Indice
1.
Introducción
2. El adolescente y la
toxicomanía.
3.
Adolescente y delincuencia juvenil.
4. El suicidio de los
adolescentes.
6. Bibliografía
La literatura científica
pone el acento en los adolescentes difíciles, con
problemas, o con dificultades. A tal punto que parecería
como si los problemas de inadaptación social,
inestabilidad emocional, comportamientos violentos entre otras
características fueran una tendencia de la
edad adolescente.
Aparecen diferentes enfoques acerca de los problemas de los
adolescentes:
1) Unos consideran que en el marco de un desarrollo
normal se insertan trastornos graves (Erikson) es decir los
síntomas como expresión de los compartimientos de
un psicología
normal.
2) Otros interpretan los síntomas como
manifestación patológica.
3)Para algunos la noción de síntoma es el resultado
de un juicio de disonancia (criterio social) y su aspecto
psicológico se asocia a la relación entre el
individuo y su entorno.
La consideración de un síntoma está
determinado por el contexto social particular.
Al referirnos a los adolescentes con problemas no entendemos que
todos los adolescentes sean difíciles, o que esta sea una
etapa en la que esos problemas sean ¨normales¨ o
¨típicos¨ sino que concebimos los mismos como
señales de que el adolescente está en dificultades
y necesita ayuda, o dicho de otro modo, estas manifestaciones no
son condiciones necesaria, ni indispensables en el desarrollo. En
realidad, sólo entre el 20 y el 30 % de la población adolescente experimenta
dificultades graves.
En consecuencia, todo indica que hay conductas observables en la
adolescencia que por la frecuencia particular de aparición
en esta edad y porque las necesidades del desarrollo de los
adolescentes no siempre son canalizadas adecuadamente en los
espacios de socialización (familia, escuela) ni se
producen los cambios en los sistemas de
actividad (estudio, tiempo libre,
tareas en las organizaciones,
tiempo libre etc.) y ni de comunicación (con los adultos y los padres)
obstaculizando frenando la necesidad de autonomía,
independencia
y generando inseguridad
ante la nueva posición social que ocupa el
adolescente.
Es por ello que al referirnos a los trastornos
psicológicos en los adolescentes coincidimos con
(Flavingny, 1981) al expresar:
"Rechazamos firmemente definirlos por un síntoma sobre
todo cuando éste no es más que la tradición
de un comportamiento
(toxicómanos, suicidas, delincuentes…) ya que todo
síntoma traduce la manera como emerge un problema
global".
La adolescencia existe en un contexto social particular. Por
consiguiente, el tratamiento de los problemas de esta edad deben
tomar en cuenta el contexto
De los contextos sociales que influyen sobre el adolescente,
la familia es
el elemento fundamental, el medio social del que emergió
el adolescente, el espacio vital en el que se configura su
subjetividad. En otras palabras, frente a los cambios que ocurren
en los ambientes sociales de los que participa el Adolescente es
más susceptible a las modificaciones que se operan en la
familia y a su vez, el adolescente afecta al grupo familia
al que pertenece.
Este enfoque implica sólo en la relación causa
efecto, sino considerar las múltiples condicionantes que
aplican la aparición de un comportamiento desajustado del
adolescente. Por ejemplo ante un adolescente violento no basta
tratarlo sólo a él y no incluir a la familia en la
que probablemente constatemos códigos comunicativos
agresivos, descalificadores y patrones de conducta
violentos.
En consecuencia con lo anterior, el extender la atención hacia las personas significativas
para el adolescente implica, que si producimos transformaciones
en el grupo y no sólo en un individuo aislado, los
respectivos cambios tienden a mantenerse, porque no es un sujeto
que está aprendiendo otra manera de comportarse, de
actuar, de comunicarse, de analizar y que sus cambios entran en
contradicción con las pautas familiares, sino que es la
familia quien se somete al cambio y crece
como grupo.
Además el adolescente con problema no es distanciado de la
familia como si este estorbara y depositado en la mano del
especialista que con su "magia" resolverá la
situación, sino que con la inclusión del grupo
familiar los procesos de
cambios permitirán al ajuste necesario para enfrentar las
situaciones de conflicto y
potenciar el desarrollo
personal.
Por otra, condiciones intrafamiliares representan
factores de riesgo la
aparición de problemas en los adolescentes.
