- Sobre la moral, la
salvación y el papel de las religiones
(log). - Dios y el
mal. - Naturaleza de Dios y la
Creación. - Contra la pseudoteología
bakuniniana. - Sade y la justificación
natural del pecado. - Por qué razón este
es el mejor de los mundos. - Motivos para la
persecución de la religión cristiana durante el
Imperio. - "Antisemitismo" en la Iglesia
Católica. - Sobre el "genocidio
bíblico" (al hilo de una
polémica). - Pregunta a un experto en
asuntos bíblicos. - Novi barbari (Nuevos
bárbaros en la red). - Jueces de las
Escrituras. - El ateo como
hereje. - Progreso y
manipulación. - Diferencia entre
teología y filosofía. - Sobre el
dogma. - Defensa ilustrada de la
fe. - Fe e
imaginación.
1. Sobre la moral, la
salvación y el papel de las
religiones
(log).
tresco> Absolutamente, la religión o ser
religioso te aparta de la responsabilidad de crear tu propio camino, para
vivir dentro de los dictados "divinos" que indican lo que tienes
que hacer con tu existencia: el camino está trazado y a ti
sólo te toca seguir o no por él.
> Creo que la religión es lo
máximo a lo que puede aspirar todo hombre
sensato. Has de encontrar un camino, no seguirlo. Si se tratara
de seguirlo de buenas a primeras no tendría ninguna
dificultad ser cristiano.
tresco> A mi me daría asco ser cristiano.
> Por qué?
tresco> Porque es el reflejo del borreguismo mental que nos ha
hecho padecer durante dos milenios, es el resquicio que ha usado
el poder para
cimentar sus bases entre gente que será premiada en otro
mundo y no en este, lo de poner la otra mejilla es una
alegoría del poder y su
ejercicio ante el débil.
> ¿Crees que ser cristiano te exime de
responsabilidades? ¿Crees que el cristiano no se siente
premiado en este mundo? ¿Crees que hace el bien
sólo en vistas a un premio ultraterreno?
> Por cierto, el poder es capaz de usar cualquier tipo de
ideología. Con eso no me dices nada. "El
poder" en sí no es ni bueno ni malo, es su uso lo que lo
convierte en más o menos nocivo.
tresco> Claro, pero en el caso de nuestra tradición
judeo-cristiana, el poder se basa en ella, así como en
otras culturas, el mismo poder utiliza otras… lo que me indica
que la religión es sólo una fórmula de
control.
> Si sólo fuera una forma de control toda
forma de control sería una religión.
¿Estás dispuesto a aceptar esto?
tresco> No, puesto que una religión implica aceptar
conceptos que nos has construido mediante tu experiencia, sino
que has tenido que tragar por el hecho de vivir dentro de una
sociedad que
se enmarca dentro de la misma.
> Puedes hacer tuya esa experiencia. Toda experiencia es
experiencia apropiada.
tresco> Entonces, la religión y el cristianismo
liquida tu identidad para
convertirla en un colectivismo repugnante.
> ¿Dices lo mismo cuando lees un libro?
¿Dices lo mismo cuando lees el
periódico o ves la tele o cuando votas a un
partido?
tresco> No, digo lo mismo cuando hablamos de religión,
no tiene nada que ver con un libro, puesto
que leer un libro no implica seguir ciertos dogmas.
> Pero sí con la colectivización de ideas.
Además, una cosa son los dogmas y otra muy distinta la fe.
Los dogmas sólo son el esqueleto; la fe es la sangre, los
tejidos
nerviosos y musculares que vivifican el cuerpo.
tresco> Nadie te promete el infierno o te dices que eres
culpable por leer un libro. El cristianismo
inventó el pecado y la culpabilidad, concepto
asqueroso en sí mismo.
> ¿Crees que todo está permitido y que todo
contribuye a nuestro bien, tresco?
tresco> Yo creo que la libertad se
presenta cuando desaparecen los seres fantásticos que
vendrán a salvarte… creo en la libertad del
que puede pensar alejado de los dogmas impuestos por una
religión que aplasta los sentidos y
deja al hombre
sólo con la única respuesta a todos sus
predicamentos: dios.
> ¿Crees que la idea de salvación exime al
cristiano de realizar sus obras y de obrar con plena conciencia?
¿No es más bien al contrario, que ha de actuar
así para merecerla?
tresco> Yo no creo que haya que "salvar" a nadie de nada, eso
por un lado y por el otro, todo aquel que renuncie a si mismo por
una causa común y que se pierda en el infinito de una masa
que le dicte los pasos a seguir no me interesa, como
intención de vida.
> Si no crees en la salvación es porque crees que tu
vida va a ser tan buena tanto si la vives tú como si la
vive otro, crees que tu vida es tu objeto, tu propiedad, y
no tú mismo. La salvación es ante todo una causa
individual, no común, aunque por extensión pueda
predicarse de todo el género
humano.
tresco> No, no creo en la salvación porque no sé
de qué tendríamos que ser salvados, quizás
de lo único que tengamos que salvarnos sea de los
predicadores de dioses y cristos, y de toda la ignorancia que
pregonan; y, por último, de la salvación misma.
> Has de ser salvado de ti mismo. Si ya estuvieras salvado al
inicio de tu vida ésta no sería más que un
intervalo de tiempo
intrascendente, y tanto valdría vivirla como no vivirla.
Sería como elegir entre ir de vacaciones o quedarse en
casa, no tendría más relevancia moral. Tu vida
pasaría a ser, paradójicamente, algo fungible,
intercambiable. Luego toda vida sería igualmente buena,
igualmente virtuosa, etc. Resultaría absurdo que te
culparas de algo o que culparas a los demás;
deberías callar siempre a no ser que quisieras hablar por
no estar callado.
tresco> Mira, yo no creo en la salvación, no creo en
dios ni en el camino que predican los cristianos, es más,
me doy cuenta que el daño que le han hecho al hombre
occidental es de tal magnitud que no podremos cuantificarlo sino
en miles de años más.
> ¿Qué daño es ese, tresco?
tresco> Por ejemplo, el concepto de
culpabilidad ha dañado a muchos hombres, muchas personas
se sienten impuras y sucias por actuar de acuerdo a sus instintos
y al camino que les indica la carne, viven en la dualidad de
querer ser divinos, pero se dan cuenta que son humanos y se
sienten culpables por eso.
> ¿Y no son sucios a veces tresco? ¿No has
llamado "sucio" a nadie? ¿Nunca empleas descalificativos?
¿Te arrepientes de emplearlos ahora que reparas en
ello?
tresco> Claro, pero sin sentirme cristiano por ello y
entendiendo la subjetividad de mi juicio.
> ¿Crees que tu moral es tuya
como tuyos son tus calzoncillos? ¿Crees que sólo
vale para ti?
tresco> La moral es
personal, de
eso no me cabe duda.
