Monografias.com > Enfermedades > Salud
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Detección temprana y prevención del VIH Sida




Enviado por cac1



    Una realidad para afrontar desde la
    atención ginecológica y
    obstétrica de la mujer de
    hoy

    1. Resumen
    2. Referencias
      bibliográficas

    RESUMEN

    Un hecho a nivel nacional e internacional es el
    incremento significativo de VIH SIDA en la
    mujer y por tanto de la transmisión vertical. Existen
    una serie de factores biológicos y psicosociales que han
    hecho vulnerable a la mujer para adquirir el VIH SIDA. Entre
    los factores psicosociales no cabe duda que las diferencias de
    género y la
    educación sexista es uno de los factores que mayor
    incidencia tienen en la exposición de la salud sexual de la mujer.
    Una meta importante a lograr es que las mujeres en edades
    fértiles no adquieran el VIH y no se embaracen sin
    haberlo planeado. En su defecto será posible prevenir la
    transmisión vertical si las mujeres tuvieran acceso a la
    aplicación de pruebas para
    VIH y a los tratamientos anti VIH, en caso de ser positivas
    para VIH. Los estudios muestran que los tratamientos anti VIH
    para la mujer embarazada y el bebé son muy efectivos en
    la reducción de la transmisión vertical, esto
    acompañado de parto por
    cesárea y sustitución de leche
    materna por otra alimentación. Esto
    ahorraría vidas y dinero. Sin
    embargo poco es lo que se hace. Se propone que toda mujer
    embarazada o que piense embarazarse sea motivada por su
    ginecobstetra para hacerse la prueba VIH SIDA, esto
    permitiría una detección temprana y por tanto un
    tratamiento oportuno para evitar la transmisión
    vertical. Aunque oficialmente esto se supone parte del protocolo de
    atención, aún no es una realidad, el cuerpo
    médico no lo ha incorporado en su "protocolo cultural y
    profesional". Se requiere un mayor esfuerzo para lograr la
    aplicación voluntaria de la prueba para VIH en la
    población de mujeres embarazadas y
    garantizar el adecuado tratamiento a las mujeres que sean
    identificadas como convivientes con el VIH.

    Palabras claves: VIH SIDA, mujer, salud sexual
    femenina, prevención, transmisión VIH vertical,
    embarazo y
    SIDA.

    Introducción

    Dos tendencias claramente previstas en el patrón
    de transmisión del VIH SIDA para la década del 2000
    que están afectando significativamente la población
    femenina son: en primer lugar, el incremento de la
    proporción mujer-hombre en la
    población afectada por el VIH SIDA, y en segundo lugar, el
    aumento de la transmisión del VIH madre-hijo
    (transmisión vertical).

    La incidencia de VIH SIDA en la población
    femenina ha ido en aumento desde 1989 para el caso de Colombia. A
    finales de la década de los ochenta la proporción
    de infección hombre–mujer era 10:1. Entre 1990 y
    1997, la relación hombre: mujer fluctuó entre 7:1 y
    5:1, disminuyendo a 3.7:1 en el año de 1998. A nivel
    nacional, las tasas de incidencia por sexo para
    1998, muestran para el VIH una relación mujer : hombre de
    0.94:3.09 y para SIDA de 0.39:1.95 (MINSALUD y ONUSIDA, 1999).
    Estudios recientes descritos en el reporte mundial de ONUSIDA
    indican que las mujeres ocupan el 44% del número de
    personas convivientes en todo el mundo. (ONUSIDA, 2001). Como
    consecuencia del incremento de VIH SIDA en la población
    femenina con edad fértil se ha incrementado por tanto la
    infección vertical de la madre al hijo y como consecuencia
    de ello ha aumentado la incidencia del VIH SIDA en la
    población infantil.

