El conocer y la búsqueda del conocimiento ha sido
la gran preocupación humana, su proceso, su
abordaje, la verdad o no de los hallazgos, la objetividad o
subjetividad del acto cognoscitivo, han sido objeto de estudio a
lo largo de la humanidad. ¿es posible conocer?, ¿Es
realmente factible aprehender la realidad?. La ciencia se
ha basado en el
conocimiento de la verdad o al menos en la búsqueda de
ella, ¿se ha logrado? o solo es uno más de los
sueños irrealizables del hombre,
disertar sobre el conocimiento es generar dudas y
cuestionamientos sobre la ciencia y
sobre la base en el que esta sedimentado todo su
andamiaje.
Palabras Claves.
Conocimiento, objetividad, subjetividad, verdad,
ciencia
" He estudiado, ay, toda la
filosofía,
También medicina y
juristería
Y, lamentablemente, la teología.
Todo lo estudié con ardiente
afán.
Pero, cual pobre necio me tienes
aquí.
Pues ahora más ignorante que antes me
hallo.
Me dicen Magíster y hasta Doctor.
Y hace más de diez años que en verdad lo
soy.
Y con mis discípulos errante y cruzando los
caminos voy.
Engañándolos, porque yo mismo no se
donde estoy.
Y al comprender que nada podemos saber
Mi corazón
a punto esta de fallecer.
He aquí porque a la magia me
entregue:
A ver si la boca de algún espíritu con
poder
me revele el misterio de un secreto saber
y me libere de que, tras amargo sudor,
Tenga que decir que no lo se, que nada se.
Que yo pueda descubrir lo que el mundo
contiene en lo más íntimo de su
ser.
Y pueda mirar todo su poder
creador y honda raíz,
Y con palabras huecas no tenga que
contestar
Fausto (Goethe)
Conocer ha sido desde siempre, hasta nuestros
días la gran preocupación del ser humano. Los
griegos fueron, si bien no los iniciadores, los que se
preocuparon por el estudio de la realidad y del hombre de manera
sistemática y hasta crearon el instrumento que nos
llevaría al pensar correcto. A Aristóteles debemos dar las gracias por
elaborar el Organón, primer Instrumento practico para la
aplicación del pensamiento.
Los griegos fueron los que legaron a la humanidad los
grandes problemas, los
grandes conceptos, los grandes paradigmas y
hasta las grandes tragedias. Todo nuestro presente esta
impregnado, del olor del mar Egeo. El conocimiento y la forma en
que el hombre lo
obtiene, fue parte de su preocupación y aun hoy, aunque
desterrados, siguen siendo la base de las concepciones actuales.
Según Berckhardt Todo conocimiento objetivo del
universo sigue
urdiendo, hasta hoy la tela que empezaron a tejer los
griegos.
¿Pero, como iniciar este discurso sobre
el conocimiento sin antes definirlo?. La definición del
conocimiento, del conocer ha ocupado la mente de hombres
eminentes, de pensadores lucidos, de teóricos y
científicos excepcionales. La tarea ha sido ardua y no ha
sido posible un consenso respecto al mismo. Con los fines de
aclarar el termino, al cual nos referimos, tomaremos prestado de
la Gnoseología o Teoría del
conocimiento, algunas ideas: Conocer es aprehender
teóricamente los objetos, sus modos y sus relaciones. El
conocimiento no es otra cosa que el producto o
resultado de la actividad de conocer. Todo conocimiento implica
por lo tanto una relación y dos elementos: el sujeto que
aprehende y el objeto que es aprehendido.
Sobre la naturaleza de
esta relación Sujeto – Objeto se han presentado desde los
tiempos de Aristóteles y Platón
diferentes concepciones, que se han derivado, aunque con amplias
y diversas modificaciones, de estos filósofos griegos. Estas concepciones o
tendencias pueden agruparse en dos corrientes básicas:
Idealistas y Realistas. Los idealistas plantean que el objeto es
solo conocido a través de la sensación y la
percepción, solo existe en la medida que es
percibido (Berkeley). Descartes,
llega mas allá, al afirmar que el pensamiento es la
única base de certidumbre de su existencia personal:
"pienso, luego existo". Los Realistas plantean que el objeto es
lo que es y el sujeto tiene que aprehenderlo. El objeto se
mantiene siempre inalterable. Para Gilson : La mayor diferencia
entre el Idealismo y el
Realismo
consiste en que el primero piensa y el segundo conoce. Para el
realista pensar es solamente ordenar conocimientos o reflexionar
sobre su contenido, nunca pretenderá hacer del pensamiento
el punto de partida. El idealista va del pensamiento al objeto,
no puede saber si aquello de que parte corresponde o no al
objeto.