> En cierto sentido lo es, en tanto que eres responsable de
tus actos. Pero en otro sentido no lo es en absoluto, pues un
acto es moral no en función de
ti sino de un criterio exógeno. Es decir, de una praxis
generalizable.
tresco> Yo sospecho que el
conocimiento humano se hubiese desarrollado mucho más,
sin el prejuicio de los religiosos que dejaban todas las
respuestas en manos de dios, todo librepensador fue enjuiciado
por sus contemporáneos cristianos cuando lo descubierto
por él contradecía el pensamiento
dogmático-religioso.
> Tal vez sí, tresco, pero el desarrollo
moral también es un gran logro y no se consigue a
cualquier precio.
La ciencia nos
deja el corazón
vacío.
El-Cuervo> El desarrollo
moral, nos ha traído masacres y atrocidades ¿Hay
algún país mas moral que los EEUU?
> Usas el término "moral" de forma demasiado vaga.
Así puede aplicarse lo mismo a un roto que a un
descosido.
El-Cuervo> Caes en un fallo básico de principiantes del
pensamiento:
"que la religión tiene el monopolio de
la moral".
> Sigo sin saber qué entiendes por moral,
El-Cuervo.
El-Cuervo> Yo te lo digo: ética.
tresco> Yo fui religioso gran parte de mi vida, el
cristianismo lo he visto muy de cerca y lo he vivido, ahora puedo
decir que no puedo estar más alejado de su camino… he
hecho un análisis profundo de lo que me
sucedió cuando era cristiano y cuando me creía el
cuento de la
"salvación", creo que en mi vida me he sentido tan
culpable y por el sólo hecho de estar vivo.
> Creo que confundes el cristianismo con el
nacionalcatolicismo más cutre y vulgar.
tresco> No, no confundo nada, las prácticas cristianas
y sus fundamentos son repulsivos EN SÍ MISMOS [las
mayúsculas son mías].
tresco> La salvación es una patraña, y su idea
repulsiva. Yo creo que no hay que salvarse de nada, tal vez
actuar correctamente consigo mismo, pero eso no quiere decir que
se tenga que ser cristiano o musulmán para
ello.
> Tenemos "actuar correctamente consigo mismo" por un lado y
"la ética "
por el otro. Actuar correctamente consigo mismo + ética
vs. salvación
El-Cuervo> Digamos que la ética/moral es un conjunto de
normas que
deciden que acciones
están bien y que acciones
están mal. Las buenas se desean y se premian, las malas se
castigan. Esta es variable según las culturas y los
tiempos.
> Luego sometes toda moral a un relativismo histórico y
espacial infinito, ¿no es así, El-Cuervo?
El-Cuervo> Sí, soy un relativista moral, aunque te
puedo decir que hay unos pocos principios muy
básicos y muy pocos que me parecen naturales y necesarios
e independientes de la cultura . Por
ejemplo, cuidar de los bebés, asistir al accidentado
etc.
> Y esos preceptos ¿deberían obedecerse
mecánicamente, como el que va a comprar el pan, o los
salpimentarías tal vez con un poco de piedad laica,
aquella piedad que nos hace llamar al teléfono solidario cuando vemos los
anuncios de los negritos pasando hambre? Esa es tu gran moral
universal, El-Cuervo? Te diré lo que es eso: un parche
para tu maltrecha conciencia .
> Aunque te sorprenda, tu visión no es más que
un residuo cultural extraviado.
tresco> Entonces, lo concreto es
que el cristianismo usa el concepto de "culpabilidad" con el que
instaura la razón de su existencia, debemos caminar hacia
la perfección y a perfección se alcanza dejando de
ser "culpable", sólo que por otro lado Cristo dice que
"nadie" será ni es "santo" en la tierra ,
con lo que cierra la posibilidad a dejar de ser culpable =
serás "culpable" toda la vida y YO (Cristo) soy la
única llave de tu "salvación".
> Creo que trivializas la doctrina cristiana, que para ti es
poco más que un catecismo escolar. No indagas en las
causas de esa culpabilidad y afirmas dogmáticamente la
inocencia del hombre. Como no has hecho ese primer paso el
concepto de salvación te aparece como ininteligible e
impuesto .
> Según tú, cuando el hombre se
aleja de unos límites
estrechos de conducta , que
pasarían por ser los que El-Cuervo reconoce como
"universales" (cuidar al bebé, etc.), se extravía
moralmente (?) y pasa a ser un ser desgraciado y por ende nocivo.
¿No es así?
* No hay respuesta *
> Tresco, insisto en que decir que tu moral es subjetiva es
tan acertado como hablar de un lenguaje
subjetivo que sólo usas y entiendes tú para
comunicarte contigo mismo. Lo cual es algo imposible, como bien
demostró Wittgenstein.
tresco> Ni siquiera existe el concepto de moral en la naturaleza , es
una invención tan humana como todo lo demás. La
moral depende del sujeto, la uniformidad es sospechosa.
> La moral es cambiante hasta cierto punto, pero eso no la
convierte en algo tan maleable que sea relativo a cada sujeto.
Sería como si el lenguaje
cambiara en cada interlocutor, de modo que no habría
propiamente lenguaje ,
sino sólo interlocutores. Pero, ¿qué es un
interlocutor sin lenguaje? Como ves es abiertamente
contradictorio.
tresco> En términos humanos, no nos ponemos de acuerdo
en un tipo de moral, hay notables diferencias culturales.
> Tresco, eres consciente de que cuando actúas no eres
el único afectado por tu modo de proceder, ¿me
equivoco? Si tresco me da un puñetazo, ¿qué
cabrá decir de su moral? Cuando tresco actúa,
¿no espera cierta reciprocidad en las actuaciones de los
otros? Probablemente pensará que en una situación
distinta él podría ser la víctima, y se
esforzará en universalizar sus actos (al modo kantiano)
para que no se vuelvan contra él en otro contexto.
> La moral surge de este principio reflexivo-abstractivo que
es el origen de todo progreso en la conducta
colectiva de la especie humana, aunque a tresco le duela
admitirlo.
tresco> Yo no hablo de bien o mal, sólo hablo en
términos de poder, ya que no sé lo que es bueno o
malo dentro de una sociedad como la
nuestra. Para mí es malo algún proyecto de
estado , para
otro no.
> Entonces con más razón deberías
abstenerte de juzgar las sociedades
pasadas, ¿no crees? Acabas de caer en tu propia
trampa.
tresco> Entonces, el bien y el mal sigue siendo una
cuestión personal y no
universal, ya que dependerá de nuestra percepción
particular y de nuestro estado y
ubicación.
> Luego has de afirmar que el cristianismo, tal como tú
lo ves, es algo malo para ti y los que piensen como tú,
pero no para el resto del género
humano, ¿o no?
tresco> Claro, yo hablo por mí y mí mismo.
> No es eso lo que has dicho antes, cuando hablabas de
"calamidad mundial" y mal "en sí".
tresco> Cuando digo que le hacen mal al mundo es un juicio
personal.
