Por medio de la realización de este trabajo se
pretende llegar a conocer cual debe de ser la relación
idónea que debe de existir entre los docentes de las
escuelas y colegios y los padres o representantes de los alumnos
que asisten a las mismas.
Conoceremos cuales son los aspectos más
resaltantes dentro de esta relación y cuales son los
consejos que se pueden tener para conseguir una relación
armoniosa. De la misma manera se tratará el tema de las
diversas problemáticas que puede presentar el alumnado de
una institución y como debe ser la relación entre
el representante y el maestro para enfrentar dicho problema y
lograr superarlo con éxito.
Se analizará a fondo como debe ser la
relación entre padres y docentes, en concordancia con la
sociedad en la que habitan e interactúan, conociendo de
esta manera cual es la importancia de la misma y como influye en
la exitosa relación antes mencionada. De esta manera se
destacará la relevancia en cuanto al papel que
juega la sociedad que nos rodea y los factores que la conforman,
siendo dos de ellos los padres y docentes; ambos de gran
importancia para el desarrollo de
las nuevas generaciones de una sociedad.
OBJETIVO GENERAL:
Determinar cuales son las principales características que debe de presentar la
relación que ha de existir entre los docentes, los padres
y las sociedades a
las que pertenecen.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
- Identificar cuales son los principales problemas
que se pueden presentar en los estudiantes, y como debe ser la
relación entre los docentes y padres para enfrentar
dichos problemas. - Analizar el rol que juegan y desempañan los
docentes y padres dentro de la sociedad y como
interactúan las tres. - Establecer cuales son los aspectos más
relevantes en relación a la relación existente
entre padres, maestros y la sociedad.
PROCESO EDUCATIVO:
Elementos que intervienen en la
educación:
- El sujeto educativo es toda persona que
admite un proceso de
educación. - Es el niño que está abriendo sus ojos a
la realidad de la vida. - Es el niño quien necesita de la sociedad para
que esta realidad que capte sea la más perfecta
posible. - En este abrir de los ojos a la realidad de la vida va
a desarrollar todas sus facultades humanas conforme a la edad
que está viviendo.
Personas que intervienen en el proceso
educativo:
- Un niño nacido en un hogar bien
constituido tiene grandes posibilidades de llegar a ser un
hombre
totalmente equilibrado el día de
mañana. - Es fundamental para una estabilidad educativa en
el niño una estabilidad en la
familia. - Las familias inestables crean traumas y complejos
en el niño, que posteriormente son captados de
manera inmediata por los educadores en las
escuelas.
"Los padres son los primeros educadores de sus hijos
y no deben pensar que es una tarea del gobierno y
de los educadores el educar a sus hijos, ellos son parte
importantísima de este proceso".- Un niño nacido en un hogar bien
- LA FAMILIA: Es
la base de la sociedad y la base de una buena
educación. Se necesita de Estabilidad Familiar ya
que:- Ha de ser una persona con vocación
educativa. - Debe pensar en como enseñar mejor el
día de mañana. - Pensará en esos alumnos que han tenido
problemas y ver la forma de solucionarlos. - El educador debe cuidar su persona y ha de tratar
de ser siempre un ejemplo para sus alumnos, ya que los
niños captan los mensajes y conductas
transmitidas por los mismos. - No debe causar desánimos en sus
alumnos. - Debe estar siempre al día con el avance de
los conocimientos. - Debe pensar que la educación es
personalizada, que cada niño tiene una forma
distinta de ser y unas exigencias distintas. Esto obliga al
docente a conocer perfectamente a cada niño para
saber cubrir sus necesidades educativas en un momento
preciso. - Debe caracterizarse por una gran capacidad de
observación que le llevará a
ver fallas o problemas por los que está pasando un
niño en especial y poder
darle la atención requerida.
"La vida del verdadero educador estará
siempre pendiente de su labor educativa". - Ha de ser una persona con vocación
- EL EDUCADOR: Debe presentar las siguientes
características: - LA SOCIEDAD Y EL MEDIO
AMBIENTE: Un niño de un ambiente
sano tiene grandes posibilidades de éxito, no
sólo por la formación (costumbres,
hábitos, etc. sino también por la alimentación,
nutrición, amistades, recursos
económicos, políticos, etc.). De ser lo
contrario, un ambiente menos sano, el niño lo
manifestará en su forma de ser o actuar.
Las influencias externas por las que pasa el
niño son muy variadas, como por ejemplo la
televisión, el cine, el
radio, las
revistas, las amistades, etc.; son medios que
pueden hacer una gran labor educativa o perjudicar la labor que
los docentes están realizando en clase.
RELACIÓN ENTRE DOCENTES Y
PADRES:
Un rápido análisis permite afirmar que, hace unos
pocos años, las familias contaban con elementos de solidez
propios muy superiores a los actuales: tenían unas
ficciones más profundas, mayor estabilidad, menor estrés,
más miembros y mayores oportunidades de interacción
entre ellos, etc. En la actualidad, las familias, a pesar de sus
mejores niveles de formación y educación,
están más afectadas por influencias sociales
negativas y son más débiles en su estructura,
encontrándose inmersas, en muchos casos, en problemas
reales que afectan a su estabilidad. Carencia de ideales claros
de vida, dificultades de convivencia o ruptura del matrimonio, etc.
Esas familias necesitan más que nunca ayuda en la
acción educativa profunda, y deben encontrar
colaboración en el ámbito escolar, dentro de un
marco de confianza.
La peculiar relación existente entre escuela y
familia, exige de ellas una exquisita coordinación. Del mismo modo, la necesidad
de personalización para una verdadera formación, y
la reciprocidad de la relación establecida, solicitan
crecientes grados de participación y comunicación entre ambas instituciones.
Una relación de confianza Padres y
Maestros:
Son los padres quienes gozan de esa relación de
intimidad única que exclusivamente se da en el seno de una
familia y que permite todo tipo de interrelaciones personales: de
afecto, ayuda, orientación, soporte, etc., que influyen y
modifican los comportamientos de todos sus miembros. Suele
decirse que en una familia todos educan y son
educados.
Son, asimismo, los padres quienes están en
mejores condiciones, a causa de su cariño desinteresado,
de conseguir el crecimiento en autonomía de sus hijos y,
por tanto, la madurez: un crecimiento en libertad y
responsabilidad que solamente es posible, de
manera armónica, cuando la familia soporta las decisiones
personales, con su mezcla de aciertos y errores.
Características de la relación
Familia-Escuela:
El principio de subsidiariedad es el que marca esta
relación. Es la familia quien tiene el derecho-deber de la
educación.
