¿Una enfermedad o un
entretenimiento?
- El alcoholismo: una
enfermedad - Etapas del
alcoholismo - ¿Qué es un
alcohólico? - Causas y efectos del
alcoholismo - Tratamiento
- Alcoholismo en los
adolescentes. - Conclusión
- El alcohol al
conducir - Anexos
- Bibliografía
El alcoholismo, a
diferencia del simple consumo
excesivo o irresponsable de alcohol, ha
sido considerado en el pasado un síntoma de estrés
social o psicológico, o un comportamiento
aprendido e inadaptado. El alcoholismo ha pasado a ser definido
recientemente, y quizá de forma más acertada, como
una enfermedad compleja en sí, con todas sus
consecuencias. Se desarrolla a lo largo de años. Los
primeros síntomas, muy sutiles, incluyen la
preocupación por la disponibilidad de alcohol, lo que
influye poderosamente en la elección por parte del enfermo
de sus amistades o actividades. El alcohol se está
considerando cada vez más como una droga que
modifica el estado de
ánimo, y menos como una parte de la alimentación, una
costumbre social o un rito religioso. Se caracteriza por una
dependencia emocional y a veces orgánica del alcohol, y
produce un daño cerebral progresivo y finalmente la
muerte.
A pesar de que el alcoholismo afecta mayormente a los
adultos, su consumo en los adolescentes
es cada vez más preocupante.
Nuestro trabajo consistirá en tratar este tema,
el consumo de alcohol entre los adolescentes, que más
allá de ser una diversión, se está
transformando en un tema preocupante. Cada vez, más chicos
terminan borrachos cuando salen a bailar o se juntan con
amigos.
A su vez, el consumo empieza cada vez desde más
chicos, y los padres son cada vez más permisivos al
respecto.
Pero, ¿saben todos lo que causa el alcohol en
nuestro organismo?, ¿saben todos por lo que tienen que
pasar los que se envician?.
Hemos investigado también en Alcohólicos
Anónimos, quienes nos dieron las pautas para curarse de
este terrible vicio que se ha transformado en una
enfermedad.
El alcoholismo:
una enfermedad
El alcoholismo es una enfermedad crónica,
progresiva y a menudo mortal que Se caracteriza por una
dependencia emocional y a veces orgánica del alcohol. Es
producida por la ingestión excesiva de alcohol
etílico, bien en forma de bebidas alcohólicas o
como constituyente de otras sustancias. La OMS define el
alcoholismo como la ingestión diaria de alcohol superior a
50 gramos en la mujer y 70
gramos en el hombre (una
copa de licor o un combinado tiene aproximadamente 40 gramos de
alcohol, un cuarto de litro de vino 30 gramos y un cuarto de
litro de cerveza 15
gramos). El alcoholismo parece ser producido por la
combinación de diversos factores fisiológicos,
psicológicos y genéticos.
Es un trastorno primario y no un síntoma de otras
enfermedades o
problemas
emocionales. La química del alcohol
le permite afectar casi todo tipo de célula en
el cuerpo, incluyendo las que se encuentran en el sistema nervioso
central. En el cerebro, el
alcohol interactúa con centros responsables del placer y
otras sensaciones deseables; después de la exposición
prolongada al alcohol, el cerebro se adapta a los cambios
producidos por el alcohol y se vuelve dependiente a ellos. Para
las personas que sufren de alcoholismo, el tomar se convierte en
el medio principal a través del cual pueden interactuar
con personas, trabajo y vida. El alcohol domina su pensamiento,
emociones y
acciones.
Todos los alcohólicos se enfrentan a los mismos
problemas básicos, ya sea que estén mendigando por
el valor de una
cerveza o se encuentren ocupando un puesto ejecutivo en una gran
compañía.
Una vez que el alcoholismo se ha apoderado de un
individuo, no puede decirse que la víctima esté
cometiendo una falta moral. En ese
estado, el
alcohólico no puede valerse de su fuerza de
voluntad, porque ya ha perdido la facultad de decidir si usa el
alcohol o si se abstiene de él.
Etapa 1
En la primera etapa el individuo:
- Bebe demasiado en todas las reuniones.
- Aumenta su tolerancia y la
frecuencia de la ingestión. - Bebe con rapidez.
- Sufre lagunas mentales.
- Siente preocupación por beber.
- Bebe furtivamente.
Etapa 2
Durante esta etapa el individuo:
- Manifiesta un cambio en la
actitud y la
forma de beber. - Sufre pérdida de control.
- Bebe en la mañana para curarse la
curda. - Siente aumento del impulso sexual y, al mismo
tiempo,
impotencia o frigidez. - Inventa un sistema de
pretextos. - Sufre por los reproches de la
familia. - Derrocha.
- Muestra agresividad y conducta
antisocial. - Siente remordimientos persistentes después de
las borracheras. - Hace intentos de dejar de beber.
- Cambia su modo de beber.
- Ocasiona la pérdida de sus
amistades. - Siente resentimiento.
- Pierde su trabajo, o cambia frecuentemente de
trabajo. - Su familia se
aparta, forma una unidad defensiva, y cambia de hábitos
respectos a las amistades y a la comunidad. - Piensa en el escape geográfico.
- Recurre al ocultamiento.
Etapa III
En esta etapa el individuo:
- Casos que pueden producirse en cualquier momento:
hospitalización, divorcio,
accidentes y
arrestos. - Sufre borracheras prolongadas.
- Pierde la tolerancia al alcohol.
- Le lleva más tiempo recuperarse de una
borrachera. - Padece temores indefinidos.
- Se derrumba su sistema de pretextos.
