Indice
1.
Concepto de la Globalización
2. República
Dominicana en el Marco de la
Globalización
3. La Globalización y
los Sectores Empresariales en República
Dominicana
4.
Conclusión
5.
Bibliografia
1. Concepto de la
Globalización
Globalización es una palabra joven que a pesar de
ello, en menciones diarias, hace tiempo
dejó atrás a otras como imperialismo,
marxismo,
capitalismo,
etc. Pues millones de veces cada día es referida por
alguien en el mundo, muchas veces unida a otra, hasta hace poco
muy de moda: neoliberalismo.
La palabra todavía en la mente de la gente no llega a ser
un concepto, es más, la mayoría de las personas
incluso las públicas que la utilizan, no son capaces de
definir lo que ella significa y cuando vemos lo que su uso
implica, entonces entendemos, que se trata de la síntesis
de un proceso al que
ha llegado la humanidad. La aceptación de que este proceso
ha dado lugar a una Era, la cual es una característica del mundo actual es la
tendencia a la
globalización, fenómeno que aún no
siendo exclusivamente americano, es más perceptible y
tiene mayores repercusiones en América. Se trata de un proceso que se
impone debido a la mayor comunicación entre las diversas partes del
mundo, llevando prácticamente a la superación de
las distancias, con efectos evidentes en campos muy diversos. La
misma constituye la característica más
típica del mundo de hoy.
La globalización es un proceso económico,
político y social que si bien es cierto no es nuevo, ha
sido retomado con mayor énfasis en los países en
desarrollo
como premisa especifica para lograr un crecimiento
económico y erradicar la pobreza. Pero
este fenómeno en ningún momento fue concebido como
modelo de
desarrollo
económico, sino más bien como un marco
regulatorio de las relaciones económicas internacionales
entre los países industrializados.
El término engloba un proceso de creciente
internacionalización o mundialización del capital
financiero, industrial y comercial, nuevas relaciones políticas
internacionales y el surgimiento de la empresa
transnacional que a su vez produjo como respuesta a las
constantes necesidades de reacomodo del sistema
capitalista de producción nuevos procesos
productivos, distribuidos y de consumo
deslocalizados geográficamente, una expansión y uso
intensivo de la tecnología sin
precedentes.
La globalización es parte de un proceso
histórico del capitalismo en donde se constituye un nuevo
ordenamiento internacional en el marco de un mundo unipolar,
después de la desaparición del conflicto
este-oeste, de la desaparición de la amenaza nuclear y de
una subversión que ponía en peligro el orden
capitalista mundial. Es un proceso que da cuenta de un cambio en la
naturaleza, en
el escenario en los actores y en los medios de una
lucha a escala mundial
por controlar los mecanismos que permiten la creación,
apropiación y destino de excedente
económico.
En la naturaleza porque es una lucha dentro del orden
capitalista mundial, cuyo fin es preservarlo y reproducirlo,
concluyendo así el enfrentamiento por la supremacía
cuya base fue el uso del poder militar.
Este orden mundial "occidental "no enfrenta por el momento
ninguna fuerza externa
ni interna que lo ponga en peligro. Es un proceso de cambios
todavía no estabilizados, no es el fin de la historia, pero si
está aún en momentos de euforia, donde no se ha
manifestado ninguna capacidad seria de resistencia ni de
construir utopías alternativas y tampoco se vislumbran
fuerzas que puedan amainar sus vientos huracanados. Vientos que
generan el desmantelamiento y exclusión de las actividades
y actores que no poseen la dotación de recursos para
competir, polarizando aún más las relaciones
sociales.
El nivel de polarización ha llegado a extremos
tales que según el Human Development Report de 1998, las
225 personas más ricas del mundo tienen un ingreso
equivalente al ingreso anual del 47% de la población del mundo (2.7 millones). Las
tres personas más rica del mundo poseen activo que supera
el PIB conjunto
de los 48 países más pobre del mundo.
En el escenario, porque el foco de la
confrontación se centra exclusivamente en el proceso de la
creación y apropiación de las riquezas a
través de la expansión y creación de un
mercado universal
de bienes y
servicios.
Cambian los actores, es la lucha por la
supremacía universal de las grandes corporaciones y del
orden que ellas imponen, cuya lógica
fundamental es la producción de su capital a escala
mundial.
Se produce un cambio de medios con los que se realiza la
lucha: los nuevos medios son aquellos que contribuyen a crear
competitividad
y a mejorar la capacidad de competir en los mercados
internacionales.