- Son los padres quienes tienen la posibilidad de
decidir acerca de las cuestiones esenciales, sobretodo cuando
los hijos son menores. - Son los padres quienes eligen el centro educativo,
sobre todo en las etapas de Educación
Preescolar y Primaria. Ayudan a los hijos a elegir a los
amigos, a situarles en determinados contextos sociales donde se
entablan las relaciones de la amistad. - Son los padres quienes, como consecuencia de su
estilo de vida, relaciones, conversaciones juicios, etc. van
creando una cultura
familiar que es clave en todo el proceso de maduración
de la persona, de tal manera que muchos de los referentes en la
toma de
decisiones de las personas adultas se basan en actitudes y
valores
adquiridos en los primeros años de vida. - Son los padres quienes gozan de esa relación
de intimidad única que exclusivamente se da en el seno
de una familia y que permite todo tipo de interrelaciones
personales: de afecto, ayuda, orientación, soporte, etc.
que influyen y modifican los comportamientos de todos sus
miembros. - Los padres son quienes están en mejores
condiciones, a causa de su cariño desinteresado, de
conseguir el crecimiento en autonomía de sus hijos y,
por tanto la madurez; un crecimiento en libertas y
responsabilidad que solamente es posible de manera
armónica, cuando la familia soporta las decisiones
personales, con su mezcla de aciertos y errores.
Pero de manera general los padres al elegir la escuela
cuando la hacen partícipe de sus deseos, ideales, valores
y objetivos
educativos, aunque con frecuencia no los tengan ellos mismos
suficientemente definidos o explicitados.
Establecen los padres con la escuela una particular
relación de confianza, mediante la cual delegan autoridad,
funciones,
objetivos familiares, etc., en la institución a la que
confían sus hijos.
La relación que se entabla entre familia y
escuela es tan peculiar que sólo cabe situarla en el marco
de la confianza- es la escuela, corno parte de la familia, una
prolongación suya, adquiriendo así su pleno
sentido.
Esa relación de confianza es la que determina,
matiza y da forma al binomio familia – escuela, que debe estar
marcado por una actitud de
responsabilidad compartida y complementaria en la tarea de educar
a los hijos. Ello implica una verdadera relación de
comunicación donde padres y maestros establezcan una
vía abierta de información, de orientación, sobre
la educación de los hijos, constructiva y exenta de
tensiones por el papel que cada uno de ellos
desempeña.
En este sentido, la familia debe tener una actitud
activa y participativa, más allá de las
aportaciones puntuales de información sobre los hijos, en
la medida que lo requieran los maestros: esto es, trabajar
conjuntamente en la orientación de la persona en orden a
un proyecto
común de educación.
Si no se produce ese acuerdo previo sobre cómo y
para qué queremos educar a nuestros hijos, la
disfuncionalidad en la relación padres-maestros y en el
mismo proceso educativo, estará asegurada. Una escuela no
puede limitar su actividad a los campos que sean de su exclusivo
interés, sin atender a las necesidades de
la familia. Esa peculiar relación de confianza-servicio es
característica de la escuela, particularmente en los
niveles de Primaria y Secundaria.
Los padres de familia deben hacer uso de su derecho y
obligación para ir y entrar al centro escolar, para saber
si su hijo entró a clases o no, o si tiene algún
problema con respecto a la educación de su hijo. Esto hace
que no exista una buena comunicación entre el padre de
familia y la institución escolar. Los padres de familia
deben buscar hacer una interrelación de apoyo y de
comunicación; con su hijo con su esposa y con el mismo
maestro, para que esa buena educación que el padre desea
para su hijo se lleve a cabo de una manera más integral, y
su hijo pueda desarrollarse como un buen ciudadano y un buen ser
humano.
Los padres deben buscar la manera de hacer un solo
equipo de trabajo, entre el mismo, su hijo y el
maestro.
La Reeducación de los
Maestros:
Es prioritario y fundamental que los
maestros se olviden de sus viejas prácticas y aprenda a
ser más que nada un amigo para el alumno. Cuando el
maestro aprende a escuchar, a ser receptor y responder
positivamente al alumno, entonces comienza a caminar
correctamente hacia una calidad en la
educación. El maestro debe admitir y convencerse que el
alumno, posee igualmente un potencial de aprendizaje que
hay que aprovechar y sobre todo; saber encausar.
En la perspectiva antigua de la educación, la
escuela era el lugar en el cual la sociedad hacia al niño
a su imagen y
semejanza; prohibiéndole, ordenándole y
juzgándole continuamente. En la perspectiva actual el
maestro hará saber al alumno que es un ser humano libre
con derechos y
también con obligaciones,
para que el alumno tenga una perspectiva diferente de la vida. El
maestro como educador-formador, no debe olvidar que los
niños de hoy vivirán cuando sean adultos en un
mundo profundamente diferente del mundo actual.
La "delegación" del padre:
Los padres, al entregar sus hijos a la escuela,
están ejerciendo un deber y una obligación. En la
sociedad en que vivimos esta delegación es obligatoria. El
padre no elige entre mandar a su hijo o no mandarlo a la escuela.
A lo sumo elige a qué escuela lo hará.
La "delegación" de la educación en manos
de la escuela no es absoluta ya que, por un lado, los padres
siguen educando a sus hijos y, por otro, no deben permanecer
ajenos a lo que la escuela "hace" con sus hijos. La experiencia
diaria muestra que
muchos padres optan por la cómoda actitud
de "lavarse las manos". La educación de los hijos es "un
problema de la escuela". Para ellos mandar a sus hijos a la
escuela es semejante a enviar un automóvil a una
estación de servicio: lo guardan, lo limpian y lo engrasan
y luego se lo devuelven.
Lo primero que los docentes observan es que toda tarea
educativa se vuelve estéril si no es acompañada por
los padres. Si los padres tiene un nivel cultural muy bajo,
el aprendizaje
de los hijos se hace más difícil y, lo que es mucho
más grave aún, si los padres no valoran
adecuadamente el aprendizaje, los hijos difícilmente se
motiven por él.
Los valores que la escuela pretenda inculcar en sus
alumnos no deberían estar en pugna con los que se viven en
su casa. Si los padres opinan que en este mundo hay que avanzar
pisando cabezas", mal podría la escuela tratar de infundir
en el niño los valores de
la solidaridad
amor al
prójimo.
Los padres eligen la escuela de sus hijos, pero,
evidentemente, no se puede reducir su participación a la
posibilidad de cambiarlos de escuela. Deben participar no
sólo aceptando y adhiriendo a lo que la escuela hace sino
además aportando su creatividad,
sus sugerencias y opiniones y su trabajo para hacer una escuela
mejor.
Los padres y la promoción:
Los padres fueron alumnos. Tienen experiencias y
recuerdos de la vida escolar y por lo mismo pueden tener
prejuicios y rencores ocultos. Muchas veces tratan "que a mi hijo
no le pase lo mismo". Generalmente los padres ven en la escuela
una estructura de la que se obtiene un título. La mayor
parte de su relación con la escuela se basa en la defensa
de su hijo contra "las injustas calificaciones". Que los padres
se preocupan más por las calificaciones que por el
aprendizaje en sí mismo es, en líneas generales,
una realidad que no podemos ignorar.
Para cualquier persona es muy difícil soportar
que se critique o evalúe duramente a su hijo. El instinto
de conservación, que convierte en extremadamente agresivo
a cualquier animal cuando se ataca a sus crías, no es
ajeno al ser humano. Por razones culturales algunos reaccionan de
manera más o menos civilizada, pero todo padre va a
responder agresivamente a un supuesto "ataque" a sus hijos. La
escuela debe mostrar que lejos de "agredir" a sus hijos se
"preocupa por su crecimiento y maduración.