- Tal vez tenga que ser recluido en una
institución mental.
Es una persona que sufre
una enfermedad, el alcoholismo. Esta persona no puede mantener su
forma de beber bajo control, aunque le haga daño a su
salud, a su
empleo, a su
mente y familia.
El alcohólico se caracteriza por depender del
alcohol, tanto física como
psíquicamente, y la incapacidad de detenerse o abstenerse.
La falta de la bebida provoca síntomas de
abstinencia.
Al principio el alcohólico puede aparentar una
alta tolerancia al alcohol, consumiendo más y mostrando
menos efectos nocivos que la población normal. Más adelante, sin
embargo, el alcohol empieza a cobrar cada vez mayor importancia,
en las relaciones personales, el trabajo, la
reputación, e incluso la salud física. El paciente
pierde el control sobre el alcohol y es incapaz de evitarlo o
moderar su consumo.
¿Es lo mismo un alcohólico que una
individuo que se embriaga?
No. Es importante diferenciar entre una
intoxicación aguda y el alcoholismo como dependencia del
alcohol. Un período aislado de embriaguez no hace a un
sujeto alcohólico.
Ordinariamente, el consumidor fuerte
de alcohol "aguante más" (tolera) que la persona que no
acostumbra a beber. En ésta aparecerá más
rápida y fácilmente la borrachera. Pero
también se da el caso de alcohólicos en grados
avanzados que con una cantidad reducida de alcohol manifiestan
signos de embriaguez.
¿Puede un alcohólico volver a beber
"normalmente"?
Hasta donde ha podido determinarse, ningún
alcohólico ha vuelto a dejar de serlo. El solo hecho de
haberse abstenido del alcohol durante varios meses o años,
nunca ha sido suficiente para que un alcohólico pueda
beber "normalmente" o socialmente. Una vez que el individuo ha
traspasado la frontera entre beber mucho y beber
irresponsablemente, no puede volver atrás. Pocos son los
alcohólicos que deliberadamente tratan de beber hasta
hallarse en apuros, pero los apuros y molestias parecen ser la
consecuencia inevitable que espera a los alcohólicos.
Después de abstenerse por algún tiempo, puede
pensar que no corre peligro experimentando con unas cuantas
cervezas o unos pocos vasos de vino suave. Puede engañarse
con la falsa idea de que si sólo bebe un poco con las
comidas, evitará meterse en problemas. Pero no
tardará en verse nuevamente en las garras del alcohol,
aunque con toda sinceridad desee limitarse a beber con
moderación y en reuniones de sociedad.
El alcohólico nunca será capaz de
controlar el alcohol durante un período de tiempo
apreciable. Eso deja abiertos dos caminos: dejar que la
enfermedad siga empeorando progresivamente, con todas sus
terribles consecuencias, o abstenerse totalmente del alcohol y
desarrollar una nueva manera de vivir
constructivamente.
¿Cómo se puede saber si alguien es
alcohólico?
Muchas veces es difícil, con frecuencia esta
enfermedad se desarrolla lentamente. Pueden pasar años
antes que una familia se de cuenta de que alguien necesita
ayuda.
Aquí hay unas señales
típicas:
- Promesas de tomar menos.
- Discusiones sobre la bebida.
- Acusaciones y negaciones sobre los hábitos de
beber. - Perdidas de conciencia.
- No hacer caso o evitar responsabilidades.
- El adicto a la bebida no puede recordar lo que
pasó mientras estaba bebiendo. - Ansiedad.
- Temores.
¿Se puede curar un
alcohólico?
El alcohólico es un individuo que padece
de una enfermedad para la cual no se conoce curación
alguna -es decir, ninguna curación que les haga posible
beber con moderación por un largo período de
tiempo, como puede una persona no alcohólica. Debido a que
es una enfermedad -una compulsión física más
una obsesión mental por la bebida- el alcohólico
tiene que aprender a mantenerse completamente alejado del alcohol
para poder llevar
una vida normal.
Fundamentalmente, el alcoholismo es un problema
de salud -una enfermedad física y emocional- más
que una cuestión de insuficiente fuerza de voluntad, o
debilidad moral.
Algo que todos los alcohólicos parecen
tener en común es que, con el tiempo, su manera de beber
empeora. No existe ninguna evidencia segura de que una persona
que bebía alcohólicamente haya podido volver al
moderado beber social por mucho tiempo. No se puede ser "un poco
alcohólico". Ya que la enfermedad progresa por etapas,
algunos alcohólicos manifiestan síntomas extremos
más que otros. No obstante, una vez que cruzan la frontera
del alcoholismo, los bebedores problema no pueden volver
atrás.
Causas y efectos del
alcoholismo
Causas
El tan sólo tomar de manera regular y consistente
durante un transcurso de tiempo puede ocasionar una
sensación de dependencia y síntomas de
supresión durante los períodos de abstinencia; esta
dependencia física, sin embargo, no es la única
causa del alcoholismo. Los estudios con personas que sufren
enfermedades crónicas que han tomado medicamentos contra
el dolor por mucho tiempo, han mostrado que una vez la persona
resiste el proceso de
supresión física, a menudo pierde el deseo por
las drogas que
estaba tomando. Para que una persona se vuelva alcohólica,
por lo general se deberán tener en cuenta otros factores
biológicos, genéticos, culturales y
psicológicos.