- incomprensión de los padres de los cambios del
adolescente. - crisis de autoridad de
los padres. - carencias emocionales o inapropiadas formas de
expresión afectivas. - inadecuada disponibilidad del tiempo
libre. - dependencia económica del
adolescente. - manifestaciones de insatisfacción en los
adolescentes adoptan diferentes modalidades - conductas: violentas, rebeldes, depresivas,
delictivas, apáticas, autodestructivas. - uso de medios
compensativos incorporándose a instituciones, adheriéndose a
ideologías o grupos
particulares o vestimentas y apariencias
extravagantes. - recursos para evadir la realidad como drogas,
ritos, comunas seudorreligiosas.
Nos queda por plantear, en el marco de factores
desencadenantes de los problemas de los adolescentes la
influencia de la sociedad en su
conjunto. Este influjo se traduce en: limitaciones
económicas y sociales.
2. El adolescente y la
toxicomanía.
El empleo de
las drogas
psicoactivas se registra desde hace miles de años en
diferentes culturas.
Sin embargo, el consumo masivo
de la droga por los
adolescentes es un fenómeno de la sociedad de hoy "que
provoca dificultades tanto al consumidor como a
la familia y sociedad en general, ya que sus consecuencias son
consideradas… problemas para la salud
pública y social: enfermedades, criminalidad y
prostitución, desintegración
familiar, accidentes
etc"
En la actualidad existe preocupación por el consumo de la
droga por que los adolescentes se inician a una edad muy temprana
y recurren a su empleo como respuesta para sus problemas . La
curiosidad impulsa a los adolescentes a experimentar con las
drogas, unos la dejan, otros quedan atrapados.
Las pautas de uso de drogas en el adolescente sigue generalmente
las de los adultos. El consumo de barbitúrico y
estimulantes para aliviar la infelicidad, la depresión
y tensiones cotidianas por parte de los adultos representa el
espejo a través del cual se miran los adolescentes sin
olvidar la influencia de los medios de
comunicación emisores de mensajes que estimulan al
consumo de algunas drogas como el alcohol.
Se identifican tres tipos de causas que explican la dependencia
en el uso de sus sustancias psicoactivas.
Causas económicas:
Con la aparición de nuevos patrones de consumo la
sustancia se convierte en una mercancía.
"Antes de que exista un joven adicto tiene que existir quienes
organicen y lucren con la industria de
la
drogadicción". Cusas sociales:
Causas sociales:
- Costumbres, creencias y expectativas sociales acerca
de una sustancia. - facilidad o no para acceder a la droga.
- condiciones de vida.
Causas individuales:
- estado de conflicto psicológico en el
sujeto - estado patológico
Necesidad de dilucidar lo que conduce al consumo de la
droga.
En el caso del alcohol se plantea que el aprendizaje
por modelaje es un factor a considerar para comprender porque
beben los adolescentes.
Se subraya la responsabilidad que asume la familia, la comunidad y los
medios masivos de comunicación.
Si nos detenemos a analizar la presencia de bebidas
alcohólicas en los programas
televisivos constataremos que un número relevante de
situaciones conflictivas los personajes ingieren tragos ya sea
para estimular la búsqueda de solución o para
celebrar momentos exitosos felices o para "ahogar" las penas "la
angustia en fin siempre hay una buena razón para
beber.
En el entorno social inmediato la familia o en la comunidad se
repite la escena ya sea en uno o en otro ámbito o en ambos
inclusive.
Como si esto no fuese suficiente, en la adolescencia la necesidad
de autoafirmación, de independencia, de insertarse en el
mundo adulto.
¿Cómo perciben este mundo adulto? Afortunadamente,
ni en todas la familias, ni en todas las comunidades la
ingestión de bebida alcohólicas es un
comportamiento generalizado.
Asimismo, la búsqueda y la reafirmación de un lugar
en el grupo de pares puede conducir al acatamiento de las
normas de esa
naturaleza
como es fiestas de personas muy jóvenes en la que
actualmente si no hay alcohol es como si no pudieran divertirse,
lo necesitan para sentirse más libres y romper
inhibiciones.
Reitero la idea de que para comprender este fenómeno de la
dependencia a sustancias psicoactivas hay que contemplar la
complejidad del mismo, la multiplicidad de causas (eco, sociales,
familiares y personales) y si bien la adolescencia es una
población de riesgo ello no significa que sea ni
típico, ni norma en esa edad por lo que constituye un
problema y requiere tratamiento terapéutico y no evadir el
problema si se presenta lamentablemente, existen familias que
asumen la actitud del
avestruz, desconociendo o minimizando la gravedad del asunto y no
abordan en etapas tempranas del consumo más tarde es
más traumático y difícil el proceso de
desintoxicación.