Celos y conflictos
entre docentes y padres:
Otra dificultad para dar participación a los
padres está en el hecho de que los docentes son
profesionales de la educación (o si se prefiere,
trabajadores de la educación). Hacen de ello su modo de
vida y están capacitados especialmente para esta tarea.
Los padres, en cambio, no son
especialistas ni viven de ello.
Cuando las "quejas de los padres" se convierten de
manera casi automática en "regaños del director" se
va desarrollando una actitud negativa hacia la
participación de los padres y, por el contrario, si las
quejas de los padres son rechazadas automáticamente por
solidaridad con el docente, los padres dejarán de
participar.
En general los padres no están capacitados
profesionalmente para juzgar el desempeño de un docente, pero tampoco
podemos dejar de escuchar lo que nos dicen. Quien ejerce una
función
directiva no puede permitir que los padres le lleven una queja
que no han vertido previamente al mismo docente y deben informar
leal y francamente al mismo de las que ha recibido. Esas quejas
no deben ser magnificadas ni ignoradas, pero deben servir, ante
todo, para la propia autocrítica del docente. Esa
autocrítica será muy difícil si se pone al
docente entre la espada y la pared, o sea, entre el director y
los padres.
El "manejo" de los padres:
Muchas veces la institución no presta
atención a algunos "símbolos". Es cierto que si se
dejara la puerta de la escuela abierta a los padres, muchas de
sus tareas se verían dificultades. Pero no es menos cierto
que una escuela que les cierra descortésmente las puertas,
no puede pretender que participen donde, cuando y como las
autoridades desean. A veces una demora en comenzar un acto
escolar, la ausencia de sillas suficientes, o una actitud
descortés de quien atiende a los padres en la puerta puede
ser un gesto mucho más significativo que unas hermosas
palabras de bienvenida o la más cordial invitación
a participar e integrarse a la escuela.
Los padres invasores:
Muchas veces los padres van a pretender asumir roles
conflictivos. Hay quienes, si se les permite, van a llevarse por
delante a los demás. Otros tratan de sacar provecho de su
participación: tratan de ganar prestigio, buenas
calificaciones para sus hijos, o algo peor aún. Esto va a
ocurrir en cualquier escuela que intente darles
participación. Las miserias humanas van a aflorar como lo
hacen en todas las instituciones. La respuesta no ha de ser negar
la participación sino generar estructuras y
mecanismos que neutralicen adecuadamente estos desbordes. La
participación masiva suele ser el mejor antídoto
contra estos últimos.
Los padres "benefactores":
Muchas veces se identifica participación de los
padres en la escuela con organizar rifas para juntar fondos. La
contribución de los padres en los aspectos edilicios o
económicos no puede ser ni la única ni la principal
área de su participación. Las contribuciones
económicas que puedan hacer deben manejarse con mucha
discreción y debe ponerse de manifiesto que en la
institución no crean derechos ni privilegios.
Carencias y Desviaciones:
- Desarrollo psicofísico
interior. - Mayor mortalidad.
- Trastornos del lenguaje
(retardo, tanto en la expresión como en la
comprensión). - Inferioridad en la Sociabilidad, se apegan a
cualquiera con facilidad pero superficialmente. - Su resistencia a las infecciones y enfermedades contagiosas es
reducida. - Afecta en la
personalidad del niño, el cual presenta
dificultades para establecer relaciones sociales normales.
Presenta conductas agresivas, amoralidad, prostitución y hurtos de
comprensión afectiva. - Desajustes emocionales.
- Desarrollo psicofísico
- Ausencia o Indiferencia de la Madre puede
causar:- Falta de confianza.
- Inseguridad.
- Sentimiento de inferioridad.
- Hogares Desarmónicos, escenas violentas pueden
causar:- Inseguridad.
- Rencor.
- Trastornos de comportamiento (robos, mentiras,
etc.). - Sentimientos de inferioridad.
- Trastornos de socialización.
- Un hogar disociado (pérdida de equilibrio
en el hogar por falta de uno de los padres o juicios
despectivos de uno por el otro) puede provocar:
Labor de la maestra:
La labor de los docentes al presentarse cualquier tipo
de problemas ha de ser la siguiente:
- Conectar con los padres y sensibilizarlos sobre la
importancia evolutiva-afectiva. - Sensibilizarse y humanizarse, evitando etiquetar de
mal alumno a un chico que es víctima de situaciones
familiares desequilibradas.
Factores del Desarrollo comunitario del
Niño:
La interacción entre dos o más
personas es un indicador de la adecuación del desarrollo
psicológico, por ello, el desarrollo social
o comunitario del niño es más que la consecuencia
su normal maduración psicológica y física, siendo por lo
tanto estos dos factores los responsables más directos de
los cambios progresivos que va sufriendo el niño en cuanto
a su comportamiento social.
El desarrollo del lenguaje y la
comunicación, función principal de las
relaciones entre las personas se ve muy recortada en sus
posibilidades si el niño no sabe expresar mediante
palabras lo que quiere comunicar a otros.
Relaciones Familia-Centro:
Los educadores han reconocido su personalidad
en el mejoramiento de la relación hogar-escuela y en todos
los niveles se tiende a abrir a los padres las puertas del
Colegio. El propósito fundamental de este movimiento es
proporcionar una comprensión general de la
educación y promover relaciones cooperativas
tales que tanto en la escuela como en el hogar lleven al
máximo sus contribuciones al crecimiento y desarrollo del
niño.
Necesidad de la Relación
Familia-Centro:
La colaboración familia-escuela es
indispensable en el colegio, en especial en el preescolar,
porque el niño sufre todas las influencias del medio y sus
modos de reaccionar, en el presente y futuro, serán el
resultado de esas influencias.
RELACIÓN ENTRE DOCENTES-PADRES Y
SOCIEDAD:
La base de una sociedad organizada es la familia. En
ella los padres son responsables de cubrir las necesidades
básicas de sus hijos.
Es sabido que los niños pasan gran parte de su
vida en la escuela. Aquello de que la escuela es el segundo hogar
continúa hoy más vigente que nunca. La
relación de los chicos con sus maestros es muy particular.
Los docentes, a través de la estrecha relación que
mantienen con sus alumnos en el aula, pueden detectar
circunstancias irregulares que les permitan inferir una
situación extraña.
Al hablar de la relación de los docentes con la
sociedad es de suma importancia destacar el deber cívico,
el cual se refiere a los rasgos del carácter
público y privado los cuales son esenciales para mantener
y perfeccionar la democracia
constitucional de los países democráticos como el
nuestro.
Los deberes cívicos, al igual que las habilidades
cívicas, se desarrollan con lentitud a través del
tiempo. Ellos
se encarnan en la persona mediante lo que cada uno aprende
(incluyendo a los docentes), de las experiencias vividas dentro
del hogar, la escuela, la comunidad y las
organizaciones
civiles de la sociedad. Para que el ciudadano entienda
cuáles son sus deberes cívicos debe convivir,
diariamente, con aquellos rasgos del carácter privado que
van lentamente, haciendo del deber cívico una forma de
vivir. Estos rasgos son la responsabilidad moral, la
autodisciplina, y el respeto por el
valor y por la
dignidad humana de cada individuo. Los rasgos del carácter
público no son de menor importancia. Tener espíritu
público/comunitario, urbanismo, respeto por la ley,
espíritu crítico, y buena disposición para
escuchar, negociar y conciliar son indispensables para el
éxito de la democracia.