Habiendo cambiado, la naturaleza, el escenario, los
actores, y los medios de la confrontación internacional y
moviéndonos por ahora en el marco de la unipolaridad y la
supremacía del "orden capitalista y occidental" la tarea
más inmediata, en la lógica del proceso de
globalización, es crear un solo mercado a escala mundial.
Para esto será necesaria la participación de varios
elementos.
1.- Crear el mercado universal solvente, reduciendo al
mínimo los aranceles y
desmontando las barreras arancelarias y no arancelarias,
así como cualquier forma de discriminación comercial y financiera. De
esta manera los mercados nacionales solventes que antes fueron
protegidos se integran al mercado mundial. El proceso implica que
se agregan nuevos mercados solventes (ampliando las coberturas de
liberación e incorporando nuevas disciplinas comerciales)
y se crean reservas de mercados (Los mercados ex socialistas y el
de los excluidos en los países pobres).
Este proceso se ordena a través de la normativa
de la
Organización Mundial del Comercio
(OMC) quien se
mueve sobre la base de claros principios: el de
la transparencia cuyo objetivo es
eliminar las incertidumbres en la formulación y
aplicación de las políticas comerciales, el de no
discriminación cuyo objetivo central es buscar un trato
igual para todos mediante el principio de la nación
más favorecida (Artículo I del GATT) y trato nacional a los
productos
importados (Artículo 3 del GATT), es decir, un trato no
discriminatorio contra el producto
importado.
2.- Homogeneizar los gustos. La creación del
mercado universal no basta, este es la base pero es necesario
convertir al consumidor
solvente en una categoría universal para esto hay que
crear consumidores a escala universal a través de
homogeneizar los gustos. Utilizando los medios masivos de
comunicación se crea un patrón "del buen vivir", se
estandarizan las marcas y se
homogeneizan las aspiraciones, constituyendo "élites
globalizadas" y "clases medias globalizadas" quienes siguen los
mismos estilos de consumo mostrando preferencias por las mismas
marcas globales.
3.- Creando el "mercado universal" y homogeneizando los
gustos es necesario armonizar los marcos legales referidos al
comercio y al movimiento de
capital. Lo ideal es que todos los países tengan las
mismas leyes referidas
al tema del comercio de bienes servicios y capital. Para esto se
establece una normativa mínima de principios que los
países deben respetar a través de la OMC y se crea
un cuerpo de solución de controversias inapelable lo cual
constituye la base del sistema legal en los aspectos de
comercio.
4.- No basta la disponibilidad de las leyes,
también es necesario garantizar un mínimo de
institucionalidad y eficacia de las
mismas, así como un mecanismo de arbitraje de los
conflictos que
sea confiable, transparente y eficiente. El capital en su proceso
de acumulación y reproducción a escala mundial necesita
árbitros locales lo menos permeado posible por aquellos
sistemas
políticos basados en una cultura de la
ilegalidad e impunidad, generadores de arbitrajes retorcidos. De
ahí la necesidad de fortalecer la institucionalidad, la
transparencia y disponer de un marco legal que pueda arbitrar
confiablemente y garantizar un "trato nacional" al
foráneo.
Hay que destacar que este proceso se ha visto facilitado
por tres factores esenciales: el desarrollo de la
tecnología como fuente la competitividad, la nueva
tecnología de la comunicaciones
que crea la "aldea global" y los desarrollos de los mercados
financieros que permite el movimiento de los flujos de
capitales a escala mundial en forma casi
instantánea.
Uno de los retos del siglo XXI es la
Globalización, la cual es una mezcla de luces y sombras,
que esta precedida por la más profunda revolución
científico-tecnológica que ha conocido en su
historia el género
humano, la cual ha permitido crear un mundo sin fronteras que ha
hecho variar los conceptos de tiempo y espacio.
Como consecuencia de la Globalización en la
actualidad hay un proceso de internacionalización de la
producción y de la comercialización de productos, así
como una mundialización de las comunicaciones y de las
finanzas.
Esa es la globalización parte de la evolución de la historia de la humanidad y
tenemos que preparar a nuestro, países para
aprovecharla.
Origen y Causas de la Globalización
La globalización comenzó a partir de 1492,
cuando la humanidad comenzó a dejar de creer en la
superstición que el mundo era plano y se fue convenciendo
de que vivíamos en una tierra en
forma de globo. Posteriormente, a través de los
últimos cinco siglos, este proceso ha venido
acelerándose gradualmente, en la misma medida en que la
humanidad ha desarrollado medios más económicos de
transportación y de comunicación. La Revolución
Industrial, por tanto, sirvió como catalizador de este
proceso.