Marihuana.
Es una droga de amplio consumo en algunos sectores juveniles. El
propio hecho de ser una sustancia prohibida a diferencia del
alcohol incrementa la curiosidad de los adolescentes por
consumirla o por probarla y la ansiedad de los adultos.
La marihuana no
crea adicción psicológica aunque su empleo continuo
en algunas personas parece llegar a depender
psicológicamente de ella. Los efectos son imprescindibles
dependen de diversos factores: expectativas, estado de
ánimo, contexto social, dosis, tipo de mezcla usada. La
sensación más típica en condiciones
favorables, es la euforia y la relajación. En dosis altas
sus efectos son alucinógenas, dificultad en la
concentración, alteración de la percepción
del tiempo, del espacio y de formas y colores de los
objetos. Los efectos físicos están vinculados con
aumento de pulsaciones, sequedad en la boca, aumento del apetito,
irritación en los ojos, sensación que está
flotando entre otros.
En los principiantes se ha observado casos de reacciones
adversas: pánico, ansiedad, pérdida de identidad.
En consumidores fuertes de la droga la psicosis
tóxica se manifiesta: despersonalización,
desorientación tempo-espacial, ideas delirantes, paranoia,
alucinaciones.
Investigaciones recientes indican que el fumar
marihuana en forma crónica afecta el aparato
respiratorio .En la dimensión psicosocial:
apatía, pereza, tendencia a la introspección y
descuido de la apariencia personal.
No resulta extraño concluir que similar al análisis que efectuamos acerca del consumo
de alcohol, en los adolescentes adictos a la marihuana o hashish
la situación familiar es una incitación a la
oposición a las normas sociales entre los
jóvenes.
Otras drogas como la cocaína, fuerte estimulante del
Sistema Nervioso
Central, las anfetaminas con efectos parecidos a la
cocaína, producen en el organismo una tolerancia
rápida a ella y requiere irla aumentando
continuamente.
Los barbitúricos o "píldoras para dormir" ocasionan
cientos de muertes cada año ya sean voluntarias producen
cientos de muertes cada año ya sean voluntarias (suicidio) o
accidentales son expresión del peligro que amenaza a los
adolescentes consumidores de las mismas y representan
señales de alerta a los adultos que rodean al joven.
En lo que a toxicomanía se refiere se insiste en la
problemática con la cual está ligada.
- el aburrimiento, la devaluación o sobrevalorización de
los padres, la despersonalización ligada a una
desvalorización masiva. - satisfacción inmediata pero a un nivel
arcaico, dependencia, ausencia de una auténtica
comunicación interpersonal.
3. Adolescente y
delincuencia
juvenil.
El problema de la delincuencia
juvenil se aborda desde diversas perspectivas: psicosocial,
sociológica, jurídica, criminalística, política… y la
literatura es abundante por tanto resulta una tarea nada
fácil tratar el asunto en pocas líneas.
En las últimas décadas se observa un incremento
marcado de la delincuencia juvenil. El aumento no está
asociado a un género en
particular, sino que se manifiesta en varones y en mujeres
adolescentes.
La denominación de delincuente está asociado al
concepto
jurídico delito que denota
un juicio de valor,
vinculado a criterios morales y a los intereses económicos
de la clase dominante a quien sirve el derecho en todas las
formaciones socioeconómicas (Vasallo, N, 1994).
El término "desviado" surgido de la criminología tiene un espectro más
amplio para asociar parámetros no incluídos en el
comportamiento delictivo.
La conducta desviada no es más que "toda violación
de las normas sociales, desde las más simples de
convivencia social, hasta las normas del derecho y la moral, que
son las más importantes en toda sociedad (idem).
Nuestra concepción sobre el comportamiento humano como se
ha mencionado anteriormente pone el acento en el determinismo
socio-histórico y en el caso de la conducta desviada no es
un fenómeno diferente.
Para comprender las causas de las conductas desviadas se impone
considerar los niveles micro social e indivual.
La sociedad para luchar por su existencia requiere del
ordenamiento de las relaciones entre los individuos del cual
nadie se puede sustraer.
En el interjuego entre la sociedad y el individuo aparecen como
mediadores a nivel grupal diferentes agentes socializadores que
constituyen eslabones de la influencia social sobre el individuo
y portadores de una relativa independencia social.