    Se estima que más de 2 mil infantes se infectan
    con VIH cada día en todo el mundo (ONUSIDA, 2001). En el
    2001 5 millones de personas se infectaron con el VIH, 800.000
    fueron niños
    (16%). Algunos estudios anotan que alrededor del 85% de infantes
    y niños VIH+ han adquirido la infección
    intrauterinamente, por transmisión vertical ya sea en la
    fase temprana del embarazo o en el periodo prenatal (López
    y Levy, 1997). Como lo anota el MINSALUD y ONUSIDA Colombia
    (1999) la vulnerabilidad del grupo infantil
    se relaciona, entre otros aspectos, con los siguientes factores:
    el incremento en la tasa de infección por VIH en mujeres
    en edad reproductiva, la carencia de programas de
    tamizaje para VIH en mujeres gestantes y la oferta y
    acceso de intervenciones terapéuticas a las mujeres
    embarazadas VIH +. Estos datos explican la
    razón por la cual la transmisión vertical se ha
    convertido en objeto primordial en la prevención del VIH
    SIDA.

    Según UNAIDS (1998) para 1997 en los
    países en vía de desarrollo,
    como el nuestro, entre un 25 y 35% de los hijos de mujeres VIH+
    nacieron con VIH. Se calcula que, la probabilidad para
    que una mujer, que no haya recibido tratamiento alguno, transmita
    el VIH a su hijo, oscila entre el 16 al 40%, estos porcentajes
    varían de una región a otra y se incrementan por su
    puesto en los países subdesarrollados.

    Desde el punto de vista biológico se ha
    identificado que la probabilidad de infección de una madre
    infectada con VIH a su hijo está en función de
    varios factores clínicos:

    1. Presencia o no de sintomatología
      clínica en la mujer VIH +.
    2. La tasa de linfocito en CD4+.
    3. Presencia / ausencia de viremia importante en la
      madre.

    La transmisión vertical o prenatal del VIH puede
    ocurrir durante el embarazo, el parto o por medio de la leche
    materna en el amamantamiento. Esta transmisión es
    prevenible si se detecta a tiempo la
    presencia del VIH en la madre, si la madre y el/la bebé
    son sometidos oportunamente a tratamiento con drogas anti
    VIH y si se suspende el amamantamiento, siempre y cuando se
    garantice el acceso a sustitutos de la leche materna para el /la
    bebé.

    Sin embargo, este es un gran problema para las
    comunidades pobres, que conforman una gran mayoría en los
    países subdesarrollados como el nuestro. Una buena parte
    de las mujeres embarazadas escasamente tienen acceso a los
    servicios de
    salud en su gestación, no tienen acceso a la prueba para
    VIH SIDA, al suministro de drogas antiretrovirales y no tienen
    como solventar tampoco los costos de una
    sustitución de la leche materna por otras fórmulas
    de alimentación.

    Diferentes estudios han demostrado una
    disminución significativa de la transmisión
    vertical del VIH SIDA al suministrar antiretrovirales (Ej: AZT)
    combinado con tratamiento para la enfermedad a la madre y al
    bebé, asociado con parto por cesárea y
    sustitución de leche materna. Incluso se ha demostrado que
    tratamientos abreviados, y por tanto menos complicados y
    más económicos, son eficaces para reducir la
    transmisión vertical del VIH (Wade Birkhead y Warren,
    1998; CDC, 1998; Shaffer et al, 1999). En Reino Unido y en USA se
    reportan reducción de transmisión vertical de 20% a
    un 5% y de un 25.5% a 8.3% respectivamente, esto como
    consecuencia de la introducción de tratamientos anti VIH
    (Nicoll y Peckerman, 1999; PAN et al, 2000)

    Si se logra que la comunidad en
    general e incluso la comunidad médica manejen esta
    información seguramente se logrará
    una disminución sustantiva en la transmisión
    vertical del VIH SIDA. Porque incluso en poblaciones con
    posibilidad económica se deja de ofrecer las alternativas
    anteriormente identificadas por desconocimiento de los
    profesionales de la salud y de los/las usuarios del sistema de
    salud.

    Existen factores biológicos y psicosociales que
    hacen vulnerable a la mujer para adquirir el VIH SIDA.
    Biológicamente se estima que la posibilidad de
    transmisión del Hombre a la mujer es 8 veces mayor que de
    la mujer al hombre. El área genital expuesta en la mujer
    es mayor que en el hombre, el
    semen es el líquido corporal de mayor concentración
    de VIH, el epitelio vaginal es más vulnerable a las
    infecciones que el del pene y en él epitelio vaginal el
    VIH puede tener mayor tiempo de vida que en el pene en
    razón a la posibilidad de asepsia postcoital.