Es un papel fundamental del docente crear un individuo
con un buen desarrollo de las habilidades cívicas para
formar ciudadanos conscientes de sus derechos y obligaciones. Si
los ciudadanos van a ejercer sus derechos y responsabilidades
como miembros de una comunidad, no sólo deben poseer un
bagaje de conocimientos sino que también necesitan
adquirir las habilidades relevantes para la participación
comunitaria. Las habilidades intelectuales esenciales para una
ciudadanía eficaz, informada y responsable a menudo se
denominan habilidades de pensamiento
crítico.
Una buena educación cívica habilita a una
persona para que sea capaz de identificar o dar sentido y
significación tanto a elementos tangibles como son la
bandera, los monumentos nacionales o los eventos
cívicos o políticos, como a elementos intangibles
como son las ideas o conceptos de patriotismo, los derechos de
las mayorías y de las minorías, de la sociedad civil y
de la constitucionalidad.
Otra habilidad intelectual que la buena educación
cívica debería fomentar es la de poder discernir y
describir tendencias, tales como la participación en la
vida cívica, la inmigración, o el empleo
laboral. Estas
habilidades ayudan al ciudadano a ubicar los sucesos del presente
dentro de un esquema de mayor plazo. Otros de los objetivos por
lograr dentro del programa de
educación cívica se relacionan con el desarrollo de
la capacidad de explicar y analizar. Si los ciudadanos logran
explicar cómo algo debe funcionar, como por ejemplo, el
sistema federal,
serán más capaces de detectar y ayudar a corregir
funcionamientos defectuosos. Los ciudadanos también deben
poder analizar aspectos tales como los componentes y
consecuencias de ideas, procesos
sociales, políticos, económicos e institucionales.
La capacidad de analizar hace posible distinguir entre el hecho y
la opinión, o entre los medios y los fines. En una
sociedad, los ciudadanos toman decisiones. Por este motivo
necesitan desarrollar sus habilidades para evaluar, tomar y
defender posiciones.
Además de adquirir conocimiento y
habilidades intelectuales, en una sociedad democrática la
educación para la ciudadanía debe focalizarse en
las habilidades que se requieren para estar informados y tener
una participación eficaz y responsable en el proceso
político y en la sociedad civil. La primera de estas
habilidades es la interacción. Ella se relaciona con las
habilidades de los ciudadanos relativas a la comunicación
y el trabajo en
cooperación con otros. Para interactuar debemos ser
sensibles a las necesidades de nuestros conciudadanos.
Interactuar comprende interrogar, contestar y deliberar con
mesura, así como construir coaliciones y manejar
conflictos en una forma pacífica y justa.
La segunda habilidad, monitorear, se relaciona con el
ejercicio de la vigilancia o de las funciones de
"guardián" por parte de los ciudadanos.
Finalmente, la tercera habilidad participativa,
influenciar, se refiere a la capacidad de afectar los procesos
políticos y gubernamentales, tanto los procesos formales e
informales dentro del gobierno de la comunidad. Es indispensable
que el desarrollo de estas habilidades de participación
comience a edad muy temprana y continúe a través de
la etapa escolar.
Los más jóvenes pueden aprender a
interactuar dentro de pequeños grupos o
comisiones, reunir información, intercambiar opiniones o
formular planes de acción acorde a su madurez. Pueden
aprender a escuchar con atención, interrogar eficazmente y
manejar el conflicto a
través de la mediación, la conciliación y el
consenso.
Los estudiantes más grandes están en
condiciones de desarrollar las habilidades de monitoreo y emitir
opiniones fundamentadas acerca de ciertas políticas
públicas. Para ello deben investigar sobre aquellos temas
públicos sobre los que van a emitir su juicio y para ello
pueden usar distinto tipo de recursos, ya sea electrónicos
o más tradicionales como son las bibliotecas, el
teléfono, los contactos personales y
los medios de
comunicación.
Los estudiantes de nivel medio deberían asistir a
reuniones públicas. Una sana participación en el
centro de estudiantes es una forma activa de participación
para influir en temas que son de su particular interés.
Observar el trabajo en la Corte Suprema de Justicia o en
el Congreso y ser expuestos a la labor del sistema judicial y
legislativo también debería ser requerido para la
formación cívica de los jóvenes.
Sin embargo, la observación en sí y por
sí misma no es suficiente. Los estudiantes deben estar
preparados para estas experiencias, pero también necesitan
tener oportunidades muy bien planificadas y estructuradas para
que la observación baje a la práctica. Para que
esto sea posible es necesario que posean un docente capaz de
guiarlos y responder a los interrogantes que se vayan suscitando
a lo largo del camino. Es aquí donde se destaca la
importancia del rol del docente en la educación de unos
buenos ciudadanos para la sociedad.
Servicios que presta la familia a la
sociedad:
Además del servicio a la vida, de la
educación de los hijos y ser escuela de amor, la familia
debe producir en la sociedad abundantes frutos de caridad,
unión, servicio, fraternidad. Por ejemplo: la ayuda a
otras familias, la adopción
desinteresada de niños sin hogar, la atención a
ancianos, minusválidos, enfermos, drogadictos,
encarcelados, etc. La familia además es escuela de trabajo
desinteresado y vínculo entre las generaciones.
Derechos que deben garantizar las sociedades a las
familias:
Todo Estado o
sociedad debe garantizar a las familias los siguientes derechos:
a existir y progresar como familia; a ejercitar su
responsabilidad en la transmisión de la vida; a educar a
los hijos (donde intervienen los docentes como parte fundamental
de ambos); a la intimidad de la vida familiar, a la estabilidad
del vínculo matrimonial, a creer, profesar y difundir su
propia fe; a educar conforme a sus propios valores religiosos,
culturales, etc.; a la seguridad
física, social, política y
económica, a la vivienda adecuada y digna; a la libertad de
expresión; a crear asociaciones de familias; a
proteger a los menores contra las drogas, el
alcoholismo,
la pornografía, etc.; al descanso y al tiempo
libre que favorezca los valores familiares, a una vida y muerte dignas
para los ancianos a emigrar libremente.
Actitud del Estado frente a la
familia:
El Estado debe garantizar los derechos de las familias y
fomentar y favorecer sus legítimas iniciativas. Las
autoridades públicas, convencidas de que el bien de las
familias constituye una parte indispensable del bien común
de toda la sociedad, deben hacer lo posible para promover
aquellas ayudas económicas, sociales, educativas,
políticas, culturales, etc., necesarias para su desarrollo
y estabilidad.
¿Quiénes son los primeros
educadores?:
Los padres son los principales y primeros educadores de
sus hijos. El derecho de educar a los hijos es algo
íntimamente ligado a la transmisión de la vida,
porque entre padres e hijos se establece una relación de
amor insustituible que no puede ser delegada ni usurpada por
nadie.
