en organizaciones de
ciencia y
técnica.
Indicadores de medición.
Aborda la necesidad de aplicar las técnicas
más modernas de dirección en los países más
pobres, la función de
las organizaciones
dedicadas a la ciencia y
la técnica y la necesidad de gestionar el capital
intelectual en este tipo de organizaciones. Para ese fin propone
una metodología en tres etapas:
preparación, implantación y crecimiento. Expone las
tareas a realizar en cada una de ellas. Clasifica los indicadores de
medición de capital
intelectual y explica los que recomienda por cada
clasificación, obtenidos por criterio de expertos
.
Palabras claves: CIENCIA Y
TECNICA,
CAPITAL
INTELECTUAL, METODOLOGIA, INDICADORES
El marco en el que se desenvuelven las organizaciones
actualmente en todo el mundo se caracteriza por el exceso de
información, la continua
informatización y automatización de los procesos, la
modernización y actualización de las técnicas
gerenciales, la agudización de la competencia entre
las organizaciones y como marco general el acelerado proceso de
globalización económica. (Marrero,
2001)
En este contexto se impone la asimilación de los
adelantos científicos que se generan en cualquier parte
del mundo y el desarrollo
tecnológico propio, como condición sine qua
nom para no quedarse rezagados en la acelerada carrera hacia
la
meta.
Es por ello que de una forma u otra, la actividad de
ciencia y técnica ha de estar presente en toda organización que pretenda estar a tono con
las modernas tendencias de desarrollo y
ha de organizarse de manera más efectiva en aquellas
organizaciones cuyo objeto social sea justamente la actividad de
investigación y desarrollo
(I+D).
Pero en el mundo subdesarrollado es pobre la
aplicación de las nuevas
tecnologías y las modernas técnicas de administración. Existen deficiencias
culturales, como la reticencia al cambio y la
escasa cultura
innovadora. También hay deficiencias organizacionales,
como estructuras
poco integradas y escasa infraestructura de soporte a las
actividades de información. Existen además
deficiencias de gestión, como la escasa orientación
hacia la aplicación de métodos
profesionales de detección de oportunidades y amenazas en
el entorno y existe, sobre todo, una base económica
débil que contribuye a acentuar la brecha
tecnológica con el primer mundo. (Simeón,
2002)
Cabría preguntarse, entonces, si tiene sentido
hablar de inteligencia
empresarial, gestión del
conocimiento, gestión del capital intelectual,
innovación y desarrollo en nuestros
países; si no sería demasiado pretencioso hablar de
la gerencia de
la ciencia y
la técnica, y si no tenemos que concentrarnos más
en nuestro desarrollo
económico y en la obtención de mejores indicadores de
salud y empleo, que en
estudiar y desarrollar las nuevas tendencias de la
administración moderna.
La respuesta es absolutamente SI. Justamente por poseer
una débil base tecnológica y escasos recursos
económicos, se hace imprescindible aprovechar al
máximo lo que tenemos, diseminar el
conocimiento y la innovación, generalizar los adelantos
tecnológicos; siempre sobre la base de la socialización de la ciencia y la
técnica, sin que la necesaria protección de la
propiedad
industrial e intelectual se convierta en un freno para este
proceso.
Las organizaciones de ciencia y técnica son
precisamente las responsables de lograr la integración de la actividad
científica a los intereses sociales, de garantizar la
protección de la innovación y de viabilizar su
generalización a nivel social. Para ello,
independientemente de la función
reguladora que puedan desempeñar, deben en primer lugar
alcanzar un alto nivel científico propio, a partir de una
eficaz administración de la actividad
científica en función social.
Y para lograr una administración exitosa de la
ciencia y la técnica y del potencial intelectual que la
sustenta hay que partir de su medición. No se puede
gerenciar con éxito
lo que no se mide.
Para satisfacer esta necesidad las organizaciones tiene
que incorporar un sistema de
medición del capital intelectual que permita en forma
sencilla develar el flujo de valor que las
competencias,
la propia organización y sus relaciones con el
entorno generan en los procesos de
trabajo, partiendo de sus indicadores estratégicos. Para
hacer esto factible se debe contar una metodología que se adecue a la naturaleza y
práctica de cada una de ellas. La medición debe ser
vista por los directores de la
organización como un factor crítico de éxito
al que hay que invertir mas que recursos
económicos y tecnológicos, grandes esfuerzos y
convicciones para lograr un cambio
cultural en la gente y en sí mismos. (Beltrán,
2000)
Se propone la siguiente metodología por
etapas:
- Etapa de preparación.
