panhelenica se expresa mediante
oráculos y los juegos que materializaban la
comunión de todo el pueblo. Ambos no pudieron evitar las
guerras.
Esta religión no podía satisfacer a todos,
cada uno podía (sin romper ninguna regla religiosa) tener
su pequeña religión personal, lo que crea la
aparición de nuevas teorías.
Estas nuevas teorías
surgieron en su mayoría en dos siglos:
Siglo V a.C.
Se precisan nuevas tendencias, (la omnipotencia de los
dioses es puesta en duda, las pasiones humanas son más
fuertes que los decretos divinos). Los progresos de la ciencia y de
la filosofía apartan a las minorías de las antiguas
creencias y a partir de la guerra del
Peloponeso, el individualismo empieza a expresarse por toda
Grecia. Los cultos coecivos ya no satisfacen las fuerzas
misteriosas (Némesis, destino) y los dioses (demasiados
antropomorfizados) ya no le interesan al hombre
griego.
Siglo VI a.C.
Es el siglo de filosofía y de la impiedad (entre
las élites cultivadas). "La influencia de Sócrates y
platón
demuestra que el espíritu griego es capas de conciliar la
religión y la ciencia, el
individualismo y la disciplina
cívica, la geometría
y la poesía
mística."
La filosofía en este siglo se vio impulsada por
Sócrates.
Sócrates afirmó la razón como medio para
penetrar la realidad. Los enemigos de Sócrates fueron los
sofistas y los irracionalistas. El método
utilizado por Sócrates para penetrar la realidad fueron la
ironía y la mayéutica (dialogo).
Ironía: hacia preguntas a profesionales y con sus
respuestas entendía que los conocimientos no los
había adquirido por medio de la razón sino por
la
memoria.
Mayéutica: hacer preguntas graduadas que le
obligan a descubrir por si mismo, y va alumbrando la
verdad.
La muerte de
Sócrates enseño a los filósofos que es
preferible fundar escuelas que exponer argumentos en la plaza
pública poniendo en peligro la vida. De esta manera el s.
IV a.C. conoció la fundación de tres de las grandes
escuelas filosóficas de la Antigüedad, en torno a Platón
(Academia), a Aristóteles (Liceo o escuela
peripatética) y a los primeros cínicos
(Antístenes). Más tarde hicieron su
aparición el epieuresmo y el estoicismo.
Arte
La primera mitad del s.V es la heredera del arte arcaico, y
el arte peloponésico. Este período vio la
preponderancia de Atenas, por la importancia de sus talleres (la
Acrópolis), y el agrupamiento de los artistas en torno al
foco central. La potencia política,
económica e intelectual de la ciudad de Atenas estaba en
su apogeo, y el "milagro griego" quiso que el arte alcanzara al
mismo tiempo su cima. Pero la guerra del
Peloponeso, la caída de la ciudad en 404, la
difusión de la cultura a todo el bloque del mundo griego
dan lugar a un movimiento de dispersión que caracteriza el
s.IV.
La arquitectura
constituye el arte noble del siglo V, que expresa el equilibrio y
la ciencia del
espíritu griego, inclinado más hacia la
línea que hacia el color, más
hacia la sobriedad que hacia la exuberancia. Al igual que en la
época arcaica, la casa particular y el monumento
utilitario son dejados a un lado; el templo concebido
únicamente como la morada de dios, del que la muchedumbre
queda excluida, y que en consecuencia está construido para
ser visto desde el exterior, goza de todos los favores de las
ciudades y de los artistas. Cada región permanece fiel a
su estilo: el jónico domina en Asia, el dórico en
el Peloponeso y Occidente, y la unión de ambas tendencias
sólo se realiza en Atenas, en donde el espíritu
dórico triunfa en conjunto. La guerra del Peloponeso
despierta de nuevo la antigua rivalidad, después de la
desaparición de Pericles, y entonces triunfa la
arquitectura jónica en la Acrópolis. En el s.IV se
edifican menos templos, se reconstruyen aquellos que el tiempo o
los hombres han destruido, pero aumenta el número de
edificios utilitarios sin que en ellos el arte alcance los mismos
éxitos.
La estatuaria florece a lo largo de todo éste
período, pero sus caracteres se modifican: durante la
mayor parte del s.V en éste campo domina también el
espíritu dórico, el de los escultores
peloponésicos; el tipo de Kouros alcanza su
perfección estática
con Policleto y su perfección dinámica con Mirón; el tipo femenino
conserva su severidad, con los pesados ropajes monumentales del
peplos, y una gran reserva en la revelación de las formas.
