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Centroamérica o América
Central, región del continente americano, constituida por
un largo y estrecho istmo a manera de puente entre
Norteamérica y Sudamérica. Centroamérica,
que es definida por los geógrafos como
parte de América
del Norte, tiene una extensión de 523.000 km2 y comprende
los siguientes países: Guatemala,
Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y
Panamá,
así como el sector más meridional de México. La
región tenía (según estimaciones para 1993)
aproximadamente 30 millones de habitantes.
En términos estrictamente geológicos,
América Central empieza en el istmo de Tehuantepec, al sur
de México.
Esa zona del estrecho divide las rocas
volcánicas situadas al noroeste del pliegue y la falla de
la estructura de
Centroamérica. El límite geológico en el
extremo sur está determinado por el valle del río
Atrato, en Colombia, ya
territorio de Sudamérica, al este de la frontera con
Panamá.
Historia geológica
Centroamérica es una región cuya corteza
terrestre es especialmente inestable, ya que se encuentra en el
borde occidental de la placa tectónica del Caribe. La
subducción de la corteza oceánica de este borde,
que empezó en el mioceno, hace 25 millones de años,
elevó la tierra
desde el mar. En una primera etapa se formaron una
península y un archipiélago. Más tarde, hace
3 millones de años, las islas dispersas se fundieron para
formar un verdadero puente de tierra, o
istmo, uniendo Norteamérica y Sudamérica.Al mismo
tiempo que la
subducción y la elevación, se produjeron erupciones
volcánicas —por lo menos hay catorce volcanes activos en
Centroamérica— y frecuentes cataclismos. Solamente
en este siglo Managua, capital de
Nicaragua, ha sido destruida dos veces por los terremotos. El
más reciente, ocurrido en 1972, causó 10.000
víctimas. La actividad volcánica ha producido un
paisaje dotado de majestuosos conos levantados por las erupciones
de lava y ceniza, y bellísimos lagos formados en las
calderas o
cráteres volcánicos apagados.
Centroamérica es mayoritariamente una
región montañosa y escarpada, con 109 volcanes, algunos
a más de 4.000 m sobre el nivel del mar. El volcán
Tajumulco, en Guatemala,
tiene 4.220 m. Centroamérica es, además, una de las
zonas del continente americano con mayor número de
volcanes activos. La
superficie terrestre asciende abruptamente desde la estrecha
región costera del océano Pacífico a las
crestas de las montañas, y desciende gradualmente a una
vasta región que se extiende a lo largo del mar Caribe.
Existen dos pasos interoceánicos que cortan de una parte a
otra las tierras altas de Centroamérica, uno en Nicaragua
(desde la desembocadura del río San Juan hasta el lago de
Nicaragua) y el otro en Panamá (el paso del canal de
Panamá). La costa del Pacífico tiene una longitud
de 2.830 km, y la del mar Caribe aproximadamente 2.740 km.
Existen numerosos grupos de
pequeñas islas frente a las costas caribeñas,
algunas de las cuales están habitadas, como las islas de
la Bahía, en el golfo de Honduras.
Los ríos más largos de
Centroamérica desembocan en el Caribe, en tanto que los
más numerosos, pequeños y caudalosos desaguan en el
Pacífico. Entre los más largos están el
Motagua, en Guatemala; el Ulúa, el Aguán y el
Patruca, en Honduras; el Coco, que en uno de sus tramos sirve de
demarcación de la frontera entre Honduras y Nicaragua; el
río Grande y el Escondido, en Nicaragua, y el San Juan,
que señala en una de sus partes la frontera entre
Nicaragua y Costa Rica.
Algunos de los ríos que desembocan en el Caribe son
navegables por embarcaciones de poco calado, y los que desembocan
en el Pacífico son demasiado pronunciados o poco profundos
para la navegación.
Centroamérica tiene tres grandes lagos: los lagos
Nicaragua y Managua, en Nicaragua, y el lago Gatún, en
Panamá. Este lago forma parte del canal de Panamá,
la gran vía comercial entre el Atlántico y el
Pacífico.
La temperatura en
Centroamérica, que está situada entre el
trópico de Cáncer y el ecuador,
varía más en relación con la altitud que con
la latitud. Se distinguen tres principales zonas
climáticas: la tierra
caliente, que se extiende desde el nivel del mar hasta los 910 m
de altitud y tiene un promedio de temperatura
anual de 24 ºC; la tierra
templada, que se extiende desde los 915 m hasta los 1.830 m y
tiene una temperatura media anual de 18,3 a 24 ºC; y la
tierra fría, que comprende la zona situada entre los 1.830
y los 3.050 m, con un promedio de temperatura anual de 12,8 a
18,3 ºC.
Las costas caribeñas y las vertientes de las
montañas orientales reciben el doble de precipitaciones
anuales que la costa del Pacífico y las vertientes de las
montañas occidentales. La relativa sequedad de las laderas
de la costa del Pacífico se debe a la presencia de
aire frío
estable producido por la corriente fría de California.
