- Los
Taínos - Colón en
Azua - La
Fundación - La significación del
nombre de Azua - Los Ingenios
azucareros - El terremoto
- El
territorio - Algunos datos
históricos - La Batalla de 19 de
marzo - Personajes y el arte en
Azua - Las Fiestas
Patronales - Los recursos
naturales - Por
último
LOS TAÍNOS
El actual territorio municipal hacía parte de un
nitainato
que, a su vez, pertenecía al cacicazgo
de Maguana, 1 de las 5 provincias de Quisqueya (así
llamaban los indios la isla Hispaniola) en los tiempos de
los Taínos.
COLÓN EN AZUA
Un acontecimiento poco
conocido en la historia de Azua es el que
nos relata el historiador Luis Joseph Peguero. En uno de los
últimos viajes
de Colón,
el encontró dificultades que les obligaron tanto a
él como a sus acompañantes a refugiarse en
la bahía de
Ocoa, en la parte esteña del territorio
azuano, lo que encontró la resistencia del
Gran Señor (Cacique) de Azua llamado Cuyocagua, a quien el
Admirante trató de someter a la obediencia. No se tienen
mayores detalles de este suceso.
LA
FUNDACIÓN
La Villa de Azua de Compostela fue fundada en el año 1504
por el adelantado Diego
Velázquez de Cuéllar (conquistador
de Cuba), durante
el gobierno de
Don Nicolás
de Ovando.
En 1507, o sea a escasos tres años de haber sido fundada,
fue introducida en Azua, como su Patrona, La
Virgen de los Remedios. En la Iglesia
principal de Azua hay una escultura que se dice
es la imagen de la
patrona, pero la cara es la de una hija de Buenaventura
Báez, quien fuera presidente de la
República Dominicana en cinco ocasiones. ¡Cosas del
folklore
político dominicano!
El 7 de diciembre de 1508, por Real Cédula ordenado en
Sevilla por el Rey Fernando el
Católico, acogiendo la petición de
los procuradores enviados al efecto, Diego de Nicuesa y el
bachiller Antonio Serrano apoyada por Don Nicolás
de Ovando, le fue concedido el escudo
heráldico.
El texto de la
disposición dice así: "Villa de Compostela, un
escudo azul, y en el una estrella blanca y en los baxo unas
ondas azules, y
blancas." El citado documento esta registrado con los siguientes
datos:
"Signatura. Indiferente General. Legajo 1961-Libro 1-,
folio s 97 y 98". Nótese que la Real Cédula habla
de ondas azules y
blancas, pero no dice cuantas. Así, pues, lo esencial es
conservar los colores y los
símbolos, ya que el número de ondas no es
fundamental.
De acuerdo a las escrituras aquí en Azua residió
durante varios años (1504-1511) el celebre conquistador de
México Hernán
Cortés, quien durante su permanencia en
esta villa desempeñó el cargo de Escribano
Público. Solía pasar sus horas de esparcimiento en
la playa Monte
Río.
LA
SIGNIFICACIÓN DEL NOMBRE DE AZUA
Mucho se ha especulado sobre el nombre de Azua. En Perú
los indios llamaban azua a una bebida hecha a base de maíz. En
Venezuela
existían los indios azuas. En Ecuador
encontramos una provincia y un macizo montañoso en los
Andes que llevan el nombre de Azuey. España
cuenta con el apellido Azúa y un río y un valle en
la provincia de Vizcaya tienen por nombre Asúa.
Sin embargo, hoy en día, pocos entendidos dudan que la
término Azua es de surgencia indígena y que quiere
decir montuna. Según lo hace constar Don Emiliano Tejeda
en su obra "Palabras Indígenas de Santo Domingo", Azua, es
vocablo autóctono de la isla. Los taínos
solían llamar a este territorio del Sur de nuestra isla
con ese nombre. Cabe destacar que algunas corrientes
historiográficas afirman que el nombre de la ciudad debe
escribirse con S y no con Z, en virtud de que los
indígenas no articulaban esta última vocal.