Al final del siglo la escultura se hace más humana,
incluso individual, y los dioses descienden desde el cielo hasta
la tierra,
tanto las actitudes como
los ropajes son más ligeros, y los rostros traducen
delicadamente unos sentimientos más humanos. En el siglo
IV la escultura de bulto redondo y la obra de arte aislada pasan
a primer plano. La variedad de las actitudes es
muy extensa, la expresión se anima hasta la violencia,
dramática o mística; la gracia jónica
triunfa definitivamente sobre la fuerza
dórica, ya que la mujer bajo los
rasgos de Afrodita, es el objeto de toda la dedicación del
maestro. Aparece el retrato individual, así como un nuevo
canon, más esbelto, pero sin llegar a ser grácil.
La pintura de
gran formato, alcanza al parecer su apogeo hacia finales del
siglo V, pero sus obras han desaparecido. Gracias a la cerámica podemos tener una idea de ella;
ésta también se transforma, y los especialistas
distinguen sus estilos sucesivos: severo, libre, animado,
florido, y éstos epítetos son ya reveladores. El
siglo IV conoce cierta decadencia con la profusión de
detalles, el abuso de los colores y del
dorado, y muestra una
creciente inclinación hacia los temas
religiosos.
Política
La era clásica dio comienzo con las guerras
médicas, guerra de los medos. Estas se distinguen entre
los años 500 a.C. y 450 a.C.. Guerra entre Grecia y Persia
por causa de la invasión de Ciro (gobernante Persa) a las
colonias griegas de Asia Menor que tenían una importante
economía.
Tras la muerte de
ciro, su hijo Dario toma su lugar, las colonias griegas se
enfrentan a él y piden ayuda a Esparta, éste se
niega y luego piden ayuda a Atenas, quien acepta ofrecer su ayuda
enviando tropas a Asia. Destruyen sardos, y esto hace enfurecer a
Dario y da comienzo a la guerra. Finalmente el triunfo es para
Grecia.
El periodo de hegemonía ateniense durante el
siglo V a.C. es denominado como la ‘Edad de Oro de
Atenas’. Bajo el mando de Pericles, la ciudad
alcanzó su máximo esplendor.
La educación
había sido una consecuencia de la vida de la pólis,
común a todos. Así, los hombres con capacidad
natural llegaban más lejos que los
demás.
La hegemonía ateniense se dio porque
habían conquistado la liga de Delos y obtuvieron mayor
economía, y todo a nivel política, cultura,
etc..
Para acabar con la hegemonía ateniense, la liga
del peloponeso (Corinto) se enfrenta contra la liga ateniense
(Corcira). Corcira era una colonia de Corinto. Luego de quejarse
por el incumplimiento de las obligaciones
de Corcira, se da comienzo a la guerra del peloponeso, donde
Esparta y Tebas se unen para derrivar la hegemonía
ateniense. Finalmente la victoria fue para Esparta, gracias a los
errores de Atenas y a que Persia, durante la guerra, le
prestó barcos, dinero…, a cambio de que Esparta le
devolviera a Asia Menor. Persia, por esto, sale beneficiado de la
guerra. Esparta le impone algunas condiciones a Atenas, como la
destrucción de su flota, de la muralla de la ciudad y la
del puerto.
Esta guerra deterioró la economía de la
polis. Grecia se desplazaba con firmeza hacia nuevos modos de
pensar y de vivir. El dominio de
Esparta no duró mucho; su violencia despótica
suscitó contra ella una coalición de otras ciudades
cuya lucha se conoce como la guerra de Corinto. Tebas
derrotó al ejército espartano. Ahora Tebas
pasó a tener el predominio, pero éste no
tenía una nueva idea política para ofrecer.
Así dejó lugar para que el predominio
político se desplazara a Macedonia, donde Filipo II
había desarrollado un sistema
monárquico centralizado. Filipo II invadió Grecia.
La polis aún seguía rigente. Cuando murió
Filipo, tomo su lugar Alejandro
Magno, su hijo, quien se basaba en la igualdad de
los hombres. Tebas intenta tomar lugar pero Alejandro la
destruye, asegura el norte venciendo a los Tracios y ataca a
Persia, dominándola. Sus campañas ampliaron el
Imperio, pero cuando estaba planeando ir sobre Arabia, Alejandro
muere en el 323 a.C.. Este período fui culminante para la
vida de la pólis. Para el ateniense de la época de
Pericles la idea de utilizar mercenarios le habría
parecido la negación de la pólis. La Atenas del
s.IV da una impresión de letargo político, casi de
indiferencia. Los hombres se interesaban en otras cosas y no en
la pólis. La "cosmópolis" fue acuñada en ese
tiempo, para expresar la idea de que la comunidad a la
que el sabio debía obediencia era nada más que la
comunidad del hombre. El cosmopolitismo era el complemento
necesario del nuevo individualismo. La cosmópolis empezaba
a reemplazar a la pólis.