La educación fundamental de los hijos no debe ser
sustituida por otras instituciones o personas porque nadie
podrá igualar el amor de los
padres que los capacita para educar con dulzura, constancia,
bondad, afán de servicio, desinterés y
espíritu de sacrificio a sus hijos. Y porque es un derecho
primario que los padres orienten, en sus líneas generales,
los principios que
deben sustentar la educación de sus hijos.
Virtudes sociales que convendrá estimular en
los hijos:
Los padres deberán educar sus hijos en el
clima propio
de virtudes que les hagan solidarios con los demás: la
generosidad, el desprendimiento, la compasión, el trabajo
realizado con el espíritu de servicio, y sobre todo, la
caridad. El egoísmo es el enemigo de toda relación
con otras personas.
La socialización del
Niño:
El objetivo de la
socialización del niño consiste en enseñarle
comportamientos que permitan una adecuada interacción con
las personas de su medio ambiente. Es una labor de la familia que
luego es reforzada en la escuela.
PROBLEMAS FRECUENTES Y SOLUCIONES
PARA LOS MISMOS EN LA RELACIÓN
DOCENTE-PADRE-SOCIEDAD:
Padres versus docentes en la
educación:
Hay momentos en que pareciera que los padres consideran
que pueden y deben decidir sobre el trabajo del docente en el
aula y en los exámenes de sus hijos. Se transforman en
jueces y recriminan a todos y contra todos.
Se han dado casos de violencia,
padres que insultan y hasta golpean a docentes después de
un examen de recuperación de diciembre o en el del
temprano febrero. Los docentes por su lado realizan prolongadas e
inútiles reuniones institucionales para tratar entre
tantos temas, el consejo de convivencia y ver cómo pueden
mejorar todo lo referido al trabajo con el alumno y se realiza
hasta un seguimiento para mejorar y retener al mismo en el
sistema educativo que todos sabemos que ha comenzado el siglo con
una crisis muy
difícil de superar.
Los padres no se acercan al colegio hasta que la
situación se agrava y no se puede hacer nada por su hijo,
a pesar de que durante el año fue convocado por docentes,
preceptores y notas a concurrir al establecimiento.
A fin de año, cuando su hijo no tiene
posibilidades y repite, el padre sostiene que conoce muy bien a
su hijo y que le tiene confianza y que seguro le ha ido
muy mal porque un docente no lo acepta o porque hay drogas en el
colegio, cosa que sabe muy bien por lo que su hijo le ha
comentado, pero nunca, si es que lo supo, ayudó a las
autoridades del colegio sobre el tema.
Se llegan a concretar juicios y después de mucho
andar, el padre o madre intenta disculparse para no pagar lo que
corresponde y no en todos los caso pues hay quienes aún
apelan sosteniendo que han pegado al docente por estar muy
nerviosos y que es comprensible ya que se juega un año de
estudio del hijo.
Individualmente ignorados:
Los sueños, las fantasías, los problemas
con la familia, los traumas de niñas y niños de
diferente origen y cultura confluyen en las aulas escolares sin
ser tenidos en cuenta en la dinámica social que allí convive a
diario. A esta concentración de sentirse mal los alumnos,
se suma la vida de los maestros, que también son seres
humanos con toda una historia personal tras de
sí. De esta manera, estudiantes y maestros conviven en
medio de una amplia red de relaciones que en
ocasiones pueden complicarse.
Todas estas subjetividades chocan con la
colectivización que la institución escolar impone a
docentes y alumnos. Una de las prácticas que facilita la
aparición de conflictos es el no reconocer las
diferencias, es decir los modos de relacionamiento social que
tienen que ver mucho con historias de construcción de la subjetividad, de los
contextos familiares y económicos, que ignora la escuela,
desde un patrón de racionalización de
recursos.
Niña o niño:
La diferencia de género es
otro de los problemas que surgen y que se hacen evidentes en el
ámbito escolar. La manera como se relacionan niñas
y niños está caracterizada por la competitividad, la presencia de patrones de
masculinidad y feminidad, en los cuales existen pautas de
agresividad de los niños.
En los grupos mixtos, hay una construcción
cultural de la escuela que tiende a invisibilizar la
participación de las niñas. También hay la
presencia de patrones de rudeza, que no solamente afecta a las
niñas, donde no es necesariamente el golpe físico
sino el tono comunicativo que es muy demandante, fuerte e
imperativo.
Las paredes de las aulas escolares encierran un
país a escala y son el
reflejo del entorno. Allí, alumnos, docentes y padres de
familia reproducen problemáticas de violencia, sin
embargo, existen escuelas y maestros en todos los rincones que
sin importar las condiciones difíciles de su trabajo,
siguen día a día enseñando matemáticas, física y química a la par de
convivencia, tolerancia y
amistad.
Desde la raíz:
Generalmente, detrás de un problema surgido en
los planteles educativos, hay toda una serie de factores de tipo
social, económico, cultural y psicológico que hacen
parte de la interioridad del estudiante o del docente. El
conflicto hay que entenderlo desde quién es el sujeto, el
porque lo hizo, posiblemente viene de una familia de
maltratantes, con problemas económicos, hay que entender
el conflicto desde su raíz. Asumir los conflictos en el
aula escolar desde el sujeto, desde el reconocimiento de su
universo y su
individualidad, implica entender a la escuela desde una
perspectiva humana, en la cual son importantes los conocimientos
pero también los espacios para el afecto, la amistad y
para compartir la vida personal tanto del docente, como de las
niñas, niños y padres de familia.
Hay que entender que en los procesos de
subjetivación emergen muchas diferencias de las personas y
que en última esas diferencias son el origen de los
conflictos, si no hay una mayor conciencia sobre
lo subjetivo, es difícil enfrentar los
conflictos.
Las aulas y la participación:
Entender los conflictos en los planteles educativos y
descifrar las posibles soluciones, implica pensar en dos
escenarios: el primero, las aulas escolares con sus
prácticas de enseñanza– aprendizaje y el segundo, los
distintos espacios de participación de la
escuela.
Referente al primer escenario, la propuesta que se
construya debe evaluar las pedagogías tradicionales, que
en ocasiones desconocen el saber del estudiante, ignoran las
vivencias personales cotidianas de éstos, legitiman como
válido solamente el saber de los adultos, y no permiten un
diálogo
horizontal de distinto orden, ni la expresión de las
subjetividades y de la diversidad de ellas.
El segundo espacio es la participación,
generalmente, no tener en cuenta la opinión y los puntos
de vista de los estudiantes y restringir su papel en los espacios
de toma de decisiones origina problemas. Es necesario
re-significar tanto los espacios de participación
previstos por la normatividad -personería, gobierno
escolar, etc.- y hacerlos realmente efectivos como lugares de
resolución de conflictos, de gestión
de ideas y propuestas que impliquen construcción de
comunidad, como también re-significar aquellos otros
extracurriculares -grupos de danzas, de teatro, radio y
periódico escolar, etc.- en torno de los
cuales se puede aprender a construir un proyecto común,
una forma consensual, dialógica de vivir
juntos.