En ambas concepciones la verdad del conocimiento, tiene
carácter diferente. Los idealista pueden
llegar a la verdad, puesto que son ellos los que crean el
conocimiento, para los realistas, la reflexión y la
organización del conocimiento puede estar equivocada o
no concordar con la realidad. Sobre la verdad y los limites del
conocimiento, encontramos en el devenir histórico diversas
posiciones, de las cuáles solo señalaremos a grosso
modo dos: Los dogmáticos, que sostienen que el
conocimiento de verdades absolutas es posible y, los
escépticos, que plantean la imposibilidad de llegar al
conocimiento.
Antes de proseguir nos detendremos sobre los tipos de
conocimiento: Conocimiento sensible, aprehende objetos reales,
entendiendo por reales los que ocupan espacio y tiempo. Es
proporcionado por los sentidos y la
conciencia
inmediata de nosotros mismos.. Conocimiento racional, aprehende
objetos ideales o relaciones entre objetos reales. Objeto ideal
es aquel que no ocupa espacio, ni tiempo, ( los números,
los conceptos etc.). Este tipo de conocimiento da a la
razón la posibilidad de captar lo ideal, sus relaciones y
la relación de lo temporal – espacial.
Para unos esta posibilidad del ser humano, unida a la
capacidad de la razón para averiguar como es la realidad
en si, independiente de nuestro conocimiento sensible, es la
forma de conocer el mundo que nos rodea y explicarnos a nosotros
mismos. Esta posición se denomina racionalismo y
contrasta con el empirismo, el
cual plantea que el único conocimiento posible solo puede
atribuírsele a la experiencia sensible. El empirismo
alía a la experiencia sensible la razón, pero solo
para relacionar datos y realizar
inducciones.
Durante siglos se ha discutido sobre el origen del
conocimiento, sobre la posibilidad de conocer, sobre la
relación sujeto – objeto, y se llego a pensar, con el
dominio del
empirismo, que la realidad y los objetos o fenómenos que
la componen eran susceptibles de ser aprehendidos .
Estas ideas que impregnaron a toda la sociedad y
particularmente a las ciencias de la
naturaleza, vive su momento de gloria durante el siglo XIX y
principios del
siglo XX.
Todavía, hoy quedan vestigios de esa
concepción que asegura que el sujeto puede conocer al
objeto, que podemos inferir leyes generales o
al menos parciales de los fenómenos de la naturaleza. La
fortaleza de esta creencia reside en el éxito
que la aplicación del empirismo y del método
inductivo, significó en la conquista de la naturaleza,
empleo la
palabra conquista, ex profeso, porque como lo señala Alan
Watts: El hombre occidental siempre se ha sentido ajeno a la
naturaleza, fuera de ella. Nunca se ha considerado integrado. Por
lo tanto, su objetivo ha sido siempre conocerla para vencerla,
comprenderla para dominarla. En fin, los resultados exitosos de
esta concepción, los vivimos día a día y los
avances
tecnológicos y científicos se han dado con tal
rapidez, que la vida de nuestros padres, nada tuvo que ver con la
nuestra y la nuestra nada tendrá que ver con la de
nuestros hijos. Obviamente, el éxito genera fe, y la
creencia de que la ciencia era infalible y que el conocimiento de
todo cuanto nos rodea era posible, se convirtió en una
paradoja difícil de romper.
El Siglo XX nos depara nuevas sorpresas, nuevos
descubrimientos acabaron con el mito del
conocimiento, con el concepto de
causalidad, con el determinismo, que creía en la
existencia de leyes fijas, que determinaban el estado
futuro de un sistema a partir
del actual, en fin, acabaron con el andamiaje que se había
montado para la representación de la diosa ciencia y
comienza a derrumbarse, lo que durante dos siglos se creyó
era el peldaño de llegada, la llave mágica de
entrada, al cuarto donde todos los misterios serian
develados.