> Es decir, una mentira. Estás pecando de lo mismo de
lo que acusas al cristianismo: universalizas tus juicios morales
para aplicarlos a una pluralidad.
> Cuando hablas y sentencias un periodo histórico como
puede ser la Edad Media
estás emitiendo juicios universales, aunque no los
consideres infalibles. La universalidad refiere a la generalidad,
no al grado de certeza; aunque tú pareces bastante
seguro …
tresco> A qué generalidad te refieres?
> A la generalidad de juzgar a un colectivo y no a TI MISMO
exclusivamente. Cuando hablas de los cristianos dejas de hablar
por ti y sientas un juicio categórico. Si no he
leído mal has llegado a considerarlos esclavos y gente
repugnante.
> Alguien dijo "no juzgues si no quieres ser juzgado". Primero
afirmas la completa individualidad del hombre, su absoluta
emancipación de los dogmas generalizables, pero luego no
te abstienes de aplicar ese tipo de anatemas a otras comunidades
que no piensan como tú. Luego juzgas pero no quieres ser
juzgado.
tresco> Lo que digo es que cada uno tiene una moral propia,
dentro de ese punto, juzgar cabe perfectamente.
> Así que quieres que CADA UNO tenga una moral propia.
¿Te das cuenta de lo que dices?
tresco> No hay ni un atisbo de contradicción en lo que
expreso, aunque en tu demagogia cristiana quieras
encontrarla.
> Pero ya no piensas sólo por ti, piensas por todos.
Decir que todos han de tener una moral propia o creer lo que
quieran es una simpleza, pues a no ser que te obliguen (y la vida
está llena de condicionantes de un modo u otro) nadie cree
en lo que no desea creer, a no ser que sea un
hipócrita.
> Creo que más que argumentos contra la religión
(que es ante todo una experiencia más que un conjunto de
dogmas fosilizados) tienes un cúmulo de prejuicios contra
el hombre
.
I.
Dios es infinitamente bueno, ya que:
1) Es Creador de todo lo bueno, que es infinito.
2) Tolera el mal sólo en vistas de la consecución
de un mayor bien. En otras palabras, Dios sería malo o no
sería infinitamente bueno si, para evitar el mal, nos
privara de ese bien mayor (Leibniz).
3) Dispensa bondad sin límite a todos los que quieren
participar de ella (léase: a todos los que no pecan contra
el Espíritu Santo).
4) Difunde el bien en cualquier tiempo y
circunstancia, venciendo toda resistencia
exterior (sin anular el albedrío) e iluminando toda
tiniebla interior (conservando y perfeccionando la
razón).
Observa que si Dios fuese "infinitamente bueno" tal como
tú lo interpretas, esto es, si no hiciera
distinción entre justos e injustos, sería en
realidad infinitamente inicuo, pues trataría lo diferente
de igual manera.
Aunque no lo sepas, acabas de incurrir en un error
herético: la apokatastasis o restauración universal
(origenismo).
II.
Creo que el mal no es sólo
cosmológicamente necesario, sino también
éticamente. En efecto, imaginaos un mundo sin dolor, sin
limitaciones, donde todo lo que el hombre piensa o hace
respondiera a su sola voluntad. Si hoy somos indolentes con
nuestros defectos y altivos con los demás,
¡qué intolerable soberbia nos embargaría en
un universo de esas
características! ¡Y qué
difícil sería entonces hacernos mejores, si incluso
ahora la práctica de la virtud nos resulta tarea tan ardua
e ingrata!
III.
Dice la Biblia: "Dios creó el mundo, y vio que
todo era muy bueno". Pero, en otro pasaje, sostiene: "¿Por
qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo
Dios".
En esta paradoja se esconde la solución a todos tus
enredos. Porque el mal no es otra cosa que la ausencia de
perfecciones, y el bien no es otra cosa que su presencia. Por
este motivo todo cuanto ha sido creado es bueno, porque participa
de las perfecciones de su Creador, y es malo, en tanto que no
puede equipararse a Él.
No es que de un mal se siga, eo ipso, la consecución de un
bien. Ni que de una imperfección derive, sin más,
una perfección. Hay que considerar el orden del universo en su
conjunto para concluir que todo se dirige al mejor fin. Este
"todo" no es un conglomerado abstracto, sino que, desde el
momento en que todos participan de él, redunda en la
máxima utilidad de cada
uno. Es lo que en teología se ha venido llamando el
mysterium iniquitatis, que se resolverá por completo al
final de los tiempos.
3. Naturaleza de
Dios y de la Creación.
Cuando Leibniz dice que sólo lo mejor llega a ser
no está pensando en el devenir: piensa en los infinitos
mundos posibles que no llegaron a ser, porque Dios eligió
el mejor entre ellos. Es decir, al hablar de "lo mejor" filosofa
sub specie aeterni, no de un modo histórico o por
acontecimientos, ya que se parte de la base que el futuro
está hipotéticamente contenido en el pasado.
Los mundos que no devienen tienen una realidad ideal y una
posibilidad bruta, excluida sin embargo por el principio de
razón suficiente. Éste caracteriza al mejor de los
mundos. En dicho mundo lo imposible es lo incausado o lo
contradictorio: lo primero por defecto de principio, lo segundo
por exceso de consecuencia. Además, lo efectivo es siempre
real, pero lo real no es siempre efectivo. En el peor de los
mundos, a sensu contrario, lo efectivo no es siempre real, pero
lo real es siempre efectivo. Esto es, una mezcla de hado y azar:
justo lo que Leibniz pretendía combatir, justo lo que
Spinoza y el nihilismo defienden.
Sobre el mal en el mundo, Leibniz hablaba, siguiendo a los
escolásticos, de voluntad antecedente y voluntad
consecuente. La voluntad antecedente es la querida por Dios en
abstracto, como fin, la que inclina a su sabiduría a optar
por el mejor de los mundos (léase: aquel en el que la
providencia es efectiva). La voluntad consecuente, en cambio, es
aquélla nacida de sopesar todas las circunstancias de un
caso concreto.
Así, aunque Dios desee el máximo bien, no puede
lograrlo sin permitir el mal, de modo que el mal como voluntad
consecuente deriva del bien como voluntad antecedente. Dios,
pues, permite el mal más inmediato para maximizar el
bien.
Contra el panteísmo alegamos que Dios está en todo,
pero que Dios no es todo, ni el todo es Dios; igualmente, que
Dios crea todo, pero que el todo no crea a Dios. O, como
dirían los maniqueos: si Dios es todo y el todo lucha
contra sí mismo, Dios lucha contra sí mismo. Luego,
o Dios no es todo o Dios no es Dios, sino dioses. Pero no pueden
haber dioses ni multiplicidad de ningún tipo fuera del
todo, luego Dios no es el todo y es uno.
Alguien podría imaginar, sin embargo, que el Dios
cristiano, como el de los cabalistas, se suicidó al crear.