Qué se puede hacer en casa para ayudar a un
hijo a triunfar en la escuela:
- Crear un ambiente en el hogar que promueva el
aprendizaje y la tarea escolar. Establecer una rutina diaria
para la familia que consiste en un horario de comidas, tiempos
fijos para la tarea escolar, el quehacer doméstico y
para dormir, así como para actividades con la
participación de toda la familia. - Enseñar al niño que las aptitudes que
está aprendiendo en la escuela forman una parte
importante de lo que él hará como adulto. Dejar
que vea a los padres leyendo libros,
periódicos, cartas, correos
electrónico y listas; usando la matemática para calcular el cambio o
midiendo para una alfombra nueva; y haciendo actividades que
requieran la reflexión y el esfuerzo. - Procurar que su casa cuente con muchos materiales
de lectura que
sean apropiados para los niños. Mantener libros,
revistas, y periódicos en la casa. Se pueden encontrar
muchos libros y revistas buenos para los niños en
ventas de
los vecinos y las bibliotecas. Los libros son buenos como
regalo. - Animar a los hijos a usar la biblioteca.
Pedirle al bibliotecario que le cuente a los niños de
los programas
especiales en los que puede participar, tales como
los programas de lectura de verano y los clubes de
libros, y los servicios
como la ayuda en la tarea escolar.
- Limitar el tiempo de ver la televisión a un máximo de una hora
en las noches antes de clases. Conocer los programas de
televisión que le gusta ver a los hijos y conversar con
ellos sobre su elección de programas. Se debe hacer lo
mismo con los juegos de
video. - Ayudar a los hijos a aprender a usar Internet de
manera apropiada y eficaz. - Alentar a los hijos a ser responsable y trabajar en
forma independiente. Asumir la responsabilidad y trabajar por
su cuenta son cualidades importantes para el triunfo en la
escuela. - Mostrar interés en lo que hace los hijos en la
escuela. Apoyar sus intereses especiales asistiendo a las obras
teatrales de la escuela, los eventos musicales, las
exposiciones de ciencias, o
a los eventos deportivos. - Dar elogios y ánimos para la superación
y el mejoramiento.
Cómo puede un padre darse cuenta si le
está yendo bien a su hijo en la escuela:
- Pedirla a los hijos que le muestre la tarea escolar,
y fijarse en la nota y cualquier comentario que escriba el
maestro. - En el transcurso del año escolar, los hijos
pueden tomar diversas pruebas
estandarizadas, incluyendo el examen de criterios estatales.
Los puntajes de los hijos y otra información pueden
llegarle por medio de los mismos, o bien, directamente por
correo. Consultar con el maestro para averiguar cuándo
se dan estos exámenes y cuándo debe esperar
recibir los resultados. - Averiguar si el maestro de los hijos usa el correo
electrónico para comunicarse con los padres. El uso
del correo electrónico permite enviar y recibir mensajes
en el momento más conveniente para los
padres. - Pedirle a los maestros que le muestren ejemplos de
trabajo bien hecho y compararlo con el trabajo de los hijos.
Escuchar los comentarios sobre el trabajo de los hijos, y sobre
lo que ellos necesitan hacer para mejorar. Planear junto con el
maestro cómo pueden colaborar para ayudarle a producir
trabajos mejores. - Usar las líneas telefónicas especiales
sobre la tarea escolar, los sitios Web de la
escuela, y otros servicios disponibles por conexiones
telefónicas para obtener información sobre las
actividades de la escuela o para hacerles preguntas a los
maestros y al personal de escuela. - Asistir a las reuniones individuales entre los padres
y el maestro que se programan durante el año
escolar.
Cómo se puede sacar mayor provecho de las
reuniones individuales entre los padres y el
maestro:
- Hacer citas con anticipación a principios del
año escolar. Hacer saber al maestro que a los padres les
interesa la formación académica de los hijos y
tener interés e información de su
progreso. - Hacer lo necesario para observar la enseñanza
en el salón de clase de los hijos. Después, habar
con el maestro acerca de lo que se vio y cómo eso cuadra
con las esperanzas que se tiene para los hijos y sus
necesidades. - Antes de las reuniones, escribir las preguntas que se
deseen hacer y anotar lo que se desea decir al maestro. Estar
preparado para tomar apuntes durante la
entrevista y pedir una explicación en caso de que no
se entienda algo. - Hablar con el maestro acerca de los talentos, los
pasatiempos, los hábitos de estudio y cualquier otra
sensibilidad que se tenga de los hijos, tales como la
preocupación por su peso o las dificultades con el
habla. - Decirle al maestro si se considera que los hijos
necesitan ayuda especial y avisarle de cualquier
situación de familia o evento que pueda afectar la
capacidad de los hijos para aprender, como por ejemplo, un
bebé recién nacido, una enfermedad o una mudanza
reciente o próxima. - Decirle al maestro qué clase de persona se
quiere que sean sus hijos y cuáles valores son
importantes para los padres. - Pedirle a los maestro detalles concretos sobre el
trabajo y el progreso de los hijos. Si los hijos ya recibieron
calificaciones, preguntar por el método o
el sistema de evaluación. - Preguntar por actividades concretas que los padres
puedan realizar para ayudar a los hijos. Estando en casa,
piense en lo que el maestro ha dicho y tratar luego de ponerlo
en práctica. Si el maestro dijo que el hijo necesita
mejorar en ciertas materias, consultar de nuevo en pocas
semanas para ver cómo le va en ellas. - Dirigirse al maestro con un espíritu de
cooperación y colaboración. Si el padre no
está de acuerdo con el docente respecto a un problema,
no se debe discutir delante del hijo. Más bien, hacer
una cita para reunirse en privado con el maestro para abordar
ese problema. Antes de esa reunión los padres deben
pensar lo que van a decir. Tratar de ser positivo y mantener la
calma. Escuchar con atención. Si la explicación
del maestro no deja satisfecho al padre, o no considera que
pueda hacer más progreso discutiendo el asunto con el
maestro, tratar de concertar una cita con el director de la
escuela o incluso con el superintendente de
escuelas.
Cómo se puede alentar a los hijos a
leer:
- Leer a los hijos en voz alta y con frecuencia.
Comenzar a leer a los hijos desde recién nacido y
continuar leyendo a medida que crezca. Al ir leyendo, hablar
con los hijos. Animarlos a hacer preguntas y a hablar de la
historia. Pedirles que pronostique lo que va a suceder
después. - Alentar a los hijos a leer por su cuenta. Los
niños que se dedican a leer por gusto propio al menos
por 30 minutos cada día desarrollan las aptitudes
necesarias para ser mejores lectores en la escuela. - Designar un tiempo tranquilo de lectura para la
familia. A algunas familias incluso les gusta leer en voz alta,
con cada miembro de la familia eligiendo un libro, una
historia, un poema o un artículo para leerles a los
demás. - Visitar con frecuencia la biblioteca. Comenzar a
hacer visitas semanales a la biblioteca desde que los hijos son
muy pequeños. Encargarse de que los hijos obtengan su
propia tarjeta de biblioteca tan pronto como sea
posible. - Comprar un diccionario
para niños e inculcar en sus hijos el hábito de
consultar las palabras que no entiendan. - Poner al alcance de los hijos materiales de escritura
como los crayones, los lápices y las hojas de
papel. - Pedirle a los miembros de la familia y amigos que
regalen libros y suscripciones a revistas a los hijos para su
cumpleaños y en otras ocasiones especiales. - Apartar un lugar especial donde los hijos puedan
mantener su propia biblioteca de libros. - Conseguir ayuda para los hijos si ellos tienen
dificultades en la lectura.