La mayoría de los expertos concuerda en que los
de factores más comunes son:
- Evasión: la bebida se puede usar como un medio
para excluir de la mente problemas desagradables en vez de
hacerles frente. - Soledad: la bebida se puede usar para disminuir el
dolor causado por tener pocas amistades, mudanzas frecuentes,
no tener "raíces", separación de los seres
queridos, etc.. - Miedo: la bebida puede darle a las personas
tímidas, inseguras o amenazadas, un falso sentido de
confianza en sí mismos y seguridad. - Falta de control emocional: puede parecer que la
bebida alivia los problemas que uno sufre en sus relaciones con
otras personas.
Problemas familiares que pueden incidir en que una
persona se transforme en alcohólico
- Culpabilidad
- Vergüenza
- Rencor
- Inseguridad
- Delincuencia
- Problemas económicos
- Maltrato físico
Efectos
El alcohol produce sobre el organismo un efecto
tóxico directo y un efecto sedante; además, la
ingestión excesiva de alcohol durante periodos prolongados
conduce a carencias en la nutrición y en otras
necesidades orgánicas, lo cual complica la
situación. Los casos avanzados requieren
hospitalización. Los efectos sobre los principales
sistemas del
organismo son acumulativos e incluyen un amplio rango de
alteraciones en el aparato
digestivo, entre las que destacan las úlceras de
estómago y de duodeno, la pancreatitis crónica y la
cirrosis hepática, así como lesiones irreversibles
en los sistemas nerviosos central y periférico. Pueden
llegar a producirse desmayos, alucinaciones e intensos temblores,
síntomas del síndrome de abstinencia
alcohólica más grave, y el delirium tremens, que
puede ser mortal a pesar del tratamiento adecuado; esto
último contrasta con los síndromes de abstinencia
de drogas como la
heroína, que aunque muy aparatosos rara vez son fatales.
Se ha demostrado en fechas recientes que la ingestión de
alcohol durante la gestación, incluso en cantidades
moderadas, puede producir daños graves en el feto,
especialmente retraso en el desarrollo
físico y mental; la forma más grave de este
retraso, poco frecuente, se llama síndrome de
alcoholismo fetal.
El alcohol se incorpora rápidamente al torrente
sanguíneo. A nivel del Sistema Nervioso
Central, provoca depresión
de las funciones de
autocontrol y autocrítica, disminuye la coordinación motriz y afecta la respiración y la
circulación.
Los efectos crónicos pueden ser:
- Trastornos severos de la conducta y de la
comunicación, tanto afectiva como social - Disminución de las facultades mentales y
obsesión por la ingesta de alcohol - Trastornos en la sexualidad
- Lesiones orgánicas, como gastritis,
úlceras, pancreatitis aguda y crónica, cirrosis
hepática, infertilidad, etc..
Síndrome de abstinencia
Los efectos del síndrome de abstinencia
son:
- Delirium tremens:
- desorientación (confusión
mental); - hiperactividad;
- fiebre;
- insomnio;
- deshidratación
(sudoración); - taquicardia.
- Convulsivo:
- convulsiones violentas intercaladas con
períodos pasivos.
- desorientación (confusión
- Alucinación
alcohólica: - delirium tremens;
- alucinaciones pronunciadas (en especial
auditivas); - temor;
- los restantes signos del delirium
tremens.
- Estupor y coma alcohólico:
- hábito alcohólico;
- somnolencia.
Es de importancia vital establecer el diagnóstico, para realizar el tratamiento
adecuado.
El tratamiento primario comienza con el reconocimiento
del alcoholismo como un problema que necesita atención específica, en vez de
considerarlo secundario a otro problema subyacente como se
hacía antaño. Se están desarrollando
rápidamente residencias especializadas para su tratamiento
y unidades específicas en los hospitales generales y
psiquiátricos. A medida que la sociedad se conciencia de
la verdadera naturaleza del
alcoholismo, disminuye su consideración como estigma
social, los enfermos y sus familias lo ocultan menos y el
diagnóstico no se retrasa tanto. Los tratamientos
más precoces y mejores están produciendo unas altas
y esperanzadoras tasas de recuperación.
Además de resolver las complicaciones
orgánicas y los cuadros de abstinencia, el tratamiento
pasa por los consejos y entrevistas
individualizados y por las técnicas
de terapia de grupo
encaminadas a conseguir una abstinencia no forzada de alcohol y
otras drogas. La abstinencia es el objetivo
deseado, a pesar de que algunas opiniones muy discutidas
manifiestan que es posible volver a beber con moderación
en sociedad sin peligro. La adicción a otras drogas, sobre
todo tranquilizantes y sedantes, es muy peligrosa para los
alcohólicos. El Antabús, fármaco que
produce intolerancia grave al alcohol, se utiliza a veces como
adyuvante. Alcohólicos Anónimos, grupo de apoyo
para enfermos sometidos a otros tratamientos, puede servir a
veces para la recuperación sin necesidad de recurrir al
tratamiento psiquiátrico formal.
Alcohólicos anónimos
Alcohólicos anónimos es una comunidad de
hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y
esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros
a recuperarse del alcoholismo.
El único requisito para ser miembro de A.A. es el
deseo de dejar la bebida. Para ser miembro de A.A. no se pagan
honorarios ni cuotas; se mantienen con sus propias
contribuciones.
A.A. no está afiliada a ninguna secta religiosa,
partido político, organización o institución alguna;
no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a
ninguna causa.
Su objetivo primordial es mantenerse sobrios y ayudar a
otros alcohólicos a alcanzar el estado de
sobriedad.
Alcohólicos Anónimos también se
puede definir como una sociedad compuesta por más de
2,000,000 de alcohólicos recuperados en los Estados Unidos,
Canadá y otros países. Estos hombres y mujeres se
reúnen en grupos locales
que cuentan con un puñado de miembros en algunos lugares y
con centenares de personas en las ciudades más
grandes.
