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Relación entre los docentes, los padres y la sociedad




Enviado por sandy_santamaria



    1. Contenido.
    2. Conclusiones.
    3. Bibliografía.

    INTRODUCCIÓN.

    Por medio de la realización de este trabajo se
    pretende llegar a conocer cual debe de ser la relación
    idónea que debe de existir entre los docentes de las
    escuelas y colegios y los padres o representantes de los alumnos
    que asisten a las mismas.

    Conoceremos cuales son los aspectos más
    resaltantes dentro de esta relación y cuales son los
    consejos que se pueden tener para conseguir una relación
    armoniosa. De la misma manera se tratará el tema de las
    diversas problemáticas que puede presentar el alumnado de
    una institución y como debe ser la relación entre
    el representante y el maestro para enfrentar dicho problema y
    lograr superarlo con éxito.

    Se analizará a fondo como debe ser la
    relación entre padres y docentes, en concordancia con la
    sociedad en la que habitan e interactúan, conociendo de
    esta manera cual es la importancia de la misma y como influye en
    la exitosa relación antes mencionada. De esta manera se
    destacará la relevancia en cuanto al papel que
    juega la sociedad que nos rodea y los factores que la conforman,
    siendo dos de ellos los padres y docentes; ambos de gran
    importancia para el desarrollo de
    las nuevas generaciones de una sociedad.

    CONTENIDO.

    OBJETIVO GENERAL:

    Determinar cuales son las principales características que debe de presentar la
    relación que ha de existir entre los docentes, los padres
    y las sociedades a
    las que pertenecen.

    OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

    1. Identificar cuales son los principales problemas
      que se pueden presentar en los estudiantes, y como debe ser la
      relación entre los docentes y padres para enfrentar
      dichos problemas.
    2. Analizar el rol que juegan y desempañan los
      docentes y padres dentro de la sociedad y como
      interactúan las tres.
    3. Establecer cuales son los aspectos más
      relevantes en relación a la relación existente
      entre padres, maestros y la sociedad.

    PROCESO EDUCATIVO:

    Elementos que intervienen en la
    educación:

    • El sujeto educativo es toda persona que
      admite un proceso de
      educación.
    • Es el niño que está abriendo sus ojos a
      la realidad de la vida.
    • Es el niño quien necesita de la sociedad para
      que esta realidad que capte sea la más perfecta
      posible.
    • En este abrir de los ojos a la realidad de la vida va
      a desarrollar todas sus facultades humanas conforme a la edad
      que está viviendo.

    Personas que intervienen en el proceso
    educativo:

      1. Un niño nacido en un hogar bien
        constituido tiene grandes posibilidades de llegar a ser un
        hombre
        totalmente equilibrado el día de
        mañana.
      2. Es fundamental para una estabilidad educativa en
        el niño una estabilidad en la
        familia.
      3. Las familias inestables crean traumas y complejos
        en el niño, que posteriormente son captados de
        manera inmediata por los educadores en las
        escuelas.

      "Los padres son los primeros educadores de sus hijos
      y no deben pensar que es una tarea del gobierno y
      de los educadores el educar a sus hijos, ellos son parte
      importantísima de este proceso".

    1. LA FAMILIA: Es
      la base de la sociedad y la base de una buena
      educación. Se necesita de Estabilidad Familiar ya
      que:

      1. Ha de ser una persona con vocación
        educativa.
      2. Debe pensar en como enseñar mejor el
        día de mañana.
      3. Pensará en esos alumnos que han tenido
        problemas y ver la forma de solucionarlos.
      4. El educador debe cuidar su persona y ha de tratar
        de ser siempre un ejemplo para sus alumnos, ya que los
        niños captan los mensajes y conductas
        transmitidas por los mismos.
      5. No debe causar desánimos en sus
        alumnos.
      6. Debe estar siempre al día con el avance de
        los conocimientos.
      7. Debe pensar que la educación es
        personalizada, que cada niño tiene una forma
        distinta de ser y unas exigencias distintas. Esto obliga al
        docente a conocer perfectamente a cada niño para
        saber cubrir sus necesidades educativas en un momento
        preciso.
      8. Debe caracterizarse por una gran capacidad de
        observación que le llevará a
        ver fallas o problemas por los que está pasando un
        niño en especial y poder
        darle la atención requerida.

      "La vida del verdadero educador estará
      siempre pendiente de su labor educativa".

    2. EL EDUCADOR: Debe presentar las siguientes
      características:
    3. LA SOCIEDAD Y EL MEDIO
      AMBIENTE: Un niño de un ambiente
      sano tiene grandes posibilidades de éxito, no
      sólo por la formación (costumbres,
      hábitos, etc. sino también por la alimentación,
      nutrición, amistades, recursos
      económicos, políticos, etc.). De ser lo
      contrario, un ambiente menos sano, el niño lo
      manifestará en su forma de ser o actuar.

    Las influencias externas por las que pasa el
    niño son muy variadas, como por ejemplo la
    televisión, el cine, el
    radio, las
    revistas, las amistades, etc.; son medios que
    pueden hacer una gran labor educativa o perjudicar la labor que
    los docentes están realizando en clase.

    RELACIÓN ENTRE DOCENTES Y
    PADRES:

    Un rápido análisis permite afirmar que, hace unos
    pocos años, las familias contaban con elementos de solidez
    propios muy superiores a los actuales: tenían unas
    ficciones más profundas, mayor estabilidad, menor estrés,
    más miembros y mayores oportunidades de interacción
    entre ellos, etc. En la actualidad, las familias, a pesar de sus
    mejores niveles de formación y educación,
    están más afectadas por influencias sociales
    negativas y son más débiles en su estructura,
    encontrándose inmersas, en muchos casos, en problemas
    reales que afectan a su estabilidad. Carencia de ideales claros
    de vida, dificultades de convivencia o ruptura del matrimonio, etc.
    Esas familias necesitan más que nunca ayuda en la
    acción educativa profunda, y deben encontrar
    colaboración en el ámbito escolar, dentro de un
    marco de confianza.

    La peculiar relación existente entre escuela y
    familia, exige de ellas una exquisita coordinación. Del mismo modo, la necesidad
    de personalización para una verdadera formación, y
    la reciprocidad de la relación establecida, solicitan
    crecientes grados de participación y comunicación entre ambas instituciones.

    Una relación de confianza Padres y
    Maestros:

    Son los padres quienes gozan de esa relación de
    intimidad única que exclusivamente se da en el seno de una
    familia y que permite todo tipo de interrelaciones personales: de
    afecto, ayuda, orientación, soporte, etc., que influyen y
    modifican los comportamientos de todos sus miembros. Suele
    decirse que en una familia todos educan y son
    educados.

    Son, asimismo, los padres quienes están en
    mejores condiciones, a causa de su cariño desinteresado,
    de conseguir el crecimiento en autonomía de sus hijos y,
    por tanto, la madurez: un crecimiento en libertad y
    responsabilidad que solamente es posible, de
    manera armónica, cuando la familia soporta las decisiones
    personales, con su mezcla de aciertos y errores.

    Características de la relación
    Familia-Escuela:

    El principio de subsidiariedad es el que marca esta
    relación. Es la familia quien tiene el derecho-deber de la
    educación.