Es decir, Dios era una forma sin materia y una
unidad simplicísima antes de la Creación, pero
ulteriormente devino infinidad de formas materializadas
igualmente eternas, necesarias, etc. ¿Cuál es el
error de este planteamiento? Observad: si Dios-espíritu
dejara de ser al crear, entonces no podría crear nunca, ya
que, al empezar a crear, dejaría de ser Dios. Es necesario
conservar la dualidad en todo momento.
4. Contra la
pseudoteología bakuniniana.
1) Perfección y creación se contradicen.
La perfección, al menos tal y como la entienden los
cristianos, es infinitud, mientras que todo lo creado debe ser
forzosamente finito. Si no fuera así, al no tener
principio ni fin, no podríamos llamarlo creado.
2) De ahí se sigue que la obra de un ser perfecto no ha de
ser perfecta, sino inmejorable. Es decir, la mejor entre las
posibles.
3) Éste es el mejor de los mundos, ya que de los
mínimos principios
(razón suficiente) se derivan el máximo
número de fenómenos.
4) El problema de tu explicación es que no aclaras
qué entiendes por "mejor". Así, presuponiendo que
todo es infinitamente mejorable, pareces deducir que Dios no
podría haber creado nunca nada, al ser incapaz de
decantarse por lo mejor. Un Dios omnipotente e impotente como el
que imaginas ¿no es más bien una quimera tuya?
5) La voluntad divina se ejerció de una vez para siempre,
estando todo contenido en su providencia. El mundo tiene leyes propias,
Dios sólo nos señala los fines morales.
5. Sade y la
justificación natural del pecado.
Sade intentó extraer de la Teodicea leibniziana
consecuencias libertinas, a saber: si de todo mal se sigue un
bien mayor, también es cierto que de todo bien se sigue un
mal mayor, de resultados imprevisibles. Luego, según el
orden natural de las cosas, la virtud es inútil y conviene
pecar, constituyéndonos como dispensadores del mal y
procurándonos su goce inmediato (la tesis de
Justine, clave de bóveda del sadianismo).
Como es patente, Sade invierte de forma ilegítima la
hipótesis de Leibniz. Ello le es posible
gracias a la concepción mecanicista del mundo que impuso
la
Ilustración, para la que el universo era
una gran máquina finita (La Mettrie, d'Holbach). Al ser
finito el orden causal, lo es igualmente el bien, tendiendo todas
nuestras acciones al mal supremo, a la oclusión total, a
la muerte. La
filosofía de Sade anticipa lo que en el siglo siguiente
será el socialdarwinismo y, yendo un poco más
lejos, el nazismo.
Para Leibniz, en cambio, del
mal (bien menor) se sigue un bien (bien mayor). De ese bien mayor
se sigue, todavía, un bien mayor, para el que aquel es un
bien menor, es decir, un mal. Leibniz no justifica el mal a
priori, sino que lo redime a posteriori. Esto es, el pecado no
estropea la creación, sino al que lo comete. Los pecados,
pues, no van contra el orden de Dios, sino contra el orden que
Dios dio a los hombres para se hicieran semejantes a
Él.
6. Por qué
razón este es el mejor de los mundos.
Saludos, cohen
Veo que en tu texto hablas
de "darle dos hostias a Dios", lo que me hace pensar que
estás insatisfecho con el mundo que te ha tocado en suerte
vivir. Te copio un fragmento de polémica de otro foro, en el que un usuario me
objetaba que pudiera creer en el buen Dios cuando éste nos
deja morir de hambre.
Dijo:
¿Es demasiado costo ese por
acabar con el hambre en el mundo?
Contesté:
¿De qué modo, Max? ¿Haciendo llover
maná día tras día, mediante un milagro
periódico? En ese caso aún
seguiríamos en las cavernas, ya que la economía surge a
partir de la constatación de que los recursos son
escasos. Si no hubiera escasez, el hombre no tendría
necesidad de organizarse. Si no se organizara, carecería
de todo, no sólo de alimento: también de medicinas,
de educación,
etc. etc. Harías al hombre totalmente dependiente de la
divinidad y sus milagros. Lo privarías, pues, de la
razón y de la facultad de resolver autónomamente
sus problemas y
necesidades. Pero está escrito: ganarás el pan con
el sudor de tu frente.
Como ves, acabas de empeorar el mundo, degradando a la humanidad
a la condición de esclava de lo sobrenatural. Eso
sí, con muy pías intenciones.
7. Motivos para la
persecución de la religión cristiana durante el
Imperio.
Creo que este punto no quedó suficientemente
contrastado en el anterior post, así que no estará
de más perfilarlo aquí.
Se preguntaba Traveler qué motivos discriminatorios
movieron a la autoridad
romana a perseguir a los cristianos durante el Imperio, periodo
éste, según él, de "absoluta tolerancia
religiosa". Pues bien, ni existió tal tolerancia
-aunque es cierto que las supersticiones se confundían y
se había abandonado la pretensión del culto
incontaminado- ni, por consiguiente, se quebrantó en la
época de las persecuciones. No hay que olvidar que los
romanos basaban su civilización más en el derecho
que en las costumbres religiosas, formando éstas parte de
lo que hoy llamaríamos patrimonio
cultural, y durante los romanos, "mos maiorem". Así, se
registraron en Roma diversas
expulsiones de los sacerdotes egipcios, que, atentando contra el
orden público, extendían sus prácticas
adivinatorias por la capital (el
emperador necesitaba tener controlados a sus oráculos). No
en vano existía por aquel entonces un derecho de
asociaciones, que las clasificaba en lícitas e
ilícitas.
Y qué decir del acoso a los judíos, de los que se
procuró la asimilación forzosa y que sólo en
tiempos de Julio César gozaron de una relativa
tolerancia.
Pero eso no excluye que se dieran circunstancias nuevas en el
cristianismo, que, lógicamente, requerían nuevas
formas de actuar. Resumiré esta especificidad en tres
puntos, valiéndome de la famosa consigna jacobina,
aún arriesgándome a incurrir en un anacronismo que
el lector sabrá excusar:
1) Libertad: Dicho valor fue
implícitamente glorificado por aquellos que subordinaron
su vida misma a las convicciones que profesaban. Por primera vez
la libertad deja de ser la condición de no siervo
(manumitido) para asociarse, desde Tertuliano, con la
redención (re missio). Ésta venía a ser el
equivalente espiritual -no sujeto, pues, a autoridad
humana- de dicha institución jurídica.
2) Igualdad: La
doctrina cristiana concebía a la humanidad en su conjunto,
sin hacer acepción de personas o dignidades, bajo la
Providencia de un único Dios eterno. De ahí no se
sigue que los cristianos rechazaran las jerarquías entre
los hombres, sino más bien que las relativizaran en
función
de una justicia
superior (juicio final) que les hacía ver la existencia
mundana como transitoria. Dicha doctrina impedía a los
cristianos jurar por el genio del emperador (cuya humanidad les
era bien patente), participar en las fiestas en su honor, por
considerarlas impúdicas y sacrílegas, y ofrecer
sacrificios en su nombre, así como intervenir en la vida
política y
ocupar cargos públicos (cursus honorum). Por el contrario,
la misma religión cristiana impedía a sus fieles
ser sediciosos o malevolentes, lo que no evitó que la
soberanía de Roma se sintiera
continuamente amenazada por ellos.