    La transmisión vertical del VIH SIDA se ha
    incrementado también debido a la interacción de
    diversos factores de índole social y comportamental que
    están íntimamente relacionados con las
    prácticas de salud sexual de la población y la
    presencia o ausencia de políticas
    efectivas de prevención y salud sexual, especialmente para
    con la población femenina.

    Las comunidades empobrecidas se exponen más en la
    medida que no hay presencia suficiente del estado, existe
    poco o nulo beneficio de las políticas públicas de
    salud, la población femenina no es objeto de procesos
    sistemáticos de prevención en VIH SIDA y salud
    sexual, el limitado acceso a servicios para prueba de VIH SIDA,
    tratamiento con antiretrovirales (Ej: AZT) y a un buen sistema de
    atención materno infantil.

    No hay duda que los factores que más exponen la
    salud sexual de la mujer son los psicosociales, especialmente los
    relacionados con la perspectiva de género. La evolución de la epidemia y la incidencia de
    conductas de riesgo para VIH
    SIDA están mediadas por los roles de género, es
    decir por las expectativas socioculturales (por tanto
    arbitrarias) que se tienen respecto a como pensar, sentir y
    actuar en función del sexo. Nuestra cultura ha
    condicionado socialmente a hombres y mujeres para que vivan la
    sexualidad en
    forma opuesta e inequitativa. La diferencia de los sexos se ha
    usado socialmente como pretexto para justificar la desigualdad en
    la sexualidad entre hombres y mujeres. Estas diferencias de
    género han afectado la salud sexual de ambos sexos, pero
    en forma particular la de las mujeres.

    La mujer ha sido educada con una serie de creencias,
    actitudes,
    estereotipos, valores y
    prejuicios relacionados con los roles de género que le
    predisponen individual y colectivamente a tener comportamientos y
    estilos de vida que exponen su salud sexual, especialmente para
    VIH SIDA y embarazos no planeados. Tal como lo plantea Mabel
    Bianco (1998) la actitud pasiva
    que en general se espera de la mujer impide la expresión
    abierta de sus deseos y necesidades sexuales, así como el
    ejercicio del poder y la
    decisión de cómo, cuándo y con quien tener
    relaciones sexuales, lo cual crea una situación de
    subordinación que dificulta la prevención del
    VIH/SIDA y la negación del sexo seguro. Muy
    probablemente una buena parte de las mujeres que están
    adquiriendo el VIH/SIDA son casadas, monógamas, con pareja
    estable y no refieren más de 1 ó 2 parejas sexuales
    en su vida.

    Los hombres se inician coitalmente a edades más
    tempranas y en mayor proporción que las mujeres, los
    hombres inician coitalmente en menor proporción con el
    noviazgo que las mujeres, los hombres tienen un promedio mayor de
    parejas coitales que las mujeres, las mujeres por lo general
    tienen relaciones coitales con una pareja regular (noviazgo o
    matrimonio),
    las mujeres se relacionan con hombres mayores que por supuesto
    han tenido más parejas y contactos coitales, los hombres
    tienen un promedio mayor de parejas coitales ocasionales que las
    mujeres y usan "poco o medianamente" el condón,
    generalmente lo hacen cuando hay necesidad de prevenir el
    embarazo. Las mujeres no consideran que deban protegerse para VIH
    SIDA con su pareja regular (noviazgo o matrimonio) porque tiene
    poca percepción
    de riesgo, suponen que por ser "una relación estable" y
    por aquello del "amor" entonces
    no se exponen para VIH SIDA, siendo que realmente si lo
    están. Esto los hace vulnerables a adquirir el VIH SIDA y
    es un factor que requiere concientización urgente tanto en
    mujeres como en hombres.

    No cabe duda que la prevención de la
    transmisión vertical de VIH SIDA tiene una gran
    relación con las posibilidades para regular la fecundidad,
    ejercer la planificación
    familiar y la perspectiva de género. Tal como lo
    plantean los derechos sexuales y
    reproductivos la mujer tiene derecho a una sexualidad placentera
    independientemente de la reproducción, a usar contraceptivos, tiene
    derecho a una maternidad libre por propia elección y tiene
    derecho a servicios de salud de calidad que
    faciliten el cuidado integral de la gestación, el parto,
    el post parto y la crianza (Londoño, 1996)

    Los códigos sexistas regulan gran parte de la
    poca, nula o ineficiente protección en la fecundidad de la
    mujer. Una gran parte de nuestras mujeres se embarazan sin
    planearlo, muchas mujeres aún no tienen acceso ni control a formas
    efectivas de regulación de la fecundidad.