Al otro lado hay una obra "Casas infanzonas de Vizcaya: La Casa
de Asúa", libro escrito
por Don Darío de Areitio y Mendiola en 1912. Abogado del
ilustre colegio de Bilbao, Académico Correspondiente de
las Bellas Artes de San Fernando. Individuo de la Comisión
de Monumentos de Vizcaya. Bibliotecario y Archivero de la
Diputación Provincial de Vizcaya.
En las páginas 5 y 6 dice lo siguiente: "… Y tratando de
seguir un orden cronológico, comenzaremos por anotar que
Estívaliz de Zabalza, Secretario Diputado por Sus Altezas
para el repartimiento de los caciques e indios de la isla "la
Española" (la actual isla de Santo Domingo), en el
año de 1514, anota la relación de nombres de vascos
u oriundos de Euskalduna que se hallaban en aquella colonia y
tuvieron participación en el reparto; y entre otros
figuran Juan de Asúa y su deudo Gabriel de Butrón.
El primero dió su nombre a la villa y a la provincia de
Asúa en dicha isla, a las que, por desvirtuación de
la lengua, llaman
Azua. (Error que por otra parte se repite en otras ocasiones…)"
En lo atinente el ap elativo Compostela el criterio es
así. Según el Lic. Emilio
Rodríguez Demorizi, la que recibiera el
titulo y blasón, fue en los inicios de su fundación
la hacienda del Mariscal Pedro Gallegos, llamada "Compostela".
Pedro Gallegos, el Comendador (Síndico) de Azua cuando la
ciudad estaba todavía en el denominado Pueblo
Viejo, era oriendo de Santiago de Compostela,
España,
por cuya razón le pusó el nombre de Compostela, en
honor a su tierra de
origen.
Es la cabecera más antigua de las provincias
sureñas que compartían la geografía de esta
parte la Isla Hispaniola.
Pero, respecto al nombre de Compostela, Antonio Delmonte y Tejada
en su "Historia de
Santo Domingo", así como otros, afirman que se
llamó así en memoria de un
caballero Comendador llamado Diego Méndez, natural de
Galicia, que estaba avecindado allí y quién
hospedó en su casa a Ovando, cuando éste regresaba
a Santo Domingo de su célebre campaña de
Jaragua.
LOS
INGENIOS AZUCAREROS
El progreso de la ciudad de Azua tomó mayor auge con el
descubrimiento de las minas de oro y cobre en el
año 1508 y la instalación de los ingenios
de azúcar. Los ingenios llegaron a tener
la más alta reputación por la fertilidad con que
crecía en sus terrenos la caña de azúcar.
En el año 1515 los Oidores de la Real Audiencia, en un
informe que
rindieron al rey, decían de Azua lo siguiente: "Azua daba
mucha azúcar
y su territorio era tan fértil que las cañas
plantadas hace seis años eran tan frescas como si acabasen
de sembrarse y que además de eso tenía minas de oro
en su vecindad". La abundancia de ríos y arroyos era tal
en Azua que según el historiador Antonio Delmonte y Tejada
en su obra ya citada que todos los trapiches se movían con
aguas que descendían y facilitaban el movimiento de
las máquinas.
Entre los ingenios que merecían atención especial estaba el de Pedro
Caballero Bazán, en Ocoa, el cual describió Oviedo
del siguiente modo: "Otro ingenio y de los mayores de toda la
Isla y de los muy poderosos, fundó el licenciao Zuazo,
Oidor de la Real Audiencia. Había además el de
Diego Caballero de la Rosa que estaba situado en la ribera del
río Cepicepi, además el de Jácobe
Castellón cerca del río Vía, el cual
heredaron a su muerte su
esposa doña Francisca de Isásaga y sus hijos.
Fernando Gorjón tenía otro ingenio y dos trapiches
de caballos, uno del Chantre don Alonso de Peralta, dignidad que
fue de la Catedral y otro de un vecino llamado Martín
García.
De acuerdo con el historiador Luis Alemar, de los repartimientos
de los infelices indígenas del año 1514, a Azua le
tocó su participación, debido a que en la
reunión de los distribuidores, que tuvo lugar en La Vega,
consta que asistió por Azua el señor Juan
Pérez de Gijón, efectuándose el reparto de
los indios azuanos el día 19 de diciembre de 1514, pasando
de 800 los repartid os.