Hombre
"El hombre es
una criatura que vive en polis", dice Aristóteles. Es el
único marco en el que el hombre puede realizar plenamente
sus aptitudes espirituales, morales e intelectuales.
Tenían una tendencia individualista, satisfacían
sus necesidades tanto en la religión como en el arte, en
los juegos y en discusiones de grandes temas.
( S. IV a.C.- S. II a.C.
)
Religión
Los principios
fundamentales del pensamiento
helenístico no pasaron a ser seriamente puestos en tela de
juicio hasta el siglo XVI. Las principales escuelas
filosóficas del periodo fueron el estoicismo y el
epicureísmo. Los estoicos enseñaron que se debe
vivir de acuerdo con la naturaleza, la cual es la razón
(logos) que penetra en todas las cosas. El sabio que sigue este
consejo logrará la apatheia, esto es, se librará
del sufrimiento. Los epicúreos mantenían que todas
las cosas están compuestas por átomos y el
vacío, y que es preferible una vida simple a la riqueza y
la fama. Su meta era la ataraxia o tranquilidad.
El epicureísmo es un sistema de filosofía
basado sobre todo en las enseñanzas del filósofo
griego Epicuro. La doctrina más conocida, pero asimismo
más discutida por los modernos tratadistas del
epicureísmo es que el placer constituye el bien supremo y
la meta
más importante de la vida. Se prefieren los placeres
intelectuales a los sensuales, que tienden a perturbar la paz del
espíritu. La verdadera felicidad, según
enseñó Epicuro, consiste en la serenidad que
resulta del dominio del
miedo, es decir, de los dioses, de la muerte y de
la vida futura. El fin último de toda la
especulación epicúrea sobre la naturaleza es
eliminar esos temores.
El estoicismo es una escuela de filosofía
occidental, fundada en la antigua Grecia, opuesta al
epicureísmo en su modo de considerar la vida y el deber.
La filosofía estoica se desarrolló a partir de la
de los cínicos, cuyo fundador griego, Antístenes,
fue discípulo de Sócrates. La base de la ética
estoica es el principio, proclamado antes por los cínicos,
de que el bien no está en los objetos externos, sino en la
condición del alma en sí misma, en la
sabiduría y dominio mediante los que una persona se libera
de las pasiones y deseos que perturban la vida corriente. Las
cuatro virtudes cardinales de la filosofía estoica son la
sabiduría, el valor, la
justicia y la
templanza, una clasificación derivada de las
enseñanzas de Platón.
Un rasgo distintivo del estoicismo es su vocación
cosmopolita. Todas las personas son manifestaciones de un
espíritu universal y deben, según los estoicos,
vivir en amor fraternal
y ayudarse de buena gana unos a otros. Mantenían que
diferencias externas, como la clase y la riqueza, no tienen
ninguna importancia en las relaciones sociales.
Arte
El arte helenístico es multiforme y a menudo
original. El arte se difundió sin vulgarizarse, por lo
menos en lo que respecta a las grandes producciones, ya que la
cerámica perdió mucho de su interés.
La pintura, la
escultura y las artes menores florecieron con gran
profusión, y el urbanismo abrió nuevas
posibilidades.
El arte dejó de ser cívico, municipal y se
convirtió en monárquico; la pintura eligió
las escenas mitológicas y familiares; la escultura se
alejó de los cánones clásicos y de la
soberbia y divina impasibilidad; las pasiones y el drama se
expresaron con fuerza,
demasiado violentamente. Al igual que la literatura, el arte parece
descender del cielo a la tierra.
Corresponden las estatuillas y las figuras realistas y burguesas,
los mosaicos y las pinturas anecdóticas, las escenas de
género,
que no alcanzaron nunca más una técnica ni
brillante ni acabada.
En arquitectura, lo que parece más nuevo no son
ya ni los templos, en los que ahora domina el estilo corintio (en
Asia, todavía continuaba vigente el jónico, aunque
ya no el dórico), ni tampoco los altares. Las numerosas
ciudades nuevas, las casas de los ricos, con sus patios
interiores rodeados de columnas y adornos con cuadros, estucos
pintados, mármoles y mosaicos.