    • Son los padres quienes tienen la posibilidad de
      decidir acerca de las cuestiones esenciales, sobretodo cuando
      los hijos son menores.
    • Son los padres quienes eligen el centro educativo,
      sobre todo en las etapas de Educación
      Preescolar y Primaria. Ayudan a los hijos a elegir a los
      amigos, a situarles en determinados contextos sociales donde se
      entablan las relaciones de la amistad.
    • Son los padres quienes, como consecuencia de su
      estilo de vida, relaciones, conversaciones juicios, etc. van
      creando una cultura
      familiar que es clave en todo el proceso de maduración
      de la persona, de tal manera que muchos de los referentes en la
      toma de
      decisiones de las personas adultas se basan en actitudes y
      valores
      adquiridos en los primeros años de vida.
    • Son los padres quienes gozan de esa relación
      de intimidad única que exclusivamente se da en el seno
      de una familia y que permite todo tipo de interrelaciones
      personales: de afecto, ayuda, orientación, soporte, etc.
      que influyen y modifican los comportamientos de todos sus
      miembros.
    • Los padres son quienes están en mejores
      condiciones, a causa de su cariño desinteresado, de
      conseguir el crecimiento en autonomía de sus hijos y,
      por tanto la madurez; un crecimiento en libertas y
      responsabilidad que solamente es posible de manera
      armónica, cuando la familia soporta las decisiones
      personales, con su mezcla de aciertos y errores.

    Pero de manera general los padres al elegir la escuela
    cuando la hacen partícipe de sus deseos, ideales, valores
    y objetivos
    educativos, aunque con frecuencia no los tengan ellos mismos
    suficientemente definidos o explicitados.

    Establecen los padres con la escuela una particular
    relación de confianza, mediante la cual delegan autoridad,
    funciones,
    objetivos familiares, etc., en la institución a la que
    confían sus hijos.

    La relación que se entabla entre familia y
    escuela es tan peculiar que sólo cabe situarla en el marco
    de la confianza- es la escuela, corno parte de la familia, una
    prolongación suya, adquiriendo así su pleno
    sentido.

    Esa relación de confianza es la que determina,
    matiza y da forma al binomio familia – escuela, que debe estar
    marcado por una actitud de
    responsabilidad compartida y complementaria en la tarea de educar
    a los hijos. Ello implica una verdadera relación de
    comunicación donde padres y maestros establezcan una
    vía abierta de información, de orientación, sobre
    la educación de los hijos, constructiva y exenta de
    tensiones por el papel que cada uno de ellos
    desempeña.

    En este sentido, la familia debe tener una actitud
    activa y participativa, más allá de las
    aportaciones puntuales de información sobre los hijos, en
    la medida que lo requieran los maestros: esto es, trabajar
    conjuntamente en la orientación de la persona en orden a
    un proyecto
    común de educación.

    Si no se produce ese acuerdo previo sobre cómo y
    para qué queremos educar a nuestros hijos, la
    disfuncionalidad en la relación padres-maestros y en el
    mismo proceso educativo, estará asegurada. Una escuela no
    puede limitar su actividad a los campos que sean de su exclusivo
    interés, sin atender a las necesidades de
    la familia. Esa peculiar relación de confianza-servicio es
    característica de la escuela, particularmente en los
    niveles de Primaria y Secundaria.

    Los padres de familia deben hacer uso de su derecho y
    obligación para ir y entrar al centro escolar, para saber
    si su hijo entró a clases o no, o si tiene algún
    problema con respecto a la educación de su hijo. Esto hace
    que no exista una buena comunicación entre el padre de
    familia y la institución escolar. Los padres de familia
    deben buscar hacer una interrelación de apoyo y de
    comunicación; con su hijo con su esposa y con el mismo
    maestro, para que esa buena educación que el padre desea
    para su hijo se lleve a cabo de una manera más integral, y
    su hijo pueda desarrollarse como un buen ciudadano y un buen ser
    humano.

    Los padres deben buscar la manera de hacer un solo
    equipo de trabajo, entre el mismo, su hijo y el
    maestro.

     La Reeducación de los
    Maestros:

     Es prioritario y fundamental que los
    maestros se olviden de sus viejas prácticas y aprenda a
    ser más que nada un amigo para el alumno. Cuando el
    maestro aprende a escuchar, a ser receptor y responder
    positivamente al alumno, entonces comienza a caminar
    correctamente hacia una calidad en la
    educación. El maestro debe admitir y convencerse que el
    alumno, posee igualmente un potencial de aprendizaje que
    hay que aprovechar y sobre todo; saber encausar.

    En la perspectiva antigua de la educación, la
    escuela era el lugar en el cual la sociedad hacia al niño
    a su imagen y
    semejanza; prohibiéndole, ordenándole y
    juzgándole continuamente. En la perspectiva actual el
    maestro hará saber al alumno que es un ser humano libre
    con derechos y
    también con obligaciones,
    para que el alumno tenga una perspectiva diferente de la vida. El
    maestro como educador-formador, no debe olvidar que los
    niños de hoy vivirán cuando sean adultos en un
    mundo profundamente diferente del mundo actual.

    La "delegación" del padre:

    Los padres, al entregar sus hijos a la escuela,
    están ejerciendo un deber y una obligación. En la
    sociedad en que vivimos esta delegación es obligatoria. El
    padre no elige entre mandar a su hijo o no mandarlo a la escuela.
    A lo sumo elige a qué escuela lo hará.

    La "delegación" de la educación en manos
    de la escuela no es absoluta ya que, por un lado, los padres
    siguen educando a sus hijos y, por otro, no deben permanecer
    ajenos a lo que la escuela "hace" con sus hijos. La experiencia
    diaria muestra que
    muchos padres optan por la cómoda actitud
    de "lavarse las manos". La educación de los hijos es "un
    problema de la escuela". Para ellos mandar a sus hijos a la
    escuela es semejante a enviar un automóvil a una
    estación de servicio: lo guardan, lo limpian y lo engrasan
    y luego se lo devuelven.

    Lo primero que los docentes observan es que toda tarea
    educativa se vuelve estéril si no es acompañada por
    los padres. Si los padres tiene un nivel cultural muy bajo,
    el aprendizaje
    de los hijos se hace más difícil y, lo que es mucho
    más grave aún, si los padres no valoran
    adecuadamente el aprendizaje, los hijos difícilmente se
    motiven por él.

    Los valores que la escuela pretenda inculcar en sus
    alumnos no deberían estar en pugna con los que se viven en
    su casa. Si los padres opinan que en este mundo hay que avanzar
    pisando cabezas", mal podría la escuela tratar de infundir
    en el niño los valores de
    la solidaridad
    amor al
    prójimo.

    Los padres eligen la escuela de sus hijos, pero,
    evidentemente, no se puede reducir su participación a la
    posibilidad de cambiarlos de escuela. Deben participar no
    sólo aceptando y adhiriendo a lo que la escuela hace sino
    además aportando su creatividad,
    sus sugerencias y opiniones y su trabajo para hacer una escuela
    mejor.

    Los padres y la promoción:

    Los padres fueron alumnos. Tienen experiencias y
    recuerdos de la vida escolar y por lo mismo pueden tener
    prejuicios y rencores ocultos. Muchas veces tratan "que a mi hijo
    no le pase lo mismo". Generalmente los padres ven en la escuela
    una estructura de la que se obtiene un título. La mayor
    parte de su relación con la escuela se basa en la defensa
    de su hijo contra "las injustas calificaciones". Que los padres
    se preocupan más por las calificaciones que por el
    aprendizaje en sí mismo es, en líneas generales,
    una realidad que no podemos ignorar.