En lo que respecta a los ataques de corsarios a la ciudad de
Azua, el historiador escribió: "Infestados ya los mares de
corsarios de distintas nacionalidades, tocole a Azua sufrir
varias veces los ataques de éstos y así en febrero
de 1538 una nave francesa de ciento cincuenta toneladas, con un
patache y hasta con cien hombres, surgió en Puerto Hermoso
y después en Azua, apresando tres bajeles con doce
marineros que navegaban con rumbo a Azua matando a los patrones y
luego reduciendo a cenizas la casa que había en Las
Salinas. Saquearon el ingenio de Zuazo en Ocoa y otro más,
llevándose quince esclavos, más de tres mil arrobas
de azúcar y el dinero que
robaron después a los vecinos de la población".
EL
TERREMOTO
El 16 de octubre de 1751 Azua fue destruída por un fuerte
terremoto, lo que obligó a su traslado desde el
denominado Pueblo
Viejo, a las orillas del Río
Vía, en terrenos donados por Doña
María de Bía y su esposo, y también por
la familia de
Don Gregorio Díaz y de la viuda Luisa Guerrero.
Algunos versados en historia afirman que se escogió el
sitio porque era muy pedregoso, una condición que se
entendía podría ser una especie de repelencia
contra posibles movimientos telúricos del futuro y por le
existencia del río Vía, con cuyo caudal de agua los
moradores no tendrían mayores problemas para
abastecerse del insustituible elemento.
Las mismas personas dejan entrever la posibilidad de que esta
fuente de agua debe
escribirse Bía y no Vía, puesto que el riachuelo
recibió su denominación en honor a la donante de
los terrenos.
EL TERRITORIO
Cuando los dominicanos alcanzaron la Independencia,
el 27 de febrero de 1844, la provincia de Azua tenía un
vasto territorio que fronterizaba con la vecina República
de Haití. La provincia fue constituida en este mismo
año y desde entonces formo parte de las cinco provincias
en que se dividió el territorio nacional, siendo su
jurisdicción territorial integrado por las comunes de San
Juan de la Maguana, Las Matas de Farfán, Neyba, Las
Cahobas (Haití), Hinche (Haití), Bánica, San
Miguel de la Atalaya y San Rafael.
La creación del municipio del que Azua es ciudad cabecera,
se remonta a 1882. El gobierno del
dictador de Haití, Ulises
Heureaux (el fue el lider del país desde
1882 hasta 1899), comenzó a reducirse la provincia de
Azua. Creara la provincia de Barahona en territorio antiguamente
azuano.
Según puede apreciarse a Azua le correspondieron hasta el
convenio fronterizo del año 1929, cuatro comunes que luego
pasaron a ser dependencia haitiana, estas son: Las Cahobas,
Hinche, San Miguel de la Atalaya y San Rafael.
En 1938 fue desagregado de Azua el territorio que originalmente
formó la provincia Benefactor, hoy San Juan. (Benefactor
fue una de las advocaciones con las cuales se deificó al
dictador Rafael
Leonidas Trujillo). Otra franja territorial que
perteneció a Azua es la que hoy ocupa la provincia
Peravia, anteriormente José Trujillo Valdez, nombre puesto
en honor al padre de Trujillo.
ALGUNOS DATOS
HISTÓRICOS
Azua tuvo la presencia de las tropas norteamericanas que ocuparon
el país (1916-1924). De este hecho quedan el puente sobre
el Río
Vía; los contenes y sistemas de
cloacas de la calle Colón hoy Duarte
y el Cementerio Municipal.
De ese mismo tiempo en Azua
comenzó a funcionar el ingenio azucarero El Ocoa y Central
Ansonia, ambos propiedad
norteamericana. Luego en el año 1919 y al comienzo de los
años 20 comenzó a operar el Central Azuano propiedad de
la familia
Vicini.