Esto imprime un dinamismo a este condicionamiento social en tanto
el individuo no refleja linealmente, ni es un receptor pasivo,
sino que depende también de los contextos sociales
concretos y del desarrollo de los grupos. Es ene l grupo en el
que el sujeto despliega su actividad y en la inserción en
los distintos grupos e instituciones que se configura la
subjetividad del sujeto.
Así "la conducta desviada sólo puede ser explicada
a partir de un complejo de circunstancia que funcionan como
determinante del comportamiento y no a partir de una sola de
ella.
La conducta desviada incluye tanto la violación de normas
legales como la inadaptación a situaciones de
conflicto.
Para explicar las causas de las conductas desviadas ponemos la
mirada en la familia. Si bien no asumimos la idea hartamente de
que detrás de un adolescente delincuente hay una familia
disfuncional porque ese adolescente no sólo vive en
familia, sino que pertenece a otro grupo o instituciones que
también operan como agencias socializadoras, es
indiscutible que dificultades en la familia constituye factores
de riesgo para la desviación del comportamiento en los
adolescentes.
En estudios realizados sobre la
comunicación en familias de menores comisores de
delitos "…no
sólo se manifiesta una total ausencia de
comprensión mutua y de orientación a los hijos por
parte de los padres, sino que existe un ambiente de
total hostilidad, donde la violencia
ocupa un valor central como medio de interacción de sus
miembros… Cuando las contradicciones y la violencia percibida
por el niño en su vida familiar llegan a una
representación del papel de sus
modelos
principales (padre y madre) tan deterioradas y dañadas
para ellos, podemos afirmar que la familia comienza a
desempeñar un papel totalmente negativo en la vida del
menor, cuyo final sólo puede ser la inadaptación y
la desviación sexual". (González, F, 1996).
La violencia es el estilo de relación con los otros que ha
aprendido en su grupo inmediato. Esto lo generaliza a otros
grupos y a distintas situaciones.
Mas no se trata solamente de una comunicación disfuncional
,sino que el tipo de autoridad ,de control, los
métodos de
educación
que empleen los padres también incide en el comportamiento
del adolescente.
Concordamos en el rol de modelo que
representan los padres . La necesidad de aprender conductas
adultas, de imitar ese modelo cercano ,de seguir el ejemplo de
los padres se incluye en la función
educativa de la familia. No obstante, los adolescentes encuentran
en ocasiones que el espejo está "empañado".
Encontramos que existen padres que son portadores de "indicadores de
desajuste social": alcoholismo,
drogadicción, conducta sexual
desorganizada, antecedentes delictivos, escándalos,
agresión física y
desvinculación laboral. Estas
conductas de desajuste social tiene una doble influencia sobre
los hijos:
- como conducta a emitir para la solución de
problemas (ocio y delincuencia) y como estilo de
relación que se estrapola a diferentes contextos y
grupos (agresiones y conducta sexual
desorganizada). - distanciamiento familiar por ser víctimas de
esos comportamientos y su acercamiento a personas y grupos con
historias similares.
La escuela como agente socializador desempeña un
papel importante en la formación de los adolescentes. La
institución escolar utiliza medios, procedimientos y
métodos para mantener el orden y la disciplina las
que son aplicadas a aquellos que violan las normas que rigen el
comportamiento escolar.
Sin embargo, es necesario saber las causas que desencadenan el
comportamiento en el adolescente. De no profundizarse en las
razones de esa conducta las medidas disciplinarias no
cumplirán su objetivo
educativo en tanto el adolescente mantiene los problemas,
vivencias que los maestros como sus contrarios que solo lo juzgan
y se distancia más y más de la escuela ,
reforzándose la conducta desviada.
Los grupos informales pueden coincidir o no con las necesidades
de sus miembros con las metas y de los grupos formales .Si hay
correspondencia los grupos informales contribuyen al desarrollo
de los formales , si no es así ,lo pueden frenar porque
estimulan al distanciamiento de éstos.
En los grupos informales sus miembros encuentran la
comprensión necesaria, con vivencias similares a las
suyas, son tolerantes con las conductas que en el grupo se
producen y se sienten estimulados y se muestran de buen estado de
ánimo.
La dimensión social que comporta la conducta desviada se
observa:
- limitadas oportunidades del adolescente que se
restringen más en las condiciones económicas
críticas. - los adolescentes varones cometen más delitos
que las adolescentes a aunque la distancia entre los
géneros se ha ido estrechando, el tipo de
desviación sí parece variar con el sexo. - las adolescentes propenden a cometer faltas del tipo
de abandono del hogar, conductas incontrolables en la familia
y promiscuidad sexual. - en los adolescentes varones es más frecuente
el asalto, el hurto y el robo.