Los orígenes del fenómeno se remontan a
las dos décadas posteriores a la Segunda Guerra
Mundial, en el cual los países industrializados de
Norteamérica, Europa y Asia alcanzan
tasas de crecimiento del PIB tres veces superiores que en los 130
años precedentes, lo que a su vez provoca una
expansión a nivel mundial de las transacciones comerciales
de estos países.
Con el fin de regular las crecientes relaciones
comerciales, los países en cuestión generaron una
estrategia
económica y política de liberar
todas las barreras al libre comercio,
implantadas por la estrategia de sustitución de importaciones.
Producto de ello son las negociaciones del GATT, la
creación del FMI y el BM, las
áreas de libre comercio subregionales, etc.
Este proceso se vio acelerado por las diferentes
crisis en que
se vió inmerso el entorno internacional en los años
1971 (crisis del dólar), 1973 y 1979 (crisis del petróleo)
y en 1982 (crisis de la deuda) un reflejo de ellos es la
caída de los porcentajes de los flujos de inversión directa procedente de los
países ricos hacia los países en desarrollo. Del
total registrado en las dos décadas anteriores, esto
descendieron a una tercera parte en la década de 1970 y al
25% en el período comprendido entre 1980 y 1984; sin
embargo, otro elemento que ayudó al avance vertiginoso del
mismo fue el surgimiento de una teoría
económica a tono con los requerimientos del
fenómeno: la contrarrevolución neoclásica o
neoliberalismo. Este no es más que un programa
económico ideado originalmente en la escuela de
Chicago, siendo Chile el
primer país de América
Latina que implementó este programa a nivel
macroeconómico.
Hoy, grandes fuerzas de nuevo están acelerando la
globalización.
- LA REVOLUCION TECNOLOGICA Y CIENTIFICA: que
está facilitándoles a la humanidad servicios de
transporte,
información y comunicación cada
vez más rápidos, mejores y baratos; así
como más redes para interconectar a
las personas y los pueblos globalmente. - LOS FRACASOS DE LOS REGIMENES COMUNISTAS Y DE ALGUNOS
PROGRAMAS
SOCIALISTAS: que trajeron consigo el hecho de que más
países se estén vinculando al sistema de libre
empresa,
desencadenando las iniciativas privadas en estos países
e iniciando profundos y amplios procesos de liberación y
privatización en sus sistemas
económicos. - LA MADURACION DE LOS MERCADOS EN LOS PAISES MAS
DESARROLLADOS: lo cual ha disminuido las tasas de crecimiento
de estas naciones, provocando que sus exportadores sean
más agresivos y que los gobiernos les regulen más
sus sistemas económicos para estimular el crecimiento
económico, basándose en la expansión del
comercio
internacional y la atracción de inversiones
extranjeras. - LA INTEGRACION
ECONOMICA INTERNACIONAL: que está contribuyendo a
disminuir los tipos y niveles de los aranceles de la
mayoría de las naciones del mundo, que sus monedas sean
intercambiables libremente a tipos de cambio flotantes, y que
los capitales de sus inversionistas se muevan con más
libertad.
Este conjunto de fuerzas está creándoles
tanto oportunidades como penalidades a las naciones que, como la
nuestra, están involucradas en estos procesos. Estos
cambios están desafiando a nuestros empresarios, porque
cada vez más tendrán que desenvolverse en un
ambiente con
mayor número de competidores, más agresivos y
más rápidos, y por ende, más eficientes.
Pero sobretodo, estos cambios no están ofreciendo grandes
oportunidades en forma de nuevos mercados, con menos barreras
para penetrarlos, conquistarlos y de esta manera, hacer dinero con el
comercio internacional, comprando a donde nos venden más
barato y vendiendo a donde podamos vender más
caro.
Con la entrada en vigencia de los Tratados de Libre
Comercio de Bienes y Servicios y de Promoción y Protección de
Inversiones de la República Dominicana con las (14)
naciones que componen la Comunidad del
Caribe (CARICOM) y el Mercado Común Centro Americano
(MCCA), ha llegado el momento de que pasemos de la teoría
a la acción, de hablar de libre comercio a dejar que
nuestros pueblos comercien mas libremente entre ellos; de
perderle el miedo a los cambios que nos trae la
globalización y de comenzar a aprovechar las oportunidades
que se nos abren por todos los lados, precisamente gracias a la
globalización. Conviene saber hacia donde van las cosas,
para uno colocarse en la mejor posición estratégica
para explotar exitosamente dicha situación.