    Esto es el reflejo de una inequidad de género.
    Las mujeres aún siguen siendo criadas para ser madres y
    cuidadoras exclusivas de la familia.
    Los hombres aún no tienen suficiente conciencia de la
    importancia de la regulación de la fecundidad y de la
    planificación familiar, especialmente de la
    forma como está afectaría y beneficiaría la
    salud general y sexual de la mujer, el bienestar de la familia y las
    ganancias sociales que esta tendría.

    Hay una urgente necesidad de desarrollar procesos de
    promoción de salud sexual, con, desde y
    para las mujeres. Se hace necesario promover y posesionar en la
    población femenina conceptos como los siguientes: "La
    salud sexual es un derecho", "La mujer tiene derechos sexuales y
    reproductivos", "Proteger la salud sexual es un derecho",
    "Negarse a conductas sexuales de riesgo es un derecho",
    "Cómo mujer tengo derecho autoafirmarme", "Como mujer
    puedo mejorar mi vida sexual", "Juntas podemos mejorar y
    controlar nuestra salud sexual", "Es importante cambiar",
    "Cambiar no será fácil, pero será positivo
    para nuestra salud sexual y la de nuestra familia", "Es posible
    cambiar las condiciones que oprimen nuestra salud sexual", "Para
    que los hombres cambien será necesario que las mujeres
    cambiemos", "Exponemos nuestra salud sexual si lo permitimos".
    (Romero, 2001)

    Una meta clave en la prevención de la
    transmisión vertical del VIH SIDA es lograr que las
    mujeres en edades fértiles no adquieran el VIH y no se
    embaracen sin haberlo planeado; en su defecto si se adquiere el
    VIH, entonces queda la alternativa de prevenir un embarazo, pero
    si se embarazan siendo VIH+ la opción será
    incrementar el acceso a tratamientos con antiretrovirales para
    reducir las posibilidades de transmisión
    vertical.

    Un objetivo clave
    de prevención con las mujeres que se embarazan, conozcan o
    no su estado de seropositividad para VIH SIDA, será la
    regularización de la prueba de VIH como parte de la
    atención médica en el embarazo, ya que en caso de
    detectarse seropositividad para VIH, habría muchas
    posibilidades de prevenir la transmisión
    vertical.

    La atención gineco-obstétrica juega un
    papel
    importantísimo en la detección, prevención y
    atención de la transmisión vertical del VIH SIDA.
    En la práctica es insuficiente lo que se hace, mucho
    sería lo que podría hacerse desde el sistema de
    salud en este sentido.

    En los sondeos realizados en el 1er Congreso
    Costeño de Ginecología y Obstetricia (Santa Marta,
    2002) y el XXIII Congreso Colombiano de Obstetricia y
    Ginecología (Cartagena 2002) se encontró que el 72%
    y 60.3%, de los y las profesionales encuestadas no
    incluían la prueba para VIH SIDA en la mujer embarazada,
    aduciendo argumentos como los siguientes: "Es costosa", "Hay que
    pedir consentimiento", "No hay donde hacerla con facilidad", "No
    hace parte del protocolo de atención aún",
    "Dependiendo de la mujer la aplicaría", etc. (Romero, 2001
    y 2002) La comunidad médica general y especializada
    aún no tiene conciencia de la importancia que tiene
    incluir dentro del protocolo de atención la
    consejería para motivar la aplicación voluntaria de
    la prueba para VIH SIDA y el ofrecimiento de las atenciones
    subsecuentes a la mujer embarazada portadora del VIH.

    Aunque la prevención y detección temprana
    de VIH SIDA en las mujeres embarazadas salvaría vidas y
    ahorraría dinero, el sistema de salud no reacciona
    aún ante está realidad de la mujer y la
    niñez. Si tan sólo se lograra que las mujeres que
    piensan embarazarse o están en embarazo fuesen motivadas
    para aplicarse la prueba de VIH SIDA muy seguramente se
    lograría una reducción significativa en la
    transmisión vertical del VIH SIDA y en la incidencia del
    VIH SIDA en la población femenina, tal como lo han
    demostrado los estudios en otros países.