Esta disparidad en los patones de socialización
de cada sexo es expresión del esteriotipo sexual
tradicional que "normaliza" la agresividad como privativo del
varón del que se espera una conducta más activa,
violenta en comparación con la mujer. Este
asignación cultural del comportamiento normal de los roles
de género también influye en la conducta
desviada.
-las investigaciones y las estadísticas arrojan que la conducta
desviada tiene un mayor por ciento de los jóvenes de la
clase más pobre y de los sectores marginados de la
sociedad. Sin embargo, con el aumento en el consumo de droga en
jóvenes de clases medias y altas y ante el hecho de lo
costoso de esas sustancias adictivas se ven impelidos a cometer
faltas (robar, prostituírse) con un único fin:
acceder a la droga.
Otra variable investigada es las normas de crianza. Se ha
comprobado una tendencia en los adolescentes que provienen de
familias rígidas y punitivas o difusas y demasiado
tolerantes a incurrir en un comportamiento delictivo ya sea por
rechazo al autoritarismo o por la falta de control y de
identificación con las figuras paternas. En uno u otro
extremo la autoridad parental está debilitada por exceso o
por defecto. Otros patrones de autoridad disfuncional es la
inconsistencia o el desacuerdo entre los padres. En situaciones
como las aquí descriptas la norma no se interioriza, no se
logra niveles de autorregulación compartamental adecuados,
en tanto la regulación externa ni opera ni es
sistemática, el sujeto busca en otros, la dirección que necesita el adolescente para
crecer, para ser autónomo, para reafirmarse en un espacio
en el pueda mostrar sus competencias, sus
posibilidades y no se anule su individualidad.
4. El suicidio de los
adolescentes.
Otra conducta autodestructiva en los adolescentes es el
suicidio. La frecuencia de los suicidios y de los intentos
suicida en los adolescentes indican la importancia de este
problema y la necesidad de un enfoque psicosocial.
En torno al suicidio
existen mitos.
- Quien amenaza con suicidarse no lo hace. Un
refrán reza "perro que ladra no muerde". La experiencia
demuestra lo contrario. Las amenazas son peticiones
desesperadas de ayuda. Aproximadamente las tres cuartas partes
de los suicidas habían expresado su intención
antes de realizarlo.
La finalidad es obtener ayuda, de crear inquietud y
alarma y de manipular a otras personas acorde con sus
deseos.
- Los suicidios se efectúan sin advertencia
previa. Al indagar con adolescentes que han tenido intento
suicida, generalmente han notificado a alguien su
intención de autoagresión de manera directa o
indirecta. Manifiesta "deseos de morir" o "mi familia
estaría mejor sin mí".
En cuanto al orden de preferencia para comunicarles esta
intención aparecen los padre, la pareja, la familia, los
amigos y los médicos. Hay especialista que temen ante un
deprimido si ha tenido ideas suicidas por temor de intalarla.
Esto es un error.
- El suicidio sobreviene en los adolescentes
pertenecientes a una clase determinada. "Es enfermedad de
ricos" o "desesperación ante la
pobreza".
Aspectos atractivos y mágicos del
suicidio.
- Deseo de rechazar a sus padres creándole
culpabilidad "lo van a sentir al ver mi
cadáver". - Deseos de aliviar sentimientos de culpa: experimentan
la responsabilidad sobre eventos
familiares negativos y encuentran el suicidio una vía
para expiar su culpa.
La diferencia entre los sexos en la adolescencia es
extremadamente notoria. Los adolescentes del sexo masculino
cometen más suicidios que las adolescentes; aunque
éstas superan a aquellos en los intentos. El sexo
masculino prefiere los métodos activos:
dispararse un tiro, ahorcares; mientras el sexo femenino se
inclina por los métodos pasivos como las pastillas o el
veneno.
Entre los factores precipitantes se puede enumerar:
- las rupturas o rechazos amorosos
- fracasos escolares
- ser sorprendidos en un acto delictivo
- discusiones con los padres de un clima de
tensión familiar - embarazo
- inestabilidad emocional.
Al discutir las causas de la conducta suicida
encontramos en los adolescentes:
- crisis de identidad: pérdida del sentido del
sí mismo y de perspectiva futura. - depresión
- conflictos afectivos de pareja y
familiares - crisis de valores
- conflictos sexuales
Es necesario distinguir entre la causa final que
desencadena el acto suicida y los factores que pueden haber
contribuido a él.