Desde los inicios del decenio pasado, la economía dominicana
se ha caracterizado por altas tasas de crecimiento de la
producción, el empleo y baja
inflación, todo ello estimulado por un entorno
internacional favorable y un crecimiento del consumo y la
inversión privada. La inversión ha ayudado al
crecimiento ya que en los últimos años de cada peso
dominicano, 21 centavos se destinaron a la inversión, es
decir a generar riquezas, siendo esta financiada por el ahorro interno
en 18 centavos por cada peso (Datos del
Banco Central
de la Rep. Dom.). A esto le agregamos los continuos
superávit que presentan las zonas francas. Es importante
destacar el que esta forma de crecimiento no brinda al
país seguridad ya que
estos capitales golondrinos pueden con facilidad abandonar
nuestro territorio, si las condiciones imperantes no son
factibles para la inversión. Si observamos la balanza de pagos
en los últimos años la balanza
comercial ha crecido negativamente en 12.6%, gracias a la
baja experimentada por las exportaciones de
los productos nacionales, pero sin embargo los servicios han
tenido un crecimiento sostenido especialmente el sector turismo que creció
una tasa promedio de 12.8% según datos de la Cámara
de Comercio Dominicana. Las exportaciones han colaborado con el
crecimiento de la República Dominicana pero no de una
manera significativa.
Es inevitable que nuestro gobierno invierta
en la
educación, que tome medidas para el desarrollo del
sector agro-industrial para poder progresivamente aumentar la
participación en otros mercados y poder tener así
una alternativa compensatoria en el supuesto de que nuestras
principales fuentes de
divisas disminuyan su participación en la
nación.
La Globalización desde el punto de vista de la
Economía
Si restringimos el campo de observación y nos centramos en la
economía, ¿qué es y hace la globalización económica?
¿Acaso su esencia es mundializar la economía de
mercado? La respuesta debe ser radicalmente negativa. No, lo que
hace es globalizar el sistema económico capitalista,
dentro del que el mercado es solo uno de los componentes
–además, de condición concreta muy variada-
junto a relaciones y grupos
sociales muy específicos, estructuras de
poder e instituciones
de carácter
dispar.
La apertura de la economía dominicana a los
mercados internacionales debe ser un instrumento de desarrollo y
no un fin en si misma y por tanto debe realizarse de una manera
"dirigida y gradualmente".
El estado
requiere de la colaboración estrecha de empresarios que
sean puntuales para ofrecer al país sus numerosos
servicios públicos, pero al estado también le
corresponde cumplir con sus obligaciones
como el manejo y cobro de impuestos con un
ojo puesto en las necesidades fiscales y el otro en las
necesarias condiciones de competitividad que no deberían
ser cercanas justamente cuando se hace frente.
Las exportaciones mantendrán un crecimiento
ascendente, porque ofrecen mayores oportunidades al país,
para ampliar su participación en el mercado externo, hacer
frente a los retos de una economía globalizada que exige
calidad y
eficiencia en
lo que se aporta.
En esta última década hemos experimentado
lo que se ha llamado "internacionalización de la vida
ordinaria" de todos y cada uno de los habitantes de este planeta.
El mundo de hoy se ha convertido en una aldea planetaria. El
más remoto y apartado lugar de nuestra nación se
encuentra, de alguna manera, interconectado con lugares y
regiones que pertenecen a otras naciones. Todos sabemos que
podemos encontrar productos, ideas y hasta actitudes
propias de un suburbio de Nueva York en cualquier campo de la
zona rural del país. También sabemos que la
mayoría de nuestros procesos productivos desde el turismo
hasta las agro-industrias
están vinculados principalmente a Norteamérica,
Japón o
Europa.
El acelerado proceso de innovación y transformación de la
economía y de la vida social en general implica que
constantemente estemos expuestos a los cambios. Nuestras
actividades y nuestras instituciones experimentan a diario el
impacto del Internet, de los satélites
y de los jets. La vida común no puede realizarse sin que
hagamos uso de toda una serie de instrumentos modernos que nos
inundan con ideas y técnicas
nuevas y que abren una serie de posibilidades
insospechadas.