    Para cualquier persona es muy difícil soportar
    que se critique o evalúe duramente a su hijo. El instinto
    de conservación, que convierte en extremadamente agresivo
    a cualquier animal cuando se ataca a sus crías, no es
    ajeno al ser humano. Por razones culturales algunos reaccionan de
    manera más o menos civilizada, pero todo padre va a
    responder agresivamente a un supuesto "ataque" a sus hijos. La
    escuela debe mostrar que lejos de "agredir" a sus hijos se
    "preocupa por su crecimiento y maduración.

    Celos y conflictos
    entre docentes y padres:

    Otra dificultad para dar participación a los
    padres está en el hecho de que los docentes son
    profesionales de la educación (o si se prefiere,
    trabajadores de la educación). Hacen de ello su modo de
    vida y están capacitados especialmente para esta tarea.
    Los padres, en cambio, no son
    especialistas ni viven de ello.

    Cuando las "quejas de los padres" se convierten de
    manera casi automática en "regaños del director" se
    va desarrollando una actitud negativa hacia la
    participación de los padres y, por el contrario, si las
    quejas de los padres son rechazadas automáticamente por
    solidaridad con el docente, los padres dejarán de
    participar.

    En general los padres no están capacitados
    profesionalmente para juzgar el desempeño de un docente, pero tampoco
    podemos dejar de escuchar lo que nos dicen. Quien ejerce una
    función
    directiva no puede permitir que los padres le lleven una queja
    que no han vertido previamente al mismo docente y deben informar
    leal y francamente al mismo de las que ha recibido. Esas quejas
    no deben ser magnificadas ni ignoradas, pero deben servir, ante
    todo, para la propia autocrítica del docente. Esa
    autocrítica será muy difícil si se pone al
    docente entre la espada y la pared, o sea, entre el director y
    los padres.

    El "manejo" de los padres:

    Muchas veces la institución no presta
    atención a algunos "símbolos". Es cierto que si se
    dejara la puerta de la escuela abierta a los padres, muchas de
    sus tareas se verían dificultades. Pero no es menos cierto
    que una escuela que les cierra descortésmente las puertas,
    no puede pretender que participen donde, cuando y como las
    autoridades desean. A veces una demora en comenzar un acto
    escolar, la ausencia de sillas suficientes, o una actitud
    descortés de quien atiende a los padres en la puerta puede
    ser un gesto mucho más significativo que unas hermosas
    palabras de bienvenida o la más cordial invitación
    a participar e integrarse a la escuela.

      Los padres invasores:

    Muchas veces los padres van a pretender asumir roles
    conflictivos. Hay quienes, si se les permite, van a llevarse por
    delante a los demás. Otros tratan de sacar provecho de su
    participación: tratan de ganar prestigio, buenas
    calificaciones para sus hijos, o algo peor aún. Esto va a
    ocurrir en cualquier escuela que intente darles
    participación. Las miserias humanas van a aflorar como lo
    hacen en todas las instituciones. La respuesta no ha de ser negar
    la participación sino generar estructuras y
    mecanismos que neutralicen adecuadamente estos desbordes. La
    participación masiva suele ser el mejor antídoto
    contra estos últimos.

    Los padres "benefactores":

    Muchas veces se identifica participación de los
    padres en la escuela con organizar rifas para juntar fondos. La
    contribución de los padres en los aspectos edilicios o
    económicos no puede ser ni la única ni la principal
    área de su participación. Las contribuciones
    económicas que puedan hacer deben manejarse con mucha
    discreción y debe ponerse de manifiesto que en la
    institución no crean derechos ni privilegios.

    Carencias y Desviaciones:

      1. Desarrollo psicofísico
        interior.
      2. Mayor mortalidad.
      3. Trastornos del lenguaje
        (retardo, tanto en la expresión como en la
        comprensión).
      4. Inferioridad en la Sociabilidad, se apegan a
        cualquiera con facilidad pero superficialmente.
      5. Su resistencia a las infecciones y enfermedades contagiosas es
        reducida.
      6. Afecta en la
        personalidad del niño, el cual presenta
        dificultades para establecer relaciones sociales normales.
        Presenta conductas agresivas, amoralidad, prostitución y hurtos de
        comprensión afectiva.
      7. Desajustes emocionales.
    1. Ausencia o Indiferencia de la Madre puede
      causar:

      1. Falta de confianza.
      2. Inseguridad.
      3. Sentimiento de inferioridad.
    2. Hogares Desarmónicos, escenas violentas pueden
      causar:

      1. Inseguridad.
      2. Rencor.
      3. Trastornos de comportamiento (robos, mentiras,
        etc.).
      4. Sentimientos de inferioridad.
      5. Trastornos de socialización.
    3. Un hogar disociado (pérdida de equilibrio
      en el hogar por falta de uno de los padres o juicios
      despectivos de uno por el otro) puede provocar:

    Labor de la maestra:

    La labor de los docentes al presentarse cualquier tipo
    de problemas ha de ser la siguiente:

    • Conectar con los padres y sensibilizarlos sobre la
      importancia evolutiva-afectiva.
    • Sensibilizarse y humanizarse, evitando etiquetar de
      mal alumno a un chico que es víctima de situaciones
      familiares desequilibradas.

    Factores del Desarrollo comunitario del
    Niño:

    La interacción entre dos o más
    personas es un indicador de la adecuación del desarrollo
    psicológico, por ello, el desarrollo social
    o comunitario del niño es más que la consecuencia
    su normal maduración psicológica y física, siendo por lo
    tanto estos dos factores los responsables más directos de
    los cambios progresivos que va sufriendo el niño en cuanto
    a su comportamiento social.

    El desarrollo del lenguaje y la
    comunicación, función principal de las
    relaciones entre las personas se ve muy recortada en sus
    posibilidades si el niño no sabe expresar mediante
    palabras lo que quiere comunicar a otros.

    Relaciones Familia-Centro:

    Los educadores han reconocido su personalidad
    en el mejoramiento de la relación hogar-escuela y en todos
    los niveles se tiende a abrir a los padres las puertas del
    Colegio. El propósito fundamental de este movimiento es
    proporcionar una comprensión general de la
    educación y promover relaciones cooperativas
    tales que tanto en la escuela como en el hogar lleven al
    máximo sus contribuciones al crecimiento y desarrollo del
    niño.

    Necesidad de la Relación
    Familia-Centro:

    La colaboración familia-escuela es
    indispensable en el colegio, en especial en el preescolar,
    porque el niño sufre todas las influencias del medio y sus
    modos de reaccionar, en el presente y futuro, serán el
    resultado de esas influencias.

    RELACIÓN ENTRE DOCENTES-PADRES Y
    SOCIEDAD:

    La base de una sociedad organizada es la familia. En
    ella los padres son responsables de cubrir las necesidades
    básicas de sus hijos.

    Es sabido que los niños pasan gran parte de su
    vida en la escuela. Aquello de que la escuela es el segundo hogar
    continúa hoy más vigente que nunca. La
    relación de los chicos con sus maestros es muy particular.
    Los docentes, a través de la estrecha relación que
    mantienen con sus alumnos en el aula, pueden detectar
    circunstancias irregulares que les permitan inferir una
    situación extraña.

    Al hablar de la relación de los docentes con la
    sociedad es de suma importancia destacar el deber cívico,
    el cual se refiere a los rasgos del carácter
    público y privado los cuales son esenciales para mantener
    y perfeccionar la democracia
    constitucional de los países democráticos como el
    nuestro.