Si los padres consideran que los hijos requiere ayuda
adicional, preguntar a lo maestros por servicios especiales,
tales como los programas de lectura después de las horas
de clase o durante las vacaciones de verano. También
preguntar a los maestros o a su bibliotecario local por los
nombres de las organizaciones comunitarias y los grupos locales
de instructores voluntarios en lecto-escritura que ofrezcan
servicios de tutoría, es decir, atención
individual en la materia. - Si los padres no se sienten cómodos con sus
propias capacidades de lectura, buscar en la comunidad
programas de lectura para familias y para los adultos. Los
bibliotecarios pueden ayudar a localizar tales
programas.
Cuanta tarea deben tener los
niños:
La cantidad adecuada de tarea depende de la edad y las
aptitudes del niño. Las organizaciones nacionales de
padres afirman que los niños del jardín infantil
hasta el
segundo grado pueden beneficiarse de 10 a 20 minutos de
tarea cada día escolar. Del tercero al sexto grado, los
niños pueden beneficiarse de 30 a 60 minutos cada
día escolar.
Debido a que la lectura en casa es sumamente importante
para los niños, esta actividad puede incrementar la
cantidad de tiempo dedicado a la tarea más allá del
tiempo máximo recomendado.
Tratar de darse cuenta de cuánto tiempo tarda los
hijos en terminar las tareas. Observar cómo ellos se pasa
su tiempo. Esto le ayudará a los padres a prepararse para
hablar con el maestro.
Si los padres sienten preocupación por que los
hijos tengan demasiada o muy poca tarea, hablar con su maestro y
tratar de conocer las reglas relativas a la tarea y lo que se
espera.
Cómo se puede ayudar a los hijos en la tarea
escolar:
- Hablar con el maestro de los hijos acerca de las
reglas relativas a la tarea. Tratar de conocer el
propósito de las tareas, cuánto tiempo deben
tardar, y cómo quiere el maestro que los padres ayuden a
sus hijos a terminarlas. - Llegar a un acuerdo con los hijos acerca de una hora
fija para hacer la tarea cada día. - Proporcionar un lugar fijo, bien iluminado y bastante
tranquilo para estudiar y hacer la tarea. Alentar a los hijos a
estudiar en un escritorio o mesa en vez de en el piso o en un
sillón. Tratar de evitar las distracciones como la
televisión o las llamadas telefónicas de los
amigos. - Poner a disposición de los hijos los
materiales necesarios para hacer la tarea-papel, libros,
lápices, un diccionario, una enciclopedia, una computadora.
Enseñar a los hijos a usar los libros de consulta o los
programas de computadora y los sitios Web apropiados. Averiguar
si a los hijos le van a hacer falta materiales especiales, y
ponerlos a su disposición por adelantado. - Hablar con los hijos acerca de sus tareas para ver si
las entiende. - Cuando los hijos le piden ayuda a los padres, estos
no le deben dar la respuesta sino orientación. Hacer la
tarea por los hijos no le ayuda a comprender y aprovechar la
información ni le ayuda a adquirir la confianza en su
propia capacidad. - Si los padres no puede ayudar a sus hijos en una
materia, pedir ayuda a un pariente. También averiguar si
la escuela, la biblioteca o una organización comunitaria o religiosa
puede prestar el servicio de tutoría o ayuda en la
tarea. - Verificar que los hijos terminen toda la tarea
asignada. Firmar la tarea, si la escuela de su hijo así
lo requiere. - Estar alerta a las señales de
frustración o fracaso. Permitir que los hijos se tomen
descansos breves si tienen dificultades para concentrarse en la
tarea. - Recompensar el progreso. Si los hijos logran terminar
una tarea y se están esforzando mucho, celebrar con un
evento especial (leerle una historia favorita o hacer un
juego) para
reforzar el esfuerzo positivo. - Leer cualquier comentario que el maestro escriba en
las tareas que se le devuelven a los hijo. Si se presenta un
problema, hacer una cita para reunirse con el maestro y
elaborar un plan y fijar un
plazo para su resolución.
Como los padres pueden participar activamente en las
escuelas:
- Asistir a las reuniones de principio del año
escolar, las exposiciones de los estudiantes y otros eventos de
la escuela. Conocer a los maestros y demás personal de
la escuela. Escuchar planes, informarse de lo que esperan
lograr con los estudiantes, y tratar de comprender por
qué eligieron esos objetivos. - Asistir a las reuniones de organizaciones de padres.
Hacer oír las esperanzas y preocupaciones por los hijos
y por la escuela. Ayudar a organizar reuniones entre los padres
y los maestros para abordar los propios intereses y los de los
otros padres. - Ofrecerse como tutor de estudiantes.
- Ofrecer ayudar en la dirección de la escuela con asuntos
administrativos, en la cafetería o acompañando a
los estudiantes en las excursiones para supervisarlos y en
otros eventos fuera de la escuela. - Integrar grupos asesores de la comunidad o de padres
en las escuelas. Estos grupos pueden considerar temas que van
desde las políticas o reglas y los programas de la
escuela hasta los tipos de actividad con participación
de los padres que la escuela piensa organizar. - Trabajar en un centro de recursos para padres o
ayudar a crear uno. En estos centros escolares, los padres se
reúnen informalmente, piden prestados materiales sobre
la educación y sobre la tarea de sus hijos y obtienen
información sobre los servicios disponibles en la
comunidad. - Si los padres no pueden ofrecerse como voluntarios en
la escuela, deben determinar de qué manera puede ayudar
en casa: Llamar a otros padres para contarles de las
actividades relacionadas con la escuela, editar el
boletín de la escuela o elaborar materiales educativos
para los maestros.
Cómo se pueden evitar las drogas dentro de las
escuelas:
- Revisar las normas de
disciplina
junto con los hijos. Cerciorarse de que los hijos sepan
cuáles conductas se le esperan en la escuela. Hacerle
saber que los padres apoyaran a los maestros en sus acciones de
aplicación de las reglas. - Colaborar con la escuela para elaborar planes para
responder a los problemas de seguridad y drogas, tales como la
educación sobre la droga y
programas de prevención de violencia. Encargarse de que
la escuela tenga establecidas claras consecuencias para
aquellos estudiantes que no cumplan con las reglas de la
escuela. - Tratar de conocer a los amigos de sus hijos y a sus
padres.