La Globalización desde el punto de vista de la
Adm. Y el Mercadeo
Mientras algunos países de vasto desarrollo
económico como Estados Unidos,
la Unión
Europea, Japón y Australia invierten fondo para
investigar las forma de "agregar valor" a sus
productos, los países en vía de desarrollo ni
siquiera conocen el término. Mientras los productores de
países desarrollado exprimen el ultimo "aserrín de
utilidad de
sus productos pensando siempre en conseguir los mejores precios
posibles. En los países en desarrollo los productos tienen
precio fijo
preestablecido por el mercado. De ahí la diferencia entre
productores con visión empresarial de maximización
de beneficios en comparación con productores que aceptan
los precios fijados de ante mano por los mercados. Los primeros
los que han progresado y han convertido sus países y
comunidades con verdaderos poderes económicos. El valor
agregado es un concepto poderoso que debe enmarcar el modelo de
trabajo de cualquier empresa. El concepto se basa en que los
productores y procesadores
deben invertir sus recursos y esfuerzos en actividades que
mejoren el valor de sus productos finales eliminado aquellas
actividades que no agregan ningún valor, que no son
necesarias e implican altos costos
operacionales. Debemos decir que la falta de tecnología ha
impedido impulsar empresas
rentables y competitivas. Es inminente e impostergable la
introducción de nuevos productos, que
faciliten el acceso de pequeños y grandes empresarios a
los avances
tecnológicos y a la economía mundial y
así participen de los nuevos formatos comerciales
mundiales.
La industrialización tiene múltiples
beneficios, e incluye transferencia de poder de negociación y de mercadeo. La
posibilidad de transformar la materia prima
en productos, conlleva beneficio.
A nivel de la
administración y del mercadeo de las empresas se debe
tomar conciencia del
avance de la tecnología, la
comunicación que nos ha convertido en una aldea
global, la capacitación del personal, la
variedad de productos, estos deben ser producidos para cumplir
con los más altos estándares de calidad, pues si no
cumple con los requerimientos de la clientela en término
de calidad, siempre va haber un efecto negativo en su costo de
producción sin mencionar un descreimiento de las ventas por
insatisfacción de los consumidores. Sin embargo, si se
producen bienes con calidad por encima de los requerimientos del
mercado, también se pierde recurso de un costo de
producción elevado como resultado de realizar actividades
innecesarias. En otras palabras removiendo los insumos, algunos
pasos del proceso, cambiando un empaque a formato
más barato sin impactar los precios del producto ni la
demanda del
mismo, se agrega valor pues de esta forma se pueden maximizar las
utilidades netas de los productos. Valor agregado desde el punto
de vista del consumidor es una estrategia de mercadeo cuyo
fundamento es la necesidad y la percepción
de la clientela. Agregar valor es adicionar
características a un producto específico. Ejemplo:
La deshidratación de los alimentos para su
exportación, enlatado, empaques
específicos y mercadeo.
Ventajas de la Globalización
La globalización se asocia a un proceso positivo de
integración de las economías
mundiales, intrínsecamente relacionado con
la flexibilización de los movimientos de
mercancías, capitales y personas entre países. El
logro de un mercado común, libre de barreras aduaneras, en
donde la movilidad de los factores y la información posean
agilidad y bajo costo de transacción, tiene por objetivo
el aumento del bienestar social y la mejor asignación de
los recursos económicos.
La globalización fruto de una combinación
de tecnología e información es la
culminación de un proceso que no está dirigido por
gobiernos, ni ideologías, aunque resulten beneficiados,
que basa su fuerza en al oferta de
conocimientos a todo el mundo, aunque solamente puedan accesar a
la mayoría de ellos quienes dispongan de una
conexión telefónica y una PC, pero sobre todo, que
propicia el control de la
humanidad a través de la cultura y que, mediante ella,
está en capacidad de inducir la conducta de los
individuos.
El mundo, ahora, está conectado en
términos inmediatos, pero no las naciones, no las personas
ricas e importantes solamente, sino el más simple de los
mortales.
La globalización es una Era, no puede ser evitada
por quienes vivimos en el planeta y, en sentido general es buena,
pues permite la oferta de servicios y conocimientos a la persona y la
sociedad, a
veces sin costo monetario, que antes parecían imposibles e
incosteables.
Para juzgar las ventajas y los inconvenientes de la
globalización, es necesario distinguir entre las diversas
formas que adopta ésta. Algunas formas pueden conducir a
resultados positivos y otras a resultados negativos. El
fenómeno de la globalización engloba al libre
comercio internacional, al movimiento de capitales a corto plazo,
a la inversión
extranjera directa, a los fenómenos migratorios, al
desarrollo de las tecnologías de la comunicación y
a su efecto cultural.