    Los deberes cívicos, al igual que las habilidades
    cívicas, se desarrollan con lentitud a través del
    tiempo. Ellos
    se encarnan en la persona mediante lo que cada uno aprende
    (incluyendo a los docentes), de las experiencias vividas dentro
    del hogar, la escuela, la comunidad y las
    organizaciones
    civiles de la sociedad. Para que el ciudadano entienda
    cuáles son sus deberes cívicos debe convivir,
    diariamente, con aquellos rasgos del carácter privado que
    van lentamente, haciendo del deber cívico una forma de
    vivir. Estos rasgos son la responsabilidad moral, la
    autodisciplina, y el respeto por el
    valor y por la
    dignidad humana de cada individuo. Los rasgos del carácter
    público no son de menor importancia. Tener espíritu
    público/comunitario, urbanismo, respeto por la ley,
    espíritu crítico, y buena disposición para
    escuchar, negociar y conciliar son indispensables para el
    éxito de la democracia.

    Es un papel fundamental del docente crear un individuo
    con un buen desarrollo de las habilidades cívicas para
    formar ciudadanos conscientes de sus derechos y obligaciones. Si
    los ciudadanos van a ejercer sus derechos y responsabilidades
    como miembros de una comunidad, no sólo deben poseer un
    bagaje de conocimientos sino que también necesitan
    adquirir las habilidades relevantes para la participación
    comunitaria. Las habilidades intelectuales esenciales para una
    ciudadanía eficaz, informada y responsable a menudo se
    denominan habilidades de pensamiento
    crítico.

    Una buena educación cívica habilita a una
    persona para que sea capaz de identificar o dar sentido y
    significación tanto a elementos tangibles como son la
    bandera, los monumentos nacionales o los eventos
    cívicos o políticos, como a elementos intangibles
    como son las ideas o conceptos de patriotismo, los derechos de
    las mayorías y de las minorías, de la sociedad civil y
    de la constitucionalidad.

    Otra habilidad intelectual que la buena educación
    cívica debería fomentar es la de poder discernir y
    describir tendencias, tales como la participación en la
    vida cívica, la inmigración, o el empleo
    laboral. Estas
    habilidades ayudan al ciudadano a ubicar los sucesos del presente
    dentro de un esquema de mayor plazo. Otros de los objetivos por
    lograr dentro del programa de
    educación cívica se relacionan con el desarrollo de
    la capacidad de explicar y analizar. Si los ciudadanos logran
    explicar cómo algo debe funcionar, como por ejemplo, el
    sistema federal,
    serán más capaces de detectar y ayudar a corregir
    funcionamientos defectuosos. Los ciudadanos también deben
    poder analizar aspectos tales como los componentes y
    consecuencias de ideas, procesos
    sociales, políticos, económicos e institucionales.
    La capacidad de analizar hace posible distinguir entre el hecho y
    la opinión, o entre los medios y los fines. En una
    sociedad, los ciudadanos toman decisiones. Por este motivo
    necesitan desarrollar sus habilidades para evaluar, tomar y
    defender posiciones.

    Además de adquirir conocimiento y
    habilidades intelectuales, en una sociedad democrática la
    educación para la ciudadanía debe focalizarse en
    las habilidades que se requieren para estar informados y tener
    una participación eficaz y responsable en el proceso
    político y en la sociedad civil. La primera de estas
    habilidades es la interacción. Ella se relaciona con las
    habilidades de los ciudadanos relativas a la comunicación
    y el trabajo en
    cooperación con otros. Para interactuar debemos ser
    sensibles a las necesidades de nuestros conciudadanos.
    Interactuar comprende interrogar, contestar y deliberar con
    mesura, así como construir coaliciones y manejar
    conflictos en una forma pacífica y justa.

    La segunda habilidad, monitorear, se relaciona con el
    ejercicio de la vigilancia o de las funciones de
    "guardián" por parte de los ciudadanos.

    Finalmente, la tercera habilidad participativa,
    influenciar, se refiere a la capacidad de afectar los procesos
    políticos y gubernamentales, tanto los procesos formales e
    informales dentro del gobierno de la comunidad. Es indispensable
    que el desarrollo de estas habilidades de participación
    comience a edad muy temprana y continúe a través de
    la etapa escolar.

    Los más jóvenes pueden aprender a
    interactuar dentro de pequeños grupos o
    comisiones, reunir información, intercambiar opiniones o
    formular planes de acción acorde a su madurez. Pueden
    aprender a escuchar con atención, interrogar eficazmente y
    manejar el conflicto a
    través de la mediación, la conciliación y el
    consenso.

    Los estudiantes más grandes están en
    condiciones de desarrollar las habilidades de monitoreo y emitir
    opiniones fundamentadas acerca de ciertas políticas
    públicas. Para ello deben investigar sobre aquellos temas
    públicos sobre los que van a emitir su juicio y para ello
    pueden usar distinto tipo de recursos, ya sea electrónicos
    o más tradicionales como son las bibliotecas, el
    teléfono, los contactos personales y
    los medios de
    comunicación.

    Los estudiantes de nivel medio deberían asistir a
    reuniones públicas. Una sana participación en el
    centro de estudiantes es una forma activa de participación
    para influir en temas que son de su particular interés.
    Observar el trabajo en la Corte Suprema de Justicia o en
    el Congreso y ser expuestos a la labor del sistema judicial y
    legislativo también debería ser requerido para la
    formación cívica de los jóvenes.

    Sin embargo, la observación en sí y por
    sí misma no es suficiente. Los estudiantes deben estar
    preparados para estas experiencias, pero también necesitan
    tener oportunidades muy bien planificadas y estructuradas para
    que la observación baje a la práctica. Para que
    esto sea posible es necesario que posean un docente capaz de
    guiarlos y responder a los interrogantes que se vayan suscitando
    a lo largo del camino. Es aquí donde se destaca la
    importancia del rol del docente en la educación de unos
    buenos ciudadanos para la sociedad.

    Servicios que presta la familia a la
    sociedad:

    Además del servicio a la vida, de la
    educación de los hijos y ser escuela de amor, la familia
    debe producir en la sociedad abundantes frutos de caridad,
    unión, servicio, fraternidad. Por ejemplo: la ayuda a
    otras familias, la adopción
    desinteresada de niños sin hogar, la atención a
    ancianos, minusválidos, enfermos, drogadictos,
    encarcelados, etc. La familia además es escuela de trabajo
    desinteresado y vínculo entre las generaciones.

    Derechos que deben garantizar las sociedades a las
    familias:

    Todo Estado o
    sociedad debe garantizar a las familias los siguientes derechos:
    a existir y progresar como familia; a ejercitar su
    responsabilidad en la transmisión de la vida; a educar a
    los hijos (donde intervienen los docentes como parte fundamental
    de ambos); a la intimidad de la vida familiar, a la estabilidad
    del vínculo matrimonial, a creer, profesar y difundir su
    propia fe; a educar conforme a sus propios valores religiosos,
    culturales, etc.; a la seguridad
    física, social, política y
    económica, a la vivienda adecuada y digna; a la libertad de
    expresión; a crear asociaciones de familias; a
    proteger a los menores contra las drogas, el
    alcoholismo,
    la pornografía, etc.; al descanso y al tiempo
    libre que favorezca los valores familiares, a una vida y muerte dignas
    para los ancianos a emigrar libremente.

    Actitud del Estado frente a la
    familia:

    El Estado debe garantizar los derechos de las familias y
    fomentar y favorecer sus legítimas iniciativas. Las
    autoridades públicas, convencidas de que el bien de las
    familias constituye una parte indispensable del bien común
    de toda la sociedad, deben hacer lo posible para promover
    aquellas ayudas económicas, sociales, educativas,
    políticas, culturales, etc., necesarias para su desarrollo
    y estabilidad.