Esta corriente, como la de Humboldt, que corre paralela a la
costa peruana, enfría el aire e impide la
absorción de vapor de agua,
reduciendo así las posibilidades de precipitación.
Por el contrario, los efectos del agua templada
del mar Caribe permiten que el aire absorba abundante humedad,
que es transportada después por los vientos predominantes
del Este. La condensación y los aguaceros tienen lugar
cuando los vientos fluyen hacia arriba y caen sobre las altas
laderas de Centroamérica. Las precipitaciones son
más intensas en la costa de los Mosquitos, en el extremo
oriental de Nicaragua. San Juan del Norte recibe un promedio
aproximado de 6.350 mm de lluvia al año.
En Centroamérica hay una gran variedad de
plantas, y la
vegetación es similar a la que existe en
Norteamérica y Sudamérica. Las tierras bajas de
selva tropical de las costas caribeñas y del
Pacífico se parecen a la selva o floresta tropical de
Sudamérica. Esto es especialmente cierto por debajo de los
1.000 m, donde son abundantes palmeras, helechos arborescentes,
lianas y epifitas (plantas
aéreas), que reflejan el alto grado de humedad y de
precipitaciones de la región. La vegetación
muestra
similitudes con la de Norteamérica a altitudes localizadas
entre los 1.000 y 1.600 m. Los bosques de pinos y robles de las
tierras elevadas se parecen a los de México. En las
regiones altas de Guatemala crecen hierbas similares a las que
crecen en México y Estados Unidos. Y
en Costa Rica, a 3.100 m, crecen hierbas altas que son muy
parecidas a las que crecen en los tres ramales de la cordillera
de los Andes en Sudamérica.
La mayoría de los animales de
Centroamérica son parecidos a los que existen en
Sudamérica y sólo en algunos casos a los de
Norteamérica. Animales como la
zarigüeya, el jaguar, el margay y el ocelote, que son
miembros de la familia de
los Félidos, tienen vínculos con los de
América del Sur. Por el contrario, el puma, el zorro gris
y el coyote son de origen norteamericano. El armadillo, el oso
hormiguero y el oso bezudo sobreviven en las lagunas aisladas del
oriente centroamericano. El manatí se caza por su carne,
al igual que la gran tortuga verde y la iguana. América
Central es el hábitat de una gran variedad de serpientes,
como la boa constrictor. Los papagayos, el quetzal y los tucanes
son muy comunes en esta región y hay muchas especies de
peces;
también son importantes los tiburones del lago
Nicaragua.
Los minerales de
Centroamérica fueron el principal aliciente para atraer a
los colonizadores españoles. Existen yacimientos de oro y
plata en Honduras y en las partes altas de Nicaragua. Honduras
también posee importantes yacimientos de plomo, cinc,
cobre y
mineral de hierro de bajo
grado; Nicaragua tiene grandes reservas de gas natural en
aguas del Pacífico. En las proximidades de Izabal, en
Guatemala, hay grandes yacimientos de níquel;
también en este país hay importantes yacimientos de
petróleo,
entre ellos los cercanos a Chinajá. Costa Rica posee
grandes cantidades de bauxita en los alrededores de Boruca.
Panamá tiene considerables yacimientos de cobre.
La mayoría de la población centroamericana vive en la zona
del istmo orientada al Pacífico, donde ocupan las tierras
bajas y altas del entorno. Las poblaciones se dispersan por las
lluviosas y boscosas faldas caribeñas y la
costa.
A principios de la
década de 1990, los países de Centroamérica
tenían una economía
subdesarrollada, en la que la agricultura es
la actividad económica más importante. La industria
manufacturera estaba dedicada al tratamiento de materias primas.
La renta per cápita anual era muy baja.
La agricultura es
la base del desarrollo
económico de Centroamérica. Los más
importantes cultivos para la exportación son el café,
las bananas, el azúcar
de caña, el cacao, el caucho y los cacahuetes
(maní). Estos productos se
cultivan en grandes extensiones de tierra y constituyen una
importante proporción de los ingresos por
exportación, fundamentalmente a Estados Unidos y
Europa. Los
alimentos para
el consumo
interno se cultivan en pequeñas propiedades
agrícolas, cuyos productos son
utilizados para el consumo
familiar, y se destina relativamente poco para la comercialización. Estos productos de
subsistencia son maíz,
fríjoles (judías), bananas, yuca (mandioca) y
arroz, así como aves de
corral. En las regiones secas del occidente centroamericano
existen industrias de
crianza de ganado en extensos ranchos. En las grandes industrias
agrícolas se emplean métodos de
cultivo modernos, pero en las pequeñas se sigue empleando
generalmente técnicas
poco avanzadas que impiden el aumento de la productividad.
La exportación centroamericana de minerales es
pequeña. El Salvador, Honduras y Nicaragua producen en
cantidades limitadas oro, plata, plomo, cobre y antimonio.
Guatemala exporta también pequeñas cantidades de
petróleo
crudo.
Pablo