3) Fraternidad: Last but not least, nadie debe olvidar que el
cristianismo se propagó por todos los territorios y
estamentos sociales del Imperio con asombrosa rapidez. Ello fue
debido a tres factores, que actuaron en combinación: su
universalismo, la decadencia de los cultos de los gentiles y la
unidad política y cultural del Imperio. No se
trataba de un culto más, circunscrito a una tribu, sino de
una cosmovisión antagonista que rivalizaba con el antiguo
sistema de
valores
paganos.
No hay más.
8. "Antisemitismo"
en la Iglesia
Católica.
Algunos comentarios:
1) Sin conceder que el racismo
antijudío haya sido la actitud
paradigmática del cristianismo (al igual que el racismo antinegro
no se identifica necesariamente con el nacionalismo
americano), desapruebo toda política antisemita que la
Iglesia haya
podido promover o tolerar a lo largo de su historia, actitudes por
las que ésta ya ha pedido perdón en repetidas
ocasiones. No obstante, no se me escapa que en el medioevo y
hasta bien entrada la modernidad el
concepto de nación
conllevaba unidad de creencias. Resultaba hasta cierto punto
normal, pues, (aunque no justificable a nuestros ojos, y tampoco
a los de los Padres, que abominaban de las conversiones forzosas)
el considerar que blasfemos y apóstatas suponían
una amenaza teórica a la soberanía regia. Por trazar un paralelismo,
hoy diríamos que un nazi está fuera de la democracia a
pesar de que parasite en ella.
2) Apruebo, en cambio, el esfuerzo de la fe cristiana por
separarse de la judía y combatirla sin destruirla. Sin
destruirla, digo, (al contrario de lo que pretendían
gnósticos y maniqueos, y actualmente pretenden ciertos
secularizadores ateos) en tanto que la Ley y la Alianza
son sus precedentes históricos, integrados en una misma
Providencia. En este sentido, la Iglesia católica fue y es
mucho más pro-semita que, por ejemplo, la comunidad
musulmana, cuyo entronque con la tradición bíblica
judía es más retórico y analógico que
real. Ahora bien, por este mismo motivo la Iglesia
católica no fue ni es más antisemita
(entiéndase: contraria a la carnalidad de la fe
judía) que antimusulmana o antiarriana, ya que impugna por
igual todo aquello que se aparte de la ortodoxia. La
fijación de algunos en este punto, promoviendo falsas y
satanizantes asociaciones entre los Papas y Hitler, es
más sintomática de su propia obsesión que
demostrativa de una verdad histórica de fondo.
9. Sobre el
"genocidio bíblico" (al hilo de una
polémica).
I.
¿Qué idea naïve tienes tú de
la historia?
¿Acaso no es ésta una lucha a muerte? La
misión
de los judíos, aunque se planteara en términos
militares, fue ante todo una lucha moral que, con el paso de los
siglos, desembocó en una psychomachia de dimensiones
universales: el bien contra el mal. Los judíos, no
obstante, no eran ajenos al mal, sino que lo combatían
tanto en ellos como en los demás. Dios educaba a su pueblo
en vistas de la futura educación de la
humanidad.
Retrotrayendo en el tiempo "tus" ideales de paz y
justicia
contribuyes a la distorsión de su génesis, a su
"egiptización", como diría Nietzsche.
Sobre la esclavitud:
Prefiero una lectura
dialéctica de la Biblia, en la que toda liberación
exige una esclavitud
previa. El que presupone libre al hombre, nada le queda por
liberar. E insisto: Dios ataja el mal como el médico cura
las heridas, mediante cortes y cauterización, no
sólo con buenas palabras. Además,
¿qué necesidad hay de tanta fraseología
estúpida (me refiero a los artículos de JRRF) si lo
que se quiere demostrar es que Dios es un genocida? Basta con
afirmar algo irrefutable: que Él nos hizo mortales, al
permitirnos pecar. De modo que toda muerte se debe
indirectamente a Él. Pero, ¿qué ganamos con
esta conclusión tan insulsa?
II.
El genocidio del que hablas fue una guerra a vida
o muerte, como cuando dos náufragos se aferran a una misma
tabla de salvación que sólo puede soportar a uno de
ellos. El prejuicio es tuyo, pues, al compararla
tácitamente con la matanza que los nazis llevaron a cabo
sobre civiles inocentes, crimen gratuito e injustificado de
cualquier modo que se mire.
Sobre tus comentarios:
Dios no enferma a nadie, ya que el mal no es un acto,
sino una intención, y como tal carece de positividad. La
voluntad antecedente de Dios es salvar a todos, pero consiente el
mal (voluntad consecuente) como medio más idóneo
para alcanzar el mayor bien.
Sí existe una "anestesia" para el pecado, y es el
consuelo divino a que conduce el arrepentimiento.
La Biblia es un libro escrito por hombres e inspirado
por Dios.
III.
Y yo sigo diciendo que las guerras no
necesitan justificación, y que siempre son indeseables,
aunque a veces resulten inevitables. El pueblo hebreo fue el
único que supo darle una significación moral a su
historia, que procedía siguiendo un plan. Fue
también el más sensible a la miseria humana, y al
mismo tiempo el más reacio a la corrupción. Por eso la salvación
viene de los judíos.
Los que creemos y estamos en disposición de
demostrar que el cristianismo es la religión verdadera,
afirmamos también que la Biblia es un texto
inspirado y -para su finalidad- perfecto. Si a ti el Quijote te
parece más edificante, no tengo nada que añadir,
salvo, quizá, que no habría Quijote sin
Biblia.
Sobre los errores y contradicciones aparentes de la
revelación, cito a Abelardo: "Dudando iniciamos la
búsqueda, buscando percibimos la verdad".
IV.
El concepto de "pueblo elegido" no tiene nada que ver
con el de "raza superior", y tú los mezclas de
continuo. Yahvéh elige al pueblo hebreo en virtud de Su
Providencia, cumpliendo la promesa hecha a Abraham por su fe y
por sus actos, que se le reputaron justos. Acoge a la estirpe
abrahámica bajo su tutela y la corrige con dureza en sus
extravíos, es decir, cuando se coloca por debajo de la
alianza del patriarca, que es, para entendernos, un
estándar moral que sólo los judíos se
obligan a soportar.
El criterio estrictamente biologista, en cambio, es inmanente,
ciego y con pretensiones de objetividad. Como tal se extiende a
toda la raza, en todos los tiempos y bajo cualquier
circunstancia. Pierde, pues, su dimensión histórica
y propedéutica a fin de poder justificar cualquier
tropelía en el presente.