Por ejemplo, la liberalización de los movimientos
de capital a corto plazo sin que haya mecanismos compensatorios
que prevengan y corrijan las presiones especulativas, ha
provocado ya graves crisis en diversas regiones de desarrollo
medio. Esta crisis ha generado una gran hostilidad a la
globalización en las zonas afectadas. Sin embargo
sería absurdo renegar de los flujos internacionales del
capital que son imprescindibles para el desarrollo.
En general, tal y como se ha argumentado en
epígrafes anteriores de este tema, el comercio
internacional es positivo para el progreso económico de
todos y para los objetivos
sociales de eliminación de la pobreza y la
marginación social. Sin embargo, la liberación
comercial, aunque beneficiosa para el conjunto del país
afectado, provoca crisis en algunos sectores que requiere la
intervención del estado.
Como consecuencia de la globalización en la
actualidad hay un proceso de internacionalización de la
producción y de la comercialización de productos,
así como una mundialización de las comunicaciones y
de las finanzas.
En este mundo moderno, ya un producto no se elabora en
un solo lugar. Las distintas partes que lo componen se procesan
en distintos lugares del mundo y su ensamblaje final se produce
en otro rincón del planeta. Existen más
oportunidades de educación, de
salud y
producción ese es el lado luminoso del fenómeno que
vivimos. Hay más comunicación de la
información disponible.
La globalización hace que en todo el mundo la
gente suspire por lo mismo y comunique sus ansias y sueñe
con lo mismo, entonces ¿por qué estar separados,
por qué luchar como enemigos, si los enemigos ya no
existen, si cada noche los jóvenes, incluso de China,
conversan con los de América y se cuentan las penas del
día con los de Europa a quienes envían música local,
mientras buscan establecer relaciones amorosas con alguien en
Australia?
Entre los actores que se han beneficiado de la
globalización están las instituciones financieras,
las empresas multinacionales, las mafias internacionales,
turistas, ONG, y la mano
de obra muy calificada.
La globalización económica, o el aumento
del comercio
exterior, se ven favorecido por la apertura y
liberalización de los mercados y por el impacto de la
actual revolución tecnológica sobre las
comunicaciones tanto físicas (transportes), como
electrónicas (información). Uno de los aspectos
claves es la gran movilidad del capital financiero, la existencia
de un mercado planetario donde diariamente y a la
instantánea velocidad de
la luz, las redes
electrónicas mueven e intercambian sin control, 1,5
millones de millones de dólares. El 20% de los bienes y
servicios producidos anualmente son exportados e
importados.
La globalización también ofrece grandes
oportunidades para erradicar la pobreza, extender la democracia,
obligar a respetar los derechos humanos
y empezar a caminar hacia el desarrollo
sostenible. En los últimos años se han firmado
o se están negociando Convenios internacionales sobre
Protección de la Capa de Ozono,
Cambio Climático, Biodiversidad,
Desertificación y Contaminantes Orgánicos
Persistentes, entre otros.
El desarrollo tecnológico y el actual grado de
desarrollo permiten erradicar la pobreza y solucionar los
problemas
ambientales, pero para ello se requieren cambios profundos y
desde luego nada fáciles de lograr. Las razones y los
datos que avalan el pesimismo son enormes, pero también
hay signos para el optimismo, como el fin de la guerra
fría y la amenaza nuclear, la disminución de
los gastos en
armamento, la disminución de conflictos, el freno del
crecimiento demográfico en la mayoría de los
países, el desarrollo de las energías renovables,
las nuevas
tecnologías de la información, la
extensión de la democracia a más países que
nunca, el mayor respeto de los
derechos humanos,
la mayor igualdad entre
hombres y mujeres, la extensión de la educación, el
mayor rechazo de la corrupción, o la generalización de
las ONG y la mayor participación de la sociedad
civil.
La industria
nuclear ha entrado en un declive irresistible, y los cultivos y
alimentos
transgénicos pueden correr igual suerte, ante el
masivo rechazo de los consumidores. La generalización de
Internet y de los teléfonos móviles permite dar a
conocer cualquier denuncia de forma instantánea a todo el
mundo. Internet no solo es un instrumento del capital, sino que
puede servir, y sirve, para luchar por la equidad social y la
sostenibilidad ambiental.