A su vez, Alcohólicos Anónimos desarrollo
las Doce Tradiciones que ayudarían a un alcohólico
a recuperarse:
1. Nuestro bienestar común debe tener la
preferencia; la recuperación personal depende
de la unidad de A.A.
2. Para el propósito de nuestro grupo solo existe
una autoridad
fundamental: un Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia
de nuestro grupo. Nuestros líderes no son más que
servidores de
confianza. No gobiernan.
3. El único requisito para ser miembro de A.A. es
querer dejar de beber.
4. Cada grupo debe ser autónomo, excepto en
asuntos que afecten a otros grupos de A.A. o a A.A. considerado
como un todo.
5. Cada grupo tiene un solo objetivo primordial: llevar
el mensaje al alcohólico que aún está
sufriendo.
6. Un grupo de A.A. nunca debe respaldar, financiar o
prestar el nombre de A.A. a ninguna entidad allegada o empresa ajena,
para evitar que los problemas de dinero,
propiedad y
prestigio nos desvíen de nuestro objetivo
primordial.
7. Todo grupo de A.A. debe mantenerse completamente a
sí mismo, negándose a recibir contribuciones de
afuera.
8. A.A. nunca tendrá carácter
profesional, pero nuestros centros de servicio
pueden emplear trabajadores especiales.
9. A.A. como tal nunca debe ser organizada; pero podemos
crear juntas o comités de servicio que sean directamente
responsables ante aquellos a quienes sirven.
10. A.A. no tiene opinión acerca de asuntos
ajenos a sus actividades; por consiguiente su nombre nunca debe
mezclarse en polémicas públicas.
11. Nuestra política de relaciones
públicas se basa más bien en la
atracción que en la promoción; necesitamos mantener siempre
nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el
cine.
12. El anonimato es la base espiritual de todas nuestras
Tradiciones, recordándonos siempre anteponer los principios a las
personalidades.
Alcoholismo en los
adolescentes.
¿Una enfermedad o un
entretenimiento?
El consumo de bebidas alcohólicas ha sido siempre
fuente de graves problemas, pero en la época actual sus
efectos negativos se han agravado por circunstancias nuevas. Una
de ellas es que las bebidas alcohólicas se han
popularizado rápidamente entre los adolescentes y cada vez
son más jóvenes las personas que beben. Las causas
que llevan a consumir alcohol a la juventud son
múltiples y variadas.
Para algunos, significa el falso atractivo de entrar en
el mundo de los adultos y romper con las pautas que marcan
el universo de
la niñez. Para muchos más, en cambio, no hay
verdadera diversión sin alcohol de por medio, y ello
porque el alcohol, aun consumido en pequeñas cantidades,
estimula la corteza cerebral y vuelve a las personas más
desenfadadas y ocurrentes. El problema es que tras esos primeros
efectos de euforia aparece una pérdida de autocontrol y
las personas asumen conductas que sin el catalizador
etílico no serían capaces de adoptar.
El alcohol ingerido en forma abusiva constituye un
factor denominador común en muchos de los graves problemas
que enfrenta la sociedad Argentina.
Nuestro país tiene más de 1.265.000
alcohólicos mayores de 16 años, pero lo
sintomático del futuro nada promisorio es que tiene
más de 800.000 menores de entre 12 y 15 años que ya
consumen alcohol regularmente.
En la provincia de Buenos Aires la
encuesta anual
realizada por la Spadla el año último arrojó
que el 75% de los bonaerenses comienza con las bebidas
alcohólicas antes de los 18 años.
Esta precocidad pone de manifiesto una situación
de aceleramiento en la reducción de la edad de inicio: el
35% comienza a beber entre los 16 y 18 años; el 31% lo
hace entre los 13 y los 15; en tanto, hay un 9% que actualmente
experimenta con el alcohol antes de esa edad.
El abuso de alcohol en los menores se encuentra
instalado y socialmente aceptado. Se ha resuelto impulsar una
fuerte ofensiva contra la venta de alcohol
a menores en la provincia de Buenos Aires.
Hasta hace algún tiempo, y no sin cierta
condescendencia, esta nociva costumbre fue considerada una
moda
temporaria que más tarde o más temprano -como
tantas otras-, terminaría por extinguirse. Esa actitud
permisiva tuvo graves consecuencias: la afición por el
alcohol se ha convertido en un hábito que tiene hondo
enraizamiento en las franjas más jóvenes de la
sociedad.
Cualquier transeúnte puede presenciar el
desalentador espectáculo de menores que beben en la
vía pública, en algunos casos refugiándose
en los umbrales y en otros a la vista y paciencia de los
demás. ¿Cómo obtienen las bebidas a pesar de
las reglamentaciones vigentes?. Éstas son reiteradamente
violadas porque nadie se preocupa por hacerlas respetar. A ello
se suman otros dos factores: el cuidado despreocupado de los
respectivos núcleos familiares y el desmedido afán
de lucro de ciertos comerciantes a los cuales tiene sin cuidado
el daño que provocan.
Al traspasar los límites de
una ingesta moderada y esporádica, los bebedores de
alcohol -tanto más cuando se trata de jóvenes- se
arriesgan a transformarse en adictos.
Las cifras del consumo juvenil comienzan a ser
preocupantes por su progresivo asentamiento y, sobre todo, por
las pocas barreras capaces de contrarrestar su
incidencia.
Las estadísticas nos indican que la droga
está presente en muchos ámbitos antes
incontaminados, sobre todo en los juveniles, donde el camino de
introducción es preparado por el consumo
desmedido del alcohol.