Indicadores de la presencia de un suicida potencial.
- Existencia de un cuadro depresivo de perturbaciones
respecto al sueño, a la alimentación y
declive de los resultados escolares. - El aislamiento y la separación gradual del
grupo - Interrupción de la comunicación con los
padres o con las personas importantes en la vida del
adolescente. - Intentos suicidas anteriores (o implicaciones en
accidentes).
Estas son señales de advertencias para padres,
profesores, familiares que brindan la posibilidad de detectar y
evitar la tragedia.
La depresión en el adolescente.
La depresión en la adolescencia se diferencia de la
depresión adulta. En los inicios de la adolescencia los
síntomas se enmascaran a través de otros
síntomas psicológicos.
fatiga persistente, intranquilidad, preocupaciones por el cuerpo,
búsqueda ansiosa de compañía o de
aislamiento y comportamiento teatral
Como se observa no expresan los síntomas de la
depresión en los adultos:
- Tristeza, desilusión, insomnio, anorexia,
idea suicida y sentimiento de culpa entre otros.
Las razones para este enmascaramiento
sintomático:
- Las transformaciones de la edad son una amenaza para
la autoestima
si a esto se le añade la sintomatología depresiva
de subvaloración, desesperanza sería una amenaza
adicional se defiende transmutando el cuadro
depresivo. - El desarrollo cognoscitivo no le permite un nivel de
reflexión, de introspección, ni de un pensar
sobre el pensamiento
propio de la depresión adulta.
En la etapa final de la adolescencia la depresión
puede manifestarse a través de la sintomalogía
adulta o formas indirectas como el consumo de droga, promiscuidad
sexual y los intentos suicidas.
El concepto de fracaso escolar varía de acuerdo
con las diferencias individuales, las expectativas de los padres
y maestros y la filosofía y metas del sistema
educativo.
La noción de fracaso escolar está referido al
lograr dominar los programas del año o cuando no hay
ajuste emocional a pesar de la adquisición de
conocimientos o de la promoción.
El fracaso escolar no es una "etiqueta" que sele acuña al
alumno, es una gradación de dificultades de la escolaridad
en diversos aspectos variable en cada adolescente que debe ser
analizado y valorado objetivamente para su orientación. Lo
que es un fracaso para un adolescente puede carecer de
significación para otro. Lo que algunos padres
podrían considerar como retraso o pobre rendimiento puede
ser normal para otro.
Hablamos de fracaso escolar cuando la edad cronológica es
mayor que la edad escolar. En estos casos prevalece los
adolescentes varones.
Causas del fracaso escolar.
- No considerar la diferencias individuales. El proceso
de enseñanza se ha standarizado, se trabajo
con la media de la población escolar pero, y ¿los
extremos? Aquí nos interesa el extremo inferior lo que
requiere más niveles de ayuda para aprender. Si al
diagnosticar no conciben "la zona de desarrollo próximo"
del sujeto, ni sus potencialidades, la conclusión
quizás sea un adolescente con fracaso. - Dificultades en la lecto-escritura.
El aprendizaje y
el dominio de una
habilidad no se adquieren al mismo ritmo y velocidad.
En función de estos se distinguen lectores lentos,
fáciles. intermedios, rápidos.
Factores socio-culturales. El poderío
de los medios de
comunicación masiva desestimulan la práctica
de la
lectura.
El lector lento se desmotiva y leerá menos, le será
más difícil cumplir con los trabajos escolares y
puede fracasar. Este adolescente experimentará
minusvalía con respecto al grupo y progresará
menos, es un ciclo vicioso.
- Conduce a conductas agresivas, hostiles o de
aislamiento o depresión. - Difícil en la
concentración.
La concentración como resultado de un esfuerzo
volitivo susceptible de ser interrumpido por asociaciones
mentales.
También la soledad, el aburrimiento interrumpen la
concentración y estimulan la fantasía.
- Problemas en la relación dependencia –
independencia con sus padres, los estados depresivos y la
intoxicación por drogas. - Enfermedades de alteraciones
orgánicas.
Factores que precipitan el fracaso escolar.
Familia.
La rebeldía en la escuela puede ser que simboliza el mundo
adulto autoritario que conoce a través de la familia.
Una relación padre – hijo inadecuada, interrumpida,
pudiera provocar fracaso escolar, fugas del hogar, pandillerismo,
autoagresión.