Críticas y Desventajas de la
Globalización
El triunfo internacional del sistema de libre comercio
está generando una reacción crítica que se
aglutina como movimiento anti-globalización. Los
críticos de la globalización consideran que aunque
este fenómeno esté resultando favorable para la
prosperidad económica es definitivamente contrario a los
objetivos de equidad social. La protesta que se manifiesta en
enfrentamientos contra los organismos internacionales, como el
FMI, OMC y otros, es de hecho una reacción contra el
excesivo triunfalismo del liberalismo
económico que debe ser tenida muy en cuenta.
La voz de las ONG y otros participantes del movimiento
anti-globalización está teniendo un eco en el
interior de estos organismos internacionales que cada vez
están mostrando mayor conciencia de la necesidad de
afrontar los problemas
sociales globales a la vez y con el mismo interés
que los financieros. Por otra parte, es posible que los
críticos anti-globalización no sean consciente de
los efectos
Las víctimas del dualismo económico se
cuentan por millones. Los que no pudieron -ni podrán-
cruzar el muro de la pobreza están pagando cara la
globalización, el libre comercio, la economía de
mercado y la competitividad. Una enorme subclase inmóvil
opta en forma permanente entre el paro o la pobreza. El
ejército multinacional de los desamparados, excluidos y
carentes, se sienten definitivamente apartados de la gran aldea
global. Los nuevos pobres, generados por esta economía a
dos velocidades, integran el "ejército en la reserva", en
permanente adaptación hacia abajo.
El miedo al mañana, la angustia y la inseguridad,
impulsan esta nueva "era de las desigualdades" (Fitoussi). Las
víctimas del "horror económico" (Forrester) se
sienten definitivamente excluidos de "integrar la red". "La mayoría
insatisfecha" sufre aturdida las consecuencias de la
privatización, la liberación y la
desregulación, realizadas en nombre del progreso.
Trabajador de usar y tirar, disponible en el momento justo y por
el tiempo necesario, flexibilizado, excluido, padeciendo los
modernos procedimientos de
reducción (downsizing),
desplazamiento (outsourcing),
reorganización (re-engineering), sienten que han
caído -definitivamente- en "la trampa de la
globalización" (Martin y Schumann).
Antes de buscar opiniones y cifras sobre "los
perdedores" adelantarán alguna información
demostrativa del panorama después de la tormenta. El
desempleo en
el mundo ha alcanzado (según datos del año 1993) su
nivel más elevado desde la gran depresión
de 1930. Más de 800 millones de seres humanos están
desempleados o subempleados en el mundo. En la actualidad, por
primera vez, el trabajo
humano está siendo paulatina y sistemáticamente
eliminado en el proceso de producción. Tan sólo en
Estados Unidos, en los años venideros más de 90
millones de puestos de trabajo de los más de 124
existentes son potencialmente susceptibles de ser sustituidos por
máquinas.
Como consecuencia de los adelantos en la
automación se pronostica que en los próximos 30
años tan sólo un 2% de la actual fuerza laboral
será necesaria para producir todos los bienes necesarios
para satisfacer la demanda total.
La proporción de masa laboral europea empleada en el
sector industrial y en el sector servicios se reducirá de
35% (1993) a un 25% dentro de 10 años, con una posterior
reducción de hasta el 15% al cabo de un período de
20 años.
La reingeniería económica podría
dar como resultado una cifra no oficial de desempleo del orden
del 20% en Estados Unidos cuando el actual fenómeno de
reestructuraciones esté en pleno
régimen.
El ascenso de los oligopolio
globales en la forma de corporaciones multinacionales: Se dice
que las corporaciones no tienen más alternativa que
transformarse en corporaciones globales y transnacionales, junto
con –y esto es importante– los bancos
transnacionales, que se han transformado en los poderes
más influyentes, mucho más influyentes que los
estados nacionales y sus economías nacionales (Strange
1991).
Pretenden que pueden seguir abusando de la
inmovilización del trabajo, para imponer al trabajo
más sacrificios. Pero los salarios ya
llegaron a sus extremos de miseria, y el desempleo desborda la
capacidad de los sistemas económicos. La masiva tristeza
en materia de
compras no es
estimulo para ningún relanzamiento de la inversión,
ni favorece la existencia del poder inversor ni el crecimiento de
las capacidades fiscales. El manejo que hacen de la riqueza de
los países, sobre todo acá, en los tradicionales
rincones coloniales, siempre vieron como más conveniente
"el crecimiento hacia fuera". Y ese crecimiento ya se
terminó. Ya ni siquiera les permite a los gobiernos
vasallos continuar sirviendo el pago de las deudas.