El alcohol representa una droga "lícita" con la
cual se inician los jóvenes en el vicio adictivo porque es
barato, accesible y socialmente aceptado. Las organizaciones
criminales lo utilizan como una puerta a nuevas experiencias dado
que trabaja abriendo brechas en las que se infiltra,
gradualmente, el concepto de
iniciación en el consumo.
El exceso en el consumo de alcohol suele ser el primer
paso antes de probar la marihuana o la
cocaína. El alcohol es, en muchos casos, el camino a la
droga y muchísimos jóvenes han comenzado a
transitarlo.
En Al-Anon, asociación que agrupa a los
familiares de alcohólicos, afirman que antes lo más
común era hablar de mujeres e hijos de alcohólicos.
Pero cada vez es más frecuente ver padres, amigos y
maridos, ya que en los últimos años se
incrementó el número de adolescentes y mujeres que
tienen problemas con el alcohol.
Por ese motivo, fundaron grupos de padres donde es
posible compartir experiencias.
¿Culpas de la
sociedad…?
Las bebidas alcohólicas suelen aparecer asociadas
con el éxito
social, en los negocios o en
el deporte. Los
momentos más románticos se acompañan con
vino o champagne. La cerveza patrocina al seleccionado nacional
de fútbol… Y la lista podría seguir
indefinidamente.
Muchas cosas generan que el adolescente beba, entre
ellas la presión de
los grupos de adolescentes. A menudo, el consumo de alcohol es
exaltado como un reto que convierte el abuso en un falso
valor.
Hay, además, una cultura que
favorece el consumo del alcohol. Además, muchos de los
espectáculos deportivos, que tienen por mayoría de
público gente joven, tienen como publicidad
marcas de
conocidas bebidas alcohólicas, y sin ir muy lejos, la
selección nacional tiene como patrocinio la
marca de
cerveza más conocida de la Argentina.
Muchos de nosotros recordamos aquellas estrofas del
poeta cuando evocaba: "Juventud, divino tesoro. Te vas para no
volver…"
La juventud es una etapa muy importante de la vida en la
que hombres y mujeres se van descubriendo en forma
espontánea y rápida a ellos mismos. Algunos lo
hacen sin grandes tropiezos, avanzando en la formación de
la
personalidad que les permitirá ser, ya mayores, gente
útil a la sociedad de la que formarán
parte.
Otros, en cambio, no tendrán tan feliz destino y
se verán acorralados por circunstancias poco favorables y
a veces tristes. Entre ellos están los alcohólicos
predispuestos tempranamente a que esta terrible enfermedad los
atrape en esa etapa jovial de sus vidas.
Los caminos que los llevan a vivir experiencias tan
desgraciadas son muchas y variadas. Pero actualmente el mundo que
nos toca compartir está demostrando que el alcoholismo ya
se ha instalado con vigor en la juventud, sumiéndola en
cruentas circunstancias que, años atrás, estaban
reservadas a gente de mayor edad.
También estamos asistiendo a la triste evidencia
de que el alcoholismo ya ha dejado de ser una cosa propia y casi
exclusiva de los hombres. Hoy son muchas las mujeres que lo
padecen y, entre ellas, la franja que incluye a las
jóvenes se muestra sin
ningún disimulo.
Los accidentes de tránsito representan un grave
problema de salud
pública y son motivo de preocupación de las
autoridades sanitarias de todo el mundo.
En efecto la falta de educación vial tanto
del conductor como del peatón, la inobservancia de las
reglas de tránsito, el exceso de velocidad y el
consumo exagerado de bebidas alcohólicas por conductores y
peatones hechos a veces en forma desaprensiva y otras con total
ignorancia del riesgo que ello
implica. Son las causales más frecuentes de la gran
cantidad de casos que se registran en todo el mundo.
Los accidentes de tránsito causan más
muerte de
jóvenes que los homicidios y suicidios. En estas
situaciones, el alcoholismo es la mayor causa de muerte entre los
18 y los 30 años, representando el 32,5% mientras que el
14,8% de las víctimas tiene menos de 17
años.
Sin embargo, la ebriedad no es lo peor. Lo peligroso
aparece cuando una persona ha consumido suficiente alcohol para
pensar que se encuentra bien, aunque en realidad no sepa bien
qué está pasando a su alrededor: es, por ejemplo,
cuando alguien cree que está en capacidad de conducir un
vehículo o de jugar con un arma. Las estadísticas
demuestran claramente la incidencia que tienen las bebidas
alcohólicas -cuando son consumidas en exceso- en los
accidentes de tránsito o de otro tipo. Además, la
relación entre alcohol y enfermedades de
transmisión sexual es innegable, pues una persona
alcoholizada pierde las inhibiciones y el sentido de la realidad
y es capaz de llevar a efecto acciones que de otra manera nunca
ejecutaría.
Muchos han sido los intentos ensayados para disminuir y
controlar el consumo de alcohol entre los jóvenes, sin
demasiado éxito hasta el momento. Normas que
prohíben el expendio de bebidas alcohólicas a
menores de 18 años o en espectáculos deportivos o
en estaciones de servicio son algunas de las disposiciones que se
han transformado en letra muerta no sólo porque casi nadie
las acata sino, lo que es peor aún, porque nadie las hace
cumplir.
Vivimos en una sociedad en la que sobran las excusas
para beber. El trabajo educativo tendrá que contribuir a
fortalecer la autoestima de
los adolescentes y a que comprendan los efectos reales del
alcohol y los peligros a que se exponen. Es necesario
desechar la comodidad que lleva a no enfrentar el tema con
decisión y a dejar las cosas como si se tratara de
"travesuras juveniles", cuando en realidad está de por
medio, en muchos casos, la vida de los adolescentes.