La presencia norteamericana continúa esta vez con la
perforación de los pozos de petróleo,
primero en la comunidad
de Higüerito
y luego en Maleno,
donde la Compañía Seaboard inicia las perforaciones
con resultados positivos pero saboteado.
Con la llegada de inmigrantes de Italia y Arabia,
Azua inicia su época de oro en el área comercial,
pues los señores Rocco Capano, Nicolás Maria
Ciccone, Teofilo J. Risk y otros de no menos importancia, se
establecen con grandes negocios cuya
actividad trasciende las fronteras de Azua.
De esta Azua de Compostela pertenecen las calles Colón
hoy Duarte;
la Restauración hoy Colón; la Quisqueya hoy
Hernán Cortés y la del comercio
hoy Emilio
Prud’Homme.
De finales de siglo 19 o comienzos del 20, Azua alumbraba sus
calles por el sistema de
combustión de carburo que le llamaron "Los
Faroles de Graciliano", que cuando él prendía el
ultimo tenia que comenzar nuevamente con el primero. Luego, en
los años 30 hasta la llegada de la CDE.
(Corporación Dominicana de Electricidad),
funcionó un alumbrado pr opiedad de los Hnos. Noboa
subvencionado por el ayuntamiento, cuya duración de
servicios era
hasta amenazas de apagones minutos antes de la hora
establecida.
LA BATALLA DE 19 DE MARZO
En el período 1844 – 1854 Azua fue escenario de
diferentes batallas
contra el invasor haitiano, tales como los combates del 19
de Marzo, de Tortuguero
(23-4-1844), Las Carreras (4-5-1849) y El Memiso. Por la
huella que estos hechos marcaron en la historia nacional y
azuana, es importante recordar algunos momentos sobresalientes de
la gesta del 19 de Marzo.
El Presidente Charles
Hérard, al darse cuenta del movimiento
independentista de 1844 en Santo Domingo, preparó su
ejército con el fin de reprimirlo. Sale de Puerto
Príncipe con 30,000 hombres divididos en tres columnas:
una que avanza por el norte al mando del General
Pierrot, que con 10,000 hombres, debía
tomar las ciudades de Puerto Plata y Santiago; otra por el
centro, comandada por él mismo, que se dirigió por
San Juan hacia Azua. Y finalmente la del sur, que tomó el
camino de Neyba, al mando del General Souffront.
Las operaciones del
ejército dominicano estaban bajo el control superior
del general Santana.
Se hizo acompañar del general Antonio
Duvergé, quien estaba encargado de velar
por los diferentes flancos durante la batalla. Duvergé
contó con refuerzos llegados desde Baní y de
la misma Azua. El ejército dominicano combatió con
dos cañones:
uno manejado por Francisco Soñé y por el teniente
José Del Carmen García .
Otros militares que combatieron fueron: los fusileros
Valentín Alcántara, Vicente Noble. Al centro de la
defensa dominicana una pieza de artillería y el grueso de
las tropas de monteros y hateros, comandados por Juan Esteban
Ceara, Lucas Díaz y Luis Álvarez.
La columna del centro debía unirse a la del sur para
atacar Azua. Pero las tropas dominicanas, al mando de Fernando
Taveras, de Vicente Noble y de Dionisio Reyes, atacan las tropas
del general Bround, acantonadas en Las Marías,
produciéndose el primer encuentro en La Fuente del Rodeo.
Mientras ocurren estos acontecimientos, Souffront ordena
continuar la marcha hacia el lugar donde debía unirse con
la columna de Hérard.
Entre el 17 y el 18 de Marzo de 1844, las tropas de Souffront
inician su marcha hacia Azua, enfrentándose en El Paso de
las Hicoteas con tropas comandadas por Manuel Mora.
Ese mismo día, el ejército de Hérard
pasaba por Los
Jovillos, en persecusión de los
guerrilleros de Luis Álvarez. Las avanzadas dominicanas
que ocupaban El Paso de Jura, bajo del mando del General Lucas
Díaz, atacan sorpresivamente las columnas de
Charles
Hérard.