¿Qué puede hacer México,
por ejemplo, con su Presidente y sus Secretarios tozudamente
dirigidos a seguir sosteniendo la dependencia con el mercado
norteamericano, si este mercado que recibía el 90% de las
exportaciones, ya se hundió?
¿Dónde podrán contratar más
deudas De la Rúa, para seguir comprometido en el pago de
deudas con un riesgo
país de más de 2400 puntos? Mientras, el capital se
atrinchera y defiende con "reingenierías" y despidos,
bajas en la producción, devaluaciones y cierres. Mientras
los gobiernos en una inusitada muestra de
estupidez siguen recitando el Corán neoliberal. Compases
de enfriamiento y anuncios de mayores problemas.
Allí está ya preparada la bomba japonesa, o lo que
traen esas tasas de Mr. Greenspan, tan inferiores ya a la
inflación.
La globalización se rige por las meras leyes del
mercado aplicada según la conveniencia de los poderosos,
lleva a consecuencias negativas.
Tales son, por ejemplo, la atribución de un valor
absoluto a la economía, que realmente es neoliberalismo,
el desempleo, la disminución y el deterioro de ciertos
servicios públicos, la destrucción del ambiente y
de la naturaleza, el aumento de las diferencias entre ricos y
pobres, y la competencia
injusta que coloca a las naciones pobres en una situación
de inferioridad cada vez más acentuada.
La globalización está llena de
perversidades, es un fenómeno insoslayable que daña
los intereses de los excluidos, a los que también se les
llama pobres.
Si se quiere que los avances de la globalización
sean mejoramientos paretianos, es decir sin que disminuya el
bienestar de nadie, es necesaria la intervención de los
gobiernos y los organismos internacionales redistribuyendo los
beneficios y compensando a los perjudicados.
En cualquier caso, aunque el progreso global facilite la
consecución a largo plazo de objetivos sociales, la
especial gravedad de algunos problemas requiere una
actuación decidida, sin esperas.
La globalización no contempla ningún
mecanismo de redistribución de la renta. Para paliar el
desastre de la globalización de la pobreza, se han
propuesto algunas medidas, como la condenación de la
deuda externa
de los países más pobres y el aumento de la Ayuda
Oficial al Desarrollo (AOD), hasta alcanzar el 0.7% del PIB de
los países ricos. Pero los pobres probablemente prefieran
que les paguen más por el café y
otros productos de exportación a las medidas meramente
caritativas.
Algunas de las iniquidades de la globalización
son consecuencia de las mismas faltas de equidad entre
países ricos y pobres, o entre las poblaciones ricas y
pobres dentro de ellos, tal como el PNUD ha descrito durante
años. La globalización ha supuesto también
un aumento de la exclusión social, marginando a grupos sociales
completos de toda participación real, con el aumento del
desempleo y de la pobreza.
En América Latina, según la CEPAL, el
número de pobres, que en 1980 era de 135 millones,
llegó a 200 millones en 1990, y en 1997, a pesar del
crecimiento económico experimentado en ese período,
alcanzó la cifra de 204 millones, y de ellos cerca de 90
millones son indigentes, viviendo en una pobreza
extrema.
La crisis de 1999, que afectó a numerosos
países latinoamericanos, ha agravado la pobreza y la
exclusión social, en un contexto de aumento de las
desigualdades sociales, a escala internacional y en cada
país.
El llamado pensamiento
único, que desprecia toda protección social y
cualquier mecanismo que no sea la dura lógica darwinista
de la supervivencia en el mercado, contribuye a agravar las
desigualdades Norte/Sur y dentro de cada país. Un
ciudadano de Estados Unidos gana por término medio
más que cien ciudadanos de Haití.
En España el
20% de los más ricos tienen 4.4 veces mas ingresos que el
20% más pobre, mientras que en Colombia tienen
15.5 veces más, cifra que casi duplica al 8,9 de Estados
Unidos, que es uno de los países industrializados con
mayores desigualdades, según el Informe sobre
Desarrollo
Humano 1999 del PNUD.
Una nueva forma de iniquidad puede verse en la
integración de las comunicaciones. Internet une a las
personas en una nueva red global, pero el acceso se concentra
entre las personas de los países ricos, dice el informe.
Los países OCDE controlan el 91 por ciento de los usuarios
de Internet.
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