10. Pregunta a
un experto en asuntos bíblicos.
Saludos JRRF,
He leído tus respuestas a las diversas cuestiones
planteadas por los usuarios. La impresión que me he
llevado ha sido la siguiente: careces por completo de nociones
teológicas y, en consecuencia, eres incapaz de ofrecer una
interpretación no distorsionada de la Biblia. No
tendrás problemas en
admitir que un libro de física no puede
leerse como uno de cocina, sino que exige conocimientos previos.
De modo similar, la Biblia requiere o bien conocimientos
esenciales sobre teología (y no pienso en áridos
tratados de
escolástica, sino en la más elemental
hermenéutica), por los cuales se distingue el competente
en la materia, o
bien la humildad necesaria para aceptar como en depósito
aquello que actualmente no comprendemos, actitud que se
espera del creyente. Está claro que a ti te faltan ambas
cualidades, que suples, no obstante, con la petulancia del
entendido y un batiburrillo de asociaciones históricas y
semánticas que nada tienen que ver con la intención
de los que escribieron la Biblia. Podría decirse que hay
dos Biblias: la de todos y la revisada por JRRF, siendo distintas
en lo esencial. JRRF, pues, comenta su Biblia, la que a él
le conviene, no la Biblia histórica que ha cimentado la fe
de millones de creyentes.
Aclarado esto, para que nadie pueda pensar que te acuso sin
fundamento, tendré a bien el ponerte a prueba. Me
gustaría saber qué significación
entraña, según tu parecer, el mito del
pecado original que aparece relatado en el Génesis. Ya he
visto que en el mensaje titulado "Sobre Yaveh" haces tus pinitos
teológicos y hablas de "sexo",
"envidia", "sabiduría", "tecnología" y
autosuperación del hombre como ingredientes principales de
ese pecado. Elijo este tema, el del pecado original, ya que no en
vano lo encontramos al comienzo de la Biblia. A su luz, como
alegoría fuera de la historia, hasta su abolición
por Cristo, debe leerse toda la narración ulterior
concerniente al pueblo hebreo. Éste, sumido en el pecado y
la muerte,
aspira a su redención mediante la búsqueda del Dios
Viviente. Dios, por su parte, lo utiliza como instrumento o
matriz del que
ha de ser el Mesías universal, tal como está
profetizado. En su progresivo mostrarse, el Ser Supremo se adapta
a la sensibilidad y a la capacidad de comprensión de sus
interlocutores humanos, siendo primero un Dios de justicia y
finalmente un Dios de amor. El amor no
excluye la justicia, sino que la perfecciona. La muerte y el
crimen, pues, de los que tanto partido sacas en tus collages
bíblicos, no son más que una consecuencia del
pecado original, atribuible sólo al hombre, aunque Dios lo
tolere. Si la muerte no existiera, sería absurdo luchar
por la salvación que es la inmortalidad, lucha en la que
se halla involucrado el pecado, pero que no tiene el pecado como
fin, sino más bien su superación.
Te quedas en la burda letra, JRRF. Pero, por si esto fuera poco,
ni la misma letra eres capaz de interpretar con solvencia.
Porque, ¿cómo es posible que el pecado original sea
el sexo, que al
fin y al cabo es reproducción, cuando en el primer
capítulo del Génesis se registra la siguiente orden
de Dios a los hombres: "Sed fecundos y multiplicaos y henchid la
tierra y
sometedla; mandad en los peces del mar
y en las aves de los
cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra."
(Gn 1,28)? ¿Y cómo va a ser la sabiduría
dicho pecado, siendo Dios infinitamente sabio? ¿Es acaso
también infinitamente pecador? ¿Cómo va a
envidiar, por otro lado, que el hombre se haga racional, si lo
creó a su imagen y
semejanza? Finalmente, ¿de qué modo podría
oponerse Dios al progreso del hombre cuando forma parte de su
primer mandato el que éste se sitúe por encima de
las demás criaturas y las someta? Todo lo que dices no se
sostiene, y ocultas, además, alevosamente los grandes
elogios que los libros
sapienciales dedican a la sabiduría:
"Da al sabio, y se hará más sabio todavía;
enseña al justo, y crecerá su doctrina" (Pr
9,9)
"Si te haces sabio, te haces sabio para tu provecho, y si
arrogante, tú solo lo tendrás que pagar" (Pr
9,12)
"El hijo sabio es la alegría de su padre, el hijo necio
entristece a su madre" (Pr 10,1)
"La lección del sabio es fuente de vida, para sortear las
trampas de la muerte" (Pr 13,14)
"El que anda con los sabios será sabio; quien frecuenta
los necios se hará malo" (Pr 13,20)
Por dar sólo una pequeña muestra.
¿Qué tienes que decir ahora, JRRF? Reitero mi
pregunta, que yo mismo me he contestado en parte, pero que quiero
comparar con la solución que me des: ¿Cómo
entiendes el mito del
pecado original en la Biblia?
Gracias por adelantado.
11. Novi barbari (Nuevos
bárbaros en la red).
Leo el siguiente comentario sobre esta página web
"antibíblica": <http://pcb.05c.net/>
> Es que JRRF no interpreta nada, pone lo que ahí
dice.
Respondo:
Eso es lo que pretende haceros creer a los pelanas que
visitáis su página, aunque no descarto que
él mismo en su ineptitud se lo trague. Sin embargo, como
mostraré, la antiexégesis que presenta está
muy lejos no sólo de la alegoría, sino
también de la literalidad. Veámoslo:
1) LA SEMIÓTICA DEL TERROR. Se juega con los
significados latentes de palabras dotadas de carga emotiva
desfavorable ("matar", "destruir", "espada", "esclavitud", etc.),
las cuales actúan como gama de predicados intercambiables
aplicados a sujetos fijos: Dios, los judíos, los
cristianos. Dichas palabras, antes de adquirir ese efecto
"revelador", han sido cuidadosamente seleccionadas,
descontextualizadas y presentadas en forma acumulativa e
inconexa. Como hice notar en otra ocasión, JRRF escribe
*su* Biblia con fragmentos de la Biblia común. Olvida a
sabiendas la organicidad comprehensiva de todo texto y lo reduce
a amalgama de aforismos. De modo que, con una habilidad
mínima y poco de admirar, por falaz y deshonesta, es capaz
de hacer decir a la letra lo que él quiere que diga y no
lo que ésta realmente dice.
2) EL AMBIENTE
LÚGUBRE. La lamentable estética de la página donde se
exponen las referencias bíblicas, así como el
risible estilo panfletario de que hace gala, predisponen al
lector a buscar el sentido "oscuro" de todas las citas que lee,
aun cuando éstas nada tengan de oscuro. Así, por
ejemplo, un pasaje inocente y excelso a mi parecer como
"bienaventurados los que sufren, etc.", en ese entorno hostil y
receloso, podría leerse -¡qué sé yo!-
como una invitación al sado-masoquismo. O, incluso, si se
combina el anterior con algún fragmento relativo a las
guerras del
pueblo hebreo contra las tribus vecinas, bien podríamos
columbrar en él la apología del genocidio que
cristianos y judíos llevamos perpetrando desde tiempos
inmemoriales.