    La consejería para la prueba voluntaria de VIH en
    mujeres embarazadas es un componente clave para reducir la
    transmisión vertical (Cautoux y Sambie, 1999). Un estudio
    norteamericano mostró que una buena parte de las mujeres
    en embarazo no se aplican la prueba porque "no ha recibido la
    recomendación del médico gineco-obstetra" y "porque
    no consideran haber estado en riesgo para VIH/SIDA". Los estudios
    también indican que cuando las usuarias perciben la
    importancia de la prueba para VIH/SIDA en el médico
    ginecólogo y son motivadas en consejería para
    prueba voluntaria se incrementan el porcentaje de pruebas para
    VIH en las usuarias embarazadas hasta un 92.8% (Royce et al
    1997). Un programa de
    entrenamiento
    en VIH y consejería con mujeres embarazadas a un grupo e
    enfermeras mostró efectividad en la aplicación
    voluntaria de la prueba para VIH en el 96% en contra de un 48% de
    mujeres que recibieron asistencia con enfermeras no entrenadas
    (García y Grimes, 2000). Esto destaca el valioso papel que
    juega la intervención gineco-obstétrica en este
    sentido.

    Una comprensión de parte de los y las
    especialistas de la Ginecología y la Obstetricia respecto
    a los factores psicosociales relacionados con la
    problemática en VIH SIDA, especialmente con la
    transmisión vertical y el VIH SIDA en las mujeres,
    será de mucho apoyo para reestructurar la
    intervención médica ginecológica y obstetra
    en atención, prevención o promoción de la
    salud sexual y reproductiva (Especialmente en la
    prevención de la transmisión vertical del VIH
    SIDA).

    Hay que hacer más esfuerzos para lograr que la
    promoción de la prueba voluntaria para VIH sea parte de
    las políticas y protocolos de
    atención gineco-obstétrica a todas las mujeres
    embarazadas y en quienes tienen proyectado embarazarse. El
    Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología ha
    promovido una campaña para que sus 40.000 afiliados
    incluyan la prueba para VIH/SIDA como parte de atención a
    la mujer embarazada. Incluso la American Academy of Pediatrics y
    la American Collage of Obstetricians and Ginecologist han
    señalado una responsabilidad medica y legal para el
    médico que no haga por evitar que un recién nacido
    adquiera el VIH (Stagg, 2000).

    En Colombia y en América
    Latina hace falta que las sociedades de
    Ginecología y Obstetricia también lo hagan. Quien
    mejor que estas sociedades para promover una actitud y una
    práctica médica a favor de la inclusión de
    la prueba de VIH SIDA en la atención de toda mujer
    embarazada o que pretende embarazarse. El estado
    también le corresponde hacer lo suyo frente a este
    reto.

    REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

    BIANCO, Mabel, DAGANS, Laura y RE, María
    Inés. (1998) "Mujer, Sexualidad y SIDA" Global
    Reproductive Health Forou. Web
    site..

    CARTOUX, Michel y SAMBIE, Issuka (1994). Evaluation of 2
    techniques of HIV pretest couselling for pregnant women in West
    Africa.
    International Journal of STD and AIDS,. Vol. 10, No. 3,
    Pág. 199

    DEL RIO SOLESSI, Aurora et al (1995). La epidemia del
    VIH/SIDA y la mujer en México.
    Salud
    Pública en México, Vol. 37, No. 6, Pág.
    581-591.

    GARCIA, M.L. and GRIMES R.M. (2000). Training og
    obstetric nurses and HIV testing in pregnancy at a managed care
    organization. AIDS CARE,. Vol. 12, No. 2, pág.
    137-147.

    ELIZABETH GLASSER. PEDIATRIC AIDS FOUNDATIONS (2001).
    Pediatric AIDS and you. www.pedaids.org.facts.html

    LONDOÑO, María Ladi. (1996) "Derechos
    sexuales reproductivos: los más humanos de todos los
    derechos". Colombia: Cali, ISEDER.