Con el objeto de establecer el número de
conductores que han hecho consumo de bebidas alcohólicas
antes de guiar su vehículo y cuántos entre ellos lo
hacen en un estado de alcoholización tal que representa un
serio riesgo de accidente, se ha desarrollado un programa de
investigación estadística y etá auspiciado por la
Secretaría de Estado de Salud Pública de la
Nación.
Este sistema permita, en forma directa, evaluar con
cierta aproximación la alcoholemia del sujeto investigado
pudiendo obtenerse distintos resultados que se expresan de la
siguiente manera:
NEGATIVO Alcoholemia 0 ó menor de 300
mg/l
POSITIVO + Alcoholemia entre 300 y 700 mg/l
POSITIVO + + Alcoholemia alrededor de 700
mg/l
POSITIVO + + + Alcoholemia superior a 800
mg/l
Luego de la primera etapa, los resultados en
adolescentes son fueron por demás significativos en los
casos de alcoholización peligrosa. Así comprobamos
que del total de las pruebas
tomadas en adolescentes, el 21% de as practicadas los días
hábiles, el 27% de las de los días sábado y
el 22,8% de las de los días feriados dieron niveles de
alcoholización POSITIVO + + y + + +, lo que implica un
serio riesgo de accidente.
Cuando el adolescente manifestaba haber tomado alguna
bebida alcohólica se le requirió obre el tipo de la
misma y las respuestas fueron las siguientes; vino 39,2% ; whisky
25,4% ; cerveza 6,7% ; otras bebidas 6,1% y mezcla de bebidas (la
mayor de los whisky y vino) 22,6%.
A su vez, otro dato a tener en cuenta en cuanto al
alcohol, es el horario:
Anexo 1
Encuesta para adolescentes sobre | ||||||||
1. Edad | ||||||||
2. Nombre | ||||||||
3. Sexo | ||||||||
4. ¿Tomás alcohol? | ||||||||
a. Sí | ||||||||
a. No | ||||||||
5. ¿Cuándo? | ||||||||
a. Todos los días | ||||||||
b. Varias veces por semana | ||||||||
c. Cuando salís o te juntas con | ||||||||
d. En ocasiones especiales | ||||||||
6. ¿Por qué empezaste? | ||||||||
a. Por curiosidad | ||||||||
b. Por imitar a alguien | ||||||||
c. Porque quisiste | ||||||||
7. ¿Por qué lo haces? | ||||||||
a. Por diversión | ||||||||
b. Por vicio | ||||||||
c. Para no ser menos | ||||||||
d. Por gusto | ||||||||
e. Otras | ||||||||
8. ¿Qué bebidas tomas? | ||||||||
a. Bebidas típicas (léase cerveza, | ||||||||
b. Mezclas, | ||||||||
c. Bebidas blancas | ||||||||
d. Aperitivos | ||||||||
e. Todas | ||||||||
9. ¿Qué opinión tienen tus | ||||||||
a. Lo saben pero no lo aceptan | ||||||||
b. Lo saben y lo aceptan | ||||||||
c. Lo permiten | ||||||||
d. No lo saben | ||||||||
Resultados de la encuesta | ||||||||
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 |
17 | Rodrigo | M | a | b | c | D | a | b |
18 | Dalmiro | M | a | c | c | D | b | a |
18 | Darío | M | a | c | a | D | b | b |
17 | Mariano | M | a | c | c | D | e | c |
18 | Carlos | M | a | c | c | D | a | a |
17 | Maximiliano | M | a | b | a | D | e | c |
19 | Juliana | F | a | d | a | D | a | c |
17 | Vanesa | F | b | —— | —— | —— | —— | —— |
17 | Fernando | M | a | a | c | D | a | b |
15 | Mariana | F | a | d | c | D | c | b |
15 | Leonardo | M | a | a | c | A | a | a |
16 | Victoria | F | a | c | c | D | c | c |
18 | Lucas | M | a | b | c | D | a | c |
17 | Ana | F | a | c | a | A | e | a |
18 | Laura | F | a | c | c | D | a | d |
17 | Romina | F | a | c | c | D | e | a |
13 | Beatriz | F | b | —— | —— | —— | —— | —— |
13 | Luz | F | a | c | a | D | a | c |
14 | Martín | M | a | c | a | A | a | d |
14 | Malena | F | a | c | a | A | a | d |
15 | Soledad | F | b | —— | —— | —— | —— | —— |
16 | Natalia | F | a | c | c | D | e | c |
19 | Gisele | F | a | d | c | A | c | a |
19 | Ivana | F | a | a | c | D | a | c |
16 | Matías | M | a | a | a | D | e | c |
19 | Andrés | M | b | —— | —— | —— | —— | —— |
20 | Mariano | M | a | b | c | D | e | c |
21 | Pablo | M | a | d | c | D | b | b |
13 | Soledad | F | a | c | c | D | e | c |
14 | Federico | M | a | a | a | A | a | a |
Total de encuestados | 30 | 15 hombres y 15 mujeres | ||||||
De 30 encuestados de entre 13 y 21 | Cantidad por sexo | |||||||
4 | No toman alcohol | 1 hombre y | ||||||
26 | Si lo hacen | 14 hombres y 11 mujeres | ||||||
De los 26 que sí toman, lo hacen | ||||||||
5 | Todos los días | 4 hombres y 1 mujer | ||||||
4 | Varias veces por semana | 4 hombres | ||||||
13 | Cuando salen o se juntan con amigos | 5 hombres y 8 mujeres | ||||||
4 | En ocasiones especiales | 1 hombre y 3 mujeres | ||||||
Empezaron por | ||||||||
9 | Por curiosidad | 5 hombres y 4 mujeres | ||||||
0 | Por imitar a alguien | ——– | ||||||