El 19 de Marzo las fuerzas dominicanas estaban posicionadas en
puntos estratégicos en la ciudad de Azua. Estaban
constituídas por 2,500 soldados, hateros y monteros, que
formaban el ejército de Pedro
Santana. Entre estos soldados había
jóvenes azuanos que habían sido entrenados
por Duvergé
y Francisco Soñé.
Estas tropas estaban distribuídas de la siguiente manera:
en El Camino del
Barro, la fuerza de la
fusilería azuana comandada por el capitán Vicente
Noble; en La Loma de
Resolí, 200 hombres al mando de
Nicolás
Mañón; en el centro de la villa se
encontraban dos cañones,
uno manejado por Francisco Soñé y otro por
José del Carmen García. Camino a Los Conucos y Las
Clavelinas se encontraba una fuerza de
artillería comandada por Matías de Vargas,
José Leger y Federico Martínez.
Al amanecer del 19 de Marzo el General Hérard
organizaba su ejército con el fin de atacar a las
tropas dominicanas, pero los dominicanos atacaron al enemigo que
avanzaba por El Camino de los Conucos. El enemigo fue rechazado
por el cañón de Francisco Soñé, la
fusilería de Lucas Díaz, Jean E. Ceara y
José Del C. García. Desalojan el río
Jura. El mismo día 19 las tropas del jefe
haitiano Tomás Héctor entran en Azua y el ataque es
rechazado por los dominicanos.
Al ser decapitado el comandante haitiano Vicent Jean Degales por
los comandantes Matías de Vargas, José Leger y
Feliciano Martínez, sus tropas (noveno y décimo
regimiento) se desplegaron en desorden por falta de jefe. Poco
después las tropas haitianas que avanzaban por
El Camino
del Barro (segundo y sexto regimiento), son
vencidas por las tropas de Duvergé
y de Nicolás
Mañón en El Cerro de
Resolí, tras tres ho ras de combate a
arma blanca. El ataque provocó la huida de los invasores
de nuevo hacia el río
Jura.
El mismo día 19 Santana
opta por retirarse a Sabana Buey y desde allí a
Baní. Los haitianos, al percatarse de ello, deciden ocupar
la ciudad. Durante su retirada Santana
colocó guarniciones en diferentes puntos
estratégicos en el desfiladero de El
Número, dejando a cargo de la defensa al
General Antonio
Duvergé.
Las tropas de Souffront son detenidas en La Hicotea; reinician su
marcha de nuevo al día 20 para unirse a las tropas
de Hérard.
Esta memorable batalla, se inició a las 7:30 de la
mañana. El éxito
fundamental se basó en la estrategia de
retrasar, hostigar y alejar al enemigo de los lugares donde
pudieran encontrar provisiones para mantenerse en el campo de
batalla. Además, el terreno inhóspito e inaccesible
los hizo huir acorralándose hacia el río
Jura, sufriendo una gran derrota.
No pocos historiadores coinciden en afirmar que la Batalla de
Azua fue ganada por el pueblo azuano, a base de piedras, palos,
machetes y otras herramientas
de uso cotidiano con las que combatió sin cesar a los
haitianos, los que a pesar de su poderoso, bien entrenado y
armado ejército fueron obligados a retroceder hasta sus
fronteras.
Es así como los azuanos, armados de piedras, machetes y
palos enfrentan al ejército haitiano compuesto por algo
más de 8 mil soldados, pertenecientes a ‘‘Los
Dragones de la G uardia Nacional, a los Cazadores y
Granaderos".
PERSONAJES Y EL ARTE EN
AZUA
La historia de Azua esta matizada de muchos hechos importantes en
los ordenes históricos, social, y cultural.
Algunos galenos que vinieron a radicarse en esta ciudad, que por
su dedicación al servicio y sus
aportes a la cultura en
general, se hacen merecedores de que siempre se les recuerde con
respeto y
cariño.
Doctores:
Está el Dr. Simón Striddels, cuyo nombre lleva
el hospital
de esta ciudad, consagrado medico de origen
curazoleño que vino a vivir a esta ciudad en tiempo de
Lilís (Ulises
Heureaux, el fue el presidente del país
desde 1882 hasta 1899) y al que la generación de la
época recuerda con el nombre de "Papa mon".