Un estilo sobre `protector en la relación paterno filial
en especial de la madre con el hijo varón provoca que este
último para contrariar a la madre y mostrar su
hombría decline la actividad escolar, dedica una parte
importante de su tiempo a las actividades extraescolares y
provoca fugas cortas del hogar. Estos jóvenes temen a las
responsabilidades exigidas por ser varón, desean
independizarse de su madre y sienten que no pueden estar a la
altura de las demandas, hacen de la apatía una actividad
una virtud y el hecho de no ambicionar nada y de no sentir la
importancia de las cosas, es un signo de masculinidad.
En entrevista a
un adolescentes con problemas expresa:
"odio que mi madre me espera cuando regreso a casa solo o con
amigos, o que me busque en la fiesta no me deja respirar".
Dificultades en la comunicación alumno-profesor. Las
investigaciones han arrojado el predominio de la función
informativa de la comunicación y que la función
regulativa se manifiesta en el sentido de inhibir el
comportamiento (ordenes, prohibiciones) que no estimulan a la
acción. Por otra parte la función afectiva
está deficitaria promueve al distanciamiento de los
profesores, de la escuela y daña la autoestima del
adolescente que vivencia esta relación fría,
distante, no desarrolladora.
Las inasistencias escolares por enfermedad y la actitud que asume
el adolescente es un factor a observar porque pudiera escudarse
en ella y exagerarla. Es necesario saber interpretar este
hecho.
Inapropiado aprovechamiento del tiempo libre con exceso de
actividades recreativas.
Factores pedagógicos como no poseer los conocimientos
previos del grado provocan la apatía, el rechazo o la
indiferencia ante el aprendizaje. Esta vivencia de las
dificultades para aprender lo conducen de tomar la
decisión de abandonar la escuela lo que genera angustia y
depresión.
Factores socio-económico. Las diferencias sociales
conllevan a distintas experiencias de aprendizaje y a un
déficit en la alimentación en la vivienda que
influyen el fracaso escolar.
Los estudiante que abandonan sus estudios presentan problemas
vocacionales y sociales. El mundo actual cada vez está
más tecnificado, demanda de
fuerza de
trabajo calificada y disminuye los empleos que no requieren
calificación. En muchas organizaciones exigen haber
concluido la enseñanza media. El aumento de los
índices de desempleo
ínsta a que los jóvenes continúen estudiando
de modo que puedan estar al margen del mercado laboral
por un tiempo más prolongado.
Paradójicamente, ante este cuadro hay adolescentes que son
desertores escolares porque no les interesa la escuela y aspiran
a independizares económicamente de la familia. En
realidad, a estas edades es prácticamente imposible y lo
que ocurre es que el vacío de actividades, la no
pertenencia a un grupo formal lo conducen a incorporarse a grupos
informales de jóvenes con circunstancias de vida comunes y
aparecen problemas de drogadicción, delincuencia y
promiscuidad.
Anorexia.
Se define por el rechazo a alimentarse. Es posible comprobar
todos los grados, desde una dieta hasta la dramática
pérdida de peso que puede ocasionar la muerte.
Esencialmente, son las adolescentes quienes presentan este
síntoma.
Se señala que las jóvenes anoréxicas pone de
relieve su
lugar por la independencia y la autodeterminación.
Algunas de estas jóvenes han asumido un comportamiento
obediente, sumiso en su infancia y al
arribar a la adolescencia presentan dificultades en la
búsqueda de su identidad.
Aparece una distorsión de la imagen corporal,
y ocasiones la anorexia se vincula a la negación de la
apariencia física.
Sexualidad no responsable en adolescentes.
La incapacidad para manejar con responsabilidad el comportamiento
social en los adolescentes, a menudo da lugar a un embarazo precoz y
a la adquisición de una enfermedad venerea.
Enfermedades de transmisión sexual. (ETS)
Se reporta un aumento de enfermedades de
transmisión sexual en todas las edades y en
particular, en adolescentes.
El aumento del número de enfermedades de
transmisión sexual incluyendo la "plaga" del siglo XX
(SIDA – VIH)
tiene en la población adolescente uno de sus mayores
portadores.
Las causas del incremento son múltiples:
- aumento de la actividad sexual entre los grupos de
todas las edades. - uso de anticonceptivos orales que no protegen de las
ETS. - la actitud complaciente que señala a las ETS,
de fácil curación (excepto el VIH). - egocentrismo del adolescente lo hace fabular que
él y las personas con las que tiene contacto sexual son
inmunes. - la aceptación del riesgo del contagio porque
el deseo de sostener relaciones sexuales es mayor que el temor
de adquirir la enfermedad.