    MINISTERIO DE SALUD DE COLOMBIA y ONUSIDA COLOMBIA
    (1999). Infección por VIH y SIDA en Colombia: aspectos
    fundamentales, respuesta nacional y situación actual: Un
    balance histórico hacia el nuevo siglo. Santafé de
    Bogotá.

    NICOLL, Angus and y PECKERMAN, Catherine (1999)
    Reduccing vertical transmission of HIV in the UK.. British
    Medical Journal, Vol 319, No. 7219, Pág.
    1211-1212.

    PAN Erica, WARA Diane, DECARLO Pamela y FREEDMAN Beth
    (2002) Is Mother-to-Child HIV Transmission Preventable? CAPS,
    Department of Pediatric Immunology, UCSF, Fact Sheet
    #34ER

    http://www.caps.ucsf.edu/MTCTrev.html

    QUIRK, Kathleen y DECARLO, Pamela (1998). Qué
    necesita la mujer en la prevención del VIH? Hoja
    informativa. CAPS, University of California. http://www.caps.ucsf.edu/FSindex.html

    ROMERO, S. Leonardo (2001). Sondeo sobre
    aplicación de prueba para VIH/SIDA en profesionales
    asistentes al I Congreso Costeño de Gineco-Obstetricia.
    Santa Marta, 2001. CAC, Centro de Asesoría y Consultoría., Barranquilla.

    ROMERO, S. Leonardo (2001). Sondeo sobre
    aplicación de prueba para VIH/SIDA en profesionales
    asistentes al XXIII Congreso Nacional de Obstetricia y
    Ginecología, Cartagena 2002. CAC, Centro de
    Asesoría y Consultoría,. Barranquilla.

    ROMERO, S. Leonardo (2001). Sondeo sobre
    aplicación de prueba para VIH/SIDA en profesionales
    asistentes al XXIII Congreso Nacional de Obstetricia y
    Ginecología, Cartagena 2002. CAC, Centro de
    Asesoría y Consultoría,. Barranquilla.

    ROMERO, S. Leonardo (1999). Estudio del Comportamiento
    sexual de riesgo APRA VIH SIDA n Universitarios Cartagena y
    Barranquilla. Proyecto
    Interinstitucionales de Prevención de VIH SIDA Cartagena y
    Barranquilla. 1999. CAC, Centro de Asesoría y
    Consultoría., Barranquilla..

    ROMERO, S. Leonardo (1999). Elementos para la
    prevención de VIH-SIDA. CAC, Centro de Asesoría y
    Consultoría., Barranquilla.

    ROMERO, S. Leonardo (2001). Reflexiones sobre la
    prevención del VIH SIDA y mujer.. CAC, Centro de
    Asesoría y Consultoría., Barranquilla.

    ROYCE, Rachel, WALTER, Emmanuel y FERNANDEZ, M. Isabel
    (2001). Barriers to universal prenatal HIV testing in 4 US
    locations in 1997. American Journal of Public Health,. Vol 91,
    No. 5, pág. 727-733.

    SHAFTER, Nathan et al (1999). Short-course zidovudine
    for perinatal HIV-1 transmission in Bangkok, Thailand: a
    randomized controlled trial. The Lancet London,. Vol. 353,, No.
    9155, Pág. 773-780.

    STAGG ELLIOTT, Victoria (2000). Routine Prenatal care
    should include HIV screening. American Medical News, Vol 43, No.
    23, pág. 19.

    LEONARDO ROMERO S.

    Normalista Escuela Normal de
    Barranquilla, Colombia

    Psicólogo egresado de la Universidad del
    Norte.

    Codirector del CAC, Centro de Asesoría y
    Consultoría.

    Tallerista y Ponente en diferentes eventos
    nacionales e internacionales.

    Miembro Titular de la Sociedad
    Colombiana de Sexología.

    Miembro de la WAS, Word
    Association for Sexology.

    Autor del libro
    "Elementos de Sexualidad y Educación
    Sexual".

    Docente invitado en diferentes Universidades de
    Colombia, México y Ecuador.

    Secretario de la Sociedad Colombiana de Sexología
    (2001-2003)

    Secretario de la FLASSES, Federación
    Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación Sexual
    (2002-2006)

     

     

    CAC, Leonardo Romero S.

     

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter