- Ubicación
geográfica - Clima
- Población
- Economía
- Fauna
- La flora
- La década de las
inundaciones - Noticias
periodísticas - Consecuencias políticas,
sociales y económicas - Bibliografía
La provincia de Santa Fe, situada entre los meridianos
de 59º y 63º, y los paralelos de 28º y 34º
30’ de latitud sur, limitan: por el norte con Chaco, por el
sur con Buenos Aires, por
el este con Corrientes y Entre Ríos y por el oeste con
Córdoba y Santiago del Estero.
Abarca una superficie de aproximadamente 132.373 km2,
tiene una longitud de 720 km. en sentido norte-sur y
transversalmente 380 km. en sentido este-oeste. Su altitud oscila
entre 10 y 125 metros sobre el nivel del mar. Se halla incluida
íntegramente en la gran planicie argentina llamada
Pampasia, se caracteriza por la nivelación de su suelo, de
pendientes muy suaves, su relieve no da
lugar a diferencias notables que justifiquen una división
en regiones. En cambio los
factores climáticos al incidir sobre los suelos y la
vegetación, han logrado romper la fisonomía de su
monótona horizontalidad, permitiendo diferenciar dos
regiones naturales limitadas al este por el Río
Paraná: El Chaco, al norte, y a La Pampa, al sur, con una
zona central de transición entre ambas
regiones.
La temperatura
media anual oscila entre los 15º y los 21º en los
extremos sur y norte. La amplitud anual de los valores
medios
mensuales está entre los 12º en el extremo norte y
los 16º en el extremo sur-oeste.
Los vientos regulares que penetran por el nordeste,
cálidos y húmedos se hacen sentir en todo el
territorio de la provincia, en especial durante el verano.
Además se observa la existencia de otros vientos locales,
como el pampero, el norte y la sudestada. El pampero corre en
dirección sudoeste-noroeste y alcanza a
veces grandes magnitudes. Sopla hasta los 30º de latitud
sur, y contribuye al cambio de tiempo. Se lo
divide en "sucio y limpio". Cuando el papero sucio sopla, lo hace
acompañándose de lluvias violentas de corta
duración, truenos y relámpagos, mientras un
pronunciado descenso de temperatura rubrica la energía
puesta en movimiento. Le
sigue luego el pampero limpio, cuyo viento fresco estabiliza el
tiempo.
Nuestra provincia en general tiene clima
medianamente húmedo en verano y muy húmedo en
invierno, ya que la humedad media relativa oscila alrededor de 65
% en enero y de 75 % en julio.
Santa Fe se encuentra comprendida en la zona de lluvias
de régimen Atlántico, parte de ella en la
región tropical, y parte en subtropical. En la primera
influyen los vientos alisios y las precipitaciones pluviales son
abundantes, con un máximo en verano y un mínimo en
invierno, entre el este y el oeste, la diferencia entre la
estación lluviosa y la seca se amplía. En la
segunda las precipitaciones son menos abundantes, y la diferencia
existente entre las estaciones lluviosa y seca no es tan
pronunciada como en la región tropical. En general las
precipitaciones oscilan entre los 800 y 1000 mm, excepto en los
extremos nordeste y noroeste, más húmedos, que se
hallan entre los 1000 y 1200 mm, y las de 600 y 800mm
respectivamente.
La temperatura y las precipitaciones pluviales, permiten
determinar distintos tipos de clima, clima subtropical sin
estación seca, clima tropical con estación seca y
clima templado pampeano.
Está comprendida íntegramente en la Cuenca
Del Plata, enorme cuenca hidrográfica de más de
4.500.000 km2, ubicadas entre las más grande del mundo y
entre las de mayor riqueza potencial.
El Río Paraná, colector principal de esta
cuenca, marca el
límite oriental de la provincia, a lo largo de un
recorrido de aproximadamente 800 km. Luego de su confluencia con
el Río Paraguay, en el
tramo que se suele llamar "Paraná Argentino", el
Paraná toma una dirección norte-sur, hasta
desembocar en el Río de la Plata. Santa Fe capital, es
muy baja y anegadiza, presentando numerosas islas de construcción aluvional, es decir, formadas
por los materiales que
acarrea incesantemente el río con su enorme caudal. Por el
contrario, la margen izquierda, opuesta a Santa Fe, el alta y
barrancosa. Los desbordes producidos por el Paraná sobre
la provincia durante las crecientes, y las filtraciones que se
producen a través de terrenos no muy compactos, forman
arroyos y ríos que corren paralelos al Paraná, en
dirección norte-sur, devolviendo las aguas al gran
río a medida que descienden. Entre estos el río
principal es el San Javier, que corre por una falla paralela a la
del Paraná. A partir de la altura de Diamante, el cauce
principal se dirige a las costas santafesinas. Estas presentan
barrancas altas que posibilitan numerosos puertos, entre los que
el de Rosario es el de mayor importancia. En esta zona, al
contrario, las islas bajas y anegadizas se extienden sobre la
margen entrerriana. El caudal medio es de alrededor de 15000 m3
por segundo, siendo febrero y marzo los de mayor caudal y
setiembre y octubre los de menor caudal.
Atravesando la provincia llegan al Paraná, dos
grandes colectores; el río Juramento-Salado y el
Carcarañá.
El río Salado del norte es solo en su
último tramo un río santafesino. Ingresa por el
oeste, a los 29º 30’ de latitud sur en las
inmediaciones de la ciudad de Tostado, y tras correr al oriente
durante 150 Km, encuentra una falla de dirección norte-sur
por donde continúa hasta verter sus aguas en el
Paraná, a la altura de Santa Fe capital, donde recibe las
crecientes de enero a mayo.
El río carcaraña esta formado por la
unión de los cauces de los ríos tercero y cuarto,
de la provincia de córdoba, que nace en la cierra Grande y
Comechingones. El tercero es el principal de los dos, ya que
lleva hasta seis veces más agua que el
cuarto. Cuando el carcaraña, que atraviesa totalmente la
provincia en dirección Suroeste-Noroeste se aproxima a su
desembocadura, su cauce va adquiriendo mayor horizontalidad, y
mayor tranquilidad sus aguas, como cansadas de recorrer las
provincias encajonadas entre barrancas.
Al sur del río carcaraña corren, de Este a
Oeste, unos arroyos colectores de las lagunas y cañadas de
la zona. Los principales son el Saladillo y el
pavón.
Por lo que, el río Paraná, a pesar del
extenso recorrido que efectúa, no recibe ningún
afluente santafesino de importancia suficiente como para hacer
variar su enorme caudal en forma perceptible.
AGUAS SUBTERRANEAS:
La provincia, tiene grandes depósitos de agua
subterráneas profundas, pero la gran salinidad que
presentan en amplias áreas las hacen inutilizables para el
consumo
humano, animal o vegetal.
La provincia en cifras:
Santa Fe se divide administrativamente en 19
departamentos. Tiene una superficie de 133.007 km2. En 1991 su
población era de 2.828.596 habitantes:
1.385.134 varones y 1.443.462 mujeres. Una proyección de
población para el año 2000 es de 3.067.507
habitantes: 1.499.797 varones y 1.567.710 mujeres (datos del
instituto Nacional de Estadística y censos -INDEC). La capital es
Santa Fe y sus principales ciudades son: Rosario, Rafaela, Venado
Tuerto, Cañada de Gómez y Villa Constitución. La población por
departamento se distribuye como figura a
continuación:
Censo de INDEC de 1991
Departamento |
Belgrano |
Capital, La |
Caseros |
Castellanos |
Colonias, Las |
Constitución |
Garay |
General López |
General Obligado |
Iriondo |
9 de Julio |
Rosario |
San Cristóbal |
San Javier |
San Jerónimo |
San Justo |
San Lorenzo |
San Martín |
Vera |
Santa Fe ocupa un lugar muy importante en la economía nacional. El
mayor desarrollo
económico, por sus actividades agropecuarias e
industriales, se localiza en los departamentos centro-sur de la
provincia, que se encuentran dentro de la pampa húmeda. La
conquista y colonización de esta región se
realizó a través de sus ríos. Así se
fundaron Santa Fe por el norte y Buenos Aires por el sur. En esta
zona altamente favorecida por el clima templado y la
cercanía de fuentes de
agua importantes, se fueron estableciendo las ciudades más
populosas. junto al poblamiento surgió, entonces, la
explotación del suelo fértil para la producción de cereales y carnes; como
consecuencia, la formación de grupos
industriales transformadores
de los productos del
agro con miras al consumo interno y externo. si se suma a esta
provincia las de Buenos Aires y Córdoba, juntas concentran
el 65 % de la población argentina y proporcionan casi el
60% de los productos de origen agropecuario y más del 85 %
de los del sector industrial.
Agricultura:
La provincia contiene el 21 % del área sembrada
en la Argentina, es la primera productora de cereales y la
segunda en cuanto a la extracción de semillas oleaginosas,
esto es, destinadas a producir aceite comestible y sus derivados.
La producción de cereales abarca trigo, maíz y
sorgo; la de oleaginosas comprende lino, girasol y sola.
Además se practica la horticultura y la fruticultura. En
el norte, más cálido, se cultiva el algodón.
No obstante, el grano que ha tenido mayor expansión en los
últimos anos ha sido la soja.
La soja:
En relación a esta oleaginosa, el rendimiento por
hectárea conseguido en los últimos años
supera al de los Estados Unidos o
Brasil,
grandes productores tradicionales, con una producción de
5.500.000 toneladas. se trata de un esfuerzo destinado a la
exportación, que permitió la
construcción de puertos privados especializados al norte
de Rosario. De esta manera, Santa Fe se convirtió en la
primera productora de soja del país y la segunda de trigo.
En la región maicera por excelencia (el sur), durante los
últimos quince anos se produjeron cambios en los sistemas de
producción. Hubo un desplazamiento de la actividad
ganadera por la agrícola. En diversas regiones
comenzó a cultivarse con mucha fuerza la
soja. También los campos destinados a la agricultura y
la ganadería
alternativamente, se volcaron a los cultivos de maíz,
trigo y girasol. Pero de esta forma los suelos iban perdiendo su
fertilidad; todo lo contrario ocurre con la soja, que
después de su cosecha deja los campos fertilizados, con un
gran aporte de nitrógeno, sustancia muy necesaria para el
posterior desarrollo de
los vegetales. Debido a esto cada vez más agricultores
optan por cultivar esta leguminosa.
Frutilla:
Otro cultivo muy especial de santa Fe es el de la
frutilla. En Coronda, grandes extensiones están dedicadas
a este fruto, que necesita tres meses de cultivo en suelo arenoso
(característico de esta ciudad)
periódicamente abonado. cada hectárea de cultivo de
frutillas puede producir hasta 14.000 kilos por
cosecha.
Explotación forestal:
La explotación forestal se practica tanto en los
bosques de madera dura
del norte (los quebrachales), como en los de maderas blandas del
sur, utilizados para muebles y envases. también existen
áreas con especies de maderas blandas, producto de la
forestación. La superficie boscosa es de más de un
millón de hectáreas.
Ganadería:
En Santa Fe la actividad ganadera es muy importante. se
cuenta con un plantel de unos 6.500.000 cabezas de ganado vacuno;
a la actividad de cría y de engorde se suma la
producción de carne y leche. En
santa Fe se encuentra una parte muy importante de la llamada
cuenca lechera del país, donde se producen,
aproximadamente, unos 2.600 millones de litros de leche: la
tercera parte de la producción de la Argentina, Toda esta
actividad está facilitada por las buenas pasturas, que
posibilitan la cría de un ganado vacuno de excelente
calidad. La
raza más difundida es la Holando Argentina, productora de
leche, que se distribuye especialmente en la región
central de la provincia. Ahí se establecieron los tambos,
alrededor de 5.600, cremerías y otras industrias de
lácteas. más al sur existe una zona de
explotación mixta, cría e invernada, donde las
razas que predominan son la Shorthorn, la Aberdeen Angus y la
Hereford. Desde 1993 no se registran focos de infección de
aftosa.
Apicultura:
En esta provincia se desarrolla una gran actividad en la
cría de abejas y la producción de miel para el
consumo. se cuentan unas 25.000 colmenas, repartidas en 11
localidades, de las que se extraen y fraccionan la miel y otros
derivados, como néctar, polen o cera.
La industria:
En la margen del río Paraná se localiza el
mayor desarrollo industrial. Forma parte de una zona denominada
cordón industrial, que desde Rosario y San Lorenzo se
extiende hasta La Plata, en la provincia de Buenos Aires, y
constituye el área industrial más importante del
país. La clasificación por potencia
económica de los establecimientos instalados allí
es muy variada aunque predominan las pequeñas y medianas
empresas. Las
actividades a las que se dedican también son muy diversas:
procesamiento de las materias primas de origen agropecuario,
producción de alimentos,
textiles, petroquímica, acerías,
metalmecánica, maquinarias industriales, máquinas e
implementos agrícolas, complementos agrícolas y
madereras. Entre ellas se encuentran los mayores productores del
país en variados rubros, como molienda de trigo,
producción aceitera, industria frigorífica,
láctea (en la zona de Sunchales), y de dulces
(especialmente en Coronda).
Un oleoducto procedente de la región noroeste
llega hasta San Lorenzo, donde se ha instalado la industria
petroquímica. Es En San Lorenzo y Rosario existen
establecimientos dedicados a la elaboración
cerámicas.
La cerveza, producto
típicamente e santafesino, se produce en la capital en
Rosario y en San Carlos.
El comercio
exterior:
Esta provincia tiene un papel
destacado en las exportaciones
nacionales de productos alimenticios; para ello cuenta con una
amplia red
ferroviaria y de carreteras y con varios puertos, entre ellos los
de Rosado, Santa Fe, Villa Constitución y San Lorenzo. La
provincia tiene un gran puesto exportador en Rosario, desde el
cual salen al exterior cereales, harina, forrajes, carnes y
preparados, productos lácteos,
pieles, cueros y lana, azúcar,
madera, productos químicos y petroquímicos, aceite
de linaza, miel, productos frutihortícolas procesados,
huevos, cerveza, leña y carbón vegetal,
además de hierro y
acero. El
conjunto de puertos privados que se extiende entre las
localidades de Rosario y San Lorenzo exporta el 65% de los
cereales de nuestro país; alrededor del 55% del total de
las exportaciones argentinas salen por los puertos
santafesinos.
Los buques de mayor calado que llegan hasta la ciudad de
Rosario, a través del Paraná , encuentran problemas por
el continuo arrastre de limo que obliga a dragar
periódicamente el canal entre la ciudad y el río de
la Plata.
Esta región ha sufrido cambios por la
acción del hombre. Los
animales eran
escasos. Los más comunes eran el venado , el
zorrino,
el ñandú,
el peludo, Ia mulita, el zorro pampeano, la vizcacha,
el puma y
el gato de los pajonales. Entre las aves
destacaban las carniceras, como el chimango y el carancho,
además del tero, el
chajá y el loro.
Además de la fauna mencionada
para la llanura, a orillas de los ríos, especialmente
sobre el Paraná existía allí una gran
variedad de reptiles, como la temible serpiente yarará,
junto a lagartos, batracios y muchas aves. Entre estas
últimas se contaban las perdices, el chorlo, la lechuza,
el búho, el colibrí, el hornero, el benteveo y el
tordo.
Al llegar los primeros europeos a la llanura pampeana, a
mediados del siglo XVI, comenzaron los grandes cambios. Trajeron
caballos y vacunos que se hicieron cimarrones y empezaron a
poblar la llanura. La abundancia de alimento y la ausencia de
grandes carniceros favorecieron su rápido desarrollo,
compitiendo con especies autóctonas como el venado y el
ñandú.
La fauna ictícola de Santa Fe está
compuesta por más de 200 especies, entre las que se
destacan diversas clases de peces: armado,
surubí, patí, dorado, sardina, sábalo,
manduví, anamengüí, boga, pacú y
dientudo
Esta región ha sufrido cambios por la
acción del hombre. Las hierbas que lo cubrían,
formando un mar de pastos, fueron reemplazadas por cultivos y
montes de árboles
exógenos, como paraíso, el álamo, el
eucalipto, la acacia, el pino y el plátano.
Antiguamente esta pradera se veía interrumpida
por algún solitario ombú, especie que toda se
observa en la región. Al no haber gran can dad de
herbívoros, los pastos se desarrollaban luego
morían, formando pajonales secos que enriquecían el
suelo con materia
orgánica, pero dejaban pobre en
nitrógeno.
Estos pastos, generalmente gramíneas, eran
azotados en ocasiones por incendios que
arrastraba con los pocos árboles existentes. A orillas de
los ríos, especialmente sobre el Paraná, la
vegetación era distinta, con montes de sauces, ceibales,
aromitos, ombúes, laureles, aguaribayes y algarrobos. Su
multiplicación hizo posible que sus excrementos y residuos
enriquecieran el suelo con nitrógeno, siendo reemplazado
el pasto duro paulatinamente por pasto verde y tierno.
En el verano, el calor y las
lluvias irregulares ralean la vegetación. Durante el resto
del año prosperan los cardos, el yuyo colorado, la
manzanilla, la malva, la verbena, el alfilerillo, la cepa
caballo, el abrojo, la cicuta y el cardo. Bordeando el do
Paraná, como prolongación de la selva misionera que
en esta zona se encuentra disminuida, crecen bosques que cubren
más de un millón de hectáreas, en los cuales
se pueden distinguir ceibales, laureles, timboes blancos, sauces
criollos , alisos del río y el ombú.
LA DÉCADA
DE LAS INUNDACIONES:
La última década ha sido, en la Argentina,
una década de inundaciones. Esta han afectado
principalmente tres áreas del país: El nordeste, el
área metropolitana de Buenos Aires y la provincia de
Buenos Aires.
Para entender este fenómeno no basta con conocer
las características generales de las cuencas
hidrográficas, es necesario entender su funcionamiento en
profundidad y tener en cuenta la forma de uso del suelo y de la
ocupación humana.
ANTECEDENTES:
Desde 1978 se viene estudiando el comportamiento
del Salado.
Detalles de los estudios realizados por la UNL y otros
organismos de ciencia y
técnica de la región sobre el comportamiento del
río Salado.
Los estudios presentados por la UNL y por otros entes
como el Instituto Nacional del Agua (INA), datan de muchos
años. Ya en 1978, el INA desarrolló estudios
hidrológicos en el área de la cuenca inferior del
río Salado, que fueron financiados por el propio instituto
(en aquel momento con la denominación Instituto Nacional
de Ciencia y Técnica Hídricas (INCyTH).
El segundo antecedente refiere a la delimitación
de áreas de riesgo
hídrico en Santa Fe-sistema
Paraná y sistema Salado. En el plano correspondiente se
puede observar que, para el caso del Río Salado, las
líneas de máxima afectación coincidieron con
la inundación que se produjo en el año 2003. Este
trabajo realizado por el INCyTH con financiación del
Consejo Federal de Inversiones
fue realizado para el Gobierno de la
Provincia de Santa Fe en el año 1992.
En el año 1998 se realizó un estudio
hidrológicos de modelación hidrodinámica y
de erosión
fluvial para la nueva conexión vial Santa Fe-Santo
Tomé. En esta investigación se actualizó el
estudio de crecidas y se determinó que el caudal de
recurrencia para 100 años era de 3010 m3/seg. Este trabajo
fue realizado por la UNL y el INA para el Gobierno de la
Provincia de Santa Fe.