ÍNDICE DE CUESTIONES A TRATAR EL DOCENTE CON LA
FAMILIA:
Concretando lo antes mencionado se da una
clasificación en torno a los cuatro protagonistas de la
comunidad educativa:
Cuestiones centradas en el niño:
- En su desarrollo: físico, sensorial, motriz,
emocional y social; intelectual, ético, religioso, del
lenguaje; de sus necesidades e intereses, adaptativo, de la
capacidad de aprendizaje, de la personalidad. La
maduración y sus ritmos. - En su higiene
psicofísica: crecimiento, nutrición,
enfermedades de los familiares, enfermedades infecciosas
contagiosas, problemas sanitarios, niños problema,
anomalías de conducta,
el niño enúresico, el agresivo y el
auto-agresivo, el celoso, el anoréxico, el enfermizo,
el minusválido, etc. - En su relación con el ambiente familiar,
escolar, social: El padre y el niño, la madre y el
niño, los hermanos y la situación entre ellos,
los abuelos y otros familiares que convivan con el
niño, el paso de un ambiente a otro, de familia a
escuela, del preescolar a la educación básica,
el niño rechazado por la familia, el rechazo por el
grupo de
compañeros, el ignorado, el líder, el sobreprotegido,
etc. - En su orientación y aprendizaje: la
educación personalizada, empleo y necesidad del
material, el juego y los juguetes, significado
psicopedagógico de cada uno de los espacios que
figuran en el programa de actividades, disciplina y
autoridad, momentos óptimos para el aprendizaje de la
lectura, trastornos del lenguaje, el niño
disléxico, los elementos de la naturaleza en
la educación, las técnicas y procedimientos a emplear tanto en la familia
como en la escuela para el desarrollo sensomotor, la
expresión lingüística, la lógica-matemática, la
rítmica, la música, la observación, la
reflexión, etc.
Las estructuras familiares y el niño; tipo de
familia, la dinámica familiar y el niño,
actitudes parietales, interacción de los hermanos,
higiene de la vivienda, el ritmo de la vida familiar y su
influencia en el niño, el ambiente socio-cultural, la
situación económica y sus repercusiones en el
niño, el personal de servicio y el niño,
misiones y funciones de la madre, misiones y funciones del
padre, el padre y la madre y su tiempo de trabajo fuera de la
casa, la familia en situaciones conflictivas, la familia y
los influjos ambientales, los medios de
comunicación social, la publicidad, los audiovisuales especialmente la
televisión y el niño, relaciones de la familia
y el centro.- Cuestiones centradas en la Familia, los Padres:
Higiene escolar, edificio, aulas, espacios al
aire
libre, organización escolar, el material educativo,
ambiente emocional y físico, aspectos
económicos y administrativos, la congestión
entre los miembros del Centro y entre estos y los padres,
disciplina y flexibilidad, la maestra y el niño, tipos
de maestra, motivación para los aprendizajes,
ayudas y subsidios, relaciones con otros Centros y entidades
públicas y privadas. - Cuestiones centradas en el Colegio, los
Maestros: - Cuestiones centradas en la Sociedad:
Pueden enfocarse desde dos puntos de vista: influjos
que la sociedad ejerce sobre la familia y sobre el niño
y así puede hablarse de los distintos tipos de ambientes
geográficos, laborales, culturales en que el niño
vive y de las influencias que sobre él ejercen las
tendencias, dinámicas y presiones de las estructuras
políticas y sociales en que está inmerso. Por
otro lado, padres y profesores pueden utilizar también
como temas para sus contactos toda la gama de disposiciones con
repercusión directa o indirecta en la educación
que dimanan de las autoridades responsables de la sociedad.
Cuestiones que impliquen un comentario de estas leyes y
disposiciones para su mejor conocimiento e
interpretación y para encontrar el modo de utilizarlas
mejor en el quehacer educativo. O bien, cuestiones que pueden
conducir a arbitrar un sistema de ayudas de los organismos
competentes en orden a un mejoramiento de la educación.
Igualmente, deben ser temas a tratar, todos los referentes a
posibles conexiones con otros. Centros preescolares, con otras
asociaciones de padres o con otras asociaciones educativas que
favorezcan el intercambio de experiencias y de logros que
supone siempre un enriquecimiento mutuo.
Esta enumeración de cuestiones tienen
sólo el valor indicativo de señalar los cauces
para la elaboración de contenidos interactivos. La
riqueza de temáticas que pueden ser objeto de entrevistas
personales o de discusiones de grupos en las relaciones
Familia-Maestro-Sociedad, es tan grande que no parece que pueda
agotar ningún índice por extenso que sea. Esto se
debe a las múltiples facetas que presenta el
fenómeno educativo en el cual van implicadas no
solamente la personalidad de los sujetos y de los agentes del
proceso sino los conceptos del universo y las estructuras de la
sociedad que sometidas a una dinámica de cambio, da
lugar continuamente a la aparición de nuevas
cuestiones.
Por medio de la elaboración del presente trabajo
se pudo llegar a conocer la relación existente entre los
padres, los docentes y la sociedad en la que habitan e
interactúan ambos.
Se conocieron aspectos de gran importancia en la
relación de estos tres factores como cual es el tipo de
relación idónea que debe de existir, cuales son las
principales problemáticas que se presentan a la hora de la
interacción de los mismos, cuales son las posibles
soluciones a los problemas, cuales son todos las cuestiones sobre
las cuales deben de estar pendientes los tres factores,
etc.
Es de gran importancia el manejar este tipo de
información ya que sirve como base para la práctica
de la carrera de educación preescolar. Se debe de tener en
cuenta que la educación de los niños y
jóvenes no es una cuestión que dependa
únicamente de los padres o de los maestros, por el
contrario, depende de la interacción y
participación de los tres factores que se han
señalado en la realización de este trabajo. Depende
de ellos, única y exclusivamente, el éxito de la
educación de las nuevas generaciones, lo cual beneficia a
todos como sociedad.
Este trabajo cuenta con el aporte de consejos que los
padres y docentes podrán adquirir para poseer una mejor
educación de los niños y jóvenes, como por
ejemplo como participar de manera efectiva y adecuada en el
colegio, que se debe hacer para tener una educación
continua del niño tanto en el colegio como en la casa,
etc. Todo lo antes mencionado influye y al mismo tiempo se ve
influenciado por la dimensión social, la cual juega un
papel determinante dentro de la educación, tanto para su
mejoramiento como para influencia (buena o mala).
Esperamos que la realización de este trabajo
sirva como medio de información tanto para docentes como
para padres en la construcción de una mejor sociedad a
través de una mejor calidad en la
educación.
Departamento de Educación de los Estados Unidos.
Febrero del 2.003.
www.satirias.com/libros/anus_2002/sumario/sumario_sociedad_adolescencia
www.contenidos.com/educacion/guias-p-docentes/guias3-3
www.educar.org/articulos/padresversusdocentes.asp
www.alipso.com/monografias/relacion_nino_familia- www.educar.org/articulos/padresymaestros.asp
- www.ar.missingkids.com/1/html/docentes.html
- www.metodos.com.ar/docentes/articu3.html
www.observatorio.org/colaboraciones/aguilera2.html
www.198.62.75.1/www1/maracaibo/evangelio/11Participacion%20en%20el%desarrollo.html
Sandra Santamaría
Lia Milazzo.
Caracas