3) EL SESGO PERSONAL. Por último, y esto resulta obvio, es
el propio visitante estereotípico de esa página, a
saber, el ignorantón, resentido y amante de las emociones fuertes
que todo "ateo militante" lleva dentro, el primer interesado en
juzgar y condenar sumarísimamente aquello que cree conocer
(por si te tienta la réplica: yo *sí* os conozco a
vosotros, y demasiado). El orgasmo de descubrir que se sabe lo
que se imagina saber es, pues, mucho más poderoso que el
verdadero sentido crítico, del que esa web-esperpento
carece por completo.
Pues bien, en base a estos tres puntos se articula lo que
podríamos llamar la "exégesis inconsciente" o,
hablando claro, el lavado de coco al que JRRF somete al asiduo
sectario. Personaje que, quid pro quo, le ayuda a engrosar su
contador de visitas y a reforzar su maltrecha autoestima de
paleto. Todo ello, en fin, en perjuicio de la reputación
de principios e ideales que muchos consideramos los más
nobles, pero que para ese aprendiz de periodista no son
más que moneda de cambio para hacerse un lugar entre los
mediocres.
Pero bueno, ¿a qué llamáis "errores
bíblicos"? ¿Creéis que la Biblia es un
tratado de moral? No lo es. La Biblia es la historia de la
pedagogía moral del género humano,
representado por un pueblo elegido por Dios, el hebreo. Del mismo
modo que el médico, según la salud del paciente, aplica
una u otra medicina, Dios,
el médico del alma, ordenó una u otra cosa
según el caso. Así, el Antiguo y el Nuevo
Testamento difieren pero no se contradicen, si se interpreta al
primero desde el espíritu y no desde la mera letra.
Por último, no hay que olvidar que la Biblia es un
conjunto de libros
inspirados por el Espíritu Santo pero escritos por
hombres, no por el mismo Espíritu. Toda
imperfección que contengan, pues, fue cometida por los
hombres y tolerada por el Espíritu, siempre en vistas a la
Providencia, ya que la verdad no puede ni debe revelarse de
golpe.
¿La fe es contraria a la sabiduría?
¿Y sois vosotros los legítimos representantes de la
verdad? ¿No será más bien que la
razón, enseñoreada de sí misma, quiere
emanciparse para vivir en su propia nada?
Pero dices que en épocas más cultas el
número de los ateos se ha visto incrementado. Yo te digo:
en paralelo a los ortodoxos, siempre ha habido herejes. Porque,
¿qué es el ateísmo sino el akelarre
caótico de todas las herejías? ¿Qué
sino la suma de los errores y de las opiniones descabelladas
sobre la divinidad, vulgarizadas hasta el extremo? Su
extensión es una consecuencia de la Ilustración, que enfrenta al hombre
mediocre a tareas que le superan con mucho (v.g., JRRF y Max
comentando la Biblia o intentando rebatir argumentos
teológicos). El ateo, pues, no se queda en una mera
posición pasiva de "abstine, sustine", sino que construye
su propia razón teológica. Razón, dicho sea
de paso, deficiente hasta el extremo, pero que él, juez y
parte, tiene por inmejorable (cfr. con el libre examen de las
Escrituras, propuesto por los luteranos).
La desacreditación más inmediata del ateo es que
todo lo que pueda decir contra Dios, la revelación y la
naturaleza humana ya lo dijeron los herejes con muchos siglos de
antelación, siendo convenientemente refutados. Por eso los
ateos son doblemente ignorantes: en el concepto y en la
historia.
Esto me recuerda a una encuesta que
leí, y que los ateos pregonan a diestro y siniestro, en la
que se sondeaba las creencias de los científicos. La
encuesta fue
realizada en distintos años a lo largo del siglo XX:
1.914, 1.933 y 1.998. Los resultados (en tantos por ciento)
fueron:
BELIEF IN PERSONAL GOD 1914 1933 1998
Personal belief 27.7 / 15 / 7.0
Personal disbelief 52.7 / 68 / 72.2
Doubt or agnosticism 20.9 / 17 / 20.8
BELIEF IN IMMORTALITY 1914 1933 1998
Personal belief 35.2 / 18 / 7.9
Personal disbelief 25.4 / 53 / 76.7
Doubt or agnosticism 43.7 / 29 / 23.3
Y mi respuesta fue:
¿No había ciencia antes
de 1.998? ¿No la había antes de 1.914? ¿No
la habrá dos siglos después? De qué cosas se
entera uno… PRIMERA MANIPULACIÓN: muestra sesgada,
absolutización de datos
relativos.
Y, ya que hacéis valer el criterio de las mayorías
entre científicos, sin distinguir entre buenos y malos
científicos, ¿por qué no lo aplicáis
al resto de la población, independientemente de sus
conocimientos en la materia? SEGUNDA MANIPULACIÓN:
distorsión de la muestra a voluntad, a fin de que los
resultados cuadren con vuestras expectativas.
Por último, ¿qué vinculación
establecéis entre ateísmo y ciencia?
¿Por qué no clasificáis a los hombres de
ciencia según su tendencia política: izquierda,
derecha o centro? ¿y por qué no según su
tipo de alimentación o su promiscuidad sexual?
Sería el mismo absurdo. El ateísmo es una moda
sociológica, pues, que poco o nada tiene que ver con
la ciencia.
TERCERA MANIPULACIÓN: falacia de inclusión (petitio
principii) en el planteamiento de la pregunta.
De nuevo: manipulación y regalo para los oídos de
los cientistas. Y en verdad que todas vuestras argumentaciones no
distan mucho de ser falacias de ese calibre, fáciles de
desmontar para quien sabe verlas.
Es normal, pues, y perfectamente lógico que los que
adoptan el cientifismo como religión crean desacreditar
"la religión de los otros" calificándola en
términos de pseudo-cientifismo. Cortan así por el
mismo patrón dos cosas esencialmente distintas: las
proposiciones simbólicas y las descriptivas. Ésa es
la razón autoritaria que tan bien han visto algunos: el
logos histórico se piensa a sí mismo como
única verdad, incapaz de admitir que el hombre siempre
busca la verdad mediante ficciones, no mediante la verdad misma.
Tal vez sea este "logos histórico" o historicista el
responsable principal de la decadencia de la filosofía. Es
decir: la idea de que la verdad se autocontiene y se supera a
sí misma, la identificación mística y
triádica de verdad, presente y consciencia.
15. Diferencia
entre teología y filosofía.
Lo único que distingue a la teología de la
filosofía es que aquélla parte de una
revelación dada de antemano, que luego intenta explicar
por la razón de sus efectos en el mundo, mientras que la
filosofía llega a dicha revelación racionalmente.
