- Geografía
- Clima
- Vida de los japoneses en la
antigüedad - La fundación del
país (710 a. J. C.) - Religión
- El desarrollo del Budismo en la
época de Nara (710 – 784) - La cultura de la corte
próspera durante la época de Heian (794-
1192) - El periodo Kamakura (1192-
1333) - Los periodos Muromachi y
Azuchi-Momoyama (1336 – 1603) - El periodo Edo (1603 –
1897) - El nacimiento del Japón
moderno - El Japón de
hoy - Bibliografía
El presente trabajo, tiene como objetivo
mostrar desde diferentes puntos de vista, la historia de Japón,
y también, mirar qué es lo que ha llevado a este
país a convertirse en una potencia. Para
eso tendremos en cuenta muchos acontecimientos e hitos que nos
orienten, a nivel forma general, sobre la geografía, el
clima, la vida
de los japoneses en la antigüedad, la religión, los
periodos de mandato que marcaron la historia, el nacimiento del
Japón moderno, el gobierno, la
diplomacia, la seguridad
nacional, la economía, el control de
calidad, el deporte y por último
la
educación; parte importante que vale la pena resaltar
y analizar, puesto que ha sido quizá la clave del desarrollo del
Japón, y la fuente de donde se alimentan muchos de los
acontecimientos.
El archipiélago japonés esta situado
frente a la costa oriental del continente asiático, forma
un estrecho arco de 3.800 Km. de longitud, extendiéndose
desde el paralelo 20+ 25’ al 45+ 33’ de latitud
norte. La superficie total de Japón es de 377. 815 Km.
cuadrados, ligera mente superior a la del Reino Unido, pero
sólo una novena parte de la extensión de la
India y
veinticinco veces menor que la de los Estados Unidos,
lo que representa menos de un 0,3 % de la superficie total de
la
tierra.
El archipiélago está formado por cuatro
islas principales: Honshu, Hokkaido, Kyushu y Shikoku (de mayor a
menor), una serie de cadenas de islas y unas 3900 islas menores.
Honshu representa, más o menos, el 60 % de la superficie
total.
Las islas japonesas forman parte de la gran cadena de
montañas que se extienden desde el Sudeste asiático
hasta Alaska. Por un lado, ésto ha dotado a Japón
de una costa alargada y rocosa con muchos puertos pequeños
pero excelentes. Por otro lado, se han formado gran cantidad de
zonas montañosas con numerosos valles, ríos que
fluyen velozmente y lagos de aguas cristalinas. Las
montañas constituyen el 71% de la superficie total de
Japón, según un estudio adelantado en 1972, por el
Instituto de Estudios Geográficos del Ministerio de la
construcción.
Más de 532 de estas montañas tienen una
altitud superior a los 2000 metros. La más alta es el
Monte Fuji, cuyo cono perfecto se eleva a unos 3.776 metros.
Aunque no se han producido erupciones en él desde 1707, el
monte Fuji está clasificado como uno de los 77 volcanes activos del
Japón. Estos proporciona al país unas de sus
diversiones más placenteras: las fuentes
termales, que alimentan numerosas estaciones de aguas termales
atraen a millones de japoneses de vacaciones en busca de descanso
y esparcimiento. Junto a esta actividad volcánica,
Japón se ve sometido a movimientos sísmicos y a
algunos terremotos
ocasionales.
La complejidad de la topografía de Japón proporciona a la
tierra un gran
belleza y escenario de dramáticos contrastes: lagos
formados por aguas del deshielo en medio de las montañas;
gargantas rocosas y ríos turbulentos; picos graciosos y
graciosas cascadas. Todos estos accidentes
topográficos constituyen una fuente de inspiración
y deleite tanto para los japoneses como para los visitantes
extranjeros.
Las islas del Japón están situadas en la
zona templada y constituyen el extremo nororiental de la
región de los monzones que se extiende desde Japón
hasta la India, pasando por la Península de Corea,
China y el
Sudeste Asiático. El clima es generalmente suave aunque
varía constantemente de una región a otra, debido
en gran parte a las corrientes de aire continental
del noroeste, que dominan en el periodo estival.
Hay cuatro estaciones claramente diferenciadas en la
mayor parte de Japón. El verano, que es cálido y
húmedo, comienza a mediados del mes de julio y está
precedido por una estación de lluvias que suelen durar un
mes, excepto en Hokkaido, la isla más septentrional de
entre las más importantes y en la que no existe esta
estación de lluvias. Los inviernos suelen ser suaves en la
costa del pacífico, con muchos días soleados,
mientras que la costa del mar de Japón tiende a estar
cubierta de nubes.