Los Dres. Armando Aybar y Buenaventura Báez Satín,
cuya labor se honra con sendas calles a su nombre.
El Dr. Arístides Estrada Torres quien vino en
compañía de amantísima esposa Doña
Caridad, y quien ejerció ampliamente la medicina social.
El Museo
que funciona en la Biblioteca
Municipal lleva su nombre.
Dr. Gregorio Solano un capitaleño del que Azua se
adueño por adopción,
del que según cuenta la gente del campo dice que cura solo
con ver al enfermo.
Del Dr. Rafael Antonio Cabral Pérez, médico azuano
muy querido, dicen que a las personas a quienes Féfen les
ha cobrado una consulta, paradójicamente, se le puede
llamar dichosas.
El arte:
En lo concerniente al arte y la cultura en sus
diversas vertientes, son muchos los exponentes que Azua
podría exhibir con timebre de orgullo. Como muestra
está la acogida que tuvo en predios azuanos la Escuela
Perseverancia, fundado por el ilustre pedagogista Emilio
Prud'Homme, autor de las letras del
Himno
Nacional Dominicano. Eran los días de
gloria de muchos aedos de Azua, tales como Bartolomé
Olegario Pérez, autor de "Margaritas",
Víctor Garrido, Héctor Viriato Noboa, autor de
"Crisálidas Poéticas" y fundador de la Sociedad
Literaria y Cultural Athene
en el año 1925, Hernani García, Héctor
Marchena, Teodoro Noboa, Abraham Ortiz Marchena y tantos
otros.
Otras personas que cuadyuvaron para que Azua fuera bautizada como
La Athena del Sur, fueron Miguel Ángel Garrido, autor de
"Siluetas", Renato D'Soto, autor de "Tonalidades", Barón
Noble, formidable poeta de "Fino Estro" y Héctor
J. Díaz, excelente poeta popular y autor
de "Lo que
quiero", Heriberto García, así
como de otros inspirados líricos que enaltecen el parnaso
de este pueblo.
En el arte musical Azua tiene su más diamantino cultor en
Pablo Claudio, quien escribiera las óperas "María
de Cuellar" (la esposa de Hernán
Cortés), y "Las Américas". Un
aspecto aparte para nombrar a Ramón
Madora, exponente fiel de nuestra mangulina, quien por
allá por Guayacanal, nunca pensó que su baile nos
iba a representar en playas extranjeras. También
están la trompeta de Armando Beltre y la exquisita voz
de Olga
Lara.
La Azua de hoy cuenta con figuras en el Arte y la Cultura tan
relevantes como las pasadas. Están el General Ramiro Matos
Gonzáles escultor-historiador y las narraciones de
Tomás Alberto Oviedo quien ha inmortalizado las
ocurrencias del maestro Camilo.
Azua cuenta con tres importantes instituciones
culturales: El Grupo
Enriquillo de Investigaciones
Históricas, Arqueológicas y Antropológicas,
que edita la revista UPHIA,
la Sociedad
Literaria y Cultural Athene, presidente William Mejía, y
el Círculo de Estudios Literarios Azuanos. Estas dos
últimas entidades auspician concursos de los diferentes
géneros
literarios periódicamente.
LAS FIESTAS PATRONALES
Las fiestas patronales de la comunidad se
celebran cada 8 de septiembre, día de Nuestra
Señora de los Remedios, con juegos
populares como la gallina ciega, la corrida de burros, el palo
encebao, el baile de la cinta y los famosos diablos cojuelos.
Además se celebran actividades religiosas en honor a la
patrona del municipio.
LOS RECURSOS
NATURALES
Azua cuenta con bellísimos recursos
naturales, como sus extensas playas, Las
Salinas, y la cascada conocida con el nombre
de Vichí,
con sus famosas aguas medicinales.
En la comunidad de Yayas de Viajama se encuentra el balneario La
Sulsa, cuyas aguas
sulfurosas son utilizadas por los
bañistas para enfrentar ciertos problemas de
salud.