Es decir, los mitos de
Platón
sobre la vida ultramundana o el motor
inmóvil de Aristóteles tienen idéntico estatuto
lógico que cualquier revelación, aunque puedan ser
más o menos plausibles filosóficamente. El razonar,
pues, a pesar del proceder inverso de ambas disciplinas, es su
común denominador. Y, si tuviéramos que
contraponerlas de algún modo, diríamos que el
teólogo fundamenta el pensamiento en la verdad, mientras
que el filósofo fundamenta la verdad en el pensamiento. El
primero no da base racional a la verdad, que, estimada necesaria,
subsiste por mera oposición con respecto a las
proposiciones antitéticas; el segundo tampoco se la da al
pensamiento, planteado como un acto de libertad.
¿Qué es un dogmático? O mejor:
¿Qué es un dogma?
¿Algo que no puede *en absoluto* ser examinado por la
razón, o algo que no debe ser examinado con la *sola*
razón?
¿Algo *contrario* a la razón, o algo que por
hipótesis *no debe* contrariarse?
No se debe, digo, pero ¿se puede?
Por ejemplo, ¿*puede* contradecirse seriamente el dogma de
que Dios creó el mundo de la nada?
Tampoco es posible. Para eso está el dogma, para afirmar
sin pruebas
concluyentes.
Y ahí el monoteísta saca más de dos cabezas
de ventaja al ateo y al escéptico, que se conforman con la
suspensión ocasional o permanente del juicio (en teoría,
aunque no en la práctica).
La fe es a la filosofía lo que los números
imaginarios a las matemáticas.
Hay que presuponer a Dios, porque Dios es indemostrable. Pero sin
Él el universo es
irresoluble.
17. Defensa
ilustrada de la fe.
1. ¿Qué es la fe?
1.1. La fe puede concebirse como el comparsa del dogma o
bien como su verdadera causa eficiente.
1.2. Todo dogma es en tanto que fidelizable, pero la fe es en
tanto que no es dogmatizable.
1.3. Si la fe fuera una necesidad no sería en absoluto
meritoria. Tampoco podría concebirse que hubiera personas
sin fe.
1.4. Luego no es una necesidad. La fe es la transformación
de lo contingente en necesario y de lo necesario en
contingente.
2. ¿Quién juzga la fe?
2.1. La fe no es una creencia, es el acto de creer, del mismo
modo que el acto de conocer no es un conocimiento.
2.2. La fe tampoco es una certeza, es la oposición a toda
certeza. La fe es intransitiva (sin objeto).
2.3. El dogma es la transitivización de la fe, por
así decirlo. El vínculo de la fe a un principio
positivo, válido para todos los creyentes.
2.4. La fe es un principio moral y se basa en la acción
por encima de todo (la fe no es imitativa).
3. ¿Es necesaria la fe?
3.1. La locura y la manía son el origen de la
filosofía
3.2. La razón no puede impulsarse a sí misma. Sin
intuición es ciega.
3.3. La fe no es ni una necesidad ni una entelequia finalista,
sino un acto libre.
3.4. La fe pura sólo sabe que sabe, nada más. La fe
es fe de fe, no es conceptualizable.
3.5. Puede ser que la fe esté canalizada, pero cuanto
más canalizada esté menos pura es y más
necesita renovarse.
3.6. La fe no es una palabra, es la encarnación del
logos.
3.7. La racionalización de la fe es una
justificación a posteriori que no la explica
totalmente.
3.8. La oposición fe-razón es una falacia
ilustrada. La razón es una fe.
4. Acción y libertad.
4.1. No sólo creo en Dios, actúo según
Dios.
4.2. La mera creencia es especulación. La fe ha de ser tal
que por el hecho de creer ya estés haciendo algo.
4.3. Dios es el que todo lo atraviesa. Primero lo sientes como
una luz intermitente,
luego se va intensificando.
4.4. Al final no has de llamarla, y ese es el estado de
beatitud, la iluminación.
4.5. Todos deberíamos renunciar a nosotros mismos para
reconquistarnos.
5. Fe y contingencia.
5.1. Los argumentos son siempre racionalizaciones de la
experiencia.
5.2. La explican más o menos bien pero no la justifican en
absoluto. Porque es una experiencia contingente.
5.3. He definido la fe como la transformación de lo
contingente en necesario y de lo necesario en contingente.
5.4. Lo contingente en necesario porque de un acto de libertad
pasamos a un ser en acto, a un determinarnos.
5.5. Lo necesario en contingente, porque de ese modo nos
convertimos en variables
activas de nuestro destino, que pasa a ser nuestro en tanto que
querido por nosotros.
6. Fe y formas.
6.1. La razón es una fe. Ésa
debería ser la máxima de todo escéptico
consecuente.
6.2. La lógica
es carente de acto, la lógica
implica inmovilismo.
6.3. Hegel es el vivo
ejemplo de la fe como columna vertebral de todo conocimiento
evolutivo.
6.4. Fe como proceso hacia
autoconciencia y la realización del
espíritu.
La fe es al creyente lo que la duda al escéptico:
una virtud racional, aunque ella misma no se ocupe de la
razón ni necesite ser demostrada. El creyente, pues, duda
de la razón cuando ésta contradice la fe. Sin
embargo, no le llamamos por ello escéptico o prudente,
sino empecinado y fanático. Y, al revés, nadie
llamaría fanático a un escéptico por dudar
de certezas mudables, sino que éste es cuerdo y
equilibrado a los ojos del vulgo, aun cuando, consciente o
inconscientemente, dé fe a las cosas más
descabelladas.
A la fe yo la llamaría la certeza de lo mejor. Aunque Dios
no pueda explicarse racionalmente, porque es infinito e
inconmensurable, a la fe le basta con refutar todas las
argumentaciones que intenten negar su existencia. Tiene, para
entendernos, presunción de veracidad, pues eso y no otra
cosa significa fe: confianza en lo que es veraz (en la
razón suficiente frente a los hechos brutos, en el tiempo
lineal frente a la eternidad redundante, en el orden frente al
caos, etc.).
Los unicornios y toda criatura fantástica con la que los
legos suelen comparar la fe en Dios son fruto de la
IMAGINACIÓN, es decir, de la mezcla fantasiosa de
experiencias. Dios, en cambio, es fruto de la CONCEPCIÓN,
para los filósofos, o fautor de la
REVELACIÓN, para los teólogos. En cualquier caso
dimana del intelecto y de la experiencia directa, llamada
mística o iluminativa, no del mero deseo.
No creo, en fin, que la Biblia haya podido ser generada por la
imaginación. El monoteísmo no puede deducirse de la
realidad, del mismo modo que el uno no puede deducirse de lo
múltiple, sino más bien al revés: lo
múltiple de lo uno.
En fin, un escéptico es aquel que pasa toda la vida
intentando elegir una religión. El ateo ya ha elegido,
aunque no lo sepa.
Daniel Vicente.