La primavera y el otoño son las mejores
estaciones del año, con días suaves y sol brillante
en todo el país, aunque septiembre trae consigo tifones
capaces de azotar el interior con sus lluvias torrenciales y
fuertes vientos. Las lluvias son abundantes, variando entre los
1000 y los 2500 milímetros anuales.
Tokio, la capital de
Japón, disfruta de inviernos relativamente moderados con
un bajo índice de humedad y nevadas ocasionales, que
contrastan con las elevadas temperaturas y humedad de los meses
veraniegos. La combinación formada por abundantes lluvias
y clima templado en la mayor parte del archipiélago
origina bosques frondosos y una rica vegetación que cubre
todas las campiñas. La compleja topografía japonesa
representa un contraste con su relativamente benigno
clima.
Vida de los japoneses en
la antigüedad
La vida japonesa en la edad Arcaica era la propia de una
sociedad
primitiva, es decir, una colectividad en la cual no
existía claramente una estructura de
clase o de poder. Sin
embargo, la expresión "edad primitiva" se aplica
libremente al periodo que comienza en la edad prehistórica
–hace unos 300.000 años, cuando el
archipiélago japonés estuvo geográficamente
separado del continente surasiático- hasta la
creación del Estado
Imperial, hacia el Siglo VI D. C..
Hace unos 10.00 años, los habitantes del
Japón abandonaron sus viviendas en cuevas y se
establecieron en casas toscamente cubiertas con tejados,
conocidas como "tate-anajukio" (viviendas foso), soportadas por
pilares, construidas sobre cavidades en el suelo. Estos
hombres primitivos vivían de la pesca y de la
caza, o lo que se puede llamar "una economía de acopio de
alimentos".
La separación geográfica del
archipiélago japonés fue uno de los factores que
impidió que durante mucho tiempo la
cultura
japonesa se desarrollase más allá de la etapa
neolítica. Entre los Siglos III Y II A. C., una cultura de
origen chino, que ya poseía una cultura del metal
altamente desarrollada llegó al Japón.
La cultura durante la cuál se utilizaron lo
utensilios de metal, se llama Yayoi, distinguiéndose de la
anterior cultura Jômon. Otra característica del periodo Yayoi, fue la
aparición de utensilios de madera tales
como cucharones, martillos, arados y morteros. Los
artículos de bronce incluían espadas, lanzas y
dôtaku, o sea objetos en forma de campana cilíndrica
con lados y rebordes planos, empleados para rituales.
La fundación
del país (710 a. J. C.)
La historia antigua del Japón se mezcla con la
mitología. Al igual que el resto de las
naciones, Japón está orgulloso de su larga
historia, ilustrada por la mitología y por los
descubrimientos arqueológicos. El país no fue
unificado en un Estado antes del siglo cuarto, durante el
cuál se estableció la dinastía
Yamato.
El sintoísmo era la religión principal. Es
una religión propia de Japón, cuyo origen y
fundador se desconocen. Se caracteriza por el respeto hacia la
naturaleza,
los antepasados y los héroes nacionales. La creencia en la
divinidad del emperador sería en aquel entonces una de sus
principales características. Los dos santuarios más
antiguos que se construirían, se dice que en la
época de la mitología de los dioses, son el
santuario de Ise y el santuario de Izumo Taisha, cerca de
matsue.
Durante el Siglo sexto el Budismo importado
de Corea y de China se extendería por el país
ejerciendo una importante influencia en todos los ámbitos.
Durante los siguientes siglos, el budismo
desempeñaría un importante papel en la
creación de la cultura única del
Japón.
A principios del
siglo séptimo, el regente Shotoku Taishi llevaría a
cabo reformas políticas
y establecería un gobierno constitucional. Además,
contribuiría a desarrollar la cultura de la educación. Este
príncipe, de ardiente devoción por el budismo, hizo
construir numerosos templos, siendo el más importante el
templo Horyuji, considerado como el edificio de manera más
antiguo del mundo.
El desarrollo del
Budismo en la época de Nara (710 –
784)
Hasta el 710, la capital se desplazaría cada vez
que un nuevo Emperador subiera al trono. Sin embargo, en el 710,
la corte imperial se fijaría definitivamente en Nara.