Se preparan las condiciones para implantar el sistema de
medición y gestión del capital
intelectual.
- Preparar a la
organización para el cambio. Debe lograrse el
convencimiento de la utilidad de
gestionar el capital intelectual como una clave para el
éxito y no como un modo de estar a tono con el discurso
académico y empresarial sobre los temas de
administración. (Kaplan, 2000) - Tener definida las competencias
(diseños de puesto, mapas de
conocimiento, diagnóstico por cada trabajador de las
competencias que no tienen y planeación de las vías para
alcanzarlas) - Disponer de un marco estratégico sólido
actualizado y comunicado. Por lo menos, Misión,
Objetivos
Estratégicos y Macroindicadores de la
organización. - Contar con un sistema informático que permita
reflejar y comparar otros indicadores operativos además
de los contables y financieras. - Realizar un benchmarking
que permita conocer las mejores prácticas, los
indicadores usados en otras organizaciones semejantes del
país o del extranjero, los criterios de medida. Se deben
considerar los modelos
conceptuales que vinculan la ciencia y la tecnología con la sociedad y la
integración y las reflexiones e investigaciones
que sobre esta vinculación se realizan regional,
nacional e internacionalmente
- Etapa de implantación.
Se definen indicadores y se implanta el sistema de
medición.
- Definir los indicadores a usar en la
organización. Deben ser pertinentes, confiables,
actualizados, precisos, válidos, verificables,
específicos, eficaces y oportunos, y deben agregar
valor a la
información. - El subrayado indica que los indicadores así
concebidos deben, pues, alimentar la actividad de los actores
que participan en el proceso de generación de conocimiento
y de desarrollo tecnológico. - Determinar criterios de medida alcanzables por la
organización. En la medida que la organización va
alcanzando determinado nivel, se deben fijar nuevos criterios
de medida y así ir ascendiendo por capas hasta los
niveles más altos de gestión. - Definir las acciones que
contribuyen a mejorar los indicadores y a alcanzar las acciones
esperadas. - Escoger un área o proceso donde sea posible
experimentar con facilidad el sistema diseñado. Debe
existir cultura de
medición, el efecto de las competencias se pueda
verificar fácil y/o rápidamente y que no forme
parte de los procesos que se incluyen dentro de la cadena de
valor. - Incorporar las experiencias obtenidas al
sistema. - Extender el modelo a
toda la organización. Para ello debe lograrse un
conocimiento a nivel de toda la organización de los
objetivos
del sistema, las afectaciones que recibirán los
involucrados en su aplicación, qué utilidad
tendrá la información que se obtendrá, a
quién consultar en caso de dudas.
El sistema debe concebirse con suficiente
autonomía como para que forme parte de los procesos de la
organización, que contemple sus propios mecanismos de
ajuste y que se adapte fácilmente a los cambios del
entorno.
- Etapa de crecimiento.
Se recibirá retroalimentación constante del sistema, se
medirá en qué capa de desarrollo se encuentra y se
decidirá el alza de los criterios de medida para lograr
nuevos estadios de desarrollo.
Clasificación de los indicadores de
medición de capital intelectual
La mayoría de los modelos de
medición de capital intelectual establecen tres
categorías de clasificación: capital humano,
capital estructural y capital relacional. (Kaplan, 1996; Sveiby,
1998; Bueno, 1998; Skandia, 2001; Galán, 2001)
El capital humano a
los efectos de la ciencia y la técnica comprende los
actores de desarrollo (pueden ser personas, grupos,
entidades)
El capital estructural incluye a los programas
científico técnicos y a los productos de
esos programas.
El capital relacional se refiere fundamentalmente a su
interacción con la sociedad y a su
valoración dentro del Sistema Nacional de Ciencia y
Técnica.
Dentro de cada categoría cada indicador puede
clasificarse en:
- Indicadores de insumo.
- Indicadores de resultado
- Indicadores de difusión e innovación
tecnológica (indicadores de cooperación y
comparabilidad)
Para cada indicador se realizarán análisis comparativos contra
períodos base, contra índices externos de los
líderes o a nivel mundial. Se recomienda el uso de
gráficos, tablas que permitan su mejor
presentación y facilite el análisis.