    ¿Quiénes son los primeros
    educadores?:

    Los padres son los principales y primeros educadores de
    sus hijos. El derecho de educar a los hijos es algo
    íntimamente ligado a la transmisión de la vida,
    porque entre padres e hijos se establece una relación de
    amor insustituible que no puede ser delegada ni usurpada por
    nadie.

    La educación fundamental de los hijos no debe ser
    sustituida por otras instituciones o personas porque nadie
    podrá igualar el amor de los
    padres que los capacita para educar con dulzura, constancia,
    bondad, afán de servicio, desinterés y
    espíritu de sacrificio a sus hijos. Y porque es un derecho
    primario que los padres orienten, en sus líneas generales,
    los principios que
    deben sustentar la educación de sus hijos.

    Virtudes sociales que convendrá estimular en
    los hijos:

    Los padres deberán educar sus hijos en el
    clima propio
    de virtudes que les hagan solidarios con los demás: la
    generosidad, el desprendimiento, la compasión, el trabajo
    realizado con el espíritu de servicio, y sobre todo, la
    caridad. El egoísmo es el enemigo de toda relación
    con otras personas.

    La socialización del
    Niño:

    El objetivo de la
    socialización del niño consiste en enseñarle
    comportamientos que permitan una adecuada interacción con
    las personas de su medio ambiente. Es una labor de la familia que
    luego es reforzada en la escuela.

    PROBLEMAS FRECUENTES Y SOLUCIONES
    PARA LOS MISMOS EN LA RELACIÓN
    DOCENTE-PADRE-SOCIEDAD:

    Padres versus docentes en la
    educación:

    Hay momentos en que pareciera que los padres consideran
    que pueden y deben decidir sobre el trabajo del docente en el
    aula y en los exámenes de sus hijos. Se transforman en
    jueces y recriminan a todos y contra todos.

    Se han dado casos de violencia,
    padres que insultan y hasta golpean a docentes después de
    un examen de recuperación de diciembre o en el del
    temprano febrero. Los docentes por su lado realizan prolongadas e
    inútiles reuniones institucionales para tratar entre
    tantos temas, el consejo de convivencia y ver cómo pueden
    mejorar todo lo referido al trabajo con el alumno y se realiza
    hasta un seguimiento para mejorar y retener al mismo en el
    sistema educativo que todos sabemos que ha comenzado el siglo con
    una crisis muy
    difícil de superar.

    Los padres no se acercan al colegio hasta que la
    situación se agrava y no se puede hacer nada por su hijo,
    a pesar de que durante el año fue convocado por docentes,
    preceptores y notas a concurrir al establecimiento.

    A fin de año, cuando su hijo no tiene
    posibilidades y repite, el padre sostiene que conoce muy bien a
    su hijo y que le tiene confianza y que seguro le ha ido
    muy mal porque un docente no lo acepta o porque hay drogas en el
    colegio, cosa que sabe muy bien por lo que su hijo le ha
    comentado, pero nunca, si es que lo supo, ayudó a las
    autoridades del colegio sobre el tema.

    Se llegan a concretar juicios y después de mucho
    andar, el padre o madre intenta disculparse para no pagar lo que
    corresponde y no en todos los caso pues hay quienes aún
    apelan sosteniendo que han pegado al docente por estar muy
    nerviosos y que es comprensible ya que se juega un año de
    estudio del hijo.

    Individualmente ignorados:

    Los sueños, las fantasías, los problemas
    con la familia, los traumas de niñas y niños de
    diferente origen y cultura confluyen en las aulas escolares sin
    ser tenidos en cuenta en la dinámica social que allí convive a
    diario. A esta concentración de sentirse mal los alumnos,
    se suma la vida de los maestros, que también son seres
    humanos con toda una historia personal tras de
    sí. De esta manera, estudiantes y maestros conviven en
    medio de una amplia red de relaciones que en
    ocasiones pueden complicarse.

    Todas estas subjetividades chocan con la
    colectivización que la institución escolar impone a
    docentes y alumnos. Una de las prácticas que facilita la
    aparición de conflictos es el no reconocer las
    diferencias, es decir los modos de relacionamiento social que
    tienen que ver mucho con historias de construcción de la subjetividad, de los
    contextos familiares y económicos, que ignora la escuela,
    desde un patrón de racionalización de
    recursos.

    Niña o niño:

    La diferencia de género es
    otro de los problemas que surgen y que se hacen evidentes en el
    ámbito escolar. La manera como se relacionan niñas
    y niños está caracterizada por la competitividad, la presencia de patrones de
    masculinidad y feminidad, en los cuales existen pautas de
    agresividad de los niños. 

    En los grupos mixtos, hay una construcción
    cultural de la escuela que tiende a invisibilizar la
    participación de las niñas. También hay la
    presencia de patrones de rudeza, que no solamente afecta a las
    niñas, donde no es necesariamente el golpe físico
    sino el tono comunicativo que es muy demandante, fuerte e
    imperativo.

    Las paredes de las aulas escolares encierran un
    país a escala y son el
    reflejo del entorno. Allí, alumnos, docentes y padres de
    familia reproducen problemáticas de violencia, sin
    embargo, existen escuelas y maestros en todos los rincones que
    sin importar las condiciones difíciles de su trabajo,
    siguen día a día enseñando matemáticas, física y química a la par de
    convivencia, tolerancia y
    amistad.

    Desde la raíz:

    Generalmente, detrás de un problema surgido en
    los planteles educativos, hay toda una serie de factores de tipo
    social, económico, cultural y psicológico que hacen
    parte de la interioridad del estudiante o del docente. El
    conflicto hay que entenderlo desde quién es el sujeto, el
    porque lo hizo, posiblemente viene de una familia de
    maltratantes, con problemas económicos, hay que entender
    el conflicto desde su raíz. Asumir los conflictos en el
    aula escolar desde el sujeto, desde el reconocimiento de su
    universo y su
    individualidad, implica entender a la escuela desde una
    perspectiva humana, en la cual son importantes los conocimientos
    pero también los espacios para el afecto, la amistad y
    para compartir la vida personal tanto del docente, como de las
    niñas, niños y padres de familia.

    Hay que entender que en los procesos de
    subjetivación emergen muchas diferencias de las personas y
    que en última esas diferencias son el origen de los
    conflictos, si no hay una mayor conciencia sobre
    lo subjetivo, es difícil enfrentar los
    conflictos.

    Las aulas y la participación:

    Entender los conflictos en los planteles educativos y
    descifrar las posibles soluciones, implica pensar en dos
    escenarios: el primero, las aulas escolares con sus
    prácticas de enseñanza– aprendizaje y el segundo, los
    distintos espacios de participación de la
    escuela.

    Referente al primer escenario, la propuesta que se
    construya debe evaluar las pedagogías tradicionales, que
    en ocasiones desconocen el saber del estudiante, ignoran las
    vivencias personales cotidianas de éstos, legitiman como
    válido solamente el saber de los adultos, y no permiten un
    diálogo
    horizontal de distinto orden, ni la expresión de las
    subjetividades y de la diversidad de ellas.