Durante los 84 años de este periodo, siete Emperadores se
irían sucediendo en Nara. El budismo se desarrolla y miles
de templos se construirían uno tras otro por todo el
país. Además, aparecerían otras esculturas y
otras formas de arte
influenciadas por el budismo, de los que algunas muestras se han
conservado hasta nuestros días. La escultura más
impresionante es la imagen de bronce
de Buda, realizada en el 752 en el templo de Todaiji, en Nara. Es
la estatua más grande realizada en bronce de Buda en
Japón. Incluso hoy en día Nara se enorgullece de
sus antiguos templos y de los panteones de la familia
imperial.
La cultura de la corte
próspera durante la época de Heian (794-
1192)
La capital sería trasladada en el 794 a Kioto.
Japón comienza una época de prosperidad. Durante la
época de Heian, las culturas y las ideas importadas
serían gradualmente asimiladas y poco a poco japonizadas.
La invención de una nueva escritura
japonesa aportaría los primeros desarrollos de la literatura y la poesía.
Las artes tales como la pintura, la
escultura o la arquitectura
mostrarían además el carácter
único de la cultura japonesa en aquella época. El
dicho de Genji, el relato de ficción más antiguo
del mundo, es su mejor ejemplo. Al principio del periodo Heian,
la corte imperial disfrutaba de un gran poder y era
próspera, pero durante la última parte de esta
época, los clanes militares ganarían en influencia.
Una serie de guerras
civiles llevaría a Japón hasta la época
feudal
El periodo Kamakura
(1192- 1333)
Japón entra en el periodo feudal una vez que el
gobierno militar se estableciera en Kamakura en 1192. la
dinastía Genji, al ganar la batalla contra la
dinastía Heike, dominaría al Japón.
Yoritomo, jefe de la dinastía Genji fundó su
gobierno Taicún en Kamakura. Este sería el primero
de una serie de gobiernos militares que durarían alrededor
de 700 años hasta la restauración de Meiji en
1868.
Durante esta época, varias sectas budistas se
crearían; Jodoshu, Rinzaishu, Jodoshinshu, Sotoshu,
Nichirenshu, y Jishu. La angustia general les permitía
reclutar numerosos adeptos de entre el pueblo. Las sectas de Jodo
y Nichiren, así como el nuevo movimiento
Sokagakkai son incluso más importantes en la
actualidad.
La escuela zen
obtendría un cierto éxito
en la clase militar. La vida era simple y rigurosa. El principio
de zen influenciaría mucho el arte y la literatura. Una
nueva moda,
masculina, reemplazaría a aquella tan elegante del periodo
Heian.
Los periodos Muromachi
y Azuchi-Momoyama (1336 – 1603)
En 1336, la dinastía Ashikaga establecería
su gobierno feudal en Kioto, reemplazando al gobierno de
Kamakura. Hasta mediados del siglo XV, los Shogun
llevarían una vida brillante y los pabellones de oro y
plata construidos por ellos mismos son un buen ejemplo de la
prosperidad de aquella época. Otra obra maestra es el
jardín de piedras del templo Ryoanji, buen ejemplo de arte
inspirado por el budismo zen.
Sin embargo, la última mitad del periodo
Muromachi y el periodo Azuchi-Momoyama que le siguió,
serían dominados por las guerras civiles. Las luchas se
sucederían durante más de un siglo por todo el
país.
Durante estas guerras civiles, el arte y la literatura
no cesarían de progresar: el teatro nô,
la ceremonia del té, los adornos florales y el diseño
de los jardines que imitaban los países naturales
tomarían poco a poco forma y las reglas que se
establecieron entonces, aun permanecen en vigor. Por otra parte,
los majestuosos castillos aparecerían, no solamente con el
objetivo de la defensa militar, sino además para demostrar
el poder del señor feudal a sus
súbditos.
TOKUGAWUA Leyasu, llegaría al poder y
establecería su gobierno en 1603, en Edo, el Tokio de la
actualidad. La estructura política, que imitaba
a la de Shogunat de Kamakura, sería sin embargo más
sistemática y se concebiría para controlar de cerca
de los señores locales. Es la razón principal por
la que el periodo Edo duró 260 años.
En 1633, todos los pueblos abiertos al comercio
internacional se cerrarían, a excepción de
Nagasaki donde los holandeses y los chinos estaban autorizados a
comerciar. Su presencia estaba estrictamente limitada a un
pequeño distrito de la ciudad. Este era el único
punto a través del cual los japoneses podían
percibir lo que sucedía en el mundo. Durante este
tranquilo periodo, las diversiones de cualquier tipo
estarían muy de moda. El teatro Kabuki y el tallado de
madera agradarían al público. La calidad de las
mercancías de porcelana, los brocados en seda y las lacas
mejorarían. Sin embargo, a mediados del siglo XIX, los
desarrollos de la economía y el comercio, de
una cultura y de un modo de vida urbano muy sofisticados
pondrían en evidencia el carácter antiguado del
sistema feudal
adoptado por el Shogunat de los Tokugawa.
En 1853, el Comodoro Perry de la marina de los Estados
Unidos llevó su flota al puerto de Uraga, cerca de Tokio y
obligaría al gobierno japonés a comerciar con los
Estados Unidos. En consecuencia, dos puertos, Shimoda y Hakodate,
se abrirían al comercio internacional.
Este encuentro inesperado con el oeste y sus
tecnologías avanzadas contribuiría a la
caída del gobierno de Shogunat de los Tokugawa.
Japón se encontraría así en la necesidad de
ponerse al nivel de los países occidentales. Este
sería el principio de un nuevo periodo.
El nacimiento del
Japón moderno
En 1868, el gobierno imperial de Meiji se
estableció en la capital Tokio. Este fue un gobierno
constitucional absolutamente nuevo. Japón se
introduciría en un proceso de
modernización rápido. Las culturas occidentales
penetrarían en Japón rápidamente y se
asimilaría rápidamente por los
habitantes.
Se creó el sistema postal; los servicios de
ferrocarriles y portuarios se inaugurarían. Se puede decir
que la revolución
industrial de Japón se concluiría
rápidamente antes del final de la era Meiji que no
duraría más que cuarenta y cinco años. Tras
la segunda guerra
mundial, se llevaron a cabo verdaderas reformas para
trasformar a Japón en una verdadera democracia.
Japón, aislado del mundo exterior durante
más de tres siglos, creó una cultura y unas
tradiciones únicas. Después una ola de modernidad
sacudió el país en el momento de la
restauración de Meiji en 1868. en la actualidad
Japón es uno de los principales países
industrializados.
El modo de vida de los japoneses está considerado
como elevado por varios métodos de
medida. Actualmente, los japoneses son cada vez más
proclives a adoptar el modo de vida occidental, particularmente
en lo que se refiere al mobiliario y a la alimentación. El alto
nivel de higiene, al igual
que el índice de criminalidad excepcionalmente baja es
especialmente destacable.
El gobierno
La nueva constitución que entró en vigor el 3
de mayo de 1947 estipula que el poder supremo reside en el pueblo
y que el Emperador es un mero símbolo de la nación.
La independencia
con respecto al poder
legislativo, al ejecutivo y al judicial está
reconocida. El pueblo elige a la Dieta, que es el cuerpo
legislativo y representa la fuente de
poder más importante de las tres. Tiene además
el derecho de opinar en la elección de los jueces de la
Corte Suprema de Justicia.
Cualquier ciudadano con edad igual o superior a los veinte
años, sea hombre o
mujer, tiene
derecho de voto en las elecciones legislativas para la
Diéta, así como para las gubernativas y
cualesquiera otras elecciones locales.
Diplomacia
El objeto fundamental de la política exterior del
Japón es contribuir a la paz y prosperidad mundiales, y al
mismo tiempo, mantener su propia seguridad y bienestar de forma
consecuente con su posición como miembro del mundo libre y
como país de la región pacífico-
asiática.
De entre sus relaciones con otros países
democráticos, los lazos que unen a Japón y los
Estados Unidos, fundamentados en acuerdos de defensa bilaterales,
son la piedra angular de la política exterior japonesa. Se
puede decir que las relaciones entre Japón y Estados
Unidos se han fortalecido gradualmente en el periodo de la
posguerra, y a pesar de las recientes fricciones
económicas, de una seriedad sin precedentes, los dos
países están cooperando estrechamente en la
solución de sus problemas, al
reconocer que los temas económicos no deberían
desequilibrar la armonía global de sus
relaciones.
Seguridad nacional
El establecimiento de la paz permanente, considerada por
la Constitución como un alto ideal y noble
propósito, es el más vivo deseo del pueblo
japonés. De acuerdo con su Constitución pacifista,
Japón se está esforzando en desarrollar su
todavía moderada capacidad de defensa efectiva de acuerdo
con su política básica de mantenimiento
de una actitud
exclusivamente defensiva y de no llegar a ser una potencia
militar que pudiese inquietar a los países
vecinos.
En su condición de único país del
mundo que ha, sufrido un bombardeo atómico (las bombas
atómicas lanzadas por los Estados Unidos, que cayeron
sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945), Japón se adhiere
firmemente a los Tres principios de No- Nuclearización, de
"no poseer armas nucleares,
no producirlas y no permitir su introducción en territorio japonés",
y lo considera asunto de política nacional. Japón
rectificó el Tratado de No Proliferación de Armas
Nucleares, en junio de 1976 y se obligó, asimismo, como
Estado sin armas nucleares, a no producir ni adquirir
ningún artefacto explosivo nuclear.
La actual política de seguridad del Japón
se fundamenta en tres pilares principales: primero, mantener una
firme y estrecha alianza con los Estados Unidos, fundamentada en
el Tratado de Mutua Cooperación y Seguridad entre
Japón y Estados Unidos; segundo, mejorar paulatinamente la
capacidad de autodefensa del Japón, dotando de mejores
medios a las
Fuerzas de Autodefensa; y tercero, proseguir con una diplomacia
activa para favorecer un entorno internacional más
pacífico y estable.
Economía
La economía de Japón es un floreciente
complejo de industria,
comercio, finanzas,
agricultura y
todos los demás elementos de una estructura
económica moderna. La economía de la nación
se encuentra en una avanzada etapa de industrialización,
con el auxilio de un contingente masivo de información y redes de trasporte altamente
desarrolladas.
La agricultura y la pesca han desempeñado un
papel importante en la economía japonesa. Sin embargo,
recientemente la industria ha evolucionado paralelamente a la
modernización de Japón y ha llevado a numerosos
agricultores a las ciudades comerciantes e
industriales.
Los campos cercanos a las grandes ciudades se han
convertido en zonas residenciales. Desde hace algún
tiempo, el modo de vida y el régimen alimentario en
Japón se han occidentalizado de una manera significativa,
así pues, varios productos
alimentarios han tenido que ser importados de muchas partes del
mundo, sobre todo de los Estados Unidos. Japón, siendo un
país insular, la pesca ha proporcionado para los japoneses
su principal fuente de proteínas.
La pesca industrial, muy moderna, sigue siendo una actividad
importante para este país. La ganadería
está expandiéndose desde hace poco, pero deben
importarse grandes cantidades de carne para responder a las
necesidades de los consumidores.
De otra parte encontramos que cada año deben
importarse aproximadamente nueve mil toneladas de mineral de
hierro, para
fabricar coches, barcos etc. Podemos decir que la producción de acero está
estrechamente relacionada al desarrollo de las industrias. La
industria de transformación es el centro de la actividad
industrial del Japón. Las máquinas
herramientas,
máquinas de coser, automóviles, barcos,
máquinas fotográficas y relojes son los principales
productos de ésta industria y son artículos muy
buenos para la exportación. La industria
automovilística representa una gran parte de la industria
de transformación, lo más importante en lo que
concierne a los productos fabricados en el país.
Japón se ha convertido ahora en el segundo país en
el mundo para la producción
automovilística.
Control de calidad
Hay que conocer la verdadera calidad que cumple los
requisitos de los consumidores. "El control de
calidad se hace para lograr aquella calidad que cumpla los
requisitos de los consumidores. El primer paso es saber el
verdadero significado del concepto de
calidad. Antiguamente, muchas industrias japonesas
carecían de respuestas para las siguientes preguntas:
¿Qué es un buen automóvil?
¿Qué es un buen receptor de radio?
¿Qué es una buena placa de acero? Los consumidores
pueden saber la respuesta a estas preguntas o
ignorarlas".
Los ingenieros o encargados de la operación de
una fábrica suelen ofrecer respuestas ingeniosas como
ésta: "Si tales y tales cifras concuerdan con las normas para el
producto, se
podrá considerar que el producto es bueno", o bien,
señalan un cuadro y dicen: "el producto está dentro
de los límites de
tolerancia del
diseño, por tanto es bueno". Estas respuestas pasan por
alto el hecho de que las normas para productos y los
límites de tolerancia en el diseño son muy poco
confiables.
Deportes
Casi todas las modalidades deportivas, tanto modernas
como tradicionales, tienen una gran acogida en el Japón de
hoy. Los periódicos y revistas deportivas son
leídas con avidez. Las multitudes llenan los estadios en
todos los acontecimientos deportivos importantes, y varios
millones más los ven por la
televisión. En el campo de los deportes tradicionales, el "sumo"
(lucha japonesa), el "judo", el "kendo" (esgrima japonesa) y el
"kudo" (tiro con arco japonés), son singularmente
populares. La radio y la
televisión
han reavivado en gran parte la popularidad del "sumo". No se
pueden determinar los comienzos del estilo tradicional del
"sumo", pero la leyenda se remonta a más de dos mil
años. Es un deporte muy formalista pero al mismo tiempo de
gran dramatismo, seguido fielmente en la actualidad por casi
todos los japoneses.
La educación
Durante el largo periodo feudal que precedió a la
restauración Meiji de 1868, funcionaron diversas instituciones
educativas para cubrir las necesidades de las diferentes clases
sociales. Los señores delas provincias establecieron
colegios especiales para los hijos de los guerreros, y las
comunidades rurales mantenían escuelas para los miembros
más acomodados de las clases mercantil y campesina. Otro
tipo de escuela privada fue la "Terakoya", donde se
enseñaba lectura,
escritura y aritmética a los niños
de la clase media, principalmente en las zonas
urbanas.
En 1872 se introdujo en Japón un moderno sistema
de educación nacional, al instituir el Gobierno escuelas
primarias y secundarias por todo el país. En 1886 se
impuso a todos los niños la obligatoriedad de asistencia a
la escuela elemental durante tres o cuatro años. En 1900
la educación obligatoria pasó a ser gratuita, y en
1908 su duración fue ampliada a seis años.
Después de la Segunda Guerra
Mundial este periodo fue de nuevo aumentado hasta el actual
sistema de nueve años, que cubren las etapas de la escuela
primaria y de la secundaria elemental.
La estructura y principios básicos del actual
sistema educativo están trazados en dos leyes aprobadas
en 1947: la ley fundamental
de educación y la ley de educación escolar. La
igualdad de
oportunidades educativas para todos es un principio básico
anunciado en la Ley Fundamental. La ley prohibe la discriminación por motivos de raza,
religión, sexo,
condición social, situación económica u
origen familiar.
Un objetivo primordial del sistema educativo es la
formación de ciudadanos seguros de
sí mismos, en una nación pacífica y
democrática, que respeten los derechos humanos
y sean amantes de la paz y la verdad. La ley hace hincapié
en la importancia de la madurez política y la tolerancia
religiosa, pero prohibe expresamente toda vinculación de
la educación con sistemas
políticos u organizaciones
religiosas.
El sistema educativo se divide en cinco etapas:
jardín de infancia (con
una duración de uno a tres años), escuela primaria
(seis años), escuela secundaria elemental (tres
años), escuela secundaria superior (tres años) y
universidad
(generalmente cuatro años). La educación es
gratuita y obligatoria para todos los niños de seis a
quince años. Sin embargo, la gran mayoría de los
graduados de las escuelas secundarias elementales optan por
continuar sus estudios, y en realidad la etapa de la escuela
secundaria superior ha pasado a ser una parte esencial de la
educación de los jóvenes. En 1986 el 94 % de todos
los estudiantes ingresaron a las escuelas secundarias
superiores.
La administración del sistema educativo
japonés está descentralizada, y el papel del
Ministerio de Educación es en gran parte de coordinador.
La responsabilidad de los presupuestos
escolares, los programas
educativos, la asignación de centros y la supervisión de los colegios de enseñanza secundaria elemental y superior
está en manos de las juntas administradoras locales de
educación. Los miembros de dichas juntas son seleccionados
y nombrados por los responsables administrativos de las
autoridades del gobierno local.
Para concluir podemos decir que después de haber
hecho un recorrido por los diferentes acontecimientos que
desglosados en hitos uno a uno, nos fueron mostrando cómo
una cultura que casi estuvo a punto de "desaparecer", hace
algunos siglos atrás, es hoy una potencia, y todo gracias
a que ha contado con mandatarios que han sabido administrar
políticas estratégicas que han permitido establecer
patrones de desarrollo que han llevado y han tratado de organizar
el país con una mirada siempre puesta en el futuro y en lo
que puede representar el avance tecnológico, sin lugar a
dudas, anclado efectivamente en la calidad de la
educación, importante para el avance y desarrollo de un
pueblo.
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