En la escultura, la mitología se encontraba muy secularizada,
en beneficio de Afrodita y de los Eros. Los artistas
conocían aun el secreto de las figuras bellas y serias.
Pero no residía aquí el gusto dominante,
existía una inclinación hacia el expresionismo
y el realismo,
incluso al servicio de lo
disforme y de lo grosero, pero con un virtuosismo técnico
asombroso, tanto en el bronce como en el mármol y la tierra
cocida. Por último, las estatuas aisladas.
La pintura sería el más fiel reflejo del
alma misma de la edad helenística. Los motivos son tomados
de la mitología o del repertorio trágico.
El mosaico de origen oriental gozó de gran vigencia y
representó los motivos del género y
también escenas históricas. Los objetos de vidrio coloreado,
las piedras preciosas, los camafeos, la orfebrería y las
vajillas de plata, cuyos relieves servirán posteriormente
de modelos a los
vasos y copas de los tesoros romanos.
En fin, el arte helenístico, más
difícil de captar que el de las épocas
clásicas, es más variado y menos formal; de
refinada técnica, liberado de los convencionalismos en su
expresión, en ocasiones recargado o demasiado exuberante,
refleja una época que fue de extraordinaria
vitalidad.
Política
Cuando Alejandro murió, los generales macedonios
iniciaron entre ellos el reparto de su vasto imperio. Los
desacuerdos surgidos por esta división provocaron una
serie de guerras. Una de las características de este periodo que abarca
desde la muerte de
Alejandro hasta la conversión de Grecia en provincia
romana en el 146 a.C., fue el deterioro como entidades políticas
de las ciudades-estado
griegas, además del progresivo declive de la independencia
política en conjunto.
En el 215 a.C. Roma
empezó a interferir en los asuntos de Grecia. Filipo V de
Macedonia se alió con Cartago contra Roma, pero los
romanos, vencieron a las fuerzas macedonias en el 206 a.C., y
consiguieron importantes posiciones en Grecia. Roma, apoyada por
ambas ligas, derrotó nuevamente a Filipo V en el 197 a.C.
en la batalla de Cinoscéfalos, y Macedonia, totalmente
sometida, aceptó pactar la paz con Roma y reconocer la
independencia
de los estados griegos, los cuales sólo cambiaron un
dominador por otro. En un último intento desesperado por
liberarse, los miembros de la Liga Aquea resistieron a las
demandas de Roma en el 149 a.C. Hubo una nueva guerra que
terminó con la destrucción de Corinto a manos de
las legiones romanas en el 146 a.C. Grecia fue anexionada en su
totalidad por Roma, que creó la provincia romana de
Macedonia, cuyo procónsul extendía su autoridad al
resto de Grecia. Sólo Atenas, Esparta y Delfos escaparon a
esta situación, convirtiéndose en ciudades
federadas.
El primer estadio helenístico es el transplantado
al oriente para crear allí una civilización nueva,
de un nuevo mundo. El segundo estadio es romano, asimilado por su
genio, adoptado por su imperio y transmitido por ellos a
occidente. El tercer estadio es el de los cristianos, el
helenismo espiritualizado, actuando en el interior del pensamiento
cristiano y presentando a este un medio de expresión. El
cuarto estadio es el bizantino, el helenismo como foco de una
segunda civilización greco-oriental, cristiana esta vez,
el helenismo medieval. El quinto estadio es el del humanismo
europeo, el helenismo como tonico del mundo moderno que lo
asimila y lo usa como proceso. El
sexto estadio es el de la lengua y la
cultura de los griegos bajo la dominación otomana, el del
helenismo como refugio, como defensa religiosa y de
convención nacional. El séptimo estadio es el de la
lengua y
cultura de la Grecia moderna, contemporánea, un viejo
pueblo organizado en un estadio joven, el helenismo de la
independencia recobrada.
CONSIGNA 2
Es un tema verdaderamente complicado el de la
religiosidad griega, pero que nos permite determinar los
caracteres del mundo griego. No es posible en Grecia, encontrar
una verdadera unidad religiosa.
La religión más antigua, originaria en
Creta, implica un culto de la naturaleza, de sus fuerzas ocultas,
de su fecundidad significa en vegetales, aves, objetos,
animales,
culto que culminaba en los ritos orgiásticos. Este sentido
naturalístico, se manifiesta en los misterios y
oráculos de Grecia y en los misterios de Eleusis dedicados
a Deméter y que tenían un sentido propio de la
magia de la fertilidad de los campos, aunque también
estaban relacionados con el misterio de ultratumba y evocaban la
idea de purificación y redención.
