El hombre es un
lobo para el hombre
Plauto (254-184 a.C.) "Anfitrión"
En su labor continua e indiferente, la Historia va entrelazando la
gigantesca cadena de los siglos y ordena los hechos humanos de
modo para nosotros ininteligible. Es una interminable
sucesión de eslabones del mal: sangre, sudor y
lágrimas; de dolor, tristeza y miedo; de abandono,
desesperación y muerte.
Si hay Un Dios benevolente, ¿por qué existe el
mal y el sufrimiento? ¿El mal, existe en el Hombre
moderno? Estas densas interrogantes sobre el origen y el por
qué de las dolencias de la humanidad, que indudablemente
constituyen el desafío individual más grande de la
fe cristiana y del Hombre moderno, han vagado por la mente de los
hombres desde los tiempos de Epicuro (341-270 a.C.), uno de los
primeros intelectuales
en interesarse en tan turbulento tema.
En este siglo XX debido a la gran cantidad de enfrentamientos
bélicos y de otras muchas dolencias que han azotado a la
humanidad, ocasionando pérdidas de vidas humanas y
perjuicios aún más inconmensurables, han hecho
resurgir la preocupación en la teología y la
filosofía entorno al problema del mal en el
Mundo moderno.
Esos cataclismos, esos genocidios, esas guerras, esa
pululante hambruna… eso, mis queridos lectores, males que
retuercen al Mundo moderno, males que ofenden a la humanidad
entera, me han impulsado a indagar en un enigma, ese enigma que
es la existencia del mal en el Hombre
Moderno.
En esta monografía comenzaré brevemente con
la definición del Hombre moderno, sus
características y sus conflictos,
para finalmente exponer diversas ideas y pensamientos respecto al
Mal en el Hombre moderno; sobre el papel de Dios en el Mundo (su
ausencia o presencia), el mal proveniente del hombre (libre
albedrío) o la del mal como fenómeno exterior al
hombre moderno, proveniente de su entorno, de su sociedad.
Con una breve aunque no superficial exposición
de las ideas anteriormente planteadas, en donde
ejemplificaré y analizaré, las distintas
ideologías sobre el mal, intentaré llegar a una
conclusión que satisfaga los paradigmas de
la lógica
y del racionalismo,
sobre la existencia del mal en el hombre moderno. Un problema que
tal vez nunca llegue a tener una respuesta tangible y racional
dentro de nuestra limitada mente humana.
Hemos fracasado sobre los bancos de arena
del racionalismo demos un paso atrás y volvamos a tocar la
roca abrupta del misterio.
Urs Von Baltasar.
(Cita de "Antes del Fin", Ernesto Sábato.
1998)
CAPITULO I
"Uno se embarca hacia tierras lejanas, indaga
la naturaleza,
ansía el conocimiento
de los hombres, inventa seres de ficción, busca a Dios.
Después se comprende que el fantasma que se
perseguía era Uno Mismo…"[Ernesto
Sábato, (1951). Hombres y Engranajes.]
Con esta breve cita de Sábato, deja en claro que su
tránsito por la literatura y por la vida ha
sido una constante búsqueda de sí mismo, un anhelo
de encontrarse, de conocerse. En su obra se encuentra plasmado el
hombre moderno, el hombre contemporáneo que deseo
introducir. Es que en ella se encierra la esencialidad del hombre
concreto que
él pregona, la constante lucha entre el bien y el mal, los
irreducibles espacios de soledad por los que el hombre
contemporáneo transita, y la victoria de la esperanza ante
la muerte y el
mal.
En su novela El
Túnel (1948) el personaje principal Juan Pablo Castel es
la representación que nos da del hombre moderno llevado
hasta los límites,
un hombre perdido y solo; "… en todo caso había un
sólo túnel, oscuro y solitario: el mío, el
túnel en que había transcurrido mi infancia, mi
juventud, toda
mi vida", con un pensamiento
super-racional y misántropo que lo arrastra al final de
la novela a la
locura y el asesinato.
En síntesis
el hombre moderno, la figura humana moderna; es un ser solo,
lleno de conflictos internos, concebido por la
divinización de la máquina (tecnología) y la
razón, junto con la concupiscencia del dinero. La
razón viene acompañada por la curiosidad, la avidez
por descubrir las leyes de la
naturaleza, y la alegría cercana al éxtasis a
medida que van siendo reveladas. Esto no es más que la
búsqueda del conocimiento por parte del hombre, llegando
hasta límites grotescos, arropados por la filosofía
de "el fin justifica los medios" de
Maquiavelo.
Este hombre vive dentro de una sociedad anárquica,
inundada por el racionalismo y el exceso, llena de conflictos
morales y éticos, pululante de pugnas por la política y por el
poder, es
decir, un ambiente duro
y abominable.
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