    El segundo espacio es la participación,
    generalmente, no tener en cuenta la opinión y los puntos
    de vista de los estudiantes y restringir su papel en los espacios
    de toma de decisiones origina problemas. Es necesario
    re-significar tanto los espacios de participación
    previstos por la normatividad -personería, gobierno
    escolar, etc.- y hacerlos realmente efectivos como lugares de
    resolución de conflictos, de gestión
    de ideas y propuestas que impliquen construcción de
    comunidad, como también re-significar aquellos otros
    extracurriculares -grupos de danzas, de teatro, radio y
    periódico escolar, etc.- en torno de los
    cuales se puede aprender a construir un proyecto común,
    una forma consensual, dialógica de vivir
    juntos.

    Qué se puede hacer en casa para ayudar a un
    hijo a triunfar en la escuela:

    • Crear un ambiente en el hogar que promueva el
      aprendizaje y la tarea escolar. Establecer una rutina diaria
      para la familia que consiste en un horario de comidas, tiempos
      fijos para la tarea escolar, el quehacer doméstico y
      para dormir, así como para actividades con la
      participación de toda la familia.
    • Enseñar al niño que las aptitudes que
      está aprendiendo en la escuela forman una parte
      importante de lo que él hará como adulto. Dejar
      que vea a los padres leyendo libros,
      periódicos, cartas, correos
      electrónico y listas; usando la matemática para calcular el cambio o
      midiendo para una alfombra nueva; y haciendo actividades que
      requieran la reflexión y el esfuerzo.
    • Procurar que su casa cuente con muchos materiales
      de lectura que
      sean apropiados para los niños. Mantener libros,
      revistas, y periódicos en la casa. Se pueden encontrar
      muchos libros y revistas buenos para los niños en
      ventas de
      los vecinos y las bibliotecas. Los libros son buenos como
      regalo.
    • Animar a los hijos a usar la biblioteca.
      Pedirle al bibliotecario que le cuente a los niños de
      los programas
      especiales en los que puede participar, tales como

    los programas de lectura de verano y los clubes de
    libros, y los servicios
    como la ayuda en la tarea escolar.

    • Limitar el tiempo de ver la televisión a un máximo de una hora
      en las noches antes de clases. Conocer los programas de
      televisión que le gusta ver a los hijos y conversar con
      ellos sobre su elección de programas. Se debe hacer lo
      mismo con los juegos de
      video.
    • Ayudar a los hijos a aprender a usar Internet de
      manera apropiada y eficaz.
    • Alentar a los hijos a ser responsable y trabajar en
      forma independiente. Asumir la responsabilidad y trabajar por
      su cuenta son cualidades importantes para el triunfo en la
      escuela.
    • Mostrar interés en lo que hace los hijos en la
      escuela. Apoyar sus intereses especiales asistiendo a las obras
      teatrales de la escuela, los eventos musicales, las
      exposiciones de ciencias, o
      a los eventos deportivos.
    • Dar elogios y ánimos para la superación
      y el mejoramiento.

    Cómo puede un padre darse cuenta si le
    está yendo bien a su hijo en la escuela:

    • Pedirla a los hijos que le muestre la tarea escolar,
      y fijarse en la nota y cualquier comentario que escriba el
      maestro.
    • En el transcurso del año escolar, los hijos
      pueden tomar diversas pruebas
      estandarizadas, incluyendo el examen de criterios estatales.
      Los puntajes de los hijos y otra información pueden
      llegarle por medio de los mismos, o bien, directamente por
      correo. Consultar con el maestro para averiguar cuándo
      se dan estos exámenes y cuándo debe esperar
      recibir los resultados.
    • Averiguar si el maestro de los hijos usa el correo
      electrónico para comunicarse con los padres. El uso
      del correo electrónico permite enviar y recibir mensajes
      en el momento más conveniente para los
      padres.
    • Pedirle a los maestros que le muestren ejemplos de
      trabajo bien hecho y compararlo con el trabajo de los hijos.
      Escuchar los comentarios sobre el trabajo de los hijos, y sobre
      lo que ellos necesitan hacer para mejorar. Planear junto con el
      maestro cómo pueden colaborar para ayudarle a producir
      trabajos mejores.
    • Usar las líneas telefónicas especiales
      sobre la tarea escolar, los sitios Web de la
      escuela, y otros servicios disponibles por conexiones
      telefónicas para obtener información sobre las
      actividades de la escuela o para hacerles preguntas a los
      maestros y al personal de escuela.
    • Asistir a las reuniones individuales entre los padres
      y el maestro que se programan durante el año
      escolar.

    Cómo se puede sacar mayor provecho de las
    reuniones individuales entre los padres y el
    maestro:

    • Hacer citas con anticipación a principios del
      año escolar. Hacer saber al maestro que a los padres les
      interesa la formación académica de los hijos y
      tener interés e información de su
      progreso.
    • Hacer lo necesario para observar la enseñanza
      en el salón de clase de los hijos. Después, habar
      con el maestro acerca de lo que se vio y cómo eso cuadra
      con las esperanzas que se tiene para los hijos y sus
      necesidades.
    • Antes de las reuniones, escribir las preguntas que se
      deseen hacer y anotar lo que se desea decir al maestro. Estar
      preparado para tomar apuntes durante la
      entrevista y pedir una explicación en caso de que no
      se entienda algo.
    • Hablar con el maestro acerca de los talentos, los
      pasatiempos, los hábitos de estudio y cualquier otra
      sensibilidad que se tenga de los hijos, tales como la
      preocupación por su peso o las dificultades con el
      habla.
    • Decirle al maestro si se considera que los hijos
      necesitan ayuda especial y avisarle de cualquier
      situación de familia o evento que pueda afectar la
      capacidad de los hijos para aprender, como por ejemplo, un
      bebé recién nacido, una enfermedad o una mudanza
      reciente o próxima.
    • Decirle al maestro qué clase de persona se
      quiere que sean sus hijos y cuáles valores son
      importantes para los padres.
    • Pedirle a los maestro detalles concretos sobre el
      trabajo y el progreso de los hijos. Si los hijos ya recibieron
      calificaciones, preguntar por el método o
      el sistema de evaluación.
    • Preguntar por actividades concretas que los padres
      puedan realizar para ayudar a los hijos. Estando en casa,
      piense en lo que el maestro ha dicho y tratar luego de ponerlo
      en práctica. Si el maestro dijo que el hijo necesita
      mejorar en ciertas materias, consultar de nuevo en pocas
      semanas para ver cómo le va en ellas.
    • Dirigirse al maestro con un espíritu de
      cooperación y colaboración. Si el padre no
      está de acuerdo con el docente respecto a un problema,
      no se debe discutir delante del hijo. Más bien, hacer
      una cita para reunirse en privado con el maestro para abordar
      ese problema. Antes de esa reunión los padres deben
      pensar lo que van a decir. Tratar de ser positivo y mantener la
      calma. Escuchar con atención. Si la explicación
      del maestro no deja satisfecho al padre, o no considera que
      pueda hacer más progreso discutiendo el asunto con el
      maestro, tratar de concertar una cita con el director de la
      escuela o incluso con el superintendente de
      escuelas.