También hay muchos pozos
naturales de agua y algunos de
petróleo.
CONCLUSIÓN
La República Dominicana a lo largo de su historia ha
sufrido una serie de invasiones, guerras,
batallas, etc. La provincia de Azua ha servido de escenario para
varios de estos enfrentamiento, en los cuales casualmente hemos
salido victoriosos.
Azua fue destruida en tres ocasiones por invasores
pirómanos: Juan
Jacobo Dessalines, quien el 1 de enero de 1804
proclamó la Independencia
de Haití, ordenó incendiarla al invadir el
territorio dominicano en 1805. Y como mencionado arriba, cuando
el jefe haitiano Charles
Hérard fue derrotado en la Batalla del l9
de Marzo, en 1844, a su paso por Azua la incendió. En
1849, el Presidente haitiano Faustino
Soulouque, en retirada por las derrotas sufridas
en las batallas El
Número y Las Carreras, dejó
abrasada en llamas la ciudad.
Además de las terribles batallas, Azua ha sufrido en
varias ocasiones los estragos de la naturaleza, ya
que se ha sido azotada innumerables veces por terremotos que
han arruinado y quebrado su entorno físico.
La provincia de Azua se caracteriza por un clima muy fuerte
y escasas lluvias, que no nos favorecen en cuanto a la economía y a la
productividad
de la provincia. Aunque a pesar de esto existen varios
sembradíos de diferentes productos que
ayudan a sostener el nivel económico de la ciudad.
Azua cuenta además con hermosos atractivos
turísticos, y preciosas construcciones antiguas. Y no solo
es su espacio físico, sino que en cuanto a su gente ha
sido de cuna de honorables personajes de nuestro país. Ha
acogido también a personas extranjeras que han quedado
prendadas de esta hermosa ciudad y han hecho suyo este
pueblo.
POR
ÚLTIMO
No se exageró cuando se afirmó: "En Azua,
detrás de cada matorral hay historia…y debajo de cada
piedra hay prehistoria".
fuente: aguaita.com, Mesa Mendez y D'Soto
Diego Velázquez de Cuéllar
(1465-1524)
Hernán Ferdinand Cortés
(1485-1547)
Pedro Santana Familias
(1801-1864)
Bartolomé Olegario Pérez
NoHéctor José
Díaz
Lo que quiero
Que nadie me conozca y nadie me quiera,
Caminar mundo adentro, solo, con mis
dolores
nómada, sin amigos, sin amor, sin
anhelo;
que mi hogar sea el camino, que mi techo sea el Cielo
y mi lecho las hojas de algún árbol sin
flora.
Cuando ya tenga polvo de todos los
caminos,
cuando ya este cansado de luchar con la suerte,
me lanzaré en las noches sin lunas de la muerte
de donde no regresan jamás los peregrinos.
Y morir una tarde cuando el sol triste
alumbre,
descendiendo un camino a ascendiendo una cumbre,
pero donde no haya quien me pueda enterrar…
que mis restos, ya polvo, los disipen los vientos,
para que cuando ella sienta remordimientos
no se encuentre mi tumba ni pueda rezar.
stalgia
Llevo en mi corazón la
triste huella
de la eterna nostalgia sideral
y en los dormidos rayos de una estrella
de noche subo a donde Dios está.
Alguien me aguarda con amor
profundo
en un país distante que soñé,
y en medio a las tristezas de este mundo
a veces me pregunto cuando iré…
Anémona sin fuerzas que
consume
el viento de una tarde tropical,
eso es mi corazón:
flor sin perfume
que poco a poco concluyendo va!
Sé que la dicha, mariposa
errante,
me presto sus caricias una vez,
y que en mi alma triste, al breve instante,
helada y mustia se encontró después…
Yo persigo su huella con
cariño
la busco por doquiera con afán
y a mi piadosa adoración de niño
se que pronto, muy pronto volverá.
Triste con mi pesar la aguardo un
día,
y cuando vuelva a acariciar mi sien,
donde caiga mi alma muda y fría
la ansiada dicha se caerá también!…
NOEL RAMIREZ RIVERAS