Los indicadores que se relacionan a continuación
constituyen solamente una propuesta pues cada organización
debe adaptarlo a su entorno de desarrollo y en función de
cuáles son los fundamentales para medir la gestión
científico técnica. Se obtuvieron a partir de la
consulta a 13 expertos, 6 nacionales y 7 extranjeros.
Después de realizadas dos rondas de consultas, se
escogieron aquellos indicadores con una coincidencia mayor del 20
% (3 ó más):
Indicadores de insumo
Son los más comunes y también los
más fáciles de obtener. La metodología
para su construcción se basa en el Manual Frascati
(OECD, 1993) el cual ha ido adaptándose a los cambios en
la estructura
productiva, particularmente en lo relacionado con los gastos en
Investigación y Desarrollo
1.- Gastos en I +
D.
Es común que la contabilidad
tradicional no refleje con exactitud los gastos de I + D sino que
los asocie generalmente a áreas de responsabilidad relacionadas con la investigación. La mejor medición se
realizará cuando se cuente con una contabilidad
basada en las actividades (ABC), que permita registrar cada
actividad de I + D, independientemente de donde ocurra y a su
vez, deseche aquellos gastos operativos de las áreas de I
+ D que no están en función de la
investigación. (Armenteros, 2001)
2, Gastos en I + D per capita.
El divisor puede definirse sobre la base del personal de la
propia organización o del campo de acción en
función del cual se haya diseñado el
sistema.
3. Personal de I + D
(científicos e ingenieros a tiempo completo/
total del personal)
4. Incorporación de I + D (personas que aportan a
I + D que no se dedican a tiempo completo /
total de personal)
Es común que existan muchas personas que aporten
en los procesos de investigación y que no están
formando parte de las áreas de I + D, sin embargo su
aporte puede ser muy valioso. Para las entidades reguladoras da
una idea además de la eficacia del
trabajo de socialización de la ciencia. (Vernis,
1998)
5. Nivel de los investigadores (títulos
académicos, títulos de investigación,
experiencia) .
6. Porcentaje de gasto en I +D financiado por la
industria, por
el Gobierno, por
organismos de educación
superior y por entidades privadas sin ánimo de
lucro.
Estructura los orígenes de fondos para la
actividad científica.
7. Apropiaciones presupuestales por áreas de
conocimiento
Estructura los destinos de fondos de la actividad
científica. Se compara con los bancos de
necesidades y problemas
definidos previamente por la actividad de planificación o con las actividades
productivas y de servicios
más deficitarias.
Indicadores de resultado
Son los que miden el resultado de la asignación
de recursos y el producido de las personas e instituciones
dedicadas a actividades de I +D.
Los más conocidos son precisamente los que miden
la producción de tipo bibliométrico y
de patentes. Estos indicadores no tienen, sin embargo, una base
homogénea debido a dificultades de tipo
conceptual.
A nivel de país o región se mide por el
volumen de
exportaciones e
importaciones
tecnológicas, el pago por patentes, el efecto del proceso
de globalización y el nivel de inversión
extranjera. Así, sus indicadores "están
representados por los ingresos, pagos y
saldo de balanza de pagos
tecnológica y por la tasa de cobertura.
La balanza de pagos
se puede establecer a nivel de organizaciones a partir de lo
invertido y lo obtenido en la actividad
científica.
En función de los actores del conocimiento pueden
usarse indicadores como cantidad de eventos por
niveles, cantidad de premios, cantidad y calidad de nuevas
relaciones científicas establecidas, relación entre
los resultados por cada peso invertido.
En función de los programas de ciencia y
técnica podrá medirse su efecto económico o
social, relación costo /
beneficios, cantidad de personas involucradas, cantidad de
personas beneficiadas, indicadores de género en
relación con la incorporación a la actividad
científica, indicadores por edades.
Se debe realizar una división de indicadores para
sectores de producción en dependencia de la intensidad
del uso de las tecnologías, pues las diferencias suelen
ser bastante significativas de unos a otros.
La medición de estos indicadores permitirá
ir creando y actualizando bases de datos de
proyectos, de
grupos y
centros de investigación, de proyectos de
innovación, de becarios, de cooperación
técnica internacional, de investigadores en el exterior y
de resultado de encuestas de
desarrollo tecnológico de la industria.