17 | Porque quisiste | 9 hombres y 8 mujeres | ||||||
La razón por que lo hacen | ||||||||
6 | Por diversión | 3 hombres y 3 mujeres | ||||||
0 | Por vicio | ——- | ||||||
0 | Para no ser menos | ——- | ||||||
20 | Por gusto | 11 hombres y 9 mujeres | ||||||
0 | Otras | ——- | ||||||
Prefieren tomar | ||||||||
12 | Bebidas típicas (lease cerveza, vino, | 7 hombres y 5 mujeres | ||||||
3 | Mezclas, tragos | 3 hombres | ||||||
3 | Bebidas blancas | 3 mujeres | ||||||
0 | Aperitivos | ——- | ||||||
8 | Todas | 4 hombres y 4 mujeres | ||||||
Sus padres….. | ||||||||
7 | Lo saben pero no lo aceptan | 4 hombres y 3 mujeres | ||||||
5 | Lo saben y lo aceptan | 4 hombres y 1 mujer | ||||||
11 | Lo permiten | 5 hombres y 6 mujeres | ||||||
3 | No lo saben | 1 hombre y 2 mujeres |
Conclusión
Si hay que sacar una conclusión sobre esta
encuesta, uno debería decir que, primero que nada,
sólo un pequeño porcentaje de los encuestados no
toma alcohol (tres mujeres y un hombre) lo que parecería
mucho si uno se guía por lo que ve. Creemos que muchos
adolescentes toman, y sólo excepciones no lo
hacen.
En cuanto al resto de la encuesta, uno ve que las
diferencias casi no existen; pareciera ser que las mujeres toman
más bebidas blancas que los hombres y estos más
tragos que las mujeres; aparte de eso, hay una mínima
diferencia entre la situación con los padres, ya que en el
caso de las mujeres, lo aceptan menos.
Si debiéramos seguir agregando opiniones a la
conclusión, podríamos decir que no todos fueron
totalmente honestos en esta encuesta, ya que estamos convencidos
que existen casos de personas que comenzaron a tomar para imitar
a sus amigos o compañeros, o que en ocasiones lo hacen
porque todos lo hacen; no parece posible que dada la casualidad
de que hay una fiesta, todo el mundo desee tomar.
Otra cosa que se relaciona con la cantidad o más
bien la frecuencia del consumo, es que muchos exageran para
hacerse los vivos, ya que es considerado un logro tomar mucho sin
emborracharse. Esto parece ilógico, ya que es mucho mejor
emborracharse con poco (o mejor aún no hacerlo) ya que
esto demuestra que el organismo lo rechaza más al alcohol,
que nuestro organismo está más sano.
Frecuencia de consumo entre los
adolescentes
Anexo 2
Para tener en cuenta
A partir de la existencia de sólo ½ g/l.
de alcohol en sangre, todo
individuo presenta:
- Reflejos menos rápidos.
- Tiempo de reacción visual y auditivos
prolongados. - Disminución del campo visual, esto es, de
la visión panorámica, lo que dificulta la
percepción de obstáculos
laterales. - Trastornos ópticos que si viaja de noche,
harán más difícil
conducir. - Falso sentido de la velocidad y del
riesgo.
No debe creerse que esta cifra (1/2 gramo de alcohol por
litro de sangre) corresponde a una ebriedad manifiesta; todo lo
contrario, con ella el individuo se halla en un ligero estado de
alcoholización y esto lo hace sentirse "eufórico"
en "plena forma" o aún en "super forma". Si se tratara de
un conductor que guiara su vehículo con esa leve
alcoholización, la misma sería suficiente para
hacerlo tener menos temor, ser más arriesgado y, por
consecuencia, estar más propenso a un accidente. Para
llegar a este estado no es necesario beber
excesivamente.
No escapara al buen criterio el gran peligro que implica
conducir en estas condiciones, sobre todo si se reflexiona
respecto a los trastornos señalados producidos por cifras
igual o aún menores de alcohol en la sangre.
Anexo 3
Entrevista a un miembro de Alcohólicos
Anónimos (Identidad
anónima)
N: ¿Cómo hago para saber que soy
alcohólico?
MAA: Si en repetidas ocasiones bebes más
de lo que planeas o queres beber, si te metes en líos o si
perdes parcialmente la memoria
cuando bebes, puede que seas alcohólico. Sólo vos
podes decidirlo. Ningún miembro de A.A. te dirá si
lo sos o no.
N: ¿Qué puedo hacer si me preocupa mi
manera de beber?
MAA: Buscá ayuda. Alcohólicos
Anónimos te puede ayudar.
N: ¿Al asistir a una reunión de A.A. me
compromete en algo?
MAA: No. A.A. no lleva archivos de sus
miembros, ni constancia de quiénes asisten a las
reuniones. No tiene que revelar nada sobre sí mismo. Nadie
le molestará si usted no quiere seguir
asistiendo.
N: ¿Qué pasa si encuentro en A.A. a
gente que conozco?
MAA: Tendrán el mismo motivo para estar
allí que usted tiene. No revelarán su identidad a
gente ajena a la Comunidad. En A.A. puede guardar su anonimato
tanto como usted desee. Esta es una de las razones por las que
nos llamamos Alcohólicos Anónimos.
N: ¿Qué pasa en una reunión de
A.A.?