    Cómo se puede alentar a los hijos a
    leer:

    • Leer a los hijos en voz alta y con frecuencia.
      Comenzar a leer a los hijos desde recién nacido y
      continuar leyendo a medida que crezca. Al ir leyendo, hablar
      con los hijos. Animarlos a hacer preguntas y a hablar de la
      historia. Pedirles que pronostique lo que va a suceder
      después.
    • Alentar a los hijos a leer por su cuenta. Los
      niños que se dedican a leer por gusto propio al menos
      por 30 minutos cada día desarrollan las aptitudes
      necesarias para ser mejores lectores en la escuela.
    • Designar un tiempo tranquilo de lectura para la
      familia. A algunas familias incluso les gusta leer en voz alta,
      con cada miembro de la familia eligiendo un libro, una
      historia, un poema o un artículo para leerles a los
      demás.
    • Visitar con frecuencia la biblioteca. Comenzar a
      hacer visitas semanales a la biblioteca desde que los hijos son
      muy pequeños. Encargarse de que los hijos obtengan su
      propia tarjeta de biblioteca tan pronto como sea
      posible.
    • Comprar un diccionario
      para niños e inculcar en sus hijos el hábito de
      consultar las palabras que no entiendan.
    • Poner al alcance de los hijos materiales de escritura
      como los crayones, los lápices y las hojas de
      papel.
    • Pedirle a los miembros de la familia y amigos que
      regalen libros y suscripciones a revistas a los hijos para su
      cumpleaños y en otras ocasiones especiales.
    • Apartar un lugar especial donde los hijos puedan
      mantener su propia biblioteca de libros.
    • Conseguir ayuda para los hijos si ellos tienen
      dificultades en la lectura.
      Si los padres consideran que los hijos requiere ayuda
      adicional, preguntar a lo maestros por servicios especiales,
      tales como los programas de lectura después de las horas
      de clase o durante las vacaciones de verano. También
      preguntar a los maestros o a su bibliotecario local por los
      nombres de las organizaciones comunitarias y los grupos locales
      de instructores voluntarios en lecto-escritura que ofrezcan
      servicios de tutoría, es decir, atención
      individual en la materia.
    • Si los padres no se sienten cómodos con sus
      propias capacidades de lectura, buscar en la comunidad
      programas de lectura para familias y para los adultos. Los
      bibliotecarios pueden ayudar a localizar tales
      programas.

    Cuanta tarea deben tener los
    niños:

    La cantidad adecuada de tarea depende de la edad y las
    aptitudes del niño. Las organizaciones nacionales de
    padres afirman que los niños del jardín infantil
    hasta el

    segundo grado pueden beneficiarse de 10 a 20 minutos de
    tarea cada día escolar. Del tercero al sexto grado, los
    niños pueden beneficiarse de 30 a 60 minutos cada
    día escolar.

    Debido a que la lectura en casa es sumamente importante
    para los niños, esta actividad puede incrementar la
    cantidad de tiempo dedicado a la tarea más allá del
    tiempo máximo recomendado.

    Tratar de darse cuenta de cuánto tiempo tarda los
    hijos en terminar las tareas. Observar cómo ellos se pasa
    su tiempo. Esto le ayudará a los padres a prepararse para
    hablar con el maestro.

    Si los padres sienten preocupación por que los
    hijos tengan demasiada o muy poca tarea, hablar con su maestro y
    tratar de conocer las reglas relativas a la tarea y lo que se
    espera.

    Cómo se puede ayudar a los hijos en la tarea
    escolar:

    • Hablar con el maestro de los hijos acerca de las
      reglas relativas a la tarea. Tratar de conocer el
      propósito de las tareas, cuánto tiempo deben
      tardar, y cómo quiere el maestro que los padres ayuden a
      sus hijos a terminarlas.
    • Llegar a un acuerdo con los hijos acerca de una hora
      fija para hacer la tarea cada día.
    • Proporcionar un lugar fijo, bien iluminado y bastante
      tranquilo para estudiar y hacer la tarea. Alentar a los hijos a
      estudiar en un escritorio o mesa en vez de en el piso o en un
      sillón. Tratar de evitar las distracciones como la
      televisión o las llamadas telefónicas de los
      amigos.
    • Poner a disposición de los hijos los
      materiales necesarios para hacer la tarea-papel, libros,
      lápices, un diccionario, una enciclopedia, una computadora.
      Enseñar a los hijos a usar los libros de consulta o los
      programas de computadora y los sitios Web apropiados. Averiguar
      si a los hijos le van a hacer falta materiales especiales, y
      ponerlos a su disposición por adelantado.
    • Hablar con los hijos acerca de sus tareas para ver si
      las entiende.
    • Cuando los hijos le piden ayuda a los padres, estos
      no le deben dar la respuesta sino orientación. Hacer la
      tarea por los hijos no le ayuda a comprender y aprovechar la
      información ni le ayuda a adquirir la confianza en su
      propia capacidad.
    • Si los padres no puede ayudar a sus hijos en una
      materia, pedir ayuda a un pariente. También averiguar si
      la escuela, la biblioteca o una organización comunitaria o religiosa
      puede prestar el servicio de tutoría o ayuda en la
      tarea.
    • Verificar que los hijos terminen toda la tarea
      asignada. Firmar la tarea, si la escuela de su hijo así
      lo requiere.
    • Estar alerta a las señales de
      frustración o fracaso. Permitir que los hijos se tomen
      descansos breves si tienen dificultades para concentrarse en la
      tarea.
    • Recompensar el progreso. Si los hijos logran terminar
      una tarea y se están esforzando mucho, celebrar con un
      evento especial (leerle una historia favorita o hacer un
      juego) para
      reforzar el esfuerzo positivo.
    • Leer cualquier comentario que el maestro escriba en
      las tareas que se le devuelven a los hijo. Si se presenta un
      problema, hacer una cita para reunirse con el maestro y
      elaborar un plan y fijar un
      plazo para su resolución.

    Como los padres pueden participar activamente en las
    escuelas:

    • Asistir a las reuniones de principio del año
      escolar, las exposiciones de los estudiantes y otros eventos de
      la escuela. Conocer a los maestros y demás personal de
      la escuela. Escuchar planes, informarse de lo que esperan
      lograr con los estudiantes, y tratar de comprender por
      qué eligieron esos objetivos.
    • Asistir a las reuniones de organizaciones de padres.
      Hacer oír las esperanzas y preocupaciones por los hijos
      y por la escuela. Ayudar a organizar reuniones entre los padres
      y los maestros para abordar los propios intereses y los de los
      otros padres.
    • Ofrecerse como tutor de estudiantes.
    • Ofrecer ayudar en la dirección de la escuela con asuntos
      administrativos, en la cafetería o acompañando a
      los estudiantes en las excursiones para supervisarlos y en
      otros eventos fuera de la escuela.
    • Integrar grupos asesores de la comunidad o de padres
      en las escuelas. Estos grupos pueden considerar temas que van
      desde las políticas o reglas y los programas de la
      escuela hasta los tipos de actividad con participación
      de los padres que la escuela piensa organizar.
    • Trabajar en un centro de recursos para padres o
      ayudar a crear uno. En estos centros escolares, los padres se
      reúnen informalmente, piden prestados materiales sobre
      la educación y sobre la tarea de sus hijos y obtienen
      información sobre los servicios disponibles en la
      comunidad.
    • Si los padres no pueden ofrecerse como voluntarios en
      la escuela, deben determinar de qué manera puede ayudar
      en casa: Llamar a otros padres para contarles de las
      actividades relacionadas con la escuela, editar el
      boletín de la escuela o elaborar materiales educativos
      para los maestros.

    Cómo se pueden evitar las drogas dentro de las
    escuelas:

    • Revisar las normas de
      disciplina
      junto con los hijos. Cerciorarse de que los hijos sepan
      cuáles conductas se le esperan en la escuela. Hacerle
      saber que los padres apoyaran a los maestros en sus acciones de
      aplicación de las reglas.
    • Colaborar con la escuela para elaborar planes para
      responder a los problemas de seguridad y drogas, tales como la
      educación sobre la droga y
      programas de prevención de violencia. Encargarse de que
      la escuela tenga establecidas claras consecuencias para
      aquellos estudiantes que no cumplan con las reglas de la
      escuela.
    • Tratar de conocer a los amigos de sus hijos y a sus
      padres.