Indicadores de innovación y difusión
tecnológica
Si se tiene en cuenta que estos se relacionan más
con el desarrollo tecnológico, corresponderían a
una clasificación especial de indicadores de resultados.
Su construcción se basa en la estrecha
relación que existe entre la tecnología y la
industria y la necesidad de crear un ambiente
favorable para la innovación y por consiguiente de cambio
técnico.
Estos indicadores permitirían la
cooperación de diferentes agentes y el intercambio de
información para facilitar la difusión de
información a empresas
pequeñas y medianas que por su tamaño
tendrían limitaciones para inversión en I&D, pero que a la vez son
factor de dinamismo del sector industrial.
La elaboración de estos indicadores responde a la
necesidad de favorecer actividades de innovación
así como de realizar un seguimiento y evaluación
de las mismas. Los indicadores de innovación y
difusión tecnológicas dependen del número de
acuerdos de cooperación entre empresas, los
objetivos que estas persiguen con esa colaboración y las
características de esas empresas. (Mezza,
2001)
1. Visibilidad de la actividad
científica
Se mide por procesos de encuestas que
permitan conocer como las demás empresas y la sociedad en
general, conoce de los resultados científicos obtenidos,
se comparan la cantidad de organizaciones que ponen sus
resultados en la Internet, la cantidad de
artículos científicos publicados por los
investigadores, las noticias sobre actividades y resultados
científicos, el número de impactos efectivos en
nuestras páginas
web públicas (# de click / # de
solicitudes).
La gestión para incrementar la visibilidad debe
encaminarse a la creación de bancos de
proyectos y a lograr su diseminación y
generalización.
2. Dinámica del desarrollo de la Ciencia y la
Técnica.
Se pueden confeccionar matrices
dispersas que permitan establecer los vínculos entre las
diferentes organizaciones y las actividades científicas,
calcular índices de cohesión entre las actividades
fuentes y
destinos de las investigaciones o
usar cualquier otra técnica que permita determinar la
dinámica del crecimiento de la I + D a
nivel de la organización y a nivel social.
3. Grado de inserción en la ciencia
mundial.
Parte de analizar la cantidad de becarios, de
investigadores participando en proyectos internacionales, de
proyectos de cooperación.
4. Grado de difusión y adopción
del conocimiento.
Se evalúan las bases de datos de
proyectos, las generalizaciones realizadas, las modificaciones
realizadas a proyectos por otros investigadores.
5. Impacto de la tecnología
Teniendo en cuenta que este es uno de los aspectos con
mayor sentido político debe trabajarse profundamente.
Medir la cantidad de personas con acceso a la NTIC, clasificadas
por edades, género,
extracción social; evaluar dentro de los posible el uso de
las tecnologías con fines de crecimiento o con fin de
ocio; el impacto económico de las inversiones
tecnológicas (costo /
beneficio).
6. Dinámica del cambio
tecnológico.
Determinar los períodos de uso de la misma
tecnología, los niveles de inversiones
por área o sector, las actualizaciones
tecnológicas, el tiempo en que se demora el área
objeto de estudio en asimilar los adelantos tecnológicos a
nivel mundial. Debe tenerse en cuenta las diferencias
dinámicas existentes entre las distintas
tecnologías.
7. Evolución de la productividad y
la competitividad.
Se usarán indicadores propios de cada sector, se
calculará la rentabilidad,
la productividad,
el goodwill y cualquier otro indicador comparativo. (Santandreu,
2000).
8. Ritmo de innovación.
Se realizarán análisis cronológicos
de la actividad de innovación estructurada por sectores o
áreas y se obtendrán resultados comparando el ritmo
de crecimiento de ese mismo sector o área a nivel
mundial.
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Review # 77, pp. 100-103
Breves datos
curriculares del autor
Abilio Marrero Rodríguez
Master en Ciencias,
Universidad de
Holguín, 1997.
Ingeniero en Sistemas
Automatizados, ISPJAE, 1990.
Profesor Adjunto de la Universidad de
Holguín.
Experiencia laboral como
Ingeniero Informático, Director de Contabilidad y Finanzas,
Director de Calidad y
Marketing
Ha participado en varios eventos
nacionales e internacionales.
Ha sido tutor de varios trabajos de diploma, entre ellos
2 de Maestrías de la EOI.