Es imprescindible que en un ensayo
filosófico se tenga en cuenta al orfismo, al cual varios
historiadores le asignan un papel
fundamental en la formación del pensamiento
filosófico griego.
Todo el mundo griego aparece asumido por un general
naturalismo manifestado en las religiones mistéricas
griegas. Así mismo, hay un vivísimo sentido del
misterio de ultratumba más o menos ligado a una necesidad
de purificación. En cuanto, a los orígenes del
cosmos, la casa del hombre, el griego ignoró absolutamente
la idea de creación ex nikilo, ignorada por el
hombre de oriente. Es claro que en semejante mundo no cabe ni la
idea de la creación absoluta ni de una liberación
por un mediador. El hombre aparece siempre como mezcla de
contradictorios elementos, bien y mal, ni tampoco de una
subjetividad fundamental. En ésta situación del
hombre griego, es claro que la pólis refleja ésta
concepción del mundo necesario y naturalístico. Por
eso el ciudadano se debe a la pólis.
Tanto en la vida griega en general como en la
expresión de su pensamiento filosófico, el mito
tiene una importancia fundamental. No es solo una
narración fabulosa, es "palabra divina revelada en palabra
humana", dicho por García Bacca. Por medio del mito se
puede expresar aquello que la pura razón no puede
aprehender ni expresar, ya que el contenido del mito no es
captable por ella. Esto indica una realidad más o menos
transracional y divina, y sin los mitos no se puede entender el
pensamiento griego.
En el pensamiento griego, aparece como característica suya la objetividad del ser
y el dualismo sujeto-objeto.
CONSIGNA 3
Con los sofistas asistimos a la perdida del ser y del
hombre mismo reducido a un conjunto de sensaciones y a una pura
subjetividad amoralista. Sócrates lucha por reinstalar
el
conocimiento en lo universal y lo moral en el
verdadero conocimiento
del hombre. Encarna el mas alto tipo humano de la antigüedad
pagana: serenismo y valiente. Sócrates tuvo conciencia de que
la filosofía , en él, asumía una misión
sagrada, y que él, era más que él mismo
cuando enseñaba comprometido con la verdad. Por eso toda
su docencia tiene un profundo sentido moral.
Sócrates tuvo conciencia de los
problemas como
problemas, y adopta una gran cautela en el
conocimiento. La realidad supera siempre al hombre, y por
eso, éste, no logra saber nada.
La novedad del pensamiento socrático con respecto
a las formulaciones de los sofistas fue la afirmación del
alma como centro definido de la
personalidad intelectual y moral del ser humano. La ética
sofista carecía de todo fundamento moral, sus autores se
perdían en el utilitarismo y el escepticismo, incapaces de
imponer un principio rector de la conducta humana.
El objetivo de
Sócrates fue guiar a los hombres hacia el conocimiento
interior, como medio de obtener la verdad moral y única.
Las enseñanzas de los sofistas, según
Sócrates, en nada contribuían al beneficio y mejora
del alma humana.
En ese alma, afirma el pensamiento socrático,
reside la virtud (areté) que permite al hombre
obrar correctamente y alcanzar la felicidad. La virtud,
consistía en conocer el bien, es lo opuesto a la
ignorancia.
La visión Socrática identifica virtud y
ciencia. Es la ciencia (el conocimiento) lo que induce a obrar
bien, y la ignorancia la causa del delito moral. Por
esta razón el pensamiento del filósofo ateniense ha
sido acusado de un grave intelectualismo. Además establece
una correspondencia ineludible entre el descubrimiento del bien y
su puesta en práctica, es posible conocer el bien y no
aplicarlo.
Los sofistas alteraron la perspectiva y colocaron al
hombre , y a todo lo que a él se refiere, en el eje de la
reflexión filosófica. La novedad introducida por
los sofistas fue considerar al hombre como portador de una
naturaleza peculiar, como la "medida de todas las cosas". El
sofista no persigue la elaboración de conceptos y
explicaciones abstractas, su objetivo es
educar a los hombres
Texto de Petit
Texto de Caturelli
Textos de Kitto
Fuentes
Enciclopedia Encarta 2000
Enciclopedia Encarta 2003
Diccionario Encarta 2003
Benavente Débora Berenice