    ÍNDICE DE CUESTIONES A TRATAR EL DOCENTE CON LA
    FAMILIA:

    Concretando lo antes mencionado se da una
    clasificación en torno a los cuatro protagonistas de la
    comunidad educativa:

    Cuestiones centradas en el niño:

    1. En su desarrollo: físico, sensorial, motriz,
      emocional y social; intelectual, ético, religioso, del
      lenguaje; de sus necesidades e intereses, adaptativo, de la
      capacidad de aprendizaje, de la personalidad. La
      maduración y sus ritmos.
    2. En su higiene
      psicofísica: crecimiento, nutrición,
      enfermedades de los familiares, enfermedades infecciosas
      contagiosas, problemas sanitarios, niños problema,
      anomalías de conducta,
      el niño enúresico, el agresivo y el
      auto-agresivo, el celoso, el anoréxico, el enfermizo,
      el minusválido, etc.
    3. En su relación con el ambiente familiar,
      escolar, social: El padre y el niño, la madre y el
      niño, los hermanos y la situación entre ellos,
      los abuelos y otros familiares que convivan con el
      niño, el paso de un ambiente a otro, de familia a
      escuela, del preescolar a la educación básica,
      el niño rechazado por la familia, el rechazo por el
      grupo de
      compañeros, el ignorado, el líder, el sobreprotegido,
      etc.
    4. En su orientación y aprendizaje: la
      educación personalizada, empleo y necesidad del
      material, el juego y los juguetes, significado
      psicopedagógico de cada uno de los espacios que
      figuran en el programa de actividades, disciplina y
      autoridad, momentos óptimos para el aprendizaje de la
      lectura, trastornos del lenguaje, el niño
      disléxico, los elementos de la naturaleza en
      la educación, las técnicas y procedimientos a emplear tanto en la familia
      como en la escuela para el desarrollo sensomotor, la
      expresión lingüística, la lógica-matemática, la
      rítmica, la música, la observación, la
      reflexión, etc.
    1. Las estructuras familiares y el niño; tipo de
      familia, la dinámica familiar y el niño,
      actitudes parietales, interacción de los hermanos,
      higiene de la vivienda, el ritmo de la vida familiar y su
      influencia en el niño, el ambiente socio-cultural, la
      situación económica y sus repercusiones en el
      niño, el personal de servicio y el niño,
      misiones y funciones de la madre, misiones y funciones del
      padre, el padre y la madre y su tiempo de trabajo fuera de la
      casa, la familia en situaciones conflictivas, la familia y
      los influjos ambientales, los medios de
      comunicación social, la publicidad, los audiovisuales especialmente la
      televisión y el niño, relaciones de la familia
      y el centro.

    2. Cuestiones centradas en la Familia, los Padres:

      Higiene escolar, edificio, aulas, espacios al
      aire
      libre, organización escolar, el material educativo,
      ambiente emocional y físico, aspectos
      económicos y administrativos, la congestión
      entre los miembros del Centro y entre estos y los padres,
      disciplina y flexibilidad, la maestra y el niño, tipos
      de maestra, motivación para los aprendizajes,
      ayudas y subsidios, relaciones con otros Centros y entidades
      públicas y privadas.

    3. Cuestiones centradas en el Colegio, los
      Maestros:
    4. Cuestiones centradas en la Sociedad:

    Pueden enfocarse desde dos puntos de vista: influjos
    que la sociedad ejerce sobre la familia y sobre el niño
    y así puede hablarse de los distintos tipos de ambientes
    geográficos, laborales, culturales en que el niño
    vive y de las influencias que sobre él ejercen las
    tendencias, dinámicas y presiones de las estructuras
    políticas y sociales en que está inmerso. Por
    otro lado, padres y profesores pueden utilizar también
    como temas para sus contactos toda la gama de disposiciones con
    repercusión directa o indirecta en la educación
    que dimanan de las autoridades responsables de la sociedad.
    Cuestiones que impliquen un comentario de estas leyes y
    disposiciones para su mejor conocimiento e
    interpretación y para encontrar el modo de utilizarlas
    mejor en el quehacer educativo. O bien, cuestiones que pueden
    conducir a arbitrar un sistema de ayudas de los organismos
    competentes en orden a un mejoramiento de la educación.
    Igualmente, deben ser temas a tratar, todos los referentes a
    posibles conexiones con otros. Centros preescolares, con otras
    asociaciones de padres o con otras asociaciones educativas que
    favorezcan el intercambio de experiencias y de logros que
    supone siempre un enriquecimiento mutuo.

    Esta enumeración de cuestiones tienen
    sólo el valor indicativo de señalar los cauces
    para la elaboración de contenidos interactivos. La
    riqueza de temáticas que pueden ser objeto de entrevistas
    personales o de discusiones de grupos en las relaciones
    Familia-Maestro-Sociedad, es tan grande que no parece que pueda
    agotar ningún índice por extenso que sea. Esto se
    debe a las múltiples facetas que presenta el
    fenómeno educativo en el cual van implicadas no
    solamente la personalidad de los sujetos y de los agentes del
    proceso sino los conceptos del universo y las estructuras de la
    sociedad que sometidas a una dinámica de cambio, da
    lugar continuamente a la aparición de nuevas
    cuestiones.

    CONCLUSIONES.

    Por medio de la elaboración del presente trabajo
    se pudo llegar a conocer la relación existente entre los
    padres, los docentes y la sociedad en la que habitan e
    interactúan ambos.

    Se conocieron aspectos de gran importancia en la
    relación de estos tres factores como cual es el tipo de
    relación idónea que debe de existir, cuales son las
    principales problemáticas que se presentan a la hora de la
    interacción de los mismos, cuales son las posibles
    soluciones a los problemas, cuales son todos las cuestiones sobre
    las cuales deben de estar pendientes los tres factores,
    etc.

    Es de gran importancia el manejar este tipo de
    información ya que sirve como base para la práctica
    de la carrera de educación preescolar. Se debe de tener en
    cuenta que la educación de los niños y
    jóvenes no es una cuestión que dependa
    únicamente de los padres o de los maestros, por el
    contrario, depende de la interacción y
    participación de los tres factores que se han
    señalado en la realización de este trabajo. Depende
    de ellos, única y exclusivamente, el éxito de la
    educación de las nuevas generaciones, lo cual beneficia a
    todos como sociedad.

    Este trabajo cuenta con el aporte de consejos que los
    padres y docentes podrán adquirir para poseer una mejor
    educación de los niños y jóvenes, como por
    ejemplo como participar de manera efectiva y adecuada en el
    colegio, que se debe hacer para tener una educación
    continua del niño tanto en el colegio como en la casa,
    etc. Todo lo antes mencionado influye y al mismo tiempo se ve
    influenciado por la dimensión social, la cual juega un
    papel determinante dentro de la educación, tanto para su
    mejoramiento como para influencia (buena o mala).

    Esperamos que la realización de este trabajo
    sirva como medio de información tanto para docentes como
    para padres en la construcción de una mejor sociedad a
    través de una mejor calidad en la
    educación.

    BIBLIOGRAFÍA.

    Departamento de Educación de los Estados Unidos.
    Febrero del 2.003.

     

      

    Sandra Santamaría

    Lia Milazzo.

    Caracas

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