En el año 1998, la empresa AUFE
(Concesionaria de la Autopista Rosario-Santa Fe) encargó
un estudio para el redimensionamiento hidráulico del
puente sobre el Río Salado en dicha autopista. Este
estudio hidrológico de crecidas es coincidente con el
anterior, y en él se propone la ampliación del
puente en dos variantes de 300 y 400 metros para disminuir los
efectos de erosión y de sobreelevación que provoca
el puente y terraplén actual de la autopista. A
posteriori, la empresa CONSULSER
realizó el anteproyecto de
ampliación del puente de la autopista para la misma
empresa.
En relación a la Obra de defensa asociada a la
avenida Circunvalación Oeste en su tramo 1 y 2 desde el
puente carretero Santa Fe-Santo Tomé hasta el
Hipódromo se proyectó en el año 1994 y se
construyó en los años posteriores con cota de
coronamiento que no fue superada por esta crecida en
ningún punto. Merece destacarse que el ingreso de gran
parte de los caudales del río Salado por el sector no
construido de esta defensa (Tramo 3) se debió
además al efecto de sobreelevación de niveles
mencionado anteriormente.
También a pedido del Gobierno de la Provincia de
Santa Fe, la UNL -a través de la Facultad de Ingeniería y Ciencias
Hídricas- participó junto con otros organismos
oficiales en la redacción del proyecto de la
Ley 11.730
"Regulación del uso del suelo en áreas inundables"
y del proyecto de reglamentación de la misma en el
año 2001, Proyecto de Reglamentación que a la fecha
no ha sido dictado.
Considerando que las obras de defensa no garantizan por
sí mismas la seguridad ante
una inundación, la UNL también ha desarrollado
propuestas para elaborar Planes de Contingencia que permitan
actuar con eficacia cuando
los fenómenos naturales no pueden ser controlados.
Además, la UNL ha desarrollado Proyectos de
Extensión de Interés
Social (PEIS) para la comunidad local
editando manuales de
difusión social sobre terraplenes de defensa, inundaciones
y mitigación de riesgo. En estas publicaciones se abordan
temas relativos a las inundaciones en la zona, los desastres
naturales, la evaluación
del riesgo, las políticas
de mitigación y los planes de emergencia.
Lunes, 5 de Mayo de 2003 UN FENÓMENO PREVISIBLE |
En una conferencia de prensa realizada en la Acompañado por el vicerrector de la UNL, Articular esfuerzos "Nuestra intención siempre ha sido -y sigue "No es competencia de esta universidad determinar La respuesta apuntaba a las declaraciones del De todos modos, ¿por qué . |
Sábado, 3 de Mayo de 2003 INUNDACIONES EN SANTA FE Las crónicas que de ahora en más se difundan |
El texto Este sábado 3 de mayo se cumplen cinco No hay palabras que dimensionen la Eran las 19.30 horas aproximadamente. En menos de Otras personas contaron su trágica Este relato de la Desde hace meses el río Salado, recurso Más allá del análisis sobre la eficiencia de las obras hidráulicas, La provincia de Santa Fe no cuenta con un plan de Insistimos: los funcionarios enfrentaron la |
CONSECUENCIAS
POLÍTICAS, SOCIALES Y
ECONÓMICAS:
La falta de
previsión y la negligencia del gobierno fueron más
dañinas que las aguas desbordadas del Salado.
Los desastres como el de Santa Fe no son casuales Se notaron
claramente la incapacidad de aprender de los errores (propios o
ajenos); el desinterés por la información
científica , la mirada incompleta de la realidad y
indiferencia en la función
pública. En esta catástrofe se evidenciaron la
sordera ante las advertencias y la increíble falta de
velocidad ante semejante acontecimiento.
Santa Fe podía no estar preparada para un terremoto, para
una erupción volcánica o para la caída de un
meteorito. Pero es absolutamente inaceptable lo sucedido en una
ciudad que desde siempre ha sido azotada por las inundaciones.
Después de la crecida histórica del Paraná
de 1905, la generación actual padeció crecidas
extraordinarias en 1983, 1992 y 1998. Y siempre en el
otoño e invierno.