Embarazo en la adolescencia.
La tasa de natalidad disminuye en diversas sociedades. No
obstante, hay un grupo en el cual aumenta: el de las
adolescentes.
La proporción de las adolescentes embarazadas que deciden
llevar a términos de embarazo es
elevado, a pesar, de la falta de preparación
psicológica, biológica, social y económica
para asumir la maternidad.
Algunas son madres solteras, otras contraen matrimonios o se unen
consensualmente. La presión
que los padres de las adolescentes ejerce conduce a un matrimonio
obligado que se disuelve rápidamente.
¿Estos padres adolescentes cumplen las funciones que se
les atribuyen a la familia? ¿Quién sostiene
materialmente a bebe si la madre (en ocasiones ambos padres)
dependen económicamente de su familia de origen?
¿Quien trasmite los valores,
costumbres, normas sociales si la madre adolescente está
viviendo un proceso de búsqueda de identidad, de
compresión y aceptación de normas morales y de
desarrollo del pensamiento abstracto que le permite la
formación de juicio morales?
Las respuestas a estas interrogantes apuntan a que son los padres
de los adolescentes los que vuelven a convertirse en padres o los
padres adolescentes asumen el rol paterno materno ensayando para
desempeñar los riesgos que todo
ello implica, sin hacer alusión a las consecuencias para
la salud de la madre
o el niño (Ibarra, L, 1995).
Asimismo, la maternidad obliga en la mayoría de los casos
a interrumpir los estudios en la madre adolescente y si logra
continuarlos con la ayuda de la familia de origen debe
reestructurar su perspectiva futura.
La maternidad en la adolescencia es fundamentalmente no
planificada, ocurre accidentalmente y en muchos casos es un
bebé no deseado con las repercusiones psicológicas
que ello implica (Ibarra, L, 1995).
Las investigaciones muestran que las edades de iniciarse en las
relaciones sexuales ha disminuido (12 -14 años) sin
embargo, rara vez buscan ayuda anti conceptiva hasta que llevan
un año sexualmente activa. Cuanto más joven
comienza tener contacto sexual, más se demora en buscar
ayuda en la anticoncepción. Algunos desconocen la
relación de la actividad sexual con la reproducción, fabulan que como no desean
tener un bebé no lo tendrán. Otros no lo emplean
por falta de información sexual.
Aunque los estudiosos apuntan hacia la problemática hacia
la madre adolescente también el adolescente padre se ve
afectado. Si el joven se compromete con la adolescente que ha
embarazado tiene decisiones que tomar. Si se decide por proponer
el aborto ,por
continuar el embarazo o por contraer matrimonio estas decisiones
afectaran su futuro.
En este momento necesita ayuda para manejar sus sentimientos y
apoyo en la toma de
decisiones para lo cual probablemente no ha sido
entrenada.
Estos entre otros son problemas que presentan algunos
adolescentes y que su conocimiento
por parte de los adultos que lo rodean permitirá un manejo
adecuado de los mismos y la búsqueda de soluciones a
estos problemas.
Arés, P. Hogar, dulce hogar. Mito o
Realidad (en prensa)
Fishman, H. (1989) Tratamiento de adolescentes con problemas.
Paidós, Buenos Aires.
Gordillo, M. (1994). El asesoramiento a los padres en los
problemas educativos en Pedagogía Familiar. Narcea, Madrid.
Ibarra, L 1995 Metodología de la Intervención
Familiar. Universidad
Autónoma de Costa Rica.
Ibarra, L. (1997) Adolescencia y Maternidad. Impacto
Psicológico en la Mujer. Ponencia
Segundo Taller Internacional
Mujeres en el Umbral del Siglo XXI.
Noguera, C y Escalona, E. (1989) El adolescente caraqueño.
Fondo Editorial de Humanidades y Educación. Caracas.
Rios, J.
(1984). Orientación y Terapia Familiar. Instituto de
Ciencias del
Hombre.
Madrid
_______(1994). La orientación Familiar: Niveles,
contenidos y técnicas
en: Pedagogía Familiar. Narcea Madrid.
Vasallo, N. (1994) La conducta desviada. Un enfoque psico-social.
Tesis de
doctorado La Habana.
Zaldívar, D. El Tratamiento de las adiciones en:
Orientación Psicológica (en prensa).
Autor:
Dra. Lourdes Ibarra Mustelier
Facultad de Psicología
Universidad de La Habana.