Cuatro momentos históricos y coincidentes en el
tiempo es conveniente señalar:
- Los descubrimientos de Max Planck y su teoría cuántica. A partir de la
cual toda ley debe
formularse, como ley estadística, como probabilidad,
acabando con el determinismo. - El principio de incertidumbre de Heinsenberg en el
cual el objeto de estudio ya se modifica por el mero hecho de
la observación. - Los descubrimiento de Einstein y su teoría
de la relatividad, donde el tiempo y el espacio dejan de ser
absolutos y la materia
deja de ser eterna al transformarse en
energía. - El principio de complementaridad de Niels Bohr
donde plantea que en algunas situaciones un modelo no
puede representar adecuadamente la realidad y por lo tanto
necesitamos de otros modelos
explicativos complementarios.
Estos cuatro acontecimientos traumáticos, para el
ser humano en general, pero particularmente para el mundo
científico, acaban con la concepción de la ciencia
que desde Newton
había prevalecido. Para emular a Khun, el viejo paradigma,
había encontrado un numero significativo de hallazgos
anómalos, que obligaba a la construcción de uno nuevo; que
incidiría en otra forma de ver el mundo y de plantearse la
ciencia.
Bajo esta nueva perspectiva, el sujeto solo puede
aproximarse al conocimiento del acaecer, no al ser del objeto en
si. Lo que elaboramos son modelos operacionales, no modelos
reales de la naturaleza. Las leyes de la naturaleza son
simplemente leyes humanas, reglas predictivas que hemos creado.
La ciencia se convierte en mediciones, en regularidades estadísticas, nunca en certezas.
Nos despertamos del sueño del conocimiento,
sencillamente no podemos aprehender los objetos. Confundimos la
realidad con la representación que de ella hicimos. La
ciencia, para el mismo Einstein "es una creación del
espíritu humano con sus ideas y conceptos libremente
inventados" . El sujeto siempre ha estado
presente en el objeto, como indica Castilla del Pino "Lo acaecido
en todo caso es una organización categorial de la realidad"
.Durante siglo y medio viajamos en un barco construido con tal
abundancia de hierro, que la
aguja del compás apuntaba solo a la masa férrea del
propio buque y no al norte. Con un barco semejante no hay modo de
poner la proa a ninguna meta. Navega en circulo entregado a
vientos y corrientes. Este símil expresado por
Heinsenberg, señala claramente la situación de la
ciencia en el pasado reciente.
Los cuatro descubrimientos señalados harán
que el barco cambie de dirección, que se busquen nuevos
instrumentos, que se señalen los limites de nuestra
capacidad para conocer, pero, también ampliaran nuestra
visión y nuestra perspectiva de la ciencia.
Para cerrar citaremos nuevamente a Goethe:
"Naturaleza tu nos circundas y firmemente nos
sostienes en tus brazos. Impotentes somos de deshacernos de ti.
Tampoco no es dado penetrar tus secretos, sin que sepamos
porque y como, nos arrastras al torbellino de tu danza. Hasta
que un día fatigados y dominados, nos desprendemos de tu
regazo…
Einstein A. ( 1958) La física aventura del
pensamiento. Editorial Losada, Buenos
Aires.
Gergen K. (1992) El yo Saturado. Paidos,
Barcelona
Heinsenberg W. (1957 ) La imagen de la
naturaleza en la física actual. Seix Barral,
Barcelona.
Medawar, P.B. (1970) El arte de lo
soluble. Monte Avila editores. Caracas
Ortiz, J. R ( 1988) Matemática y ciencia.
UNA. Caracas
Lalande A (1967) Vocabulario técnico y critico
de la Filosofía . Editorial ateneo, Buenos
Aires.
Autora:
Ana Isabel Hernández de Dolara
anadolara[arroba]gmail.com
Licenciada en Sociología de la Universidad
Católica Andrés Bello (UCAB), Caracas, y
Magíster en Educación Abierta y a Distancia en la
Universidad Nacional Abierta (UNA)