MAA: Una reunión de A.A. puede tomar
diferentes formas; no obstante, en cualquier reunión, vas
a ver a alcohólicos hablar acerca de los efectos que la
bebida tenía en sus vidas y en sus personalidades, de las
medidas que tomaron para ayudarse a sí mismos, y de las
formas en que hoy llevan sus propias vidas.
N: ¿Cómo puede esto ayudar cuando uno
tiene un problema con la bebida?
MAA: Sabemos lo que es ser adicto al alcohol, y
no poder cumplir con las promesas de dejar de beber que hacemos a
otros o a nosotros mismos. No somos terapeutas profesionales. Lo
único que nos capacita para ayudar a otros a recuperarse
del alcoholismo es el hecho de que nosotros mismos hemos dejado
de beber; así, los bebedores problema que se dirigen a
nosotros saben que la recuperación es posible, porque
encuentran a gente que la ha logrado.
N: ¿Por qué siguen asistiendo los A.A.
a las reuniones después de estar curados?
MAA: Creemos que no existe una curación
para el alcoholismo. Nunca podremos volver a beber normalmente, y
nuestra capacidad para mantenernos alejados del alcohol depende
del mantenimiento
de nuestra salud física, mental y espiritual. Podemos
lograr esto asistiendo regularmente a las reuniones, y poniendo
en práctica lo que aprendemos en ellas. Además,
descubrimos que, si ayudamos a otros alcohólicos, nos
ayudamos a nosotros mismos a mantenernos sobrios.
N: ¿Cómo puede uno hacerse miembro de
A.A.?
MAA: Sos miembro de A.A. si lo decis y cuando lo
digas. El único requisito para ser miembro de A.A. es el
deseo de dejar la bebida. Y muchos de nosotros, cuando nos
acercamos por primera vez a A.A., no estábamos muy
entusiasmados al respecto.
N: ¿Cuánto cuesta ser miembro de
A.A.?
MAA: No hay honorarios ni cuotas para ser miembro
de A.A. Generalmente, el grupo de A.A. hace una colecta durante
la reunión para cubrir sus gastos, como, por
ejemplo, el alquiler del local, el café,
etc. Todos los miembros son libres de contribuir con lo que
deseen o puedan.
N: ¿Es A.A. una organización
religiosa?
MAA: No. Ni está afiliada a ninguna
organización religiosa.
N: Sin embargo, se habla mucho de Dios,
¿no?
MAA: La mayoría de los miembros de A.A.
cree que hemos encontrado la solución de nuestro problema
con la bebida, no por nuestra propia fuerza de voluntad, sino
mediante un poder superior a nosotros mismos. Muchos lo llaman
Dios; otros consideran al grupo como su poder superior y otros no
creen en este poder. Dentro de A.A., se puede acomodar a gente de
las más diversas tendencias, tanto creyentes como no
creyentes.
N: ¿Puedo llevar a mi familia a una
reunión de A.A.?
MAA: Los parientes y amistades son bienvenidos a
las reuniones abiertas de A.A. Pero para eso hay que pedir
información con su contacto
local.
N: ¿Qué consejos dan ustedes a los
principiantes?
MAA: Según nuestra experiencia, los
individuos que se recuperan en A.A. son los que:
- se alejan de la primera copa;
- asisten regularmente a las reuniones de
A.A.; - se unen a la gente de A.A. que ha logrado mantenerse
sobria durante algún tiempo; - tratan de poner en práctica el programa de
recuperación de A.A.
N: ¿Cómo puede uno ponerse en contacto
con A.A.?
MAA: Busca "Alcohólicos Anónimos"
en tu guía de teléfonos. Los teléfonos
están atendidos por voluntarios de A.A., a quienes les
agrada poder responder a sus preguntas o ponerle en contacto con
alguien que pueda hacerlo. Si no existe un servicio
telefónico de A.A. cerca tuyo, llamá o
escribí a la Oficina de
Servicios
Generales.
- M. Barderi, f. Cuniglio, E. Fernández, S.
Nahabedian, S. Querol. Educación para la salud, Buenos
Aires, Ediciones Santillana S.A., 1994. - Enciclopedia Microsoft
Encarta, Edición Básica - El Alcoholismo y los alcohólicos,
Alcohólicos Anónimos S.A. - Informe de la Secretaría de Prevención
y Asistencia de las Adicciones,
Año 1 – número 2 – Julio – Agosto de
2001. - Informe del Comité de expertos de la OMS en la
Serie de Informes
técnicos núm. 650 ORGANIZACIÓN MUDIAL DE
LA SALUD. GINEBRA 1.980 - Revista del Sector Educación para la Salud de
la Secretaría de Estado de Salud Pública,
N°44 – 1979 – Buenos Aires –
Argentina. - Nota "Los efectos del alcohol,
sección Opinión, Editorial II, Diario
Clarín, 13.11.2001 - Nota "El alcohol enferma también a la familia
del bebedor", sección Información General, Diario
El Día, 12.11.2001. - Nota "El abuso de alcohol en menores",
sección Opinión, Editorial II, Diario La
Nación, 24.05.2001. - Nota "Los jóvenes y el consumo de
alcohol", sección Opinión, Editorial II,
Diario La Nación, 19.11.00. - Nota "El alcohol y los jóvenes",
sección Opinión, Diario La Nación,
14.08.00. - Nota "El alcohol atrapa a los adolescentes",
sección Información General, Diario La
Nación, 27.07.00. - Nota "Jóvenes, alcohol y violencia",
sección Información General, Diario La
Nación, 22.11.98.
Integrantes del grupo:
BARDIERA, Rodrigo
HARIYO, Maximiliano
Jaquenod DE Giusti, Carolina
NÁPOLI, Horacio