La caída del símbolo de la ciudad, el Puente
Colgante, en la crecida del ’83 a causa de una ruta
construida a modo de terraplén transversal a las aguas
dejó enseñanzas muy claras que hacían ahora
evitable los problemas derivados del mal diseño
de la Autopista Santa Fe – Rosario. Este desastre es
también el fruto de una extensa lista de reiterados
errores. Quienes echan la culpa a una lluvia extraordinaria o a
la "naturaleza" deben
saber que esas razones irritan a la opinión
pública.
¿Para qué sirvieron los estudios
realizados?
No sirvió que 1978 el INCyTH estudiara la cuenca
inferior del Salado, que se delimitara el área de riesgo
hídrico en 1992, que en 1998 se analizara la
modelación hidrodinámica y de erosión
fluvial para la conexión vial entre Santa Fe y Santo
Tomé. Tampoco ayudó el redimensionamiento
hidráulico del puente sobre el Salado.
Después del desastre anunciado
Lo que viene ahora es un largo invierno. El más duro desde
que Juan de Garay fundó la ciudad en 1573. La ayuda
oficial se dirige principalmente afectados que se refugian en los
centros de evacuación. Pero hay todavía unos
autoevacuados que siguen en casas de parientes o amigos.
Están bajo techo pero perdieron todo. No son pocos los que
peregrinan buscando ropa, comida y medicamentos. Muchos eran
cuentapropistas que perdieron sus medios de trabajo.
Cuando lleguen los créditos del Banco Mundial
habrá que ver. Si van a hacer como siempre, contratar
grandes empresas para hacer terraplenes dejando a la gente con
los techos de sus casas a una altura por debajo del nivel del
agua en las crecidas. Si serán destinados a reconstruir la
ciudad con nuevos criterios. O si además los fondos se
destinarán a un plan consistente para atenuar "la
inundación que viene", la de una extrema pobreza y
desocupación. No sea que lleven a los
afectados a barrios recién construidos pero sin trabajo.
Que esto sea una lección para todos
La tragedia de Santa Fe, el mayor desastre evitable de la
historia
argentina, debe servir de lección para todos.
Definitivamente: no pueden librarse a su suerte a poblaciones en
zonas de riesgo. Cuando una maestra recibe una alarma de bomba en
su escuela, saca los
chicos a la calle. Después chequea la veracidad del
alerta. Es lo que aquí hizo falta. Usar el sentido
común. Si hablamos de amplias zonas de riesgo hay que
tomarlo en serio.
Los gobiernos de las ciudades y Estados del litoral fluvial deben
comenzar a preparar con los mejores expertos los necesarios
planes de contingencia y los manuales de emergencia.
También un sistema de monitoreo y alerta temprana. Deben
informar, educar, capacitar y entrenar a la gente y a los
líderes sociales para que todos sepan exactamente
qué hacer y hacerlo a tiempo.
En cada zona de riesgo hídrico, sísmico,
químico o nuclear -y Argentina los tiene todos-, deben
hacerse simulacros de alerta y evacuación, entrenando a la
población vulnerable.
La terrible lección del Salado debe hacer también
que los organismos de gobierno decidan mirar de frente al
río Paraná y su cuenca. La Cuenca del Plata, la
segunda en importancia en Sudamérica después del
Amazonas y la cuarta a nivel mundial. Convocando a la
cooperación internacional frente el riesgo que representan
para el país, y especialmente para las poblaciones del
litoral fluvial, sus graves amenazas. Que no sólo son el
cambio climático y El Niño, sino la deforestación, monocultivos insustentables,
obras públicas y planes de desarrollo mal
planificados.
Si, como propone Reutemann, hay que "refundar Santa Fe",
también hay que "refundar el Estado".
Crear mecanismos para que los más capaces ocupen los
puestos vinculados a la seguridad y la vida de miles de personas.
La generación de políticas públicas
realmente eficaces frente a los desafíos sociales y
ambientales es imposible sin participación social. Se debe
planificar con la gente, implementar con la gente, cuidar con la
gente.
Provincia de Santa Fe: Santa Fe el paisaje y los
hombres. Editorial Imagen
Santa Fe es así. Libro de 4to
grado
Diario "El Litoral" de Santa Fe
Trabajo enviado por
Matias Tolisano